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ECONOMÍA NACIONAL SOCIALISTA:

El término “Economía Nacional Socialista” alude a un conjunto de estrategias


económicas que se aplicaron durante los años del Tercer Reich en Alemania, y que
consistieron en romper con el “mito” del patrón oro. Su objetivo fue incrementar los
niveles de productividad, y que siempre estuvieran al servicio de la sociedad, pues se
consideraba que cualquier sistema económico que fuera adoptado, sin prestar mayor
importancia a su origen o a sus dogmas teóricos, se valoraba de acuerdo a los
resultados que éste mostrase en la práctica. La economía nacionalsocialista no siguió
los parámetros de ninguna otra doctrina en particular.
Después de poner fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del Tratado de
Versalles, Alemania sumaba a la ruina económica y la humillación por la derrota. Por
entonces, el Tratado de Paz de Versalles se redactó de forma tal que Alemania nunca
pudiera alcanzar la categoría de potencia mundial. El país había quedado sumido en
un elevado índice de desempleo que se estimó en millones de personas, miseria
creciente, desesperanza surgida ante la ineptitud por dar una solución a los problemas
económicos y el mundo se debatía ante el régimen plutocrático mundial.
Con un territorio diecinueve veces mayor que Alemania, y con recursos económicos
infinitamente mayores, Roosevelt no había dado empleo a sus once millones de
cesantes en los Estados Unidos. En el caso de los imperios británico y francés la
situación no fue muy diferente pues pese a poseer colonias, tampoco se libraron de la
situación de desocupados.
En Alemania, se pudo advertir que economistas y sociólogos como Werner Sombart,
Arthur Schopenhauer, Adolph Wagner, Friedrich Nietzsche y Max Weber, tuvieron algo
que dar a la estructura doctrinal del futuro movimiento hitleriano. Su ideología ve el
valor de la humanidad en sus elementos raciales de origen: nación y raza son el
“Motor de la Historia”; todos los grupos están obligados a colaborar para el bien de la
Nación y del Estado, y sólo importa su bienestar; la colectividad es más importante
que el individuo (contrario al Capitalismo).
El nacionalsocialismo contó de ser una síntesis del nacionalismo y del socialismo, que
iba en contra de las síntesis de los capitalismos de carácter privado (liberales), y
estatal (comunista), por ello los nacionalsocialistas no comprendían cómo es que
existiendo un sinnúmero de tareas por realizar, necesidades por satisfacer –contando
con mano de obra disponible–, capacidad industrial instalada ociosa, campos sin
cultivar, todo ello por una sospechosa especulación monetaria que era alabada por los
liberalistas económicos que yacían instalados en las cátedras universitarias,
descalificaban de plano cualquier alternativa al capitalismo.
Gottfried Feder y Gregor Strasser fueron los conductores de la economía alemana. La
economía nacionalsocialista se desentendía de la idea de que los bancos tuvieran, o
no, divisas y reservas de oro, por lo que se implementaron reformas que hicieron
posible la emisión de la moneda-papel, lo que creó nuevas fuentes de trabajo, dándole
empleo a los desocupados y creando empresas comunitarias. También exigió a las
finanzas y empresas respetar el plan económico, retuvo en forma de impuesto la
plusvalía y la utilizó a favor de los menos favorecidos, haciendo que esta llegara a la
comunidad. Aumentó la producción –que fue regulada en función del consumo, y no
del lucro, de la renta del capital–, y ese mismo aumento, era la garantía del dinero
emitido. En vez de que el oro apuntalara al billete de banco, era el trabajo el que lo
sostenía. Esta fue la fórmula que implementó Adolf Hitler.
El intervencionismo estatal se llevaba a cabo en las cuatro fases del ciclo económico.
Era el Estado quien decidía lo que debía producirse, a qué precio vender lo producido
y qué retribución le correspondía a cada uno de los factores. Las leyes de la oferta y la
demanda se adecuarían a los lineamientos del Estado.
La economía nacionalsocialista tampoco preguntaba por el dinero ya que el trabajo de
los hombres, y la producción que ellos realizaban, constituían un valor en sí mismos; el
dinero era sólo un símbolo de ese valor intrínseco. La inflación, como decía Hitler,
surge cuando el precio de los productos aumentaba –exigiéndole al comprador pagar,
por el mismo producto, un mayor precio–, y no cuando aumenta la circulación
monetaria. La estabilidad de la moneda debía conseguirse en los campos de trabajo, y
que los servicios excesivos debían retirarse de los ciclos económicos.
En un año, casi seis millones de alemanes consiguieron trabajo, y el índice de
producción aumentó en un 54%. Se produjo así un fuerte desarrollo de la industria, se
redujeron gradualmente las importaciones y aumentó el nivel de vida.
De esta forma, se acabó con el concepto del interés del dinero, y se le quitó fuerza
política a los bancos internacionales.

Hitler dijo: Demostré a Zwiedeneck que el patrón oro, la cobertura de la moneda eran
puras ficciones, y que me negaba en el futuro a considerarlas como venerables e
intangibles que a mis ojos el dinero no representaba nada más que la contrapartida de
un trabajo, y que no tenía por tanto valor más que en la medida que representase
trabajo realmente efectuado, precisé que allí donde el dinero no representaba trabajo,
para mí, carecía de valor. "Zwiedineck se quedó horrorizado al oírme. Me explicó que
mis ideas conmovían las nociones más sólidamente establecidas de la ciencia
económica y que su aplicación llevaría inevitable mente al desastre”.
"Cuando, después de la toma del poder, tuve ocasión de traducir en hechos mis ideas,
los economistas no sintieron el menor empacho, después de haber dado una vuelta
completa, en explicar científicamente el valor de mi sistema."

LA CRISIS Y LA RECUPERACIÓN CON EL NAZISMO:

Tras la hiperinflación de 1923 tuvo lugar una recuperación en Alemania que duró hasta
1927. Pero se produjo una recesión en la economía alemana en 1929, en la que
Alemania sufrió un retiro de fondos de los estados Unidos. La hiperinflación terminó
por destruir el ahorro de millones de personas de ingresos medios, por lo que cientos
de miles de personas que habían luchado en la guerra pasaron a formar un enorme
grupo de desocupados. Cuando Hindenburg asume la presidencia, es cuando el
nacionalismo cobra fuerzas.
El partido nazi alcanzó en 1930 una posición importante, y en 1932 se convirtió en el
de mayor número de representantes. Un año después, Hindenburg designó a Hitler
canciller. La gestión en el comienzo de su gobierno se vinculará a la recuperación de
la economía, que estuvo basada en gastos y fuertes controles sobre el comercio, la
intervención, los salarios y los precios.
Posteriormente, Hitler nombra a Hjalmar Schacht, en 1934, ministro de economía y
presidente del reich, pero éste sólo será utilizado por Hitler como instrumento para sus
planes y como fachada ante los poderosos del planeta.
Hitler entendió que toda la economía debía estar subordinada a los objetivos políticos
que consistieron en convertir a Alemania en una primera potencia militar. Ello implicó
que los actores económicos siguieran todas las indicaciones y órdenes que dictara el
Estado en cuanto a la asignación de recursos.
El gobierno alemán se basó en tres programas para disminuir el desempleo y reactivar
la economía:

 Planes de trabajo. Para poder financiarlos, el Estado emitió títulos de deuda


que luego entregó a las empresas para que realizaran obras públicas,
construcción de caminos o viviendas para que las ocuparan obreros sin
empleo. tales obras fueron pagadas mediante el descuento de los títulos en los
bancos y éstos a su vez en el Reichsbank. De todas formas, los gastos en
dinero eran mínimos; las personas se concentraban en campos de trabajo bajo
una disciplina estricta.
 Subsidios de gobierno. Con ellos, Hitler impulsó un plan de motorización y
construcción de autopistas. El fin era modernizar la economía.

En las dos medidas, el financiamiento se hizo con deuda y creación de dinero por
parte del Reichsbank.
El gobierno nazi estableció un régimen de control de precios y salarios. Los precios se
dejaron subir levemente para mejorar la rentabilidad, lo que se pudo lograr porque en
1933 Hitler había destruido los sindicatos alemanes.
Se había producido una importante caída de los salarios reales, y la baja de
desocupación fue acompañada por medidas del gobierno para desincentivar el trabajo
femenino.
La situación cambió cuando se promulgó el Plan de los Cuatro Años. Para apresurar el
rearme, Hitler creó un nuevo súper conglomerado estatal que puso bajo la dirección de
Herman Göering. El objetivo principal de la política nazi pasó a ser el rearme, la
producción de y aviones.
El proyecto de rearme produjo tensiones serias en la economía alemana, necesidades
de importación y por consiguiente, de disposición de divisas, sacrificio de consumo
para invertir en bienes de capital y escasez de trabajo (problema que se trató de
solucionar promoviendo en de las mujeres). La apropiación alemana de las tierras de
los países de Europa central y oriental se convirtió en una necesidad para su
expansión militar. Esos países proveerían a Alemania de materias primas industriales,
de alimentos y finalmente de trabajo.

Mapa de la extensión de Alemania (1935-1939).


ECONOMÍA DE GUERRA:

La reactivación económica de Alemania durante los años veinte estuvo basada en la


entrada de capitales provenientes de Estados Unidos y, en segundo lugar de
Inglaterra. En 1931, la retirada masiva de capitales extranjeros dividió el sistema
financiero alemán e inició la cadena de quiebras bancarias, y la devaluación de la libra
esterlina en un 30%, daba ventaja internacional a los productos británicos.
Por otra parte, el proyecto industrial-belicista nazi incorporó novedades:
 Potencial tecnológico alemán.
 Política nazi favorecida del elevado índice de concentración de la economía
alemana.

El sistema económico nacionalsocialista significó en gran medida el imperio de los


trusts (los Thyssen, Farben, Siemens o Krupp).
Los nacionalsocialistas lo identificaron mediante jerarquías, disciplina laboral y
robustecimiento del papel dirigente del Estado, pero salvaguardando la existencia de
las empresas privadas.
La economía de guerra y el desarrollo de la industria armamentista fueron de relativa
importancia para la economía nacionalsocialista. Su economía estuvo en gran medida
orientada a la producción de armamento, que era de carácter provisional pero los
beneficios adicionales que este tipo de industria traía se manejaban de forma
independiente en comparación con los beneficios que traían las industrias de base. La
concentración de capitales destinados al desarrollo industrial de las armas pudo
favorecer, a su vez, la acelerada expansión de la capacidad industrial alemana, y ésta,
ayudó a la disminución de los niveles de desempleo. Pero la gran mayoría de las
empresas alemanas producían por el sector privado y el consumo.
Los objetivos de estas políticas eran salir de una vez por todas de los daños que había
causado versalles, que habían quitado enromes porciones de territorio y habían
obligado al éxodo a lo que quedaba del territorio alemán a cientos de miles de
ciudadanos germanos, y los que se quedaron sufrían las consecuencias de la presión
por parte de los estados vencedores de la Primera Guerra Mundial, lo que llevó a la
idealización de la teoría del espacio vital (Lebensraum).
Así mismo consideró Hitler que la URSS era una amenaza para todo Europa, siendo
esta controlada y apoyada por el judaísmo de manera internacional, por lo que este
fenómeno se dio como una actitud defensiva ante el peligro comunista, para legitimar
la defensa nacional en caso de un conflicto bélico con la URSS.

LA ESENCIA DE LA POLÍTICA ECONÓMICA DEL NACIONAL


SOCIALISMO:

Para el nacionalsocialismo la economía es un sistema de medios dirigidos a un fin,


siendo ésta (la economía), nunca un fin en sí misma. Por ejemplo, si preguntásemos:
¿Para qué está bien alimentado? ¿Para qué tiene una buena situación? La respuesta
sería: para el cumplimiento de una misión política, para la constitución y estructuración
del estado.
Asimismo la vida económica está moralmente ligada y es expresión de la vida anímica.
Lo económico no es una cuestión de causas puramente racionales, ni de efectos de
naturaleza puramente económica, sino que también a la economía pertenecen todos
los valores de la nacionalidad. De esta manera se ligan a la economía el desarrollo de
todas las fuerzas morales y anímicas de la nación.
Esta actividad no es para nada ajena a la vida del pueblo; la economía está
enteramente ligada a la forma de vida de una nación.
Siguiendo esta línea de pensamiento, la economía es servicio a la comunidad.
“Es la voluntad y la acción creadoras de los miembros de una comunidad forjadas en
una unidad en libre subordinación, bajo el pensamiento rector de servicio a la totalidad
del pueblo, con el fin de constituir y estructurar el estado” 1(Schilitter). La vida
económica solamente es posible en comunidad. Toda comunidad puede vivir y
desarrollarse si dentro de la misma cada miembro está dispuesto a sacrificarse por el
bien común, es decir, por el bien del otro y no se allega en su esencia con un sentido
de reivindicación. “La política económica representa una doctrina del servicio, del
valor y de la energía, que saca sus fuerzas de la conciencia de la íntima unión de la
sangre, del común destino del pueblo y de la forma política de estructurarse en el
estado” (Büchner).2
Dicha política es correctamente dirigida si las medidas estatales sostienen y fortalecen
valores de la nacionalidad. No se trata de que la economía procure ventajas a los
individuos, o poner en primer lugar la provisión de bienes materiales sino que se
procuran los valores del pueblo, de la independencia del mismo y el honor nacional.
La nueva política económica no debe considerar la rentabilidad inmediata sino que
debe ocuparse a largo plazo por el bienestar del pueblo por generaciones. Debe cuidar
como lo ha expresado Friedrich List, “el desarrollo de las fuerzas productivas”.
La economía en concepto y como actividad que está al servicio del pueblo está
totalmente ligada a la cosmovisión del nacionalsocialismo.
A continuación, desarrollaremos algunos aspectos de las ideas y las bases del
Liberalismo y del Marxismo en contraposición a las políticas propuestas por el
Nacionalsocialismo:
El individualismo está por encima del estado, y considera que este es un medio para
alcanzar ciertos intereses personales. “El liberalismo y el individualismo encontraron
su desarrollo social, filosófico y social-económico en las teorías de la fisiocracia y en
las teorías de la escuela inglesa clásica de la economía política (Adam Smith,
Ricardo)”3. Para esta escuela la exaltación del bien privado conduciría a un
considerable desarrollo de la sociedad ya que esta tendría un total libre comercio que
se organizaría de manera colectiva y natural gracias al factor oferta-demanda, sin
embargo sabemos que esto representaba, en cierto sentido, una visión utópica.
A su vez el marxismo derivaba del pensamiento económico de David Ricardo, ya que
estas son ideologías materialistas e iban en contrapunto con la cosmovisión
económica del Nacionalsocialismo que tenía como base la cultura, la identidad y la
nación, además el marxismo promulgaba la lucha de clases, mientras que el
Nacionalsocialismo tenía como objetivo el concepto de “justicia social” aplicado de
manera más absoluta que en el siglo XIX, ya que este proponía la disolución de las
clases diferenciadas, dándole a los distintos oficios en las personas un sentido de
pertenencia nacional ligado al factor étnico con el fin de concientizar a todos los
sectores, de modo que, por ejemplo, un obrero fuese considerado par frente a un
médico, ya que estos se necesitan mutuamente; generando así una conciencia
comunitaria nacional, en la cual se respeta la propiedad privada, que en el marxismo
es abolida y estatizada, privando, para los nacionalsocialistas, un derecho humano
fundamental.

1
Deheza José A., Nazismo y Economía, Francismo A. Colombo, Bs.as. 1970. Página 16.
2
Deheza José A., Nazismo y Economía, Francismo A. Colombo, Bs.as. 1970. Página 23.
3
Deheza José A., Nazismo y Economía, Francismo A. Colombo, Bs.as. 1970. Página 19.
EXPONENTES Y ANTECEDENTES:

MAX WEBWER (1864-1920).

Filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociól


ogo alemán, es considerado uno de los fundadores del
estudio moderno de la sociología y la administración
pública, pero con un marcado sentido antipositivista.
Weber realizó estudios relacionados con la sociología de
la religión, a la cual le atribuía una importante causa del
capitalismo y su funcionamiento en la actualidad, desde
confusionismo y taoísmo, pasando por judaísmo e islam,
hasta llegar al cristianismo protestante, para entender los
movimientos sociales-económicos de la actualidad, trabajo
y estudios que si bien desarrolló, no logró terminar a
causa de su muerte en 1920.
Como científico, Weber utilizó el racionalismo, mezclando observación con
matemática, estudio sistemático y jurisprudencia, etc.
Como economista era considerado el “más joven” de la “Escuela Histórica Alemana”.
Junto a Stombard, en trabajos paralelos trataron sobre las riquezas dependiendo del
tipo de religión de las personas.
Contribuyó con sus teorías anti positivistas conocidas como “verstehen” en la cual
hacía una comprensión sociológica e interpretativa aplicada a la economía. Formuló
teorías de componentes de estratificación, compuesta de “una clase social, un estatus
y un partido político”.
Entre las múltiples contribuciones que Weber hizo a la economía, puede mencionarse
su teoría de los “tipos ideales”, que explica de forma amplia las características de los
fenómenos sociales y económicos. También desarrolló una historia económica de la
sociedad agraria romana, y trabajos sobre las funciones duales que juegan el
idealismo y el materialismo dentro de la historia del capitalismo. En su obra Economía
y sociedad, presenta sus críticas y revisiones sobre algunos aspectos referidos al
marxismo. Por último, su Historia económica general tal vez sea su mayor logro en la
investigación empírica.

WERNER SOMBART (1863-1941).

Fue un destacado economista y sociólogo, considerado


líder de la “Joven Escuela Histórica Alemana”.
En contraposición con otros historicistas, para quienes el
descubrimiento de las leyes económicas es una tarea
imposible y extraña a la ciencia y una labor que debe ser
aplazada hasta realizar suficientes estudios histórico-
descriptivos que le sirvan como una base sólida, Werner
Sombart se propuso descubrir esas leyes que rigen la
vida económica, aspirando a crear categorías con las que
pueda ser aprehendida la realidad viva, y para
conseguirlo, las investigaciones históricas y las teórico-
económicas se deben realizar con simultaneidad y en mutua relación.
Escribió varias obras en torno al desenvolvimiento del capitalismo, desde sus orígenes
hasta sus manifestaciones más modernas. Su obra Capitalismo Moderno es
considerada como una importante fuente de inspiración. Gran parte de ésta está
referida al descubrimiento de la emergencia de la contabilidad como una precondición
importante del capitalismo. En ella, narra los estadios por los que ha pasado esta
corriente, desde 1760. Para Sombart el capitalismo es un producto histórico y, por
consiguiente, relativo en el tiempo y en el espacio. Con ello, nos explica que el
capitalismo está condenado a desaparecer, así como han desaparecido otras
corrientes de la economía.
En contraste con la postura de Weber, quien cree que el puritanismo y el judaísmo se
encuentran entrelazados, Sombart sostiene que es el judaísmo el que está vinculado
al desarrollo del capitalismo. El espíritu judío es igual al espíritu capitalista, pues en
ellos nace el principio de la recompensa, que a todo esfuerzo corresponde un
provecho.
Tanto Weber como Sombart estaban convencidos de que el desarrollo del capitalismo
depende de un puñado de hombres ambiciosos, que puedan combinar capital con
trabajo y abordar los mercados con el objetivo de obtener mayores ganancias.
Sombart concibió y estudió el capitalismo como un “individuo histórico”, como un ser
biológico que atraviesa las mismas fases que atraviesan las culturas: nacen, crecen,
llegan a su pleno desarrollo, declinan y mueren. Según Sombart, de igual forma ocurre
con el capitalismo. Para él, éste es un sistema económico cuyo móvil principal, casi
único, es la consecución de la ganancia privada tan grande como sea posible, aunque
sobrepase en mucho todas las posibles necesidades personales.
El estudio del contenido de su obra fundamental constituye casi la tarea única de su
vida. La mayoría de sus obras escritas estudian y amplían puntos específicos de su
tema general. Éstos tienen la finalidad “de obligar al lector a concentrarse en uno de
los aspectos del problema”. Éste carácter lo tiene, por ejemplo, su obra titulada “Los
judíos y la vida económica, El burgués, Lujo y capitalismo y guerra y capitalismo”.
Sombart también ideó el término de “destrucción masiva”, un elemento básico de la
innovación de Joseph Schumpeter, quien basó gran parte de su obra en las de
Sombart.
Werner definió el sistema económico como un conjunto social caracterizado por un
determinado nivel de técnica, formas de organización económica y social, y un espíritu
o conjunto de valores, en los que destaca los que son de orden jurídico. Tal sistema
actuaría y se expresaría en la historia en lo que recibe el nombre de régimen
económico. De esta forma, Sombart reintroduciría categorías abstractas en lo que
antes pretendió ser una simple descripción de fenómenos socioeconómicos.

ECONOMÍA AGROPECUARIA: WALTER DARRÉ


(1895-1953).

El máximo representante en este campo fue el argentino


Walter Darré, creador del lema “Blut und Boden” (Sangre
y Suelo), quien proponía abogar mediante métodos
naturales la gestión de la tierra, exigiendo una expansión
de granjas animales y abogando por la conservación de
la naturaleza, como en el caso de los bosques.

La nación alemana desde antes de la Primera Guerra


Mundial importaba productos alimenticios del exterior,
haciendo de esta manera que el país en momento de
crisis no tuviera como autoabastecerse y contrajera
enormes deudas en el extranjero. Fue el caso de una enorme cantidad de hipotecas
que se produjeron a favor de los financieros internacionales a cambio de que estos les
otorgaran créditos, en el “manifiesto del partido sobre la posición del NSDAP respecto
a la población campesina y la agricultura”, de 1930, Hitler y su movimiento, sostenían:
(Resaltaremos algunos puntos)
 Reconocemos no sólo la importancia descollante de las capas productoras
para nuestro pueblo, sino qua también vemos en el campesinado al portador
principal de la salud hereditaria popular, la fuente rejuvenecedora del pueblo y
la columna vertebral de las fuerzas armadas.
 La conservación de un campesinado eficiente, también numéricamente fuerte
en relación con la creciente cifra de la población total, constituye un pilar
fundamental en la política nacionalsocialista, precisamente porque está dirigida
al bienestar de todo el pueblo y las generaciones venideras.
 El mantenimiento de un campesinado económicamente sano está gravemente
amenazado por el Estado “alemán" actual. Este no tiene en consideración la
importancia biológica y económica de esta capa social y actúa en oposición a
la exigencia vital de un mayor rendimiento de la agricultura. Se impide el
aumento de la producción agraria porque faltan los medios necesarios de
explotación debido al creciente endeudamiento de los agricultores, y porque se
carece de incentivo para una productividad acrecentada, ya que la labor rural
ha dejado de proporcionar beneficio.
 La mezquina recompensa del trabajador de la tierra, no alcanza para satisfacer
las elevadas contribuciones a las que se le obliga. El agricultor se ve entonces
obligado a contraer deudas, por las cuales debe abonar intereses usurarios. Se
hunde cada vez más en la servidumbre del interés y pierde finalmente su casa
y su campo en favor de los dueños, generalmente judíos, del capital
prestamista.

En el apartado de “En el futuro Reich propugnado por nosotros ha de regir un derecho


agrario comunitario y se realizará una política agraria comunitaria.” Se en mencionan
algunos puntos:

 Solamente los ciudadanos alemanes pueden ser propietarios del suelo alemán.
La propiedad de bienes raíces adquiridos legítimamente por ciudadanos
alemanes será reconocida como bien hereditario. Pero este derecho de
propiedad estará supeditado a la obligación de utilizar el suelo también en
beneficio de todo el pueblo. La vigilancia de esta obligación será competencia
de juzgados corporativos, que se integrarán con representantes de todos los
grupos profesionales de la población que realiza tareas rurales y con un
representante estatal.
 El suelo alemán no debe ser objeto de especulaciones financieras ni servir
para renta sin trabajo. Solamente podrá ser adquirida por aquel que se
proponga cultivarla por sí mismo.
 Las organizaciones cooperativistas de la agricultura tienen la misión de reducir
los costos de producción para los agricultores y de acrecentar la producción.
 Los buenos trabajadores serán los propietarios. El tan suspirado mejoramiento
de las condiciones de vida y de los salarios de los obreros agrícolas tendrá
lugar en forma automática así como mejore la situación agraria general. Una
vez modificado favorablemente este estado de cosas, ya no habrá necesidad
de emplear en el campo a trabajadores extranjeros, costumbre que en el futuro
quedará prohibida.
 La lucha de liberación contra nuestros opresores y sus recaudadores de
tributos sólo puede ser conducida exitosamente por un Movimiento de
liberación Político que en total reconocimiento de la importancia del
campesinado y de la agricultura para la totalidad del Pueblo reúna a los
alemanes conscientes de todas las profesiones y clases del pueblo.

Munich, 6 de marzo de 1930, (firmado) ADOLF HITLER


A comienzos de 1933, la agricultura alemana estaba prácticamente en la ruina debida
a las deudas contraída en décadas anteriores por las crisis, ya que los granjeros
habían tenido que pagar altísimos impuestos y cargas sociales debido a la inflación.

Para ello, con la llegada de los nacional socialistas al poder en el mismo año, va a
centrar la atención en la industria agrícola, la cual sería promovida mediante la
creación de legislaciones destinadas a la gestión de la producción con la regulación
del mercado, y el establecimiento de un sistema de auto-administración. Al poco
tiempo se comenzaron a ver los resultados de dichas políticas, unas 700.000 granjas
habían sido creadas o puestas en servicio, con esta ley (promulgada del 13 de
septiembre de 1933) facilitaba los pagos de deudas, y la facilitación y disminución de
impuesto, los granjeros obtuvieron posesión eficaz de las tierras que trabajaban, que
yacían anteriormente en el olvido por los antiguos terratenientes o, en mayor medida,
embargadas por deudas que los granjeros no habían podido pagar, haciendo que
ahora estos tuvieran una mayor relación con el sentido de conciencia de producción,
cuidado y mantenimiento de la tierra, mediante la “O.N.A.” (Organización Nacional de
Agricultura) donde todos los propietarios, trabajadores, con su familia y quienes
tuvieran alguna relación con lo agrícola, la integraban, fomentaban y regularizaban las
actividades en conjunto.
La importancia que se le otorgó a la agricultura en Alemania se debía a que esta
absorbía un 30% de los trabajadores, quienes alimentaban a todo el país, además el
Nacional Socialismo, veía en el granjero un soporte de énfasis cultural y social que
debían ser sostenidos, ya que estos eran quienes más conservaban las expresiones
culturales y tradiciones alemanas con sentido de orgullo y honor.
Los principios impuestos en todo el dominio productivo y consumidor de alimentos hizo
posible proveer a la política agrícola del nacionalsocialismo un nivel de eficiencia que
hasta ahora había sido considerado una tarea imposible. Las personas que provenían
del exterior para investigar los principios con los cuales el sistema de control del
mercado había sido estructurado, siempre reconocieron el éxito de las reformas
alemanas e hicieron de ellas un punto de estudio a partir del cual se pudo resolver la
discusión de los problemas agrícolas que enfrentan los países. Las naciones de
Europa se dieron cuenta de que el trabajo en una tarea común se puede contribuir en
el beneficio colectivo.
Tal sistema también resultó exitoso en el sentido de que posibilitó a los productores de
distritos remotos a aumentar los niveles de sus producciones, y el dinero empleado
para tales propósitos no era contribuido por el pagador de impuestos, sino que de eso
se encargaban las industrias.

NACIONAL SOCIALISMO VS USURA:


GOTTFRIED FEDER (1883-1941).

Ingeniero y político alemán, participó de forma muy


activa durante los primeros años de la fundación
del Partido Nacionalsocialista. Fue el precursor del
principio de “romper la esclavitud de los intereses del
dinero”. En su obra “El manifiesto para e
quebrantamiento de la servidumbre del interés del
dinero” se explican varios aspectos que tratan sobre la
economía y la política. En ella, introduce el término
“mammonismo”, definiéndolo como “la exageración
desmedida del instinto adquisitivo, en si sano, del ser
humano”. Por medio de su libro, Feder argumentaba que las economías capitalistas
no conocen mayores metas que acumular dinero sobre dinero, obligar a toda la fuerza
de trabajo del mundo a doblegarse bajo su servicio, lo que termina por llevar al hombre
a la esclavización económica. Con ello Feder hace referencia a la forma en que las
tres grandes potencias imperialistas –Estados Unidos, Inglaterra y Francia– acumulan
grandes cantidades de capital, en forma desmedida, a partir del trabajo laboral de sus
ciudadanos. El autor también explica que el interés es la fuente de energía del gran
capital. El ingreso de bienes –producido de manera constante, sin esfuerzo y sin un fin
determinado–, es la razón por la que las grandes potencias del dinero han logrado
crecer. El interés era considerado por los alemanes como inmoral, y se resistían a la
usura y “contra el interés y la renta de todo tipo sin el agregado de trabajo creador”.
Otro factor al que Feder se refiere, es el crecimiento del capital prestamista en
concepto de interés, e interés de aquellos intereses que superan las capacidades de
análisis y asombro.
Sobre el desarrollo del capital industrial, Feder sostiene que se logra un nivel de
ascenso hasta un punto determinado en su escala, y luego alcanzan una saturación
del capital. Después de ese punto, los índices transcurren de manera más plana y es
probable que decaigan un poco. Por lo general, estos casos se dan en las industrias
cuando nuevos inventos conducen a la desvalorización de plantas febriles, máquinas,
etc.
Sólo con la ruptura de la servidumbre del interés del dinero, podía eliminarse de una
vez toda la miseria financiera. También le otorga al trabajo creador, en todos los
campos, el lugar que le corresponde. La economía prestamista sólo ha logrado que las
personas se mientan a sí mismas de forma grotesca.

“El quebrantamiento de la servidumbre del interés es el medio radical para el


saneamiento definitivo y perdurable de nuestras finanzas estatales. El
quebrantamiento de la servidumbre del interés significa la posibilidad de la renuncia a
gravosos impuestos directos e indirectos, porque las empresas de estado redituables
ya hasta ahora y tanto más al extenderse a otras áreas indicadas para la socialización
Arrojan suficientes excedentes a las cajas del fisco como para sufragar todos los fines
sociales y culturales del Estado.”

EL PRIMER ECONOMISTA: HJALMAR


SCHACHT (1877-1970).

Fue un político y financiero alemán, ministro de


Economía del Tercer Reich entre 1934 y 1937.
En el año 1923 se nombró a Schacht Comisionado
de Moneda del Reich, logrando contener la inflación.
Llevó a cabo medidas muy acertadas: control de los
precios y del costo de vida, y estabilización de la
moneda –dando inicio a una recuperación sostenida
de la economía alemana–. Por esta grandiosa
empresa, sus méritos fueron reconocidos y en
marzo de 1933, Schacht fue nombrado Presidente
del Reichbank. Luego, en 1929 fue comisionado
para dirigir las negociaciones del Plan Young.
El desarrollo de Schacht sobre el desarrollo de ideas
políticas de derecha radical y después de leer Mein
Kampf, pasó a ser un fascista fanático convencido de las capacidades de Hitler como
futuro líder de Alemania. En 1931 se entrevistó con Hitler en un encuentro coordinado
por Goering, a quien conocería un año antes. En sus conversaciones, Schacht se
comprometió a crear un fondo fiduciario para el partido Nacionalsocialista. Ese mismo
año, publicó su primera obra titulada “El fin de las reparaciones” en el que exponía los
términos reales del Tratado de Versalles.
En 1932, Schacht redactó la carta, que luego firmarían los más destacados
industriales alemanes, en la que solicitaba al presidente Hindenburg la urgencia de
nombrar a Hitler como canciller de Alemania. Ya en el poder, Hitler nombró a Schacht
presidente del Reichsbank, y luego ministro de Economía en 1934.
Schacht desarrollará una política keynesiana de inversiones públicas: impulsó la
construcción de grandes obras – construcción de autopistas–, y redujo el déficit
presupuestario del Estado para encontrar nuevos fondos. También desarrolló una
política de lucha contra la inflación que quedó reflejada en los "Bonos MEFO". Éstos
eran una suerte de circulación pseudo-monetaria que redujo la inflación de forma
visible. En 1935 se nombra a Schacht plenipotenciario general para la economía de
guerra.
Schacht cometió algunas equivocaciones que no le agradaron a Hitler, como lo fueron
sus críticas a la inversión en armamentos. Por esa razón se enfrentó a Goering quien
defendió los gastos de las fuerzas armadas y la inversión en la industria de armas.
Schacht nunca se afilió al Partido Nacionalsocialista. En 1937, se lo honró como
miembro honorario del Partido y le otorgaron la Swástica de Oro. Ese mismo año, se lo
ratificó de la presidencia del Reichbank. Pero sus relaciones con respecto a las del
gabinete se volvieron tensas, y a finales de 1937 renunció a su cargo de Ministro de
Economía y Plenipotenciario general de la Economía de Guerra. Hitler aceptó su
renuncia aunque lo mantuvo como Ministro sin Cartera.

Sobre la política oficial en relación a los judíos, Schacht sostenía que debían serles
quitados sus derechos civiles, pero no expresaba odio hacia ellos. Otorgó como parte
de un programa Sionista Mundial, 15 mil macros a modo de premio a cada judío que
abandonara Alemania de forma voluntaria. Mencionó públicamente en algún momento
que los judíos lucharon por Alemania durante la primera Guerra Mundial, tales
declaraciones no fueron de agrado para los dirigentes del partido.

HERMANN WILHELM GÖRING (1893-1946).

Desde 1936 Göring participaba de la creación de


planes económicos elaborados por Adolf Hitler y por
el partido nacional socialista, para hacer de Alemania
un país autosustentable. Para ello elaboraron un plan
de 4 años, el cual se llevó a la práctica y tuvo un éxito
rotundo logrando el objetivo de auto-sustento que
tanto preocupaba a Hitler y su gobierno. Fue
nombrado en 1937 “Reichsminister de Economía”.
Estos planes que ahora se empezaban a materializar,
trataban de un control más eficaz sobre: el control de
los precios, la producción minera, la producción
química, las vías fluviales, creación de autopistas y
carreteras.
Göring fue el impulsor de la creación de la fábrica más
grande del mundo del momento, en la que se dice que llegó a emplearse a 700.000
trabajadores. En tiempos de guerra fue uno de los encargados de coordinar la
economía alemana.
ALBERT SPEER (1905–1981).

Arquitecto, y ministro de armamento durante el III Reich,


asumió su cargo en 1942, tras la muerte de Fritz Todt,
quien había dejado a Alemania en una situación
demasiado limitada respecto al armamento y su
producción. Speer de inmediato notó que había pocas
mujeres en las fábricas, en las cuales solo se trabaja un
turno, al hacer una visita por el complejo de fábricas
armamentistas en Berlin se decepcionó porque no
encontró a nadie trabajando. Todas estas dificultades y
muchas más fueron superadas por Speer. Hizo hincapié
en la autonomía que tendrían que tener las fábricas y
mencionó que debían poseer “auto-responsabilidad”,
destinó a cada una a la construcción de un único
producto para agilizar la producción. Speer, tuvo pleno apoyo de Hitler en cuanto a sus
nuevas medidas, logrando así afianzar aun más su confianza.
Algunos aspectos sobre la importancia de Albert Speer. Entre otras cosas en las que
actuó con eficacia, se encargó de abastecer a la “Luftwaffe” (división aérea del ejército
alemán), con la producción en serie de aviones de combate a través de su compañía,
de la cual estuvo a cargo desde que asumió hasta el final de la guerra en 1945,
logrando que esta no se detuviera, sino que incrementara, pese a encontrarse en un
contexto hostil debido a los bombardeos aliados a fábricas e industrias alemanas y la
poca mano de obra con la que contaba a su disposición.
Así fue que en Alemania, en 1939 se produjeron 8295 aviones, una cantidad que
cantidad que fue superada notablemente hasta alcanzar la cifra de 38.000 aviones
para 1944. “Durante el primer semestre de 1944 las aviaciones aliadas trataron de
aniquilar a la aviación alemana, tanto en combates aéreos, como arrasándole sus 20
principales fábricas. La ofensiva produjo muchas bajas, pero la Luftwaffe volvía una y
otra vez como el “Ave Fenix” a resurgir de sus cenizas. Speer dispersó la fabricación
de aviones en 729 plantas en las aldeas, en los bosques, minas, en los desfiladeros, y
la producción aumentó pese al huracán de fuego.” 4
Luego del desembarco de Normandía, Alemania contaba solo con 100 unidades
aéreas para proteger dicho flanco contra 12.837 aviones aliados. Frente a esta
situación, la industria alemana no tardó en responder con la fuerte producción de más
unidades aéreas que se utilizaban en la batalla para abastecer dicha guarnición. “En
un mes de raviosos combates cayeron 1000 aviones alemanes, que en una semana
más tarde habrían sido ya repuestos”5 . Entre otras cosas, Speer se encargó de la
reparación de restaurar los centros de abastecimiento de combustible para la
Luftwaffe. Al movilizar 300.000 hombres para restaurar dichos daños que ocasionó la
operación de los aliados en junio de 1944, donde 4400 tetramotores se enfrentaron
contra las plantas alemanas de gasolina sintética. Debido al escape de combustible
luego de este ataque, este ordenó el cese de construcción de unidades de en agosto
de 1944, aun así, estaban en desarrollo, en la industria aeronáutica los nuevos
modelos de cazas y bombarderos, “en septiembre, Speer había entregado 3013
aviones de caza, y 1090 bombarderos. Era la máxima producción alemana de un mes
durante toda la guerra, pero ya no se podía aprovechar íntegramente”6

4
BORREGO Salvador, Derrota Mundial, Bs.As., 2005, páginas 567 y 568.
5
BORREGO Salvador, Derrota Mundial, Bs.As., 2005, página 568.
6
BORREGO Salvador, Derrota Mundial, Bs.As., 2005, páginas 571.
Frases relacionadas a lo económico:

Los grandes banqueros se alarmaron con los éxitos de la política financiera de la


Alemania de Hitler, de la misma manera que varias generaciones atrás sus familias se
asustaron de los éxitos de la natural economía de Lincoln y de Napoleón. Lo que hubiera
sido un laudable progreso para Alemania y otros paises tomando ejemplo de ella fue, en
realidad, la principal causa de la Segunda Guerra Mundial. La lucha entre políticas
monetarias rivales era inevitable.
Carnelius Carl Veith, "Citadel of Chaos".

Marriner Eccles, del Federal Reserve Board, y Montague Norman, presidente del Banco
de Inglaterra, llegaron a un acuerdo, en 1935, sobre la política a emplear para aplastar,
por todos los medios, incluyendo la guerra, si fuese necesario, los experimentos
financieros de Hitler.
"The Word" de Glasgow, 3-8-1949.

El crimen imperdonable de Alemania antes de la II Guerra Mundial fue su intento de


extricar su poder económico del sistema de comercio mundial y crear su propio
mecanismo de cambio, que le negaría beneficios a la finanza mundial.
"Memorias", Churchill.

Las dos principales causas de la II Guerra Mundial fueron: Primero. El éxito del sistema
alemán de trueque. Segundo. La determinación hitleriana de no aceptar préstamos
extranjeros. Su declaración de que los negocios de Alemania serían llevados a cabo de
la misma manera que los de un honrado comerciante causó verdadero pánico en los
círculos financieros.
Francis Neilson, "The Churchill Legend".

No vamos a permitir que ese fulano, Hitler, se salga con la suya. Su política monetaria es
un peligro para todos.
Bernard M. Baruch, durante un homenaje a George C. Marshall en 1938, citado por Francis
Neilson, "The Tragedy of Europe".

Debemos mantener bajos nuestros precios, aún perdiendo dinero, pues así obtendremos
a los clientes de las naciones no beligerantes. Será la única manera de destruir el
sistema alemán de trueque.
Bernard M. Baruch a Roosevelt, New York Times, 14-9-1939.

La siguiente es una transcripción del discurso de Samuel Untermyer hecho en WABC,


declarar una "guerra santa" por los Judios contra Alemania, y apelando a las masas de
la humanidad no judía a boicotear las importaciones de fabricación alemana y todos
los comerciantes que tienen elementos de fabricación alemana en sus
establecimientos. Todo el discurso fue publicado en el New York Times en la mañana
después de la emisión (07 de agosto 1933), que fue mencionado por Benjamin
Freedman en su discurso ante un grupo de patriotas.
El bien común antes que el propio (extraído de METAPEDIA)
Véase también: Gemeinnutz geht vor Eigennutz

Oswald Spengler afirmó que "Toda vida económica es la expresión de una vida
psíquica... Una economía puede moldearse según el alma de una generación... La
economía tiene un deber moral... Desde Adam Smith hasta Marx se utiliza un
análisis eminentemente materialista... Tenemos una concepción nueva de la economía
que está situada más allá del capitalismo y del marxismo."
Por su parte Feder afirmaba: "Las finanzas deben estar al servicio de la comunidad.
Los plutócratas no deben formar un Estado dentro del Estado. En el área de la política
social nuestro principio debe ser: el bien general es la ley suprema."
En plática con los obreros de la construcción, donde millones de cesantes estaban
encontrando empleo, Hitler les decía:
Yo juzgo a una economía desde el punto de vista del provecho que en la práctica
proporciona al pueblo y no partiendo de una teoría. Así, si alguien nos dice: Miren,
tengo una teoría económica maravillosa, debemos responderle: ¿Qué provecho se le
puede sacar? Esto es lo decisivo. La teoría no debe interesar en modo alguno, nos
debe interesar únicamente el provecho, pues las personas no están al servicio de la
economía, sino la economía al servicio de las personas.
Adolf Hitler.
FUENTES UTILIZADAS:
-Bibliografía de cátedra
-BORREGO Salvador, Derrota Mundial, 10º ed, Bs.As., Nuevo Orden, 2005.
-DEHEZA José A. Nazismo y Economía, (Compilación de la doctrina nazi en los social
y económico realizada por Arthur R. Herrmann, y Arhur Ritsch), Tres Américas, 1970.

DIGITALES:
-Kehrl Hans El III Reich La Alemania Nacionalista a través de sus Economistas
-Herman Ritsch-La-Economia-Nacionalsocialista
-Gottfried Feder - El manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés
del dinero
www.devenireuropeo.org
www.Metapedia.com
www.Wikipedia.com

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