La transparencia en la administración de las cooperativas

Por Pedro Aguer*

La estrategia cooperativa ofrece su institucionalidad para organizar la solidaridad, en

medio de este estado de caos y de incertidumbre en que nos encontramos como
consecuencia de muchos años de desaciertos, irresponsabilidad política y corrupción.

La empresa solidaria organizada en la estructura cooperativa se caracteriza por ser

administrada con absoluta transparencia, mediante la forma democrática, igualitaria,
equitativa y de libre y voluntaria adhesión.

Democrática, porque los asociados ejercen en plenitud el derecho de elegir y de ser

elegidos, y de tomar decisiones vinculadas a la marcha de la entidad en las asambleas.

Igualitaria, porque nadie es más que nadie, y cada socio vale un voto, a tal punto que no
hay desempate con el doble voto del presidente.

Equitativa, porque la distribución se realiza en concordancia con el esfuerzo aportado, es

decir, a cada cual lo que le corresponde.

Libre y voluntaria adhesión, porque cualquier persona puede ingresar a una cooperativa o
abandonarla, cuando lo desee.

Las asambleas son de tres tipos: constitutiva, ordinarias y extraordinarias. En todas, el

asociado ejerce su poder y las decisiones se toman por mayoría.

Para llegar a la asamblea constitutiva se crea una comisión organizadora cuya función es
instruir a los futuros asociados acerca del objetivo que se perseguirá, de la doctrina
cooperativa, de los Principios Universales de la Cooperación, y de las características
institucionales y leyes vigentes que rigen el cooperativismo en el país. Esta comisión
establecerá la fecha de constitución y en esa asamblea se aprobará el Estatuto Social y se
elegirán las autoridades. Finalizada la misma o en fecha acordada se reunirá el Consejo
de Administración, con el fin de realizarse la distribución de cargos. El síndico y el
síndico suplente se elegirán en la asamblea constitutiva.

En las asambleas ordinarias, que se realizan finalizado el ejercicio económico-contable

una vez cada año, se tratarán la memoria y el balance, como así la renovación del consejo
de administración y síndicos; pudiéndose tratar otros temas debidamente fijados
previamente los que formarán parte del orden del día.

Las asambleas extraordinarias podrán convocarse en cualquier momento, según las

necesidades, de igual modo que las ordinarias en cuanto a los días que deberán
transcurrir de la convocatoria hasta la fecha de realización.
Los asociados son los verdaderos dueños de la empresa, que es de carácter privado.
Aunque la posesión de la misma es colectiva.

Para que su funcionamiento sea eficiente es imprescindible la educación cooperativa

acompañada de una debida y adecuada capacitación de todos sus integrantes incluyendo
asociados, empleados y familiares. De no producirse es casi seguro el fracaso.

Planteamos como premisa que antes que cooperativas, cooperativistas. Lo cual implica
una toma de conciencia en torno del objeto perseguido y la formación doctrinaria.

La transparencia estará garantizada a medida que los asociados se comprometan en

compartir los problemas y en buscar en conjunto las correspondientes soluciones, como
así las propuestas que impulsen el desarrollo de la cooperativa.

Necesitamos crear fuentes de trabajo. El cooperativismo es una alternativa válida para

abordar este problema. Pero quienes decidan formar parte de una empresa de este
carácter deberán saber fehacientemente de qué se trata. Muchos fracasos se han debido a
la falta de participación de los asociados, más que a cualquier otro tipo de factor.

*Cooperativista, autor de la obra “El poder de la solidaridad”. Miembro de la Junta

Abya yala por los Pueblos Libres.