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Las advertencias de Carlos Alberto Godoy por la declinación del servicio de transporte en Paraná nos
llaman a un estudio serio del problema. En este caso aborda para el Chasqui del Litoral el contenido de
los pliegos de una nueva licitación y lo hace con datos poco explorados.
“A la exclusión del transporte público del centro de la ciudad se agrega este nuevo retroceso del
servicio”, sostiene el estudioso, y afirma: “de acuerdo a esta información lo que se licita es la
posibilidad de recibir subsidios por cuatro veces la recaudación del servicio prestado”.
Para Godoy, el estado municipal avanza hacia una “dramática reducción de los servicios en trayectos
ofrecidos, unidades, horario total de la prestación en los días hábiles y en los fines de semana y
feriados”.
Este abordaje es urgente. La Municipalidad de Paraná encara una licitación del sistema de transporte
urbano de pasajeros, después de tres décadas de prórrogas y renovaciones por decreto. El llamado a
licitación del servicio será en breve, entre fin de año y las primeras semanas de enero, previa audiencia
pública.
El pliego incluye tarifas, renovación de unidades, y consideraciones particulares sobre cada línea, y
pretende entregar el total del servicio por ocho años a un oferente (aunque en cada línea puedan confluir
distintas empresas).
En las reuniones habituales sobre temas del ambiente, Carlos Alberto Godoy ha insistido sobre la alta
incidencia del consumo energético de los autos, lo cual obliga a revisar las posiciones que adjudican
todos los problemas al gran capital y llaman a mirar también el consumo familiar, los vicios del
consumismo.
Los autos queman el 20% de toda la energía que consumimos, dice, por lo tanto debemos darle mayor
importancia al asunto, y promueve el transporte público. Y esa es una de las muchas razones para poner
de relieve la importancia del transporte público, en este caso, los colectivos urbanos.
En esta columna, con la misma inquietud, Godoy brinda un primer análisis de la licitación municipal
que se avecina y finaliza con una seria sugerencia.
Ahora las unidades exigidas son 111, en 1984 se pedían 136 unidades. Actualmente se declaran 190
unidades (aun reduciendo en proporción los coches que sirven los trayectos suburbanos no incluidos en
el pliego estaríamos en 147 unidades actuales contra las 111 solicitadas).
Un tercio de los recorridos actuales son eliminados drásticamente quedando zonas y barrios con
servicios tradicionales y muy antiguos fuera del área de cobertura de los colectivos. Los trayectos se han
replanteado arbitrariamente e inconsultamente; en algunos casos se han simplificado y rediseñado en
dibujos más directos pero a costa de reducir los barrios y zonas servidos hasta hoy. Se eliminan las
líneas 20 y 12, creándose con nuevos recorridos la 16 y la 23.
Achicando prestaciones
La población de la ciudad ha crecido un 63% desde 1984 pero la superficie ocupada por barrios nuevos
ha crecido mucho más, creciendo la demanda de transporte público y servicios. La ciudad ha englobado
localidades cercanas. A pesar de esta realidad se licita parcialmente y en forma disminuida un servicio
que actualmente venía siendo ya de baja calidad. A la exclusión del transporte público del centro de la
ciudad se agrega este nuevo retroceso del servicio.
En 1984 se exigía cubrir el horario desde las 5hs y hasta las 00hs30, ahora se reduce a un lapso (de
acuerdo a cada línea) entre 14hs54 y 16hs22 lo que significa que si comienzan a las 5hs el servicio
terminará entre las 19hs 54 y las 21hs22.
Se establece un denominado “servicio nocturno” con tres itinerarios especiales (sin ninguna relación
con las 12 líneas licitadas y sus recorridos) y con solo dos coches en total para servirlo. Las frecuencias
pedidas son de 70 minutos en dos de ellos y una sola vuelta en el tercer caso con una tarifa 30% más
cara. Se deja
abierto a los oferentes los servicios en fin de semana y feriados. No se fija ningún parámetro para las
épocas de vacaciones donde el concesionario disminuyó siempre arbitrariamente las frecuencias.
Se establecen frecuencias de 10, 11 minutos con tolerancia de 5, salvo la nueva línea 23 que tendría una
frecuencia de 1 hora. En 1984 se estableció similar exigencia que en los hechos nunca se cumplió,
llegándose actualmente a frecuencias por planilla (homologadas por el municipio de 33, 38 y 42
minutos). El art.20 del pliego prevé la modificación de recorridos, paradas y frecuencias dejando abierta
la posibilidad de que el municipio termine convalidando ajustes que signifiquen reducir aún más la
calidad del servicio.
El pliego no calcula ni fija la tarifa pero define que el método de determinación es el resuelto por el
Ministerio de Transporte de la Nación. A este fin adjunta una serie de planillas que establecen
incidencias de los rubros considerados en los gastos. Se anexa una planilla referida al Área
Metropolitana Paraná del mes de agosto 2016 con una tarifa calculada sin compensación de los
subsidios estatales de $20,82. Un subsidio similar al actual significa un 50% de la tarifa media, lo que
resultaría una tarifa plana de $10,50 a agosto de 2016.
En estas planillas se registran una serie de inconsistencias en los datos, principalmente la cantidad de
km recorridos mensualmente (1.000.978), cuándo de los datos del Anexo “R” se deduce que aun
estimando un servicio reducido a un 50% en los fines de semana y feriados los km recorridos no pasan
de 650.000. Este número es esencial a la determinación del valor del boleto junto con los pasajes
vendidos que serían un promedio de 75.000 diarios al contrario de los 120.000 que se anunciaban
profusamente en declaraciones de los funcionarios.
Inconsistencias
Otra inconsistencia grave se registra en la planilla del folio 151 donde se determina un costo por km de
$47,26 (sin IVA) computándose un saldo técnico a favor de IVA de $6,93 como un costo, elevando en
$8 la diferencia con el km considerado en Buenos Aires de un costo de $39,08.
La planilla final foliada 168 provee un dudoso dato de $3,85 como “ingreso medio por pasajero”, lo que
significa una más dudosa recaudación de menos de 9 millones con un gasto total mensual “monto a
cubrir” de $47.304.000. Es decir que la recaudación sólo cubre un 18,47% del gasto de acuerdo al
cálculo oficial incorporado al proyecto de Ordenanza. El resto tiene que ser cubierto por subsidios. De
acuerdo a esta información lo que se licita es la posibilidad de recibir subsidios por cuatro veces la
recaudación del servicio prestado.
Para dimensionar el contrato de concesión que está en juego de acuerdo a los números de la
documentación del proyecto de pliego el monto anual facturado sería de $567.648.000. Y el total de
todo el período de concesión sería de $6.811.776.000, es decir el equivalente a tres presupuestos anuales
municipales.
Dentro de las particularidades excepcionales de los números de las planillas del Proyecto de pliego la
más notable es el monto anual recaudado imputable a dos ítems, el que hace referencia a la depreciación
del capital (6) y al costo del capital (13). De acuerdo a nuestro cálculo de sólo 650.000 km mensuales,
en dos años el concesionario recupera la inversión (suponiendo que comenzara la concesión con todo el
parque de unidades 0km).
El pliego exige la asociación de dos empresas sin constituir estas una sociedad comercial sino una
“Agrupación de Colaboración”. Se dividen las 12 líneas en dos paquetes pero se licitan en un solo
bloque. A pesar de lo dispuesto en la Ley Orgánica de Municipios y la tradición de las anteriores
ordenanzas de Paraná se licita un monopolio excluyendo la posibilidad de obtener calidad en las
prestaciones a través de la competencia y la emulación entre empresas diversas.
Para completar, el art.53 prevé la desvinculación de una de las asociadas y su reemplazo por la otra, lo
que perfeccionaría legalmente el monopolio de la concesión.
Los ciudadanos de Paraná deben rechazar este proyecto de Pliego y todo el proceso encaminado a
entregar en monopolio la nueva concesión y exigir que el Concejo Deliberante se tome todo el tiempo
necesario para replantear el proceso que está reduciendo y empeorando el servicio de Transporte
Público, esencial en la vida de los ciudadanos de Paraná.
*El autor es miembro de la Junta Abya yala por los Pueblos Libres.