Sei sulla pagina 1di 5

CONTRATRANSFERENCIA Y LA “TERRIBLE TAREA DE PENSAR”

Maria Inés Nieto M.


mariainesnieto@yahoo.com
Eje temático: La contratransferencia en la clínica

Descriptores: Contratransferencia - Pensar - Fantasía - Experiencia Emocional

Resumen

“Por desgracia, es improbable que vivamos lo suficiente para saber la verdad”


(Bion, 1997)
“Me pregunto si está dentro de las reglas del psicoanálisis poder reírnos de nosotros
mismos. ¿Aceptan las reglas del psicoanálisis que nos divirtamos, que algo nos cause
gracia?” (Bion, 1997)

Este trabajo es un intento de mirar el fenómeno de la contratransferencia en las reuniones


que tuviera Wilfred Bion en Nueva York en 1978, un año antes de su muerte (Bion, 1997).
Ejemplos de la experiencia emocional del autor, ilustrativos de vivencias
contratransferenciales, sirven de punto de partida para considerar su propuesta de dar paso
a conjeturas imaginativas.
La búsqueda de nuevas luces de comprensión en artículos analíticos clásicos o
contemporáneos es un ejercicio conocido: leer de aquí y de allá en búsqueda de algo que no
se sabe o que quizás sí se sepa pero no logra configurarse de una manera reconocible para
ser operativo. Si además se tiene la suerte de que psicoanalistas amigos nos alienten con
sus palabras para contener nuestra desazón, logramos sostener el impulso de pensar.
Un hallazgo en un libro de hojas amarillas afectadas por el tiempo me conduce a pensar en
una dirección. Emilio y Geneviève Rodrigué (1966) advierten su interés en la manifestación
del proceso analítico en una sesión, y en cómo el relato, al intentar transmitir lo sucedido,
logra su objetivo de evocar en un tercero algo de la textura de la experiencia emocional que
se desarrolló en la sesión. Reconocen el problema de la convicción del lector de textos
analíticos que “tiene que realizar una serie de actos de fe” y atienden el hecho de que la

Organiza
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia
1
lectura de textos analíticos provoca una respuesta emocional1. Su aporte consiste en
proponer una manera de transmitir la vivencia contratransferencial.
Lo que sigue a continuación es resultado de un intento de mirar el fenómeno de
contratransferencia en las reuniones que tuviera Wilfred Bion en Nueva York en 1978, un
año antes de su muerte (Bion, 1997). Verdad, estado mental, palabras no saturadas,
pensamientos sin pensador, lenguaje pictórico, experiencias prenatales, son algunos
elementos conceptuales considerados en estas transcripciones de las conversaciones con él.
A diferencia de las festivas charlas desarrolladas ese mismo año en Sao Pablo, en los
encuentros en Nueva York, el clima emocional que se trasmite es de irritación. Varias veces
Bion se queja de no ser comprendido y quienes interactúan con él, de su reticencia a
responder directamente lo que se interroga. Me parece muy significativo que insista en que
los analistas deban preguntarse permanentemente acerca de por qué se dedican al análisis
- un asunto nunca concluido - y trate de validar la situación del odio a la tarea analítica2.
Una de las referencias a las emociones suscitadas entre analista y paciente tiene como
núcleo el fastidio. Me interesó el relato de una única entrevista con un paciente, a propósito
de ilustrar la interferencia de la memoria y del deseo: “En mi experiencia, el ruido del
pasado tiene tantos ecos y reverberaciones que es difícil saber si en verdad estoy
escuchando al paciente o distrayéndome con algunos de los fantasmas del pasado. Tuve la
experiencia de ver a un adolescente y de pensar para mí: ‘Es muy extraño; apenas
pronuncia palabra, pero se sienta allí con ese gesto tonto en la cara’. No podía descubrir
qué me recordaba. A la mañana siguiente, mientras me afeitaba, miré al espejo y vi por qué
me resultaba tan familiar. Se suponía que este joven era un adolescente, no un analista,
que no debía enseñarme nada. Se suponía que yo lo estaba analizando. Pero en verdad él
había sostenido un espejo, en el que yo podría ver mi rostro, pero no lo reconocí” (p. 166).
Ésta fue la última vez que lo vio. Inoportuna resonancia en el analista. También se refiere a
un paciente que despertó su curiosidad y le resultó fascinante por la manera en que lograba
hastiarlo; y entonces, señala que puede hablarse de transferencia o de contratransferencia
sólo si ello ayuda a esclarecer. Pero, esclarecer qué. El modelo que el analista se ha
propuesto detectar, supongo. Imagina la sesión analítica como el escenario en el que
“personajes buscan un autor”, un analista que relate un argumento que haga contacto con

1
“Todo libro de psicoanálisis es un mal analista: habla demasiado, suele ser poco persuasivo y no tiene
en cuenta “la transferencia” del lector. Muchos libros analíticos provocan una “reacción terapéutica
negativa”: se empiezan pero no se terminan.” (p. 12) Quiero hacer énfasis en la reflexión acerca de los
autores cuyos trabajos abandonamos, aunque no me parece afortunada la identificación de esta
circunstancia como reacción terapéutica negativa.
2
“…todos somos malos analistas, pero todo mal analista tiene dentro de sí un buen analista que lucha
por liberarse y al que odiamos…Esta parece ser una situación en la que hay un intento de abrirse paso
hacia la libertad y un intento de impedir que tal cosa ocurra” (p. 111).
Organiza 2
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia
la cosa en sí, evidencia incontrovertible, y dé paso a la “terrible tarea de pensar” (p. 153).
Sin duda, esto requiere de un espacio de silencio en el que resuene lo que el paciente trae3.
Al rescatar la naturaleza inconsciente de la contratransferencia, característica que la haría
inaccesible, dice: “Hay algo así como mi reacción emocional frente al paciente;
reconociendo que tengo características humanas, como el prejuicio y el empecinamiento,
puedo tener la esperanza de ser más tolerante y permitir que el paciente sienta si mi
interpretación es o no correcta. Es una experiencia pasajera… ¿Cuándo estamos en
presencia de algo que hemos aprendido a llamar transferencia, podemos en ese momento
sentir con más precisión qué es? Depende de que permitamos que lo que nos dice el
paciente entre en nosotros, rebote - por decirlo así - en nuestro ser interior y vuelva
reflejado hacia fuera” (p. 91). Aquí puede encontrarse su convicción de que lo que pasa
entre analista y paciente es algo más que una fantasía omnipotente: el efecto sobre el
analista puede “corroer”4 paulatinamente su integridad y conducirlo al fin del proceso. Pero
su propuesta no se detiene. Su idea es que el analista pueda referirse a lo que pasa en el
presente de la sesión como representativo de lo que sucede en otros contextos, teniendo en
mente que es el paciente quien posee más información vital sobre sí mismo que cualquier
otro. Por otro lado, sitúa la posibilidad de considerar el fenómeno contratransferencial en
retrospectiva, como una oportunidad de que el analista averigüe algo acerca de sí mismo,
ya que al tiempo que el analista trata de entender lo que sucede en sesión, de forma
automática despliega defensas naturales contra vivencias desagradables. Considero que
sólo en la reflexión posterior a la sesión o en el diálogo honesto y protegido con colegas,
existirá la posibilidad de descubrir lo que ha tenido lugar en el espacio mental del analista. A
menos que se condene a silenciar estos sucesos de lo privado, los acontecimientos en la
relación con un paciente develan una y otra vez la personal manera de ser analista y de
captar el estado mental del otro.
La naturaleza del estado mental del analista es concebida como un asunto privado; el foco
es la vivencia emocional que el paciente intenta “hacer” conocer al analista, un analista que
puede asustarse cuando entra en contacto con el hecho de ignorar qué es lo que ha
escuchado de su comunicación. Uno de los temas que preocupa a Bion es el de las
cualidades de los estados mentales: ser precisos en su discriminación parece fundamental
en su perspectiva de trabajo, como cuando aclara con vehemencia que no es lo mismo no
saber que estar confundido. Me interesa su planteamiento de que el bebé sabe

3
Bion habla de haber resuelto silenciar sus preguntas por las que se le consideró un niño raro - una
particularidad infantil que comparte con Francoise Dolto (2003) - hasta que John Rickman lo alienta de
nuevo a hacerlas; sin embargo, en el análisis, propone renunciar a ellas en beneficio de la tarea
analítica.
4
Este término que utiliza Bion, sugiere una imagen precisa.
Organiza 3
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia
perfectamente todo acerca de lo que siente pero luego lo olvida y cuando siendo adulto,
recupera las palabras para referirse a las vivencias, no logra acoplar la emoción, a pesar de
que sabe de qué está hablando. A este respecto, resulta muy esclarecedora la propuesta del
concepto vacuo que se une a la intuición ciega para generar un pensamiento adulto. Así
alienta a arriesgarse a pensar, porque alguien tiene que hacerlo, recurriendo a conjeturas
imaginativas o raciocinios especulativos: se trata de pensamientos que no tienen relación
con la evidencia y que pueden asustar al analista-huésped por su presencia perturbadora5.
Quiero terminar con una anécdota: Al leer la descripción de un paciente, me sorprendo
porque en mi mente, la voz de quien relata es la de una mujer. Pienso: ‘pero, ¿no es
Thomas6?’ Vuelvo a la portada. Sí, es Thomas. Quizás tenga un modo sensiblemente
femenino de hablar de este paciente… y esta experiencia me hace pensar en la importancia
de identificar el género de la voz, pero sólo lo dejo señalado para preguntar si a usted le ha
ocurrido que, leyendo, sea consciente de que la voz que habla tiene identidad de género.
Propongo que la voz del paciente en sesión puede favorecer una vivencia de género,
coincidiendo o no con su condición de ser mujer u hombre, y que esa vivencia puede
ayudarnos a rastrear un significado o un personaje oculto, si nos atrevemos a plantear una
hipótesis que funcione como una conjetura imaginativa.
Finalmente, con respecto a la vivencia de certeza del analista, Bion plantea una situación
más favorable al conocimiento: la posibilidad de sostener una pregunta perpetua, siempre
abierta, sin respuesta definitiva. Defender teorías incontrovertibles disminuye las
posibilidades de recepción de lo que el paciente comunica.
Espero que mi recorrido por la evidencia fragmentada de los encuentros que Wilfred Bion
tuvo en Nueva York despierte su curiosidad para ir a la fuente. Como si se tratara del
material de una sesión analítica, este trabajo solo seleccionó algunos elementos que juzgué
importantes. Es muy probable que algunos de mayor relevancia merezcan ser atendidos.

Bibliografía

Bion, W. R. (1997) Bion en Nueva York y San Pablo En: Bion, W. R. (1997) La Tabla y la
Cesura. Barcelona: Gedisa
Dolto, F. (2003) Infancias. Buenos Aires: Libros del Zorzal
López, R. E. (2002) Diccionario de la obra de Wilfred R. Bion. Madrid: Biblioteca nueva
López, R. E. (1979) La tercera revolución psiquiátrica. Caracas: Ateneo

5
“…vale la pena tener cierto respeto por uno mismo, por lo que uno piensa, imagina y especula” (p. 108)
6
Thomas Ogden (1992) La frontera primaria de la humana experiencia. Madrid: Julián Yebenés
Organiza 4
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia
Ogden, T. (1992) La frontera primaria de la humana experiencia. Madrid: Julián Yebenés
Rodrigué, E. y Rodrigué, G. (1966) El contexto del proceso analítico. Buenos Aires: Paidós

Organiza 5
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia

Potrebbero piacerti anche