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El jefe de una tribu tiene 20 kilos de maiz para repartir entre sus 20 vecinos y decide

hacerlo de la siguiente forma:

 A cada uno de los niños les dará 3 kilos de maiz.


 A cada una de las mujeres las dará dos kilos de maiz.
 A cada uno de los hombres les dará medio kilo de maiz.

Sabiendo que al menos hay un niño, una mujer y un hombre y que repartió todo el maiz
sin que sobrara ni faltara nada ¿Cuantos niños, mujeres y hombres hay?

La solución del acertijo matemático por la cuenta de la vieja es 1 niño, 5 mujeres y 14


hombres. ¿Sabrias hacerlo montando una ecuación?

"Un hombre quiere cruzar un río. Lleva consigo un lobo, una oveja y una lechuga.
Hay una barca, pero solo puede llevar al hombre y una sola cosa mas. Si el
hombre no esta, el lobo se come a la oveja. Y laoveja se come la lechuga ¿ Como
puede cruzar el río ?

Dos pastores hablaban:


¿Por que no me das una de tus ovejas, así tendremos igual
cantidad?
A lo que su amigo le responde:
Mejor dame una de las tuyas así yo tendré el doble de ovejas
que tú.
¿Cuantas ovejas tenia cada uno?
RESPUESTA (Pon el ratón encima del recuadro de
abajo)Un pastor tenia 5 ovejas y el otro 7.
Tres amigos con dificultades económicas comparten un café que les
cuesta 30 pesetas, por lo que cada uno pone 10.

Cuando van a pagar piden un descuento y el dueño les rebaja 5 pesetas


tomando cada uno una peseta y dejando dos en un fondo común.

Mas tarde hacen cuentas y dicen:


Cada uno ha pagado 9 pesetas asi que hemos gastado 9x3=27 pesetas
que con las dos del fondo hacen 29 ¿dónde esta la peseta que falta?

Un lechero tiene un cántaro de 8 litros lleno de leche, y dos mas de 5 y


de 3 litros.

Un cliente le pide exactamente 4 litros.

¿Cómo puede calcular los cuatro litros y dárselos en el cántaro de 5


litros?

Desde el año 2000 está pendiente el destino de


los 7 millones de dólares prometidos por el
Instituto Clay a quienes resuelvan los 7
Problemas del Milenio. Mientras, la comunidad
matemática reparte sus fondos entre los que
inventan más conjeturas.

RT/demiart

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En agosto pasado el congreso de la Unión Matemática
Internacional, celebrado en Corea del Sur, galardonó con su
premio anual al profesor del Instituto Courant de Ciencias
Matemáticas de Nueva York Subhash Khot. El científico de origen
indio dedicó mucho tiempo a la teoría de la complejidad
computacional, el primero de los siete retos. Sin embargo, no
demostró el teorema existente al respecto, que lleva los nombres
de los matemáticos Cook y Levin, sino que ofreció una nueva
conjetura, motivo por el cual fue premiado por el jurado.

¿Cuál es el enigma que vale un millón y cuesta tantos esfuerzos?


Los matemáticos no solo lo reproducen en fórmulas científicas,
sino que las plantean como si fuera una situación cotidiana.

P contra NP

Supongamos que usted se encuentra en un salón junto con


muchas otras personas y quiere saber si su amigo también está
ahí. Si les dicen que está sentado en el rincón contrario de la sala
bastará un instante para verificar la información. A falta de esa
información, sin embargo, usted tendrá que recorrer el salón una y
otra vez y mirar a todos los invitados hasta encontrar a su amigo.
Eso demuestra que solucionar un problema lleva más tiempo que
verificar una solución ya ofrecida.

¿Pero es la misma la respuesta en los modelos matemáticos, y en


especial en la informática? Aparentemente sí, pero nadie ha
podido comprobarlo con suficiente veracidad.

El investigador Stephen Cook planteó el problema de la siguiente


manera: ¿verificar una solución es más difícil y lleva más
tiempo que obtener una solución propia independientemente del
algoritmo de la verificación? Cook formuló esta pregunta en 1971
como el problema de las clases de complejidad P y NP y desde
entonces la cuestión sigue sin resolver, a pesar de la gran
importancia que tiene para la informática. Los especialistas dicen
que resolver la cuestión podría revolucionar las bases de la
criptografía que se usa para la transmisión y el almacenamiento de
datos, y en particular para la mensajería electrónica segura y
sistemas de pago como el bitcóin.

El resto de los Problemas del Milenio son los siguientes enigmas


de cálculo:

Hipótesis de Riemann

Algunos números naturales no tienen ningún divisor aparte de sí


mismos y el 1. Estos números son 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29,
31, 37, etc. Se llaman números primos y desempeñan un
importante papel en la matemática pura y sus aplicaciones. Según
los manuales escolares, la distribución de estos números en el
conjunto de los números naturales enteros no obedece ninguna
lógica. Sin embargo, el alemán Bernhard Riemann supuso que
existe una función matemática para esta consecuencia que se
calcula mediante la denominada 'función zeta', que describe la
distribución de los 'ceros no triviales'.

El propio autor de la conjetura no pudo predecir la transcendencia


informática de sus ideas. Pero actualmente sí se espera que, una
vez comprobada, la hipótesis tenga un impacto revolucionario
sobre los métodos de codificación y la seguridad de Internet.

En el año 2004 Xavier Gourdon verificó la conjetura de Riemann


numéricamente a lo largo de los primeros diez trillones de ceros
no triviales de la función. Sin embargo, la comunidad matemática
concluyó que no se trataba estrictamente de una demostración.

Conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer

Una de las primeras computadoras británicas, diseñada en los


años 1950, fue probada en cálculos vinculados con un intento de
relacionar los datos aritméticos asociados a una curva elíptica con
una función conocida desde hacía tiempo que también describía
las curvas. El matemático de la Antigua Grecia Euclides describió la
elipse simple con la fórmula x2 + y2 = z2. Sus discípulos modernos
intentaron modificar esta solución simple mediante un coeficiente,
de cálculo bastante complicado, para describir figuras visualmente
similares pero no lineales. Esta es la esencia de la conjetura, pero
hasta la fecha no existe la fórmula del coeficiente.

Wikimedia

La conjetura de Hodge

En el siglo XX los matemáticos descubrieron un potente método


de comprensión de los objetos geométricos de forma complicada.
La idea general consiste en reducir matemáticamente el propio
objeto estudiado a un conjunto de 'ladrillos' (científicamente
hablando, subvariedades) que puestos juntos uno a otro forman
un homólogo geométrico. La conjetura dice que ciertos grupos de
esta cohomología son algebraicos y se resuelven como sumas de
dualidades.

Un millón de dólares del Instituto de Matemáticas Clay todavía


espera al que logre demostrarlo explícitamente.

Ecuaciones de Navier-Stokes

Si navegamos a través de un lago en una barca aparecerán ondas


sobre el agua, si lo sobrevolamos en un avión se
formarán estelas de turbulencia. Se supone que ambos fenómenos
mecánicos, los movimientos de fluidos que dejan, están descritos
por el conjunto de ecuaciones de Navier-Stokes, pero hasta el
momento no se dispone de una solución general para ellas. Se
creó incluso una rama de la física que se dedica a la obtención
empírica de los índices numéricos que corresponden a cada
variable, que se denomina 'dinámica de fluidos computacional'.

Un matemático de Kazajistán afirmó a comienzos de este año


haber encontrado una solución satisfactoria para el conjunto de
ecuaciones Navier-Stokes sobre la mecánica de fluidos. El profesor
Mujtarbái Otelbáyev aseguró que para cada conjunto inicial de
parámetros la solución es única y se reduce a derivadas parciales
no lineales que describen el movimiento de cualquier fluido. El
mundo científico consideró que esta demostración es parcial.

El propio problema es el más antiguo de todos los siete. Fue


formulado en 1822 por el físico francés Claude-Louis Navier y es el
único que el siglo XXI hereda del XIX sin resolver.

La conjetura de Poincaré

Hasta ahora, solo la conjetura de Poincaré ha sido resuelta de una


manera reconocida mundialmente por toda la comunidad
matemática internacional. El autor de la solución es el científico
ruso Grigori Perelmán, quien rechazó el premio de un millón
de dólares de la Fundación Clay, por lo que el comité tuvo que
invertir el dinero en otros proyectos.

Mathematisches Institut Oberwolfach (MFO)


El problema, según los matemáticos, también tiene su
correspondiente situación banal: si colocamos una goma elástica
sobre la superficie de una manzana podemos desplazar la goma
sin que se rompa y sin que en ningún momento deje de estar en
contacto con la superficie de la fruta hasta que se reduzca en un
punto. Pero si intentamos colocar la misma goma sobre la
superficie de una rosquilla no podremos conseguir que esta cinta
se deslice hasta encogerse en un punto sin romper la cinta o la
rosca. Se suele decir que la superficie de la manzana (un cuerpo
esférico) es conexa, mientras que la superficie de la rosca no lo es,
pero nadie pudo demostrarlo matemáticamente antes que
Perelmán.

RT/Wikipedia

Teoría de Yang-Mills

Durante un tiempo las ecuaciones ofrecidas en 1954 por Chen


Ning Yang y Robert Mills se percibieron en el mundo científico
como una 'floritura' matemática sin ninguna relación con la
realidad. No obstante, los propios autores insistían en que la
geometría de 'invariancia local' que describían estaba relacionada
con la física de algunas partículas elementales, en concreto con su
comportamiento en ciertas condiciones.

Así fue. Sus cálculos abrieron el camino a la unificación de los


conocimientos sobre la electrodinámica, la interacción nuclear
fuerte y la interacción débil. Actualmente tienen una relevancia
enorme en teoría cuántica de campos. Pero hasta el momento no
se ha podido demostrar que los cálculos algebraicos que llevaron
a tan importante descubrimiento son correctos.

Nadie ha sido capaz aún (y han pasado 16 años), de resolver los seis grandes
enigmas por los cuales se ofrece nada menos que un premio de seis millones de
dólares (un millón por cada uno de ellos).
En el año 2000 el Instituto Clay de Matemáticas, con sede
en Cambridge(Estados Unidos), impulsó una iniciativa para incrementar y
difundir el conocimiento de las matemáticas en el planeta. Ese centro, fundado en
1998 por el millonario T. Clay y por su esposa Lavinia, lanzó un desafío a las
mentes más virtuosas del mundo: el concurso de los denominados 'Siete Grandes
Problemas Matemáticos del Milenio".
Para ello, un comité de expertos nombrado especialmente por los Clay elaboró
diversos retos. La lista de problemas presentados incluyó la representación de
todas las grandes áreas de la matemática: álgebra, geometría, teoría de
números, análisis, física matemática...Exceptuando un solo caso, todavía
ningún genio ni mente brillante ha sido capaz de desentrañar los acertijos
restantes de esa ciencia exacta.Algunos enigmas llevan más de cien años sin
resolverse
Cabe destacar que algunos de esos siete problemas no eran nuevos ni
elaborados especialmente para la ocasión: algunos llevan abiertos cien años o
más, como la hipótesis de 'Riemann', formulada por este sujeto que le dio
nombre en 1857.
Además de su extrema dificultad, los '7 problemas matemáticos del
Milenio' fueron elegidos por otro criterio, según los expertos que los
seleccionaron: todos tienen suma relevancia dentro del panorama de las
matemáticas actuales. Es decir, sus temas concentran áreas centrales de la
investigación matemática actual y su vigencia es inapelable en la aplicación
de situaciones cotidianas.Solo uno ha sido descifrado
Mientras el tiempo avanza de manera irremediable, más de década y media
después de aquel anuncio del Instituto Clay de Matemáticas, que llamaba a
'jugar' a todos los grandes matemáticos y científicos del mundo, solo un problema
ha sido descifrado: la denominada 'Conjetura de Poincaré', enunciada
originalmente en 1904. Quien da nombre al problema sugería que, en un mundo
de cuatro dimensiones, un espacio sin agujeros sería equivalente a una esfera.
El problema se mantuvo intacto casi un siglo, hasta que el matemático
ruso Grigori Perelman, tras un encierro de ocho años para estudiarlo, lo
resolvió. Tras su victoria, rechazó el millón de dólares de los Clay y la medalla
Fields, considerada el Nobel de las matemáticas. En la actualidad vive aislado del
mundo, con su madre, en un humilde y desvencijado apartamento de San
Petersburgo.
Perelman es considerado un genio. Él, pese a ser tan ermitaño también lo
cree. Él mismo destaca que nunca se enfrentó a un problema matemático que no
pudiese resolver, aunque admitió que quizás el más difícil en sus años de
juventud fue calcular la velocidad con la que Jesucristo tendría que haber
caminado sobre la superficie del agua para no hundirse.
"Los vacíos existen por todos lados. El poder de calcularlos nos da grandes
posibilidades. Sé cómo manejar el Universo. Ahora díganme ¿por qué tendría
que correr a buscar un millón?" resumió Perelman. Y ahí lo dejó.
Los siete millones de dólares de premios, entonces, siguen en el aire, sin
adjudicatario. Uno porque no fue entregado al ganador, que lo rechazó, y los
otros porque no ha habido triunfadores todavía. Ante el dilema, la comunidad
matemática internacional ha decidido repartir fondos entre las personas que
inventan más conjeturas sobre esos problemas, pero no han ofrecido soluciones
exactas a los mismos.
En agosto pasado, el Congreso de la Unión Matemática
Internacional,celebrado en Corea del Sur, galardonó con su premio anual a un
profesor del Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de Nueva York,
llamado Subhash Khot. Este científico de origen indio dedicó mucho tiempo
para intentar descifrar la teoría de la complejidad computacional (uno de los
siete retos matemáticos del milenio). Sin embargo, no demostró el teorema
existente al respecto, que lleva los nombres de los matemáticos Cook y Levin,
sino que ofreció una nueva conjetura, motivo por el cual fue premiado por el
jurado.
Ese problema, denominado 'P contra NP', tiene enormes dificultades. Todos
sabemos que hay problemas (matemáticos o no) en los que es mucho mas difícil
encontrar una solución que comprobar si una solución es correcta. El
problema 'P versus NP', no obstante, pide ni más ni menos demostrar (o refutar)
esa afirmación tan evidente.
Para intentar trasladar a la comprensión de todos el enunciado del problema
creado por Cook y Levin, bastaría este ejemplo: supongamos que usted se
encuentra en un salón junto con muchas otras personas y quiere saber si un
amigo determinado también está ahí. Si le dicen que está sentado en el rincón
contrario de la sala bastará un instante para verificar la información. A falta de
esa información, sin embargo, usted tendrá que recorrer el salón una y otra vez y
mirar a todos los invitados (uno por uno) hasta encontrar a su amigo. Eso
demuestra que solucionar un problema lleva más tiempo que verificar una
solución ya ofrecida. ¿Pero es la misma la respuesta en los modelos
matemáticos, y en especial en la informática? Aparentemente sí, pero nadie ha
podido comprobarlo con suficiente veracidad.
Por ello, el investigador Stephen Cook planteó el problema de la siguiente
manera: ¿verificar una solución es más difícil y lleva más tiempo que obtener
una solución propia independientemente del algoritmo de la verificación? Cook
formuló esta pregunta en 1971 como el problema de las clases de complejidad P
y NP y desde entonces la cuestión sigue sin resolver, a pesar de la gran
importancia que tiene para la informática. Los especialistas dicen que resolver la
cuestión podría revolucionar las bases de la criptografía que se usa para la
transmisión y el almacenamiento de datos, y en particular para la mensajería
electrónica segura y sistemas de pago como el bitcóin.Un español intenta
resolver el enigma
Otro de los grandes enigmas que siguen sin resolver es la denominada 'conjetura
de Birch y Swinnerton-Dyer'. El catalán Francesc Castellà, investigador de la
Universidad de Princeton, es uno de los tantos genios que por estas horas se ha
encarado con este gran desafío del milenio, buscando con obsesión la respuesta
acertada y solución. Por ahora no lo ha conseguido...
La conjetura enunciada en 1965 por los matemáticos británicos Bryan Birch y
Peter Swinnerton-Dyer es un problema de geometría algebraica pasada por el
tamiz de la teoría de números. Es de geometría algebraica porque tiene que ver
con curvas algebraicas: conjuntos de soluciones de un polinomio en dos
variables. Y teoría de números porque se pide estudiar las soluciones racionales
de las mismas (y si los coeficientes del polinomio son también racionales).
Traducido para la media de los mortales, Birch y Swinnerton-Dyer conjeturaron
que existe una forma sencilla de averiguar si unas ecuaciones que definen
curvas elípticas tienen un número finito o infinito de soluciones racionales.
Algunos de los mejores cerebros matemáticos de nuestra época, como el
mencionado Castellà, se han despeñado ya contra este problema.
Los otros cuatro Grandes problemas matemáticos del Milenio aún sin resolver
son 'la conjetura de Hodge' (todo ciclo es una combinación racional de ciclos
algebraicos, es decir de los ciclos asociados a subvariedades analíticas
cerradas); 'la hipótesis de Riemann'(sobre números primos), la 'existencia en la
Teoría de Yang-Mills' (lo que se pide es un modelo matemático que satisfaga
los axiomas de cierta Teoría Cuántica de Campos conocida como Teoría de
Yang-Mills o Teoría gauge no-abeliana) y 'las ecuaciones de Navier-
Stokes' (problema relacionado con la física, aunque es un problema de análisis y,
más concretamente, de ecuaciones diferenciales). El desafío sigue abierto...
1. La hipótesis de Riemann
2. La Conjetura de Hodge
3. La Conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer
4. La Ecuación de Navier-Stoke
5. Las Ecuaciones de Yang Mills
6. P = NP
7. Los Números de Ramsey
8. Los Números de Lychrel Y los Palíndromos

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