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La religión como mera ideología en Karl Marx

En el siguiente ensayo vamos abordar la religión como una mera ideología en el filósofo
alemán Karl Marx (1818-1883) expresada en el análisis desarrollado por el Jesuita Eusebi
Colomer (1924-1997) donde la crítica racionalista es sustituida en 1843 por una crítica
sociopolítica, que a su vez, fue superada por una crítica económica a partir de 1845. Existen
tres momentos: el ateísmo positivo en el que Marx negó para afirmar al hombre; después un
humanismo postateo que dejó atrás la negación a Dios para afirmar al hombre, y por último
el reduccionismo socioeconómico que hizo de la religión una simple ideología, que como
todas eran causadas por las contradicciones en los sistemas de producción.1

Algunos autores que han tratan sobre el tópico ha sido Michael Löwy (1938)2 sostiene que
en la obra Ideología alemana (1846) de Marx expone sus estudios de la religión como una
realidad social e histórica. Menciona que se acercó a ella, como una de las diversas formas
de ideología, condicionadas por la producción material y las relaciones sociales. 3 Otro
filósofo importante es el francés Louis Althusser (1918-1990)4 que reconoce en la etapa del
Marx joven el estudio de la alienación y la ideología, influido por la filosofía de Feuerbach.

Autores como René Descartes que dice que la religión no es un fenómeno social sino
intelectual. Tomas Hobbes afirman que la religión es útil y ayuda a guardar la seguridad del
monarca. David Hume dice que la religión se funda en el temor del mundo. En este sentido,
desde la modernidad estos filósofos conciben a la religión como una institución que permite
salvaguardar los beneficios de ciertas clases sociales.

En la época medieval la religión está asociada con la idea de revelación y se confronta con
la idea de religión de la época moderna. La religión es revelación y está en función de
legitimar toda forma de comportamiento en la vida de cada uno de sus practicantes.
Recordemos que la religión predominante de la edad media fue el cristianismo.

La tesis que voy a defender es que para Marx la religión es una de las diversas formas de
ideología, condicionadas por la producción material y las relaciones sociales. Aquí se
pretende exponer las tres etapas de la crítica marxista hacia la religión, lo que nosotros nos
interesa es centrarnos en la última forma del pensamiento evolutivo de Marx en cuanto a su
crítica religiosa ya que se engloba en el resto de las ideologías como un reflejo de una
determinada situación socioeconómica. Recordemos que Marx comenzó desarrollado su
crítica religiosa a través de la filosofía; posteriormente criticó religión y filosofía juntas por
el procedimiento político, y finalmente, la religión, la filosofía y todas las demás ideologías
se cuestionaron desde el punto de vista económico.

1
Cfr. COLOMER, Eusebi; El pensamiento Alemán de Kant a Heidegger, Tomo III, Herder, Barcelona, 1990,
pp. 132-153.
2
Michael Löwy es un filósofo y sociólogo marxista franco-brasileño director del Centro Nacional de
Investigación Científica de Francia.
3
Cfr. SÁNCHEZ, Adrián, La religión en Marx (tesis), Instituto de filosofía, México, 2012, p. 37.
4
Louis Althusser es un filósofo francés del S. XX. Está considerado, junto con Lévi-Strauss y Lacan, uno de
los representantes más destacados del estructuralismo francés en lo que se refiere al análisis de las ciencias
humanas, aunque siempre negó estar vinculado a dicha corriente.
A continuación para esclarecer la exposición de este ensayo comenzaré definiendo la religión
y la ideología desde la comprensión de Marx para configurar la afirmación de nuestra tesis.
El primer concepto es la religión entendida en Marx como una herramienta que utilizan las
clases dominantes para aliviar el sufrimiento de las masas a través del acto de experimentar
emociones religiosas5. Y el concepto de ideología entendido en Marx como el sistema de
representaciones del mundo que utiliza la clase dominante para legitimar su posición
privilegiada frente a las clases oprimidas6. Vemos en estas dos definiciones la relación de
poder que juega la clase dominante sobre la clase dominada y el uso de la religión como una
forma de aliviar el sufrimiento del hombre por medio de ideas convincentes que legitiman el
poder de los dominadores.

Los argumentos que están a la base de nuestra tesis son tres: el primero es el ateísmo positivo
que exige la abolición de la religión para que el hombre se pueda emancipar; el segundo es
Humanismo Post-ateo que prescinde de la negación de Dios para postular el señorío del
hombre, y el tercero es Reduccionismo socioeconómico que postula la religión como una
simple ideología. Este último argumento es el sustento de nuestra tesis. Para postular que la
religión en Marx es una de muchas otras ideologías se requiere exponer los elementos que
originaron esta nueva apreciación hacia la crítica de la religión que le ocupó algunos años.

1. Ateísmo positivo exige la abolición de la religión para que el hombre se pueda


emancipar.

La primera línea argumental afirma el ateísmo positivo una abolición de la religión en cuanto
que es una condición necesaria para que el hombre se pueda liberar. La obra de Marx titulada
Introducción a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel (1844), hace alusión a su
conocida frase “La religión es el opio del pueblo”, que se inspiró en Lenin “Opio para el
pueblo”. En esa introducción Marx condensa toda la crítica que hacia hasta el momento de
la religión. Marx acogió en esta Introducción la crítica de Feuerbach, según la cual la religión
es una proyección del hombre, pero le agregó el correctivo de la praxis.7 El hombre era quien
hacía la religión y no la religión al hombre. Para esto, el hombre necesita liberarse de la
religión porque ha sido una estrategia que los dominadores han utilizado para consolar y
justificar el sufrimiento de las masas.8

El hombre mismo es víctima de su miseria humana y utiliza a la religión como una evasión
ante su sufrimiento y dolor. El lenguaje religioso ha servido como un narcótico para aliviar
las penas de muchas personas, es el suspiro de la criatura agobiada y oprimida, ha esto Marx
lo llamó “la religión es el opio del pueblo”.9

5
Cfr. ABBAGNANO, Nicola, Diccionario de Filosofía, FCE, México, 2010, p. 911.
6
Cfr. ECHEGOYEN, Javier., Filosofía contemporánea. [En línea], en: http://www.e-
torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-Ideologia.htm (2/12/17)
7
Cfr. SÁNCHEZ, Adrián, op. cit., p. 66.
8
Cfr. Ibíd., p. 67.
9
Cfr. Marx, Carlos, ENGELS, Federico, La Sagrada Familia, Grijalvo, México, 1967, p. 3.
La religión ofrecía felicidad y heteronomía ilusoria ante la falta de armonía en la realidad, y
era naturalmente acogida, asumiendo sus mandatos sin cuestionarlos. La religión fue por
tanto causa-efecto de una situación de injusticia, porque confirma la injusticia rodeándola de
incienso. La religión obstruye al hombre la posibilidad de una felicidad real, por ello es
necesario abolir la religión porque es una dicha ilusoria para el pueblo.10

La crítica de la religión en Marx buscaba desencantar al hombre para que pudiera pensar,
actuar y modelar su realidad como hombre desengañado. Era necesario erradicar a la religión
de la vida del hombre para afirmar su señorío y catalogarse como el ser supremo para el
hombre. Marx al ser un crítico ateo pretende negar a Dios para afirmar al hombre como ser
supremo dueño de su propio destino. En la propuesta marxista la conciencia religiosa
autónoma es indispensable para erradicar la religión en la vida del hombre porque es capaz
de distanciarse de los discursos metafísicos que anestesiaban el sufrimiento de la miseria de
los hombres.11

2. Humanismo post-ateo que prescinde de la negación de Dios para postular el


señorío del hombre.

En la segunda línea argumental Marx continúa con su crítica a la religión en cuanto a que es
necesario abolir la religión no desde la negación de Dios, sino desde la pura afirmación del
hombre. Marx busca un ateísmo que dejara atrás la negación de Dios, pero que mantuviera
como estatuto el auto-señorío del hombre. Esta afirmación no podía hacerse depender de la
negación previa de otra cosa, era necesario afirmar al hombre desde el hombre mismo como
movimiento dialéctico de la negación.12

Marx utiliza la dialéctica hegeliana para afirmar el señorío del hombre a partir de los
siguientes pasos: el primero es partir de la afirmación del señorío de Dios y de la propiedad
privada; enseguida, la negación teórica de Dios que constituye un ateísmo y la negación
práctica de la propiedad privada que constituye el comunismo, y finalmente la negación de
la negación se da la superación o afirmación del hombre como ser autosuficiente. Un hombre
que puede subsistir por sí mismo, ya no necesita de una negación de un Dios, como tampoco
se preocuparía por la abolición de una propiedad privada.13

Ante el planteamiento que realiza Marx, la sociedad socialista ya no tenía lugar ni para Dios,
ni siquiera para hacer una cuestión sobre Él, por lo que cualquier afirmación o negación de
Dios habían quedado atrás. El hombre para Marx, era ya un hombre sin Dios.14

En resumen, Marx proclamó la imposibilidad práctica del problema de Dios, asumiendo un


humanismo post-ateo, que no necesitó de la negación teórica de Dios, que tenía como centro
la afirmación de la plena esencia del hombre.15

10
Cfr. SÁNCHEZ, Adrián, op. cit., pp. 67-68.
11
Cfr. Ibíd., p. 68-69.
12
Cfr. COLOMER, Eusebi; op. cit., p. 159.
13
Cfr. Ibíd., p. 71.
14
Cfr. Loc. Cit.
15
Cfr. SÁNCHEZ, Adrián, op. cit., p. 73.
3. El reduccionismo socioeconómico que postula la religión como una simple
ideología.

En la tercera línea argumental está el fundamento de nuestra tesis, la crítica religiosa que
hace Marx es englobada por el resto de las ideologías determinadas por la situación
socioeconómica.

En la Ideología Alemana (1845-1846), el pensamiento de Marx tomó un rumbo distinto


basado en un análisis con tintes económicos que fueron sustituyendo los aspectos
antropológicos. Al parecer, la crítica religiosa tomó un segundo plano, sin embargo no
rechazó los supuestos anteriores.16

Marx sitúo en primer plano la esfera económica y las formas de conciencia: la producción de
las ideas y las representaciones de las conciencia están fuertemente ligadas a la actividad
material y al comercio material de los hombres. Los hombres son los productos de sus
representaciones e ideas. Los hombres están determinados por el desarrollo de sus fuerzas
productivas que generan a partir de su conciencia. A su vez, la moral, la religión, la metafísica
y cualquier otra ideología, así como las formas de la conciencia ya no determina la vida, sino
la vida es la que determina la conciencia. Las ideologías son productos de la conciencia del
hombre. Por lo tanto, la ideología religiosa no es distinta al origen de las otras ideologías,
porque parten de la misma raíz económica.17

La religión en este sentido no tiene una entidad en sí misma, como antes se creía, ya que está
determinada por la situación socioeconómica. Situación condicionada materialmente por las
acciones de los sujetos de un momento concreto. Por el contexto de su tiempo, Marx puso al
centro de su crítica de las ideologías al cristianismo, pues vio en él, la expresión más plena
de las religiones puesto que había puesto en la otra vida sus esperanzas.18

La religión es entonces una ideología entre otras ideologías configuradas por la producción
material y las relaciones sociales. La religión es una realidad social e histórica que está
deviniendo constantemente y que está condicionada por la producción material y las
relaciones sociales. De esta manera, la religión se vuelve un mero reflejo de la evolución de
la sociedad en tanto que es consecuencia de las condiciones materiales de producción.

Conclusiones

Concluimos que para Marx, la peculiar forma ideológica de la religión depende del estado de
las fuerzas productivas, al mismo tiempo que insistió en una crítica perspectivista de las
ideologías. Vemos que no existe una ideología religiosa que impere la vida del ser humano,
sino que existen un conjunto de ideologías configuradas por producción material que
condicionan las relaciones de los individuos.

16
Cfr. COLOMER, Eusebi; op. cit., p. 167.
17
Cfr. SÁNCHEZ, Adrián, op. cit., p. 74.
18
Cfr. COLOMER, Eusebi; op. cit., pp. 167-168.
Referencia bibliográfica:

ABBAGNANO, Nicola, Diccionario de Filosofía, FCE, México, 2010.

COLOMER, Eusebi; El pensamiento Alemán de Kant a Heidegger, Tomo III, Herder,


Barcelona, 1990.

Marx, Carlos, ENGELS, Federico, La Sagrada Familia, Grijalvo, México, 1967.

SÁNCHEZ, Adrián, La religión en Marx (tesis), Instituto de filosofía, México, 2012.

Fuentes electrónicas

ECHEGOYEN, Javier., Filosofía contemporánea. [En línea], en: http://www.e-


torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-
Ideologia.htm

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