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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Asignatura:
Fundamentos filosóficos de la educación dominicana

Tema:
Trabajo final
La educación en la rep. Dominicana durante la tercera
república.

Facilitador:
MARIBELL MARTINES

Participante:

Maribel Ramirez 16-10878

Aracelis Morillo 16-2706

Elsa santos 16-7632

Fecha:
08-2-2018

República Dominicana
Estamos llegando al final de las actividades escritas. Ahora daremos un
vistazo a una época más cercana a nosotros.

1. Presenta un informe que incluya de manera cronológica los


aspectos más significativos de la educación en la República
Dominicana durante la Tercera República (1924-1965).

INTRODUCCION

Con el inicio de este trabajo de fundamentos filosóficos de la educación


dominicana damos la iniciativa a este informe el cual nos habla y narra
todos los sucesos desde la desde la tercera y cuarta república. Aquí
veremos planteado los acontecimientos sucedidos desde 1924 donde
empezó la tercera república y culmino en 1930, y el inicio de la cuarta
republica república desde 1966 hasta 1983.

La tercera República se inició el 12 de julio de 1924 al asumir la presidencia


Horacio Vásquez Gobierno de Horacio Vásquez (1924-1930) . El presidente
con el objetivo de mantenerlos programas de fomento y obras públicas,
iniciados por Cáceres y ampliados durante la ocupación norteamericana, inició
gestiones para obtener un préstamo de 25 millones de dólares de Estados
Unidos .el préstamo fue rechazado por los propios seguidores de Vásquez.

La Convención Dominico-Americana fue aprobada por el Gobierno Dominicano.


Esta Convención lesionó la soberanía nacional al mantener vigente la facultad
de Estados Unidos de autorizar previamente cualquier aumento de la deuda
pública dominicana. La consecuencia de esta convención provocó las
contradicciones entre los partidos existentes: el Nacional, el Progresista y la
Coalición. Vásquez, debido a esto fue perdiendo el apoyo de diversos sectores
de la vida nacional.

Las consecuencias de la política económica de Vásquez permitieron aumentar


la dependencia de República Dominicana hacia los Estados Unidos. Vásquez
se interesó entonces por mantenerse en el poder. Apolinar Henríquez logró que
el Congreso aprobara una ley en la que permitía al presidente continuar hasta
1930 bajo la modificación de la Constitución.

Vásquez estaba enfermo y su vida podía verse en peligro en caso de que su


dolencia se agravara, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en
Estados Unidos. A su regreso recibió informes sobre los planes de conspiración
de Trujillo, que en aquel entonces era un destacado jefe del Ejército Nacional.

El 16 de febrero de 1930, fecha en que estaba previsto dar un golpe de Estado


no se pudo llevar a cabo. Sin embargo, el día 23 de febrero Estrella Ureña,
Desiderio Arias y Elías Brache,antiguos líderes del jimenismo dieron inicio a lo
convenido, tomaron la Fortaleza Ozama y a continuación la capital, siempre
apoyados por el jefe del Ejército Nacional, Trujillo.

Gobierno de Horacio Vásquez


La ocupación estadounidense terminó en 1924, con un gobierno elegido
democráticamente bajo la presidencia de Horacio Vásquez. En un esfuerzo por
conservar el poder de sus seguidores, en 1927, Vásquez extendió su mandato
de cuatro a seis años. Había una base jurídica discutible para el cambio, el cual
fue aprobado por el Congreso, pero su efectiva promulgación invalidaba la
constitución de 1924 que Vásquez había jurado defender.

La Gran Depresión redujo los precios del azúcar a menos de $1 por libra. Las
elecciones estaban previstas para mayo de 1930, pero de la forma que
Vásquez había extendido su periodo presidencial creó suspicacias sobre la
imparcialidad de las elecciones. En febrero, fue proclamada una revolución en
Santiago por un abogado llamado Rafael Estrella Ureña.

Cuando el comandante de la Guardia Nacional Dominicana (la actual Policía


Nacional creada bajo la ocupación), Rafael Leónidas Trujillo, ordenó a sus
tropas a permanecer en sus cuarteles, el enfermo y envejeciente. Vásquez se
vio obligado a exiliarse y a proclamar a Estrella presidente provisional. En
mayo, Trujillo fue elegido con el 95 % de los votos, habiendo utilizado al ejército
para acosar e intimidar al personal electoral y a sus posibles opositores.
Después de su toma de posesión en agosto, a petición suya, el Congreso
Dominicano proclamó el comienzo de la "Era de Trujillo".
La "Era de Trujillo" (1930-1961)

Rafael Leónidas Trujillo estableció el control político absoluto con severa


represión de los derechos humanos nacionales,26 mientras que fomentaba el
desarrollo económico (del que sobre todo él y sus partidarios se beneficiaron).
Trujillo utilizó su partido político, el Partido Dominicano, como un sello
gomígrafo de sus decisiones.
La verdadera fuente de su poder fue la Guardia Nacional, la institución más
grande, mejor armada, y la más centralmente controlada que cualquier fuerza
militar en la historia de la nación. Al disolver las milicias regionales, eliminar los
infantes de marina (la principal fuente de potencial oposición), convirtiendo la
Guardia Nacional en un virtual monopolio del poder.27 El régimen de Trujillo se
preocupó por expandir la Guardia Nacional como una de las mayores fuerzas
militares de América Latina, por 1940, el gasto militar dominicano fue del 21 %
del presupuesto nacional.28 Al mismo tiempo, desarrolló un elaborado sistema
de agencias de espionaje.
A finales de 1950, hubo al menos siete categorías de agencias de inteligencia,
espiándose una con otra, así como al pueblo. Todos los ciudadanos eran
obligados a llevar tarjetas de identificación y los pases de buena conducta de la
policía secreta. Obsesionado con la adulación, Trujillo promovió un culto a su
extravagante personalidad. Cuando un huracán azotó Santo Domingo en 1930,
matando a más de 3000 personas, Trujillo reconstruyó la ciudad y la bautizó
como "Ciudad Trujillo", además cambió el nombre de la montaña más alta del
país y del Caribe, el Pico Duarte por "Pico Trujillo". Más de 1800 estatuas de
Trujillo fueron construidas, y todos los proyectos de obras públicas requerían
tener una placa con la inscripción "Era de Trujillo, Benefactor de la Patria". 29
Como las fincas azucareras se dirigieron a Haití para contratar trabajadores
migrantes estacionarios, incrementando el asentamiento en la República
Dominicana de manera permanente, el censo de 1920, llevado a cabo por el
gobierno estadounidense de ocupación, dio un total de 28 258 haitianos
viviendo en el país; para 1935 hubo 52 657 haitianos.30
En 1937, Trujillo ordenó la masacre de 17 000 a 35 000 haitianos, alegando
que los exiliados haitianos en República Dominicana estaban conspirando para
derrocar su régimen (aunque se le atribuye la ley del ojo por ojo, tratando de
cobrarse las masacres hechas por Haití al país en épocas anteriores). Este
evento más tarde se conoció como "El Corte". La masacre fue recibida con
críticas internacionales.
El asesinato fue el resultado de una nueva política de Trujillo llamada
"dominicanización de la frontera". Los nombres de lugares a lo largo de la
frontera fueron cambiados de creole y francés al español, la práctica
del vudú fue declarada ilegal, se impusieron cuotas sobre el porcentaje de
trabajadores extranjeros que las empresas podían contratar, y se aprobó una
ley que impedía a los trabajadores haitianos permanecer en el país después de
la cosecha de azúcar.
Rafael L. Trujillo da la bienvenida al presidente de Haití, Paul Magloire
(izquierda) en Ciudad Trujillo (Santo Domingo) en febrero de 1951.
Aunque Trujillo trató de emular al Generalísimo Francisco Franco, dio la
bienvenida a los refugiados republicanos españoles tras la Guerra Civil
Española. Durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, la República
Dominicana dio asilo en muchos judíos que escapaban de Hitler que habían
sido rechazados por otros países.
Estas decisiones surgieron de una política de blanquismo, estrechamente
relacionada con la xenofobia anti-haitiana, que trataba de agregar más blancos
a la población dominicana mediante el fomento de la inmigración procedente de
Europa. En el marco de la Política de buena vecindad, en 1940,
el Departamento de Estado de los Estados Unidos firmó un tratado con Trujillo
renunciando al control de aduanas de la nación.
Cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor, Trujillo siguió los pasos de los
Estados Unidos declararándole la guerra a las Potencias del Eje, a pesar de
que había profesado abiertamente su admiración por Hitler y Mussolini.
Durante la Guerra Fría, Trujillo mantuvo lazos estrechos con los Estados
Unidos, declarándose a sí mismo como el "anticomunista número uno" del
mundo y convirtiéndose en el primer presidente de América Latina en firmar
un Convenio de Asistencia de Mutua Defensa con los Estados Unidos.
Trujillo y su familia establecieron un cuasi-monopolio sobre la economía
nacional. En el momento de su muerte, había acumulado una fortuna de
alrededor de $800 millones, él y su familia poseían un 50-60 por ciento de las
tierras cultivables, alrededor de 700 000 acres (2800 km²), y las empresas de
propiedad de Trujillo el 80 % de la actividad comercial en la capital.32 Explotó el
sentimiento nacionalista para comprar la mayoría de las plantaciones de azúcar
de la nación y refinerías de las corporaciones de EE.UU.; operó un monopolio
en el comercio de sal, arroz, leche, cemento, tabaco, café, y las aseguradoras;
se apropió de dos grandes bancos, varios hoteles, de las instalaciones
portuarias, la línea aérea y una línea de transporte marítimo; descontó el 10 %
de los sueldos de todos los empleados públicos (supuestamente para su
partido), y recibió una porción de los ingresos de la prostitución.
La Segunda Guerra Mundial trajo una mayor demanda de las exportaciones
dominicanas, y la década de 1940 y principios de 1950 fueron testigo de un
crecimiento económico y de una expansión considerable de la infraestructura
nacional. Durante este período, la capital pasó de ser solo un centro
administrativo para el centro nacional de transporte marítimo y la industria,
aunque era pura "coincidencia" que por las nuevas carreteras a menudo se
llevaban las plantaciones y las fábricas de Trujillo, y los nuevos puertos
beneficiaban el envío de exportación de las empresas de Trujillo. 34
La mala administración y la corrupción dieron lugar a grandes problemas
económicos. A finales de la década de 1950, la economía se estaba
deteriorando a causa de una combinación de exceso de gastos en un festival
para celebrar el 25 aniversario del régimen, un gasto excesivo para la compra
de molinos de azúcar y plantas de electricidad privadas, y una decisión de
hacer una gran inversión en la producción de azúcar estatal resultó
económicamente un fracaso. En 1956, los agentes de Trujillo en Nueva York
mataron a Jesús Galíndez, un exiliado vasco que había trabajado para Trujillo,
pero que más tarde denunció el régimen de Trujillo y lo había puesto en la
opinión pública en los Estados Unidos.
En agosto de 1960, la Organización de Estados Americanos (OEA) impuso
sanciones diplomáticas contra la República Dominicana como resultado de la
complicidad de Trujillo en un intento de asesinar al presidente
venezolano Rómulo Betancourt.
Ante el temor de que el país se podría unir en contra de Trujillo y ser sustituido
por los comunistas, la CIA ayudó a un grupo de disidentes dominicanos para
asesinar a Trujillo en una persecución automovilística camino a su casa de
campo cerca de San Cristóbal el 30 de mayo de 1961.
Las sanciones se mantuvieron en vigor después del asesinato de. Su
hijo Ramfis asumió el control de facto, pero fue depuesto por sus dos tíos,
después de una disputa sobre la posible liberalización del régimen. En
noviembre de 1961 surge el levantamiento militar de la "Rebelión de los
Pilotos" y la familia Trujillo se vio obligada a exiliarse, huyendo a Francia, y el
hasta ese momento presidente títere Joaquín Balaguer asumió el poder
definitivo.
La inestabilidad post-dictadura y segunda ocupación estadounidense (1965-
1966
Ante la insistencia de los Estados Unidos, Balaguer se vio obligado a compartir
el poder con un Consejo de Estado conformado por siete miembros,
establecido el 1 de enero de 1962, e incluyendo moderados miembros de la
oposición. Las sanciones de la OEA se levantaron el 4 de enero, y, después de
un intento de golpe de Estado, Balaguer, renunció y se marchó al exilio el 16 de
enero. El reorganizado Consejo de Estado, bajo la presidencia de Rafael
Filiberto Bonnelly encabezó el gobierno dominicano hasta que pudieran
celebrarse elecciones. Estas elecciones, en diciembre de 1962, fueron ganadas

por Juan Bosch, un erudito y cuentista que


había fundado en el exilio al opositor Partido Revolucionario Dominicano(PRD),
durante los años de Trujillo. Sus políticas de izquierda, incluyendo la
redistribución de tierras, la nacionalización de determinada participación
extranjera, y los intentos llevar a los militares bajo el control civil, irritó a los
oficiales militares, la jerarquía católica, y a la clase alta, que temían "otra
Cuba". En septiembre de 1963, Bosch fue derrocado por un golpe militar de
derecha encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin y fue reemplazado
por una junta militar de tres hombres. Boschfue al exilio en Puerto Rico.
Más tarde, un triunvirato civil estableció supuestamente una dictadura de facto
hasta el 16 de abril de 1965, cuando la creciente insatisfacción generó
otra rebelión militar el 24 de abril de 1965 que exigía la restauración de Bosch.
Los insurgentes, oficiales reformistas civiles y combatientes leales a Bosch al
mando del coronel Francisco Alberto Caamaño, y que se hacían llamar
los constitucionalistas, efectuaron un golpe de estado, tomando el palacio
nacional. Inmediatamente, las fuerzas militares conservadoras, encabezadas
por Wessin y Wessin y quienes se hacían llamar leales, respondieron con
ataques de tanques y bombardeos aéreos contra Santo Domingo.
El 28 de abril de 1965, los militares del ejército anti-Boschistas solicitaron la
intervención militar de EE.UU. y las fuerzas de EE.UU. desembarcaron,
ostensiblemente para proteger a los ciudadanos estadounidenses y evacuar a
otros ciudadanos extranjeros. En lo que fue inicialmente conocido
como Operation Power Pack, 23,000 tropas estadounidenses fueron enviadas
a la República Dominicana.
Denegando la victoria militar, los rebeldes constitucionalistas rápidamente
formaron un Congreso constitucionalista eligiendo a Caamaño presidente del
país. Los Funcionarios estadounidenses se opusieron y apoyaron
general Antonio Imbert Barrera.

El 7 de mayo, Imbert Barrera fue juramentado como presidente del llamado


Gobierno de Reconstrucción Nacional. El siguiente paso en el proceso de
estabilización, según lo previsto por Washington y la OEA, fue arreglar un
acuerdo entre el presidente Caamaño, y el presidente Imbert Barrera para
formar un gobierno provisional comprometido a elecciones anticipadas. Sin
embargo, Caamaño se negó a reunirse con Imbert hasta que varios de los
oficiales leales, incluyendo Wessin y Wessin, se hicieron para salir del país.
El 13 de mayo el general Imbert comenzó la Operación LIMPIEZA y sus
fuerzas tuvieron éxito en la eliminación de focos de resistencia rebelde fuera de
Ciudad Nueva y en censurar a Radio Santo Domingo. La Operación LIMPIEZA
terminó el 21 de mayo.
El 14 de mayo los estadounidenses establecieron un "corredor de seguridad"
que conectaba la Base Aérea de San Isidro y el Puente Duarte con el Hotel
Embajador y la Embajada de Estados Unidos en el centro de Santo Domingo,
tuvo esencialmente acordonado a la zona constitucionalista de Santo Domingo.
Las carreteras fueron bloqueadas y las patrullas corrían continuamente. Unos
6.500 personas de muchas naciones fueron evacuadas a un lugar seguro.
Además, las fuerzas de EE.UU. lanzaban por aire grandes suministros de
socorro para los nacionales dominicanos.
A mediados de mayo, la mayoría de la OEA votó por la Operación PUSH
AHEAD, la reducción de las fuerzas de Estados Unidos y su sustitución por una
Fuerza Interamericana de Paz (IAPF). La Fuerza Interamericana de Paz (IAPF)
se constituyó formalmente el 23 de mayo. Las siguientes tropas fueron
enviadas por cada país: Brasil - 1130, Honduras - 250, Paraguay - 184,
Nicaragua - 160, Costa Rica - 21 policías militares, y El Salvador - 3 oficiales de
Estado Mayor. El primer contingente en llegar fue una compañía de fusileros de
Honduras que pronto fueron respaldados por destacamentos de Costa Rica, El
Salvador y Nicaragua. Brasil presentó la mayor unidad, un batallón blindado de
infantería. El general brasileño Hugo Alvim asumió el mando de las fuerzas
terrestres de la OEA, y el 26 de mayo las fuerzas de EE.UU. comenzaron a
retirarse.
La lucha continuó el 31 de agosto de 1965, cuando se declaró una tregua. La
mayoría de las tropas estadounidenses se marcharon poco después y la
vigilancia y las operaciones de paz fueron entregados a las tropas brasileñas,
pero un remanente de los militares de EE.UU. se mantuvo hasta septiembre de
1966. Un total de 44 soldados estadounidenses murieron, 27 en acción. 172
resultaron heridos en acción. Se estima que entre 6.000 y 10.000 dominicanos
murieron, la mayoría civiles.
Frente a las amenazas y los ataques en curso, incluyendo un ataque
particularmente violento en el Hotel Matum en Santiago de los
Caballeros, Caamaño aceptó un acuerdo impuesto por el gobierno de EE.UU..
El Presidente Provisional dominicano, García Godoy, envió al coronel
Caamaño como Agregado Militar de la Embajada Dominicana en el Reino
Unido.

1966-1983 La cuarta República

El régimen balaguerista basó inicialmente su gestión de gobierno en el apoyo


político, militar, técnico y financiero norteamericano, y de la oligarquía
dominicana organizada en un multitudinario "Consejo Nacional de Desarrollo";
así como en un programa agresivo de obras públicas destinado a reactivar
la economía y generar empleo a nivel nacional.
En el orden político, Balaguer constituyó un equilibrio basado en la represión
sangrienta de los sectores populares revolucionarios o constitucionalistas, el
exilio o la prohibición de usar la radio y la televisión de los dirigentes opositores
más connotados o radicales, la complacencia política y económica de los
mandos militares, a quienes a su vez mantenía divididos para asegurar su
hegemonía; el uso de la vía electoral amañada para validar su mandato civil
ante los militares y en el exterior, la sustracción de líderes de otros partidos y
del PRD en especial, mediante ofertas de empleos y otros favores, la
permisividad en la corrupción de funcionarios civiles y militares, y el uso
sistemático de un aparato de propaganda en favor de su régimen.

Después de atravesar grandes dificultades y favorecido por el aumento de los


precios de nuestros productos de exportación, el país esperimentó entre los
años de 1970 y 1975 un crecimiento económico que favoreció el comercio y
una industria de bienes de consumo con materia prima extranjera, amparada
en las exoneraciones a costa de una mayor dependencia y endeudamiento
externo. Crecimiento que se detuvo debido al encarecimiento del petróleo, la
baja de los precios del azúcar en el mercado mundial y los déficits en nuestra
balanza de pagos.
Para combatir el balaguerismo, algunas organizaciones de izquierda acudieron
a acciones desesperadas que fueron tomadas de pretexto por el régimen para
agudizar la represión. El propio coronel Caamaño desembarcó en febrero del
1973 con un puñado de hombres para iniciar un proceso revolucionario a través
de la guerra de guerrillas en la Cordillera Central, pero fue capturado y fusilado
en la montaña. Dos años después, otro grupo dirigido por su primo y
compañero sobreviviente Claudio Caamaño también fracasó, aunque éste salió
con vida nuevamente.

En esas condiciones, el PRD se mantuvo como la única opción viable para


desplazar del poder al balaguerismo y constituyó en 1973 con otros partidos a
su alrededor el Bloque de la Dignidad Nacional, el cual finalmente se deshizo
en medio de una creciente crisis interna del PRD que determinó la salida de su
presidente Juan Bosch para crear el Partido de la Liberación Dominicana. Poco
después se reconstituyó parte de esa alianza en el llamado "Acuerdo de
Santiago", que postuló en 1974 para la presidencia a Antonio Guzmán, con
Elías Wessin y Wessin como vicepresidente y el apoyo del PRD, el Partido
Quisqueyano Democráta (PQD) el Movimiento Popular Dominicano (MPD), el
Movimiento de Integración Democrática Antirrelecionista (MIDA), y otras
organizaciones. Pero a la postre esa alianza determinó su abstención electoral
debido a las críticas del ex-presidente Bosch a la participación electoral.

Durante el período de 1974-78 la situación económica comenzó a deteriorarse


nuevamente y la corrupción administrativa del gobierno se mostraba como
mayor crudeza, afectando ya claramente a la burguesía comercial e industrial
por el incremento del contrabando y la competencia desleal que suponían las
empresas de los personeros del régimen. El ascenso de los demócratas con
Carter al gobierno norteamericano y su política exterior basada en los derechos
humanos, contribuyó a reducir notablemente la represión en esa etapa, lo que
permitió al PRD organizarse mejor a nivel nacional e incorporar nuevos cuadros
y sectores sociales a dicho partido.

El PRD por su parte, bajo el nuevo liderazgo del Dr. José Francisco Peña
Gómez, inició la tarea de democratizar su estructura interna, definió en 1976
como su objetivo estratégico fundamental la Revolución Democrática Nacional,
se vinculó a la Internacional Socialista y adoptó la decisión de participar en los
comicios nacionales del 1978, asumiendo todos los riesgos que ello suponía.
Todos estos factores y la creciente pugna entre grupos que había fomentado el
propio Balaguer, obligaron a dicho gobernante a rodear los comicios del 1978
de un mínimo de garantías para la oposición, aún cuando agotó todos los
recursos del poder para obtener una nueva reelección.

En las elecciones del 16 de mayo del 1978 el pueblo dominicano votó


mayoritariamente por el PRD y contra el continuísmo antidemocrático de
Joaquín Balaguer, pero conforme la noche avanzaba se dejaron de intormar los
nuevos resultados que llegaban a la Junta Central Electoral hasta que estos
fueron suspendidos de un todo y se intentó desconocer las elecciones o alterar
sus resultados con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

En esas circunstancias, la opinión pública internacional y todas las fuerzas


vivas de la nación manifestaron su repudio al intento de vulnerar el libre
ejercicio de la voluntad populara expresada en las urnas. Los gobiernos
democráticos afiliados a la Internacional Socialista como los de Alemania,
Australia, Venezuela, Jamaica y Costa Rica jugaron un papel de primer orden
en ese difícil período de nuestra historia contemporánea.

Finalmente, comprendiendo Balaguer que arrancarle el triunfo completamente


al PRD hubiese significado una nueva guerra civil y entregar el gobierno al
control militar, maniobró para inducir a la Junta Central Electoral a emitir un
absurdo "fallo histórico", que le otorgó la presidencia al candidato perredeísta
don Antonio Guzmán Fernández, pero quitádole al PRD el control del senado
que le pertenecía y a través de éste el del Poder Judicial y el de la propia
Juanta Central Electoral que son elegidos por el senado.

El PRD fue conminado a aceptar ese poder recortado a través de los mandos
militares de entonces y otros medios de poder político y Antonio Guzmán tomó
posesión como presidente de la República Dominicana el 16 de agosto de
1978.
Desde esa fecha, el PRD y don Antonio Guzmán se dedicaron a democratizar
el país luego de romper el andamiaje político-militar del balaguerismo. A ese
efecto el gobierno perredeísta se ha caracterizado por la plena vigencia de las
libertades públicas, el respeto a los derechos individuales, la independencia de
los distintos poderes del Estado y la profesionalización de los institutos
armados.
Durante el período 1978-1982 el país alcanzó un notable incremento en
la producción agropecuaría, la erradicación de la fiebre porcina africana e
iniciado la repoblación de esa especie en el país, así como avances notables
en la pesca y en la lucha contra la especulación a través del Instituto de
Estabilización de Precios (INESPRE). Así mismo se nacionalizó la mina
de oroque explotaba la Rosario Mining Company en Pueblo Viejo y se
aumentaron notablemente los repartos de tierras entre campesinos pobres.
Pero el gobierno no fue capaz de contrarrestar los efectos negativos sobre la
economía del aumento desaforado en los costos del petróleo y otros productos
y servicios que se pagan en el exterior, ni la baja en aquellos de nuestras
principales exportaciones. También hubo casos de corrupción administrativa.
En mayo de 1982, luego de propiciar una campaña interna para elegir sus
candidatos democráticamente, el PRD derrotó nuevamente, esta vez con
Salvador Jorge Blanco a la cabeza, a los viejos caudillos intelectuales Balaguer
y Bosch, ambos con un largo ejercicio de vida pública. En esa ocasión el PRD
retuvo el control en ambas cámaras legislativas, abriendo el camino para una
nueva administración del PRD, ahora con todas las posibilidades institucionales
de realizar una tarea positiva, no sólo en el orden político, sino para avanzar
hacía la democracia económica y social.

La solidez de la joven democracia dominicana quedó demostrada cuando por


el suicidio cometido por el presidente Guzmán el 4 de julio del 1982, el orden
constitucional se mantuvo incólume, siendo sustituido por el vice-presidente
Jacabo Magluta hasta el 16 de agosto cuando asumió al poder el presidente
electo Salvador Jorge Blanco.
El nuevo período presidencial perredeísta se ha caracterizado durante su
primer año de ejercicio por respeto irrestricto a los derechos humanos, la
moralización de la gestión pública y la realización de esfuerzos denodados por
reavitalizar la economía dominicana en todos los órdenes.

El país, que ha avanzado extraordinariamente en los últimos cinco años en su


proceso de institucionalización democrática, debe en el curso de los próximos,
avanzar firmemente en el proceso de su revolución democrática nacional, para
poder alcanzar en un futuro no lejano una sociedad socialista democrátiva, en
la cual la igualdad de oportunidades, la garantía de un trabajo remunerado, el
pago de acuerdo al interés social de la labor, la protección social de los
impedidos y el respeto a las libertades democráticas, traigan la justicia, la paz y
el bienestar a todos los dominicanos.

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