Escuchar supone un

contacto con la memoria,

con el espacio y el tiempo
en donde se inscriben las
palabras.
 La palabra materializa el pensamiento, lo
que somos. Pone en juego nuestra
imaginación, nuestra capacidad de crear,
de sentir, de soñar; nuestra capacidad de
evocar, de hurgar en la memoria.

 La palabra encierra todos los misterios del

mundo, lo que se ve y no se ve, lo que se
oye y escucha, lo que se esconde y se
enseña.
 El primer instrumento que utilizamos en la
comunicación oral es la voz y ésta es el
germen de proceso de comunicación.

 Para que la comunicación sea efectiva,

es decir, para que el mensaje llegue y
sea comprendido por el receptor, es
necesario tener en cuenta a este
destinatario.
 Pierre Shaeffer considera que en la
actividad de escuchar se ponen en
marcha cuatro mecanismos o cuatro
tipos de escucha perfectamente
diferenciados: Oír, escuchar, reconocer
y comprender.
 Oír: Cuando recibimos sonido sin
prestarle atención activa. Por ejemplo:
Cuando usamos el sonido de la radio
como “música de fondo”.

 Escuchar: Supone prestar atención al

sonido con voluntad de identificarlo o
interpretarlo. Por ejemplo: Cuando el
sonido de la radio empieza a
interesarme.
 Reconocer: Es identificar la forma del
sonido y asociarla a una fuente sonora. Por
ejemplo: Cuando identifico a la persona
que está locutando.

 Comprender: Es obtener la información

final que buscábamos en el sonido con el
acto de escucha. Es una interpretación
para la que se necesita la escucha y el
reconocimiento. Por ejemplo: Cuando me
detengo a escuchar a cabalidad el
mensaje de la radio.