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LA FILOSOFIA COMO AMOR DEL SABER O SABER EFECTIVO? En el prefacio a la Fenomenologta del esptrine, Hegel subraya que el fin que se ha planteado es hacer que la filosofia pueda «dejar de llamarse amor por el saber pata lle~ gaara ser saber real. fa afirmacién se inserta en el seno del debate que no ha ce de ser objeto de numerosas reflexiones, de cuestiones disputadas y de controversias en el curso de la historia de la filosofia: cusl es ln naturaleza del acto filosdtico. Pign- sese, por ejemplo, en In constante puesta entre paréntesis del acto filaséfico teoréti- co por el mundo de la praxis que la describe como indtil, como un puro lujo intelec- tual sin relacién con el mundo conereto; la filosoffa no puede realizarse sin la orien- acid hacia ly exzdn instrumental, en cuyo dimbito solamente la eficacia y la produc tividad miximas miden su valor y su éxito, Pignsese en los debates sobre el objeto del conocimiento filoséfico, de sus limites; la setentific philosophy, para la cual no hay saber propiamente dicho més que al nivel cientifico, la filosofia especulativa de sistema, sin olvidar la cuestiGn del tipo de relacién entre la filosofia y la teologia. Se puede ya yoxtaponerlas, exeluyendo todo lazo intrinseco o accidental entre ellas redueir la una a by otra, Algunos estiman que li filosofia se debe liberar de la tatela csclwizante de la teologia para devenir una ciencia plenamente aurénoma y libre, fundada inicamente sobre la razén adulta, Otros sostienen que el creyente —como. por ejemplo, el cristiano: no deberia aspirar al conocimiento filoséfico, percibide come la eonsecuencia del pecado original, la expresién del orgullo humano. Algunos textos de la Sagrada Escritura parecen condenar a filosofia, esa «vana falacia» (Col ; 1 Cor. 1,17-2,5) 0, como la-llama Lutero, esa prostituta. Viene bien citar a este pecto las eélebres preguntas de Tertuliano: «éQué de parecida tienen un fildsofo y un cristiano, el discipula de Grecia y el del cielo?»; «Qué hay de comin entre A- tenas y Jerusalem, entre la Academia y la Iglesia, los herejes y los cristianos?»". O- tros todavia busean distinguir las dos disciplinas para unirlas en seguida en el seno de sun conjunto més amplio, de una polifonia contrapuntistica, sea Ginicamente al nivel de las dos ciencias en cuesti6n, sea en el plano existencial, proyecto que uno de los mas eminentes te6logos protestantes de nuestro siglo, Barth, denuncia de manera "GWE HEGr., Ferumenologia del espirte, Fondo de Cultura Economica, México 1982, p. ’ !TrarUtiANO, El Apologéticn, Apostolado Mariano, Sevilla 1991 (=Serie Los Santos Padres 6).cap. XLVELN,96, 1D., De praescriptione haereticorum, VU. ss BeRNAKD SCHUMACHER “Nada hay mis desolador que la tentativa, puesta en prictica hace sigs, de estax blecer un lazo sistemético 0, inversamente, una distincién sistemtica entre el campo dela teologia y el de la filosoffa. Ha habido un solo filésofo digno de ese nombre, que prestara la menor atencién a las ingeniosas construcciones de los te. Slogos emperiados en tal tarea? La inquietud y la incertidumbre von que se han entregado a ella, éno hubieran debido recordar que no se puede acomerer seme inpte empefio mds que con mala conciencia? Es evidente que la teologia na puede resultar interesante para Ia filosofia mas que interesaelaw’. Elfilésofo aleman Josef Pieper consagra desde el fin de la Segunda Guerra Mun- dial muchos estudios a Ia problematica del acto filosdfico, de la relacién entre el.» anor del saber y el saber efectivo, entre la filosofia y la teologia. Me limitaré aqui a un anilisis de su posicién original en relacién con las soluciones propuestas en nuestra siglo, algunas de las cuales han suscitado vivos debates y que evitaré deliberadamente examinar de manera detallada. Discutiré la concepeién pieperiana (1) de la filosofia, Poniendo en evidencia algunos de sus elementos constitutivos, comparindola con ly ciencia y al mundo de la praxis, (2) de la teologfa y (3) de la relacién entre ellys desde el momento en que renuncia a 1. LAFILosoFis J. Pieper describe el acto filoséfico —de manera ciertamente general, pero no va- gi, como una reflexién sobre latotalidad de lo que el sujeto percibe, por la expe- Fiencia tanto sensible como intuitiva, Esta totalidad de las cosas, que los griegos lla sat pa, es considerada en su significacién tilkima, en sus raices mis profundas y bajo todos los aspectos posibles'. En resumidas ewentas, el filésofo inquiere siempre en todas sus preguntas —por ejemplo, sobre la materia, el conocimiento, el hombre, ta muerte, la esperanza, l sentido de la historia la ética, ln politien— de qué se trata intvinsecamente el Dasein. «€Qué hay sobre todo esto2™", resume Whitehead, el co- fundador de In ldgica matemitica moderna, Contrariamente al técnico especialista 0 al cientifico, cuyas exigencias metodologicas implican, en vistas de los resultados concretos a conseguir, una delimitacién exacta del objeto de investigacién, una pues- 11 entre paréntesis de lo que excede su campo de visidny, el filésofo esté ance todo y esencialmente vuelto hacia el conjunto, la totalidad de la realidad. Su objeto no es te *K. BARTH, Revelacion, fglesia, teologia, Studium, Madrid 1972, p. 44 “Ver. PreveR, «Philosophie heute. Die Situation des Philosophierenden heutes, en A. SCHiIl= rent (ed), Verantwortung wo Freieit. Vocation sprituelle de l'Université, Editions Universita res Fribourg Suisse, Fribourg 199, pp, 229-249, 230, In,, -Das Verhalenis von Philosophie und Theologie nach Thomas von Aquins, en P KOsLOwsKI (ed), Gnosis und Mystik in der Geschielte ater Philosophie, Artemis, Zirich 1988, pp. 81-93, 81, 83. ID,, Defensa dela flosofin, Herder, Bar colons 1973% pp. 12, 18.10, El fir el tiempo, Meditaciie robre la filosofia de a histori, Herds, = bi L984, pp. ss. 1D. »€Qué signifies filosofar?s, en El ocio y la vida intelectual, Rialp, Madrial 1962, pp. 77-169, 122, I, Das Geheimnis und die Philosophie», en Schriften zum Philosophiebe- pif (ed. por B, Wald), t TH de las Werke in ache Bainden, Felix Meiner, Hamburg 1995, pp. 309s. *A,N. WHITEHEAD, Remarks»: Philosophical Review XLVI (1937) 178. &La LOSOFIA COMO AMOR DELSABER O SABER EFECTIVO? 349 nicamente la totalidad de la experiencia, como en las ciencias que se dicen positivas, sino «la toralidad a secas», la totalidad del ser. La filosofia, cuya intencién es el ha- Iazgo del por qué, es un esfuerzo de reflexién racional y sistemitico —es decir, te- stiendo en cuenta lo que puede ser establecido y confirmado por nuestra propia au- toridad— sobre el fundamento tltimo de la realidad y de la existencia humana, sobre sui sentido global, El proyecto filos6fico tiende hacia una saber auténtico de los prin- ipios, una episténre que aduce las razones titimas y que rompe con un conacimien- to del orden de la opinién. Esta concepcién de Ia filosofia, que se une a Ia de In tradi- cidn occidental, se opone por una parte a la scientific philosophy, para la cual no hay saber propiamente dicho mas que a nivel de lo cientifico, es decir de lo observable y edible, y que se delimita en funcién de un objeto determinado. Para llegar a resul- tados validos, el fildsofo debe entonces, bajo esta dptica, recurrir en su dominio a los métodos de la ciencia exacta, parmetros ideales del conocimiento humano racio- nal, y renunciar a la totalidad a secas. Por otra parte, se opone a ciertus formas de fi- losofia logiea reduccionista, al historicismo, a toda forma de especializacién reduccio~ nista, asi como a una filosofia especulativa de sistema, que niega todo caracter propio y fundamental al nto filos6fico, que es el cuestionamiento (como bien lo ha puesto cn evidencia Heidegger). Esta altima encierra la toralidad de lo real en proposiciones bien delimitadas, en tesis profesadas con un ronroneo beato, una marcha serena que nada puede perturbar. ‘cto filosdfico es, como acabamos de ver, la biisqueda del significado dltimo © intrinseco de todo lo que existe, la totalidad de la sabidurfa. Pero, ées posible cono- cerla? Mientras para algunos la razén del mundo es incognoscible, otros sostienen que es inexistente y que es vano plantearse preguntas sobre el asunto. Sélo existen Jos objetos perceptibles por la experiencia, por la ciencia, En su opisculo Materialis- mo dialéetico y materialismo hist6rico, Stalin afirma que «no hay en el mundo cosas incoynoseibles, sino Gnicamente cosas todavia no conocidas, ls euales sern descu- hiertas y conocidas por los medios de la ciencia y de la practicar”. El hombre sera ea- paz de conocer y de comprender, algin dia, exactamente [o rea, por el solo medio jel ciencia que su intelecto ha elaborado. El fisico Hawking dice que el objecto él- timo de li ciencia es «el proporcionar una tnica teoria que describa correctamente todo el universo», fin que constituiré wel triunfo definitivo de Ia razén humans (.-] conocerfamos el pensamiento de Diose*, Engels, por su parte, ridiculiza Ia preven sién de hablar de un fundamento oculto de la realidad, idea que califica de enpricho filosofico, Para el Circulo de Viena, todo es aceesible al hombre, y es absurdo querer ibusear la vatz de las cosas, su significado dltimo. «La concepeién cientifiea del mun- “E AGazzt, Philosophie, Science. Métaphysigue, Editions Universitaires Pribourg Suisse. Fi ours 1987, pp.27, Ver pp. ess. 78, ID, Science et foi. Perspective nowelle sur wot viewx pro aac. Scienza e fede. Nuove prospettive su un vecchio problema, Massimo, Milano 1983. 1) StALIN, Mavvilisme diletique et materialism historique, Editions Sociales, Pats 1950, p 1, + §,\W HAawsinG, Breve histori del tempo. Del big bang a los agujevas negros, Aliana, Madrid 1990, pp. 27 y 231 350 Buran ScrluMACHER do no conoce enrignas insobubles»’. Dewey escribe hacia el fin de su ensayo The hn fluence of Darwinism on Philosophy que waunque la historia muestra que se trata de tuna alucinacién, persiste la conviceién de que todas las preguntas planteadas por cl «spititu humano puede recibir una respuesta dada a partir de las alternativas que con= benen las preguntas mismase!®, Para el pragmatismo, la bisqueda platénica de ala na turaleza inteinseca de la realidad detris de la experiencia, es desesperanzadae", La ciencia puede, por principio, encontrar respuestas definitivas a las preguntas que propone. Desde el instante en que se desprende una respuesta, la esperanza gue im- pubsaba la investigacién desaparece para resurgir como principio motor de una nueva pregunta, No sucede sin embargo lo mismo en lo que concierne a la filosofia, que esti empefiada en un camino interminable. Por su naturaleza no puede jamais preten- der haber respondide definitivamente y de manera absolutamente precisa sus pro- pias preguntas (que alcanzan el fundamento diltimo del mundo y de la existencia). El verdadero filésofo no puede salt, segiin Pieper, del estado de asombro que le es na cural y que constituye el principio de su vocacién, estado que traduce el hecho de que no comprenders jams enteramente el aspecto de lo real ante el cual se ha dete~ nrido, «En la linen divisoria en la que se tocan la cognoscibilidad y la insondabilidad, comienza el acto filoséficos se inicia con la aprehensién de In incomprensibilidad del mundo ¥ de la xxistencim'', Los didlogos platénicos expresan bien esta realidad: no aportan una verdad bien redondeada que podria ser formulada como un resultade ailquirido, sino més bien la certeza de la imposibilidad para el ser humano de asit el tistetio del mundo, Para fundamentar esta incognoseibilidad del mundo, Pieper se refiere a la distineién de dos clases de res: naturals y artificialis. Antes de comenzas a trabajar la madera, el carpintero se hace, en un primer momento, una idea de la for- ia, de ln esencia del objeto conereto —por ejemplo, de la silla— que tiene la inten cid de fabricar, Pieper llama a esta idea una epre-formaw (Ur-Form), una spre-figu sav (UreBBild)". Sin embargo, la idea de sill se encuentra por el momento material mente en potencia, siendo su forma todavia invisible a los ojos ajenos. Solamente el * La conception scientifique du monde. Le Cerele de Viewne (1929), en A. SOUL (din), Ma nifeste du Cercle de Viewne et autres érits, Presses Universitaires de France, Paris 1985. p. 115. "Contin: «Pero, de hecho. el progreso intelectual se realiza pura y simplemente através del abandono de las preguntas, y con ello de las alsernativas que suponen —este abandono procede esa vialidad deereciente y de un cambio que corresponde a un interés acuciante, No les damos tuna solucidn, las superamose (J. DEWEY, The Middle Works of Jol Dewey, Southern [Ninois Uni- versity Press, Carbondale 1978, 1. 1V,p. U4 eit. por R. RORTY, Leypotr as lien div savoir hutrox clacton an pragnatisne, Albin Michel, Paris 1995, p. 51. "R RORTY. op. eit, pp. 61-62, | Preven, Defense de li filosofia, p. 90. Nec pp. 18, 72s. y 885s. Clr 1D..»"Phealagic- phil sophisch betrachters: Minchier Theologische Zeitschrift: XV (1964) 3, 181-189, 182, 1b. ¢Queé euifc filosofar®, pp. 84, L388, y 143s; Hifi pee Ls ead el been. fl decsrinion dee, Rp. Ms 1974, pp. 13-100 y 286s. LD. «La verdad de las cosas, Una investigacida sobre la amiropolusia de la Alta Edad Media», en Ef descubrimsento de ls realidad, pp. 101-229 y 142ss, Ib, Wahshicit der Dinge - cin verschollener Begriflo, en Festchnif fr Leo Brande, Westdeutscher Verlag, Koln end Opladen 1969, pp. 417-429 y 2s, {LA FILOSOFIA COMO AMOK DEL SABE O SABER EFECTIVO? intelecto creado la conoce, hasta tanto no ly haya exteriorizado en la materia o e: municado a otro intelecto. La proyeccién de la idea de sills en la existencia material se realiza por medio de una actualizacién voluntaria, coordinada con causas instru mentales tales como la mano del earpintero y sus herramientas. En cuanto a su na- turaleza, la ves artificéalis viene sw origen en un intelecto humano. Fl mismo pen miento se encuentra en Savtre, cuando deseribe un asiento, un libro 0 un cortapape- les «Consideramos un abjeto frabicado, por ejemplo un libro 0 un cortapapel objeto ha sido fabricado por un artesano que se ha inspirado en un conceptes se ha tefetido al concepto de cortapapel, e igualmente a una téenica de produces previa que forma parte del concepto, y que en el fondo es una recetn'! El fildsofo francés concluye que en lo que concierne a as res artificiales, la esen cia precede a ln existencia, Pata él, como para Pieper, el intelecto humano esti en el origen de la naturaleza de la res artificialis. El es su medida, Corresponde ahora su- brayar que la medida (la «pre-forma que se encuentra en el intelecto) y lo medido (la res artificialis) son siempre idénticos en cuanto a su naturaleza. Luego de haber descrito el mecanismo interno de la actualizacién de una res artificialis y de haber su- brayado la relncién de dependencia entre el intelecto humano y la navuraleza de la cosa fabricada, ditigiremos ahora nuestra mirada sobre el origen de las res mativales. Para responder a la cuestién de su origen, Pieper se sirve de una analogia, cuyos fi mites no ignora y que tiene como base la semejanza estructural de la actualizacion de las res wrtificiales y de las ves naturales. En efecto, todo ente tiene siempre y necest~ riamente su ofigen, en cuanto a su naturaleza, su forma o su esencia, en una idea que un intelecto se hace, el cual, para que se vuelva realidad, debe proyectarla todavia en la existencia material por un acto voluntario, Todo intelecto creador, el del artista 0 clique forma las res naterades, crea en su {uero interior una forma original, una idea 0 una «pre-forma» que contiene la esencia particular de In cosa a crear y que determina asi lo que ella es, Esta realidad, el hecho de ser pensada por un intelecto que otorgs al ente su esencia, no debe entenderse en sentido figurado, sino al pie de la letra. La voluntad ereadora, por sf misma, determina libremente que una cosa sea, que exis a" Apoysndose en la relacidn intrinseca entre una yes y un intelecto, entre swt exis- tencia y una voluntad, y discutiendo siempre la posicién sartriana de que «no hay na turaleza humana, porque no hay Dios para concebirlar's, Pieper afirma que el enten « J -PSAKTRE, Efexistoncialismo es an humanism, Edbasa, Barcelona 1989, p. 14 Cie [Preven «Creaturidad, Observaciones sobre los elementos de un concepto fundamen: tals, on Creaturidady tradicid, FADES, Buenos Aires 1983 (=Estudios y Discusiones 4), p21 Ib, La veal y ol bien, pp. 26 y 30. 1D., La verdad de las cosas, p- 138. 1D.. Unsaustrthares © Element int der Weltansicht des Thomas von Aguin, Kose), Miinchen 1963, Licht, Uber das negat pp. 208. v 33 insaeites JP, fl existenctalisno er on buonanismo, pp. 17: elf pp. 15ss. Sabre este punto, véa se | Pre, sCreaturidad. Observaciones sobre los elementos de un concepto fundamentals rt sCreaturidad y naturaleza humana, Notas sobre el planteamniento filosdifico de Jean-Paul i tin on Lat fesine ef reto de li cultura contempordnea (Sobre la dificnttad de creer boy). Riaip. Mi rid (980, pp. 254-268, 1D,, Unaustrinkbares Lich 452 BERNARD ScHUMACtIER dimiento y la voluntad que se encuentran en el origen da las res naturales son los de Divs y que, por este hecho, son independientes del intelecto humano. Adhiere a iy analogia tomasiana, segtin la cual «todo lo creado mantiene con Dios la misma rela- sion que la obra de arte con el artista», que se refiere a la analogia de Aristatcles, para quien existe una semejanza profunda entre la produccion del arte y la de ln na turaleza, es decir que el arte imita a Ja naturaleza en su operacién: segtin se fabriea al. xo. asi se produce por naturaleza, y segiin la naturaleza produce una cosa, asi se la fa brica'S Se puede distinguir entre conocer tuna cosa, que significa tomar en si la forma de lo conocido y devenir idéntico al objeto, y comprender una cosa, lo cual corres- ponde a un conocimiento que englobe todo lo cognoscible de Ia cosa conocida, Ciertamente ha sido dado al hombre conocer todas las cosas en una dete eminada redida, puesto que su intelecto es cupax universi. Conoce Ia esencia de los entes, eu yas spost-formas» capta. Pero se encuentra en Ia imposibilidad esencial de conocer la analogia entre ln «post-forma» y la «pre-formay que reside en el intelecta creado, es decir de comprender realmente lo que ella es: «Rerum essentiae sunt nobis ignotae», sto cesa de subrayar Tomas de Aquino". Este iltimo agrega también que los esfuer los filésofos no han conseguido todavia captar 0 separar la esencin de una mosea®, El inteleeto no puede comprender hasta sus pliegues minimos las cosas pot las cuales es medido. El no es su creador. «Para el espfritu finito, la notariedad del ser no se agota nunea, sino que lo cognoscible de las cosas siempre va inaleanvable- mente mis alls de lo que de ellas se conoces". Esta imposibilidad de comprender la que la vosa es, esta philosophia negativa, tiene su otigen iltimo en una metafisica de lu cnaucidn, corazén de ka filosofia pieperi na, que la hace objeto de un conocimiento racional del ineellectus y que se inserta seguidamente en un conocimiento dela natin «Tan pronto como pregunto en'sentido propiamente filosdfico, en el mismo ins tante tengo que vérmelas formalmente con lo insondable y lo incomprehensible " sComparantur igi oinnes res ereatae ad Deum sicut artficiata ad artificem, Sea tiles rer oninem suac sapientiae et mtelleetus artificiata in esse produit, Ego et Deus amines creat fas per einem sui intelleenus Fete (Siomin, e. Gent, 1124. Ver I11 40 et 100}. tq 1731 Chr ARISTOTTTES, Fistew I: 194 a 199, De veri. 10 a, Leta. $ad Lum et Sum. Clr. De spirit, creat. a, Mad Sum. Ver}. PCP Defensa se Le flosofs, p. 82, 1).,«Creacoridad. Observaciones sobre los elementos de wn vuneeyy { fuadamentaly p. 20. Ib. xDas Geheimnis und die Philosophies, pp. 310ss. Ib., Unauctrinkhare Fiche, pp. 38, 67, 70 y 77s, sta relacin de correspondencia que existe entre cf arquetipa en Divs y a imagen ereada [J eta relacién misma, como ln hemos dicho, no podemos jams ver {onniahocate eon nuestros ojos. No podemos munea establecernos en tn lugar desde ¢| eva! po \ieranos comparar ef ar fe, Sienna teu ctipo con su imagen; somos absolutamente incapaces de asistir a la sa on de Dios", de ser de alguna manera los espectadores. Ter, puesto. ue es asi, nuestro conoeimiento, cuanda intenta eonacer la naruraleza de las cosas. sels kas ins trivia v Las ms simples, se compromete en un camino gue, por principio. ne cieme fn yes 1 pique las cosas son ereatents, es deeir porque su luminosidad interior tiene su erigen aeiya lida de las cosas desde * jrico en la plenitud infinita de lux del conocimiento divinas (naustrinkbares Licht, yp. 38-36 Cast Syimb, post. pola 1, $6 |. Priver, La verdad de las costs, p. 170. ¢LA FILUSOHTA CONO AMOR DEL SABER O SABER EFECTIVO? 353 porque percenece a Ja naturaleza de esta pregunta considera las raices de las cosas, es decir abrirse paso hasta su dimensién originaria, la dimensién de su ser conce- bias y de su ser proyectadas; en otras palabras: de su ser cread: Uno puede preguntarse si esta imposibilidad de comprender las cosas propia del intelecto humano depende de su naturaleza, de modo que la analogia entre la «post forma y la wpre-forma es en s{ comprensible por el entendimiento, pero que éste es muy débil para comprenderla efectivamente, o bien sila imposibilidad existe intiin= secamente, siendo esta analogia esencialmente ineognoscible por el intelecto huna- no, de tal manera que ne habria en ella absolutamente nada que pudiera ser conoci= da, Excluyendo la segunda posibilidad, Pieper sostiene que es porque la cosa posce canta luminosidad y brillo que obnubila tn inteligencia humana, Ella se comporta frente a las cosas como el ojo del ave nacturna con el sol: Solem etsi non videat o- culus nycticoracis, videt tamen cum oculus aquilne»?”, El filésofa no puede responder definitivamente a las preguntas que se plantea Como lo subraya Jaspers, con Heidegger, Blondel, Marcel y Pieper, «hacer filosofia es estar en camino™, es decir que la verdadera filosofin no ests orientada hacia una conceptualizacion total del mundo y del ser, sino mas bien esta movida por el deseo de ir hasta el fondo de las cosas, que estin marcadas por el sello del misterio e im- pregnadas de luminosidad. Su punto de partida es la pregunta por la raz6n dltima del mundo y del Dasein y no una delimitacién clara y distinta o met6dica del objeto de investigaciGn, El pensamiento no es un saber puro, sino fundamentalmente wn cami~ no en diteccién de una comprensién del fundamento iltimo del mundo y de la ew tencia, sin poder no obstante aleanzarlo janis, asi como una acogedora escucha de h vox silenciosa del mundo donde se desvela la verdad del ser, La filosofia no ofrece jams respuestas definitivas, y se podria decir que menos atin fa respuesta; plantea e- ternamente la pregunta que no tiene fin y que escapa a toda respuesta: «équié es el ser», part retomar las palabras de Aristételes, o también «por qué es el emte y no mis bien Ia nada?», valiéndome de Leibniz y de Heidegger. No obstante, esta si- tuacién no conduce a una resignacién agnéstica, ni a la desesperanza que llevaria al sujeto a dejar en suspenso todas los problemas filoséficos, porque la busqueda « |, Pivek, Unaustrinkbares Licht, p. 76, Ver pp. 32,40, 44, 75 y 94s. 1D., Defensa de le files fia, pp. 126s, 69 ¥ 74, aLa azn de esta inagotabilidad es ésta: que el mundo ex crexeisn, es decir «que tiene su origen en el pensamiento incomprehensible y ereador de Dios» (ID., ~Das Gehteimnis und die Philosophies, p. 313) “Tomas Dt AQUINO, fe fT Metaphys. lect. 1,0, 286, Ver J. PIEMER, Unastrinakbuves Lich) A Ib, sl aeaclémico, el funcionario y el sofistan en El ocio y la vide intelectual, pp. 71-22%, IsSsy 216s. 1b. Qué siguifce flosofn?, p. 133. 10., La verdad de las cosas, p. 171, 1D, «Das G heisanis ond die Philosophie», pp. 313ss. "K. [Aserss, Enfibving in die Philosophie, Piper, Minchen 1973, p. 13. Cie. a versi fla: Lalifosnfie, Fondo de Cultura Keondmiea, 13a, reimpe, Méxiea-Buenns Aires 1983 (Bre siarios del Fondo de Cultura Beonémica 77), p. (Chr GW LF BNI, rer Vernunfi Begriindete Prinzipen der Natur wnad Grae, en Ur. Ps Losophiche Schrifen, ed, HLH. Hole, Wissenschaftliche Buchg cés-alemiin, «I: ©Opuscules métaphysiques/Kleine Schriften zur Metaphysike, pp. 426 Her nacr, bereduectén a le metafvic, Gedlisa, Barcelona 1998, pp. 13 y 21 cllschafe, Darmstadt 1983s, 1 nM 354 BERNARD SCHUMACHER morosa de la sabiduria es estimulada por el principio esperanza (Bloch), como lo es también el Dasein fundamentalmente, y este principio determina igualmente la ¢s- truetura del conocimiento, como lo han destacado Ricoeur, Ladriére y Fendt, luego de Pieper. «La esencia y la totalidad de las cosas, no le son dadas con el carieter de- finitvo de un concebir sin residuos, sino “en esperanza”»#, Esta imposibilidad inhe- rente a la raz6n y a la filosofia de comprender plenamente lo que es, traduce la natu raleza ontolégica y antropolégica del status viatoris, que se caracteriza por el n0-ser- todavia, fundamento ontoldgico de una filosofia de la esperanza que Pieper ha pues- to en evidencia antes que Bloch al referirse al andlisis de la temporalidad y de In his toricidad del Dasein heideggeriano, que él (Pieper) inserta sin embargo en un movi miento de trascendencia con trascendencia, donde la superacién puede ser también comprendida, contrariamente a la concepeién blochiana, como rebasando Ia finitud temporal inmanente, que no constituye la totalidad de la realidad. Mientras la cien- cia, asi como ha filosofia cientifica o de sistema, ensefia una absolutizacién de la exac~ titud s6lo en la dimensién empitica Whitehead destaca al respecto, al final de su vida, que ela exactitud es un fraude»"”—, h filosofia es principalmente un acto de no- sertodicota, de esperanza, situindose sobre un camino de no acabamiento. Recuér- dese aqui la definicién pitagérica de la filosofia, constantemente retomada en el se- tno dela tradicibn occidental: el hombre no puede llegar a ser sabio, sino a lo mas un buseador amoroso de la sabidurias no es un sophos, sino un philosophos. Platén reto- ma esta distincién otorgando a Solén y a Homero no la cualidad de sabios, sino de samigos de la sabidurfa, “filésofos"»", El filésofo camina en esperanza hacia Ia po- sesién amorosa de la sabiduria, que Platén y Pitagoras definen como el conacimien- to que posee Dios. Este no podria encerrarse en un sistema légico o de pensamien- to, sino que es del orden del don, de la receptividad gratuita segiin el modo de po- én de lo amoroso. La filosofia se diferencia, ademis, de la ciencia, que consigue ciettamente numerosos resultados concretos y muy interesantes, haciendo al hom- bre erudito y conocedor, pero no sabio. Rechazando la intencién hegeliana de hacer que la filosofia se debe deshacer de su nombre de amor del saber en vez de devenir tin saber efectivo, Pieper defiende una concepcidn de la filosofia como contemp! cién amorosa de la sabiduria que posee el totalmente Otro, que siempre escapar tonces al buseador viator, sin inducirlo sin embargo a desesperar de aleanzarla, En e~ fecto, cl acto de esperanza est implicito en el proceso de investigacisn del «Qué hay sobre todo esto?» de h filosofta, y rechaza por tanto el objetivo de un conoci J. PUEDER, SQué significa flosofar?, p. 16; fe pp. 138, 140 y 143s, 1D.. Defensa del filosofia pp. 98, 109 y 135. 1b, sPhilosophie heutes, p. 239. Ver B RICOEUR, +Hope and the Steveture of Philosophical Systemse: Proceedings of the American Catholic Philosophical Asciation XLIV 9. J. LADRIERE, «Raison et eschatologien: Revue de ['Univensté d’Ottawe LY (1985) 5. Fenpr, For What May I Hope? Thinking with Kant and Kierkegaard, & Lang, New Yorke Bern-Frankfurt am Main-Paris 199, p. 179. > A, N, WHITEHEAD, elmmortalitys, en B A. SCHILED (ed.), The Philosophy Whitebead, Tudor Publishing Company, New York 1951',p. 700 * PLACON, Fedro 278d, Clr, Banguete 204 of Alfred North ELA FHLOSOFIA COMO AMOR DEL SANEK O SABER EFECTIVO? 3 miento absoluto: «Debemos elegit entre In esperanza y el saber absoluto. No pode- mos tener los dos. O uno u otto, pero no los dos juntos, dice Ricoeur™. La filoso- fia esti marcada por una actitud de apertura y de confianza, rechazando la resign. ci6n, espera siempre encontrar una respuesta a sus cuestionamientos. A pesar de las incertidumbres constantes, la tarea de la filosofia es orientar e indicar la direcci6n, ¢} camino a seguir, Es esencialmente una aventura en un mundo desconocido, conti- nuamente acompafiado de incertidumbre, marcado por una continua vuelta a poner ‘en cuestin de manera critica y racional, cuando la razén parece satisfecha con una respuesta, de una profunda valnerabilidad, de un asombro constante y de una escu- cha ilenciosa de lo real, La filosofia, que es esencialmente cuestionamiento, no bus- ea ante todo proponer respuestas bien armadas y positivas a las maltiples preguntas gue surgen, sino analizar las respuestas ofrecidas. En un mundo donde los imperativos de utilidad, de eficacia, de produccin, netean progresivamente la totalidad de la existencia humana, donde el trabajo tiende adevenir toxalitatio, el lugar de la filosofia est comprometido. Nuestra época trans- forma, como lo nota la filésofa Arendt, a sociedad toda entera en una sociedad de trabajo, y tiene como consigna que «no se trabaja solamente por el hecho de vivir, si- no que se vive para trabajar». Toda actividad desinteresada corre el riesgo de ser ex- cluida cuando predominan las preguntas tales como «écémo se pueden procurar los elementos necesatios para la vida cotidiana o tal objeto preciso?», «édénde se consi- ue esto. En estas condiciones, la pregunta fundamental de la metafisiea —épor qué existe el ente-y no mis bien nada?— toma el cardeter de un Jujo intelectual, de una actividad inti, insensata, peligrosa, perjudicial, puesto que impide o estorba In actualizacién de los objetivos concretos y pricticos de la existencia cotidiana, La pregunta propia de la filosofia carece por naturaleza de medida comin con el mundo del trabajo, de la praais. La filosofia no sirve para nada, como remarea Heidegger" es un f6sil sin valor prictico, no conduce a la realizacién de fines. Ella es, en efecto, fundamentalmente un acto libre en el sentido de las artes libenales, y tiene sentido en simisma, El mundo del trabajo que tiende a volverse totalitario —se puede hablar a- Guide un frenestininterrumpido del trabajo por el trabajo, de un suicidio por el trax bajo, que Nietzsche cuenta entre los vicios modernos, que Scheler denuncia como ls caracteristica de! hombre moderno en Occidente, actitud en la que Pascal ve, acom- panado por el divertissement, un abandono de la auréntica realidad humana, wn re- Chazo del silencio— afirma con fuerza que wel hombre es un ser funcional», que #to~ dh actividad libre sin utilidad social es condenable y debe ser suprimiday™. El hombre RicOEUS, «Hope and the Structure of Philosophical Systems, 64 © TL AKENDY, La condicién humana, Seix Baral, Barcelona 1974, p. LS. Chea del Conde Zinzendorf retomada por J. PIEPER, «Ocio y culto», en El ocioy lr eile in telectual, pp. 9-76 y 12. Chu M. HEIDEGGER, Introduecién a la metafisiea,p. 21. © J,PrsneR, «Vie Flumaine et Loisir», en Way Forum, Paris 12.1957, Cf 1D., Defense de af Iosoffa, yp. 235, 29-33 y 468. 1D, «Oo y culton, pp. 13,42 y 445. 1D. Arbeit, Preset, Mrase 56 BoRNARD SCHUMACHER de la prtvis ech las artes liberales en beneficio de las artes serviles, reduciendo la primers categoria a la segunda, Siguiendo a Kant, impugna el acto de conocimiento inuitivo, del intellectus—- penetrado del espiritu del don, de la receptividad gratuita, del no-trabajo—, rechaza ver alli un acto de la inteligencia, en beneficio de la sola ra tio, que llega a resultados luego de numerosas operaciones, como la abstraccién, la compacacién, la precisién, la demostracién, es decit después de haber trabajado.* Was ist eine Untverstat?, Akademische Reden und Beitrige 4, Schriftenreihe der Westfalischen Willclns-Universitit Munster, Regensburg, et Biermatin Verlag, Munster 1989, p. 21 n.selaciin con el modo en que se realiza el conocimiento intelectual, Pieper (efe por ejem= plo Arbeit, Freizeit, Musse y Ocro.y culo) evoca en primer lugar la experiencia de la vida cotidiana, sletenigndoss, por eiemplo, en La manera en que un visjero observa el paisaje através de la vencana de su compartimento del ferrocarril, Puede observar: can calina, descontracturado, bebienda sim plemenge y sin resistencia de la fuente de lo real, sin eserutarl, sin esfuerzo, sin trabajo a con los nervos teasos, analizando, miciendo, examinando la realidad bajo un determinado punto de vista con una inteneiGn precisa, La mirada es en un easo contemplacidn, en el otto abservacisin, {Su sede lo mismo en lo que concierne al conocimiento intelectual? ‘Se pueden rambign distinguir {os tipos de conocimmiento, uno sometido al crabajo y el otro a la pura contemplacién, en ls eval el sbjeto conocido seria dado yratuitamente a I inteligencia eseapando asf la praxis? Las opinin: nes divergen en este punto 6, mejor, se eonstata un eambia de concepcidn después del fin dels sloXVIIL. Una corviente de la filosofia moderna y vontemporinea sostiene que la tiniea earacte ristica del conocimiento humnano es la actividad, el trabajo que se expresa por actos dle precisidn, de comnpatacidn, de abseracci6n, de demostracién. El pensamiento ni tiene mis que esias activi sades, lo eval excluye todo otre conacimiento, antieracional para esta filosoffa. Kant aburda en on articole publicado en 1796 en la Berlinischer Monatsschrift, «Von einem newerdings echobenen voonchinien Ton in det Philosophies (Kats Werke, Akademic Ausgabe, W. de Gruyter, Beelin- Leipzig 1923, t. VILL, pp. 387-406) la cuestisn de la actividad intelectual. La considera en rela- «in, por una parte, can a filosofiaalemana romntiea de Jacobi, Schlosser y Seolluerg —est iti mo sosticne que es posible recibir por medio de un orsculo, sin trabajo del intelecto y por pura contemplacién intelectual, un conocimiento que revelara al filésofo la totalidad de fa sabiduria— ». por otra parte, ala filosofia de Pltén, a quien llama sel padre de toda exaltacidn mistica en fi lasofiae (Jbid., p. 398). Kant rechaza la filosofia que se dice contemplativa, en la que no ve mis que una pseudofilosofia, apara la cual no se puede trabajar, sino solamente escuchar el oriclo presente én si mismo, y beneficiarse de él para adquitir por completo la sabidurfa a que apunta la tilosfiae (Hid. p. 390}, puesto que el conocimniento filosdfico ests pata él esencialmente somet doala ley de lo razén, en virtud de la cual no se obtiene un conocimiento mas que par el trabajo, porunstrabaio hercileo» (Ftd, p. 390). El trabajo es la eondieién de un conocimiento verdadero sealonde falta, se tiene derecho a rechazar el conocimiento adquiride como falso ¢ inaceptable. La ley dle La eazdin es ono adquitie un bien mis que por el trabajos (Ibid. p. 393), es decir que el co rcimicneo inteloetual traduce una actividad del espirta, y nada més que esta actividad, Kant re- chava todo avereamiento contemplative come medio de conocer, la dimensidn del doo, inserita cel voraz6n del eonocimiento, No se llega a eonocinsientos intelectuales viertos amis que hice lcun lento desenvolvimiento de eonceptos del entendimienco y de prineipios eserupulosamenve ‘xamtinados,inieamente encanees por medio del trabajo» (Ibid. p. 403), Sin trabajo no hay eono sissient Yel trabajo viene a sere erterio de la verdad de un conocimiento, es decir que sise ad {vivre un conocieniento sin haberse fatigad, éste no puede ser aceptado: ¢Es asi verdaderamen- {c? iene razén Kane? Pieper se opone a esta reduccién oa esta pauperizacidn de la voncepeisn del conoeimiento humane, HI sostiene una dimensién del conocimiento diferente del estrecha~ inienc activists, invacando ls distincién, estableida por los grandes testigos de la tradisiinvect 2LA FILDSOFIA COMO AMOK DEL SABER O SABER EFECTIVO? 357 La filosofia de ln antigiiedad nos brinda bellos ejemplos de esta actitud de despre- cio, en verdad de destruccisn de la theoria por la praxis, que tiende a la evictoria de la mano sobre el ojo». Asi, Tales, mientras contemplaba amorosamente el cielo, ab- sorbido por sus pensamientos, lleno de admiracién y de asombro por lo real, al no fijarse por donde iba, se cay6 en un pozo. Una sirvienta que vio el especticulo se mots del pobre filésofo pensando que vale mis ocupar el tiempo en actividades pro- ductivas y Gtles que contemplar el cielo sin ningtin fin prictico. Esta contemplacién de la realidad, es decir a filosofia, no eraa sus ojos mis que una pérdida de tiempo, el producto de una imaginacién infantil. Con su risa burlona, expresa ln inutilidad que marca, a su juicio, a toda verdadera filosofia. Si ésta debiera existir, no deberia estar mis que al servicio de la praacis.% En el dislogo Gorgias, Calicles sostiene que ln filosofia, asi como toda otra actividad teorética, es formativa si se la practica en la ju- ventud, a condicién, sin embargo, de usar de ella con moderacién. Pero si se conti- nia filosofando en una edad avanzada, wes ruinosa para un hombre», porque asi huye de los trabajos y de la vida de la ciudad: «Frente a esos que practican ln filosofia, ten- go In misma impresin que frente a los que hablan de manera pueril e imican a los chiquillos [...] merecen azotes [...) Pon un fin a tus trapacerias, ejercitate en la bella infsica de los actos». Pieper llama «proletariadom a esta esclavitud de la totalidad de In petsona a la biisqueda Gnica del beneficio colectivo, donde sélo la actividad com prendida bajo el sngulo del trabajo tiene derecho a la existencia. Este término desi na el encadenamiento del hombre a las actividades tities y serviles, su encarcelamien- ton el proceso del trabajo: Es algo ocultamente peligroso y Heno de consecuencias querer negar al trabajo el dlental, entre dos tipos de conncimiento intelectuak: por una parte un eonocimiento discursive al ‘ual la Edad Media ha dado el nombre de ratio y por otra parte, un conocimiento contemplative, abierwa la recepeidn de un objeto ofrecido gratuitamente: et intellects, eapaz dle un simplex tuitus.de esa sencilla mirada eeeeptiva de lo real, El onocimiento humano es una resultante de la ratio y del intellecear eada un de los dos modos tiene su momento especifico en el acto filosdti- co, que a0 se reduce Gnicamente a un conocimiento eritico y discursivo, sina que su corse: ¢s ‘una actitud de silencio y de eseucha contemplativa de la rotalidad de lo real que se ofrece a ote fects, Pieper no cesa de destacar la valid. de este conocimiento intuitive, es decir de lx aprchen sin no discutsiva de una cosa en Ia realidad conceeta, como elemento constitutive. en verdad el ins importante del acto filosdtico, elemento que es del orden de una metafisica del Jon. Se siti, teste respecto, en la linea de pensamiento de Bergson —aunque la concepeidn pieperians de lo intuicidn no sea antitracional-— de Preywara, Blondel y de Guardini, quienes sostienen que sls la conjuncién del eonocimienco ineuitiv y del acercamiento racional puede permitis conocer p= rnamente lo zeal La esenecia del pensamiento, de la filosofia, no reside tnicamente en el hecho de estar en tensidin intelectual, de trabajar discursivamente sobre un problema dererminado, porque cl pensimiento filossfico extS presente st donde la realidad se muestra ta cual es, develindose xratuitamente la ineligencia que [a recibe en e silencio eomo un don. Newnan, quien distingse entre el saber iil y el saber liberal, precisa que se trata en el caso de este iltimo de una silumina ‘inn de una sdisponibilidad (The Idea of or University V 6, Clarendon Press, Ostord, 197, 103-104) ° B. RONZE, Lhomme de quantité, Gallimard, Patis 1977, p. 34 “Ver PLATON, Teetetol74ab, Cir. PIEPER, El acadénico, ef fencionario y el sfista, pp. 205ss. © PLATON, Gorgias 485b- 486 358 BERNARD SCHUMACHER caricter de algo que sirve a otra cosa, el caricter de “esclavitud”. Mediante esta fic- cid, el trabajo como produccién de bienes carece de sentido en sf mismo [...] su- cede exactamente lo opuesto a una “liberacién”, a una “elevacién”, a una “rehabi- litacién” del hombre que trabaja. Sucede precisamente lo que cotidianamente re~ presenta la inhumanidad del mundo totalitario del trabajo: acontece el encader miento definitivo del hombre al proceso del trabajo, prectsamente la proletariza- cién de todos»™. El fil6sofo de Miinster quiere wdesproletarizar» al hombre mediante la defensa de las actividades que leven su fin y su sentido en ellas mismas. Rechaza considerar al ser humano como un funcionario, una simple miquina que debe producit un rendi- siento preciso y que se tira después de usar, porque este ser tiene su fin en sf misino y debe ser amado por si mismo: #El ocio no encuentra su justifieaci6n en el hecho de que el “funcionario” actie en la medida de lo posible sin tropiezos y sin fallas, sino en el hecho de que el funcionario contine siendo hombre (Newman diria que contintie siendo gentle- rma), lo cual quiere que no se circunseribs al limitado medio ambiente de la con- creta funcién de su trabajo, sino que sea capaz de abarcar con su mirada el mundo como una totalidad, realizandose, por tanto, a sf mismo como un ser implantada en el todo del ente»™. Frente a la supervaloracién del trabajo que se manifiesta en tres dominios (el de Inactividad en general, el del esfuerzo y a dificultad, el de la actividad social), Pieper desea salvaguardar en el seno del mundo del trabajo una dimensién metafisiea del set y del do que se exterioriza mediante la fiesta Ia poesia, el arte, el ocio y el acto con- templativo sin valor estrictamente utilitario, pero que constituye un bastién inex- pugnable donde el hombre se encuentra en toda su dignidad de persona. El verdade. ro ocio ttasciende el hacer, el tener mareeliano; por él el hombre puede descansar plenamente en el ser, donde contempla lo real, dejindose penetrar pasivamente, El ocio se earacteriza por una actitud, intrinseca al alma humana, de inactividad, de re- oso, de bienestar, de auseneia de esfuerzo, de don, de abandono confiado de si mis- mo, de esta inmersin contemplativa en el seno del ser y de lo real. Es esencialmente una actitud de contemplacién silenciosa, amorosa y festiva de la realidad. Pertenece -esa categoria de actividades, por lo demas vitales para una existencia humana armo- niosa, que poseen su fin y su sentido en sf mismas. A partir del momento en que son un fin en si, cesan ipso facto de existir. El problema de la relacién entre el trabajo y el ocio arraiga en una concepeién inetafisica de la realidad y del hombre: Ia primacia de la contemplatio en relacién con lh praxis ‘Presi un extremo dela cadena se alla el hombre dela vida préticacorrente, que s6lo de hecho adopta una posicién con respecto a todo Lo teorético; en el otro ex- tremo, el hombre pragmético, dedicado exclusivamente a la préctica del ejercicio del poder, agtesivamente refractario a todo conocomiento “indril”, para quien una ™ J. Preven, «Arbeit, Freizeit, Musses, en Weistum, Dichtung, Sakrament. Aufiatze und Not zens Késel, Miinchen 1954, pp. 201-212 y 206-207. Ver tambien Ocio y cuto, pp. 60s, J PLEPER, Ocia y eulto, p. 50. {LASILOSOFIA COMO AMOR DEL SABER O SABER EFECTIVO? 359 Filosoffa, por ejemplo, que no se puede “movilizar” como para la accién politica solo merece al més solemne desprecion™ El acto filosofico esti, segiin la teadicién de los grandes fil6sofos, esencialmente impregnado de theoria, de don y de asombro, abierto a la totalidad de lo real y libre en relaciém a toda praxis, a toda instancia que deseara ponerla a su servicio para un fin utilitario. Se desarrolla en un marco donde los intereses privados, colectivos, po: liticos, ideolégicos o econémicos estin suspendidos. La filosofia no es un conoei~ miento de funcionatio, sino, como bien lo ha hecho evidente Newman, de gent nian, Pieper subraya que el asombro existencial (1) rompe el aburguesamiento del pensamiento que se detiene frente a la realidad inmediata, tomndola por sltima y tno percibiendo ya el mundo de las esencias y el sentido diltimo de las cosas que en- cuentra, y (2) puede expresarse por una vuelta a poner en cuestién total o parcial nuestra comprensién del mundo, de nuestro lugar en ély de la significacion de nues- tra vida, Esta conmocién antiburguesa puede ser ocasionada de muchos modos, pero de una manera totalmente especial por la muerte y el eros, cuya banalizacidn contti« buye a encerrar atin mais a fa persona en el dominio del mundo de la utilidad y del trabajo, de la Unrwelt (mundo circundante). El asombro implica ln pérdida de una determinada certeza (la dda), un desarraigo que hace posible no obstante uit artai- go mis profundo. Expresa una nueva toma de conciencia del mundo que aparece sii- bitamente més profundo y més amplio que el marco hasta entonees familiar de la vi- da cotidiana; al mismo tiempo permite darse cuenta de que el ser es en si incompre= hensible. 1a filosofia se diferencia entonces de la ciencia por su apertura a la totalidad del set st libertad en relacién a la razén practica, entendida en el sentido de la utilidad y del rendimiento, su silencio frente a lo real que ella escucha y de lo cual se deja im- pregnar, su esperanza continua que jamés es saciada y que expresa adecuadamente el estatuto antropoldgico y ontol6gico del ser humano en camino, por su arraigo en el centro de la persona, sti rumiar continuo de los mismos problemas y, por asi decirlo, su inmovilismo en la marcha del progreso del conocimiento humano. Puede apren- der dos cosas de la ciencia, Por una parte, el filésofo debe intentar expresar ls natu taleza del objeto analizado hasta donde sea posible con un lenguaje claro y, por otra parte, debe ira la escuela de la ciencia en cuanto a la toma en consideracidn de In ex- periencia, Aungue ésta se realiza en primer lugar por la percepcion de los sentidos, existen sin embargo otras fuentes de experiencia que pueden reducirse al espiritu de In cantidad, El término experiencia debe entenderse mas ampliamente, Jo cual implica su desdogmatizacién®, |. Preven, Defensa dela filosofia, pp. 23-24. Ver Der Mensch obne Wahrheitsverhilesisy, et Tuition ale Hevausforderung. Aufsatze und Reden, Kisel, Miinchen 1963, pp. 256-268 y 261 © Che J. H. NEWMAN, The Idea of at University, V5, p. 103. Véase también ln célebre detin. cidin de gentleman V 8,10, pp. 1085s. © Cfe J. PIEPER, «Philosophie heuter, pp. 242ss. ID., Defensa de la flasofia, pp. 121s. Hegel (Fevomenologia del esprit, p. 519) dice que «debe decirse, por esta rizon, que nada es said que 1 esté en ln experiencia o, como también se expresa esto, que no sea presente como verdad sen rida, como lo eterno interiormente revelado, como lo sagrado en que se cree, de eualyuier ote 00 BEaNAKD SexUMACIIER 2. LaTEOLOGIA La teologia, como acto de pensamiento, presupone un Dios que habla al hombre, tun cheios logos", que lleva un mensaje euyo contenido no podria ser conocida a par- tir de un anilisis del mundo. No puede concebirse una teologia sino en la medida en que hay una Revelacién, un mensaje de un autor a un oyente —se vuelve a encontrar gui el ex akods de Plan" asi como el a ilisis fenomenoldgico que hace Pieper de las nociones de tradicién y de transmis n—, oyente que es llamado no solamente a escuchar el mensaje en cuestién, que se le debe transmitir de un modo comprensi- ble, sino también a aceptarlo, a ereerlo, La teologia es wel esfuerzo de una interpre- tacidn de la revelacién por el creyente y para el creyente; es Ia bisqueda de una res- puesta a la pregunta sobre qué quiere decir la palabra de Dios que se vuelve com prensible en los documentos de la revelacién»", Busca ordenar los datos que tae consigo ln tradicién, para interpretarlos de manera critica segiin normas precisas ¢ intrinsecas que le son propias, para compararlos entre si y para extraer de ellos su verdadero significado, Esta empresa humana que es la teologia, que comporta In po- sibilidad de degeneracién y' Ia necesidad continua de correecién, puede por otra par we acompa arse de la ttadicién como doctrina sacra, segiin la cual el autor de la Re- acién ha inspirado él mismo a interpretacién del tedlogo". Pieper no teduce sin embargo la nocién de Revelacion, y por tanto la de teolo; bv inica dimensién del Cristianismo (sunque aclara que constivuye la «siniea wolo- aia auténticas*” que se puede encontrar en el ambito del pensamiento europeo oc~ cidental, cuya concepeién de la realidad est marcada por una referencia intrinseea, snodo como se digar. Para Whitchead (Adventures of Ideas, The Macmillan Company, New York 1961, pp. 290-291), «todas las experiencias que se pueden tenet, ebria 0 sobrio, so pierto, la experiencia en la que se tie Fieniaingeleetual y la experiencia fisie doo des- sonciencia de sty en las que se anda descuidadlo, la expe~ la experiencia rligiosa y In del escéptico, la experiencia dle laangustiay de ln despreocupacién, la experiencia anticipatoria y la experiencia retrospect, lnexperivncin feliz y la experiencia dolorosa, aquella en que domina la emocidn y aqueélla en la qu se vontiene, la experiencia a la lz y la experiencia en la oscuridad, la experiencia normal y la ex petiencia anormal, ninguna debe omitirse. Ver J. PIEDER, «Que quiere decir "Dios habla"? Consideraciones previas a una discusigin te- ologicas, en La fe ante el reto de la cultura contempordnea, pp. 115-143. “Ser PIEPER, Sobre los mitosplatdnicas, Herder, Barcelona 1984, TD.. Sobre el concept ce tnuliciine, en Creaturidad y enudiiin. Oberlferung, Begriff und Ansprach, Késcl, Miinchen 1970, 1b, Gittliher Welnsinn. Eine Platon-Interpretation, Schwabenverlag, Ostfildern bei Stuutgart 1989, Ip, eSubre la fe. Un tratado filossificos, en Las virtudes fimdamentales, Rip, Madd Bo: ori [YSS, pp. 301-366. ‘|, PIEPER, «Das Verhaltnis von Philosophie und Theologie nach Thomas von Aquin"s, pp. 2. Vor Elfin el tiempo, pp. 26s y 44; «Theologie - philosophisch bettachtet» pp, 1853s. «Phi losophic heute, p. 245: y Definsn del ilosofa,p. 127. Ver id., “Theologie und Pseudo-Theologie” en Buckstabier-Ubungen, 31-34, 315s. "Das \eshilenis von Philosophie und Theologie nach Thomas von Aquin”, 88s ©), PIEPER, Elfin del tiempo, pp. 26-27. Vex Defensa dela flosfia,p. 132; ¢Que sigue flo- sofiv?,p-155s. «Ws heisst "Christiches Abendland”?s, en Tradition als Herausfordersn, pp. So- a7y 39, aLa FILOSOFIA COMO AMOR DELSASER O SABER EEECTIVO? 361 positiva o negativa, a la tealogia cristiana), sino que la extiende a toda actitud que se abre a una aceptacién de la realidad por un acto de creencia en un dato revelado que puede también suceder fuera del Cristianismo, como lo subraya repetidas veces To- inés de Aquino: «Mulkis gentifium facta fuit revelation", Contrariamente a la opinion de cierta escuela pata la cual los griegos no han tenido creencia, Platén, por ejemplo, ve en el mito una revelacién santa proveniente de una fuente divina a la cual él otor- ga su creencia manteniéndose plenamente filésofo; es una revelacién transmitida por los antigitos, Busea descifrar el mensaje encerrado en el mito, y esta empresa es del orden de la teologta. Pieper cita en este contexto la posibilidad de una Revelacisn primera”, nocién aceptada por ciertos Padres y algunos pensadores modernos, co- mo por ejemplo Newman, J. A. Mahler y M. J. Scheeben. Serfa anterior al acto fi- losdtico y comprenderia una interpretacién del mundo que coneierne a su rotalidad yy que seria transmitida por la tradicién bajo la forma de historias 0 de enscianz Para Pieper, la teologia se esfuerza por interpretar el contenido de un mensaje que el sujeto tiene por verdadero, al cual acuerda su creencia y que es transmitido por una tradicién proveniente de un oft decir al Otro para los judios y los cristianos, a los antiguos para Platén: ambos admiten que son destinatarios de una palabra divin * Suun, theol W-I q, 2 a. 7 ad 3um, Vor fn If Sent. dist. 25 q.2.a.2.qla. 2a ad 3um; De ve nit-g. 18a. Had Sum, * Al comienza de la historia huma § el hecho de una conmunieacién divina propiamente dicha dicigida al hombre, Lo que en ela se eransmitia ha entrado en la tradcisn sagrada de todos Jos pueblos, es decir, en sus mitos y en ellos se ha conservado y ests presente —de manera segura, aunque desfigurado, exagerado y con mucha frecuencia convirtigndose en algo casi irveconoei- blo—. fsa verdad indestructible de ls tadicién mitiea procede segiin ello del mismo Lagos que se hizo hombre en Cristo; sélo Ia luz de ese Logos, que ha entrado en la historia humana, have posi= bble algo que necesariamente superaba las fuerzas del pensamiento prectistiano, 2 saber: ha clara separaeidin entre lo verdadero y lo falso dentro del estado real de cosas de la tradicidn, asi com ef discernimiento del “mio verdadero" de entre la ganga de lo Secunda e incongruent (Pi ik, Sobre los mitosplatdnicas, pp. 74-75). Ver también éQué significa flosofir?, pp. 149s ‘8 Cfe J. PLEDER, Sobre el concepto de teadieidny,p. 43. Ver también la respuesta de Pieper a las objeciones de J. Moltmann (Teologéa de la experanza, Sigueme, Salamanca 1969, pp. 383s.) 0 sefycucn sin punto de partida y esperanaa sin fondamento?s, en La fe ante of reto de La enna con Temporairea, pp. 150-164 y 158ss.; Ubertefering, pp. Sissi Qué significa flazofar?, pp. 149s. ® salbce que pertenece al sentide esttieto del quehacerfiloséfien del que filosofa,ineluir en su r= flexidn eal informacion sobre el mundo y la existencia. Sefslesela con el nomsbre de revelacté, iradividn sagrada, fe, teologfa. Como he dicho, a l pregunta de si puede hacerlo o si debe hacerlo respondo con un enérgjco *S1*, Pero en qué pienso cuando digo “revelacion"? Pienso en lo orig patio, eve acto incomprensible de transmisién, en el eual una palabra de Dios, en “theios logos" is tmbién una expresion platdnica— se hace perceptible. Es lo que Plat6n llama el "descendli- mriento” de un mensaje divino por un Prometeo desconocido. Tradicién sagrada: eon ello me re freraal proceso de transmisicin oeutrido através de las sucesivas generaciones, por cleus esta re- velaidn oeurida una vez se mantiene presente histéricamente, Pe: con ello pienso en el acto per Nonal de asentimiento, por el cual se acepta como verdad, en razcin de sw origen, esta palabea de Dios que ha legada a nuesttos oidos de tal manera, ¥ con teologia me refiero a intento de inter pretar la informacién aceptada como verdad en la fe s cn ell (J, PEPER, «Philosophie heures, p. 245), sin Jo que verdaderamente se quiere devi 362 BERNARD SeHUMACIIER 3, RELACION ENTRELA FILOSOFIA Y LATEOLOGIA Luego de haber definido las nociones de filosofia y de teologia, podré ahora a. boudar lx naturaleza de su relacién, que constituye, para Pieper, el »problema mie di ficileY. Me preguntaré, en primer lugar, sies legitimo integrar en el seno de la refle. ‘ion filos6fica informaciones sobre el mundo y Ia existencia que no se pueden pro- bar ni empiticamente ni por la razén sola, sino que provienen de una tradicién, de us na creencia, de una teologia. el fil6sofo reflexiona, por ejemplo, sobre el amor, deber tomar en considera: tee lg ¥ mythos. Lejos de hacer una neta separacion entre estos dov sodas te ponsit a cotaidad de lo real, integra la eadicién de los mitos como un elemento del eenairo filoséfica, ciertanyente como su acto sumo. Cuando wn debate aleanza el IF sary de sus posiiidades, Plnt6n recurre (por ejemplo, en el Gorgias o en el Puliticn) Toma argitmento dltimo y decisivo a un mito escatolégico, mito que tiene pos ver adoro, Frutger precisa en Les maythes de Platon que en el instante en que ls dislést- see calrenta con algan misterio insoluble, Platén eprefiere ala negaci6n o al escep- Gdaino le opei6n audaz por una creencin, ciertamente indemostrable, pero just rare bsg por su eficacia mol y su fecundidad pragmatica, Bl filsofo de bs Gonclas Ayana dice que en su opinion ea filosofia puede, y debe, alimentarss del sieve come debe tener en cuenta ala técnica”, y Dror. precisa en Les nythes pawn ciens que Platén no eli tre fdgos y mytbos, porque esabe o sicnte bien su. necest- % f Piewen £l fn del eenupa, pp. 26-27 see phn Sobre fr mito platnics: lor ic Wahrheit der plavonisehen Nowhere omsivah Gerhard Kroger rom 60, Geburtstag, Klstermann, Feankfirt amy Main 10% tp oe ere eens ¢Qued signin ffoofer?, pp. (51 y 153s; -Cber den Philosophie Te 2a pagan, cn Aree eich fi Forschung des Lanes Nordbeln West #55, Wesudeutscher Verlag, Kiln und Opladen 1955, pp. 19°33 y 23s, D FAUTIGRR, Les mythes de Platon, Alean, Paris 1930, p. 224, Ver WEF OvCO edt Ris, Stutegart 1962, pp- 268. G. KRUGER, Hinsidht nd Leidenschafi, Das Wesos fen snnehon Donkens, Klosterman, Frankfurt am Min 1992 1" AGA, Philosophie. Science. Métaphysigne, p14 Bt BrkARD SCHUMACHER a coniplemeneariedad™, Todo acto filoséfico extrac sti impulso de una interpreta- cin del sentido del mundo aceptado sin critica en un primer momento, afirmacion que se ve confirmada no sélo en el pensamiento de Platén, sino también en la filoso- fin de uno de los pensadores que han marcado fuertemente el debate intelectual del siglo XX: Sartre. Su filosoffa, que es ante todo una ontologia de Ia libertad, no tiene otro fin que extraer claramente «todas las consecuencias de una posicidn atea coh. Su punto de partida es la aceptacién a priori de la no existencia de Dios, es dlecir que su filosofia se apoya también sobre una teologia, mis bien sabre wns pscudoteologia, La filosofia sartriana no se encierra en una actitud de «sofista aca- é para el cual el ideal de la ciencia filosSfica es Ia neutralidad absoluta y re- fin de saber si el andlisisfilosdfico heideggeriano es realmente nostro vn tehelin a toda concepeiin del mundo o si, porel contrario, como dejan entendes ar cticos posteriores a Ser y Tiempo, su pensamiento est sostenido por una Welham eaitea, 2No se podria encontrar all tambign una suerte de teologia jamanente? NL Heideggeecontnda: «Lo que en ésta se pregunta propiamente, para fa fees una necedad nests needa consist la filosofia, Una «filosoia eristianas es un hierro de madera yun many = No abordaré aqui fae a BERNARD SeHUMAGHER El pasaie de la filosofia a I teologia ests marcado por un salto existencial plica el abandono de un estado existencial por otro. No hay lugar paral creeneia en cl pensamiento, y alli donde el sujeto se encuentra en relacién con la revelacion, el pensimiento se detiene, «La incondicionalidad de la fe y la cuestionabilidad del pon sat, empero, son dos Ambitos abismalmente diferentes”. Heidegger excluye asi no solamente la existencia de una tealog que tomaria en consideracién los dacos pre: filoséficos para ayudarla a elaborar su discurso, su reflexi6n, sino tambien ln de una filosofia cristiana que describe como un «circulo euadrado y un malentendidon” ny ion que wsobrepasa en absurdidad la cuadratura del citculo»” En un curso dado en Freiburg im Breisgau en el semestre de verano de 1921, que lleva como ti, tulo Sunt Agustin y ef neoplatonismo, retoma por su cuenta la oposicidn luterans entre hfe y larazén. En el espiritu de tensidn entre la tradicin metafisiea geiewa y la cle I experiencia eristiana of sosteniendo el conoe’ I, se niega a interpretar el pasaje de Romanos 1,20 como iennto de Dios por la razén natural; al hacerlo se retiere a las famosas tesis luteranas de la Disputa de Heidelberg de 1518, asi como a I Cuvintion 1.20: texto segtin el cual Dios ha califieado de locura a la sabidurfa del mundo. Cita ‘nuevamente este pasaje en la introduccisn de Qué es metafisica? (1949) identifican- do la sabiduria del mundo con la filosofia: «éSe decidité la teologia cristiana por fin a tomar en serio la palabra del Apéstol y, en conseculencia, a considerar la filosofia co- mo una loeura?y", No emprenderé un anilisis detallado, presentado en Ser y tiempo y en la conferencia de Heidegger «Fenomenologia y teologia entre las ciencias dnticas, por ui del tipo de relacién parte, de las cuales forman parte la fisiea, ls 1 yo objeto o el Positum es el ente particular en el seno de una regién ontolégica determinada y que en algin sentido ya esti develido antes de que la ciencia en cuestién venga a develarlo, es decir que esta cientia pro longs la actitud pre-cientifica que ya existia frente al ente— y, por otra parte, una ciencix ontoldgica, la filosolia, que carece de presupuestos y que, a partir del ente, dix tige su mirada hacia el ser; su objeto es entonces el ser, el fundamento de los entes, ln condicidn a priori de su posibilidad, sin idemtficarse no obstante con In eseneia del ente (Seiendheit). El ser no aparece como tal en el mundo, pero determina lo que mniticas, asi como la teologia —< tendo, Ciertamente existe uns elaboracién intelectual ¢ interrogativa del mando experimentado como cristiano, es deci, de la fe, Pero esto es teologia. Sélo aquellas épocas que y ‘mente en la verdadera grandeva de la tarea de la teologia son las que fomentan Ia opinisn perni= atractiva 0 ser sustiuida y convertida en mis apete~ ‘ble para las necesidades del momento gracias a una supuesta restauracign eon sofia, Pavala fe eristiana originara, la filosofia es una necedad, Filosofae significa preyuntar: "por qué es el ente y no mis bien la nada?®, Preguatar realmente este por que signifies: atreverse a sotary a aravesar interrogando lo inagotable de esta pregunta por medio del desvelamiento de quel que esta pregunta exige preguntar Alli donde algo semejante acontece, esté presente la fie losofian (iurroduccisn a la metafisica, pp. 16-17}. M. HEIDEGGER, ¢Qué significa pensar?, Nova, Buenos Aires 1972, p. 171 M, HEIDEGGER, /ntroduccién ala metafisica, p.17.Cfr, 1D., «Phinamenologie und Theolo. ica eo Wepmarken (Gesamtausgabe, «1X, p. 66). + ML, PIrIDEGGER, Nietesche, Neske, Pfullingen 1961, 1, p. 132. Véase «1 p. 4 ” M. HEIDEGGER, Einleitung zu Was ist Meuaphysilt, on Waymarks, p. 379. ciosa de que uns teolagts pueda hacerse ms ALA FILOSDFIA COMO AMOR DEC SHER O SABER FFECTIVO? 309 aparece. Me limitaré a hacer resaltar el resultado al cual llega Heidegger: Ia filosofia tiene una funci6n de co-rreccién del contenido éntico, es decir pre-eristiano, de los conceptos teolégicos fundamentales. Esta co-rrecién no es més que una indicacidn formal que devuelve al concepto teoldgico a su develamiento especifico y originaro. La filosofia no maneja a su antojo a fa teologia, que es aut6noma en sf misma en cuanto a su modo de sery a su contenido, hechos posible por ha fe, Ia cual cumple u na funcidn de direceién, La ceologia adquiere asi un lugar especial entre las ciencins positivas, en la medida en que su dominio escapa a kr ontologia fundamental. Los conceptos ontolégicos no implican ninguna dircecién o remisién a su posible em- pleo por la teologia, La filosofia no puede pretender tener el papel de co-rrevcisn frente a la teologia vista como ciencia mis que en la medida en que ella hace uso de conceptos ateos, no-teoldgicos, pre-cristianos disueltos y que toman una nueva aistencia, sin rechazar y rene no obstante de ln antetior. Sin embargo, es necesi~ rio precisar en seguida que esta funcién de co-rreceién no pertenece a In naturale del acto filoséfico, que es en si libre y plenamente auténomo, sino que es requerido por la cientificidad de la teologia. Esta distincién permite a nuestro filésofo alemin ‘mantener al mismo tiempo el combate a muerte que se dan la filosofia y In teoloxa al nivel existencial y su posible comunidad al nivel de la ciencia [oJ ls fe en su niicleo mas intimo, en tanto que es una posibilidad existencial es- pecilica, sigue siendo el enemigo mortal cara a cara de la forma existencial que per- tenece esencialmente a la filosofia y que es de hecho extremadamente eambiance (...] Esta oposietén evistencial entre la fe y Ia libre disposicién de todo el ser-alni, aque ya existe antes dela teologia y dela filosofia y que no es primeramente pore Ils en tanto que ciencias, esta oposicidn debe precisamente implica la posible co numidad dela veologia y dela filosofia como cienciasy Heidegger establece uni distincién demasiado radical entre las dos verdades que fopone una a otra: tna conforme a la revelacién y objeto de la fe —Ia verdad del ere~ yente y para el creyente-—y otra atea, libre de toda revelacién —la verdad del fl6- sofo, del no creyente—, el ser develado como tal. Ademis del hecho de que Ia tra dicidn filoséfica y teoldgica occidental postula Ia existencia de una sola y misma biduria-verdad que los sujetos busean conocer con la ayuda de sus instrumentos es- pecificos, no se reduce a la caracteristica de co-rreccién del dato de la fe, sino que constituye un elemento esencial de la teologta cientifica. Ciertamente ella se refiere «ila revelacién que le es conocida por la fe y ka fe solamente (se podria aun hablar 3- qui de un salto existencial), pero también a la razén, de la cual se vale para chrificar profundizar, eiertamente pata corregir sus conceptos. La reflexién teoldgica no es w= ha restitucién 0 una repeticién de bellas palabras, de frases salidas de una fe eclesial No seria sino una ciencia histérica 0 una propaganda de la fe que podria transfor marse notablemente en un autotitarismo riguroso, en verdad a veces demagégico. Al contrario, apunta a saber pot medio de una reflexién racional lo que significa Dios, gue pertenece al dominio de lo desconocido y de lo misterioso. En este camino de descubrimiento, la razén ocupa un lugar irreemplazable, sin cumplir, no obstante, Io * ML. HEIDEGGER, sPhinomenologie und Theologien p. 66. TT 370 BERNARD SCHUMACHER funcidn de fundamento de la revelacién, que le escapa por su propia esencia, de mo= do que la revelacién no puede ser reducida a la razén pura. Esta ayuda indispensable que la filosofia aporta a la teologia de ningtin modo implica que la primera dependa de a segunda. Bien al contrario, la filosofia permanece esencialmente auténoma y lis bre de modo pleno, relacionéndose en calidad de «socia»” (Partenariat) —término que prefiero al de «sirvienta»— con la tealogia, y esto es asi en la medida en que lis dos ciencias buscan eaptar bajo todos sus aspectos posibles el fundamento tiltimo de 1h totalidad del mundo y del hombre. Heidegger no capta sin embargo el corazén del acto de creencia, que se caracteri= zaen verdad por un saber, pero que petmanece no obstante incierto ¢ inaferrable. El acto filoséfico que se refiere a la informacién pre-filosfica y procede a partir de da- tos seguros no posee una respuesta definitiva: no tiene soluciones claras y distiness, continga penetrada de asombro y no cesa de interrogat, Va acompafiado siempre de tun cierto no-conocimiento. Se enfrenta constantemente con el misterio. Ademis, la pregunta filos6fica del por qué del ser es atizada y adquiere un nuevo impulso cuan- do considera los datos de la Revelacién, de la fe. Pieper estima significativo el recha- z0 metodolégico a tomar en consideracién en la reflexién filosofica la informacién pre-filoséfica, los datos de creencia, sean positives 0 negativos, asi como el rechaz0 heideggeriano sistematico de toda posibilidad de respuesta en el marco de una refle- xidn filoséfica, puesto que esta respuesta atentaria contra el carfeter de cuestiona- mniento propio del acto filos6fico (el filésofo aleman parece sostener Ia primacia de lh pureza metodolégica del acto filoséfico en relacién a la respuesta que exige la pre~ unta filoséfica). Este rechazo expresa, en efecto, a los ojos de Pieper, una negacién de la esencia misma del acto filoséfico tal como lo han comptendido y vivido los grandes testigos de la filosofia occidental, menos atados a una disciplina académica bien definida que a la biisqueda de una respuesta, aunque fuese fragmentaria 0 veni- da patte: , «Siempre que se rechaza el retorno a la teologia, se experimenta una destruccién real del earscterfilos6fico del planteamiento} cesa simple y Hanamente la invest gacién que apunta a la rafz de las cosas y, al contentarse con lo puramente objeti vo, cesa de tener una importancia humana”, ” J BueveR, Elfin del tiempo, p. 22. Precisa que en todo filosofar vive las cosas discurren de tal modo que de necesidad se supera el eampo “puramente filos6fico™ para pasar al eampo de las afirmaciones, euya esencia no es resultado de un esfuerzo humano epistemologico, sino que se nos pone ante los ojos como algo aceptado o que ha de aceptarse von anterioridad a cualquier ae tividad pensante, Y desde luego lo ma tion que busca bs razones y esices de ls cosas, y en virtad del cual se da ese traspaso de la fromte~ «dela filosof, por una parte, y de fa “teologia” a "fe", la “reveleign®, de la otra. Fso quiere decir que un filosofar que insista en mantenerse "paramente filos6fico”, se hace infel a si mismo y hasta dejarfa de ser filos6fico. Una propriedad de la investigacion filosofica, que viene dada por la misina naturaleza de las cosas, es la de encontrarse en una relacién ya realizada y completa de ‘contrapunto” con la teologia. No existe ninguna cuestién filosdfica, que, se realmente quicte a~ hrondar en el suelo que con ella y en ella misma se abre, no llegue a ls formacidn primiciva de unas alirmaciones ceoldgicas [.] Lo importante de momento es reconocer esa ordenacidn a la tealogia ‘como elemento propio de todo filosofar» (Ibid. pp. 13-14). Al estimar que la autoridad es enemi- especificamente filoséfico es el propio impulso investiga ELA FILOSOFIA COMO AMOR DELSABER 0 SABER EFECTIVO? yt Se puede, es verdad, distinguir los dos actos (el filosdfico y el teolégico) de ma- nera abstracta, pero no es posible hacerlo al hablar de la persona conereta que filoso- fa, Esta «polifonia contrapuntistica»” enriquece a ambas ciencias, permitiendo captar tun poco mejor qué hay de la realidad en su totalidad y en cuanto a su fundamento limo. Por otra parte promueve necesariamente conflictos indelimitables, que a- compafian a todo progreso intelectual y sin los que las dos ciencias se volverian es- tétiles. La educacidn filos6fiea deberia implicar una toma de conciencia de estos de- sacuerdos, rechazando la resignacién y las armonizaciones demasiado rapidas. Pieper sno cesa de repetir que la Filosofia no tiene por fin encontrar respuestas, sino de vol ver mis claro el earicter misterioso de la realidad. No es tan importante elaborar wna formula tedricamente estructurada en la que la fe, el saber y la filosofia recibirian su propia y definitiva funcidn, sino que es supremamente importante, a sus ojos, reali- zar esta apertura fundamental y total, que no excluye nada de cuanto existe y que constituye fa naturaleza del espiritu. Intentando charificar la nocién de filosofia de Platén, Pieper dice que «Filosofar exige la completa imparcialidad de la mirada, que no puede coexistir con feservas de ningutia clase, Cesa de haber filosofia en el mismo instante en que ella se entiende a s{ misina como una disciplina académica. El que filosofa no se caracteriza por el hecho de interesarse por la materia “Filosofia”; a él le interesa la totalidad del mundo y la totalidad de la sabidurfa»”. [A pesar de esta telacién vital entre la filosofia y la teologia, necesaria para su ple- no desartollo, conviene subrayar la clara distincién que subsiste siempre entre el co- nocimiento natural y In fe. No se trata aqui de una amalgama difusa entre estas dos ciencias, que permanecen independientes y libres, recurriendo cada una a su propio nétodo. Su objeto es idéntico desde un wcierto» punto de vista: la totalidad de lo real gue se busca captar en su fundamento Gltimo y bajo todos los aspectos posibles" Los dos saberes estin sometidos a la misma regia, que las diferencia asi de la ciencia, la prohibicién de exeluir ningdn dato sobre el objeto analizado. La teologia se distin- ue de la flosofia, que se ocupa en primer lugar por los entes cognoscibles por la ex- periencia cotidiana, por el hecho de que ditige su mirada hacia el contenido revelado y crefdo de afirmaciones transmitidas por la tradiciOn, spd la filosofia y dela libertad, Jaspers desea él también preservar la autonomia absoluta del acto filoséfico, Pone al hombre ante una eleecién definiciva a la cual nadie puede sustractse sin quedar en una epenumbra indeterminadaw: debe decidirse de una vex por todas esea en favor de In obe~ dieneiay de la renuncia a la independencia, sea en favor dela libertad y de la renuncia al culto y & la Revelacidn (K. JASPERS, Philosophie, Springer, Berlin-Gottigen-Heidelbery 1956, t. ,p. 301) Ver J. Preven, Defensa de la filosofia, pp. 133s: «Philosophie heute, p. 247; Sobre la fe pp. 348, Es nevesari sin embargo, precisar que la posiidn de Jaspers respecto a la relacibn entre Ia file i es ms matizada que la presentada por Pieper pict, Defensa dela filosofia, p. 139. La filosofia no se detiene en un instante determine do para ser relevads por la teologia "J, Prrees, ber den Philosophie-Begsff Patons», p. 23. Fs novesaro, in embargo, especifiear que el objeto propio dela filosofia es el ente en tanso uc ente y que el objeto propio de la tealogia es Dios. sti y a eel wr BeRNAKD SCHUMACHER Aunque en varias ocasiones Pieper ha discutido y aplicado en su discurso filoss- fico la relacién intrinseca entre la filosofia y la teologia, no ha entrado sin embargo al mismo nivel en los debaces, a veces agitados, que suscita la cuestién de la filosotia cristiana, Se ha detenido muy poco en ello de manera directa, prepunténdose mis bien si puede haber una filosofia no eristiana. Refiriéndose a un anilisis meticuloso de los textos de Platén, ast como a la tradicién filoséfica occidental, que sostiene que el acto filoséfico ests por naturaleza orientado a ls teologia —entendida en sen- ido amplio (datos pre-filoséficos)— Pieper se pregunta hacia cules mitas, hacia cules teologias mira la Filosofia post Christum natum. Su respuesta es directa y elara iinicamente hacia la teologia cristiana! No existe una filosofia no cristiana en el seno dc lr cultura occidental luego del nacimiento de Cristos fas diversas revelaciones mi= ticas (Ur Offenbarung de los griegos) han sido reemplazadas por la revelacisn esis- Gana. No existe otra verdadera revelacién que no sea la cristiana. «[...} wna filosolia verchadera y al mismo tiempo viva 0 no se realiza (y es perfectamente posible que tu vigsemos que esperar en vano) 0 si se realiza entonces tiene que haceslo coma wna filosofia eristiana (en el sentido dicho)»". 1a filosofia eristiana no pretende tener soluciones preparadas y absohucamente ciertas, como a veces se le reprocha, sino que se caracteriza por el misterio y sea compatia de asombro. Encarna la esencia misma del acto filoséfico tal como ha sido * |, Pueve, £Qué signifi flosofir?,p. 158. «Si el eoncepto original "filosolia™ per defini sno incluye bs apertura metodoldgicaa la teologi si filosofar quie dlerar uns cosa en el harizonte de la totaldad de lo real y por tanto incroulucir en ¢ a "Din val mundo”; si pbilo-sophia es la amorosa biisqueda de una sabiduria, como exchisivamrente Dios la posee de modo plena (elementos todos éstos que no som slo earacteristicos de la cuncepsivn cristiana de la filosofia sino cambign de la concepcidn antigua plar6nico-avisxotcliv. ean tat Iv la idea de la sabidueta, la diniea que puede ealmar por entera la inquictu del hnmsbre janis dleberia tener necesidad We tna correevién exencial o de una adaptacisn al Spragreso" de las tiem pes qe corren); si nos hemos puesto de acuerdo de este modo sobre el concept rigs hie soli, entonees, en este nuestro mundo occidental, Ia “filosofia crstiana” es be x + earl forma de filosof liv det fiacon es idea de una “filosofia eristiana” by necesitads le defeusa y justficacivn, Porel eantrs rious en extremo dificil, si no imposible, respondera la pregunta de edime poede existir wna fit onsilerado desde el punta de vista plarGnieo-ar Shliavio-cristimut, presuponiendo nuevamente que no se enciende otra e0sa por Filan que {quo que viene estampado baja este nombre, Puesto que es ona realidad de experiencia emp lable por cualquieea, que en nuestro mundo oecidental, fuera dela teoogia cristina. un hay ex shsulato nada andlogo a lo que ha sido para Plata el mito, la “sabidhiria de las esas divin", lcerina de los misterios, I interpretacién del mundo transmitida por los “antiguas”, Pow 9 seria que todo lo que para Pitdgoras-Platén-Aristoteles comtenia fa tradicvin suits de verdad y Ue sabidura ha sida olvidado v perdido o fundida y *superado” en fa tradivkin del wnagisesio cis tian, Zoo queda probad que la filasofia © no puede realizar en absaluro aguella palit ppoistica de la interpretacién del mundo, poseida por la filosofia ckisica de la sea gracias 1 st cercania con el mito, 6 “solamente” puede hacerlo mediante el recurse a la cenlogis criuin tua?e (1b.,atber day Dilemma einer nicht-christicben Philosophies, pp. 304s), Ver «Gibs ev eine hiclischstliche Philasophie?, en Weistum, Dichtong, Sakranent, p. 96: aii « wis cheisiliche Philosophie?» en Westfilische Nachrichten, 44.1953 y «Clorisdliche Philusnp' EL PILOSOFIA COMO AMOR DEL SABER O SNBEK EFECIVO? 373 delinido y vivide a lo largo de toda la tradici6n filos6fiea occidental: por esta orien tacién a lv informacién pre-filoséfica, rompe con la ast llamada “filosofia pura” pars volver a encontrar ef impulso original, esta amorosa biisqueda de la sabiduria que es eenvialmente infinita y abierta al misterio, Tal filosofia no es una solucién facil, es Gecit qu. ne se vuelve por ello mas simple por referirse a datos pre-filos6ficos que sya posectian Lr soluci6n a los problemas, la respuesta, Por ef contrario, ella se abre 2 na nueva dimension, desconocida y misteriosa, que eseapa a una armonizacién si- pevticial y eacional del mundo y del hombre; se inscribe dentro de la falea de cert Gumbre, La verdadera filosoffa esta impregnada por las earacteristicas ontologicas v antropoligicas fnadamentales que Wust ha puesto tan bien en evidencia: la ineertt dumbre y el riesgo" {ua filosofta pieperiana esta mateada por In célebre (Grrmula credo ut irelligant que penetsa ha filosofia oecidental de Platén 9 Aristoreles, de Agustin a‘Tomas dle Age hho, pasando por Anselmo y Newman, Blondel y Maritain, Praywata y Wust, Stein y Marcel, Pieper se opone a un proceso de depuracién, de los datos provenientes de in oedere, empresa que culnina en una filosofia que califica de pseudofilosofia, In cal wlexenera en una simple ideologia politica para fines utilitariose y cuyo dominio ex adlesecado, reducido al estado de estepa y de desiertov". Fi hlownfo de Minster no cree estar pasada de moda, como subraya vou Baltha sin Umidez e} connubio inevitable, siempre existente, de la filosutia ot, constata justamente que Pieper wlevuclve a fu posicisn en la flosotia fo que el sentido comiin nos dice abstinadamente que y la teologiao®. Su amigo, el po deberiamos encontrar en ell: intwicién y sabiduriam. Este weremita cosmopolitan, ‘om algunos le han thmado. no solamente ha elaborado en el curso de su existeness © Clic EWU, incertidvnnbre y riesgo, Rialp, Madrid 1955, 2 tires Elfin le empo. . 56 Cir, pp. Ss, Sin duda a “mypivza” de la ilosoli de los times sexs de wan ordenaeicn 4 una interpretaeidn teolgica del mundo avanard eada ver tis vanncemertemenre, ¥ poco a poco eacrin seguramente victimas de esta liguidacién innuilonice aoe cans fnagaias en razcn de fo estructura del ered we itelGgem. Ante wd el rexuad cle seife care procese seria sencilamente una "Flasolfa no eristians”, ¥ decir de ell que sori vesmu vempar una "uo-filoseis” Je ninguna manera nee parece en seid absurd

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