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TEORÍA
Se ha realizado una gran cantidad de intentos por combinar en un solo índice las
manifestaciones psicológicas de estos intercambios de calor con las mediciones
ambientales. Dichos intentos se han enfocado en el diseño de instrumentos para
simular el cuerpo humano o para visualizar fórmulas y modelos basados en datos
teóricos o empíricos para calcular las tensiones ambientales o los esfuerzos
psicológicos resultantes. En su forma más simple, un índice consiste en el factor
dominante como
El índice de estrés por frío que más se utiliza es el índice del viento frío, que
describe la rapidez de pérdida de calor por radiación y convección en función de
la temperatura ambiente y la velocidad del viento. Por lo general, el índice de
estrés por frío no se utiliza directamente, sino que se convierte a una temperatura
equivalente de viento frío. Ésta es la temperatura ambiente que, en condiciones
de calma, produce el mismo índice de viento frío que la combinación real de la
temperatura del aire y la velocidad del viento (tabla 6.8). Para que el operador
conserve un equilibrio térmico bajo dichas
Condiciones de baja temperatura, debe existir una relación estrecha entre la
actividad física que realiza (producción de calor) y el aislamiento proporcionado
por la ropa de protección (vea la gura 6.14). Aquí, lo representa el aislamiento
necesario para mantener el confort de una persona sentada donde la humedad
relativa sea de 50%, el movimiento del aire sea de 20 pies/min. Y la temperatura
de bulbo seco sea de 70 °F (21.1 °C). Un traje de negocios ligero tiene un
aislamiento térmico equivalente a alrededor de 1 clo. Probablemente, los efectos
más críticos sobre los trabajadores industriales expuestos a condiciones al aire
libre sean la disminución de la sensibilidad táctil y de la destreza manual debida
a la vasodilatación y a un decremento en el flujo de sangre hacia las manos. El
desempeño manual puede reducirse hasta 50% debido a que la temperatura de
la piel en las manos disminuye de 65 a 45 °F (18.3 a 7.2 °C) (Lockhart, Kiess y
Clegg, 1975). Los quemadores auxiliares, los calentadores de manos y los
guantes representan soluciones potenciales al problema. Desafortunadamente,
como se indicó en el capítulo 5, los guantes pueden deteriorar el desempeño
manual y reducir la fuerza de sujeción. Un arreglo que proteja las manos y que
afecte en una proporción mínima el desempeño podría ser el uso de guantes sin
dedos (Riley y Cochran, 1984).
(Elizondo)