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Investigación
Historia de las
fiestas del
Carnaval en Arequipa
Hélard Fuentes
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Derechos Reservados de esta EDICIÓN-2016
© Hélard André Fuentes Pastor
Texao Editores
Calle 27 de noviembre 502 La Libertad, Cerro Colorado Arequipa-Perú
Telf. 958240729
ciudadanocarlosrivera@hotmail.com
Cubierta y diagramación:
José Flores Elguera
Corrección:
Carlos Valenzuela
Ilustraciones de capítulos:
Goyo Menaut
Queda prohibida, sin autorización de los titulares del Copyright, bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproducción total y o parcial de esta obra por cualquier
medio o procedimiento.
PRESENTACIÓN
Jorge Bedregal La Vera
PRÓLOGO
Eusebio Quiroz Paz Soldán
INTRODUCCIÓN
Hélard Fuentes Pastor
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CONCLUSIONES............................................................................................. 235
ANEXOS
Poemas al carnaval
Letra del Carnaval Arequipeño
BIBLIOGRAFÍA
PRESENTACIÓN
La frase, conocida y repetida por todos los historiadores del orbe: «Nada de lo
humano me es ajeno», es una suerte de ideario y declaratoria de principios de todos
aquellos que hemos elegido a la Historia como nuestra profesión y pasión.
Sin embargo, este principio no siempre guió la actividad investigativa de los his-
toriadores. Presos por un positivismo denso y universalizante, los historiadores, es-
pecialmente aquellos tocados por la influencia marxista, se constriñeron a un campo
específico de investigación, a un cúmulo determinado de fuentes y con una retórica
definida por la ideología marxista.
Así, los historiadores hurgaron en el pasado que había dejado documentos es-
critos, investigando los recovecos de las relaciones económicas de los seres humanos
y proponiendo una especie de base para una revolución que, indefectiblemente, tenía
que llegar.
A partir de los años sesenta del siglo pasado aparecieron investigadores que poco a
poco se fueron percatando de la gran cantera de información que no se había tocado y
que estaba prácticamente esperando que los especialistas se animen a tomarlas en serio.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Por otro lado, Arequipa es, indudablemente, una parte importante de ese con-
cierto nacional. Su Historia también ha pasado por esos avatares de la Historiografía
nacional y hubo quien cantó pasados gloriosos y presentes casi separatistas. Arequipa
se dibujó como un lugar lejos de la lógica nacional, más bien como un producto legí-
timo e hidalgo de una conquista heroica. Una ciudad enmarcada en un paisaje esplén-
dido, en un valle fértil; poblado de gentes de bien, civilizados, autocontrolados, fieles
católicos, blancos, cultos, respetuosos de las leyes, decentes y honrados. Esta pintura
se refleja en la famosa frase de Víctor Andrés Belaúnde: «En Arequipa todos somos
hidalgos como el rey... Dineros menos».
Ahora convoca su interés una parte muchas veces obviada por nuestra tradición
historiográfica mistiana: los carnavales. Fuentes toma esta parte de nuestra realidad
cotidiana desde el pasado y no solo se detiene en los aspectos tradicionales o en los
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
lugares comunes de estas prácticas sociales lúdicas, sino que la encuadra en una His-
toria Cultural de ágil lectura y apasionante despliegue de información.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Las coplas del carnaval que compiló Benigno Ballón Farfán identifican con su alegre
melodía la fiesta del Rey Momo en Arequipa. No olvidemos que el genial músico recogió
la tradición del baile con aire de pampeña, que no es el huayño andino, sino la danza de
los indígenas de La Pampa o Miraflores y que tiene un carácter mestizo, pues son occi-
dentales los instrumentos y las formas de las coplas, el contenido, es local indígena.
Hélard André Fuentes Pastor ha escrito un libro que presenta la historia de las fiestas
del Carnaval en Arequipa, y redacto estas páginas para que las incluya como un Prólogo en
su publicación, con la satisfacción que siente un antiguo profesor de Historia en la Univer-
sidad Nacional de San Agustín, al leer lo que un exalumno de esa Escuela ha investigado.
En todo caso, la fiesta de Carnaval con su aire de libertad absoluta y sus disfraces
que ocultan a las personas de los excesos que cometen, han llegado a América, al terri-
torio andino y a Arequipa como un elemento cultural occidental que se unió con las
expresiones de los pueblos del antiguo Perú.
La teoría cumple así una gran función en este trabajo, ya que tanto la historia
cultural como la antropología aportan conceptos e ideas que permiten establecer la
respuesta a la gran cuestión: ¿Qué es el carnaval?
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Otro aspecto fundamental es el de las fuentes históricas de este libro. Repito siempre
a H. I. Marrou cuando afirma que «no hay historia sin documentos»(Marrou, 1968:
53); entiende por ello testimonios, vestigios, del pasado de los que el historiador obtiene
información. A partir del enfoque teórico, tengo la impresión que la fuente principal
consultada por el autor son los diarios arequipeños: Noticias, El Pueblo, El Deber; sobre
todo el primero, que le permite reconstruir cronológicamente los programas municipales
del Carnaval, desde 1923 en que se estableció como una diversión pública, organizada
y reglamentada por el Concejo Provincial de Arequipa, a través de una Comisión, cuyos
criterios para cumplir su cometido son dignos de considerar.
Con el debido respeto, expresé al autor que estaban ausentes en sus fuentes: Flo-
ra Tristán, quien visitó Arequipa en 1835 y expresó su testimonio en su libro clásico:
Peregrinaciones de una paria (Tristán, 2005: 165), así como el sacerdote católico José
María Blanco, secretario del presidente Orbegoso, en su viaje al sur del Perú en 1835
y cuyo documento está en el Fondo Denegri del Instituto Riva Agüero en Lima. La
parte del Carnaval la publiqué en 1980 (Quiroz, 1988: 83).
Lo importante no son solo las referencias a las antiguas fuentes, sino la de in-
formarse en su contenido de las costumbres en las fiestas de Carnaval. Hubiera sido
útil buscar información acerca de costumbres relacionadas con el Carnaval que han
subsistido hasta la actualidad; por ejemplo, la de convidar a los vecinos sendas jarras
de chica «dulce» o de frutas. También se solía preparar platos típicos de la gastrono-
mía arequipeña, que servidos en la mesa familiar eran compartidos libremente por
quienes visitaban la casa para jugar con agua, hasta el mediodía o por la tarde. Los
visitantes, generalmente amigos de la casa, eran agasajados con almuerzo o con me-
rienda, luego del juego del Carnaval.
Para un análisis histórico es útil recordar que la casa, símbolo de privacidad fa-
miliar, era abierta en los días de Carnaval, tanto de día para el juego, como de noche
para el baile con disfraces, en cuyo caso el representante de un grupo de disfrazados
se descubría el rostro y garantizaba el buen comportamiento de los agrupados en su
comparsa o «pandilla», lo que alude a grupo. Es importante anotar que el disfraz es
de origen occidental y europeo, siendo más conocidos los de Pierrot y Colombina.
Con el paso del tiempo se comenzó una suerte de concurso de pandillas, que, para
identificarse, usaban el mismo disfraz. Bien recuerdo que el señor Enrique Mejía Beja-
rano dirigió una comparsa del Club Internacional, con singular éxito por su convocato-
ria. En los distritos rurales de Arequipa, el corso con carros alegóricos y disfraces eran
fiestas generalizadas, en algunos distritos se distinguía a una persona por su esmerado
afán de disfrazarse y participar en el desfile de carros alegóricos, tal es el caso de don
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Enrique Guillén, en la Punta de Bombón, animador infatigable del Carnaval en ese pue-
blo costeño. Cerca, en los pueblos de Catas y Bombón, adquirió renombre la celebra-
ción de la Amargura, fin del Carnaval, celebrado con misa y degustación de picantes.
Ese carácter social confiere, sin duda, una de sus características al Carnaval;
pero en la época que la fiesta del Carnaval es organizada por el Concejo Provincial,
se observa que los reinados de la ciudad y los de los distritos populares y del campo
o del mercado de San Camilo, hacen ostensibles las diferencias sociales y económicas,
como puede apreciarse desde 1923 en Arequipa, así lo informa el autor.
Por encima del juego con agua, que a veces resulta brusco o violento por el uso
de sustancias gruesas para pintar a quienes juegan, está el otro juego con serpentinas
que llevan mensajes impresos y chisguetes con éter, antifaces, mistura de papel, co-
lonia y polvos de talco que configuran una modalidad de juego más delicado y en la
que participan las mujeres como adversarios; alude así nuestro autor a la «batalla de
flores» y confites que resulta diferente a la de agua colorada, cascarones de huevo, ha-
rina y fruta malograda, aceite y betún, que forma el arsenal del juego popular. Parece
adecuado señalar, en un necesario análisis histórico-social, las modalidades del juego.
Otro factor social que participa del carnaval es el de carácter religioso católico
que se relaciona con la Cuaresma y la Semana Santa, y después de la fiesta con el
Miércoles de Ceniza y la Amargura, que en el sentido católico es el pesar por los
excesos del carnaval que, al fin y al cabo, es fiesta de la carne y no del espíritu, en el
más real sentido de la palabra.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
También es cierto que este libro sobre el Carnaval en Arequipa es pionero y que Hélard
Fuentes Pastor, estoy seguro, profundizará y ampliará su investigación, así como las cuestio-
nes teóricas, sociales, antropológicas y culturales que merecen contextualizar al Carnaval,
y darle la perspectiva de un análisis histórico como plantea Marc Bloch (Bloch, 1987), de
modo que se supere la descripción y la documentolatría; pues bien, quienes trabajamos con
fuentes históricas sabemos que estas deben ser sometidas a crítica para establecer la natura-
leza de su testimonio y la intención con que fueron producidas. No olvide el joven autor que
el lenguaje de las noticias periodísticas tiene una connotación que lo obliga a decodificar,
como cuando aluden a un «baile de fantasía» o qué significa esa expresión.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
a los hechos. Por lo demás, todos somos «hijos de nuestro tiempo». Su periodización
del carnaval en: Antiguo, Nuevo y Contemporáneo, creo, merece mayor explicación,
pero resulta válida cronológicamente.
Ha seguido con paciente labor la información del diario Noticias, de grato recuerdo
en Arequipa, al lado de El Pueblo y El Deber. Es obvio que esta fuente proporciona datos
sobre actividades del programa oficial del Municipio local sobre el carnaval. Allí se en-
cuentra la versión estandarizada sobre las fiestas con sus reinados, recorridos del corso,
comisión municipal organizadora, descripción de los carros alegóricos y nombre de las
autoridades, a la par no se percibe en la fuente periodística el alcance y la magnitud de la
participación popular, ni las costumbres, tradiciones, coplas, entradas del Ño Carnava-
lón, y entierros del mismo que no contienen menciones a apellidos de la élite arequipeña;
el pueblo, asimismo, hace suya la fiesta del Carnaval, sobre todo en Miraflores, de mane-
ra que requiere mayor información sobre el Carnaval y sus incidencias en distritos y en
el campo. He escuchado hablar de un carnaval «loncco», que complementaría la versión
urbana del carnaval «ccala» si es que tal taxonomía tiene validez argumental.
Afirmo que la riqueza más significativa del Carnaval como tema es su análisis
histórico: cambios y permanencia, uso de los espacios públicos, naturaleza de las
diversiones programadas y organizadas, monto de los presupuestos municipales des-
tinados a la fiesta, etc. Ello permitirá al autor desarrollar más y mejor aún este trabajo
inicial siguiendo un Proyecto de Investigación Histórica y tal vez algún modelo ya
publicado (Muñoz, 2001: 182).
Cuando este libro era solamente un proyecto, escribí unas palabras que pre-
tendían ser prólogo al trabajo acerca de un tema histórico y social que no debe ser
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Vale el esfuerzo de buscar lo esencial del análisis realizado por el autor, y tratar de
reconocer que es fundamental apreciar que el carnaval es una fiesta de magnitud o escala
social amplia y que no se trata de una celebración religiosa católica. Si vale el sustantivo,
es una fiesta pagana y harto liberal en cuanto a sus expresiones; no en vano, se dice en
los Andes que a los nueve meses del Carnaval nacen los «hijos de la fiesta», lo que nos da
una idea del ambiente descontrolado que originan los días de celebración del Carnaval.
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su celebración y que van desde lo espontáneo del juego popular, hasta el Corso de
Flores organizado por el Municipio, con su imitación cortesana con reina, damas de
honor y bailes en espacios sociales exclusivos o abiertos en forma de festejo público.
Por ello, resulta tan interesante el tema del Carnaval, pues permite penetrar
más allá de la descripción de las actividades y analizar los factores relacionados a
través de la festividad, cuyo entorno y contorno alcanzaron una magnitud social
amplia; en eso reside la riqueza del análisis que puede hacerse desde la perspectiva
historiográfica, y que no se reduce a determinar la autenticidad y veracidad de las
fuentes, sino que a partir de la información que nos brindan, configuran un cono-
cimiento que nos facilita explicar y comprender los hechos dentro de un contexto
social global que involucra diversos aspectos. Una acequia no solo es un curso
de agua para regadío, sino que es parte de una propiedad y suele dar lugar a una
servidumbre, a mita de agua y a veces hasta pleitos judiciales; por eso el tema del
Carnaval no solo es pintoresco y folclórico por sus coplas y danzas, es un hecho
social complejo que merece reflexión y análisis.
Nuestro autor, joven aún, pero con afán de investigador ya probado, ofrece aquí
ese análisis histórico que se inscribe en un marco teórico: el Carnaval en Arequipa es
una fiesta mestiza según la teoría que elaboré en 1990 y que se encuentra en mi libro:
Arequipa. Pasado y presente. Aquí lo reitero y lo confirmo como parte de la identidad
cultural que caracteriza a Arequipa y que contribuye a dar una fisonomía singular a
nuestra querida tierra con la que nos identificamos.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
INTRODUCCIÓN
Son escasos e insuficientes los estudios que se han realizado respecto a nuestro
folklore local y/o cultura popular, donde considero que podrían afianzarse sólidas
caracterizaciones que tengan como protagonista a este pueblo, que durante años se
ha distinguido con el perfil contestatario, mostrando las altas virtudes de claridad,
idealismo social y libertad. Arequipa, no solo debe ostentar la merecida denomina-
ción de Ciudad Caudillo o León del Sur, bajo la nota lírica y romántica del pueblo,
con el alma altiva, turbulenta y rebelde que encarnan Benito Bonifáz, Juan Gualberto
Valdivia y Francisco Mostajo Miranda; sino, también debe reconocerse la arraigada
tradición de entusiasmo por las fiestas, como el carnaval, que no ha sido jamás des-
mentida, pese a los tropiezos y dificultades de diferentes épocas.
Este libro tiene una importancia histórica por ser la primera en realizarse en base
a documentación periodística sobre el carnaval, y porque describe aspectos del carna-
val local, analiza los comportamientos festivos ysustenta el entusiasmo de la pobla-
ción arequipeña por las tradiciones. Como su nombre lo indica, permite determinar
los cambios y permanencias en las fiestas del Nuevo Carnaval de Arequipa, el cual
está enmarcado en los estudios del folklore social, ya que obedece al análisis de las
estructuras del carnaval en el marco del sincretismo cultural. Ciertamente, el carnaval
como tradición cultural es un trabajo apto para ser estudiado por los sociólogos y an-
1 DÍEZ PASCUAL, José Luis. «La meteorología en el refranero». En: Revista de Folklore Nº 285. Obra Social y Cultu-
ral de Caja España. Imprenta Casares S. A. España, 2004. P. 106.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
2 RIVERA SERNA, Raúl. «Historia de la Historia». En: Historia del Perú. Tomo X. Procesos e instituciones. Ed. Juan
Mejia Baca. P. 285.
3 BASADRE, Jorge. Historia de la República. Lima. 1962.
4 OSSIO, Juan M. «Diagnóstico sobre la situación del Patrimonio Cultural del Perú». En: Patrimonio Cultural del
Perú. Balance y Perspectivas. FOMCIENCIAS. Lima, 1986. P. 17.
5 «Prólogo» de Hortensia Málaga de Cornejo Bouroncle. En: Santiago Martínez. Prefectos de Arequipa 1825-1943
(con retratos). Tipografía Valverde. Arequipa, 1943.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
describir y analizar el proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa que
nos lleva a plantear una periodización que permita reconocer las diferentes modalida-
des del juego libre en las calles, determinar los cambios y permanencias en las fiestas
del Nuevo Carnaval de Arequipa, y conocer el significado y las características de
las fiestas del carnaval arequipeño en el ámbito de la inclusión social, reconociendo
la importancia de la cultura e identidad de los pueblos. Esta investigación permite
entender que cada generación, con sus ideales, sus creencias, sus manifestaciones, res-
ponde a determinado espacio y tiempo, es decir, a un contexto que está acorde con el
avance tecnológico e industrial. Se trata fundamentalmente de ofrecer explicaciones,
teniendo como base y punto de partida, la investigación histórica y causal.
En el Perú, son pocos o escasos los trabajos que se han realizado al respecto,
es por ello que carecemos propiamente de un modelo teórico; si bien existe la tesis
de Angelita Balcázar presentada para optar el grado de licenciado en la Facultad de
Ciencias y Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú,
su estudio no contempla una profundo análisis de carácter histórico, vuelca su interés
al análisis del factor comercial en el carnaval cajamarquino. Por otra parte, contamos
con el trabajo de Rolando Rojas Rojas, que resulta ser pertinente en la medida que
nos ofrece una perspectiva de la fiesta en su dimensión popular y cultural. No puedo
dejar de mencionar a Manuel Atanasio Fuentes, José Carlos Mariátegui, Juan Ma-
nuel Ugarte Eléspuru, Augusto Ruíz Zevallos, entre otros, quienes se han aproximado
al proceso histórico del carnaval; como bien lo ha hecho Mariátegui, esbozando una
interpretación de las fiestas limeñas, o el análisis de las mentalidades colectivas en
Ruíz Zevallos. Sin embargo, es la apreciación de Nicomedes Santa Cruz la que nos
permite plantear periodos en el proceso de las fiestas a nivel nacional.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Respecto a los estudios sobre los carnavales en Arequipa, no contamos con libros
que traten específicamente el tema; pero existe una serie de apartados en algunos tex-
tos y artículos publicados por diferentes especialistas de las ciencias sociales, que nos
ofrecen algunas referencias. Francisco Mostajo ha sido su máximo exponente, cuyo
análisis recae fundamentalmente en el contenido de los arequipeñismos en la fiesta, lo
cual merece un acercamiento histórico, ya que resalta la participación popular. El poe-
ta y estudioso costumbrista Manuel Gallegos Sanz ha escrito una serie innumerable de
coplas del carnaval. Por otra parte, es significativo el testimonio del sacerdote católico
José María Blanco, secretario del presidente Orbegoso (en su viaje al sur del Perú en
1835), cuya parte del carnaval ha sido publicada por don Eusebio Quiroz Paz Soldán,
en su libro En torno a mi ciudad (1988); y el testimonio de Flora Tristán (visitó Arequi-
pa en 1835) en su novela Peregrinaciones de una paria (2005).
Juan Guillermo Carpio Muñoz, en su libro Arequipa. Sus fiestas y comidas típicas
(2005), brinda excelente información sobre la vida cotidiana de los pueblos y, por tan-
to, las costumbres y fiestas populares en relación a la gastronomía que nos es tan par-
ticular, así las fiestas de pascua, carnavales, semana santa, etc., se caracterizaban por la
preparación de potajes y bebidas especiales para dichas fechas. Preciso es también citar
a los hermanos Montoya Rojas, quienes han dedicado algunas páginas de sus obras al
análisis de las formas de la fiesta prehispánica local y andina. Finalmente, reconocemos
los aportes de Eleazar Bustamante, Gastón Aguirre Morales, Ángel Valdivia Rodríguez,
Héctor Noé Ballón Lozada, Luis Eduardo Podestá Núñez, Carlos Vivanco, Antonio
Ramírez y de todos los estudiosos, escritores, comentaristas, periodistas y reporteros.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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XXXII
Capítulo I
Una mirada histórica del carnaval
en el Perú y el mundo
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
6 CARDOSO, Ciro y PÉREZ BRIGNOLI, Héctor. Los Métodos de la Historia. 1976, Pp. 289-290.
7 BURKE, Peter. «Obertura: la nueva historia, su pasado y su futuro». En: Peter Burke (Ed.). Formas de hacer Histo-
ria. 1996, P. 14.
8 FLORES MARTOS, Juan Antonio. Un continente de Carnaval: Etnografía Crítica de Carnavales Americanos. P. 29.
9 HERNÁNDEZ, Yamila y otros. Balance Social del Museo del Carnaval. 2011, P. 15.
10 ARÉVALO, Javier Marcos. «Los carnavales como bienes culturales intangibles. Espacio y Tiempo para el Ritual».
P. 3. En: Gaceta de Antropología. Universidad de Extremadura. España, 2009. www.gazeta-antropologia.es
[Consultado 15-04-2013].
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en el Perú y el mundo
11 MARTÍN SERNA, Emilio. «Apuntes sobre el origen y significado del carnaval». P.28. En: Carnaval del Toro 2006.
Ciudad Rodrigo. www.iestierra.com/ACTIVIDADES/REVISTA/45/28-31.pdf [Consultado 16-04-2013].
12 BALCÁZAR ROJAS, Angelita del Pilar. Uso de la fiesta popular como medio de comunicación comercial: el caso
del Carnaval de Cajamarca. Tesis para optar el título de Licenciada en Publicidad. Pontificia Universidad Católica
del Perú. Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación. Lima, 2012. P. 15.
13 Loc. Cit.
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Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
14 GARAY, Martín. «Carnavales». En: Revista 7 Días del Perú y el Mundo. Año XX, Nº 659. Lima, 19 de febrero de
1971. P. 50.
15 BRAILOWSKY, Raquel. «El carnaval en las sociedades hispánicas del Caribe». En: Revista de la Universidad del
Norte. Nº 39. Barranquilla, 1993. P. 17.
16 ECO, Umberto. «Los Marcos de la “Libertad” Cómica». En: ECO, Umberto, IVANOV, V. V., RECTOR, Mónica.
Carnival!.Editadopor Thomas A. Sebeok. Mount Publishers. Alemania-Berlín, 1984.P. 11.
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Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Por este motivo, la significación social y simbólica de los rituales festivos del car-
naval ha generado gran interés de estudio por parte de los etnógrafos, antropólogos,
historiadores y la mayoría de especialistas de las ciencias sociales; como menciona
Joan Prat, «la última década se ha caracterizado por un interés creciente hacia el
mundo de las fiestas y dentro de éstas, el Carnaval ha ocupado un papel central y
privilegiado»17. Despertando la búsqueda del significado cultural del carnaval que
lleva a profundizar en el subconsciente colectivo de las sociedades humanas de siglos
anteriores, recordemos que se trata de un proceso cognitivo-acumulativo, por lo que
dichas festividades se fueron repitiendo periódicamente hasta la actualidad. Uno de
sus principales estudiosos ha sido el investigador MijailBajtín, quien menciona que
las festividades «siempre han tenido un contenido esencial, un sentido profundo,
han expresado siempre una concepción del mundo»18, encerrando al carnaval en la
categoría de las formas y rituales del espectáculo. Tratándose de un valor cultural,
bajo la perspectiva del antropólogo Juan Antonio Flores Martos, el carnaval puede
ser analizado desde un carácter estrictamente popular, que vendría a ser: «la creación
festiva y con protagonismo exclusivamente del pueblo»19.
17 PRATI CARÓS, Joan. «El Carnaval y sus rituales: Algunas lecturas antropológicas». Institut Català d’ Antropología.
P. 278. En: www.antropologiaaragonesa.org/pdf/temas/4.14_El_carnaval.pdf [Consultado: 14-04-2013].
18 BALCÁZAR ROJAS, Angelita del Pilar. Op. Cit. P. 18.
19 FLORES MARTOS, Juan Antonio. Op. Cit. P. 39.
20 BRAILOWSKY, Raquel. Op. Cit. P. 13.
21 FLORES MARTOS, Juan Antonio. Op. Cit. P. 29.
22 BRAILOWSKY, Raquel. Op. Cit. P. 13.
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Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
❚❚ La caricatura de
El Murciélago de
Manuel Atanasio
Fuentes tiene un aire
carnavalesco. (R.
“Variedades”, 1981).
Peter Burke determinó ciertos elementos eje del carnaval, destacando fundamen-
talmente la ingestión masiva de carnes y otros alimentos. Es lógico que un evento
que conglomera a la mayor parte de población, permita la articulación de ciertos
productos, generando una especie de feria o mercado de carácter espontaneo. Luego,
menciona la abundante toma de bebidas, y finalmente, la reinversión de roles, la cual
no se limita únicamente a la simulación paródica mediante el disfraz y la máscara,
sino también iba acompañada por la imitación gestual de ciertos comportamientos.24
Elementos que —según refiere Ricardo Falcón—, correspondían al mundo de lo in-
formal; sin embargo, también aparecen otras celebraciones más formales, en las que
se diferencia a los actores de los espectadores.
23 BURKE, Peter. «Popular Culture in Early Modern Europe. New York. Harper and Row» .S. e. España, 1983.P. 182.
24 FALCÓN, Ricardo. «Rituales, fiestas y poder (Una aproximación historiográfica a un debate sobre su pasado y
presente)». En: Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral. Año X, Nº 18. Argentina, 2000. Pp. 93-94.
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Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Aquel sincretismo cultural, coloca al carnaval como «un tiempo profano de libe-
ración del cuerpo, de la risa, antes del corregimiento, de los sacrificios, penitencias y
abstinencias cuaresmales»26; y la Cuaresma, que proviene del latín quadragesima, cuyo
significado es cuarenta, sugiere según la tradición bíblica, el tiempo de penitencia, es
decir, el periodo sagrado de preparación a la Pascua.27 Aquello se encuentra reafirmado
en el Diccionario de la Real Academia Española, donde se define al carnaval como una
«fiesta popular que se celebra en los tres días que preceden al comienzo de la Cuaresma,
y consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos»28. Tal y como
coincide Brailowsky, Cuaresma es una época de sacrificios y abstinencias:
25 Loc. Cit.
26 MUÑOZ CORDERO, Lidia. «Carnaval andino de negros y blancos de San Juan de Pastor o la cultura de contem-
plación». En: El Hombre y la Máquina. 2003. P. 87.
27 Loc. Cit.
28 Real Academia de la Lengua Española.
29 BRAILOWSKY, Raquel. Op. Cit. P. 14.
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Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Aquel entorno propicia el trato horizontal entre las personas de diferentes secto-
res, y a su vez, permite reafirmar los valores culturales de diferentes costumbres y/o
tradiciones, rescatando también la propia simbología del folklore citadino. Examinar
la historia del carnaval en conformidad con los aspectos metodológicos y las pers-
pectivas del trabajo, nos permite considerar a esta festividad como una tradición. El
carnaval es un nexo de continuidad entre el pasado y el presente; y como tradición,
se actualiza y transforma continuamente, no es inalterable e inmóvil, sino dinámica,
cambiante y adaptativa. La tradición viva de los carnavales es fuente esencial de
identidad para cada grupo social o comunidad cultural, resultando ser significativa
en la forma de vida de la gente y generando un valor de uso31, un valor formal32 y un
valor simbólico o significativo33, tres categorías fuertemente vinculadas a la noción
de patrimonio cultural inmaterial.
Se trata de una fiesta considerada como bien cultural intangible, tal y como afirma
Javier Marcos Arévalo, porque está relacionada con la memoria colectiva, la tradición,
los mecanismos de enculturación-socialización, la transmisión de valores culturales in-
tangibles, la capacidad simbólica de representar la identidad social, la capacidad para
generar autoestima, afectos y sentimientos compartidos, y la creatividad estética y artes
populares ya sean rítmicas, plásticas, escénicas, kinésicas.34 El carnaval en lamemoria
colectiva, significa la recreación de las formas de vida y sus valores, que de una forma
u otra permiten la expresión de una cosmovisión de creencias. Es tradición por el sen-
timiento de continuidad que preserva dicho patrimonio intangible; representa la iden-
tidad, porque supone formas de identificación entre los actores y/o protagonistas de la
festividad con el pasado histórico; genera una serie de sensaciones compartidas a través
de la transmisión intergeneracional de los valores latentes; y es una fiesta creativa, en la
medida que suscita escenarios públicos de ritualidad. Dichas apreciaciones nos permi-
43
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
❚❚ El carnaval en
Jauja, donde una
joven se dispone
a dar un hachazo
tratando de tumbar
el “monte”, mientras
tanto las parejas
continúan bailando
(D. La Prensa, 1973).
ten establecer una serie de fundamentos que hacen del carnaval un bien cultural donde
se valora la significación por encima de la cosificación y fetichización del objeto; pues
se trata de la herencia intangible«que caracteriza esencialmente las manifestaciones
culturales vivas, tales como los rituales y las fiestas; o sea, la cultura inmaterial como
depositaria de la memoria colectiva de los pueblos»35.
35 Ibidem. P. 1.
36 SILVA SANTISTEBAN, Fernando. «Sociedad y Cultura». En: Revista «Cultura y pueblo». Año I. Nº 4. Lima, octu-
bre-diciembre, 1964. P. 3.
37 Folklore: del inglés folk, «pueblo» y lore, «acervo», «conocimiento», «saber» por vía oral (cuentos, historias,
44
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
tradicional de las clases populares en las naciones civilizadas»38. La doctora Mildred Me-
rino define al folklore como «aquella parte artístico-tradicional de la cultura que expresa
los sentimientos, ideas y comportamiento del Hombre; es decir, su cultura espiritual, por
medio de la literatura oral, música y danzas»39. En consecuencia, el folklore es «una fuente
de datos para los patrones culturales arcaicos»40, pues permite el conocimiento, la sabiduría
de nuestra cultura ancestral y el análisis de los procesos culturales propios de una localidad.
Esas costumbres dieron origen (en Francia, España e Italia) a que las fiestas
carnestolendas terminaran con el entierro del carnaval, el día Miércoles de Ceniza.
Dicha ceremonia consistía en sepultar, quemar o sumergir en agua a un monigote que
representaba la fiesta, después de haberlo exhibido en la ciudad, bajo un ambiente de
gran bullicio y desorden. Esta actividad, como parte del folklore de los pueblos, ha
pervivido hasta la época actual, con la denominación de Entierro del ÑoCarnavalón.
45
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
❚❚ El cortejo fúnebre
del conocido “Ño
Carnavalón” (R.
Variedades, 1981).
París, presenta un ambiente más lujoso, por sus bailes y romances durante las danzas.
España introdujo en sus teatros, fastuosos bailes de máscaras, carrozas decoradas
que desfilaban con hermosas jóvenes y las batallas de flores, que dividían a bandos de
hombres y mujeres. Todas estas manifestaciones han sido modificadas por costum-
bres locales en otras ciudades del mundo, sobretodo en el típico carnaval rural. Sus
características principales son las siguientes:
42 Ibidem. P. 52.
43 GUARDA MAYORGA, César. Diccionario kechwa-castellano. Castellano-kechwa. Tercera edición corregida y
aumentada. Ediciones Los Andes. Lima, 1967. P. 112.
46
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Esto nos lleva a las percepciones de Augusto Vera, cuando indica que «la zona
sur-peruana, en todo el ámbito geográfico caracterizado por la meseta del Kollao,
muestra una concepción de esta fiesta cuya manifestación principal es la danza»45, y
dicho sea de paso, la música y otras expresiones folklóricas. Finalmente, una historia
que demanda el análisis de las estructuras del carnaval en Arequipa, por tanto del
folklore, llevan necesariamente a la tipología que propone Héctor Ballón Lozada,
frente a los estudios de dicho carácter: el folklore denominado espiritual, que com-
prende el lenguaje popular o los arequipeñismos, la música, las fiestas; el folklore
denominado material, sobretodo en cuanto a la alimentación y la medicina popular;
y el folklore social, cuando se ocupa de los usos y costumbres, transmisión cultural,
tipos humanos y relaciones populares arequipeñas.46 En tal sentido, nuestro trabajo,
que evoca a la historia popular en Arequipa, se encuentra enmarcado en los estudios
del folklore social, ya que obedece al análisis de las estructuras del carnaval en el
marco del sincretismo cultural.
44 SÁNCHEZ MÁLAGA, Carlos. «La música de la costa». En: Revista FANAL Vol. XII, N° 47, Lima, 1956. P. 6.
45 VERA BEJAR, Augusto. «Carnaval del Lago». En: Revista SUCESO. Arequipa, 20 de febrero de 1977. P. 9.
46 BALLÓN LOZADA, Héctor. «Mostajo y el Folklore Arequipeño». Ediciones Jhaider. Arequipa, 1999. P. 37.
47 Ibidem. P. 38.
47
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Aquella pluralidad —que nos hace una de las culturas más complejas, y a su vez
exótica—, ha enriquecido y fortalecido, incalculablemente, nuestra imagen ante el mun-
do. Dicha multiplicidad cultural se ve manifiesta en una de las festividades populares
más importantes, como es el carnaval, que «siendo un evento total integra todos los
comportamientos festivos posibles […]es diversa por su naturaleza y sus diferencias
regionales»50. Todas aquellas singularidades, mediadas por el sincretismo cultural, per-
miten distinguir en las fiestas del carnaval peruano«muchas peculiaridades que se deben
a la enorme creatividad, sentido estético y condición de espacio simbólico y ritual que
poseen los actores de la fiesta»51.
48 OSSIO, Juan M. «Diagnóstico sobre la situación del Patrimonio Cultural del Perú». En: Autores varios. Patrimonio
Cultural del Perú. Balance y perspectivas. FOMCIENCIAS. Lima, 1986. P.
49 MIRELES CÁRDENAS, Cecilia; FIGUEROA, Laura y SORIA, Verónica. «La cultura de la diversidad: su protección y
difusión en la formación de los profesionales de la información». En: Rescate y difusión de la diversidad cultural
en el mundo global. P. 136.
50 BRAILOWSKY, Raquel. Op. Cit. P. 13.
51 BALCÁZAR ROJAS, Angelita del Pilar. Op. Cit. P. 17.
52 El Miércoles de Ceniza es el día de comienzo de la Cuaresma, y es cuarenta días antes que el Domingo de Ramos,
que es el domingo anterior al Domingo de Resurrección. La Semana Santa cae en la primera luna llena del otoño (en
el hemisferio sur). Por eso solo puede ubicarse entre el 21-22 de marzo o el 20 y 21 de abril de cada año.
53 PROMPERÚ. «Guía Especializada del Viajero. Fiestas, Música y Arte Popular en el Perú». P. 5.
48
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Siguiendo la visión del carnaval que ofrece Peter Burke, sindicando a la festivi-
dad como parte de la cultura tradicional europea, en que la gente dejaba de trabajar
«para comer, beber y agotarse hasta donde le permitieran sus fuerzas»54; posiblemen-
te, se trata de una tradición que llegó a América con los españoles, sin embargo se
asume que su surgimiento —como una práctica oficializada por las autoridades edi-
les—, fue entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, por lo menos, en la mayoría
de poblados y comunidades del Perú.
49
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Es indudable que una de las consecuencias visibles de esta festividad sea provechosa,
en la medida que propicia el intercambio y aprendizaje cultural derivado de una rela-
ción respetuosa, cordial, comunicativa y tolerante; pero a su vez, como tradición de un
grupo social en interacción con su espacio geográfico, se produce una exaltación de las
características que le son propias en desmedro de las actividades de otras comunidades
que le son ajenas, se produce un rechazo de lo que es distinto. En este proceso cultural de
constante enriquecimiento, es importante reconocernos diferentes y diversos, pero para
respetarnos y convivir con la voluntad de ejercer la solidaridad, la fraternidad y el com-
promiso; principalmente se trata de establecer positivas relaciones interculturales.
Pese a ello, existen festividades que se distinguen por la pureza de sus costum-
bres; el carnaval de Taquile (Puno)56, por ejemplo, es uno de los ritos ancestrales de
una comunidad «que se resiste a mezclar su sangre con la de los foráneos»57. Con sus
excepciones, una gran particularidad de los carnavales que se realizan en Perú es la
fuerte permanencia de costumbres ancestrales incas con la fusión de elementos occi-
dentales, como es evidente en la realización de los festivales carnavalescos de Tikipa-
llana en la provincia de Cotabambas(Andahuaylas), que llega a convocar centenares
de delegaciones procedentes de otras regiones del Perú y países hermanos.
55 Anónimo. «Las fiestas de los carnavales». En: Jorge Valdivia Olaechea (Ed.) «Vida Fantástica». Año 1. Nº 35. Del
diario Arequipa al Día. Arequipa, 8 de marzo del 2000. P. 13.
56 Consiste en contemplar sus cultivos en plena floración. Se caracteriza por preparar hermosas comparsas, acompa-
ñando a las danzas, el sonido de las quenas, pinquillos (flautas), tarkas (quenas grandes), cuernos, tambores, etc.
57 «La papa. Tesoro de los andes». P. 94. En: Carnaval en el lago. Http: cipotato.org/publications/books/papa_teso-
ro_andes_online/094-107_carnaval_lago.pdf
58 BALCÁZAR ROJAS, Angelita del Pilar. Op. Cit. P. 18.
50
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
Según el sociólogo Fredy Bravo, en la ciudad de Lima los carnavales se han festejado
desde los años veinte en muchos distritos como Barranco, desarrollando diversas acti-
vidades: la práctica de juegos de agua y los ataques con pintura de colores, batallas de
flores y papel picado. Se usaban chisguetes de éter, serpentina, antifaces y el advenimiento
51
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
de la matachola en los años treinta, con que se golpeaba la gente sin piedad.61 En otro
aspecto, el carnaval desarrollado a partir de 1922, presentaba la mezcla de los elementos
de distintas culturas, contenidos que se integraron a la vida social contemporánea. El
carnaval limeño de gran parte del siglo XX se caracterizó por los bailes en Barranco, en
su tradicional plaza vecina al Puente de los Suspiros, reuniendo a cantidad de ciudada-
nos, estas actividades se remontan a 1913.62 El Teatro Municipal se vestía de gala, donde
podía observarse el desfile de los más sofisticados disfraces. Y en La Punta y Chorrillos se
llevaba a cabo —el Miércoles de Ceniza— la quema del Rey Momo o ÑoCarnavalón.63
61 BRAVO ESPINOZA, Freddy. «Historia de los Carnavales del Distrito de Barranco (Lima, Perú)». En: www.margen-
cero.com/articulos/articulos3/carnaval/carnaval_repor.htm [Consultado 25-04-2013].
62 Anónimo. «Carnavales de Antaño». En: La Imagen (Dominical del diario La Prensa). Lima, 1 de febrero de 1981. P. 7.
63 Anónimo. «Pierrot y Colombina con el carnaval de antaño». En: Revista «Variedades». Lima, 17 de febrero de
1980. P. 11.
64 También conocidas como «Quirasueños».
65 MORÓN DÍAZ, Víctor. «¡A puro chalaquismo! “Carnavales chalacos los de mi tiempo”». En: diario El Callao. Http://
diarioelcallao.wordpress.com/tag/carnavales-chalacos-los-de-mi-tiempo/. [Consultado: 11-08-2013].
66 Loc. Cit.
67 «Reportaje al Perú» del diario La Prensa. Tomo I, «Los Departamentos». Lima, s. f. P. 62.
52
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
❚❚ Carnaval en
Sicuani 1914
(Archivo Regional de
Arequipa).
68 QUISPE, Emerson. «En carnaval consiguen pareja». En diario Ojo. Lima, 25 de febrero de 2001. P. 8.
69 Conflicto Armado Interno, época del terrorismo en el Perú.
70 OCHOA B., Roberto. «Fiesta de los Andes. El carnaval ayacuchano: un desborde sin precedentes». En diario La
República. Lima, 20 de febrero de 1994. P. 17.
53
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
En Jauja, provincia de Junín, tiene lugar otro de los carnavales más grandiosos
del país. Hacia mediados del siglo XX, se anota que la fiesta duraba todo el mes de
febrero, prolongándose hasta fines de marzo. Se afirma que en los años setenta eran
diez los barrios que celebraban el clásico carnaval jaujino (Huarancayo, La Libertad,
Cruz de Espinas, Wajlas, Samaritana, La Salud, Yauyos, Ricardo Palma, Chinchán y el
mismo centro de Jauja). Este carnaval da comienzo con un acto denominado jilowan-
tuy (es decir, la traída del monte), y se nombra a un padrino que encabeza la fiesta.
Al compás de wajlas (cornetas de cacho) y tinyas (tambores pequeños), los varones
salen en busca del monte (un árbol que dos días después será cortado a hachazos por
quienes danzan a su alrededor). Una vez que regresan con el árbol, las mujeres dan la
bienvenida bailando, a ello se denomina talipay. Luego de este encuentro se da inicio
al festejo con harina, cerveza y ortiga. El día central de esta fiesta jaujina inicia con la
misa en la iglesia principal y luego una procesión hacia la capilla del barrio; después,
las parejas de bailarines se reúnen en casa de los padrinos y parten bailando en su
recorrido por las calles; a eso de las tres de la tarde, comienza el cortamonte.72
César Lequerica, hablando del carnaval loretano, indicaba que el juego se pro-
ducía en los barrios con todo el ímpetu de su algarabía hosca. Se narra carreras,
empellones, jalones y zancadillas, donde con puñado de barro, latazo de agua sucia,
mazacote de almidón con sal, hollín, achiote y hasta desperdicio iban embadurnan-
do caras, cabelleras y cuerpos. Aquellos rostros perdían su natural expresión «y las
ropas empapadas traslucen bustos, muslos, caderas y lúbricas».73Muchos otros car-
navales en el país se van a distinguir por sus comparsas, danzas, música y todas las
costumbres que caracterizan al departamento. Resultado de la polifonía y ambivalen-
cia que identifica las fiestas carnestolendas, fundamentada por Eco y otros investiga-
71 Ibídem. P. 16.
72 VÁSQUEZ ALIAGA, José. «Carnaval en Jauja». En: Suplemento Dominical del diario La Prensa. Lima, 25 de febre-
ro de 1973. P. 18.
73 MIRO, César. «Carnaval, fiesta y combate». En: Revista «Variedades». Lima, 1 de marzo de 1981. P. 7.
54
Una mirada histórica del carnaval en el Perú y el Mundo
en el Perú y el mundo
dores, el carnaval, como ritual público, debe alentar a los grupos sociales y mantener
la cohesión de la comunidad.74Este debe ser el concepto ecuánime de la festividad,
pese a considerarse al carnaval como un periodo de liberación, los estándares de la
actividad deben propender a un respeto mutuo entre todos los participantes. Si bien
en el Perú los festejos adquieren diferentes matices, uno es el significado —cómo
considera Javier Marcos Arévalo—se trata de un tiempo de inversión simbólica de la
realidad social.
55
Capítulo II
Proceso histórico de las fiestas
del carnaval en Arequipa
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
La historia es una ciencia social que tiene como objeto de estudio al hombre en
determinado tiempo y espacio, razón que explica la importancia de establecer una cro-
nología e incluso el manejo de mapas históricos. En tal sentido, proponer una perio-
dización histórica de las fiestas del carnaval en Arequipa es una manera de organizar
los hechos históricos y procesos sociales, a fin de comprender los comportamientos
festivos, y determinar los cambios y las permanencias que se han producido en el pro-
ceso histórico del carnaval. Cada periodo debe establecerse por las características que
se mantuvieron constantes en dicho lapso de tiempo.
El carnaval, por ser una tradición, cada cierto tiempo presenta cambios, según
el contexto sociocultural de cada generación, que como bien sabemos, piensa y ac-
túa diferente a otra. Asimismo, para estructurar dicha periodización, es importante
hacerlo en base a un eje cronológico, recogiendo como datos los acontecimientos so-
ciales más importantes que tuvieron efecto en la sociedad; tanto de índole local como
nacional e internacional. Es necesario tener en cuenta dichas coyunturas que puedan
explicar, dar razón, de esos cambios producidos en la historia del carnaval. Por ello,
es necesario partir de la presencia española en Arequipa, que según Rafael Hurtado,
escribano del siglo XVIII, se remontaría a la escritura más antigua, que data del 4 de
junio de 1539; el historiador Helard Fuentes Rueda, manifiesta que «hemos estable-
cido como fecha de la llegada de los españoles “pizarristas” al valle de Arequipa, el 4
de junio de 1539 (la referencia más antigua fue del 28 del mismo mes)»76.
76 FUENTES RUEDA, Helard. «La expedición española que fundó Arequipa, llegó el 4 de junio de 1539». En diario El
Pueblo. Arequipa, 4 de junio de 1989. Pág. 13.
58
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
59
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
77 Puede que el primer juego de carnavales de los españoles se haya producido en el año de 1540, cuando estos
se encontraban en la Villa Hermosa de Camaná, ya que la primera escritura se remonta al 4 de junio de 1539,
según afirmaba Rafael Hurtado, notario del siglo XVIII. Sin embargo, también es posible que hayan estado más
pendientes del lugar propicio para la fundación de esta ciudad.
78 EHNOFRE G., Ricardo. «Carnavales Andinos». En: diario Noticias. Diario Noticias. Arequipa, 13 de febrero de
1956. P. 3.
79 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «La fiesta del Rey Momo». En: Revista «Variedades». Lima, 6 de febrero de 1983. P. 8.
80 MOSTAJO, Francisco. «El carnaval en Arequipa». En: La Crónica. Lima, 24 de febrero de 1952. P. 13.
60
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Bajo otros enfoques, el antropólogo Luis Montoya Rojas menciona que antes
de la llegada de los españoles se representaba fiestas de carnaval en el altiplano del
Perú y Bolivia, y en el norte argentino. Dicha hipótesis deriva de las celebraciones
religiosas de los quechuas y aimaras, quienes refrescaban sus cuerpos con las aguas
del ande, bailaban a la vez al compás quejumbroso de sus cajas, charangos y bombos,
adornados con trajes de vivos colores; este tipo de festejo subsiste, y se celebra des-
pués de la fiesta de la Virgen de la Candelaria.81
Cobra especial relevancia dicho análisis, sin embargo, aquellas expresiones cul-
turales, no obedecían a un carnaval, sino a rituales ancestrales en América, por ejem-
plo, la máxima representación de culto que rendían en el incanato los regnícolas
—mediante la danza, música y vestimentas coloridas— era el día de la Pacha Mama,
que era una fiesta muy colorida y llena de ritmo, que además estuvo referida al pro-
ceso productivo de la tierra.84 De un modo u otro, con la llegada de los españoles,
estas prácticas culturales buscaron refugio en los andes, y su pervivencia se evidenció
en festividades como el carnaval, ya que esta tradición lo permitía.
81 OLIVARI, Eduardo. «El reinado clandestino de Momo». En: Revista Suceso (Correo). Año IV, No. 187. Arequipa 21
de febrero de 1971.
82 El periodista Juan Miranda afirma que se trata de un «carnaval prehispánico»; sin embargo, no se puede considerar
las manifestaciones prehispánicas como un carnaval, debido a que «carnaval» como término surgió en Europa.
83 MIRANDA SÁNCHEZ, Juan. «De la tradición del carnaval al baldazo inoportuno». En: diario Correo. Arequipa, 25
de febrero de 1995. P. 11.
84 GALLEGOS SANZ, Manuel. «La Omnipotencia de Momo en las Carnestolendas. El Carnaval en la Historia
Peruana». En diario El Pueblo. Arequipa, 1 de marzo de 1987. P. 9.
85 MIRANDA SÁNCHEZ, Juan. Op. Cit. P. 11.
61
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
86 Loc. Cit.
87 Loc. Cit.
88 GALDOS RODRÍGUEZ, Guillermo. Una ciudad para la historia, una historia para la ciudad. Arequipa en el siglo
XVI. 1ª Ed. EDIUNSA. Arequipa, 1996. P. 10.
89 PODESTÁ NÚÑEZ, Eduardo. «Carnaval, alegría sin igual. Un común sentimiento de fiesta recorre el espinazo
andino del Perú». En: Podestá Prensa. Dirección Web: Http://www.podestaprensa.com/2012/02/carnaval-ale-
gria-sin-igual.html?m=1. [Consultado: 11-08-2013].
90 FUENTES RUEDA, Helard. «El Alcalde Mayor, el Teniente de Gobernador y los Alcaldes Ordinarios del Cabildo, en
1539-1540». En: diario El Pueblo. Arequipa, 1 de enero de 1984. P. 18.
62
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ En el grabado
de Rugendas
se representa el
carnaval carioca en
1812.
63
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
96 FUENTES RUEDA, Helard. «El Teatro en Arequipa del siglo XVII». En: Revista Germinal. Instituto Nacional de
Cultura Departamental de Arequipa. Año I. Noviembre-Diciembre. 1988. N° 3. P. 32-33.
97 Ibidem. P. 32-33.
98 Escritura de compañía. Manuel de Ribera y otros comediantes. Arequipa, 4 de junio de 1621. Archivo Regional de
Arequipa (ARA). Pedro Ybáñez de Yruegas. N° 134. Fs. 845-853.
99 El Mercurio Peruano. N°4. Lima, 13 de enero de 1791. P. 26.
64
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
embargo, no fue de modo rígido. Mostajo indica que la fiesta era presidida por dos
maceros, que eran hombres que llevaban la maza100 delante de los cuerpos o personas
autorizadas usando dicha señal de dignidad, pero tampoco hay registro de desfiles
o circuitos carnavalescos; y en cuanto a la participación indígena, debió ser más
marcado; incluso los esclavos tomaban parte del carnaval, de ello sí hay registro, por
ejemplo Juana Flores, permitió a su esclavo unirse al festejo.101
Por otra parte, el carnaval de los esclavos se caracterizaba por un juego aislado,
se divertían a su modo lanzándose harina. En otros casos, aquellos negros o mulatos,
cruzaban desnudos las calles, y no solamente llevaban latas de agua y otros instru-
mentos de juego, sino que a las mozas que se les cruzaban, las cogían por la cintura,
y se las llevaban a los famosos zaguanes, dando rienda suelta a sus bajos instintos.102
La policía no existía, solo la gendarmería, que no era muy estricta; y pese a las orde-
nanzas que se dictaban, se ocasionaban algunos desórdenes y conflictos.
Mañana Cuaresma,
día de ayunar,
¡Que ayunen lo santos,
que son de papel!
¡Yo que soy de carne
tengo que comer!103.
Estos y otros cantares devienen desde la Colonia, se trata de los orígenes más
remotos de la música del Carnaval Arequipeño. Cuya tonada debió surgir con el
yaraví de Mariano Melgar.104 Su vibración entusiasmaba a todo el pueblo, quien
se divertía entreverado con los jugadores a baldazo limpio. Y el agua de estos re-
cipientes solía ser coloreada con airampo. El airampo o ayrampu, se llama en el
Perú y Bolivia —tal y como indica Ángel Maldonado—, a una cactácea del género
Opuntia. La describe así:
65
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Se puede decir que en aquella época, los únicos productores de este colorante, eran
el Perú y Bolivia, de donde es definitivamente oriunda, ya que tiene predilección por
las punas y las más agrestes serranías. Aquella planta, logró aclimatarse en los Valles
de Vítor, también se le encuentra en los cerros de la provincia de La Unión. En los días
del carnaval, los indígenas empleaban esta semilla como colorante; y, en el Dicciona-
rio Real Academia Española (DRAE), se indica que el término proviene de una voz
quechua.106 El agua colorada de un tono rosa, era perfumada con almizcle, o con una
simple rama de cedrón, y se arrojaba a baldazo limpio en las calles y las casas.
105 MOSTAJO, Francisco. «Arequipeñismos de carnaval». En: diario Noticias. Arequipa, 2 de marzo de 1935. P. 6.
106 Loc. Cit.
107 GARAY, Martín. Op. Cit. P. 55.
66
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Modalidades del
juego según Manuel
Atanasio Fuentes
❚❚ EL “JERINGATORIO”.
67
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
los cascarones de huevo o cera, rellenos con aguas de colores o con harina; dando
origen, incluso, a toda una industria.108 Manuel Atanasio Fuentes relataba respecto a
los carnavales limeños de 1840, que el juego era, sencillamente, un salvajismo.109 Por
1860, consideraba bárbara la costumbre de vestirse con harapos y lanzar cascarones
de huevos a las ventanas.110
Gran verdad había en ello, pues ciertamente, los carnavales eran motivo de que-
jas y problemas entre los pobladores, más aún si se trataba de un juego que no estaba
reglamentado propiamente por las autoridades, sino que obedecía principalmente a
las leyes de la calle, que vendría a ser el espacio donde en términos de la vida cotidia-
na, los pobladores se permitían y permiten la sociabilización a través de distintas ma-
nifestaciones políticas, religiosas, festivas, sociales, entre otras, sobre todo en la parte
céntrica de la ciudad. El centro«se presenta como la esfera central que concentra los
principales espacios relacionales para los habitantes de la ciudad en su conjunto»111,
permitiendo el encuentro de los habitantes pertenecientes a distintos barrios. Allí
fluye la vida social de las ciudades.
Como menciona don Guillermo Galdos Rodríguez, los carnavales eran una re-
creación en la que por igual participaban las clases privilegiadas y desfavorecidas de
la fortuna, es decir, una clase popular y una clase de élite, que en muchos casos rom-
pían diferencias sociales. Los desbordes a que da lugar el carnaval están revelados
en cantares populares, que eran la práctica recurrente de los arequipeños.112 Afirma
que las indias pampeñas montaban en mulo para enseñar las piernas ccalas, dando la
premonición de lo que podía pasar después:
108 En las panaderías y pastelerías se vaciaba el contenido de los huevos con un arte especial, a fin de conservar
entera la cáscara; para luego llenarlos con agua de lavanda, de florida, Kananga o airampo.
109 El siglo XX de El Comercio 1900-1909. Plaza Janés. Editora El Comercio. Lima, 2000. Tomo I. P. 122.
110 MIRO, César. Op. Cit. P. 7.
111 VEGA CENTENO, Pablo. «El Espacio Público. La Movilidad y la Revaloración de la Ciudad». Cuadernos. Arquitec-
tura y Ciudad. Nº 3. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, diciembre del 2006.
112 GALDOS RODRÍGUEZ, Guillermo. «Circunstancias que dieron lugar a la creación de la Academia Lauretana de
Ciencias y Artes». En: BALLÓN LOZADA, Héctor; GALDOS RODRÍGUEZ, Guillermo y QUIROZ PAZ SOLDÁN,
Eusebio. Academia Lauretana de Ciencias y Artes de Arequipa. Colegio de Abogados de Arequipa. Primera
Edición. Arequipa, 1999. P. 99.
113 CUADROS, Juan Manuel. «El cultivo del Maíz en Arequipa». En diario El Pueblo. Arequipa, 1 de enero de 1950. P.5.
68
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Cabalgata
carnavalesca en
1864. De Colligni.
Hacia el año de 1824, hay referenciasen una solicitud ante el Alcalde Constitu-
cional de Primera denominación.116 Micaela Bellido, vecina, esposa de Faustino Sala-
zar, ausente, se querella civil y criminalmente contra Diego de Tal y su mujer Josefa
de Tal, chichera, y el marido de oficio sastre. Los motivos de esta querella pueden
haber sido ajenos al mismo festejo, sin embargo, el carnaval era una festividad que
propiciaba estos escándalos, pues tal y como afirma Micaela, el hecho se produjo la
noche del martes del carnaval:
69
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ AYARACHI
(Dibujo anónimo).
[…] por las graves y atroces injurias reales y verbales con que han
vulnerado mi honor, estado y persona. Ante vuestra merced con
arreglo a derecho, digo: que en la noche del martes de Carnabal
(sic), que contamos dos del corriente, a horas como de las ocho
de la noche, habiendo mi desgracia conducidome (sic) a la casa
de éstos, sita en el Barrio que llaman de la Ranchería, casa tambo
de la Contreras…117.
En Arequipa, los carnavales no solo propiciaban el tiempo en que las calles ser-
vían de escenario para el juego con agua y cascarones de huevo, sino también, ofrecía
con la natural algarabía de la fiesta, un motivo de reunión y agasajo entre las familias
y los vecinos. Había la costumbre de preparar apetecibles chichas, degustación de
diversos potajes y, sobre todo, la fabricación casera de los confites, blancos y rosados.
Ciertamente, como menciona Alonso Ruíz, todo:
117 Archivo Regional de Arequipa (ARA). Judicial. Pedimento. (1824). 2 fs. Arequipa, 9 de marzo de 1824.
70
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Es sabida la tradición de preparar chicha de frutas para los festejos del carnaval,
cuya receta ha sido publicada por el escritor Alonso Ruiz Rosas. Pues bien, en el año
de 1863, doña Carmen Ugarte de Gamio, vda. del Dr. Pedro Gamio, arrendó a Don
Melchor Núñez una hacienda en el valle de Vítor, con sus tierras blancas y demás ac-
cesorias, sita en el pago nombrado el Pueblo Viejo, por un tiempo de 5 años, en precio
de 1,800 pesos al año; que entre sus condiciones especificaba lo siguiente:
118 RUÍZ ROSAS, Alonso. La gran cocina mestiza de Arequipa. Gobierno Regional de Arequipa, Cuzzi Editores.
Segunda Edición. Arequipa, 2012. P. 123.
119 Archivo Regional de Arequipa (ARA). Notarial. AB. N° 492. (1863): 265. Arequipa, 11 de junio de 1863.
120 CARPIO MUÑOZ, Juan G. Arequipa. Sus fiestas y comidas típicas. Club de Leones de Yanahuara – Umacollo.
Arequipa, 2005. P. 50.
71
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
¡Cantemos, bailemos
sobre esta granada,
hasta que reviente
agua colorada!121
Las bifalas, de la forma quechua huifala, era un grupo de bailarines que reco-
rrían las calles danzando huaynos y cantando coplas carnavalescas, al son de quena y
charango, o en otros casos, vihuela y tamboril. Generalmente iban a medio disfrazar,
a veces con careta o sin ella; y llevando cañas de maíz en la mano. El día de las bifalas
era el martes de carnaval, cuyas coplas entronizaban no solo sátira lugareña, sino
personal, contra políticos no queridos por el pueblo, y otros simplemente festivos.
72
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
125 Como indica don Carlos Vivanco, el término refiere al quechuismo «pukllay».
126 MOSTAJO, Francisco. Op. Cit. P. 7.
127 Francisco Mostajo. «El carnaval en Arequipa». En: diario La crónica. Lima, 24 de febrero de 1952.
128 SIANCAS DELGADO, Augusto. Música, Músicos, Melgar y fuentes del arte tawantisuyano. Arequipa, 1987. P. 78.
129 LUNA, Lizandro. Máscaras. Editorial Samuel Frisa. Puno, 1985.
73
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
En cuanto al juego, los cascarones de huevo fueron uno de los elementos que
caracterizaba al Carnaval Antiguo en Arequipa. Consistía en huevos de gallina, llenos
de agua clara o de airampo. Para ello, «se vaciaban huevos rellenos por medio de dos
huequitos»131, por uno se retiraba el contenido, mientras que, por el otro, se soplaba
permitiendo que clara y yema salieran del cascaron sin que éste sufriese rotura algu-
na.132 Al aproximarse el Carnaval, se daba inicio al llenado de los cascarones y se cerra-
ba el boquete con un retal de tela saturada de una sustancia pegajosa: la cera. Se trató
durante décadas de la principal artillería para los jugadores, que llevaban en canastos
los cascarones de huevo, y eran arrojados a fuerza de brazo, entronizándose feroces
batallas entre la gente; las señoritas se defendían de ellos con cortinas y sombrillas.133 Se
da cuenta que había personas dedicadas a elaborar los famosos cascarones de carnaval,
así lo narra Flora Tristán en su famosa obra Peregrinaciones de una paria:
130 ESCUDERO RAMOS, Carlos. La Arequipa que se fue. 1ª edición. Arequipa, 2011. P. 37-38.
131 MARTÍNEZ CASTRO, Pedro. «El viejo carnaval limeño». Entrevista a Juan Manuel Ugarte Eléspuru. En: Revista
Suceso del diario Correo. Lima, 5 de febrero de 1984. P. 5.
132 Anónimo. «Carnavales de Antaño». En: La Imagen (Dominical del diario La Prensa). Lima, 1 de febrero de 1981. P. 6.
133 MOSTAJO, Francisco. «Arequipeñismos de carnaval». En: diario Noticias. Arequipa, 2 de marzo de 1935. P. 7.
134 PARDO GÁMEZ, Adela. Arequipa, su pasado, presente y futuro. Imprenta Litográfica del Perú. Lima, 1964. P. 68.
135 QUIROZ CASTRO, Daniel. «“A la vecina”, en carnavales». En: diario Correo. Arequipa, 25 de febrero del 2001. P. 8.
74
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El Juego en la
Calles, caricatura
política de Gonzales
Gamarra, la cual
muestra uno de los
juegos característicos
del carnaval, los
globos (Arequipa,
1910).
de todo tamaño, las máscaras, pomos de olor, chisguetes, las colonias Cannanga
y agua de florida.136 Luego, aconteció la época de los carnavales de Leguía en los
años veinte. Las actividades del Antiguo Carnaval, como ya habíamos evaluado,
se prolongan hasta inicios del siglo XX. Arturo Villegas Romero señala que en el
año de 1831, aún se jugaban los carnavales con agua y cascarón, indicando que
los sectores donde el juego era más intenso, eran las calles Guañamarca (Rive-
ro)137 y la Alameda (Pardo).
136 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «La fiesta del Rey Momo». En: Revista Variedades. Lima, 6 de febrero de 1983. P. 9.
137 Huañamarca o Guañamarca, como aparece en los documentos, fue uno de los nombres nativos más antiguos
de las calles arequipeñas.
138 Diario El Deber. Arequipa, febrero 1871.
75
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Generalmente, las fiestas carnestolendas duraban tres días, durante los cuales,
por disposición de la Prefectura, no había tribunal ni labores en las oficinas, se de-
cretaba, a lo que Villegas denominó el regocijo general.139 Por los años de 1867, el
Carnaval Antiguodebió encontrar verdadero auge y el juego hubo de ser más vital.
En cuyas actividades, se destacaba el lanzamiento de monedas:«eran los tiempos en
que los jugadores de categoría arrojaban a la chiquillería amontonada a su rededor,
cartuchos de monedas de plata: reales y medios, acuñados en la casa de la Moneda
de Arequipa, los cuales llevaban en el centro la figura de un venadillo o vicuñita»140.
Asimismo, se han encontrado referencias respecto a la aplicación del término chanzas
o chasco al referirse al juego.
Muy sabio fue aquel que dijo que el año entero es carnaval y más
carnaval hay en la corte que en las demás clases de la sociedad:
y si el carnaval es para divertirnos hagámoslo pues, si no en los
365 días, al menos sea así en los tres y anteriores de obligación ó
ley. Vamos a las chanzas, a los juegos, a los chascos, a todo lo que
encierra el carnaval141.
Muy aparte del juego en las calles Guañamarca y Pardo, otra de las vías que se
caracterizaba por la intensidad de la recreación, era la calle La Merced. Por aquella
época, ya existía la proyección de centrar el juego en la plaza principal, y por tanto,
todas sus actividades, que desde luego, incluían:
Los días lunes y martes, muchas partidas de jugadores recorrían la ciudad ju-
gando carnavales, algunos disfrazados y otros con vestido uniforme, seguidos de un
tren de objetos «ad hoc» y bandas de música. Luego de los enfrentamientos, que eran
sumamente agresivos, sobrevenían los agasajos y bailes. El Entierro del Carnaval
también tenía su propia caracterización, por lo menos durante la época que corres-
ponde al año de 1800; el martes de carnaval popular se concretaba en el cerrito de
San Vicente, al extremo de Yanahuara. El miércoles era de Miraflores, pues ahí se
139 VILLEGAS ROMERO, Arturo. Un decenio de la Historia de Arequipa 1830-1840. Edición Fundación Gloria. Arequi-
pa, 1985. P. 466-467.
140 BALLÓN LOZADA, Héctor. Mostajo y el Folklore Arequipeño. Ediciones Jhaider. Arequipa, 1999. P. 35.
141 Diario La Bolsa. Arequipa, 18 de febrero de 1871.
142 Diario La Bolsa. Arequipa, 18 de febrero de 1871.
76
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Para enterrar el carnaval también las cañas de maíz contribuían a hacerlo pinto-
resco; en Quimsa-mocco, sepultaban a un muñeco de trapo que es el del diablo de esas
fiestas; este era depositado en una cavidad no muy profunda hecha en la tierra, agitan-
do siempre las últimas hojas de la caña de maíz.146 Dichas actividades, para don Héctor
Ballón Lazada, pintan a una Arequipa y a un Miraflores que ya no son. Nos habla de
un distrito de población indígena que se distinguía por la preparación de la chicha y de
un plato de rocotos.147 Pues bien, esta tradición que construye uno de los periodos más
esenciales del carnaval en Arequipa, tuvo una prolongación de largo aliento, dado que
durante el Nuevo Carnaval, aquella jarana continuó sufriendo algunas modificaciones,
pero mantuvo esa jocosidad, por lo menos hasta mediados del siglo XX.
143 MOSTAJO, Francisco. «El carnaval en Arequipa». En: diario La crónica. Lima, 24 de febrero de 1952.
144 MOSTAJO, Francisco. «Quimsa-Mocco». En: BALLÓN LOZADA, Héctor (Comp.) Mostajo y el Folklore Arequipe-
ño. Ediciones Jhaider. Arequipa, 1999. P. 41.
145 Ibidem. P. 41.
146 CUADROS, Juan Manuel. Op. Cit. P.5.
147 MOSTAJO, Francisco. Op. Cit. P. 40.
77
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
148 Patrimonio Cultural e Identidad. Revista del Colegio de Arquitectos del Perú – Regional Arequipa, setiembre del
2011. P. 6.
149 GALDOS RODRÍGUEZ, Guillermo. Una ciudad para la historia, una historia para la ciudad. Arequipa en el siglo
XVI. 1ª Ed. EDIUNSA. Arequipa, 1996. P. 380.
150 ARA. Corte Superior de Justicia. Causas Criminales. Oficio No. 51 del Subprefecto Rodríguez del R. al Juez del
Crimen, 5-3-1903.
78
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Nos encontramos ante personajes carnavalescos a los que se les denomina con el
nombre de máscaras o enmascarados, y en otros lugares del mundo como Guadala-
jara, se puede apreciar también estos comportamientos festivos, donde los mascaritas
cobran relevancia.151
Un cronista del diario El Pueblo en 1917, indicaba que: «Por las noches ha habido
poquísimos salones abiertos y en casi ninguno se han recibido “mascaritas”»152. Ello
es una prueba del decaimiento de la fiesta, por diversos motivos, quizá uno de ellos
es que la colectividad —sobre todo juvenil— que encandila el carnaval, es muy cam-
biante, y por lo tanto el juego, tiende a modificarse con cada generación. No obstante,
por aquel año, ya existiendo los globos, se jugaba mayormente con cascarones de
huevos (sobre todo lunes y martes); y luego de la batalla de aguas perfumadas y co-
loreadas con airampo, pasaban a degustar algunos potajes típicos y la chicha dulce
de carnaval, cuya receta ha sido recogida por el investigador Alonso Ruiz Rosas.
Por otra parte, se da cuenta que en 1919, se efectuó el Carnavalón, pero ya no con
carretas y caballos, sino con los entonces Ford y Overland, y camiones de hasta me-
dia tonelada.153 Estos acontecimientos son antecedentes de las actividades del Nuevo
Carnaval en Arequipa, incluso estamos ante una etapa de transición en el carnaval.
151 LÓPEZ DE LOS MOZOS, José Ramón. «Notas descriptivas sobre la “Sampedrada” o “Sampedrá” de Budia
(Guadalajara)». En: Revista de Folklore Nº 282. Obra Social y Cultural de Caja España. Imprenta Casares, S. A.
España, 2004.
152 TRILLO D., Octavio. «¡El Carnaval que se fue…!». En: Primera Plana (Suplemento del diario El Pueblo). Arequipa,
25 de febrero de 1968.
153 Se narra que la Cervecería Alemana presentó a «BACO» sobre una Pipa Cervezeria, y los militares en
tanques de guerra.
79
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
154 GALLEGOS SANZ, Manuel. «La Omnipotencia de Momo en las Carnestolendas. El Carnaval en la Historia Perua-
na». En: diario El Pueblo. Arequipa, 1 de marzo de 1987. P. 9.
155 CÁCERES BEDOYA, Manuel. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 8 de febrero
de 1927. P. 4.
80
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Para el lingüista Pedro Luis Gonzales Pastor, el carnaval es una fiesta muy bo-
cona y llena de percances.159 Y hasta 1900, se proyectaba como una recreación de
euforia y a su vez crudeza, donde se daban celebraciones de connotados actos, los
niños jugando con aguas en las acequias, la juventud formaba pandillas de mojigan-
gas (payasos)160 con variedad de disfraces y caretas, y destacaba como siempre, la
entrada del Ño Carnavalón. Este periodo del carnaval se caracterizó por cotas de
violencia, donde intervenía, muchas veces, la autoridad para establecer el orden; suele
ser observado —en comparación al siguiente periodo— como un completo desenfre-
no y salvajismo, debido a que carecía de dos grandes actividades que tuvo el Nuevo
Carnaval: los corsos y la elección de reinas, que para cualquier observador puede sig-
nificar el aminoramiento de actos agresivos, por tanto de la violencia, sin embargo,
no necesariamente es así.
156 SUÁREZ, Manuel. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 6 de febrero de 1927. P. 4.
157 Información tomada de la revista Variedades. Lima, 1 de marzo de 1981. P. 10.
158 Anónimo. «Carnavales de Antaño». En: La Imagen (Dominical del diario La Prensa). Lima, 1 de febrero de 1981. P. 6.
159 GONZÁLES PASTOR, Pedro Luis. Relatillos. Arequipa, 1982. P. 11.
160 Son la representación del hombre soltero, su danza es con garbo y con salero. Su traje se distingue por dos
colores intensos, con cascabeles en los pies, en las mangas y en el cuello, látigo o chicote, tongo en forma de
cono con globos que es de acuerdo al color del traje, máscara y chicote de cuero.
81
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
En los albores del siglo XX, en pleno desarrollo de la era de la creatividad y del co-
nocimiento, Arequipa enfrentaba nuevos problemas, vinculados —como bien mencio-
na Héctor Ballón Lozada— con la informalidad y el aumento poblacional debido a las
constantes migraciones. Para el arquitecto Ramón Gutiérrez, se trata de una Arequipa
decidida a ingresar en la modernidad, uno de los temas capitales para el cambio era, sin
duda, aquel elemento de mayor prestigio de la ciudad, su plaza.162 Ciertamente, es una
época de renovación —en todos los sentidos—, y de expansión urbana.
Las primeras décadas de dicho siglo parecen resistirse al cambio. En una vi-
sión retrospectiva, Manuel Zevallos Vera se refiere a los periodos del veinte y del
161 Anónimo. «Carnavales de Antaño». En: La Imagen (Dominical del diario La Prensa). Lima, 1 de febrero de 1981. P. 6.
162 GUTIÉRREZ, Ramón. Evolución histórica urbana de Arequipa 1950 – 1990. Universidad Nacional de Ingenierías.
Epígrafe Editores S. A. Lima, 1992. P. 185.
163 Rosa Núñez sostiene que Arequipa ha sido inventada por sus artistas e intelectuales, que han querido gestar
una arequipeñidad como rasgo distintivo de nuestra cultura, ya que las ciudades se parecen a sus creadores.
164 NÚÑEZ PACHECO, Rosa. «La Intelligentsia Arequipeña». En: Plumas de Búho, selección de ganadores del con-
curso «El Búho» 2007-2009. 1ª edición. Cascahuesos Editores. Empresa Editora Milenio. Arequipa, 2009. P. 83.
82
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
treinta en Arequipa como los años mozos que «aún discurrieron por calles terrosas,
empedradas y estrechas, por donde circulaban peatones y recuas de acémilas entre
la ciudad y el campo»165. En aquellas décadas aún logra percibirse los valores de la
Arequipa Clásica, donde la industrialización era cacera y artesanal, y «aquella vida
social alta y media la propiciaron los clubes Arequipa, Internacional y Jockey Club,
vigentes hasta hoy»166.
Por otra parte, para el periodismo, como bien menciona Raúl Rivera Escobar, se
trata del inicio de un nuevo proceso en la prensa escrita, dado con «la introducción del
fotograbado a comienzo del siglo, y más adelante, del sistema de tricromía, que abren
nuevos horizontes en el campo de la reproducción impresa»167. Consideramos que en
Arequipa también es un periodo clave para el desarrollo de la prensa, que cobra un
papel preponderante para la cultura y el folklore, en diarios como El Pueblo168, El
Deber169, Noticias170 y El Sur171, «dirigidos respectivamente por los señores Edilberto
Zegarra Ballón, el canónigo Juan Gualberto Guevara, Alberto Arispe y Miguel Ángel
Urquieta»172, se sostenían innumerables debates y se propiciaban espacios para el arte
y la cultura. En ese contexto, se gesta el Nuevo Carnaval en Arequipa; considerando
que «en el país, y en casi toda Latinoamérica, las fiestas del carnaval han tenido como
origen la fusión de las tradiciones nativas con las hispanas o lusitanas»173.
165 ZEVALLOS VERA, Manuel. Arequipa, historia de su modernidad. Universidad Alas Peruanas. Lima, 2002. P. 21.
166 Ibidem. P. 28.
167 RIVERA ESCOBAR, Raúl. Caricatura en el Perú. El periodo clásico (1904-1931). Universidad de San Martín de
Porres. Biblioteca del Perú. Fauno Editores. Arequipa, 2006. P. 14.
168 Fundado en el año de 1905.
169 Fundado el 31 de octubre de 1890.
170 Fundado en el año de 1927.
171 Fundado en el año de 1912.
172 ZEVALLOS VERA, Manuel. Op. Cit. P. 30.
173 MIRANDA SÁNCHEZ, Juan. Op. Cit. P. 11.
174 MARRUL, Eneas. «Carnaval Limeño: entre el instinto y el encaje». En: Revista Variedades. No. 1338. Lima, segun-
do domingo de febrero de 1976. P. 16.
83
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Existe conocimiento de que el carnaval como festividad popular fue una práctica
europea ligada en un primer momento al cristianismo, y luego al catolicismo, que
saltó a las colonias americanas a partir del siglo XVI.176 En Arequipa, nos referimos
al Carnaval Antiguo. Sin embargo, como menciona Juan Antonio Flores Martos, es
recién en el siglo XIX, que la «celebración del carnaval empezó a mostrar un toque
artístico, caracterizado por bailes y desfile de carros alegóricos»177. Dicho periodo,
por decir así, está enmarcado entre fines del siglo XIX e inicios del XX, al cual po-
dríamos denominar como la refundación o reformulación del carnaval en el mundo.
Bajo este marco, en muchas ciudades del Perú surgió un carnaval caracterizado por
grandes corsos de carros alegóricos acompañados de hermosas reinas de belleza que pre-
sidían los festejos. Se trató de una tradición que obedecía a programas elaborados por
diferentes comisionados de los concejos municipales para los días festivos antes del Miér-
coles de Ceniza. Con el transcurrir de los años, el carnaval fue adquiriendo mayores ca-
racterísticas urbanas. En Arequipa se trató de una festividad que surgió con los elementos
antes mencionados en 1923, apuntando a una proyección de alcance nacional.
84
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El Presidente
Augusto B. Leguía,
insigne carnavalero
(R. 7 Días, 1971).
El estudioso Nicomedes Santa Cruz, considera que la época del presidente Au-
gusto B. Leguía (1908-1912; 1919-1930) fue para muchos la apoteosis del carnaval
limeño. Ciertamente, los periodos que comprenden dicho gobierno se caracterizaron
por el oncenio de centenarios y empréstitos; y la consolidación de la incipiente cla-
se media y la politización del pueblo con la creación de sindicatos. En su segundo
gobierno se oficializan una serie de carnavales en diferentes ciudades del Perú, con
corsos, bailes de fantasía y reinados de belleza.179 Indiscutiblemente, para el caso are-
quipeño, durante el Nuevo Carnaval, el airampo fue sustituido por anilina y no era
perfumada, como se hacía con el airampo.180 Y el sustituto de los cascarones fueron
los globos181, de los cuales ya se hablaba desde 1910, como reza la siguiente nota:
179 SANTA CRUZ, Nicomedes. «“R.I.P.” Al carnaval limeño». En: Semanario El Comercio. Lima, 15 de febrero de
1970. P. 24.
180 MOSTAJO, Francisco. Op. Cit. P. 6.
181 Durante mucho tiempo se conservó las costumbres de arrojar cascarones, hasta que esto resultó caro, y sobre
todo, los proyectiles arrojados ocasionaban daño físico, dando lugar a que se prohibiera este tipo de juego
peligroso y más adelante los cascarones fueron reemplazados por los globos de jebe que hasta la actualidad se
utilizan.
182 Botelino. «El Carnaval de Lima». En: Revista Variedades. Año VI. N° 102. Lima, 12 de febrero de 1910. P. 196.
85
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El Corso de Flores
en Lima (R. 7 Días,
1971).
Bajo aquella definición, los valores del Nuevo Carnaval no solo incluían la idea
del libertinaje y el desborde, con el cual actuaron los antiguos protagonistas; sino asu-
mió —mediante una agenda municipal— todo un proceso de actividades que buscaban
resaltar los valores artísticos, literarios, musicales y culturales en general, siendo la
tradición un nexo de interculturalidad en la ciudad, que asumía también la libertad en
cuanto a la expresión de diferentes creencias y costumbres.
183 PIÉROLA, Manuel E. de. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: Diario Noticias. Arequipa, 17 de febrero de
1927. P. 3.
86
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
encauzar las expansiones populares en estos días, debe ser fomentar las fiestas; ya sean de
índole delicada, ya sea el juego que ha recibido el nombre de “brutal”»184. De esta mane-
ra, la tradición se mantiene como una manifestación de esparcimiento cultural; y cumple
con el proceso de retroalimentación, que ha caracterizado a la festividad en el mundo.
Asimismo, con aquellas nuevas políticas del carnaval, los teatros y cines en Are-
quipa van a cobrar relevancia frente a los festejos de carnestolendas, ya que en dichos
locales se dará inicio a los festejos con la coronación de las reinas, y durante carnava-
les, los bailes a los que la prensa denominó «de fantasía»; entre ellos podemos men-
cionar los teatros Municipal, Olimpo, Fénix, Real. También se realizaban bailes en
otros locales, como el Sindicato de Choferes187, El Rosedal188, Country Club189, Club
184 CORNEJO, Salvador. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 12 de febrero de 1927. P. 5.
185 CARITG, Jaime. «¿Qué opinión le merece el carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 15 de febrero de 1927. P. 5.
186 Diario Noticias. Arequipa, 10 de febrero de 1929. P. 4.
187 El día Miércoles de Ceniza, en la década del cincuenta, se realizaba el baile en el sindicato de choferes ubicado
en Vallecito con la animación de la orquesta de Esteban Yalán. Fuente: Anónimo. «Los Carnavales de antaño». En:
diario El Pueblo. Arequipa, 28 de febrero de 1995.
188 Sus matinales bailables en la década de los cincuenta se realizaban en un inmueble ubicado en la calle Rivero, con
la animación de la orquesta de Luis Corrales (El «chancho» Corrales) y sus vocalistas Hugo Flores «Charol» y Raúl
Gallardo. Fuente: Anónimo. «Los Carnavales de antaño». En: diario El Pueblo. Arequipa, 28 de febrero de 1995.
189 Por la década del cincuenta, en el Country Club se realizaban los bailes más notables. Los asistentes se daban
cita en la Avenida Jesús; y la fiesta contaba con la animación de la orquesta de Luis Corrales y su vocalista Raúl
Gallardo. Fuente: Anónimo. «Los Carnavales de antaño». En: diario El Pueblo. Arequipa, 28 de febrero de 1995.
87
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Internacional, Club de Leones, Rotary Club, Bar Lucerna190, etc.; y en muchos casos
para presidir dichas actividades se elegía una Miss o Reina por cada local.
Los chisguetes de éter son un elemento característico del Nuevo Carnaval tan-
to para Arequipa como para muchas ciudades del Perú. Los había en dos marcas:
«Amor de Pierrot» y «Amor de Colombina», para muchos estudiosos «la época
de oro del uso de los chisguetes de carnaval fue hacia fines de la década del 20 y
principios de los años 30, en que se consumían más de 80 mil docenas… recordar
que en la década del 50 y hasta 1962, la venta descendió a las 20 mil docenas»193.
190 Durante la década del cincuenta aquellos bailables se realizaban con la animación de los Hermanos Contreras.
En: «Los Carnavales de antaño». En: diario El Pueblo. Arequipa, 28 de febrero de 1995.
191 AQUIMA MAMANI, Yaneth y HANCO ARMAS, Miguel Ángel. «El Cine en el Perú, 1890-2000». En: El nuevo rostro
de Arequipa. BENAVENTE VELIZ, Santos Cesario (Editor). Centro de Publicaciones e Impresiones de la Facultad
de Cs. Histórico Sociales (UNSA). Arequipa, 2006. P. 124.
192 Diario Noticias. Arequipa, 11 de febrero de 1955. P. 5.
193 Revista Variedades. Lima, 17 de febrero de 1980. P. 10.
88
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ La tradicional
Batalla de Flores
(R. 7 Días, 1971).
Aquellos se cargaban en las manos usando un pañuelo, previniendo que por el calor
exploten en las manos.194
Se sabe que muchos de ellos fueron fabricados en el Perú195; los materiales eran
importados de Alemania, y su manufactura en Lima comprometió a varias casas co-
merciales: «Ferrand hacía los envases de vidrio; la casa San Marti, las cajas de cartón,
las etiquetas; la casa SIAM, las llaves y collarines. Más adelante se fabricarían aquí,
también los protectores»196. Se realizaba también la producción del cloruro de etilo y
el perfume, que caracterizó al juego. La abolición de las fiestas del carnaval durante
tres días de gran algarabía, trajo consigo la muerte de la industria de los chisguetes
de éter, dado que su venta se redujo considerablemente.197
En cuanto a la serpentina, ha sido y es, un artículo de juego que enseñorea a las fiestas
del Rey Momo. Una de las firmas más importantes a nivel nacional en la fabricación de las
serpentinas y pica-pica fue Anzardo Pigati y Cía198. En aquellas cintas siempre hubo curio-
sas frases de amor y simpatía, y en otros casos de descontento por la falta de correspon-
dencia. Las famosas serpentinas con sugerentes inscripciones y pica-pica, han acompaña-
do varias tradiciones y/o festejos sociales. Si bien, su introducción se debe en gran medida
a la fiesta de carnaval, su connotación abrazó otros escenarios, tales como aniversarios de
los distritos y fiestas locales, conciertos, corsos populares, regocijos familiares, etc.
89
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Coplas y coplas,
motivos del carnaval
(R. Variedades, 2010).
199 VALDIVIA RODRÍGUEZ, Ángel Eduardo. Evocaciones de un cholo arequipeño. S. e. Lima, 1990. P. 9.
200 CARPIO MUÑOZ, Juan G. Op. Cit. P. 47.
90
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
pañía de una banda de músicos, comparsas, bandas populares como los Ccaperos y
centenares de cholas pampeñas. En el diario Noticias se anunciaba que:
El año de 1931, la entrada del Ño Carnavalón se realizó con gran éxito, «bajaron
por la Avenida Goyeneche, Siglo XX, Colón, Mercaderes, Plaza, Merced, Salaverry,
San Juan de Dios, Morán y nuevamente Plaza de Armas, disolviéndose frente al local
del concejo»202. Este pequeño corso contó con una comparsa a burro, con charangos y
otros instrumentos indígenas, siendo seguido por el Ño Carnavalón (figurón grotesco).
Entre otros figurones se solía representar a diferentes figuras políticas, intelectuales,
artísticas de la época. En dicho año, ironizaron a Leguía, Salazar, Rada y Gamio, y
Fernández Oliva.
91
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
A veces, con sus variados elementos, esta actividad incluía el corso de carros
alegóricos con la presencia de algunas reinas, como se manifiesta en el año de 1954,
donde figuró un muñeco que encarnaba la figura del dios Momo, acompañado de
comparsas y otros figurones de papel y de cartón. Aquel desfile partió de la Plaza
Mayta Cápac del distrito de Miraflores, pasando por la Avenida Goyeneche, Siglo
XX, San José, Santa Catalina, Plaza de Armas, La Merced, Parque Melgar, Avenida
Tacna y Arica, Salaverry, San Juan de Dios, General Morán y regresó a la Plaza de
Armas, donde terminó la cabalgata.205
92
Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Por otra parte, la mayoría de versos o coplas escritos con motivo de las celebra-
ciones del carnaval, que se publicaban en los diarios, eran creación innata del poeta
caymeño Manuel Gallegos Sanz, que en muchos casos publicaba en Noticias, por
ejemplo, bajo el seudónimo de Ricardo Sakuntalá. Además, se daban cita en los cines
y teatros de la ciudad, diferentes artistas que cantaban o dirigían sus ofrendas líricas
a las reinas arequipeñas con motivo de su coronación.
Finalmente, este Nuevo Carnaval termina en la década del sesenta, básicamente por
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
las diversiones carnestolendas a locales particulares y grupos cerrados, con previa autori-
zación. Pues bien, como sostiene Héctor Ballón Lozada, el carnaval que se jugó en Arequi-
pa hasta la década del cincuenta, dejó de ser. Ahora, lo que existe, es solo una imitación.
Por otra parte, Norma Carpio afirma que aquellas prohibiciones se dieron con
mayor fuerza en el año de 1961. Argumentando que:
215 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «El carnaval nació en Roma». En: revista Variedades No. 1651, del diario La Crónica.
Lima, 7 de febrero de 1982. P. 5.
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
La alegría era tal, que se perdía la compostura; doña Delia Segura Tudela, hija
del teniente Eusebio Segura Olañeta, combatiente en la Guerra con Chile, por ejem-
plo, asegura que en su juventud en Barranco (Lima), en plenos carnavales, sorprendió
al presidente Leguía, y dice: «[…] qué tenía que hacer yo, era día de carnavales, con
mi chisguete empapé al señor Presidente»218.
216 CARPIO F., NORMA. «Momo en el mundo». En: revista Suceso (Correo). Año VI, No. 287. Arequipa, 4 de
marzo de 1973.
217 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «La fiesta del Rey Momo». En: Revista Variedades. Lima, 6 de febrero de 1983. P. 9.
218 Diario La República. Lima, 18 de febrero de 1996. P. 19.
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Los días de carnaval tienen como resultado muchos heridos y suelen causar la
muerte de algunos transeúntes, sobre todo cuando se producen accidentes de trán-
sito. Pues bien, dichos incidentes vienen produciéndose desde las primeras décadas
del siglo XX, por ejemplo, cabe destacar que en los carnavales de 1928 en Lima, se
produjo una serie de accidentes automovilísticos, produciéndose choques y vuelcos
de vehículos —varios de ellos en Chorrillos— probablemente porque sus conductores
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
estaban en estado etílico.220 Por otra parte, en Arequipa, durante el carnaval de 1934,
la crónica policial de la época narra algunos accidentes y robos producidos en la ciu-
dad. Entre aquellos reportes tenemos los siguientes casos:
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El desaforado
juego con agua
en la vía pública,
que a pesar de
estar prohibido, se
mantenía con gran
furor. Foto de Félix
Nakamura. (Revista
7 Días, 1971).
El Carnaval fue tornándose cada vez más violento por lo que surgie-
ron reglamentaciones. Pero tan sólo durante el último gobierno de
Manuel Prado, se tomó la radical determinación de cancelar los días
feriados en el almanaque y prohibir el juego con agua.
Sin embargo, los años pasados (1971), las prohibiciones mantie-
nen en vigencia, pero el Carnaval se resiste a morir del todo. Es
más, cada vez se torna más violento en la clandestinidad222.
Durante los primeros años de este periodo, las costumbres aún se resisten al ol-
vido; pese a ello, las decisiones municipales, por ejemplo, en los años setenta, frente
al tema de las verbenas, llevan a prohibir la instalación de toldos en la Plazoleta del
Mercado Central de San Camilo, donde por costumbre adquirida durante el nuevo
carnaval, se vendían artículos para las fiestas.223
Todavía se da cuenta de los reinados, sin embargo, pasa de tener un sentido pro-
piamente recreativo-cultural, a primar el sentido lucrativo, ya que busca generar fondos
con diferentes finalidades institucionales. En el año 1970, la Urbanización 15 de Agosto
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Hacia el año 2001, se realizaron unas fiestas del carnaval organizadas por la
Municipalidad Provincial, la Municipalidad de Cayma y los vecinos de Carmen Alto,
preparando el ingreso del Ño Carnavalón, con una comparsa de bailarines y grupo de
músicos con instrumentos de cuerda que interpretaron canciones tradicionales.226 Si
bien el festejo tradicional no tuvo lustre, el juego tomó niveles drásticos, reportándose
una serie de accidentes. Muchos jóvenes tomaron la avenida Umacollo, ensañándose
contra los vehículos que circulaban, muchas veces recibían impactos de agua, patadas
y piedras. Esta situación se produjo en varios lugares de Arequipa, como Miraflores,
José Luis Bustamante y Rivero, Mariano Melgar y Alto Selva Alegre.
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
Se debe destacar que el juego libre en las calles, durante el periodo Contemporá-
neo, tomó niveles drásticos, por ejemplo, en Lima comenzaron a jugar por los años
ochenta, con bolsas de yeso (una media con yeso) a las cuales se les denominaba Tumba
Cholas231, ya que a las muchachas domésticas o «serranitas» se les arrojaba esta media,
causándoles estragos; no se descarta la posibilidad de que esta modalidad de juego se
haya producido en otras ciudades del país, como Arequipa, donde también, entre ban-
das de palomillas se arrojaban todo cuanto tenían a la mano, piedras, chavetas y armas
contundentes; es decir, se dio inicio a un carnaval de verdadera degeneración.
Ello no significa de ninguna manera, que el carnaval de otras épocas fue «tranquilo»
o relativamente menos violento. Durante el Carnaval Antiguo limeño, por ejemplo, se da
cuenta de una serie de multas de 0.05 Cts. ó 0.10 Cts. a las personas que arrojaban agua
en la calle, incluso había pena de arresto. En Arequipa, se producía lo mismo.232 Y por
otra parte, el uso de cohetillos de garbanzo y los cascarones de huevo, eran sumamente
peligrosos. En conclusión, debemos darnos cuenta de que no es únicamente el aumento
en las trasgresiones durante los días festivos lo que se produce (cada época se caracterizó
por una cota de violencia correspondiente a sus medios y contexto), sino se intensifican
las prohibiciones, ello produce degeneración en el juego. Ello nos lleva a citar a don César
Miro, quien en 1981 publicó en un artículo:
Es lógico que veamos el Antiguo Carnaval como salvaje debido al juego libre
en las calles, ya que no había otro tipo de actividades que reluzcan la fiesta, salvo
algunos bailes tradicionales y disfraces; el «Nuevo» carnaval como más civilizado,
ello se debe a que las actividades fueron enriquecidas con el corso y la elección de
reinas, que daba otra connotación a la fiesta, eso no significa que el juego libre en
230 El siglo XX de El Comercio 1900-1909. Plaza Janés. Editora El Comercio. Lima, 2000. Tomo I. P. 122.
231 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «El carnaval nació en Roma». En: Revista Variedades. No. 1651, del diario La Crónica.
Lima, 7 de febrero de 1982. P. 5.
232 QUIÑE ROMERO, Emilio A. «La fiesta del Rey Momo». En: Revista Variedades. Lima, 6 de febrero de 1983. P. 9.
233 MIRO, César. Op. Cit. P. 6.
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Así reza el diario El Comercio frente a los carnavales de 1985: “Nadie se salvó de los palomillas”.
las calles haya sido exquisito y delicado, era igual de violento; y finalmente, el Car-
naval Contemporáneo, con la supresión del corso y elección de reinas, volvió a ser
entendido como el Antiguo, sencillamente un salvajismo, pero con el antecedente del
anterior periodo, se podría hablar de degeneración. Sencillamente, un análisis sobre
la violencia en las fiestas del carnaval, nos lleva indudablemente al terreno histórico,
pero más aún, a distinguir dos aspectos: las actividades culturales del carnaval y el
juego libre en las calles.
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Proceso histórico de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ La alegría de las
comparsas contagia
al público (D. El
Pueblo, 1994).
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Capítulo III
Historia del Moderno o
Nuevo Carnaval en Arequipa
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Para augurar el éxito de las fiestas, era imprescindible que la Municipalidad pre-
sida los festejos mediante una comisión que preparaba la agenda para dichos días. En
los prolegómenos del carnaval, se realizaba la elección de las reinas, y la respectiva
visita para felicitar a la candidata triunfante, a fin de prepararla para la coronación.
En 1927, por ejemplo, una comisión municipal presidida por los concejales Alberto
Sánchez Moreno, José Antonio Docarmo y Luis Alfredo Gilardi, como primera tarea
en los preparativos del carnaval, visitaron a S. M. Elsa I, haciendo de su conocimiento
la oficial designación como reina.235
El corso fue la segunda actividad más relevante del nuevo carnaval, la cual había
caracterizado a los festejos durante el siglo XX; esta actividad requería de la parti-
cipación de diferentes firmas comerciales, que ciertamente dieron una connotación
de marketing a las fiestas; pese a ello, también reunía al folklore local con la partici-
pación de comparsas. Para el corso se inscribían varios carros, que eran aprobados
previo modelo inscrito en la Oficina de la Policía del Concejo, aquellas medidas eran
un medio de regimentación de las fiestas. Aquellos vehículos concursaban por algu-
nos premios, lo que generaba actitud competitiva entre las firmas comerciales que
participaban.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
decoración significaba una gran inversión, contratando incluso a personas que tenían
este oficio. No todos podían presentar un carro ostentoso, sin embargo, jugaba en gran
medida la originalidad de su representación. Por ejemplo, en el año de 1927, el primer
premio lo obtuvo el carro de la Reina del Trabajo; el segundo fue un carro donde des-
tacaba a un elefante indio (se desconoce la empresa que representa); y el tercer premio
lo disputaron el molino holandés presentado por los trabajadores del Tranvía Eléctrico
y una canastilla de flores que llevaba un lazo amarillo. Resultó ganador el último vehí-
culo mencionado; estos premios oscilaban en las siguientes cantidades:
El desfile solía ser encabezado por el vehículo que llevaba a la Reina de la Ciu-
dad, siendo ella quien presidía las fiestas. En 1927, Elsa I, acompañada de sus damas
de honor, vestidas con trajes de la época del Rey Francés Luis VI (llevaban pelucas
blancas), iban sobre una plataforma; en la parte de adelante las escoltaban cuatro
caballeros. Según anotan los diarios, siguió el carro de la Reina S. M. Graciela I,
el cual fue obsequio de la Sociedad Peralta e Ibáñez (donde cada una de las damas
se hallaba dentro de una flor, y en la más grande y vistosa, la reina); de la Reina de
Miraflores, S. M. Carmen Rosa I, quien vestía un traje similar al de la reina escocesa
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
María Estuardo; el carro de la Reina del Trabajo, donde S. M. María I, entre cuatro
columnas y un pequeño dosel redondo, resplandecía, teniendo a sus pies a su corte y
dos legionarios romanos de heraldos.238
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Aquel año, lograron salvar los percances, y el día sábado 18 de febrero, se realizó
la coronación de las reinas elegidas: Carmen II de la Ciudad, Rosa II del Trabajo y Me-
rita I del Mercado.241 A este festejo, que daba mayor realce al carnaval, se sumaba en el
programa, el corso, que según los diarios, alcanzó gran lucimiento por el considerable
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Carro alegórico de una reina con su corte, durante el Corso de Flores del Carnaval de los años veinte.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Para el año de 1929, la comisión de festejos —que estuvo conformada por los
señores Héctor Rey de Castro, Augusto Soto y Otto Ackermann—, preparó el corso
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
con los elementos característicos del carnaval de años anteriores; en el diario Noti-
cias, se publicó una nota donde se convoca a las instituciones y a la población arequi-
peña en general, para que sean partícipes de los festejos de carnaval. Cabe destacar
que los medios de prensa escrita jugaban un rol importante en la difusión de las
actividades del carnaval, pero Noticias, fue el que alcanzó mayor significación en este
sentido, ya que fue un auspiciador permanente en los festejos, desde la publicación de
notas respecto a los reinados, hasta la evaluación del éxito en las fiestas.
CORSO DE FLORES
El Secretario de la Comisión244.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
10:30 p.m. Recepción a las sobernas de la Ciudad, del Trabajo y del Mercado.
globos.
6:30 p.m. Funciones de gala en los teatros y cinemas locales.
Baile ofrecido por el Sr. Federico G. L. Emmel, alcalde de la ciu-
9:30 p.m. dad, en su residencia particular.
10:00 p.m. Verbenas populares en la Plaza España.
10:30 p.m. Baile de máscaras en la Pensión Bolívar.
10:00 a.m. Corso libre en el cuadrilátero de la Plaza de Armas.
Desfile de partidas de máscaras en la Plaza central frente al
11:00 a.m.
MARTES 12
Concejo.
Juego libre en la ciudad, permitiéndose el uso de cáscaras y
De 2 a 6 p.m. globos.
Gran Función de Gala, en honor a la Reina del Mercado y su
6:30 p.m. corte, en el Teatro Variedades.
10:30 p.m. Baile de máscaras en la Pensión Bolívar.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Carro de Reina
de la Ciudad, en el
Corso de Flores de
1929.
Se preparaba un juego con cascarones y agua de color, que estaba permitido du-
rante los días lunes y martes, ello debido a que esta costumbre arraigada en Arequipa,
lograba revivir el ánimo bélico de la fiesta. A pesar de estos intentos, según las notas
periodísticas, los dos últimos días el juego no habían sido muy intensos. El Corso de
Flores no tuvo la acogida que habían tenido los desfiles en años pasados, pero cabe
destacar, como estímulo, que a pesar de que aquel año no hubo elecciones para la Rei-
na del Carnaval en algunos distritos, la entusiasta muchachada miraflorina, presentó
un carro en el Corso de Flores.245
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ La fábrica de
casimires Marangani,
se hizo presente el
Corso de Flores del
Carnaval de 1929.
En cuanto a las fiestas particulares, siempre alcanzaban regular éxito, sobre todo
en aquellas instituciones que contaban con socios activos (como los clubes); por lo que
aquel año, este escenario tuvo mayor significación, y puede que a la alegría de la fiesta,
haya contribuido el corso infantil, cuyo juego en la Plaza de Armas fue relativamente
prolongado. Por consiguiente, en las fiestas del «Nuevo» Carnaval, se precisaban gran
cantidad de actividades, para todos los gustos y sectores sociales de la población.
El aporte central de la festividad de 1929, fue la elección de un «Rey Feo» que acom-
pañase en las actividades a la Reina de la Ciudad; en aquella ocasión, fue elegido don
Guillermo López de Romaña, quien mencionaba en una entrevista que le gustaba jugar el
carnaval «al estilo criollo, con cáscaras… no reformaría el Carnaval. Creo que el Carna-
val, así como se juega entre nosotros, tiene un encanto especial. Guarda su sabor propio
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
y es algo muy nuestro. Por lo mismo debemos conservarlo»248. El vehículo de este actor
principal de la fiesta, se caracterizaba por un fino humorismo, normalmente representaba
una gigantesca caricatura del rey de la fiesta, Dios Momo; es decir, estaba destinado a en-
carnar a la divinidad del carnaval, en dinamismo con la expresión cómica de la tradición.
Al igual que el año anterior, los carros fueron ubicados en la Plaza de Armas for-
mando dos círculos, para iniciar la batalla floral. Sin embargo, se afirma que una ligera
lluvia que cayó desde las 5 de la tarde, ocasionó que los carros fueran abandonando la
calzada, finalizando la fiesta. Otro de los eventos que contribuyó notablemente con la
tradición del Carnaval de 1929, fueron las verbenas, donde la gente solicitaba licencia
para la instalación de algunos kioscos o toldos (de calamina o madera), a fin de ex-
pender juguetes, viandas y licores, siempre y cuando guardasen orden y compostura.
Incluso el Concejo, mediante un aviso municipal, anunciaba que otorgaría un premio
al mejor kiosco o toldo, y la inscripción se realizaba también, en la oficina de la Policía
del Concejo. Dicho festejo se daba en la Plaza España (antes Santa Martha), a modo
de feria, en las noches de los días 10, 11 y 12 de febrero.249 Finalmente, se advirtió de
la peligrosidad de los chisguetes de éter para la salud, sin argüir mayor sustento que el
contenido químico del mismo, y el material de este instrumento de fiesta.
Aquel año estuvieron prohibidos los juegos con cohetillos de Napoleón y/o Gar-
banzo, y se permitieron los juegos con agua de color, globos y cáscaras. Los artículos
del carnaval se vendían en la calle Mercaderes, pero no tuvieron la acogida de otras
épocas; ello se debe, quizá, a la situación económica de los pobladores, y al ánimo caído
por la falta de elección de reinas, que en otras épocas generaba entusiasmo y alegría.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Propaganda
carnavalesca de
Carlos Belón & Co.,
en las fiestas del
carnaval. Arequipa,
1935.
Otros años, los años buenos, muchos días antes las tiendas se
hinchaban de personas que buscaban todo lo que en Carnaval
había de cambiar su faz y vestido cotidiano. Hoy, “las crisis”,
impide la movilidad de las gentes, hasta el día de pago, o cuando
después de repasar el presupuesto, para apretarlo, obtienen un
saldo de pocos reales, para emplearlos en las futilezas de los tres
días locos251.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Los diarios narran que a la cabeza del desfile se colocó uno de los mejores carros
adornados, se trataba de una carroza de estilo español, porque en su frente se hallaba
una guitarra española, una pandereta, un sombrero cordobés y castañuelas con ban-
derillas de toros. En la parte alta servían de fondo, un enorme abanico abierto, que
sostenía en su complicado varillaje las manolas. La firma Beretta& Grossi y Víctor
lució en su coche un sombrero. Entre otros vistosos, se presentaron los siguientes:
Pese a no estar anunciado un corso infantil, esta actividad se realizó con natural
éxito en la Plaza de Armas, por la considerable concurrencia de niños disfrazados.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Un extraordinario cochecitos con motivos de fiesta de los carnavales de los años ’20.
El éxito había sido parcial, y en cuanto al juego libre, fueron escasos los sitios donde
hubo partidas carnavalescas; y como era de esperarse, las verbenas —cuyos toldos
fueron levantados en las primeras cuadras de la calle Corbacho— también fracasa-
ron, debido a que la concurrencia de la población fue exigua.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Hacía el año de 1932, el Concejo Provincial, destinó S/. 2.500.00 para el auspi-
cio de las fiestas del carnaval (acordado bajo la presidencia del Alcalde Accidental, D.
Juan Vidaurrázaga); asimismo, las firmas comerciales Fernando Emmel S. A. Ltda. y
Jaime Caritg, donaron para las fiestas, la suma de S/. 700. Aquel entusiasmo estuvo
canalizado por una comisión de festejos, que se encargaba de evaluar las actividades,
siendo conformada por los concejales, doctores Abraham Campos B., José A. Portu-
gal y Carlos P. Martínez.257 El Corso de Flores se programó con la particularidad de
años pasados, iniciándose en el bulevar Parra, y para los mejores carros se otorgó la
siguiente premiación:
PRIMER PREMIO: 300 soles
SEGUNDO: 250
TERCERCO: 100
CUARTO: 100
QUINTO: 50
255 Esta situación se hace más notoria hasta el año de 1935; a partir de la fecha, las festividades tienden a mejorar
notablemente. Asimismo, por aquellas épocas, se comenzó a usar los globos de jebe americano como instru-
mento de juego.
256 Diario Noticias. Arequipa, 15 de febrero de 1931. P. 8.
257 Diario Noticias. Arequipa, 26 de enero de 1932. P. 4.
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
PRIMER PREMIO Carro del Olimpia Athletic Club, que presentó un jazz band.
TERCER PREMIO Carro de «Cemento León», presentado por Gustavo Sardá Cornejo.
CUARTO PREMIO Carro incásico presentado por los Hermanos Gómez Cornejo
Por otra parte, este carnaval presentó novísimas características, tal es el caso de
la elección de la Reina de los Barrios; y sumado a las iniciativas para lograr mayor
éxito en las festividades, el Círculo de la Prensa preparó una velada para el viernes
5 de febrero, organizando un concurso de música «Canción del carnaval», bailes
populares, etc., cuya inscripción era en el diario Noticias259. En aquella velada, los
concursantes a la «Canción del carnaval», fueron partícipes con sus composiciones y
se otorgó un premio municipal. El ganador fue Aurelio Díaz, cuya canción fue impre-
sa en el «Estudio artístico Rodríguez Zaconet», se desconoce la letra de este tema.260
Aquellos programas priorizaban la participación de los artistas, siendo espacios de
recreación y/o esparcimiento; el programa realizado aquella noche en el Teatro Olim-
po, obedeció al siguiente orden:
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Fue de gran ayuda en la organización del carnaval el apoyo que prestó el diario
Noticias, mediante su columna «Avanza el Carnaval», donde ofrecía al público infor-
mación sobre los preparativos de la fiesta, motivando a la colectividad para su parti-
cipación. Finalmente, se realizaron las verbenas en la cuadra de San Camilo fronteriza
al Mercado Central, y a un costado de aquel establecimiento, en la calle Perú.261 Al
igual que el Corso de Flores, el Corso Infantil se dio con gran algarabía, realizándose
también el concurso de disfraces. El significativo éxito de la festividad de este año, se
percibe a través de la siguiente nota: «La fiesta que ha predominado en el Carnaval ha
sido el baile. Se ha realizado bailes en los clubs Unión, Palestina, Melgar, White Star y
StrongBoys, en muchas casas particulares»262. No faltaron los juegos con cascarones y
combates de globos llenos de agua, sobre todo en los barrios alejados donde se jugó con
mayor intensidad. Para dicho año, el jefe segundo de la banda de músicos del Ejército,
Manuel Ulfe Rodríguez, también había compuesto una canción del carnaval. 263
125
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Al año siguiente (1933), las fiestas del carnaval se desarrollaron con relativo
entusiasmo debido a que el Concejo Provincial no auspició los festejos de ese año,
además de las recias disposiciones de la Sub-prefectura,que estaba a cargo del oficial
Mario A. Dávila, a fin de evitar desbordes populares y agresiones entre ciudadanos.
Se estipulaba que bajo la necesidad de otorgar garantías al público en general, queda-
ba «prohibido el jugar con las personas que no demuestren deseos de hacerlo y cami-
nen tranquilamente por las calles», sobre todo en las calles céntricas de la ciudad. El
juego estaba prohibido después de las seis de la tarde, y naturalmente, «las personas
que quieran usar disfraz, deberán recabar su respectiva licencia de la Caja de Depó-
sitos y Consignaciones, previo informe de la autoridad respectiva», a fin de evitar la
delincuencia, aquellos trajes no debían llevar caretas ni antifaces.En caso de no acatar
el reglamento, los contraventores de las disposiciones contenidas en el bando eran
«castigados con el arresto de 24 horas y la multa correspondiente».264
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Aviso Municipal,
donde se da a
conocer los premios
para diferentes
festividades con
motivo del Carnaval
de 1931.
de prensa, como una «pobre perspectiva para el carnaval». La siguiente nota muestra las
gestiones del Concejo para la distribución del dinero:
127
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Pero este punto nos parece que precisa una reforma: el premio,
desde luego, tiene que corresponder al carro que sea de las per-
sonas adineradas, que son las únicas que pueden gastar más o
menos regular suma en el arreglo del carro y su presentación ar-
tística y lujosa. Por eso combatimos la cuestión de los premios ya
que el que tiene dinero hace un buen carro y no va al corso por el
estímulo del premio, sino por el deseo de divertirse. Los premios
deben darse, en todo caso, a la persona que, solicitada por las
gentes de dinero, haga el mejor diseño y corra con el arreglo del
carro. Esa iniciativa y ese ingenio son los que merecen el premio
y no el dinero que todo lo consigue270.
Siguiendo los propósitos del corso, cuyo objetivo era rescatar los valores cul-
turales, folklóricos, sociales, costumbristas y turísticos; en un clima de cooperación,
amistad y solidaridad. La premiación debía darse a los diseñadores de los carros
alegóricos, quienes con su creatividad, lograban causar impacto y conquistar a los
espectadores. Toda sugerencia fue letra muerta, y el corso se inició en un clima de
relativo entusiasmo y armonía, siguiendo un recorrido similar al de años pasados
(partió del bulevar Parra, pasando por las calles de La Merced, Portal de la Munici-
palidad, General Morán y Santo Domingo, Perú, Mercaderes, San Francisco, Ugarte,
Santa Catalina y Plaza de Armas). En aquella época presidió el jurado para premiar
el mejor carro presentado en el corso, don Manuel Ugarteche.271
Entre los vehículos presentados podemos mencionar: un oso blanco, que llamó
la atención por la confección de Carlos Cornejo; un tanque de guerra, presentado
por los oficiales del Ejército; una bellota de algodón, manufactura de la fábrica de
Tejidos «La Industrial», en aquel carro figuraba la Reina del Carnaval del Huayco, S.
M. Graciela; un buque de vela; un buque japonés, ocupado por una alegre comparsa
de chiquillos; la «SIDSUR» presentó un pequeño molino; el carro de la Reina de la
Casa Rosada ostentaba motivos incaicos; los Jefes y oficiales de Policía, destacaron
un vehículo que llevaba a un muñeco en representación de un policía inglés; otro
mostraba una sombrilla de plaza, ocupado por señoritas y jovencitos; un kiosco ja-
ponés; y una caja de sombreros. Los vehículos, después del recorrido por las calles,
dieron vueltas al cuadrilátero, iniciándose la batalla de flores hasta las seis de la tar-
de.272 En cuanto a las licencias otorgadas para usar disfraz, se cobró S/. 0.50, siendo
otorgada en los cuarteles de policía, y a los menores no se les exigió pago alguno.273
128
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
El corso infantil tuvo lugar un lunes por la mañana en la Plaza de Armas, siendo
partícipes los niños del Orfelinato Chávez de la Rosa, a quienes el Concejo obsequia-
ba algunos artículos de juego. Muchos de los carros que habían figurado en el Corso
de Flores, reaparecieron en el desfile infantil. Por otra parte debemos destacar que el
programa del carnaval de 1934 se inició con la velada organizada por el Círculo de
Artistas, en el Teatro Ateneo, el cual no mostró la opulencia que tuvo el programa de
1932, las actividades obedecieron el siguiente orden:
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Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Rebaja de Pasajes
CARNAVAL
La empresa274.
130
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
se trataba de Juan José Soto y Daniel Paz y Basurco275, quedando únicamente quien
presidía los festejos, don Roberto Llerena.276 Integrándose luego, Florencio Pajuelo.277
Aquel año, se dispuso la suma de S/. 3000.00 para los festejos del carnaval (siendo
destinados 1000 para actos benéficos), pese a la oposición de los concejales don Edil-
berto Zegarra Ballón y el Sr. Lozada Murillo.278
131
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
132
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Art. 2º. Es, también, prohibido que se juegue con las personas que
transitan por las calles y no intervengan en el juego.
Art. 3º. A las personas que hagan uso de disfraz les es prohibido el
tránsito por las calles sin la respectiva licencia que expida la policía.
Art. 5º. El juego con agua sólo se permitirá desde las 12 m. hasta
las 6 pm. siendo prohibido jugar en esta forma antes y después de
las horas indicadas, durante los días lunes y martes.
En cuanto al recorrido del corso, partió del bulevar Parra, siguiendo por las
calles La Merced, Portal de la Municipalidad, Morán, Santo Domingo, Pizarro, Mer-
caderes y Plaza de Armas. Y frente a la premiación de los mejores carros arreglados,
se nombró como jurado al director del diario Noticias, Alberto Arispe, quien en vista
de que estaría ausente aquel día, declinó su nombramiento.282 El orden de premiación
fue el siguiente:
PRIMER PREMIO S/. 400.00
SEGUNDO PREMIO S/. 200.00
TERCER PREMIO S/. 150.00
CUARTO PREMIO S/. 50.00
Entre los carros adornados, podemos mencionar: un molino, un gato y los ratones,
una góndola que simbolizaba el verano, un hongo, una fantasía árabe que llevaba a la
Reina Infantil Graciela I, la puesta del sol, la cervecería con el reclame de la «Cerveza
Toro» y que iba arrastrado por bueyes, un helicóptero azul, etc.283 En lo que respecta a
la participación del público en el corso del domingo, según los medios de prensa escrita,
133
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
fue ausente, provocando que las fiestas tengan un marcado deslucimiento. Agregado a
ello, la incultura en el juego por parte de los asistentes —al hacer uso de artículos incon-
venientes para los juegos como porotos, pallares, etc.—, hizo deslucir aún más el corso.
El jurado estuvo compuesto por las señoras Leonor de Zegarra Ballón, Angéli-
ca de Bolaños y Emilia Angulo de Villalonga, quienes fueron acompañadas por los
señores Bruno Isenrich y Trinidad Lozada Murillo (de la comisión municipal). Con-
cluyendo las actividades de 1936, la Reina Infantil, hizo entrega de pastas y confites a
los canillitas vendedores de los diarios y a numerosos niños pobres. Por otra parte, en
las verbenas populares realizadas en los parques públicos, hubo rifas y loterías de al-
gunos artículos, lo cual reunió a más población; destacó, sobre todo, la actividad que
se realizó en el Parque Bolognesi. En cuanto al juego libre, hubo interesantes partidas
con bandas de músicos y jóvenes en camiones que recorrieron la ciudad.
Las fiestas del carnaval de 1937, se dieron en medio de gran animación y entusias-
mo, así se desarrolló como número mayor del programa, el Corso de Flores, desfile donde
destacaron variados carros comerciales, como el de la Cervecería y de la Empresa de
Turismo.286 Se organizaron bailes en organizaciones obreras, como el que tuvo lugar en
Tranelec Club; las verbenas populares se realizaron en la Plaza España, debido al trasla-
do de los puestos del mercado San Camilo al Parque Bolognesi; también se organizaron
134
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Propaganda
carnavalesca
de Teatro Real,
donde presenta las
próximas actividades
a celebrarse con
motivo de los
carnavales de 1937.
bailes en los clubes «White Star», «Novel», «Bolívar» y «Cultural»; finalmente, el Muni-
cipio Provincial ofreció un almuerzo a los presos de la Cárcel Pública y se realizó un corso
infantil con la participación de los niños del orfelinato Chávez de la Rosa.
En tanto, un miembro de la comisión del carnaval designado para dicho año, por
renuncia, era reemplazado por otro concejal (Alberto Belaúnde), presidiendo las activida-
des Carlos L. Bouroncle, y apoyando José A. Roberts con Óscar Herrera Montoya.288 El
Concejo Provincial dispuso para los festejos el monto de S/. 3.000; de dicha suma se acor-
dó que se otorgarían tres premios de 100 soles para los mejores carros presentados por
los distritos en el Corso de Flores.289 Pese a la buena organización por parte de la Comi-
sión de los Festejos, las fiestas se vieron perjudicadas debido a la fuerte lluvia, desluciendo
sobretodo el número principal, el corso. Sin embargo, a pesar de contemplarse desde un
principio la situación de las lluvias, la actividad no fue postergada para el día siguiente.
135
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Fiestas de
carnestolendas
realizadas en el
Estadio Melgar.
Una de las gestiones más importantes de esta comisión fue invitar a los represen-
tantes de diferentes distritos a participar del corso, a fin de incluir a todos los pueblos
y sus comunidades en las fiestas del carnaval. Se presentó el vehículo de Yarabamba,
que llevaba a su reina acompañada de sus damas y rodeada de jinetes que lucían sus
ponchos campesinos; el pueblo de Quequeñatambién presentó su carro, y Cayma
también se dio cita se dio con un motivo de carácter histórico, los «Collaguas». En-
tre otros vehículos, hubo un rascacielos, una mariposa donde iba la Miss Arequipa
Infantil, Mary Vela; un buque de vela; un gran pez; la Pagoda China y una canastilla
de flores. Entre los carros de tipo comercial: la marca de radios TELEFUNKEN y la
Sociedad Eléctrica que presentó un enorme foco de luz.
Otra suerte correrían los festejos del carnaval de 1939. La comisión que estuvo
136
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
integrada por Florencio Pajuelo, Juan F. Franco y Carlos Bouroncle, previno la situa-
ción climática, preparando el Corso de Flores para las primeras horas de la mañana.
Encabezó aquel recorrido, la banda de músicos del Regimiento No. 13, siguiendo el
carro de la Miss Infantil (que representaba un patio versallesco), Miss Carnaval y su
corte honor, Miss Olimpo y sus damas (que se encontraban en un gran abanico), una
caravana árabe, un conjunto incaico de la Casa Rosada (con trajes típicos represen-
tando la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo), entre otros. Aquel año, también
donó la premiación, la firma Fernando Emmel: PRIMER PREMIO S/. 250, SEGUN-
DO PREMIO S/. 200, TERCER PREMIO S/. 150 y CUARTO PREMIO S/. 100.291
La agenda contempló bailes de fantasía en diferentes instituciones, concurso de ma-
rineras y pampeñas, un corso infantil, concurso de disfraces, entre otras actividades.
137
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Bajo ese contexto, en 1941 se nombró como comisión del carnaval a los conce-
jales Ernesto Cánepa Sardón, Héctor Bedoya Forga y Enrique Zimmermann Roma-
ña. Dicha comisión, replanteó el recorrido del Corso de Flores, considerando que la
actividad merecía un cambio en cuanto al recorrido. Se precisó el siguiente trayecto:
«Avenida Goyeneche, Siglo XX, San José, Santa Catalina, Portal de San Agustín, la
Merced, Boulevard Parra, Parque Melgar, Avenida Tacna y Arica, Salaverry, Avenida
Olímpica, Avenida Jorge Chávez y Avenida Goyeneche»295.
138
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
El fiero es Rey.
4º. Dos jurados, formados por tres personas cada uno, de dis-
tinguidos de la sociedad, tendrá a su cargo la designación de los
premios, que se entregarán en número de dos para cada grupo,
osea un total de ocho.
139
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Municipal.
14
140
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Los bailes populares fueron una de las actividades más atractivas del carnaval,
asimismo las verbenas que se realizaron en la calle Dos de Mayo con prolongación
Perú, instalándose varios kioscos y puestos de venta.300 Este año se caracterizó por la
organización de concursos literarios para la elaboración de las ofrendas líricas, por
ejemplo, para el reinado de la Juventud y Alegría, en cuyas bases se configuraba la
participación de personas mayores a 21 años, con composiciones en prosa (sin exce-
der las 60 líneas) o verso (sin exceder 100 versos). Los trabajos debían ser firmados
141
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Conjunto de baile
que se presentó en
el Teatro Municipal
con motivo de la
coronación de la
Reina Infantil 1947.
con seudónimo y enviados a Radio Continental; el trabajo ganador era leído en día
de la coronación.
La comisión nombrada por el alcalde Juan Luis Moscoso Melgar para los carna-
vales de 1943 estuvo formada por los concejales William Tuza, Andrés Agramonte y
Manuel A. de la Peña. A pesar de los esfuerzos, el carnaval de dicho año no adquirió
el brillo de otrora; los festejos en diferentes barrios se circunscribieron a su sector, tal
es el caso de Yanahuara, Antiquilla, Miraflores, etc.301
La comisión de los festejos de carnaval de 1945, presidida por Víctor T. Vela, e inte-
grada por Luis Bedoya Mercado y Raúl Herrera Montoya, mostró el mismo propósito de
los concejales que planificaron los festejos del año anterior. Sugiriendo que las fiestas sean
del pueblo y para el pueblo; ello afianzado por la organización del festival carnavalesco en
el Estadio Melgar, el cual presidió la Reina del Trabajo. El desfile era presidido por el carro
alegórico de aquella reina y su corte de honor, partiendo del bulevar Parra, La Merced, San-
142
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
ta Catalina, Ugarte, San Francisco, Plaza de Armas, Mercaderes, San Juan de Dios, Avenida
Olímpica, rematando en el Estadio Melgar para la realización de dicho festival.303
6.45 p.m. Funciones en los cinemas con asistencia de las mises y reinas.
8:00 p.m. Bailes populares y verbenas en diversos sectores.
11:30 p.m. Bailes en el Teatro Fénix.
Carnaval infantil en el Parque Grau. Concurso de disfraces, pre-
10:00 a.m. mios municipales.
LUNES
4
143
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
primero precisaba la suma de S/. 600.00, el segundo S/. 400.00 y el tercero S/. 300.
Sin embargo, fueron pocos los carros que se presentaron para el desfile, dando realce
la presencia de comparsas de indígenas, el carro del Ño Carnavalón y la banda de
músicos del Ejército. Finalmente, se realizaron los bailes populares o los llamados
bailes democráticos y concursos de pandillas disfrazadas, en los Parques Melgar, Pla-
za España y Deán Valdivia, donde también se instalaban varios kioscos y/o tienditas,
que requirieron de la instalación de altoparlantes.306
A dos días de la actividad, el Concejo tuvo la difícil tarea de dar a conocer que se
suspendía la farándula carnavalesca. Una vez cancelado el programa organizado por la
Comisión de Festejos, no se realizó la entrada del Ño Carnavalón y no hubo retreta en la
Plaza de Armas. Produciéndose únicamente la coronación de la Reina Infantil y la Reina
de la Juventud, en el Teatro Municipal, el concurso de disfraces infantiles y los bailes parti-
culares de diferentes instituciones y clubes.309 Pese a ello, en algunos distritos acontecieron
actividades por la semana de carnaval, como en Tiabaya, donde se coronó a su reina y
hubo un baile. Finalmente, en cuanto al juego de carnavales en las calles céntricas como
en los distritos no tuvo la emoción de otros años, así se manifiesta en el siguiente apunte:
144
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
La ausencia del Concejo no sólo auguraba unas malas fiestas, sino que también
perjudicaba a las pequeñas industrias que instaban sus kioscos durante la realización
145
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
de las verbenas populares, ya que sin ese apoyo no podían ofrecer sus productos.
Asimismo, el entusiasmo decayó, y las fiestas del carnaval se circunscribieron única-
mente a espacios cerrados, por lo cual, en contadas calles se produjo el juego libre.
Según los diarios, el carnaval tuvo un gran deslucimiento en 1949.
Hubo funciones en diferentes teatros, cines, clubes, etc., entre ellos merece desta-
car las funciones del cine Victoria, porque ofreció un baile de disfraces, del cine Da-
nubio, ya que realizó un desfile artístico de estrellas del teatro y de la radio, y organi-
zó una rifa gratuita sorteando chisguetes de éter, y el baile organizado por la FECIA,
que estuvo amenizado por la orquesta argentina de Tita Duval. Por otra parte, los
establecimientos «América» Pedro P. Díaz S. A., pusieron a la venta la última nove-
dad americana para arreglos carnavalescos: los globos de jebe.315 Finalmente, hubo
verbenas populares en el mercado de San Camilo y bailes en la plaza Mayta Cápac.
❚❚ La Pelea de Toros,
actividades que
se realizaban en
algunos distritos,
como entierro del
“Ño Carnavalón”.
Dibujo de Rodríguez
Pantigoso.
146
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Saludo por las fiestas del Carnaval de 1950, ❚❚ -Automotriz del Sur.
donde figuran las firmas comerciales: ❚❚ -Jabonería Peruana.
❚❚ -Curtiembre Ibáñez S.A ❚❚ -Arequipa Import-Export
❚❚ -Alfonso Martinetti & Co. S. A. ❚❚ -Cía. Importadora Vak. “Civak”.
❚❚ -Said e Hijos S. A. Ldta. ❚❚ -Industrias de Algodón San Antonio.
❚❚ -Mauricio Hockschild & Co. S. A. ❚❚ -Simoni y Rivera.
❚❚ -Corporación Comercial del Sur. ❚❚ -Richard O. Custe de Arequipa.
❚❚ -Mercantil Lomellini. ❚❚ -Cía. De Seguros “ATLAS”.
❚❚ - Seguros “La Nacional”. ❚❚ -Fábrica de bebidas gaseosas “La Preferida”.
❚❚ -Incamotors S. A. ❚❚ -Vidriería “La Nacional”.
❚❚ -Oscar Tapia R. V. ❚❚ -Emmel y Cía. S. A.
❚❚ -Arequipa Motors. ❚❚ -José Muñoz Nájar S. A.
❚❚ -Saiki Hermanos. ❚❚ -Rathjens S. A.
❚❚ -Popular y porvenir. ❚❚ -Barraca “Oriental”.
❚❚ -Reiser y curioni. ❚❚ -Botica “Bellido”.
❚❚ -Almacenes Clisa. ❚❚ -Salón “Astoria”.
❚❚ -Lucioni Hermanos. ❚❚ -Librería “El escritorio”, etc.
147
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Aquellos festejos parecen mostrar lucimiento por la presencia de más de cuarenta ca-
rros debidamente adornados durante el corso. Por citar algunos, los vehículos del Ejército
fueron: el Batallón de Infantería No. 12 (con su banda de música), el No. 3 de Zapadores
(presentó una galera griega) y el Grupo de Artillería No. 3 (un carro de piratas, donde fue
invitada la Reina de la Ciudad, Rosario I). Asimismo, participó Coca Cola, la Compañía
Cervecera del Sur (presentó a un hombre repartiendo cerveza), el carro del Barrio de la
Casa Rosada (donde figuraban antropófagos y dos exploradores atados a un árbol),
entre otros, que fueron presentados por diferentes distritos y urbanizaciones. También se
contempló en la agenda, los bailes de fantasía ofrecidos por diferentes cines y clubes. Y en
cuanto a la entrada del Ño Carnavalón, fue animada por diferentes pandillas, comparsas,
como las bifalas y ayarachis, entre otros danzantes o bailarines. Su recorrido tuvo gran
realce en las calles La Merced, Salaverry, San Juan de Dios y Palacio Viejo.317
148
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Al año siguiente, la Comisión del Carnaval, presidida por don José García Cal-
derón, preparó una serie de festejos, que dieron inicio con la entrada del Ño Car-
navalón, el cual partió de la plaza Mayta Cápac del Barrio de Miraflores, siguiendo
por la avenida Goyeneche, Siglo XX, San José, Moral, Santa Catalina, rematando el
trayecto en la Plaza de Armas.318 Y en 1953, las fiestas del carnaval se presentaron
atractivas para toda la población, siendo preparadas por el Concejo Provincial y
contaron con el apoyo de Radio Arequipa. De esta forma, se realizaron los acostum-
brados reinados y coronaciones, hubo la participación de las bandas de músicos del
Ejército durante los festejos; se organizó el carnaval de papel, el cual consistía en pre-
sentar disfraces hechos de papel, ya sea con estampillas, etiquetas, etc. y las serenatas
a la Reina de la Radio y Farándula.
Para el año de 1954, se preparó un programa que tuvo como escenario princi-
pal el Estadio Melgar, incluyendo juegos y múltiples atracciones; con la asistencia
de las diferentes reinas y sus respectivas cortes, asimismo se levantó un estrado don-
de se presentaron conjuntos musicales (como Trovadores del Sur) y se preparó un
concurso de carritos engalanados, que consistía en que los niños presenten sus tri-
ciclos convenientemente arreglados, dicha actividad fue denominada «Petit-corso».
La Comisión de Festejos, que estuvo presidida por el señor Javier Pardo Belaúnde
e integrada por Gustavo Ruíz de Somocurcio y Urich Neisser Riess, organizó las
siguientes actividades:
149
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ La Urbanización
IV Centenario,
presentó un carro
alegórico que
simbolizaba la
liberación de los
esclavos decretada
por el Mariscal
Castilla (Arequipa,
carnaval de 1955).
original y novedosa, que alcanza notable éxito porque permitía a las personas lucir con-
feccionados disfraces. En los clubes se realizaron bailes de carnaval, batallas de globos y
rifas (como en el Country Club Porongoche). De igual forma, se promovió una fiesta de
disfraces. Ciertamente, los bailes organizados por diversas instituciones sociales, concre-
tan la alegría y entusiasmo y congrega gran cantidad de público. Todas las festividades
eran transmitidas por Radio Arequipa, bajo la dirección del entusiasta locutor de radio
Tirso Borja Vizcarra, quien también «organizaba los bailes en el cine Fénix y es creador
de las Festidanzas para el Aniversario Arequipeño»319.
319 PODESTÁ NÚÑEZ, Eduardo. «Carnaval, alegría sin igual. Un común sentimiento de fiesta recorre el espinazo
andino del Perú». En: Podestá Prensa. Dirección Web: Http://www.podestaprensa.com/2012/02/carnaval-ale-
gria-sin-igual.html?m=1. [Consultado: 11-08-2013].
320 Diario Noticias. Arequipa, 24 de febrero de 1954. P. 6.
321 «Nota del Concejo Provincial de Arequipa, Inspección de Espectáculos». En: diario Noticias. Arequipa, 26 de
febrero de 1954. P. 2.
150
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Hacia el año de 1955, se preparó otro escenario para los festejos del carnaval mis-
tiano, la comisión de organización estuvo presidida por Ulrich Neisser, e integrada por
Víctor Andrade y Luis Gonzáles Lobos. Entre las actividades, como en años anteriores,
se resolvió dar premios a los mejores carros alegóricos, conjuntos musicales, comparsas
y bailarines que participaron del evento, destacándose como primer premio 2.500, el
segundo 1.500 y el tercero 1.000 soles de oro (quedaban fuera del concurso los carros
presentados por la Comisión Organizadora).323 Asimismo, se realizó la festividad en
el Estadio Melgar. El programa oficial del carnaval contempló eventos que reunían a
la población proveniente de diferentes distritos, como el corso, agasajos, etc., también
bailes y fiestas que se desarrollaban en instituciones particulares.
322 «Disposiciones para la correcta celebración del Carnaval 1954». En: diario Noticias. Arequipa, 28 de febrero de
1954. P. 3.
323 Diario Noticias. Arequipa, 7 de febrero de 1955. P. 2.
151
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
152
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
153
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Una de las gestiones que se debe destacar de esta Comisión de Festejos, fue en cuanto
a la preocupación por mantener el precio moderado de las entradas a los bailes de fanta-
sía y la adquisición de artículos del carnaval. El presidente de la Comisión, envió una nota
de prensa en la que convoca a las instituciones a realizar cobros razonables para evitar
que el público se vea impedido de participar en algunas actividades.
Entre los bailes de fantasía, es de mencionar el baile organizado por el Club Interna-
cional Arequipa, cuya entrada o ticket tenía un costo especial:
Damas: 40.00
Tradicional Baile de Máscaras.
Martes de Carnaval Damas de No Socios: 50.00
Orq. Ballón Vargas, concurso de
11:30 p.m. Socios: 60.00
comparsas con premios. No socios: 80.00
Diario Noticias. Arequipa, 6 de febrero de 1955.
154
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Desfile de los
carros alegóricos por
la Plaza de Armas.
155
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
En seguida, estuvo situado el carro cuyo nombre era: «Los roncos del bisturí»,
creación artística de Aníbal Manrique y algunos estudiantes de Medicina. En el carro
figuraba un paciente amarrado con sogas, listo para ser operado; se notaba instru-
mentos de cirugía, serruchos, canillas, etc. Al personaje se le aplicaba la anestesia por
medio de un zapato, y los médicos operantes con su respectivo mandil blanco. Por
otra parte, portaba subliminales leyendas, cómicas a la vez, de las cuales se distinguía
frases como:
De una forma u otra, las fiestas del carnaval obedecen a una alteración del orden
establecido socialmente. La representación del carro alegórico de los estudiantes de la
Facultad de Medicina cumple con una de las características que explica la investigadora
Silvia Pérez, cuando menciona al carnaval como paradigma de la transgresión. El dis-
curso contenido en aquellas hilarantes frases que encauzan la esencia de la festividad,
escenificaban la figuración de un hombre apunto de ser operado, y ello complace el
escenario de supresión de normas y tabúes.329
156
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Carro alegórico
de la Reina de
la Ciudad 1957,
María Eugenia
Chirinos, por la calle
Mercaderes
157
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Carro alegórico
‘Nido de Quesures’.
por citar algunos casos, se presentó la «Comercial S.A.» con un carro cuyo motivo
era la propaganda de los radios Phillips (portaba un gran muñeco y un amplificador
de música); sobresalía el carro de pisco «San Vicente» de la Sociedad Agrícola de San
Vicente; la firma CORSUR332 que presentó un carro con una refrigeradora; el carro del
Club River Chili, que simbolizaba una cancha de basquetbol (con jugadores y table-
ros); el carro de la fábrica de jabón «El Águila», que representaba a dicha ave; la firma
Coca-Cola, valga mencionar, el más largo y grande del corso (estuvo compuesto por
tres tráileres) presentado por Enrique Mejía, figuraba un colorido escenario de la vida
selvática, etc.333
También destacaban los carros de las reinas de diferentes distritos con sus res-
pectivas cortes: El carro de la reina de Sabandía, representaba dos cisnes y una lira,
acompañado de una escolta de heraldos a caballo con sus respectivas lanzas; el coche
de la Reina del Trabajo representaba el Cuerno de la Abundancia y la rueda simbólica
del trabajo, con un panal de miel y sus abejas (confeccionado por el artista Víctor To-
rres Cruz); por su parte, el carro de la Reina de Cayma, ostentaba un arco colonial del
distrito; el carro de la Reina de la Urbanización de Mariano Melgar, simbolizaba al
volcán Misti; el carro de la Reina del Deporte mostraba una gran bola de fútbol con
dibujos alusivos; la Reina Infantil se lució con un hermoso coche, donde se distinguía
una canastilla de flores, entre otros.
Durante el Corso de Flores, también destacaron los conjuntos musicales con sus
bandas típicas y parejas de baile; iban intercalados conjuntos vernaculares y com-
158
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
parsas, entre los que anotamos: La comparsa del altiplano de la Casa Rosada, con
doce parejas de baile dirigidos por Fidel Mamani; la comparsa de SumaccTicac del
Barrio de Miraflores, con diez parejas de baile, presentada por Jorge Condori; otra
comparsa de la calle Víctor Lira, también con su banda y parejas de bailarines; y la
comparsa de tropicales del Barrio Betaerio, con sus bailarines chunchos, presentada
por Dionisio Arias.334
Frente al carnaval de 1956, la Comisión del Carnaval, conformada por los edi-
les: Alberto Mostajo Ackerman, César Carty Arredondo y Luis Gonzáles Lobos335,
acordó llevar a cabo el tradicional Corso de Flores, otorgando premios a los mejores
carros adornados y las mejores comparsas de bailarines, bajo el siguiente orden:
PRIMER PRIMER
S/. 2,000.00 S/. 500.00
PREMIO PREMIO
SEGUNDO SEGUNDO
S/. 1,000.00 S/. 250.00
PREMIO PREMIO
El programa del carnaval de 1956, que presidía la Reina Infantil S. M. Ela I, obe-
deció a las siguientes actividades: La entrada del Ño Carnavalón, cuyo cortejo partió
de la plaza Mayta Cápac, marcha que era encabezada por un enorme muñeco monta-
do en burro, y siguió el recorrido por el actual Centro Histórico de Arequipa; los bai-
les sociales realizados por el Círculo Mollendo, Asociación White Star, Jockey Club
Arequipa, Círculo «Unión Miraflores», Radio Arequipa, cine Victoria, Club Aurora
F. C., FECIA, entre otras instituciones; asimismo, se realizó el Corso de Flores, que
partió del parque Selva Alegre, siguiendo por Jerusalén, Mercaderes, Perú, San Juan
de Dios, 28 de Julio y La Merced hasta la Plaza de Armas. Se tuvo en consideración el
corso infantil, con carritos engalanados, y concurso de disfraces denominado «Car-
naval de papel», en el Coliseo Municipal, así como también en la Plaza de Armas.336
159
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Cabe mencionar que en aquel año se marcó con intensidad el contenido violento
y desordenado de la fiesta, ya que bajo el pretexto de los juegos con harina y agua,
días antes de las fechas centrales, algunas personas fomentaron actos inmorales, robos
y hasta ocasionaron accidentes de tránsito. Ciertamente, se había malacostumbrado a
adelantar de ese modo las fechas festivas; ya desde enero, se comenzaron a jugar in-
moralmente las fiestas preparadas para la semana del 12 de febrero. En algunos otros
casos, provistos de harina, algunos muchachos con disimulo, lanzaban a los ojos de las
niñas, logrando cegarlas, y aprovechándose de ese estado, sustraían dinero u objetos
que pudieran llevar consigo.
En 1957, la Comisión Municipal presidida por el Sr. Ampellio Grossi Pitera, preparó
un atractivo programa para la fiesta de carnestolendas, enviando anticipadamente oficios a
diversas instituciones para que pudieran participar en el Corso de Flores, programado para
el domingo 3 de marzo. El Concejo, cuya gestión recaía en Ulrich Neisser Riess, comenzó
a actuar con gran eficacia.339 Asimismo, este año se marcan algunas reformas, pues bien, el
alcalde Ulrich Neisser, tuvo como objetivo principal de su gestión, remover los mercadillos
y ferias populares de la parte céntrica de la ciudad, así reza un párrafo en sus memorias:
160
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Los cabezudos en
la entrada del Ño
Carnavalón de 1957.
340 NEISSER RIESS, Ulrich. «Memoria / 1964 – 1965 – 1966».Concejo Provincial de Arequipa. P. 146.
341 Diario Noticias. Arequipa, 23 de febrero de 1957. P. 1.
161
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
162
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
Por otra lado, a partir de dicho año, el gobierno de Manuel Prado comenzó a re-
primir fuertemente las fiestas del carnaval, pese a ello, en Lima, la Cámara de Diputados
rechazó el pedido para que se supriman los feriados de carnaval; sin embargo, no se pro-
dujeron programas oficiales, lo que de alguna forma desarticuló el programa de la festi-
vidad. Bajo dichas circunstancias, en 1958 no hubo fiestas del carnaval en Arequipa.345
Entre los carros que destacaron en el corso podemos mencionar: el vehículo de Tex-
tiles San Antonio S. A., que presentaba en su alegoría una lanzadera de telar, con chi-
163
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
menea y adornos propios de la fibra blanca; la Compañía Cervecera del Sur del Perú
presentó una bullanguera orquesta; la compañía folklórica Tahuantinsuyo, con su Reina
S. M. Hortensia I; entre otros carros que por su decoración llamaron la atención, fueron
el presentado por Leche Gloria, La Comercial S. A., los conjuntos «Picaflor Andino»,
«Vilcanota», «Sur Andino», con sus respectivas reinas. Y el juego en las calles cundió con
agua, pintura y polvos.348
Al año siguiente, a trece días del mes de enero de 1960, se produjo un segundo
sismo que dejó en peor estado a la ciudad de Arequipa. Aquel funesto movimiento
telúrico redujo a la ciudad en escombros, sobre todo en los distritos de Paucarpata,
Uchumayo, Sabandía, Polobaya, Miraflores y Characato; se asume que su intensidad
fue mayor al sismo del 1958. Estimándose que aproximadamente 50 mil familias
quedaron sin domicilio, e innumerables vidas se perdieron. Bajo estas condiciones
eran poco probables los festejos de carnestolendas, la ciudad se hallaba enlutada.
Cabe destacar que el parque Mayta Cápac, que era el lugar de donde partía el Ño
Carnavalón, se había vuelto refugio para los damnificados que se resguardaban en
carpas y toldos.
164
Historia del Moderno o Nuevo Carnaval en Arequipa
❚❚ Carro alegórico
del Rey de los Feos
1959.
La experiencia del nuevo carnaval, aquel que está caracterizado por los corsos
de flores, reinados, bailes de fantasía, corsos infantiles, verbenas, concursos de disfra-
ces, etc., nos deja saber que su éxito depende de los auspicios, apoyo y organización
de los concejos municipales, así como también de los medios de prensa como nexos
comunicativos, que permiten estimular los ánimos populares. Asimismo, se ha po-
dido comprobar su éxito con la organización de tres actividades fundamentales: la
organización de los reinados, el corso de flores y los festivales en el Estadio Melgar;
su realización auguraba el éxito de las fiestas carnestolendas.
165
Capítulo IV
Análisis sociocultural de las fiestas
del carnaval en Arequipa
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Es importante anotar los cambios que sufren muchas de las piezas del misterio
según la idiosincrasia de los pobladores. Quizá no se deja de representar a los tres le-
352 C. A. R. «La Navidad criolla y los nacimientos». En: Revista Fanal. Vol. XIII. N° 53. International Petroleum Com-
pany. Lima, 1957. Pp. 2-3.
170
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
gendarios reyes magos; pero sí son concebidos y modelados de diferente manera. Los
artífices populares de la sierra peruana, ya no representarán a los reyes magos con
atuendos cristianos, montados a camello, sino que lo harán con ponchos y motivos
andinos, montados sobre alguna especie de camélido regional. Esta clase de imagi-
nería artesanal da vida a los elementos vernaculares y típicos de un lugar. De modo
similar a la Navidad, el carnaval se ha ido desarrollando en todo el mundo como una
tradición local, no se trata de un proceso de aculturación, ya deja de ser una fiesta
romana, italiana, francesa o hispana, pues logra alcanzar un contenido localista, con
modos auténticos, lo cual es trascendental, ya que permite la revaloración de todos
nuestros recursos culturales festivos. Imagínese que no existiera ninguna tradición,
no habría forma de poner en práctica las costumbres que caracterizaron desde siem-
pre a nuestro pueblo.
353 SÁNCHEZ MÁLAGA, Armando. La música en el Perú. Historia y Cultura del Perú. Museo de la Nación. Universidad
de Lima. Curátola, Marco Editores. Lima, 1994. P. 379.
171
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
354 ROMERO, Emilio. «Geografía». En: «Reportaje al Perú» del diario La Prensa. Tomo I, «Los Departamentos». Lima,
s. f. P. 5.
355 TAURO DEL PINO, Alberto. Diccionario Enciclopédico del Perú. Tomo I. Editorial Juan Mejía Baca. Argentina,
1966. P. 90.
356 KOEPCKE, Hans-Wilhelm. «Vida y paisaje en el Perú. Una paraíso de los estudios bio-grográficos». En: Revista
Fanal. Vol. XX. Nº 73. International PetroleumCompany. Lima, 1965. P. 9-12.
172
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
173
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Por otra parte, se habla de las tinyas actuales, que eran semejantes a los tambores
que tocaban los mochica y chimú; del huarajo huancavelicano, una trompetilla de ca-
labazo que se llamaba quepa; entre otros instrumentos musicales. Todas estas mani-
358 Cornejo Díaz, Marcela. «Cantos quechuas prehispánicos: aproximación desde la lingüística». Arequipa, 2008. En:
http://canteradesonidos.blogspot.com/2008/10/cantos-quechuas-prehispnicos.html (28 de octubre). [Consulta-
do: 19-11-13].
359 LARCO HOYLEE, Rafael. Los mochicas. T. II. Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera. Lima, 2002. Pp. 166-181.
360 LÓPEZ TRUJILLO, Sonia y CANO INUGAY, Yoshio. «La expresión musical nazca: muestra del mes». Boletín del
Museo de Arqueología y Antropología. N° 5. Lima, 1999.
361 LARCO HOYLEE, Rafael. Op. Cit. Pp. 166-181.
174
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Un cerro de
pica-pica listo para
ser empaquetado y
utilizado como otro
instrumento de juego
del carnaval de los
últimos tiempos.
festaciones demuestran que la sociedad inca tuvo una propia concepción del mundo
musical y artístico, sus instrumentos (como el pututo, quena, tarka, pinkullo, antara,
ayarichic, sikus, huankar–tambor gigante, tinya, ocarina, manguare, etc.) refuerzan la
concepción de que nuestros antepasados constituyeron una civilización avanzada, de
gran espiritualidad y caracterizada por la expresión de sus estados anímicos.
362 SCHECHTER, John. «El cantar histórico incaico». En: Revista Musical Chilena. Año XXXIV, N° 151. Santiago,
julio-setiembre, 1980. P. 38.
175
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Las danzas resultan ser la expresión viva de la ritualidad en las fiestas del carnaval,
donde confluye armónicamente, el disfraz, la máscara, la música y la cosmovisión andina.
Rafael Larco ha encontrado similitudes entre las danzas guerreras mochicas y las
danzas guerreras de la actualidad. Asimismo, se afirma que muchas danzas de corte
religioso, que realizaban los mochicas con máscaras y atavíos adecuados, representa-
ban «al demonio vampiro, del demonio Strombo, del de las piedras y demás. Otros
363 FUENTES RUEDA, Helard. «Música y músicos en Arequipa colonial (Siglos XVI-XVII)». En: diario El Pueblo. Are-
quipa, 1 y 2 diciembre de 1989. P. 5.
364 SÁNCHEZ MÁLAGA, Armando. Op. Cit. P. 381.
365 BUSTO D., José Antonio del. El capitán, el Trompeta y otros Hombres de Caballería. Editorial Universitaria. Lima,
1969. Págs. 17 y ss.
366 FUENTES RUEDA, Helard. Op. Cit. P. 5.
367 JIMÉNEZ BORJA, Arturo. Máscaras Peruanas. Fundación del Banco Continental para el Fomento de la Educación
y la Cultura. Talleres AUSONIA S. A. Finlandia, 1996. Pp. 37-39.
176
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El ‘chisguete de
éter’, uno de los
instrumentos de
juego más utilizados
durante el nuevo
carnaval.
177
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Esto ocurre en muchos otros lugares del país. Rafael Larco demuestra en
sus investigaciones lo mismo que afirmamos: parte del folklore peruano presen-
ta rezagos de las culturas prehispánicas que se han desarrollado en las regiones
del Perú, y a su vez, está desapareciendo en la actualidad de forma vertiginosa.
El legado del mundo indígena a las fiestas carnestolendas de diferentes regiones
del Perú, se puede apreciar en la celebración de las comparsas. Gran parte de ese
legado es muy latente en las zonas altoandinas; por ejemplo, en Apurímac o en
Ayacucho, encontramos la danza de las tijeras (actualmente no usan máscara);
en Áncash, se pueden apreciar las máscaras de auquis (espíritus de la montaña);
en Ayacucho, la danza corcovados, loros y vaca-vaca; en Cajamarca, la danza
shajsha (un guiador llamado negroes el único enmascarado); Cuzco también se
caracteriza por tener danzas enmascaradas, sobre todo en Paucartambo; en Huá-
nuco hay tres danzas enmascaradas, la cofradía de negritos, el turco, y la dama y
el enmascarado, etc. Las cuales, muchas veces, son presentadas en las actividades
del carnaval.
Las danzas del Perú antiguo jamás se dieron en pareja. Si hoy en día se pue-
den apreciar ello, es debido a la influencia foránea; por otra parte, los varones
indígenas, danzaban normalmente con máscaras, y las mujeres lo hacían con el
rostro descubierto; se trata, quizá, de una de las observaciones más importantes
de Arturo Jiménez Borja. Ciertamente, en la mayoría de casos, no se puede con-
cebir en el mundo andino, una danza sin personas enmascaradas, ya que la fiesta
consiste no solamente en ser acompañada por el baile, la música, las bebidas y
las ceremonias, sino también, por un aire de misterio, por la misma necesidad del
ser humano en mantener de modo enigmático los aspectos de su intimidad. A este
contenido, contribuye la utilización de la máscara en las fiestas.
178
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
A) COSTUMBRES CARNAVALESCAS
179
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Sin duda, el caballo era el animal más importante de los países europeos; ya que
desempeñaba tareas de gran importancia. La fuerza de tracción animal, por ejemplo,
ejercida por el caballo en los molinos —a lo que se denominó Tahona—, permitió
molturar el grano y el zumaque; esta práctica ancestral, históricamente, se inicia en
Grecia Antigua, cuando la fuerza humana resultó ser insuficiente.375
Lo cierto es que la función principal del caballo durante todas las épocas ha
sido la cabalgata, es decir, la marcha realizada a caballo con fines militares o de re-
creación; durante los últimos siglos, tuvo mayor relevancia, la carrera de caballos o
cabalgatas deportivas, restando el fuerte contenido militar. Por lo tanto, una «cabal-
374 LUNA DE LA FUENTE, Carlos. El Caballo de paso. En: Revista Fanal. Vol. XV. Nº 57. International Petroleum Com-
pany. Lima, 1960. P. 16.
375 Revista de Folklore Nº 272. Obra Social y Cultural de Caja España. Imprenta Casares, S. A. España, 2003.
376 LUNA DE LA FUENTE, Carlos. Op. Cit. P. 16.
377 Loc. Cit.
180
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Entre otras actividades, se realizaban las peleas de toros, cuyo tema ha sido
profundamente investigado por el Dr. Juan Guillermo Carpio Muñoz en Arequipa,
un admirador del legendario toro «Menelik» (Campeón 1946). Estas actividades es-
taban asociadas a costumbres religiosas y para conseguir auspicio para obras carita-
tivas. Se considera como la primera referencia de la Pelea de Toros, el 10 de agosto
de 1555, según un edicto del cabildo; en cuanto a las referencias periodísticas, la más
antigua es el 10 de mayo de 1881.378 Esta costumbre ha caracterizado innumerables
festividades locales que en muchos distritos tradicionales aún tiene vigencia. Entre
otras costumbres tenemos la pelea de gallos y corrida de caballos.
Los Reinados del carnaval nos permiten recordar que la fiesta europea «remi-
tía a eventos selectos reservados para el público en general, cuya única función era
alienarse en la calles para observar el desfile de los miembros del club, sus reinas, y
presenciar sus danzas»379, es decir, eventos de contenido propiamente aburguesado.
Pues, tal y como menciona Juan Flores Martos:
378 VILCA, Luz (Compiladora). Carnaval Loncco de Cayma. Municipalidad Distrital de la Villa Hermosa de Cayma. JAC
Impresiones. Arequipa, 2013. P. 63.
379 BRAILOWSKY, Raquel. Op. Cit. P. 16.
181
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Dicha evolución es sugestiva, ya que elementos oficiales, que para Javier Marcos
Arévalo vendrían a ser la versión consciente del carnaval urbano, cuyo contenido está
presidido por altas cotas de institucionalización (pregones oficiales, elecciones de rei-
nas, reyes, celebración de bailes, etc.), son transformados en los colectivos de menores
recursos tomando un sentido informal, que resulta ser más espontaneo y callejero,
ello vuelve partícipe al observador. Ciertamente, aquellas dos variaciones, es decir, el
sentido oficial de la fiesta y el informal, muestran aspectos distintos del carnaval. Su
popularidad tiene varias dimensiones.
La elección de las reinas de los barrios y de la ciudad, así como también de dife-
rentes instituciones, ha cumplido un rol participativo en el carnaval —según Angelita
Balcázar—, «su belleza y gracia sirven de inspiración para crear nuevas coplas en el
barrio e hinchar el pecho frente a los contrincantes»382. Así como en Cajamarca, es
peculiar la competencia de las jovencitas por el cetro que tiene distintos títulos como:
fotogenia, simpatía, amistad, mejor sonrisa, rostro, etc.; en Arequipa se producía una
situación similar, muy aparte de la Reina de los Carnavales de la Ciudad, se escogían
Reinas Infantiles, del Instituto de Comercio, del Mercado e incluso de algunos diarios
como Noticias(que llegaban a presidir los festejos); también hubo una elección para
el acompañante masculino, al cual se denominaba Rey «Feo», o también el «Rey de
los Solteros», y cuando se trataba de parejas, «Reinado de la Juventud o de la Simpa-
tía». Sin embargo, el más predominante fue el reinado femenino:
182
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Las reinas del carnaval, durante el corso, reciben el aplauso y los silbidos de
admiración del público que se encuentra apostado en las calles. Aquella dama es
quien preside la festividad, es decir, el corso y otras actividades. Sin embargo, muchos
como Manuel Cáceres Bedoya eran partidarios del «Carnaval netamente arequipe-
ño, del Carnaval de los cascarones, baldes de agua colorada, y de todo el juego que
llaman viejo, brutal si se quiere, pero alegre»384, interpretaciones que reprochan el
juego europeo, como reza el siguiente comentario:«(un carnaval) con serpentinas y
confeti no me gusta, no soy adicto al corso, ni al nombramiento de reina, para mí lo
único que vale es el juego que deja huella»385. Asimismo, desde otra perspectiva, se
consideraba que los reinados están «muy en su lugar en los días del carnaval, por la
sencilla razón de que vivimos en una era de democracia y de republicanismo»386. Es
decir, los reinados vendrían a ser un elemento que caracteriza al periodo del nuevo
carnaval en Arequipa.
Históricamente, los reinados y, por lo tanto, las Reinas del Carnaval, por lo
menos en Arequipa, han jugado un papel imprescindible, ya que hermosas damas, no
solo presidían los festejos de la ciudad, sino representaban la femineidad en la festi-
vidad, y carecer de ella, auguraba unas malas fiestas; en muchos casos, esta actividad
de glamur y elegancia, estaba en manos del Concejo Provincial; tal y como se percibe
de la siguiente nota:
384 CÁCERES BEDOYA, Manuel. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 8 de febrero
de 1927. P. 4.
385 Loc. Cit.
386 CORNEJO, Salvador. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 12 de febrero de 1927. P. 5.
387 PIÉROLA, Manuel E. de. «¿Qué opinión le merece el Carnaval?». En: diario Noticias. Arequipa, 17 de febrero de
1927. P. 3.
183
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Ahora bien, aquel proceso de elección, muchas veces se daba por cuatro medios: el
voto público de las candidatas propuestas por reinas anteriores o a inscripción abierta
con la participación de todos los ciudadanos; el voto cerrado, que obedecía únicamente
a la designación de una nueva reina por decisión de la anterior o del Municipio; me-
diante un jurado designado por la institución que organiza el reinado, generalmente
aplicado, para los clubes o cines/teatros; y por sorteo, aplicado mayormente para el
reinado infantil. Muchos de los diarios elaboraban minuciosas encuestas, donde daban
a conocer a los lectores el avance de la elección de las diferentes reinas, por supuesto,
cuando la votación era pública; ello muestra la importancia que tenía esta actividad en
la sociedad arequipeña, y durante el periodo del «Nuevo» Carnaval.
184
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
No fueron los únicos casos, aquel mismo año renunció a su postulación para el
Reinado del Trabajo, la señorita María Cárdenas; y en el año de 1928, se produjo
la renuncia de la Reina de la Ciudad, Antonieta López de Romaña y de la dama que
le seguía María Galdos Vargas. El caso más evidente de renunciación fue de la niña
Nancy Gylling, quien indica que «—No puedo ser reina —dijo— porque en mi co-
legio, los reglamentos prohíben que una alumna participe en esta clase de actuacio-
nes»394. Es decir, los reinados podrían haber sido mal vistos en algunos colectivos de
aquella época, que se caracterizaba por un profundo tradicionalismo; cosa que pare-
ce reafirmarse al pie de aquella nota periodística: «creemos que la medida se reconsi-
dere y de ese modo la Madres del Colegio Nacional de La Asunción, reconsideren su
actitud con los propósitos de la juventud que no son otros que los de encontrar sana
expansión en Carnaval»395.
393 «Carta de Manuel Delgado al Director del Diario Noticias». En: diario Noticias. Arequipa, 8 de febrero de 1927. P. 4.
394 Diario Noticias. Arequipa, 12 de febrero de 1955. P. 3.
395 Diario Noticias. Arequipa, 12 de febrero de 1955. P. 3.
185
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Comisión Organizadora del Carnaval presidida por Ulrich Neisser, realizó la gestión
oficial para que Nancy fuera reina; se dio a conocer un comunicado que corregía aque-
lla información, señalando que por tratarse de un reinado organizado por personas
particulares, no intervinieron en el problema que presentaba la coronación de Nancy I.
Bajo la importancia de la elección de las reinas para presidir las festividades del
carnaval, las personas comenzaban a inquietarse si notaban la dejadez del Concejo
en cuanto a las actividades festivas, más aun teniendo conocimiento que la ausencia
de una soberana, auguraba unas fiestas tristes. Pues, «los Reinados son el motivo
alucinante de la fiesta y esta modalidad, tan grata y halagüeña, es la nota que pone
el más vivo color al entusiasmo, porque tienen la virtud de crear ambiente y alma a
todas las reuniones, ya sea entre los niños o en la juventud, los dos mundos para los
que fue hecho el Carnaval»396.
El reinado fue, entonces, una actividad importante del periodo del «Nuevo» Car-
naval en Arequipa, el mismo que como en muchas notas se afirma era imprescindible
para las fiestas del carnaval, como reza la siguiente nota para el carnaval de 1928:
186
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Fue elegida como la primera Reina del Carnaval en Arequipa, la distinguida señorita Doris
1923 Iriberry Gibson, siendo sus pajes Eduardo Belaúnde H., Hernán Bedoya Forga y Manuel
Ugarteche.
Las celebraciones del carnaval, tuvieron como Reina de la Ciudad, a la señorita Elsa Lira
Gámez, quien había obtenido diez votos más sobre María Galdos Vargas. Entre otras can-
didatas al cetro real, destacaban: Beatriz ForgaSanmarti, Eloisa Rivera Delgado, Isabel Iri-
berry Gibson, Julia Velando Recabarren, Carmen Chávez Delgado, Emilia Angulo Salazar
y Adela Llosa Velando. Y siguiendo la costumbre de designar una corte de honor, S. M.
Elsa I, con aquel entusiasmo que solía despertar la preparación de las fiestas del Carnaval,
eligió a las señoritas: Julia Mercedes Velando, Blanca Rivero Delgado, Adela Llosa Velando,
Alice Barber, Laura Chabaneix, Blanca Tejada, Hilda Ackermann y Lily Campos, quienes la
1927 acompañaron durante la celebración.
La Sociedad Mixta de Comerciantes organizó el reinado del Mercado San Camilo; sin
embargo, antes de dar su veredicto, recibieron la carta de declinación del padre de una de
las candidatas favoritas, mencionando que su hija, la señorita Natividad Delgado, no se
encontraba en la ciudad. Fue elegida como Reina del Mercado, la señorita María Cárdenas.
No fue el único reinado en el cual se produjo «renuncia». En cuanto al reinado del Trabajo,
de entre las diez candidatas propuestas por la anterior soberana (1926), una renunció, la
señorita Laura Rivera Riega, pese a ser la más preferida. Resultando elegida la señorita
Graciela Carrillo Peralta.
Se colocó una nueva Reina del Carnaval de la Ciudad, la señorita Antonieta López de
Romaña, quien fue elegida por el voto popular para aquellas fiestas de carnestolendas, sin
embargo renunció al cetro. También presentó su renuncia al reinado, la señorita María Gal-
dos Vargas, por tanto, la reina aclamada y coronada fue la señorita Carmen Rivero Velando.
Por otra parte, la señorita Rosa Mac Dowall, también por voluntad popular, fue es-
cogida como Reina del Trabajo. Aquella consideraba que el carnaval era un día de gratos
e imborrables recuerdos. La Reina de Miraflores fue Irma Coloma Chávez, cuya elección
1928 marcó cierta peculiaridad en el proceso del carnaval del distrito, donde incluso los analfabe-
tos votaron por sus reinas. Pese al triunfo, la familia de la señorita Irmae negó a que la joven
sea reina del distrito debido a la mocedad de la dama, generando un grave percance en las
festividades del carnaval. La reina coronada fue la señorita Sara Ureta.
En cuanto al Reinado Infantil, de una figurada lista de niñitas, al practicarse el sorteo
fue coronada Marjary Stafford, siendo proclamada por el comité de señoras, quienes tam-
bién elaboraron la lista de candidatas, y estaba presidido por la señora Hildegard, esposa
del alcalde Federico Emmel.
187
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Este carnaval atrajo la atención del público, fue elegida como Reina de la Ciudad, la seño-
rita Blanca Tejada, proclamándola a nombre del Concejo, el alcalde Sr. Federico Emmel.
La corte de S. M. Blanca I, estuvo conformada por las damitas: Sofía Barclay, Elsa Costa,
Carmela Cáceres, Maruja Talavera, Elsa Puch, Ventura Bustamante y Gaby Campos. Como
heraldo, David Puch; como escoltas, Ernesto Tejada, Adolfo Wagner V., Carlos Wagner V,
Roque Puch R., Fernando Berrier y PercyRicketts. Para la Reina del Trabajo, la anterior
soberana Rosa Mac Dowall, propuso una lista de candidatas, de las cuales resultó elegida
por unanimidad en la votación, la señorita Mary Glave, del Banco del Perú y Londres. Mary
presentó una corte compuesta por once personas, actuando entre ellos, como su heraldo, su
hermano Carlos Augusto Glave. Y con 230 votos, la señorita Aurora Salas se coronó como
1929 Reina del Mercado de San Camilo; Aurora, eligió cuatro damas para su corte de honor,
entre las cuales figuraban: Julia Ortiz, Inés Begazo, Carmen Flores y Vilma Montoya. La
Reina Infantil del carnaval, fue la niñita Inés Harmsen Bradley.
Es significativo el Carnaval de 1929, en la medida que fue el primer año en que se
eligió a un «Rey Feo», con la finalidad de aumentar el entusiasmo de la fiesta y rodear
de mayor atractivo a los números del programa. Este reinado cumplía con la contrapar-
te de la belleza que otorgaban las soberanas a la festividad, a ello se debe la denomina-
ción. Aquel año fue elegido como Rey de los Feos, el Dr. Guillermo López de Romaña.
Esta actividad se dio debido a la iniciativa del diario «El Pueblo». Asimismo, dicho año,
no hubo soberana en Miraflores, ya que el Concejo no pudo auspiciar el evento por la
situación económica que atravesaba.
A diferencia de los demás carnavales, el que se realizó en el año de 1930, careció de Reina
de la Ciudad, Trabajo y Mercado, debido a un acuerdo estipulado en sesión del Concejo
Municipal. Sin embargo, el día viernes 28 de febrero, el «Círculo de la Prensa» ofreció una
función en el Teatro Olimpo, en homenaje a las señoritas que debieron ser reinas del car-
naval: María Talavera Doering, que alcanzó mayor votación a Reina de la Ciudad según la
1930
encuesta realizada por el diario El Pueblo; e Isela Volg, que también fue la mayor favorecida
para el Reinado del Trabajo. El Concejo solo patrocinó el Corso de Flores. Sin embargo,
en otros distritos sí se realizaron los reinados; en Paucarpata, fue elegida la señorita Aurora
Carpio Velásquez. Yura también se regocijó al nombrar una reina para los festejos, la cual
presidió el corso y los bailes de fantasía.
Se produjo la elección de reinas de los Barrios, una excelente iniciativa que concentraba más
a la población. Además del Reinado del Trabajo, el cual presidió las fiestas del Momo, dicha
propuesta fue aprobada por la Comisión del Carnaval, quienes sesionaron con J. Enrique
Febres y Eleazar Bustamante, en representación del «Círculo de la Prensa». Asimismo, se
formuló una lista de señoritas que trabajaban en algunas oficinas comerciales. Fue procla-
1932
mada como Reina del Trabajo, la señorita Carmela Cáceres Ruiz de Somocurcio, actuando
bajo la denominación de «Reina de la fiesta municipal de Carnaval de 1932 y del Trabajo»,
como su corte, fueron designadas las damas: Sofía Barclay García, Victoria Méndez, Edith
Ackermann, Mary Gómez de la Torre y Lucy Smith. Como señorita de los Periodistas se eli-
gió a Eloisa I. Y como Reina del Club «Deportivo América», se designó a S. M. Luz Bisbal.
En este año, fue elegida como reina para los festejos del carnaval, la señorita Doris Posti-
go, el evento de coronación se realizó en el Cine Miraflores, y contó con la animación del
1933
maestro Benigno Ballón Farfán, el Grupo Juvenil de Arte, y otros elementos artísticos. Cabe
resaltar que el Concejo Provincial no auspició las festividades de carnestolendas.
188
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Si bien no hubo una reina para las festividades de dicho año, en la famosa y no menos
recordada Casa Rosada, se realizó la coronación de la Reina del Sport, del Trabajo y de la
Casa Rosada, recibiendo dicha denominación, la señorita Aurelia Oporto. En aquella fiesta
se encontraban algunos miembros de la comisión del Concejo, tales como: Clemente Revilla
1934 López, Samuel Lozada Benavente, José Muñoz Nájar, y, Harold y Noel Gómez Cornejo,
este último se encargó de pronunciar el discurso. También, hicieron uso de la palabra, Car-
los Alfredo Villanueva como presidente del Club Piérola, y Edilberto Zegarra Ballón, como
presidente de la Comisión de Festejos del Carnaval de 1934. Finalmente, animaba como en
muchos festejos, la Banda de Músicos del Regimiento Nº 13.
Se coronó a otra Reina Infantil, S. M.Graciela Cabrera Ponce, cuyo evento se celebró en el
Teatro Olimpo, su corte de honor, estuvo conformada por: Luisa Delgado Calle, Antonieta
Rubatto, Irma Aranzäes, Olga Carpio, Teresa Balarezo, Nora Ávila, Olga Franco y Yolanda
1936
Vizcarra. Como heraldo actuaba René Lazarte, y como pajes: Héctor Neira, Alfredo Bernal,
Jorge Lizárraga y Alfredo Valdivia Morón. Asimismo, fue elegida como Reina del Teatro
Real, la señorita Blanca Rivero Delgado con 1237 votos.
Estas festividades fueron presididas por otra Reina Infantil, S. M.Hilda I, cuya corte estuvo
conformada por: Carmela Ruiz e Hilda Ricketts Pardo; damas, Marcela Martinetti, Irma
Benavente, Lourdes Cornejo, Lucha Morales, Rosina Sevilla, Hilda Cuadros; esclavas: Ali-
cia Bishop, Olga Alegre e Irma Ruiz H.; como pajes, Ignacio Carné y Carlos Martínez; y
1937 finalmente, como heraldos, José León Velarde, Manuel Sevilla, Carlos Santisteban y Enrique
Alcázar. También se eligió una Reina de los Deportes, coronándose Brunilda Franco del
«Maryland Club» con 3001 votos. Como Miss del Teatro Fénix, estuvo la señorita Teresa
Harmsen Portugal, acompañada de las damas Beatriz Campos Rey de Castro, Yolanda
GuinassiRomaña, Yolanda Krateil San Martín, Elsa Benavides Calle y Emilia Llosa García.
Una Reina Infantil vuelve a ser símbolo de regocijo del carnaval, bajo la denominación de
«Miss Arequipa Infantil». El concurso fue muy disputado, entre decenas de candidatas, y
los cupones de votación aparecieron en el diario Noticias, siendo remitidos al diario hasta el
día 21 de febrero de 1938. Fue designada para las festividades, la niñita Antonieta Lozada
Benavente, con 6.690 votos a favor, en segundo lugar quedó Hilda Cuadros Muñoz, quien
en un principio encabezaba la lista de favoritas. Como mises de los Teatros Fénix y Olimpo,
se coronaron, Irma Benavides P. y Nina Caballero Calle, respectivamente.
La señorita Benavides dio a conocer el nombre de las damas que la acompañaron en
el festejo: Beatriz Campos Rey de Castro, Luisa Barclay García, Maruja Marcó del Pont,
1938
Lucía García Fernández y Elsa Benavides. En cuanto a la señorita Miss Olimpo, sus damas
fueron: Isabel Blanco, Lucía Belaúnde Harmsen, Yolanda GuinassiRomaña, Lina Cavallero
Hoyos y Amanda B. Asimismo, se coronó como Reina de los Deportes a S. M. Maruja I,
quien presidió las funciones de la compañía teatral, «Chic-Mosaicos», en el Teatro Real.
Y como Reina del Cine Universal, la señorita Cristina Benavente. Dada la invitación a los
distritos para el Corso de Flores por parte de la comisión de festejos del Concejo Provincial,
muchos eligieron a sus reinas, entre ellas destacaba la bellísima Blanca Málaga, Reina de
Yarabamba. Como reina del distrito de Yura, la señorita Yolanda Mossuto; y el Dr. Ernesto
Davagnino, fue proclamado como Rey de los Feos.
Siguiendo la idea de una «Miss Arequipa Infantil» que presidiera los festejosfue elegida
1939 Carmela Chirinos Stein, quien se proclamó con una ofrenda lírica del reconocido poeta
Renato Morales de Rivera.
189
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Arequipa tuvo como Reina Infantil a Gabriela I, y como mises de los Teatros Olimpo y Fé-
nix, Elena Smith Jefferson y Yolanda Krateil San Martín, respectivamente. También se eligió
un Rey de los Feos, quien fue don Carlos Ruiz de Somocurcio, el cual estuvo acompañado
1940
por Manuel de Rivero, Roberto Olazabal, Alfredo Martínez y Carlos Polar. Como Reina
del Trabajo, actuó Laura Vega Seminario; y como Reina de la Ciudad, Teresa Harmsen
Portugal.
Trae consigo nobilísimos títulos, tal es el caso del Rey de los Solteros, siendo elegido el
doctor Luis de la Jara, con 7508 votos, entre los candidatos figuraban: Manuel Lucioni,
Jorge San Martín, Manuel Cáceres Bedoya, Roberto Ramírez Z. O., Roberto de Rivero, etc.
También, se eligió una Reina de la Radio, S. M. Olga Alegre; en el Reinado de la Juventud,
la pareja compuesta por Rosario Montesinos y don Angelo Cardenal; Rosario, denomina-
da también «Reina de la Ciudad». Y como Miss Olimpo y Miss Fénix, las señoritas Elena
Puch y Gladys Cayo Campos, respectivamente. Como Reina de la Simpatía, Gaby Cáceres,
y coronada como Reina Infantil, la niñita Elsa Vizcarra Nieto.
Entre otras reinas, destacó la Señorita de los Obreros, Doris Miranda; las votaciones
1941 para los reinados de este año, evidenciaron un mayor entusiasmo por las fiestas del carnaval.
Ciertamente, las candidatas tuvieron que regirse a las siguientes bases para poder concursar:
ser peruana, soltera y la prestación de servicios como obrera en cualquier fábrica, taller o
establecimiento público o privado, tener las complexiones estéticas; y se permitía que los
sindicatos obreros y centros de trabajo, de cualquier índole, tengan el derecho de designar
las candidatas que deseen. La inscripción era libre y se dio en el local de la Confederación de
Trabajadores (calle Moral 318), y sería elegida la señorita que tuviera mayor votación, y en
caso de empate, quedaba la decisión en manos del jurado, el mismo que estuvo compuesto
por un delegado de la Confederación, un delegado de la comisión del carnaval de la Mu-
nicipalidad, tres delegados de los periódicos locales, y un delegado de cada entidad obrera.
Las actividades del reinado del carnaval se presentan junto a otro evento paralelo, el cam-
peonato de básquetbol de la Liga Comercial de Deportes, que sugirió la designación de
madrinas para las distintas firmas comerciales de la ciudad, por lo cual los diarios colmaron
sus páginas de fotografías de las Reinas del Carnaval y Madrinas del Deporte. El evento
especial de dicho año, fue el «Miss Municipal», siendo elegida —bajo ese título—, por pri-
mera vez la señorita Hilda Llosa Jhonson.
El Carnaval de dicho año estuvo presidido por la Reina de la Ciudad, la señorita Yolan-
da Krateil San Martín, la cual fue elegida por el Concejo. Como Miss Fénix, fue coronada
la señorita Luz Bustamante Ramos, y como Miss Universal, Isolina Lozada García, ambas
presidieron las funciones del carnaval en los respectivos cines. Asimismo, como Reina de los
1942
Obreros, se proclamó a Silvia Rodríguez con 7632 votos. La Liga Comercial de Deportes
eligió como Reina del Deporte a la señorita Teresa Franco Ponce, empleada del Banco Inter-
nacional del Perú. Se dio el Reinado de la Juventud y la Alegría, cuya pareja triunfante fue:
Graciela Rodríguez Bouroncle y Segismundo Luza, con 6222 votos.
En cuanto al Reinado en el elemento obrero, bajo la misma modalidad del año anterior,
se inscribió como primera candidata a la señorita Naty Salcedo, que trabajó en la «Maison
Espinoza», sin embargo, la reina fue Silvia I. También se coronó a la Reina de la Radio,
resultando elegida Alma Américo Cornejo. Y la Reina Infantil fue la niñita Aurora Isenrich.
Finalmente, algunas firmas comerciales, como «Rivera Rodríguez», una fábrica de peines,
eligió como su Reina a Laura Bacigalupe.
Fue coronada como Reina Infantil, la niña Ella Meier Chávez en la matiné del Teatro Fénix,
1943
siendo ungida por la Miss de dicho teatro, la señorita Lucila La Rosa Llosa.
190
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Se eligió como Reyes de la Simpatía, a la pareja Lucy Rodrigo y Mario Zoledad. Se pro-
clamaron como princesas del Teatro Municipal, Teresa Chocano Marina y Magda García
1944
Fernández. Asimismo, fue elegida como Miss Fénix, la señorita Soledad Ríos, presidiendo
las funciones de vermouth de dicho teatro.
Las Reinas del Trabajo; yde los Empleados y de los Obreros, fueron las señoritas Guillermi-
na Córdova Fernández y Nadia Pinto, respectivamente. Fueron proclamados por el alcalde
de la ciudad, don Benjamín Benavente; la pareja de los Reyes de la Simpatía, Anita Portugal
1945
Nicholson y Roberto Campos Rey de Castro. La fórmula se completó con las princesitas
de los Teatros Municipal y Real, Socorro Chirinos Stein y Rosario Gómez de la Torre V.,
respectivamente.
Se nombró como Reina Infantil a la niñita Susana Molina; y como Reina Juvenil, a la se-
ñorita Marcela de la Fuente Delgado, quienes fueron proclamadas en la matiné del Teatro
1947 Municipal. Los reyes de la simpatía en el Club Seniors fueron la dama Alicia Maldonado
y Fernando Ugarte Chamorro. En el distrito de Tiabaya, se eligió como reina a la señorita
Frida Corrales, quien presidió los bailes organizados por su Concejo.
Se escogieron como reinas, a la niñita Rosa Vargas Mata Lavagna y Yolanda Portillo Arau-
zo. La coronación se realizó en función de matiné en el Teatro Municipal, donde participó
una orquesta bajo la dirección de Manuel Castillo Chanove; y el Alcalde, Dr. Carlos A
Rickettes, quien se encargó de la coronación; Julio Lira, a cargo de la Ofrenda Lírica para
1948
las reinas; se contó con la interpretación musical de Dora Llerena, entre otros números.
Asimismo, se coronó como Reina de Juniors del Club Internacional a la señorita Frida Von
Massenback Valega, actuaron como reyes de la simpatía del mismo club, la señorita Enri-
queta Núñez Barclay y Gabriel Mendoza del Solar.
El Concejo Provincial no auspicio las actividades públicas del carnaval; pese a aquellas cir-
cunstancias se realizaron los Reinados Infantil y Juvenil en el Teatro Municipal, siendo así
1949
elegidas, la niñita Consuelo García Bustamante y la señorita Teresa Chocano Marina (actuó
como su paje un destacado personaje, Enrique Chirinos Soto).
La Reina del Carnaval fue la señorita Nora Zegarra Ballón San Román; la Soberana de la
Juventud, Eliana de Rivero V. T.; y la Reina Infantil, la niñita Paquita de Vinatea Collins.
Asimismo, el alcalde del Concejo invitó como Reina de la Belleza de Arequipa, para presidir
también las fiestas del Carnaval, a la señorita Teresa Olivares Ricketts, quien declinó en
1950
ocupar el honorable título. Dichas coronaciones se dieron en el Teatro Fénix y Municipal.
Finalmente, se eligió a un Rey de los Feos. Y como Reina de los Juniors del Club Internacio-
nal Arequipa de Tiro al Blanco, se eligió a la señorita Ventura L. de Romaña Bustamante;
y como Reina del Cine Universal de Antiquilla, actuó la señorita Bertha Chávez Bellido.
Se eligió a la señorita Rosario Gómez de la Torre; como Reina Juvenil, a la señorita Elba
Cano; como Reina de la Radio y la Farándula, la señorita Anita Dávila Núñez; como Reina
1951 Infantil, a la niña Marcia Benavides Cuadros; como Reina de los Juniors del Club Interna-
cional, a la señorita Roxana de Romaña. Aquel mismo año, se eligió como Reina Infantil
del Carnaval en Puno a la niñita Roxana Díaz Rubatto, según narran los diarios de la época.
191
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Tuvo como Reina Juvenil, a la señorita Marcela I, y como Reina Infantil, a Roxana I. Como
1952 Reina de los Barrios Altos, actuó la señorita Nelly Arévalo; y como Reina de los Juniors del
Club Internacional, la señorita Nelly Oliver Barber, cuya votación se dio mediante jurado.
Se dieron las elecciones para la Reina Infantil y Juvenil del carnaval, dichas actividades
tuvieron lugar en los cines Municipal, Victoria y Azul. Algunas de sus candidatas inscritas
para el reinado del carnaval, fueron: Aida Freyre, Cecilia Battle Chabaneix, Nancy Yribe-
rry, Carmen Barahona, Lourdes del Solar, Elvira Benavides, Nidia García, Isabel Núñez y
Teresa Portugal; y para el reinado infantil: Ana María Valera Cano, EthelArnillas, Adriana
Gutiérrez Escobar, Eliana Jerkeps, Enny Tapia, Carmen Pedraza Cornejo, Roxana Díaz R.
Dicha coronación se realizó el día 27 de febrero, en la función de matiné del Teatro Muni-
cipal, siendo designada como Reina del Carnaval, la señorita Lourdes del Solar, que estuvo
acompañada por distinguidas damas y pajes. Asimismo, otra de las damas que acompañó el
festejo fue la señorita, Reina Juvenil, Luisa Monje.
1954
La soberana de los niños fue la niñita Lourdes Velásquez Ureta. Aquel mismo año se
realizó también la elección del Reinado de la Radio y la Farándula, ocupando el trono la
señorita Hilda Villaseñor. Como Flor de la Alegría, la señorita Lily Flores Garcés ; como
Reina del Club Internacional de Tiro al Blanco, la señorita Eliana de Rivero; como Reina del
Deporte, Nivea Villanueva Delgado; como Reina de la Simpatía de Radio Landa, la señorita
Teresa Vera Valdivia; y como Reina del Club Social Senior, Nancy YrriberyMarger.
En 1954, hubo una Reina de los Carnavales en la Villa de Yanahuara, la señorita Juana
Huertas Flores, que presidía los bailes organizados por el alcalde Ernesto Noboa Doria; así
como también los desfiles de carros, en la plaza principal y las calles centrales de la villa. Se
realizaron juegos deportivos y verbenas populares.
192
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
No hubo reina del carnaval de la ciudad, siendo la festividad presidida por la Reina del
Trabajo. Fueron ocho las candidatas para dicho reinado, de entre las cuales, la Comisión
Organizadora del Carnaval, con comisiones del Centro Federado de Empleados Bancarios,
Federación de Comercio e Industria de Arequipa (FECIA), y del ferrocarril —a puerta cerra-
da— proclamaron como Reina del Trabajo a la señorita Rose Mary Guillén S.
Asimismo, hubo candidatas al Reinado Juvenil, entre las cuales destacaban Magda Flo-
rez, Nancy Gyiling Caro, Lourdes San Román Corrales, Lourdes Arenas Florez, Gaby Luna,
Marina Meneses y Marcela Arteta. Siendo elegida como reina, Nancy Gylling Caro, quien
declinó debido a ciertas prohibiciones de su colegio de procedencia.
En tanto que para el Reinado Infantil, las candidatas fueron: Yolanda Lozada, Eliana
Molina Mostajo, Charito Gaitán, Ingrid Todee, Eliana Mercado Velázquez, entre otras; re-
sultando triunfadora, la niñita Jean T. Benavides Calle. También se realizó el Reinado de
la Radiotelefonía, cuyas candidatas eran: Nelly Fernández, Judith Gilardi, Lila Martínez,
Gilda Llosa, Nelly Becerra, Hilda Arancibia, etc., siendo soberana la señorita Gilda Llosa
Torres. Y como Reina de la Radio y Farándula fue proclamada la señorita Antuca Vizcarra.
Reina de la Simpatía, la señorita Judith Gilardi. La Reina del Deporte fue LeilaDelgado;
Reina del WitheStar, Antonieta Bejarano; y como la Flor de Simpatía del Club, Frida Mon-
1955
toya. La Reina del Mercado fue escogida por el Sindicato Central de Trabajadores de los
Mercados, se trató de Blanca Luz Zegarra.
La Reina del Carnaval de Sabandía fue Tula Rivas Butrón. En el distrito de Yanahuara,
el Club Unión se encargó de la organización del programa para la celebración de las fiestas
carnestolendas, siendo su reina, la señorita Georgina Delgado. Miraflores fue uno de los dis-
tritos que destacó aquel año con la elección de su reina, realizando un desfile de candidatas en
función de vermouth en el cine Benique. La reina miraflorina, coronada, fue Hilda Bustinza.
La Reina del Carnaval del Barrio de Mariano Melgar fue Mary Rodríguez B. La Reina de Ce-
rro Colorado, Guillermina Zevallos Chávez, y la Reina Infantil, la niñita Aisa Bernal. Como
Reina del Barrio «Ejercicios», la señorita Marlene Zarauz Rivera, quien fue coronada en la
función vermouth del cine Variedades. La Reina de los Carnavales de la Villa de Yarabamaba
fue la señorita Olga Lira Linares. Asimismo, la Reina de los Barrios San Agustín, Del Solar y
Puente Bolognesi, tuvo como su reina a Dora Moscoso Gonzáles.
Aquel mismo año, una bella niñita, nieta del reconocido músico arequipeño Benigno
Ballón Farfán, se colocó como Reina Infantil de Radio Arequipa. Lucy Ballón Rodríguez,
con tan sólo 6 años de edad, fue coronada, y don Benigno Ballón, llegó incluso a componer
un vals titulado «Lucy I».
Otra niñita tomó el cetro del Reinado Infantil, se trataba de Ela Romero Guinassi, hija de
Carlos Romero y Julia Guinassi. Ela fue una de las primeras reinas en ser elegidas para las
fiestas de dicho año, siendo coronada en el Teatro Municipal. En el Teatro Victoria, fue
1956 coronada como Flor de la Alegría, la señorita Gaby Rodríguez; y como Reina de la Radio y
la Farándula, fue proclamada Deysi Gonzáles. En el Teatro Benique se coronó a la señorita
Gloria Escobedo Cáceres como Reina del Distrito de Miraflores. Y, finalmente, en el acos-
tumbrado Reinado del Club Seniors, tuvo el cetro, la señorita Elena Valdivia Vinelli.
193
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Como Reina de la Ciudad fue elegida la señorita María Eugenia Chirinos Pacheco; mien-
tras en Lima figuraba como reina, la señorita Giuliana D’Onofrio. Por otra parte, fueron
coronadas en Arequipa: Carmela Corbacho Llosa, como Reina del Trabajo; Elsita López
de Castilla Sprinckmöller, como Reina Infantil; Lili Cerpa Delgado, como Reina de la Ra-
diotelefonía; Lily Chávez, como Reina de los Carnavales en Cayma (cuya ofrenda la dirigió
el poeta Óscar Cano Flores); y como Flor de la Simpatía caymeña, se eligió a la señorita
1957
Toya Zevallos; como Reina de Miraflores, actuó la señorita Antuca Ballón Marroquín, y
como Reina Infantil miraflorina, la niña Percell Bedregal; Reina del Jockey Club, Amparo
Talavera Ballón; Reina de Quequeña, Edith Díaz Rodríguez. Y la señorita Hilda Llosa To-
rres, quien presidió el carro alegórico de la Cervecería. En cuanto al Reinado del Trabajo,
el Sindicato de Empleados de Hochschild, denunció ante la FECIA, graves irregularidades
en la elección.
No hubo elección de reinas debido a los trágicos estragos del terremoto del 15 de enero de
1958, a la huelga de los policías con el enfrentamiento contra el Ejército, y a las medidas
1958
tomadas por el gobierno de Manuel Prado, que impidieron la elaboración de programas
oficiales del carnaval.
Pese a las prohibiciones, se lanzaron las bases para el Reinado del Trabajo, que precisaba:
candidatas mayores de 18 años que estén prestando servicios en un centro de trabajo, y que
se comprometan a participar de las fiestas oficiales, finalmente, que sea presentada por un
grupo de empleados.
Figuró como Reina del Trabajo, la señorita Betty Vivanco Ortega, quien presidió las
fiestas del carnaval, quedando como Señorita Simpatía, Tula Galimidi. Entre otras reinas,
destacaron: como Reina de los Carnavales de 1959, la señorita Marlene Gamero Álvarez
(coronada en el cine Victoria); como Reina Infantil, la niña Silvia Cáceres Bellido; como
Reina de la USTA, Antonieta Valdivia; como Reina de Cerro Colorado, Elena Rodríguez
1959
Cárdenas; como Reina de Miraflores, Rosa María Rivera; como Reina Juvenil elegida por
los vendedores del centro principal de abastos de Arequipa, Mercado San Camilo, se eligió
a Yolanda Rondón, y como su Reina Infantil, la niña RosmeryJuarez.
Las fiestas alcanzaron mayor regocijo con la elección del Rey de los Feos, de cuya larga
lista de candidatos, donde figuraban: José Cantelli, Alfonso Jaramillo, Ignacio Cane, Mario
Gensolen, Carlos Arredondo, Víctor Huirse, Juan Arévalo, Carlos Morales, Rómulo Cruz,
Alberto Osorio, Isidro Fernández, Roberto Ballón Vargas, Tirso Borja Vizcarra, entre otros;
fue elegido el normalista, hombre de radio y de prensa, Walter Effio Riveros, con 15, 739
votos. Cantelli fue proclamado como «Caballero de la Simpatía».
No se realizó ningún reinado debido al segundo terremoto que azotó a la ciudad de Arequi-
1960
pa, producido en el mes de enero, apagando todas las fiestas del carnaval.
Ya de forma dispersa, algunos distritos eligieron a sus reinas como Selva Alegre, y para el caso
general se produjo la elección del Reinado Juvenil, teniendo como soberana a la señorita Ana
María Pletikosich, y como Reina Infantil, Giuliana Najarro. Como Reina del Carnaval de las
1961
Urbanizaciones «Alto Selva Alegre», «Barrio Obrero», «Gráficos» y «Apurímac», fue elegida
la señorita Elena Calsino; y finalmente, para las fiestas mollendinas, eligieron a Juana Villalobos
Gómez. Pese a ello, el Carnaval no tuvo el lustre de otros años.
1962
– en Se eligieron reinados eventuales, pero carecían del entusiasmo que caracterizó a otros años.
adelante
194
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Graciela Carillo, Reina del Trabajo en el ❚❚ Rosa Mac Dowall, Reina del Trabajo en el
Carnaval de 1927. Carnaval de 1928.
195
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Antonieta L. de Romaña, Reina del Carnaval ❚❚ Carmen Rivero Velando, Reina del Carnaval
de 1928, que renunció a ocupar el cargo. de 1928.
❚❚ Blanca Tejada, Reina del Carnaval de 1929. ❚❚ Guillermo L. de Romaña, Rey de los Feos en
el Carnaval de 1929.
196
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Collage del Carnaval. DIARIO NOTICIAS ❚❚ S. M. Gabriela I, Reina Infantil del Carnaval
(Arequipa, febrero de 1929). de 1940.
197
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
198
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Elsa Rivera A. que en pareja con Ignacio ❚❚ Olga Paredes Salinas, candidata al Reinado
Cane, fue candidata a Reina de la Juventud en de los Obreros en el Carnaval de 1941.
el Carnaval de 1941.
❚❚ Yolanda Álvarez Cano, candidata a Reina de ❚❚ Doris Miranda, Reina de los Obreros en el
los Obreros en el Carnaval de 1941. Carnaval de 1941.
199
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Elsa Corzo Corzo, candidata al Reinado ❚❚ Coronación de Olga Alegre, como Reina de
Infantil en el Carnaval de 1941. la Radio en el Carnaval de 1941.
200
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Elsa Lira Gámez, Reina del Carnaval de 1927. Siendo Alcalde del Concejo Municipal de Arequipa,
don Federico Emmel, y su Corte de Honor integrada por: Lili Campos, Adela Llosa, Blanca Tejada
Pacheco, Laura Chabaneix; y sus pajes, los niñitos: Emmel y Tomasio Muñiz Vargas.
201
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Silvia Rodríguez, Reina de los Obreros en el ❚❚ Alma América Cornejo, Reina de la Radio
Carnaval de 1942. en el Carnaval de 1942.
202
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Luz Bustamante Ramos, “Miss Fénix” en el ❚❚ Teresa Franco, Reina del Deporte en el
Carnaval de 1942. Carnaval de 1942.
❚❚ Ella Meier Chávez, Reina Infantil en el ❚❚ Lucila La Rosa, “Miss Fénix” en el Carnaval
Carnaval de 1943. de 1943.
203
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Soledad Ríos, “Miss Fénix” en el Carnaval ❚❚ Guillermina Córdova, Reina del Trabajo en
de 1944. el Carnaval de 1945.
204
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
205
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Yolanda Portillo, Reina Juvenil del Carnaval ❚❚ Enriqueta Núñez Barclay, Reina de la Simpatía
de 1948. del Club Senior’s en el Carnaval de 1948.
❚❚ Consuelo García Bustamante, Reina Infantil ❚❚ Teresa Chocano Marina, Reina Juvenil en el
en el Carnaval de 1949. Carnaval de 1949.
206
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Nora Zegarra Ballón, Reina de las Fiestas ❚❚ Ventura L. de Romaña, Reina de los Junior’s
del Carnaval en 1950. del Club Internacional en el Carnaval de 1949.
207
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
208
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ S. M. Marcela I, Reina de la Juventud en el ❚❚ Nelly Oliver Barber, Reina de los Junior’s del
Carnaval de 1952. Club Internacional en el Carnaval de 1952.
209
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Rosa Lazo Taboada del Solar, Reina de la ❚❚ Lourdes del Solar, Reina de la Ciudad en el
Ciudad en el Carnaval de 1953. Carnaval de 1954.
❚❚ Lourdes Velásquez Ureta, Reina Infantil en ❚❚ Luisa Monje Febres, Reina Juvenil en el
el Carnaval de 1954. Carnaval de 1954.
210
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Eliana de Ribero, Reina del Club ❚❚ Nora Faux, candidata al Reinado del
Internacional en el Carnaval de 1954. Trabajo en el Carnaval de 1955.
211
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Gilda Llosa Torres, en el momento en que es coronada como Reina de la Radio de 1955.
212
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ La Reina Infantil 1955, Jean Benavides, es coronada por el Alcalde, Eduardo Gutiérrez Ballón.
213
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Hilda San Román, candidata al Reinado del ❚❚ Olga Lira Linares, Reina de Yarabamba en
Trabajo en el Carnaval de 1955. el Carnaval de 1955.
214
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Marcela López, Reina de Cayma en el ❚❚ Blanca Luz Zegarra, Reina de los Mercados
Carnaval de 1955. en el Carnaval de 1955.
215
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Elena Valdivia, Reina del Club Senior’s en el ❚❚ Ela Romero Guinassi, Reina Infantil en el
Carnaval de 1956. Carnaval de 1956.
216
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
217
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ El Alcalde de Arequipa, José García Calderón B. coronó a la Reina del Trabajo 1959, S. M.
Betty I, en el Teatro Municipal.
❚❚ La Reina, S. M. Betty Vivanco Ortega, ❚❚ Carmen Torres, Reina Juvenil del Mercado
presidió las fiestas del carnaval de 1959. en el Carnaval de 1959.
218
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Escrutinio para la elección del Rey de los Feos 1959. Jurado: Luis Casas, Juan Alvarado, César
Zamora, Carlos Gandarillas y el escriba Marlon.
❚❚ Elena Rodríguez, Reina de Cerro Colorado ❚❚ Mario Gensolen, candidato al Rey de los
en el Carnaval de 1959. Feos 1959.
219
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ La Reina del Trabajo 1959, S. M. Betty I. ❚❚ Walter Effio Riveros, Rey de los Feos
1959, coronado en función de gala de Radio
Continental.
❚❚ La Reina de la Simpatía, Tula Galimidi, ❚❚ Fraternal abrazo entre dos reinas del
corona al Rey Feo de 1959, Walter Effio. carnaval de 1959.
220
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
❚❚ Ángel Pacheco, corona a la Reina Infantil ❚❚ Rosmery Juarez, Reina Infantil del Mercado
1959, S. M. Silvia I. San Camilo 1959.
221
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
222
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
C) CORSO DE FLORES
Sin embargo, debemos pensar también que en esa plaza existe una dimensión in-
tangible de análisis e interpretación. Recordemos que, como indica Fernández Lores,
en ese espacio también se produce la lectura de las percepciones colectivas de dife-
rentes épocas. Su función primordial es satisfacer las necesidades urbanas, destacan-
do la recreación sociocultural. En aquel espacio se gestan diferentes eventualidades,
caravanas, festividades, desfiles, corsos, que bajo una tipología corresponden a dicha
recreación; sin embargo, esa plaza, ese parque, esas calles, también son escenario de
huelgas, protestas, marchas, teniendo un corte político-social; y finalmente, son los
espacios del transcurrir diario de nuestra gente, donde se puede llevar a cabo, una
lectura historiográfica.
400 FERNÁNDEZ, Guillermo. «Espacio público, heterogeneidad de uso e inseguridad». En: Revista Persona y Socie-
dad Vol. XIX Nº1. Universidad Alberto Hurtado. Chile, 2005. P. 264.
223
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
El rol que jugaban las calles céntricas de la ciudad —tales como Guañamarca,
Mercaderes, La Merced, etc.—, era fundamentalmente, el espacio de la recreación
de los carnavales, allí se emprendían innumerables batallas de cascarones y agua
teñida con airampo, ello en el periodo del Antiguo Carnaval. La siguiente etapa, que
obedece al nuevo carnaval, y por tanto una reformulación lenta y complicada de las
festividades, va a dar otro uso a dichas calles —que en muchos casos cambiaron de
denominación—, y va agestar un escenario principal, como ya comenzaba a proyec-
tarse desde 1871. Por lo tanto, el eje dinamizador de las fiestas será la Plaza de Armas.
Aquellos escenarios que eran requeridos para el corso del carnaval, merecen la
atinada denominación de «corsódromo» o «circuito carnavalesco», que es la traza
urbana que sigue el corso durante las festividades populares, es decir, es el espacio
demarcado por donde desfilarán diferentes delegaciones (ese es el uso que van a tener
las calles durante el nuevo carnaval, agregado a la práctica del juego libre). Pues bien,
corso, según el documento oficial de bases del concurso de carros alegóricos del año
2009 en Cajamarca, se llama:
401 Secuencia ¡Carnaval! Aquí y allá, ayer y hoy. Propuesta para 4º y 5º año. Material para el docente. Versión prelimi-
nar, Argentina, noviembre del 2009. P. 52.
224
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
A partir de 1920, surge en diferentes lugares del Perú, el corso. Cuya práctica en
Lima, lo puso como uno de los espectáculos más clásicos y pintorescos: «los corsos
de carros alegóricos, adornados con flores y engalanados con la presencia de reinas
de belleza que desfilaban por las principales calles de la ciudad»403. La colonia ita-
liana en Lima, fue una de las primeras instituciones que introdujo esta costumbre, la
cual no tardó en expandirse y tener la acogida del público; comenzando a nombrarse
comisiones municipales encargadas de organizar los festejos del carnaval. Para el
caso limeño, en 1922, se nombró como presidente de la comisión al teniente alcalde
Andrés Dasso, quien eligió a la primera reina, Lucrecia Vargas; y ambos presidieron
el corso de la época.
225
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Durante la colonia, los festejos del carnaval incluyeron dos espacios: la calle, y los
lugares privados; lógicamente, en ambos, el baile fue el ingrediente indispensable para
226
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
los festejos. En el Perú, las comparsas han sido el eje dinámico de la fiesta en las calles,
algunas veces enmascarados o disfrazados, danzaban al ritmo del ande. Pero, también
hubo otro tipo de bailes, donde la clase de élite, luego del intenso juego libre en las calles,
se daba cita con sus iguales para continuar el festejo, pero en la intimidad de sus hogares.
Hacia el siglo XX en Arequipa, este tipo de bailes (tanto de adultos como de ni-
ños), evidenciaron un claro rol de género y de clase. Aquella diversión pública, reafir-
maba la división de clases sociales, es así que muchos ciudadanos componentes de clase
popular no podían acceder a aquellos festejos de carácter privado, que se realizaban
normalmente en los clubes, por varias razones, entre ellas el status social, el no perte-
necer a la institución que lo organiza y, fundamentalmente, el costo que demandaba
aquel tipo de diversión. El rol de género se mostraba en cuanto al cobro de los tickets de
entrada a las diversas instituciones sociales que organizaban el baile, ya que a las damas
solían cobrarles otra cantidad de dinero, o incluso, tenían el acceso gratuito.
Quizá esta sea la razón por la que surgen los famosos bailes sociales o bailes
democráticos, que se realizaban a mediados del siglo, en parques y plazas, a fin de
propiciar espacios de diversión pública para el común de gente, durante las tardes.
Aquellos festejos seguían la dinámica de los espectáculos privados, solían realizarse
concursos de disfraces, rifas y/o loterías de algunos artículos de carnaval, etc. Este
tipo de bailes fortalecieron la realización de las verbenas populares, que se dieron
inicio con el «Nuevo» Carnaval en Arequipa.
Las instituciones privadas que se caracterizaron por organizar estos bailes de fan-
tasía fueron los teatros Olimpo, Municipal, Fénix, Real, Benique, Variedades, etc.; los
cines Universal, Victoria, Azul, Pathé, Arequipa, Danubio, etc.; los clubes Arequipa, In-
ternacional, Jockey Club, Country Club, Club de Leones, Rotary Club, Club Ostende,
Club WitheStar, F. C. Melgar, Unión, Palestina, Nobel, Bolívar, Cultural, Atlético, etc.; y
entre otras instituciones, el Bar Lucerna, la Sociedad Patriótica Tacna, Arica y Tarapacá,
la Asociación Mixta de Comerciantes del Mercado San Camilo, FECIA, etc.
227
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Las fiestas del carnaval se han caracterizado desde siempre por materializar
aquella necesidad humana de liberación. Tratándose de una fiesta transgresora por
excelencia, sus formas han sido de contenido popular, ya que en sus distintos compor-
tamientos festivos —de una u otra manera— ha participado determinada multitud,
lo cual merece ser destacado. La intervención pública en el carnaval justifica evaluar
el entorno sociocultural de las fiestas, donde puede distinguirse un carnaval rural y
urbano, cada uno con su propia definición y caracterización, que en algunos aspectos
puede ser similar entre sí o también puede mostrar rasgos diferenciantes.
Definir qué debe ser considerado como rural o urbano, sugiere criterios básicos
de análisis. En algunos aspectos, el indicativo fundamental para señalar a una pobla-
ción como rural, suele ser la localidad activamente agraria; es evidente, teniendo en
cuenta que «rural», nos remite —según el DRAE— a la «vida del campo y sus labo-
res». Una segunda definición que señala a lo rural como algo inculto, tosco, apegado
a las cosas lugareñas, parece ajustarse al contenido de la festividad. Si bien ambas
definiciones establecen analogía directa entre sí, sería limitado tener en consideración
—única y determinantemente— el criterio geográfico para lo rural. A ello, se suma lo
urbano, que vendría a ser lo antagónico de rural, por ello que su definición nos lleva
a pensar en lo perteneciente o relativo a la ciudad, es decir, a la gran urbe.
Asimismo, la ocupación laboral de los pobladores es otro criterio, es decir, a qué acti-
405 VERGARA, Ricardo. «Gobiernos locales en el medio rural». En: Socialismo y Participación. Nº 87. CEDEP. Lima,
mayo del 2000.
228
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Tomando en cuenta los tres criterios básicos de análisis que definen a lo rural, es
viable que las festividades locales en Arequipa, hayan tenido un sentido predominan-
temente rural, por lo menos hasta las últimas décadas del siglo XIX. Todavía existía
una extraordinaria campiña, y en las partes céntricas de la ciudad, se podía sentir el
calor familiar, además que aún no se había producido la intensa explosión demográ-
fica debido a las constantes inmigraciones. El carnaval tenía un sentido más rural que
urbano, una muestra de ello vendría a ser, respecto al juego libre en las calles, que
se limitaba en muchos casos al hogar, o del hogar a las calles aledañas, no era una
festividad pomposa de gran resonancia o magnitud que conglomeraba a la población
de varias zonas, tampoco obedecía a una programación con actividades, fechas y
horarios establecidos, se trataba de un festejo espontaneo.
Este carnaval guarda una esencia íntima, ambiente hogareño y familiar; sus ac-
tividades congregan a un número reducido de personas, es decir, únicamente, a la lo-
calidad; no busca grandes espectáculos, ya que actúa en base a los comportamientos
íntimos de las personas, a la exteriorización de sus emociones, ideas y creencias, sin
lograr protagonismos banales. Comparten un festejo sin restricciones, que suele ser
brusco, tosco, como el relato que narra el Dr. Pedro Luis Gonzales Pastor, respecto
al juego de carnavales en Camaná, donde los chiquillos se pegaban con la ortiga.406
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Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Finalmente, los recursos creativos de esta fiesta son menores, porque agrupaba
la menor cantidad de población, a fin de suscitar el calor familiar. Predomina el juego
libre, adquiriendo inusitada relevancia en la festividad.
En las últimas décadas del siglo XIX, muchas provincias del Perú —que en el
sentido de innovación— quedaron secundadas durante mucho tiempo; comenzaron a
modernizarse. Arequipa experimentó verdaderos cambios desde 1868, distinguiendo
evidentemente el sentido de la urbanidad. Sin embargo, es recién a inicios del siglo
XX, donde las festividades adquieren otro valor, logran tener una caracterización
urbana, que se produce con el carnaval en el año de 1923, cuando la Municipalidad
oficializó las fiestas, generando un programa de festejos. Este «Nuevo» Carnaval lo-
gra relevancia, sobre las actividades espontáneos que se habían realizado en otrora,
ello no quiere decir que pierde la característica rural, ya que en los distritos aún per-
manecen las formas de ese carnaval. En un sentido general, estaríamos hablando de
un carnaval con formas, tanto rurales como urbanas, que en algunos aspectos logra
ser intermedio.
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Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
231
Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
En Lima, como en varias ciudades del país, logra afirmarse el concepto del jue-
go libre en las calles como una diversión pública, pero no multitudinaria; tal y como
puede apreciarse en la crónica del viajero alemán Friedrich Gerstaecker: «[…] en las
casas en que se va a jugar (como se llama burlonamente a este diluvio), son totalmente
evacuadas las habitaciones que dan a la calle. Se quitan los espejos y cuadros y hasta
los mismos muebles de calidad. Las damas se ponen trajes muy ligeros…»408. Otra ca-
racterística que demuestra el contenido íntimo de la fiesta, por lo menos en Arequipa,
es que luego de una aguerrida batalla de cascarones, las familias y vecinos se reunían en
una de las casas, para compartir algunos potajes y la apetecible chicha de fruta.
Los festejos del Carnaval Antiguono sólo se realizaban en calles y plazas, sino
también en espacios privados, como en algunos teatros. Gerstaecker da cuenta de bai-
les de máscaras en los teatros limeños: «[…] reinaba completa libertad de máscaras, y
es siempre bienvenido, el disfraz de hermoso español antiguo o de turco, previo pago
de su boleto de ingreso. Yo vivía justamente al frente del teatro, y la salvaje agitación
se desarrollaba toda la noche delante de mi ventana...»409.
Las actividades del Nuevo Carnaval sugieren un evento total que logre conglomerar la
mayor cantidad de población. Es así que el Concejo Municipal organizó el Corso de Flores,
un evento que aglomeró a los citadinos prevenientes de diferentes distritos, en las calles cén-
tricas de la ciudad. Pero no fue el único festejo de gran magnitud; hubo otros festejos, como
el Festival Carnavalesco que se realizaba en el Estado Melgar, y las actividades en la plaza
principal de la ciudad. Otra actividad de acceso libre, que se realizaba en el espacio público,
fueron las verbenas carnavalescas que tenían lugar en la plazoleta del Mercado Central de
San Camilo, en el Parque Bolognesi, en la Plaza España o el Parque Grau.
Aquellos fueron eventos totales, pero también hubo aquellos de acceso restringi-
do, ya sea por el impedimento económico u otro tipo de limitaciones. La coronación
de las reinas y los bailes de disfraces, tenían lugar en algunos teatros o cines princi-
pales de la ciudad, que a pesar de no definirse como un local de gran exclusividad,
obedece a un lugar cerrado. Hubo otros lugares de fiesta —como clubes e institu-
ciones privadas—, donde el acceso era limitado, debido al alto costo del boleto de
ingreso; pues no toda la población podía darse el lujo de gastar en una noche de baile.
408 GERSTAECKER, Friedrich. «Tres días de carnaval en Lima (1860)». En: Núñez, Estuardo. Cuatro viajes alemanes
en el Perú. Relaciones desconocidas. UNMSM. Lima, 1969. Pp. 277-192.
409 Loc. Cit.
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Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Y, finalmente, había festejos en algunas casas particulares, donde los invitados eran
familiares o amistades cercanas al anfitrión.
410 MÉNDEZ, J. C. «Los carnavales. Gloria, pasión y suerte». En: Revista Caretas. Lima, 9 de febrero del 2006. P. 58.
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Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
Rolando Rojas manifiesta que luego de la Guerra con Chile414 surge una suer-
te de nacionalismo cultural, comienzan a desarrollarse corsos, pequeños desfiles de
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Análisis sociocultural de las fiestas del carnaval en Arequipa
A partir de aquella fecha, los festejos tienden a marcar en sus actividades las
diferencias de las clases sociales, ya que no todos podían acceder a determinados fes-
tejos por el alto costo que demandaba; incluso en el Corso de Flores y los reinados,
que caracterizaron a este nuevo carnaval, se lograba diferenciar en forma clara, las
expresiones de la cultura popular y la cultura de élite.
235
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
CONCLUSIONES
PRIMERA
SEGUNDA
Durante los tres periodos del carnaval, las fiestas siempre se han caracterizado por
la violencia. No obstante, podemos considerar que cada manifestación corresponde
a un propio tiempo y espacio, no se trata de señalar que el Nuevo Carnaval fue más
civilizado o calmoso. Sino de comprender que hubo otras actividades, sobre todo
durante este periodo, que disminuyeron de algún modo la percepción negativa de las
fiestas; pero ello no quiere decir que el carnaval de ese entonces no haya sido violento,
fue igual el desenfreno y obedecía a un espacio-tiempo como ahora. El carnaval tiene
un denominador común en el mundo: un estado donde el pueblo se libera de la rutina.
TERCERA
Estas fiestas tienen un denominador común que representa una «permanencia» en las fiestas.
Se trata del juego libre en las calles y, por lo tanto, la violencia, que incluye diversidad de actos,
como los «baldazos de agua», polvos, pinturas, misturas, serpentinas, betún, matachola,
entre otros elementos, vuelve a la fiesta popular en una «diversión pública» donde las
colectividades mistianas, durante varios años, han generado escenarios de expansión pública
en las principales plazas, parques y calles de la ciudad, y de varios distritos.
CUARTA
Las fiestas del Nuevo Carnaval en Arequipa tienen un perfil eminentemente urbano, y
es consecuencia del proceso de reestructuración de la sociedad. Ya que los festejos son
oficializados y, a su vez, regimentados, las actividades evidencian mayor politización
de la fiesta, y al lograr mayores espectacularidades, logra un sentido comercial.
QUINTA
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
SEXTA
SÉTIMA
OCTAVA
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Anexos
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Yo, Majestad
CARMEN II
Reina, por la gracia jocunda
de vuestra soberana voluntad;
Reina de aquesta evocadora,
bellísima ciudad,
regalo azul
y milagroso de la naturaleza…
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
de la línea mimosa
cuando, lánguidamente hermosa,
desfallece de amor y de locura.
Reíd amablemente,
con la sana
risa triunfal de la mañana;
reíd con el frondaje y el ambiente,
con la montaña y con el río;
reíd en tanto que abre, maravillosamente,
su abanico de luces el Estío.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Por tal,
y siendo Carnaval:
mi sonriente
graciosa Majestad, manda y ordena
a todo ser viviente
ya sea «polla» de melena
o «pollo» de meollo efervescente
al buen seño de calidad, al artesano,
al propietario, al dependiente,
al pueblerino y al villano,
a la dama de fuste
y al pelafustán,
al señor de copete
y a todo aquel que guste del embuste
carnavalero y que respete
la augusta seriedad del chiste;
al gracioso de raza, al letrado y al patán,
a todo quien que calza y viste
como al que se desviste o se disfraza;
en fin, a fuer de Majestad, conmino
a todo bicho
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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YO, Blanca I,
Soberana en mi Reinado de Ilusión…
YO, por la gracia placentera
y franca
del Momo juguetón,
Reina de aquesta Blanca
Ciudad del cielo azul
y la perpetua Primavera…
YO, Majestad Blanca I,
a vosotros mis súbditos:
¡Salud!
Damas y caballeros,
mesnaderos, juglares y soldados,
infanzonas, infantes y troveros,
villanos y villanas;
a mis vasallos todos que, encantados
por el bélico estruendo de las dianas,
quieran entrar con ánima gozosa
en la fragosa sin igual demanda;
a todos, mi graciosa
y blanca Majestad ordena y manda:
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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¡Hosannas y clarines!
Ya Momo con aviesos fines
desarticula sus absurdos gestos…
Ya tocan a rebato las campanas
y una fiebre de bélicos arrestos
discurre por la vías ciudadanas.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Y gloria a Momo,
que ríe triunfador
bajo el confeti polícromo;
gloria a Momo,
que ríe del dolor
con ceño capricorneo en gesto romo.
Gloria al divino triunfador…
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
que es ésta
la soberbia apoteosis triunfadora
de la Diosa Locura…
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EL CARNAVAL
José Santos Chocano
(Arequipa, 1930)
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
PARRANDA
Ernesto Mario Barreda
(Arequipa, 1930)
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
PROGRAMA DE CARNAVAL
Salvador Alfredo Gómez
(Arequipa, 1930)
Me vestiré de payaso,
y mi cara enharinada
ha de ser la mascarada
para estos días de paso.
Y la llevaré a un rincón,
donde, lejos del festín,
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IDILIO DE CARNAVAL
Hermelinda Morante de Vera.
Arequipa, febrero de 1942
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CARNAVAL
Andreina Rivera Dávila
( Arequipa, febrero, 1955)
Llenemos de entusiasmo
el cascarón del esplín,
enlacemos serpentinas,
a la dicha de vivir,
que esta fiesta es mascarada,
y nos debe divertir.
Preparad el antifaz,
que no falte a ninguno,
anteojos en «kukuxklán»,
a reír, a gozar,
a bailar, y a jugar,
que la alegría es poca,
en esta existencia loca
de los carnavales.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
CANTARES DE CARNAVAL
Manuel Gallegos Sanz
(Seudónimo: Ricardo Sakuntalá)
I
«¡Ay Carnavalito!
¡Ay Carnavalón!
Sacudes Polleras
y hasta el corazón.
¡Queremos verbenas
arroz y chuleta!
Guagua que no llora
no chupa la teta.
La prensa de Lima
nos mueve la cola;
dejen paisanitos
que ruede la bola.
Concejo flamante,
escobita nueva:
todos son afanes
nada se renueva.
Ciudad de montañas,
de quiebras y lava:
el hombre te admira
el bardo te alaba.
Kalita montañosa,
de senos frutales,
eres laberinto
de bienes y males.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
merece alabanzas,
mi mejor cantar.
Aquel padrecito
de San Juan de Dios,
vive de las almas,
por amor de Dios.
Arequipa lonka,
de puño y enjundia;
blanca es tu corteza,
tu raíz bien india.
El maistro Ciruelo
hizo de la radio,
campo de Agramante,
su corral y estadio.
Cerro Colorado
Quiere ser Distrito;
No tiene calzones,
Ni quien toque el pito.
Hongos y poetas
Los pare la tierra:
¡Adiós, Arequipa!
¡La chiva, la perra!
Campos de cultivo,
Vivienda y puchero:
Reclama Arequipa,
Lo exige el obrero.
Lluvia de los cielos
Aguacero ingrato:
Si no te retiras
Me quedo pal gato.
La paz en el Mundo,
Es una trastada:
Proyectos, acuerdos,
261
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
¡Pobre Capdevila,
Lo atracan y violan!
¡Chicotes y gansos
Lo copian o embrollan!.
Cayma se derrumba,
Cayma se desgarra,
Mientras su comuna
No cesa en la farra.
Aquel Escribano
De San Juan de Dios,
vive del recurso,
muy lejos de Dios»
(Febrero de 1954)
II
Carnavales Trejos,
De la Blanca Ciudad
Este año reviento
Me tiro a la tranca.
Salgamos bailando
pero a todo trapo,
a ver si atrapamos
algún mozo guapo.
Vamos a la playa
a ver el marisco,
pero cuida mucho
de quedarte bizco.
Dicen que la Rufa,
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
prefiere al Alférez:
Dime con quién andas,
Y te diré quién eres.
Carnaval quisiste,
Toma carnavales,
A los nueve meses
A lavar pañales.
Palenque de «Noticias»,
de los buenos gallos;
chillar monicacos,
relinchen caballos.
Kalita mañosa,
de encantos radiales;
en calles y parques,
levantas terrales.
Campesina fresca
de encantos frutales:
cuando estás de fiesta,
no existen los males.
Saucecito verde
263
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
de mis andurriales:
préstame tu sombra,
alivia estos males.
(Febrero de 1955)
III
¡Bailemos, cantemos,
masquiseya a gatas!
¡Que salgan los galgos
Y que huyan las ratas!
No mires la charca,
Miremos al Cielo:
el que no protesta
se arrastra en el suelo.
Si triunfamos, güeno:
si perdemos, ¡huicha!
Luchando se alcanza,
dignidad, la dicha.
Aquellos revientan,
llenos de pesar;
estos sí que tienen
ganas de aguantar.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
no chupa la teta.
Huerto cercadito
de mi corazón:
troncharon tu anhelo,
toda tu ilusión.
Cuchi, pretencioso,
escritor de marras:
¿por qué me calumnias,
mientes y desbarras?
Narra currundanga,
combas de zapallo:
préstame tu jaba
para este mi gallo.
(Febrero de 1956).
IV
Arequipa linda,
tierra de primores:
eres Campo y Cielo,
Ciudad de las flores.
Arequipa agreste,
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
señera y bullente;
en la paz activa,
en la lid ardiente.
-Misiá Margarita,
mirusté a la «bala».
-¡Jesús y María,
qué kala, qué kala!.
Zamba currutaca
vamos a carniar,
la vida es jeringa,
piedra de amolar.
Arequipa mía,
tierra de los machos,
donde son valientes
hasta los muchachos.
Kalita pecosa,
cintura de avispa,
por tu amor reviento,
me muero, ¡la chispa!
Pueblo de Arequipa,
Ciudad de leones:
todos somos uno,
fuera camarones.
(Febrero de 1956)
V
¡Ay mis tijeritas
de mis Carnavales!
Hagamos zarcillos
de mis Generales.
Marcial Churrundanga
rompió la tranquera,
rebuznó entre doctos,
se tira la pera.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
¡Ay Carnavalito
del año del siete!
-¿Quién silva y empujo?
- El Chino metete.
Gálvez el Poeta
vive como el árbol:
en la muerte existe,
vivirá en el mármol.
Fragua es la existencia
que templa al que es macho,
se rompen los tacpis
o se hacen cancacho.
Arequipa tuvo,
alcaldes ternejos,
-¿Y el zorrillo Neisser?
-¡Grande entre los trejos!.
Mi Ciudad rebelde,
la tierra mentada;
donde el hombre es macho,
y la hembra templada.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Democracia es campo,
de acciones fecundas;
jamás hervidero,
de tretas inmundas.
Reina del Obrero,
Carmela Primera;
eres rosa, estrella;
linda Primavera.
Arequipa sufre,
de hambre y temores;
se vienen la pulgas,
ratas y temblores.
El Poeta Gálvez,
cinceló en el verso,
la chispa limeña,
en el perverso.
Lecherita incauta,
de senos frutales;
cuídate del kala,
zurcidor de males.
Virgen Candelaria,
mamita del pobre,
de los seres tristes,
que no tienen cobre.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
El Obrero es fuerza
que avanza y domina:
caerán Tiranos,
la guerra asesina.
Carnecita y migas
te gusta a mi gato,
-¿Cuántas uñas tiene?
-¡Calla, mentecato!
(Febrero de 1957)
VI
Carnaval de este año,
año del setenta:
escombros, reductos,
¡quién no se lamenta!
Nada de mansiones
ni Templos augustos:
Dios es de los pobres,
no quiere disgustos.
Belaúnde Terry,
el niño de la facha,
que de todo baila
hasta la guaracha.
Vaquita lechera,
porongo de Estado:
todo quieren teta,
menos el fregado.
Kala pretensioso,
líder del Cangallo:
poquito te falta
para ser caballo.
Carnaval traposo,
lleno de quebrantos:
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Calvo de Araujo,
es un Runa-Sacha;
sin pinta raja,
sin pincel ni hacha.
El actual Gobierno,
al Pueblo respeta:
el que no responda,
estira la jeta.
Augustazo Caro,
el hombre sin tacha;
de bigote zurdo
que nunca se agacha.
Kalita mañosa,
labios de turrón:
todos te codician,
hasta el «Maricón».
El Cielo se quema,
la Tierra se abrasa:
no truena, ni llueve,
ni tenemos casa.
Morronguita linda,
sonrisa de Cielo:
tú eres mi tormento,
mi angustioso anhelo.
(Febrero de 1960)
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Ya se va el chivato ¡apujllay!
De los carnavales
Auguemos las penas, ¡apujllay!
Matemos los males.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Te escondo, te escondo,
Lleno de vergüenza,
Si me quieres, quiero,
Y si no paciencia.
Estos carnavales
¿quién los inventaría?
Algún borrachito, palomitay
Con tremenda guagua.
El año pasado
Con tanta guaragua,
Ahora, este año, palomitay
Con tremenda guagua.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
El año pasado
Con cara pintada,
Ahora, este año, palomitay
Vendiendo manzana.
El año pasado
Con la minifalda,
Ahora, este año, palomitay
Con la maxifalda.
Ha llegado un barco
Lleno de juguetes
Para regalarlos, palomitay
A los alcahuetes.
Bailando pareces
Trompito de aguante,
A la media noche, palomitay
Jarrita de leche.
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
Meando bolsillos
No maneja plata.
Este jovencito
De cuello y corbata
Lo malo que tiene:
Que no tiene plata.
El año pasado
Con tanta guaragua
Ahora, este año
Con tremenda guagua.
(…)
279
HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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HISTORIA DE LAS FIESTAS DEL CARNAVAL EN AREQUIPA
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1982 «¡Carnaval, Carnaval! Alegría ¿General?» En: Suplemento Dominical «El
Caballo Rojo» de El Diario de Marka. Año II, Nº 94. Lima, 28 de febrero.
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Quispe, Emerson.
2001 «En carnaval consiguen pareja». En: diario Ojo. Lima, 25 de febrero.
Ramos, Rodrigo.
1998 «Iquique quiere tener un carnaval como el de Río». En: diario La
Crónica. Iquique-Chile, 12 de febrero.
Ramos V.,Remberto.
Un paréntesis en la vida cotidiana. Vida social - flores - y trasgresión
autorizada. El carnaval paceño en el período liberal. (Archivo del
autor).
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Tristán, Flora.
2005 Peregrinaciones de una Paria. Editorial El Comercio. Lima.
Ugarte, Claudia.
2008 «Entiendo los carnavales». En: Http://claudiaugarte.com/2013/03/04/
entiendo-los-carnavales/. [Consultado: 11-08-2013]. Publicado en formato
impreso en el Suplemento dominical «Estampa» del diario Expreso. Lima.
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Comentarios acerca
de la obra
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En menos de lo que canta un gallo, Hélard André Fuentes Pastor, nos entrega su
segundo libro. Si primero se ocupó de la rebelión popular de 1950, ahora en la
“Historia de las Fiestas del Carnaval en Arequipa”, el joven historiador examina,
con talento y prolijidad, las facetas y evolución de lo que en uno de mis libros
denominé “la guerra divertida” del carnaval arequipeño. Además de dar “una mirada
histórica del carnaval en el Perú y el mundo”, Fuentes Pastor se ocupa de los cantares,
proclamas, reinados, comparsas y personajes del carnaval nuestro, examinándolos
en los periodos históricos que distingue. Este valioso estudio me hace presagiar que
Hélard André Fuentes Pastor tendrá una vida y obras fecundas, que enriquecerán el
conocimiento que tenemos sobre la historia de Arequipa y, por tanto, las saludo con
afectuoso entusiasmo.
Carlos Buller
Historiador y Diplomático
Este es un libro atrevido, que penetra en un terreno que resulta poco habitual para un
historiador. Sin embargo, gracias al impecable trabajo de su autor, cuya meticulosidad y
rigurosidad profesional palpamos en cada página del texto, obtenemos un resultado notable,
que desde mi punto de vista tiene un doble mérito. Por un lado, llena un vacío evidente,
y lo hace con solvencia, utilizando fuentes pertinentes y abundantes lo mismo que una
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bibliografía apropiada. Por otro, nos sorprende con su singularidad temática, lo que en
términos historiográficos considero el aporte más importantes de este trabajo. Por lo general,
estamos acostumbrados a que otras disciplinas ingresen a los ámbitos de la historia, pero a no
a que un historiador incursione en sentido contrario. En este caso, vemos como sí es posible y
académicamente correcto utilizar el aparato conceptual y metodológico del historiador para
proponer alternativas de estudio en espacios poco convencionales. Siguiendo el ejemplo de
Hélard, los historiadores debiéramos hacerlo más a menudo.
Desde que hay presencia de españoles en Arequipa, dos han sido las costumbres
que distinguieron a la ciudad. La una es su acendrada devoción mariana, expresada
fundamentalmente alrededor de la Candelaria y de las peregrinaciones, generalmente
hechas a pie, a Chapi y las que recibe en las iglesias de Cayma y Characato.
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La historia y la evolución del carnaval, igualó a todas las clases sociales o econó-
micas y en un momento fue desfile de bellezas y de expresión de riquezas.
Hélard André entrega esta historia del carnaval de Arequipa como una contri-
bución y también, parece ser un deseo, de devolver a los juegos, la belleza de otros
tiempos; admite que lo que determinó su cancelación como rojo del calendario, y
quizá su entierro definitivo, fue la violencia que impera hoy como expresión de abuso
y de machismo.
Las fiestas del carnaval constituyen una de las manifestaciones lúdicas más extendidas
a través de la historia humana. Las tendencias humanas a la libertad, a romper el
orden establecido, a la diversión y a la descarga desenfrenada de energía vital, siempre
han estado presentes en múltiples culturas y diferentes espacios, adquiriendo en cada
caso características singulares que muestran el ethos idiosincrático de cada pueblo.
En Historia de las Fiestas del Carnaval de Arequipa, Hélard André Fuentes Pastor
ha querido mostrarnos esta faceta lúdica de nuestra tierra brindándonos un estudio
serio en cuanto a investigación se refiere, pero también divertido por las anécdotas,
las poesías y las imágenes que acompañan a la minuciosa recolección de datos y
rigurosa clasificación e interpretación de los mismos.
Obras como ésta nos acercan más a nuestros orígenes e impiden que se pierdan
definitivamente recuerdos importantes para nuestra memoria colectiva; e, igualmen-
te, nos permiten comprender las experiencias actuales, como producto de los inevita-
bles cambios que van dándose en la existencia de los pueblos. Sin menoscabo de un
sobresaliente profesionalismo en el tratamiento del tema, la alegría y el entusiasmo
juvenil del autor se translucen en su obra, despertando el deseo de devolver a los
Carnavales Arequipeños la importancia que tuvieron en otros tiempos. Felicidades
Hélard y que vengan muchas obras más.
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Este trabajo aborda con amplitud y rigor una de las manifestaciones festivas más
características de la Arequipa republicana, cuyas raíces se remontan al origen mismo de
la ciudad y reciben también el influjo de algunas expresiones ancestrales: la celebración del
carnaval. La fiesta en honor a Baco, célebre por su desenfreno en la Roma pagana y tan
antigua al parecer como las primeras culturas del Mediterráneo, es antepuesta a los inicios de
la cuaresma cristiana y tolerada como una saludable válvula social en las diversas sociedades
bajo su influjo religioso. Tal el caso del carnaval en los Andes y en la propia Arequipa, cuya
evolución y características rastrea Hélard Fuentes Pastor, con lupa de investigador acucioso
que busca combinar la erudición con la descripción amena y los esfuerzos interpretativos.
Un trabajo puntual y documentado, que enriquece nuestra bibliografía histórica y permite
adentrarse desde un ángulo al que se le había prestado poca atención en las complejidades
de una sociedad signada por un continuo proceso de mestizaje.
Habría deseado tener más tiempo para leer con detenimiento este valioso texto antes
de enviar mi saludo y felicitación, pero su inminente publicación no lo permite. Le auguro a
Hélard un gran éxito. Él tiene mucho talento, es serio en sus investigaciones y ya he gozado
de su pluma en el artículo que escribió sobre mi vocación de tallar palabras en la poesía.
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Por ello es importante reconocer el valor del historiador Hélard André Fuentes
Pastor a quien felicito ya que a pesar de su juventud muestra una gran tenacidad en
el trabajo de investigación histórica, que le ha permitido escribir según entiendo, el
primer libro dedicado de manera específica a esta fiesta en Arequipa confiriéndole
con ello una importancia que su difusión y el tiempo remarcarán como un testimonio
de la vida en nuestra Arequipa.
Me permito atribuir dos orígenes a esta fiesta, una en Moisés, 1152-1272 A.C. con la
adoración del Becerro de Oro, Carne a Baal -Reyes 18:26, 28,29, “…tomaron carne
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Fuera de este alcance, en mi bagaje histórico latente está el recuerdo del carnaval
de 1955, cuando se eligió Reyna Infantil a la pequeña Lucía (5), nieta de Benigno
Ballón Farfán; damas y pajes fueron las hijas e hijos de los artistas del afamado Ju-
venil de Arte (1934-1940), dirigido por el destacado compositor en la parte musical
y el pintor y actor Guillermo Gonzales en la teatral. Muy festivo el Corso de Flores
por el centro de la ciudad; al filo del medio día llegó la Reyna y su séquito al Teatro
Municipal especialmente engalanado, retumbaba en la gran sala los acordes del Car-
naval Arequipeño magistralmente interpretado por la Orquesta del compositor. En
el escenario un imponente mural con volcanes y campiña de Guillermo Gonzales. Al
ser una de las damas testigo presencial fui del acontecimiento. El vestido de tul rosa
pálido sin mangas y falda de campos fruncidos, aún duerme en un baúl.
Efectivamente son escasos los trabajos realizados por los estudiosos arequipeños
acerca de las fiestas del Carnaval de Arequipa, y dentro de ellos se destacan los escritos
efectuados por el Dr. Francisco Mostajo. Por lo tanto, la investigación llevada a cabo
por Hélard André Fuentes Pastor, tiene su mérito al describir y realizar el proceso
histórico de las fiestas del Carnaval en Arequipa. Establece tres periodos: el antiguo,
el moderno o nuevo y el contemporáneo.
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Ésta nueva obra de Hélard André Fuentes Pastor es resultado del minucioso trabajo de
investigación en fuentes primarias, en especial, en las colecciones de los diarios arequipeños
de la primera mitad del siglo XX, como “El Deber”, “El Pueblo” y “Noticias”.
El carnaval es una antigua festividad europea, traída al Perú por los españoles.
En nuestro país ha adquirido características propias e inclusive existieron marcadas
diferencias entre los Carnavales que se celebran en cada región del país.
El Carnaval de Arequipa fue muy importante hasta mediados del siglo XX. Tal
vez con la anulación de los feriados de Carnaval que decretó un gobierno, la fiesta se
fue apagando poco a poco hasta llegar, en la actualidad, a su casi completa extinción.
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libro contribuye a su afirmación como escritor atento a la realidad que nos alberga
cargado de variedad en las máscaras de los carnavales, amores geniales, corsos,
música, alegría exuberante, reinas de belleza. Nos muestra además una maravillosa
galería de fotos que rescata y que debelan nuestra multiciplidad de lectura. Investiga
los comportamientos festivos y nos entrega textos de la recordada y amada poeta
Andreina Rivera, en 1955 nos incita en proclama: “Preparad el antifaz, /que no falte
a ninguno, / anteojos en kukuxklán, / a reír, a gozar, / a bailar, y a jugar, / que la
alegría es poca, / en esta existencia loca / de los carnavales.” Y no se queda atrás el
poeta de Cayma Manuel Gallegos Sanz, tan añorado y vibrante, escribió: “Kalita
pecosa, / cintura de avispa, / por tu amor reviento, / me muero, ¡la chispa! / Pueblo
de Arequipa, / Ciudad de leones: /todos somos uno, / fuera camarones / (…) ¡Ay mis
tijeritas / de mis Carnavales! / Hagamos zarcillos /de mis Generales.” Esa memoria
de los carnavales es también nuestra, felicitaciones Hélard Fuentes Pastor por esa
plasticidad en todos los campos de la cultura.
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Historia de las
fiestas del
Carnaval en Arequipa
Hélard André Fuentes Pastor
Se terminó de imprimir en enero de 2016
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