Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Estrés
La Teoría del Estrés y de los Sistemas de Alostasis constituye un fundamental
referente epistemológico para comprender los procesos de salud y enfermedad. La
Teoría del estrés expuesta por Hans Selye ha sido enriquecida con el concepto de
alostasis, mecanismos que se ponen en funcionamiento para recuperar el
equilibrio perturbado, conceptos desarrollados por Sterling y Eyer desde la
Universidad de Pennsylvania y Mc Ewen desde la Universidad Rockefeller.
El abuso de estos sistemas y de las respuestas de estrés, produce lo que Hans Selye
llamó “fase de agotamiento” y desde esta nueva concepción “carga alostática“
dando lugar a fallas en los mecanismos de autorregulación.
3- Fase de agotamiento
(Depresión, enfermedad)
EMPATÍA
Durante la infancia existe una dependencia importante entre el niño y el adulto, ya que el
niño no puede satisfacer sus necesidades si el cuidado del adulto. Este cuidado incidirá de
forma importante en la conformación del psiquismo.
Una de las primeras frustraciones de mayor relevancia que vive el infante, es darse cuenta
y convivir con un otro que posee sus propias necesidades que satisfacer. Si este vínculo es
integrador, se podrá manejar dicha frustración de la forma más saludable posible.
Los efectos del cuidado empático han sido estudiados, no solo en animales, sino también
en niños.
En ratas, se encontró que si se separaban a las ratas por 10 días de su madre, luego de
haber nacidas, aumentaba el nivel de CRH y ACTH, y persistía este aumento a lo largo del
tiempo.
Sin embargo, las ratas que recibían más caricias, experimentaron un crecimiento en las
células hipocámpicas y un menor nivel de ACTH y cortisol. Lo contrario sucedió con las
ratas con menor cantidad de caricias recibidas.
En niños, se vio que las vivencias de estrés por situaciones traumáticas aumentaron los
niveles de actividad del CRH, generando vulnerabilidad a experiencias de estrés, ansiedad
y depresión.
POLOS DE KOHUT
Kohut plantea tres polos en los cuales se agruparían las necesidades afectivas básicas del
niño.
Polo protección: considera la necesidad del niño de ser protegido, tanto biológicamente
(de enfermedades, agresiones, accidentes, etc.), como psicoafectivamente (de emociones
negativas desmedidas, humillación, inadecuación, etc.). Tenemos en cuenta dicho polo a la
hora de investigar en la clínica, evaluando las vivencias de protección y desprotección del
paciente.
Polo gemelar: considera la necesidad del niño de vivenciar vínculos fraternos, con los
cuales puede crear un sentido de pertenencia, compartiendo experiencias propias de su
edad, y generando vínculos de amistad que potencien su bienestar. Este polo se hace más
evidente en la edad escolar.
Polo especular: considera la necesidad de sentirse valorado y querible. El niño, al sentir
que es amado, genera un nivel de autoestima saludable, y posibilita conductas de auto y
heterocuidado, primordiales para generar la capacidad de amar.
Si las fallas empáticas no son tan graves, entonces las repercusiones serán menores, como
la perturbación del SNV y el eje HHA, alteraciones en la conducta social, en la alimentación,
sueño, y demás conductas basales. Aparecerán también con probabilidad síntomas
corporales que acompañarán el malestar psicoafectivo.