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1975-1976
RECURSOS HIDRÁULICOS 9
AGRICULTURA 12
GANADERÍA Y PESCA 17
Ganadería 17
Pesca 18
INDUSTRIA 21
TURISMO 24
TRANSPORTES 31
Carreteras 31
Puertos y aeropuertos 32
COMERCIO EXTERIOR 34
RECURSOS FINANCIEROS 37
CONCLUSIONES 41
BIBLIOGRAFÍA 43
NOTAS 45
ooooooooooooooooooooooooooooooooooo
1
INTRODUCCION
Según el 1er Informe del CIES, en 1975 las Islas Canarias no habían franqueado
aún los límites de una estructura dual:
- Emigración de capitales, y por tanto inexistencia del mismo en las Islas, por
falta de inversiones estimulantes.
- Regresión en la agricultura
Un año más tarde, el siguiente informe económico del CIES3 se refiere a la super-
vivencia histórica de los problemas inherentes a la economía canaria, es decir, a una “...
reproducción sistemática de los problemas, atribuible en parte ... por la paralela conti-
nuidad de los grupos de poder”. Este informa considera, en efecto, la especulación y su
dependencia de las instituciones administrativas un elemento consustancial al proceso de
acumulación en las Islas ; no pretenden, sin embargo, sus autores referirse a personas
concretas, sino a “... actividades que son la base y los sustentáculos de determinados in-
tereses y relaciones de clase”, arropadas por la actuación de unas instituciones adminis-
trativas que se encuentran, según ellos, totalmente bajo el control de dichos intereses.
Los autores del primer Informe a que nos hemos referido al principio de este apartado
consideran, por otra parte, cuatro temas fundamentales a la hora de analizar la economía
canaria y que habría que tener en cuenta, en opinión de ellos, si se pretende poner solu-
ción a sus problemas4:
II. Las consecuencias para Canarias de la llamada ‘crisis del petróleo’, iniciada
a fines de 1973 como consecuencia de la elevación de los precios en las mate-
rias primas y de la inflación mundial ; la misma desvelaría en la economía
terciarizada de las islas, conmocionándola, deficiencias estructurales que fue-
ron agudizándose en años subsiguientes5.
Este trabajo pretende más que nada hacer una glosa del contenido de los números
1 y 4 de los citados Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, tratando de trazar las líneas
básicas de la evolución económica de las Islas Canarias a lo largo de dos años especial-
mente críticos para la economía a nivel mundial, y que en cierto sentido pensamos que
configuraron las constantes económicas por las que estamos pasando en las Islas en el
tiempo presente. Para ello iremos analizando uno por uno, con ayuda de los datos estadís-
ticos proporcionados por esos Informes, los distintos sectores que vienen reflejados en
los mismos, tratando de dilucidar –a manera de conclusión- qué hay de verdad en califi-
car, como hemos visto que algunos hacen, de ‘neocolonialismo’ la situación sociopolíti-
co-económica del Archipiélago.
4
LA POBLACION
CANARIAS
Habitantes 1970-1980
800000
700000
600000
500000
400000
300000
200000
100000
0
1970 1973 1975 1976 1978 1980
Población dependiente
Región Canaria
Población dependiente
Más de 65 años 0-14 años
Población no dependiente
C.I.E.S.
Distribución de la población
Los autores del primer Informe o descubren evidencia alguna de que haya habido
planificación alguna a este respecto, ya que tales medidas no aparecen previstas en nin-
gún plan, ya sea económico, educativo, social o urbanístico, y menos aún en este último
caso ; los efectos de tal falta de previsión no se han hecho esperar10:
Población activa
Región Canaria
Población activa (1975)
0-14 años
20-34 años
35-49 años
50-64 años
65 y más años
HOMBRES MUJERES
RECURSOS HIDRAULICOS
ISLAS ORIENTALES
Recursos hidráulicos
Superficiales
Subterráneas
Gran Canaria Lanzarote
Potabilizada
Depurada
Fuerteventura
C.I.E.S.
Según los autores del Informe de 1975, el problema del agua en Canarias debería
analizarse desde tres vertientes distintas: la técnica, la política y la sociológica ; de estos
tres planteamientos es el primero el más que se ha tratado (o al menos lo era en el momen-
to en que este Informe se redactó). El Informe de 1976 insiste igualmente en la conve-
niencia de clarificar y ordenar toda la realidad institucional en la que se desenvuelve la
utilización de los recursos hidráulicos de Canarias ; para ello habría que referirse a las si-
guientes cuestiones12:
ISLAS OCCIDENTALES
Recursos hidráulicos
Subterráneas
La Gomera El Hierro
C.I.E.S.
a) Según las cifras estimadas de venta de aguas, se sabe que ésta sólo alcanzaba
en los diferentes mercados de la isla de Gran Canaria un 17% del total de agua
producida.
c) En general existe una vinculación directa entre las grandes explotaciones agrí-
colas y la propiedad (o distribución) de agua, la cual explica en gran medi-da
no sólo la aparente paradoja de la continua subordinación de los intereses agrí-
colas a los intereses de los aguatenientes, sino, además, que la ‘política hidráu-
lica’ reforzara la estructura de poder existente.
Como viene indicado en el primer Informe, la casi totalidad de los recursos hi-
dráulicos canarios de 1975 ascendían a 960 Hm3, de los cuales 350 procedían de las aguas
superficiales, que eran aprovechadas únicamente en un 11%, 600 de aguas subterráneas,
utilizadas en un 70%, y un porcentaje no significativo (∼ 10 Hm3) de las potabilizadoras.
Dado el alto índice de infiltración y evapotranspiración de las aguas superficiales, a causa
de la aridez del clima y de la carencia de vasos adecuados, el aprovechamiento de éstas
siempre ha constituido una pequeña fracción de la aportación total ; en cuanto a las aguas
subterráneas, en la época del estudio se estaban explotando en torno a los 450 Hm3, lo
que suponía ya entonces acercarse peligrosamente al límite de las posibilidades existen-
tes, que se habían rebasado con creces en Gran Canaria (de ahí la necesidad de instalar
plantas potabilizadoras de agua marina), y faltaba poco para que se llegase a la misma si-
tuación en Tenerife.
12
AGRICULTURA
1975 fue uno de los años más secos registrados en Canarias, lo que trajo consigo
la escasez y el encarecimiento de los recursos hidráulicos. Mientras que en Tenerife se
produjo una sobreexplotación de las galerías de la zona Norte, y en La Gomera y El Hie-
rro la consabida escasez de aguas superficiales, en Gran Canaria, donde la situación lindó
lo catastrófico, se dieron las siguientes circunstancias:
en Tenerife, como puede observarse en el gráfico). No obstante, hay que hacer notar –y
así lo recalca el Informe- que la citada escasez no coyuntural de los recursos hidráulicos
trajo consigo, por el aumento escandaloso que experimentó el precio del agua, así como
también por la ausencia de tecnología y de mecanización y por la dispersión de las explo-
taciones (minifundismo familiar), la falta de rentabilidad de muchas de éstas, en las que
se percibían unos salarios en ocasiones inferiores en un 50% a los de otros sectores que
estuviesen más en alza, como, por ejemplo, el sector servicios ; como contrapartida au-
mentó sensiblemente la explotación agrícola ‘part time’, con los naturales inconvenien-
tes que suelen acompañar a esa modalidad:
• etc.
En cuanto al plátano, el Informe indica que este cultivo había entrado en una crisis
irreversible a nivel regional ; urgía, por tanto, instrumentalizar la situación, no en función
15
TENERIFE
Importación de semillas de papa (Pts.)
C.I.E.S.
hacia Europa (al Reino Unido principalmente, seguido de cerca por Alemania, Holanda
y los Países Escandinavos), éstos se recuperaron con posterioridad, sobre todo tras las
lluvias que cayeron en Enero de 1976. Por otra parte, el incremento de la producción de
este cultivo que se había observado en el transcurso de los últimos años se reflejó de
forma significativa en el consiguiente incremento de las importaciones de semillas, cuyo
precio iba aumentando incesantemente. Ante este problema, los cultivadores canarios
solicitaron insistentemente lo siguiente15:
GANADERIA Y PESCA
Ganadería
REGION CANARIA
Cabezas de ganado sacrificadas
LAS PALMAS (1974)
Bovino
Ovino
LAS PALMAS (1975) Caprino
Porcino
Equino
Conejos
Pesca
“... la crisis a nivel internacional viene determinada por los cambios intro-
ducidos en las estructuras del derecho del mar, a causa del proceso de descoloniza-
ción de muchos países, a los imperativos de desarrollo económico que lleva a si-
tuar los recursos bajo la óptica de la soberanía de los Estados ribereños y el factor
tecnológico que, si por un lado ha supuesto un notable incremento de las capturas,
por el otro se ha convertido en una amenaza para la preservación del medio maríti-
mo. Todos estos factores han determinado que el anterior principio de libertad de
20
INDUSTRIA
El primero de los Informes que comentamos insiste en la necesidad que tienen las
Canarias de un desarrollo industrial como única vía para alejarse definitivamente “... de
las consecuencias de una economía de servicios insegura y periférica”. Reconoce, sin
embargo, las indudables dificultades que plantearía tal industrialización20:
TABACO
Millones de cajetillas vendidas
• Estudios de mercado.
• Análisis veraz de las estructuras de poder que operan en las Islas (librecambis-
mo vs. proteccionismo21).
• etc.
REGIÓN CANARIA
Consumo energético (Tm)
2000000
1800000
1600000
1400000
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
1971 1972 1973 1974 1975
Tanto en Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife, la dimensión de las empre-
sas continuaba siendo excesivamente reducida, tanto desde el punto de vista del volumen
de producción como en lo que se refería al número de empleados por establecimiento ;
únicamente la industria del tabaco daba una media aceptable, teniendo en cuenta la dis-
persión de ese sector. No obstante, la industria tabaquera también se encontraba a la sazón
en una situación de crisis e incertidumbre, a causa de sus relaciones con Tabacalera S.
A.; dicha empresa, que había renovado en 1970 su Monopolio del Estado por un período
de 20 años más, se había convertido, en efecto, en una peligrosa competidora-regu ladora
de las labores canarias, como quedaba confirmado por un Decreto del 25-I-1973. En ci-
fras reales vino a significar, desde entonces a 1976, una pérdida del 22,87% en la partici-
pación del mercado de labores tipo ‘lujo’, y a su vez un 9,40% de participación en el mer-
cado de todas las labores de tabaco negro, o sea, una baja relativa del 35,87 y del 22,40%
respectivamente22. El tema energético de Canarias, por otra parte, crucial para el desarro-
llo de cualquier industria en las Islas, se enmarcaba en 1976 en el contexto siguiente23:
b) La demanda energética sólo estaba abastecida por los crudos petrolíferos im-
portados, refinados por las C.E.P.S.A. en sus instalaciones de Santa Cruz de
Tenerife.
c) El único transporte interior era por carretera, lo que motivaba que el consumo
unitario de gasolina por vehículo fuese mayor en Canarias que la media na-
cional ; a esto habría que añadir el deficiente servicio del transporte público
de viajeros, lo que incidía directamente en el desarrollo del parque de automó-
viles privados.
TURISMO
PUERTO DE LA CRUZ
Evolución de la oferta turística
a) Desde 1957 hasta 1962: Tenerife estaba aún bastante lejos de disponer de una
infraestructura turística. La capital, Santa Cruz, superaba al Puerto de la Cruz
en cuanto a número de visitantes foráneos, los cuales, salvo excepciones, no
podían considerarse propiamente como ‘turistas’.
25
b) Entre 1963 y 1967: Crecimiento anual del 23,4% (el más alto de toda la déca-
da). 9.000 plazas hoteleras en 1967, ocupadas alrededor de un 40%. Aparecen
los intermediarios, que a menudo tropiezan con dificultades para desarrollar
su labor por culpa de la escasez de alojamiento ; el „overbooking‟ estaba a la
orden del día. Predominaba el turismo alemán, con más de la cuarta parte de
los visitantes en 1967.
ISLA DE TENERIFE
d) Entre 1972 y 1974: Primera gran crisis del sector turístico ; transformación de
la oferta con el fin de intentar capear el temporal:
- El litoral Oeste sufre una paralización casi total, de la que se irá recuperan-
do lentamente a partir de los años 80.
- El litoral entre Costa del Silencio y la capital abandona las directrices tu-
rísticas de los años 60, exceptuando El Médano y el litoral de San Miguel.
TURISTAS POR
NACIONALIDADES
Alemania
Dinamarca
Finlandia
Francia
Holanda
Inglaterra
Noruega
Suecia
Suiza
USA
España
LAS PALMAS, 1975 LAS PALMAS, 1980
INGLESES ESPAÑOLES
RESTO
BELGAS-HOLANDESES
ITALIANOS
ALEMANES FRANCESES
ESCANDINAVOS
TENERIFE (1975-1980)
28
b) Desde 1969 hasta 1972: Ocupación más agresiva del espacio, proyectándose
urbanizaciones de mayor tamaño. Desapareció el pequeño comprador e irrum-
pió el inversor alemán, que adquirirá grandes parcelas. Se configuró el aparta-
mento como el alojamiento turístico más idóneo.
TRANSPORTES
Carreteras
mismo el abandono en que a la sazón se veían sumidas las Islas Menores en lo que a in-
fraestructura viaria se refiere33. El Informe de 1976 abundaba en los mismos puntos34.
PUERTOS CANARIOS
Movimiento de pasajeros
Puertos y aeropuertos
COMERCIO EXTERIOR
a) El marco en que se han desarrollado los intercambio ha tenido frente a los paí-
ses centrales o dominantes en la estructura mundial un carácter dependiente.
b) Esa extraversión de la economía canaria desde sus inicios había sido esencial-
mente con los países dominantes del continente europeo, fundamentalmente
el mercado británico, permaneciendo tal orientación hasta nuestros días, si
bien en los últimos tres años las exportaciones al Africa habían incrementado
sustancialmente su participación respecto al total, hasta llegar a ser en 1976
del 30,8% ; no obstante, se trataba fundamentalmente de bienes a su vez im-
portados de los países industrializados.
35
c) Tal sistema no habría podido sostener tan peculiar rotación en sus mismas co-
ordenadas sin la intervención directa del capitalismo internacional.
f) En los últimos años se estaba asistiendo a una revalorización del papel posicio-
nal de las Islas Canarias en el seno de la dialéctica de los dos grandes bloques
desde 1945 y su discurrir más reciente centrado en el continente africano.
COMERCIO INTERNACIONAL
IMPORTACIONES
Europa
Asia
Las Palmas S/C de Tfe.
Africa
América
Oceanía
EXPORTACIONES
Las Palmas S/C de Tfe.
RECURSOS FINANCIEROS
REGION CANARIA
Indices del coste de la vida (1975)
Según el Informe de 1975, una de las principales consecuencias de las crisis eco-
nómica estaba constituida por el constante incremento del coste de la vida, lo que obli-
gaba a una frecuente actualización de la cesta de la compra, como se esperaba que ocu-
rriese con la entrada en vigor del nuevo índice para el año 1977 ; se esperaba asimismo
que en la nueva normativa se tuviesen más en cuenta las diferencias regionales42. El men-
cionado índice, al ser actualizado conforme a la Encuesta de Presupuestos Familiares rea-
lizada en años anteriores, había sido contraído a cien en Enero de 1969, arguyéndose en-
tonces, por otra parte, que las comparaciones sobre el crecimiento del coste de la vida en
las capitales canarias con respecto a la media nacional carecían absolutamente de sentido
desde un punto de vista científico ; frente a esto razonaban los autores del Informe que
esta afirmación soslayaba los aspectos que siguen43:
CANARIAS-PENINSULA
2. La contracción a cien anuló esta diferencia. Sin embargo, a partir de 1969 las
capitales canarias comenzaron a registrar valores superiores a la media nacio-
nal en el Indice General y en Alimentación.
Como conclusión a este análisis, el Informe a que nos estamos refiriendo mencio-
na las siguientes consideraciones44:
a) En los bloques más significativos de los índices del coste de la vida para Abril
de 1976 se observaba una grave tendencia inflacionista que amenazaba con
agudizarse a partir del mes de Septiembre. Era la consecuencia inevitable de
una política económica que se mostraba como poco racional y que indudable-
mente no tenía como objetivo supremo atender a las necesidades de la colecti-
vidad canaria.
2. Dicha distribución del ingreso pasa, pues, a primer plano en los análisis frente
al crecimiento económico ; incluso desde un punto de vista exclusivamente
técnico la disminución de la pobreza permanecerá bloqueada mientras el po-
der económico del país no se redistribuya más equitativamente. En el caso
concreto de Canarias este fenómeno reviste los siguientes efectos negativos:
CONCLUSIONES
El Informe de 1976, como colofón a lo que hemos ido viendo a lo largo del desa-
rrollo de este trabajo, concluye, en relación con el tema demográfico, que Canarias con-
tinuaba teniendo por aquellas fechas una tasa de natalidad bastante elevada, una de las
mayores de la nación, lo que impulsaba imparablemente el crecimiento, a pesar de que la
mortalidad infantil aún era significativa ; también constituía una constante „histórica‟ la
elevada tasa de población joven dependiente. No obstante, no se registraban migraciones
importantes hacia el exterior, “... porque ya no hay adónde emigrar masivamente ; y por-
que también, la clase obrera va conociendo los mecanismos que llevan a la emigración
exterior”48. Unicamente se registraban migraciones interiores de población activa del
campo hacia las ciudades, como describe el Informe de 1975xlvii, pero no motivadas por
una capitalización o racionalización de la agricultura, sino por su improductividad, mate-
rializada en bajos salarios ; este hecho estaba llevando a las Islas a una nueva dependen-
cia, por la necesidad que se estaba creando de importar productos que podrían producirse
de forma autóctona. Se asistía, además a una rápida terciarización de la actividad econó-
mica, así como a una bunkerización institucional ; el sector servicios había pasado a ocu-
par en la economía canaria el puesto que los modelos clásicos de los países desarrollados
asignaban a la agricultura: “Es un inmenso cajón de sastre en el que las actividades co-
merciales, turismo, servicios personales y otros, albergan y fomentan una lumpenbur-
guesía mercantil, prototipo de improductividad y vectora de inflación”. Comenzaba, por
otro lado, a desaparecer la demanda externa de mano de obra, agravándose así la espiral
del paro real ; por otra parte, las pocas industrias significativas existentes en Canarias se
hallaban controladas por el capital extranjero y peninsular, revirtiendo los beneficios en
áreas ajenas al Archipiélago. Un elevadísimo porcentaje de empresas medias y pequeñas
se debatían, por otro lado, en una prolongada agonía a causa de la baja preparación em-
presarial de sus propietarios y de su deficiente conocimiento de la economía de libre mer-
cado.
BIBLIOGRAFIA
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ja Insular de Ahorros
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de Tenerife, Cabildo Insular
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sularidad, en Misceláneo Científico-Cultural, No 18, Colegio Oficial de Corredores de
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MATEO, Luz M., 2018, “Sahara Occidental, la descolonización pendiente y la lucha por
la autodeterminación”, en Voces de Fénix, Internet
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entre el turismo y la marginación (Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, no 9), Las
Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Ahorros
NOTAS
1
CIES, 1976, Canarias en 1975: Análisis de su economía (‘Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, n 1),
Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Ahorros, pg. 183
2
El ‘neocolonialismo’ se manifiesta, en los países coloniales, por la concesión de una independencia for-
mal, mientras continúa el control sobre la economía del país y, por lo tanto, la mediatización de su efectiva
soberanía política ; en los países pobres no coloniales, por el sometimiento de su actividad económica a
los intereses y exigencias de los países imperialistas. En el terreno económico el „neocolonialismo‟ su-
pone: (1) El control monopolista del comercio por medio de compañías extranjeras ligadas a los trusts
internacionales, que imponen sus precios a las materias primas exportadas y a los productos manufactura-
dos importados por el país neocolonial ; las relaciones de éste sólo giran alrededor del país imperialista.
(2) La imposición de un régimen de monoproducción, cuya explotación se reservan los consorcios a tra-
vés de sus filiales ; de este modo se limita a un solo campo la entrada de divisas y se pone freno al desa-
rrollo industrial del país dominado. [Nueva Enciclopedia Larousse ; ARNOLETTO, Eduardo J., 2007, “Curso
de economía política”, en Eumed.net, Internet ; MOCTEZUMA BARRAGÁN, Carlos, 2014, “Colonialismo y
neocolonialismo”, en ContraLínea. Com, Internet ; BOUAMANIA, Saïd, 2’16, “Colonialismo, neocolonialis-
mo y balcanización”, en Investig’action, Internet]
3
CIES, 1977, Economía canaria 76. Desarrollo del subdesarrollo: especulación y necesidades (Cuadernos
Canarios de Ciencias Sociales, No 4), Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Ahorros, pp. 222-33
4
CIES, 1976, op. cit., pp. 5 ss.
5
CABRILLO, Francisco, 2016, “La crisis del petróleo”, en Expansión, Internet
6
MARTÍNEZ MILÁN, Jesús Ma, 1991, “La descolonización del Sahara occidental”, en Espacio, Tiempo y For-
ma, Universidad de Las Palmas de Canaria, pp. 191-200 ; GALDUF, A., 2010, “Sahara Occidental ; la historia
de una descolonización nefasta”, en Arqueohistoria, Internet ; MATEO, Luz M., 2018, “Sahara Occidental,
la descolonización pendiente y la lucha por la autodeterminación”, en Voces de Fénix, Internet
7
LÓPEZ AGUILAR, Juan F., 2001, El hecho diferencial canario: Ultraperifericidad e insularidad, en Miscelá-
neo Científico-Cultural, No 18, Colegio Oficial de Corredores de Comercio, pp. 77-85 ; GUERRA PALMERO,
Ricardo A., 2005, Autarquía y hecho diferencial canario, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Cana-
ria, Ediciones Idea ; DEL PINO, Jenny, 2013, “Transición democrática y comunicación social en Canarias,
1975-1982”, en V Congreso Internacional Latino de Comunicación, Universidad de La Laguna
8
Ibid., pp. 11-12
9
CIES, 1977, op. cit., pg. 12
10
CIES, 1976, op. cit., pg. 14
11
CIES, 1977, op. cit., pp. 18-19
12
CIES, 1977, op. cit., pp. 45-46
13
CIES, 1976, op. cit., pp. 52-53
14
MARRERO, Aguedo (ed.), 2003-2018, “Cultivos tradicionales de papa en Canarias: la otra biodiversidad”,
en Rincones del Atlántico, Internet
15
CIES, 1976, op. cit., pg. 69
16
Ibid., pg. 64
17
CIES, 1977, op. cit., pp. 78 ss.
18
CIES, 1976, op. cit., pg. 65
19
CIES, 1977, op. cit., pp. 83 ss.
20
CIES, 1976, op. cit., pg. 77
21
ARAOZ-FRASER, Santiago, 2009, “Librecambismo y proteccionismo”, en Portafolio, Internet ; CAMARA-
SA, Vicente, 2013, “Proteccionismo vs librecambismo”, en Geobiombo, Internet
22
CIES, 1977, op. cit., pp. 99 ss.
23
Ibid., pp. 107-108
24
VARIOS, 1992, El Turismo en Tenerife (I), Santa Cruz de Tenerife, Cabildo Insular, pp. 24 ss.
25
Ibid., pp. 27-36
26
CCRS Arquitectos, 1991, Plan Insular de Ordenación Territorial de Tenerife, Santa cruz de Tenerife, Cabil-
do Insular (fotocopia)
27
NADAL PERDOMO, Ig. Y GUITAIN AYNETO, C., 1983, El Sur de Gran Canaria: entre el turismo y la margi-
nación (Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, No 9), Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Aho-
rros, pg. 73
28
Ibid., pg. 76
46
29
Ibid., pg. 77
30
Ibid., pp. 80-117
31
CIES, 1977, op. cit., pg. 126
32
CIES, 1976, op. cit., pp. 91-92
33
Ibid., pg. 112
34
CIES, 1977, op. cit., pp. 133-34
35
CIES, 1976, op. cit., pp. 115-17
36
Ibid., pg. 117
37
Ibid., pp. 129-30
38
CIES, 1977, op. cit., pg. 146
39
Ibid., pp. 149 ss.
40
CIES, 1976, op. cit., pg. 13
41
Ibid., pp. 133-34
42
Ibid., pg. 147
43
Ibid., pp. 148-49
44
Ibid., pg. 151
45
CIES, 1977, op. cit., pg. 188
46
KRUL, N., Ahorro financiero y desarrollo económico, Fondo para la Investigación Económica y Social de
la C.E.C.A. (Comunidad Europea del Carbón y el Acero)
47
CIES, 1977, op. cit., pp. 203 ss.
48
Ibid., pp. 217 ss.