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Analizar prejuicios y estereotipos, permite captar uno de los elementos de nuestra percepción y precisar los
mecanismos a través de los cuales se elabora mental y socialmente la realidad y por consecuencia, el funcionamiento
de las opiniones y creencias sociales.
La esquematización de la realidad social integra a los dos componentes: prejuicios y estereotipos como dos
elementos de un mismo proceso para la psicología social.
Prejuicio: Según Fischer, es una actitud del individuo que implica una dimensión evaluativa, negativa en la mayoría de
los casos, con respecto a personas o grupos en función de su pertenencia social. Es una disposición adquirida cuya
finalidad consiste en establecer una diferenciación social, es una discriminación. Alberga una creencia y un valor.
Prejuicio (del Latín praejudicium = juzgado de antemano) es el proceso de "pre‐juzgar" algo.
Implica llegar a un juicio sobre el objeto antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la formación de un
juicio sin experiencia directa o real.
El prejuicio surge por conveniencia, para discriminar, descartar o dominar a otras personas o aceptarlas
preferentemente, sin tener remordimientos y sin pararse a pensar si eso es bueno o malo, o si es una opinión objetiva o
subjetiva. Es una actitud hostil o menos frecuentemente, favorable hacia una persona que pertenece a determinado
grupo simplemente por el hecho de pertenecer a ese grupo, en la presunción de que posee las cualidades negativas o
positivas atribuidas al mismo.
La opinión se produce respecto del grupo prejuiciado y después incorpora al individuo. El prejuicio es una evaluación
preconcebida de las personas, una idea preconcebida que se tiene sobre los otros.
El prejuicio es tener una opinión o idea acerca de un miembro de un grupo sin realmente conocer al individuo. La
antipatía, normalmente, se basa en información pasada y en la experiencia con un individuo en particular. La extensión
de las propias experiencias negativas al caso general se puede considerar como sesgo. Esto se ve en muchos lugares:
racismo, lingüismo, intolerancia religiosa, homofobia, o el rechazo de alguien porque su estirpe política es diferente de
la propia.
Otra definición de prejuicio puede ser: punto de vista técnico, cabe distinguir entre prejuicios positivos y negativos;
puedo tener prejuicios en contra o a favor de los artistas modernos.
Definiremos el prejuicio como una actitud hostil o negativa hacia un grupo distinguible basada en generalizaciones
derivadas de información imperfecta o incompleta.
La persona de prejuicios muy arraigados es prácticamente inmune a toda información que discrepe de su estimado
estereotipo.
Prejuicios excluyentes. Como en la persecución, se cree por parte del prejuicioso en la maldad o bondad del otro y en
la justicia del razonamiento propio. En la mayoría de los casos, se cree la suposición de que existe una inferioridad
natural o genética en el grupo segregado, o bien una circunstancia cualquiera que establece la inferioridad de sus
integrantes. También es común que se ponga un acento en las diferencias culturales, lo que explicaría la inferioridad o
superioridad de los otros. El hecho concreto es que, por medio de unas u otras excusas, siempre hay una
evaluación genérica del afectado. Por ejemplo, el prejuicio de que el pueblo español es bruto e ignorante tiene una
clara raíz inglesa. La gran influencia cultural británica en las clases dominantes de España después de la Guerra de la
Independencia instaló aquí el mismo prejuicio. Tan fuerte fue esa prédica negativa, que los propios españoles
terminaron creyéndola. Tener una visión políticamente impopular no constituye en sí un prejuicio, y no todas las
visiones políticamente populares están libres de prejuicio. Cuando se aplican a los grupos sociales, los prejuicios
generalmente se refieren a los sesgos existentes hacia los miembros de esos grupos, con frecuencia basados en
estereotipos y, en su forma más extrema, se convierten en la negación injusta de los beneficios y derechos de esos
grupos o, a la inversa, el favorecimiento injusto de otros. Durante el siglo XIX y principios del siglo XX la mayoría de
empresarios consideraba que sus obreros eran vagos, sucios, inmorales y sanguinarios, en lo cual se justificaba
plenamente la oligarquía, para explotar a su subhumano proletariado sin remordimientos.
Este conflicto sistemáticamente, enfrenta a grupos contra grupos en interacciones simbólicas, como etiquetar a las
personas, y producen prejuicios que no están basados en la experiencia directa. El prejuicio es funcional y se agudiza
por el ambiente o medio social: El racismo, la homofobia, los puntos de vista políticos, religiosos o espirituales
firmemente sostenidos, surgen ante un enemigo potencial como posición defensiva que puede salvar la vida del
individuo o grupo prejuicioso. Los sociólogos han considerado al prejuicio como un comportamiento adaptativo
instintivo. En las competencias entre grupos o individuos, los puntos de vista sesgados son útiles ante la escasez de
recursos para la supervivencia humana, o simplemente para mantener el poder en manos de unos pocos. Pero puede
también evitar la ganancia, si el prejuicio se forma sobre un aliado o compañero potencial, por ejemplo no consultar al
único médico del pueblo que podría salvar la vida solo porque es de raza negra. El psicólogo John Dollard sugiere que
el prejuicio es el resultado de la frustración y es reconocido que es la base de la discriminación en contra de la dignidad
humana.
Estereotipo. Según Lippmann (1922), tal como lo cita Fischer: designa las categorías descriptivas simplificadas
mediante las cuales se intenta situar a otra persona o a grupos de individuos. El término fue introducido por la
psicología social para definir los fenómenos de creencias y representaciones. Es una figura mental que esquematiza la
realidad situando a las personas en categorías. Es decir, se tiene una imagen mental de lo que es una familia feliz, un
fracasado o una persona exitosa.
Esas imágenes constituyen de alguna manera un mecanismo para el mantenimiento de los prejuicios ya que si se ve el
estereotipo de un hombre rico, el prejuicio será por ejemplo que es avaro.
El estereotipo es mucho más amplio que el prejuicio ya que integra a los estereotipos relativos a las razas, sexo,
religión, etc. Es decir, el prejuicio expresa el carácter estructural de las representaciones sociales, mientras que el
estereotipo se refiere a su carácter funcional. El estereotipo es el resultado de asignar características idénticas a
cualquier persona de un grupo, sin considerar las variaciones reales que se dan entre los miembros de ese grupo.
Estereotipar no constituye necesariamente un acto abusivo intencional, con frecuencia es sólo una forma de simplificar
nuestra visión del mundo; todos lo hacemos.
El estereotipo está basado en la experiencia y puede resultar bastante preciso; puede ser una forma sencilla y
adaptativa para tratar con sucesos complejos.
Los estereotipos no se construyen sobre experiencias válidas, sino que se forman a partir de rumores e imágenes
confeccionadas por los medios de comunicación, o que se generan en nuestra cabeza como forma de justificar
nuestros propios prejuicios y actos de crueldad. El estereotipo puede resultar neutro o positivo, aunque debe quedar
claro que el estereotipar puede resultar muy ingrato para quien lo sufre.
Amenaza del estereotipo: su hipótesis era que esta carga extra del miedo interferiría, a su vez, con la capacidad de los
estudiantes para rendir bien en tareas evaluativos como las pruebas.
Estereotipos y atribuciones. Las interpretaciones causales que realizamos al atribuir pueden ser apropiadas o
erróneas, funcionales o disfuncionales.
La gente tiende, en las situaciones ambiguas, a realizar atribuciones coherentes con sus creencias o prejuicios; el error
se encuentra en la atribución definitiva.
El prejuicio no solamente influye sobre sus atribuciones y conclusiones, sino que sus erróneas conclusiones justifican e
intensifican sus sentimientos negativos. Así, todo el proceso de atribuciones se transforma en una espiral.
El prejuicio da lugar a tipos particulares de atribuciones negativas o estereotipos, que a su vez pueden intensificar
dicho prejuicio.
Los estereotipos de género: una manifestación especialmente interesante del estereotipo es la que tiene lugar en la
percepción de las diferencias de género. El estereotipo cultural no se aleja demasiado de la realidad. Estereotipos de
género se alejan a menudo de la realidad y, por ello, resultan muy dañinos.
PROCESOS DE FORMACIÓN Tanto los prejuicios como los estereotipos son elaboraciones mentales aprendidas. Por
ejemplo, si en una familia se cuenta la historia de cómo un gitano atacó fieramente al bisabuelo es probable que tanto
el abuelo, el padre y el niño tengan al menos una aprehensión a los gitanos. Tendrán no sólo una imagen de este
grupo étnico sino muchas más cargas potenciales de ese determinado hecho ocurrido hasta hacer de ello un prejuicio:
“los gitanos son pendencieros” por ejemplo.
Cuando hay consenso social sobre determinado estereotipo, a éste se le añade el adjetivo “cultural”. Entre los rasgos
que caracterizan a los estereotipos se encuentran aquellos que definen al grupo y los que lo distinguen de otros
colectivos.
El estereotipo está relacionado con dos conceptos en el tratamiento de los grupos humanos, mientras el estereotipo
sería el conjunto de creencias acerca de atributos asignados a un grupo, en un plano cognitivo, el prejuicio sería la
evaluación negativa del grupo en un plano afectivo y discriminación sería la conducta desigualitaria en el tratamiento
dado a individuos en virtud de su pertenencia a dicho grupo en el plano conductual. Por tanto, el estereotipo negativo
podría servir para racionalizar y justificar los prejuicios.
El estereotipo, además de una función cognitiva, cumple una función defensiva, ya que es la proyección de
determinados valores, status y derechos, manteniendo así determinados grupos su posición dominante sobre otros. La
reacción de un individuo, al enfrentarse a una evidencia que contradice determinado estereotipo, dependerá de la
rigidez de sus creencias o de sus intereses respecto del objeto de contradicción. Si es rígido en sus creencias o su
interés en mantener el status quo es alto, no habrá cambio; la contradicción será la excepción que confirma la regla. En
cambio, un individuo de mente abierta puede llegar a perder en este caso la confianza en las formas aceptadas de
valoración. Allport vincula estereotipo y prejuicio; define al primero como una creencia exagerada asociada a una
categoría.
Su función es justificar una conducta respecto a esa categoría. En el estereotipo existe un proceso de categorización
que sirve para formar agrupaciones de hechos y objetos que sirven de guía en la adaptación de los sujetos; asimila todo
lo que puede a la categoría y permite identificar con rapidez los objetos asociados a dicha categoría, que a su vez satura
todo su contenido con el mismo efecto emocional e ideal; todo este proceso puede ser racional en mayor o menor
medida.
*Origen y función de los estereotipos.
- Los estereotipos como sistemas de defensa del individuo. Lippman señalaba que una de las funciones de los
estereotipos era servir como mecanismo de defensa de posibles conflictos internos, para la protección de los intereses
personales, o para justificar la hostilidad hacia los exogrupos. En una línea similar Tajfel señalaba que los estereotipos
sirven para proteger el sistema de valores de los individuos. El mantenimiento de un estereotipo negativo sobre las
mujeres sirve a muchos hombres para mantener su atmósfera y su propio sistema de valores.
- Los estereotipos como mecanismos cognitivos. Los autores señalan que los estereotipos son considerados como
una consecuencia del funcionamiento de la mente humana. Desde esta perspectiva los estereotipos se ven como un
mecanismo necesario para manejar toda la información que recibimos de nuestro medio. Por tanto, en este sentido, los
estereotipos servirían para procesar la información de medio.
Esta aproximación resulta muy similar al denominado proceso de categorización, de hecho Tajfel señalaba que los
estereotipos surgen del proceso de categorización. Al margen de este proceso de categorización había que preguntarse
también por qué los estereotipos adoptan unos contenidos determinados.
En este caso habría que hacer referencia al fenómeno de la correlación ilusoria, que es la tendencia a percibir mayor
relación entre dos variables de la que en realidad existe.
- Los estereotipos y las relaciones intergrupales Hasta ahora las dos funciones anteriores
quedaban en un plano individual, pero los estereotipos son creencias sociales compartidas, por tanto, hay que hacer
referencia a las funciones grupales o sociales.
a) socialización y emergencia de los prejuicios: el desarrollo de los prejuicios va junto al desarrollo de las
actitudes. Su génesis está vinculada a fenómenos de socialización, con lo cual, son el resultado de un aprendizaje
social. Los padres explican al niño el mundo y los hijos intentan repetir lo que sus padres le muestran. De esta manera
los niños aprenden comportamientos sociales de sus padres observando e imitando, es así como se heredan las
actitudes y los prejuicios de los padres.
En general, por ejemplo, la personalidad autoritaria paterna refleja en general una actitud muy hostil respecto de los
grupos minoritarios que los niños heredan. Son individuos con fuerte tendencia a unirse a grandes líderes y ser
consecuentes rígidamente con esos valores. Existen varios criterios para determinar a una personalidad autoritaria más
propensa a los prejuicios:
• rigidez en los modos de pensamiento,
• insensibilidad a los cambios de comportamiento de los demás,
• obedecen normas aunque sean ambiguas,
• poseen una percepción de imágenes reales cuando son en realidad situaciones poco claras,
• se encuentran a favor de la orden autoritario policial
• son sumisos a un status social mayor que el propio
• Dictan veredictos severos en los juicios.
Las investigaciones sobre este tipo de personalidad han permitido evaluar la presentación y surgimiento de prejuicios;
en general encuentran en este surgimiento una marca parental. Estos aspectos tienden a perpetuarse y a regenerarse.
Por lo cual es tan importante la enseñanza en los primeros años de vida de los niños, porque conocen todo los que les
rodea a través de los pensamientos de sus padres y sus opiniones.
b) escolarización y desarrollo de los prejuicios: así como el individuo de corta edad toma de sus padres
determinadas referencias del mundo, es también en la escolarización donde está expuesto a la formación de prejuicios.
A través de los manuales de estudio, determinadas imágenes e ideas son presentadas al niño como verdades
absolutas. El niño crece estudiando estas premisas y es influenciado por ellas de una manera absoluta. Primero porque
en ese momento su posibilidad de reflexión es menor con respecto a tener un pensamiento crítico y pensar por sí
mismo, segundo, porque muchas veces los maestros exigen el estudio de memoria justamente para grabar en el niño
conceptos claves de socialización que muchas veces se encuentran enraizados con prejuicios y tercero, porque el niño
en ese momento de su vida respeta a la autoridad y da por sentado que como el adulto no solamente cumple ese rol
sino que además es una autoridad de conocimiento no puede o no debe dudar de lo que éste le enseña.
Se desprenderán del mantenimiento del individuo de prejuicios y estereotipos algunas funciones esenciales.
4.4.1- Diferenciación social. Efecto Pygmalión. Justificación social.
En España hay un estudio sobre estereotipo de género desarrollado por Carmen Huici, basada en los planteamientos de
Tajfel. En lo que se refiere a la atribución causal esta autora encontró que cuando un hombre tiene éxito lo más probable
es que se haga una atribución interna, mientras que si el éxito lo lograra la mujer, se atribuye externamente.
Estas diferencias de atribución se deben, según la autora, a los estereotipos de género. Cuando algo es coherente con
lo que esperamos se tiene a hacer atribución interna y cuando no lo es la atribución será externa.
Respecto a la justificación Huici señala que muchas de las trabas que se le ponen a la mujer en el
ámbito laboral están basadas en el estereotipo femenino mayoritario.
La teoría de “categorización del yo” defendía la racionalidad, funcionalidad o la validez de los estereotipos, pero eso no
significa que todos los estereotipos sean válidos. La teoría mantiene que los estereotipos desempeñan funciones
políticas, sociales e ideológicas, por eso cuando un estereotipo está equivocado no es porque haya un déficit
psicológico o cognitivo en el individuo sino que se trata de un juicio político o ideológico. Por tanto, cuando se dice que
los estereotipos son psicológicamente válidos no se está afirmando que también sean válidos en el ámbito político o
social.
Siguiendo con el libro de Fischer, un valor importante en la cuestión de los estereotipos es que contienen un núcleo de
verdad, es el producto de una esquematización de manera que los prejuicios crean y mantienen la realidad social.
Poseen una eficacia simbólica, representan las ideas de los individuos como sus propias ideas y visión de las cosas
fundamentando intelectualmente las creencias.
Un segundo valor importante es su naturaleza relacional. Los prejuicios constituyen una ilusión de correlación en la
medida en que las relaciones no son forzadas.
Esta naturaleza relacional agrega además otro valor: permiten una vida social establecida sobre
percepciones compartidas, pero parcialmente inexactas y de esta manera hacen posible una coexistencia grupal. Son
facilitadores como reductores parciales de conflictos. En este sentido su utilidad social es evidenciar la distorsión de los
individuos en sus creencias, basándolas en verdades parciales, mostrando la necesidad de coherencia social y el
orden general de las cosas.
LECTURA 11
La representación social es una forma de organizar nuestro conocimiento de la realidad, al cual resulta de una
construcción social. Es un conocimiento que se elabora a partir de los propios códigos de interpretación, marcados por
una cultura y que por tanto se constituye en sí mismo como un fenómeno social.
Elementos de definición
El término representación designa una actividad mental a través de la cual se hace presente, mediante una imagen, un
objeto o un acontecimiento ausentes. Se verán de acuerdo a Fischer las definiciones más significativas en la página
Número 116.
• Para Piaget, la representación se reduce directamente a la imagen mental.
• Para Moscovici, es un sistema de valores y prácticas relativas a los objetos del medio social que permiten la
estabilización del marco de vida de los individuos y grupos y además es un instrumento de orientación para las
percepciones de situaciones y la elaboración de respuestas.
• Para Herzlich, las representaciones son un proceso de construcción de lo real, basado en sus estudios de
enfermedad y salud.
• Para Jodelet, la representación social designa una forma de conocimiento, el saber del sentido común.
DEFINICION QUE PROPONE FISCHER. La definición propuesta por Fischer es la siguiente: La representación social
es un proceso de elaboración perceptiva y mental de la realidad que transforma los objetos sociales en categorías
simbólicas y les confiere un estatuto cognitivo que permite captar los aspectos de la vida ordinaria mediante un
reenmarque de nuestras propias conductas en el interior de las interacciones sociales.
La teoría de las representaciones sociales se ocupa de un tipo específico de conocimiento que juega un papel crucial en
cómo la gente piensa y organiza su vida cotidiana. Incluye contenidos cognitivos, afectivos y simbólicos.
CARACTERISTICAS: • Característica social de su génesis • Forma específica de pensamiento, sentimiento y actuación
de los grupos sociales. • Estructura interna y procesos implicados: por un lado la sociogénesis por la que se crea el
conocimiento colectivo a través del discurso y la comunicación. Por otra parte, el producto final de ese proceso: el
conocimiento colectivamente distribuido e individualmente accesible.
LA MORFOGENESIS DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES. Una representación social se define como la
elaboración de un objeto social por una comunidad. Las representaciones sociales, en tanto que proceso social, sólo
pueden aparecer en grupos y sociedades en las que el discurso incluye comunicación. Una comunicación que implica
tanto puntos de vista convergentes como divergentes sobre diversas cuestiones.
En el proceso de conversación y en los medios de comunicación de masas, los objetos sociales son creados y elaborados
por actores sociales, que pueden tomar parte en el proceso de comunicación mediante cualquiera de los medios que
posean.
No son los atributos o fenómenos inherentes a un objeto los que lo convierten en social, sino la relación que la gente
mantiene con ese objeto. De esta manera, por ejemplo, tenemos agua que encontramos en los ríos y que podemos
denominar “normal”, agua bendita y agua para beber. Mientras que el agua bendita, por la implicación simbólica de los
actores sociales, y el agua para beber, por la relación vitalmente relevante que se establece con ella, pueden
considerarse objetos sociales, el agua de los ríos (siempre que no inunde una ciudad) puede considerarse como algo
irrelevante y sin entidad social.
GRUPOS REFLEXIVOS. El discurso y la comunicación que crean las representaciones sociales tienen lugar en los
grupos reflexivos.
Un grupo reflexivo es concebido como un grupo definido por sus miembros, en el que éstos conocen su afiliación y tienen
criterios disponibles para comprender que otras personas también pertenecen al grupo.
Formar parte del grupo quiere decir que se dispone de una representación consciente de las personas que pertenecen al
grupo. Si un grupo es delimitado por un observador externo mediante un criterio arbitrario que no aparece en la
conciencia de sus miembros, entonces hablamos de un grupo nominal.
Los miembros de un grupo reflexivo elaboran colectivamente, en su práctica diaria grupalmente relevante, las reglas,
justificaciones, razones de las creencias y conductas que son pertinentes para el grupo. Tendrán que reelaborar sus
reglas y elaborar nuevos conocimientos cuando se encuentren en conflicto con otros grupos o cuando se enfrenten con
un nuevo fenómeno relevante que entre en conflicto con el conocimiento establecido. Un resultado de estos procesos
comunicativo y discursivo son las representaciones sociales, que caracterizan el estilo de pensamiento de los miembros
del grupo.
La conversación entre amigos y conocidos, al igual que los medios de comunicación de masas, proporciona a las
personas elementos de conocimiento nuevos, imágenes y metáforas que son "buenas para pensar", pero que no son
necesariamente verdaderas en el sentido estricto del término. De esta manera, el pensamiento individual se convierte en
una práctica social (Arendt, 1987; en Moscovici, 1988).
CARACTERÍSTICAS. Se abordarán las mismas con respecto a niveles de estructuración y contenido.
A nivel de la estructuración a) transformación de una realidad social en un objeto mental: como vimos en las imágenes del
símbolo de la paz o del cristianismo, estos íconos son una expresión de la realidad social en un objeto mental compartido
por todos. b) Proceso relacional: es una elaboración mental que se desarrolla en función de la situación de una persona o
grupo de una categoría social en relación con otra persona o grupo de otra categoría social. Permite la
comunicación y el intercambio. c) Proceso de remodelado de la realidad: la representación
aparece como una elaboración dinámica, producida por determinados individuos, en un tiempo y espacio particular, con lo
cual se verá influida por los valores, cultura y factores ideológicos del momento de su creación. d) Trabajo de
naturalización de la realidad social: interpreta los hechos sociales, es como un inventario de vivencias o fenómenos
sociales que economiza nuestra percepción en tanto y en cuanto nos hace familiar la elaboración de determinada
realidad.
A nivel de contenido a) contenido cognitivo: se trata de un conjunto de informaciones relativas a un objeto social que
pueden ser más o menos variadas o más o menos ricas. Por ejemplo determinados sectores sociales pueden poseer
mayor información por un mayor o posible contacto con la educación, b) Contenido significativo: según Moscovici, está
definido por la relación figura/sentido que expresa una correspondencia entre ambos. Así las significaciones se
transforman en imágenes y esas imágenes pueden ser percibidas con sus significaciones.
c) Contenido simbólico: el símbolo constituye un elemento de la representación ya que el objeto presente designa lo que
está ausente de nuestras percepciones inmediatas y a la vez lo que está ausente adquiere significación, apoyándose en
ese objeto y otorgándole sentido.
Ampliando y sintetizando:
FUNCIONES Se presentarán las funciones: objetivación y anclaje que muestran cómo lo social se apodera de un objeto,
de una información, de un acontecimiento y los transfigura. Son procesos integradores que articulan interacciones que
relacionan lo psicológico con lo social. A la vez, son funciones psíquicas que conjugan mecanismos mentales y
fenómenos sociales. Finalmente garantizan a través de la interactividad una función de filtrado cognitivo que permite que
aquello que es nuevo o inesperado se transforme en una visión aceptable y comprensible.
OBJETIVACION En este proceso, la intervención de lo social se traduce en el agenciamiento y la forma de los
conocimientos relativos al objeto de una representación, articulándose con una característica del pensamiento social, la
propiedad de hacer concreto lo abstracto, de materializar la palabra. De esta forma, la objetivización puede definirse
como una operación formadora de imagen y estructurante.
La representación permite intercambiar percepción y concepto. Al poner en imágenes las nociones abstractas, da una
textura material a las ideas, hace corresponder cosas con palabras, da cuerpo a esquemas conceptuales. Procedimiento
tanto más necesario en cuanto que, en el flujo de comunicaciones en que nos hallamos sumergidos, el conjunto
demasiado abundante de nociones e ideas se polariza en estructuras materiales. Es decir, mediante este proceso se
materializan un conjunto de significados, se establece la relación entre conceptos e imágenes, entre palabras y cosas.
"Objetivar es reabsorber un exceso de significados materializándolos" (Moscovici, 1976).
Así, la objetivación reconstruye el objeto entre lo que nos es familiar para poder controlarlo. En el caso de un objeto
complejo como es una teoría, la objetivación puede dividirse en tres fases:
a) Selección y descontextualización. La selección y descontextualización es la primera fase del proceso imaginante.
Informaciones concretas son seleccionadas y fuera del contexto en que aparecían pueden ser reorganizadas, pero para
ello es necesario extraer el objeto del espacio en que se presenta.
b) Formación del núcleo o esquema figurativo. La formación de un esquema figurativo corresponda a la fase en que la
información seleccionada es estructurada y organizada en un esquema que está formado por las imágenes que
reproducen visiblemente la estructura conceptual.
c) Naturalización El modelo figurativo permitirá concretar, al coordinarlos, cada uno de los elementos que se
transforman en seres de naturaleza: "el inconsciente es inquieto", "los complejos son agresivos", "las partes conscientes
e inconscientes del individuo se hallan en conflicto". Las figuras, elementos del pensamiento, se convierten en elementos
de la realidad, referentes para el concepto. El modelo figurativo utilizado como si realmente demarcara fenómenos,
adquiere un status de evidencia: una vez considerado como adquirido, integra los elementos de la ciencia en una
realidad de sentido común.
Con la naturalización, cosificación u ontización los conceptos se transforman en cosas que permiten ordenar los
acontecimientos, de manera que lo que es abstracto se muestra concreto. Mediante la naturalización podemos ver "la
Lógica" o "los complejos" como si tuvieran una realidad tangible.
ANCLAJE. La representación en lo social. Este segundo proceso, está referido al enraizamiento social de la
representación y de su objeto. La intervención de lo social se traduce en el significado y la utilidad que le son conferidos
al objeto. El anclaje implica otro aspecto que se refiere a la integración cognitiva del objeto representado dentro del
sistema de pensamiento preexistente y a las transformaciones derivadas de este sistema "ya no se trata como en el caso
de la objetivización, de la constitución formal de un conocimiento, sino de su inserción orgánica dentro de un pensamiento
constituido"
El proceso del anclaje, en una relación dialéctica con la objetivización, articula las tres funciones básicas de la
representación: - función cognitiva de integración de la novedad, - función de interpretación de la realidad y - función de
orientación de las conductas y las relaciones sociales.
Consiste, por tanto, en transformar lo que es extraño en familiar, o sea hacer inteligible lo que no es familiar. Además, lo
que lo diferencia de la objetivización es "que permite incorporar lo extraño en lo que crea problemas, en una red de
categorías y significaciones"(Moscovici, 1973, Jodelet, 1984).
Existen dos modalidades de intervención que permiten describir el funcionamiento del anclaje:
Cuando un grupo social se enfrenta a un fenómeno extraño, o a una idea nueva que en cierto modo amenaza su
identidad social, el enfrentamiento al objeto no se realiza en el vacío. Los sistemas de pensamiento del grupo, sus
representaciones sociales, constituyen puntos de referencia con los que se puede amortiguar el impacto de la extrañeza.
Una segunda forma de anclaje posibilita la inserción de las representaciones en la dinámica social, haciéndolas
instrumentos útiles de comunicación y comprensión. Por una parte las representaciones se convierten en sistema de
lectura de la realidad social, expresando y contribuyendo a desarrollar los valores sociales existentes. Por otra parte, en
tanto que sistema de interpretación, el anclaje posibilita que las personas puedan comunicarse en los grupos a que
pertenecen bajo criterios comunes, con un mismo lenguaje para comprender los acontecimientos, las personas u otros
grupos.
Globalmente, el proceso de anclaje guarda una estrecha relación con las funciones de clasificar y nombrar, es decir, de
ordenar el entorno, al mismo tiempo, en unidades significativas y en un sistema de comprensión. Las características que
definen este proceso son muy similares a las que se atribuyen a la categorización. Es importante destacar en el anclaje,
cómo la representación funciona a modo de sistema de interpretación, de significaciones y de integración.
Las representaciones sociales también dependen de las épocas históricas.
* Imagen de la primera mujer, Eva símbolo del paraíso perdido por la tentación.
*Imagen de musa amamantando: la mujer en el rol de crianza y cuidado de sus hijos. Sus múltiples senos representan la
nutrición en toda la vida del hombre.
*Imagen de la caja de pandora.
El cuerpo de la mujer y su representación han sido un instrumento icónico‐ simbólico de dicho poder. Al mismo tiempo, la
representación en el cuerpo de la mujer de los vicios y prescripciones del orden moral ha contribuido a naturalizar
procesos que son de origen social y cultural. En la anatomía del cuerpo de la mujer están representados nuestros
propios miedos a lo desconocido y para ello nos representamos el mal surgiendo de sus entrañas.
Las representaciones de la mujer a las que hemos hecho referencia vienen a recordarnos nuestra propia naturaleza
imperfecta y las consecuencias que se derivan de nuestra imperfección. Al recordarnos los efectos de la desviación, la
perversión, los vicios y el alejamiento de la virtud, los seres imaginarios que pueblan las representaciones de la mujer
contribuyen a construir un orden moral en el que ésta, representa, en la mayoría de los casos, aquello que debe ser
reprimido o estigmatizado.
La teoría de las representaciones sociales nos señala las funciones que cumple esta representación polimórfica de la
mujer. A través de las representaciones sociales se nos hace familiar un orden social que de otra forma permanecería,
en cierta forma, ajeno a nuestra compresión. Las ideas abstractas que dan significado a ideas como el bien y el mal se
simplifican y cobran una realidad material a través de su representación pictórica. En resumen, el análisis de las
representaciones del cuerpo de la mujer a través del estudio de las imágenes pictóricas como ser monstruoso o
imaginario no sólo sirve como elemento que contribuye a aplicar una teoría psicosociológica, sino, fundamentalmente, a
desvelar cómo la imagen de la mujer ha sido utilizada como símbolo en el que grabar las normas morales con las que
hemos ido justificando un orden social como si de un orden natural se tratara.
La Identidad Social.
El concepto de identidad social se presenta en psicología social como una síntesis que muestra la articulación de lo
psicológico y lo social en un individuo. Es una noción que expresa la resultante de las interacciones entre el individuo, los
otros y la sociedad.
Es una construcción representativa y la conciencia social que el actor o individuo tiene de sí mismo en la medida en que
sus intercambios con otros también construyen sus características particulares.
La identidad engloba ciertas dimensiones de la realidad social como la representación y la influencia social. De alguna
manera explica cómo estos fenómenos se incorporan a la personalidad del individuo para constituir el núcleo de lo que el
individuo piensa, cómo representa a los otros y cómo evalúa su propia posición.
La identidad es una resultante entre lo social y lo individual ya que el individuo, por ejemplo, pertenece a una
determinada raza, familia, profesión, etc., que aporta sus características particulares también como ser individual
además de cómo ser social. También coexisten en esta formación las opiniones, las actitudes, deseos y valores que
posee el individuo como tal.
El término identidad puede hacer referencia a: • La identidad es la distinción de cualquier tipo entre cualquier persona,
animal o cosa y sus semejantes. Se refiere al ente que existe como idéntico a sí mismo en el tiempo y el espacio, una
noción del “ser en sí”. • La identidad como una como parte de un grupo. Cuando hablamos de identidad, hablamos de
identificación, de sentirse parte de algo, o de alguien, pero este sentimiento es muy arbitrario y ambiguo ya que la
identidad varía según el tipo de persona y su mentalidad. • El concepto de identidad puede significar para la gran
mayoría, ser parte de una patria, pero en nuestra opinión, se debe indagar y profundizar el conocimiento de que se
compone nuestra identidad, es cierto que la patria es parte de nuestra identidad, pero no lo es todo. • La identidad como
una cualidad personal, involucra el entorno, la historia y la voluntad, no es una característica dada sino que debemos
desarrollarla y que sea parte de la historia de nuestra existencia.
La identidad como interacción entre lo social e individual ha sido abordada desde dos perspectivas diferentes: • la que
privilegia lo individual y asume lo social como una absorción del mundo del individuo • la que privilegia lo colectivo y
define las modalidades de pertenencia del individuo en un grupo a partir de su integración.
En una acepción corriente, la noción de identidad posee dos polos según Fischer: • el polo individual • el polo social.
Perspectiva psicoanalítica Erikson toma las aportaciones del psicoanálisis para enunciar el concepto de identidad. Es
decir, la identidad se traduce por la definición de sí, por las características que un individuo identifica como suyas y a las
cuales concede valore de reconocimiento.
Esta perspectiva comprende cuatro aspectos esenciales: • la confianza en sí mismo • el carácter estable de los
elementos individuales • la integración del Yo • la adhesión a los valores de un grupo y de su identidad.
La identidad es fruto de la socialización y su función es insertar la personalidad en su contexto social, se inscribe en un
aprendizaje por medio de la interiorización de las normas. Cuando hay una disfunción en la integración se denomina
difusión de la identidad ya que ha fracasado la socialización.
En este enfoque la integración se traduce como un bien estructurante de la identidad ya que el individuo tendrá una
sensación de bienestar si acepta y hace suyos determinados valores propuestos por la sociedad.
Laing por su parte define el concepto de identidad como complemento. Es decir que la complementariedad está dada por
el individuo y su situación en relación con los demás. Por ejemplo una mujer no puede ser madre si no tiene hijos.
Para Laing, la identidad es un elemento de la relación que implica una definición de sí por el otro y el otro por sí, es por
esto por lo que el individuo se identifica. Es decir si me falta el otro no puedo definirme yo.
Concepción sociológica En la sociología existen dos puntos de vista diferentes para la noción de identidad: • la
corriente dialéctica • la corriente funcionalista.
Sociología dialéctica La sociología dialéctica inspirada por Marx, define la identidad como una interiorización de los
valores que no son separables de una ideología dominante en una sociedad. Remite al concepto de alienación donde la
conciencia del individuo sobre la sociedad no corresponde a las condiciones objetivas de esa realidad. Es decir, está
influenciado su pensamiento por el pensamiento que la sociedad dominante quiera que el individuo posea sobre la
realidad.
Según este pensamiento la identidad es puesta en el individuo desde afuera como un producto de aprendizaje social. La
identidad no le dice al individuo quién es sino quién debe ser y la conducta que de él se espera.
La identidad aquí es entonces una ausencia de identidad. A decir de Touraine existen dos identidades: ‐una falsa
identidad: impuesta por el sistema ‐una verdadera identidad: arrancada por medio de luchas.
Según este autor, las luchas sociales son las únicas que pueden revelar las ilusiones de identidad de los individuos. Es
decir que el nacimiento de una nueva identidad es la crítica de las ilusiones de la identidad anterior. El individuo para
tener su propia identidad debe, según esta perspectiva, liberarse del espesor social que lo oprime y no lo deja ser libre.
Sociología funcionalista La sociología funcionalista describe la identidad como el reflejo a nivel individual de los valores
admitidos por una sociedad. Es decir, que existirían identidades tipo a través de las cuales los individuos se identifican.
Berger y Luckmann definen la sociedad como un recipiente de identidades tipo que construyen socialmente la realidad y
proponen a los individuos los comportamientos adecuados.
En esta visión, la formación de la identidad es el resultado de una interacción entre la conciencia individual y la estructura
social. Es una armonía a la que se llega optando por identidades tipo que otorgan a cada individuo su rol.
Los valores del individuo aquí son compartidos por todos mediante el consenso.
Enfoque psicosocial Fischer destaca en este punto la aportación de varios autores que se resumirán a continuación.
Mead, define el Sí mismo o Self y lo sitúa en relación al Ego y al Yo. Básicamente todo individuo se representa a sí
mismo con la óptica del “otro generalizado” con el cual se identifica.
Mead escribe en Mind, Self and Society que el ser humano comienza el entendimiento del mundo social a través del
"jugar" y el "juego". "Jugar" viene primero en el desarrollo de la niñez. El niño toma diferentes roles el/ella observa en la
sociedad adulta, y los juega de tal manera que trate de alcanzar un entendimiento de los diferentes roles sociales. Por
ejemplo, el primero juega el rol de policía y después el de ladrón mientras juega "Policía y Ladrones", y juega el rol de
doctor y de paciente cuando juega al "Doctor". Cuando están más maduros, el niño puede participar en el juego, como el
baseball. En el juego el se tiene que relacionar con otros y entender las reglas del juego. A través de su participación en
el juego, el gana un entendimiento que el debe tener sobre las normas relacionadas con el en el juego para que pueda
ser aceptado como jugador. Mead llama esto la primera vez con "el Otro generalizado" en la niñez, que es uno de los
principales conceptos que propone mead para entender la libertad (social) emergente del ser humano. "el Otro
generalizado" puede ser visto como la norma general en un grupo social o situación. De esta manera "el otro
generalizado" el individuo entiende qué tipo de comportamiento es esperado, apropiado y demás, en diferentes situación
sociales. La familia, el equipo de baseball, el colegio, y la sociedad son ejemplos de situaciones sociales a través del
cual el niño desarrolla gradualmente entendimiento de las normas de comportamiento. Mead distingue entre el "Yo" y el
"mío". El "Mío" es la acumulación de entendimiento sobre " el otro generalizado", ejemplo: las normas, opiniones
inconscientes, patrones de la respuesta social, etc. El "Yo" es más opiniones personales, del observador o reflector, del
conflicto social ‐ ‐ esto es lo que crea la individualidad del individuo. Es importante que cuando se lee a Mead recordar
que el ve la mente humana como algo que puede surgir solamente de la experiencia social. El proceso de pensamiento,
por ejemplo, es para Mead no más que comunicación internalizada.
Allport, define la identidad agregando que el Sí mismo es el sentimiento de identidad sintetizado en los individuos por
cierto número de elementos frente a los cuales sentimos una autonomía funcional. El sentimiento de identidad se
descompone en: • el sentimiento físico del cuerpo del individuo: sensaciones propias • el sentimiento de continuidad
temporal: se siente el mismo durante los cambios de su vida • el sentimiento de valor y estima de sí: evaluación que los
demás hacen del sujeto • el sentimiento de orientación general en la existencia: objetivos definidos que iluminan el
sentido de vida del individuo.
Miller, distingue la identidad pública (respecto de normas sociales) de la identidad de la elección (modos de organización
de las representaciones que el individuo tiene de sí). En la identidad pública se observan dos vertientes del rol social:
objetiva y subjetiva: • objetiva: define los elementos que el grupo asigna a un individuo • subjetiva: muestra cómo asume
el individuo este rol. En este sentido, la identidad se define por el rol asumido en un sistema social con lo cual
comprende tres elementos: • posición ocupada • expectativas relacionadas con esa posición • identificación del individuo
con su rol.
- La identidad por tanto se elabora en base a un sistema de status y rol.
Rol social se refiere al conjunto de funciones, normas comportamientos y derechos definidos social y culturalmente que
se esperan que una persona (actor social) cumpla o ejerza de acuerdo a su estatus social adquirido o atribuido. En todo
grupo hay miembros de diverso status, unos de rango superior y otros de rango inferior y a cada status corresponde un
rol, es decir, un determinado comportamiento en presencia de otros. Así pues, el rol es la forma en que un status
concreto tiene que ser aceptado y desempeñado por el titular. Algunos status conceden al titular ciertas inmunidades al
desempeñar el rol, como por ejemplo, al enajenado mental se le permiten comportamientos que no se les permiten a
otras personas. Si el individuo no desempeña su rol de la forma esperada, puede tener riesgo de exponerse a sanciones.
Zavalloni, describe la identidad como una estructura cognitiva relacionada con el pensamiento representacional. Es una
estructura organizada de las representaciones de Sí y de los otros, es el conjunto de representaciones vividas de la
relación individuo/sociedad.
Este autor también elabora la ego‐ecología como un enfoque teórico de la identidad social. Define esta noción como el
estudio de Sí mismo en las complejas relaciones con el entorno.
5.2- Características de la identidad
Se tendrán en cuenta tres características esenciales de la identidad según Fischer, recordando que éstas no son fijas ni
estables: • el sí mismo: muestra cómo define un individuo quién es • la pertenencia social: manera en que se refiere a
grupos a través de los cuales puede evaluar quién es • implicación social: indica grados de interiorización de roles y
modificaciones en la identidad de acuerdo al status social del individuo.
5.2.1- Definición y sentimiento de sí - Autopresentación. Consecuencias.
El concepto de sí mismo refiere al conjunto de características que un individuo considera como suyas y a las cuales
considera un valor socio‐ afectivo. Remite a la idea de quién es el individuo y al sentimiento de seguir siendo él mismo,
es decir tener la impresión de continuidad en relación consigo mismo aunque la vida y el entorno cambien.
Sentimiento de sí. Existe un aspecto del uno mismo que tiene que ver con la autoestima. Aparece como una
evaluación de la identidad que permite definir el rol del individuo en las relaciones sociales. La autoestima viene
acompañada por varios factores: las ambiciones, la aprobación social y la confianza en nuestro poder.
En psicología, la autoestima es la opinión emocional profunda que los individuos tienen de sí mismos, y que sobrepasa
en sus causas la racionalización y la lógica de dicho individuo, también se puede expresar como el amor que tenemos
hacia nosotros mismos. El Autoestima es quererse a uno mismo y querer a los demás. Significa saber que eres valioso,
digno, y afirmarlo. Implica respetarte a ti mismo y enseñar a los demás a hacerlo.
a) la autoestima a favor de las aspiraciones: tiene relación con lo que el individuo tiene que hacer pero también con
lo que sueña hacer para sentirse feliz consigo mismo Existen aspiraciones personales, profesionales, laborales y son
las metas que se fija un individuo que piensa que alcanzándolas realizará lo que sueña o se sentirá realizado.
b) La autoestima condicionada por la aprobación social: tiene que ver con la reputación de la que goza un
individuo, proviene de la opinión que tienen otros sobre nosotros.
c) La autoestima determinada por la creencia de que podemos dominar las cosas: esto implica también cambios
de situaciones. El individuo aprovecha sus aptitudes para controlar lo que le ocurre. Aquí se ponen en juego las
concepciones que el individuo tiene. Puede pensar que las cosas no dependen de él sino del azar, de la oportunidad,
del destino o creer que él es el único responsable de sus vivencias.
AUTOPRESENTACIÓN En la presentación sobre este tema, Fischer, rescata un grupo de autores que establecen en
la conciencia de sí una distinción entre dos niveles: ‐la conciencia del yo íntimo: independiente del contexto social ‐la
conciencia del yo privado: considerado objeto social
a) afirmar nuestra distinción: hasta los niños conocen qué rasgos los hacen más diferenciables dentro de un grupo.
Así un niño que sabe que es más pequeño que los demás se presentará como el niño más pequeño para que el resto
de los niños lo diferencie por algo que es sólo una cualidad propia
b) crear una impresión relativa a la situación: está regulada por las circunstancias. Un individuo no se comportará de
la misma manera en un funeral que en casamiento o fiesta de egresados. De acuerdo a la circunstancia buscará dentro
de sus parámetros cuál es su auto presentación ideal para distinguirse sin estar fuera de contexto.
c) hacer una puesta en escena: a lo largo del manual ya se ha conocido a Goffman. Su teoría de la interacción social
como creadoras de una puesta en escena a través de la cual los individuos despliegan un arsenal simbólico que les
permite mantener roles aceptables ante los ojos de los demás.
adoptar un comportamiento estratégico: en este apartado la identidad se refiere a una relación de poder, consiste, por
ejemplo, en una organización desarrollar estrategias para que en el juego de las relaciones, los otros encuentren un
tanto incierto el comportamiento del individuo. De esta
d) manera se obtiene un margen de seguridad en las relaciones interpersonales. Vea algunos ejemplos: impresión
relativa a la situación y comportamiento estratégico.
CONSECUENCIAS El Sí mismo es la parte de inversión social de la identidad. Representa algunos retos a tener en
cuenta con lo cual se analizarán dos tipos de consecuencias: ‐ disfunciones entre la intención de dar una imagen
positiva y que los otros la sientan negativa ‐el impacto de sí mismo como factor de evaluación personal
a) buena imagen de nosotros mismos: cuando existe disfunción entre el nivel de la identidad querida por el individuo y
el nivel de la identidad percibida. Por ejemplo, cuando el individuo intenta ser simpático y los demás lo perciben como
ridículo. Vea los ejemplos de Fischer en la página Número 169.
b) Contexto social: la autoexpresión está unida al hecho de que interviene siempre en un contexto social. Estas
situaciones sociales producen un estado de conciencia de sí que puede ser negativo como positivo. Esto determina la
evaluación personal. No es la misma imagen la que tiene un individuo frente al espejo cuando se levanta a la mañana
que en una fotografía donde aparece inclusive la evaluación del otro de cómo se ve el individuo. Cuanto más
importante es la autoimagen de una persona tiene, menos centrada estará sobre los elementos exteriores. Esto
significa que el Sí mismo es un espejo en el que se focaliza cierto número de características de la identidad y que
provoca evaluaciones positivas o negativas que pueden inhibir o reafirmar la competencia social de un individuo.
5.2.2- Pertenencia social.
La identidad depende en gran parte por la pertenencia a un sistema social y las condiciones sociales en las que se
vive. “Pertenecer” implica que las personas están incluidas dentro de categorías sociales ya dadas y que aceptan sus
normas y valores. Todas las personas pertenecen a alguna agrupación social (laborales, religiosas, raciales, culturales,
etc.).
De tal forma surge la denominada personalidad de base: tiene que ver con la pertenencia a una colectividad social más
o menos amplia (ser argentino, católico, y de raza blanca, por ej.). Estar incluido en una de esas categorías ya de
entrada marca una forma de pensar y de vivir y se transforma en el cimiento de toda la identidad social.
También imprime una determinada identidad pertenecer a una categoría formal: miembro de una asociación, o trabajar
para una empresa o ser. estudiante de una carrera en particular: por ejemplo, ser socio del Rotary Club, ser empleado
de Aerolíneas Argentinas, o ser estudiante de Derecho. Estar dentro de estas categorías imprime una forma de
identidad bastante clara y que implica funciones bastante estandarizadas. Pero también la gente integra grupos
informales, cuando está dentro de redes sociales (amigos, conocidos del barrio donde vive,) donde los intercambios
son menos formalizados y los roles más flexibles. Así, la pertenencia a un sistema, bien puede ubicar al sujeto en
estructuras rígidas y con poco margen para modificarlas y en otras flexibles, pasibles de variaciones y evoluciones en
el rol y la forma de autodefinirse.
CATEGORÍAS SOCIALES. Por pertenecer a un grupo o categoría, automáticamente se ingresa en un status
determinado ya sea por nivel social o raza o religión: si uno se ubica en un grupo étnico o racial o social discriminado,
de inmediato esto se refleja en la forma que se percibe o se expresa la identidad. Obviamente en forma más traumática
si el grupo a uno le tocó incluirse es objeto de desprecio o prejuicio.
IMPLICACIÓN SOCIAL La identidad es una construcción más que un hecho que se da de una sola vez. En cada
elección que se toma en la vida, sea laboral, política, religiosa, etc., implica nueva orientación que se hace a la propia
identidad y a nuevos significados sobre uno mismo. La implicación social permite observar cómo la identidad va
cambiando en base a los compromisos personales y las decisiones que se toman a lo largo de la existencia. Se han
definido cuatro formas de identidad, según la implicación social: • la afirmación de la identidad • la moratoria • el
rechazo de una identidad propia • la dispersión
AFIRMACIÓN DE LA IDENTIDAD. Tiene que ver con el nivel de compromiso personal y cuánto pudo elegir en temas
como el trabajo, o el nivel social al cual se pertenecerá. A veces la gente no puede afirmar su identidad en función del
trabajo que tiene, pues no pudo elegirlo e incluso le disgusta. A su vez, el status social también es determinante de la
personalidad, con una identidad más elevada para los que pertenecen a clases sociales más favorecidas
económicamente.
Los de status social elevado se implican más con su identidad.
MORATORIA Tiene que ver con la incertidumbre ante la implicación social y la necesidad de aplazar el compromiso en
una identidad determinada. Se observa en mucha gente que aún “no sabe qué hará con su vida”. Los adultos que aún
viven con sus padres, y los estudiantes que se “eternizan” en sus estudios, no pudiendo pasar a un nuevo compromiso:
profesional o laboral. Muchas veces las situaciones sociales y económicas obligan a las personas a entrar en
moratoria, hasta que aparecen en el contexto condiciones más satisfactorias para implicarse.
RECHAZO DE UNA IDENTIDAD PROPIA El rechazo ya es algo distinto a la moratoria: en este caso el sujeto se niega
a ingresar a los distintos roles posibles que la vida provee: el trabajo, el estudio, el matrimonio, la paternidad, el
compromiso social, etc. El individuo no parece dolerse de excluirse de estas implicaciones y sólo ingresa a aquellas
según la vida lo va llevando: termina heredando el negocio de su padre, sólo porque éste murió, pero no por una
verdadera elección. Esta elección de una no‐identidad puede deberse al beneficio de evitar los conflictos y problemas
que trae comprometerse con una decisión.
DISPERSIÓN En el caso de la dispersión, el sujeto es indiferente a todo compromiso. Son sujetos inestables que
pasan de un trabajo en otro, de una relación en otra sin sentirse identificados nunca con lo que la vida les enfrenta.
Esto los lleva a una gran pobreza en los vínculos que establece: los caracteriza una gran superficialidad en lo que
emprenden y el miedo a lo duradero.
PSICOLOGÍA SOCIAL – MÓDULO 3 – LECTURA 13
La identidad, como se dijo es una construcción. Sus raíces deben buscarse en la niñez, tal como lo probaron los
estudios de Sigmund Freud, Jean Piaget y George Mead. Los mecanismos que se ponen en funcionamiento en la
infancia son: • La identificación • la influencia de referentes sociales • los procesos de evaluación personal y de
improvisación.
5.3.1- Identificación.
La identidad se construye en relación con lo que el construccionismo social denomina el “otro generalizado,” es decir, la
abstracción dentro de una categoría de todos los otros individuales. Con la identificación, se ubica a los otros en
agrupaciones claras para darles un sentido y un valor determinados. Tal como se vio en el Módulo sobre
Representaciones Sociales, se perciben ciertos rasgos de alguna persona y de inmediato se lo sitúa en una categoría o
estereotipo que se construyó en base a experiencias anteriores. Este proceso tiene que ver con identificar a otros.
Con respecto a la propia identificación, los otros sirven como modelos a un individuo, quien incorpora sus características
por medio de la interiorización y la asimilación de sus rasgos. Los primeros objetos de identificación para un niño, son
sus padres, de quienes toma normas, ideales, y modelos de comportamiento. Según Freud, se construye un Yo y
también un Ideal del Yo, que abarca todo lo que el sujeto querría ser en función de lo que para él es ideal y perfecto.
Además se incorpora a la personalidad un Super Yo que representa las normas sociales, las leyes y prohibiciones que
muy tempranamente transmiten los padres.
Los procesos de identificación se suceden a lo largo de toda la vida, pues la realidad social le propone
permanentemente modelos de identificación. Artistas de cine, o miembros de una banda de rock pueden ser modelos
para un adolescente. Asimismo, los grupos sociales con sus normas explícitas o implícitas, sus creencias y normas de
funcionamiento son incorporados por los sujetos en cualquier momento de su vida. Se habla de imaginarios colectivos
como representaciones comunes a un colectivo social o sociedad dada que son compartidos por toda la comunidad. La
identificación cumple con la función social dado que estos imaginarios sirven como información fundamental para
orientar la conducta del individuo y asegura la cohesión social. Cada sociedad y cultura sostiene distintos imaginarios
por lo que los sujetos construyen su identidad en forma diferente según el contexto social donde se asimilen.
El concepto de “Identidad” está totalmente relacionado con el de “subjetividad”, como proceso personal de construirse a
uno mismo, en contacto con los otros. El siguiente artículo supone que los vínculos actuales están mediados por la
tecnología.
LA SUBJETIVIDAD EN LOS TIEMPOS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN
Y LA COMUNICACIÓN. Un nuevo y provocativo objeto de estudio se inauguró para los psicólogos cuando las nuevas
tecnologías (TICs) empezaron a atravesar la cotidianeidad de las personas, impactando dramáticamente en sus
prácticas y por lo tanto, en su subjetividad. Pero antes de desarrollar algunas ideas al respecto, sería importante
refrescar lo que algunos autores entienden por subjetividad. Para Vanina Papalini es: “ …una instancia individual y
colectiva a su tiempo, capaz de emerger…como territorio existencial sui‐ referencial en relación de delimitación con
unanalteridad…la subjetividad se constituye relacionalmente en vinculación con lo dado, y esto refiere a la condiciones
de existencia (materiales e históricas) como a las relaciones sociales encarnadas por sujetos” (Papalini:2006,22). Y
agrega: “La subjetividad está abierta hacia lo distinto y se constituye en relación a lo otro para definir lo uno…en ella se
revela la posibilidad de recombinación, transformación, ruptura, a través de la interpelación de ese “otro” móvil y
múltiple” (Ídem, 23). Surgen de estos conceptos las ideas de construcción, de referencia al alter, de dinamismo y
transformación. Cristina Corea se refiere a la subjetividad cuando hace referencia a los niños lectores de Harry Potter:
“…desde el punto de vista de la subjetividad, lo que constituye una experiencia no es el soporte material...cosa libro, si
no el tipo de operaciones que se pueden hace sobre eso” (Corea, Lewcowicz: 2004, 208). Se observa en este caso que
el concepto se relaciona con experiencias, es decir, con situaciones que dejan “marca” y con operaciones, con
comportamientos, con actividades que el sujeto lleva a cabo con la realidad material de la que dispone. Con el aporte de
estas explicitaciones, se facilita establecer nexos suficientes con los conceptos elementales de las TICs.
CIBERNÉTICA, ESPACIOS VIRTUALES, INTERACTIVIDAD El término ya algo anacrónico de cibernética (generado
por Norbert Wiener en 1947) sigue transitándose frecuentemente en referencia a las TICs (se habla de cibernautas, por
ejemplo al definir a aquellos que navegan en la WWW), y cobra un sentido relevante cuando se rastrea
etimológicamente su significado:”…la palabra griega kybernetykos…puede traducirse como “bueno para el timón”...la
idea de espacio navegable y del timonel que maneja la nave” (Manovich: 2005,319). Ya de entrada aparecen
indicadores de una subjetividad afectada por las nuevas tecnologías: la actividad, y la capacidad de elegir el rumbo (un
comportamiento notoriamente novedoso si se lo compara con el del receptor radial o televisivo, descripto
tradicionalmente como pasivo y además dependiente absoluto de la programación de las emisoras).Los nuevos medios
digitales desde ya remiten a otro término: usuario, en lugar de receptor. El usuario opta, busca, guarda, relaciona,
navega, opina. juega, produce, se comunica, etc. Es decir es activo con la tecnología y en su actividad proyecta su
individualidad: recorre los sitios Web sobre temas de su interés, baja la música que le gusta, interviene en las salas de
chat donde se siente cómodo, expresa sus puntos de vista en un blog, o integra una comunidad virtual con otros
millones de personas, como en el caso del sitio Facebook. De esta forma realiza operaciones y su subjetividad se
plasma y a su vez se modifica en ellas.
El espacio de las TICs no es físico, sino virtual.”En el mundo de lo virtual, las cosas existen sin ocupar un lugar físico;
sin embargo ocupan un lugar conceptual” (Montagu y ots: 2004, 47).El espacio virtual donde transita gran parte de la
actividad digital no es el espacio material, de tres dimensiones. Pero, por un lado, lo virtual no equivale a irreal,
inexistente o insignificante, sobre todo si se lo considera en su impacto en lo subjetivo (podría afirmarse sin dudas que
terminar con una relación sostenida a través del espacio virtual afecta en lo emocional tanto como terminar con un
vínculo cara a cara.) Lo importante aquí es que los usuarios naturalizaron el espacio virtual y lo asimilaron a su vida
cotidiana como una dimensión vital, relevante y cargada de sentidos.
Y por otra parte, “los espacios virtuales no pretenden reemplazar lo real…No se constituyen como espacios opuestos,
sino que son lugares alternativos de conocimiento” (Ídem, 59). Esta noción es fundamental ya que habilita a relativizar
algunos pronósticos agoreros referidos al uso de las nuevas tecnologías que proyectaban una noción del usuario como
un ser solitario, aislado socialmente o alienado frente a la pantalla de su computadora. En realidad lo virtual agrega
posibilidades, tanto en la interrelación de personas como en la búsqueda de información, en el
esparcimiento y en la búsqueda de experiencias novedosas. Es cierto que algunos se refugian en la realidad virtual para
huir de la realidad material, pero evidentemente ya constituirían casos de interés exclusivo para la psicopatología.
En el uso diario del espacio virtual puede percibirse el compromiso de la subjetividad, tanto en la idea de operaciones
como en la de nuevas “condiciones de existencia” conceptos que, como se vio nutrían las definiciones transcriptas al
inicio.
En el concepto de interactividad se manifiesta con claridad ese componente de la subjetividad que refiere a la presencia
del Otro, del alter, frente al sujeto. Asimismo la idea de interpelación de lo distinto y la de recombinación y
transformación.”Los nuevos medios son interactivos. A diferencia de los viejos medios donde el orden de presentación
viene fijado, ahora el usuario puede interactuar con el objeto mediático…en este sentido el usuario se vuelve coautor de
la obra…los sitios Web cambian con cada visita a la pagina” (Manovich: 2005, 97).
No es necesario referirse a los intercambios que sostienen los habitués de las salas de chat, o a los adolescentes que
compiten mediante videojuegos en red, para aportar ejemplos prototípicos de la interactividad. Piénsese solamente en
los comentarios de los lectores que se acumulan a continuación de cualquier noticia en un periódico digital. El sentido de
la información va mutando con la suma de nuevas y nuevas opiniones que pueden agregarse casi ilimitadamente.
La construcción colectiva de los blogs; los incontables videos que se incorporan diariamente a YouTube, o los aportes
más o menos académicos a la Wikipedia, la enciclopedia ”libre, democrática y global” son ejemplos paradigmáticos de
los niveles de participación que tiene el usuario en la transformación de los websites que navega, y de los cuales
termina apropiándose. O como muestra minúscula y particular y ya reflejando un impacto individualizado, la foto
personal que cuelga un flogger en Fotolog recibirá tantos (¿decenas, cientos?) de halagos o críticas que determinará
que su autoestima se eleve o se deprima irremediablemente.
Es innegable que lo largo de la historia, los medios de comunicación (gráficos, radiales, cinematográficos, televisivos)
brindaron experiencias estimulantes, espacios de fantasía y de refugio y ciertos niveles de actividad y participación.
Nunca un lector de un diario o un televidente son/fueron totalmente pasivos. La actitud crítica, la percepción activa
siempre han existido en los receptores. E indudablemente las subjetividades de los consumidores de medios siempre
estuvieron afectadas por su influencia.
Pero las nuevas tecnologías alcanzaron un grado de penetración cualitativamente diferente en las interacciones
humanas actuales, de tal forma que “…la vida social ya se ha transformado en una vida electrónica o cibervida, y donde
gran parte de la vida social se desarrolla en compañía de una computadora, un iPod o un celular…” (Bauman: 2007, 13).
En otras palabras, la tecnología no es parte de la vida, ahora para muchos es la vida porque resulta difícil pensarse sin
las tecnologías. ¿Serán los seres humanos por fin los cyborgs (amalgamas biológicas y cibernéticas absolutamente
integradas) que previó la ciencia ficción hace decenas de años?... Si así fuera, la construcción de subjetividad no será
nunca más lo que era. (Virdó, 2008:13)
5.3.2- Influencia de referentes. Improvisación, Negociación.
Los referentes de una persona son aquellos que determinan la imagen que uno se fabrica a sí mismo (pueden ser los
amigos, la pareja, la familia, los compañeros de trabajo).
De tal forma surge el concepto de grupo de referencia como aquellos que el sujeto toma en cuenta a la hora de
comportarse, y del cual asume normas y modos de pensar. No necesariamente los referentes se mueven en el
mismo ámbito social que el sujeto: pueden pertenecer a contextos diferentes, pero el sujeto igualmente los utiliza como
modelos para modelar la propia conducta, normativas o estilo de vida. Asimismo, el sujeto puede tener varios referentes
simultáneos: un adolescente toma como referente a un compañero de escuela para conducirse en su rol de estudiante,
y al mismo tiempo se identifica con el delantero del equipo de fútbol del cual es hincha, cuando está jugando con sus
amigos a este deporte.
Los grupos de referencia actúan a través de dos mecanismos:
• La comparación social: ya descripta en el Módulo sobre Influencia Social, indica que los sujetos evalúan sus
ideas y comportamientos en relación con los de los otros, a fin de no sentirse tan diferente o extraño.
• La Influencia normativa: en este caso, el grupo de referencia es el que dicta las normas al sujeto, ya que aparte que
el sujeto quiere ser como él, además el grupo en cuestión ejercería un control social sobre el individuo. La influencia
normativa modela la identidad de la persona ya que le devuelve una imagen de sí (positiva o negativa) y crea un
imaginario sobre la realidad. Esto aporta seguridad y confianza en el sujeto. Por lo tanto, la identidad no es tanto el
producto de la influencia de una sociedad global, sino más bien de los grupos de referencia que adopta el individuo, sea
la familia, los amigos, los compañeros de profesión, la clase social, o la religión. Ellos se constituyen en el centro de la
Identidad Social.
IMPOSICIÓN E IMPROVISACIÓN Algunos autores consideran que el sujeto pasivo en la construcción de su identidad
social, ya que el contexto, los grupos, los imaginarios sociales les son impuestos, quizá automáticamente, y es asumida
por el individuo pasivamente, sin poder decidir su dirección. En realidad, parece ser más un proceso activo y conflictivo:
el individuo toma una postura ante las normas y valores sociales y no es un receptor pasivo. Habrá una interacción
compleja entre los imperativos sociales y las decisiones que toma cada uno, en la cual se evalúa, se improvisa y se
negocia.
• Evaluación: el sistema social permanentemente ofrece modelos, normas, ideas, referentes. El sujeto evalúa la oferta
y de alguna manera elige qué tomar y qué rechazar. La identidad tiene que ver con estas evaluaciones y elecciones y en
el conflicto entre aquellos factores que se imponen (por ej. algunas leyes o reglas sociales), y lo que el individuo
encuentra satisfactorio para asimilar a su identidad.
• Improvisación: Las normas sociales y leyes de convivencia son pasibles de variadas interpretaciones y
permite improvisar a los sujetos: el respeto por determinadas figuras sociales, políticas y religiosas puede admitir cierta
crítica y hasta la sátira, por ejemplo.
Por otro lado, con el paso del tiempo, se relativizan ciertos valores y modelos sociales, lo que abre al cuestionamiento y
la discusión sobre ciertas “verdades” que antes eran indiscutibles.
• Negociación: En la adopción de una identidad uno negocia con uno mismo, en la medida en que se permite o no
aceptar para uno lo que el contexto le obliga a asumir. También es una negociación con el medio social. De tal forma es
siempre conflictiva: una pugna entre lo que se desea individualmente y las presiones sociales. Pero siempre es un
proceso integrador que permite a la gente saber quién es, comprenderse y tener una interpretación del mundo. En ella
se centra lo social y lo psicológico, tanto en lo afectivo como en lo cognitivo, permitiendo la interacción con el contexto
social y conocerse a uno mismo.
6.1- El grupo
Uno de los más grandes campos en investigación y desarrollo de la psicología social es el grupo. El grupo es el primer
horizonte social de los individuos y nos informa sobre el status de los saberes en ciencias humanas. El grupo sienta las
bases donde un individuo actúa en relación y las pautas que lo hacen pertenecer a esa constelación humana.
NOCIÓN DE GRUPO. ELEMENTOS DE DEFINICIÓN
Para la psicología social, un grupo es un conjunto de individuos que mantienen entre sí relaciones recíprocas, es un
sistema de intercambios entre los individuos que lo componen.
La psicología social ha centrado su interés en pequeños grupos con lo cual se puede deducir que el grupo se define
por un número limitado de individuos.
Sus criterios son: • persecución de un fin común • sentimiento de interdependencia
• existencia de relaciones afectivas
Un grupo es una realidad social que se distingue de la realidad psíquica individual. Esto comprende sistemas de
interacción, relaciones, emocionales y redes de afinidad y motivaciones. La mayoría de estas definiciones insisten en la
importancia de la dimensión interpersonal, representado en primer lugar por el contacto cara a cara y eso genera varias
definiciones destacables en la página Número 103 del segundo libro de Fischer.
Las pequeñas definiciones iniciales nos llevan a saber que: un grupo es un conjunto social, identificable y estructurado,
caracterizado por un número restringido de personas y en el interior del cual éstas establecen lazos recíprocos y
desempeñan roles conforme a normas de conducta y valores comunes en la persecución de sus objetivos.
GRUPO PRIMARIO/GRUPO SECUNDARIO El grupo primario es en general un grupo restringido de dos a diez
personas aproximadamente. Esto admite un par de aclaraciones afectivas y numéricas: • el grupo primario es
restringido y se caracteriza por relaciones afectivas • el grupo pequeño se define por una dimensión numérica que
permite a cada miembro entrar en relación con los demás.
AGRUPACIONES SOCIALES En cada sociedad la mayoría de los individuos se unen a otros en un momento
determinado de sus vidas para alcanzar objetivos que les son comunes. A esto llamamos agrupación social.
Estas metas comunes es una de las principales funciones sociales que los individuos deben cumplir en la vida colectiva
para que la sociedad siga existiendo. Existe en estas agrupaciones una idea de cooperación de los seres humanos
para satisfacer sus necesidades. Fitcher proporciona una tipología de estas agrupaciones: • Grupo familiar: afecto
procreación • Grupo educativo: transmisión de la cultura • Grupo económico: producción y distribución de bienes
materiales • Grupo religioso: valores religiosos • Grupo recreativo: relajación, juego, recreación.
1. Multitud ordinaria: es un conjunto ordenado pero no interactivo, no posee un objetivo y no realiza funciones
comunes. Simplemente ocupa un espacio físico. Ej.: la multitud que camina por la calle, la que va de compras, etc. Es
decir el individuo puede tener intenciones individuales pero no grupales.
2. Multitud activa: es un conjunto social no controlado que tiende a actuar como unidad social. Se define como una
reunión de protesta, por ejemplo cuando se producen disturbios y enfrentamientos como en una cancha de fútbol. Esta
multitud es caracterizada por un mínimo de interacción de individuos pero existe una cierta relación entre los líderes y
los miembros de la multitud. En el fútbol el líder sería el barra brava.
3. Manifestaciones: constituyen un conjunto de personas reunidas con el fin de promover una idea, un movimiento,
etc. Tienen un comportamiento colectivo, es organizada y se plasma en movimientos políticos, sindicales y otros. El
cacerolazo del 2001 fue una manifestación del pueblo argentino.
Moscovici introduce una clasificación diferente entre natural y artificial:
4. Multitudes naturales o espontáneas: se producen bajo la influencia de condiciones externas: paseos, reunión de
curiosos en un accidente de tránsito. Se forman sobre la base de un impulso y se mantienen por encadenamiento de
reacciones.
5. Multitudes artificiales y organizadas: se constituyen bajo la influencia de condiciones internas: creencias
colectivas, deseos. Se forman sobre la base de una serie de imitaciones que hace que los individuos se asemejen
entre sí y con su jefe. Son independientes del medio físico.
LA MASA Es una forma de conglomerado social cuyos elementos se encuentran aislados. Sus características son: •
composición heterogénea • diversidad respecto del status social • cambios de comportamiento rápidos •
irracionalización.
El público de un recital de rock es un buen ejemplo para la masa.
Los estudios sobre grupo revelan que hay ciertos aspectos que intervienen en su constitución: el tamaño, las normas,
los roles y status, los objetivos y la cohesión.
-Tamaño Es mucho más fácil para la cohesión grupal, un grupo reducido. Esto permite que se tenga más eficacia a la
hora de organizar, cumplimentar fines y tareas, facilita una escucha más favorable y también una integración y
conocimiento mayores de los miembros del mismo.
- Normas Las normas permiten a los miembros de un grupo controlar su entorno, facilita la toma de decisiones,
permiten organizar temáticas de conversación y establecer las particularidades del grupo para canalizar sus valores
centrales en función de sus objetivos.
- Roles Dentro de un grupo cada miembro asume un rol y se espera de él que lo cumpla por parte de los otros
miembros, por ejemplo se espera del líder que sea líder, del organizador que organice y así sucesivamente de acuerdo
a los roles existentes. No obstante los roles pueden ofrecer dos variantes para analizar:
1. Conflicto de roles: se diferencian cuatro tipos de conflicto: ‐el conflicto personal: cuando las expectativas de un
individuo no se condicen con los valores del grupo ‐el conflicto intro – emisor: cuando el emisor enuncia
directrices contradictorias ‐el conflicto Inter. – emisores: cuando dos o más emisores emiten demandas
contradictorias a un miembro del grupo ‐el conflicto Inter. – roles: cuando dos o más miembros obligan a un
individuo a ajustarse a un rol y no al que desea. 2. Ambigüedad del rol: tiene que ver con que el individuo asuma
su rol sin demasiada claridad con respecto a lo que se espera de sus acciones o interprete falsamente el campo de sus
responsabilidades.
-Objetivos Los objetivos son aquellos fines planteados por el grupo. Su eficacia depende de la mayor o menor
convergencia entre las actividades de sus miembros y las orientaciones hacia los objetivos. Muchos individuos se
integran a determinados grupos que cumplen con sus expectativas e intereses considerando que lo ayudará a
conseguir su objetivo.
-Cohesión La unión del grupo depende de algunos factores tales como la homogeneidad que genera una cohesión
interna en el grupo muy grande ya que las personas se sienten atraídas por su status equivalente, la amenaza externa
es una buena pieza de enclave para la unión del grupo ya que se unirán ante el exterior y también la competición entre
los grupos facilita la cohesión ya que se refuerza cada grupo por resultar vencedor y cada participante tendrá más
conciencia de grupo y de interés común que en cualquier otra situación.
PSICOLOGIA SOCIAL - MODULO 4- LECTURA 15
6.3- Perspectivas teóricas. 6.3.1-Enfoque dinámico - Interdependencia - Noción de equilibrio – Clima- Dinámica de
grupo.
CONCEPTOS GENERALES El iniciador de una corriente de investigaciones basadas en la noción de dinámicas de
grupo fue Lewin. Influido al principio por la teoría de la Gestalt, parte de una concepción del individuo como un sistema
de interdependencias afirmando que todas las conductas se hallan en función de un contexto en el que se producen.
Existe una estructura a partir de la cual el individuo organiza su acción y que Lewin denominó campo de fuerzas.
Kurt Lewin (1890‐1947) Nació en Poznan, actual Polonia, en 1890. Estudió medicina en la Universidad de Friburgo,
biología en Munich y se doctoró en filosofía en Berlín (1914). Se inició como docente en la Universidad de Berlín. Su
obra estará directamente influida por la Gestalt Theorie. En 1930 viajó a la Universidad de Stanford como profesor
invitado y, tres años más tarde, emigró a Estados Unidos. Fue profesor de la Cornell School (1933) y de la Universidad
de Iowa (1935). El último período de su carrera los pasó en el Instituto Tecnológico de Massachuse (1944‐1947), donde
creó el Research Center for Group Dynamics. Está considerado el padre de la psicología social. Falleció en 1947, tres
años después de la muerte de su madre en un campo de exterminio nazi. Entre sus libros destacan: Una teoría
dinámica de la personalidad (1935), Teoría del campo y experimentación en psicología social (1939); La representación
conceptual y la medición de las fuerzas psicológicas (1938) y Teoría de campo en las ciencias sociales (1951).
La idea de campo proporciona un enfoque dinámico de los procesos del grupo. El campo psicológico está entonces
compuesto por un espacio vital como el fundamento de la interacción entre el hombre y su medio. Por ejemplo, el
espacio vital y la locomoción del sujeto lo conducen hacia objetos que necesita para satisfacer sus necesidades. En el
campo psicológico es una resultante de fuerzas múltiples y en movimiento que se encuentran en un estado de
equilibrio.
Cuando el mismo se rompe se produce una tensión en el individuo. Lewin determinó tres tipos de tensiones: ‐la
tensión producida por la interrupción de una tarea: insatisfacción. ‐la tensión producida por una frustración: se
expresa por una descarga agresiva. ‐la tensión producida por el fracaso o el éxito en una actividad: se influencia el
nivel de aspiración de nuestra actitud dinámica frente a una tarea.
Lewin aplicará al funcionamiento del grupo la noción de campo dinámico definido por la interdependencia de sus
miembros y en el que se manifiestan las fuerzas que ligan a los miembros entre sí y a las que unen a cada uno
con el grupo.
1. Juego de interdependencias: El estudio de las relaciones dinámicas en el interior de los grupos mostrará el juego
de las interdependencias y su influencia sobre el cambio. Vea los estudios de la página Número 112 del segundo libro de
Fischer. Como se ve el debate de ideas favorece el cambio de hábitos en el grupo, la sola información no basta para
modificar las conductas de un grupo. Sus miembros deben hacerse coro de esa información, discutirla y acordar ellos
mismos conforme a los valores del grupo si modifican algo de lo que ya estaba presente en sus formas de hacer.
2. Noción de equilibrio casi estacionario: La noción de equilibrio casi estacionario designa un estado de equilibrio
entre fuerzas de la misma magnitud pero orientadas en direcciones opuestas. Este equilibrio puede denominarse
entonces resistencia al cambio. Para originar una modificación se debe aumentar las fuerzas que empujan en la
dirección deseada y / o disminuir las fuerzas opuestas. Relación de fuerzas
3. Noción de clima: La noción de clima del grupo muestra el peso y los efectos de los sistemas de interdependencia.
Dependiendo del clima grupal los miembros del grupo responderán de diferentes maneras. Si el grupo convive en un
clima autoritario, por ejemplo, se verán entre los miembros una obediencia pasiva pero también habrá más
manifestaciones de actitudes de rebeldía.
El clima del grupo de trabajo es la atmósfera prevaleciente que experimentan los empleados en el lugar de trabajo. Es “lo
que sienten al trabajar juntos en un grupo”. Debido a que un ambiente de trabajo positivo fomenta y mantiene la
motivación y el alto rendimiento de los empleados, el administrador debería concentrarse en la evaluación y
mejoramiento de este ambiente de trabajo.
NOCIÓN DE DINÁMICA DE GRUPO La noción de dinámica de grupo es una concepción definida por un ligar y un
medio de aprendizaje de comportamientos nuevos, de adquisición de nuevos conocimientos. Vea el texto de la página
Número 115 del segundo libro de Fischer.
A continuación lea esta lectura complementaria: La Dinámica para Grupos, desde 1947, ha sido fundamentalmente un
proceso de experimento, investigación y evaluación que pretende descubrir las condiciones necesarias para que tenga
lugar el aprendizaje de un nuevo concepto o conducta.
La Dinámica para Grupos parte de la base de que para que exista aprendizaje es necesario:
1. QUE LA CONDUCTA SEA EXPUESTA. La primera condición es que el capacitando necesita estar implicado en
una situación experimental de manera que su conducta sea manifiesta. Mientras no analicemos el modo como hacemos
las cosas, no obtendremos un cuadro claro de lo que hacemos y de los resultados de nuestra conducta. En el método
de casos los capacitados aprenden a reflexionar para saber qué es lo que el personaje debiera haber hecho, pero esto
lo logran sin examinar su propia conducta. Cuando el individuo es capaz de exponer ante los demás su propia
conducta, cuando se presenta a sí mismo, crea la oportunidad de recibir ayuda de los otros. Puede ver a través de los
ojos de las otras personas, su propia conducta y las consecuencias. Entonces es probable que quede motivado a hacer
algo por su conducta.
2. RETROALIMENTACIÓN. No es suficiente exponer nuestra conducta. La conducta expuesta debe ser seguida de
un análisis de la discrepancia entre lo que hemos logrado y lo que creíamos haber logrado. El capacitando necesita
tener retroalimentación que sea como un espejo que le permita que se vea así mismo como la ven las otras y obtener
información sobre las causas específicas de su conducta.
3. ENTORNO POSITIVO. Se necesita un entorno emocional y físico que facilite el proceso de aprendizaje de los
capacitandos.
4. LOS CONOCIMIENTOS COMO UN MAPA. Los conocimientos que provienen de la experiencia o el caudal
acumulado en un individuo, son necesarios para lograr un aprendizaje significativo, el reto es encontrar la forma de
utilizarlos y ligarlos al nuevo aprendizaje.
5. EXPERIMENTACIÓN Y PRÁCTICA. El aprendizaje pide oportunidades de experimentación y práctica. Todo
individuo necesita experimentar las diversas formas como los nuevos patrones de pensamiento y conducta pueden
llegar a ser parte de sí mismo. Es común que los programas de entrenamiento sean inefectivos, no porque el
capacitando no haya aprendido, sino porque no logró hacerlo parte de sí mismo hasta el punto que tuviera tanta
confianza y eficiencia como para aplicarlo en su trabajo.
6. APRENDER A APRENDER. La condición final es la oportunidad que se debe dar al capacitando de aprender
cómo hacer que las diarias experiencias le enseñen algo.
MOMENTOS CLAVE EN EL MANEJO DE LAS DINÁMICAS PARA GRUPOS Existen dos momentos principales en el
adecuado manejo de las Dinámicas para Grupos:
1. EL MOMENTO "AQUÍ Y AHORA". Las experiencias vividas en la Dinámicas proveen los ingredientes básicos para
el aprendizaje. Los esfuerzos por organizarse, las luchas para tener éxito, etc. Todas las experiencias vividas en el
desarrollo de la actividad de la Dinámica producen un contenido vívido y personal de aprendizaje. Tal aprendizaje se
logrará plenamente si se ayuda a los capacitandos a reunir datos sobre sus comportamientos personales y colectivos y
analizarlos comunitariamente. Objetivo principal en toda Dinámica es obtener que los capacitandos expresen sus
experiencias significativas de "aquí y ahora", para que haya análisis, conceptualización, práctica y generalización.
2. EL MOMENTO "ALLÁ Y ENTONCES". En algunos momentos es necesario dirigir la atención hacia situaciones que
están fuera del salón de clases, en particular a aquellas en que los capacitandos han vivido y vivirán después de que el
curso termine. El aprendizaje logrado debe ser trasplantado del "invernadero" que representa el curso al campo de la
realidad; por tanto, se necesita enfocar la atención de los capacitandos a las situaciones de la realidad misma.