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S. XII/XIII (finales del siglo XII o comienzos del XIII, entre 1201 y 1207)
Texto 2. (final de la tirada 82). Segunda parte: Bodas de las hijas del Cid
Descripción de la conquista de Valencia y de la derrota del rey moro de Sevilla, El Cid manda una nota al rey para
informarle de la conquista de Valencia; los condes de Carrión conocen la noticia y piden la mano de las hijas del Cid
(casamiento no por amor sino por ambición y codicia), doña Elvira y doña Sol. Las bodas se celebran con el visto
bueno del rey.
Honra Honor
De honrar. Del lat. honor, -ōris.
1. f. Estima y respeto de la dignidad propia. 1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios
2. f. Buena opinión y fama adquiridas por la deberes respecto del prójimo y de uno mismo.
virtud y el mérito. 2. m. Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a
las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y
El Cid conquista Valencia, obtiene el perdón acciones mismas de quien se la granjea.
del rey y asciende socialmente al casar a sus
hijas, doña Elvira y doña Sol, con los infantes Se anulan sus bodas y el poema termina con el proyecto de boda
de Carrión. entre las hijas del Cid y los príncipes de Navarra y Aragón y, por
tanto, con la honra del Cid en su punto más alto
El narrador, totalmente omnisciente y posicionado siempre en favor del Cid, emplea la técnica del “enlace causativo”
(una cosa es consecuencia de la anterior que a su vez lo es de la siguiente, etc) para contar la caída y la gloria del Cid:
destierro > luchas > victorias > botín > regalo al rey > perdón del rey > bodas - > afrenta de Corpes > cortes de
Toledo > Compromiso de doña Elvira y doña sol con los príncipes de Navarra y Aragón. Habitualmente proporciona
más información de la que tienen los personajes, creando un desfase entre las expectativas del público y la de los
protagonistas que conduce a lo que se ha venido en llamar ironía dramática; ello puede crear comicidad o hacer surgir
tensión conflictiva.
La narración se caracteriza por el dinamismo; los hechos concatenados que suceden unos detrás de otros, los cambios
de ubicación constantes, las indicaciones de cuándo anochece y amanece, el uso de diferentes tiempos verbales
(presente//pretérito perfecto) en la misma tirada, la propia evolución psicológica de los personajes a lo largo de la obra.
Todo es movimiento.
Los personajes, caracterizados por sus “epítetos épicos” aparecen escalonadamente y son presentados en su actitud
más característica. de manera que desde la primera intervención podemos conocer su auténtica personalidad. El autor
reproduce sus voces a través de estilo directo.
Minaya (“el que en buen hora cinxió espada”, “buen guerrero” “el esforzado varón”) es un personaje noble y
generoso, además de valiente y leal, al que caracterizan no sólo los épitetos épicos sino también sus acciones: no
acepta el botín, obtiene para Mio Cid el perdón real, muestra valentía ante el león…
El Cid (“que en buen hora ciñó espada” “que en tan buen hora ha nacido” “el de la barba bellida”)es el
guerrero fiero, valiente, esforzado, capaz de dominar con su mirada a un animal salvaje, buen padre y fiel marido,
humano, sensible, pero capaz de ablandarse ante la súplica de una niña (técnica de contraste). –
Los Infantes de Carrión. Cobardes, rencorosos y vengativos (episodio ante el león, humillación y venganza
en la persona de las hijas del Cid, que de esta manera pasan a ser parte activa en el proceso de la pérdida de la honra y
encumbramiento final del Cid.
Doña Elvira y doña sol, las hijas, y Doña Jimena. Comparten la suerte del Cid.
Comunicación directa con el público a través de llamadas de atención y uso de fórmulas exclamatorias.
Descripción detallada de objetos, situaciones, etc.
Repeticiones innecesarias, dobletes, parejas léxicas , frases hechas, fórmulas religiosas.
Sobriedad en la retórica: escasez de adjetivos, oraciones normalmente bimembres, sintaxis sencilla, verbos en
forma perifrástica.
Aliteraciones, anáforas, paralelismos y otras figuras estilísticas propias de la literatura de tradición oral.
Está escrito en verso (tiene 3730 versos y debió tener más en su día), en una estrofa cuyo número de versos es
variable, llamada tirada. Estas tiradas tienen todas rima asonante en la que sólo las vocales finales del verso a partir
de la vocal tónica de la palabra; la medida de sus versos es irregular, pues no todos miden igual, aunque en general
predominan los de catorce sílabas. Cada verso está dividido en dos hemistiquios (mitades) marcados por una cesura
(una pausa o un corte) . Puede haber, pues, versos de 7+7, 6+7, 7+8... sílabas. A veces encontramos rima interna
(diferentes palabras dentro del verso riman entre sí)
Texto 8. (v. 2120-2125) El rey a los dos infantes de la mano los cogió,
y así se los fue a entregar a Mío Cid Campeador.
El rey a los ifantes a las manos les tomo, “Aquí tenéis vuestros hijos, pues que yernos
Metiolos en poder de mio Çid el Campeador. vuestros son:
Evad aqui vuestros fijos, quando vuestros yernos son, desde hoy como queráis, Mío Cid, mandadlos vos”.
hoy de mas sabed que fer d'ellos, Campeador.