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CANTAR DE MIO CID.

S. XII/XIII (finales del siglo XII o comienzos del XIII, entre 1201 y 1207)

Argumento y partes de la obra


Texto 1. (v. 36 – 50). Primera parte: destierro del Cid.
El Cid es mandado al destierro por Alfonso, debido a insidias y tejemanejes de sus enemigos en la corte. Debe
abandonar a su esposa e hijas, e inicia una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando
un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real.

No querían los de dentro responderle ni palabra.


Se adelantó Mio Cid, a la puerta se llegaba,
Saco el pie del estribo y una patada le daba;
No se abre la puerta, pues estaba muy bien cerrada.
Una niña de nueve años se presentó ante su mirada:
¡Hola Campeador, que en buena hora ceñiste espada !
El rey lo ha vedado, anoche de él nos llegó una carta,
Con medidas de seguridad, firmemente sellada:
Que no nos atreviésemos a abriros y hospedaros por nada;
Si no, perderíamos los haberes y las casas
Y por si fuera poco, los ojos de las caras.
Cid, en causarnos mal no ganaríais nada,
Que el Criador, pues, con toda su gran misericordia os valga.
Habiendo dicho esto, la niña se volvió para su casa.
Allí se convenció el Cid de que el rey le había negado su gracia.

Texto 2. (final de la tirada 82). Segunda parte: Bodas de las hijas del Cid
Descripción de la conquista de Valencia y de la derrota del rey moro de Sevilla, El Cid manda una nota al rey para
informarle de la conquista de Valencia; los condes de Carrión conocen la noticia y piden la mano de las hijas del Cid
(casamiento no por amor sino por ambición y codicia), doña Elvira y doña Sol. Las bodas se celebran con el visto
bueno del rey.

Alzó la mano derecha el rey y se santiguó:


"De estas ganancias tan grandes que logró el Campeador,
por San Isidro bendito, me alegro de corazón,
me alegro de las hazañas que hace el Cid Campeador
y recibo estos caballos que me manda en donación".
Se alegró el rey, pero al conde Garci Ordóñez le pesó:
"Parece que en tierra mora ya no hay hombres de valor
cuando tanto hace y deshace Mío Cid Campeador".
Dijo el rey: "Conde García, no sigáis hablando, no;
de todos modos el Cid mejor me sirve que vos".
Entonces habla Minaya, el esforzado varón:
"Merced os demanda el Cid, que si os place, señor,
a su esposa y a sus hijas deis vuestro permiso vos
para salir del convento en donde el Cid las dejó
e ir a Valencia a juntarse con el Cid Campeador".
Entonces contesta el rey: "Pláceme de corazón.
Cantar del Mio Cid - S. XII/XIII
Mientras vayan por mis reinos les daré manutención;
guárdenlas todos de mal, de ofrenta y de deshonor.
Cuando a la frontera lleguen esas damas cuidad vos
de servirlas cual se debe, e igual el Campeador.

Texto3. (final de la tirada 124). Tercera parte: La afrenta de Corpes


Los infantes de Carrión se instalan en Valencia, pero algunos sucesos (fuga de un león de su jaula, batalla contra el rey
Búcar de Marruecos) evidencian a los ojos de algunos amigos del Cid la cobardía de aquellos. Los hermanos,
humillados y ofendidos, afrentan al Cid abandonando a sus hijas en el robledal de Corpes. Este exige reparación en las
cortes de Toledo y obtiene venganza en duelo campal en el mismo Carrión. Las hijas son requeridas en matrimonio
por los infantes de Navarra y Aragón.

A todo dicen que sí los infantes de Carrión.


Sus hijas les ha entregado Mío Cid Campeador,
y empiezan a recibir lo que el Cid les regaló.
Cuando ya estuvieron hartos de recibir tanto don
mandan cargar las acémilas los infantes de Carrión.
Mucho rebullicio había por Valencia la mayor,
cada cual sus armas coge, en su caballo montó
por despedir a las hijas del Cid, que van a Carrión.
Iba a comenzar la marcha la despedida llegó.
Entonces las dos hermanas doña Elvira y doña Sol
van a hincarse de rodillas ante el Cid Campeador:
"Merced os pedimos, padre, válgaos el Creador,
vos nos habéis engendrado, nuestra madre nos parió,
señor y señora nuestros, estáis delante los dos.
Ahora, padre, nos mandáis a las tierras de Carrión
y fuerza nos es cumplir aquello que mandáis vos.
Así merced os pedimos, nuestro buen padre y señor,
que mandéis noticias vuestras a las tierras de Carrión."
Las abraza y en la boca las besa el Cid a las dos.

Temas en torno a los que giran las acciones de Mio Cid

Honra Honor
De honrar. Del lat. honor, -ōris.
1. f. Estima y respeto de la dignidad propia. 1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios
2. f. Buena opinión y fama adquiridas por la deberes respecto del prójimo y de uno mismo.
virtud y el mérito. 2. m. Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a
las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y
El Cid conquista Valencia, obtiene el perdón acciones mismas de quien se la granjea.
del rey y asciende socialmente al casar a sus
hijas, doña Elvira y doña Sol, con los infantes Se anulan sus bodas y el poema termina con el proyecto de boda
de Carrión. entre las hijas del Cid y los príncipes de Navarra y Aragón y, por
tanto, con la honra del Cid en su punto más alto

Cantar del Mio Cid - S. XII/XIII


Estilo, características y versificación

El narrador, totalmente omnisciente y posicionado siempre en favor del Cid, emplea la técnica del “enlace causativo”
(una cosa es consecuencia de la anterior que a su vez lo es de la siguiente, etc) para contar la caída y la gloria del Cid:
destierro > luchas > victorias > botín > regalo al rey > perdón del rey > bodas - > afrenta de Corpes > cortes de
Toledo > Compromiso de doña Elvira y doña sol con los príncipes de Navarra y Aragón. Habitualmente proporciona
más información de la que tienen los personajes, creando un desfase entre las expectativas del público y la de los
protagonistas que conduce a lo que se ha venido en llamar ironía dramática; ello puede crear comicidad o hacer surgir
tensión conflictiva.

La narración se caracteriza por el dinamismo; los hechos concatenados que suceden unos detrás de otros, los cambios
de ubicación constantes, las indicaciones de cuándo anochece y amanece, el uso de diferentes tiempos verbales
(presente//pretérito perfecto) en la misma tirada, la propia evolución psicológica de los personajes a lo largo de la obra.
Todo es movimiento.

Los personajes, caracterizados por sus “epítetos épicos” aparecen escalonadamente y son presentados en su actitud
más característica. de manera que desde la primera intervención podemos conocer su auténtica personalidad. El autor
reproduce sus voces a través de estilo directo.

 Minaya (“el que en buen hora cinxió espada”, “buen guerrero” “el esforzado varón”) es un personaje noble y
generoso, además de valiente y leal, al que caracterizan no sólo los épitetos épicos sino también sus acciones: no
acepta el botín, obtiene para Mio Cid el perdón real, muestra valentía ante el león…
 El Cid (“que en buen hora ciñó espada” “que en tan buen hora ha nacido” “el de la barba bellida”)es el
guerrero fiero, valiente, esforzado, capaz de dominar con su mirada a un animal salvaje, buen padre y fiel marido,
humano, sensible, pero capaz de ablandarse ante la súplica de una niña (técnica de contraste). –
 Los Infantes de Carrión. Cobardes, rencorosos y vengativos (episodio ante el león, humillación y venganza
en la persona de las hijas del Cid, que de esta manera pasan a ser parte activa en el proceso de la pérdida de la honra y
encumbramiento final del Cid.
 Doña Elvira y doña sol, las hijas, y Doña Jimena. Comparten la suerte del Cid.

Los rasgos de estilo más destacados son

 Comunicación directa con el público a través de llamadas de atención y uso de fórmulas exclamatorias.
 Descripción detallada de objetos, situaciones, etc.
 Repeticiones innecesarias, dobletes, parejas léxicas , frases hechas, fórmulas religiosas.
 Sobriedad en la retórica: escasez de adjetivos, oraciones normalmente bimembres, sintaxis sencilla, verbos en
forma perifrástica.
 Aliteraciones, anáforas, paralelismos y otras figuras estilísticas propias de la literatura de tradición oral.

Está escrito en verso (tiene 3730 versos y debió tener más en su día), en una estrofa cuyo número de versos es
variable, llamada tirada. Estas tiradas tienen todas rima asonante en la que sólo las vocales finales del verso a partir
de la vocal tónica de la palabra; la medida de sus versos es irregular, pues no todos miden igual, aunque en general
predominan los de catorce sílabas. Cada verso está dividido en dos hemistiquios (mitades) marcados por una cesura
(una pausa o un corte) . Puede haber, pues, versos de 7+7, 6+7, 7+8... sílabas. A veces encontramos rima interna
(diferentes palabras dentro del verso riman entre sí)

Cantar del Mio Cid - S. XII/XIII


Textos 4. (v. 3253-3256)
¡Merced, ya rey e señor,|| por amor de caridad! ¡Merced, mi rey y señor, por amor de caridad!
La rencura mayor || non se me puede olvidar La queja mayor de todas no se me puede olvidar.
oídme toda la cort || e pésevos de mio mal, Que me oiga la corte entera y se duela con mi mal:
los ifantes de Carrión, ||que m' desondraron tan mal. los infantes de Carrión me quisieron deshonrar
".
Texto 5. (v. 286)
Tañen las campanas en San Pero a clamor Las campanas de San Pedro tañían a gran clamor.

Texto 5. . (v. 340-344)


Salveste a Jonás cuando cayó en la mar A Jonás salvaste Tú cuando se cayó en el mar,
salvest a Daniel con los leones en la mala cárcel, a Daniel, de los leones también le fuiste a salvar,
salvest dentro en Roma al señor san Sabastián, en Roma la salvación llevaste a San Sebastián,
salvest a Santa Susaña del falso criminal libraste a Santa Susana de aquel falso criminal

Texto 6. (v. 313 – 324)


Oid, varones, no vos caya en pesar: "Oídme, varones, y que esto no os sirva de pesar,
Poco haber trayo, darvos quiero vuestra parte, poco tengo pero quiero a todos su parte dar.
Sed membrados como lo debedes far: Ahora fijáos muy bien en lo que voy a mandar:
A la mañana, quando los gallos cantaran, quiero que al amanecer, cuando el gallo cantará,
No vos tardedes, mandedes ensellar, sin perder tiempo mandéis los caballos ensillar.
En San Pero a matines tandra el buen Abad, A maitines en San Pedro ya tañerá el buen abad
La missa nos dira, esta sera de Santa Trinidad… y él nos rezará la misa de la Santa Trinidad…
Pasando va la noche, viniendo la man, Pasándose va la noche, viene la mañana ya,
A los mediados gallos piensan de cabalgar cantan los segundos gallos, y comienzan a ensillar.

Texto 7. (v. 78- 89)


Fablo mio Cid, el que en buen hora çinxo espada. 6 Habla entonces Mío Cid, que en buen hora ciñó espada:
¡Martin Antolinez, sodes ardida lança! "¡Oh buen Martín Antolínez, el de la valiente lanza!
Si yo vivo doblarvos he la soldada. Si Dios me da vida he de doblaros la soldada.
Espeso he el oro y toda la plata, Ahora ya tengo gastado todo mi oro y mi plata,
Bien lo vedes que yo no trayo haber, y huebos me serie bien veis, Martín Antolínez, que ya no me queda nada.
Para toda mi compaña. Plata y oro necesito para toda mi compaña,
Fer lo he amidos, de grado no habria nada: No me lo darán de grado, lo he de sacar por las malas.
Con vuestro consejo bastir quiero dos arcas, Martín, con vuestro consejo hacer quisiera dos arcas,
Hinchamoslas de arena, ca bien seran pesadas, Las llenaremos de arena por que sean muy pesadas,
Cubiertas de guadameçi y bien enclaveadas. bien guarnecidas de oro y de clavos adornadas".

Texto 8. (v. 2120-2125) El rey a los dos infantes de la mano los cogió,
y así se los fue a entregar a Mío Cid Campeador.
El rey a los ifantes a las manos les tomo, “Aquí tenéis vuestros hijos, pues que yernos
Metiolos en poder de mio Çid el Campeador. vuestros son:
Evad aqui vuestros fijos, quando vuestros yernos son, desde hoy como queráis, Mío Cid, mandadlos vos”.
hoy de mas sabed que fer d'ellos, Campeador.

Cantar del Mio Cid - S. XII/XIII

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