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Introducción
El enfoque de género corresponde a una concepción sociopolítica y sistémica del desarrollo que
se refiere a los diferentes papeles que la sociedad asigna a los individuos. Dichos papeles se
reflejan, por ejemplo, en la división y carga de trabajo, en el diferente acceso a los recursos y el
desigual control sobre ellos, así como en las distintas posibilidades que tienen las personas de
ejercer influencia política y social. Esto también se refleja en el sector Educación, en el acceso a
los servicios educativos
Análisis de
una problemática social
La gestión ambiental con equidad de género significa poner en marcha políticas y programas de
manejo adecuado de los recursos naturales que incluyan de manera explícita las necesidades,
prioridades y opiniones de ambos sexos. Al final del camino, la gestión ambiental con equidad de
género propicia relaciones justas y complementarias entre hombres y mujeres, y deja establecido
un enfoque global de los recursos naturales, un enfoque que toma en cuenta la diversidad
biológica y cultural, y factores como la posición socioeconómica, el grupo étnico, la edad,
etcétera. Hoy día la equidad de género es parte integral de las políticas, programas y proyectos
ambientales. Con todo, las mujeres se encuentran todavía en condiciones de desventaja; de ahí
que las políticas de equidad en la gestión ambiental han de apoyar cada acción que favorezca a
las mujeres y evite que se mantengan o, peor aún, se acentúen las desigualdades ya existentes.
• Considerar que las necesidades de las mujeres son diferentes a las de los hombres.
• Dar voz a las y los beneficiarios de los diversos programas y proyectos de desarrollo.
Objetivo
Por medio del enfoque de género se debe contribuir a la creación de una sociedad justa y con
iguales derechos para todos, así como superar las prácticas de marginación. Para este fin es
necesario sacar a la luz y definir las relaciones entre los sexos, analizar las diferencias y las
formas de discriminación específicas, así como desarrollar y poner en práctica estrategias para
superar las desigualdades y la marginación.
• Cambiar actitudes y enfoques en términos tanto personales como institucionales: estar atentos a
nuestras propias actitudes y conductas, y a la forma en que pueden sesgar nuestro enfoque y
traducirse en desigualdades.
• Propiciar oportunidades para que tanto mujeres como hombres participen activamente en
procesos de consulta y decisión.
• Utilizar un lenguaje lo más neutral posible y no discriminatorio: hacer un uso cuidadoso de las
palabras, a efecto de que evitemos frases como “la evolución del hombre” o “el hombre y la
naturaleza” y nos refiramos, en cambio, al “ser humano” o a “las personas”.
• Fomentar una cultura de respeto mutuo, en la que las necesidades, preocupaciones y opiniones
tanto de las mujeres como de los hombres merezcan atención.
REFERENCIAS
http://redciudadaniaglobal.org/wp-content/uploads/2011/11/publicacion-
EpDCG_vFinal.pdf
http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100505.pdf
Análisis de
una problemática social