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El periodo de 1930 a 1970 fue denominado por los historiadores económicos como
el "Milagro Económico", una etapa de crecimiento económico acelerado
estimulado por el modelo industrialización con la sustitución de importaciones (ISI)
el cual protegía y promovía el desarrollo de la industria nacional. A través del
modelo ISI, el país experimentó un auge económico en el que las industrias
expandieron rápidamente su producción.26 Algunos cambios importantes en la
estructura económica incluyeron la distribución gratuita de la tierra a campesinos
bajo el concepto del ejido, la nacionalización de las industrias petrolera y
ferroviaria, la incorporación de los derechos sociales en la constitución, el
nacimiento de los grandes sindicatos de obreros y la modernización de la
infraestructura. El PIB en 1970 era seis veces superior al de 1940, mientras que la
población sólo se duplicó en el mismo período.29 Para proteger la balanza de
pagos el gobierno ejerció políticas proteccionistas; además aumentó el crédito
privado a la industria a través de Nacional Financiera (NAFINSA).
El modelo ISI llegó a su última expansión a finales de la década de 1960,
culminando en el reconocimiento del desarrollo mexicano en la selección de
la ciudad de México como sede de los juegos olímpicos de verano. Frente a una
posible recesión económica, y al tratar de dar una respuesta a las demandas
sociales de la población, durante la década de 1970 las administraciones
de Echeverría y López Portillo trataron de reavivar la economía a la vez que
introducían el desarrollo social en sus políticas lo cual requería un mayor gasto
público. En la década de 1970 se formaron instituciones financieras del gobierno
para apoyar a los trabajadores, como INFONAVIT y FONACOT. Con el
descubrimiento de nuevos yacimientos petroleros, cuando los precios del petróleo
se encontraban en máximos históricos y las tasas de interés en mínimos -incluso
negativas-, el gobierno aceptó préstamos de los mercados internacionales para
invertir en la compañía estatal petrolera, la cual parecía proveer un ingreso de
largo plazo para financiar el bienestar social en un plan que se nombró plan de
desarrollo compartido. De hecho, este método produjo un aumento considerable
del gasto social,26 y el presidente López Portillo anunció que había llegado el
tiempo para "administrar la prosperidad".30 El plan, sin embargo, fue muy
ineficiente y su administración estuvo acompañada de un manejo inadecuado de
los recursos y de inflación. En 1981 el panorama internacional cambió
abruptamente: los precios del petróleo se desplomaron y las tasas de interés se
incrementaron. En 1982, el presidente López Portillo, antes de terminar su
administración suspendió los pagos de la deuda externa, devaluó el peso
mexicano y nacionalizó el sistema bancario junto con otras industrias afectadas
por la crisis. Aunque el modelo ISI había producido el crecimiento industrial en
décadas anteriores, había sobreprotegido al sector, haciéndolo poco competitivo,
poco rentable y poco productivo.26
El presidente de la Madrid fue el primero en implementar una serie de reformas de
carácter neoliberal. Después de la crisis de 1982 pocas organizaciones
internacionales estaban dispuestas a conceder préstamos a México, de modo que
para mantener el balance de cuenta corriente ajustado, el gobierno recurrió a
continuas devaluaciones, lo cual produjo altos índices de inflación,26 que llegaron
TEMA:2.4 Economía en el México contemporáneo
Nombre del Alumno: Alan Gutiérrez de Paz
inmigrantes ilegales que entran a los Estados Unidos cada año tienen un grado
universitario.
Después de la Revolución mexicana (1910-1917) se implementó en México
una reforma agraria basada en el artículo 27 de la constitución que incluía la
transferencia o distribución gratuita de tierra a los campesinos bajo el concepto
del ejido. Este programa se expandió durante la administración de Lázaro
Cárdenas durante la década de 1930 y continuó hasta la década de 1960. Esta
reforma agraria corporativa, que les garantizaba un medio de subsistencia a los
campesinos, también causó la fragmentación de la tierra y falta de inversión en
capital, dado que la tierra comunal no podía ser usada como aval. Para
incrementar la productividad rural y los estándares de vida, este artículo
constitucional sería enmendado en 1992 para permitir la transferencia de los
derechos de propiedad de las tierras comunales a los campesinos que las
cultivaban. Con la posibilidad de rentar o vender la tierra se abrió una puerta para
la posibilidad de la creación de grandes granjas que pudieran aprovechar de las
ventajas de la economía de escala. Hoy en día existen granjas altamente
mecanizadas en los estados nordoccidentales (principalmente en Sinaloa,
considerado el granero de México). Sin embargo, la privatización de los ejidos aún
se ha llevado a cabo de manera muy lenta en los estados del centro y del sur,
donde se necesita mayor ayuda económica para la compra de maquinaria.
Hasta la década de 1990 el gobierno estimulaba la producción de granos básicos,
principalmente el maíz y los frijoles estableciendo precios fijos y controlando la
importación a través de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares
(Conasupo). Con la liberalización del comercio, Conasupo fue eliminada
gradualmente a la vez que dos nuevos mecanismos fueron
implementados: Procampo y Alianza para el Campo. Alianza para el Campo es un
sistema de transferencia de ingresos a los campesinos e incentivos para la
mecanización y la instalación de sistemas avanzados de riego. Procampo es un
subsidio a los campesinos basado en el número de hectáreas de siembra, del cual
dependen aproximadamente 3.5 millones de campesinos en el país, es decir, el
64 % de todos los agricultores. El subsidio se incrementó considerablemente
durante la administración de Fox, principalmente para ayudar a los productores de
maíz blanco y reducir las importaciones de los Estados Unidos. Este programa fue
relativamente exitoso, ya que en el 2004 sólo 15 % de todas las importaciones del
maíz fueron de maíz blanco (el que se utiliza para consumo humano y el que más
se produce en México), mientras que el resto fue de maíz amarillo (el que se utiliza
para alimentar ganado que casi no se produce en México).70
La agricultura, como porcentaje del PIB, ha decrecido constantemente y juega un
papel cada vez menor en la economía. El 2009, la agricultura representó tan sólo
el 4 % del PIB,71 mientras que en 1980 era el 7 %,72 y en 1970 el 25 %.73 Sin
embargo, por la estructura de los ejidos, la agricultura aún emplea a un porcentaje
alto de la fuerza laboral: 13,7 % el 2005,69 la mayoría de los cuales cultivan para
subsistencia, mientras que en las naciones industrializadas el porcentaje de fuerza
laboral en la agricultura es del 2-5 %, la cual es altamente mecanizada.
TEMA:2.4 Economía en el México contemporáneo
Nombre del Alumno: Alan Gutiérrez de Paz
Producción industrial