Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DOS TESTIMONIOS
“He tenido varios sueños en los últimos años, el último hace apenas
unas semanas, en el que el diablo me sigue tratando de atraparme
mientras yo huía.
A veces el aparece en la forma de una persona, y en un momento estaba
en la forma de un perro feroz.
Pero el ataque se detiene tan pronto como digo el nombre de Jesús, y
también, según recuerdo que lo hice con el perro en mi sueño, cuando
me rocío con agua bendita.
En estos sueños a veces es muy difícil de decir el nombre de Jesús. Me
encuentro luchando para decirlo, hasta que finalmente lo digo y
entonces el sueño se detiene, en paz.
En todo esto, no siento miedo, sino una confianza en el poder del nombre
de Jesús”.
Este es el otro:
“En los últimos diez años me he encontrado a mí misma, de vez en
cuando, despertada paralizada, ya sea sintiendo un peso arriba mío o
sintiendo algo que escalaba en la cama.
La tercera vez que esto sucedió pude abrir la boca y decir: ‘¡Jesús!’
Cuando llamé, sentí que la cosa o cosas retrocedían. Cada vez que
repetía el Nombre del Señor era un retroceso cada vez más hasta que
se fue.
¿UN ANTÍDOTO?
Lipsky recomienda evitar los lugares y las personas que exudan
negatividad (que ella dice pueden ser contagiosos), y ser conscientes de
la “transferencia”: un espíritu oscuro cerca de alguien puede llegar a
unírsele.