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Urología
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Urología
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La Habana, 2012
Catalogación Editorial Ciencias Médicas
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Edición: Lic. María Emilia Remedios Hernández
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Cubierta: Yisleidy Real Llufrío
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ISBN 978-959-212-728-9
AUTORES
ÓN
Dr. Eduardo Ferrer Casero
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Especialista de I Grado en Histoembriología. Especialista de II Grado en
UC
Embriología. Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas “Mariana Grajales
Coello”, Holguín.
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ÓN
Especialista de II Grado en Radiología. Profesor Auxiliar. Hospital Universitario
CI
“Lucía Íñiguez Landín”, Holguín.
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Dr. Jorge Daniel Andrés Corona OD
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Especialista de I Grado
en Radiología. Hospital Provincial Docente “Vladimir Ilich Lenin”, Holguín.
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ÓN
Especialista de I Grado en Urología. Hospital Provincial Docente “Celia Sánchez
CI
Manduley”. Manzanillo, Granma.
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Dr. José Antonio Espinosa Mayo
OD
Especialista de I Grado en Urología. Instructor en Urología. Hospital Militar,
Holguín.
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Dr. Arnaldo Jerez Santiesteban
Especialista de II Grado en Urología. Hospital General Docente “Guillermo
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Domínguez López”, Las Tunas.
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Dr. Fernando Díaz García
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Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II Grado en Urología. Profesor
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esta labor.
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de inestimable valor.
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Prólogo
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e internacionalista, que tiene tradición de escuela propia la Escuela Cubana de
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Urología.
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El texto se basa, como así lo requiere, en los conocimientos nacionales y
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extranjeros, con una bibliografía extensa que agrupa a los autores cubanos con
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los más prestigiosos autores foráneos, y citas tan recientes como lo permitió el
tiempo en que se elabora un libro.
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El intento de contar con este libro comenzó hace muchos años. Sus autores y
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Sería injusto pasar por alto los esfuerzos de los profesores Ricardo Portilla
Sánchez, Mariano Valverde Medel, Enrique Pernas Echemendía, Fidel
Presmanes Fernández, Alfredo Gómez Sampera, Miguel de la Cruz Sánchez y
Francisco Alonso Domínguez. Otros, que aún nos acompañan, como los
profesores Orlando Bravo Pardo, Julio César Morales Concepción, Ángel Arias
Lorente y Vicente Osorio Acosta, han aportado sus conocimientos a este libro.
Urología servirá a todos para conocer más de cerca la especialidad, al estilo cubano,
con el enriquecimiento de la bibliografía internacional, y será la base de estudio para
continuar con la actualización constante y el perfeccionamiento del propio libro en
próximas ediciones.
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Profesor Consultante de Urología
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Prefacio
Este libro es el resultado de la labor mancomunada de un grupo de profesores con intereses
comunes: brindar sus conocimientos actualizados y experiencias personales a la formación
del especialista en urología. Como toda obra científica, su espíritu dialéctico le impondrá
cambios positivos que serán asimilados en futuras ediciones.
El esfuerzo de los autores en una empresa de este tipo marca su éxito. En este sentido no
me siento desilusionado, si afirmo que a todos a quienes en un principio me acerqué,
aceptaron este reto. He intentado evitar las reiteraciones en cada tema, pero no he
excluido breves referencias acerca de las enfermedades en un contexto especial, porque
ya existan explicaciones más definidas en otro lugar, ejemplo, enfermedad de Peyronie y
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radiografía.
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Los diferentes criterios de los autores conducen al lector a saber dónde se halla el problema,
sobre la base de sus conocimientos y habilidades. Un mérito importante lo constituye que
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por primera vez en Cuba, un grupo de autores de una especialidad logra un material que
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El colectivo de autores está formado por 41 especialistas de todo el país, que pertenecen
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Semiología urogenital/ 27
Dolor lumbar/ 27
CI
Alteraciones de la diuresis/ 28
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Alteraciones de la micción/ 28
Alteraciones del chorro de orina/ 28
OD
Retención urinaria/ 29
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Incontinencia urinaria/ 29
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Anuria/ 88
CI
Hematuria/ 89
Bibliografía/ 89
UC
Capítulo 3. Infecciones de las vías urinarias/ 92
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Terminología y formas clínicas/ 92
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Cistitis/ 97
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Prostatitis/ 98
Pielonefritis/ 99
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Pionefrosis/ 106
Tuberculosis del riñón y de las vías urinarias/ 106
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Esquistosomiasis/ 107
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Megacálices congénitos. Megauréter/ 136
CI
Hidronefrosis o hidrouréter/ 137
Nefropatía de reflujo/ 137
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Necrosis papilar/ 138
Enfermedad renal litiásica/ 138
OD
Enfermedad quística renal/ 138
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Angiomiolipoma/ 141
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Oncocitoma/ 141
Nefroma mesoblástico/ 142
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Disgenesia ovárica/ 170
CI
Disgenesia del tubo seminífero/ 171
Diferenciación gonadal asimétrica/ 172
UC
Seudohermafrodismo/ 174
OD
Síndrome de insensibilidad a los andrógenos/ 177
Defectos de la esteroidogénesis de la testosterona/ 177
PR
Bibliografía/ 180
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Bibliografía/ 193
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Tratamiento quirúrgico de la litiasis/ 286
CI
Otros procedimientos de sostén/ 286
Bibliografía/ 291
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Capítulo 10. Laparoscopia en urología/ 293
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Evolución histórica y aplicación en la actualidad/ 293
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Bibliografía/ 306
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Urotelio/ 372
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Metaplasia escamosa vesical/ 373
Nidos de Von Brunn/ 373
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Cistitis/ 373
Cistopatías/ 373
OD
Cistopatía quística/ 374
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Malacoplasia/ 375
Amiloidosis vesical/ 375
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Trigonitis/ 375
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Capítulo 1
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evolutivo, constituyen una integración filogenética y ontogenética, regulada por la
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expresión del gen WT-1 (gen supresor del tumor de Wilms). Se originan básica-
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mente a partir del mesodermo intermedio, en relación con la pared posterior de la
cavidad celómica primitiva (Fig. 1.1).
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Desde el inicio de su
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cloaca.
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Algunas estructuras
embrionarias del sistema
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pronéfrico, mesonéfrico y metanéfrico. del intestino primitivo posterior, que se continúa con el
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alantoides y conforma la cloaca.
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las regiones torácica, lumbar y sacra, donde forma una
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masa longitudinal maciza continua, denominada cor- Mesonefros humano
dón nefrógeno, responsable de la diferenciación de las
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La embriogénesis de las unidades tubulares y los rácter transitorio. Se desarrolla entre el final de la cuarta
conductos primitivos caracterizan el desarrollo del semana y el cuarto mes, a partir de la diferenciación
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pronefros y mesonefros mediante la formación de del cordón nefrógeno o nefrogénico, comprendido en-
tre los 2 primeros segmentos torácicos y los segundos
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cápsula glomerular, que recibe un asa arterial (en for- desarrollo prenatal; constituye, entonces, un órgano
ma de ovillo vascular arterial), que constituye el ovoide que hace prominencia en la cavidad celómica,
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glomérulo, mientras su extremo lateral externo se co- a cada lado de la línea media.
necta con el conducto o tubo colector. La histogénesis del mesonefros humano tiene
como objetivo formar unidades tubulares excretoras
urinarias, establecer el primordio o esbozo gonadal indi-
Pronefros humano ferente y, en el sexo masculino, garantizar la forma ción
de las estructuras de la vía de excreción genital
En la especie humana el pronefros constituye un (Figs. 1.3 y 1.4).
sistema urinario excretor transitorio no funcional, que Las unidades excretoras urinarias mesonéfricas
regresa e involuciona sin dejar vestigios estructurales están constituidas por las nefronas tubulares mesoné-
embrionarios, aunque aporta su relación inductora con fricas, que inician su diferenciación a partir de los seg-
el cordón nefrógeno subyacente y la formación del tubo mentos localizados inmediatamente por debajo de la
colector o conducto pronéfrico que participan en el porción extrema inferior del pronefros. Progresivamen-
desarrollo ulterior del mesonefros y el metanefros. te se forman masas celulares, como resultado de la
Durante su descenso progresivo hacia la cloaca, diferenciación craneocaudal del mesénquima
el conducto pronéfrico induce la activación nefrogénica mesonefrógeno del cordón nefrógeno, que originan
del mesodermo intermedio para la diferenciación de nefrotomos típicos.
las estructuras embrionarias mesonéfricas y meta- Posteriormente estos nefrotomos se canalizan y
néfricas, por lo cual, si no se forma el conducto meso- forman vesículas piriformes alargadas, que por rápido
Generalidades 3
tinuidad con los vasos endoteliales procedentes de la
aorta abdominal (proceso de glomerulogénesis), que
forma rápidamente un sistema portal; el flujo sanguí-
neo de la arteria eferente pasa a un capilar venoso que
drena el sistema de la vena cardinal posterior, mientras
la aferente drena del sistema de la vena subcardinal
del sistema mesonéfrico; se constituye entonces el
corpúsculo mesonéfrico.
Durante su desarrollo ulterior, las unidades
tubulares excretoras del mesonefros no forman el asa
de Henle, aunque histológicamente se pueden distin-
guir una porción intermedia engrosada, equivalente al
tubo contorneado proximal y otra distal, equivalente al
tubo contorneado distal.
En resumen, durante el desarrollo del mesonefros
el mesodermo intermedio experimenta un proceso de
Fig. 1.3. Túbulos excretores de los sistemas pronéfrico y tubulogénesis y glomerulogénesis, a partir de nefrotomas
mesonéfrico en un embrión de 5 semanas. mesonéfricas, para originar unidades excretoras uri-
narias que se conectan con el conducto mesonéfrico o
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de Wolff y conforman un sistema renal transitorio en
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los mamíferos, que es sustituido por el metanefros o
riñón definitivo.
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OD Regresión del mesonefros. El mesonefros hu-
mano posee actividad funcional como órgano excretor
urinario durante el segundo mes de vida prenatal y prin-
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ancho, a modo de mesenterio, denominado mesenterio mientras el blastema metanéfrico constituye la prolon-
urogenital, que compromete y expresa la íntima rela- gación caudal del cordón nefrógeno, que origina las
ción anatómica existente entre el mesonefros y el es- nefronas o unidades excretorias, pero no explicaban
bozo de las gónadas que se originan en su porción acertadamente las interacciones inductivas existentes
anterointerna; ambas estructuras embrionarias, consi- entre el blastema metanéfrico y el brote o yema
deradas en su conjunto, conforman el pliegue o cresta ureteral.
urogenital. De acuerdo con la teoría de Osathanondh y
De esta manera, el meso urogenital primitivo for- Potter, la morfogénesis del metanefros se divide en
ma conjuntamente con el mesonefros en regresión, un 4 periodos, en los que se consideran esencialmente la
pliegue ventrolateral que contiene los conductos morfogénesis del divertículo o yema o brote ureteral
mesonéfricos o de Wolff y el conducto paramesonéfrico en interacción inductiva recíproca con la histogénesis
o de Müller, y una porción ventromedial donde están mesenquimática epitelial de las nefronas.
situados los túbulos mesonéfricos en regresión. Du- 1. Primer periodo: se extiende desde la quinta hasta
rante el tercer mes, el meso urogenital primitivo origi- la decimocuarta semanas y constituye el periodo
na el meso gonadal que formará el mesoovario y el decisivo para la morfogénesis del metanefros por-
mesorquio. que se origina el divertículo o brote ureteral en la
A finales del segundo mes, la regresión progresi- quinta semana del desarrollo, que crece longitudinal
va de los túbulos mesonéfricos más craneales forma en dirección dorsocraneal y origina una marcada
una banda que constituye el ligamento diafragmático dilatación o ampolla en su extremo craneal o distal
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del mesonefros, el cual se convierte ulteriormente en que hace contacto con el blastema metanéfrico,
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el ligamento suspensorio de la gónada. porción extrema caudal del cordón nefrógeno, don-
de ulteriormente se introduce y sumerge, en la me-
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OD dida que se continúa dilatando por crecimiento
Metanefros humano activo y su crecimiento dorsocraneal se desplaza
en sentido caudocefálico al blastema metanéfrico,
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Los estudios del desarrollo embriofetal humano que ya desde final de la quinta y principio de la
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del metanefros o riñón definitivo, realizados por Osatha- sexta semanas se va orientando hacia una posi-
nondh y Potter en la década de los años 60 y 70 del ción retroperitoneal; ulteriormente origina series
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siglo pasado, aportaron la interpretación integral del sucesivas de divisiones dicotómicas de diferentes
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desarrollo morfofuncional del metanefros, sobre la base órdenes con dilataciones ampulares en sus extre-
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de las interacciones inductivas recíprocas que se pro- mos distales (Fig. 1.5).
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menta el tejido metanefrogénico para crear ma-
sas celulares aisladas y casquetes blastemales que
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forman vesículas nefrogénicas, originadas por la
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interacción epitelio-mesénquima, que induce la
histogénesis del blastema metanéfrico, con el ob-
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jetivo de formar las primeras nefronas en la re-
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gión yuxtamedular. A partir de este estadio, cada
vez que una dilatación ampular es dividida, 1 de
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ma finalidad.
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ureteral.
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3. Transformaciones de las células mesenquimáticas
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del blastema metanéfrico en células epiteliales
OD polarizadas (nefrogénesis).
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La regulación geneticomolecular en el desarrollo
del metanefros o riñón definitivo ha constituido un ob-
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riores, donde recibe irrigación de las ramas laterales lino (2 a 1). Siempre se presenta con hipertrofia com-
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sacras de la aorta. Durante su desarrollo ulterior expe- pensadora del riñón solitario, contralateral, que debe
rimenta un cambio de su primitiva posición original, que
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ser vigilada para prevenir la insuficiencia renal, secun-
esencialmente consiste en un ascenso caudocraneal o OD daria a glomeruloesclerosis progresiva.
traslado hacia la región toracolumbar de la cavidad ab- Las anomalías que se originan por defectos de
dominal, como consecuencia del rápido crecimiento
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posición del riñón, debido a fallas en la migración o
longitudinal de la región lumbosacra y la disminución ascenso del metanefros, constituyen las ectopias rena-
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de la flexión lumbar durante el periodo final del de- les, donde pueden ocurrir fenómenos tales como que
sarrollo embrionario y el periodo fetal temprano.
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con facilidad su diagnóstico específico , en función de su interior un líquido claro. Al corte longitudinal se ob-
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4 tipos. serva la sustitución de la arquitectura anatómica renal
Tipo I. Riñón poliquístico infantil. Se conoce
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por tejido fibroso y abundantes quistes redondos, que
como enfermedad poliquística renal autosómica rece-
OD producen irregularidad en la configuración de la pelvis
siva infantil. Su embriopatogénesis quística se relacio- y los cálices renales, con presencia o ausencia de uréter.
na con el crecimiento longitudinal excesivo y la dilatación Al estudio histológico se observa, por lo regular,
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uniforme de los conductos colectores durante la activi- una gran cantidad de tejido fibroso, que rodea y
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dad ampular del brote o yema ureteral. Ambos riñones encapsula las pocas nefronas existentes y el sistema
están simétricamente aumentados de volumen y en su de tubos colectores; los corpúsculos renales están dis-
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superficie presentan numerosos quistes de variados minuidos en número y presentan diferentes grados de
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tamaños (oscilan entre 2 a 3 mm de diámetro) y se desarrollo quístico, con glomérulos pequeños de forma
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pueden comprobar al corte por simple inspección, que irregular y presencia de abundante infiltración
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contorneados con pocos glomérulos normales presen- nes quísticas en su superficie externa (al corte longi-
tes en la zona subcapsular. Se suelen presentar aso- tudinal se pueden observar pequeñas), así como
ciados a hiperplasia de los conductos biliares y quistes formaciones nodulares de color blanquecino, que com-
hepáticos. Con el desarrollo del niño se presenta un prometen la arquitectura renal normal, con uréter pre-
deterioro progresivo de la función renal, que se agrava sente o ausente. En el estudio histológico se comprueba
por la repercusión de la hipertensión arterial. la sustitución del parénquima renal por tejido fibro-
Los cuidados deben ir dirigidos a la prevención so o cartilaginoso, que rodea y encapsula los pocos
de los efectos metabólicos de la insuficiencia renal cró- corpúsculos renales dilatados existentes, y abundante
nica y su preparación para el trasplante renal. infiltración linfocitaria.
Tipo II. Riñón poliquístico del recién naci- Casi siempre se presentan asociados a otras mal-
do. Clásicamente se describe por la presencia de múl- formaciones congénitas viscerales que pueden compro-
tiples quistes renales de configuración variable, meter el encéfalo (anencefalia, cebocefalia, aneurismas
presentes al momento del nacimiento. Esta variedad cerebrales, etc.).
clínico-patológica de riñones poliquísticos se diagnosti- Tipo III. Riñón poliquístico del adulto. Cons-
ca por ecografía prenatal desde las 14 semanas de tituye la entidad clínico-patológica de presentación en
gestación, aunque con mayor frecuencia su diagnósti- el adulto. En su forma asimétrica, los riñones pueden
co se realiza entre las 16 y 21 semanas. estar muy aumentados de volumen y peso, afectados
10 Urología
por múltiples y variables quistes de diferentes tama- En Cuba, su incidencia anual es de 16 a 20 casos
ños, fácilmente demostrables al examen microscópico en niños menores de 15 años, lo que representa una
y macroscópico en su superficie externa, con pérdida tasa de 0,7 por 100 000 habitantes; su incidencia es
de la delimitación corticomedular; se puede observar similar en uno y otro sexos, y ocurre con mayor fre-
deformación calicial y de la pelvis en secciones cuencia durante la edad preescolar, especialmente a la
longitudinales del riñón a diferentes niveles. edad media de 3,5 años. Estas neoplasias renales no
La afectación quística puede provocar dolor, así son frecuentes en los adultos y los lactantes meno-
como comprometer seriamente la función renal y dar res de 6 meses, aunque se han reportado hallazgos en
lugar a hematurias, infecciones a repetición e insufi- personas jóvenes.
ciencia renal. Su repercusión sistémica conduce inexo- En la mayoría de los casos no se demuestran for-
rablemente a la hipertensión arterial y la anemia, a partir mas de transmisión hereditaria, aunque se ha reporta-
de la tercera década de la vida, aunque se intensifica do transmisión familiar hereditaria con carácter
después de los 40 años. dominante o recesivo, a partir de mutaciones gaméticas,
Su embriopatogénesis se relaciona con la falta de que afectan el gen supresor del tumor de Wilms (WT1),
unión entre las nefronas originadas del blastema
en la banda 13 del cromosoma 11 (11p13) y más rara-
metanéfrico con los tubos colectores derivados de la
mente en la banda 15 del cromosoma 11 (11p15), o por
yema o brote ureteral, además, se le atribuye impor-
afectación del segundo loci, denominado WT2, con
tancia a una falta de involución de nefrones primitivos
la expresión fenotípica del síndrome de Beck with-
vestigiales con terminación ciega, que normalmente
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-Wiedeman, caracterizado por gigantismo, macroglosia,
deben involucionar y regresar, y ulteriormente se acti-
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van, sin continuidad con los túbulos colectores, formando hernia umbilical, hiperplasia renal y pancreática, con o
sin diabetes mellitus.
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quistes por dilatación en varios niveles de la longitud
de las nefronas y/o en los corpúsculos renales. OD Se asocian con otras malformaciones congénitas
Se han observado quistes hepáticos y pancreáticos del riñón y las vías urinarias, por ejemplo, riñón “en
herradura” y ureterohidronefrosis contralateral por es-
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en el bazo, la tiroides y los ovarios, asociados a la
disgenesia renal poliquística, así como también aneu- tenosis ureterovesical congénita, y con mayor frecuen-
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rismas de las arterias cerebrales y fibrosis hepática cia a criptorquidia, hipospadia, seudohermafroditismo,
disgenesia gonadal y otros defectos congénitos viscera-
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teriza por pequeños quistes ovales subcapsulares, pre- que cuando se asocian a aniridia existe deleción de un
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sentes al nacimiento, con mayor o menor grado de fragmento del brazo corto en el cromosoma 11 (11p13).
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evolución durante la infancia, originados en uno o am- La embriopatogénesis del tumor de Wilms se de-
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bos riñones, secundariamente a fenómenos de dilata- termina por la persistencia del blastema metanéfrico
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ción durante la vida fetal en los espacios de Bowman, indiferenciado durante la infancia, que se origina por
de nefronas normalmente diferenciadas durante la histo- un fallo en la diferenciación embriológica de zonas o
génesis del blastema metanéfrico. áreas focales blastemales, debido a un error en el con-
Su patogenia es el resultado de defectos obstruc- trol geneticomolecular de la expresión del gen supre-
tivos del flujo urinario al nivel de la uretra, las válvulas sor del tumor de Wilms, responsable de la regulación
uretrales, el uréter, algunas porciones del sistema co- geneticomolecular del desarrollo nefrogénico.
lector urinario, o en la unión de la cápsula de Bowman Las características anatomopatológicas esenciales
con los túbulos. El oligohidramnios se puede presentar del tumor de Wilms están dadas por 3 componentes histo-
como un factor importante asociado a la gestación. lógicos distintivos: blastemal, epitelial y mesenquimal.
Blastemal. Está constituido por células pequeñas,
Nefroblastoma o tumor de Wilms indiferenciadas, que contienen escaso citoplasma; nú-
cleos hipercromáticos que presentan múltiples imáge-
Por su carácter neoplásico y elevado grado po- nes mitóticas y forman pequeños islotes y/o cordones,
tencial de invasión metastásica extrarrenal precoz, se conformadas por estructuras celulares epiteliales tubu-
considera uno de los tumores de mayor malignidad en lares, con ausencia de glomérulos y/o presencia de
pediatría, aunque su pronóstico es bueno después del glomérulos mal definidos morfológicamente, distribui-
tratamiento. dos por el estroma renal.
Generalidades 11
Epitelial. Forma estructuras tubulares y glomeru- mos polares inferiores están a 5 o 6 cm. Su cara o su-
lares con aspecto primitivo (embrionario). perficie anterior está orientada en posición anterolateral,
Mesenquimal. Su aspecto es fibroblástico, mientras la cara o superficie posterior está orientada
mixoide o fibromixoide; es menos común la diferencia- posteromedial, por lo cual no posee un perfecto aplana-
ción a músculo esquelético, músculo liso, hueso, cartí- miento anteroposterior.
lago, tejido adiposo o tejido neuroglial (elementos En el hombre adulto cada riñón sano pesa entre
heterólogos). 140 y 150 g; en la mujer es ligeramente menor y alcan-
La estadificación del tumor de Wilms es de gran za por lo regular alrededor de 125 g. Generalmente
importancia diagnóstica, pronó stica y terapéutica. miden entre 10 y 12 cm de longitud, 6 cm de ancho y 3 o
4 cm de espesor.
Envolturas y fijación. Cada riñón está rodeado
Anatomía funcional de los riñones por una cápsula delgada o envoltura fibrosa, constitui-
y las vías urinarias da básicamente por 3 capas o estratos, firmemente
unidos, que le permiten adaptarse a determinadas fun-
El aparato urinario está constituido por los riño- ciones mecánicas de fijación, protección y facilitar la
nes, que tienen la función de secretar la orina; los con- filtración con su actividad contráctil.
ductos excretores (cálices, pelvis renal y uréteres), que El estrato más externo es fibroso, mientras el es-
poseen la función de conducir la orina desde los riño- trato medio es muscular y está constituido por fibras
musculares lisas; el estrato o capa interna está adheri-
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nes hasta un reservorio dilatado (la vejiga) donde se
almacena la orina entre las micciones, para ulterior- do firmemente al parénquima renal, aunque en el riñón
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mente ser evacuada por la uretra hacia el exterior. sano normalmente la cápsula fibrosa puede ser despe-
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gada con facilidad. Inmediatamente, por fuera de esta
OD cápsula fibrosa existe una capa de tejido adiposo laxo,
Riñones denominada cápsula adiposa del riñón, de gran interés
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clínico como medio de fijación, en relación con la ptosis
Situación. Los riñones están situados en la pa- renal en sujetos extremadamente delgados.
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red posterior del abdomen, en posición retroperitoneal, Normalmente la cápsula adiposa del riñón pre-
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a cada lado de la última vértebra torácica y de las 2 pri- senta variaciones en su espesor, en relación con la edad
meras lumbares. Normalmente, el riñón derecho está y el grado de nutrición de los individuos.
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situado algo más bajo que el izquierdo. Inmediatamente por fuera de la cápsula adiposa
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Forma, color, consistencia, dimensiones, del riñón y en íntima unión con ella, existe una envoltu-
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peso, orientación y configuración externa. Cada ra fibrosa perirrenal, denominada fascia renal o fascia
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riñón tiene forma de haba o de habichuela alargada, perirrenal, que conjuntamente con la cápsula adiposa
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parecido a un frijol. Poseen una superficie lisa, son de contribuye a mantener los riñones en su situación y
color rojo oscuro y presentan 2 extremidades: superior orientación normales. La envoltura fibrosa perirrenal o
e inferior, denominadas también polos renales, además, fascia renal posee 2 características significativas: en
primer lugar, es una dependencia de la fascia subpe-
1 región interpolar, 2 caras o superficies convexas y
ritoneal, constituida por tejido conjuntivo, que refuerza
2 bordes bien manifiestos. El borde convexo se orien-
el peritoneo y contribuye a la fijación y protección del
ta hacia su porción lateral, mientras el cóncavo, orien-
riñón, para lo cual, a lo largo de su borde lateral, se
tado medialmente, está escotado en su porción media, divide en 2 hojas o fascias: una ventral y otra dorsal,
donde presenta el hilio renal, punto de entrada de la que se extienden sobre las caras o superficies ventral
arteria renal y nervios, y salida de la vena, los vasos y dorsal del riñón, hasta los extremos superior e infe-
linfáticos y el uréter. rior de los polos renales. En segundo lugar, la hoja o
El eje mayor de cada riñón posee una ligera orien- fascia que pasa por delante del riñón se denomina fascia
tación oblicua, de tal manera que existen diferencias prerrenal y la que pasa por detrás, fascia retrorrenal.
topográficas ostensibles entre los bordes mediales de Ambas se unen entre sí, al nivel del hilio, con los ele-
los extremos polares; así, el borde medial, correspon- mentos del pedículo renal.
diente al extremo po lar superior de cada riñón La fascia renal entre el riñón y la glándula
contralateral, se halla a 3 o 4 cm de distancia de la línea suprarrenal origina una expansión fibrosa, denominada
media, mientras que los bordes mediales de los extre- lámina intersuprarrenorrenal, que separa la cápsula
12 Urología
adiposa del riñón de la cápsula adiposa de la glándula Durante el desarrollo renal, parte del tejido cortical
suprarrenal y mantiene al riñón fuertemente fijado a la se extiende hacia los espacios entre las bases de las
glándula suprarrenal, limitando su movilidad, y confor- pirámides renales adyacentes y forma las columnas
ma una envoltura que encapsula por completo a este renales de Bertini, mientras la médula crece hacia la
órgano, en asociación con la glándula suprarrenal. corteza por medio de rayos finos que forman los rayos
La fascia retrorrenal contribuye a la fijación del medulares.
riñón, ya que en su región superior está firmemente Cada pirámide renal, con su corteza suprayacente,
unida al diafragma, y en su región media y caudal, por conforma un lóbulo renal, que en el adulto presenta
medio del grueso cuerpo adiposo pararrenal, a la fascia una superficie lisa y carece exteriormente de límites
del músculo cuadrado lumbar. precisos, a diferencia del periodo fetal y de lactancia
La existencia de grandes vasos, arterias y venas, en que existe una superficie renal irregular, dada por la
saliendo y penetrando en dirección transversal por el presencia de surcos que corresponden internamente
hilio renal, desde la aorta y la vena cava inferior, tam- con los límites de los lóbulos renales, expresión de la
bién proporcionan fijación y protección a los riñones, multilobularidad característica del riñón multipiramidal
en relación con los cambios de presión intraabdominal, de la especie humana.
producto de la contracción de la prensa abdominal. Un lobulillo renal constituye una unidad funcional
Así, la fijación de los riñones, en su situación y menor, que comprende un rayo medular (cortical); las
orientación normal, es asegurada fundamentalmente unidades renales o nefronas, que drenan en él, y la
por la fascia renal, la cápsula adiposa, los vasos rena- continuidad del rayo en una pirámide medular. En la
ÓN
les y el lecho muscular. corteza, los lobulillos están limitados por vasos sanguí-
CI
Configuración interna. En un corte sagital del neos interlobulillares, orientados en sentido radial.
UC
riñón (Fig. 1.11) se pueden describir 2 zonas perfecta- La estructura histológica del riñón está constitui-
mente diferenciadas: la más externa es la corteza, de
OD da por un parénquima y un estroma. El estroma renal
color rojo oscuro y aspecto granuloso, situada por de- está formado por tejido conjuntivo laxo, rico en células
PR
bajo de la cápsula y la más interna, la médula, de color y fibras reticulares, y el parénquima, por las nefronas,
más claro. La médula renal se divide en 8 a 12 masas que constituyen la unidad estructural y funcional del
RE
nales. La base de cada pirámide se localiza en el límite Las nefronas tienen una estructura epitelial, con
entre la corteza y la médula renal, mientras el vértice o una configuración tubular alargada y tortuosa, que co-
DA
ápice termina en las papilas renales que penetran li- mienza en una dilatación ciega (la cápsula glomerular),
BI
bremente en los cálices renales. en forma de receptáculo o copa de doble pared, que en
I
ÓN
renal está constituida por los corpúsculos renales y las
retropiélica, que constituyen arterias segmentarias que
CI
porciones distales y proximales de las nefronas, mien-
irrigan sus polos (arterias polares superior e inferior);
tras la médula consta de las partes descendentes y
UC
la otra rama irriga su porción central y se denomina
ascendentes del asa de Henle, así como de las porcio-
OD arteria interpolar (Fig. 1.7).
nes terminales de los tubos colectores y los conductos
En las arterias renales se suelen presentar ano-
papilares.
PR
malías, dadas por la existencia de arterias renales ac-
Tubo urinífero. Cada tubo urinífero está consti-
cesorias que nacen directamente de la aorta; en la
RE
donde la nefrona asegura la secreción urinaria y el tubo mente cruzan por delante del uréter y provocan su com-
BI
Riego sanguíneo. La circulación sanguínea del En el parénquima renal cada arteria segmentaria
OH
riñón posee gran importancia clínico-patológica para polar se divide en ramas, para irrigar 3 o 4 pirámides
PR
asegurar la homeostasis hidromineral del organismo, renales y las regiones corticales correspondientes (zona
ya que sus alteraciones pueden repercutir directamen- de irrigación denominada rénula); así, se forman las
te sobre la filtración glomerular y la presión arterial, arterias interlobares, interlobulares o radiales, que se
razón por la cual, producto de su intensa circulación dirigen por las columnas renales de Bertini, hasta la
sanguínea y gran vascularidad, suelen presentar fácil- región de unión corticomedular, en la base de las pirá-
mente lesiones hemorrágicas ante procesos inflama- mides renales; se dividen en arcos arteriales, que cons-
torios infecciosos o no, de carácter severo, así como tituyen las arterias arcuatas o arciformes, las cuales,
también ante traumatismos locales directos o indirec- desde su segmento primitivo original continúan en án-
tos, que se suelen manifestar externamente por la pre- gulo casi recto, paralelas a la superficie renal, sin for-
sencia de sangre en la orina (hematuria), lo cual puede mar anastomosis; se dirigen en forma radiada hacia la
ser un signo de orientación gnoseológica para el médi- periferia cortical, para formar un arco sobre las bases
co y de mucha preocupación para los pacientes. de las pirámides renales, de ahí su nombre de arterias
Cada riñón es irrigado por la arteria renal, rama arcuatas, arqueadas o arciformes. Como no estable-
visceral par de la aorta abdominal, que conduce gran cen conexiones anastomóticas entre sí, al ser ocluida
volumen sanguíneo por minuto a alta presión, a través una arteria interlobar por un trombo, la zona de irriga-
de un diámetro no menor de 6 a 7 mm, con una dispo- ción afectada puede provocar necrosis y originar in-
sición transversal, ligeramente oblicua hacia abajo y farto limitado a un segmento renal en forma triangular.
14 Urología
Desde las arterias arcuatas, arqueadas o arcifor- drena la sangre hacia la vena cava inferior, saliendo
mes se originan ramas laterales, que penetran en la por el hilio renal al lado de la arteria renal y el uréter.
sustancia cortical y forman las arterias intralobulillares; En el sistema yuxtamedular de la circulación
estas adquieren mucha importancia porque se ramifi- sanguínea renal no existen diferencias sustanciales
can en arteriolas glomerulares aferentes de los cor- entre los diámetros de las arteriolas glomerulares
púsculos renales, que se dividen y anastomosan entre aferentes y eferentes, los cuales son casi idénticos,
sí, y forman ovillos o redes capilares glomerulares, que por ello, la presión sanguínea en los capilares de estos
al confluir distalmente conforman las arteriolas glomeru- glomérulos no supera los 40 mm Hg, además, existe
lares eferentes, las cuales presentan características una característica diferencial esencial en la ci rcula-
morfológicas y fisiológicas diferentes a las arteriolas ción posglomerular de las arterias glomerulares eferentes
glomerulares aferentes. Las terminaciones distales de yuxtamedulares, con respecto a sus homónimas cortica-
las arterias intralobulillares irrigan la red capilar de la les, ya que a este nivel dichas arterias no se dividen,
cápsula renal. ramifican y separan inmediatamente después de su
En el sistema cortical de la circulación sanguí- emergencia del ovillo glomerular, sino luego de un ma-
nea, las arteriolas glomerulares eferentes son aproxi- yor trayecto descendente; siguen, entonces, un curso
madamente 2 veces menores por el diámetro, que las recto centrípeto, penetran en la médula radialmente y
arteriolas glomerulares aferentes, lo cual repercute en conforman una curva en asa u horquilla, que regresa a
la circulación sanguínea de los capilares de las nefronas la corteza interna para drenar en las venas arqueadas.
corticales y provoca niveles elevados de presión san- Con ello se facilita la irrigación de las regiones parame-
ÓN
guínea (de 70 a 90 mm Hg). dular y medular del riñón.
CI
Las arteriolas glomerulares aferentes superiores Es muy importante tener presente que se dividen
y ramifican repetidas veces, y originan en la región de
UC
irrigan las nefronas corticales, mientras que las
arteriolas glomerulares aferentes inferiores irrigan las
OD la corteza interna y la médula externa, un retículo de
nefronas yuxtamedulares, de esta manera, en los riño- capilares peritubulares que forman anastomosis arterio-
nes se destacan las circulaciones sanguíneas cortical y venosas peritubulares al nivel de la corteza interna y la
PR
tanciales en la regulación de la excreción urinaria, la la renal, originan las arteriolas rectas falsas o vasos
DA
presión hidrostática y la uropoyesis entre la región rectos falsos que descienden a distancias variables
BI
fisiológicas diferenciales, en relación con la circula- ascendente para formar las venas rectas.
ción posglomerular de los capilares originados de las Las ramas laterales de las arteriolas rectas fal-
PR
arteriolas glomerulares eferentes en ambas regiones, sas forman un retículo de anastomosis arteriovenular,
por ejemplo, el diámetro de las arteriolas glomerulares a partir de capilares peritubulares al nivel de la médula
eferentes de las nefronas corticales es menor que el externa para complementar la irrigación de las nefronas
diámetro de las arteriolas eferentes glomerulares yuxtamedulares y distalmente formar anastomosis arte-
yuxtamedulares. riovenosas, por donde la sangre, ulteriormente, drena
Por otra parte, las arteriolas glomerulares eferentes hacia las venas.
en la región cortical, se dividen, ramifican y separan La microscopia electrónica de la médula externa
inmediatamente después de su emergencia del ovillo revela que los vasos arteriales descendentes o arteriolas
glomerular y originan una segunda amplia red capilar, rectas falsas poseen un endotelio más grueso que los
formada por los capilares peritubulares, que rodean las vasos ascendentes o venas rectas, así como también
nefronas corticales y los rayos medulares cercanos, y que ambos vasos poseen una disposición regular en
constituyen el retículo o red peritubular cortical, carac- estrecha aproximación, lo que facilita el intercambio
terizado por un flujo sanguíneo rápido. de sustancias entre los compartimientos intra y extra-
La red peritubular cortical continúa en los vasos vasculares, y constituye un sistema de rete mirabile
del sistema venoso; estos se organizan paralelamente conjugatum, función que a su vez es facilitada por la
a los vasos arteriolares, y de manera progresiva drenan existencia de fenestraciones endoteliales en los vasos
las venas interlobulillar, arcuata, interlobar y renal, que rectos ascendentes venosos, que permiten un intercambio
Generalidades 15
rápido de sustancias difusibles entre ambas ramas, por extiende a lo largo del borde lateral del riñón, entre las
un sistema de intercambio en contracorriente. arterias suprarrenales y la rama testicular u ovárica.
Así, el aporte de oxígeno de la médula se origina En el drenaje venoso de la cápsula adiposa se
de los glomérulos de las nefronas yuxtamedulares, aun- distingue un arco venoso exorrenal, homónimo al
que la velocidad del flujo sanguíneo de las largas asas arterial, formado a partir de una red venosa perirrenal
de los vasos rectos es mucho menor que la del retículo que drena en las venas vecinas: renal, suprarrenales,
cortical, como resultado de ello, el flujo sanguíneo a cólicas, ureterales, frénicas inferiores y en las vénulas
este nivel es muy reducido y la médula interna posee estrelladas (Fig. 1.12).
un escaso aporte de oxígeno, que fisiológicamente se
relaciona con el hecho de que la mayor parte de la
energía producida en la médula interna se realiza, al
parecer, por glucólisis anaerobia.
Existen evidencias experimentales de que en de-
terminadas condiciones de estrés se puede provocar
una resistencia aumentada en los vasos corticales, que
conduce a la reducción del flujo por zonas o a la aboli-
ción total de la irrigación del flujo sanguíneo, mientras,
por el contrario, en la región medular persiste la circu-
lación sanguínea, relativamente constante.
ÓN
El drenaje venoso tiene una disposición similar al
CI
arterial, con excepción del ovillo glomerular y sus
arteriolas aferentes y eferentes, donde no existen com-
UC
ponentes venosos homónimos. En la corteza, los capi-
OD
lares se reúnen en pequeñas vénulas, las venas estrelladas,
que luego se unen para drenar en las ve nas inter-
PR
no así en los lugares donde existen formaciones consi- todas las ramificaciones arteriales, de las cuales reci-
derables de tejido conectivo, especialmente en asocia- ben a su vez soporte y comparten su distribución.
ción con los vasos sanguíneos. Básicamente participa el plexo solar, a través o
En el riñón, los vasos linfáticos se dividen en su- por intermedio de los ganglios aorticorrenales y el ner-
perficiales y profundos, derivados de la existencia de vio esplácnico menor, así como de sus ramas viscerales
una red de capilares linfáticos, originada en la cápsula y vasculares, que siguen a cada lado el trayecto de la
renal, y otra en asociación con los vasos renales ma- arteria renal y constituyen a su alrededor un plexo se-
yores, originada en el parénquima renal. Los linfáticos cundario, denominado plexo renal. La inervación sim-
superficiales proceden de las envolturas capsulares pática procede del plexo renal, por medio de nervios
renales y el peritoneo, mientras que los profundos se que cursan con las arterias, provenientes de los ganglios
extienden a través de los espacios interlobulillares. del plexo celiaco, el esplácnico menor y el esplácnico
mayor.
Ambas redes linfáticas se comunican por conductos
Los túbulos renales se inervan por los sistemas
linfáticos anastomóticos, donde los plexos periarteriales
simpático y parasimpático, aunque existen terminacio-
son más ricos en linfáticos que los plexos perivenosos.
nes polivalentes, donde un ramito del nervio termina en
Estos 2 sistemas de vasos linfáticos confluyen,
un túbulo renal y el otro, en el pilar. Existen considera-
en su mayor parte, hacia el seno renal; ulteriormente ciones acerca de que la inervación simpática compro-
siguen el trayecto de los vasos sanguíneos renales; el mete todos los vasos sanguíneos del riñón, incluyendo
drenaje eferente del riñón se produce por el hilio hacia los glomérulos y las arteriolas glomerulares aferente y
los nódulos linfáticos regionales, de forma distinta en el
ÓN
eferente, razón por la cual estímulos simpáticos poten-
riñón derecho que en el izquierdo.
CI
tes pueden producir vasoconstricción de las arteriolas
En la corteza renal existe una red de capilares renales.
UC
linfáticos que rodea los túbulos y corpúsculos renales, En su trayecto, el plexo renal presenta abundan-
desde donde la linfa drena hacia los capilares linfáticos
OD tes fibras y filetes nerviosos, y en forma variable, pe-
que rodean las arterias y venas interlobulillares. El dre- queños ganglios nerviosos, de los cuales el más
PR
naje linfático progresa desde los linfáticos de primer constante es el ganglio renal posterior, situado detrás
RE
los capilares linfáticos que rodean las arterias y venas volumen y la composición de los líquidos corporales,
arqueadas, las que a su vez continúan drenando hacia ya que el plasma de la sangre es filtrado y procesado
DA
los capilares linfáticos de la médula renal que rodean 60 veces cada día. El líquido filtrado por los capilares
BI
izquierda, y forman los colectores linfáticos anteriores, tanto, conducirá al médico a la búsqueda de su causa.
medios y posteriores. La vías anteriores, en situación Por otro lado, los riñones regulan la homeostasis
prevenosa, y las vías linfáticas medias, situadas entre mediante la eliminación de los catabolitos de desechos
que son productos del metabolismo de las sustancias
las arterias y las venas, drenan hacia los nódulos
ingeridas, lo cual se logra por el filtrado del plasma
linfáticos lateroaórticos, mientras las vías posteriores,
sanguíneo y la excreción de productos potencialmente
situadas en posición retropiélica y retroarteriales, drenan
tóxicos al organismo, por ejemplo, la urea, la creatinina
a los ganglios linfáticos retrocavos en el lado derecho y el ácido úrico, derivados del metabolismo de las pro-
y a los ganglios linfáticos lateroaórticos en el lado iz- teínas; la bilirrubina, derivada del metabolismo de la
quierdo. hemoglobina y los metabolitos de algunas hormonas,
Inervación. La inervación renal, en sentido ge- fármacos, etcétera.
neral, responde a su intenso grado de actividad circu- Paralelamente a estas funciones básicas, los ri-
latoria sanguínea y su gran vascularización, razón por ñones participan en la regulación de los equilibrios
la cual posee una compleja regulación nerviosa me- hídrico y electrolítico, de la presión arterial, del equili-
diante los nervios eferentes simpáticos, parasimpáticos brio ácido-base, de la formación de eritrocitos, en la
y fibras nerviosas posterorradiculares aferentes, que síntesis de glucosa e intervienen en la homeostasis de
se disponen en plexos alrededor de la arteria renal, con la gluconeogénesis y en la regulación de la formación
la cual penetran en el hilio renal y cursan el trayecto de de 1-25 dihidroxivitamina D3.
Generalidades 17
Por estas razones, en la insuficiencia renal agu- ¿Qué tipo de sustancias se deben tener pre-
da, cuando los riñones dejan de funcionar de manera sentes durante la formación de la orina? Durante
brusca, o en la insuficiencia renal crónica, cuando se la formación de la orina se deben tener presente 4 ti-
produce la pérdida progresiva y global de las funciones pos de sustancias: en primer lugar, las sustancias de
renales, los riñones pierden la capacidad de mantener fácil filtración por los capilares glomerulares, pero que
la homeostasis del organismo, al perder la posibilidad no se reabsorben por los túbulos renales, por ejemplo,
de realizar un filtrado efectivo del plasma sanguíneo, creatinina, urea y ácido úrico, derivadas del metabolis-
con la pérdida del control de la excreción de los pro- mo de las proteínas. Normalmente estas sustancias se
ductos catabólicos del metabolismo. excretan en grandes cantidades por la orina, razón por
Se producen, entonces, elevadas concentracio- la cual se debe controlar su ingestión durante la insufi-
nes de urea, creatinina y ácido úrico en sangre, ciencia renal.
hipertensión arterial, edema generalizado, alteraciones En segundo lugar, las sustancias de fácil filtra-
del equilibrio ácido-base y anemia. ción, pero que se reabsorben parcialmente, en mayor o
¿Cómo se forma la orina? La orina se forma menor grado en los túbulos renales, y regresan por
por medio de la filtración del plasma sanguíneo en los reabsorción a la sangre, por lo cual su excreción urina-
glomérulos, seguido de la reabsorción y la secreción ria es inferior a la filtración glomerular; entre estas se
tubular. encuentran algunos electrólitos del cuerpo. De esta for-
En un adulto normal el filtrado glomerular prome- ma, los iones de sodio, cloro y bicarbonato se reabsorben
dio es de 125 mL/min, equivalente a 180 L/día, lo cual en los túbulos renales y solamente aparecen en la ori-
ÓN
constituye 20 % del flujo plasmático renal. El líquido se na (en pequeñas cantidades).
CI
filtra en los capilares glomerulares, como respuesta a En tercer lugar, las sustancias de fácil filtración
UC
la elevada presión hidrostática que presenta la red ca- por los capilares glomerulares, pero que no se excretan
pilar glomerular. Los solutos filtrados dependen de su
OD por la orina, porque toda su concentración filtrada se
peso molecular, diámetro y carga bioeléctrica. reabsorbe en los túbulos renales y regresa a la sangre,
por ejemplo, aminoácidos y glucosa.
PR
El filtrado glomerular discurre al interior de la cáp-
sula de Bowman, túbulo contorneado proximal, desde En cuarto lugar, un grupo especial de sustancias
RE
donde circula hacia el asa de Henle, que desciende de fácil filtración glomerular, pero que no se reabsorben
o se reabsorben mal, y se incrementan por nuevas can-
SU
túbulos. Progresivamente su composición se va modi- bulares, para pasar entonces de la sangre a los túbulos.
BI
ficando, debido a la reabsorción de agua y de determi- Poseen tasas elevadas de excreción urinaria; se acla-
I
nados solutos que se van reintegrando a la sangre, o ran rápidamente de la sangre y se excretan por la ori-
OH
bien por la secreción de otras sustancias que pasan na; entre estas se encuentran las sustancias tóxicas
(venenos), consideradas extrañas, y agentes químicos,
PR
la orina? La capacidad de filtración varía en depen- En el proceso de filtración glomerular influye, ade-
dencia de la integridad de la barrera de filtración, su más, de manera importante, el equilibrio de las fuerzas
peso molecular, diámetro y carga bioeléctrica. La ba- hidrostáticas y coloidosmóticas, así como también el
rrera de filtración está constituida por un endotelio c a- coeficiente de filtración capilar (Kf), que se determi-
pilar fenestrado, rodeado por una membrana basal, que na, en última instancia, por la permeabilidad de las su-
presenta una red de fibras y fibrillas colágenas que se perficies de filtración de los capilares.
organizan entre grandes espacios de las fenestraciones La hipertensión arterial crónica no tratada y la
endoteliales, a través de las cuales se filtra el plasma diabetes mellitus pueden disminuir la Kf, ya sea redu-
con los solutos pequeños, lo que impide la filtración de ciendo el número de capilares funcionantes o aumen-
las proteínas plasmáticas, en parte, por las fuertes car- tando el grosor de la membrana capilar glomerular, y
gas eléctricas negativas que generan los proteoglicanos, como consecuencia disminuyen su conductividad hi-
por lo cual la membrana basal es el obstáculo principal dráulica y provocan, de manera g radual, insuficiencia
al paso a la filtración de las proteínas plasmáticas. renal.
La superficie externa de la barrera de filtración En los procesos obstructivos de las vías urinarias
es de naturaleza epitelial. Básicamente está constitui- suele aumentar la presión hidrostática en la cápsula de
da por células que poseen grandes expansiones Bowman, lo cual dificulta intensamente el filtrado
protoplasmáticas, parecidas a un pie, denominadas glomerular, que ulteriormente puede disminuir de ma-
podocitos, que permiten mantener la separación exis- nera gradual, a menos que no se resuelva la obstruc-
tente entre los poros o fenestraciones de rendija para ción, y suele conducir a insuficiencia renal.
ÓN
facilitar el paso del filtrado glomerular. Una capacidad
CI
de filtración de uno indica que esa sustancia se filtra
con la misma facilidad que el agua y constituiría la ca- Vías urinarias y conductos excretores
UC
pacidad máxima de filtración; toda fracción inferior a
OD
uno dará el tanto por ciento de filtración con respecto Las vías urinarias comienzan en el seno renal, a
al agua, así, algunos electrólitos y moléculas orgánicas partir de la formación de los cálices renales, y conti-
PR
pequeñas se filtran con gran velocidad, por ejemplo, el núan con la pelvis, los uréteres, la vejiga y la uretra
RE
búmina, la capacidad de filtración disminuye progresi- ca de que sus paredes tienden a engrosarse desde los
vamente, hasta que se acerca a cero. Las grandes cálices menores hacia la vejiga. Internamente están
DA
moléculas con carga eléctrica negativa se filtran con revestidos por una membrana mucosa, poseen una capa
BI
menos facilidad que las moléculas de igual tamaño, car- media muscular y se rodean de una capa adventicia.
I
ÓN
ficie irregular, dada por las proyecciones de 4 a 10 mm to descendente poseen diferentes porciones:
CI
de altura que presentan las convexidades de las papilas Abdominal: recorre la cavidad abdominal.
UC
renales, que alternan con depresiones existentes entre Pélvica: recorre la cavidad pélvica.
estas. Se observan papilas renales simples, caracteri-
OD Intramural: porción uretral que queda incluida den-
zadas por su tamaño pequeño, y las papilas renales tro de la pared de la vejiga.
PR
compuestas, caracterizadas por su superficie volumi-
nosa y presencia de surcos longitudinales con variable
RE
Capa adventicia fibroelástica. Constituye la núcleo perineal primitivo, mientras la membrana cloacal
capa más externa del uréter; básicamente está con- se divide en membrana urogenital, situada centralmen-
formada por tejido conectivo fibroelástico. te, y la membrana anal, en situación dorsal.
Los uréteres son inervados por el simpático y en Según Hamilton y Mossman, el seno urogenital
su segmento inferior participa, además, la inervación primitivo está conformado básicamente por 2 porcio-
parasimpática. nes principales, con respecto a la desembocadura de
los conductos mesonéfricos.
Porción superior o cefálica. La porción supe-
Desarrollo de la vejiga y la uretra rior o cefálica, denominada canal vesicouretral, origina
la vejiga urinaria y la uretra primaria. Inicialmente es
El origen embriológico de la vejiga y la mayor
la más voluminosa; se continúa en su extremo superior
parte de la uretra se relaciona con la evolución
con el alantoides, que progresivamente disminuye de
filogenética de la cloaca, que primitivamente, durante
tamaño y regresa por obliteración, formando un cor-
la cuarta semana del desarrollo prenatal humano, cons-
dón fibroso, denominado uraco, que une el vértice de
tituye una cámara endodérmica común, separada del
la vejiga al ombligo y en el adulto constituye el liga-
exterior por la membrana cloacal, que descansa en una
depresión externa denominada proctodeo; internamente mento umbilical medio (Fig. 1.14). En el sexo femeni-
está conformada por la porción terminal dilatada del no la uretra primaria origina la uretra definitiva, mientras
intestino primitivo posterior, que recibe o se continúa en el sexo masculino, la porción superior de la uretra
ÓN
con el alantoides. prostática.
Formación del trígono vesical. Durante la divi-
CI
Primitivamente recibe productos fecales, urina-
rios y reproductores, desde donde son expulsados al sión de la cloaca se producen cambios anatómicos
UC
exterior. Durante el final de la cuarta semana del de- esenciales en las relaciones de desembocadura de los
OD
sarrollo prenatal humano y hasta mediado y final de la conductos mesonéfricos y los primordios ureterales en
séptima, la cloaca se divide en una porción dorsal, de- proceso de desarrollo. Inicialmente los brotes o diver-
PR
nominada conducto anorrectal, y una porción ventral, tículos ureterales surgen como resultado de una
RE
denominada seno urogenital primitivo, por la forma- evaginación dorsal de la porción caudal del conducto
ción de una cresta o tabique mes odérmico transver- mesonéfrico, próximo a su desembocadura en el seno
SU
sal, denominado tabique urorrectal, que crece hacia la urogenital primitivo, por lo cual la porción más caudal e
DA
membrana cloacal. En el sitio de fusión se forma el inferior de cada conducto mesonéfrico, por debajo del
BI
I
OH
PR
ÓN
denominado porción pelviana del seno urogenital defi-
CI
nitivo, que en el varón origina la porción inferior de la
UC
uretra prostática y toda la uretra membranosa.
OD Inicialmente, la porción inferior del seno urogenital
definitivo es aplanada en sentido lateral y se separa del
PR
exterior por la membrana urogenital; se denomina por-
ción fálica, en el varón origina la uretra peneana y en
RE
Malformaciones congénitas
DA
BI
de revestimiento endodérmico que formará la lámina mando la fístula uracal, donde se puede observar la
uretral, y su ulterior cierre o fusión ventral de los plie- presencia de orina por el ombligo.
gues uretrales sobre la lámina uretral, para formar la La retención de parte de la permeabilidad de la
uretra peneana, además, asegura la formación y pos- luz del alantoides determina la existencia del quiste
terior canalización de la placa o cordón epitelial uracal, mientras la persistencia de la luz de la porción
ectodérmico de la uretra en la porción más distal del superior del alantoides, en continuidad con la vejiga,
falo, que originará la uretra balánica y el meato uretral origina el seno uracal.
externo.
La comprensión de la regulación de la influencia
endocrinomolecular de la testosterona fetal permite Vejiga
interpretar la embriopatogénesis de malformaciones
congénitas uretrales, por ejemplo, las hipospadias, donde Presenta características anatómicas típicas dife-
se produce la fusión incompleta de los pliegues uretrales rentes en el recién nacido, la mujer, el hombre y, ade-
en la cara inferior del pene, con aberturas anormales más, con respecto a sus relaciones anatómicas cuando
de la uretra al exterior, así como también defectos con- está vacía, llena o distendida.
génitos mayores donde puede faltar, en mayor o me- Desde el periodo fetal tardío y los primeros me-
ses de lactancia, la configuración externa de la vejiga
nor grado de dimensión, la fusión de los pliegues
urinaria es periforme porque se presenta en forma alar-
uretrales, hasta conformar una hendidura ventral
gada y dilatada transversalmente en su extremo infe-
peneana escrotal, que ha sido causa de grandes con-
ÓN
rior, situada mayormente hacia el abdomen. Con la
flictos en la historia de la sexología para asignar el sexo
obliteración del uraco después del nacimiento, la vejiga
CI
macrosómico de algunos a varones afectos, que han
urinaria se alarga progresivamente y se va profundi-
UC
dado como hembra a la hora del nacimiento, porque en
zando gradualmente en la cavidad pélvica.
estos casos los pliegues escrotales, por su aumento de
OD En el adulto, cuando la vejiga urinaria está vacía,
volumen fisiológico producto del edema congestivo se encuentra contenida por entero en la cavidad
neonatal, se asemejan mucho a los labios mayores de
PR
pelviana, detrás de la sínfisis del pubis. Es aplanada de
una niña recién nacida, lo que recuerda la existencia arriba a abajo y de adelante para atrás; presenta 1 cara
RE
aunque son de gran interés para la cirugía urológica en grado variable en el abdomen. En general, constitu-
BI
porque se suelen asociar a extrofia vesical; en estos ye un receptáculo biológico para acumular la orina, con
I
casos la desembocadura de la uretra se encuentra en una capacidad permisible (sin causar dolor) entre 500 y
OH
el dorso del pene. En las epispadias el defecto congé- 700 mL. Anatómicamente, en los hombres se sitúa por
nito primario obedece a la posición primitivamente anor-
PR
ÓN
Las paredes de la vejiga se irrigan por la arteria engrosado y constituye el esfínter interno de la vejiga.
vesical inferior, rama de la arteria iliaca interna, y por Uretra masculina. La uretra masculina es un
CI
la arteria vesical superior, rama de la primitiva arteria conducto con funciones urinaria y genital, porque en el
UC
umbilical; también contribuyen en su irrigación la arte- hombre constituye, además, la vía de excreción genital
ria renal media y otras arterias contiguas. El drenaje
OD que conduce el semen al exterior durante la eyacula-
venoso se origina en el plexo venoso vesical y drena ción; mide entre 18 y 20 cm de longitud y se extiende
PR
hacia las venas iliacas internas. El drenaje linfático tie- desde la vejiga hasta el extremo distal del glande, en el
ne lugar en los nódulos linfáticos iliacos internos. pene, donde se delimitan básicamente 3 porciones:
RE
La inervación de la vejiga se realiza por el plexo 1. Uretra prostática, que mide 4 cm de longitud.
SU
vesical superior, que contiene nervios simpáticos y 2. Uretra membranosa, que mide 1 cm de longitud.
parasimpáticos. 3. Uretra esponjosa o cavernosa, que mide 15 cm de
DA
longitud.
BI
I
ÓN
queratinizado, que se continúa con el epitelio de la piel
CI
que recubre al glande. El orificio externo de la uretra
UC
Fig. 1.16. Utrículo prostático. es poco distensible, por ello es necesario lubricar bien la
OD sonda desde el inicio de su maniobra de introducción.
El calibre de la luz uretral es variable porque po-
Uretra membranosa. Constituye la porción más see zonas estrechas y dilatadas en su trayecto, según
PR
corta, estrecha y menos distensible de toda la uretra; las mediciones de la luz uretral con moldes metálicos:
RE
está comprendida entre el segmento uretral, que se el mayor calibre está al nivel de la dilatación bulbar,
extiende desde el vértice de la próstata, hasta el bulbo con un diámetro de 16,8 mm; le siguen en orden de-
SU
del pene. Se sitúa por detrás y por debajo del ligamen- creciente el punto medio de la porción prostática, con
DA
to arqueado del pubis, atravesando en su trayecto el 11,3 mm; el orificio uretral externo, 5,7 mm, y el sitio de
BI
diafragma urogenital con sus fascias superior e infe- unión de la porción esponjosa con la membranosa, que
I
rior. Durante su trayecto a través del diafragma uro- presenta el menor calibre, 4,5 mm de diámetro, sin
OH
genital, a la capa muscular lisa se añaden fibras embargo, por las características de distensibilidad del
musculares estriadas que forman el esfínter externo conducto uretral se recomienda usar sondas vesicales
PR
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
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Sus paredes se caracterizan por su capacidad de terismo y el manejo de las sondas vesicales, porque
distensibilidad, por lo cual se pueden dilatar entre 7 y constituye la porción más estrecha de la uretra feme-
8 mm de diámetro. Normalmente, en los periodos inter- nina y se abre al exterior por encima del orificio de la
micción las paredes anterior y posterior están adosadas vagina.
entre sí. La pared posterior de la uretra femenina se
relaciona con la pared anterior de la vagina.
La capa o estrato muscular liso presenta las mis- Próstata
mas características propias de la uretra, ya que posee
La próstata es una glándula exocrina tubulo-
una capa interna de músculo liso longitudinal y otra capa
alveolar, que rodea la porción inicial de la uretra mas-
circular externa, que aumenta de grosor en el orificio
culina; presenta interrelaciones endocrinas, testiculares
de salida vesical y constituye el esfínter interno de la e hipotalámicas, y un grado elevado de potencialidad
vejiga. La uretra, en su extensión inferior, al salir de la oncogénica. Su configuración externa es irregularmente
pelvis cruza el diafragma urogenital con sus fascias y globular o cónica. En el hombre adulto posee su diá-
es rodeada por las fibras musculares estriadas, perte- metro mayor transversal, dirigida hacia la vejiga uri-
necientes al músculo constrictor uretral, que forman el naria, región que constituye la base prostática; mide
esfínter externo de la uretra. alrededor de 3,5 cm; su diámetro anteroposterior tie-
El orificio uretral externo tiene gran importancia ne un valor aproximado de 2 cm, en la porción supe-
en la práctica médica y de enfermería para el ca te- rior de la glándula, y su eje vertical es de 3 cm.
26 Urología
La porción inferior es la más estrecha y constitu- y originará los componentes del estroma glandular
ye el vértice o ápice, que está dirigido hacia el diafragma prostático.
urogenital. La superficie ventral o anterior de la glán- Desde el inicio de su desarrollo en el esbozo prostá-
dula es convexa, está dirigida hacia la sínfisis del pubis tico, en su crecimiento externo establece 2 zonas bási-
y constituye su cara anterior, mientras la superficie o cas diferenciales, una interna y otra externa. En la zona
cara posterior o dorsal de la glándula está aplicada a la interna se diferencian las glándulas mucosas y sub-
superficie anterior del recto, separada de esta por la mucosas, mientras en la externa, las glándulas pros-
delgada fascia pelviana del septo rectovesical. táticas propiamente dichas. Así mismo, desde su
Su superficie o cara posterior o dorsal es atrave- desarrollo precoz las evaginaciones epiteliales van for-
sada en dirección caudomedial por los conductos mando progresivamente agrupaciones entre el mesén-
eyaculadores, para abrirse en la cara posterior de la quima, para delimitar los lóbulos característicos de la
uretra, delimitando internamente una zona triangular, próstata en el adulto.
que constituye el segmento medio o istmo de la prósta- El lóbulo medio entre los conductos mesonéfricos
ta; la porción restante, mucho más voluminosa, con- que se diferencian en conductos eyaculadores, es el
forma los lóbulos derecho e izquierdo. primero en distinguirse, y progresivamente se desarro-
El utrículo prostático, vestigio embrionario poten- llan las agrupaciones epiteliales que originarán el lóbu-
cialmente oncogenético del extremo inferior de los con- lo anterior, el lóbulo posterior y los 2 lóbulos laterales.
ductos paramesonéfricos o de Müller fusionados, forma Así, al final del cuarto mes de la vida fetal, la glándula
una pequeña dilatación sacular en la pared dorsal de la posee sus características morfológicas básicas y está
ÓN
uretra, para abrirse en el colículo seminal. constituida por más de 50 evaginaciones independien-
CI
La glándula prostática está protegida por las ho- tes (Lowsley, 1912, citado por Patten), sin embargo,
UC
jas de la fascia pelviana, pero más internamente, con hasta el final del tercer trimestre del desarrollo fetal,
respecto a la fascia pelviana, está rodeada por su cáp-
OD gracias al desarrollo de los tabiques fibromusculares
sula propia, constituida por tejido fibroelástico y fibras del estroma, la delimitación de los lóbulos prostáticos
musculares lisas. El tejido fibromuscular de la cápsula no es más precisa.
PR
prostática penetra entre los lóbulos y forma el estroma Al momento del nacimiento, la próstata constitu-
RE
glandular, donde se destaca la presencia de fibras mus- ye una masa globular de casi 1 cm de diámetro, donde
culares lisas; a su vez, penetran en la sustancia glan- predomina el tejido fibromuscular parenquimatoso so-
SU
dular parenquimatosa para dividirla en lobulillos bre el tejido glandular, pero durante la ontogénesis
DA
glandulares prostáticos, formados entre 20 y 30 unida- posnatal sus características morfofisiológicas varían
BI
des secretorias tubuloalveolares, adaptadas para las ostensiblemente, en dependencia de la edad que regu-
I
su secreción hacia los conductos prostáticos que se glandular, los componentes fibromusculares del estroma
abren en la pared posterior de la uretra prostática, al y la producción de testosterona. Así, durante la infan-
PR
nivel del verumontanum, a los lados del colículo seminal. cia el epitelio glandular está constituido por 2 tipos de
Ontogénesis. La próstata inicia su desarrollo a células cilíndricas bajas o cúbicas, sin signos de activi-
fines del tercer mes de la vida prenatal, justamente dad secretoria, mientras el estroma está muy engrosado.
después del inicio de la producción de testosterona, la Durante la pubertad, el epitelio glandular aumen-
diferenciación de los cordones testiculares y las célu- ta progresivamente en altura y presenta actividad
las intersticiales de Leydig. El primer signo de desa- secretoria, hasta llegar al acmé de su maduración (en-
rrollo prostático está dado por la formación de varias tre los 20 y 35 años de edad), periodo de máxima acti-
evaginaciones o brotes epiteliales endodérmicos, origi- vidad funcional en la próstata, donde los elementos
nados por crecimiento externo del revestimiento del glandulares del parénquima prevalecen sobre los ele-
primordio de la futura uretra prostática, al nivel de la mentos fibromusculares del estroma. Se observa que
desembocadura de los conductos mesonéfricos o de las glándulas alveolares y los conductos presentan epi-
Wolff, que originarán los conductos eyaculadores. telio cilíndrico alto, con redes de Golgi bien desarrolla-
Estos brotes epiteliales endodérmicos crecen al- das en las unidades secretorias, de manera que la
rededor de la uretra, por encima y por debajo de esta próstata adquiere su desarrollo completo después de la
zona de transición epitelial, y se dirigen externamente, pubertad.
en forma periférica, hacia el mesénquima circundante A partir de los 40 años de edad comienza progre-
que lo rodea, que se diferenciará en tejido fibromuscular sivamente el proceso de regresión de la actividad
Generalidades 27
prostática, donde los elementos glandulares del parén- que contiene una determinada cantidad de enzima fos-
quima experimentan, lentamente, procesos regresivos tatasa ácida. El líquido prostático f luidifica el semen,
que conducen finalmente, en la edad senil, a la atrofia, neutraliza la acidez del fluido vaginal y estimula la
así, a partir de los 60 años, en la luz del epitelio glandu- motilidad del espermatozoide.
lar aparecen, de manera progresiva, numerosas célu- La próstata adquiere su desarrollo vascular com-
las bajas y se acumulan las concreciones prostáticas, pleto después de la pubertad, cuando es irrigada por
redondas, ovales o angulosas que pueden estar calcifica- ramas arteriales procedentes de las arterias vesicales
inferiores y las rectales medias.
das y suelen producir distensión de la glándu la; asocia-
El drenaje venoso se realiza a través del plexo
do a ello, los elementos fibromusculares del estroma vesical y prostático, de donde drena hacia las venas
proliferan y se tornan cada vez más compactos. vesicales inferiores. Los linfáticos drenan en los ganglios
La secreción prostática es un líquido de aspecto situados en la parte anterior de la cavidad pelviana.
lechoso, ligeramente alcalino, con olor característico, Los nervios proceden del plexo hipogástrico inferior.
ÓN
CI
UC
La semiología permite conocer los síntomas y sig-
OD
nos de una disciplina dada, así como plasmar en las
historias clínicas, de manera científica, lo expresado
PR
Dolor lumbar
El dolor lumbar provoca una sensación molesta
en dicha región; su intensidad es variable: desde el do-
lor sordo hasta la nefralgia intensa. Se localiza en la
región costomuscular y puede irradiar hacia el
hemiabdomen correspondiente. Cuando es de origen
renal, se puede deber a:
Dilatación de las cavidades pielocaliciales de causa
obstructiva, como se observa en la litiasis pieloure-
teral (Fig. 1.18).
Hiperemia y edema inflamatorio de las propias ca-
vidades, como se observa en las infecciones de es- Fig. 1.18. Dilatación de las cavidades pielocaliciales.
tas estructuras (Fig. 1.19).
Distensión de la cápsula renal por edema o colec-
ciones infecciosas o hemáticas, por ejemplo, en la Tanto en un caso como en los otros, el espasmo
pielonefritis aguda, el ántrax renal y el hematoma del uréter y la pelvis desempeña una función importan-
subcapsular traumático. te en la patogenia del dolor. El dolor agudo se conoce
28 Urología
como cólico nefrítico, pero algunos prefieren denomi- derar la densidad de la orina, pues al estar muy con-
narlo dolor ureteropiélico; es un dolor muy fuerte, que centrada se orina menos.
se produce al enclavarse un cálculo en el uréter, y pro- Cuando es provocada por enfermedad, para su me-
voca una dilatación de las cavidades pielocaliciales de jor comprensión se puede dividir en:
una manera brusca. Prerrenal (hemodinámica): se observa en la des-
rulonefritis aguda.
Posrenal: obstrucciones del tracto urinario.
Alteraciones de la micción
ÓN
Las alteraciones de la micción se conocen como
CI
disuria, que significa dificultad para orinar; sus causas
Fig. 1.19. Congestión medular.
UC
más frecuentes son la infección y la obstrucción.
OD Polaquiuria: la diuresis en cantidades normales se
El cólico nefrítico es uno de los dolores más in- realiza en micciones más frecuentes, lo que resulta
PR
tensos que puede sufrir una persona, comparado por muy molesto para el paciente, ya que tiene que con-
algunos con el dolor que se produce por el infarto agu- currir con más frecuencia a vaciar su vejiga. Puede
RE
mujer). Inflamatoria.
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Litiásica.
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Neoplásica.
Alteraciones de la diuresis
I
Compresiva.
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Psicogénica.
La diuresis normal oscila entre 800 y 1 500 mL Asimismo, puede ser diurna y nocturna. Clínica-
PR
diarios, pero se puede alterar por causas fisiológicas o mente, la diurna se manifiesta en el estrés psíquico
enfermedades: y la litiasis vesical. La nocturna se observa en el
Poliuria: emisión de un volumen de orina superior a adenoma y adenocarcinoma de próstata.
lo normal (puede llegar a varios litros); se presenta Micción prolongada: es una micción lenta, con poca
de manera fisiológica cuando se ingieren grandes fuerza. Se observa en los procesos obstructivos.
cantidades de líquido, por ejemplo, en los tomadores Micción demorada: se presenta cuando existe cier-
de cerveza. Se observa en determinadas enferme- ta vacilación para comenzar la micción. Puede ser
causada por inhibición psíquica o enfermedad obs-
dades:
tructiva, por ejemplo, en la hiperplasia benigna de
Diabetes mellitus, debido al efecto osmótico de la
la próstata o el adenocarcinoma correspondiente
glucosa que se pierde por la orina.
a este órgano.
Insuficiencia renal, por la pérdida de concentra-
ción de orina.
Diabetes insípida, por la falta de producción de la Alteraciones del chorro de orina
hormona antidiurética.
Oliguria: disminución de la diuresis por encima de El chorro de orina es una observación que siem-
los límites normales inferiores. Es necesario consi- pre se ha tenido en cuenta para valorar la obstrucción
Generalidades 29
del tracto urinario inferior. Cuando se altera, se obser- Retención crónica de orina. Se instala progre-
va fino, bífido, múltiple, así como en forma de sable o sivamente; puede ser completa cuando el enfermo no
tirabuzón. La estrechez uretral es la causa más fre- orina nada o incompleta cuando orina algo.
cuente. En los niños puede deberse a la valva de ure-
tra posterior.
En la litiasis vesical el chorro de orina se puede
Incontinencia urinaria
interrumpir de forma brusca, al ocluir el cuello vesical.
La incontinencia urinaria se manifiesta por la sa-
lida involuntaria de la orina, ya sea por la uretra o el
Retención urinaria orificio patológico.
Salida por la uretra:
La retención urinaria se caracteriza por la impo- Lesión traumática del esfínter vesical.
sibilidad de vaciar la vejiga voluntariamente; puede ser Lesión medular congénita.
aguda y crónica, y esta última, a su vez, completa e
incompleta (Fig. 1.20). Se origina de manera brusca, Salida por fuera de la uretra:
por ejemplo, cuando un cálculo ocluye el cuello vesical, Fístula vesicovaginal (Fig. 1.21).
o en la ruptura total y completa de la uretra posterior. Desembocadura ectópica del uréter en la vagina.
ÓN
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hace un pequeño esfuerzo como toser, reír, correr, etc., debe diferenciar de la que ocurre en los pacientes con
se produce el escape de orina por la uretra. Esta salida sondas permanentes, que fluye de la sonda y el borde
involuntaria se observa también en la vejiga neuro- del meato, y la que se presenta en los paciente fimóticos
génica. cuando el esmegma se infecta, la cual sale por los bor-
Micción imperiosa. Se presenta cuando no se des del orificio prepucial.
pueden aguantar los deseos de orinar; el paciente, si Su origen puede ser bacteriano (gonococo), pa-
no orina, se orina, por un reflejo exagerado de la mic- rasitario (trichomonas) y micótico (monilias), y con
ción. Se observa en la cistitis aguda, por ejemplo, cuando menor frecuencia, viral o químico. La más florida es la
las mujeres comienzan las relaciones sexuales, y en uretritis gonocócica, enfermedad milenaria que aún es
las obstrucciones urinarias crónicas que concomitan frecuente en las enfermedades de transmisión sexual
con una infección. y, a pesar de los adelantos en los tratamientos, no ha
Enuresis. Se define como la persistencia de sido posible erradicarla.
micciones incontroladas, más allá de la edad en la que
se alcanza el control vesical. Actualmente se conside-
ra normal que un niño se orine en la cama (durante el Alteraciones macroscópicas
sueño) hasta los 5 años. Se tendrán en cuenta los fac- de la orina
tores de maduración uretrovesical y las anomalías con-
génitas, además, es muy importante el ambiente familiar. La orina normal es un líquido amarillo, transpa-
En los niños sanos el tratamiento psicológico cura la rente y brillante; en condiciones anormales se puede
enfermedad.
ÓN
presentar en 2 tonalidades principales: turbia, de as-
Incontinencia por rebosamiento o paradóji- pecto blanquecino o sucio, y rojiza. A continuación se
CI
ca. Es una forma de incontinencia que se observa en describen sus manifestaciones.
UC
los que presentan obstrucción crónica; se caracteriza Orinas turbias:
por un goteo constante de orina, debido al vencimiento
OD Piuria: la orina contiene piocitos que pueden alterar
esfinteriano. El ejemplo del barril lleno de agua, al cual su aspecto. En ocasiones es tenue, como en las
PR
se le agrega un cubo más, es muy evidente. pielonefritis o cistitis, o pueden ser francamente
Ardor y dolor al orinar. Durante un proceso purulentas, como en una pionefrosis. En este caso
RE
infeccioso se puede presentar ardor al orinar. Cuando su olor puede variar desde el amoniacal hasta la fe-
SU
ÓN
Sangre menstrual: salida de sangre de los genitales; pre causada por una filaria.
CI
es necesario un examen físico cuidadoso para Tumores del escroto.
UC
detectarla.
Quistes sebáceos del escroto.
OD
Existen otras causas de orina rojiza, por ejemplo,
la hemoglobinuria, la coluria y las provocadas por me- Disminución del volumen del escroto. Pue-
PR
Criptorquidia.
I
Orquiectomía.
en la torsión del cordón espermático o la orquiepidi-
dimitis aguda.
Rubor y calor. Se observan en los procesos Síntomas dependientes del pene
inflamatorios que afectan el escroto y su contenido.
Aumento del volumen del escroto. Para es- Dificultad para descubrir el glande. Constitu-
tudiarlo de una forma más didáctica, se divide de la ye uno de los síntomas más importantes. A continua-
manera siguiente: ción se describen sus manifestaciones:
Independiente del testículo, epidídimo y cordón Fimosis congénita: se refiere al orificio prepucial
espermático: estrecho, de bordes suaves, que dificulta retraer el
Hernia inguinoescrotal. prepucio para descubrir el glande. Casi siempre se
Hidrocele de la vagina del testículo. puede realizar una reducción manual para practicar
Hidrocele comunicante. una higiene genital adecuada. En algunos casos hay
Hematocele. que realizar la circuncisión.
Piocele. Fimosis adquirida: orificio prepucial estrecho, de
Dependiente del testículo y/o sus hidátides: bordes rugosos o esclerosos, con cambios en el co-
Torsión de testículo y/o sus hidátides. lor de la piel, que no permite retraer el prepucio y
Orquiepididimitis. siempre es tributario de la circuncisión.
32 Urología
Prepucio redundante: cubre el glande, pero permite atribuía a trastornos psíquicos, pero hoy día se le ha
retraer el prepucio para descubrirlo y hacer una hi- dado mucha importancia a los trastornos de origen
giene genital adecuada. En caso de no ser posible, vascular y existen muchos medicamentos y procedi-
se puede realizar la circuncisión, aunque prepucio mientos quirúrgicos para tratar esta afección.
redundante no es sinónimo de circuncisión. Eyaculación precoz. Es un síntoma muy moles-
Incurvación: el pene se puede incurvar en la hipos- to, ya que al eyacular sin que la pareja se sienta satis-
padia, ya que la cuerda fibrosa que sustituye la ure- fecha, trae trastornos en las relaciones sexuales. Se
tra y que no son más que restos del cuerpo esponjoso, han invocado enfermedades psíquicas o alteraciones
provocan la incurvación. al nivel de la próstata o un prepucio redundante.
Ausencia de eyaculación. Se relaciona con la
Pueden existir otras alteraciones dorsales, ingestión de algunos medicamentos, hipotensores o
ventrales y laterales. En la induración plástica del pene psicofármacos. En las adenomectomías, que se traba-
ja sobre el cuello vesical, la eyaculación puede ser re-
o enfermedad de Peyronie, que no es más que la fibrosis
trógrada.
de la envoltura de los cuerpos cavernosos, se presenta
Hemospermia. Eyaculación sanguinolenta, que
incurvación, la cual se manifiesta con mayor intensi-
se observa en los excesos sexuales y en los procesos
dad durante la erección. malignos de las glándulas seminales.
Infertilidad. Por definición, una pareja es estéril
Síntomas relacionados cuando, luego de tener relaciones sexuales normales
durante 2 años, no logra la concepción.
ÓN
con la actividad sexual En la infertilidad masculina las causas más fre-
CI
cuentes son:
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Priapismo. Término proveniente de Príapo, dios Orquitis por parotiditis.
de la erección y la fecundación. Se trata de la erección
OD Criptorquidia.
mantenida del pene, independiente de toda actividad Traumatismo.
Exposición a radiaciones.
PR
sexual y con flacidez del cuerpo esponjoso y el glande.
Entre sus causas más frecuentes se encuentran la Exposición a radiaciones y diversos productos quí-
RE
gicas y psíquicas.
Dificultad para la erección. Es un síntoma fre- Hipospadia marcada.
DA
cuente, sobre todo con el avance de la edad. Antes se Anticuerpos contra los espermatozoides.
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OH
PR
El empleo de instrumentos para explorar y reali- sideraciones. A continuación se brinda una definición
zar procedimientos terapéuticos en el tracto urinario de los instrumentos uretrovesicales.
es muy distintivo, de tal forma que estos le imprimieron Sondas. Instrumentos largos y delgados por lo
común, que se introducen en un conducto o cavidad
una personalidad propia a quienes los practicaron y
con fines de exploración y evacuación especialmente.
dieron lugar a la urología, derivada entonces de la ciru-
Catéter. Instrumento tubular quirúrgico para el
gía y adornada con estas prácticas instrumentales. desagüe de líquidos de una cavidad del cuerpo o para
La consulta de los textos clásicos y la experien- distender un paso o conducto. La definición lleva im-
cia de las últimas décadas, unidas a las posibilidades plícito que el instrumento tiene luz para poder evacuar
actuales de dicha instrumentación, marcan estas con- contenidos líquidos.
Generalidades 33
Bujía o candelilla. Instrumento cilíndrico que se por la sonda y después se puede inflar el balón, si se
introduce en la uretra como medio explorador. trata de una sonda de Foley.
Candelilla dilatadora. Se emplea para dilatar
las estrecheces uretrales.
Cateterismo. Empleo o paso de un catéter por ¿Qué sondas se pueden utilizar?
un conducto o cavidad; exploración de un conducto
por medio de un instrumento, de forma y dimensiones Sonda de Nelaton (de goma o plástica). Tiene
adecuadas. el extremo sólido y un orificio lateral (Fig. 1.22); si se
Cateterismo uretrovesical. El paso de un ca- trata de un cateterismo por una sola vez, para un estu-
téter a la vejiga, a través de la uretra, puede ser nece- dio radiográfico, medir el residuo vesical, hacer una
sario como un procedimiento diagnóstico: exploración instilación vesical de alguna sustancia terapéutica, va-
uretral, medición del volumen de orina residual, estu- ciar la vejiga en un acto quirúrgico y tomar una mues-
dios radiográficos contrastados de vejiga y de uretra, tra de orina.
estudios urodinámicos, toma de muestra de orina, me di- Sonda de Foley. Tiene un balón inflable en su
da de diuresis horaria y en periodos más prolongados. extremo distal, que le sirve de mecanismo de conten-
Como procedimiento terapéutico se indica en la ción, de forma tal que no se pueda salir de la cavidad
retención completa de orina, cirugía de próstata y de vesical, hasta tanto no se desinfle dicho balón (Fig. 1.23).
vejiga, sangrados vesicales con obstrucción por coá- Puede ser de 2 vías: una para evacuar la orina y otra
gulos, transoperatorio y posoperatorio de cirugías con para inflar y desinflar el balón, o de 3 vías, si además
ÓN
anestesia espinal, shock de cualquier causa, estado de tiene otra vía para hacer llegar al interior de la vejiga
CI
coma, encamamiento con pérdida del control volunta- alguna solución de forma continua, a manera de baño
(cistoclisis). Se usa siempre que se quiere dejar la son-
UC
rio de la micción y trastornos neurógenos con pérdida
da de forma permanente por varias horas o días.
involuntaria de orina. OD Sondas acodadas. Como su nombre lo indica,
Técnica: el cateterismo uretrovesical es una téc-
tienen el extremo distal acodado en ángulo de 30 a 45º,
PR
nica propia del personal de enfermería, siempre que
con orificio lateral (Fig. 1.24). La sonda de Tieman,
RE
la vejiga sin necesidad de otro mecanismo de conten- Los beniqués rectos son útiles en las estenosis
ción (Figs. 1.25 y 1.26). Por otra parte su retirada solo del meato uretral y de la uretra peneana en el hombre
necesita de una ligera tracción. Hoy día, con la exis- y en los casos de estenosis de la uretra femenina. Los
tencia de las sondas de Foley, han quedado relegadas curvos se emplean en las estenosis de la uretra bulbar
para drenar cavidades (cistostomía, nefrostomía) por masculina y del cuello vesical.
su buen sistema de drenaje y su fácil mecanismo de La técnica para su empleo constituye un arte que
fijación y de extracción. la práctica enriquece y su aprendizaje exige la dedica-
Sondas filiformes y de Phillips. En los pacien- ción y asimilación de las experiencias del personal de
tes con estrechez uretral no es posible llegar a la vejiga enfermería.
con las sondas descritas. La luz uretral en estos casos Sondas dilatadoras hidráulicas. Se trata de son-
es muy estrecha e irregular, de manera tal que se hace das de material plástico, con un sistema de balón inflable
necesario llegar a la vejiga con las sondas filiformes, de distintas longitudes; una vez que se logra colocar la
conocidas también como latiguillos, que son de calibre sonda en posición adecuada, se procede a inflar el ba-
muy fino y no tienen luz. lón que alcanza varias atmósferas de presión y es ca-
Pueden ser rectas o tener su extremo distal aco- paz de dilatar la zona estrecha hasta un calibre
dado o en espiral. Su extremo proximal tiene un tornillo predeterminado.
(hembra o macho) que enrosca con la sonda evacua-
dora (Phillips). El procedimiento en estos casos nece-
sita de experiencia y paciencia. La luz uretral estrecha
ÓN
e irregular solo se logra vencer cuando se van obstru-
CI
Fig. 1.24. Sonda acodada.
yendo con latiguillos los escollos no útiles.
UC
A veces es necesario colocar varios latiguillos,
que se detienen en falsas posiciones, para lograr queOD
otro latiguillo alcance la verdadera luz uretral y se lle-
PR
jiga, dilatar la estrechez, pues es posible retirar la son- Fig. 1.26. Sonda de Malecot.
I
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Con una lente de 0 a 5 o se puede examinar la uretra, a
CI
Los instrumentos metálicos (beniqués) se esteri- medida que se introduce el uretrocistoscopio hasta la
lizan por medios convencionales: ebullición o autocla- vejiga.
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ve. Las sondas de material de goma se esterilizan y Si se decide introducir el instrumento a ciegas
OD
utilizan una sola vez; en caso de reutilizarlas, se esteri- hasta la vejiga, se hará de manera gentil, con lubrica-
lizarán por autoclave o por gas (óxido de acetileno) en ción suficiente, venciendo la curvatura perineal de la
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el caso de las sondas de goma. uretra masculina y el esfínter externo. Esta maniobra
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Las sondas semirrígidas y en especial los latiguillos se puede hacer bajo anestesia general o espinal, y tam-
y las sondas de Phillips no pueden ser esterilizados por bién con anestesia local por instilación uretral, que se
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autoclave; solo aceptan el óxido de acetileno y la este- puede lograr con solución de lidocaína al 2 %, instilada
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rilización con soluciones químicas. en la uretra y mantenida con pinza peneana entre
10 y 15 min. Existen varios esquemas de soluciones
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muy importante el reconocimiento del trígono centran- presiones intravesicales, con doble circulación del lí-
do la atención en los meatos uretrales: su aspecto, po- quido perfusor, visión en vivo en monitor de televisión
sición y características de la eyaculación de orina por y aparatos de electrocirugía, capaces de controlar por
cada uno de ellos. computarización la intensidad del corte y de la coagu-
A partir del trígono se examinarán el bajo fondo lación necesarias.
vesical y las paredes laterales derecha e izquierda; La RTU es el tratamiento quirúrgico por exce-
posteriormente, la cúpula vesical, donde se localiza la lencia de la hiperplasia prostática benigna, en especial
burbuja de aire que se produce por la entrada del apa- cuando predomina el lóbulo medio prostático. De igual
rato; se reconoce la cara anterior de la vejiga hasta el forma el tratamiento de elección en los tumores de
borde anterior del cuello, maniobra que necesita de dis- vejiga superficiales.
creta presión del bajo vientre, con la mano izquierda
del endoscopista.
La uretra prostática se puede examinar con un Ureteroscopia
telescopio de 0 a 5 o, de forma tal que permita observar
el contorno del cuello vesical, su deformidad y la En 1980, Pérez Castro inició la exploración
protrusión de los lóbulos laterales prostáticos en la ure- endoscópica del uréter y las cavidades renales de for-
tra posterior, así como el aspecto del veromontanum. ma retrógrada con el ureteroscopio rígido. Esta técni-
Este examen endoscópico puede permitir la rea- ca diagnóstica se convirtió muy rápido en terapéutica,
lización de cateterismo ureteral para tomas de mues- inicialmente en la litiasis y después en la aplicación de
ÓN
tra de orina por separado de cada riñón, exámenes todos los procedimientos conocidos en la endoscopia
CI
radiológicos (pielografías ascendentes) o toma de vesical, trasladándolas a las vías excretoras altas:
UC
biopsias por ponches, con pinzas para estos efectos, y electrofulguración, electrorresección, laserterapia,
procedimientos terapéuticos diversos (electroful- OD litotricia electrohidráulica y ultrasónica, etcétera.
guración, fotocoagulación con láser, inyección de sus-
PR
tancias en la pared vesical, litotricia por ondas
electrohidráulicas o ultrasónicas y extracción de cuer-
Nefroscopia percutánea
RE
pos extraños).
Una vez desarrollada la técnica de la nefrostomía
SU
La resección transuretral (RTU) es un procedi- cavidades renales, así como tener acceso a las vías
miento terapéutico basado en la resección eléctrica de excretoras altas.
tejido bajo visión. Se practica desde 1940 y se ha veni- En todas las instrumentaciones se editará por to-
do mejorando progresivamente en su técnica hasta el dos los medios la infección urinaria y en muchos casos
presente, en que es posible realizarla bajo control de se utilizará antibioticoterapia profiláctica.
Es evidente que la cirugía es posible porque las res resultados han sido preocupaciones médicas cons-
heridas cicatrizan; las peculiaridades de este proceso tantes.
han sido tema de investigación permanente. El cuida- La cicatrización es un proceso complejo de acon-
do de las heridas y los métodos para obtener los mejo- tecimientos celulares, humorales y bioquímicos, que co-
Generalidades 37
mienzan con una reacción inflamatoria de carácter Los neutrófilos son la primera línea celular, pre-
agudo y culminan con la síntesis y formación de fibras dominante en las primeras 24 a 48 h, realizándose la
colágenas, producidas por células especializadas, los limpieza y protección a posibles infecciones de la
fibroblastos, que colonizan la propia herida y sus alre- herida, removiendo el coágulo, las bacterias y el tejido
dedores, mediante los cuales se logra la regeneración lesionado.
de una disrupción en la anatomía normal de un tejido, La presencia de neutrófilos en el sitio de la herida
causado por una injuria de carácter intencional o acci- se facilita por el complemento y los leucotrienos, que
dental. El inicio de la cicatrización es bastante brusco; promueven la quimioatracción. Los monocitos y las
los acontecimientos se suceden y superponen con gran células endoteliales producen las citicinas interleuquina
rapidez, y la duración de todo el proceso se prolonga 1 (IL-1) y el factor de necrosis tumoral (FNT). Los
durante varios meses. primeros son atraídos y adheridos, y por diapédesis lle-
Estos mecanismos interactivos ocurren desde que gan al área inflamatoria del intersticio desde el endotelio,
se origina la lesión hasta la regeneración total y para lo cual es facilitado por la permeabilidad capilar incre-
su mejor comprensión se dividen en 3 fases: mentada; allí toman la forma de la célula más impor-
1. Fase inflamatoria.
tante de esta fase, el macrófago. Los macrófagos
2. Fase proliferativa.
fagocitan cualquier sustancia, bacteria o tejido residual,
3. Fase de remodelación.
y sintetizan óxido nítrico, sustancia con una función
antimicrobiana importante.
Fase inflamatoria y/o exudativa. Puede tener
La aparición de los macrófagos es más lenta que
ÓN
una duración de 4 a 5 días en una herida simple o pro-
longarse en aquellas cuyo cierre no es primario o exis- la de los neutrófilos. Los linfocitos son atraídos y acti-
CI
te un estímulo que induce lesión constante y prolongada. vados por los macrófagos en el área lesionada, libe-
UC
El aforismo “no inflamación, no reparación”, define la rando citoquinas como las IL e interferones (IFN), y
importancia de esta fase. OD una vez activados actúan de vuelta sobre los
La respuesta inicial tiene como objetivo mante- macrófagos e inducen la liberación de IL-1 y FNT.
PR
ner la hemostasia en el sitio de la lesión, por la Las interleuquinas que actúan en la cicatrización,
vasoconstricción durante un periodo corto, seguida de además de su efecto sobre las células, provocan la
RE
vasoactivas que incrementan la coagulación sanguí- fibronectina y de ácido hialurónico; estimulan la res-
nea y el metabolismo en la zona. Al dilatarse las puesta inmune y facilitan la citotoxicidad mediada por
DA
menta la permeabilidad vascular y se presenta acidosis El FNT actúa sobre las distintas líneas celulares,
I
local, por lesión de los vasos locales, exponiendo el provoca liberación de neutrófilos en la médula ósea e
OH
colágeno subendotelial a las plaquetas, que activan la inicia su marginación, transporte endotelial y activa-
PR
vía intrínseca de la coagulación; producen la aglome- ción; también desempeña una función importante en la
ración de estas e inducen la formación del coágulo, formación y remodelación de la cicatriz, aumenta la
que sirve, además de controlar la hemostasia, como actividad procoagulante endotelial y la permeabilidad
matriz de regeneración en el sitio de la lesión y reservorio vascular; estimula la angiogénesis microvascular y la
de sustancias reguladoras de la cicatrización. proliferación de fibroblastos.
Subsecuentemente, al dilatarse los pequeños va- Esta fase se puede afectar por todos los factores
sos, la permeabilidad capilar aumenta y con ella la exu- que modifican la respuesta inflamatoria; la herida se
dación del plasma al intersticio. Una vez que se asegura caracteriza por los signos descritos por Celso:
la hemostasia, hay un flujo de neutrófilos, monocitos y Calor y rubor, por vasodilatación e hipermetabolismo
linfocitos al sitio de la herida, mediados por factores de del área.
crecimiento que provienen tanto de la degranulación Dolor, por quedar las terminaciones nerviosas al
de las plaquetas (FCDP) como de la de los neutrófilos descubierto y ser irritadas por la inflamación y los
(FCDN); factores quimiotácticos, derivados del com- mediadores producidos por esta.
plemento, y la cascada de la coagulación, además de Tumor, por aumentar la exudación y trasudación lí-
péptidos derivados de proteínas bacterianas y de la quida al intersticio.
proteólisis de la fibrina, entre otras proteínas estructu-
rales, que incrementan la presión oncótica en el in- A estos signos Galeno añadió la impotencia fun-
tersticio de la zona. cional en zonas de movimiento articular.
38 Urología
Fase proliferativa. Comienza pasadas 24 h de ción que puede formarse y estructurarse de 2 formas
la lesión y se prolonga aproximadamente 3 semanas, posibles:
con independencia del tipo de cierre que se presente; 1. Tejido de granulación útil, eficaz o productivo, que
se caracteriza por 3 procesos diferentes y fuertemen- es el deseable y favorable. Consiste en una espe-
te interrelacionados: granulación, epitelización y con- cie de membrana delgada, con gránulos finos, rojo
tracción. brillantes, que no sangran con facilidad; no tiene
Granulación. Se produce por la acción de los fetidez, trasuda poco, no se acompaña de tejidos
fibroblastos procedentes de la adventicia vascular y vecinos irritados y el epitelio suele crecer sobre
las células mesenquimatosas, encargados de sintetizar sus bordes.
el colágeno (fibroplasia). El tejido de granulación llena 2. Tejido de granulación no útil, patológico, perjudi-
el espacio de la lesión y los nuevos capilares que se cial e indeseable, que contiene gránulos pálidos o
producen (neoangiogénesis) tienen una permeabilidad cianóticos, húmedos, blandos, edematosos, friables,
más elevada que los capilares normales, lo que favore- que sangran fácilmente; exuda mucho, con feti-
ce el edema. dez, mayor grosor de sus granulaciones, y la piel
En la superficie lesional se visualizan pequeños circundante suele estar irritada, por ello este teji-
gránulos rosáceos y a cada uno corresponde un arbo- do debe ser eliminado, ya que resulta un obstáculo
lillo vascular, con cuantiosos nudos capilares, sobre los para la reparación hística normal.
que se asienta el nuevo tejido, que con el paso del tiempo
aumentan en número y tamaño, y forman una superfi- Epitelización. También se inicia el primer día de
ÓN
cie húmeda y brillante, de color rojo asalmonado. la lesión; está mediada por los queratinocitos que se
CI
La acción moduladora de los macrófagos sobre encuentran en la membrana basal y en niveles más
los fibroblastos depende de las citoquinas, cuya acción superficiales; su función es regenerar una barrera con-
UC
inicial es atraer los fibroblastos a la herida, estimular
OD tra la infección y la pérdida electrolítica.
su proliferación e inducir la producción de colágeno, El factor de crecimiento epidérmico (FCE) indu-
proteína estructural, fundamental en el cuerpo huma- ce tanto la proliferación de los queratinocitos como su
PR
no. Esta formación de colágeno comienza a los 2 días migración a través de los bordes no epitelizados de la
RE
posteriores a la lesión, con un pico entre 5 y 7 días, de herida. La humedad de la herida es otro factor que
modo que a las 3 semanas se alcanza la masa máxima estimula la cicatrización. Para la migración de los
SU
de colágena en la herida, y desaparece a los 60 días. queratinocitos a través de la herida se requiere la pre-
DA
degradando el retículo de fibrina; los vasos creados se cio de la herida y deriva del plasminógeno del coágulo
I
enzima plasmina, denominado fibrinólisis, que coadyuva La migración de los queratinocitos se lleva a cabo
al edema, al aumentar la presión oncótica intersticial mediante la formación de seudópodos y la acción del
PR
ÓN
estimula la actividad de la colagenasa y la degrada-
nivel de los puntos de tensión de la herida, lo que la hace
CI
ción de los proteoglicanos en el tejido conectivo,
adquirir una fuerza ténsil definitiva, de aproximadamente
aspecto de gran importancia para su remodelación
UC
80 % de la de la piel sana. Al final de esta fase la cicatriz
durante la fase inflamatoria.
será plana, no eritematosa y muy resistente. OD Interleuquina 2: conocida también como factor de
crecimiento de los linfocitos T, actúa como estimu-
PR
Los pacientes con lesiones e infecciones presen- pales funciones se encuentran la inmunoestimulación
BI
gicas que dependen de mediadores humorales de de la síntesis de proteínas reactantes de la fase agu-
respuesta, como las catecolaminas, serotonina, da, detectándose un incremento en heridas en vías
PR
histamina y glucocorticoides; estos son producidos por de cicatrización y alrededor de tejidos lesionados.
tejidos especializados y actúan a través de mecanis- Interferón gamma o factor estimulador de macró-
mos endógenos. fagos: protege contra los virus, bacterias y parásitos,
Existen mediadores proteicos que se forman tan- con gran actividad en el tracto respiratorio y aumen-
to en el sitio de la lesión como en diferentes células to de actividad asesina en los monocitos circulantes,
inmunes y participan en dicha respuesta; estas peque- macrófagos tisulares, alveolares, peritoneales y cé-
ñas y disímiles proteínas se denominan citocinas o lulas de Kupffer.
citoquinas, e incluyen el FNT, las interleuquinas, los
interferones y los factores estimulantes de las colo- La vida media de estas citocinas en la circulación
nias, de cierta manera tratadas en la descripción del es muy corta (del orden de los minutos) y son muy
proceso de cicatrización. sensibles a la temperatura, que les hace perder activi-
En la respuesta al daño y el proceso de cicatriza- dad biológica. Existen mecanismos endógenos que eli-
ción, el número de citocinas es elevado; las más im- minan estos mediadores de la circulación, con el objetivo
portantes se analizan a continuación: de proteger al huésped de una producción excesiva,
Factor de necrosis tumoral: actúa sobre los neutrófilos, además de constituir estímulos potentes para la libera-
monocitos, linfocitos y eosinófilos; provoca la libera- ción del glucagón, cortisol, epinefrina y prostaglandinas,
ción de neutrófilos de la médula ósea e inicia su entre otros.
40 Urología
ÓN
tenor de oxígeno y acidifica el área afectada. ra que sea su causa, pueden corregirse rápidamente y
CI
Afrontamiento deficiente de las superficies a ci- favorecer el proceso de cicatrización.
catrizar y presencia de espacios muertos, o ten- La malnutrición, con su déficit de nutrientes como
UC
sión en la línea de sutura. sustrato y afectaciones subsecuentes del sistema
Hemorragias, hematomas y seromas.
OD inmunológico, es una de las que mayor importancia e
Tejidos irradiados. influencia tiene; intervienen el déficit de proteínas,
PR
Empleo de materiales y productos irritantes, los componentes del tejido de granulación. La vitamina
C es fundamental para la síntesis del procolágeno y
BI
Aporte deficiente de sangre a los tejidos por ane- La vitamina A es fundamental para el manteni-
mia, insuficiencia circulatoria central o periférica miento de la epidermis y su déficit altera el proceso de
o disminución del volumen sanguíneo. epitelización. El zinc favorece la proliferación celular
Deficiencias nutricionales que determinan hipo- relacionada con la síntesis de ADN y ARN polimerasa,
proteinemia y sus consecuencias. y su función sobre el aspecto estructural y funcional
Desequilibrios hidrominerales y ácido-base. de las membranas celulares es significativa.
Déficit de oligoelementos: zinc, cobre y hierro Muchos pacientes, aun normalmente alimentados,
Hipovitaminosis A, del complejo B, C, D y K. pasan a un estado de hipercatabolia con balance nega-
Temperatura corporal anormal por exceso o por tivo de nitrógeno, potasio, azufre y fosfatos, incremen-
defecto, que interfiera con el metabolismo celular to de la gluconeogénesis, trastornos en la utilización de
de manera prolongada. los carbohidratos y aumento de los ácidos grasos libres
Diabetes mellitus con marcada influencia de la en el suero, con aparición de cetosis y acidosis.
hiperglicemia y la microangiopatía. La anemia, la hipoxia y el aporte local de oxígeno
Arterioesclerosis que reduce el aporte sanguíneo, al tejido lesionado son aspectos que se deben tener en
por obliteración de la luz vascular. cuenta. Al afrontar los bordes de la herida se debe
Mixedema y sus consecuencias en el metabolis- asegurar una buena vascularización y con esta, la per-
mo celular. fusión y el adecuado aporte de oxígeno.
Generalidades 41
Los pacientes con procesos cardiopulmonares o nes, y las consecuentes alteraciones inmunológicas, re-
de otro tipo, hipóxicos, deben ser compensados y se ducción de la neovascularización, alteraciones
les brindará un suplemento de oxígeno, pues esta si- fibroblásticas y reducción de la epitelización e hipoxia
tuación obstaculiza la fagocitosis y favorece la sepsis. consecutiva, presentan dificultades en su manejo y más
Cuando existe anemia aguda, se indica la transfusión aún en el resultado final del proceso.
sanguínea; en la anemia crónica se debe analizar acu-
ciosamente la indicación, pues también las transfusio-
nes múltiples alteran el estado inmunológico. Tipos de cicatrización
La presencia de cuerpos extraños, tejido necrótico
y hematomas, predispone significativamente a la in- Cierre primario o por primera intención. Es
fección y se acompaña de la pérdida de continuidad aquel donde los bordes de la herida se afrontan al ter-
del tejido capaz de cicatrizar; en el mejor de los casos minar el acto quirúrgico o producirse la lesión prima-
retarda el proceso, por ello, son pocas las medidas que ria. En caso de que la pérdida de tejido no permita el
se tomen para evitarlos, ya que también dificultan la afrontamiento y la herida se cierre con injerto o colga-
limpieza de la herida, el depósito de colágeno y la colo- jo de piel, también se considera cierre primario. L a
nización bacteriana. epitelización y la contracción tienen poca importancia,
Se debe evitar la contaminación bacteriana me- aunque la primera ocurre en las primeras 24 h, sellan-
diante una adecuada asepsia y antisepsia, además del do la herida para evitar la contaminación.
uso profiláctico de antibióticos, teniendo en cuenta el Cierre secundario, por segunda intención o
ÓN
tipo de herida, las suturas a utilizar y los demás aspec- espontáneo. Es aquel en el que se deja la herida abier-
CI
tos mencionados, y si fuera factible, realizar un estudio ta, generalmente grandes heridas con destrucción de
bacteriológico cuantitativo y conseguir la presencia de piel y tejidos blandos o alta potencialidad séptica. Se
UC
bacterias inferior a 100 000 colonias/g de tejido, para acompaña de una fase inflamatoria más prolongada y
valorar su cierre. Estos factores se deben tener en
OD los procesos de contracción y epitelización de la fase
cuenta, pues la infección es la complicación más fre- proliferativa de la cicatrización son fundamentales para
PR
cuente y un indicador de calidad del servicio quirúrgi- generar un nuevo tejido. Este cierre es prolongado y
RE
ceptibles de modificarse en beneficio del paciente y su lación de una herida con cierre secundario, para realizar
OH
herida. Generalmente se trata de estados infecciosos el afrontamiento de sus bordes y el cierre de esta me-
diante el estímulo quirúrgico. Es una buena opción en
PR
El término shock lo utilizó por primera vez el mé- de la economía, una vez comprobado que la disponibi-
dico francés Henry Francois Le Dran (1740) en Trite lidad de oxígeno es limitada y depende del gasto
sur les playes d’ armes a feu , para definir un estado cardiaco, la saturación arterial de oxígeno y la concen-
patológico asociado a múltiples y variados procesos, tración de hemoglobina. Si cualquiera de estas 3 varia-
que tienen en común la existencia de hipoperfusión e bles disminuye, también disminuye paralelamente la
hipoxia tisular en diferentes órganos y sistemas, que disponibilidad de oxígeno.
de no corregirse a tiempo provoca lesiones celulares El primer proceso ocurre en aquellos tipos de
irreversibles y fallo multiorgánico. Tanto los mecanis- shock en los que una hipoperfusión celular global, con-
mos fisiopatológicos que lo producen, como sus mani- secutiva a una disminución del gasto cardiaco, conlle-
festaciones y tratamiento, difieren en cada caso, en va un importante descenso del transporte y el consumo
dependencia de la causa y el tipo de shock, del mo- es dependiente del O2 suministrado. En otros tipos, como
mento evolutivo, del tratamiento aplicado y de la situa- el shock séptico, a pesar de un elevado transporte,
ÓN
ción previa del paciente. existe un defecto en la distribución y utilización del O 2,
lo que se traduce en una extracción tisular inapropia-
CI
Fisiopatología. La integridad y el desarrollo nor-
mal de las diferentes funciones celulares, de órganos y damente baja para la demanda metabólica aumentada,
UC
sistemas del organismo humano, dependen de su ca- con la existencia de un desequilibrio entre la utilización
pacidad de generar energía, fundamentalmente con la
OD y las necesidades sistémicas de O 2, que no es conse-
glucólisis en presencia de oxígeno (metabolismo cuencia de su transporte insuficiente. Dos mecanis-
PR
aerobio), con generación de acetyl CoA, que entra en mos explican dicho fenómeno:
RE
de aquí la importancia del oxígeno para el adecuado da es imprescindible para que exista un flujo sanguíneo
BI
En el shock existe una relación importante en la cualquier enfermedad o alteración que produzca un
saturación de oxígeno, concentración de hemoglobina descenso significativo de esta, compromete la perfu-
PR
ÓN
Factores vasculares. La distribución del flujo por la pérdida de proteínas plasmáticas en el intersti-
CI
sanguíneo depende de la regulación intrínseca de sus cio, y ocurrir reducción de la presión coloidosmótica,
resistencias y del control neurohumoral extrínseco. La del volumen intravascular y la perfusión de los tejidos.
UC
resistencia al flujo es proporcional a la longitud del vaso
OD Factores humorales. La liberación de media-
y a la viscosidad e inversamente proporcional al radio dores renina, vasopresina, prostaglandina, citoquinas
del vaso, por lo tanto, el área transversal del vaso es la (IL-1 y FNT), factor atrial natriurético, catecolaminas,
PR
El tono arteriolar se regula por factores extrínse- mos inmunológicos, tiene una función importante en la
cos (regulación neurohumoral) y factores intrínsecos homeostasis cardiovascular.
SU
barorreceptores.
Respuesta miogénica. Los vasos se pueden con-
PR
intermitente y la presión positiva al final de la espi ra- inotropismo cardiaco y, por lo tanto, de la presión arterial
ción (PEEP). El retorno venoso también se dificulta media (PAM) y el gasto cardiaco.
por el aumento de la presión intrapericárdica (tapona- La venoconstricción tiene lugar fundamentalmen-
miento cardiaco y pericarditis constrictiva), y altera- te en el territorio esplácnico y provoca el aumento del
ción de la distensibilidad miocárdica. retorno venoso y del llenado ventricular. La va-
Por último, aunque la taquicardia es un mecanis- soconstricción arterial en órganos no vitales (piel, teji-
mo compensador, cuando la frecuencia cardiaca es ex- do muscular y vísceras abdominales) desvía el flujo de
cesivamente rápida, la diástole puede acortarse lo sangre y preserva la circulación cerebral y coronaria;
suficiente como para dificultar el llenado ventricular y al aumentar las RVP, mejora también la presión san-
disminuir el gasto cardiaco. guínea. Clínicamente se traduce en frialdad y palidez
Aumento de la poscarga. Cuando la poscarga cutánea, debilidad muscular, oliguria y disfunción
aumenta, disminuyen la velocidad y el volumen de gastrointestinal. Como consecuencia directa del cierre
eyección ventricular. Este mecanismo es el responsa- arteriolar (precapilar), la presión hidrostática en el le-
ble de la disminución del gasto cardiaco en la estenosis cho capilar disminuye y se favorece la entrada del lí-
aórtica severa. En el TEP también se produce un au- quido intersticial en el espacio intravascular, de esta
mento de la poscarga del ventrículo derecho, directa- manera aumentan el retorno venoso y la precarga, y
mente por la obstrucción que supone el propio émbolo por tanto el gasto cardiaco.
y por la vasoconstricción pulmonar inducida por la li- La salida de líquido del espacio intersticial se ma-
beración de mediadores (tromboxano A2 y serotonina, nifiesta por la sequedad de la piel y las mucosas, y
ÓN
entre otros). contribuye a conformar la facies hipocrática. La renina
CI
Disfunción cardiaca. Ocurre como consecuen- actúa enzimáticamente sobre su sustrato y se genera
la angiotensina I (A I), que es convertida por acción de
UC
cia de una función ventricular sumamente deteriorada,
por la disminución de la contractilidad miocárdica (in- la enzima convertidora de la angiotensina en
OD angiotensina II (A II). Esta incrementa el tono vaso-
farto miocárdico, miocarditis, arritmias, taponamiento
motor arteriolar y también, aunque de forma menos
PR
cardiaco, neumotórax a tensión, etc.).
importante, estimula la liberación adrenal de
Descenso de la resistencia vascular periféri-
RE
lesión medular.
OH
Fases del shock nea puede estar en un rango normal, pero la presencia
de acidosis metabólica inducida por el metabolismo
A medida que el shock evoluciona se producen anaerobio de zonas no vitales hipoperfundidas y la de-
alteraciones fisiopatológicas que son similares en los dis- tección de los signos clínicos antes mencionados,
tintos tipos de shock, excepto en aquellos que evolucio- alertarán sobre la existencia de shock.
nan con descenso de la RVP. Fase de shock descompensado. Cuando se so-
Fase de shock compensado. En una etapa pre- brepasan los mecanismos de compensación, se entra
coz estos cambios actúan como mecanismos compen- en una segunda fase, en la que ya se aprecia la dismi-
sadores, que intentan preservar la función de órganos nución del flujo a órganos vitales e hipotensión, que
vitales, de tal forma que al corregirse la causa clínicamente se traduce en el deterioro del estado
desencadenante, se produce una recuperación total con neurológico, pulsos periféricos débiles o ausentes y
escasa morbilidad. La primera respuesta es consecuen- ocasionalmente pueden aparecer arritmias y cambios
cia de la activación de los sistemas simpático y renina- isquémicos en el ECG.
angiotensina-aldosterona, y de la liberación de En esta fase los signos de hipoperfusión periférica
vasopresina y otras hormonas. La acción de las son más evidentes; la diuresis disminuye aún más y la
catecolaminas provoca la vasoconstricción venosa y acidosis metabólica progresa. En modelos experimen-
arterial, aumentos de la frecuencia cardiaca y del tales de shock hemorrágico se ha relacionado el inicio
Generalidades 45
de la irreversibilidad con la relajación de los esfínteres Además, como consecuencia de la vasocons-
precapilares. tricción esplácnica se produce una disminución de la
Como el tono del esfínter poscapilar se mantiene motilidad gastrointestinal e íleo paralítico, ulceración
inicialmente, la presión hidrostática aumenta en el ca- de la mucosa y malabsorción de nutrientes. También
pilar y se extravasa líquido al espacio intersticial, lo se ha demostrado que el páncreas y el intestino
que agrava el déficit de volumen circulante. Esta pér- isquémico producen un factor depresor miocárdico.
dida del tono precapilar se ha relacionado con la libe-
ración de prostaglandinas y endorfinas, mayor
producción de óxido nítrico y alteración en el metabo- Hígado
lismo de las catecolaminas, entre otros.
A medida que el shock progresa, se liberan, ade- El metabolismo hidrocarbonado se altera en la fase
más, mediadores que aumentan la permeabilidad capi- inicial, en la que existe un aumento de la glucogenólisis
lar, como la histamina, bradiquinina, factor activador y la gluconeogénesis, con elevación de la glicemia, pero
plaquetario y citoquinas, y se produce también daño en una fase tardía los depósitos de carbohidratos se
capilar directo por radicales libres generados por agotan, la gluconeogénesis disminuye y aparece la
leucocitos polimorfonucleares, que favorecen la hipoglucemia. La capacidad hepática para metabolizar
extravasación de líquido al espacio intersticial. el ácido láctico disminuye, circunstancia que contribu-
Otros mecanismos que contribuyen al fallo de la ye a empeorar la acidosis metabólica.
microcirculación son la formación de agregados Por otra parte, se produce hiperbilirrubinemia y
ÓN
intravasculares de neutrófilos y el desarrollo de la coa- la isquemia provoca una necrosis centrolobulillar, con
CI
gulación intravascular diseminada, con formación de elevación de las transaminasas hepáticas. También se
trombos intravasculares, entre otros.
UC
deteriora la capacidad de aclaramiento de las células
Fase de shock irreversible. Si el shock no se
OD de Kupffer y se acentúan los efectos de la traslocación
corrige, las posibilidades de supervivencia del paciente bacteriana intestinal.
se reducen drásticamente y se entra en la fase irre-
PR
se puede producir necrosis cortical y fallo renal per- en el endocardio que en el epicardio, por tanto, existe
manente. el riesgo de necrosis subendocárdica. En una fase más
tardía el deterioro del flujo coronario y la liberación de
factores depresores miocárdicos condicionan la apari-
Aparato respiratorio ción de insuficiencia cardiaca.
ÓN
Palidez y frialdad cutánea, particularmente aparen-
mediadores inflamatorios que se produce en el shock,
CI
tes en los pies y las manos.
da lugar, en algunos casos, a difi cultad respiratoria. Palidez cutánea bajo presión digital, demostrable en
UC
el pulpejo de los dedos de las manos y los pies o en
OD el lecho de las uñas, que tarda en recuperarse o
Coagulación
bien no se recupera.
PR
de coagulación intravascular diseminada (CID), con tricción adrenérgica, lo cual dificulta la canulación
venosa y la toma de muestras de sangre.
SU
adrenérgico.
elevados de dímero-D y productos de degradación de
Angustia, aprehensión y obnubilación mental, que
PR
la fibrina (PDF).
se deben, en gran parte, a la disminución del flujo
Clínicamente se puede manifestar por fenóme nos
cerebral.
hemorrágicos y/o por la formación de trombos intra-
Oliguria, con volúmenes urinarios bajos, como con-
vasculares que contribuyen al deterioro de la micro-
secuencia de la disminución de la perfusión renal.
circulación. Este fenómeno no es común en otros tipos
Signos electrocardiográficos de isquemia, secunda-
de shock, aunque en estos sí pueden producirse alte-
rios a insuficiente flujo coronario.
raciones de la coagulación por hemodilución e hi-
potermia.
La hipotensión es una manifestación principal, a
la cual se le presta mayor atención, pero a veces, erró-
Corazón neamente, como la única señal del estado de shock.
Se considera que existe hipotensión cuando el valor de
En el shock hemorrágico se produce una la presión arterial sistólica desciende de su nivel nor-
vasodilatación coronaria que mantiene inicialmente el mal. En una persona hipertensa se presenta hipotensión
flujo sanguíneo. En esta fase, el miocardio todavía cuando la presión sistólica desciende del valor usual,
preservado responde a la estimulación simpática, con aun manteniendo valores por encima de 120 mm Hg.
aumento de la fuerza y frecuencia de la contracción Valores inferiores a 90 mm Hg se consideran in-
ventricular. Este mecanismo protector se agota antes dicativos de estado de shock o shock inminente. Los
Generalidades 47
fenómenos compensatorios pueden mantener niveles sión cardiaca (compresivo), que algunos clasifi-
normales de presión arterial, por lo cual se puede lle- can como otro tipo de shock, se refiere al efecto
gar a la pérdida de hasta 30 % del volumen circulato- cardiocirculatorio que produce la compresión del
rio, antes de que se produzca hipotensión clínica: los miocardio y los grandes vasos, por condiciones
signos precoces, la taquicardia y la palidez, permiten anormales como taponamiento cardiaco, ventila-
su reconocimiento. ción mecánica de presión positiva y neumotórax a
En el shock séptico el cuadro clínico inicialmente tensión, entre otros, se incluye en esta categoría
es de vasodilatación periférica, aumento del gasto de cardiogénico.
cardiaco y eretismo cardiovascular, una condición El signo clínico característico es la distensión de
hiperdinámica que se manifiesta por la piel caliente y las venas del cuello, el signo de Kussmaul (dismi-
roja, y se denomina shock caliente. nución de la presión arterial con la inspiración pro-
Clasificación. El shock se clasifica en 4 tipos: funda) y el pulso paradójico (el pulso se debilita
1. Shock hipovolémico: se caracteriza por la dismi- durante la inspiración). Aunque la administración
nución efectiva del volumen circulante intra- de líquidos puede provocar alguna mejoría, este
vascular, relacionado con la pérdida de sangre, es un fenómeno de carácter mecánico y el trata-
plasma y/o líquido y electrólitos; estos fenómenos miento definitivo es la corrección de la alteración
conducen a la hipotensión arterial y la disminución primaria que lo ha causado.
del volumen diastólico de llenado. 3. Shock por distribución anormal (distributivo): las
El organismo se defiende con la vasoconstricción diversas causas mencionadas llevan por diferen-
ÓN
para mantener la presión arterial temporalmente, tes mecanismos fisiopatológicos a la disminución
CI
sin embargo, si no se reemplaza el volumen perdi- de la resistencia vascular sistémica con la
UC
do, la hipotensión se acentúa, al igual que la resis- hipotensión correspondiente.
tencia arterial y venosa periférica, lo que provoca
OD El shock neurogénico se produce por la pérdida
un colapso al nivel de la microcirculación, con la del tono simpático; el cuadro característico se ob-
PR
lleva a la isquemia celular y la muerte. de cabeza lo presenta, es necesario bus car una
Su causa más frecuente es la hemorragia aguda. causa diferente.
DA
La hemorragia puede ser exógena, como ocurre La anestesia regional y la administración de agen-
BI
en los sangrados por una herida o gastrointestinal, tes bloqueadores del sistema autonómico también
I
ÓN
mientos intervencionistas invasores sobre los tractos lleno capilar rápido e hipertermia, lo que sugiere la exis-
CI
biliar, urinario o ginecológico. tencia de un proceso séptico, como consecuencia de la
Desde el punto de vista clínico, shock es hipoten-
UC
respuesta inflamatoria del huésped a los microorga-
sión; desde el punto de vista fisiológico, shock es nismos.
hipoperfusión; desde el punto de vista hemodinámico,
OD Si, por el contrario, es bajo, caracterizado por un
shock es hipovolemia, bajo gasto cardiaco y aumento pulso débil, filiforme, palidez, frialdad cutánea, cianosis
PR
de la resistencia vascular periférica; desde el punto de distal, relleno capilar lento e hipotermia, se debe com-
RE
vista metabólico, shock es déficit de oxígeno y un ci- probar cómo están la volemia y la suficiencia cardiovas-
clo metabólico intracelular ineficaz. cular. Si existen signos de insuficiencia, se debe pensar
SU
Infarto agudo del miocardio. neas o de líquidos, lo cual sería consecuente con la
I
Aneurisma ventricular.
PR
ÓN
Si se prevé la necesidad de intubación y VM, es-
se dispone de catéteres sofisticados con los que se pue-
CI
tas deben preceder a otros procedimientos más com-
de medir, además, el gasto cardiaco (de forma intermi-
UC
plicados, como la cateterización venosa central o
tente o continua), la fracción de eyección del VD y la
exploraciones que requieran el traslado del paciente,
saturación de O 2 de sangre venosa mixta (SvO 2) de
OD dado que durante su realización no es posible una
forma continua.
vigilancia adecuada.
PR
en el manejo de los pacientes con shock. Diuresis in- venoso y puede agravar la hipotensión en aquellos ti-
feriores a 0,5 mL/kg/h alertarán sobre una perfusión pos de shock en los que existe una hipovolemia abso-
SU
renal inadecuada, aunque cifras superiores no asegu- luta o relativa. En estas circunstancias es recomendable
ran que esta sea normal.
DA
sin embargo, cuando la presión del pulso es excesiva- ción respiratoria, hay que establecer un acceso venoso
mente baja, este método no resulta eficaz. para la administración de fluidos y fármacos. Los
PR
La concentración plasmática de ácido láctico se catéteres de calibre grueso (14 o 16 G), colocados en
ha utilizado como marcador de hipoxia global e indica- una vena periférica, son más adecuados para la repo-
dor de la presencia de metabolismo anaerobio; los ni- sición rápida de la volemia. Si se administran fármacos
veles plasmáticos de ácido láctico son un buen indicador vasoconstrictores, es preciso utilizar siempre una vía
pronóstico y se utilizan para evaluar la respuesta al central, para facilitar su manejo y evitar las complica-
tratamiento. ciones locales.
La tonometría gástrica es una técnica poco Reposición de la volemia. Independientemente
invasiva, que se utiliza para determinar el pH de la de la causa del shock, y si no existen signos de sobre-
mucosa gástrica (pHi). Cuando este es bajo, indica que carga de volumen, como puede ocurrir en el shock
existe acidosis local, secundaria al metabolismo cardiogénico, es imprescindible restaurar el volumen
anaerobio por un aporte inadecuado de O 2. circulante. Para conseguir una resucitación efectiva
Tratamiento. Por ser el shock un proceso críti- con soluciones cristaloides, se requiere una canti-
co que amenaza la vida del paciente, la actuación tera- dad 3 o 4 veces superior al déficit de volemia.
péutica debe ser inmediata, lo que supone, en la mayoría Cuando se emplean soluciones coloides, una ma-
de las ocasiones, iniciar un tratamiento empírico, tras yor proporción del fluido aportado permanece en el
formular una hipótesis etiológica inicial y mientras se espacio intravascular y, por tanto, se requiere un volu-
continúa el proceso diagnóstico. men menor para conseguir una resucitación adecua da.
50 Urología
Se ha postulado que las complicaciones respira- beta y por encima de 10 µg/kg/min tiene un predo-
torias son más frecuentes en pacientes tratados con minio alfa.
cristaloides, así como que se produce mayor edema Dobutamina: es una catecolamina sintética que ac-
intersticial que dificultaría la oxigenación tisular y la túa sobre los receptores beta-1 y beta-2, aumenta la
cicatrización. contractilidad miocárdica y por su efecto beta-2 dis-
Soluciones cristaloides: se emplean habitualmen- minuye ligeramente la RV pulmonar; los efectos
te la solución salina fisiológica (ClNa 0,9 %) y el ringer sobre la presión arterial son mínimos (lo primero es
lactato. tratar la causa).
Soluciones coloides (dextranos). Son polisacáridos
de elevado peso molecular, formados por polímeros de A continuación se describe el tratamiento especí-
glucosa. fico en los diferentes tipos de shock.
La acción expansora del dextrano-40 es mayor Shock séptico:
que la del dextrano-70, sin embargo, la duración de su Resucitación inicial: como se ha descrito, la hipovo-
efecto es mucho menor, ya que a las 6 h se elimina 60 %, lemia es un hecho constante en el shock séptico y
si la función renal es normal. se debe corregir antes de utilizar fármacos vasoac-
Fármacos cardiovasculares. En la actualidad tivos. Los cristaloides (solución salina fisiológica al
son los más empleados en el tratamiento del shock. Se 0,9 % o ringer lactato) son los fluidos de elección
dividen en 2 grupos: aquellos que actúan de manera para la resucitación inicial, puesto que a pesar de
preferente sobre el inotropismo cardiaco y aquellos que se distribuyen rápidamente al espacio extra-
ÓN
cuyo efecto predominante tiene lugar sobre las resis- vascular, consiguen una expansión adecuada de la
CI
tencias vasculares. La mayoría tiene ambos efectos, volemia.
UC
en dependencia de la dosis empleada, y todos se admi- Si la situación hemodinámica no mejora tras la ad-
nistran en perfusión continua. OD ministración líquida, se iniciará la administración de
Catecolaminas: son las más empleadas y actúan fármacos vasopresores. Los más utilizados habitual-
PR
mixtas alfa y beta-adrenérgicas, con predominio e incrementar, según la respuesta, a dosis máximas
variable de una de estas. (20 µg/kg/min). Si no se obtiene una PAM superior
DA
Adrenalina: es una catecolamina natural, que actúa a 70 mm Hg, se empleará la noradrenalina en dosis
BI
sobre los receptores adrenérgicos alfa-1 y alfa-2 y crecientes, comenzando con 0,05 µg/kg/min, hasta
I
OH
beta-1 y beta-2. Su acción es dosis dependiente; por conseguir una respuesta adecuada (la dosis máxi-
debajo de 0,02 µg/kg/min tiene un efecto predomi- ma recomendada es 0,6 µg/kg/min).
PR
nantemente beta, produce vasodilatación sistémica También se puede utilizar la noradrenalina desde el
y aumenta la frecuencia y el gasto cardiacos, con inicio. Recientemente se ha postulado que esta es
poco efecto sobre la presión arterial; en dosis supe- superior a la dopamina en el tratamiento del shock
riores tiene un efecto predominantemente alfa y pro- séptico.
duce una vasoconstricción importante. Antibioticoterapia: el pronóstico de los pacientes en
Noradrenalina: al igual que la adrenalina tiene efec- shock séptico mejora si el tratamiento antibiótico se
to beta-1 en dosis bajas, pero en las dosis emplea- inicia precozmente, además, siempre que sea posi-
das habitualmente tiene un potente efecto alfa-1, que ble, el drenaje del foco infeccioso no debe demorar;
provoca vasoconstricción, la cual es muy útil para se deben emplear preparados parenterales. Se co-
elevar la PA en situaciones de shock que evolucio- menzará con un régimen antibiótico empírico, que
nan con vasoplejía. se reevaluará posteriormente, cuando se disponga
Dopamina: es un precursor de la noradrenalina, que de los resultados microbiológicos y según la respues-
también tiene acción mixta y es dosis dependiente: ta clínica.
por debajo de 4 µg/kg/min tiene efecto sobre los re- Otros: a pesar de que en los últimos años se han
ceptores dopaminérgicos, lo que favorece la perfu- logrado muchos avances en el conocimiento de la
sión renal, esplácnica, coronaria y cerebral; entre fisiopatología del shock séptico, la mortalidad por
4 y 10 µg/kg/min su acción es predominantemente esta causa continúa siendo muy elevada.
Generalidades 51
En el campo de la inmunoterapia también se ha Por otra parte, la normalización de la presión
trabajado intensamente, pero no existen evidencias suf i- arterial y la diuresis no excluye necesariamente la pre-
cientes para utilizarla en el tratamiento del shock sencia de hipoperfusión. La monitorización de los
séptico. parámetros metabólicos puede ser de gran utilidad para
Shock hipovolémico no hemorrágico: detectar la presencia de hipoxia tisular.
Resucitación inicial: la corrección rápida de la volemia En las hemorragias agudas el hematócrito no es
en el shock hipovolémico permite, en la mayoría de un parámetro adecuado para indicar la transfusión de
los casos, restablecer la perfusión tisular, no obstan- sangre, dado que desciende lentamente; solo cuando
te, si el tratamiento de la causa se retrasa, las proba- se produce la hemodilución es confiable.
bilidades de que el paciente sea resucitado con éxito
se reducen drásticamente. Shock cardiogénico:
Elevación de las extremidades inferiores: esta medi-
Resucitación inicial: al igual que en otros tipos de
da se debe aplicar inicialmente para aumentar el re-
shock, se deben emprender de manera simultánea
torno venoso. No existe una pauta de reposición uná-
las medidas diagnósticas y terapéuticas. La causa
nimemente aceptada y el tipo de fluido que se debe
administrar continúa siendo un tema de debate. Se más frecuente de shock cardiogénico es el IMA, si
puede comenzar con 1 o 2 L de cristaloides rápida- existe evidencia suficiente de que la cardiopatía
mente y evaluar con frecuencia la situación clínica isquémica aguda es la causa del shock.
del paciente. El tratamiento y la monitorización se deben iniciar
No se deben emplear fármacos vasoactivos hasta en el medio extrahospitalario y, si es posible, se ad-
ÓN
que la volemia sea la adecuada. ministrará el tratamiento trombolítico inmediato. Con
CI
este se persigue reducir al máximo el tamaño del
UC
Shock hemorrágico: infarto, principal determinante de la función ven-
Resucitación inicial: la localización precoz del foco
OD tricular, de la que depende, a su vez, el pronóstico
de sangrado y su control son pilares fundamentales inicial y a largo plazo de los pacientes.
de la actuación inicial en el shock hemorrágico. La Ecocardiografía: es imprescindible para el diagnós-
PR
hemorragia severa provoca un deterioro grave de la tico de otras causas de shock cardiogénico, así como
RE
perfusión tisular, incluso en ausencia de hipotensión, para descartar aquellos procesos que tienen una pre-
por ello se debe corregir precozmente para evitar el sentación clínica similar, como el TEP, la disección
SU
ÓN
CI
UC
En urología, el enfermo quirúrgico no escapa a adaptarse a las situaciones anormales a las que se en-
las reacciones generales de los individuos vivos OD frenta.
filogénica y ontogénicamente desarrollados, por tanto, Esta secuencia de fenómenos se caracteriza por
PR
requiere de todos los mecanismos de homeostasis para el aumento del tono simpático y la descarga de cateco-
laminas (vía rápida), donde, si persiste el estrés, el indi-
RE
para expresar tensión o llamado de atención a todos de descarga de hormonas hipofisarias (ACTH, somato-
los mecanismos nerviosos, humorales, endocrinos y trofina, etc.) y la corteza suprarrenal (hidrocortisona,
DA
psíquicos, que permitan al individuo prepararse para cortisol, aldosterona, etc.), las que por su efecto per-
BI
enfrentar cualquier agresión. misivo sobre las catecolaminas ayudan a mantener las
I
La persistencia del estrés llevará a lo que Selye funciones orgánicas, es decir, la homeostasis.
OH
describió como síndrome general de adaptación ; se Esta segunda fase se denomina respuesta lenta.
PR
entiende por este el conjunto de síntomas y signos to- Clínicamente, la consecuencia de la interacción de
talmente inespecíficos que se suman a la sintomatología ambas respuestas, rápida y lenta, es la retención de
sodio y agua para mantener la volemia; disminución
y signología específica de cada enfermedad. La
del riego sanguíneo en todos los territorios que no con-
inespecificidad de este síndrome se observa en dife-
curren a la defensa del organismo (aparato digestivo y
rentes gradaciones en cada individuo e incluso puede
genital), pero el fallo en el riego renal también expone
enmascarar los componentes específicos.
a alteraciones funcionales, con disminución de la filtra-
Ya en 1915, Walter Cannon había descrito esta ción y acumulación de metabolitos.
“constelación” de fenómenos y empleó el término La adaptación se logra mediante el traspaso del
homeostasis para sintetizar lo que desde Claude agua de las células al intersticio y de aquí al espacio
Bernard se venía estudiando con los conceptos del vascular, con la finalidad de mantener el volumen san-
medio interno. De esta manera, homeostasis significa guíneo. Los gastos de energía se logran a partir del
la constancia y las desviaciones que se suceden en las glucógeno hepático que genera glucosa y al agotarse
reacciones dentro de ese medio. este, se logra por neoglucogénesis desde las proteínas
La homeostasis se refiere a la función del siste- y las grasas. Este proceso lleva a la lisis proteica, con
ma neurovegetativo y las glándulas suprarrenales en la destrucción celular y pérdida de potasio, ion fundamen-
preparación del organismo para las respuestas defen- tal intracelular. Las 3 etapas del síndrome general de
sivas y, a su vez, el organismo responde tratando de adaptación son las siguientes:
Generalidades 53
1. Alarma, con sus fases de shock y contrashock. Todos los líquidos corporales son soluciones dilui-
2. Resistencia, donde se desempeña más la respuesta das, compuestas básicamente por agua y electrólitos.
lenta y se pueden establecer lesiones renales, El mantenimiento del volumen y las características
arteriales y cardiacas. adecuadas en cada compartimiento es de importancia
3. Agotamiento, donde la exposición continua al vital. Las actividades enzimáticas y electrofisiológicas
estrés o el surgimiento de nuevos estrés asocia- complejas necesitan una regulación estricta de las con-
dos, así como la intensidad de estos pueden llevar centraciones iónicas del medio interno.
a la muerte. Así, el sodio desempeña una función básica en
los estados de la osmolalidad y de hidratación; el potasio,
Las etapas más importantes son las de alarma y el calcio y el magnesio, son indispensables en la fisiolo-
resistencia. La primera es provocada por la descarga gía hormonal y neuromuscular. La concentración de
rápida simpaticoadrenal, que se corresponde con las hidrogeniones es protagónica en actividades enzimáticas,
fases operatoria y posoperatoria inicial, donde los estí- etc. Los riñones y los pulmones desempeñan acciones
mulos son fundamentalmente nerviosos. Así, en una fundamentales en la regulación de la composición y el
operación corriente es posible observar cómo se suce- volumen de los líquidos corporales.
den la taquicardia, fiebre ligera, aumento de sodio, dis- Las alteraciones hidroelectrolíticas comprenden,
minución de potasio, íleo intestinal, oliguria inicial, por tanto, las alteraciones de osmorregulación y distri-
etcétera. bución de líquidos corporales (metabolismo
Estos síntomas deben desaparecer en 2 o 3 días, hidromineral), en la concentración de otros iones como
el potasio y el calcio, así como del equilibrio ácido-
ÓN
pero si en una operación surgen nuevos estrés, por
base.
CI
ejemplo, una infección, todos estos cambios se mantie-
nen y la reacción se fija en sentido simpático-adrenal,
UC
lo que provoca el paso a la etapa de contrashock. En Propiedades de los compartimentos
este momento el organismo necesita un aumento de
OD
corticoides circulantes y la resistencia específica; si Agua corporal. En una persona adulta, el agua
PR
supera esta fase, sobrevive. Las reacciones defensi- de su cuerpo constituye alrededor de 60 % de su peso
RE
vas prolongadas provocan las enfermedades de adap- corporal: es algo menor en las mujeres y disminuye a
tación (nefropatías, artritis, cáncer, hipertensión arterial, 50 % en los mayores de 60 años. En niños menores de
SU
de potasio en la célula y el sodio bajo, es el sistema na sustancia osmóticamente activa, que no esté inclui-
más importante para ese intercambio. Las membranas da en los cálculos habituales, cuando se presentan ci-
celulares no permiten el traslado pasivo de electró litos fras mayores de 10 mOsm/L.
al espacio extracelular, por el contrario, los espacios En los compartimentos vascular e intersticial la
vascular e intersticial posibilitan el paso de muchos transferencia de líquidos ocurre en los capilares y
electrólitos pasivamente. linfáticos, por gradiente de presiones hidrostática y
La mayoría de las membranas celulares son osmótica, denominadas fuerzas de Starling, y la ma-
permeables al agua, lo que permite que la distribución yoría de los líquidos que salen de los capilares retornan
de partículas osmóticas no iónicas, como la glucosa, se en su parte más distal, por existir aquí mayor presión
transporten a través de las membranas y de su meta- osmótica; el resto lo hace por los linfáticos.
bolismo celular. La urea pasa casi libremente por las
membranas celulares y alcanza concentraciones simi-
Balance hidrosalino
lares en todos los espacios.
Las proteínas intravasculares no pasan la pared Normalmente, el organismo tiende a mantener,
vascular y crean, de esta manera, una presión oncótica
de manera constante, el volumen y la composición de
que hace retener el agua en ese espacio, así, su trasla-
sus líquidos; ello sucede a pesar de las grandes varia-
do tiene lugar gracias a la diferencia de concentracio- ciones que pueden ocurrir por la ingestión. Cualquier
nes de solutos osmóticamente activos a cada lado de soluto que se añada con dicha ingesta o por produc-
las membranas celulares.
ÓN
ción endógena, se equilibra por eliminación renal o uso
La medida del número total de solutos en una so- endógeno de una cantidad similar.
CI
lución se conoce como osmolalidad; esta se relaciona El balance de agua se equilibra con las variacio-
UC
directamente con la concentración molar de los solutos nes de la ingestión controlada por la sed y la excreción
y el número de partículas que se disocian en esa solu-
OD renal. El filtrado glomerular renal, la reabsorción tubular
ción. Los determinantes de la osmolalidad del plasma y la reabsorción activa del sodio y el cloro en el asa de
PR
son el sodio, con sus aniones acompañantes, la glucosa Henle se encargan de este proceso, bajo la influencia
y la urea. de la ADH (hormona antidiurética). Esta hormona, al
RE
Cuando la osmolalidad de un espacio baja, el agua igual que la sensación de sed, está sujeta a las varia-
SU
pasa al espacio de mayor concentración, con la finali- ciones de la osmolalidad del plasma.
dad de equilibrar sus diferencias. La osmolalidad sérica La hiperosmolalidad estimula la sed y la secre-
DA
oscila entre 290 y 310 mOsm/L; para obtener su cifra ción de ADH, mientras que la hiposmolalidad provoca
BI
en un caso determinado, se puede emplear la fórmula: lo contrario. Existen otros estímulos no osmóticos que
I
2(Na + K) + glucemia (mOsm/L) + urea = mOsm/L la hipertensión arterial, disminución del volumen circu-
PR
ÓN
peso corporal. A una ingestión normal de 1 500 mL agua, pero se deben tener en cuenta las causas iatrogé-
CI
aproximadamente, corresponde una pérdida similar que nicas por exceso de aporte de soluciones inadecuadas
se distribuye de la manera siguiente: y/o a una velocidad de infusión muy elevada.
UC
Diuresis: de 800 a 1 500 mL. La terapéutica se basa en el tratamiento causal y
Perspiración: de 600 a 900 mL.
OD el apoyo hemodinámico. El sodio total del organismo
Heces fecales: 200 mL. de un adulto es aproximadamente de 60 mEq/kg, loca-
PR
Tabla 1.1. Pérdidas más frecuentes ción en plasma es entre 135 y 145 mEq/L.
SU
Orina 75 100 50 15 -
vada. Por concentración también se puede observar
OH
Heces fecales 20 15 10 - -
Sudor 60 55 25 - - natremia normal en alguien con depleción del sodio to-
PR
por la cifra deficitaria hallada. El agua total representa tubulopatías renales del tipo del síndrome de Fanconi
alrededor de 60 a 70 % de su peso, por ejemplo: y las acidosis tubulares, hipomagnesemia, hipercalce-
Sodio normal: 145 mEq/L. mia, poliuria, empleo de diuréticos, etc., y con
Sodio hallado: 112 mEq/L. hipertensión arterial, que casi siempre se deben a
Déficit: 13 mEq/L. síndrome de Cushing, estenosis de la arteria renal,
Peso del paciente: 55 kg. hiperaldosteronismo, deficiencias de hidroxilasas
60 % de agua: 33 L. (17alfa y 11beta) y empleo de algunos antibióticos
(rifampicina, carbenicilina, ampicilina, penicilina,
Por tanto, 13 · 33 = 429 mEq de déficit. anfotericina B, etc.).
En casos quirúrgicos, el exceso de sodio (hiperna- Por aumento de captación de potasio intracelular
tremia) en el organismo es consecuencia de aportes se encuentran en las alcalosis, administración de bi-
exagerados de soluciones que lo contengan, como la carbonato de sodio, alimentación parenteral, uso de
solución salina al 0,9 %. Sus síntomas frecuentes son: agonistas beta-2, leucemia mielógena, anemia megalo-
disnea de esfuerzo, aumento de peso, disfonía, ingurgi- blástica, ingestión de cloruro de bario, en la parálisis
tación venosa, pulso lleno, hipertensión arterial, edemas, periódica hipokalémica, etcétera.
vómitos y diarreas. También se describen orina con Manifestaciones clínicas. Casi siempre son
sodio elevado o normal, hemograma con hemodilución cardiacas, con contracturas prematuras aurículo-
y proteinemia. Para tratarlo se debe suprimir al aporte ventriculares, taquicardia supraventricular o bradicardia
ÓN
de sodio, aplicar diuréticos y administrar sol uciones de con bloqueos auriculoventriculares. También se pre-
CI
dextrosa al 5 %. sentan debilidades musculares, distensión abdominal por
íleo, retención urinaria, calambres, parestesias, letargo
UC
y confusión mental. Cuando se asocia con hipocalcemia,
Trastornos del metabolismo OD signos de Chvostek y Trosseau, poliuria y polidipsia,
del potasio por defecto de capacidad de concentración urinaria.
PR
Los trastornos del metabolismo del potasio se ma- potasio sérico se encuentra entre 2,5 y 3,0 mmol/L:
nifiestan fundamentalmente por alteraciones de la con- aplanamiento de onda T, con depresión de segmento
SU
centración extracelular, sobre todo en el plasma, que ST y presencia de ondas U; si es inferior a 2,5 mmol/L:
provocan cuadros de hipokalemia e hiperkalemia.
DA
debe recordar que los valores de potasio en el suero vasopresina. La depleción de potasio causa lesiones
son algo superiores a los del plasma (aproximada- vasculares en los túmulos proximal y distal del nefrón.
mente 0,2 mEq/L), con diferencias de hasta 0,9 mEq/ L. En la alcalosis metabólica, la salida de potasio de la
Causas de hipokalemia: célula para compensar la hipokalemia da lugar a la
Ingreso insuficiente de potasio (menos de 30 mEq/ entrada de sodio e ion hidrógeno, lo que tiende a per-
m2/día). En la desnutrición crónica se presentan, ade- petuarse, debido a que la hipokalemia induce la
más, cuadros diarreicos que aumentan las pérdidas. reabsorción de bicarbonato en el túbulo proximal re nal.
Pérdidas extrarrenales de potasio, provocadas por Tratamiento. Eliminar las causas, dentro de lo
diarreas agudas, vómitos, fístulas intestinales y/o posible, y aporte de potasio por vía oral o intravenosa,
biliares y el uso reiterado de resinas de intercambio según se requiera.
de cationes de sodio por potasio o de calcio por La evidencia de disfunción cardiaca indica que
potasio. se debe ser más enérgico en la administración de
Pérdidas aumentadas por sudor. potasio, así como en los casos donde no se pueda utili-
Diálisis peritoneal con soluciones de bajo contenido zar la vía intestinal. Las reglas para administrarlo acon-
de potasio. sejan preparar soluciones intravenosas, con una
Pérdidas renales de potasio, que a su vez pueden concentración que no exceda 100 mEq/L y a una velo-
ocurrir con tensión arterial normal, como en las cidad de infusión que no pase de 40 mEq/h. El total en
Generalidades 57
24 h depende de la magnitud del déficit y las caracte- ciencia de músculos respiratorios, además, el aumento
rísticas de cada paciente. de la concentración de potasio en el líquido cefalorra-
La presentación habitual es en ampollas de 10 mL quídeo y el tejido cerebral causa espasmos de arteriolas
de cloruro de potasio, que contienen aproximadamente intracerebrales e isquemia periventricular (leucoma-
25 mEq de cloro y 25 mEq de potasio. También el lasia), sobre todo en niños pequeños.
gluconato de potasio, en ampollas de 20 mL, con Electrocardiograma e ionograma: cifras de
25 mEq de potasio. Estas se incorporan a las solucio- potasio sérico entre 5,5 y 6,0 mEq/L (mmol/L), mues-
nes elegidas por las otras necesidades de hidratación tran aumento simétrico de amplitud de onda T y depre-
del enfermo. sión ST. Cuando se encuentra entre 6,0 y 7,0 mEq/L,
Para administrar el potasio es indispensable co- alargamiento de intervalo PR y ensanchamiento del
nocer la diuresis del paciente y comprobar que no está complejo QRS, con elevación de onda T, lo que se hace
en anuria. Cuando se emplea la vía oral, se pueden
más evidente con una T picuda, según se acerc a a
utilizar alimentos ricos en potasio, como la carne, leche
8,0 mEq/L; cuando supera estas cifras desaparece la
y jugos de naranja, tomate, etc., así como las sales de
onda P; los complejos QRS se tornan anchos y forman
rehidratación oral. En estos casos se calcula una dosis
ondas amplias con la onda T, con posible fibrilación
de potasio superior a los 80 mEq/día, que son las nece-
sidades normales de un adulto. ventricular o asistolia. La acidosis, hiponatremia e
La hiperkalemia se define como la concentración hipocalcemia empeoran la repercusión cardiaca de la
de potasio sérico superior a 5,5 mEq/L (mmol/L). La hiperkalemia.
ÓN
concentración en suero es superior a la del plasma, El tratamiento se debe dirigir a suprimir, en lo po-
CI
con una diferencia que puede llegar a 0,9 mEq/L. Des- sible, las causas. En la hiperkalemia aguda, cuando el
potasio sérico pasa de 6,0 mEq/L, se emplean los me-
UC
cartando las falsas hiperkalemias, dadas por defectos
en la toma de muestras de sangre, hemólisis, dicamentos siguientes:
OD
trombocitosis y leucocitosis, así como en la seudohi- Gluconato de calcio al 10 %: 0,5mL/kg de peso, i.v.,
perkalemia familiar, sus causas se deben fundamental- a pasar en 3 o 4 min.
PR
(hemólisis, lesiones tisulares, hemorragias gastro- 1 mL/kg de peso de glucosa, i.v., a pasar en 1 h.
DA
crónica, defecto de secreción tubular renal de potasio, Furosemida: 1 mg/kg de peso, i.v.
OH
aunque la mayoría de los laboratorios solo mide el cal- Sus causas más comunes son la pancreatitis aguda,
cio total. infecciones masivas de tejido muscular y/o adiposo,
El iónico puede variar independientemente del insuficiencias renales, fístulas intestinales o pancreá-
total, como sucede, por ejemplo, en las hipoalbumi- ticas e hipoparatiroidismo. Los niveles de calcio iónico
nemias, donde disminuye el total, pero el iónico se man- pueden descender en las alcalosis y las hipoproteine-
tiene normal y los pacientes no presentan síntomas, mias, así como en las depleciones importantes de
por el contrario, en las alcalosis aumenta la fijación de magnesio.
calcio iónico a las proteínas, baja la cifra de calcio libre Se presentan acroparestesias y signos neuromus-
circulante y se puede manifestar tetania. culares con reflejos hiperactivos evidentes con los sig-
El calcio se absorbe por el tubo digestivo bajo, nos de Chvostek y Trousseau; puede llegar a la tetania,
debido a la influencia de la vitamina D, que en el híga- con cólicos abdominales, espasmo carpopedal y con-
vulsiones. Para su tratamiento se tendrán en cuenta
do es hidroxilada, y se elimina por el riñón en un proce-
las causas y corregir las deficiencias del equilibrio áci-
so que es estimulado por la hormona paratiroidea y
do-base, aporte de proteínas con albúmina intravenosa
frenado por la hiperfosfatemia.
y la posible hipomagnesemia.
En la mayoría de los casos (80 %) la hipercalcemia La inyección de gluconato de calcio al 10 %, i.v.
se origina por neoplasias o hiperparatiroidismo. Entre lenta, aporta en sus ampollas de 10 mL unos 90 mEq.
las neoplasias, aparte de las paratiroideas, las hematoló- La dosis diaria será de 200 a 300 mg de calcio y se
gicas, como el mieloma y algunos linfomas, son sus debe evitar su mezcla con soluciones bicarbonatadas
causas más frecuentes.
ÓN
porque precipitan. En los casos crónicos se indicará
La cifra sérica normal de calcio es de 9 a vitamina D en uno de sus preparados, de acuerdo con
CI
11 mg/100 mL, en el ionograma unos 5 mEq/L; la la enfermedad de base y, además, aportar suplemento
UC
mitad, aproximadamente, corresponde al calcio unido cálcico por vía oral.
a proteínas y solo 45 %, al calcio iónico, que es el influ-
OD La distribución del magnesio en el organismo es
yente en la fisiopatología. La acidosis aumenta la frac- similar a la del potasio y alrededor de la mitad se en-
PR
ción ionizada, mientras la alcalosis hace lo contrario. cuentra en los huesos, muy difícil de intercambiar. En
Clínicamente, los síntomas de hipercalcemia son
RE
seas o vómitos, que siguen a un estado de fatiga, debi- bre todo, a través de las heces fecales y la orina; el
lidad variable, cansancio y pérdida de peso. Si la cifra riñón posee una gran capacidad para ahorrar magnesio.
DA
ÓN
cemia con tetania, hipotensión, insuficiencia renal y tras- sidades) + pérdidas asociadas + tener en cuenta los
CI
tornos cardiacos, por depósitos de fosfato cálcico en el balances acumulados y del día anterior = total mL/24 h.
Si inicialmente existe deshidratación, se calcula
UC
corazón. Sus cifras normales en sangre son entre 3,4
y 4 mg/100 mL; en el ionograma unos 3 mEq/L. Se OD un tratamiento hidratante de entrada, en correspon-
trata con aportes elevados de líquidos, teniendo en cuen- dencia con su intensidad, a razón de 1 500 mL/m 2 de
superficie corporal en la ligera; 2 400 mL, en la
PR
ta la suficiencia renal y cardiovascular (de 3 a 5 L en
24 h), asociados a acetazolamida como diurético, a moderada, y 3 000 mL, en la severa. Se tendrá en
RE
razón de 15 mg/kg cada 4 h, además de tratar las cuenta que en la ligera solo se presenta la sed; en la
moderada, sed fuerte, boca seca, oliguria y discreto
SU
causas.
Las hipofosfatemias ocurren habitualmente por signo de pliegue cutáneo, pero en la severa ya existen
DA
estados diarreicos crónicos, déficit de vitamina D y manifestaciones neurológicas, con mayor magnitud de
los síntomas y signos anteriores.
BI
el síndrome de Fanconi, la alimentación parenteral mal velocidad de perfusión para pasar en las primeras ho-
ras: 360 mL/m 2, con goteo rápido; asimismo se llevará
PR
ÓN
CI
Fuente: Bibliografía internacional.
UC
sangre de los componentes transfundidos. Reiniciar la
OD ria y la regulación renal, son los 4 pilares del equilibrio
vía oral lo antes posible, brinda buenos resultados. ácido-base.
PR
nen lugar en el organismo, se generan productos áci- netra en las células y deja salir de ellas el Na + y el K+.
BI
dos, lo que es lo mismo que liberadores de iones H +, Una buena disponibilidad de líquidos es indispensable
I
por los principios de disociación de los electrólitos. Para para la función de este mecanismo.
OH
el mantenimiento de la vida y el funcionamiento nece- Las sustancias tampones o buffer-base son las
PR
sario para que exista una homeostasis adecuada, es amortiguadoras que impiden, en parte, las modificacio-
fundamental el equilibrio entre las sustancias liberadoras nes rápidas del equilibrio ácido-base, donde elemental-
de iones H +, es decir, ácidas, y las aceptadoras de es- mente se encuentran unidos un ácido débil, capaz de
tos iones, básicas o bases. donar iones H +, con su base conjugada capaz de acep-
tar iones H +. Los sistemas amortiguadores son 4 y es-
En los diferentes líquidos de los compartimentos
tán constituidos por:
es necesario que haya un estado de neutralidad rela-
1. Sistema ácido carbónico-bicarbonato.
tiva para que se puedan suceder correctamente los
2. Sistema proteínico-plasmático.
diferentes procesos metabólicos indispensables. A pe- 3. Sistema de la hemoglobina.
sar de las concentraciones mínimas de H + en los dis- 4. Sistema fosfato.
tintos compartimentos, las variaciones de esta relación
ácido-base determinan, aunque sean pequeñas, la po- Estas sustancias se encuentran tanto en el plas-
sibilidad de enfermedad y quizás hasta de muerte, de ma como en los glóbulos rojos.
ahí la importancia del conocimiento de estos asuntos El mecanismo de amortiguación respiratoria se
para un correcto trabajo médico. relaciona con el CO 2 que existe en forma de gas en el
El organismo dispone de mecanismos regulado- aire de los alvéolos pulmonares y desde este sitio pue-
res para lograr la neutralidad mencionada. La dilución, de difundir fácilmente; mientras más CO 2 se forme,
las sustancias amortiguadoras, la regulación respirato- así se eliminará con cada respiración.
Generalidades 61
El centro respiratorio es modificado en su fun- entre 95 y 100 mm Hg, en sangre arterial y capilar,
ción por los contenidos de CO 2 e iones H+ de la sangre presenta cifras de 28 a 40 mm Hg en sangre venosa.
y de esta manera se estimula, por ello, la elevada con- La elevación de PaO 2 no siempre determina un
centración de estos aumenta la frecuencia y profundi- aumento proporcional de la oxigenación de la hemog-
dad respiratorias, lo que se traduce en mayor eliminación lobina y puede haber disociación entre ambas cifras.
de CO2 con la respiración. En la hipoxemia severa, con cifras menores de 60 mm Hg,
Por su parte, el mecanismo renal permite elimi- se acentúa por la llamada curva de disociación de la
nar o retener iones H + o iones bicarbonato, de acuerdo hemoglobina.
con las necesidades del organismo. Los mecanismos La saturación de la hemoglobina ocurre por el
de la hemoglobina y los fosfatos se encuentran ligados proceso de la hematosis, que depende, en gran medi-
a los procesos en la sangre, los riñones y también en da, de la PaO 2, pero cuando por tejidos ricos en CO 2
los respiratorios. La cantidad de iones H + extracelular se facilita la liberación de O 2 de la hemoglobina oxige-
se expresa por pH, es decir, el logaritmo con signo nada, influye en una desproporción entre PO 2 y la sa-
cambiado, de la concentración de hidrogeniones, y su turación de la hemoglobina (HbO 2), conocida como
cifra normal es de 7,40. efecto Bohr.
De acuerdo con su localización, la sangre puede La HbO2 presenta cifras normales en capilares y
mostrar una cifra entre 7,35 y 7,45, según se trate de sangre arterial (de 97 a 100 %), pero en la parte venosa
sangre arterial o venosa. Los límites permisibles para es de 62 a 84 %. La hiposaturación de la hemoglobina
la vida se encuentran entre 6,8 y 7,8, de ahí lo delicado se considera moderada, con cifras menores a 85 %, y
ÓN
de este equilibrio. La hemogasometría es la medida de severa, por debajo de 75 % (Tabla 1.3).
CI
los diferentes factores que intervienen en estos meca-
UC
nismos, de manera directa o indirecta.
Según el método Astrup y los conocimientos
OD Tabla 1.3. Esquema de gasometría normal
fisiopatológicos, cuando la cifra de pH es menor que la
PR
normal de 7,35, existe acidosis o acidemia. Cuando, Indicador Sangre arterial Sangre capilar Sangre venosa
RE
alteraciones se relacionan con el (CO 3H-), es decir, BS (mEq/L) 21-25 21-25 21-25
con la parte metabólica, se habla de alteración EB (mEq/L) 2,5 2,5 2,5
DA
(CO3H2), es decir, la parte respiratoria, se habla en- HbO2 (%) 97 a 100 97 a 100 62 a 84
I
propios de la acidosis, como la polipnea, y en ocasio- tratamiento básico consiste en mejorar la respiración
nes arritmia respiratoria (Kussmaul), deshidratación del enfermo y tratar las causas de la hipercapnia.
o hipovolemia. La gasometría brinda cifras de pH Las alcalosis metabólicas se deben a la disminu-
menores a 7,35, con EB por debajo de -2,5 mEq/L; ción de iones H+, por la falta de ácidos no volátiles o
BS menor de 21; PCO 2 normal o baja; PO 2 normal elevación de bases fijas de diversas caus as. La sus-
o baja, según las causas, y HbO 2 normal o baja, en tracción de ácidos ocurre por vómitos pertinaces, empleo
dependencia de PO 2, pH y PCO 2. Es habitual un de diuréticos y esteroides, y síndrome de Cushing, entre
ionograma con sodio bajo y potasio elev ado. El bi- otras, así como por la elevación de contenido de bases
carbonato se pasará calculando el total de miliequiva- en el coma hepático, tratamientos con a lcalinos, etc.
lentes, según la fórmula: Las manifestaciones clínicas se deben a la enfer-
medad de base y las provocadas por el déficit de cloro
3 (EB) peso en kilogramos del paciente = total mEq y de potasio, tales como astenia, apatía, debilidad mus-
cular, depresión mental, íleo paralítico, retención de
Es prudente pasar intravenosa lentamente, la mi- orina, hipotensión arterial, trastornos del ritmo cardiaco,
tad de lo calculado, revalorar la situación 40 min más bradipnea y tetania; la gasometría, con pH por encima
tarde y actuar en consecuencia, pues, como en el de 7,45 arterial y de 7,35 venoso; PCO 2 normal o un
potasio, el enfermo debe ser inducido a la normalidad, poco bajo, si hay algo mixto; BS mayor de 25 mEq/L;
pero nunca empujarlo bruscamente hacia lo que se su- EB mayor que +2,5 mEq/L, con PO 2 y HbO2 norma-
pone normal. En los casos con adición y retención de les. Es común que el cloro y el potasio se encuentren
ÓN
ácidos se puede utilizar el trihidroximetil-aminometano bajos, con el sodio algo elevado.
CI
(THAM); se pasará la tercera parte de lo calculado se- El tratamiento depende de las causas. Si no su-
UC
gún la fórmula: cede así o la descompensación es grande (con pH hasta
OD 7,56) se administrará potasio con hidratación hipertónica.
Peso/kg (-EB) 0,3 = total, a pasar intravenoso, sin exce- Si es mayor (hasta 7,63), se indicará acetazolamida,
PR
der de 500 mL 500 mg i.v., cada 6 a 8 h. Si el pH se encuentra más
elevado, se utilizará cloruro de amonio, según cálculo,
RE
Las acidosis respiratorias se producen por eleva- Se diluye la mitad del total en 500 mL de dextrosa
I
ciones de los H +, debido al aumento del CO 2 por dife- a 5 % (i.v. lento), con vigilancia estrecha de la tensión
OH
rentes causas respiratorias y, con menor frecuencia, arterial, que se puede elevar bruscamente, lo que indi-
PR
por causas periféricas y neurológicas: traumas y ciru- ca la suspensión del fármaco. Por sustracción de áci-
gía torácicos, afecciones parenquimatosas pulmonares, dos se puede administrar ácido clorhídrico normal,
trastornos del centro respiratorio en accidentes 100 mL disueltos en 900 mL de dextrosa al 5 % (i.v.
vasculares, edema cerebral, tumores, así como lesio-
lento). La alcalosis respiratoria se debe a la baja con-
nes neuromusculares, como en el Guilian-Barré, pará-
centración de iones H +, por baja presión parcial de CO 2,
lisis de músculos respiratorios, hipopotasemia severa,
debido a diversas causas.
etcétera.
Desde el punto de vista clínico predominarán los La polipnea sin lesiones orgánicas se manifiesta
signos de la enfermedad de base y la elevación del en la histeria de conversión, aire enrarecido, hiperventi-
CO2; si es mayor de 80 mm Hg, hipertensión arterial, lación por diversas causas, etc.; con lesiones orgáni-
arritmia cardiaca, contracciones musculares y evoluti- cas, en los traumas, encefalitis, peritonitis, sepsis con
vamente narcosis con estupor y coma, que puede lle- insuficiencia pulmonar progresiva, etc. Entre sus ma-
var a la muerte. nifestaciones clínicas se encuentran la disfunción ce-
La hemogasometría revela un pH bajo, con PCO 2 rebral, tetania, convulsiones, arritmias cardiacas,
elevado, en contraste con PO 2 normal o baja, según espasmo carpopedal, etcétera.
las causas, así como EB y BS normales o elevados por La gasometría revela un pH mayor de 7,45
compensación metabólica. Es habitual que el sodio y el (arterial y capilar) y de más de 7,35, venoso; PCO 2
potasio se encuentren elevados, con el cloro bajo. El baja, con PO 2 y HbO2 normales o algo bajas; SB y EB
Generalidades 63
normales o disminuidos, según la posible compensa ción el CO2 exhalado; sedación, si es necesario, con apoyo
metabólica existente. Es habitual que el sodio se en- emocional cercano. Si hiperventila por hipoxia, se ad-
cuentre bajo; el potasio, disminuido, y el cloro, elevado. ministrará oxígeno, y si existe dificultad con el riego
Para tratarlo, es preciso que el enfermo retenga algo cerebral, se utilizará la respiración controlada. Como
de CO2, haciendo que respire en una bolsa y reinhale en todos los casos, es fundamen tal tratar las causas.
La transfusión de sangre o hemoderivados pre- Todos estos aspectos permiten que se obvie el
senta beneficios indudables, pero también conlleva ries- empleo de la transfusión mediante el diagnóstico exac-
gos serios, que implican un manejo cuidadoso y muy to, oxigenación adecuada y utilización de sustitutos del
profesional por parte del personal médico y paramédico, plasma (cristaloides y coloides), en conjunto con las
ÓN
encargado de aplicarlos a los pacientes. medidas quirúrgicas; no se excluyen, por supuesto, los
La posibilidad de transmisión de agentes infec-
CI
controles clásicos de grupo, factor, pruebas cruzadas,
ciosos, como el virus de inmunodeficiencia humana etcétera.
UC
(VIH), virus de la hepatitis, etc., así como problemas Actualmente, los neocitos (hematíes jóvenes < de
de inmunidad relacionados con la transfusión, entre
OD 30 días) se aplican a los que necesitan transfusiones
estos la hemólisis intravascular, además de la sobre-
repetidas, pues es mayor su vida útil y menor la
PR
los siguientes:
Reconocimiento de la necesidad de reducir la lista Elementos de cálculos a utilizar:
DA
ción de desechos y otras medidas higienicosanitarias, Volumen plasmático total (VPT): peso en kg · 41 = mL.
Volumen sanguíneo total (VST):
PR
ÓN
biológicos, dados por cifras de hemoglobina, hematócrito,
1 mL//kg/h, asociados con diuréticos. La solución sa- VST y VGT, aplicables en todos los casos.
CI
lina a 0,9 % y el ringer se utilizan teniendo en cuenta, En la anemia aguda (procesos hemorrágicos, etc.):
UC
para dar volumen, que solo se retiene en el espacio Primera opción: hematíes + dextrán 40 o 70 o solu-
vascular 1/3 de lo administrado, ya que pasa rápido a
OD ción salina a 0,9 %.
la orina, por lo que la duración de su efecto depende de Segunda opción: hematíes + dextroringer.
PR
la excreción urinaria. El edema intersticial transitorio Tercera opción: hematíes + ringer lactato.
RE
Las soluciones coloidales dan presión oncótica casan las medidas distintas a la transfusión o por una
por el tamaño de sus moléculas, que retienen agua y situación emergente. La cantidad a administrar se de-
DA
dan volemia. Se diferencian de la albúmina por ser terminará en función del VGT del paciente y del valor
BI
esta un coloide monodispers o, responsable de 2/3 de la teórico que se desea alcanzar, comprobado por con-
I
ÓN
lares.
cipitados: Concentrados globulares + PFC, finalizada la CEC.
CI
En la hemofilia, coordinado con los hematólogos, Plaquetas, si trombopenia.
UC
sobre todo en casos quirúrgicos. Dextrán 40 o 70 + solución salina a 0,9 %; luego
En pacientes con abdomen abierto, por su aporte de
OD glóbulos rojos, si es necesario.
opsoninas (fibronectinas). Concentrados globulares + hemodilución.
Cuando se quiere aportar fibrinógeno en algunos
PR
táticas:
Indicaciones para el empleo de albúmina hu-
SU
Concentrados globulares.
mana:
Concentrados de plaquetas.
Restituir volumen en algunos casos de shock, sobre
DA
ciones de hemostasia.
20 mL de albúmina atraen unos 70 mL de líquido
adicional al espacio vascular en 15 min.
Prevención y tratamiento del edema cerebral: am-
Tratamiento etiológico:
plía la posibilidad del tratamiento convencional, que Concentrado de plaquetas.
implica la reducción del aporte de líquidos y deshi- Heparina eventualmente.
dratación con soluciones hipertónicas.
Quemados: por lo general, la reposición de volumen Algo para recordar:
es necesaria si la superficie dañada es de más de Un adulto promedio tolera una pérdida aproximada
20 %. La albúmina y la fracción proteica del plas- de 20 % del VST sin transfusión.
ma (FPP) son preparaciones de opción en el agota- El completamiento de volumen con sustitutos del
miento agudo de proteínas. Se puede utilizar plasma se requiere en una pérdida de más de 20 %
criosobrenadante o PFC si no existe otra disponibi- (hasta 30 %).
lidad. La transfusión se necesita si la pérdida es de 35 %
o más, como en las hemorragias masivas (más de
Indicaciones para la transfusión autóloga. 50 % del VST en menos de 3 h).
Son similares a las de la homóloga, pero presentan la El reemplazo inicial se puede hacer con solución
ventaja de ser propia del paciente, sin riesgo de conta- salina a 0,9 %, a razón de 50 mL/kg de peso o un
gios, a no ser por contaminación. La colección de san- volumen calculado de 3 veces la pérdida estimada.
66 Urología
Las gelatinas se pueden utilizar en reposición geno y/o componentes celulares o plasmáticos del
volémica, a razón de 50 mL/kg de peso. La dextrana sistema de coagulación. No se emplean para mejo-
70 y el almidón hidroxietílico a 20 mL/kg de peso. rar la curación de heridas, estado nutricional del
El plasma no es la primera opción en el tratamiento de la
paciente o prevenir sepsis, por lo que nunca se in-
hipovolemia y los hematíes no se utilizan para este fin.
La transfusión se debe detener cuando exista esta- dican para mejorar el estado general del enfermo.
bilidad hemodinámica, aunque la anemia no haya Se trata a los pacientes y no los resultados de labo-
sido corregida. ratorio. El juicio clínico es lo básico.
La anemia preoperatoria electiva debe ser corregi- Se debe transfundir la cantidad mínima necesaria
da hasta 80 y 100 g/L. para la mejoría clínica o corregir la coagulación,
La anemia posoperatoria no se transfunde si la he- nunca para lograr cifras determinadas en análisis
moglobina es mayor que 80 g/L.
de laboratorio.
Tampoco se debe olvidar que: Las transfusiones preoperatorias pueden favorecer
El objetivo de las transfusiones y derivados es co- las infecciones y la reactivación de tumores, por
rregir deficiencias pasajeras de transporte de oxí- ser agresoras para el sistema inmunitario.
ÓN
CI
UC
OD
Morfofisiología del sistema urinario
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Urgencias urológicas 69
Capítulo 2
ÓN
Fernando Rabionet Carballo
CI
UC
OD
Los traumas urogenitales constituyen la segunda causa de atención por el servi-
PR
órgano aislado es, junto al bazo, la lesión visceral más común en traumatismos abdomi-
nales; se asocia con traumas graves a daño hepático, páncreas y marco duodenal.
DA
Trauma renal
Desaceleración. Cuando es brusca (caídas des-
ÓN
El mecanismo de ruptura renal se explica por el de alturas), el riñón continúa su trayectoria y tracciona
CI
hecho de que los riñones contienen gran cantidad de el pedículo renal. La pared venosa es más delgada,
líquido (orina y sangre), y por la fuerza de un agente con una capa media muy pobre en fibras musculares y
UC
traumático. El líquido no comprime, pero sí deforma en elásticas, lo que hace que sufra frecuentemente estos
OD
virtud de la energía recibida, y de esta manera tracciona traumas, y las arterias, por desgarros de la túnica, crean
las estructuras tisulares que lo contienen, las que se una superficie cruenta, en la que ocurren fenómenos
PR
elongan y luego se desgarran, según la intensidad del trombóticos que llevan a la isquemia renal.
RE
pedículo renal.
Lesión parenquimatosa.
BI
ÓN
presentar tipo cólico. En muchas ocasiones se acom-
CI
paña de rigidez muscular del flanco o abdomen en el
lado afecto. Los síntomas digestivos reflejos pueden
UC
indicar trauma al eje celiaco.
OD Aproximadamente 30 % de los casos de lesión
vascular renal no se asocian con hematuria y casi siem-
PR
Fig. 2.2. Rotura de pelvis renal. El grado de lesión renal no se corresponde con la in-
tensidad o grado de hematuria, puesto que la hematuria
SU
Estudios imagenológicos:
UD: se inicia tan pronto se coloca el catéter intrave-
noso y comienza la reanimación (de ser necesaria).
Establece la presencia o no de ambos riñones, mor-
fología, vaciamiento renal, etc. (Fig. 2.4).
Existen situaciones en las que no se visualizan las
lesiones: espasmo vascular, trombosis arterial, ausen-
cia renal (congénita o adquirida).
USG: determina la integridad de la silueta renal, pre-
sencia de colección perirrenal, etcétera.
TAC: método eficaz (no invasivo) en la determina-
ción del grado traumático; es preciso, proporciona
una excelente definición de las lesiones parenquima-
tosas, determina la extravasación con claridad, mues-
tra la amplitud del hematoma perirrenal, define el
tejido renal no viable y perfila los órganos vecinos
como el páncreas, hígado y vasos importantes.
Arteriografía: define las lesiones, cuando otros estu-
dios no lo han logrado en su totalidad. La trombosis Fig. 2.4. Lesión renal derecha.
ÓN
arterial y la ruptura del pedículo renal se diagnosti-
CI
can mejor con estas técnicas. Lesiones GIII-IV: tratamiento quirúrgico. Se tra-
Gammagrafía renal: pueden aparecer diferentes ha-
UC
tará por todos los medios de conservar el riñón
llazgos: OD (rafia renal, amputación polar). En caso de no po-
Tipo I: defecto ligero de captación del polo supe- der, se practicará la nefrectomía (se verificará el
rior y en su parte media externa, disminución del estado del riñón contralateral).
PR
minución del tamaño renal e hipofijación en banda vación o nefrectomía y la hipertensión maligna, resta-
DA
Complicaciones:
Lesiones traumáticas
OH
ÓN
ligado).
anclada al diafragma urogenital y fijada por los liga-
CI
Signos y síntomas de peritonitis aguda, si extrava-
mentos pubovesicales; su cápsula es la parte más mó-
sación intraperitoneal.
UC
vil y débil.
Salida de orina, por herida de arma blanca o de fue-
OD Patogenia. Cuando la pelvis se fractura, al sufrir
go, así como por la vagina.
traumas por contusión, los fragmentos óseos pueden
PR
Parcial de orina: hematuria microscópica. está infectada, pueden ocurrir abscesos pélvicos e in-
Elevación de azoados, si lesión ureteral bilateral. flamación pelviana intensa. En caso de encontrarse la
SU
Signos radiográficos:
TUS: densidad aumentada en sitio de sección. toneal). Si no se establece el diagnóstico inmediato y la
BI
UD: extravasación de líquido de contraste; hidrone- orina se encuentra estéril, no se observarán síntomas
I
OH
frosis por obstrucción parcial. en varios días. En caso de existir sepsis urinaria, lo
Ultrasonografia: delimitará el hidrouréter o la extra- usual es la peritonitis y el abdomen agudo.
PR
Complicaciones: empalamiento.
Estrechez ureteral. Iatrogénicas: durante intervenciones quirúrgicas
ÓN
Se origina por la compresión vesical sobre su conte- La vejiga se llena con solución salina (300 mL);
nido, que al elevar la presión intraluminal rompe las
CI
si se extrae, hay que pensar en una ruptura extraperi-
paredes por la parte débil (cúpula). Cuando se inser- toneal y en caso contrario, intraperitoneal.
UC
ta el catéter, no hay orina en la vejiga; puede ocurrir Estudios imagenológicos:
peritonitis urinosa (Fig. 2.6). Los pacientes refieren USG.
OD
dolor intenso en el hipogastrio. Urograma descendente.
PR
Hematuria.
divertículo vesical, encontró 200 casos al revisar la li-
BI
Contractura abdominal.
teratura precedente. La mayoría ocurre en la cúpula
I
ÓN
drenados. trará el sitio de la lesión (Fig. 2.7).
CI
UC
Trauma uretral OD
Clasificación. Sobre la base del sitio anatómico
PR
uretra y laparotomía exploradora en un tiempo quirúr- Cuadro clínico. Se presentan dolor agudo y
gico, lo cual ha mostrado buenos resultados. Las heri- chasquido, junto a la aparición inmediata de tumescencia
das penetrantes en la uretra anterior conllevan análisis peneana por el hematoma; uretrorragia; dificultad
del área; los tejidos desvitalizados se desbridarán cui- miccional o retención urinaria, si lesión uretral asocia-
dadosamente. da; dolor a la palpación en la zona de desgarro; desvia-
Los defectos de hasta 2 cm en la uretra bulbar y ción peneana hacia el lado contrario a la lesión, por el
de 1,5 en la peneana se pueden reparar primariamente hematoma local.
por anastomosis directa, sobre un catéter con sutura Diagnóstico. Se hará sobre la base de la clínica
absorbible fina. Los defectos mayores no se deben del paciente, el examen físico, la cavernosografía y la
reparar por emergencia. Durante este intervalo se prac- ecografía.
tica la derivación con catéter suprapúbico. Tratamiento:
Médico-conservador: en contusiones pequeñas y
hematomas.
Lesiones traumáticas del pene Quirúrgico: siempre que la albugínea peneana esté
rota, se drenará el hematoma y se suturará la bre-
Las lesiones traumáticas del pene se asocian a cha.
lesión uretral. Las más graves son las amputaciones
totales o parciales, secundarias, en su mayoría, a agre-
siones sexuales o accidentes laborales. Igualmente Lesiones traumáticas
ÓN
pueden ser provocadas por relaciones sexuales y del escroto
CI
angulaciones forzadas durante la erección.
Etiopatogenia:
UC
La mayoría de los desgarros múltiples se pueden
Lesiones de los tegumentos: contusión simple, des- OD desbridar y cerrar por primera intención. Cuando se
garros, heridas y avulsiones parciales o totales.
produce una pérdida grave de la piel escrotal, como en
Lesiones de los cuerpos cavernosos: rotura de la
PR
los traumatismos por arrancamiento, la reconstrucción
albugínea.
depende, necesariamente, del empleo de las áreas res-
RE
tante.
cesario el cierre del defecto bajo tensión. Si los tes-
Cerradas: durante la erección, por el choque contra
I
Lesiones traumáticas
Cuando la piel no está lesionada, las heridas con
de los testículos aplastamiento o el estallido grave de los testículos pue-
den provocar hemorragia en el tejido subcutáneo laxo
En los testículos, los traumatismos se observan, del escroto y la túnica vaginal, con formación de un
por lo general, cuando se lesiona el escroto por heridas
ÓN
hematocele.
penetrantes, de esta manera, puede quedar destruida Rotura del testículo. Se realiza una incisión
CI
gran parte del órgano en uno o ambos lados. escrotal, que se profundiza hasta la túnica vaginalis;
UC
Los traumatismos pueden ocurrir por contusión los coágulos de sangre se retiran y se ligan los puntos
simple o rotura completa. La primera se trata con me-
OD sangrantes. Se debe salvar, en lo posible, todo el tejido
didas expectativas de reposo en cama y apoyo escrotal, testicular viable. También se ha practicado la reimplan-
PR
mientras que la rotura exige corrección quirúrgica in- tación después de accidentes y autotrasplantes me-
diante la aplicación de técnicas microvasculares.
RE
mediata.
SU
DA
BI
I
OH
ÓN
de los casos.
CI
Leucocitos.
Fiebre, en ocasiones (Fig. 2.11), lo que sugiere in-
UC
OD fección agregada.
Náuseas y vómitos.
PR
existentes en estas estructuras, las cuales, por vía sim- Causa obstructiva cuando no es litiásica (hasta 10 %).
pática, son transmitidas al sistema nervioso central, lo
PR
que conduce al aumento de la síntesis y liberación de Urograma descendente. Permite visualizar la re-
prostaglandinas por el riñón (Fig. 2.9), que provocan: percusión sobre el TUS. Se debe realizar fuera del
Aumento del flujo sanguíneo renal y de la presión periodo doloroso (Figs. 2.12 y 2.13).
ureteral. Otros exámenes:
Disminución del flujo sanguíneo renal y aumento con- Ecografía abdominal.
tinuo de la presión ureteral. ETC helicoidal (sin contraste).
Disminución del flujo sanguíneo renal y de la presión
ureteral. Diagnóstico diferencial:
Aumento de la presión y del dolor, por un mecanis- Renales: pielonefritis aguda y embolia-infarto renal.
mo doble: reducción de las resistencias vasculares y Genitales: torsiones del cordón espermático y del
supresión del efecto de la hormona antidiurética. ovario, embarazo extrauterino y salpingitis.
Obstrucción ureteral aguda por litiasis: 90 % (Fig. 2.10). Digestivas: apendicitis aguda, oclusión intestinal,
Alteraciones no litiásicas de las vías urinarias (de 5 a diverticulitis y pancreatitis aguda.
10 %). Vasculares: disección o rotura de aneurisma de aor-
ta abdominal.
Diagnóstico. El síntoma fundamental es el do- Neurológicas: lumbociatalgia, neuralgia lumboabdo-
lor, que puede ser muy diverso en su intensidad y minal o iliolumbar, tabes.
Urgencias urológicas 79
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
Fig. 2.9. Interconexión plexo renal, celiaco y mesentérico. Interconexión de la inervación de N ilioinguinal, iliohipogástrico y
I
genitofemoral.
OH
PR
samiento en la médula dorsal, además de reducir la Litotricia extracorpórea por ondas de choque
Farmacológico:
Anticolinérgicos: butilbromuro de hioscina (Buscapina).
¿Antimuscarínico = AINES - opioides? Absceso perinefrítico
Antimuscarínico + AINES + opioide: no beneficio.
Opiáceos: no actúan sobre el origen fisiopatológico El absceso perinefrítico es una de las complica-
del dolor. ciones más graves de la pielonefritis no tratada co-
Opioides: se indican como tratamiento complementario rrectamente, por lo general asociada a litiasis renal,
de los AINES o ante la contraindicación de estos. que evoluciona a hidronefrosis, se infecta y se con-
AINES: actúan directamente sobre la causa princi- vierte en pionefrosis, con pérdida de su parénquima
ÓN
pal del dolor. Disminuyen el FSR, la producción de funcionante.
Provoca dolor intenso en la región lumbar del lado
CI
orina y la PU. Cuando se requiera un bolo único de
analgesia en la fase aguda, un AINE sería el fárma- afecto, con signos flogísticos, fiebre y toma del estado
UC
co de elección, en lugar de un opiáceo (Fig. 2.14). general. El ultrasonido es muy importante, se observa
Dipirona: analgesia efectiva para el tratamiento del
OD la dilatación calicial ecodensa, por el pus a ese nivel.
cólico renal agudo, en dosis única o como tratamien- Tratamiento:
PR
to complementario de AINES y opiáceos. Drenaje del absceso por vía lumbar: dejar la sonda
Paracetamol. de drenaje (nefrostomía).
RE
A B
ÓN
CI
A
UC
B
Fig. 2.13. A y B. Litiasis vesical (TUS) y en pelvis renal izquierda.
OD
Trombosis de la vena renal
PR
RE
ÓN
peritoneal, corrección de la comunicación y un drenaje
Uretral: afecciones que disminuyen el calibre uretral
CI
apropiado de la vejiga, además de antibióticos.
y pueden cerrarla completamente; esclerosis del cue-
UC
llo vesical, válvulas uretrales, hiperplasia prostática
benigna, cáncer de próstata, estenosis uretral, cálcu-
OD Escroto-testículo y periné
los enclavados, etcétera.
PR
Torsión testicular
Tratamiento. Su objetivo es eliminar la causa,
RE
pero el tratamiento paliativo o alternativo, mientras lle- La torsión testicular es un proceso agudo en el
SU
ga dicha intervención, es el cateterismo vesical, ya sea que se produce isquemia del testículo, por obliteración
mediante sondaje vesical o punción suprapúbica (con- de los vasos del cordón, al girar sobre su eje, por efec to
DA
sultar capítulo 1, tema de instrumentación). de una contracción violenta del cremáster. De acuer-
BI
Tratamiento:
Aumento de la diuresis.
Antibióticos, si existe infección urinaria.
Analgésicos.
Medidas generales higienicodietéticas. Fig. 2.15. A. Torsión extravaginal. B. Torsión intravaginal.
Urgencias urológicas 83
Su incidencia es mayor en el lado izquierdo por- testículo contralateral sano, que apoya la teoría de
que, anatómicamente, el cordón es más largo. La afección bilateral.
bilateralidad del proceso no es frecuente, aunque se Signo de Gouvernur: consiste en la ascensión y pro-
han descrito casos. Entre los factores que lo favore- yección hacia delante del bloque dídimo-epididimario
cen se destacan: afecto.
Cavidad vaginal amplia. Signo de Ger: tiene valor en las primeras horas, an-
Cordón espermático demasiado largo. tes de la aparición del edema de la pared escrotal.
Gobernaculum testi muy largo o inexistente. Consiste en una depresión u hoyuelo en la piel
Mesocremáster muy desarrollado y poderoso en sus escrotal del lado afecto.
contracciones. Signo de Prehn: la elevación manual del hemiescroto
Pedículo vascular en el polo superior del testículo. y el testículo afecto origina un aumento del dolor
Testículos crípticos y/o ectópicos. testicular. Es muy útil para poder diferenciar este
proceso de una orquiepididimitis, en la cual ocurre
El sentido o giro en el que se desarrolla la torsión lo contrario.
es diferente en cada lado. Por lo general, como el
músculo cremáster se inserta oblicuamente sobre el Diagnóstico. Se tendrán en cuenta los antece-
cordón, su contracción hace que el testículo izquierdo dentes infecciosos y urológicos (ausentes), así como el
gire en dirección antihorario, mientras que el derecho cuadro clínico descrito anteriormente; por lo general,
lo hace en dirección horaria, esto es teniendo en cuen- en los complementarios se encuentran leucocitosis y
ÓN
ta que el médico observe al enfermo desde los pies de orina normal. Hoy día se describen técnicas de diag-
CI
la cama. nóstico por imágenes que ayudan a completar el juicio
UC
Cuadro clínico. El dolor es el síntoma inicial y clínico; sus resultados serán fiables según la fase evo-
de mayor importancia. Por lo general es agudo, se ini-
OD lutiva en que se encuentre este tipo de afección.
cia al nivel abdominal o inguinal, para fijarse rápida- Estudios imagenológicos:
mente en el testículo. Muchas veces ocurre durante el Ultrasonidos de partes blandas: el eco-Doppler a color
PR
sueño y el paciente se despierta por esta causa. permite visualizar de manera simultánea las estruc-
RE
Se puede acompañar de irritabilidad, vómitos, turas vasculares en movimiento con los colores rojo
náuseas, fiebre y sudación. No existen antecedentes y azul, además de la anatomía dídimo-epididimal.
SU
comprueban aumento regular de tamaño y tumefac- solución en el estudio de la afección escrotal aguda.
OH
cordón está normal, con el deferente intacto. todas aquellas afecciones que provocan dolor testicular
Si transcurren unas pocas horas, se produce un agudo: orquiepididimitis, hernia inguinoescrotal atasca-
derrame intravaginal y los contornos testiculares apa- da y trauma testicular (hematocele).
recen borrados. Se mantiene un dolor selectivo en la Tratamiento. Independientemente de todos los
zona superior indurada y puede haber febrícula. Si se métodos diagnósticos que existen en la actualidad, hay
deja evolucionar y la observación es más tardía, apa- que tener presente que: “ante la duda, abrir y ver”.
rece el seudoflemón, con típico aspecto inflamatorio, Siempre debe ser precoz, ya que es la única forma de
pero sin signos generales. salvar el testículo y su funciones endo y exocrina.
En los días sucesivos este cuadro se va acen- Existen 3 modalidades:
tuando y, al mes, la tumefacción va disminuyendo de 1. Detorsión manual: se acepta como maniobra
manera progresiva; a los 3 meses, aproximadamente, temporal, previa a la cirugía definitiva. Se debe
se puede apreciar atrofia definitiva. En la literatura se recordar que el testículo derecho rota en sentido
describen signos, cuya importancia diagnóstica es va- horario y el izquierdo, en sentido antihorario. Esta
riable y depende del momento evolutivo en que se ex- maniobra se facilita con infiltración anestésica en
plore al paciente: el cordón espermático (Fig. 2.16).
Signo de Angell: se explora al paciente de pie y, en 2. Detorsión quirúrgica y orquidopexia: una vez ex-
los casos de torsión, existe una horizontalización del puesto el testículo y destorsionado el cordón, por
84 Urología
ÓN
contrario. La evolución, habitualmente, es hacia la re-
solución, pero en ocasiones se complica (el proceso se
CI
La orquiepididimitis aguda se caracteriza por la absceda) y puede haber amenaza de la espermato-
UC
inflamación del teste, del epidídimo o de su conjunto; génesis, si el proceso es bilateral.
puede ser unilateral o bilateral. OD Tratamiento:
Etiología: Médico: medidas generales que incluyen reposo en
PR
ÓN
Se asocia, por lo general, a otros factores de ries-
CI
go: diabetes, inmunodepresión, malnutrición, abscesos
UC
periuretrales, rectales o pararrectales, así como a in-
tervenciones recientes en el área genitoinguinal. Co-
OD
mienza con edema y eritema, que progresa con crepi-
PR
tación al tacto, necrosis de la piel y olor muy fétido,
acompañado de toma del estado general.
RE
urinaria (cistostomía) abierta o por punción; adminis- Fimosis puntiforme. Su orificio es tan estrecho,
BI
tración de antibióticos de amplio espectro y curas dia- que apenas permite la higiene a este nivel; en ocasio nes,
I
rias, las cuales, en ocasiones, se realizan en el quirófano. esta parte terminal del prepucio se puede comportar
OH
Hoy día se aplica oxígeno hiperbárico. Finalmen- como una microvejiga; debido al cúmulo de secreciones,
PR
te requiere la fase reconstructiva de todo el tejido per- no tarda en aparecer la infección (balanopostitis), que
dido. A pesar de los avances actuales, esta entidad se empeora la situación anterior y llega a provocar, inclu-
considera grave y, por tanto, una verdadera urgencia so, retención aguda de orina.
urológica. Por lo general, cuando se presenta fimosis ad-
quirida es conveniente realizar una glicemia, pues
muchas veces esta afección es el primer indicio que
Cirsocele sangrante
permite diagnosticar una diabetes mellitus, desconoci-
Se presenta cuando existen várices al nivel de los da por el paciente.
escrotos; en algunos casos se puede asociar al vari- En muchos casos habrá que descartar que la
cocele y en otros acompaña las várices de miembros fimosis oculte una neoplasia.
inferiores. Estas pequeñas venas se rompen al roce Si el paciente presenta síntomas de complicación
con el pantalón o calzoncillo, lo que hace que el pa- (sepsis), se deben mejorar las condiciones locales del
ciente acuda al cuerpo de guardia con cierto grado de proceso y realizar posteriormente una circuncisión, que
desesperación. consiste en cortar el prepucio mediante la anastomosis
El interrogatorio es importante; se buscarán an- de la mucosa, por debajo del surco balanoprepucial a
tecedentes de hipertensión arterial y traumatismo a ese la piel del pene, para dejar el glande permanentemente
nivel. descubierto.
86 Urología
Parafimosis
La parafimosis es un accidente agudo que ocurre
por la retracción forzada de un prepucio redundante
estenótico, por detrás del glande. Este estrangulamiento
produce rápidamente estasis venosa y linfática, con
edema del glande, que dificulta devolver el prepucio a
su posición primitiva; si no se atiende a tiempo, se pue-
de desarrollar una gangrena a este nivel.
Si la lesión es reciente, se puede intentar una re-
ducción manual (sin anestesia): el glande se exprime
durante 10 a 15 min para reducir el tamaño; luego se
empuja en dirección proximal, mientras que el prepu-
cio se inmoviliza distalmente. También se pueden ha-
cer punciones con aguja fina en el edema prepucial
atascado para reducir el rodete estrangulante (técnica
de Dundee).
Si la lesión es antigua (varios días de evolución),
o luego de una fallida reducción manual, el tratamiento
ÓN
será quirúrgico: se corta el anillo de estrangulación (in- Fig. 2.18. Priapismo.
CI
cisión dorsal) para resolver la urgencia y se realiza
posteriormente una circuncisión, cuand o las condicio-
UC
Tabla 2.3. Fisiopatología del priapismo
nes locales lo permitan. OD No isquémico Isquémico
PR
PO 2 > 30 < 30
Esta afección debe su origen a Príapo, dios de la PCO 2 < 60 > 60
SU
ción mantenida y dolorosa, que ocurre independiente- 2. De bajo flujo, isquémico o de estasis: la erección
BI
mente de la estimulación sexual y se prolonga entre 4 y se prolonga como consecuencia de una obstruc-
I
OH
6 h. Ocurre por un desequilibrio entre el flujo arterial y ción mecánica o funcional del flujo venoso y se
el drenaje venoso peneano (Fig. 2.18). produce estasis sanguíneo, con el consiguiente au-
PR
ÓN
prostaglandina E l, papaverina.
CI
UC
Diagnóstico:
Historia clínica detallada, con énfasis en la duración
OD
del episodio, antecedentes previos de enfermeda des
asociadas, tratando de descubrir la posible causa.
PR
Estudios eco-Doppler.
RE
Médico:
Ejercicios: se sugiere la realización de carreras, con
el objetivo de estimular las catecolaminas.
Sedantes.
Drogas agonistas alfa-adrenérgicas: adrenalina, no-
radrenalina, efedrina, fenilefedrina y dopamina.
Punción, aspiración y lavado de los cuerpos caver-
nosos (punción lateral o transbalánica, seguida de
aspiración y lavado de los cuerpos cavernosos, con
el objetivo de descomprimirlos).
Bloqueo neurológico con raquianestesia.
Anuria
El término anuria significa ausencia de produc-
ción de orina por el riñón, aunque no se suele observar
una falta completa de emisión de orina; se pueden con-
tabilizar unos mililitros: entre 0 y 100 indican anuria, y
ÓN
entre 100 y 400, oligoanunia.
CI
Fig. 2.21. Algoritmo para su tratamiento. Clasificación:
UC
Prerrenal.
Uretritis aguda OD Renal o parenquimatosa.
Posrenal u obstructiva (de tramo común o de tramo
PR
la gonorrea o blenorragia. En los hombres se mani- tramo superior). Existe una obstrucción de la vía uri-
fiesta por secreción uretral blanco-amarillenta o ver- naria en cualquiera de sus niveles y se comporta como
DA
dosa; en ocasiones se puede presentar una discreta una extrema urgencia, con graves consecuencias para
BI
Conducta. Ante la caída de la diuresis, tras una Urológicas. En realidad, es la causa que intere-
sa en este caso (infecciosa, litiásica, tumoral y trau-
anamnesis correcta y exploración adecuada, se colo-
mática).
cará una sonda vesical para descartar la obstrucción
Existen varias clasificaciones:
del tramo urinario común. Si existe imposibilidad de Inicial, terminal y total: de acuerdo con el momento
sondaje, con sospecha clara de retención aguda de ori- de aparición en la micción.
na, se debe realizar una derivación vesical (punción Leve, moderada o intensa: de acuerdo con su inten-
suprapúbica o cirugía a cielo abierto). sidad.
Si persiste la diuresis escasa, descartar procesos
prerrenal y renal; realizar estudio ecográfico, en busca Conducta. Lo primero es demostrarla, corrobo-
de obstrucción del tramo superior, para confirmar la rar su intensidad y actuar de acuerdo con ella, además
dilatación y realizar posteriormente el tratamiento de determinar su posible causa.
desobstructivo de dicho tramo, ya sea temporal (para En caso de hematuria moderada o intensa, se debe
colocar una sonda uretrovesical, con el objetivo de
mejorar el estado general del paciente) o definitivo
mantener la vejiga en reposo y seguir evolutivamente
(para eliminar el factor causal). el sangrado.
La vena se debe canalizar profundamente para
ÓN
asegurar una correcta hidratación, volemia y mante-
Hematuria
CI
ner la hemoglobina en cifras normales.
UC
La anamnesis (antecedentes), cuadro clínico aso-
La hematuria es la presencia de sangre en la ori- OD ciado, examen físico y exámenes complementarios
na. Puede ser provocada por múltiples causas: (ecográficos y radiográficos) permiten realizar el diag-
Renal. nóstico de la posible causa, que se tratará de manera
PR
Hematológica. la hematuria.
SU
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ÓN
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92 Urología
Capítulo 3
ÓN
Dámaso Alberto Maresma Salomón
CI
UC
OD
El término infecciones de las vías urinarias se emplea para definir una infección
PR
del tracto urinario, desde la uretra hasta los riñones, por la colonización y multiplicación
RE
de cualquier microorganismo.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son las infecciones bacterianas más
SU
ÓN
en las infecciones recurrentes, tanto en las mujeres nario o factor obstructivo asociado; generalmente
CI
(embarazadas y no embarazadas), como en los hom- requiere evaluación urológica. Es más frecuente en
bres y pacientes con cateterización, en ausencia de los hombres.
UC
síntomas al tomar la muestra. OD Infección urinaria recurrente: puede ocurrir en las
Cistitis bacteriana: síndrome caracterizado por no complicadas; se caracteriza por alternar perio-
disurias diurna y nocturna, polaquiuria y piuria; en oca- dos asintomáticos y sintomáticos, estos se repiten
PR
de 100 UFC/mL.
Etiopatogenia. El tracto urinario normal se en-
SU
tener una expresión aguda o crónica. distal de la uretra, el cual está colonizado por las floras
BI
Pielonefritis aguda: se caracteriza por dolor o cutánea y vaginal: Staphylococcus coagulasa nega-
I
malestar en flanco o región lumbar, fiebre, piuria, tivo, difteroides, estreptococos del grupo viridans,
OH
bacteriuria mayor de 100 UFC/mL (en la mayoría de Lactobacillus y microorganismos anaerobios; ocasio-
nalmente, de forma transitoria, se puede encontrar un
PR
ÓN
practicado instrumentación uretral reciente, con sonda microorganismos desde el meato urinario hasta la veji-
CI
vesical permanente, o que presentan cambios en la flora ga. La uretra femenina es corta y, consecuentemente,
colónica y/o vaginal, como consecuencia de la admi-
UC
el paso de microorganismos al interior de la vejiga es
nistración de antibióticos, aumenta la frecuencia de in-
OD un fenómeno frecuente en la mujer, en especial duran-
fección por bacilos gramnegativos diferentes de E. coli, te el coito.
por cepas de este microorganismo resistentes a los
PR
En cambio, la uretra del hombre es más larga y
antibióticos habituales, Enterococcus faecalis, S. au- contiene una sal de zinc, secretada por la próstata, que
RE
reus y S. epidermidis.
ejerce un efecto bactericida y evita el ascenso espon-
Con respecto a los virus, no es frecuente que
SU
La presencia de Candida spp. en la orina se pue- por una cepa de E. coli uropatógena, pueden originar
de producir por la colonización renal secundaria a una la colonización de la uretra distal y el desarrollo poste-
diseminación hematógena o deberse a una infección rior de una ITU.
ascendente, la cual se observa, sobre todo, en los dia- La velocidad de multiplicación de los microorga-
béticos; tratamiento con antibióticos de amplio espec- nismos en la orina depende, en gran medida, de su ca-
tro o cateterismo vesical permanente, y suele ser pacidad reproductiva intrínseca y, en menor grado, de
asintomática. las características fisicoquímicas de la orina. Las
Los hongos pueden provocar infección por dise- enterobacterias y en especial la E. coli tienen periodos
minación hematógena, por ejemplo, los criptococos, de duplicación inferiores a 1 h, en tanto que Lactoba-
Torulosis glabrata, coccidios y Aspergillus, en pa- cillus, microorganismos de la flora cutánea, S. pneu-
cientes con factores predisponentes como inmunosu- moniae, N. gonorrhoeae y estreptococos del grupo
presión y diabetes mellitus. A, entre otros, crecen mal en la orina y sus periodos de
La ITU es polimicrobiana en alrededor de 5 %. multiplicación son superiores a 1 h.
En estos casos existen antecedentes de manipulación El pH ácido de la orina, las variaciones extremas
de las vías urinarias, anomalías urológicas (litiasis, ve- de la osmolaridad y en menor grado el aumento de
jiga neurógena), presencia de sonda vesical permanente concentración de urea o de ácidos orgánicos y los
o de una fístula que comunica la vejiga con la vagina o niveles bajos de glucosa, a fectan negativamente la
Infecciones de las vías urinarias 95
velocidad de crecimiento bacteriano, sin embargo, el establezca la infección; la superficie luminal de la
efecto sobre el crecimiento de las enterobacterias es vejiga está cubierta por una capa de mucina glicopro-
escaso y raramente constituye la causa determinante teica, que al parecer desempeña una función
de la infección. antibacteriana. La disrupción de esta capa de mucina
El factor más eficaz para eliminar cualquier ger- permite que las bacterias colonicen la superficie
men y mantener la esterilidad de las vías urinarias es el uroepitelial; penetración del epitelio, con inicio de la
lavado que se produce por el paso de grandes volúme- respuesta inflamatoria y descamación de las células
nes de orina, lo cual permite la dilución de la población epiteliales de la superficie, lo cual contribuye a la
bacteriana por el efecto del flujo urinario y la eliminación sintomatología.
Colonización del introito vaginal: precede a la
periódica de las bacterias con cada micción; cualquier
factor que altere este mecanismo predispone a la bacteriuria por E. coli; gérmenes con gran habili-
dad para adherirse al epitelio urinario, porque po-
bacteriuria vesical.
seen fimbrias o pilis que se unen a receptores
En condiciones normales, la vejiga se vacía vir-
glicolípidos o glicoproteínas de la membrana celular
tualmente de forma completa con cada micción y eli-
epitelial. Esta adherencia por las fimbrias parece ser
mina los microorganismos que han penetrado en su necesaria para que se produzca la colonización. El
interior; si, por el contrario, después de la micción que- factor más importante para la adherencia al uroepi-
da un residuo de orina, la presencia de microorganismos telio son las fimbrias P.
se autoperpetúa, el efecto dilucional disminuye y el Presencia de antígenos K y O: estos intervienen en
ÓN
periodo de protección desaparece. la invasividad y la resistencia del germen a la
Los pacientes con sonda uretral sufren infeccio-
CI
fagocitosis; los antígenos K producen con mayor fre-
nes por gérmenes que colonizan el meato uretral, cuencia pielonefritis, porque inhiben la fagocitosis y
UC
S. epidermidis, enterococo y bacilos gramnegativos, la actividad bactericida, mediada por el complemen-
procedentes de la flora rectal o transportados por las
OD to. El antígeno O se asocia a mayor capacidad de
manos del personal sanitario que los atiende. La inci- adhesión, porque disminuye la motilidad del múscu-
PR
dencia de bacteriuria después de un sondaje vesical lo liso y favorece el ascenso de las bacterias.
RE
varía en relación con la edad, el sexo, el estado de Diferentes colonias de E coli, las de forma rugosa
salud previo, la presencia de anomalías urológicas y la que no contienen antígenos O, tienen menor viru-
SU
técnica con que se realiza el sondaje, entre otros lencia y no resistencia a la fagocitosis, son las que
factores. se encuentran en un elevado por ciento de las
DA
en mujeres jóvenes y sanas y 20 % en gestantes, du- Producción de colicina, hemolisina y ureasa: aumenta
I
Superficie vesical: está presente la mucina, que es Al examen físico se observan globo vesical, tu-
hidrofílica y forma una barrera que impide la adhe- mor en flanco con contacto lumbar y anomalías con-
rencia bacteriana y se secretan inmunoglobulinas con génitas, asociadas a defectos del tracto urinario, como
acción bactericida. Asimismo se produce una res- arteria umbilical única, orejas mal configuradas, de
puesta inflamatoria local para impedir el crecimiento implantación baja, musculatura abdominal pobre, ano-
bacteriano, con la consecuente liberación de citocinas, malías en genitales externos, rectales, espina bífida y
principalmente interleucinas 6 y 8; migra ción de cardiopatías congénitas como la CIV.
polimorfonucleares, si este mecanismo falla se des- Factores predisponentes en la infancia:
encadena la respuesta inmune celular y humoral Estenosis del meato, valvas de uretra posterior (en
sistémica, encaminada a la destrucción bacteriana. los varones) y estenosis distal de la uretra (en las
Susceptibilidad genética: participa en la defensa del hembras).
huésped; la presencia o ausencia de determinantes Acodadura del uréter, vasos anómalos que compri-
específicos de los grupos sanguíneos en las células men el uréter.
uroepiteliales, están relacionados con la adherencia Obstrucción adquirida por litiasis, nefrocalcinosis,
bacteriana. Se considera significativo, además, la bandas fibrosas y tumores.
mayor longitud de la uretra en el hombre y se sugie- Factores neurológicos: meningocele, ausencia de
re en algunas investigaciones el efecto bactericida sacro, hidrocefalia, meningoencefalitis, poliomielitis
de las secreciones vaginales y prostáticas. y trauma medular.
Anomalías renales: riñón poliquístico, displasia renal
y riñón en herradura.
ÓN
A continuación se describen los factores mecáni-
cos que predisponen a la bacteriuria vesical. Déficits inmunológicos, de vitaminas K y A, infec-
CI
Factores que facilitan el ascenso de microor- ciones locales de la piel, enfermedad diarreica agu-
UC
ganismos por la uretra: da y enfermedad respiratoria aguda.
Cateterización permanente. OD Formas clínicas atípicas:
Cirugías uretral, vesical y prostática.
Sepsis generalizada: es frecuente en el recién naci-
PR
Relaciones sexuales.
do y el lactante pequeño, con manifestaciones sépti-
Prolapso vaginal.
RE
ÓN
de uretritis.
Anatomía patológica. Se observa inflamación
CI
En la mujer, la disuria indica realizar el diagnósti-
superficial de la pared vesical, que se caracteriza por co diferencial con uretritis, vulvovaginitis y cervicitis.
UC
la presencia de un infiltrado inflamatorio, edema e El diagnóstico de uretritis, si se trata de una paciente
hiperemia de la mucosa; si la infección progresa, pue-
OD joven, con disuria de aparición solapada o de más de
den aparecer hemorragias focales o difusas y exudado una semana de duración, si existe el antecedente de
PR
Diagnóstico positivo. El diagnóstico de cistitis covaginal provoca flujo, dispareunia y escozor en los
se puede confirmar mediante pruebas para detectar la labios, y no se presenta piuria, se confirma mediante el
SU
sedimento de orina indica que la infección se localiza Cistitis con conteos bajos de bacterias en el urocultivo
I
en el parénquima renal.
La leucocituria no es específica de ITU. La nefro- Uretritis por Chlamydia trachomatis , Neisseria
PR
patía intersticial, litiasis ureteral y tuberculosis renal gonorrhoeae, Ureaplasma urealyticum o virus del
pueden evolucionar con leucocituria, así mismo, la con- herpes simple.
taminación de la orina, con exudado procedente de una Cistitis tuberculosa.
Cistitis no bacteriana como la cistitis intersticial, por
vaginitis o balanitis, provoca un falso incremento del
radioterapia, litiasis, cuerpo extraño, carcinoma vesical
número de leucocitos.
o absceso pélvico adyacente a la pared vesical.
En la mujer asintomática, un recuento superior a
105 UFC/mL, corresponde en 80 % de los casos a una
Evolución y profilaxis. La mejoría clínica de un
bacteriuria significativa; un segundo cultivo positivo para
paciente con infección urinaria no siempre se acompa-
el mismo germen eleva a 95 % la probabilidad de
ña de la erradicación bacteriológica; la bacteriuria pue-
bacteriuria significativa. de persistir en ausencia de síntomas.
En el hombre asintomático, la obtención de la ori na La curación bacteriológica se puede confirmar
es menos susceptible de contaminación y un recuento mediante la práctica de un urocultivo entre 10 y 15 días
único de 104 UFC/mL se debe considerar significativo. después de finalizado el tratamiento. No es necesario
El aislamiento en un urocultivo de varios microor- realizar controles rutinarios después de un episodio de
ganismos, incluso en recuentos superiores a 10 5 UFC/mL, cistitis no complicada, si la evolución es favorable y el
suele indicar contaminación, en particular si el pacien- tratamiento antibiótico se ha mantenido, como mínimo,
te está asintomático y no lleva una sonda vesical. 3 días.
98 Urología
La recurrencia de una infección urinaria se pre- No cambiar la sonda, excepto en caso de obstruc-
senta según 2 modelos de patogenia y pronósticos dis- ción.
tintos, conocidos como recidiva y reinfección. Las Mantener una ingestión abundante de líquidos.
recidivas representan 20 % de las recurrencias, por lo
general, ocurren durante las 2 a 4 semanas siguientes En los pacientes con vaciamiento espontáneo de
a la aparente curación; se producen a partir de microor- la vejiga, es preferible sustituir la sonda por un colec tor.
ganismos que han persistido desde el primer episodio, La administración de un antibiótico con fines
bien porque el tratamiento antibiótico no fue adecuado profilácticos a pacientes con sonda vesical no evita la
o porque los gérmenes se alojaron en un lugar inacce- aparición de bacteriuria y solo se indica cuando se pro-
sible al antibiótico, por ejemplo, en la litiasis renal o cede a cambiar la sonda de un paciente con cate-
prostatitis crónica. terización permanente, y de manera eventual cuan do
En ocasiones ocurren recidivas sin causa apa- se prevé una cateterización breve de menos de 15 días,
rente, después de realizar un tratamiento correcto y a con riesgo de desarrollar una bacteriuria.
pesar de tener una urografía normal. En estos casos
se debe prolongar el tratamiento durante 2 a 4 sema-
nas, con dosis adecuadas de un antibiótico elegido de
Prostatitis
acuerdo con el antibiograma. En el hombre es preferi-
La inflamación de la glándula prostática o pros-
ble emplear antibióticos como el cotrimoxazol o las
tatitis se puede clasificar en 3 grandes grupos, de acuer-
fluoroquinolonas, que alcanzan concentraciones tera-
ÓN
do con la forma de presentación clínica y su origen:
péuticas eficaces en la secreción prostática.
CI
1. Prostatitis aguda bacteriana.
El resto de las recurrencias (80 %) se debe a
2. Prostatitis crónica bacteriana.
UC
reinfecciones provocadas por un nuevo germen; ocu- 3. Prostatitis crónica de causa desconocida: algunos
rren con mayor frecuencia en la mujer y son fáciles de
OD pacientes incluidos en este último grupo no pre-
reconocer cuando se originan por un germen distinto sentan signos de inflamación de la próstata, a pe-
PR
del inicial. En un pequeño porcentaje la reinfección se sar de la persistencia de las manifestaciones clíni-
RE
debe a vejiga neurógena, reflujo vesicoureteral, cas, esta situación se conoce con el término de
divertículo de gran tamaño o a algún grado de obstruc- prostatodinia.
SU
ción uretral.
El denominador común de estos procesos es la
DA
lías; si la cistografía es normal, se le debe aconsejar a orden de frecuencia por otras enterobacterias, Kleb-
la paciente la ingesta abundante de líquidos, realizar siella spp., Proteus spp., Serratia spp., Pseudomo-
PR
micciones frecuentes y orinar después del coito. nas aeruginosa, enterococos y S. aureus, las cuales
Cuando el número de reinfecciones es inferior a provocan menos de 10 % de los casos; actualmente la
3 por año, cada una se puede tratar aisladamente; si se infección gonocócica es muy rara.
producen más de 3 recaídas sintomáticas en 1 año o Los microorganismos pueden alcanzar la prósta-
existe riesgo de infección grave o de lesión renal, es ta por 3 vías:
preferible realizar profilaxis antibiótica. 1. Retrógrada: por el ascenso a lo largo de la uretra
La profilaxis de la ITU en pacientes con sonda o reflujo de orina infectada a través de los con-
vesical permanente incluye: ductos prostáticos que desembocan en ella.
Colocación de un equipo estéril, con la máxima asep- 2. Diseminación hematógena.
sia posible. 3. Propagación de la flora fecal: directamente o a
Lavado de las manos cada vez que se manipule la través de los vasos linfáticos.
sonda.
Mantener el drenaje cerrado y la sonda permeable. La causa de la prostatitis crónica no bacteriana
Fijar el catéter para evitar traumatismos. es desconocida; se ha especulado la posibilidad de un
Evitar las irrigaciones. proceso autoinmune o de una reacción inflamatoria,
Mantener siempre la bolsa de drenaje por debajo del originada por alguna sustancia presente en la orina,
nivel de la vejiga. que refluye hacia la próstata, no obstante, existe una
Infecciones de las vías urinarias 99
evidencia creciente acerca de la posible participación las infecciones urinarias. Se define como los cambios
de microorganismos, entre estos Staphylococcus patológicos y fisiológicos que se producen como resul-
epidermidis y corinebacterias, antes considerados tado de un proceso infecciosos renal; requiere eviden-
como contaminantes y en menor medida de Chlamydia cia de enfermedad y de bacteriuria renal, con cambios
trachomatis, Ureaplasma urealyticum u otros mico- histopatológicos como infiltración de polimorfonu-
plasmas genitales; así mismo, es probable que S. epi- cleares, mononucleares, dilatación tubular y fibrosis
dermidis crezca formando biopelículas en la superfi cie periglomerular.
luminal de los conductillos prostáticos, sobre los cuer- Diagnóstico. El diagnóstico de pielonefritis agu-
pos amiláceos o la microlitiasis. da es clínico; se trata del síndrome que acompaña a la
Cuadro clínico. A continuación se describen sus respuesta inflamatoria ante una invasión bacteriana del
manifestaciones. parénquima renal.
Prostatitis aguda bacteriana: evoluciona con En la pielonefritis crónica es fundamentalmente
fiebre elevada, frecuentemente de comienzo súbito, radiográfico y se caracteriza por cicatrices renales y
escalofríos y toma del estado general; se puede acom- cambios destructivos en el sistema calicial. En sus eta-
pañar de disuria, polaquiuria, urgencia miccional, sínto- pas previas al desarrollo de insuficiencia renal pueden
mas de obstrucción uretral y dolor o molestias en la existir o no síntomas clínicos recurrentes y la bacteriuria
región perineal, que por lo general son discretos. Al no es un hallazgo universal.
tacto rectal la próstata está aumentada de tamaño y es Etiopatogenia. En las infecciones extrahos-
dolorosa a la palpación. Eventualmente puede ocurrir pitalarias, la Escherichia coli es responsable de 75 %
bacteriemia y shock séptico.
ÓN
o más de las infecciones urinarias; no existe un serotipo
Prostatitis crónica bacteriana: generalmente los
CI
nefritógeno, pero varias características de este micro or-
síntomas locales son escasos y la próstata es normal al ganismo se asocian a la invasión renal. Se ha com -
UC
tacto. Se manifiesta por infecciones recurrentes de las probado por medio de sondas génicas que los 12 serotipos
vías urinarias, como cistitis y/o pielonefritis. Entre los
OD de E. coli aislados en pacientes con pielonefritis con-
síntomas de infección urinaria se puede presentar tienen los genes de la proteína de adherencia.
bacteriuria asintomática.
PR
irradiación a la región inguinal indica obstrucción hepatitis aguda, colecistitis, apendicitis, pancreatitis
ureteral. aguda, aneurisma aórtico e isquemia mesentérica.
En la minoría de los pacientes solo se presentan La inflamación pélvica aguda se excluye mediante
molestias vagas en la zona renal, dolor abdominal o un examen ginecológico. Se deben descartar enfer-
fiebre intermitente. medades renales como la trombosis venosa aguda, las
Los síntomas pueden tener una progresión rápida uropatías obstructivas y las glomerulonefritis agudas,
y muchos consultan al médico solo horas después del que pueden provocar un dolor semejante al de la
comienzo del cuadro; alrededor de 50 % de los pacien- pielonefritis.
tes tienen antecedentes de infecciones urinarias bajas Anatomía patológica. En los hallazgos histoló-
en los meses previos. gicos de pielonefritis aguda se incluyen la formación
Examen físico. La presión del ángulo costover-
de abscesos parenquimatosos y la acumulación
tebral o la palpación bimanual provocan dolor; 20 % de
intratubular y peritubular de leucocitos polimorfonu-
los casos originados por cálculos que dificulten el
drenaje urinario, pueden evolucionar a la sepsis gene- cleares. En general, los glomérulos tienden a ser res-
ralizada; este riesgo se incrementa en los pacientes petados, aunque pueden estar rodeados por focos
diabéticos. inflamatorios.
En ocasiones la infección se puede extender al Las áreas de infección tienen forma de cuña, con
sistema osteomioarticular, endocardio o sistema ner- el ápex en la médula, como resultado de esta configu-
vioso central. Puede existir un periodo prolongado ración. La afección tiende a ser mayor en la corteza,
sin embargo, la respuesta inflamatoria parece tener un
ÓN
entre la aparición de los síntomas urinarios y las mani-
festaciones propias del foco metastásico, lo que difi- mayor efecto en el funcionalismo medular.
CI
culta el diagnóstico. La distribución de estas áreas de supuración sue-
UC
Se ha reportado pielonefritis aguda con posterio- le ser focal y, en general, se delimita claramente con
ridad al tratamiento con litotricia extracorpórea, lo que
OD respecto al parénquima no afecto. Puede existir cierto
obliga a posponer este procedimiento si se sospecha grado de espasmo vascular, que también puede tener
PR
un proceso infeccioso. un papel en la génesis de las cicatrices pospielonefritis.
En los niños, las manifestaciones se comportan
RE
En los diabéticos se puede manifestar simplemen- Edad preescolar: el tratamiento antibiótico prolon-
I
ÓN
neral se caracteriza por afección de los mecanismos
Diagnóstico positivo en las infecciones del
CI
medulares, con poliuria resistente a la hormona antidiu-
rética, pérdida de sodio y tendencia a la hiperpotasemia tracto urinario. Ninguna prueba permite identificar
UC
por hipoaldosteronismo hiporreninémico. con especificidad total si el tracto urinario superior está
OD
Diagnóstico positivo. Es fundamental la detec- involucrado en un cuadro infeccioso. La valoración clí-
ción de lesiones crónicas en cuadros de infección uri- nica sigue siendo el elemento de decisión principal,
PR
naria aparentemente banales y resaltar la importancia aunque existen pruebas que apoyan el diagnóstico y es
RE
del empleo de las pruebas complementarias. necesario resaltar la importancia de emplearlas, teniendo
Diagnóstico diferencial. El diagnóstico diferen- en cuenta su relación coste/eficacia.
SU
cial de la pielonefritis crónica se debe hacer con todas Parcial de orina. Piuria: la presencia de 10 o
las enfermedades que provocan disfunción renal. más leucocitos por campo, con objetivo de 400 x, en
DA
parénquima renal, con cambios en el sistema colector, Cituria. La presencia por encima de 20 000 leuco-
I
retracción del tejido renal adyacente, tiende a producir Conteo de Addis. Con frecuencia, la leucocituria
PR
una depresión poscicatrizal de la superficie renal. es superior a 70 %, se encuentran más de 2 000 leuco-
Las cicatrices tienen bordes abruptos y distribu- citos/min en orina recién emitida y centrifugada. La
ción focal, y se encuentran por encima de cálices dila- presencia de cilindros leucocitarios en el sedimento de
tados o amputados y deformados; la médula está distor- orina indica que la infección se localiza en el
sionada y la papila correspondiente a estas cicatrices parénquima renal.
suele estar retraída o aplanada. El tejido circundante Proteinuria de 24 h. Es poco frecuente una pro-
se hipertrofia y se mantiene una clara demarcación teinuria superior a 300 mg/24 h, tanto en las infeccio-
entre las áreas afectas y no afectas. nes agudas como en las crónicas; la aparición es im-
Microscópicamente se observa una inflamación portante en la valoración evolutiva, puede indicar la
renal intersticial, caracterizada por infiltración linfoci- presencia de lesiones esclerosantes focales secunda-
taria y de células plasmáticas; en ocasiones pueden rias a la reducción del número de nefronas. La exis-
encontrarse polimorfonucleares y eosinófilos. Los tencia de proteinuria es un dato de elevado valor pro-
túbulos pueden estar atróficos y/o dilatados, bordea- nóstico; una causa de aparición es el desarrollo de la
dos por un epitelio aplanado, y llenos de cilindros amiloidosis secundaria a la pielonefritis, como proceso
coloideos (tiroidización). inflamatorio crónico.
En fases muy avanzadas solo es posible diferen- Examen directo mediante tinción de Gram. En
ciar la pielonefritis de las glomerulopatías primarias por una muestra de orina sin centrifugar, permite determi nar
102 Urología
si el paciente tiene bacteriuria significativa y si el mi- S. saprophyticus, Acinetobacter, Candida spp. y al-
croorganismo es gramnegativo o positivo, información gunas Pseudomonas spp., reducen los nitratos urina-
útil para elegir el tratamiento antibiótico inicial. rios a nitritos. Un resultado positivo indica bacteriuria
Urocultivo. Permite identificar el microorganis- significativa en 90 % de los casos, pero es poco sensi-
mo causal y practicar un antibiograma; se realiza pre- ble, de modo que un resultado negativo es menos fia ble.
ferentemente con una muestra de orina de la primera Tiras reactivas. Detectan la presencia de este-
micción de la mañana o en su defecto con una muestra rasa leucocitaria; permiten identificar la leucocituria a
que haya permanecido en la vejiga un mínimo de 4 h; la cabecera del enfermo, de forma sencilla y rápida,
se desprecia la orina inicial que arrastra los gérmenes con una sensibilidad y especificidad aproximadamente
de la uretra y se recoge en un frasco estéril una mues- de 90 %.
tra de la mitad de la micción. Si no es posible realizar la Hemocultivos. Entre 10 y 25 % de los casos de
siembra en el curso de las 2 h siguientes a su obten- pielonefritis aguda pueden ser positivos y se acompa-
ción, debe mantenerse refrigerada a 4 ºC. ña de leucocitosis con desviación a la izquierda, de for-
El resultado se expresa en unidades formadoras ma prácticamente universal.
de colonias por mililitros de orina; cada colonia repre- Pruebas directas o específicas: biopsia con
senta, al menos, una bacteria en la orina original. Se cultivo. El examen histológico y el cultivo de los teji-
requieren entre 24 y 48 h más para identificar el ger- dos obtenidos de regiones visiblemente anormales del
men y conocer el antibiograma. riñón responden al criterio de 100 % de sensibilidad y
especificidad; casi siempre la biopsia percutánea ha
Recuento de más de 100 000 UFC en orina, obteni-
ÓN
sido menos útil que la biopsia abierta, a menos que la
da en condiciones adecuadas: se ha convertido en el
CI
infección se generalice e invada todo el parénquima,
patrón que delimita la bacteriuria significativa, sin
sin embargo, técnicas más modernas, como el empleo
UC
embargo, este concepto, de extraordinaria utilidad clí-
de agujas delgadas, que permite n obtener varias
nica, no debe aplicarse dogmáticamente. OD muestras (con poco riesgo), y la gammagrama con
Recuento superior a 10 5 UFC/mL: en 80 % se co-
radionúclidos para identificar zonas anormales, han dado
PR
gundo cultivo positivo para el mismo germen eleva a hecho de no encontrar la infección, no comprueba su
95 % la probabilidad de bacteriuria significativa. Un inexistencia.
SU
recuento inferior a 10 4 UFC/mL refleja contamina- Prueba de Stamey. El cultivo de orina obtenido
ción.
DA
El aislamiento en un urocultivo de varios microor- ciosamente la vejiga, a través del citoscopio, con el
ganismos, incluso en recuentos superiores a 10 5 UFC/mL, objetivo de disminuir el número de bacterias que po-
suele indicar contaminación, en particular si el pacien- drían pasar de los uréteres hacia arriba, entonces se
te está asintomático y no lleva una sonda vesical. Si la introducen 2 catéteres ureterales hasta la vejiga y se
muestra de orina se obtiene por punción suprapúbica, extrae el líquido residual por ambos catéteres para ha-
cualquier recuento es indicativo de infección; en caso cer el cultivo; se prosigue el cateterismo introduciendo
de que el paciente lleve una sonda vesical permanen- las sondas por los uréteres y se obtienen 4 muestras de
te, la muestra de orina ha de obtenerse por punción de cada lado para cultivo cuantitativo y otros estudios, si
esta, utilizando material estéril; como la orina ha per- están indicados.
manecido poco tiempo en la vejiga, se consideran po- Cuando esta prueba se efectúa correctamente,
sitivos conteos de 10 3 UFC/mL. es 100 % específica, a menos que el paciente sufra
Prueba de Griess. Está disponible en forma de una infección en la vejiga y flujo retrógrado vesico-
tiras reactivas y se realiza con la orina de la primera ureteral importante, además, permite detectar todas las
micción de la mañana. Es capaz de detectar la presen- infecciones renales, excepto aquellas que solo produ-
cia de nitritos en orina, producidos por la actividad cen siembra intermitente de microorganismos.
metabólica de las bacterias. La mayoría de los Los riesgos de instrumentación en presencia de
microorganismos, con excepción de enterococos, infección no tratada y la posibilidad de resultados
Infecciones de las vías urinarias 103
falsopositivos en caso de flujo retrógrado, hacen qu e la Proteínas urinarias particulares, como los recepto-
prueba sea menos útil en los niños. Una variante es el res solubles de interleucina 6, factor de necrosis
cultivo de orina obtenida directamente de la pelvis re- tumoral, interleucina 8, 2-microglobulina, productos
nal, mediante punción percutánea con aguja muy del- de degradación de la fibrina o defensinas leucoci-
gada; es seguro, sencillo y rápido; solo requiere anes- tarias.
tesia local y un sedante; se emplea en niños y adultos.
Prueba de Fairley. Es una prueba de lavado de Estudios imagenológicos:
arrastre de la vejiga, que se utiliza como un patrón de Ecografía: se puede emplear en la etapa inicial del
exactitud; su sensibilidad es de 90 % en los adultos y estudio, con la finalidad de descartar la presencia de
menos segura en los niños, sobre todo cuando el flujo litiasis o colecciones.
retrógrado es considerable; tampoco es muy confiable Exploraciones radiográficas con contraste, urografía
en los que presentan vejiga neurógena. descendente y cistografía retrógrada y miccional:
Se inserta una sonda de Foley permanente y se permiten detectar la existencia de anomalías uroló-
obtiene una muestra de orina para coloración Gram y gicas, causantes de la infección, en especial la re-
cultivo; después se instilan en la vejiga 50 mL de solu- tención posmiccional y/o el reflujo vesicoureteral. Son
ción salina fisiológica (SSF) a 0,9 %, que contiene 2 tributarios de evaluación radiográfica todos los varo-
ámpulas de fibrinolisina y desoxirribonucleasa nes con ITU no atribuible a manipulación urológica,
(ELASE), además de un antibiótico escogido sobre la las niñas menores de 5 años y las mujeres con infec-
base de los resultados de la coloración de Gram, y se ción recurrente o sospecha de infección complicada.
ÓN
deja in situ durante 45 min para desprender los Tomografía axial computadorizada: es un medio diag-
CI
microorganismos de la pared vesical e inhibir su multi- nóstico más sensible que la urografía intravenosa y
se ha comprobado una correlación notable entre la
UC
plicación; luego se procede a drenar y enjuagar la ve-
jiga con 1 o 2 L de agua estéril o SSF, en proporciones
OD extensión de las lesiones y la severidad del cuadro
de 540 a 100 mL; la última porción se deja unos minu- clínico. Las alteraciones corresponden a edema e
tos en la vejiga y al mismo tiempo se administran 10 mg infiltrado inflamatorio de distribución lobular; las áreas
PR
El cultivo se hace con una muestra de esta última quima normal, antes de que se administre el medio
porción de enjuague (tiempo 0), entonces la sonda de de contraste. Si la pielonefritis evoluciona a la
SU
Foley se cierra con pinzas, abriéndola después, a fin de cronicidad, pueden aparecer zonas quísticas multi-
DA
obtener muestras para cultivo a los 10, 20, 30 y 60 min; focales, detectables por todas las técnicas.
Gammagrafía con ácido dimercaptosuccínico
BI
ocasión. Para confirmar el diagnóstico, el recuento de (DMSA) marcado con 99Tc: permite detectar las le-
OH
colonias en el tiempo 0 debe ser mayor de 1 % del siones cicatrizales pospielonefríticas, con mayor fre-
encontrado en las muestras testigo; en los recuentos cuencia que la urografía intravenosa y la ecografía,
PR
de las muestras siguientes, los aumentos deben ser ma- sobre todo en los niños.
yores de 10 %. Resonancia magnética con inyección de gadolinio:
Métodos especiales. Existen otras medidas para puede proporcionar mejores resultados que la gam-
diferenciar las infecciones del tracto urinario superior magrafía con DMSA.
e inferior, que son poco empleadas en la práctica diaria Estudios angiográficos: se han encontrado imágenes
o tienen un rendimiento insuficientemente comproba- de obliteración transitoria de las arterias interlobulares
do, por tratarse de marcadores de descripción muy corticales; estos hallazgos radiográficos suelen ser
reciente y de elevado costo: de corta duración.
Anticuerpo anti-O circulante, que reacciona con un
antígeno lipopolisacárido de E. coli. Estudios urodinámicos. Se deben indicar en las
Pruebas de aglutinación específicas para componen- mujeres que presentan síntomas y cultivos negativos.
tes de E. coli (fimbria P). Complicaciones:
Defecto temporal de concentración urinaria. Bacteriemia con shock séptico.
Demostración en la orina de bacterias recubiertas Diseminación bacteriana a esqueleto, endocardio, más
de anticuerpo. frecuente en edades extremas, como consecuencia
Enzimas urinarias, como la n-acetil-beta-glucosami- de manipulaciones, en pacientes con diabetes mellitus
nidasa. e inmunosuprimidos.
104 Urología
Disfunción renal en niños con asociación de reflujo, si existe un sustrato anatómico favorecedor de la in-
cálculos y anomalías congénitas. fección, se debe considerar prioritaria su resolución.
Toxemia gravídica y prematuridad. Si se presenta bacteriuria asintomática en las
Pielonefritis xantogranulomatosa. embarazadas, diabéticos y niños, se impondrá trata-
miento inmediato.
Tratamiento. A continuación se describen sus En la cateterización prolongada con bacteriuria
opciones. sintomática se indicará el tratamiento; si es asintomática,
Profiláctico.En el sexo femenino se deben apli- se indicará la terapéutica después de retirar el catéter,
car medidas para conservar el mucus protector de la pero en los pacientes inmunosuprimidos siempre se
uretra, evitando la colonización y adherencias de impondrá tratamiento.
enterobacterias de origen fecal en el introito vaginal: Si se presenta colonización bacteriana vesical, no
Evitar los lavados repetidos posmicción.
se indicará quimioterapia. Se aplicarán medidas profi-
lácticas y quimioprofilaxis nocturna, en los casos que
Aseo genital previo al anal, ambos por separado.
presenten colonización bacteriana en el introito vaginal
Uso correcto de las almohadillas sanitarias.
y el periné, que producen infección recurrente.
Evitar el coito rectovaginal.
Tratamiento con dosis única (monodosis). Se
Cuidados con el uso del diafragma.
aplica fundamentalmente en la infección del tracto uri-
Prevención y tratamiento adecuado de la inflama-
nario en la mujer y en las no complicadas. No se indica
ción pélvica aguda, vulvovaginitis y cervicitis. en las infecciones complicadas, casos febriles, niños
Ingerir diariamente más de 3 L de líquidos.
ÓN
pequeños, embarazadas y pacientes cateterizados.
Evacuación vesical frecuente antes de acostarse, y Una semana después de finalizado el tratamien-
CI
antes y después del coito. to, se realizará cultivo de orina; si no se ha eliminado el
UC
Reducir al mínimo las instrumentaciones urológicas. germen, se aplicará un tratamiento más largo. Se des-
El cateterismo vesical se debe realizar con asepsia
OD cartarán las alteraciones de las vías urinarias y, si se
estricta y se evitará que sea prolongado. presenta infección o recaída, cambio de antibiótico.
PR
Ventajas:
Medidas generales: Se obtiene igual curación.
RE
Vaciamiento frecuente de la vejiga por micción es- Si remisión, no es necesario proseguir con estudios
OH
Analgésicos y antipiréticos.
Polaquiuria y disuria: alcalinizar la orina. Otros:
Amoxicilina: 3 g, v.o.
Ampicilina: 3 g, v.o.
Quimioterapia. Entre sus objetivos se encuen-
Cotrimoxazol: 4 tab., v.o.
tran:
Sulfisoxazol: de 1 a 2 g, v.o.
Erradicar la infección.
Trimetoprim: 400 mg, v.o.
Eliminar la sintomatología.
Nitrofurantoína: 200 mg, v.o.
Evitar las recurrencias y el daño renal.
Cefalexina: 3 g, v.o.
Utilizar agentes antimicrobianos bactericidas con
Ciprofloxacina: 250 mg, v.o.
efectos secundarios mínimos, poco o no nefrotóxicos, Ofloxacina: 200 mg, v.o.
de bajo costo, fácil administración y que se excreten Kanamicina: 400 mg, i.m.
en concentraciones elevadas por el riñón. Gentamicina: 80 mg, i.m.
ÓN
Amikacina: 15 mg/kg/día, i.m. En los casos severos, emplear antibióticos paren-
CI
terales, aminoglucósidos, cotrimoxazol, fluoroquinolo nas
UC
La vía de administración y la duración del trata- o ceftriaxona, durante 3 días, y continuar con cotri-
miento óptimas aún se discuten; parece indicado un
OD moxazol, amoxicilina o fluoroquinolonas, por 10 días.
ciclo inicial de 10 a 14 días con trimetoprim/sulfa- En la pielonefritis complicada se sugiere en los
PR
metoxazol. Una segunda opción puede ser el empleo casos ligeros cotrimoxazol o fluoroquinolonas durante
de un aminoglucósido, cefalosporinas o fluoroquinolonas 14 días o hasta 6 semanas por vía oral; en los severos,
RE
del tipo de la ciprofloxacina, norfloxacina o levofloxacina, aminoglucósidos con fluoroquinolonas o ampicilina, así
SU
nolonas, logran las concentraciones intrarrenales más aguda se indica ceftriaxona o sulfaprim intravenoso
I
elevadas; el uso de estas últimas se ha incrementado por 3 días, aztreonam o aminoglucósidos y se continúa
OH
en los años recientes, debido a su buena respuesta (más la terapéutica por 10 días, por vía oral, con amoxicilina,
PR
(durante 6 meses) y se prolongará hasta 2 años o más Se observa en el adulto, como consecuencia de
por vía oral, en dosis única nocturna diaria. la reactivación de uno de estos focos, a veces en rela-
Cotrimoxazol: ½ tableta. ción con procesos inmunodepresores como la diabetes
Trimetoprim: 100 mg. mellitus, el tratamiento con glucocorticoides o la edad
Nitrofurantoína: 50 mg. avanzada, entre otros.
La infección origina la destrucción gradual del
parénquima renal, con formación de caseum, y pro-
Pionefrosis gresa fundamentalmente hacia la médula renal, a tra-
vés de los túbulos o por simple contigüidad, favorecida
La pionefrosis se caracteriza por la dilatación por la escasa actividad de los macrófagos en el am-
purulenta de las cavidades pielocaliciales, con destruc- biente hipertónico y relativamente isquémico de las pi-
ción parenquimatosa. rámides renales.
Mecanismo de producción. Casi siempre se El tejido necrótico se abre y parte de su conteni-
debe a obstrucción, lo que facilita la infección secundaria. do se vacía a través de las papilas renales. Los bacilos
Cuadro clínico: que se eliminan a través de la orina pueden metastatizar
Fiebre de intensidad variable. en cualquier nivel del uréter o la vejiga y con menor
Dolor lumbar. frecuencia, por vía retrógrada, pueden alcanzar los epidí-
Orinas turbias. dimos, la próstata, las vesículas seminales o los tes-
Síntomas generales. tículos; es más probable que la afección de los genitales
ÓN
ocurra por diseminación hematógena.
CI
El examen físico puede mostrar puntos pieloure- La inflamación, ulceración y fibrosis posterior de
la mucosa distorsionan la morfología del uréter y pue-
UC
terales dolorosos, maniobra de Guyón positiva y sedi-
mento en la orina. den determinar la aparición de reflujo vesicoureteral o
OD el desarrollo de estenosis ureterales con hidronefrosis
Diagnóstico. Se realizará sobre la base del cua-
y la eventual pérdida de la función renal. Las lesiones
PR
dro clínico, antecedentes del paciente (litiasis), estu dios
del riñón y de las vías se pueden calcificar extensa-
imagenológicos, como el ultrasonido, que demuestren
RE
ÓN
CI
Pedro Llerena Almiral
UC
OD
PR
RE
todos, ya que estos tienen sexo separados y solamente OMS, pertenecientes a África, región del Mediterrá-
DA
el macho presenta su cuerpo plano; la hembra es fili- neo Oriental, el Caribe (República Dominicana, Puer-
to Rico y Pequeñas Antillas) y América del Sur (Vene-
BI
y tiene como hospederos intermediarios a caracoles causada por S. haematobium es endémica en 53 paí-
de agua dulce. ses miembros de la OMS, situados en África y la re-
PR
al caracol, el cual le sirve de hospedero intermediario, téricas superior e inferior y en los plexos hemorroi-
y dentro de este evoluciona a esporocito, esporocitos dales, y S. haematobium en los plexos venosos perive-
hijos y cercaria con cola bífida (en forma de tenedor), sicales y pélvicos.
por lo que se denominan furcocercarias. Los machos maduros vierten su esperma en el
Los moluscos parasitados eliminan furcocercarias canal ginecoforo de la hembra y dan lugar a la fecun-
durante 2 a 3 meses; estas permanecen con la cola dación; luego las hembras migran en contra de la co-
hacia arriba, en espera del hospedero definitivo; poste- rriente sanguínea hacia los vasos más pequeños para
riormente pierden la cola, atraviesan la piel y reciben oviponer y después regresan al sitio donde se encuen-
el nombre de esquistosómulos. En 24 h atraviesan la tra el macho.
red de capilares subcutáneos como acción de sus glán- Los huevos que permanecen en las paredes
dulas de penetración, las cuales segregan enzimas intestinales o vesicales pasan a las cavidades respecti-
proteolíticas; a continuación entran en la circulación vas y se eliminan por las heces o la orina. Nuevamen-
venosa y viajan hasta las cavidades derechas del cora- te, si las condiciones le son favorables y se encuentra
zón y a los pulmones (Fig. 3.1). en el agua el huevo, eclosiona y libera al miracidio, con
lo que cierra el ciclo biológico.
El hospedero definitivo de S. haematobium es el
hombre y los intermediarios, los caracoles de los géne-
ros Bulinus, Physopsis, Pyrogophya y Planorbis.
El hospedero definitivo de S. mansoni es el hom-
ÓN
bre, aunque en experimentación se ha logrado con el
CI
ratón y el hámster, y los intermediarios los caracoles de
los géneros Biomphalaria, en África, y Australorbis y
UC
Tropicorbis, en América. S. japonicum tiene varios
OD hospederos definitivos: el hombre, perro, gato, ratón,
ganados vacuno y equino, y los hospederos intermedia-
PR
ÓN
del hospedero circulan productos de excreción-
secreción de los parásitos adultos, que forman Fase de penetración. En esta fase se produce
CI
complejos inmunológicos circulantes que se depo- una dermatitis cercariana de tipo urticariforme, que suele
UC
sitan en el glomérulo renal, ocurren alteraciones autolimitarse en 6 a 10 días. El diagnóstico diferencial
en la membrana basal y las áreas mesangiales,
OD se hace con otras infecciones como fiebre tifoidea,
expresadas patológicamente como glomerulonefri- leishmaniasis visceral, salmonelosis, estrongiloidiasis,
PR
cionada con la intensidad de la infección y la du- Fase aguda. Se presenta entre la cuarta y octa-
ración de la fibrosis hepática. va semanas posteriores a la infección y coincide con la
SU
4. Granuloma y fibrosis bilharziana (Fig. 3.2): ambos primera puesta de huevos; pueden ocurrir manifesta-
se originan como consecuencia de la respuesta ciones alérgicas (síndrome de Katayama). Los sínto-
DA
pués que los huevos se depositan en las vénulas Fase crónica. Se incluyen diversos tipos de
esquistosomiasis, estos se describen a continuación.
PR
ÓN
Epidemiología y prevención. La infección se
CI
mantiene por individuos que defecan u orinan en las
UC
corrientes de aguas o en sus cercanías; las aguas ne-
gras que se vierten a las corrientes de aguas en zonas
OD
afectadas incrementan esta infección. Se estima que
PR
ÓN
Bacterias: Neisseria gonorrohoeae , Treponema Secreción vaginal:
CI
pallidum, Haemophilus ducreyi , Gardnerella Tricomoniasis.
vaginalis, Calymmatobacterium granulomatis ,
UC
Candidiasis vulvovaginal.
Chlamydia trachomatis . Vaginosis bacteriana.
OD
Hongos: Candida albicans; parásitos: Ptirium pu- Enfermedad inflamatoria pélvica.
bis, Sarcoptes scabiei. Infecciones por ectoparásitos:
PR
Escabiosis.
Complicaciones. Las ETS contribuyen a la pro- ETS prevenibles con vacunación:
SU
ÓN
eritromicina: 500 mg, v.o., cada 6 h (7 días). entre otros.
CI
Etilsuccinato de eritromicina: 800 mg, v.o., Se conocen 2 tipos de VHS: 1 y 2; por lo general
cada 6 h (7 días). estos dan lugar a síndromes clínicos diferentes, según
UC
Infecciones faríngeas no complicadas: la vía de entrada, aunque teniendo en cuenta los tipos
Ceftriaxona: 125 mg, i.m., dosis única.
OD de prácticas sexuales, ambos pueden infectar el apa-
Ciprofloxacina: 500 mg, v.o., dosis única. rato genital. La infección primaria por tipo 1 suele
PR
Ofloxacina: 400 mg, v.o, dosis única, más azitro- ocurrir en la niñez temprana, y ser leve o no manifiesta.
RE
ÓN
Examen en campo oscuro o prueba de inmunofluo-
CI
rescencia directa para Treponema pallidum.
Pruebas de detección molecular.
UC
Tratamiento. No existe medicamento que pro-
OD
porcione la cura definitiva del herpes genital.
PR
Primer episodio:
BI
Aciclovir: 400 mg, v.o., cada 8 h (de 7 a 10 días). Fig. 3.5. Condilomas acuminados.
I
ÓN
Quirúrgico: Sífilis primaria: se caracteriza por un chancro
duro o sifilítico, lesión generalmente única, rosada o
CI
Múltiples verrugas.
Gran volumen. ulcerada, poco dolorosa, con base endurecida, fondo
UC
Diagnóstico incierto. liso, brillante y secreción serosa escasa. La lesión apa-
No respuesta a otros tratamientos.
OD rece entre los 10 y 90 días (promedio 21) después del
contacto infectante; puede acompañarse de adenopatía
PR
ÓN
FTA-ABS (absorción de anticuerpos treponémi-
en el examen en campo oscuro o por pruebas
cos fluorescentes).
CI
serológicas de sífilis, por lo menos 7 días antes de la
MHA-TP (ensayo de microhemaglutinación para
salida de las úlceras; la prueba VHS es negativa y el
UC
anticuerpos contra Treponema pallidum).
OD aspecto clínico, característico.
Combinación de úlcera genital dolorosa y adenopatía
La aplicación de un solo tipo de prueba serológica
inguinal supurativa.
PR
Neurosífilis:
OH
Penicilina G cristalina acuosa: de 3 a 4 millones U, Los pacientes no circuncidados y los infectados por
PR
linfadenopatía inguinal o femoral indurada o ambas, con El síndrome retroviral agudo se presenta en mu-
frecuencia unilaterales, es la presentación clínica ca- chas personas poco después de la infección por VIH,
racterística en los hombres heterosexuales. Las muje- antes de que sean positivas las pruebas de anticuerpo.
res y los homosexuales pueden tener compromiso in- Se caracteriza por fiebre, malestar general, linfadeno-
flamatorio de los linfáticos perirrectales y perianales, patías y eritema cutáneo.
estenosis, fístulas o proctocolitis. El examen físico incluirá el examen pélvico en
Casi siempre el diagnóstico se hace mediante mujeres, con frotis de Papanicolaou y prueba para de-
pruebas sexológicas, más exclusión de otras causas de tectar gonococo e infección por clamidias.
adenopatía inguinal o úlceras genitales. Pruebas diagnósticas:
Tratamiento: Anticuerpos contra VIH-1: detecta 95 % de las per-
Doxiciclina: 100 mg, v.o., cada 12 h (21 días). sonas infectadas dentro de los 6 meses de infección.
Medicamentos alternativos: eritromicina y azitro- Anticuerpos contra VIH-2: no se utiliza de forma
micina. rutinaria, sino en las zonas donde el VIH es endémi-
co o en situaciones de VIH en ausencia de prueba
La adenopatía inguinal puede requerir aspiración de anticuerpos contra VIH-1 positivo.
con aguja a través de piel intacta o mediante incisión y
drenaje para evitar ulceraciones inguinales o femorales. Complementarios:
Química sanguínea con recuento plaquetario.
Prueba para anticuerpos antitoxoplasma.
ÓN
Granuloma inguinal Recuento de linfocitos T CD4.
CI
Prueba de tuberculina en piel.
UC
Enfermedad causada por Colymmatobacterium Rayos X de tórax.
granulomatis, bacilo intracelular gramnegativo. OD
Cuadro clínico. Se presentan úlceras progresi- Desde 1987, la tuberculosis (TBC) extrapulmonar
PR
vas e indoloras. Las lesiones genitales son vasculares, se incluye en la definición de caso de sida. No obstan-
RE
de aspecto rojo. El organismo causal no se cultiva en te, la TBC genitourinaria es una ubicación rara de la
medios microbiológicos comunes. enfermedad. En su localización pulmonar puede ser la
SU
Diagnóstico. Visualización de cuerpos de Dono- primera manifestación clínica de la infección, sin em-
van con tinción oscura sobre preparaciones de tejido
DA
Doxiciclina: 100 mg, v.o., cada 12 h/3 semanas. la infección por el VIH. Normalmente la localización
Fármacos alternativos: ciprofloxacina, eritromicina y urogenital de la infección tuberculosa es rara y la loca-
azitromicina. lización extrapulmonar, en general, está en relación con
la inmunodepresión severa.
Infección por virus El sida puede manifestarse por medio de una
orquitis tuberculosa cuya actitud terapéutica puede ser
de inmunodeficiencia humana la orquiectomía asociada a tratamiento tuberculostático.
Esta infección transcurre desde la forma asinto- Se ha observado la existencia de prostatitis crónica en
mática hasta el síndrome de inmunodeficiencia adqui- pacientes con sida. En algunos casos se trató de for-
rida (sida). El tiempo de progresión es muy variable mas bacterianas crónicas. En otros casos se trata de
entre un paciente y otro, pero, hasta el momento, 10 años infecciones micóticas y también virales (citomega-
es el promedio entre la infección y la aparición del sida. lovirus) encontrándose en algunos de ellos las inclusio-
Los factores primarios de riesgo para la infec- nes virales características intraprostáticas, con prácti-
ción por virus de inmunodeficiencia humana (VIH) son camente ausencia de respuesta inflamatoria.
el contacto sexual con una persona infectada y com- Los tratamientos van dirigidos a la manifestación
partir jeringas para inyección de drogas. local en el aparato genitourinario y el sida.
Infecciones de las vías urinarias 117
ÓN
de los antibióticos se excreta por el riñón y su concen-
Hidratación correcta. Depende del estado del
CI
tración en la orina suele ser mayor que en el suero u
paciente, enfermedades asociadas, morbilidad, hoja de
otros tejidos del organismo; una fracción de la dosis
UC
balance hidromineral y metros cuadrados de superfi-
sistémica es suficiente para producir niveles urinarios
cie corporal, entre otras. OD con efectos bactericidas.
Drenaje de la vía urinaria. Es necesario diag-
En la tabla 3.1 se muestran ejemplos de las dife-
PR
de cada riñón por separado. En dependencia de estos utilizados en infecciones del tracto urinario.
elementos se puede practicar la nefrostomía percutánea El cultivo de orina es un elemento esencial en la
DA
uni o bilateral, cateterismo retrógrado con catéter in- selección de la terapéutica, ya que identifica el germen
BI
terno-externo o doble jota en algunos casos, cistotomía específico, causante de la infeccion, la sensibilidad y
I
Cualquiera de estas medidas constituye un pilar nos de los gérmenes frecuentemente aislados en la
PR
de vital importancia para el tratamiento de los proce- orina, y la acción antibiótica frente a estos.
sos infecciosos del tracto urinario; se incluye, además, Bacilos gramnegativos como Escherichia coli,
la toma de muestra para el cultivo de la orina obtenida. Enterobacter sp., Klebsiella sp., Proteus, Pseudomonas
aeruginosa y Serratia sp.: en el tratamiento oral se frascos de 200 mg/100 mL; su absorción se reduce
pueden utilizar el trimetoprim con sulfametoxazol, por la interacción con las sales de calcio, hierro sin
ciprofloxacina y nitrofurantoína; en Proteus, la ampici- antiácidos e incrementa el efecto anticoagulante como
lina, y en Pseudomonas y Serratia, la carbenicilina. la warfarina y de hipoglicemiantes orales como la
En el tratamiento parenteral se utiliza la gentamicina, glibenclamida, además, aumenta las concentraciones
asociada en Enterobacter y Pseudomonas aerugi- plasmáticas de la teofilina.
nosa con piperacilina; en Klebsiella, con cefalos- Posología: en las pielonefritis agudas: de 250 a
porinas, y en Serratia, con sulfametoxazol o amikacina. 750 mg cada 12 h, por 7 días y hasta 14 días en infec-
Cocos grampositivos como Staphylococcus ciones más graves; en las prostatitis agudas: 1 g diario,
aureus, epidermidis, saprofiticus: se puede utilizar en 2 dosis, durante 28 días; en cistitis agudas, 500 mg
la nitrofurantoína, ciprofloxacina y ampicilina por vía diarios, durante 3 días.
oral. La vía parenteral se reserva para la penicilina G La norfloxacina se presenta en tabletas de 250 mg
potásica y la vancomicina. Los cocos gramnegativos y se puede utilizar en infecciones del tracto urinario
como Neisseria gonorhoeae se tratan con cipro- (altas o bajas, agudas o crónicas), como pielonefritis,
floxacina más doxiciclina, por vía oral, y ceftriaxona, pielitis y ureteritis (400 mg/12 h durante 10 días); cistitis
por vía parenteral. (400 mg/12 h durante 3 días); prostatitis crónicas,
En resumen, el espectro de gérmenes que inva- 400 mg/12 h durante 28 días y uretritis gonocócica,
den el tracto urinario y provocan infecciones es muy 800 mg/dosis única.
amplio, de ello se deriva el uso de múltiples grupos Betalactámicos: comprenden las penicilinas,
ÓN
cefalosporinas y carbapenemes. En general, su poten-
farmacológicos en su terapéutica.
CI
cial nefrotóxico es bajo y significativamente inferior al
Quinolonas no fluoradas: se representan por
de los aminoglucósidos. Su mecanismo más frecuente
UC
el ácido nalidíxico, que se emplea en las infecciones
de afección renal es a través de una nefritis intersticial;
agudas y crónicas no complicadas del tracto urinario,OD es poco común la necrosis tubular aguda.
provocadas por bacterias gramnegativas como
Penicilinas: las de primera generación no ejercen
PR
Proteus; puede ser efectivo contra Shigella y Salmo- gramnegativos. Las aminopenicilinas como la ampicilina
nella en las infecciones del tracto digestivo, pero es y la amoxicilina se han utilizado en el tratamiento de
SU
más aceptado en la profilaxis de las infecciones estas infecciones con buenos resultados contra ente-
bacterianas recurrentes del tracto urinario. Se han des-
DA
neana y acidosis metabólica, entre otras. suelto con los inhibidores de la betalactamasa, como el
I
Posología: adultos 4 g/día, repartidos en 4 subdosis; tivos y también son efectivas contra microorganismos
niños mayores de 3 meses: 50 mg/kg/día; si el trata- grampositivos; se utilizan en las infecciones noso-
miento es prolongado, reducir la dosis a 30 mg/kg/día. comiales.
Es muy útil como quimioprofilaxis nocturna en enfer- Las penicilinas requieren dosis muy elevadas para
mos con reflujo vesicoureteral y cateterismo perma- que aparezcan efectos tóxicos (superiores a 15 millo-
nente; se recomiendan monodosis de 1 g/día. nes U/día en la IRC). Con estos fármacos se debe
Fluorquinolonas: inhiben la ADN girasa bacte- alargar el intervalo posológico.
riana (enzima importante para la replicación del ADN); Los compuestos penicilínicos no tienen acción
su espectro es fundamentalmente contra los gérmenes nefrotóxica por citotoxicidad directa; la lesión renal se
gramnegativos, se incluyen cepas de Pseudomonas y produce exclusivamente por mecanismos de hipersen-
una actividad limitada contra las especies de estrep- sibilidad. Las alteraciones renales provocadas por la
tococos, y más específico para los estafilococos; no penicilina suelen ser consecuencia de reacciones
ejercen efecto contra las bacterias anaerobias, por lo anafilácticas, en particular si evolucionan con hipotensión.
que no interfieren con la flora fecal; producen daño al En ocasiones, se manifiesta una angitis junto a
cartílago en desarrollo, según estudios en animales, por lesiones glomerulares. Por el contrario, la meticilina,
lo que se contraindica en niños y mujeres grávidas, por en menor grado la ampicilina y solo de forma excep-
ejemplo: ciprofloxacina, tabletas de 250 y 500 mg, y cional la penicilina, provocan nefritis intersticial por hi-
Infecciones de las vías urinarias 119
persensibilidad. Al cabo de unos d ías de tratamiento se y se contraindican en pacientes con hipersensibilidad a
presentan hematuria, leucocituria, cilindruria y los betalactámicos. Puede ocasionar náuseas, vómi-
proteinuria. tos, dolor abdominal y cefalea; su dosis en adultos es
La insuficiencia renal se puede presentar con diu- de 1 a 1,5 g en 24 h; en niños, 25 mg/kg/día, distribuida
resis variables y no es infrecuente su asociación con en 4 subdosis. Así mismo, se utiliza como profilaxis de
exantema cutáneo, eosinofilia y presencia de eosinófilos la infección recurrente del tracto urinario en adultos,
en la orina; también es posible que se desarrolle una en dosis de 250 mg al acostarse.
acidosis tubular renal. En la fase aguda se puede indi- Cefazolina: cefalosporina de primera generación;
car una terapéutica con glucocorticoides e, incluso, la se presenta en bulbos de 500 mg o 1 g y se puede
administración de heparina, si se evidencia coagula- utilizar por vía intramuscular o intravenosa. Es útil en
ción intravascular. la profilaxis de la cirugía urológica convencional y
Las cefalosporinas constituyen un grupo de anti-
endoscópica.
bióticos de amplio espectro y estructura química simi-
Cefuroxima: cefalosporina de segunda genera-
lar a las penicilinas. Se eliminan fundamentalmente por
ción; se presenta en bulbos de 750 mg; su dosis en los
el riñón, a través de un mecanismo de filtración y de
adultos es de 750 mg/cada 6 a 8 h y en los niños, de 30 a
secreción tubular. La cefaloridina y la cefalotina son
las más nefrotóxicas del grupo, y las cefalosporinas 60 mg/kg/día. Se puede utilizar como profilaxis quirúr-
tipo cefuroxima, cefoxitina y ceftazidima, tienen un gica 1,5 g durante la inducción anestésica.
potencial nefrotóxico mínimo. Ceftriaxona: cefalosporina de tercera generación,
conocida también como rocephin; se presenta en bul-
ÓN
Su nefrotoxicidad aumenta con la edad avanza-
bos de 1 y 2 g; posología en adultos y niños mayores de
CI
da, insuficiencia renal previa, dosis excesivas, reac-
ción de hipersensibilidad cruzada con la penicilina y 50 kg de peso: se administra 1g diario, i.m. o i.v.; en
UC
asociación a aminoglucósidos y diuréticos potentes (áci- infecciones graves, de 2 a 4 g diarios; como profilaxis
OD
do etacrínico y furosemida). Habitualmente la nefro- quirúrgica se puede utilizar 1 g durante la inyección
toxicidad se manifiesta por proteinuria, cilindru ria e anestésica.
PR
insuficiencia renal, por lo común reversible, aunque pue- Ceftazidima: cefalosporina de tercera generación;
RE
de ser persistente si se mantienen niveles elevados del se presenta en bulbos de 1 g y es muy útil en infeccio-
antibiótico. nes provocadas por Pseudomonas aeruginosa en el
SU
compuesto se ha eliminado al incorporarle la cilastatina, a 3 g en 24 h en infecciones severas, por vía i.m. o i.v.;
BI
que a su vez favorece su eliminación renal y la efecti- las mayores de 1 g deben ser por vía intravenosa. Es útil
I
ÓN
con aminoglucósidos y es frecuente que se acompañe Estimación de la DCC:
CI
de volúmenes urinarios normales (IRA con diuresis Sexo masculino:
UC
conservada). La suspensión de los aminoglucósidos DCC (mL/min) = (140 - edad) · peso en kg
suele mejorar total o parcialmente la función renal. OD
Determinados factores de riesgo potencian la 72 · creatinina
nefrotoxicidad de los aminoglucósidos; se destacan la
PR
Sexo femenino:
edad avanzada, insuficiencia renal previa, duración y DCC (mL/min) = (140 - edad) · peso en kg · 0,85
RE
miento del borde en cepillo de las células tubulares y Amikacina sulfato: se presenta en bulbos de
BI
aumento del tamaño de los lisosomas con los denomi- 500 mg/2 mL. Es sensible a un amplio grupo de micro-
I
nados cuerpos mieloides, hasta una verdadera necrosis organismos gramnegativos: Escherichia coli, Proteus
OH
tubular. La asociación frecuente con furosemida, sp, Pseudomonas sp, Klebsiella sp, Enterobacter sp,
anfotericina o con contrastes radiológicos, potencia su Serratia sp, Providencia sp; asimismo pueden ser
PR
ÓN
(descenso de la entrada del antibiótico a la bacteria dosis se debe ajustar según el aclaramiento de creatinina,
CI
mediante un transporte activo después de la primera por ejemplo: aclaramiento de creatinina mayor que
dosis). 30 mL/min: se debe administrar la dosis estándar; de
UC
La toxicidad, sobre todo renal y ótica, y el escaso
OD 15 a 30 mL/min se recomienda la mitad de la dosis
margen terapéutico, son los inconvenientes principales estándar; si el aclaramiento de creatinina es menor que
de los aminoglucósidos. 15 mL/min, no se recomienda el uso del fármaco.
PR
ha mostrado menos nefrotóxica y ototóxica que la en la inhibición de varias vías enzimáticas bacterianas,
multidosis. Este fenómeno se relaciona con la existen- de ahí su respuesta contra numerosos microorganismos
SU
cia de un sistema de transporte que se satura con una enterales gramnegativos, exceptuando Pseudomonas
DA
gran dosis, mientras que permanece activo cuando el y Proteus, además de su utilidad contra estafilococos
antibiótico se pauta convencionalmente, lo que permite
BI
y enterococos.
una mayor concentración intracelular.
I
No obstante, es difícil llegar a una conclusión nes y no alcanza nunca concentraciones séricas ele-
acerca de la situación real de este tema, ya que la vadas, por lo que no es aconsejable para el tratamiento
PR
ÓN
Heridas traumáticas con menos de 4 h de evolu-
CI
ción.
Recomendaciones. En la cirugía urológica, los gér-
Sucias:
UC
menes probables implicados en la infección son los
Presencia de pus.
fección urinaria antes de la intervención quirúrgica. primidos, diabetes descompensada, pacientes con
I
máticas y tisulares. Baja toxicidad y menor costo. Derivaciones urinarias con uso de intestino.
Desventajas de las cefalosporinas de tercera ge- Cirugía de incontinencia urinaria, vía vaginal.
ÓN
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ÓN
CI
UC
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PR
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DA
BI
I
OH
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Estudios radiográficos del sistema urinario 127
Capítulo 4
ÓN
Daniel Andrés Corona y Ronald Odiaga Gutiérrez
CI
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OD
Con el advenimiento de nuevas técnicas en el diagnóstico por imágenes y el desa-
PR
sistema renal ha cambiado: abarca desde lo más sencillo e inocuo, como el ultrasonido
(US), hasta la radiografía convencional, tanto del tracto urinario simple (TUS) como
SU
arteriografía renal por sustracción digital, como medio de diagnóstico que le continúa
I
nancia magnética nuclear (RMN), la cual tiene como principio los campos electromag-
néticos, además, para el estudio del riñón también se emplea la gammagrafía.
Históricamente, los estudios imagenológicos se han caracterizado por el empleo
de diferentes tipos de contraste para definir mejor las estructuras determinadas de
cada órgano, con la finalidad de brindar un diagnóstico mucho más exacto. Teniendo
en cuenta lo anterior y de acuerdo con su utilización, estos se clasifican en:
1. No contrastados:
a) US.
b) TUS.
c) RMN.
d) Gammagrafía.
2. Contrastados:
a) No instrumentados:
Urograma descendente (UD).
Nefrotomografía.
TAC.
b) Instrumentados:
Pielografía ascendente.
128 Urología
Arteriografía renal por sustracción digital. Se deben medir los diámetros, longitud (de 10 a
13 cm), ancho (de 4,9 a 6,4 cm) y anteroposterior (de
Los contrastes alternan de acuerdo con el tipo de 3,9 a 8,1 cm), así como el diámetro del parénquima en
estudio, la técnica a utilizar y la estructura que se quie- un punto medio promedio, y de este se calcula el índice
ra precisar, por ejemplo, en el neumoretroperitoneo se corticomedular, que no es más que la relación mate-
utiliza aire como medio de contraste, con la finalidad mática entre el parénquima renal y el diámetro
de dibujar el contorno del riñón y definir las caracterís- transverso del riñón (este es normal cuando se encuen-
ticas de diferentes tumores renales, incluidas las for- tra alrededor de 33 %), es decir, el parénquima renal
maciones quísticas, estudio que ha quedado en el olvi do debe ser aproximadamente igual a 1/3 del ancho del
tras el empleo del US. riñón.
Para el estudio de las vías excretoras del riñón se
utilizan los contrastes yodados. En Cuba, el más em-
pleado es la urografina, contraste de bajo peso Estudios radiográficos del riñón
molecular e hidrosoluble, que desempeña una función
primordial en el UD, tanto para observar la morfología Preparación:
ÓN
y el funcionamiento renal en las fases nefrográficas y Eliminar los residuos del tracto digestivo.
CI
de eliminación renal, como para lograr el detalle anató- Permanecer en ayuna.
mico de las vías urinarias. Este contraste se emplea Toma de purgantes.
UC
también en las pielografías ascendentes, uretrocisto- Enemas evacuantes.
grafías, arteriografía renal y TAC contrastada. En la
OD Recomendar al paciente que permanezca de pie o
RMN se puede utilizar el gadolinio. sentado, recostado sobre el lado derecho para evitar
PR
Ecografía renal
SU
dinámico, que se realiza en tiempo real; presenta la El TUS es la base de todo estudio radiográfico de
BI
ventaja de comparar las estructuras de forma bilate- los riñones y del resto del tracto urinario.
I
ral. No requiere preparación, al menos para la vi- Consiste en una placa de 14 por 17 pulgadas; el
OH
Urograma descendente
Debe brindar una visualización precisa y comple-
ta del tracto urinario (Figs. 4.1 y 4.2), para lo cual debe
haber:
Buena concentración del contraste.
Repleción satisfactoria en las vías excretoras; se usa
para el estudio de la función renal, anatomía del ri-
ñón o ambos a la vez.
ÓN
CI
UC
Fig. 4.2. Tracto urinario simple. Zona renal y relación con el
OD psoas.
PR
RE
Contraindicaciones:
Mieloma múltiple: puede desencadenar infección re-
BI
Insuficiencia renal.
Fig. 4.1. Tracto urinario simple.
Indicaciones:
La evaluación de la función renal incluye la ca- Dolor lumbar.
pacidad del riñón para excretar el contraste y la del Litiasis.
tracto urinario para recibirlo y transportarlo, por lo que Infección del tracto urinario (complicada).
el examen morfológico solo se puede hacer en un ri- Malformaciones congénitas.
ñón que funcione. Hidronefrosis.
Este contraste se excreta por: Tumoraciones (renales, abdominales, ginecológicas,
Filtración glomerular (tri Y). prostáticas y vesicales).
Excreción tubular (bi Y).
Técnicas:
La cantidad filtrada es directamente proporcio- Urograma convencional.
nal a la concentración del contraste en el plasma. La Urograma intravenoso con grandes dosis de contras-
excreción del contraste también depende de la rela- te, en un sujeto normalmente hidratado.
ción entre la presión secretora del riñón y la presión Urograma más infusión, venoclisis o goteo.
intrapélvica. Si la presión secretora del riñón descien- Urograma con empleo de vasodilatadores rena les.
130 Urología
ÓN
que resulta de una hidratación normal con elevadas
En algunos casos hay que realizar vistas tardías
CI
dosis de contraste.
cada 1 h, a las 6 h y luego a las 12, 24 y 48 h. La
UC
eliminación del contraste debe ser simétrica y bilateral,
y a los 5 min se deben visualizar los cálices y la pelvis
OD Urograma con empleo
renal. de vasodilatadores renales
PR
derecho en 2 cm.
I
ciamiento vesical, para precisar la causa. Diferencia subjetiva en la densidad del contraste: se
En el TUS se deben identificar las sombras rena- basa en que el riñón normal se agranda, como res-
les (tamaño y posición), los psoas, las estructuras óseas, puesta a la administración de un diurético más el efec-
las calcificaciones fisiológicas o patológicas, la pelvis to vasodilatador, o por un aumento de volumen
tubular; esto no ocurre en pacientes con estenosis
menor, el patrón gaseoso intestinal o cualquier otra
de la arteria renal.
anomalía.
Técnica:
Se aplican 50 mL de contraste yodado (en menos de
Urograma por infusión, 30 s) y se obtienen vistas radiográficas en uno de los
venoclisis o goteo riñones a los 15 s, 1,5, 2, 2,5 y 3 min después de la
inyección.
Indicaciones: A los 5 min se obtendrá una vista de todo el tracto
Urograma convencional pobre y previo a pielografía urinario, seguida a los 10 min de una vista del seno
ascendente, sobre todo en las obstrucciones severas de los riñones.
de las vías excretoras. Furosemida: 40 mg i.v. en 30 s; se esperan 10 min;
Insuficiencia renal crónica (IRC), cuando no se ob- luego 50 mL de contraste y se obtiene una vista del
tienen datos radiográficos con las dosis habituales. cono de los riñones.
Estudios radiográficos del sistema urinario 131
Aspecto radiográfico Tomografía axial
del urograma normal computadorizada
En las primeras vistas se logra la fase nefrográfica, En la TAC simple los riñones aparecen ovalados
que consiste en la visualización del parénquima renal. en los polos y en media luna al nivel del hilio, con un
Debe ser cronológicamente simétrica para ambos riño- parénquima homogéneo y una densidad de 30 ± 10 UH.
nes, al igual que el comienzo de la fase excretora; de no En la TAC intravenosa (IV) se intensifica inicial-
ser así, se plantea una fase nefrográfica mantenida, la mente la cortical, con las pirámides hipotensas. Inme dia-
cual es un signo patológico; en esta se debe estudiar la tamente después todo el riñón toma la misma densi dad y
morfología del riñón y la velocidad de excreción depende se pueden identificar las pirámides como estructuras
de su estado funcional. triangulares.
La longitud del riñón adulto normal oscila entre
11 y 15 cm, pero siempre en relación con el tamaño del Anatomía de interés en la radiografía
paciente, es decir, individuos más altos tendrán riñones
más largos, generalmente equivalente a 3 o 4 vérte- Se distinguen:
bras lumbares. Corteza renal: compuesta por los glomérulos y los
El riñón alcanza su máximo tamaño en la segun- túbulos contorneados; ocupa el tercio externo del
da década de la vida y comienza a decrecer a partir de parénquima y se proyecta entre las pirámides rena-
la sexta, de manera que la masa renal se llega a redu-
ÓN
les para formar las columnas de Bertini.
cir hasta en 20 % y la longitud de los riñones, 10 %. El Médula renal: compuesta por los túbulos colectores
CI
riñón derecho suele ser 5 mm más corto que el izquier- y asas de Henle; abarca 2/3 internos del parénquima,
UC
do y se visualiza ordinariamente 1 o 2 cm más bajo que salvo el ocupado por las columnas de Bertini. El ri-
el izquierdo. OD ñón contiene más de 18 pirámides medulares.
El espesor del parénquima se observa bien en el Seno del riñón o porción central: contiene grasa, es-
PR
urograma y el seno puede hacerse visible en una tructuras vasculares y el sistema pielocalicial.
nefrotomografía.
RE
Existen 2 medidas: Por lo general, solo existe una arteria renal que se
SU
1. Índice parenquimatoso (distancia que separa la divide en una rama ventral y otra dorsal, y en 5 ramas
extremidad de un cáliz de su contorno externo): segmentarias al nivel del hilio. A su vez, las arterias
DA
es de 30 mm para los polos y 25 mm para la parte segmentarias se dividen en arterias interlobulares que
BI
media del riñón. cursan por el parénquima, vecinas a las pirámides rena-
I
2. Trazado de línea interpapilar (Hodsan), según la les. De estas arterias se originan periféricamente las ar-
OH
cual se unen los fondos de los fórnices en condi- terias arcuatas, que cursan entre la médula y la corteza.
A partir de las arterias arcuatas e interlobulares
PR
ÓN
Se deben medir los diámetros, longitud (de 10 a
CI
13 cm), ancho (de 4,9 a 6,4 cm) y AP (de 3,9 a 8,1 cm)
UC
(Figs. 4.6 y 4.7).
OD
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OD
Fig. 4.7. Medición del espesor.
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I
OH
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ÓN
Fig. 4.10. Riñón hipoplásico.
CI
UC
veces pueden protruir en el seno renal y comportarse
OD como una masa o seudotumor. En la ecografía las co-
lumnas son isoecoicas con la corteza y en la TAC se
PR
observa una continuidad entre estas estructuras.
RE
Riñón ectópico
SU
DA
ÓN
CI
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Fig. 4.11. Giba esplénica.
OD
PR
RE
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BI
I
OH
Fibrolipomatosis. Lipomatosis
renal
Se trata de un cúmulo excesivo de grasa en el
seno renal. En la ecografía, la ecogenicidad del hilio
Fig. 4.12. Columnas de Bertini. aparece muy extensa. En la TAC se observa el gran
cúmulo de grasa en el hilio renal, que separa las es-
tructuras normales, sobre todo los cálices. En la TAC
IV la densidad varía con la cantidad relativa de tejido
En la ecografía (Figs. 4.14 y 4.15) se observa la fibrolipomatoso (< 100 hasta 20 UH).
alteración del eje longitudinal de los riñones, y su posi-
ción baja y el tejido renal parenquimatoso o fibroso que
los une, muchas veces con visualización de cálices di- Pelvis extrarrenal
latados que confirman la unión parenquimatosa. En la
TAC se puede observar bien el puente por delante de La pelvis se extiende desde el seno renal hacia la
los grandes vasos. grasa hiliar (Fig. 4.16); en la ecografía es la única que
136 Urología
ÓN
CI
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OD
PR
RE
colector
PR
Megacálices congénitos.
Megauréter
Se trata de una dilatación no obstructiva de los
cálices, asociada frecuentemente a megauréter. En la
ecografía (Fig. 4.18) el patrón es similar a una hidrone-
frosis obstructiva o por reflujo. La forma de termina-
ción del uréter dilatado se puede estudiar con Doppler
a color. La TAC brinda poca información. Fig. 4.18. Megacálices congénitos.
Estudios radiográficos del sistema urinario 137
Hidronefrosis o hidrouréter
Se trata de una oclusión completa o incompleta
del sistema colector o del uréter con dilatación proximal.
Causas:
Obstrucción de la unión pieloureteral.
Valva de uretra posterior.
Ureterocele.
Hipoplasia ureteral.
Atresia ureteral.
Litiasis.
Tumores del sistema excretor o vejiga.
Otras: edema y estenosis ureteral, vejiga neurogénica,
obstrucción vesicouretral y de causa iatrogénica.
ÓN
se dilata, sino que se hace tortuoso. La técnica Doppler
se ha utilizado para diferenciar la hidronefrosis
CI
obstructiva de la no obstructiva (IR < 0,70).
UC
OD Nefropatía de reflujo
Se debe a un orificio ureteral ectópico, con una
PR
Necrosis papilar
Se puede asociar a diabetes, ingestión de anal -
gésicos, uropatía obstructiva, sicklemia, pielo nefritis,
necrosis tubular aguda, trombosis de la vena renal,
deshidratación y alcoholismo crónico. Es una com-
plicación de los riñones trasplantados. En la ecogra -
fía simula una hidronefrosis, pero con ecos (por las
papilas necrosadas). Otras veces produce caliec -
tasia sin obstrucción. La TAC brinda poca informa -
ción.
Fig. 4.23. Litiasis renal en la pelvis.
ÓN
Enfermedad renal litiásica
CI
Enfermedad quística renal
UC
En la ecografía (Figs. 4.22 y 4.23) se pueden diag-
Quiste cortical simple. Se trata de una lesión
nosticar los cálculos radiopacos y radiotransparentes,
OD no neoplásica (Fig. 4.24); en la ecografía se aprecian
además de brindar el estado de repercusión sobre el
sus características típicas: puede ser único o múltiple,
PR
trás. En la TAC con cortes finos casi todos los cálculos Quistes lobulados.
I
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
Enfermedad displásica
multiquística o displasia renal
multiquística
Se comporta como una tumoración del recién
nacido, con atresia pieloinfundibular. Es frecuente la
asociación con obstrucción contralateral.
Ecografía:
Quistes con interfases.
No se localizan en la línea media.
Ausencia del seno renal.
Quistes ovalados o redondeados que no se comunican .
Ausencia del parénquima renal.
ÓN
periférica.
CI
TAC IV: no se modifica. Fig. 4.26. Riñón poliquístico.
UC
Enfermedad poliquística OD
infantil
PR
ños que se originan por los túbulos dilatados. En la Se presentan lesiones quísticas en la médula y la
BI
ecografía se observan los riñones agrandados bilate- cortical, de tamaño variable. Se asocia, con frecuen-
I
ralmente o como masas abdominales y uremia (Fig. 4.26). cia, a quistes hepáticos y más raramente esplénicos,
OH
En ocasiones se asocia con hepatoesplenomegalia, pancreáticos y pulmonares, así como con aneurismas
PR
ÓN
tima décadas de la vida. La calcificación es muy poco
CI
frecuente.
Ecografía:
UC
OD Se puede presentar como una masa sólida bien defi-
nida, con una cicatriz central.
Patrón vascular en “rayos de rueda” (Fig. 4.28).
PR
RE
ÓN
necrosis o degeneración quística, que aparecen como
áreas focales hipoecoicas dentro de una masa ecogé- los quistes vecinos, de manera que se identifica la pre-
CI
nica de gran tamaño; se pueden identificar algunos sencia de calcificación en los tabiques.
UC
cálices englobados por el tumor. Cuando se descubren IRM: el contenido de los quistes se muestra
OD hipointenso en T1 e hiperintenso en T2. Cuando se em-
en el útero, casi siempre se asocian con polihidramnios.
plea Gd, los tabiques se visualizan mejor.
TAC: se comporta como una masa grande y homo-
PR
Otros tumores benignos: reninoma (tumor yuxta-
génea que se modifica poco después del contraste. La glomerular):
RE
necrosis, la hemorragia y las calcificaciones son raras. Tumores mesenquimales benignos: se incluyen los
IRM: se presenta como una gran masa reniforme fibromas, lipomas y angiomas. Por lo general son
SU
que se intensifica menos que el parénquima normal pequeños y provocan poca deformidad del riñón.
DA
Sobre la base de sus características citohistomor- permeabilidad de la vena renal y estado de los ganglios
fológicas, citomorfológicas y citogenéticas, las neopla- regionales, todo lo cual influye en el pronóstico de es-
sias primarias del epitelio renal se dividen en los gru- tos pacientes.
pos siguientes: carcinoma renal de células claras, car-
cinoma renal de células granulares, carcinoma renal
de tipo papilar o cromofílico, carcinoma renal cromó- Carcinoma renal de células
fobo, oncocitoma, carcinoma de los conductos de Bellini
y carcinoma sarcomatoide.
claras
Un análisis cuidadoso de sus aspectos en la TAC
y la IRM permiten su caracterización preoperatoria, Es la forma histológica más común (70 %); casi
para lo cual es necesario analizar su tamaño, forma, siempre son solitarios y predominan en la corteza. Son
localización, número, patrón de intensificación con el multicéntricos en el mismo riñón (4 %); la bilateralidad
contraste, presencia y sitio de la hemorragia, necros is, ocurre entre 0,5 y 0,3 %.
Estudios radiográficos del sistema urinario 143
Tumor de células gigantes, predominante- tamaño, polilobulados; son solitarios, únicos, con pre-
mente sólido. Es la variedad más frecuente. dominio en el lado derecho (75 %) y el sexo masculi no.
Ecografía: la lesión puede ser iso, hipo, hiper o Ecografía: esta variedad se presenta con un as-
compleja. En las lesiones muy pequeñas son difíciles pecto completamente quístico, aunque no es raro que
de diferenciar del riñón vecino, sobre todo en los que se detecten ecos en su interior, engrosamiento difuso
tienen menos de 3 cm; se puede confundir con una de la pared o engrosamientos focales en forma de
hipertrofia de las columnas de Bertini, donde tiene un nódulos murales, que son más evidentes cerca de la
valor relativo el Doppler a color. base de implantación del quiste en el riñón.
Cuando la lesión es hiperecoica, hay que diferen- Cuando los tabiques son muy numerosos y grue-
ciarlo del angiomiolipoma, aunque en este último son sos, se conoce como variedad multiquística, y puede
muy raras las áreas de necrosis o hemorragia y en el simular un nefroma quístico multilocular benigno. Por
lo general este último se sitúa en el polo superior del
hipernefroma es frecuente la presencia de un halo
riñón y crece hacia el hilio. En el Doppler a color los
hipoecoico que rodea la lesión.
tabiques aparecen muy vascularizados, pero son
TAC simple: la lesión tiene una densidad varia- avasculares en el nefroma multilocular.
ble, por lo general heterogénea en las lesiones de TAC: la lesión es hipodensa; en la TAC IV se
gran tamaño; se pueden identificar las calcificacio- intensifican los tabiques de paredes gruesas con sus
nes (Fig. 4.29). nódulos murales. Se puede identificar una trombosis
de la vena renal en 10 % de los casos; igualmente, en
ÓN
10 % se identifican metástasis regionales.
CI
IRM: esta variedad de tumor de células claras
UC
aparece hipointensa en T1 y con áreas hiperintensas
OD en T2.
PR
Hipernefroma (variedad
RE
de células granulares)
SU
el sexo masculino.
OH
sencia de una masa tumoral sólida o quística, en la cual TAC IV: aparecen bien delimitados y son hipo-
la necrosis y la hemorragia intratumoral son frecuen- vasculares. Son poco comunes la necrosis y la metás-
tes, así como la metástasis suprarrenal; es rara la inva- tasis, así como la invasión de la vena renal.
sión de la vena renal; tipo B, menos frecuente, que se IRM: lesiones isointensas en T1 e hipointensas
presenta como una lesión multicéntrica, a menudo bi- en T2; se comporta como una lesión hipovascular con
lateral, con una lesión quística predominante o quiste el contraste.
madre, rodeada de pequeñas lesiones quísticas, mu-
chas veces microscópicas.
Ecografía: en el US la variedad de carcinoma Carcinoma de células renales
papilar tipo 1 se muestra en una masa hipoe coica
(60 % de los casos); las calcificaciones son muy raras,
de los conductos de Bellini
la mayoría avascular en el Doppler a color. En la va-
riedad de carcinoma papilar tipo 2 la masa puede tener Es un carcinoma muy raro (1 %), que se origina
una ecogenicidad variable. Las calcificaciones son ra- en la médula, con distorsión del sistema colector, pero
ras y en la mayoría se pueden identificar vasos en el se conserva el aspecto reniforme del órgano. La
Doppler. necrosis, la hemorragia y la extensión en la vena renal
TAC: en la variedad de carcinoma papilar tipo 1 no son comunes.
todas las lesiones son isodensas en la TAC simple. Ecografía: tumor ligeramente hipoecoico, con
TAC IV: aparecen hipodensos en relación con la bordes mal delimitados y de localización central en el
ÓN
cortical; bordes bien delimitados, que recuerdan un riñón.
CI
quiste, aunque de densidad mayor. TAC: los tumores de los conductos de Bellini apa-
recen hipodensos o isodensos y se muestran hiper-
UC
En la variedad de carcinoma tipo B el diagnóstico
diferencial con un linfoma o metástasis es difícil; en la vasculares.
OD TAC IV: se puede identificar una porción central
variedad tipo A, la TAC simple los muestra iso o lige-
más hipodensa por fibrosis.
PR
ramente hipodensos, con calcificaciones puntiformes
y predominio periférico; en la TAC IV se hacen hipo-
RE
y la suprarrenal.
IRM: la porción sólida del tumor aparece hipo o sarcomatoide)
DA
comporta como una lesión hipovascular. La variedad Es una variedad pobremente diferenciada y muy
I
de carcinoma tipo A se comporta como hipointensa en anaplásica, que ocurre en 1 % de los casos; con fre-
OH
ÓN
Pocas veces provocan un hematoma espontáneo sub-
CI
capsular o perirrenal. TAC IV: su aspecto varía por los diferentes teji-
UC
dos que lo constituyen:
TAC simple: Se delimitan las áreas de degeneración quística o
OD
Masa tumoral sólida más densa que el tejido renal necrosis.
vecino, que crece en la periferia o el seno renal. El contraste delimita mejor el contorno del tumor.
PR
subcapsular. Linfoma
I
OH
Masa tumoral bien definida o de contornos irregulares. de tejido linfático renal, no así la infiltración renal en el
Tumor hipodenso, por lo general, o a veces hiperden- linfoma no hodgkiniano, casi siempre bilateral.
sos, donde se delimitan mejor las zonas necróticas. Ecografía:
Si hay quistes, se muestran sus paredes irregulares. Masas únicas o múltiples, hiperecoicas.
Se puede evaluar la extensión tumoral a los vasos o Agrandamiento renal difuso.
a otros órganos abdominales. Masa hipoecoica perirrenal.
Masa extendida al seno renal.
Obstrucción ureteral por una masa retroperitoneal.
Tumor de Wilms Adenopatías retroperitoneales o mesentéricas.
Visualización de metástasis a otros órganos abdomi-
El tumor de Wilms, conocido también como nales.
nefroblastoma, es el tumor abdominal más común
en el niño, sobre todo después de los 5 años. C erca de TAC simple:
5 % se asocia a anomalías congénitas extrarrenales. Masas nodulares múltiples que deforman el parén-
Las calcificaciones se presentan en 15 % y las me- quima (50 %).
tástasis más frecuentes ocurren en el hígado, hue- Desplazamiento del riñón por masas ganglionares
sos, ganglios, sistema reticuloendotelial y retroperi - vecinas, con infiltración o no de este órgano (25 %).
146 Urología
Infiltración difusa del espacio perirrenal. Ecografía: el examen puede ser negativo o bien
Infiltración aislada del seno renal. se observan:
Englobamiento proximal del uréter. Masa central que separa los ecos del seno renal.
Masa renal solitaria. Masa pediculada.
Calcificaciones no frecuentes.
TAC IV: Hidronefrosis o hidrouréter, asociado a una masa
Lesión hipodensa en relación con el riñón normal. intraluminal.
Masa de contornos mal definidos.
Patrón heterogéneo, ligeramente espiculado. TAC simple:
Deformidad de los cálices o dilatación de la pelvis,
con ligero aumento de la densidad en relación con la
Leucemia orina.
Densidad de la lesión muy evidente, en relación con
La infiltración de los riñones se ha observado en el parénquima, que a veces es marcada (por hemo-
50 % de las autopsias de los pacientes con leucemia. rragia).
Ecografía: Calcificaciones difusas: no son comunes.
Masa renal focal. En ocasiones se presenta infiltración de la pelvis, del
Agrandamiento renal difuso. parénquima o del seno renal.
Hidronefrosis asociada.
ÓN
TAC IV:
CI
TAC simple: masa única o por lo general agran- Masa de la pelvis: hipovascular.
damiento de ambos riñones, asociada o no a hidro- En ocasiones se puede observar un defecto de lleno
UC
nefrosis. OD lobulado.
TAC IV: se aprecia generalmente un patrón que Signos de obstrucción calicial, con aumento del con-
recuerda la enfermedad poliquística infantil.
PR
traste tardío del parénquima vecino y cúmulo de con-
traste.
RE
Sarcoma renal
SU
ÓN
TAC: se observa un riñón agrandado, con una Ecografía:
densidad no uniforme; se puede visualizar la dilatación Agrandamiento renal.
CI
del sistema excretor, con su contenido de elevada den- Desorganización del patrón normal del parénquima,
UC
sidad, así como la presencia de aire. con pérdida de la delimitación corticomedular y
OD ecogenicidad no homogénea.
Alteración en el seno del riñón.
Infección parenquimatosa
PR
RE
rrenales. La densidad del absceso oscila entre 20 y 30 UH TAC simple: el riñón aparece ligera o moderada-
y la presencia de gas es patognomónica. mente agrandado y en ocasiones deformado, visualizán-
TAC IV: se delimita mejor el absceso, visuali- dose un cálculo en 80 % de los casos. En el parénquima
zándose posteriormente su pared en forma de anillo, renal se observan áreas hipodensas que recuerdan la
con toma, a veces, del espacio perirrenal. hidronefrosis. Cuando la lesión es focal, interesa un
polo o segmento del riñón. Puede haber toma del espa-
cio perirrenal, que aparece mal delimitado y engrosa-
Abscesos perirrenal do, con extensión al músculo psoas e incluso entre las
asas intestinales.
y pararrenal TAC IV: es mayor la distinción entre el área
hipodensa de la lesión y el parénquima sano vecino; se
Cuando la infección se extiende a la cápsula, ori- aprecia mejor la dilatación del sistema excretor.
gina un absceso perinefrítico, y cuando se extiende a
través de las fascias renales, provoca un absceso
pararrenal, anterior o posterior, que se puede extender Pielonefritis enfisematosa
por el músculo psoas.
Es más frecuente en los diabéticos y se beneficia
por la obstrucción del sistema excretor, debido a
Otras lesiones inflamatorias necrosis papilar, estrechamientos o cálculos, lo que fa-
ÓN
vorece la infección por un germen anaerobio. El gas
CI
Pielonefritis crónica atrófica se acumula cerca de las pirámides y se puede exten-
der al espacio perirrenal.
UC
Es más frecuente en los niños y puede ser el re- Ecografía: la presencia del gas puede determinar
OD
sultado de la mala evolución de un proceso infeccioso ecos brillantes; se pueden observar algunas de las le-
agudo. siones que favorecen esta infección.
PR
Adelgazamiento focal del parénquima (cicatrices). pueden demostrar las causas obstructivas favorece-
Adelgazamiento difuso con un riñón pequeño y doras.
SU
afectados.
Entre las clasificaciones del trauma renal, una de
Nódulos de regeneración.
las más empleadas es la siguiente:
Categoría I (con tratamiento conservador):
Pielonefritis xantogranulomatosa Contusión.
obstrucción por un cálculo renal. Es más frecuente en Categoría II (tratamiento médico o quirúrgico):
las mujeres diabéticas. La infección puede ser locali- Laceración que interesa al sistema colector.
zada o difusa o extenderse al espacio perirrenal. Laceración total, con separación de fragmentos.
Agrandamiento focal o difuso del parénquima, que Categoría III (tratamiento quirúrgico):
no es homogéneo. Riñón roto en múltiples pedazos.
Ecografía: los hallazgos dependen de las catego- TAC: a continuación se describen los hallazgos
rías anatómicas y se manifiestan por 3 patrones: más frecuentes:
1. Patrón de masa: Contusión: el contorno renal aparece mal definido o
a) Hematoma (hipoecoico reciente e hiperecoico deformado, cuando se acompaña de hematoma
tardío). perirrenal.
b) Masa de localización hiliar, sugestiva de lesión TAC IV: se observa una opacificación homogénea y
del pedículo vascular. se puede visualizar tardíamente un incremento del
c) Masa parenquimatosa, asociada con laceración. contraste. Las áreas de compromiso vascular se
d) Lesión perirrenal, asociada con laceración. pueden visualizar como áreas segmentarias de baja
e) Masa dentro de la pelvis, rodeada por líquido. densidad.
Lesiones del pedículo renal: el aspecto puede variar
2. Patrón líquido (sangre u orina):
desde una obstrucción trombótica hasta el cese del
a) Colección de forma lenticulada subcapsular.
flujo arterial, muchas veces con hematoma retro-
b) Colección perirrenal, asociada con herida del
peritoneal.
sistema colector.
TAC simple: muestra el hematoma peri o retroperi-
c) Colección hiliar por posible herida de la pelvis,
toneal, que oblitera el seno renal.
de la unión pieloureteral o del pedículo vascular.
ÓN
TAC IV: se puede demostrar el déficit vascular, con
3. Patrón de anormalidad parenquimatosa focal: presencia de circulación colateral en las arterias
CI
a) Agrandamiento focal, por edema, contusión o perirrenales.
UC
hematoma. Hematomas renales espontáneos: casi siempre tie-
b) Parénquima hipoecoico por edema, contusión o
OD nen una localización subcapsular, aunque frecuente-
hematoma. mente se extienden al espacio perirrenal.
PR
c) Parénquima hiperecoico por hematoma focal. TAC simple: los hematomas se pueden manifestar
d) Alteración del contorno del parénquima por por zonas hiperdensas, bien delimitadas por la cáp-
RE
e) Defecto lineal hipoecoico por laceración. del hematoma depende de su tiempo de evolución y
del tipo: difuso o compacto. Los hematomas recien-
DA
Infartos segmentarios: el parénquima puede ser nor- varios días. A medida que pasa el tiempo se hacen
I
mal o mostrar ausencia segmentaria de flujo. hipodensos y se pueden licuar, calcificar y reabsorber.
OH
Lesiones del pedículo vascular: se observa una masa TAC IV: los hematomas no se intensifican con el
PR
hiliar por hematoma y colección líquida por sangre contraste y se presentan como áreas hipodensas, po-
fresca. bremente definidas.
ÓN
calibre, los vasos de la fístula y un drenaje venoso
ral. En las obstrucciones crónicas el riñón es pequeño
CI
precoz.
e hiperecoico, mientras que en la oclusión aguda el
UC
riñón puede ser de tamaño normal o agrandado, a ve-
ces con áreas hipoecoicas. OD Trombosis de la vena renal
PR
trombo.
Ecografía:
SU
No suelen observarse en la ecografía cuando son Visualización directa del trombo en la vena renal o
pequeños. En el Doppler a color se observa una masa en la VCI.
DA
pulsátil, con flujo y un anillo periférico o trombo (masa Dilatación de la vena renal distal a la oclusión.
BI
todo cuando están parcialmente calcificados. Aumento de la ecogenicidad del riñón, con pérdida
PR
de la delimitación corticomedular.
Ausencia de flujo en las venas.
Síndrome hemolítico urémico
TAC simple: luego de una obstrucción completa
Es muy frecuente en los niños que presentan IRA de las venas renales, se puede visualizar un cordón
y microangiopatía. sólido al nivel del hilio renal. El riñón se agranda y tiene
Ecografía: una densidad no homogénea.
Ausencia o disminución del flujo en la sístole. TAC IV: se observan múltiples vasos colaterales
Ausencia o disminución del flujo en la diástole. y llega a visualizarse el trombo en la v ena renal o en
Flujo arterial invertido en la diástole. la VCI.
La ecografía de un riñón trasplantado tiene el
Estudios radiográficos del sistema urinario 151
mismo aspecto del riñón propio. En estos casos el ri- anastomosis ureterovesical, obstrucción intrínseca por
ñón trasplantado se sitúa en la fosa iliaca contralateral, coágulos o cálculos, estrechamiento y secuela de una
con anastomosis terminolateral de los vasos renales necrosis isquémica. La ecografía muestra una hidro-
con la arteria y la vena iliaca. El uréter se anastomosa nefrosis, que debe incluir la dilatación de los cálices;
a la vejiga y la estructura más anterior es la pelvis, el Doppler muestra un IR mayor de 0,70.
mientras la vena es la más posterior, con la arteria en Toxicidad a la ciclosforina A: en la ecografía, inclu-
el plano medio. yendo el Doppler, el riñón trasplantado se muestra
El riñón trasplantado toma un aspecto elíptico, con normal.
conservación de la unión corticomedular; en las prime- Necrosis tubular aguda: se trata de un daño tubular
ras semanas es frecuente una ligera dilatación del sis- que lleva a una IR y es casi la regla en los riñones
tema excretor, por edema de la anastomosis. trasplantados, procedentes de cadáveres. En la
Ecografía: sus indicaciones principales son: ecografía el riñón trasplantado puede ser normal o
Complicaciones vasculares.
ÓN
edematoso y agrandado. En el Doppler se observa
Insuficiencia renal (obstrucción, rechazo, necrosis
CI
un IR mayor de 0,75.
tubular aguda o toxicidad a la ciclosforina).
Rechazo agudo: ocurre en las primeras semanas del
UC
Infección.
trasplante. Existe una clasificación que lo divide en:
OD Rechazo hiperagudo dentro de las 24 h.
Complicaciones más frecuentes:
Rechazo agudo en las primeras semanas.
Colección de líquido alrededor del riñón trasplanta-
PR
ÓN
Riñón único. Atrofia posinflamatoria.
CI
Atrofia renal. Nefropatía de reflujo.
UC
Es difícil visualizarlo cuando mide menos de 2 cm Atrofia difusa bilateral:
de grosor y 4 cm de largo.
OD Arterioesclerosis generalizada.
Agrandamiento renal unilateral con contor- Nefroesclerosis.
PR
Necrosis papilar.
Trombosis de la vena renal (fase aguda).
Nefropatías hereditarias.
Infarto arterial agudo.
DA
Amiloidosis.
Uropatía obstructiva.
BI
Hipotensión arterial.
Nefritis bacteriana aguda.
I
OH
Hiperalimentación.
Clasificación del grado de ecogenicidad de la cor-
Diabetes.
Poliarteritis nodosa.
la del hígado.
Lupus eritematoso sistémico.
Grado 1: la ecogenicidad es igual a la del hígado.
Granulomatosis de Wegener.
Grado 2: la ecogenicidad de la cortical es mayor que
Angeitis alérgica.
la del hígado, pero menor que la del seno renal.
Glomeruloesclerosis diabética.
Grado 3: la ecogenicidad de la cortical es igual a la
Síndrome de Good-Pasteure.
del seno renal.
Púrpura de Schönlein-Henoch.
Glomeruloesclerosis focal asociada con endocar- Los riñones entre los grados 0 y 3 pueden ser
ditis bacteriana aguda. pequeños, normales o grandes.
Púrpura trombocitopénica trombótica. Ecografía: la mayoría de las enfermedades del
Amiloidosis. parénquima renal se ubica en el grado 0.
Estudios radiográficos del sistema urinario 153
El aumento de la ecogenicidad se produce por los Hipokalemia.
cambios en los glomérulos, túbulos e intersticio. No se Enfermedad quística medular.
muestra un aspecto específico. Proteinuria de Tamm-Horsfall.
Aumento de la ecogenicidad de la cortical:
Glomerulonefritis aguda y crónica. Masa renal quística:
Glomeruloesclerosis segmentaria focal. Quistes únicos o múltiples, simples o complicados.
Glomeruloesclerosis diabética. Quiste hidatídico.
Nefritis intersticial crónica. Enfermedad poliquística.
Amiloidosis.
Necrosis tubular aguda. Masa renal con ecogenicidad normal o patológi ca:
Hipernefroma.
Necrosis aguda cortical.
Abscesos.
Leucemia y linfoma.
Tumor de Wilms.
Enfermedad poliquística infantil.
Hematoma.
Nefrocalcinosis cortical.
Periodo final del riñón (de cualquier etiología).
Trauma renal:
Fase aguda: área anecoica intra o perirrenal.
Aumento de ecogenicidad de la médula renal: Fase crónica: patrón mixto.
Nefrocalcinosis medular.
Aumento de la absorción intestinal (sarcoidosis, sín-
ÓN
Masas retroperitoneales:
drome de leche-álcali, hipervitaminosis D). Linfomas: área hipoecogénica alrededor de los gran-
CI
Misceláneas: des vasos, a veces con desplazamiento renal.
UC
Acidosis tubular renal.
Absceso o hematoma del psoas: áreas anecoicas o
Riñón esponjoso medular. OD mixtas. Se pueden observar áreas hiperecogénicas
Hiperoxaluria. por calcificaciones o gas.
Hiperuricemia.
PR
Metástasis.
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
ÓN
tado, aunque también puede aparecer disminuido.
CI
Difícil de diferenciar del carcinoma difuso. mente compleja.
No se definen los bordes.
UC
Hiperplasia: Suelen aparecer metástasis a ganglios regionales e
Aumento de volumen.
OD invasión del piso vesical.
Contornos bien definidos, generalmente regulares. Hidronefrosis uni o bilateral por toma del trígono
PR
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
I
OH
Hipoplasia.
Quistes.
Fig. 4.34. Infiltración de vesícula seminal.
Tumores.
ÓN
En la figura 4.34 se muestra la infiltración de la
vesícula seminal y en la 4.35, la vejiga normal. Repleción vesical (vías oral e intravenosa o por son-
CI
da vesical).
UC
Vejiga. El ultrasonido vesical se indica en: Paciente acostado en decúbito supino.
Hematuria. OD Transductor de 3,5 MHz para adultos y de 5 MHz
Sepsis urinaria a repetición. para niños y adultos muy delgados. Los transductores
PR
Dificultad para la micción (disuria). pueden ser lineales o sectoriales, preferiblemente los
Incontinencia o retención urinaria. últimos, por su amplio radio de exploración.
RE
dan tener repercusión u origen en la vejiga. ciones para una exploración completa de las pare-
BI
des.
I
ÓN
ovarios en la mujer. tar de infiltración por enfermedades malignas
CI
Corte coronal: en la línea media, por encima del de órganos adyacentes que invaden desde afue-
UC
pubis, realizar secciones hasta el ombligo. En esta ra la pared.
posición la vejiga brinda un aspecto cuadrangular o re-
OD
dondeado. Para explorar los contornos derecho e iz-
quierdo, se inclina el transductor ligeramente en esas
PR
direcciones.
RE
Exploración:
Valoración del volumen vesical.
PR
ÓN
Vejiga neurogénica.
CI
Secundaria a cistocele.
Vejiga pequeña:
UC
Repleción incompleta, debe intentarse llenar la
Neoplasia infiltrante.
RE
Radioterapia.
Cistitis radiógena.
DA
Divertículos: pueden ser únicos o múltiples. Se aso- Masas sólidas y artefactos en el interior de la
I
vejiga:
OH
generalmente estrecho. Pueden albergar cálculos. En masas sólidas libres. La falta de movilidad y la
ocasiones son asientos de neoplasia. En la figura 4.39 demostración de la dependencia de la pared hacen
pensar en el diagnóstico.
se muestra una vejiga con divertículo, por hiperplasia
Coágulos: pueden aparecer libres, pero generalmen-
prostática.
te están adheridos a la pared vesical, son indistin-
Fístulas: solo son visibles si el trayecto es amplio.
guibles de una masa tumoral, muchas veces tienen
Tienen origen congénito, posquirúrgico, secundario a gran ecorrefringencia y pueden semejar cálculos.
tumores e infecciones. Pueden ser, fundamentalmen- Cálculos: pueden ser únicos o múltiples, con gran
te, a colon, pared abdominal o vagina. ecorrefringencia, proyectan sombra acústica. La li-
tiasis única tiene forma ovoidea cuando alcanza gran
Formaciones de aspecto quístico en el interior de volumen, se movilizan poco con los cambios de posi-
la vejiga: ción (Fig. 4.41). Los cálculos múltiples tienen forma
Ureterocele: dilatación intravesical de la porción ter- hexagonal, son más pequeños y móviles. Pueden apa-
minal del uréter. Se acompaña de estenosis del mea- recer en el interior de divertículos o ureterocele.
to ureteral; asociado o no a doble sistema ureteropie- Cuerpo extraño: pueden penetrar a través de la pa-
localicial (Fig. 4.40). Puede ser unilateral o bilateral, red abdominal (Fig. 4.42), desde órganos vecinos,
pero rara vez simétrico. Suele infectarse y contener como accidente quirúrgico y a través de la uretra en
cálculo. enfermos psiquiátricos.
Estudios radiográficos del sistema urinario 159
ÓN
Repercusión en las vías urinarias superiores.
CI
La vejiga, al ocupar una posición intermedia en las vías
UC
urinarias, se afecta por las alteraciones que provocan
OD obstrucción a la salida de orina (desde ella hasta el
exterior) y a través de ella se afectan las vías urinarias
PR
Fig. 4.44. Repercusión en el tracto urinario superior. Fig. 4.45. Ruptura vesical.
ÓN
CI
UC
OD
Bos, S., C. Melierna y K.H. Mews (2000): Icrease in incidental Pedroso Mendoza, L.E. y B.S. Vázquez Ríos (2005): Imagenología.
PR
renal cell carcinomas in the northen part of the Netherlands. Editorial Ciencias Médicas, La Habana.
Eur. Urol., 37:267-70. Ramírez Simonó, M., R.L. Pérez González, T. Rod et al. (2007):
RE
Deneton, M.D., C.C. Magee, C. Ovoworie et al. (2002): Prevalence Utilidad del ultrasonido transrectal en el diagnóstico del cáncer
of renal cell carcinoma in patients with ESRD pretransplantation: prostático. Rev. Cubana Med. Mil., 36(1). Consultada el 3 de
SU
mil05107.htm
activity of renal cell carcinoma associated with acquired cystc
Santanana Sarrhy, L. y H. Wong Arocha (2004): Criterios actuales
BI
Capítulo 5
ÓN
CI
UC
Los tipos más frecuentes de válvulas se encuentran en la parte posterior de la
OD
uretra. Se trata de membranas con una abertura excéntrica, generalmente posterior,
que nacen en el verumontanum y se extienden distalmente para adherirse a las pare-
PR
con un origen embriológico poco claro, que producen una obstrucción variable. La
uretra prostática se dilata, mientras el músculo detrusor y el cuello de la vejiga se
SU
hipertrofian. Puede existir reflujo vesicoureteral o una obstrucción ureteral distal, como
DA
Las alteraciones renales varían desde una hidronefrosis leve hasta una displasia
I
OH
ÓN
CI
UC
Fig. 5.1. Valva de uretra posterior con hidronefrosis bi-
OD
lateral. Fig. 5.2. Valva de uretra posterior.
PR
RE
SU
Tratamiento. Una revisión reciente sugiere que Después del tratamiento de las válvulas uretrales
el tratamiento de las válvulas de uretra posterior, me dian- posteriores, hasta la mitad de los niños presenta cierto
DA
te la ablación sola (sin reimplantación o reconstruc- grado de incontinencia urinaria, si el esfínter no ha su-
BI
El reflujo vesicoureteral consiste en el retorno pa- mecanismo activo intrínseco muscular que produciría
tológico de la orina vesical hacia el uréter y las cavida- estiramiento y oclusión del segmento submucoso.
des pielocaliciales; comúnmente se produce durante la Etiopatogenia:
micción o en cualquier circunstancia que aumente la Reflujo primario: se debe a un retardo en la madura-
presión intravesical: toser, reír, etc., lo que constituye ción de las fibras musculares longitudinales del seg-
un factor predisponente para la infección urinaria. mento submucoso del uréter o un trastorno en su
El reflujo primario es la anomalía congénita uri- muscularización, lo que puede determinar cortedad
naria más frecuente; se presenta en 1 % de niños del túnel submucoso y cierto desplazamiento late-
asintomáticos, pero en casos con infección urinaria roexterno del meato ureteral. Constituye casi 80 %
ocurre entre 30 y 50 %; en niños con dilatación de todos los reflujos y tiende a desaparecer con el
pielocalicial, detectada por ultrasonografía prenatal, desarrollo muscular y el crecimiento del segmento
ÓN
aparece entre 10 y 15 %. submucoso en aproximadamente 2 o 3 años.
CI
El reflujo se observa mayormente en niños me- Reflujo secundario: se produce por causas ajenas a
nores de 3 años, que consultan por infección urinaria.
UC
la muscularización del segmento submucoso, por
Afecta por igual a uno y otro sexos, pero los reflujos
OD ejemplo:
de alto grado se manifiestan predominantemente en
Duplicidad ureteral completa: se observa con más
lactantes varones. A menudo es bilateral; cuando es
frecuencia el reflujo al uréter del sistema inferior,
PR
izquierdo.
Los niños de raza negra tienen mucha menor pro- ra y con el túnel submucoso algo más corto.
SU
modo de transmisión hereditaria no bien definida, pero ziosis), que provocan inflamación y fibrosis de la
BI
daño renal, el cual, en forma aguda, se manifiesta como Vejiga neuropática con alteración neurológica in-
pielonefritis y en forma crónica, como nefropatía de trínseca del mecanismo valvular, a lo que se aña-
reflujo. de hiperpresión intravesical.
Mecanismo valvular de la unión uretero-
vesical. La porción intravesical del uréter tiene 2 seg- Las infecciones urinarias inespecíficas y las obs-
mentos: el intramural, contenido en el espesor de la trucciones infravesicales difícilmente producirán reflujo,
pared muscular de la vejiga, y el submucoso, que trans- si la unión ureterotrigonal está bien constituida, sin
curre a manera de un túnel por debajo de la mucosa embargo, cuando la válvula es limítrofe o fronteriza, es
vesical; este último es comprimido por la orina contra decir, con una estructura muscular algo deficiente y la
la pared muscular, cuando la vejiga se va llenando, lo longitud del segmento submucoso más corta, esta pue-
que provoca la formación de un mecanismo valvular de hacerse incompetente por el efecto de una infec-
que impide el reflujo. Se ha establecido que la compe- ción u obstrucción. Por otra parte, sí es frecuente que
tencia de la válvula vesicoureteral es óptima cuando la un reflujo primario pueda ser perpetuado o agigantado
relación entre la longitud del túnel submucoso y su diá- por una obstrucción infravesical o hiperpresión intra-
metro es de 5 a 1. vesical.
Algunos autores han establecido que, aparte del Patogenia. La lesión renal más temida en el re-
mecanismo valvular pasivo antes descrito, existe un flujo es la cicatriz, que se origina como consecuencia
164 Urología
de la infección. Esta lesión se localiza más a menudo En la mayoría de los casos el uréter no se visualiza,
en los sitios donde ha habido reflujo intrarrenal, habi- por lo que solo es posible identificarlo en reflujos de
tualmente en ambos polos, y se acompaña de deformi- alto grado. Las características de la vejiga en cuanto a
dad y retracción de los cálices subyacentes, lo que tamaño, contornos y grosor de la pared, pueden alertar
determina irregularidades en la superficie de la corte- en relación con una vejiga neuropática o una obstruc-
za renal, todo lo cual constituye la nefropatía de reflujo ción infravesical que estén complicando el reflujo. En
adquirida. casos de reflujo de alto grado se detectará un residuo
La nefropatía puede ser congénita si un reflujo posmiccional importante.
intrauterino ha provocado alteración de la nefrogénesis Se debe enfatizar que una ultrasonografía urina-
(displasia renal), con disminución global del parénquima, ria normal no excluye la existencia de un reflujo de
lo que da lugar a un riñón pequeño congénito. En casos bajo grado, que constituye la gran mayoría de los ca sos.
Cistouretrografía miccional (CUGM). Consti-
de reflujo de alto grado, las cavidades pielocaliciales y
tuye, por excelencia, el estudio para hacer el diagnós-
el uréter se observan dilatados e hipotónicos, a lo cual
tico del reflujo vesicoureteral. Si se ha presentado in-
contribuye la infección crónica; el uréter puede llegar
fección, se debe realizar el estudio cuando se negativice
a ser marcadamente tortuoso.
el urocultivo y preferiblemente bajo quimioprofilaxis
El riñón de los niños menores de 1 año es particu- antibiótica.
larmente proclive a este tipo de lesión, por ser las papilas De acuerdo con la clasificación internacional, el
renales más vulnerables al reflujo intrarrenal, debido a reflujo se divide en los grados siguientes:
su falta de desarrollo.
ÓN
Grado I: reflujo en un uréter no dilatado.
En el reflujo de alto grado se encontrará un resi- Grado II: el reflujo llega a la pelvis y los cálices rena-
CI
duo vesical posmiccional importante, motivado por la les, pero sin dilatación.
UC
orina que refluye y luego retorna, lo que predispone a Grado III: existe una dilatación marcada del uréter y
la infección. OD las cavidades pielocaliciales, con ligero borramiento
Cuadro clínico. Si no se presenta infección uri- de la imagen papilar.
PR
naria complicada, el reflujo puede ser asintomático; si Grado IV: existe mayor dilatación, con ligera tortuo-
RE
aquella está presente, los síntomas dependerán de la sidad del uréter y los cuellos caliciales; las papilas se
edad del paciente, como ya se explicó en el capítulo 3 . En ven algo borradas, pero todavía es posible identificar
SU
los niños mayores puede haber dolor lumbar (uni o bi- la impresión papilar.
lateral) en el momento de la micción. Grado V: hay una gruesa dilatación con marcada
DA
ÓN
niñas, teniendo en cuenta el futuro obstétrico, donde
es posible que la zona cicatrizal no se evidencie, la que
CI
una nefropatía de reflujo, aunque sea unilateral, es ca-
se pondrá de manifiesto varios meses después en
paz de producir hipertensión, preeclampsia, prematu-
UC
estudios de seguimiento. En la nefropatía de reflujo
ridad y muerte fetal. En general, la hipertensión se ha
congénita la hipofijación es global en un riñón más pe-
OD observado entre 10 y 15 % de niños con reflujo, lo que
queño. La gammagrafía Tc-DMSA también aporta
ocurre más a menudo cuando las cicatrices son bilate-
PR
de ser útil especialmente cuando se contempla el tra- sexo, lateralidad, grado de reflujo, presencia de infec-
BI
tamiento quirúrgico. En general, en reflujos de bajo ción, reflujo intrarrenal, nefropatía de reflujo congénita
I
dilatado, con irregularidad de los cálices y un parénqui- o exacerbando el reflujo primario y otras anomalías
ma disminuido, en dependencia de la magnitud de la asociadas.
nefropatía existente. La dilatación del tercio inferior El tratamiento del reflujo primario es eminente-
del uréter en placas de vaciamiento suele ser un indi- mente conservador y se basa en medidas terapéuticas:
cio de reflujo. Quimioprofilaxis antibiótica por tiempo prolongado.
El urograma excretor, como los estudios morfoló- Higiene perineal en las niñas y del saco prepucial en
gicos precedentes, puede evidenciar algún estado pa toló- el varón.
gico causal del reflujo como vejiga neuropática, diver- Evitar o erradicar la constipación intestinal, que pue-
tículo vesical congénito, duplicidad ureteral, etcéte ra. de alterar el vaciado vesical.
Cistoscopia. Hoy día se realiza en casos muy Aporte hídrico suficiente.
contados, ya que sus resultados, a menudo, son con- Disminución de la presión intravesical en casos de
tradictorios. Su indicación se basa en la localización y reflujo de alto grado o con alta presión.
el aspecto del meato ureteral y en la medida del seg- Medidas que mejoren el vaciado vesical en ausencia
mento intravesical, sobre todo con fines pronósticos. de obstrucción.
El estudio urodinámico se indica cuando se sospecha Desobstrucción infravesical (de ser necesaria) o vesi-
clínicamente que la permanencia del reflujo se relacio- costomía temporal en casos excepcionales (trata-
na con hiperpresión vesical. miento quirúrgico conservador).
166 Urología
La quimioprofilaxis antibiótica por tiempo prolon- este último su causa debe ser diagnosticada y elimina-
gado será a base de drogas que tengan las caracterís- da, de ser posible.
ticas siguientes: En caso de coexistir con el reflujo primario algún
Buena concentración hística y urinaria. tipo de obstrucción infravesical (valva de uretra poste-
Poca toxicidad. rior), que esté perpetuando o agravando el reflujo, esta
Escaso efecto sobre la flora bacteriana intestinal y debe ser eliminada lo antes posible.
vaginal. De existir reflujo intrarrenal, con grave peligro de
Poco costosas: las drogas más empleadas son la com- daño parenquimatoso irreversible (cicatrices), se de ben
binación de sulfametoxazol-trimetoprim; trimetoprim agotar todas las opciones disponibles, con el objetivo
solo y nitrofurantoína. de hacerlo desaparecer: cateterismo limpio intermiten-
te, anticolinérgicos y, en casos extremos con infección
En neonatos y lactantes menores de 2 meses se grave asociada, vesicostomía temporal, después de lo
puede utilizar la cefalexina o la amoxicilina (sin ácido cual se continuará el esquema terapéutico antes des-
clavulánico). La dosis quimioprofiláctica será la terce- crito para el reflujo extraparenquimatoso.
ra parte de la dosis terapéutica total diaria, en una sola Tratamiento quirúrgico radical: se indica en las
administración nocturna, aunque en lactantes y niños circunstancias siguientes:
pequeños con frecuente vaciado vesical es recomen- Infección urinaria no controlada.
dable dividirla en 2, es decir, una sexta parte en la Dificultad para realizar el tratamiento quimiopro-
mañana y otra sexta parte en la noche. Últimamente filáctico.
ÓN
algunos autores recomiendan el uso combinado de 2 de Reflujo asociado a otras anomalías de la unión
CI
estas drogas, por ejemplo, sulfametoxazol-trimetoprim ureterovesical, que exijan tratamiento quirúrgico.
UC
en la mañana y nitrofurantoína en la noche. Reflujo que persista en niñas cercanas a la pubertad,
El tiempo de duración de la quimioprofilaxis va-
OD por posible complicación durante un eventual emba-
riará de acuerdo con las características evolutivas del
razo.
niño; durante el primer año de vida la quimioprofilaxis
PR
grados de riesgo:
a más baja presión, aparte de la inmunodepresión y la
Paciente con reflujo, sin nefropatía de reflujo: riesgo
DA
debe tener presente que un reflujo sin infección y sin máximo, sobre todo si es bilateral.
hiperpresión, en un niño asintomático y preferiblemen-
te varón, puede evolucionar de manera expectante sin En cuanto a la indicación quirúrgica en casos de
riesgo de complicaciones. reflujo de alto grado (IV y V), preconizada por algu-
Es importante tener en cuenta el vaciado vesical nos, no estamos de acuerdo con ello, pues, en particu-
adecuado, por lo que en reflujos de alto grado será de lar, en los neonatos y lactantes varones con grueso
utilidad la micción en 2 y 3 tiempos, cuando la edad del reflujo se pueden observar regresiones espectacula-
niño lo permita, invitándolo una vez terminada la mic- res, sobre todo en casos unilaterales, por lo que siem-
ción inicial a repetirla nuevamente, 2 o 3 min más tar- pre se debe intentar el tratamiento conservador.
de. El cateterismo limpio intermitente premiccional El tratamiento quirúrgico radical consiste en mo-
puede ser útil en algunos casos de reflujo grueso, no dificar la unión ureterovesical, con el fin de lograr un
solo para garantizar el vaciado vesical, sino también mecanismo valvular competente, lo que se consigue
para evitar el propio reflujo. por cirugía abierta (reimplante ureteral o plastia de la
La administración de drogas anticolinérgicas unión ureterovesical), como es el caso de las técnicas
(propantelina, oxibutinina, tolterodina, etc.) puede ate- intravesicales de Politano-Leadbetter, transtrigonal de
nuar la presión de reflujos de alto grado o de cualquier Cohen, trigonoplastia de Gil-Vernet, entre otras, y las
tipo de reflujo asociado a vejigas de alta presión; en extravesicales de Lich-Gregoir o de Woodruf.
Uropediatría 167
También se han utilizado técnicas endoscópicas No presente reflujo vesicoureteral (CUGM normal).
mediante la inyección de diversas sustancias como No presente infección (urocultivo, cituria negativa).
colágeno, cartílago, etc., que modifican la unión
ureterotrigonal. Últimamente se están desarrollando Puede ocurrir que haya quedado algún reflujo de
técnicas laparoscópicas, con las cuales se han obteni- bajo grado, de carácter benigno (sin infección y sin
do resultados muy exitosos. hiperpresión), pero sin cicatrices renales, en cuyo caso
El tratamiento del reflujo secundario se puede
el resultado se cataloga de satisfactorio, especialmen-
orientar siguiendo en general los mismos parámetros
te si es varón. A la inversa, si queda sin reflujo o con
del reflujo primario, y se enmarcará en función de la
causa que lo produce. algún reflujo de bajo grado, pero con cicatrices rena-
Criterios de durabilidad. Un niño con reflujo les, el resultado es malo, sobre todo si la nefropatía de
vesicoureteral se puede catalogar con resultados tera- reflujo es bilateral, por la posibilidad de presentar en el
péuticos óptimos cuando al arribar a los 6 años: futuro un mayor peligro de hipertensión arterial y de
No presente cicatrices renales (DMSA normal). insuficiencia renal.
ÓN
Francisco J. Alonso Domínguez †
CI
UC
OD
Los cromosomas de células en metafase se pre-
PR
Se conocen como síndromes intersexuales aque-
llos trastornos de la diferenciación sexual, en los que sentan como una letra X, cuya parte central, denomi-
RE
no coinciden los distintos factores determinantes del nada centrómero, representa el huso acromático cuan-
do se produce la división celular. De acuerdo con la
SU
Las gónadas que presente: sexo gonadal. dan 2 brazos casi iguales.
I
La persistencia de conductos: sexo ductal. Los cromosomas 1-3 (A) y 19-20 (F) son meta-
OH
En las células en interfase se distingue un cor- Embriología. Es necesario conocer los meca-
púsculo aplicado a la membrana nuclear, la cromatina nismos que inducen la diferenciación de las gónadas;
nuclear, en un tiempo conocido como cromatina sexual, conductos y genitales para comprender los cambios
ya que solamente está presente en los individuos hem- que provocan las distintas alteraciones de la diferen-
bras o que poseen 2 cromosomas X. El varón no posee ciación sexual.
esta masa cromática, pero en la coloración con quina- Diferenciación gonadal. En el embrión de 5 se-
crina se opacifica una masa más pequeña, el cromo- manas (10 mm), aparece en el epitelio celómico medial
soma Y. al conducto mesonéfrico (de Wolff) una proliferación
La masa de cromatina nuclear representa el celular que se proyecta hacia la cavidad celómica, la
cromosoma X, que genéticamente es inactivo. En el cresta genital, en la que se formarán los cordones
varón, mediante el empleo de tinción fluorescente se genitales que invadirán rápidamente el mesénquima
puede identificar el corpúsculo Y, no así la cromatina subyacente y, de acuerdo con la constitución cromo-
nuclear, ya que se necesitan 2 cromosomas X para sómica del embrión, se producirá un testículo u ovario
visualizarla. Si la constitución es 47,XXY se verían a cada lado de la línea media.
ambas estructuras, ya que el corpúsculo de cromatina A partir de la sexta semana (12 mm) no es posi-
nuclear representa el número de cromosomas X me- ble diferenciar las gónadas que van a ser testículos, de
nos uno. Por medio de las bandas, los cromosomas se las que están predestinadas a ser ovarios. Las células
identifican individualmente y los genes que los integran germinales primarias o gonocitos, procedentes del in-
en cualquiera de los brazos. Los cambios estructura- testino posterior, reconocibles por su afinidad con la
ÓN
les: deleción, translocación, inversión, etc., se identifi- fosfatasa ácida, colonizan los esbozos gonadales y son
can con precisión mediante estas técnicas. las precursoras de los ogonias o espermatogonias. Sin
CI
En ocasiones, se puede demostrar, sobre todo su presencia es imposible que haya diferenciación
UC
cuando se hace el análisis en más de un tejido, la exis- gonadal.
tencia de más de una estructura celular en un indivi-OD Entre los 43 y 50 días, bajo la influencia de la
duo, lo que da lugar al fenómeno conocido como S:R:Y: y otros genes que codifican la determinación
PR
mosaicismo celular. En algunos síndromes intersexuales sexual masculina, comienza la diferenciación testicular
RE
y tumores gonadales se demuestra con frecuencia la y aparece la membrana basal, que separa el epitelio
existencia de mosaicismo. germinativo del mesénquima, la cual aumenta de volu-
SU
Los brazos se designan con las letras p o q, si se men, se vasculariza y forma la túnica albugínea.
trata del brazo corto o largo, respectivamente. Así, una Las células de Leydig aparecen cerca de los
DA
translocación del brazo corto del cromosoma 5 al bra- 60 días y la diferenciación genital es evidente entre
BI
zo largo del cromosoma 15 se designaría 46,XY t (p5, los 65 y 77 días. Los cordones medulares 7 proliferan
I
q15); una deleción del brazo largo del cromosoma 5 se y rodean los gonocitos, los que posteriormente origina-
OH
Los isocromosomas se designan con la letra i, Hacia la parte interna de la gónada, los cordones
seguida del número del cromosoma y el brazo que lo medulares establecen conexiones entre sí y forman la
forma (p o q), según se trate 46, X, i (Xq). El mosaicismo rete testis, que se une a los tubos mesonéfricos una
celular se designa con las formas celulares presentes, vez que los glomérulos primitivos han degenerado, co-
separadas entre sí por una franja diagonal ( back slash), municando los tubos seminíferos con el conducto meso-
por ejemplo, 45,X/46,XY; 46,XX/46,XY, etcétera. néfrico.
En la porción terminal de los brazos corto y largo La diferenciación del ovario se produce más tar-
del cromosoma X existe una zona que escapa a la díamente, de manera que la gónada permanece más
inactivación, que se homologa con un segmento análo- tiempo en estadio indiferente y alrededor de la octava
go en el brazo corto del cromosoma Y, se trata de la semana los cordones medulares comienzan a involu-
región seudoautosómica. Estas 2 regiones son las que cionar, predomina el desarrollo de la porción cortical
se asocian en la meiosis, lo que permite el intercambio de la gónada, con la formación de cordones corticales,
del ADN entre estas zonas de los gonosomas. que se transformarán en ovarios, si la constitución
Empleando varones XX, con translocaciones muy cromosómica es 46,XX. No se forma una túnica
pequeñas del X al Y, se localizó un gen en la porción albugínea. Las células de los cordones corticales ro-
proximal más cercana al límite seudoautosómico. Este dean los gonocitos para formar lo que en un futuro
gen se ha clonado, expresado, y se conoce como re gión serán los folículos, mientras que las células mesenqui-
determinante sexual Y (SRY, de sus siglas en inglés). matosas originarán las células tecales.
Uropediatría 169
Cuando faltan o sobran cromosomas X no se for- en el lado donde no hay testículo, lo que puede originar
mará el ovario, sino una gónada acintada, constituida un útero unicornio o hipoplásico. En presencia de
por un estroma de tejido conectivo arremolinado, des- testículo fetal funcionante persistirán los conductos
provisto de folículos; se trata de la gónada acintada o mesonéfricos, que dan origen al epidídimo, conducto
streak gonad, característica de la disgenesia ovárica deferente, vesícula seminal, que aparece como una
(Fig. 5.4). evaginación del deferente, y conducto eyaculador.
Diferenciación genital. El desarrollo de los
genitales externos, al igual que las gónadas y los con-
ductos genitales, también pasa por un estadio indife-
rente en el que el esbozo de los genitales es igual en
uno y otro sexos. El esbozo genital consta del tubérculo
genital, que es el precursor del pene o clítoris; en su
parte ventral existe una hendidura que comunica el seno
urogenital con el exterior; a ambos lados e xisten
2 repliegues mucosos: los pliegues labioure trales y,
lateralmente a estas estructuras, las eminencias labioes-
crotales a ambos lados del TG, que originarán los la-
bios mayores, y situados en la línea media los pliegues
labiouretrales, que darán origen a los labios menores y
ÓN
el vestíbulo de la vulva.
CI
Fig. 5.4. Gónada acintada o streak gonad. En el varón, la existencia de un testículo funcio-
UC
nante provocará el desarrollo del tubérculo genital, que
OD originará el pene; los pliegues labiouretrales se fusio-
Diferenciación ductal. En los embriones de uno narán en sentido distal y darán origen a la casi totali dad
PR
y otro sexos existen los esbozos de lo que serán los de la uretra anterior; la porción balánica se constituirá
gracias a una evaginación del ectodermo del glande,
RE
ma a mediados de la quinta semana, como una fusionan en la línea media, por detrás del pene.
I
Desde aquí progresa en sentido caudal, cruzando por del testículo fetal, pero sustancias esteroideas bien
delante del conducto mesonéfrico para fusionarse en exógenas, administradas con fines terapéuticos, o
la línea media con el del lado opuesto, antes de termi- andrógenos segregados por un tumor virilizante mater-
nar en la cloaca, donde forma una condensación epitelial, no o la adrenal fetal, son capaces de virilizar un feto
el tubérculo de Müller. del sexo femenino. La virilización será mayor de acuerdo
El conducto paramesonéfrico persistirá en la hem- con la precocidad en que se provoque el estímulo an-
bra y originará el útero, las trompas y los 3/4 superio- drogénico.
res de la vagina. Las células de Sertoli del testículo Pasado un tiempo, cuando ya la evolución se ha
fetal, por medio de la hormona antimulleriana (HAM), completado, generalmente en la duodécima semana,
provocan la involución de los conductos de Müller, pero los genitales no se virilizan.
persisten sus extremos cefálico y caudal, que origina- Descenso gonadal. Las gónadas así diferencia-
rán la hidátide testicular y el utrículo prostático, res- das se encuentran situadas originalmente en la proxi-
pectivamente. midad del polo inferior del riñón definitivo. Durante el
Esta acción de la HAM se ejerce unilateralmente, proceso embriológico descienden hasta su ubicación
de manera que en los individuos que posean un solo tes- definitiva: en la bolsa escrotal (en los varones) o en la
tículo, únicamente los conductos homolaterales pelvis (en la hembra). A este proceso se le denomina
involucionarán y persistirán los conductos de Müller descenso gonadal y está influido por diversos factores.
170 Urología
En una primera etapa, caudalmente, en el meso- A continuación se describe la empleada por Wilkins en
nefros se desarrolla un espesamiento del peritoneo, su obra clásica, con algunas modificaciones adaptadas
conocido como plica gubernaculi, que une el polo a los conocimientos actuales. En esta se considera la
caudal del mesonefros con la parte ventrolateral de la disgenesia gonadal en su sentido más amplio, incluyen-
pared abdominal del embrión (futura región inguinal). do el hermafrodismo y la disgenesia gonadal mixta,
Este repliegue se une después a la gónada para formar como parte de ella, por tener un origen semejante, ade-
el gubernaculum testis del varón o el ligamento re- más de los seudohermafrodismos masculino y femeni no:
dondo de la hembra, al cual se la ha atribuido una gran 1. Con anomalías asociadas (síndrome de Turner):
importancia en la migración gonadal hasta su ubica- a) Disgenesia ovárica.
ción definitiva, pero estudios relativamente recientes 2. Sin anomalías asociadas:
han demostrado la migración hasta la bolsa escrotal de a) Disgenesia gonadal.
pellets de parafina, después de la administración de b) Disgenesia del tubo seminífero.
testosterona, por lo que se supone que los andrógenos c) Disgenesia gonadal mixta.
fetales (gonadales o adrenales) constituyen el estímulo d) Diferenciación gonadal asimétrica.
más potente para la migración testicular, y el e) Hermafrodismo verdadero.
gubernaculum queda solamente como guía para el f) Hiperplasia adrenal congénita y sus variantes.
descenso. Por otra parte, este descenso es relativo, ya 3. Seudohermafrodismo inducido.
que también tiene lugar gracias al desarrollo del embrión 4. Seudohermafrodismo femenino:
en sentido caudal. a) Malformativo.
ÓN
Descenso del ovario. El ovario desciende a la b) Idiopático.
CI
pelvis conjuntamente con la trompa uterina hacia el c) Síndrome de insensibilidad androgénica.
UC
octavo mes, mientras el gubernaculum da origen al li- d) Esteroidogénesis testicular defectuosa (HAC ti-
gamento inguinal (ligamento redondo) que, partiendo OD pos IV, V, y VI).
de la unión de la trompa con el cuerpo uterino, atravie- 5. Seudohermafrodismo masculino:
sa el conducto inguinal para fijarse en el labio mayor.
PR
a) Fallo en el metabolismo.
Descenso testicular. Después del sexto mes, en b) Testosterona.
RE
las estructuras de la región inguinal y llega al escroto al Disgenesia gonadal. Se conoce por este térmi-
I
final del octavo; sin embargo, en muchos niños el des- no una gonadogénesis defectuosa, originada por una
OH
censo testicular ocurre después del nacimiento; duran- anomalía cromosómica. A continuación se tratarán la
te el primer año en niños a término y un poco más
PR
ÓN
del IV metacarpiano o metatarsiano, etcétera. y escaso crecimiento de vello sexual.
CI
Patogenia. La disgenesia gonadal se explica por
UC
Patogenia. La ausencia de cromosoma Y deter- un mecanismo similar al síndrome precedente. Las pro-
mina la diferenciación ductal y genital en sentido fe-
OD porciones eunucoides responden a la no inhibición
menino y la no diferenciación de testículo ni ovarios. hipotálamo-hipofisaria, debido a la insuficiente produc-
PR
La talla corta no se debe a la insuficiencia de la hor- ción hormonal de las gónadas, no existiendo la retroa-
mona de crecimiento, factor de crecimiento semejante limentación habitual.
RE
a insulina ni sexoesteroides. Parece ser que la falta de Estudios de laboratorio. Al igual que en la
SU
un fragmento del brazo corto del cromosoma X es res- variedad precedente, los títulos de gonadotropinas
ponsable de la baja talla, presente en todos los indivi- hipofisarias se encuentran elevados. El frotis vaginal
DA
duos que tienen una línea 45,X en su constitución es atrófico. Los estrógenos urinarios están disminuidos.
BI
Citogenética. La anomalía fundamental es la ser negativo o positivo. El cariotipo puede ser masculi-
OH
descrita. Se han definido diferentes mosaicos celula- no o femenino (normales). También se pueden ver di-
PR
res: 46,XX/54,X; 46, XX, 47/XXY, 45,X, etc., con dis- versos mosaicos.
tintas anomalías asociadas. La más frecuente es la ta- Anatomía patológica. Es idéntica a la anterior
lla corta, que se asocia a la deleción del brazo corto del en el aspecto macroscópico. Histológicamente se pue-
cromosoma X. den observar células hiliares y tubos mesonéfricos
Anatomía patológica. Siempre existe un útero abortivos en el interior de la cintilla.
con 2 trompas, aunque este, la mayoría de las veces, Tratamiento. La degeneración neoplásica de las
es infantil. En el ligamento ancho, en la posición nor- cintillas es infrecuente en ausencia de cromosoma Y.
malmente ocupada por los ovarios, se encuentran 2 for- Si existe una paciente con cariotipo XY se deben extir-
maciones alargadas, blanquecinas, nacaradas, que par las cintillas. Si se presenta hipertrofia del clítoris,
histológicamente están constituidas por un estroma de se puede realizar clitoroplastia.
tejido conectivo laxo, dispuesto en espirales, semejan-
tes al estroma ovario, pero desprovistas de folículos.
Tratamiento. El tratamiento está encaminado a Disgenesia del tubo seminífero
lograr una pubertad inducida y aumentar la talla. Los
estrógenos administrados prepuberalmente pueden lo- Conocido desde 1942, este síndrome clínico se
grar el desarrollo mamario y los ciclos menstruales, caracteriza por la presencia de testículos pequeños, de
combinados con progestágenos. consistencia aumentada; proporciones eunucoides con
172 Urología
predominio del segmento inferior, ginecomastia y dis- en 1964, fue categorizada por Sohval, quien empleó el
tintas manifestaciones de hipoandrogenismo. término disgenesia gonadal mixta, que se caracteriza
Patogenia. La más común de las anomalías del por presentar ambigüedad genital; presencia de deri-
cariotipo en este síndrome (47,XXY) se atribuye a una vados mullerianos, un testículo y, a menudo, anomalías
edad materna avanzada, que provoca la no disyunción turnerianas en individuos mayoritariamente cromatín
meiótica. Ambos cromosomas X son de origen mater- negativos, que en ocasiones se complican con degene-
no. La lesión testicular en la etapa prepuberal es se- ración neoplásica del testículo. En 1967 se describió
mejante a la criptorquidia. un síndrome de tumor de Wilms, seudohermafrodismo
Al influjo gonadotrópico exagerado, por no inhibi- e insuficiencia renal, que con frecuencia se puede aso-
ción hipotálamo-hipofisaria, el exceso de gonadotropinas ciar a DGM y otros síndromes intersexuales.
provoca las lesiones de esclerosis tubular. Patogenia. La insuficiencia de las células de
Estudios de laboratorio. Las gonadotropinas Sertoli del testículo fetal provoca la disminución o au-
hipofisarias están elevadas. Se presentan valores ba- sencia de la hormona antimulleriana, lo que impide la
jos de testosterona plasmática y estradiol. Los índices inhibición de los conductos de Müller, con la consiguien-
metabólicos de diferenciación de testosterona son ba- te presencia de útero, el que, a su vez, como obstáculo
jos. El espermiograma muestra azoospermia, con vo- mecánico se opone al descenso testicular. La insufi-
lumen seminal normal. ciente producción androgénica viriliza incompletamente
Citogenética. La cromatina sexual es positiva y
los genitales.
el cariotipo muestra un patrón celular 47,XXY.
Cuadro clínico. Corta estatura y genitales que
ÓN
Anatomía patológica. Los testículos, pequeños
van desde femenino normal hasta masculino normal,
y fibrosos, están constituidos por tubos seminíferos
CI
aunque casi siempre se presenta ambigüedad genital.
hialinizados o en vías de hialinizacion, con presencia de
UC
Con frecuencia existe un seno urogenital que, en oca-
“tubos fantasmas”. Los tubos seminíferos no hialini-
siones, remeda una vagina. Usualmente se observan
zados están constituidos por células de Sertoli sola-
OD anomalías turnerianas: riñones “en herradura”, pelvis
mente, que casi siempre están próximos a las células
bífida, cuello corto o palmeado, cúbito valgo, orejas
PR
puede administrar enantato de testosterona. Las técni- de hace algunos años se han encontrado también le-
I
ÓN
en una cistografía miccional o pelvineumo.
se utilizó la clasificación de los hermafroditas, la cual
CI
Actualmente la tomografía axial computadorizada
perdura hasta nuestros días. Esta es la manifestación
y la resonancia magnética nuclear ocupan un lugar pre-
UC
de intersexualidad más frecuente en el continente afri-
ferente en el estudio de los síndromes intersexuales en
OD cano, especialmente en la raza bantú.
centros donde se dispone de estos recursos, pero las
Patogenia. La mayoría de los hermafroditas ver-
imágenes de los métodos tradicionales todavía son de
PR
daderos presenta un patrón cromosómico 46,XX que
gran ayuda en el diagnóstico.
no justificaría la presencia de testículo en ausencia de
RE
década del siglo pasado, la tendencia general entre en estos casos con patrón 46,XX es solamente de 3 3 %,
pediatras, urólogos y todos los especialistas que parti-
BI
sexo femenino, ya que las plastias feminizantes son autosómicos, o inactivación anormal de locus ligados
más fáciles, necesitan menos tiempos quirúrgicos y se al Y en la cascada de los que participan en la determi-
PR
pueden complementar con tratamientos hormonales en nación testicular, mutación, deleción y duplicación.
la pubertad, para el desarrollo de los caracteres sexua- Cuadro clínico. Al igual que en la DGM, el as-
les secundarios, además de extirpar el testículo, que pecto genital varía desde femenino normal hasta mas-
puede ser asiento de neoplasia, como se apuntó ante- culino con gónadas escrotales y uretra fálica, aunque
riormente. es más frecuente la ambigüedad genital. En la infancia
Cuando exista un testículo escrotal o viable en pueden pasar inadvertidos y diagnosticarse como hipos-
cualquier localización, este se puede conservar lleván- padias, criptorquidia, etc. (Fig. 5.5).
dolo a las bolsas escrotales y realizando las plastias Puede existir normalidad genital, con testículos u
virilizantes que hay que complementar en ocasiones ovotestes escrotales bilateralmente, y uretra fálica que
con la histerectomía y hasta la vaginectomía, pues la solo por determinación de la cromatina nuclear podría
vagina puede causar infecciones urinarias. hacer sospechar el diagnóstico. Al llegar a la pubertad,
La necesidad del consentimiento informado y las la ginecomastia o la hematuria tienden a ser cíclicas,
asociaciones de intersexuales han planteado aspectos cuestiones estas que preocupan al paciente criado como
éticos en el manejo de estos pacientes, a quienes hay varón y por ello acude a la consulta. Las hembras con-
que decir la verdad, toda la verdad y nada más que la sultan por clitoromegalia o hirsutismo y crecimiento de
verdad, pero se debe valorar la conveniencia de adop- vello facial, es decir, cuando la producción hormonal
tar el sexo que sea mejor para un desempeño sexual y es contradictoria con el sexo asignado.
174 Urología
ÓN
Seudohermafrodismo
CI
Fig. 5.5. Hermafrodita verdadero con pliegues en labios Contrariamente a los casos anteriores, en los
UC
escrotales vacíos.
OD seudohermafroditas el aspecto genital puede inclinar a
pensar en el sexo opuesto al sexo gonadal, que es el
que determina la asignación sexual, ya que muchos
PR
Citogenética. La mayoría de los pacientes es
pueden ser hasta fértiles si se realiza un diagnóstico
RE
ÓN
con la administración de ACTC y disminuyen al admi-
CI
nistrar corticoides (prueba dinámica). La excreción de
aldosterona es normal.
UC
OD Radiografía. Existe un aumento de la edad ósea
y se puede demostrar la presencia de seno urogenital.
Los riñones se observan desplazados hacia abajo, por
PR
total, lo que provoca a menudo una asignación sexual siva, presentan hipertensión, debido al incremento de
masculina. la secreción de 11-desoxicorticosterona. Al igual que
Las pérdidas salinas se manifiestan a partir del en otras HAC, formas ligeras de esta deficiencia pue-
quinto día de nacido, con hiponatremia, hiperkalemia, den no manifestarse clínicamente hasta la adolescen-
acidosis, deshidratación y colapso vascular, lo que lle- cia o la adultez.
ga a poner en peligro la vida del niño. Laboratorio. Aumento de 11-desoxicortisol y 11-
Laboratorio. Se detectan hiponatremia, hiper- -desoxicorticosterona en sangre y sus metabolitos en
kalemia, pH disminuido, aumento de la 17-hidroxi- la orina, principalmente tetrahidro 11-desoxicortisol.
progesterona, disminución de la aldosterona en el plas- Diagnóstico. Se basa en la sospecha clínica y
ma y la orina, y aumento de la actividad de renina los cambios de laboratorio.
plasmática. Tratamiento. Está encaminado a bloquear la pro-
Diagnóstico. Se basa en los hallazgos clínicos y ducción de metabolitos androgénicos mediante el su-
de laboratorio. Ante un neonato con pérdidas salinas y ministro de glucocorticoides, con controles metabólicos
desarrollo fálico, se deben extremar las medidas para periódicos. De acuerdo con el grado de virilización
evitar un desenlace fatal. existente y el sexo asignado, se pueden realizar las
Tratamiento. Se desarrolla en 2 fases: aguda y plastias genitales.
crónica. En la fase aguda se debe administrar dextro-
sa al 5 % + solución salina en la primera hora. Si el
paciente está en shock, se administrará solución sali- Seudohermafrodismo femenino inducido
ÓN
na: 20 mL/kg de peso corporal. En lo adelante se debe
realizar balance hidromineral. Se administrará succinato
CI
Esta forma no progresiva de virilización es pro-
de hidrocortisona: 50 mg en bolo y se agregarán de 50 a vocada por el pase de sustancias de acción androgénica,
UC
100 mg/m2 a la hidratación. Si existe hiponatremia y/o a través de la placenta, durante el primer trimestre del
hiperkalemia se debe administrar DOC A, a razón de OD embarazo; dichas sustancias pueden ser administra-
1 a 2 mg, IM, cada 12 a 24 h. das con intención terapéutica o provenir de un tumor
PR
Las dosis de DOCA y la concentración y dosis virilizante materno, ovárico o adrenal. De acuerdo con
RE
de electrólitos se deben calcular teniendo en cuenta el momento del embarazo en que se produzca, la
dosificaciones frecuentes, grado de deshidratación y virilización será más compleja.
SU
locorticoides (fludrocortisona, 0,5 mg/día) y aumento presencia de múltiples quistes en ambos ovarios. Des-
pués de la decimosegunda semana solamente se pro-
PR
ÓN
testículos bilateralmente y los genitales cubren todo el histológico característico, con nidos de células intersti-
CI
espectro, desde femenino normal hasta totalmente ciales inmaduras, que rodean íntimamente los tubos
UC
virilizado, no siempre con las bolsas desocupadas. Es pequeños, como un manguito.
de carácter familiar, ligado al crom osoma X. OD El contenido tubular en esta variedad es de célu-
las de Sertoli indiferenciadas. La pared tubular no está
PR
engrosada. Por el contrario, en la forma incompleta las
Síndrome de insensibilidad células de Leydig maduras se sitúan en el espacio trian-
RE
a los andrógenos gular que queda entre los túbulos, cuyas dimensiones
SU
individuos con fenotipo femenino. Son frecuentes las ras y elementos germinativos degenerados.
BI
hernias y gónadas palpables en regiones inguinales y Tratamiento. Como existe la tendencia a la de-
I
ÓN
aconsejable su remoción, ya que existe el riesgo de
degeneración neoplásica.
CI
Deficiencia de la 5 alfa-reductasa Anatomía patológica. Histológicamente el úte-
UC
ro es normal. Los testículos no muestran alteraciones
La deficiencia en la transformación de la testoste-
OD morfológicas prepuberalmente . Después de la puber-
rona en los tejidos periféricos da lugar a la deficiencia tad se producen lesiones de esclerohialino sis tubular.
PR
o labiales), ausencia de estructuras mullerianas y dife- génica de las células intersticiales y la inhibición in-
I
ÓN
embrionarios y otros tumores, el gonadoblastoma se
en intersexuales observa con mayor frecuencia. Finalmente, desde que
CI
en 1967 Denys informó un síndrome de seudoherma-
UC
La primera descripción de degeneración neoplá- frodismo, nefropatía parenquimatosa y tumor de Wilms,
sica gonadal en un intersexual se le atribuye a Gruber, OD ya se han reportado más de 100 casos.
de San Petersburgo (1989). En 1908, Neugebauer ha- Se atribuye la coincidencia de la lesión gonadal y
PR
lló el reporte de 12 casos (entre 1859 y 1907). Gilbert, el tumor renal a la proximidad de ambas estructuras en
la vida fetal. El pronóstico es la extracción de sangre
RE
encontraron 140 casos en la literatura, pero aparente- una muestra de orina para comprobar si existen célu-
mente no consideraron la superposición de las distintas las vaginales y realizar un cultivo de fibroblastos en la
DA
Muchos de los casos publicados no resisten un Si la cromatina es positiva, se deben realizar de-
I
análisis crítico exigente, ya que en ocasiones el tumor terminaciones hormonales para descartar un síndrome
OH
ha sustituido todo el tejido gonadal, fundamentalmente adrenogenital, lo cual también se comprueba si existe
PR
si es maligno y bilateral o si es unilateral y la gónada una gónada palpable. Cuando se presenta simetría, es
opuesta no existe o es disgenética. decir, ambas gónadas tienen el mismo aspecto y situa-
Es conocida la frecuencia con que el testículo ción con respecto al anillo inguinal superficial, se trata
retenido sufre la degeneración neoplásica, lo que no de un seudohermafrodismo femenino. Si, por el con-
ocurre con los ovarios. Se han reportado tumores trario, las gónadas son asimétricas, debe tratarse de un
gonadales en intersexuales entre 5 años y medio hasta hermafrodismo verdadero.
81 años. No se han reportado tumores malignos por En caso de que la cromatina sea negativa, se debe
debajo de los 14 años. Según aumenta la edad, se realizar una genitografía para precisar la existencia de
incrementa la incidencia de degeneración neoplásica. seno urogenital. Una vez demostrado este, se debe
En hermafroditas verdaderos se han repor tado precisar endoscópicamente la posición de la inserción
2 s e m i ovotestis, 2 cistoadenomas mucinosos
n o m a s e n
vaginal, si está por debajo o por encima del esfínter, lo
y 1 tumor de Brenner en el ovario. En los hermafroditas que es de utilidad para la terapéutica futura. La
es difícil determinar el sexo gonadal. Si existe un tu- pelvineumo puede demostrar la existencia de sombras
mor que no ha sido encontrado en los testículos y la uterinas y gonadales. El ultrasonido abdominal tiene
gónada contralateral es un testículo, se puede inferir una utilidad relativa en estos casos.
que se trata de un hermafrodita. La tomografía axial computadorizada, resonan-
Los seudohermafroditas masculinos, en su ma- cia magnética nuclear y otros métodos son de utilidad
yoría, tienen testículos no descendidos. Varios estudios cuando se dispone de ellos.
180 Urología
Tratamiento. De acuerdo con el sexo asignado municación entre pacientes intersexuales a través de
se realizarán plastias virilizantes; si se decide el sexo Internet los llevó a considerar que habían sido tratados
masculino, se debe acompañar de la histerectomía y la de forma poco ética por prestigiosos cirujanos, clíni-
orquidopexia, si el testículo parece viable. cos, endocrinos y otros. Dreger compiló las interro-
Las plastias feminizantes conllevan la relocación y gantes planteadas hasta la fecha, en una publicación
reducción del clítoris y las zonas labioescrotales, la plastia emblemática en la que se considera que ocultar la ver-
vaginal; si la vagina es infraesfinteriana, se pueden hacer
dad y las mentiras, por piadosas que sean, no son con-
simultáneas antes de los 6 meses. Si la desembocadura
es supraesfinteriana, se debe diferir h asta los 2 años. ductas éticas.
Las plastias se pueden combinar con la orquiectomía. En estos casos no se divulgaba la existencia de
Se debe medir el falo en todo recién nacido con grupos de apoyo, lo que se considera perjudicial; se
genitales ambiguos, con el pene estirado desde el pubis ocultaba el diagnóstico y, por ende, se negaba la op-
hasta la punta del glande. En el recién nacido a término, ción de investigar las posibilidades terapéuticas. Las
las dimensiones promedio son 3,5 cm ± 0,4 cm; en el operaciones realizadas sin consentimiento informado,
prematuro de 34 semanas, 3 cm ± 0,4 y si tiene 30 sema- que a veces son cosméticas o innecesarias, no están
nas, 2,5 cm ± 0,4. El diámetro peneano promedio es de exentas de riesgo.
1 a 1,5 cm. Un falo delgado de menos de 1,5 cm de
Hoy día, la fotografía de pacientes se conside-
longitud debe obligar a aconsejar el sexo femenino con la
ra semejante a una intervención quirúrgica, en cuan-
orquiectomía y plastias feminizantes complementa rias.
to al daño al paciente y la necesidad de información
ÓN
plena y consentimiento informado. Las posibilida-
CI
Ética ante el diagnóstico des terapéuticas de éxito deben ser evaluadas, no
UC
solo por el equipo médico, sino también por los pa-
y tratamiento de genitales OD cientes y sus familiares. Este movimiento comenzó
ambiguos a fines del siglo pasado y va cobrando adeptos se-
PR
gún se van divulgando sus logros y la obra de los
RE
Hace algunos años, existía poca preocupación en grupos de apoyo. Confiemos en que el futuro sea
lo tocante a la ética en estos procedimientos. La co- mejor en la era de la ética.
SU
DA
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I
OH
PR
ÓN
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SU
DA
BI
I
OH
PR
Medicina natural y tradicional en urología 183
Capítulo 6
ÓN
CI
UC
La medicina natural y tradicional abarca un conjunto de prácticas que tienen
OD
como finalidad prevenir, diagnosticar y eliminar los desequilibrios físicos y mentales.
PR
Se basa en las experiencias y observaciones transmitidas sucesivamente de una gene-
ración a otra, ya sea por vía oral o escrita. Permite conservar y restablecer la salud del
RE
campos terapéuticos:
BI
1. Medicina externa:
I
a) Acupuntura.
OH
b) Digitopuntura.
c) Masaje.
PR
d) Sangría.
e) Ventosa.
f) Moxibustión.
2. Medicina interna:
a) Trofoterapia.
b) Formulación de medicamentos, que pueden ser de origen mineral, vegetal o
animal.
Las primeras referencias acerca de la acupuntura señalan que este método tera-
péutico se practicaba en algunos pueblos del Oriente Antiguo, hace aproximadamente
5 000 años, como Corea, China y Viet Nam, y se extendió a otros pueblos de esta
región durante la Edad Media, pero no fue hasta mediados del siglo XX que se conoció
en el continente americano.
Sobre la base de los principios de la acupuntura, existen otros métodos terapéu-
ticos tradicionales que varían según el tipo de estimulación en que se apliquen, por
ejemplo, digitopuntura, termopuntura, moxibustión, masaje y ventosa. Hoy día se apli-
can la electropuntura, fármacopuntura, fonopuntura y láserpuntura, entre otros.
184 Urología
En las comunidades antiguas, la utilización de que para seleccionar el tratamiento más adecuado se
estas plantas quedaba en manos de los hechiceros o requiere:
brujos (el behique en Cuba), quienes las empleaban Investigar la causalidad.
unidas a sus prácticas mágicas. Tomar en cuenta solamente los síntomas que apare-
En muchos países desarrollados la medicina na- cen con la enfermedad aguda, los síntomas crónicos
tural se ha fomentado y extendido. Para la aplicación modificados.
de los tratamientos tradicionales se deben tener en Al jerarquizar, el diagnóstico clínico (patológico) se
cuenta las teorías asiáticas, que le aportan un basa- convierte en primordial.
mento científico. Entre estas se encuentran:
Yin yang o teoría de las fuerzas opuestas. Con respecto al fracaso en estos tratamientos, el
Cinco elementos (U-Tsin). doctor Eizayaga distingue las razones siguientes:
Teoría de los órganos principales (Zang Fu). No discernir entre síntomas agudos y crónicos.
Teoría de los componentes básicos (sangre, energía No valorar los síntomas patológicos orgánicos.
Emplear el orden jerárquico del caso crónico.
y líquidos corporales).
Brindar más importancia a los síntomas psíquicos
Teoría de los meridianos (Tsin-Lo).
agudos que a los orgánicos.
No formular el diagnóstico patológico.
En español, la palabra acupuntura es el nombre
Prescribir remedios de fondo en casos agudos.
dado al procedimiento terapéutico asiático Shen-Ziu, Valorar signos etiológicos, por ejemplo, en los casos
que consiste en aplicar agujas muy finas en distintas crónicos.
ÓN
partes del cuerpo.
CI
Se plantea que los puntos de acupuntura son pun- También es oportuno revisar algunos elementos
tos biológicamente activos, situados en la superficie
UC
relacionados con el medicamento homeopático.
del cuerpo, que presentan baja resistencia a la corrien-
OD Habnemann, por ejemplo, lo definió como toda sustan-
te eléctrica. cia con facultad de provocar síntomas patológicos en
La acción de la acupuntura radica en su efecto el hombre sano y, como remedio, toda sustancia capaz
PR
excreción de la orina, además, influye en los movimien- Los medicamentos homeopáticos se extraen de
tos peristálticos, la sangre, las funciones cardiacas y los 3 grandes reinos de la naturaleza, a continuación se
SU
Bufo.
Carcinosinun.
Una vez conformada la imagen del enfermo, se Autosonodes:
impone la prescripción del remedio. Se tendrá en cuenta Sangre.
Medicina natural y tradicional en urología 185
Pus. fesional para la evaluación de cada paciente en parti-
Orina. cular, y se relaciona con la entidad nosológica y sus
Organoterápicos: síntomas.
Thyroidinum.
Esta última brinda la posibilidad de conocer la
Preparaciones homeopáticas:
evolución del enfermo y permite apreciar el efecto o
Pyrogenium.
los efectos que provoca el remedio, de esta manera,
Reino mineral: con el objetivo de facilitar la evaluación, se ha prees-
Naturales: metales y sus ácidos: tablecido un grupo de criterios que se describen a con-
Mercurius vivus. tinuación:
Phosphorus. Curado: desaparición total de los síntomas. Aquí se
Nitricum acidum. manifiesta la importancia de un buen diagnóstico clí-
Sales. nico, pues, al apreciar la evolución, se conoce qué
Preparaciones homeopáticas: conducta se seguirá para evitar la recidiva. Esta puede
Hepar sulphur.
comprender un tratamiento estomatológico conven-
Causticum.
cional, como el pulporradicular en un diente con pul-
Mercurius solubilis.
pa necrótica, o el tratamiento homeopático con
Una vez seleccionado el medicamento, se impo- similimun en la gingivitis aftosa recurrente.
ne la determinación de la dosis. En homeopatía lo más Mejorado: recuperación parcial del cuadro, debido a
ÓN
importante es la potencia del medicamento y la repeti - la mejoría ligera de síntomas y modalidades; en es-
CI
ción de las dosis, porque solo las muy bajas potencias tos casos se aumenta la potencia del remedio, pero
UC
como 1 D a 3 D, o la 4 C, conservan, además de su si han ocurrido cambios en los síntomas, se indica
efecto por similitud, una acción por su masa (Fig. 6.1).
OD otro remedio.
Indiferente: la ausencia de cambios sintomáticos in-
PR
rreras al tratamiento.
I
OH
ÓN
En esta glándula se encuentra más zinc que en
cualquier otro órgano del cuerpo. El zinc es un prostático, y por supuesto, resección transuretral o
CI
oligoelemento que se requiere en muy poca cantidad, alternante, la extracción de la próstata. Desafortuna-
UC
pero su deficiencia puede acarrear grandes problemas damente, los médicos y pacientes han descubierto que
de salud; se encuentra en concentraciones elevadas OD la cirugía es un tratamiento radical para este problema
en el esperma y el fluido seminal. común, que con frecuencia resulta en complicaciones,
PR
El cerebro también debe tener un nivel apropiado de esta manera, cada vez una mayor cantidad de pa-
RE
de zinc para mantener los pensamientos organizados. cientes opta por una cura más segura y menos riesgosa.
Una actividad sexual excesiva puede conllevar la re- Considerando que es un método natural y no
SU
ducción en su almacenamiento, lo que a su vez causa- traumático, el método nutricional es preferible a los
rá tanto enfermedad de la próstata como desórdenes métodos más ortodoxos.
DA
Diariamente la próstata produce de 1/10 a 2/5 ponde positivamente a las bayas del palmito. El Saw
I
anterior. La próstata también se congestiona con san- desde California del Norte hasta la Florida. Los árbo-
gre durante la excitación sexual. Una vida sexual les están coronados con grandes hojas de 2 a 4 pies
hiperactiva puede causar la congestión crónica de este de largo y espinas en la punta, que forman una figura
órgano. Con el paso del tiempo cede a la presión cons- circular.
tante y se agranda, para almacenar la sangre extra y el Las bayas son de color marrón a negro, arruga-
fluido seminal. das y ovaladas; su longitud es de 0,5 a 1 pulgada y su
Dieta. Usualmente la dieta no se menciona como diámetro, de 0,5 pulgadas. Contienen cerca de 1,5 %
causa de cáncer de próstata, sin embargo, se cita como de aceite con olor a fruta, cargada con esteroles,
un elemento muy importante en un estudio realizado betasitosterol y su glucosidad, además de los ácidos
durante 20 años por el doctor Phillips, en Loma Linda, saturados e insaturados de caprílica, caprosia, taurica,
California, donde se comprobó que el cáncer de prós- palmítica y oleica. Estos ácidos grasos forman 63 %
tata era más común en dependencia de la frecuencia del aceite; la porción restante consiste en éster etil y
con que la carne, el queso, los huevos y la leche eran los esteroles ya mencionados. También están presen-
empleados en la dieta. tes los carotenos, lipasas, taninos y azúcares.
Una persona con cualquier tipo de problema De acuerdo con un estudio realizado por el
prostático debe tomar bastante agua destilada o trata- doctor Champault, las bayas de Serenoa repens son
da con osmosis revertida, de manera que su orina e sté muy efectivas para el tratamient o del agrandamiento
Medicina natural y tradicional en urología 187
de la próstata. La serenoa combate el efecto de la Así, existen cantidades significativas de zinc en
falta de testosterona en el organismo, lo que permite la levadura de cerveza, las habas, las pacanas, las se-
que otras hormonas, incluyendo la DHT, aumenten el millas de ahuyama, y las semillas de girasol y soya.
tamaño de la próstata. Sultán, en un estudio publicado Cantidades menores se encuentran en las legumbres y
en el Journal of Steriod Biochemistry , descubrió que los granos integrales.
la serenoa posee compuestos del tipo esterol, que Hidroterapia y masaje. La hidroterapia y el ma-
inhiben la formación de DHT. saje ayudan a reducir la próstata agrandada.
Este nutriente proviene de una baya producida Los baños de asiento, alternando en caliente
por una especie de palma común en el sudoeste de (3 min) y frío (1 min), son muy provechosos para la
EE.UU. Los indios americanos creían que era una próstata aumentada. Se empezará siempre con el ca-
buena cura para los problemas de próstata. Algunos liente y se terminará con el frío. Esta combinación se
científicos europeos han confirmado estos efectos en puede hacer de 3 a 5 veces, y se debería realizar 1 o
12 investigaciones científicas, realizadas en los últimos 2 veces al día. El masaje de la próstata (a través del
20 años. recto) puede ayudar a reducir la inflamación y contri-
Zinc. La próstata necesita 10 veces más zinc que buir a su recuperación.
cualquier otro órgano. Sus desórdenes son mucho más Con muy poca frecuencia ocurre un problema de
comunes en países desarrollados, como EE.UU., que próstata antes de los 30 años de edad. A los 50 se
en los países del Tercer Mundo. Existen algunas razo- presenta 25 % de probabilidades de padecer próstata
nes que explican el por qué: básicamente, los alimen- aumentada. A los 60, casi la mitad de todos los hom-
ÓN
tos de la mayoría de los estadounidenses se cocinan de bres habrá desarrollado algún crecimiento. A los 80, lo
CI
más, o sea, se procesan demasiado. El procesamiento presentará la mayoría.
de los alimentos destruye una buena porción, si no toda,
UC
de uno de los nutrientes más importantes empleados
OD
por la próstata. Enuresis
La mayor parte del zinc de los alimentos se pier-
PR
tidad considerable, debido a un suelo bajo en nutrientes que ocurre generalmente en el niño mientras duerme
(donde se cultivaron los productos). Normalmente el en la noche, aunque también se puede presentar du-
SU
zinc se reemplaza en el suelo cuando se usan fertili- rante el sueño diurno. Este trastorno se observa en
DA
zantes químicos. El famoso doctor Harman, padre de uno y otro sexos, y se considera patológico por encima
BI
la teoría de envejecimiento radical, profesor emérito de los 5 años de edad, aunque en ocasiones puede per-
I
Nebraska, expresó: “Cerca del 90 % de la población Aparece como síntoma único o forma parte de
consume dietas deficientes en zinc”. La próstata em- varios síndromes. Puede ser de fijación, si el niño no
PR
plea este nutriente 10 veces más que cualquier otro ha logrado el control nocturno del esfínter vesical, lo
órgano del cuerpo. cual lo diferencia de la enuresis regresiva, en la que se
A medida que se reduce la producción de testos- pierde el control ya establecido.
terona, una enzima estimula la producción de DHT y Para explicar sus causas se han invocado nume-
otras hormonas que causan el crecimiento desordena- rosos factores, pero aún no existe una concepción
do de la próstata. Muchos científicos han confirmado etiológica precisa. Se invocan factores culturales, so-
que cuando existe suficiente zinc, este ayuda a preve- bre la base del hallazgo de una mayor prevalencia ru-
nir que esa enzima haga daño. ral, y de bajo nivel cultural del grupo familiar, aunque
Fahin y Essa publicaron un estudio clínico en una también se ha planteado que constituye, en realidad,
revista médica y demostraron que el tratamiento con un fenómeno ligado a la fisiología del sueño, más que
zinc reduce el crecimiento anormal de la próstata. Los originado en la esfera psíquica.
doctores Crisholm y Leake informaron que el zinc im- Este planteamiento explica la enuresis en función
pide la acción hormonal que causa el agrandamiento de la profundidad del sueño, que es tal que no funcio-
de la próstata. En total, 15 distinguidos investigadores nan los centros inhibitorios condicionados; otras con-
científicos publicaron informes en los que se confirma cepciones psicológicas invocan, en cambio, fijaciones
que para tener una próstata saludable, suficiente zinc del desarrollo de la libido a etapas tempranas y el de la
es de vital importancia. sexualidad fálica.
188 Urología
En el policlínico “Nguyen Van Troi”, perteneciente Tabla 6.3. Número de sesiones por pacientes
al municipio Centro Habana, se realizó un estudio
investigativo, prospectivo y longitudinal, con 50 pacien- Cantidad de sesiones No. de pacientes %
tes de la consulta de psiquiatría infantojuvenil que pre-
15 20 40
sentaban diagnóstico de enuresis. 10 30 60
A cada paciente se le confeccionó una tarjeta con
sus datos particulares, para poder controlar la asisten- Total 25 50 100
cia y el número de sesiones, asimismo, en el pabellón
Fuente: Tarjetas de consulta.
auricular, previo aseo, se les aplicó una semilla de
cardosanto en los puntos vejiga, riñón y uretra, y se les
explicó la importancia de la estimulación de estos pun- El grupo etario sobresaliente fue el de 5 a 7 años,
tos 3 veces al día. Se citaron semanalmente para cam- y no existieron diferencias entre uno y otro sexos; la
biar las semillas, lo cual se realizó de manera alterna; raza negra fue la predominante. En la totalidad de la
se aplicó moxibustión en los puntos vejiga y riñón, una muestra se presentó enuresis de fijación; 60 % evolu-
vez por semana. cionó satisfactoriamente con 10 sesiones y en 100 %
Como se puede apreciar, la mayor incidencia de se aplicaron la auriculoterapia y la moxibustión.
niños enuréticos se encuentra entre los 5 y 7 años, lo
que representa 60 % de la muestra y se corresponde
con los estudios realizados por otros autores (Tabla 6.1). Síndrome de dolor urogenitoperineal
ÓN
De los casos estudiados, 100 % fue diagnosticado como
enuresis de fijación, por lo que queda excluida cual-
CI
El síndrome de dolor urogenitoperineal es el más
quier otra causa (Tabla 6.2). frecuente de todas las variedades o síndromes de
UC
Tabla 6.1. Edad de mayor incidencia de niños enu- prostatitis. Se sabe que aproximadamente de 5 a 10 %
réticos
OD de las prostatitis son de causa bacteriana; en cambio,
de 90 a 95 % pertenecen a las variedades no bacte-
PR
Edad (en años) No. % rianas, lo que también se conoce como prostatitis
RE
crónica.
De 5 a 7 30 60
Se define como un síndrome clínico bastante
SU
De 8 a 10 15 30
Más de 10 5 10 común, que se caracteriza por síntomas irritativos (o
de llenado vesical), obstructivos (o de vaciamiento
DA
Tabla 6.2. Tipo de diagnóstico genos urinarios en la orina, o en las secreciones pros-
táticas posteriores a masaje.
Síntomas No. %
El síndrome de prostatitis crónica no bacteriana
Enuresis de fijación 50 100 sintomática presenta, a su vez, 2 variedades clínicas:
Enuresis de regresión 0 0 inflamatoria y no inflamatoria. Básicamente, ambas
podrían tener la misma sintomatología clínica, pero se
Total 50 100 diferencian en relación con los hallazgos de laborato-
Fuente: Tarjetas de consulta.
rio, en cuanto a conseguir leucocitos en la secreción
prostática posmasaje, o en la muestra de orina, poste-
En todos los niños se aplicaron los puntos vejiga, rior al masaje prostático (VB3) del test de Meares-
riñón y uretra, mediante el esquema de auriculoterapia, Stamey.
y en el esquema de puntos para la moxibustión, tam- El resultado se considera positivo cuando se ob-
bién se correspondió con 100 %. tienen más de 10 glóbulos blancos/campo de alto po-
Se puede apreciar que 60 % de la muestra solo der de resolución (HPF), lo cual indica un diagnóstico
necesitó 10 sesiones de tratamiento para resolver su de variedad inflamatoria, y si no están presentes o se
sintomatología. Con respecto a la evolución, esta fue encuentran por debajo de 10 glóbulos blancos, enton-
satisfactoria en 100 % (Tabla 6.3). ces se presenta la variedad no inflamatoria.
Medicina natural y tradicional en urología 189
Etiología. En relación con la causa del síndrome Relacionadas con las prostaglandinas.
de prostatitis crónica no bacteriana, se creía que no Relacionadas con procesos de autoinmunidad (iden-
existía una causa infecciosa conocida; sin embargo, tificación de la proteína de Tamm-Horsfall y eleva-
los avances en la detección y el pesquisaje de microor- ción de las citoquinas TNF alfa e IL-1).
ganismos, han hecho posible identificar infecciones Relacionadas con microorganismos no identificados.
bacterianas no usuales, de afecciones o enfermedades Relacionadas con anomalías psicológicas, estados
que antes no se asociaban a estados inflamatorios pros- depresivos, estados de ansiedad crónica o aguda, o
táticos. con casos de somatización.
Al no poder precisarse la causa de la inflamación Relacionadas con posibles agentes virales descono-
prostática, los tratamientos, por supuesto, eran empíri- cidos.
cos, y los niveles de éxito, mínimos, por lo cual era Relacionadas con disfunción neuromuscular del cue-
frecuente que las manifestaciones clínicas de prostatitis llo vesical.
crónica no bacteriana persistieran durante años, con Relacionadas con disfunción del piso pélvico muscu-
un efecto devastador sobre el aspecto emocional lar, por estados de hipertonía (contractilidad aumen-
del paciente, lo que influía negativamente en su cali- tada) que originan mialgia tensional del piso pélvico.
dad de vida. Relacionadas con una elevada presión máxima de
Se ha querido explicar que la posible causa infec- cierre uretral por causas uroneurológicas, o por tras-
ciosa no puede ser demostrada, porque los probables tornos conductuales de posible causa psicosomática.
organismos causantes no se encuentran dentro del fluido Relacionadas con procesos alérgicos por diversos
ÓN
prostático o la orina, o porque no crecerán en los culti- agentes del medio ambiente.
CI
vos convencionales de laboratorio. Relacionadas con trastornos hormonales.
Autores de todas las latitudes han encontrado una
UC
asociación entre las prostatitis y la presencia de espe- Recomendaciones generales en el nivel pri-
OD
cies de Ureaplasma urealyticum en 12 % de los ca- mario de atención. El tratamiento de las prostatitis
sos en algunas series, y Chlamydia trachomatis se ha ha sido denominado “el gran reto o el gran dilema”,
PR
confirmado en 13 % de los casos con aparente prostatitis debido a la frustración experimentada por los médicos
RE
crónica no bacteriana. que las atienden, así como por los que sufren esta en-
Al respecto, Chlamydia trachomatis ha sido ais- fermedad, atribuible a los fracasos terapéuticos con
SU
con prostatitis crónica, mientras que otros investi gado- Han aparecido esquemas de tratamiento, como
res han demostrado un elevado porcentaje de c ulti- los que utilizan la medicina alternativa, y es así como la
BI
tra de pacientes con síndrome de dolor urogenito-peri- aceptación en un determinado grupo poblacional, debi-
neal, denominado por ellos prostatitis crónica do a la frustración que invade a médicos y pacientes
PR
abacteriana o síndrome de dolor pelviano crónico mas- por igual, ante la recurrencia de los cuadros clínicos.
culino. En muchos pacientes, los tratamientos convencionales
En otras bibliografías revisadas también se en- no brindan una respuesta satisfactoria.
contró la asociación de Chlamydia trachomatis con Las recomendaciones están dirigidas a lograr una
la prostatitis crónica abacteriana. En un estudio de 50 mejoría sintomática importante y, si fuera posible, a la
pacientes (entre 20 y 35 años de edad), con síntomas curación de la prostatitis. En relación con este último
de prostatitis, Potenziani demostró que 80 % presenta- aspecto, la curación de la prostatitis es bastante
ba antecedentes recientes de ETS y, sobre todo, que controversial, por cuanto desde los puntos de vista
había sido tratado parcialmente e incluso no había sido histopatológico, bacteriológico, clínico y anatómico, es
tratado de manera adecuada, ya que por falta de posi- muy difícil de lograr.
bilidades diagnósticas se indicaron tratamientos para El tratamiento de los síndromes de prostatitis no
la uretritis gonocócica, cuando en más de 60 % se evi- se deberá limitar solamente a tratamientos farmaco-
denció que presentaba uretritis no gonocócica. lógicos, sino que debería extenderse a las esferas
Patogenia. Existen hipótesis de causas no in- nutricional, sexual y psicoemocional, solo de esta ma-
fecciosas que podrían relacionarse con las prostatitis nera se obtendrá un mejor resultado y es precisamente
crónicas, en particular con el síndrome de prostatitis en este punto donde los médicos de la comunidad
crónica no bacteriana sintomática: desempeñan una función privilegiada.
190 Urología
Así, por ejemplo, se deberá reforzar la ingesta estriada del piso pelviano, y ayudarán a desobstruir los
líquida a 2 o 3 L diarios de agua y prohibirse alimentos conductos prostáticos congestionados por la prostatitis,
como los lácteos y cítricos, debido a que alcalinizan la además de mejorar la salida vesical, abrir los conduc-
orina y favorecen la persistencia de la inflamación e tos eyaculadores y prostáticos, y relajar el piso pélvico
infección urinarias, así como la formación de cristales muscular, donde descansa el ápex prostático, lo cual,
en la orina, que podrían agravar el cuadro clínico. al final, mejorará el drenaje de las secreciones
En general, se deben eliminar de la dieta diaria inflamatorias contenidas en la glándula prostática. Se
todo tipo de irritantes urinarios, como se hace en los deberán realizar 2 o 3 veces por día, con una duración
casos de cistitis intersticial. En la práctica diaria se de 30 min en cada ocasión, y se podrá comprobar la
recomienda eliminar el café, el té, las bebidas alcohóli- reducción de las molestias urinarias y las dificultades
cas y gaseosas, las bebidas con colorantes, los picantes miccionales.
de cualquier naturaleza, las comidas muy sazonadas, De manera general se aconseja intensificar el
las frituras excesivas, la mantequilla, los lácteos (le- contacto con la naturaleza, es decir, baños de mar, aire
che, quesos y yogur), las frutas y los cítricos (limón, puro y sol. Es muy importante tratar la ansiedad y la
naranja, toronja, mandarina y piña), los jugos ácidos, tensión emocional; se recomendarán actividades que
los alimentos ahumados, los encurtidos, los embutidos, lo ayuden a disminuir la presión o el estrés diario, o
el chocolate en exceso, las proteínas animales, l os también tomar productos naturales (fitoterapia) y
alimentos con aditivos químicos, los alimentos fermen- ansiolíticos reconocidos, en dosis adecuadas para tal fin.
tados, la mayonesa, la cebolla, etc. También es impor- Es fundamental dormir entre 6 y 8 h diarias, pues
ÓN
tante reducir el consumo de carnes rojas a 1 o 2 veces no se debe olvidar que la pérdida de sueño contribuye
CI
por semana, lo cual tendrá, incluso, repercusión en la significativamente al aumento de la ansiedad y tensión
emocional, lo que a su vez podría conducir a enferme-
UC
quimioprevención del cáncer prostático.
Se evitará estar sentado sobre superficies duras
OD dades crónicas. Cualquier actividad que el paciente
y, si fuera necesario, utilizar soportes al estilo de las considere relajante, ayudará a disipar el estrés. Se re-
comiendan ejercicios diarios, pero n o la práctica de bici-
PR
almohadas. Es importante la regularidad intestinal
(defecatoria), para no sumar un factor molesto y con- cleta en ninguna de sus modalidades.
RE
gestivo al cuadro clínico prostático, ya que se han des- Otro aspecto que ha cobrado fuerza en la actua-
lidad, es la hipertonía de la musculatura del piso pélvico
SU
Es importante consumir frutas, verduras, hortali- que cada día ocupa un lugar más importante en los
BI
zas y vegetales, que aseguren aportes vitamínicos sa- síndromes de prostatitis. Se tomará en cuenta, sobre
I
tisfactorios, unido al concepto de la quimioprevención todo, cuando se presente dolor de larga evolución en el
OH
del cáncer prostático. Se aconseja también consumir área prostatovesicular, y a la palpación de la próstata y
las vesículas seminales no exista dolor, acompañado
PR
ÓN
Sobre la base de que la causa del proceso infla-
que generalmente cursa hacia la cronicidad, y donde
CI
matorio-infeccioso prostático sea una ETS, muchos
los cambios positivos en el estilo de vida y el apoyo
esquemas terapéuticos de diferentes escuelas reco-
UC
psicoemocional constituyen elementos de gran impor-
miendan 2 semanas de tratamiento con doxicilina,
azitromicina, eritromicina o roxitromicina, para cubrir
OD tancia a tener en cuenta en su seguimiento.
la posible infección por Chlamydia trachomatis,
PR
ÓN
detectar que la homeopatía se utiliza como terapia al-
durante el tratamiento. Si al cabo de 2 h el dolor se ha
CI
ternativa para el tratamiento de síntomas como:
aliviado totalmente, se pueden retirar las agujas. Si no
Fatiga y ansiedad producidas durante las diferentes
UC
se expulsa la litiasis, se puede repetir el tratamiento en
fases de la enfermedad.
un lapso aproximado de 8 a 12 h.
Espasmo muscular doloroso.
OD
Si se sospecha sepsis urinaria asociada, se adi-
Células inmunocompetentes.
PR
cionará el punto V-39 en dispersión. Si no se alivian los
Dermatitis provocada como efecto adverso en la
síntomas disúricos, se pueden emplear los puntos V -23,
RE
ÓN
CI
UC
OD
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194 Urología
Capítulo 7
ÓN
CI
UC
OD
El cáncer de células renales (CCR), conocido también como adenocarcinoma
renal, puede curarse, a menudo, si se diagnostica y se trata cuando todavía se localiza
PR
dos, muchos pacientes pueden lograr una supervivencia prolongada y probable curación.
Cuando se presentan metástasis distantes la supervivencia (libre de enfermedad) es pre-
DA
El CCR es uno de los pocos tumores en los cuales existen casos bien documenta-
OH
dos de regresión espontánea sin terapia, pero esto ocurre con muy poca frecuencia, y
PR
ÓN
zapateros y obreros expuestos al asbesto; la exposi- El tumor tiende a ser esférico; el tamaño puede va-
CI
ción al cadmio, particularmente en mujeres que fuman riar ampliamente. Su diámetro promedio es de 7 cm, pero
UC
y, aunque no definitivamente, también se plantea la en ocasiones es capaz de invadir por completo el
exposición por periodos prolongados a la gasolina.
OD retroperitoneo. Antiguamente las lesiones menores de
Se ha notado un aumento de la incidencia en pa- 2 cm se consideraban adenomas y las mayores,
cientes con insuficiencia renal en estadio terminal, que carcinomas; actualmente esa distinción no se basa en el
PR
desarrollan enfermedad quística adquirida renal. Este tamaño, sino en criterios histológicos; se han repor tado
RE
fenómeno se ha descrito recientemente en los que re- metástasis de lesiones tan pequeñas como de 0,5 cm.
ciben diálisis prolongada. El carcinoma renal se asocia Se pueden presentar hemorragias y necrosis; es
SU
también a la hiperplasia papilar que se observa en es- común la aparición de áreas extensas de esclerosis y
DA
Se estima que el riesgo es 30 veces mayor en los nes aisladas o múltiples cisternas llenas de líquido. El
I
que presentan enfermedad quística, con respecto a la CCR esporádico puede aparecer indistintamente en
OH
población general. De 35 a 47 % de los que se enfren- cualquier riñón; con frecuencia es solitario y unilateral.
tan a una diálisis prolongada, desarrollan la enferme- Existen diferentes tipos histológicos: células cla-
PR
dad quística, y de ellos 58 %, CCR. Puede ocurrir igual- ras, células granulosas y sarcomatoide.
mente en pacientes con insuficiencia renal o en los Células claras. Células ligeramente teñidas con
recién trasplantados, así como en los que reciben diálisis citoplasma vacuolado, que contienen sustancias simi-
e incluso en los no dializados; aunque estos cánceres lares al colesterol, como lípidos neutros, fosfolípidos y
no son clínicamente significativos, pueden tener una glucógeno.
evolución muy rápida, por lo que deben ser seguidos Células granulosas. Aspecto de vidrio molido;
con ultrasonido (US) y tomografía axial computa- citoplasma eosinofílico con abundantes mitocondrias.
dorizada (TAC). Su extenso núcleo se tiñe más intensamente que el de
Factores genéticos. Existe una deleción cro- las células claras.
mosómica en el brazo corto del cromosoma 3, y nor- Sarcomatoide. Algunas células pueden simular
malmente un gen supresor en cada alelo. fibroblastos, rabdomioblastos, lipoblastos y células
La ausencia congénita de uno de los genes su- mesenquimatosas pleomórficas.
presores daría lugar a que los agentes carcinogénicos En pocos tumores son puramente claras o granu-
modifiquen el único gen supresor existente y facilitaría losas; la mayoría es mixta. Los sarcomatoides repre-
la aparición del CCR. La introducción del cromosoma sentan entre 1 y 6 %.
3 normal disminuye la tumorogenicidad de las líneas Cuadro clínico. El CCR puede permanecer
celulares tumorales. oculto durante la mayor parte de su evolución; la
196 Urología
presentación clásica con dolor, hematuria y masa ab- Sin embargo, lo más común es la disminución de
dominal aparece solo en 19 %; generalmente indica en- conteo de glóbulos rojos.
fermedad avanzada, lo cual se comprueba mediante el Conteo de células en la orina: se incrementa.
US y la TAC; típicamente se presenta como una masa Examen de citología urinaria: puede mostrar células
que involucra el riñón, la cual se visualiza en estos es- de carcinoma.
tudios imagenológicos. Niveles de calcio sérico: se pueden incrementar,
El diagnóstico incidental que antes era de 10 %, debido a los cambios hormonales que resultan por el
ahora alcanza 45 %. El síntoma más frecuente es la tumor.
hematuria, la cual es total, espontánea, “caprichosa” e TGP y fosfatina alcalina: se pueden incrementar.
indolora, excepto si aparecen coágulos; en ocasiones Creatinina sérica: evalúa la función renal.
la orina puede adoptar un color anormal (oscura, café Perfil de coagulación: niveles de fibrinógeno plasmá-
o herrumbrosa). El paciente puede quejarse de dolor tico elevado se pueden relacionar con el estado del
abdominal en la espalda o los flancos. tumor, actividad de la enfermedad y respuesta tera-
En el abdomen puede aparecer una masa, funda- péutica (marcador importante).
mentalmente en los flancos, que puede alcanzar un gran
tamaño en el retroperitoneo; también pueden palparse Estudios radiográficos. Una radiografía de los
el hígado o el riñón agrandados. Alrededor de 30 % riñones puede mostrar un tumor o una calcificación.
comienza con síntomas de enfermedad metastásica, Pielografía intravenosa: puede mostrar una obstruc-
por orden de frecuencia: pulmón, tejidos blandos, hue-
ción del contraste por el tumor; brinda información
ÓN
so, hígado, piel y sistema nervioso central; en 25 % se
de su localización y función del riñón contralateral;
CI
presenta con enfermedad localmente avanzada. El
no es sensible para tumores pequeños o medianos.
UC
paciente puede presentar pérdida de peso de 5 %, con
Arteriografía renal: muestra neovascularización,
aspecto delgado y desnutrido. Asimismo puede ocurrirOD fístulas AV, lagunas vasculares y acentuación de los
el agrandamiento de un testículo (varicocele) o edema
vasos de la cápsula.
en miembros inferiores.
PR
dea y por fractura ósea; otros trastornos endocrinos En la actualidad, el estudio de una masa renal
son el síndrome de Cushing, galactorrea y ginecomastia, incluye:
PR
relacionados con la producción ectópica de ACTH, USG: puede brindar detalles anatómicos certeros,
prolactina y gonadotropina respectivamente. extensión extrarrenal del tumor y si involucra su-
Se pueden presentar anomalías de la visión, cons- prarrenales, ganglios o vísceras adyacentes.
tipación, intolerancia al frío, neuromiopatías, así como USG Doppler o USG Doppler a color: es útil para
amiloidosis; aparecen adenopatías supraclaviculares y comprobar si existe invasión de la vena cava infe-
nódulos subcutáneos; puede evolucionar con policite- rior renal o ambas por el tumor.
mia, por el aumento de la producción de eritropoyetina, Cardiografía transesofágica: puede detectar la ex-
sin embargo, lo más común es la anemia, como conse- tensión de la afectación de la cava inferior.
cuencia de la hematuria y/o la hemólisis. TAC: cualquier duda acerca de la naturaleza benig-
La hipertensión arterial se produce por la isquemia na de una masa renal o la presencia de una lesión
segmentaria o la compresión del pedículo, aunque hay compleja demandan su evaluación posterior por esta
elevación de la renina, que se revierte al ser extirpado vía, para excluir el CCR (Fig. 7.1).
el tumor o los tejidos adyacentes comprimidos. En los pacientes con cáncer, una de las funciones
Exámenes complementarios: principales de la TAC es la detección, la clasifica-
Conteo sanguíneo completo (CSC): puede mostrar ción y el estadiamiento de los tumores renales; per-
un incremento de los glóbulos rojos, causado por el mite confirmar el diagnóstico, la extensión perirrenal,
tumor que estimula la producción de dichas células. los ganglios linfáticos y la vena cava.
Tumores genitourinarios 197
Nefrectomía radical: actualmente es el procedimien-
to estándar. Consiste en la extirpación completa de
la fascia de Gerota y su contenido, incluyendo el
riñón y la glándula suprarrenal, lo cual provee un
mejor margen quirúrgico que la simple exéresis del
riñón, debido a la baja frecuencia de la metástasis
adrenal ipsilateral y la morbilidad asociada a la
adrenalectomía. Muchos cirujanos creen que se
debe conservar la suprarrenal macroscópicamente
normal. Se han descrito varios abordajes quirúrgi-
cos para la extracción del riñón, el más común es la
transperitoneal anterior, a través del flanco y tora-
coabdominal; la elección depende de la localización
y del tamaño del tumor, así como del hábito del
Fig. 7.1. TAC: tumor renal derecho. paciente.
Incisión del flanco, con o sin extirpación de una por-
Se puede obtener una información específica du- ción de la décima y oncena costillas: se emplea, con
rante las fases arterial, nefrogénica o tardía. frecuencia, en pequeños tumores que no involucran
la vena.
ÓN
La resonancia magnética se prefiere a la TAC
Incisión subcostal transabdominal: se puede realizar
CI
cuando el contraste con yodo está contraindicado (aler-
gia o insuficiencia renal), o la TAC no es concluyente cuando un tumor de gran tamaño ocupa la región
UC
o se necesita determinar la extensión de la invasión de inferior o media del riñón o cuando se conoce que la
OD
la vena por el tumor para una aproximación de los lími- toma vascular o el acceso a los grandes vasos es
tes quirúrgicos para la trombectomía. esencial.
PR
Debido a que la metástasis es común, se pueden Incisión toracoabdominal: es necesaria ante una gran
RE
realizar los exámenes siguientes: tumoración en la región media o superior del riñón.
TAC abdominal: para buscar metástasis hepática. Los vasos renales se ligan precozmente para redu-
SU
Rayos X de tórax: puede revelar una masa pulmonar cir la vascularización y disminuir el sangrado. Pos-
teriormente la fascia de Gerota se incinde, alejada
DA
o mediastinal.
Gammagrafía ósea: si se presenta dolor o fosfatasa de la pared abdominal posterior, diafragma e hígado
BI
alcalina elevada.
OH
Resonancia magnética de cerebro: ante la sospe- la fascia de Gerota y su contenido (Fig. 7.3) se han
cha de metástasis. separado de las estructuras circundantes y ligado a
PR
ÓN
es posible aplicar dosis elevadas de radiaciones, con
CI
menos toxicidad potencial. La aplicación de radiacio-
UC
nes intraoperatorias en pacientes de alto riesgo puede
OD ser un método efectivo para la emisión de dosis eleva das
de radiación, con la ventaja de que el tejido gastro-
Fig. 7.3. Nefrectomía radical. Obsérvese la grasa perirrenal y intestinal normal adyacente puede ser protegido.
PR
tumores pequeños ( 4 cm) o en riñones solitarios. vadas de radioterapia externa, lo que ha permitido la
DA
que permite extirpar con seguridad grandes tumores de dosis elevadas de braquiterapia (posoperatoria),
I
OH
Los tumores de la pelvis y del uréter no son co- Etiología. Como en el cáncer vesical, los fumado-
munes y constituyen alrededor de 5 % de los tumores res y los obreros de algunas industrias (pintura, goma y
uroteliales y 10 % de los renales. Los tumores del uréter petróleo) corren el riesgo de adquirir dicha enfermedad;
son aún menos frecuentes y constituyen 1/3 de los tu- así mismo, el consumo de analgésicos durante un largo
mores de la pelvis renal. periodo, entre estos el aretomenofen, aspirina, cafeína y
Ante un carcinoma de las vías excretoras altas fenocetina, se ha asociado con el cáncer de las vías
(Fig. 7.4) se presenta el riesgo de un cáncer vesical excretoras altas. Igualmente, la nefropatía de los Balcanes,
(de 30 a 50 %). enfermedad inflamatoria intersticial de los riñones, se
Tumores genitourinarios 199
relaciona con esta afección y es, por lo general, superfi- “caprichosa”. Se manifiesta con dolor en la región lum-
cial y con frecuencia bilateral. bar por la obstrucción del uréter, debido a coágulos,
fragmentos del tumor o por el tumor en sí. Se puede
palpar una masa tumoral en el flanco, debido a la
hidronefrosis o un gran tumor. La anorexia, pérdida de
peso y toma del estado general, se asocian a la enfer-
medad metastásica.
Diagnóstico. Con el cuadro clínico anteriormente
descrito se sospechará el tumor de la pelvis o del uréter
y se corroborará con estudios citológicos e imageno-
lógicos. El estudio de las células exfoliadas en el sedi-
mento urinario permite confirmarlo. Con frecuencia,
en los tumores de bajo grado la citología de orina es
negativa y en los de alto grado, por lo general, positiva.
El urograma descendente es la investigación por exce-
lencia. Las anomalías que se observan con mayor fre-
cuencia son defectos de llenado intraluminales, no vi-
sualización del sistema colector e hidronefrosis. Estos
Fig. 7.4. Tumor de la pelvis. hallazgos se deben diferenciar de los cálculos radiopa-
cos, coágulos, necrosis papilar y lesiones inflamatorias.
ÓN
En muchos casos el urograma no define, de ma-
CI
Histopatología. La mayoría de los tumores de nera concreta, la lesión y es necesario realizar una
la pelvis y del uréter son transicionales (90 %) y sus pielografía retrógada o percutánea que, por lo general,
UC
grados, similares a los de la vejiga. El carcinoma in sí precisa el proceso tumoral. En ocasiones, para con-
OD
situ se asocia, en general, a alto grado. El carcinoma firmar el diagnóstico se realiza la ureteropieloscopia,
epidermoide es aproximadamente de 10 % en la pelvis que permite la visualización y la posible toma de biop-
PR
y mucho menos frecuente en el uréter. Por lo general, sia de la lesión. Este instrumento se pasa a través de la
RE
cuando se diagnostican son infiltrantes y sésiles, y se uretra o por vía percutánea, directa mente a la pelvis
asocian a infección y cálculos. Los adenocarcinomas y/o cálices.
SU
son aún menos comunes. Los tumores benignos inclu- Tratamiento. Se realiza sobre la base del grado,
estadio, posición y multiplicidad de los tumores:
DA
Anatomía quirúrgica las cuales surgen de los centros sacros (S2 a S4), y las
fibras simpáticas provenientes de los centros toraco-
Fascia endopélvica. La próstata está cubierta lumbares (T11 a L2).
por 2 capas fasciales diferentes y separadas: la fascia En los hombres, el plexo pelviano se localiza
de Denonvilliers y la fascia pelviana lateral; esta reci- retroperitonealmente (detrás del recto) y determina la
be a los músculos elevadores del ano y en su interior formación de una placa rectangular fenestrada, que se
transcurren las principales tributarias de la vena dorsal sitúa en el plano sagital. Este plexo envía ramos que
del pene y el plexo de Santorini. inervan los cuerpos cavernosos y se relacionan con la
Irrigación. Su irrigación arterial (Fig. 7.5) pro- próstata, la uretra y otras estructuras pélvicas. Con la
cede de la arteria vesical inferior (prostatovesicular), próstata se relacionan a las 5 y 7 h del reloj, al nivel del
que envía pequeñas ramas hacia la extensión inferior y ápex, porción media y base, separados de la cápsula
posterior de las vesículas seminales y la base de la
ÓN
prostática entre 1,5 y 3 mm. Con respecto a la uretra
vejiga y la próstata, y finaliza en 2 grandes grupos de
CI
membranosa se relacionan con las 3 y 9 h del reloj.
vasos prostáticos: uretral y capsular.
A partir de la próstata adulta, McNeal distingue
UC
Los vasos uretrales ingresan a la próstata, al ni-
zonas estructurales distintas, cada una de las cuales
vel de la unión vesicoprostática posterolateral; estos
OD presenta su propia morfología y significado funcional
vasos proporcionan la irrigación arterial al cuello vesical
y a la porción periuretral de la glándula. (Tabla 7.1).
PR
de próstata
mas que transcurren ventral y dorsalmente para irrigar
DA
glandular de próstata
plexo de Santorini (Fig. 7.6 ). La vena dorsal profunda
I
OH
Zona periférica 70 70
nital, donde se divide en 3 ramas principales: la rama Zona central 25 De 5 a 10
superficial y los plexos venosos laterales derecho e Zona transicional 5 De 10 a 20
izquierdo.
La rama superficial, que transcurre entre los li-
gamentos puboprostáticos, es la vena localizada cen-
tralmente por encima del cuello vesical y la próstata; Estas zonas tienen una configuración acinar, es-
esta rama se encuentra por fuera de la fascia endo- tromal y celular diferentes. La similitud histológica en-
pélvica, que cubre el tronco común y los plexos venosos tre las zonas periférica, transicional y periuretral se
laterales. debe al origen embriológico del seno urogenital. Asi-
Los plexos venosos laterales se comunican con mismo, la igualdad histológica entre la zona central, los
los plexos pudendos, obturador y vesical. Estos plexos
conductos eyaculadores y las vesículas seminales, tra-
se interconectan con otros sistemas venosos para for-
duce su origen común embriológico a partir del con-
mar la vena vesical inferior, que desemboca en la vena
iliaca interna. ducto de Wolff.
Inervación. La inervación autónoma de los ór- Los conductos de las glándulas de la zona perifé-
ganos pelvianos y los genitales externos se origina en rica desembocan en la uretra distal entre el ápex y el
el plexo pelviano, que está formado por las fibras veromontanum, casi perpendiculares a la uretra, por
preganglionares eferentes viscerales parasimpáticas, ello la tendencia al reflujo urinario.
Tumores genitourinarios 201
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
ÓN
Mortalidad: su incremento es más lento que la inci-
Los estudios relacionados con estos productos no son
CI
dencia, con un promedio de 2 a 8 % cada 5 años. Se consistentes, algunos señalan la inhibición de la pro -
estima que anualmente fallecen 239 000 hombres
UC
liferación del tejido prostático en elevadas concen-
por cáncer de próstata. traciones y otros estímulos en bajas concentracio nes.
Supervivencia: en los países europeos, 59 % de su-
OD
En otros estudios no se ha encontrado correlación.
pervivencia a los 5 años del diagnóstico; en EE.UU., Vitamina E: en pacientes que han recibido tratamiento
PR
o mayor a 97 %. Pequeñas mejorías se observan en ción del cáncer prostático. Otros estudios no mues-
la enfermedad metastásica distante (EE.UU.), que
SU
tran correlación.
a los 5 años es de 33 %, por supuesto, que para Selenio: la mayoría de los estudios no encuentra co-
DA
cesitaría estandarizar los métodos de diagnóstico (in- Calcio y vitamina D: se sugiere que el incremento en
I
Historia natural: hechos clínicos que acaecen desde con la reducción del riesgo de cáncer prostático, sin
PR
su diagnóstico hasta su desenlace, sin que se pro- embargo, los niveles del suero no se correlacionan
duzcan actuaciones ajenas a la propia naturaleza del con el consumo de la dieta.
individuo y su afección. El carcinoma oculto (laten- El incremento de ingestión de vitamina D se ha
te, microfocal, incidental) guarda correlación entre correlacionado con el incremento del cáncer prostá-
la edad y su aparición. tico. El cuerpo regula los niveles del suero de 1,25-vi-
Prevalencia: se incrementa exponencialmente a tamina D, relacionada con el calcio del suero y los
10 % entre los 40 y 50 años de edad; 20 % a los 65, fosfatos, que con el rango normal del consumo de
y 40 % a los 75. vitamina en la dieta.
Té verde: su consumo mundial no reduce el riesgo
En un estudio realizado a hombres, con edades de padecer cáncer, excepto en Japón. Se estudia la
entre 30 y 39 años, sin historia de enfermedad pros- presencia de flavonoles en el té, los cuales pudieran
tática, que murieron por trauma, en 27 % se demostró inhibir el crecimiento de las células cancerosas.
cáncer prostático microscópico y en 20 %, neoplasia Talla corporal y actividad física: los obesos presen-
intraepitelial prostática, la que se considera una pre- tan niveles de estrógenos circulantes elevados, bajo
cursora del cáncer prostático. El cáncer microfocal nivel de testosterona y sexohormona, pero la asocia-
parece ser, al menos, entre 3 y 4 veces más común ción entre hormonas, talla corporal y cáncer de prós-
que el cáncer clínico. tata es compleja.
Tumores genitourinarios 203
En algunos estudios se sugiere una mayor propen- Factores genéticos y familiares: un varón con 2 o
sión del cáncer de próstata en los obesos, pero en más parientes directos. En primer grado tiene entre
otros no se encuentra tal correlación, sino todo lo 5 y 10 veces más riesgo que la población general.
contrario. Existe la opinión de que el exceso de peso
puede promover el crecimiento de tumores existen- Diagnóstico y estadio. El hombre con cáncer
tes en la próstata. de próstata puede presentar una amplia variedad de
La actividad física fuerte durante la pubertad se ha síntomas y en ocasiones ser asintomático:
asociado con bajo riesgo, así como baja incidencia Síntomas por obstrucción del cuello vesical: la ma-
de metástasis. En las categorías ocupacionales, don- yoría de los hombres con cáncer de próstata pre-
de se desarrolla una amplia actividad energética, se senta hiperplasia prostática benigna concomitante.
ha encontrado baja incidencia. La actividad física se En algunos se puede atribuir al cáncer, pero en otros
asocia con cambios en la función inmune y el nivel se debe a la compresión de la zona transicional.
de andrógenos. Debido a que el cáncer se desarrolla generalmente
Vasectomía: no se considera un factor de riesgo. en la zona periférica, es menos probable que cause
Actividad sexual: en determinados estudios se ha compresión, excepto cuando ha alcanzado un volu-
comprobado que algunos factores relacionados con men considerable. Se presentan:
la actividad sexual (inicio temprano, primera rela- Chorro miccional pobre.
ÓN
pacientes con cáncer de próstata que en el grupo Retención de orina.
CI
control. Esta hipótesis ha centrado la atención en el Los síntomas irritativos como urgencia y aumento
UC
posible papel de agentes infecciosos en la etiología en la frecuencia pueden ser causados por inestabili-
del cáncer de próstata, sin embargo, no se ha en-
OD dad secundaria al detrusor, como respuesta a la obs-
contrado asociación. trucción, debido generalmente a HPB, sin embargo,
PR
Hábito de fumar y alcohol: el hábito de fumar se puede ocurrir en el cáncer de próstata, debido a la
RE
asocia con el incremento de los niveles de andróge- invasión del trígono y los nervios pélvicos.
nos y la disminución de estrógenos y cadmio. Pocos Extensión local:
SU
tes de la pubertad y en hombres con deficiencia nodular-inguinal, axilar, cervical, linfedema y do-
de la enzima 5 alfa reductasa, son hechos que sus- lor bajo vientre.
tentan su relación con el cáncer de próstata. Sistémicos: pérdida de peso, caquexia, hemorra-
Estrógenos: previo al desarrollo de los antian- gias (cutáneas o intestinales) y letargia, debido a
drógenos, los estrógenos sintéticos se emplearon anemia o uremia.
para tratar el cáncer de próstata metastásico, con
una respuesta de 70 a 80 %. Los receptores Examen físico. El examen físico rutinario exter-
estrogénicos se encuentran en el tejido prostático no puede no revelar anormalidades sugestivas de car-
normal y canceroso. En varios estudios no se ha cinoma prostático. Deben incluirse la inspección del
encontrado riesgo alguno con el incremento de hipogastrio (distensión vesical), examen abdominal y
estradiol, no obstante, también se ha encontrado de extremidades (edema), y búsqueda de adenopatías.
un bajo riesgo significativo en hombres con eleva- Tacto rectal. Un porcentaje considerable de tu-
dos niveles circulantes de estradiol. mores (entre 10 y 20 %) se detecta exclusivamente
204 Urología
sobre la base de una anormalidad de la próstata. Me- de manera que su elevación, tras un tiempo de tra-
diante este examen se evalúa el tamaño, consistencia, tamiento, se correlaciona con la progresión de la en-
movilidad, integridad del surco medio lobular y paredes fermedad. El descenso del PAP con el tratamiento
laterales. El signo clásico es un área irregular, indurada predice una buena respuesta a la terapia.
o nodular. PSA: miembro de la familia calicreína, muy empleado
Un tercio de los pacientes con esos signos palpa- en la detección precoz, estadiamiento y seguimiento
bles tendrá cáncer de próstata confirmado en la biop- de pacientes con cáncer de próstata. Normalmente
sia. El cáncer se debe considerar en presencia de cual- existen tejidos (paredes capilares, membrana basal,
quier cambio en la consistencia o la configuración de capas de células basales y células luminales) que se
la glándula. interponen entre las luces capilar y glandular. Cuan-
En algunos estudios donde se realizó biopsia de do esta barrera se compromete, por ejemplo en el
próstata por anormalidad del tacto rectal, en 39 % se cáncer de próstata, neoplasia intraepitelial prostática
obtuvo la confirmación histológica. La detección histo- o prostatitis, se produce la comunicación entre am-
lógica fue más elevada en presencia de áreas marca- bas luces y se libera el antígeno.
damente induradas y nodulares (54 %), comparada con Detección precoz: su empleo es limitado, debido a
la induración (25 %) o la asimetría (12 %). la elevada prevalencia en edades avanzadas, sin em-
Limitaciones: bargo, asociado al tacto rectal y el USG transrectal
Casos nuevos detectados (50 %) no presentan anor- se incrementa esta posibilidad.
malidades (se sospecha por PSA). Se han seguido varias estrategias para mejorar su
ÓN
Si existen induraciones palpabes, el cáncer puede especificidad, por ejemplo, densidad, velocidad y
CI
aparecer en otras áreas no sospechosas, particular- ajuste por edad. Debido a que el volumen de la glán-
UC
mente si el PSA se encuentra elevado. dula prostática puede conducir a una elevación sig-
Influencia de la experiencia del examinador. OD nificativa de este, algunos autores han utilizado un
factor de corrección para ajustar su valor anormal.
PR
Clínicamente, con el tacto rectal se puede eva- Densidad: PSA/volumen prostático. En otros estu-
dios la densidad se ha relacionado específicamente
RE
men tumoral y la extensión periprostática. Generalmente PSA velocidad: el incremento de 0,75 a 1,0 ng/mL
infravalora la extensión intracapsular y la invasión focal por año se considera sugestivo de cáncer prostático.
DA
extracapsular. Para distinguir entre T2a y T2b no es La medición se debe hacer, al menos, en un periodo
BI
muy confiable, pero sí entre T2 y T3. La extensión de 2 años. El concepto de edad es más controversial.
I
extraprostática y la toma de vesículas seminales pue- Se ha estimado que hombres menores de 50 años
OH
den ser sugeridas de acuerdo con la experiencia del deben tener un PSA por debajo de 2,5 ng/mL; a los
PR
ÓN
que en valores superiores a 10 ng/mL, la indicación 30 pacientes, se demostró que el diagnóstico fue
CI
de biopsia prostática es indudable, pero si se quiere correcto en todos los casos biopsiados y se obtu-
UC
tratar a pacientes con carcinoma localizado, que son vo 30 % de falsopositivo durante la citología aspirativa.
los que más se van a poder beneficiar de un trata-
OD TAC: presenta un escaso valor en la determinación
miento radical, se debe realizar biopsia cuando se de la enfermedad local. No destaca la arquitectura
PR
presentan niveles de PSA menores de 10 ng/mL. interna de la glándula ni distingue entre el cáncer de
Cuando el tacto rectal sea sospechoso, se impondrá próstata y otras afecciones benignas, además, no
RE
problema se plantea cuando el resultado de este exa- extracapsular o invasión de vesículas seminales.
men es normal y el PSA se encuentra entre 4 y Los científicos han concentrado su interés en la iden-
DA
hiperplasia prostática benigna en la elevación de sus dad se presenta una baja incidencia de adenopatías
I
Como principio, en un intervalo de PSA entre 4 y microscópicas y no distorsionan los nódulos linfáticos.
PR
10 ng/mL, la biopsia está formalmente indicada, ya Existe un grupo de pacientes que presenta un ma-
que se han descrito entre 14 y 29 % de biopsias yor riesgo de nódulos positivos (PSA de 20 a 30 ng/mL
positivas. o con Gleason mayor de 7); en estos se podría justi-
Antígeno de membrana específico de la próstata ficar el empleo de la TAC.
(PSMA): parece ser un marcador efectivo del epi- Resonancia magnética: se espera una mejoría en el
telio prostático, que se expresa en los cánceres más futuro, incluso de nuevos aspectos técnicos para in-
agresivos (fase de estudio). crementar su sensibilidad y especificidad. Típica-
Ultrasonido transrectal: la mayoría de los cánceres mente, la zona periférica de la próstata presenta una
de próstata son hipoecogénicos (zona de transición), señal de elevada intensidad, mientras que en el res-
pero pueden ser isoecogénicos y algunas veces to es baja.
hiperecogénicos. En la zona periférica existen mu- La mayoría de las anormalidades dentro de la prósta-
chas causas de hipoecogenicidad, por lo que la es- ta (adenoma, cálculo, prostatitis) también tienen baja
pecificidad es solo de 20 a 25 %. El ultrasonido intensidad, de manera que no es segura para identifi-
incluye otras características del cáncer prostático: car el cáncer de próstata localizado. Puede estadiar
asimetría de la glándula, disrupción de la cápsula, localmente, con seguridad de 61 a 83 %.
indefinición entre las zonas central y periférica, y Examen óseo con radionúclidos: el método más sen si-
puede sugerir la invasión de vesículas seminales. tivo es con tecnetium 99; falsonegativos, 1 % (debido
206 Urología
a grandes metástasis simétricas); falsopositivos, de- T1: tumor clínicamente inaparente, no palpable o
bido a que el estudio no solo detecta metástasis, sino visible por imagen.
también enfermedades degenerativas, traumas pre- T1a: hallazgo incidental histológico menos 5 % del
vios, fracturas, enfermedades metabólicas (Paget) y tejido resecado.
lesiones inflamatorias. T1b: hallazgo incidental histológico mayor 5 % del
Se indica en circunstancias restringidas. Casi nin- tejido resecado.
gún paciente con PSA menor de 15 ng/mL presenta T1c: tumor identificado por biopsia con aguja fina
positividad. En T3 se reporta 19 % de positividad; (por ejemplo, PSA elevado).
en T2, 4 %, y en T1, 1 %; pobremente diferenciado, T2: tumor confinado a la próstata.
18 %; moderadamente diferenciado, 4 %, y bien di- T2a: menos de la mitad de 1/2 lóbulo.
ferenciado, 1,5 %. Se recomienda su empleo en T2b: menos de la mitad o igual a un lóbulo.
pacientes en estadio T1-T2, solo si el PSA es mayor T2c: toma de ambos lóbulos.
de 10 ng/mL o Gleason mayor de 7 y en todo pa- T3: tumor extendido a través de la cápsula prostática.
ciente T3-T4 con síntomas en los huesos. T3a: extensión extracapsular (unilateral o bilateral).
Radioinmunicintografía: este estudio necesita un T3b: invasión de vesículas seminales.
mayor desarrollo para su inclusión rutinaria en la T4: tumor que invade otras estructuras (cuello vesical,
evolución de los pacientes. Tiene el poder de brin- esfínter externo, recto y pared pélvica).
dar información acerca del sitio de recurrencia en T4b: invasión de músculo elevador y/o pared pelviana.
pacientes con fallos bioquímicos, después de un tra-
ÓN
tamiento definitivo. Nódulos linfáticos regionales (N):
CI
Factores de crecimiento: sustancias de naturaleza Nx: no puede ser asegurado.
peptídica, producidas generalmente por los fibro- N0: no metástasis en nódulos linfáticos regionales.
UC
blastos, cuya función es potenciar los reguladores N1: metástasis en nódulos regionales.
OD
de la proliferación celular. Ejercen su acción local-
mente, diferente a las hormonas. Su interés radica
PR
Metástasis distante (M):
en la posibilidad de emplearlos en el tratamiento del Mx: presencia de metástasis distante no puede ser
RE
ÓN
chos marcadores tumorales. En algunos países (escan- marcadores cuantifican el porcentaje de células
CI
dinavos) se ha desarrollado la aspiración citológica, con tumorales que se encuentran en fase de síntesis o
muy buenos resultados, pero para ello es necesaria una fase activa de proliferación en el ciclo celular. El
UC
elevada especialización. índice de proliferación se correlaciona con el de
Lesiones premalignas. La identificación de le-
OD Gleason.
siones precursoras del carcinoma de próstata es difícil,
PR
debido a la situación anatómica de este órgano, lo que Análisis de la ploidía celular. Al parecer, el ín-
RE
implica dificultades técnicas para realizar repetidas to- dice de aneuploidía se incrementa conforme aumenta
mas de biopsia, aun con el ultrasonido transrectal el estadio clínico.
SU
des de la ploidía, pérdida de la continuidad en la capa Grado de angiogénesis tumoral: el índice de angio-
BI
basal y su severidad aumenta con el cáncer. Recibe génesis tumoral en el carcinoma invasivo de prósta-
I
numerosas denominaciones: hiperplasia epitelial atípica, ta podría ayudar a la selección de aquellos pacientes
OH
displasia intraductal, neoplasia intraepitelial, atipia con carcinoma temprano, que se beneficiarían con la
terapia adyuvante agresiva.
PR
citológica, etcétera.
Otra lesión que se incluye en este grupo es la Presencia de enzimas: el estudio de determinadas
hiperplasia adenomatosa atípica. proteasas ha permitido disponer de parámetros mís-
Grado histológico. El grado de Gleason es el ticos, indicadores de mayor agresividad tumoral. Es-
sistema más difundido: se utiliza un patrón primario y tas intervienen en el proceso de degradación de la
otro secundario (5 grados cada uno), y se toman los matriz extracelular y, por tanto, en el proceso de
invasión tumoral.
2 más prominentes, lo que brinda un rango de 2 a 10
(Tabla 7.3).
La importancia de la introducción de estos as-
pectos biológicos en la clínica médica radica en que
pueden facilitar el diagnóstico de estas neoformaciones,
Tabla 7.3. Grado de Gleason y frecuencia de metás-
el establecimiento de subgrupos con diferentes riesgos
tasis
y sentar las bases para la aplicación de un tratamiento
Frecuencia de metástasis (%) más racional y posiblemente más eficaz.
Tratamiento del cáncer localizado:
De 2 a 4 (bien diferenciado) 1 Diferido: este concepto significa no realizar un tra-
De 5 a 7 (moderadamente diferenciado) 5,4 tamiento inicial, con seguimiento estricto del paciente,
De 8 a 10 (indiferenciado) 13,5
y si progresa la enfermedad o el paciente lo solicita,
208 Urología
ÓN
pervivencia mayor de 80 %, luego de 25 años de
seguimiento.
CI
Radical irradiante externo: la dosis corriente es de
UC
65 a 70 Gy, en 6,5 a 7 semanas (5 días semanales).
La zona a irradiar incluye la próstata y, en algunos
OD
casos, nódulos pélvicos y vesículas seminales.
PR
cer, por tanto, no se puede comprometer este aspec- Fig. 7.8. Fascículo neurovascular.
I
ÓN
e impotencia sexual.
Margen positivo quirúrgico, aunque no esté elevado
CI
Se realizan experimentos con la aplicación de pro-
el PSA.
tón y fotón, así como la combinación de supresión
UC
androgénica con radiaciones (efecto sinérgico y
citorreductor).
OD La mayoría de los estudios sobre androgenotera-
pia neoadyuvante, previa a la prostatectomía, conclu-
PR
Irradiación intersticial (braquiterapia). Esta yen que esta puede provocar disminución de tamaño y
RE
técnica ha mejorado con la adición del ultrasonido bajo estadio del cáncer prostático. También se ha de-
transrectal. Los 2 isótopos que se emplean para la im- mostrado la reducción del margen positivo, sin embar-
SU
Hipertermia.
OH
cedimiento implica una mayor dosificación a la glándu- Ultrasonido focalizado de alta intensidad.
la prostática.
Los pacientes con riesgo de mayor extensión de Tratamiento del cáncer de próstata localmen-
su enfermedad, por ejemplo, penetración capsular y te avanzado. Se consideran bajo esta denominación
toma de vesículas seminales, no son buenos candida- los cánceres T3-T4 N0 M0 o T1-2 N1 M0 y T1-T2 con
tos; se puede asociar la terapéutica hormonal (citorre- pronóstico desfavorable (Gleason > 7 y PSA > 20 ng/mL).
ducción y sinergismo apoptósico). Se ha reportado una supervivencia entre 10 y 15 años
Los volúmenes prostáticos mayores de 50 mL son (de 30 a 40 %).
más difíciles de implantar, debido a la interferencia del En la determinación de este grupo, cuando el tac-
arco púbico y a la disminución de la calidad de la ima- to rectal revela extensión extraprostática del tumor,
gen, al alejar la cara anterior de la próstata de la cabe za tiene alta especificidad. La combinación del PSA, ca-
del transductor, por ello, algunos recomiendan regíme- tegoría T y Gleason es muy útil en la predicción de
nes de 3 meses de tratamiento, previo al implante con extensión local. Entre 30 y 50 % de los tumores T3
agonistas LHRH y flutamida; se ha obtenido una re- tienen toma linfática.
ducción hasta de 40 % del volumen prostático. Tam- Prostatectomía radical (con o sin terapia hor-
bién se puede combinar con irradia ción externa en pa- monal). Los escasos resultados de prostatectomía ra-
cientes con alto riesgo de fallo. dical en pacientes T3 han conducido al abandono de la
210 Urología
cirugía, a favor de la radiación y la terapia hormonal. inducir apoptosis en diferentes clones del tumor. Di-
En los pacientes con Gleason 8-10, PSA > 20 ng/mL o versos estudios evidencian una mejoría en la supervi-
aquellos con metástasis en ganglios linfáticos, esta téc- vencia, cuando se adiciona la hormonoterapia al trata-
nica se asocia a 90 % de fracaso. miento radiante.
No obstante, en un grupo de pacientes más jóve- Hormonoterapia como forma única de trata-
nes con Gleason < 7, PSA < 20 ng/mL, la prostatectomía miento. A partir de 1944 la terapéutica contra los
radical es una opción que brinda la oportunidad de con- andrógenos ha demostrado su eficacia en el tratamiento
trolar por largo tiempo la enfermedad, sobre todo en del cáncer de próstata avanzado. Diferentes estudios
lugares donde no es fácil el acceso a los servicios de en tumores andrógenos dependientes indican que la
radiación. En algunas series, la aplicación de la terapia reducción o eliminación de los andrógenos disminuye
hormonal neoadyuvante ha mostrado la disminución del la proporción de células de Stem tumorogénicas e in-
tamaño de la próstata. En otras se cita la reducción del duce apoptosis en las células tumorales diferenciadas.
PSA y del margen quirúrgico, sin embargo, otros estu- Clínicamente ocurre una reducción del tumor primario
dios muestran resultados opuestos.
y prolonga el desarrollo de la enfermedad metastásica.
El empleo de medios quirúrgicos menos cruen-
Utilizando flutamida y agonistas de LHRH en tu-
tos, como la vía laparoscópica, arroja resultados fa-
mores T3 se reporta una supervivencia específica de
vorables, que se irán perfeccionando a medida que
68 % a los 10 años. En otras series, en pacientes con
muchos centros adopten esta técnica. Otros realizan
T3-T4 se encontró 70 % de supervivencia específica a
la prostatectomía robótica, pese a que hoy día son muy
los 5 años; el 40 % desarrolló metástasis distantes.
ÓN
caros los equipos (aproximadamente un millón de dó-
Existen discrepancias en cuanto al momento de
CI
lares y 100 000 dólares de mantenimiento anuales); al
iniciar la terapéutica, duración y tipo de medicamento.
parecer es más fácil su realización que la laparoscópica;
UC
No obstante, debido a la mejoría experimentada en
de esta manera se requiere un entrenamiento básico OD pacientes con toma linfática que iniciaron rápidamente
laparoscópico para su ejecución, desde luego, teniendo
la terapéutica hormonal, es aconsejable el comienzo
una experiencia anterior en prostatectomía.
PR
sobrevivió 10 años.
monal solo. La aplicación de radiación y hormonoterapia
OH
ÓN
Estrógenos. Su modo de acción más importante bloqueo farmacológico de andrógenos adrenales, se
CI
es la depresión de la testosterona; así mismo, se men- basa en la hipótesis de que el cáncer prostático está
UC
cionan otros mecanismos: compuesto por células androgénicas dependientes, con
Inhibición de la alfa-5-reductasa. OD requerimientos diferentes para el mantenimiento de su
Acción directa sobre la función celular de Leydig. función y crecimiento.
Posible efecto citotóxico.
PR
Después de la eliminación del andrógeno testicular,
Disminución del nivel de andrógen os adrenales, et-
RE
Una dosis diaria oral (de 3 a 5 mg) reduce los niveles clones celulares pueden continuar su crecimiento y,
BI
de testosterona, similar a la castración; el efecto de 1 mg luego de un periodo variable, mutar hacia células
I
es menos cierto, sin embargo, en estudios clínicos no androgenoindependientes. El bloqueo combinado en los
OH
ha mostrado ser inferior a otras formas de terapia hor- estudios realizados no muestra evidencia de mejoría
PR
Nuevas modalidades de tratamiento. Se trata Tratamiento de los dolores óseos. Las metásta-
de investigaciones en curso, no validadas por la clínica: sis y el dolor óseo no se correlacionan directamente.
Agentes diferenciantes (Suramín). En el periostio los nocirreceptores son estimulados pro-
Terapia vacuna/gene. bablemente por halisteresis o edema inflamatorio, lo
que conduce al incremento de la presión ósea.
Manipulación dietética (reducción de la grasa e in-
Dolor leve: ácido acetilsalicílico, paracetamol, anti-
cremento de las fibras). inflamatorios no esteroideos, opioides orales.
Terapias alternativas (acupuntura). Dolor severo: administración de opioides por técni-
Combinación de terapias, por ejemplo, fosfato estra- cas invasivas, radiación (dolores óseos localizados),
mustina + vinblastina: radiosensibilizador, junto con corticosteroides y tratamiento endocrino (calcitonina
estroncio 89: radiación selectiva. y biofosfatos).
ÓN
CI
El cáncer vesical es tratado con mucha frecuen- Los pacientes tratados con ciclofosfamida pre-
cia por los urólogos. En el hombre, su incidencia ocupa sentan un gran riesgo de desarrollar cáncer vesical.
UC
el cuarto lugar después de la próstata, pulmón y cán- Asimismo, en los que lo padecen se ha reportado un
cer colorrectal. Es más común en el hombre que en laOD aumento urinario de los metabolitos del triptófano, re-
mujer, en una proporción de 3 a 1. Se puede presentar lacionado con la recurrencia tumoral. La administra-
PR
a cualquier edad, pero en la sexta década de la vida su ción de piridoxina normaliza el nivel urinario de estos
RE
ÓN
mor; provocan obstrucción ureteral u obstrucción baja,
y en los casos avanzados, toma del estado general,
CI
pérdida de peso, etcétera.
UC
Diagnóstico. El cuadro clínico descrito anterior-
mente demuestra la presencia de cáncer vesical, so-OD
bre todo si el paciente tiene más de 50 años (antes es
PR
tudios para evaluar la hematuria. La neoplasia vesical En el tumor invasivo, el estudio imagenológico se
I
OH
se detecta por la falta de llenado en la fase cistográ- completa con rayos X de tórax y gammagrafía ósea.
fica; los tumores infiltrantes, por la fijeza e inextensibi- Estudios endoscópicos. La cistografía es fun-
PR
lidad de la pared vesical y la ureterohidronefrosis, en damental para detectar el tumor, su tamaño, aspecto
los tumores que infiltran el meato ureteral. El uro- (papilar, sésil, papiloinfiltrante), localización, número,
grama (Fig. 7.9) permite descartar cualquier otra al- así como otras zonas sospechosas donde se tomará
teración del tracto urinario superior. biopsia. Con el resectoscopio se resecará la lesión tu-
Ultrasonido: se puede valorar el estado del tracto moral, que servirá para la biopsia y el estadiamiento,
urinario superior; detecta los tumores vesicales que así como para aplicar el tratamiento (Fig. 7.12).
aparecen como focos ecogénicos en la luz vesical. Estudios de laboratorio. La citología urinaria
La invasión de la pared vesical se sospecha cuando es de gran valor. Su sensibilidad y especificidad son
la pared normal de la vejiga, que es intensamente elevadas en tumores de alto grado y en el carcinoma
ecogénica, se interrumpe por ecos menos ecogénicos in situ, no así en los tumores de bajo grado, por tanto
provocados por el tumor (Fig. 7.10). su negatividad no excluye el diagnóstico. La experien-
TAC (Fig. 7.11) y RM: son útiles en los tumores pro- cia del citólogo también es importante.
fundos e invasivos, pues permiten conocer su exten- La citometría de flujo detecta el incremento del
sión en la pared vesical y si la enfermedad está con- ADN en las células exfoliadas de la orina, así como la
finada o no a la vejiga, además, detectan la presen- presencia de aneuploidía y el grado de hiperdiploidía.
cia de ganglios linfáticos pelvianos, aumentados de Con esta prueba se detecta alrededor del 80 % de las
volumen. neoplasias vesicales.
214 Urología
ÓN
tiene buena sensibilidad y especificidad. Se realiza en
CI
pocos minutos y es una prueba sencilla: basta una gota
de reactivo de 5 mL de orina para que se produzca un
UC
OD cambio de color. Pueden existir falsopositivos cuando
se presentan cálculos vesicales, infecciones y sonda
permanente.
PR
ÓN
es una fosfoproteína nuclear. En su estado activo el de orinar durante 1 h más.
CI
pRb actúa como freno al progreso del ciclo celular; su Este tratamiento se aplica semanalmente (duran-
UC
alteración conduce a la pérdida del control normal de te 6 semanas) y luego cada 3 meses, durante 2 años.
dicho ciclo. Con la pérdida de la función de Rb se ob-
OD En este tiempo se realizará la cistoscopia para detec-
serva un comportamiento más agresivo del tumor. tar una posible recurrencia. Si la evolución es favora-
PR
dad de los microvasos (MVD) mide la angiogénesis complicaciones: irritabilidad vesical, hematuria, fiebre
tumoral. El aumento de la MVD se asocia con la pro- y/o malestar general. Estos se tratarán de manera
DA
gresión del tumor y es independiente del estadio, grado sintomática. De persistir por varios días, se indicarán
BI
y ganglios linfáticos. Ello determina que en un tumor isonid y rifampicina durante 6 semanas o 6 meses,
I
OH
con angiogénesis elevada, la conducta terapéutica sea según la intensidad y la respuesta del paciente. Si se
más agresiva. presenta recurrencia, se extirpará esta y si continúa sien-
PR
Existen varios tipos de inhibidores de la angio- do superficial, se comenzará un nuevo ciclo de BCG.
génesis tumoral, entre estos el trombosfondín-2; así En el carcinoma in situ, el tratamiento, inicial-
mismo, en pacientes con trombosfondín-1 bajo se mente, es endovesical, sobre la base de quimioterapia
presenta una elevada recurrencia y decrece la super- o inmunoterapia. El BCG es el tratamiento de elec ción.
vivencia, independientemente del grado, estadio y gan- Si persisten los síntomas de irritabilidad vesical, así como
glios linfáticos. el carcinoma in situ, se indica la cistectomía total.
Tratamiento. Depende fundamentalmente del Estadios profundos (T2-T3). Existen varias op-
grado y el estadio. En la práctica diaria no se toman en ciones:
cuenta los marcadores tumorales, por su costo y difi- Si la neoplasia profunda está situada en el cuello,
cultades técnicas. trígono o parte fija de la vejiga, se indica la cistec-
Estadios superficiales. En Ta y T1 la resección tomía total: en el hombre implica la exéresis de la
endoscópica es la operación de elección (se puede vejiga, próstata y vesículas seminales.
aplicar láser). Cuando la posición del tumor hace difícil Si la neoplasia profunda está situada en partes móvi-
su resección total, o su gran tamaño (mayor de 3 cm) o les de la vejiga y su exéresis con un margen de 1,5 cm
su ubicación en un divertículo vesical, la resección se de la zona sana y dejando una capacidad vesical ade-
realiza por medio de la cistectomía parcial o de mane- cuada, la cistectomía parcial es la indicada. En oca-
ra excepcional se practica la c istectomía total. siones hay que realizar implantaciones ureterales.
216 Urología
ÓN
menzando por la quimioterapia, ha brindado mejores que en igualdad de estadio, el pronóstico es compara-
CI
resultados (entre 60 y 70 % de remisiones totales). ble con el carcinoma transicional. Se recomienda la
UC
Estadios metastásicos (N1-3 y M1). Se emplean radiación preoperatoria en caso de carcinoma epider-
quimioterápicos, en general, y la combinación de algu-
OD moide por Bilharzia.
nos de estos, más que la monoterapia. Con frecuencia Adenocarcinoma. El tratamiento de elección es
PR
se emplea el M-VAC, en 2 o 3 ciclos; se han obtenido la cistectomía total con linfadenectomía pélvica. El
remisiones totales en el rango de 30 a 50 %. adenocarcinoma responde mal a la cobaltoterapia y
RE
fosfamida y adriamicina), que brinda muy buenos re- Con respecto a las diferentes técnicas quirúrgi-
sultados. Muchos autores recomiendan administrar los cas que se emplean en el tratamiento de esta enferme-
DA
quimioterápicos (M-VAC, CISCA, etc.) como método dad, la vía laparoscópica ha ganado preferencia, prin-
BI
coadyuvante (posoperatorio), ya que mejora la super- cipalmente por sus bondades de mínimo acceso, inclu-
I
El cáncer de testículo es poco frecuente, repre- nóstico inicial; 95 % de los tumores de testículo es
senta aproximadamente 1 % de todos los cánceres en maligno, la mayoría proviene de las células germinativas
el hombre; es más común entre los 20 y 40 años, aun- (97 %); los no germinativos se originan de las células
que se ha reportado en niños (la mayoría antes del de Leydig o de las células de Sertoli.
primer año de vida). Entre 2 y 3 % de los enfermos se Etiología. Se desconocen sus causas, aunque es
puede presentar un tumor bilateral, ya sea de manera importante señalar que aparecen en la etapa de mayor
simultánea o sucesivamente. actividad sexual. Muchos autores plantean como fac tor
Se plantea que los pacientes con tumores en un predisponente los testículos criptorquídeos, ya que se ha
testículo, presentan 5 % de riesgo de ocurrencia de tu- demostrado su elevada incidencia, con un riesgo ma yor
mores del otro lado, en los 25 años siguientes al diag - de hasta 14 veces más que en el resto de los hom bres.
Tumores genitourinarios 217
Entre otras causas se señalan el seudohermafro- Carcinoma embrionario: no son frecuentes en la
ditismo, la administración de estrógenos durante el pubertad; su mayor incidencia ocurre entre los 20
embarazo (provoca degeneración y criptorquidia) y la y 30 años; tienden a ser más pequeños y provo-
incidencia familiar (se plantea el factor hereditario). can deformaciones nodulares asimétricas del tes-
Casi todos los autores están de acuerdo en que los tículo; al corte son gris-blanquecinos, de aspecto
traumas no son causas de tumor, sino el factor que abigarrado, bordes mal definidos y salpicados con
atrae la atención del enfermo sobre la presencia de focos de hemorragias y necrosis. Son mucho más
una tumoración del testículo. agresivos que los seminomas, incluso, nódulos pe-
Clasificación histológica. Se realiza sobre la queños tienden a invadir ganglios linfáticos y vís-
base de las neoplasias germinales y no germinales. ceras; son menos sensibles a la radioterapia.
Neoplasias germinales. Son las más frecuen- Coriocarcinomas: los coriocarcinomas puros son
tes; su mayor incidencia se presenta entre los 25 y frecuentes entre los 30 y 40 años, y se descono-
35 años de edad: cen en la infancia; representan 2 % de todos los
Seminomas: representan casi 50 % de los tumores tumores del testículo; son muy malignos, provo-
del testículo. Son más frecuentes en la cuarta déca- can metástasis tempranas. Con frecuencia son muy
da de la vida y casi nunca se presentan en lactantes; pequeños en el sitio primario, de manera que en
2 % pueden ser bilaterales. Se derivan de las células algunos casos pueden pasar inadvertidos al exa-
madre germinales; son tumores blandos, carnosos o men físico, a no ser por la metástasis.
encefaloides y lobulados; su crecimiento es simétri- En otros casos pueden ocupar toda la estructura
ÓN
co; la superficie de corte es blanco-grisácea y son testicular y originar una gran tumefacción nodular;
CI
muy sensibles a la radioterapia. su aspecto es abigarrado, con pequeños cortes;
Durante mucho tiempo permanecen circunscritos
UC
son de color gris pálido, blandos y necrosados. Las
dentro de la túnica albugínea y solo en casos avan-
OD áreas mejor conservadas se encuentran hacia los
zados invaden las estructuras adyacentes; luego se bordes; son frecuentes los focos de coriocar-
extienden al epidídimo y el cordón espermático,
PR
cinomas en variedades mixtas.
provocan metástasis a ganglios linfáticos inguina- Teratomas: son tumores complejos, formados por
RE
les, parailiacos, yuxtaaórticos e incluso mediastínicos varios componentes celulares; se observan con
y cervicales; la supervivencia es de 90 % en 5 años
SU
y se clasifican por el grado de diferenciación; los El resto de los tumores solo se observa de mane-
indiferenciados responden mal al tratamiento. ra ocasional: linfomas, sarcomas, etcétera.
Tumor del seno endodérmico o carcinoma embrio- Cuadro clínico. Los tumores testiculares se ca-
nario de tipo infantil: conocido también como tu- racterizan por la ausencia de síntomas precoces, por lo
mor del saco vitelino, es casi exclusivo de la in- que toda tumoración indolora en el testículo debe ser
fancia, con mayor incidencia en los lactantes y considerada como tumor, mientras no se demuestre lo
niños de hasta 3 años de edad. Cuando se presen- contrario. El síntoma más frecuente es el agrandamiento
ta en estas edades su pronóstico es mejor; del testículo, que puede ser descubierto de manera
microscópicamente son tumores no encapsulados; accidental o por las molestias ligeras que puede produ-
la superficie de corte muestra un aspecto no ho- cir por su peso y el tironamiento del cordón; el dolor
mogéneo, mucinoso, de color blanco-amarillento. puede irradiarse a las regiones inguinal y lumbar; solo
Formas mixtas: pueden estar constituidos por semi- se describe dolor intenso si ocurre sangrado dentro del
nomas y no seminomas, pero como se explicó an- parénquima tumoral.
teriormente, se deben tratar como no seminomas; A menudo el tumor se acompaña de exudado de
constituyen 60 % de los tumores del testículo. La la túnica albugínea y se presenta hidrocele secundario;
asociación de carcinoma embrionario y teratoma si el testículo es ectópico, se manifiesta por una tume-
se define como teratocarcinoma y es la forma más facción y endurecimiento en la región inguinal (criptor-
frecuente de presentación. Existen otras combi- quidia inguinal) o aparición de un tumor abdominal
naciones: carcinoma embrionario con seminoma (criptorquidia abdominal).
ÓN
y carcinoma embrionario con teratoma. Cuando el tumor elabora grandes cantidades de
CI
gonadotropina coriónica se observa ginecomastia, pre-
UC
Neoplasias no germinales. Constituyen 5 % sente también en los tumores de las células de Sertoli,
de las neoplasias primarias del testículo; se clasifican
OD que producen secreción de estrógenos. Los tumores
en tumores de células intersticiales o de Leydig, tu- de las células de Leydig provocan pubertad precoz,
PR
mores de las células de Sertoli, androblastomas y tu- debido a la producción de andrógenos.
mores del estroma (fibromas, sarcomas, mesoteliomas, Los síntomas relacionados con metástasis inclu-
RE
tumores del testículo); generalmente se presentan compresión de las adenopatías voluminosas; tos, por
BI
después de los 30 años; 90 % son benignos. A me- la metástasis pulmonar, así como síntomas generales:
I
nudo son sintomáticos; otras veces, entre los sínto- astenia, anorexia y pérdida de peso.
OH
mas iniciales se presentan tumefacción del testículo El examen físico se debe realizar con el paciente
PR
ÓN
ca y para comprobar si la disección ganglionar retro-
presentan valores elevados de AFP y 60 % de HCG; si peritoneal ha sido completa, no obstante, en los últimos
CI
se miden simultáneamente estos marcadores, son po- años ha perdido valor por el empleo de la TAC.
UC
sitivos casi en 90 % de los casos. Urograma excretor: muestra la presencia de reper-
La positividad de estos marcadores se considera
OD cusión sobre el tracto urinario.
como un signo importante de actividad tumoral, aun en Tomografía (TAC): aporta datos importantes acer-
PR
ausencia clínica o biópsica del tumor, además, su ca de las metástasis; se realiza a los niveles supra e
positividad durante el seguimiento debe hacer sospe- infradiafragmáticos, ya que permite detectar metás-
RE
char una recidiva de la enfermedad. tasis hasta de 5 mm, al igual que la resonancia mag-
SU
del enfermo, este estudio se realizará cada 2 meses en Cuando un proceso inflamatorio del testículo no
OH
el primer año; cada 4 meses en el segundo y tercer años, mejora en un término de 2 a 4 semanas, a pesar de ser
tratado de manera correcta, se debe realizar un ultra-
PR
Tis: neoplasia celular intratubular (carcinoma in situ). AFP (UI/mL) < 1 000.
T1: tumor limitado al testículo y el epidídimo, sin in- S2: LDH 1,5-10 X N.
vasión linfático/vascular; invade la túnica albugínea, HCG (UI/mL) 5 000-50 000.
pero no la vaginal. AFP (UI/mL) 1 000-10 000.
T2: tumor limitado al testículo y el epidídimo, con S3: LDH > 10 X N.
invasión linfático/vascular, o tumor que se extiende HCG (UI/mL) > 50 000.
a través de la túnica albugínea e involucra la túnica AFP (UI/mL) > 10 000.
vaginalis. N: indica los límites superiores de los normales
T3: tumor que invade el cordón espermático, con o para el ensayo LDH.
sin invasión linfático/vascular. Las etapas según TNM y marcadores tumo -
T4: Tumor que invade el escroto, con o sin invasión rales (S) son las siguientes:
linfático/vascular. Etapa 0:
Tis, N0, M0, S0.
Ganglios linfáticos regionales (N): Etapa I:
Clínica: T1-4, N0, M0, SX.
NX: no se pueden evaluar los ganglios linfáticos Etapa IA:
regionales. T1, N0, M0, S0.
N0: no existe metástasis regional de ganglios lin- Etapa IB:
fáticos. T2, N0, M0, S0.
ÓN
N1: metástasis en un solo ganglio linfático, 2 cm o T3, N0, M0, S0.
menos en la dimensión mayor.
CI
T4, N0, M0, S0.
N2: metástasis en un solo ganglio linfático, mayor Etapa IS:
UC
que 2 cm, pero no más de 5 cm en la dimensión Cualquier T, N0, M0, cualquier S.
mayor; o ganglios linfáticos múltiples, ninguno OD Etapa II:
mayor que 5 cm en la dimensión mayor. Cualquier T, N1-3, M0, SX.
PR
ÓN
El riesgo de recurrencia aumenta si existen más la cirugía de las masas residuales encontradas des-
CI
de 5 ganglios complicados o si el tamaño de uno o más pués de la quimioterapia. En los últimos años se ha
UC
de estos supera los 2 cm, además de la complicación practicado la cirugía laparoscópica retroperitoneal de
extraganglionar adiposa. Con respecto a la enferme-
OD ganglios metastásicos. Si por alguna razón no fuera
dad voluminosa en esta etapa, se describen ganglios posible resecar todo el tumor, la reducción drástica de
PR
retroperitoneales extensos (> 5 cm), que requieren la masa tumoral (cirugía citorreductora) facilita la ac-
quimioterapia primaria; su pronóstico es menos favo- ción terapéutica de la poliquimioterapia.
RE
rable. Se corresponde con las etapas III y IV del siste- Radioterapia. Es el tratamiento de elección en
SU
ma de clasificación TNMS (no se presenta metástasis los tumores tipo seminoma. En los no seminomas se
distante). puede realizar posoperatoria, en las cadenas linfáticas
DA
Etapa III: implica la propagación más allá de los infradiafragmáticas, aunque se plantea que cuando se
BI
ganglios retroperitoneales, sobre la base del examen aplica inicialmente, puede disminuir hasta 30 % de los
I
se subdivide en etapa III no voluminosa versus etapa En los seminomas en estadio I se han realizado
PR
III voluminosa. En la etapa III no voluminosa, las me- ciclos cortos, con dosis bajas de radioterapia. Se con-
tástasis se limitan a los ganglios linfáticos y el pulmón, traindica en los pacientes que presentan riñón “en
sin una masa mayor de 2 cm de diámetro. herradura”, tumor testicular metacrónico e inflama-
La etapa III voluminosa incluye la complicación ción intestinal.
ganglionar retroperitoneal extensa, más ganglios pul- Quimioterapia. En los últimos años, la introduc-
monares o propagación a otros órganos como el híga- ción de nuevos esquemas de tratamiento ha mejorado
do o el cerebro. Se corresponde con la etapa IV del las posibilidades del control, sobre todo de los no
sistema de clasificación TNMS (metástasis distante). seminomas en fase avanzada, lo que ha permitido una
Tratamiento. Se incluyen, entre otros, la cirugía, mayor supervivencia en un porcentaje considerable de
radioterapia, quimioterapia y el tratamiento por etapas. pacientes. Los fármacos más empleados en los semi-
Principios generales. Se ha demostrado que nomas son cisplatino, bleomicina, etopósido, vinblastina,
todos los tipos histológicos y tumores germinales son actinomicín D, ciclofosfamida, ifosfamida, etcétera.
potencialmente curables. En los pacientes operables Algunos casos reportados en la literatura han sido
radicalmente se adopta una estrategia multidisciplinaria, tratados solo con carboplatino, como única modalidad
sobre la base de factores pronósticos; si el paciente se de tratamiento en el estadio I, aunque los resultados
encuentra en la fase avanzada o hace recidiva des- con cisplatino han sido superiores. El metotrexato es
pués de la cirugía, se realiza poliquimioterapia. Se ha activo en los coriocarcinomas; en los seminomas se
222 Urología
emplean los alquilantes (melfalán, clorambucil, ciclo- nosos) tienen una curación de hasta 70 % con radia-
fosfamida e isofosfamida); también se ha utilizado la ciones, como única modalidad de tratamiento. Estos
adriamicina. últimos también se han tratado con quimioterapia, en
En algunos trabajos se señala que 80 % de las combinación con cisplatino, con muy buenos resulta dos.
metástasis de los tumores de células germinales son Opciones de tratamiento: en los tumores no volu-
curables con quimioterapia. Hoy día el tratamiento de minosos, orquiectomía inguinal radical seguida de ra-
elección es la poliquimioterapia. dioterapia a ganglios linfáticos retroperitoneales y
Tratamiento por etapas. Se describen los semi- pélvicos ipsilaterales.
nomas y no seminomas en las etapas I, II y III. En los tumores voluminosos, orquiectomía inguinal
Seminoma en etapa I. Realizar la orquiectomía radical, seguida de quimioterapia de combinación a base
inguinal radical por vía inguinal, seguida de radioterapia. de cisplatino, o radiación a los ganglios linfáticos abdo-
Algunos autores plantean la aplicación de radio- minales y pélvicos. La recurrencia es mayor después
terapia profiláctica en los ganglios retroperitoneales, de la radioterapia, por ello se recomienda la quimiote-
aunque sean negativos los resultados de la linfografía rapia. También se plantea la aplicación de radiaciones
y la TAC, debido a que puede existir toma ganglionar a las masas residuales de más de 3 cm e, incluso, rese-
oculta, que puede curar con radiación. Los pacientes carlas.
con invasión vascular parecen tener mayor riesgo de No seminoma en etapa II. Este tumor es cura-
metástasis ganglionar. ble en casi 95 %; se realiza la orquiectomía seguida de
El seguimiento se realiza con la determinación la quimioterapia. En ocasiones se diagnostica por una
ÓN
frecuente de marcadores tumorales séricos, rayos X
metástasis que ya fue tratada con quimioterapia, por
CI
de tórax y TAC: durante el primer año cada 6 semanas
ello se debe realizar posteriormente la orquiectomía,
UC
y en el segundo cada 4 meses; luego se disminuye la
para erradicar el tumor primario.
frecuencia. OD Opciones de tratamiento: orquiectomía inguinal
No seminoma en etapa I. Más de 95 % de estos
radical, con resección de los ganglios linfáticos retro-
tumores es curable en dicha etapa. Se realiza la
PR
res tumorales y rayos X de tórax en el primer año; en niños no se realiza resección de los ganglios linfáticos
retroperitoneales (Fig. 7.13).
DA
aquellos con invasión vascular o linfática. Este proce- cisplatino + vinblastina + bleomicina o vinblastina + dac-
dimiento se aplica en 2 ciclos de cisplatino + bleomicina tinomicina + bleomicina + ciclofosfamida + cisplatino;
PR
+ etopósido. Los índices de recidiva son menores de 5 %. puede evitar las recaídas en más de 95 % de los casos.
Aunque estos tumores no son sensibles a la ra- Una tercera modalidad de tratamiento se aplica
dioterapia, algunos autores plantean su valor como tra- cuando el examen físico, linfografía o TAC muestran
tamiento inicial. masas retroperitoneales que, por su tamaño, ofrecen
El seguimiento es de gran importancia, debido a duda de si son resecables o no, de esta manera se
que se han reportado recaídas después de 5 años, en puede realizar la orquiectomía inguinal radical, seguida
pacientes a los que no se les realizó la disección retro- de la quimioterapia, la cual puede ser bleomicina +
peritoneal, seguida de orquiectomía. No es común que etopósido + cisplatino en 3 ciclos o etopósido + cisplatino
después de la orquiectomía los valores de HCG y AFP en 4 ciclos.
se mantengan elevados; si estos aumentan, se debe Existen otras combinaciones para la poliquimio-
sospechar metástasis. terapia: cisplatino + vinblastina + bleomicina (PVB),
Seminoma en etapa II. En esta etapa se dividen vinblastina + dactinomicina + bleomicina + ciclofosfa-
en tumores mayores y menores de 5 cm, según la TAC, mida + cisplatino (VAB VI) y vinblastina + cisplatino +
lo que permite facilitar el tratamiento. En los menores etopósido (VPV).
de 5 cm se logra una curación de hasta 90 %, con Si después de 3 o 4 ciclos de quimioterapia no se
tratamiento único de radioterapia, aunque en algunos obtiene respuesta, se debe realizar la resección quirúr-
estudios se plantea que los mayores de 5 cm (volumi- gica de las masas residuales.
Tumores genitourinarios 223
ÓN
Fig. 7.13. Disección y ligadura alta del cordón espermático.
CI
UC
El seguimiento se realiza mensualmente median-
OD Otras combinaciones de quimioterapia:
te el examen físico, rayos X de tórax y marcadores Bleomicina + etopósido + cisplatino (BEP): se em-
tumorales. Si estos últimos no regresan a los valores plea en los niños.
PR
normales después de la linfadenectomía, se tratarán Etopósido + cisplatino (EP): 4 ciclos en pacientes con
RE
que estas sean microscópicas. Etopósido + ifosfamida + cisplatino (VIP): este ré-
DA
Cuando el teratoma se manifiesta como tumor gimen puede mostrar mayor toxicidad hematológica.
BI
sentar un tumor residual o carcinoma de los ganglios Es frecuente la presencia de masas residuales
OH
sencia de elementos malignos persistentes de células embargo, no se ha demostrado una mejoría significati-
germinales no seminomatosas en el tumor resecado va en la supervivencia después de la quimioterapia en
es una indicación adicional de la necesidad de quimio- combinación a base de cisplatino.
terapia. Bajo evaluación clínica: los pacientes, por lo ge-
Seminoma en etapa III. Generalmente, en esta neral, califican para los mismos ensayos clínicos de
etapa el seminoma es curable. quimioterapia que los que presentan tumores de célu-
Opciones de tratamiento: orquiectomía inguinal las germinales no seminomatosos.
radical, seguida de la poliquimioterapia. Las masas No seminoma en etapa III. Por lo general es
residuales después de la quimioterapia son fibróticas; curable con quimioterapia (70 %); 30 % de los que no
cuando son mayores de 3 cm pueden contener semi noma curan con quimioterapia presentan metástasis viscerales
residual que requieran terapia adicional, sin embargo, y los marcadores tumorales son elevados. La orquiecto-
algunos opinan que las masas residuales no presentan mía se realiza antes de comenzar la quimioterapia; si el
crecimiento. La quimioterapia se realiza con bleomicina diagnóstico se hace mediante la biopsia de las metás-
+ etopósido + cisplatino; también se emplea etopósido tasis y ya se ha comenzado la quimioterapia, se debe
+ cisplatino en 4 ciclos con la misma eficacia y menos realizar la orquiectomía subsecuente, debido a que la
toxicidad que vinblastina + dactinomicina + bleomicina quimioterapia podría no haber erradicado el cáncer
+ ciclofosfamida + cisplatino. primario.
224 Urología
En los pacientes con riesgo desfavorable de tu- el tumor se haga al comienzo o al final de la quimio-
mores de células germinales, el régimen de la dosis de terapia, pues, al parecer, existe una barrera fisiológica
cisplatino a dosis estándar ha demostrado ser el equi- testículo-sanguínea y se ha demostrado una elevada
valente de cisplatino en dosis elevadas, en términos de incidencia (aproximadamente 50 %) de cáncer resi-
la respuesta completa, tasas de curación y superviven- dual en el testículo en retroperitoneo, detectable por
cia, además, pacientes sometidos a reg ímenes de dosis radiografía después de la quimioterapia con cisplatino.
elevadas de cisplatino han experimentado significati- Algunos investigadores sugieren que los niños
vamente más efectos tóxicos. (90 % presenta tumores de saco vitelino), deberán re-
Otros con tumores testiculares de células germi- cibir radiación en las masas residuales después de la
nales no seminomatosos, que presentan un nivel séri co quimioterapia, en lugar de la cirugía.
de la gonadotropina coriónica humana mayor de Los pacientes con metástasis al cerebro, que
presentan recaída después de una respuesta inicial
50 000 UI/mL, al iniciar la terapia con cisplatino (BEP
completa a la quimioterapia, requieren de más qui-
o PVB) presentan HCG elevado al finalizar esta, con
mioterapia, con irradiación simultánea a todo el ce-
un descenso rápido inicial en el HCG, seguido de una
rebro y consideración de extirpaciones quirúrgicas
nivelación.
de lesiones solitarias.
Ante la ausencia de otros signos de progreso se Tratamiento de los tumores no germinales. En
llevan a cabo evaluaciones mensuales. Muchos pacien- los tumores de células intersticiales se indica la orquiec-
tes permanecen libres de enfermedad, sin necesidad tomía radical por vía inguinal, lo que se considera
de terapia adicional. Los que presentan metástasis al
ÓN
suficiente para las formas benignas (representan la
cerebro deberán ser tratados con quimioterapia e irra-
CI
mayoría); el único signo evidente de malignidad son
diación simultánea a todo el órgano. las metástasis, las más frecuentes a linfonódulos re-
UC
Opciones de tratamiento de quimioterapia: gionales, pulmón e hígado.
Bleomicina + etopósido + cisplatino: en los niños se
OD Los tumores de células de Sertoli representan 1 %
ha empleado un régimen modificado. de los tumores del testículo y casi siempre son benig-
PR
Etopósido + cisplatino: 4 ciclos en pacientes con pro- nos; la única modalidad de tratamiento es la orquiec-
nóstico favorable.
RE
rapia se deberá emplear la cirugía para extraer las se consideran valiosas la radioterapia y la quimiotera pia.
masas residuales, con la finalidad de determinar si to- Cáncer testicular recurrente. La decisión de
davía quedan células tumorales, ya que dicho resulta- tratamiento adicional depende de muchos factores, in-
do indica la necesidad de quimioterapia adicional. La cluyendo el cáncer específico, tratamiento previo, sitio
remoción quirúrgica de masas residuales también es de recurrencia, así como las consideraciones indivi-
necesaria en la prevención del resurgimiento de tera- duales de cada paciente. Los regímenes de rescate,
que constan de ifosfamida, cisplatino y/o etopósido o
tomas y el crecimiento de elementos de células no
vinblastina, pueden inducir a una respuesta completa
germinales, presentes en algunas de estas masas.
en cerca de una cuarta parte de los pacientes.
La presencia de masas iniciales de 3 cm o más
Los que no presentan enfermedad extensa logran
en la TAC (antes y después de la quimioterapia) y de resultados más favorables. Actualmente, este es el ré-
marcadores séricos normales responden al teratoma o gimen estándar de rescate inicial, sin embargo, pocos,
carcinoma residual. Los elementos malignos persisten- si es que algún paciente con tumor de célula germinal
tes en la muestra resecada indican la necesidad de no seminomatoso recurrente de origen extragonadal,
quimioterapia adicional. logre una enfermedad de larga duración, libre de even-
En algunos casos, la quimioterapia se inicia antes tualidades mediante el uso de vinblastina, ifosfamida, y
de la orquiectomía, debido a la gravedad de las metás- cisplatino, si su enfermedad presentó recidiva después
tasis; se recomienda que la orquiectomía para eliminar de recibir un régimen inicial de etopósido y cisplatino.
Tumores genitourinarios 225
También se ha utilizado la quimioterapia en dosis En los últimos años, la supervivencia relacionada
elevadas con trasplantes de médula ósea autólogo, que con los no seminomas ha mejorado, debido a la quimio-
ha mostrado algún éxito en caso de enfermedad re- terapia con base de cisplatino; esta depende también
fractaria. del estadio, tratamiento adecuado, volumen de las me-
Se pueden alcanzar remisiones completas en 10 a tástasis y de su localización, además de la existencia
20 % de los pacientes con enfermedad resistente a los de marcadores biológicos, que influyen en la inciden-
tratamientos a base de cisplatino, que son tratados con cia de la remisión completa y, por consiguiente, sobre
dosis elevadas de carboplatino y etopósido, y con tras- la supervivencia.
plante autólogo de médula ósea. En general, los pacien- Si los valores de AFP y HCG son normales, la
tes con tumores progresivos durante el tratamiento de remisión completa es de 90 %; si se encuentran eleva-
vanguardia o de rescate y aquellos con tumores de dos, es de 40 %. Estos tumores se pueden clasificar en
células germinales refractarios mediastínicos, no pa- alto y bajo riesgo, según la invasión vascular diagnosti-
recen beneficiarse lo mismo con quimioterapia de dosis cada durante la cirugía; en los de alto riesgo el pronós-
elevadas o con trasplante de médula, o sea, autólogo, tico se ensombrece en relación con los de bajo riesgo,
como los que recaen después de u na respuesta. aunque se acepta que el cáncer de testículo puede ser
En algunos pacientes bien seleccionados, con curado aun en presencia de metástasis.
enfermedad resistente a la quimioterapia confinada a El número y el tamaño de los nódulos retroperi-
un solo sitio, la resección quirúrgica puede proveer su- toneales encontrados en la linfadenectomía es importan-
pervivencia libre de enfermedad a largo plazo. La elec- te. Estudios realizados muestran que la presencia de
más de 6 nódulos tiene 35 % de posibilidades de en-
ÓN
ción de cirugía de rescate versus trasplante de médula
ósea autólogo para enfermedad refractaria se basa en fermedad recurrente con nódulo s menores que 2 cm y
CI
la resecabilidad del número de sitios de enfermedad sin evidencia de extensión extranodal, lo que puede au-
UC
metastásica y el grado en que el tumor es refractario a mentar a 50 % si la extensión retroperitoneal es mayor.
cisplatino. Se plantea que el etopósido oral de manteni-
OD La metástasis a pulmón durante el diagnóstico es
miento diario (de 21 a 28 días) puede beneficiar a los un factor adverso, pero, sobre todo, el pronóstico em-
peora cuando inicialmente se observa metástasis a hí-
PR
pacientes que logran una remisión completa después
de la terapia de rescate. gado y sistema nervioso.
RE
Un caso especial de recaída tardía puede ocurrir La supervivencia de los pacientes con tumores
de testículo depende del momento en que se realiza el
SU
Los tumores de epidídimo son muy raros, aunque las veces solo se encuentra una formación densa en el
la mayoría (más de 80 %) son benignos; entre los más epidídimo.
frecuentes se encuentran los adenomatoideos. Pue- Diagnóstico. Se basa en el cuadro clínico y el
den originarse a partir de estructuras epiteliales o del examen físico, y se apoya en algunos estudios comple-
tejido conjuntivo. Las metástasis de otros tumores al mentarios como el ultrasonido y el ultrasonido Doppler;
epidídimo son muy raras, aunque en la literatura se han en algunos casos se realiza TAC y RMN, pero en
reportado varios casos, sobre todo provenientes del muchas ocasiones el diagnóstico solo se establece con
aparato digestivo (estómago, páncreas, etc.); también el resultado de la histología.
existen reportes de metástasis de próstata. Tratamiento. Consiste en la epididimectomía
Cuadro clínico. Se caracterizan por el aumento en los tumores benignos, incluso, en algunos centros
de tamaño del epidídimo, no doloroso, aunque el pa- se ha realizado la exéresis de la tumoración; si no se
ÓN
ciente, en ocasiones, puede referir molestias o ligero está seguro de que es benigno, se debe realizar biop-
CI
dolor; otras veces se presenta un pequeño hidrocele sia por congelación; si esta refiere que su naturaleza
que puede acompañar la enfermedad, al igual que en es maligna, se procede a la orquiectomía y luego se
UC
los tumores de testículo; en ocasiones son pequeños y
OD complementa con la radioterapia a los ganglios
asintomáticos. linfáticos regionales y quimioterapia, según la natura-
Examen físico. Es difícil diferenciar el tumor del leza del tumor. El pronóstico no es bueno en los tu-
PR
epidídimo, como también es difícil hacer el diagnóstico mores malignos; su propagación ocurre por las vías
RE
diferencial con epididimitis inespecífica, epididimitis linfática y venosa, lo cual, en caso de aparecer, em-
tuberculosa, quistes de epidídimo, etc.; la mayoría de peora el cuadro de la enfermedad.
SU
DA
BI
I
OH
Los tumores del pene se presentan con muy poca raros; en la práctica, algunos autores los consideran
frecuencia; las neoplasias son las más comunes; se como curiosidades médicas.
desarrollan generalmente en el epitelio de revestimien- Los tumores benignos más frecuentes son los
to. Los tumores benignos son muy raros; así mismo, papilomas epiteliales, que se clasifican en condiloma
también existen varias entidades nosológicas que se acuminado y papiloma simple.
encuentran en una zona intermedia y se denominan
lesiones precancerosas.
Lesiones premalignas
Lesiones benignas En el pene pueden ocurrir cambios epiteliales
displásicos, relacionados con la génesis del cáncer;
En el pene se pueden encontrar lipomas, neuro- entre estas entidades se encuentran la leucoplaquia,
mas, fibromas y angiomas, pero son extremadamente eritroplasia de Queyrat, enfermedad de Bowen y papu-
Tumores genitourinarios 227
losis bowenoide. No se han aclarado sus causas, sin esmegma, llegando a considerar la circuncisión como
embargo, en varios estudios estas lesiones se han ident i- una acción profiláctica, ya que evita la acumulación de
ficado meses o años antes de presentarse el carc inoma esta sustancia en el surco balanoprepucial, sin embar-
invasor evidente. En 80 % de los casos se encuentra el go, varios autores coinciden en que la circuncisión es
ADN del VPH, sobre todo los tipos 16 y 18. preventiva cuando se realiza en la etapa neonatal, no
Leucoplaquia. Se considera que depende de la así en la adultez o la pubertad.
irritación persistente y crónica; se caracteriza por un En estudios realizados, el prepucio se clasifica en:
engrosamiento blanco perlado de la mucosa, que al Largo: cuando cubre el glande completamente.
microscopio se observa como una hiperqueratosis, en- Medio: el orificio prepucial se encuentra entre el
grosamiento epitelial, acantosis displásica epitelial e meato uretral y la corona del glande.
inflamación crónica del tejido, sin invasión al tejido ce- Corto: el prepucio se encuentra entre la c orona y
lular subcutáneo. el surco coronal.
Eritroplasia de Queyrat. Aparece en el glande
y el prepucio, en forma de placas únicas o múltiples, Se ha demostrado que 77 % de la población mas-
rojas y brillantes, en ocasiones aterciopeladas ; bien culina tiene un prepucio largo y solo 7 % presenta
limitado y endurecido, aunque se puede ulcerar y aso- fimosis. Otros plantean que 78 % de los pacientes con
ciar con dolor y secreciones, hasta convertirse en car- cáncer tiene el prepucio largo y 52 % presenta fimosis;
cinoma infiltrante. En ocasiones existe n antecedentes se concluye que el prepucio largo puede ser un requisi-
de dermatitis del pene. to, pero no una condición para el cáncer.
ÓN
Enfermedad de Bowen. Es más frecuente en- Existe una gran relación entre la mala higiene
CI
tre los 30 y 35 años de edad; puede afectar la piel del personal y la aparición del cáncer de pene, porque fa-
vorece los procesos inflamatorios crónicos como las
UC
pene y el escroto, y se caracteriza por una placa solita-
ria, opaca y engrosada, de color blanco-grisáceo, que
OD balanitis, balanopostitis, etcétera.
aparece superficialmente ulcerada y c ostrosa. Con el Se ha reportado la asociación entre cáncer de
paso de los años puede adquirir carácter invasor y pene y carcinoma cervical en las parejas sexuales, al
PR
transformarse en un carcinoma epidermoide típico (en parecer relacionada con la infección por VPH, ya que
RE
supresión y otras veces, evidencia de infecciones por Muchos autores plantean que la infección por
VPH no es suficiente para la transformación maligna,
BI
(papulosas y pigmentadas) son numerosas, de color cerígenos, como el hábito de fumar, puede aumentar el
pardorrojizas; en ocasiones son lesiones verrugosas que riesgo de cáncer de pene.
PR
se pueden confundir con el condiloma acuminado; prác- Cuadro clínico. Se caracteriza por su afecta-
ticamente no se convierten en carcinoma infiltrante. ción al prepucio y el glande, donde se nota un creci-
La mayoría de los autores emplea el término miento verrugoso, vegetante, como fungosidades sésiles
enfermedad de Bowen para el carcinoma in situ y o incluso pediculadas, o una lesión ulcerada con base
eritroplasia de Queyrat para las lesiones benignas, que elevada, de manera irregular, generalmente indolora,
afectan la mucosa y el glande. excepto cuando existe infección secundaria. Su locali-
zación en el cuerpo del pene es muy rara; en muchos
casos el prepucio no se retrae (fimosis adquirida), por
Cáncer de pene lo que las lesiones primitivas pueden pasar inadverti-
das; si se acompañan de infección, puede haber
Al parecer, su causa más común es la inflama- secreciones.
ción crónica del prepucio y del glande por infección; En muchos casos las primeras manifestaciones
también se señalan los efectos irritativos del esmegma, son dolor durante las relaciones sexuales o en la erec -
lo que ha sido demostrado por su frecuente asociación ción; el escozor y los dolores en la micción son menos
con la fimosis congénita (de 60 a 80 % de los pacien- frecuentes y aparecen cuando la uretra o el meato son
tes diagnosticados con cáncer de pene), además, se invadidos por el tumor. Muchas veces su crecimiento es
han confirmado las propiedades cancerígenas del lento y con frecuencia tiene más de 1 año de evolución.
228 Urología
Algunos estudios señalan que 30 % de los casos se Urograma descendente: solo es útil en caso de que
diagnostican tardíamente, debido a la escasez de sínto- se acompañe de repercusión del tracto urinario su-
mas iniciales. perior.
Cuando el tumor comprime el canal urinario se Uretrografía: muestra la toma de la uretra por el tu-
originan alteraciones de la micción, la cual se carac- mor, con la consecuente obstrucción o fístula.
teriza por un chorro fino y débil, llegando, incluso, a Linfografía: es importante para determinar los gan-
provocar fístulas urinarias. A pesar de la destrucción glios linfáticos con metástasis, aunque no es capaz
de tejido, las hemorragias se presentan con poca fre- de discriminar entre ganglios inflamatorios o metas-
cuencia y cuando aparecen son insignificantes; se han tásicos.
reportado casos de autoamputación del pene y de pria- TAC y RMN: muestran la presencia de metástasis a
pismo. ganglios linfáticos o a otros órganos distantes.
Aproximadamente entre 30 y 50 % de los casos
presentan adenopatías inguinales, que desaparecen Diagnóstico. El diagnóstico definitivo solo es
después de 4 o 6 semanas de tratamiento con antibió- posible mediante la biopsia, la cual será realizada a
tico; si estas persisten se debe realizar biopsia. Las todo caso sospechoso; esta se puede hacer con anes-
adenopatías metastásicas pueden ser móviles o fijas tesia local. Cuando no sea posible retraer el prepucio
en el momento del diagnóstico, sin embargo, en la ma- (fimosis), se debe realizar la circuncisión y biopsia del
yoría de las adenopatías sospechosas de metástasis la tejido resecado; en los nódulos encontrados se realiza-
histología muestra un cuadro inflamatorio. rá BAAF.
ÓN
Clasificación TNM:
En etapas avanzadas, estas adenopatías pueden
CI
Tis: carcinoma preinvasivo ( in situ).
ser muy grandes, ulcerarse a través de la piel y san-
T0: no evidencia de tumor primitivo.
UC
grar. Generalmente afectan los linfonódulos inguino-
T1: tumor menor que 2 cm, absolutamente superfi-
femoral y los situados al nivel de los vasos iliacos; en
OD cial o exofítico.
otras ocasiones se localizan en la región suprapúbica.
T2: tumor mayor que 2 cm, pero menor que 5 cm, o
PR
escintigrafía para su diagnóstico. Las metástasis a ór- da que compromete la uretra, cuerpo cavernoso o
ganos distantes no son frecuentes.
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esponjoso.
Estudios de laboratorio. Se puede presentar T4: tumor que infiltra estructuras adyacentes.
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anemia, sobre todo en las etapas tardías; los leucocitos N0: no evidencia de afectación a ganglios linfáticos
I
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también invade los cuerpos cavernosos del pene y la parte de los tejidos de recubrimiento.
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uretra. La forma vegetante puede recubrir más o me- Muchas veces la tumoración es pequeña, limita-
nos rápidamente todo el órgano y acompañarse tam- da al prepucio, y la circuncisión es suficiente. Si se
UC
bién de infecciones secundarias, pero la invasión a
OD presenta invasión a la piel escrotal, se realiza la
cuerpos cavernosos es mucho menos frecuente. emasculación, en la cual, además de proceder a la am-
Generalmente las metástasis ocurren por vía putación total del pene, se extirpan en bloque las bol-
PR
linfática hacia los ganglios regionales (inguinales) y solo sas escrotales. Existen estudios que plantean que las
RE
algunas veces infiltran los ganglios iliacos; la invasión recaídas locales se pueden salvar con la amputación
a estos ganglios es más frecuente en la forma ulcero- parcial o total del pene, sin afectar el pronóstico.
SU
Según progresa la enfermedad, se puede presen- lizar de forma bilateral, siempre que sea posible, ya
BI
tar la deformidad del pene, hasta quedar destruido en que se ha demostrado la presencia de anastomosis
I
muchos casos, lo que hace difícil de reconocer los cruzada. Varios autores la realizan algunas semanas
OH
diferentes elementos de este órgano. Se presentan com- después del tratamiento quirúrgico del tumor primitivo,
plicaciones sépticas y hemorrágicas; si invade la ure- además del tratamiento con antibióticos, sobre todo en
PR
tra, dificulta la micción. pacientes que tienen infección de la lesión, sin embar-
Las metástasis a distancia son raras, pero se pue- go, la mayoría de los autores coincide en que el pro-
den encontrar en el pulmón y el hígado. Los carcinomas nóstico mejora cuando se realiza de forma primaria y
indiferenciados presentan una evolución más rápida y no cuando aparecen nódulos positivos. Cuando se pre-
la forma vegetante, una evolución clínica más lenta. senta metástasis avanzada, no tiene valor la extirpa-
Tratamiento. El tratamiento profiláctico es de ción de los ganglios linfáticos.
gran importancia. La circuncisión se debe practicar en Radioterapia. Se indica fundamentalmente en los
todos aquellos casos en los que la retracción total del carcinomas de pene, de pequeñas dimensiones, no
prepucio sea difícil de realizar. Se debe tener presente invasivos, sobre todo en pacientes jóvenes; también se
que mientras más joven es el paciente al realizar la lleva a cabo en pacientes con recidiva posquirúrgica o
circuncisión, mayor será la prevención del cáncer; así en las adenopatías regionales inoperables, como medi-
mismo, mantener una higiene adecuada es importante das paliativas. En ocasiones esta puede producir necrosis
para evitar este tipo de tumor; también es necesario o estenosis de la uretra.
prevenir y tratar correctamente las balanopostitis. Es importante realizar previamente la circunci-
Es importante señalar que antes de indicar el tra- sión, para minimizar la morbilidad de la radiación aso cia-
tamiento se deberá tomar una muestra para biopsia, en da con la celulitis del prepucio. En lesiones superfi ciales
la cual se establezca el diagnóstico positivo del cáncer. se ha empleado la radioterapia superficial (en dosis de
230 Urología
40 a 60 Gy), con buenos resultados. Existen técnicas Radioterapia: superficial o profunda sobre la lesión
de braquiterapia, con implantación de agujas de radio, primaria; existen trabajos de tratamiento conserva-
en tumores pequeños. dor con braquiterapia.
Láser. Es otra modalidad del tratamiento empleado Quimioterapia: se utiliza con mayor frecuencia la
bleomicina (10 mg/m 2 i.v.), 2 veces por semana; do-
en los tumores superficiales. Algunos autores plantean
sis máxima 300 mg.
que en el estadio I es comparable con la cirugía par cial.
Quimioterapia. El fármaco más utilizado es la Se puede utilizar una de estas opciones o sus com-
bleomicina, aunque es bastante tóxico y en ocasiones binaciones.
causa fibrosis pulmonar; se han observado regres iones Etapa II: T 1N1M0 T2N0M0:
de hasta 40 %; también se han utilizado otros medica- Cirugía: amputación parcial del pene.
mentos como el cisplatino, metotrexato, ciclofosfamida, Radioterapia: sobre las regiones inguinales, al igual
vincristina, ifosfamida, 5 fluoracilo, etc. Lo más acep- que en la etapa I, se realiza tratamiento con braqui-
tado actualmente es la poliquimioterapia. terapia de forma conservadora.
Estudios recientes han incluido el tratamiento con Quimioterapia: monoterapia con bleomicina, cisplatino
paclitaxel, docetaxel, gencitabina y vinorelbine, debido o metotrexato, o poliquimioterapia asociando la
bleomicina con otros fármacos, por ejemplo, bleomi-
a que estos últimos han tenido buen resultado en el
cina + cisplatino; ciclofosfamida + bleomicina + cispla-
tratamiento de los tumores del cérvix y el cuello uter ino. tino; cisplatino + 5 fluoracilo.
En algunas instituciones se realiza el tratamiento
ÓN
conservador con infusión intraaorta abdominal con Dosis:
CI
metotrexato (en dosis de 50 mg diarios) durante 10 días. Cisplatino: 100 mg/m 2 cada 21 días, 5 ciclos.
Metotrexato: 250 mg/m 2 cada 15 días, 7 ciclos.
UC
Se plantea como ventaja de esta modalidad que eleva
la concentración del medicamento en el área pelviana OD 5 fluoracilo: 960 mg/m 2/día, durante 4 días.
y el pene, además de evitar la falectomía. Ciclofosfamida.
PR
Algunos pacientes con criterio de inoperables o
metástasis recurrentes han sido tratados con interferón Etapa III: T 1N2M0 T2N2M0 T3N1-2M0:
RE
Cirugía: exéresis de la lesión con margen oncológico; Radioterapia: sobre la región inguinal o el tumor pri-
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3. Cuando se realiza la amputación parcial del pene,
UC
queda la opción de aplicar la quimioterapia como
OD único tratamiento.
4. Vaciamiento ganglionar inguinal: debe incluir los
PR
(Fig. 7.17).
SU
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Con respecto a las metástasis, las más frecuen- Si se encuentran metástasis a distancia, el pro-
tes son a los ganglios regionales y retroperitoneales, nóstico es muy malo y las recidivas locales lo ensom-
aunque en raras ocasiones se pueden encontrar en brecen mucho más. El inicio precoz del tratamiento
pulmón, próstata, etcétera. con radioterapia, asociado a la quimioterapia en los
Pronóstico. Depende del estado clínico, grado y estadios iniciales, puede mejorar el futuro de estos pa-
clasificación TNM en el momento del diagnóstico.
cientes. La calidad de vida y la supervivencia requie-
Cuando el tumor es pequeño, localizado en el pene y
ren de la incorporación de modalidades múltiples en el
no hay metástasis (estadio I), la supervivencia en 5 años
es de 80 a 90 %; si el tumor invade la diáfisis del pene tratamiento.
y los cuerpos cavernosos (sin afectar los ganglios), la Se han descrito otros tipos de tumores en el pene,
supervivencia es de 70 % y si hay metástasis ganglionar entre los que se encuentran los linfomas, melanomas,
es solo de 25 %. mesoteliomas, etc. Estos son extremadamente raros.
ÓN
CI
UC
Hiperplasia prostática benigna conectivo y las fibras musculares lisas rodean y con tie-
OD nen las glándulas, sin que exista una cápsula verdadera.
Como su nombre lo indica, la hiperplasia prostática La glándula ocupa la porción más profunda de la
PR
benigna (HPB) es un crecimiento benigno de la glán- pelvis, por detrás del pubis y por delante del recto, se-
parada de este por la fascia de Denonvilliers y en con-
RE
prostatismo. Esta afección tiene una elevada inciden cia vértice. Rodea al cuello vesical y la uretra posterior
de consulta médica en los hombres mayores de 50 años. que, en este segmento, recibe el nombre de uretra
DA
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La próstata alcanza su tamaño definitivo al finalOD genos/andrógenos, alterada en el hombre a medida que
de la pubertad, entre los 18 y 20 años aproximadamen- envejece, pueda ser el factor causal de la HPB.
te, y llega a tener de 14 a 26 g. Este disbalance parece estar más relacionado con
PR
Etiopatogenia. El origen de la HPB parece es- el aumento de los estrógenos, por aromatización de los
RE
tar bien definido en la porción craneal de la glándula, andrógenos en el tejido graso y una escasa cantidad
por delante del veromontanum y de los conductos suprarrenal y del propio testículo, que por la caída de la
SU
crecerán y rechazarán al resto de la glándula hacia la producción de prolactina y esta, a su vez, permeabiliza
I
periferia, para constituir la cápsula quirúrgica. la entrada de los andrógenos a las células prostáticas,
OH
Según McNeal se producen glándulas nuevas a lo que serviría para la activación del sistema testosterona
PR
conectivo (estroma), aunque existen evidencias de que realizado a pacientes con seudohermafroditismo mas-
el factor inicial es el estroma. culino, caracterizado por genitales ambiguos, hipos-
A continuación se describen las teorías que tra- padias y testis no descendidos en algunos, se encontró
un déficit de 5 alfa reductasa, lo que impide el paso de
tan de explicar el por qué de esta hiperplasia.
la T a la DHT.
Teorías hormonales. Se conoce, de antaño, que
En estos enfermos, además, no se desarrolla la
para que aparezca la HPB ha de haber testículos próstata. Es de suponer que la DHT es necesaria para
funcionantes, además de una edad determinada. Tam- el crecimiento de este órgano y, por tanto, para el de-
bién es conocido que los eunucos prepuberales no de- sarrollo de la HPB. La relación T/DHT, que puede
sarrollan la próstata y por tanto no padecen de HPB. alterarse con el envejecimiento, a expensas de la pro-
Más aún, la castración quirúrgica disminuye el volu- ducción menor de T, se debe tener en cuenta como
men de la HPB. Se ha invocado que la relación estró- factor causal de la HPB.
Tumores genitourinarios 235
Teoría de células madre o de reserva. Se basa Entre los asiáticos (raza amarilla) existe una inci-
en células que tienen la capacidad de reproducirse en dencia menor de HPB, comparada con los europeos y
momentos determinados, sin necesidad del influjo americanos. En África, aunque los estudios son con-
androgénico, y son capaces de dar lugar a células de tradictorios y muchos de estos no presentan una ver-
amplificación, las cuales, por estímulo androgénico, dadera base estadística, se afirma que existe una ele-
pasan a ser las células de transición, que son la mayo- vada incidencia entre los negros; sin embargo, en Sudán
ría en la próstata. Este mecanismo, sin embargo, no se señala una elevada incidencia al norte, donde existe
parece explicar todo el desarrollo de la HPB, pues solo el mestizaje con árabes, y escasa presencia en el sur,
produciría una verdadera hiperplasia global. donde predominan los nativos. En América, los estu-
Teoría de la interacción estroma-epitelio. De dios entre blancos y negros no demuestran diferencias
acuerdo con McNeal, pequeños daños sufridos duran- significativas; el mestizaje conspira contra este tipo de
te la micción, la eyaculación o por infecciones, son estudio.
capaces de provocar el redespertar de células peri - Factores de riesgo. Entre los factores de ries-
uretrales que se reproducen y dan lugar a la formación go, el primer lugar lo ocupa el envejecimiento. La
de nódulos de tejido conectivo, que serían el origen de vasectomía ha sido motivo de estudios y comparacio-
la HPB. nes con grupos no vasectomizados, y al parecer, existe
En esta teoría se agrupan las acciones de diver- un riesgo de 1,2 a 1,5, que es mayor en los vasectomi-
sos factores: el factor básico de crecimiento fibroblás- zados, aunque otros estudios lo niegan. Al parecer, en-
tre los cirróticos existe una incidencia menor de HPB,
tico, que se ha encontrado en elevadas concentrac iones
ÓN
cuando se comparan con la población sin afección he-
en la próstata; déficit del factor inhibidor de la prolife-
CI
pática.
ración fibromuscular; déficit del factor de crecimiento
La hipertensión arterial y los medicamentos em-
UC
de transformación, que se encarga de la inhibición de
pleados para su tratamiento han sido invocados como
la remodelación de la membrana basal y, por tanto,
OD factores de riesgo para la HPB, pero estos estudios
impide la proliferación de los elementos epiteliales y
necesitan mayor rigor estadístico-epidemiológico. En
PR
del estroma.
los fumadores de cigarrillos parece ser menor el ries-
RE
Como se comprenderá, estos estudios se han rea- go, aunque no es igual en los fumadores de tabaco en
lizado en modelos animales de experimentación y con otras formas. No se ha encontrado diferencia signifi-
SU
piezas quirúrgicas o post mortem humanas, con dife- cativa entre los solteros y casados.
rentes artificios técnicos, de manera tal que a veces se
DA
cias químicas en los tejidos estudiados. No obstante, el El cuello vesical se deforma, de acuerdo con el creci-
conocimiento actual, aunque no ha definido la etiopa- miento de los diferentes lóbulos prostáticos: la forma
PR
togenia de la HPB, permite tener un mayor conoci- más común es el levantamiento del borde posterior (ló-
miento de este fenómeno y quizás favorezca la acción bulo subcervical o medio) y el aspecto de V invertida
terapéutica sobre él. por el crecimiento de los lóbulos laterales.
Epidemiología. La HPB presenta su mayor in- Cuando el lóbulo medio se proyecta dentro de la
cidencia a medida que avanza la edad. Por debajo de vejiga, hace de válvula y provoca una obstrucción gra-
los 40 años no se ha encontrado HPB en los estudios ve. El cuello vesical deformado no se puede abrir a
por necropsia. A partir de la quinta década de la vida, manera de embudo, como cuando es normal. La ure-
la HPB aparece en un tanto por ciento mayor, a medi- tra prostática es ocupada, por lo general de forma si-
da que se envejece, y en los hombres que llegan a los métrica, por los lóbulos laterales, aunque puede haber
80 años o más, alcanza una incidencia de 75 a 80 % en un crecimiento mayor de uno de estos; así, la uretra se
estudios realizados por autopsias. muestra estrecha en su luz y alargada, alcanza varios
Por supuesto, que estos índices no se corresponden centímetros más en su dimensión longitudinal, de acuer-
con porcentajes similares de hombres que presentan do con el tamaño de la tumoración. Por supuesto, ello
una sintomatología o examen rectal que denote la pre- dificulta la apertura de la uretra prostática, necesaria
sencia de HPB. En la clínica estos datos son inferiores durante la micción.
y no existen referencias de estudios practicados por Es bueno señalar que el tamaño de la tumoración
un mismo urólogo sobre toda una población de ries go. no se corresponde con el grado de obstrucción y sus
236 Urología
consecuencias; parece ser más importante la confor- produce sangrados profusos (hemorragia ex vacuo).
mación de la tumoración y la respuesta del detrusor al La retención completa de orina y la IRC son complica-
obstáculo. Ante estos fenómenos, el músculo detrusor ciones que forman parte de la historia natural de la
tiene como respuesta su hipertrofia. Estudios en ani- enfermedad, como se explicó en la patogenia.
males parecen demostrar que la obstrucción provoca Cuadro clínico. Debido a la situación anatómi-
un aumento de la masa vesical, no solo por la muscula- ca de la próstata y a las consecuencias que produce la
tura, sino también por las fibras colágenas. HPB sobre el cuello vesical y la uretra prostática, se
El resultado final, en dependencia del grado de presentan alteraciones en el acto de la micción, que
obstrucción y el tiempo de permanencia de esta, será dan lugar a un síndrome urinario obstructivo bajo ,
primero la trabeculación vesical, la aparición de celdas conocido como prostatismo. El tamaño de la tumoración
y columnas, y por último los divertículos vesicales. Des- no siempre se corresponde con la intensidad de los
de el punto de vista funcional la vejiga perderá s u síntomas ni con el grado de respuesta del detrusor
capacidad de llenado (acomodación), de forma pro- vesical.
gresiva, y la hipertrofia, que de inicio sobrepasaba la En realidad, la micción no depende solo de una
obstrucción, cada vez será menos eficiente hasta caer vía cervicouretral expedita, sino también de un detrusor
en la atonía, lo que da lugar, primero, a la retención capaz, con un sistema neurovegetativo normal y sin
parcial (orina residual) y finalmente a la retención com- factores irritativos en el interior de la vejiga.
pleta de orina. Los síntomas dependientes de la obstrucción cau-
Al nivel del trígono vesical, la hipertrofia de su sada por la HPB son: micción demorada, chorro de
ÓN
musculatura deforma la unión ureterovesical, de esta orina débil y de menor calibre, necesidad de esfuerzo
CI
manera hace de obstáculo al vaciamiento ureteral o para iniciar la micción, micción prolongada, goteo
UC
provoca reflujo vesicoureteral. Como consecuencia, se posmiccional y sensación de no haber vaciado la veji-
dilatan los uréteres y aumenta la presión de los siste-
OD ga al terminar de orinar. Estos se conocen como sínto-
mas excretores superiores, lo que da lugar a la mas obstructivos del prostatismo.
ureterohidronefrosis bilateral, casi siempre simétrica, Como consecuencia de las alteraciones sufridas
PR
que compromete la función renal y puede llegar a la por la vejiga aparecen los síntomas irritativos, que de-
RE
insuficiencia renal crónica (IRC) obstructiva avanzada. muestran la disminución de la acomodación vesical y
Complicaciones. La más frecuente es la infec- los daños que provoca la obstrucción al nivel de los
SU
ción urinaria, favorecida por el estasis urinario y la ne- receptores neurógenos y del músculo. Así, aparece la
DA
cesidad de cateterismo, en caso de retención completa polaquiuria, generalmente de inicio nocturno, para des-
BI
de orina. Por supuesto, que esta infección puede as- pués ser tanto nocturna como diurna; la urgencia
I
cender y dar lugar a la pielonefritis, lo que p uede ser miccional, la molestia o dolor en bajo vientre y el ardor
OH
gina por el paso de los gérmenes desde la uretra pleta, se debe generalmente a un fallo agudo del
prostática hasta el tracto genital, favorecido en mu- músculo detrusor frente a una obstrucción y con un
chas ocasiones por el cateterismo. La infección de la volumen urinario exagerado. Sin embargo, la reten-
propia glándula prostática se sobreañade a la HPB, ción incompleta, demostrada por la presencia de resi-
agrava su efecto obstructivo y ensombrece su pronós- duo posmiccional, representa el fallo crónico y pro-
tico, dado por la dificultad de hacer llegar los agentes gresivo del detrusor frente a la obstrucción, que lo
antimicrobianos al tejido prostático. llevará en definitiva a la retención completa de orina.
Con frecuencia, la litiasis vesical, tanto libre en Por último, la seudoincontinencia con goteo cons-
su luz como en un divertículo, puede presentarse unida tante por rebosamiento y un gran globo vesical indolo-
a la infección e independientemente de que existan ro, es el exponente de un fallo total (atonía) del múscu-
gérmenes. lo detrusor frente a la obstrucción mantenida durante
El sangrado en forma de hematuria total, a veces un largo tiempo, aunque no definido.
intensa, con coágulos, se ha explicado por la ruptura El examen físico de un paciente mayor de 40 años,
de vasos cervicales y muchas veces está ligada a la con síntomas como los descritos, puede brindar resul-
presencia de un lóbulo medio y a traumas en el cuello tados disímiles.
vesical, provocados por el cateterismo. La descompre- La orina emitida antes del examen será motivo
sión brusca de grandes dilataciones vesicales también de la observación macroscópica. Son importantes el
Tumores genitourinarios 237
volumen y su aspecto. El volumen será comparado con se trata de una tumoración benigna, confinada a la glán-
el posible residuo vesical y el aspecto puede hacer pen- dula prostática, mediante el tacto bimanual se puede
sar en complicación infecciosa o sangrado. comprobar que la HPB no está fija y puede movilizar-
El examen del abdomen puede ser totalmente se entre ambas manos: la presión sobre el bajo vientre
negativo, aunque también se puede encontrar dolor o con la mano izquierda provoca un ligero movimiento
molestia a la palpación del bajo vientre, donde quizás sobre el dedo que palpa a través del recto.
haya matidez a la percusión, representando una vejiga En general, la maniobra del TR, aunque es mo-
ocupada, a pesar de haber orinado antes del examen, o lesta, no provoca dolor. La presencia de dolor a la pal-
bien, desde la inspección se detecta un aumento de pación de la tumoración es señal de inflamación
volumen central en el bajo vientre, que se comprueba
sobreañadida a la HPB.
a la palpación como una tumoración renitente, más o
La exploración de la permeabilidad de la uretra
menos dolorosa, no móvil y mate a la percusión, que
debe evitarse, para impedir la contaminación del tracto
denota la presencia de una vejiga repleta de orina, co-
nocida como globo vesical. urinario inferior por la sonda exploradora. No obstan-
Las fosas lumbares y la palpación de ambos riño- te, en caso de existir una vejiga palpable o ante un
nes son negativas, a menos que se esté en presencia paciente con retención completa de orina, se hace im-
de complicaciones infecciosas sobre riñones hidrone- prescindible el paso de una sonda. En las grandes HPB
fróticos, en cuyo caso se presentará dolor al examen, será necesario el uso de sondas acodadas. Si se deci-
además de temperatura elevada y toma del estado ge- de pasar una sonda, se puede apreciar si existe residuo
vesical y en qué volumen, lo que se puede comparar
ÓN
neral.
El examen prostático por el tacto rectal (TR) es con el volumen de orina emitido antes del examen.
CI
definitorio. Si se tratara solamente de un crecimiento El aspecto de la orina residual es importante para
UC
exclusivo del lóbulo medio, dicho examen será negati- descartar la infección. Hoy día se prefiere medir el
vo, aunque en pacientes delgados, con buena relaja-
OD residuo vesical por estudio ecográfico y así se evita el
ción, el TR bimanual puede dar la sensación de vejiga cateterismo. Se han descrito fases clínicas de la enfer-
PR
ocupada, cuando el lóbulo medio es grande. Al TR la medad, siguiendo la fisiopatología de la obstrucción
HPB da la sensación de un aumento de volumen y de
RE
trica. Quizás el primer signo sea la pérdida del surco medio dro clínico que abarca muchos años de evolución y
entre los 2 lóbulos laterales. Se acostumbra a señalar factores asociados:
DA
el tamaño en grados del I al IV, algun os urólogos lo Fase de compensación: la musculatura vesical ven-
BI
expresan en centímetros (en su diámetro transversal). ce el obstáculo de la HPB y se distingue por poder
I
ÓN
Más de 85 IV
con dilatación por encima, que puede escapar al estu-
CI
dio ultrasonográfico; la mejor comprensión de una ano-
UC
malía congénita renal o del sistema excretor.
OD
Con respecto a las características de la próstata, Por su costo y el riesgo que siempre representan
cuando ocurre un aumento apreciable solo 50 % pre- la sustancia yodada de contraste y las radiaciones, ha-
PR
senta manifestaciones clínicas, lo que se evidencia por cen que no se practique en un enfermo con HPB sin
RE
nódulos prostáticos de gran volumen, contornos bien complicaciones y un estudio ultrasonográfico que no
definidos y cápsula. Se localizan preferentemente ha- señale duda alguna. La imagen típica de la HPB es el
SU
cia la zona central y de transición. Esta glándula puede levantamiento del borde inferior de la vejiga, con
llegar a pesar hasta 200 g; su textura es homogénea y rechazamiento de la porción terminal de los uréteres.
DA
en 50 % de los casos se pueden presentar calcifica- Entre los estudios urodinámicos, la uroflujometría
BI
El estudio ecográfico por ultrasonido ha pasado a metría, en especial el flujo máximo, se ha utilizado como
ser el primer elemento diagnóstico después del exa- marcador para definir la conducta quirúrgica, aunque
PR
men físico. Por ultrasonido transabdominal, con la ve- en realidad este parámetro, por sí solo, no garantiza
jiga llena, se pueden obtener imágenes de la HPB. El que la obstrucción sea el único responsable de su défi cit.
lóbulo medio no palpable por TR se hace evidente. Las En el anciano, el flujo máximo llega a caer hasta
dimensiones de la tumoración se pueden medir en 3 ejes: por debajo de 10 mL/s, aun sin existir obstrucción defi-
transversal, axial y coronal, y con estas medidas apli- nida. No obstante, se han marcado cifras de 15 mL/s o
car alguna de las fórmulas existentes para el cálculo más como normales o aceptables en un hombre de
del volumen. Los programas de los ecógrafos brindan 50 años o más y las menores de 10 mL/s, como cifras
el volumen automáticamente, al dar los valores de los que se suponen por obstrucción severa. El margen entre
3 ejes. 10 y 15 mL/s será la zona gris. Ahora bien, la uroflujo-
El utrasonido, además, brinda detalles de la ho- metría sí tiene gran valor evolutivo y el resultado de los
mogeneidad o no de la tumoración y pondrá en alerta distintos procedimientos terapéuticos aplicados a la
acerca de la posibilidad de nódulos de carcinoma HPB se miden por la mejoría del flujo máximo después
(nódulos ecolúcidos), no palpables al TR. En este sen- de recibido el tratamiento en cuestión, así como la per-
tido, el estudio ultrasonográfico transrectal brinda una manencia de esta mejoría en el tiempo.
mejor imagen, además del volumen total sobre la base La cistometría puede poner en evidencia contrac-
de cortes a diferentes niveles y cálculos computa- ciones involuntarias del detrusor, que hacen el diag-
dorizados por la máquina. nóstico de vejiga inestable. Esta condición, si bien pone
Tumores genitourinarios 239
en duda el restablecimiento a la normalidad después El despistaje de la infección urinaria exige el es-
de la desobstrucción, no constituye una contraindica- tudio del sedimento urinario y el urocultivo, si hubiera
ción para su realización. Dicho estudio debe ser indi cado leucocituria o piuria evidentes. La decisión de un trata-
cuando existen síntomas irritativos muy predominan- miento quirúrgico endoscópico o abierto obliga al estu-
tes y, por supuesto, cuando se implican elementos dio de otros parámetros como la glicemia, la función
neurológicos en el cuadro clínico (accidentes vasculares hepática y la coagulación.
encefálicos, enfermedad de Parkinson, traumas u ope- La dosificación del antígeno prostático específi-
raciones sobre el raquis, diabetes, etc.), de modo que co (APE) en sangre es obligada en el estudio de un
se pueda prevenir la persistencia de síntomas después enfermo con HPB. Si bien el APE se eleva tanto en la
de la desobstrucción. HPB como en el carcinoma prostático, no es menos
El estudio de las presiones uretrales (perfilo- cierto que se han establecido algunos límites de acuer-
metría), de forma estática, no parece brindar valores do con la edad del enfermo y el volumen de la HPB,
útiles, pues el mecanismo obstructivo se presenta du- que no deben ser rebasados si no existe carcinoma. Se
rante la micción. Algunos autores realizan la perfilo- trata, por tanto, de un examen que ayuda a descartar
metría miccional con un catéter de 3 luces, que se va la posible coincidencia del carcinoma de próstata.
extrayendo durante la micción, después de haber loca- Se acepta como cifra normal de APE la de 0,4 ng/mL
lizado por perfilometría estática la situación exacta del o menos. Esta cifra se puede alterar por manipulacio-
cuello y el esfínter externo. La prueba es compleja y nes sobre la glándula (TR, biopsia, resección endos-
no se ha generalizado. cópica) durante un tiempo variable. Dado que el volu-
ÓN
La electromiografía se reserva para los pacien- men de la HPB influye en la cifra total de APE, se ha
CI
tes con trastornos neurológicos, cuando se sospecha establecido la densidad de este, que se logra dividiendo
su valor entre el volumen de la tumoración prostática,
UC
que la obstrucción se debe más a la contracción del
esfínter externo durante la micción (disinergia detrusor expresado en gramos; de la misma forma, la variación
esfínter), que a la existencia de la HPB.
OD de estos valores en el tiempo se conoce como veloci-
En otros tiempos, la uretrocistoscopia era impres- dad del APE. En el acápite de carcinoma prostático se
PR
cindible para conocer con exactitud el estado de la vejiga puede ampliar al respecto.
RE
y sus posibles alteraciones relacionadas o no con la En todos los grupos de enfermos estudiados, el
HPB, el tamaño y conformación de la tumoración APE total muestra fallos, tanto por falsopositivos en
SU
miento a imponer.
APE libre; la relación entre ambos parece tener más
I
ÓN
observa en pacientes que tienen antecedentes de ciru- alcohol y los picantes.
CI
gía prostática. No obstante, la ausencia de tumoración Favorecer el ejercicio físico, en especial la marcha.
Evacuar la vejiga con frecuencia, sin exponerla a
UC
al TR y los estudios endoscópicos la ponen en evid encia.
Los trastornos neurógenos, capaces de provocarOD grandes volúmenes de orina por no responder a los
una obstrucción urinaria, se pueden presentar por sí deseos de orinar.
solos o en concomitancia con la HPB. Es importante
PR
la HPB. Los antecedentes de traumas externos y qui- Detener o disminuir el crecimiento de la tumora-
rúrgicos sobre el raquis, la existencia de síntomas y ción prostática: los estrógenos y los antiandrógenos,
SU
signos de neuropatías y las secuelas de accidentes así como los agonistas de la LHRH, utilizados en el
DA
vasculoencefálicos, pueden agravar la sintomatología tratamiento del cáncer prostático avanzado, sin lu-
BI
de una obstrucción ligera causada por la HPB y pro- gar a dudas detienen el crecimiento prostático e in-
I
vocar, por sí solos, verdaderos síndromes obstructivos. cluso disminuyen el volumen de la tumoración, al
OH
que se trata de una tumoración benigna. Solo los sínto- especial la impotencia, no justifican su uso. Los
mas y los hallazgos de signos que confirmen daño o progestágenos han sido utilizados con algún benefi-
repercusión sobre el tracto urinario lo justifican. cio: la medroxiprogesterona y otros derivados pro-
Tratamiento médico o quirúrgico. De acuerdo ducen alivio de los síntomas obstructivos, aunque no
con la situación específica de cada enfermo. En todos se ha demostrado una disminución significativa de
los casos se encamina a resolver o mejorar la obstruc- la tumoración.
ción urinaria y sus consecuencias; mayor calidad de El finasteride (Proscar MR), al bloquear la acción
vida, con la disminución de los síntomas, y a prevenir de la 5 alfa reductasa e impedir el paso de la
las complicaciones. testosterona a DHT, provoca una detención en el
Quirúrgico: crecimiento de la HPB y la disminución de su volu-
Síntomas obstructivos y/o irritativos intensos: puede men (demostrado por US), con escasos efectos se-
sustentarse por la uroflujometría y/o el Score Inter- cundarios al mantener los niveles normales de
nacional de Sintomatología Prostática. testosterona en sangre. Su efecto sobre los sínto-
Existencia de episodios de retención completa de mas obstructivos se hace más evidente en los que
orina. presentan una HPB de gran volumen, siempre que
Repercusión sobre el tracto urinario y/o complica- no haya un lóbulo medio culpable de la obstruc-
ciones (infección, litiasis, etc.) ción. Se aconseja su administración (5 mg/día)
Tumores genitourinarios 241
durante 6 meses para definir si se continúa con Cada vez son menores el sangrado y el peligro de
este medicamento o si se toma la decisión de ac- perforaciones, a medida que se van produciendo el
tuar quirúrgicamente. entrenamiento y la técnica ordenada. El síndrome post-
Se ha explorado la acción de los inhibidores de la RTU, tan frecuente cuando se utiliza agua como ele-
aromatasa tratando de disminuir la producción de mento irrigador, prácticamente desaparece al utilizar
estrógenos y por tanto mejorar la relación estróge- soluciones isotónicas no electrolíticas.
nos/andrógenos. La testolactona ha demostrado ser En la mayoría de las instituciones urológicas la
una potente inhibidora de la aromatasa y con su apli- RTU se practica en un porcentaje mayor que la cirugía
cación se ha logrado una reducción importante del abierta. Sin embargo, tenemos la impresión de que, por
volumen tumoral prostático y la mejoría de los sínto- razones diferentes, se indica la RTU con demasiada
mas. Se necesita más tiempo para dar el valor justo frecuencia y premura. En EE.UU. se acepta que 7 5 %
de su utilización. de los tratamientos realizados no tienen indicación pre-
Aliviar los síntomas irritativos del cuadro clínico: los cisa. En Cuba, por criterios de indicación, entrenamiento
medicamentos bloqueadores adrenérgicos alfa 1, al deficiente y escasez de equipamiento, la RTU es mi-
actuar sobre los receptores presentes en el cuello noría frente a la cirugía abierta de la próstata.
vesical y la próstata, disminuyen la hipertonía del Una variante de tratamiento transuretral es la
complejo vesicocervicouretral y facilitan la micción, vesicocervicoprostatotomía. Esta técnica consiste en
además de evitar la sintomatología irritativa. Estos realizar 1 o 2 incisiones por electrocirugía, desde el
bloqueadores, aunque cada vez se producen con trígono hasta el veromontanum, lo suficientemente pro-
mayor selectividad, provocan síntomas secundarios
ÓN
fundas como para garantizar la sección de las fibras
no deseados al actuar sobre otros receptores adre- del cuello vesical. Se señala como ventaja la rapidez
CI
nérgicos. del procedimiento, que permite una agresión anestésica
UC
Estos efectos secundarios incluyen desde la hipo- mínima y su escaso sangrado. Se indica en las
tensión ortostática hasta la hipotensión severa, por
OD tumoraciones pequeñas y sin lóbulo medio.
lo que su dosificación ha de hacerse cuidadosamen- La cirugía abierta de la HPB se indica en todo
te y no deben indicarse en pacientes que utilicen
PR
paciente que presente alguna de las condiciones cita-
hipotensores antagonistas del calcio. En la actuali- das para el tratamiento quirúrgico y cuya tumoración
RE
dad los bloqueadores adrenérgicos alfa 1 más utili- sea mayor que 60 g aproximadamente, en dependen-
zados son el prazosín, terazosín y alfuzosín.
SU
ÓN
pequeña. prostática con balones diseñados al efecto que logran
Otra forma de actuar con calor es la radiofrecuen- alcanzar presiones superiores a 4 atm, es un procedi-
CI
cia. Se ha diseñado un equipo endoscópico a través del miento que logra la desobstrucción y que, por lo poco
UC
cual, bajo visión, se introducen agujas en la HPB, a agresivo que resulta, puede realizarse con analgesia y
través de las cuales se logran temperaturas por OD sedación del enfermo y repetirse si fuera necesario.
radiofrecuencia que provocan necrosis tisular y por Se señalan como indicaciones la presencia de una
PR
tanto la reducción de la masa tumoral. Los promotores tumoración pequeña, sin lóbulo medio, en pacientes de
gran riesgo quirúrgico y en especial con retención com-
RE
conductoras del rayo, con puntas de diferente diseño, enfermos que por su estado no pueden ser interveni-
BI
ha logrado la fotocoagulación del tejido (puntas de pro- dos, conlleva posibles complicaciones, como son: el
I
yección en ángulo recto) o verdaderas vaporizaciones peligro de infección que obliga al uso de medicamen-
OH
e incisiones (puntas de contacto). El Nd-Yag láser y el tos constantes, el peligro de traumas ocasionados por
PR
Holmium-Yag láser con puntas de contacto permiten la propia sonda y los cambios necesarios, la limitación
realizar verdaderas resecciones transuretrales, con la social al depender de un colector urinario.
ventaja de lo exiguo del sangrado y la mayor facilidad Con vistas a sustituir la sonda uretral permanente
técnica. se ideó la prótesis endouretral que, de inicio, consistió
El posoperatorio de estos procedimientos es más en una espiral metálica que permite mantener la uretra
molesto y prolongado que en la RTU, por la disuria prostática abierta con libertad de acción del esfínter
marcada y la necesidad de sonda o cistostomía duran- externo, de manera tal que el paciente puede ejercer
te varias semanas, en algunos enfermos. La técnica control voluntario de la micción.
intersticial, donde el rayo láser es llevado al interior de Existen diseños en material plástico, de f ácil
la masa tumoral por fibras con punta en forma de agu- colocación; últimamente se están utilizando stents en
jas, que emiten el rayo en forma esférica, logra una forma de malla, que una vez colocadas quedan em-
reducción importante del tejido hiperplásico, sin san- potradas en la uretra prostática y se recubren por la
grado ni las molestias del posoperatorio de los otros mucosa, de esta manera, quedan como una prótesis
procedimientos con láser. permanente.
Se han ensayado, en animales, procedimientos Laparoscopia: se trata de una modalidad de tra-
extracorpóreos utilizando ondas similares a las de la tamiento que se encuentra en su fase inicial y deberá
litotricia extracorpórea y ondas ultrasónicas focalizadas, esperarse un tiempo prudencial para demostrar su uti-
con el objetivo de provocar altas temperaturas que den lidad.
Tumores genitourinarios 243
ÓN
No se puede hablar de límites anatómicos defini-
CI
dos, ya que la posición del riñón normal está sujeta a
variaciones considerables; el riñón derecho tiene un
UC
emplazamiento más bajo que el izquierdo, con una di-
OD
ferencia entre ambos de 1 a 2 cm. En la mujer, ambos
riñones tienen un emplazamiento más bajo que en el
PR
hombre.
RE
talidad del cuadrúpedo explica la inexistencia de Fig. 7.21. Elongación del pedículo renal derecho.
nefroptosis a este nivel en la escala zoológica.
DA
ÓN
La función de la pared abdominal en la patogenia
de la ptosis renal es evidente, y los factores que dismi- pedículo renal son responsables de albuminurias
CI
nuyen la presión abdominal, como adelgazamientos ortostáticas y microhematurias por congestión
UC
rápidos, embarazos, etc., son factores importantes para venosa. La hipertensión paroxística durante la crisis
provocar la nefroptosis y visceroptosis. OD de angor renal, por torsión-estiramiento, se relaciona
Conceptualmente, la causa del riñón ptósico se con la isquemia renal transitoria. La hematuria po-
PR
atribuye a una debilidad congénita o adquirida del dría ser provocada por la hipertensión venosa
RE
conectivo o de los músculos, y esto es válido si la ptosis intrarrenal y la consecuente ruptura de pequeñas ve-
se considera solo como una parte del proceso más ge- nas de un fórnix.
SU
neral y amplio de la visceroptosis, que hizo afirmar a Síntomas digestivos: acompañan al dolor, predomi nan
Glenardt: “Nunca nefroptosis sin visceroptosis”. sobre este o bien son síntomas únicos. Aparecen tras-
DA
Además de los factores principales antedichos, tornos dispépsicos, anorexia, náuseas, pesadez
BI
ÓN
dos de diagnóstico por imagen permitirán ubicar el pro-
blema, pero se han de tener presentes:
CI
Afecciones abdominales o pelvianas, con riñón ptósico
UC
inocente.
Nefroptosis manifiesta, con síntomas de otras vísce-
OD
ras abdominales.
PR
Riñón ptósico, con afección de otras vísceras de la
misma etiología: visceroptopsis.
RE
Estudios imagenológicos:
Urografía intravenosa: permite estudiar esta situa-
DA
ÓN
con prueba de furosemida en ambas circunstancias.
CI
TAC helicoidal angiográfica abdominopelviana con
UC
contraste urográfico.
OD
Tratamiento. Couvelaire expresó: “El enfermo
PR
cura de su nefroptosis, pero se queja de su nefropexia.
La mayor complicación de la nefroptosis es la nefro-
RE
pexia”.
SU
quirúrgica.
OH
ÓN
tar acodaduras. han resurgido técnicas quirúrgicas modernas, empleán-
CI
Fijación del riñón en buena posición, sin rotación de dose la vía laparoscópica, cuyos resultados habrá que
UC
su eje. esperar por mayor tiempo de empleo, para tomarlos
Evitar el empleo de suturas no reabsorbibles.OD como resultados superiores a los anteriores.
PR
RE
SU
El hidrocele se caracteriza por el cúmulo de líqui- como linfa, que luego se introducirá en los linfáticos de
PR
do seroso entre las láminas parietal y visceral de la la capa parietal de la túnica vaginal. Si estos se obstru-
túnica vaginal del testículo, aunque puede ocurrir den- yen, se producirá cúmulo de linfa en la cavidad del
tro del cordón espermático; se observa con más fre- hidrocele. Esta explicación no aclara por qué se blo-
cuencia rodeando el testículo. quean los linfáticos, a menos que haya afectación con-
Clasificación. Puede ser congénito o primario y comitante de los linfáticos retroperitoneales por filariasis
secundario o adquirido, este último agudo o crónico. o cicatrización posirradiación.
Congénito. Se observa en recién nacidos por Cuadro clínico. En el niño con hidrocele comu-
persistencia del conducto peritoneo-vaginal; en oca- nicante (es el más frecuente), se caracteriza por una
siones estos desaparecen alrededor de los 2 años de masa quística, pequeña y blanda en la mañana, pero
vida y solo se deben explorar en caso de persistir. más grande y tensa en la noche; en ocasiones, en el
Adquirido. Es secundario a infecciones, traumas niño pequeño es difícil establecer la diferencia entre
y tumores; también se plantea que puede surgir con hidrocele y hernia, sin embargo, toda masa ovoidea, no
posterioridad a la radioterapia. Se puede desarrollar en dolorosa, irreducible, que transilumine, puede ser iden-
forma crónica y es el más común; suele afectar a los tificada como hidrocele, aunque es bueno señalar que
hombres mayores de 40 años; su causa se desconoce. ambos procesos pueden coexistir.
Algunos autores plantean que el testículo no po- En el adulto se encuentra una masa intraescrotal
see linfáticos propios y el líquido del hidrocele actúa de aspecto ovoideo, no dolorosa, a menos que exista
248 Urología
un proceso inflamatorio subyacente; en ocasiones, por tesia local, espinal o general. Entre las técnicas más
su gran volumen puede provocar molestias al caminar, utilizadas se encuentran la de Bergmann, que consiste
por el tironamiento del cordón espermático; la superfi- en resecar el saco; la de Jaboulay y Wilkelman, que
cie es lisa, ya que distiende uniformemente la piel, y los consiste en evertir la vagina del testículo, y la técnica
pliegues aparecen borrados, de acuerdo con el tamaño de Lord, en la que se realiza la plicatura de los bordes
de la tumoración. del saco (Figs. 7.28, 7.29 y 7.30).
La consistencia es denso-elástica o renitente, se- En muchos lugares se realiza como tratamiento
gún el grado de tensión del líquido, que generalmente definitivo y de forma ambulatoria la punción y evacua-
impide palpar el testículo, aunque si el hidrocele es pe- ción del hidrocele, usando varios agentes esclerosantes,
queño, desplaza al testículo hacia atrás y abajo, siendo siendo la tetraciclina la más frecuentemente utilizada
posible palparlo, si es voluminoso el pene puede que- por sus propiedades irritativas y antibacterianas de
dar incluido en la piel escrotal lo que dificulta el acto amplio espectro. Este método es un procedimiento efi-
sexual. El cordón espermático está libre y normal (por caz en la consulta externa, que no conlleva riesgo, aun-
encima del hidrocele). que no está exento de complicaciones.
El hidrocele secundario se puede acompañar del
cuadro sintomático de la afección que le dio origen,
por ejemplo, traumas, tumor, infección, etc. En este
tumor la transiluminación positiva es característica y si
se trata de un hidrocele a tensión, tiene gran valor para
ÓN
diferenciarlo del tumor testicular.
CI
Diagnóstico. Los antecedentes, así como los sín-
UC
tomas y signos ya descritos, facilitan el diagnóstico, el
cual se confirmará mediante la transiluminación positi-
OD
va; también se realiza ultrasonido escrotal o el cente-
PR
lleo testicular.
Diagnóstico diferencial. Se debe realizar con
RE
la hernia inguinoescrotal, cáncer de testículo, quiste del Fig. 7.28. Técnica de Bergmann (resección del saco y liga-
SU
Fig. 7.30. Técnica de Lord (plicatura con suturas del borde del saco).
ÓN
CI
UC
OD Pedro Molina Boronat
PR
RE
Es un proceso crónico, que se caracteriza por la Sexual: congestión sexual repetida por excesos
SU
dilatación varicosa del cordón espermático, debido a sexuales, masturbación o excitaciones prolongadas,
DA
Etiopatogenia. Se señalan diversos factores: dependen de que el varicocele sea idiopático o secun-
Anatómico: la vena espermática izquierda desem-
PR
alargadas, con una masa de venas dilatadas, tor tuosas, sugiere evitar las congestiones sexuales. El tratamien-
situadas por detrás y por encima del testículo, que en to definitivo es quirúrgico y solo se indica ante el
ocasiones se extiende hasta el anillo inguinal externo. varicocele doloroso, en los casos en que por su tamaño
Otras veces las dilataciones son pequeñas y se le indi- produzca molestias al paciente.
ca al paciente realizar la maniobra de Valsalva para También se practicará la cirugía cuando se en-
aumentar el grado de la dilatación venosa; esta manio- cuentren alteraciones en la espermatogénesis, en pa-
bra no se realiza en los niños. En la posición de acosta- cientes en los cuales se estudia una infertilidad y pade-
do la dilatación venosa puede desaparecer. cen la enfermedad. En Cuba se les realiza tratamiento
En el varicocele se distinguen 3 estadios clíni- quirúrgico a los jóvenes que van a cumplir el servicio
cos: en el primero no se presentan síntomas y en la militar y que son enviados a la consulta de urología
posición horizontal la dilatación venosa desaparece; porque se diagnostican durante el chequeo médico pre-
el segundo se caracteriza por el comienzo del dolor y vio a su incorporación.
las venas dilatadas se encuentran más abajo del ex- Se han descrito muchas técnicas quirúrgicas, que
tremo superior del testículo; en el tercero las venas consisten en la ligadura y resección de las venas esper-
dilatadas se pueden palpar más abajo del extremo in- máticas; entre las más utilizadas se encuentra la técni-
ferior del testículo, el paciente refiere dolor y pueden ca de Palomo (Fig. 7.31): la ligadura y sección de las
aparecer trastornos de la espermatogénesis . venas espermáticas se realiza a unos 3 cm por encima
Diagnóstico. Muchas veces se realiza por el del orificio inguinal interno. La técnica de Amelar y
examen físico de rutina en los genitales, ya que en oca- Dubin se lleva a cabo al nivel del anillo inguinal interno;
ÓN
siones es sintomático; otras se diagnostica por el cua- la de Ivanissevich, al nivel del canal inguinal, etc.; tam-
dro clínico y el examen físico; también se indican estu- bién se han realizado varias anastomosis entre la vena
CI
dios de ultrasonido Doppler escrotal, el cual es muy útil espermática y otras, como, por ejemplo, la epigástrica
UC
en el varicocele subclínico; termografía escrotal, veno- inferior, iliaca, safena, etcétera.
grafía y arteriografía renal, así como venografia escrotal.
OD En los últimos años se ha practicado la emboliza-
Tratamiento. Se puede indicar el suspensorio ción percutánea del varicocele y más actualmente la
PR
escrotal, que puede aliviar las molestias; también se varicocelectomía laparoscópica trans o extraperitoneal.
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
ÓN
un hallazgo, casi como variante de la normalidad.
CI
Los quistes renales simples son bolsas llenas de
fluido, que se forman en los pequeños tubos de los ri-
UC
ñones. No se conoce con seguridad la causa de los
OD
quistes renales; en realidad, los quistes simples no
dañan los riñones y, por lo tanto, no necesitan trata- Fig. 7.32. Quiste renal cortical simple.
PR
presión sobre los órganos vecinos, infectarse, sangrar Poliquistosis autosómica recesiva (infantil). Se
o causar hipertensión arterial.
SU
agua por dentro; casi siempre son benignos. Usual- Poliquistosis autosómica dominante (adulto).
I
mente no causan problemas, de hecho, muchas veces Si bien todos los casos se descubren entre los 30 y
OH
Por otra parte, se sabe que la enfermedad quística los neonatos; rara vez la insuficiencia renal se observa
renal se asocia a la formación de quistes, al nivel de ante de los 40 años de edad.
otros órganos, y que en el mundo muchos autores con- El riñón multiquístico del recién nacido es unilate-
sideran este conjunto de entidades quísticas en 2 gran- ral, no se hereda y se caracteriza por una masa de
des grupos: hereditarios y no hereditarios. quistes, irregularmente lobulada; puede o no haber
Epidemiología. El quiste simple, que también se uréter.
conoce como seroso, aparece según Heptinstall en 1 de Etiopatogenia. En la clasificación de las enfer-
medades quísticas renales se describen 3 grupos:
cada 2 hombres mayores de 50 años. Son unilaterales
1. Quistes displásicos.
en 94 % de los casos y bilaterales en 6 %. Topográ-
2. Enfermedades quísticas hereditarias.
ficamente asientan en el polo superior (28 % de los
3. Otros quistes renales.
casos), polo inferior (35 %), mesorrenales (14 %) y en
el resto del riñón (22 % aproximadamente). En la figu- Con respecto a la causa exacta de los quistes
ra 7.32 se muestra un quiste renal cortical simple. simples, aún no se ha aclarado si son congénitos o ad-
Entre otras entidades pertenecientes a las afec- quiridos; su origen puede ser semejante al de los riño-
ciones quísticas renales se encuentran la poliquistosis nes poliquísticos, es decir, la diferencia entre estos puede
autosómica recesiva (infantil) y la poliquistosis autosó- ser solo por el grado. En cuanto a los riñones poliquís-
mica dominante (adulto). ticos o la poliquistosis renal se conoce que el trastorno
252 Urología
ocurre desde el punto de vista embriológico, por un Anatomía patológica. Desde el punto de vista
defecto en el desarrollo de los túbulos colectores y uri- macroscópico, ya fue descrita anteriormente.
narios y en el mecanismo de su unión. Los túbulos Microscópicamente presenta 3 capas (de dentro
secretores y ciegos que se hallan conectados a glomé- afuera):
rulos funcionantes se vuelven quísticos. Conforme 1. Un revestimiento epitelial.
estos quistes se agrandan, comprimen el parénquima 2. Una lámina conjuntiva.
adyacente, lo destruyen por la isquemia y ocluyen los 3. El parénquima renal.
túbulos normales.
El resultado es el daño funcional progresivo. Se Cuatro nociones son necesarias:
ha comprobado la relación entre los quistes renales y 1. Es excepcional que estén revestidos de epitelio
otras afecciones como los quistes hepáticos y pancre- paramalphigiano.
áticos, aneurismas cerebrales, trastornos en las válvu- 2. Algunos parecen de localización en médula renal.
las cardiacas, hasta 10 % de prolapso de la válvula 3. Presentan fibras musculares lisas en su pared.
mitral o la aparición de hernias inguinales, divertículos 4. No existen lesiones displásicas verdaderas aso-
intestinales y cólicos renales.
ciadas al quiste.
ÓN
vos al líquido quístico y se ha observado que no pasan.
CI
Diagnóstico. Además de los antecedentes, el
Son sacos pequeños, ovalados o redondos, de
cuadro clínico y el examen físico solo revelan algunos
UC
paredes delgadas, que contienen agua por dentro; casi
datos, en caso de observar algunas de sus complica-
siempre son benignos, usualmente no causan proble- OD ciones, ya que la evolución de esta afección es gene-
mas, incluso, el paciente puede pasar la vida sin siquie-
ralmente silente. Se centrará la atención en la explora-
PR
ra saber que los tiene.
Cuadro clínico. Pueden evolucionar de manera ción urinaria, desde el punto de vista radiográfico:
RE
ÓN
sencia de refuerzo tras la administración de con-
CI
traste; asimismo se puede realizar la TAC helicoidal Fig. 7.34. Quiste simple en riñón derecho (urografía excretora).
UC
que tiene como ventaja, con respecto a la conven-
cional, menos artefactos y presenta la posibilidad de
OD
reconstruir imágenes de forma retrospectiva y a
PR
cualquier nivel (Figs. 7.35 y 7.36).
RMN: no aporta mayor información que la TAC y
RE
hiperdensos.
BI
I
OH
PR
ÓN
una evolución satisfactoria de los pacientes interveni- poliquistosis renal autosómica recesiva (PRR) tiene un
CI
dos por esta vía (Fig. 7.37). espectro de severidad, y las formas más severas aparecen
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
ÓN
hipertensión más lentamente que aquellos en los cua-
CI
les la PRR se manifiesta en el momento del nacimien- Fig. 7.38. Riñón poliquístico infantil.
to. En general, los problemas clínicos de estos niños
UC
son consecuencia de la enfermedad hepática, más que
OD sido reconocida en los neonatos. Pocas veces la insu-
del trastorno renal. ficiencia renal se observa antes de los 40 años de edad.
Anatomía patológica. Los riñones conservan la
PR
La forma autosómica dominante de enfermedad renal
lobulación fetal. Al remover la cápsula se pueden apre-
poliquística es una causa importante de insuficiencia
RE
los tubos colectores. La superficie de corte permite todos los cuadros tratados por hemodiálisis. El rasgo
observar los túbulos dilatados con una disposición ra- de enfermedad renal poliquística posee una penetrancia
DA
diada desde el cáliz hasta la c ápsula. de 100 % y dado que se transmite como un rasgo
BI
y las neuronas, debido a la hiperplasia (Fig. 7.38). pal en los neonatos es la renomegalia. En los casos
Tratamiento. No existe un tratamiento curativo más severos se puede observar un distrés respiratorio
para la PRR. Los cuidados respiratorios pueden redu- significativo o el niño nace muerto. Cuando la enfer-
cir las molestias y prolongar la vida del niño. Los pa- medad se manifiesta después del primer año de edad,
cientes que sobreviven a menudo deben ser tratados los signos y síntomas principales se relacionan con la
por hipertensión, insuficiencia cardiaca congestiva e hipertensión y el aumento de tamaño de los riñones
insuficiencia renal o hepática. La hemodiálisis y el tras- disfuncionantes.
plante renal deben ser considerados en algún momen- En los casos típicos, cuando esta afección se
to de la evolución de estos pacientes. manifiesta en una fase más tardía de la vida, adopta
2 formas. En una de ellas, los pacientes se presentan
en la cuarta década de la vida con dolor lumbar,
Poliquistosis renal autosómica hematuria, infección del tracto urinario, síntomas
dominante del adulto gastrointestinales y cólicos renales. Se supone que los
trastornos gastrointestinales se deben a la compresión
El término enfermedad poliquística del adulto es mecánica producida por los riñones y que el cólico re-
inadecuado. Si bien la mayoría de los casos se descu- nal sería secundario al pasaje de coágulos sanguíneos o
bre entre los 30 y 50 años de edad, esta afección ha cálculos.
256 Urología
En el segundo tipo, los pacientes, por lo común, nal, determinaron que el pronóstico de los pacientes
se presentan en la cuarta década de la vida con insu- con enfermedad renal poliquística mejorara notable-
ficiencia renal e hipertensión. La condición poliquística mente, además de la hemodiálisis, la diálisis peritoneal,
de la enfermedad renal poliquística no se limita a los el trasplante renal, así como otros medios quirúrgicos
riñones. La presencia de quistes hepáticos, en general laparoscópicos que disminuyen la morbilidad.
identificados de forma accidental en una ecografía,
contribuye a su diagnóstico. Los quistes son más fre-
cuentes en los adultos que en los niños (Fig. 7.39). Riñón multiquístico unilateral
El riñón multiquístico del recién nacido es unilate-
ral; no se hereda y se caracteriza por una masa de
quistes, irregularmente lobulada; puede o no haber
uréter.
El único dato clínico es una masa irregular en los
flancos. Esta anomalía metanefrogénica no posee fun-
ción renal. Se diferencia del riñón poliquístico su unila-
teralidad. La función, en conjunto, es normal.
El examen microscópico revela únicamente unos
cuantos glomérulos y túbulos embrionarios. Se encuen-
ÓN
tran otras evidencias de displasia. En estos casos se
CI
indica la nefrectomía.
UC
OD
Enfermedad quística renal
PR
adquirida
RE
Fig. 7.39. Riñón poliquístico del adulto. la diálisis y las enfermedades renales en fase terminal;
BI
Anatomía patológica. Los quistes renales pue- diálisis durante 5 años presenta esta afección.
den medir entre algunos milímetros y centímetros de Los pacientes buscan ayuda médica cuando ob-
PR
diámetro; aparecen de forma difusa en toda la corteza servan la presencia de sangre en la orina (hematuria),
y la médula, con comunicaciones a diversos niveles de aunque es frecuente la asociación de tumor renal con
la nefrona. esta afección. En estos casos ya existe un régimen de
Tratamiento y pronóstico. Los avances en el tratamiento, por los trastornos renales, y en muy pocas
diagnóstico y tratamiento de la infección urinaria, la ocasiones se utiliza la cirugía para remover los quistes
hipertensión arterial, los cálculos y la insuficiencia re- por el sangrado o para extirpar el tumor.
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DA
Capítulo 8
ÓN
Ramiro Fragas Valdés
CI
UC
OD
La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad permanente para lograr y/o mante-
ner una erección suficiente para alcanzar una actividad sexual satisfactoria, según
PR
referencias del paciente y/o su pareja, o bien sobre la base de pruebas objetivas, en un
RE
Asociada con otro trastorno sexual (eyaculación precoz, disminución del deseo, etc.).
BI
I
OH
ÓN
tanto, al corazón, cerebro, riñón, miembros inferio- Tipo I: grandes venas insuficientes o ectópicas, ge-
CI
res, etc., lo que repercute en órganos vitales y afec- neralmente congénitas; se puede manifestar en hom-
ta la salud general de los que la padecen. Muchas bres jóvenes. En nuestro criterio, hoy día este sería
UC
veces, la DE descubre a un individuo en riesgo. el único tipo que, bajo una rigurosa selección de ca-
OD
Insuficiencia renal crónica (IRC): 40 % de todos los sos bien protocolizados y con un equipo médico ex-
que padecen esta afección, presentan DE. perimentado, tiene indicación de cirugía venosa.
PR
Insuficiencia hepática: de 25 a 70 % presentan DE. Tipo II: disfunción o anomalías en la túnica albugínea:
RE
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Tipo III: incapacidad para la relajación por fibrosis o
degeneración del músculo cavernoso (diabetes
DA
30 %.
Enfermedad de Peyronie. mellitus, arterioesclerosis), por disfunción de los ca-
BI
derar un problema de salud pública importante, no solo Factores psicogénicos: la información puede ori-
por la frecuencia, sino también por el impacto negativo ginar miedo a padecerla.
Medicamentos para el tratamiento de la enferme-
en la calidad de vida.
Más recientemente, el primer estudio prospectivo dad y/o sus complicaciones.
sobre la incidencia de DE en Latinoamérica, sugiere
Pruebas diagnósticas específicas. Se deben
que cerca de un millón de casos nuevos de DE tienen
discutir con el paciente las pruebas y opciones tera-
lugar todos los años en Brasil, en hombres entre 40 a
péuticas con que se cuenta, grado de invasividad, posi-
70 años.
bles complicaciones y resultados esperados, los cuales
Se estima que a nivel mundial más de 150 millo- deben responder a sus expectativas.
nes de hombres sufren DE en grados diferentes; solo Premisas del diagnóstico de DE:
10 % consulta por dicha afección y cuando lo hace, Se deben tener en cuenta el costo, riesgo y beneficio
muchas veces es tarde, por presentar daños irreversi- de dichos estudios.
bles, tanto físicos como psíquicos, lo que repercute Multidisciplinario y escalonado, desde el nivel prima-
ÓN
considerablemente en la esfera biopsicosocial y, por rio hasta el secundario y/o terciario, de investigacio-
CI
consiguiente, en sus relaciones interpersonales. Se es- nes menos a más complejas.
UC
tima que para el 2025 habrá 322 millones de hombres Realizar una buena historia clínica general y
con DE. OD psicosexual.
Tener en cuenta que muchos pacientes con DE re-
suelven o mejoran su afección cuando se controla la
PR
Es muy importante reconocer que, debido a fac- pruebas invasivas y costosas, lo que se puede lograr
DA
tores vasculares o degenerativos, o por la conocida mediante la mejoría de su condición médica y tal vez
BI
Cuestionario abreviado (IIFE-5): ción del pene (descartar fibrosis) y los testículos (des-
Instrumento diagnóstico abreviado para evaluar el cartar hipogonadismo), examen digitorrectal de la
grado de DE (consta de 5 preguntas; se incluyeron próstata (EDR) o tacto rectal (TR); se debe tener
las preguntas 5 , 15, 4, 2 y 7 del IIFE). en cuenta evaluar el tono del esfínter anal y las ca-
Con elevado grado de sensibilidad (0,98), tasa eleva- racterísticas de la próstata.
da de verdadero positivo, y especificidad (0,88), tasa Evaluación psicosocial: preguntar si existen trastor-
baja de falsonegativo. nos de la eyaculación (precoz, retardada o retrógra-
Interpretación: da), ansiedad de desempeño, relación con la pareja,
Más de 21 puntos: no existe DE. técnicas sexuales utilizadas, motivaciones y expec-
De 20 a 16 puntos: DE ligera. tativas sobre la sexualidad.
De 15 a 10 puntos: DE moderada. Pruebas de laboratorio, recomendadas de forma ge-
Menos de 10 puntos: DE severa. neral: hemograma, glicemia, lípidos y hemoglobina
glicosilada (si fuera un diabético conocido). Si tiene
Estos cuestionarios se han generalizado en los 50 años o más, realizar antígeno prostático específi-
ensayos clínicos y han sido útiles, pero en la práctica co (PSA). Ante la sospecha de hipogonadismo, rea-
clínica tienen mucha sensibilidad y para algunas perso- lizar testosterona sérica (niveles bajos requieren su
nas son difíciles de interpretar, por lo que se podrían repetición y/o realizar testosterona libre, prolactina y
emplear otros. LH). Si se sospechan trastornos de la función tiroidea,
Elementos clínicos del tratamiento de la DE en el realizar pruebas de función tiroidea.
ÓN
diabético:
CI
La DE puede ser anterior al reconocimiento de anor- Estas son las pruebas estandarizadas, nacional e
internacionalmente, pero muchas veces su realización
UC
malidades en la tolerancia a la glucosa.
La DE puede preceder las demás complicaciones; depende del caso en particular y de los recursos dispo-
su instalación es gradual e insidiosa (en meses o
OD nibles. Otras se harán según el criterio del médico
años). sexólogo tratante o del grupo multidisciplinario:
PR
pensada.
so del pene, y se espera la respuesta eréctil.
I
potenciales evocados somatosensoriales del pene D2, mesencéfalo e hipotálamo (núcleos paraven-
(PEESP), incluida la electromiografía de los cuerpos triculares).
cavernosos (EMGcc), biopsia de cuerpos caverno- Activación de receptores D2 dopamina: estimula
ÓN
Mantener un buen control de las enfermedades cró- No interacciona con alimentos, ni medicamentos
CI
nicas no transmisibles (ECNT) y los factores de ries- por evitar el metabolismo hepático.
go modificables (FRM).
UC
Su utilización, limitada a DE psicógena y biogénica
Drogas orales: apomorfinas (uprima), IFDE-5 leve.
(sildenafil, vardenafil, tadalafil).
OD Inhibidores de la IFDE-5: citrato de sildenafil:
Tratamiento hormonal sustitutivo, cuando se demues- Se absorbe por vía oral; su acción se inicia en
PR
tre un déficit de testosterona. 25 min (60 min como promedio), activo entre 4 y
RE
5 h, 1 vez/día.
Un tratamiento ideal para la DE debe cumplir Actúa solamente como respuesta a la estimulación
SU
Elevada tasa de éxito. facial (de 7 a 34 %), congestión nasal (de 4 a 19 %),
OH
la respuesta a este medicamento en pacientes con DE conocer si los pacientes tienen criterio para tomar
predominantemente biogénica, en lo fundamental mo- sildenafil y si responden o no al medicamento, de ex-
derada y severa, con dosis progresiva entre 50 y traordinaria ayuda en la terapia sexual, además de con-
100 mg, según la respuesta eréctil: Lumix (Gautier siderarse la droga ideal, cuando sea accesible a los
Bagó), 43 pacientes; sildenafil MK, 60 pacientes, y más de 100 millones de hombres que presentan DE en
sildenafil (synthesis), 80 pacientes, para un total de 183 el mundo, por lo tanto, debe ser barato.
tratados. Segunda línea de tratamiento de la DE:
En el primer estudio se demostraron las causas Inyección intracavernosa de drogas vasoactivas
siguientes: DE psicogénica (6), DE vascular (19), DE (IDV): prostaglandina E 1 /PGE 1 , papaverina,
neuromiogénica (4), DE por diabetes (12), DE por fentolamina o clorpromacina.
prostatectomía radical (2); en general respondieron 33 PGE1 intrauretral (MUSE).
(77 %). Con el sildenafil MK, en dosis de 50 mg, Vacuum (equipo de vacío).
respondieron 40 pacientes (67 %); de 20 que no res-
pondieron con esta dosis, al aumentarla a 100 mg res- Tercera línea (tratamiento quirúrgico en
pondieron 11, para una buena respuesta, en general de sexología): muchas de estas técnicas se aplican de
51 pacientes (85 %). manera estandarizada, con buenos resultados, en ca-
Al realizar un análisis de la respuesta en este gru- sos bien seleccionados y bajo consentimiento informa-
po, según el grado de DE, se pudo apreciar que de los do; otras se han aplicado como ensayos clínicos
25 pacientes con DE moderada (42 % del total), res- protocolizados (protocolos), por tener indicaciones muy
ÓN
pondieron 21 (84 %) y de los 4 que no habían respon- precisas y no estar generalizadas, como hace algunos
CI
dido, 3 lo hicieron con 100 mg, para una respuesta de años, lo cual explica sus fracasos.
Circuncisión: si fuera necesaria en diabéticos o como
UC
96 % en este grupo.
Cuando se analizó la respuesta de los 35 pacien-
OD abordaje de otras cirugías, incluidas las de la enfer-
tes con DE severa (54 %), 19 respondieron con 50 mg medad de Peyronie y protésica.
(54 %); de los 16 que no habían respondido, 8 tuvieron Cirugía de la enfermedad de Peyronie (estandariza-
PR
torial: 26 eran hipertensos, de ellos, 14 tomaban Cirugía de alargamiento y/o engrosamiento peneano
DA
los 45 (56 %) con DE severa, respondieron 30 (67 %). Prótesis flexibles o semirrígidas.
Con dosis de 50 mg respondieron 56 (70 %); al au- Prótesis maleables.
mentarla a 100 mg, respondieron 10 más, para una Prótesis hidráulicas de 1 componente.
respuesta total de 66 (82 %). Prótesis hidráulicas de 2 componentes.
Las causas en esta serie fueron similares: enfer- Prótesis hidráulicas de 3 componentes.
medad vascular y neuromiogénica, poscirugía radical
de próstata, hipertensión arterial (20), con uso de Prótesis maleables:
atenolol, diuréticos, consumo de cimetidina, hábito de Fácil de usar.
fumar (37), y diabetes mellitus (16). En general, la res- Procedimiento quirúrgico sencillo.
puesta fue favorable en 150 (82 %) de los 183 que Más económica.
tomaron el sildenafil, pero al realizar un análisis de los
41 pacientes diabéticos, se pudo apreciar que respon- Desventajas:
dieron 29 (71 %), lo cual permitió concluir que la res- El pene está permanentemente rígido.
puesta al sildenafil depende de la dosis y del grado de
la DE de cualquier causa y que el algoritmo de estudio Prótesis inflables o hidráulicas:
puede comenzar por controlar los factores de riesgo, Ventajas:
evaluar y atender los aspectos psicológicos de la D E y Bomba pequeña, cómoda y fácil de usar.
Uroandrología 271
Más fisiológica, ya que el paso al estado flácido se Flexibles (semirrígidas): son prótesis de silicona, que
realiza fácil y rápidamente (en 4 o 5 bombeos). regresan a su posición inicial.
Maleables (semirrígidas): son prótesis de silicona,
Desventajas: que permiten recuperar su posición inicial cuando
Más cara. se flexionan, lo que se logra gracias a su “alma de
Técnicamente algo más compleja. plata o acero”.
Requiere de instrumental y entrenamiento especial Hidráulicas de 1, 2 o 3 componentes (cuerpo inter-
para su colocación. no, dentro del pene, sistema de bombeo, situadas en
el escroto y reservorio, habitualmente en el espacio
Algunas consideraciones prácticas de la ci- de Retzius, paravesical): son mucho más caras que
rugía protésica peneana. Entre 30 y 40 % de los las flexibles y maleables.
pacientes con DE severa, que no responden a los me-
dicamentos más empleados y serán los candidatos más Seguidamente se debe plantear ¿dónde y cómo
fuertes a inyección intracavernosa de drogas vasoac- se va a operar?
tivas o cirugía protésica. Dónde es importante porque no se pueden vio-
¿Cuándo se indica un implante protésico peneano? lar las normas técnicas. Se debe hacer absolutamen-
Cuando los pacientes no responden o no aceptan la te en un quirófano que esté aseptizado y se tratará de
terapia médica oral o intracavernosa disponible, por que sea la primera cirugía que se haga en el día, luego
resultarles incómodas o dolorosas. de una cuidadosa y especial desinfección. El riesgo
ÓN
Cuando estos medicamentos se contraindican por más importante de un paciente sometido a un acto qui-
CI
enfermedades sistémicas paralelas u otras condi- rúrgico es la infección, por tanto, se tomarán todas las
UC
ciones locales. medidas posibles para evitarla.
OD Cómo es muy importante antes de iniciar el acto
Entre el 28 y 31 de agosto de 2002, el I Consenso quirúrgico de un implante protésico peneano:
Latinoamericano de Disfunción Eréctil de la SLAIS 1. Se dispondrá de varios números repetidos del
PR
reconoció las indicaciones siguientes: modelo a implantar, ya que puede estar defectuo-
RE
1. Individuos con DE de causa orgánica, en los que so o bien porque en la maniobra quirúrgica se pue-
otras modalidades de tratamiento no son satisfac- de perforar o deteriorar el implante, de manera
SU
torias, bien por sus contraindicaciones o porque que se pueda hacer la elección de una nueva pró-
DA
2. Individuos con DE psicogénica refractaria a la 2. Para contribuir a evitar la infección, se debe lo-
I
terapia convencional, incluso a la psicoterapia bien grar que haya muy poco tráfico en el quirófano.
OH
del profesional en salud mental. lo más corto posible (el riesgo de infección tam-
bién depende del tiempo de la cirugía).
La evaluación psicológica del paciente debe ser
cuidadosa. Se evitarán falsas ilusiones (falsas expec- Orientaciones prácticas para la cirugía protésica:
tativas o altas expectativas) en lo que respecta al re- 1. El uso profiláctico de antibióticos está bien esta-
sultado, por ello se recomienda evitar la indicación de blecido; se deben administrar, por lo menos, 2 h
implante de prótesis en pacientes muy ansiosos, depri- antes de la intervención (quinolonas, cefalospo-
midos o con baja autoestima, no tratados. rinas, aminoglucósidos, vancomicina, etc.). Lavar
Siempre hay que trabajar en estos aspectos: el instrumental e irrigar los tejidos con soluciones
consejería, acompañamiento psicológico, bajarles las de estos antibióticos.
expectativas y hablarles del consentimiento informa- 2. La tricotomía o rasurado debe ser realizada
do, teniendo en cuenta las posibles complicaciones. Este preoperatoria inmediata y la antisepsia del campo
aspecto es tratado con el paciente y su pareja y es de operatorio debe ser rigurosa.
gran valor la intervención de los especialistas en salud 3. El implante puede ser realizado con anestesia lo-
mental. cal, bloqueo medular (regional) o general.
Clasificación de las prótesis peneanas por sus 4. La vía de acceso para las prótesis semirrígidas o
características físicas: maleables puede ser: penoescrotal, subcoronal o
272 Urología
perineal, mientras que la prótesis inflable puede tivación fibroplástica, insuficiente fibrinólisis y forma-
ser colocada por vía penoescrotal o infrapúbica. ción de queloide subfacial.
5. Se puede usar el catéter Foley para evitar una ¿Por qué se afecta la sexualidad? Puede provo-
lesión uretral, protegiéndola con el dedo índice al car disfunción sexual por:
abrir el cuerpo cavernoso. Trastornos psicológicos, debido a la deformidad del
6. Apertura lateral de la albugínea y dilatación del pene y no saber qué está pasando.
cuerpo cavernoso, conservando en lo posible el Biogénicos:
tejido eréctil, para evitar un daño innecesario de La angulación afecta, en algunos casos, la pene-
este, lo cual previene la infección y permite lograr tración vaginal.
una erección periprotésica, que le da un aspecto Puede llegar a la DE por infiltración de las venas
más fisiológico.
emisarias, que afecta el mecanismo venooclusivo.
7. Se debe evitar la abertura del embalaje de la pró-
tesis y su exposición al aire, hasta el momento
efectivo de su utilización. Variantes terapéuticas:
8. El procedimiento quirúrgico debe ser cuidadoso Medicamentos orales: vitamina E, potaba, esteroides,
para evitar hematomas en el posoperatorio. colchicina y propóleo.
9. Realizar las mediciones del cuerpo cavernoso y Medicamentos intralesionales: interferón y vera-
colocar la prótesis de 0,5 a 1 cm menor. pamilo.
10. Cierre con sutura reabsorbible a mediano plazo Terapia física: láser blando, iontoforesis y ultrasoni-
do.
ÓN
(vicril, assulfil, monocril o PDS 2-0).
Cirugía paliativa y/o protésica.
CI
Complicaciones principales de la cirugía protésica
UC
peneana: La eficacia de la cirugía paliativa es de 90 a 95 %,
Hematomas.
OD en casos muy bien seleccionados, con uno o más años
Lesión uretral. de evolución, y enfermedad estable de más de 6 me-
PR
Edema y balanopostititis. te, que afecte la penetración vaginal, así como rigidez
Perforación de la albugínea del cuerpo cavernoso. suficiente para lograrla, es decir, que no presente DE,
SU
Defectos mecánicos en las prótesis. Tratamiento. Debe estar relacionado con la cau-
BI
Insatisfacción con el tamaño (espesor y/o extensión). sa, pero como esta permanece oscura, se tendrán en
I
OH
ÓN
reja, aunque muchas veces no se pueda afirmar cate- Neoplasias: testículos, próstata, vejiga, hígado, hipó-
CI
góricamente la causa del problema. El especialista en fisis.
Salud Mental también puede ser muy útil en el acom- Factores inmunológicos: se pueden detectar anti-
UC
pañamiento psicológico de las parejas infértiles. cuerpos antiespermatozoides en la sangre y el se-
OD
Aspectos éticos. Cuando una pareja acude a la men, sobre todo asociados a biopsia testicular,
consulta de infertilidad, es obligación del médico reali zar trauma, infecciones, vasectomía y varicocele.
PR
una evaluación exhaustiva y realista de su problema. Alteraciones genéticas conocidas, sobre todo aso-
RE
inciertas de mejorar su situación con los tratamientos nes cromosómicas numéricas, mediante la realiza-
disponibles. Deben participar de la decisión terapéutica. ción de cariotipo en sangre periférica, por ejemplo,
DA
son multifactoriales. A continuación se mencionan los estructurales, pudiendo detectarse translocación, in-
I
más importantes:
OH
cuidadoso del contenido escrotal, acostado y de pie, fructuosa, fosfotasa ácida, glicoril fosforilcolina (GPC)
para descartar, en primer lugar, epididimitis aguda o y carnitina, entre otros. Cuando existe fructuosa baja,
crónica, varicocele de mayor o menor grado (visi- con volumen seminal bajo, pH ácido, GPC y carnitina
ble, palpable, Valsalva positivo o sin varicocele clíni- bajos, indica posible agenesia, hipoplasia de vesículas
co); si existe alguna tumoración testicular o inguinal seminales u obstrucción de vías seminales.
(hernias); presencia o no de los conductos deferen- Estudio hormonal. Se debe realizar cuando se
tes; observar la salida del meato uretral, para des- sospecha hipogonadismo y existe azoospermia u
cartar hipo o epispadias y la realización del tacto oligozoospermia severa.
rectal, para evaluar las características de la prósta ta. La FSH es la hormona hipofisaria que estimula al
Análisis de semen (seminograma o espermograma): testículo para producir espermatozoides (función
es el estudio de laboratorio más importante en la exocrina). Su elevación es un signo predictor de daño
infertilidad. Dicha evaluación se hará teniendo en testicular, presumiblemente irreversible, aunque esto
cuenta las recomendaciones de la Organización no siempre se cumple, pero indica un pronóstico reser-
Mundial de la Salud (OMS), cuyos parámetros más vado.
importantes son los siguientes: La LH es la hormona hipofisaria que estimula al
Volumen: de 1,5 a 5 mL. testículo para producir la testosterona (función endo-
pH: entre 7 y 8. crina).
Cuando se presenta un daño pantesticular, como
Clasificación. Según el conteo: ocurre en algunos casos de hipogonadismo, se afectan
ÓN
Mayor o igual a 20 millones de espermatozoides/mL: tanto la función exocrina como endocrina, y se elevan
ambas hormonas. Casi siempre la función endocrina
CI
normozoospérmicos.
Menos de 20 millones y mayor o igual a 10 millones/mL: se conserva en los casos con daño severo de la fertili dad.
UC
oligozoospermia ligera. Es muy poco frecuente que ocurra una disminu-
Entre 10 y 5 millones/mL o más: oligozoospermia ción de las hormonas hipofisarias (FSH y LH princi-
OD
moderada palmente).
PR
Cuando no existen espermatozoides en el eyaculado: que se eleva en los casos de micro o macroadenomas
azoospermia. Esta, a su vez, puede ser secretora de hipófisis; se deben realizar determinaciones de esta,
SU
(pretesticulares y testiculares) y excretora (postes- sobre todo en los hombres infértiles con ginecomastia
ticulares), por ausencia u obstrucción congénita o y galactorrea.
DA
Progresión lineal lenta, mayor o igual a 25 %, de culina, entre los más importantes se mencionan: ultra-
manera que la suma de a + b sea mayor o igual a sonido Doppler, ecografía transrectal y testicular,
50 %. La alteración de la movilidad solamente, con vasografía o deferentografía y flebografía espermática
un conteo normal de espermatozoides, se denomina fundamentalmente, cada uno con indicaciones muy
astenozoospermia. precisas.
Doppler testicular: permite confirmar la presencia
La morfología normal debe ser mayor o igual a de varicocele clínico o subclínico.
50 %, al igual que la vitalidad y la prueba de hincha- Ecografía transrectal: se debe indicar cuando se
miento hiposmótico (PHH). La alteración de la morfo- sospecha agenesia, hipoplasia de las vesículas
logía se conoce como teratozoospermia y la de la vita- seminales u obstrucción de conductos eyaculadores.
lidad, necrozoospermia. Ecografía testicular: se indica en tumores de tes-
Leucocitos peroxidasa positiva: deben ser meno- tículos.
res al millón/mL; la leucospermia es un signo indirecto Deferentografía: se indica para estudiar las vías
de infección seminal e indica la necesidad de cultivo seminales, cuando se sospecha su obstrucción, so-
de semen y tratamiento a la pareja. bre todo distales.
La bioquímica del semen merece ser estudiada. Flebografía: es un estudio invasivo, que se indica
Cuando se presenta azoospermia y disminución del fundamentalmente en las recidivas de varicocele,
volumen seminal; los elementos más importantes son: para conocer la circulación colateral insuficiente.
Uroandrología 275
Termografía escrotal (varicoscreen): es un estudio Tratamiento de las disfunciones eyaculatorias y
que se realiza en casos de varicoceles subclínicos; sexuales en general.
detecta el aumento de la temperatura en el plexo Cirugía del varicocele (es muy efectiva) u otras
ÓN
ciones más importantes se encuentran:
experiencia solo se han obtenido buenos resultados con
CI
Determinación de anticuerpos antiespermatozoides
el empleo de los AINES y/o dexametasona, sobre todo
(AAA) en sangre y suero.
UC
cuando existe inflamación de los epidídimos.
Prueba poscoital y de penetración mucosemen.
OD Reproducción asistida. La reproducción se rea-
liza en ausencia de coito y se asocia a intervención
Tratamiento. Preventivo:
PR
médica o de laboratorio; puede ser in vivo o in vitro.
Cirugía del varicocele en el adolescente con tes-
Programas principales:
RE
genitales. preembriones.
BI
Provoca disfunción epidimaria, que afecta funda- Las técnicas más empleadas en los últimos años
mentalmente la movilidad de los espermatozoides; son las inguinales e infrainguinales, por brindar un ma-
este es el parámetro más deteriorado en esta enti- yor acceso a las afluentes venosas del canal inguinal,
dad. de manera que se puedan ligar todas en el acto quirúr-
Actividad hormonal anormal: habitualmente no existe gico y se eviten las recidivas, además, se recomienda
alteración hormonal en el varicocele, pero en oca- el empleo de técnicas con magnificación (microqui-
siones ocurre un daño pantesticular y se puede rúrgicas), para identificar las afluentes, separar los
corroborar la FSH elevada principalmente, con una vasos linfáticos y la arteria testicular, lo que evitaría
LH alta y testosterona baja. complicaciones (hidrocele, epididimitis, atrofia testicular,
Importancia de las sustancias tóxicas: que exista un recidivas, etc.). Las técnicas laparoscópicas y las
reflujo de catabolitos renal y suprarrenal, capaz de embolizaciones percutáneas no se han podido genera-
afectar la espermatogénesis, es un factor poco pro- lizar en la cirugía del varicocele, ya que no justifican el
bable, ya que la velocidad del flujo renal no permiti- costo-beneficio. Nosotros hemos reservado las venta-
ría el reflujo de catabolitos que afecten el testículo. jas de la magnificación de la laparoscopia para
Sin embargo, la presencia de factores ambientales varicoceles bilateral, que hayan tenido algún episodio
locales, como los sexoesteroides, parece ser un factor de epididimitis, que mejoró y persiste el varicocele y el
de mayor probabilidad, lo cual fue alertado por De daño en la espermatogénesis.
La Torre en 1978, cuando en un estudio llevado a Tratamiento. En el tratamiento escalonado del
cabo en 13 pacientes con varicocele izquierdo, en- varicocele causante de infertilidad se tendrán en cuen-
ÓN
contró un aumento significativo de las hormonas
ta los pasos siguientes:
CI
sexuales en la vena espermática (VE), en relación
1. Se debe descartar que tenga una epididimitis
con la vena cubital o periférica (VP).
UC
asociada y/o infección seminal, debiendo tra-
OD tarse enérgicamente en el preoperatorio. Debe
Este aumento (VE/VP) se comportó de la mane-
ser descartada la bilateralidad, mediante un buen
ra siguiente: testosterona (68,1), hidroxiprogesterona
PR
reproducido por nuestro equipo de trabajo en 1989, testicular. Además, es necesario tener, al menos,
en 16 pacientes con varicocele; se encontraron nive- 2 espermiogramas alterados, antes de tomar la de-
SU
les significativamente elevados (p < 0,05) de sexoes- cisión quirúrgica, que es la primera elección de
tratamiento en estos casos.
DA
ración de la espermatogénesis.
OH
ÓN
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ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
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I
OH
PR
Capítulo 9
ÓN
Mauro Cuba de la Cruz
CI
UC
Durante milenios, la enfermedad litiásica del tracto urinario ha sido parte de la
OD
condición humana; de esta manera, se han encontrado piedras en la vejiga y los riñones
de momias egipcias, y algunos de los primeros textos médicos mostraban los diferentes
PR
tratamientos para esta. Es una enfermedad común y se estima que en EE.UU. provoca
RE
Las litiasis del tracto urinario superior son más comunes en países desarrollados, a
DA
diferencia de la litiasis vesical que se observa con mayor frecuencia en los países
BI
pobres, debido a factores dietéticos; es más común en regiones donde predominan los
I
climas cálidos y secos, y la probabilidad de formar piedras difiere en las diversas partes
OH
Cuadro clínico. Los enfermos pueden manifes- exactitud la secuencia de eventos. Se pueden asociar
tar dolor, infección del tracto urinario y hematuria, o con anomalías anatómicas y las infecciones por gér-
por el contrario estar asintomáticos. El paso de piedras menes que desdoblan la urea favorecen las etapas
a través del uréter, con la subsiguiente obstrucción agu- litogénica, de nucleación, agregación, crecimiento y fi-
da, su dilatación proximal y espasmo, se asocian con el jación del cálculo.
clásico cólico nefrítico. Por otra parte, la producción excesiva y agrega-
Frecuentemente, al examen físico se comprueba ción de cristales de sales que se encuentran en la orina
dolor “dramático” al nivel del ángulo costovertebral, dependen también del balance entre inhibidores (citrato,
que se puede irradiar hacia los cuadrantes abdomina- magnesio, nefrocalcina, pirofosfato y glicosamino-
les superior o inferior, si la litiasis migra distalmente. glicanos) y promotores de su cristalización. Muchas
Por lo general no se presentan signos de irritación orinas están sobresaturadas con respecto a determi-
peritoneal, lo que lo diferencia de otras causas de dolor nadas sales, sin que se formen cálculos, lo que se ex-
en el abdomen o los flancos. Con frecuencia, la locali- plica por la existencia de dichos inhibidores, que pue-
zación del dolor no indica el lugar exacto donde se en- den unirse a otros componentes de la orina para ha-
cuentra la piedra. cerlos más solubles, o bien adherirse a la superficie de
La litiasis coraliforme, que se refiere a la presen- los cristales o del urotelio, evitando así el crecimiento y
cia de piedras que ocupan la pelvis renal y al menos un la agregación de estos.
sistema calicial, a menudo es relativamente asinto- Recientemente, en la formación de las litiasis se
mática. Por lo general evoluciona con infección y han implicado unos microorganismos, conocidos como
ÓN
hematuria, más que con dolor agudo. En casos poco nanobacterias, que son 100 veces más pequeños que
CI
comunes se presenta con síntomas de insuficiencia las bacterias comunes. Al parecer, estas son las ini-
ciadoras de litiasis renal, daño tubular y formación de
UC
renal, si ha ocurrido obstrucción bilateral asintomática.
Fisiopatología. La mayoría de las litiasis contie- quistes renales, de esta manera, su presencia en el or-
OD
nen calcio y los cálculos de ácido úrico (con o sin otros ganismo y la disminución de las defensas contra las
iones contaminantes) conforman el resto. Otras litiasis litiasis, pudieran provocar un alto riesgo.
PR
menos frecuentes son las de cistina, xantina, dihidroade- Diagnóstico. Para el diagnóstico confirmatorio
RE
nina, fosfato-amonio-magnesio, y un grupo de piedras de las litiasis son indispensables los medios imagenoló-
raras, relacionadas con la precipitación de medicamen- gicos:
SU
relativamente radiotransparentes.
causada por 2 fenómenos básicos: el primero es la so-
El TUS (Fig. 9.1) es más útil cuando se combina
bresaturación de orina por los constituyentes formado-
con otros estudios como el ultrasonido (US) o parti-
res de cálculos, se incluyen el calcio, oxalato y ácido
cularmente la tomografía computadorizada, para
úrico. Los cristales o cuerpos extraños pueden actuar
ofrecer una mejor idea del tamaño, forma, localiza-
como nidos, sobre los cuales los iones de orina sobre- ción, orientación y composición de los cálculos uri-
saturada forman estructuras cristalinas microscópicas. narios, lo que puede ser de gran ayuda para planificar
En segundo lugar, teorías actuales conceden una el tratamiento quirúrgico.
función importante al daño o disfunción tubular renal, Ultrasonido diagnóstico: frecuentemente adecuado
como componente fundamental en el inicio de la for- para determinar la litiasis renal. Su empleo principal
mación del cálculo. La aglomeración del cristal inicial se asocia en combinación con el TUS para determi-
ocurre, probablemente, en los túbulos colectores nar la ureterohidronefrosis. La piedra, fácilmente ob-
distales que drenan hacia la papila renal. Gradualmen- servada en el US, que no es visible en la radiografía,
te estas masas crecen y pueden ser empujadas hacia puede ser de ácido úrico o cistina.
el sistema colector, a través de la papila, y constituirse Los cálculos ureterales, especialmente de uréter
posteriormente en cálculos urinarios libres. distal y las piedras menores de 5 mm no se obser-
Aunque los mecanismos del desarrollo de la litia- van con facilidad en el US. El estudio Doppler tam-
sis renal están bien delimitados, es difícil definir con bién es útil para el diagnóstico.
Litiasis urinaria 281
ÓN
CI
UC
Fig. 9.1. Litiasis R.I. Fig. 9.2. Litiasis en pelvis R.I
OD
PR
los cálculos urinarios; brinda información anatómi- plazando al UD en la valoración de la litiasis del
ca y funcional. Debido a que es un estudio comple- tracto urinario, especialmente en el cólico nefrítico.
DA
alérgico, ha existido gran interés en encontrar otro miento quirúrgico y extremadamente necesaria para
examen imagenológico que lo sustituya. el seguimiento del paciente, pues solo el TUS puede
Aunque se ha invocado la sustitución del TUS y del ser empleado más tarde para determinar si la piedra
se ha movido o expulsado.
US renal por el UD, se considera que la tomografía
Por otra parte, una piedra transparente a los rayos
axial computadorizada (TAC) helicoidal, sin contras-
X, que sea claramente visible en la TAC, puede in-
te, es el mejor estudio radiográfico en el cólico ne-
dicar un cálculo de ácido úrico, lo que sugiere un
frítico. El UD es particularmente útil si existe
diagnóstico y tratamiento diferentes (alopurinol y/o
hidronefrosis ligera y la TAC no es concluyente. No
alcalinización urinaria) a los de la litiasis cálcica.
se debe realizar en pacientes con alergia al yodo, En muchas instituciones se practica rutinariamente
creatinina sérica superior a 200 mmol/L, tratamien- el TUS, siempre que se ha realizado por una de es-
to con fenformina o mieloma múltiple (Fig. 9.2). tas razones la TAC contrastada. La TAC puede iden-
TAC helicoidal: cuando se realiza con cortes finos y tificar otras enfermedades como aneurismas
sin contraste intravenoso, constituye la modalidad abdominales, apendicitis o colecistitis. Otras venta-
imagenológica más sensible, clínicamente, para las jas incluyen su rapidez y la no utilización de contras-
calcificaciones. Aun los cálculos radiotransparentes tes radiográficos. Presenta como desventajas que
(excepto los de indinavir) se distinguen claramente no permite determinar la función renal, imposibili-
en la TAC. No se emplea el contraste porque al dad de identificar piedras radiotransparentes de
282 Urología
indinavir y su elevado costo. En estos casos se debe Determinar la existencia o no de infección del tracto
emplear el UD. urinario.
Tomografía lineal renal: aunque ha sido ampliamen- Valoración del cálculo: tipo y tratamiento urológico.
te sustituida por la TAC helicoidal (cuando está dis- Diagnóstico etiológico.
ponible), la tomografía lineal es frecuentemente útil Tratamiento profiláctico.
para buscar litiasis pequeñas en los riñones, sobre Tratamiento específico.
todo en los pacientes obesos; no requiere prepara-
ción previa y se puede hacer rápidamente. Medición de la función renal y determinación
Resonancia magnética nuclear (RMN): es un méto- de la morfología del sistema excretor. Es muy im-
do promisorio, particularmente en embarazadas. portante la medición de la función renal global y por
separado, ya que facilita el posible tratamiento, sobre
Causas más comunes de nefrolitiasis: todo cuando se requiere tratamiento quirúrgico con
Síndromes tubulares: litotricia y/o métodos endourológicos. Resulta igualmen-
Acidosis tubular renal. te necesario el UD y en ocasiones la cistografía
Empleo de inhibidores de la anhidrasa carbónica.
miccional para evaluar posibles alteraciones
Cistinuria.
morfológicas, lo que permite indicar el procedimiento
Litiasis de ácido úrico: más adecuado.
Gota.
Determinación de la existencia o no de infec-
Hiperuricemia.
ción del tracto urinario. La presencia de cálculos en
ÓN
pH urinario inferior a 5,5.
las vías excretoras renales constituye un importante
Disminución del volumen urinario.
CI
factor de riesgo para la aparición de infección del tracto
Hipercalciuria secundaria:
UC
urinario y resulta indispensable el diagnóstico oportuno
Hiperparatiroidismo primario.
de esta última, con vistas a emplear una terapéutica
Síndrome de la leche y alcalinos.
OD encaminada a solucionar ambos problemas.
Hipervitaminosis D.
Las bacteriurias asintomáticas no necesitan ruti-
PR
Inmovilización prolongada.
nariamente tratamiento antimicrobiano, excepto en ni-
RE
Sarcoidosis.
Hipertiroidismo.
ños, embarazadas, diabéticos e inmunosuprimidos. Por
otra parte, la mayoría de los gérmenes que ocasionan
SU
Otras.
Hipocitraturia.
guiente formación de litiasis de estruvita (fosfato-
I
Hiperfosfaturia.
ÓN
CI
Tabla 9.1. Estudio metabólico de las litiasis. Perfiles de laboratorio
UC
Perfil M1* OD M2** M***
creatinina
Aclaramiento de creatinina PTH/vitamina D Aclaramiento de creatinina
SU
Proteínas totales
PTH/vitamina D
Equilibrio ácido-base
Orina Sedimento pH Sedimento
Proteinuria de 24 h Calciuria y fosfaturia Proteinuria de 24 h
pH Sodio pH
Calciuria y fosfaturia Test de ayuno: calciuria y
creatinina en orina de 24 h
Calciuria y fosfaturia
Ácido úrico Ácido úrico
Sodio Sodio
Urinocultivo Urinocultivo
Oxaluria
Cistinuria
Citraturia
Magnesuria
* Dieta libre.
** Dieta con 400 mg de calcio y 100 mEq de Na.
*** Test del ayuno. Se mide el cociente Ca/creatinina en orina de 2 h, tras ayuno nocturno de 12 h. Se
desecha la primera micción, realizada al levantarse por la mañana.
284 Urología
ÓN
pérdida renal de fosfato; 1,25: exceso primario de 1,25 (OH) 2 vitamina D; HE: hiperoxaluria entérica; NCHU: nefrolitiasis cálcica
CI
hiperuricosúrica; HI: hipocitraturia idiopática; ATR: acidosis tubular renal; LU: litiasis úrica; LC: litiasis cistínica; HM: litiasis cálcica
hipomagnesúrica.
UC
OD
Tratamiento profiláctico. El primer objetivo del Sin embargo, al mismo tiempo se debe restringir la
PR
tratamiento de los pacientes con litiasis urinaria es la ingesta de oxalato para prevenir la hiperoxaluria,
RE
prevención de nuevos cálculos, que resulta muy efec- puesto que el calcio y el oxalato también se ligan en
tiva y conveniente desde el punto de vista económico. el intestino.
SU
El tratamiento conservador, con medidas dietéticas, se Calcio: la ingestión de calcio está inversamente rela-
cionada con el riesgo de formar cálculos; su inges-
DA
Proteínas: estudios epidemiológicos han demostrado oxalato e hiperoxaluria. Por otra parte, la dieta baja
I
OH
que poblaciones con elevada ingesta de proteínas ocasiona pérdida ósea, como consecuencia de su ba-
presentan mayor incidencia de litiasis. Las proteínas lance negativo.
PR
contienen aminoácidos ricos en sulfatos, los cuales Sodio: el sodio y el calcio se reabsorben en sitios
inducen un estado de acidosis que provoca disminu- comunes a lo largo de la neurona, de este modo pue-
ción del pH urinario, favorable para la precipitación den ser beneficiosas las dietas pobres en sodio, ya
que se traducen en una mayor reabsorción renal e
del ácido úrico.
indirectamente en una mayor reabsorción renal de
La acidosis también aumenta la reabsorción de citrato
calcio. La ingesta elevada en sodio aumenta la ex-
en el túbulo proximal, así como la reabsorción ósea
creción urinaria de calcio, disminuye la concentra-
de calcio. Los sulfatos forman complejos con el cal- ción de inhibidores de la cristalización, como el citrato
cio en la neurona y limitan la reabsorción de este y empeora la respuesta hipocalciúrica a las tiacidas.
catión. Adicionalmente se induce el aumento de la Se recomienda una dosis inferior a 100 mEq/día.
excreción de oxalato debido a la producción de Oxalato: en la actualidad, los estudios dietéticos pa-
glicolato, un precursor del oxalato. La proteína ani- recen demostrar una mayor excreción renal de oxa-
mal se debe restringir a no más de 150 g/día. lato, si se ingieren alimentos con elevado contenido
Fibra: se debe estimular la ingestión de frutas y ve- de este (espinacas, salvado de trigo, cacahuetes, apio,
getales por su contenido en fibra dietética, pues esta chocolate, cocos, té). Sin embargo, no existen inves-
liga el calcio en la luz intestinal y puede desempeñar tigaciones que correlacionen directamente la inciden-
su función para prevenir la recurrencia de litiasis. cia de litiasis con su ingesta, debido, en parte, a la
Litiasis urinaria 285
dificultad para medir el contenido exacto de oxalato Específicamente, se ha demostrado que el jugo de
de los diferentes alimentos. Con todo, una dieta po- limón tiene concentraciones óptimas de citrato que
bre en oxalato es razonable para los pacientes con pueden beneficiar a este grupo de pacientes. El jugo
tendencia a la formación de litiasis. La vitamina C se de naranja no se recomienda, debido a su elevado
ha asociado con la hiperoxaluria, debido a que el áci- contenido de vitamina C.
do ascórbico sirve como sustrato para la formación Líquidos: el consejo de ingerir abundantes líquidos
de oxalato, por tanto, en pacientes con urolitiasis es parece lógico y atractivo, y se recomienda que en un
conveniente restringir el consumo de esta vitamina a adulto normal la hidratación asegure un volumen uri-
nario superior a los 2 L, distribuidos en 24 h; se pres-
menos de 4 g/día.
tará especial atención a las situaciones de pérdida
Citrato: el estado del equilibrio ácido-base es el prin-
inusual de líquidos.
cipal condicionante de la citraturia; la hipocitraturia
puede ser secundaria a acidosis sistémica, como en Tratamiento específico. El tratamiento específi-
la acidosis tubular renal o a fármacos como la aceta- co es necesario para corregir la anomalía metabólica
zolamida, por lo que se debe recomendar el empleo detectada en todos los casos de litiasis recidivante o si
de citrato en pacientes con urolitiasis. fracasa la profilaxis con medidas dietéticas (Tabla 9.3).
ÓN
Enfermedad Tratamiento Comentarios
CI
UC
Hipercalciuria absortiva tipo I Tiacidas:
Hidroclorotiacida: 50 mg/12 h*
OD
Clortalidona: 50 mg/24 h*
Suplementos de K con: citrato
PR
potásico: de 15 a 20 mEq/12 h**
Ortofosfato Solo en casos de hipercalciuria grave o si
RE
En la litiasis de ácido úrico se debe restringir la inges- Si la formación de piedras es el resultado de una
tión de alimentos, como vísceras, piel de aves, aren- infección por nanobacterias, se puede esperar una es-
que, sardinas y evitar el exceso de carnes rojas. trategia terapéutica muy diferente en el futuro.
En la litiasis de estruvita es necesario el trata- Pronóstico. Usualmente la tasa de recurrencia
miento antimicrobiano, de acuerdo con el patrón de es de 50 % en 5 años y 70 % en 10 años. Es importan-
resistencia; se recomiendan cursos largos de tratamien- te que se identifiquen los pacientes con mayor riesgo
to para erradicar la infección. Puede ser útil acidificar de recurrencia, se incluyen los que presentan litiasis
la orina con cloruro de amonio o metionina. En casos múltiples, historia previa de cálculos y los que comien-
muy seleccionados con infecciones severas se puede zan a edades tempranas de la vida. Por lo general, el
utilizar el ácido acetohidroxámico. tratamiento médico es efectivo para retrasar, no para
Futuro de la prevención. En la búsqueda de detener completamente la tendencia a la formación de
alternativas médicas eficaces, se ha centrado la aten- piedras.
ción en la función del oxalato y se han realizado estu- El aspecto más importante del tratamiento médi-
dios experimentales con sustancias inhibidoras de su co es mantener una ingesta elevada de líquidos, con un
secreción tubular; otra terapéutica interesante es la alto volumen urinario, pues sin ello es poco probable el
administración de Oxalobacter formigenes, que está éxito de cualquier medida dietética o médica para pre-
ausente en la mayoría de los formadores de piedras. venir la formación de futuras piedras.
ÓN
CI
UC
OD Luis H. Candebat Montero
PR
La litiasis urinaria (Fig. 9.3) es una afección muy En general, la incidencia de litiasis urinaria es muy
RE
antigua, tanto como la propia humanidad. La “enfer- variable (según la zona y el país analizado).
SU
medad de la piedra”, como se le conoce desde h ace Básicamente, existen 6 formas clínicas de litiasis
5 000 años a.n.e., lo prueba el hallazgo, en una momia renal (por su composición): oxalato cálcico, fosfato
DA
del alto Egipto, de un cálculo de fosfato cálcico y ácido cálcico, ácido úrico, litiasis infectiva y litiasis mixtas.
BI
úrico, de origen vesical, en un joven entre 15 y 16 años. Entre los posibles factores causales se citan el clima
I
Otros procedimientos
de sostén
Las primeras experiencias para desintegrar
cálculos renales con ondas de choque se desarrollaron
en Munich, entre 1971 y 1978. Tras este largo periodo
de experimentación in vitro e in vivo sobre cálculos,
tejidos y animales de experimentación, para compro-
bar la fragmentación de los cálculos y descartar la apa-
rición de lesiones graves en tejidos vecinos, el 7 de
febrero de 1980, en el Departamento de Urología de la
Universidad de Munich, Chaussy y colaboradores apli-
caron por primera vez las ondas de choque a un pa-
ciente que presentaba un cálculo renal, y en 1982 se
inauguró en este centro la primera unidad de litotricia
Fig. 9.3. Litiasis coraliforme. renal extracorpórea.
Litiasis urinaria 287
En 1983 se desarrolló el equipo Dornier HM3,
que se distribuyó por diferentes hospitales del mundo
(Stuttgar, Wuppertal, Berlín, Mainz, Barcelona). E l
8 de noviembre de 1984, Ruiz Marcellán realizó con
éxito el primer tratamiento de litotricia renal extracor-
pórea en España, en el Centro Sanitario de Litiasis
Renal (Instituto Dexeus, Barcelona).
Entre 1985 y 1987 se instalaron otros equipos en
Sevilla, Madrid, Valencia, Zaragoza, etc., y el método
terapéutico fue aprobado y financiado parcialmente por
las instituciones sanitarias (SAS, INSALUD); de esta
manera se generó una gran demanda: “en la calle, el
pueblo habla de la bañera y la litotricia”; los enfermos
difícilmente aceptan la cirugía abierta.
El empleo de la litotricia extracorpórea por ondas
de choque (LEOC) para el tratamiento de la litiasis
urinaria, representa un extraordinario logro de la medi- Fig. 9.4. Localización del cálculo.
cina contemporánea. El grado de éxito de esta avan-
zada terapéutica no solo depende de las posibilidades
ÓN
técnicas de los litotritores o de la calificación del per-
CI
sonal especializado, sino también de las características
UC
del enfermo, como tamaño, composición y localización
de la litiasis, edad, índice de masa corporal, anteceden-
OD
tes patológicos personales, etcétera.
Dado que cada población suele tener su propia
PR
ÓN
CI
Indicación: Su composición puede variar, pero con frecuen-
UC
En los cálculos que se ubican en las cavidades rena- cia son de fosfato amónico magnésico (estruvita).
OD
les, incluida la pelvis renal, con una dimensión infe- Complicaciones. Se pueden presentar tempra-
rior a 25 mm. nas y tardías:
PR
Hematoma subcapsular renal.
Hematoma subcapsular hepático.
RE
ÓN
selectiva. Perforaciones menores y laceraciones durante la di-
CI
Fallos en el acceso. latación, acceso, inserción y avance de la urete-
Perforación de órganos vecinos (< 1 %).
UC
roscopia.
Sepsis (< 1 %): es importante tratar cualquier infec-
OD Lesiones mayores durante el avance o la extracción
ción urinaria previa y ante cualquier proceso infec- del cálculo, que pueden llevar a una avulsión que
PR
cioso agudo no sospechado, hacer el procedimiento necesita ser reparada con cirugía abierta.
en 2 tiempos.
RE
Ureteroscopia
DA
Nefrostomía
BI
I
Pielografía anterógrada.
noscopios rígido y flexible en la práctica clínica. La
Prueba de Whitaker.
ureterolitotricia intracorpórea es la técnica más em- Terapéuticas:
pleada en el tratamiento de los cálculos ureterales. La Drenaje nefrostómico de uronefrosis y uropione-
mayoría de los cálculos situados en el uréter superior frosis.
se trata preferiblemente con litotricia extracorpórea, Colocación de catéter uretral anterógrado.
mientras que los situados al nivel de los uréteres iliaco Dilatación de estenosis ureterales.
Fístulas ureterales.
Diagnósticas:
Quimiolisis de litiasis renales.
Evaluación de defectos de relleno u obstrucción
Extracción de cuerpos extraños.
radiográfica.
Hematuria macroscópica unilateral.
Contraindicaciones:
Evaluación de citología positiva unilateral.
Absolutas:
Seguimiento posterior a cirugía conservadora de
Coagulopatías.
tumores uroteliales. Medicación anticoagulante.
290 Urología
Relativas: Perforación.
Anomalías de posición. Avulsión.
Sangrado.
Complicaciones: Injuria térmica.
Tempranas: Extravasación de líquidos:
Hemorragias. Sangre.
Orina.
Sepsis.
Líquido de irrigación.
Acceso fallido.
Íleo paralítico.
Esquema de tratamiento de la litiasis:
Perforación de la pelvis renal.
Litiasis renales menores de 2 cm:
Obstrucción del catéter.
Litotricia extracorpórea por ondas de choque.
Urinoma.
Cirugía abierta.
Dislocación del catéter.
Litiasis mayores de 2 cm:
Tardías: Litotricia percutánea.
Infección urinaria.
Litotricia extracorpórea con o sin catéter doble
Infección cutánea.
ÓN
“J”.
Ruptura del catéter al cambiarlo.
CI
Litotricia percutánea + litotricia extracorpórea.
Incrustaciones en el catéter. Litiasis coraliformes y seudocoraliformes:
UC
Fístula arteriovenosa. Litotricia percutánea.
Obstrucción del catéter.
OD
Litotricia percutánea + litotricia extracorpórea.
Cirugía convencional.
Litotricia ureteral endoscópica
RE
Ureterolitotricia anterógrada.
I
Litotricia electrohidráulica.
Complicaciones: Litotricia mecánica.
Lesiones mucosas. Litotricia extracorpórea.
Litiasis urinaria 291
ÓN
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I
OH
PR
Laparoscopia en urología 293
Capítulo 10
ÓN
CI
René Salas Cabrera
UC
OD
PR
Han pasado muchos años desde que Kelling, en 1901, reportara el primer caso
RE
Con el auge experimentado en los últimos años permitir su esterilización por inmersión. No obs-
por la cirugía mínimamente invasiva, la laparoscopia, tante, se prefiere utilizarlas recubiertas por una
técnica que hasta entonces había sido practicada con funda de plástico estéril.
fines casi exclusivamente diagnósticos por algunos Procesador de imágenes y cabezales. Unidad de
ginecólogos y gastroenterólogos, ha recobrado un es- control de cámara: en ella se conecta el cuerpo de
pecial interés y se encuentra entre las técnicas quirúr- cámara y de ahí parte la señal hacia el grabador
gicas de más actualidad, no solo en ginecología, sino de video (o directamente al monitor, si se carece
también en cirugía general y urología. de este último). En esta unidad se puede regular
el color de la señal, según la temperatura de color
de la luz que se emplee.
Instrumental general Unidad de control de cámara. Grabador-repro-
laparoscópico ductor de video: puede servir cualquier equipo
doméstico, si bien son aconsejables los sistemas
Para su mejor comprensión, el instrumental ge- U-Matic Super VHS.
neral laparoscópico se divide en 3 grupos: Monitor de video: es aconsejable disponer de 2 ele-
1. Equipo óptico. mentos (de 19 pulgadas), con el fin de situarlos a
2. Instrumental quirúrgico. uno y otro lado de la mesa quirúrgica. De lo con-
trario, el cirujano o sus ayudantes se verán obliga-
3. Instrumental accesorio.
dos a trabajar en una postura muy forzada duran te
ÓN
toda la intervención. Por otra parte, de esta ma-
Equipo óptico. Está constituido por la óptica, la
nera se facilita la coordinación de movimientos de
CI
fuente de luz, el cable de luz fría y el equipo de video
todos los que integran el equipo quirúrgico.
UC
(Fig. 10.1).
Mueble de transporte: su uso es imprescindible.
Óptica: habitualmente es de 10 mm de diámetro y 0 o
OD Debe ser alto, con varias estanterías (fáciles de
de dirección visual. No obstante, existen ópticas de
limpiar), ruedas muy sólidas y sistemas de con-
trabajo que permiten el paso de un fino instrumento
PR
cidad de regulación automática de la intensidad de la más simple, para colocar el otro monitor. De estos
BI
luz. En caso de requerirse una mayor potencia, esta muebles debe partir un único cable a la toma de la
I
deberá ser de lámpara de xenón, que alcanza los red eléctrica del quirófano.
OH
ÓN
CI
UC
OD
PR
Fig. 10.1. Equipo óptico. A. Fuente de luz. B. Cable de luz. C. Cabeza cámara de televisión. D. Lentes. E. Control de cámara.
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
A B
al igual que la aguja de Verres, están provistos de como pinzas de extracción, de agarre atraumático
una cápsula que sobrepasa y protege la punta tipo Babcock, algunos portaagujas, fragmentadores
piramidal del trocar, en cuanto esta penetra en la cavi- tisulares, etc.) y 12 mm (útiles para algunos instru-
dad peritoneal (Fig. 10.3). mentos muy específicos, como los aplicadores auto-
Existen trocares de 3 mm (pediátricos); 5 mm (aptos máticos de grapas, etc.).
para casi todo tipo de pinzas, tijeras, portaagujas, Los fabricantes de trocares desechables brindan
aspiradores, etc.), de 10 a 11 mm (para la óptica, unos diafragmas reductores que, aplicados en troca-
aplicadores de clips u otros instrumentos fuertes, res de mayor calibre, permiten el paso por estos, de
296 Urología
ÓN
B
CI
Fig. 10.3. A. Agujas de Verres. B. Trocares.
UC
OD
instrumentos mucho más finos, sin que se produzca ma de fijación externo que permite un cómodo
PR
escape de CO 2 intraabdominal. agarre prolongado (Fig. 10.4).
RE
Además de los trocares de punta aguda piramidal Se fabrican también en material desechable y algu-
(pocas veces se usa la punta cónica), también exis- nas disponen de un sistema de giro distal muy útil,
SU
ten trocares de punta roma, por ejemplo, los de manipulable con un solo dedo. Existen pinzas que
permiten hacer una fuerte presa sobre los tejidos,
DA
Cánulas de introducción-extracción: son tubos hue- acerca de las pinzas de agarre. No obstante, la dife-
cos, de diámetro ligeramente inferior al de los trocares rencia radica en que la punta de estas suele ser más
gruesos, que disponen de un tapón de goma perfora- fina y precisa, con distintos tipos de incurvación, y
do y extraíble en su extremo proximal. Una vez in- carecen de sistema de fijación externo. Por el con-
troducidos por los trocares gruesos, desbloquean sus trario, suelen poseer conexión al bisturí eléctrico
sistemas valvulares, lo que facilita la extracción de monopolar.
tejidos, sin que queden atrapados por estas. Pinzas de coagulación bipolar: permiten el paso de
También son útiles como convertidores de calibre para corriente entre sus 2 pequeñas ramas distales. Para
introducir instrumentos de 5 mm por trocares de 10 a su empleo no hace falta que el paciente lleve placa
11, o 12 mm, o para facilitar el paso de agujas de (electrodo indiferente); tienen las ventajas de que el
sutura, especialmente aquellas que tienen cierta cur- campo de coagulación está limitado al área de con-
vatura. tacto de los electrodos y requieren de una corriente
Pinzas de agarre: suelen utilizarse las de 5 mm de de bajo voltaje.
diámetro, aunque también existen las de 10 mm. Se Electrodo de gancho: conectado al bisturí monopolar,
caracterizan por poseer puntas amplias, con diver- sus mejores aplicaciones tienen lugar en la apertura
sos tipos de estrías o denticiones, además de un sis te- del peritoneo posterior, en determinados tiempos de
Laparoscopia en urología 297
ÓN
CI
A
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
C
B
D E
disección, y debidamente afilado, en el primer tiem- resultan de extrema utilidad para fijar una malla en
po de las ureterotomías. un orificio herniario (previamente preparado), o para
Aspirador-irrigador: las varillas, de 5 mm de diáme- mantener aisladas del campo algunas estructuras
tro, poseen una conexión para la entrada de suero a que impidan su visión, o para reperitonizar el cam-
presión y otra para conectar la succión. Asimismo po quirúrgico. Otras, más complejas, realizan una
disponen de llaves de paso para cada una de estas verdadera sutura de los tejidos mediante la aplica-
vías; son mejores las de botones (siempre y cuando ción de 2 hileras de pequeñas grapas a cada lado de
respondan a una suave presión) que las que poseen una línea de corte, que también la ejecuta el mismo
grifos, ya que estos últimos suelen abrirse casual- aparato. Este sistema, fabricado en material des-
mente y son más incómodos de manejar con una sola echable, dispone de un calibrador del espesor de los
mano. tejidos a tratar, lo que permite elegir el tipo de gra-
Algunas de estas varillas disponen de otra vía cen- pas más adecuado en cada caso.
tral, independiente, que sirve para dar paso a la fi- Portalazos: son varillas de material plástico, enhe-
bra de láser. bradas por un hilo de material de sutura (reabsorbible
Tijeras: se emplean de diversos tipos, formas y o no), en cuyo extremo distal lleva montado un lazo
curvaduras. Como mínimo, es recomendable dispo- con nudo corredizo, de manera tal que desde el ex-
ner de unas tijeras largas y rectas; otras, curvas; de terior, tirando del hilo y manteniendo fija la varilla,
gancho (para cortar hilos) y microquirúrgicas, de punta se puede cerrar el lazo sobre cualquier tejido, vaso
afilada. Tanto si se trata de material desechable o no, o estructura en la que se haya montado. Una vez
ÓN
es muy aconsejable, al igual que el resto del material cerrado el lazo, resulta imposible que el nudo se suel te.
Portasuturas: mediante el mismo sistema de varillas
CI
quirúrgico laparoscópico, que toda la varilla, excepto
su punta, esté perfectamente aislada. se puede facilitar el acceso a distintos materiales de
UC
Casi todas las tijeras de disección poseen conexión sutura, montado en diferentes tipos de agujas. En la
para el bisturí eléctrico monopolar. Es de suma utili-
OD laparoscopia se utiliza mucho la aguja corta y recta,
dad el empleo de las tijeras eléctricas en cualquier o la aguja tipo sky.
PR
siempre en un campo limpio y exangüe. sea inferior al diámetro interno de la cánula. Otra
Portaagujas: existen los de 5 y 10 mm, con muy di- forma de introducir agujas montadas es pasándolas
DA
versas formas en su punta, así como en el tipo de directamente a través del orificio cutáneo, creado
BI
muescas de sus ramas. También es muy variable la por un trocar, asiéndolas por el hilo próximo a la
I
forma de su extremo exterior. Lo más importante aguja, con un portaagujas fino. Tras ello se reintrodu-
OH
es que hagan una presa muy fuerte de la aguja, de ce el trocar, deslizándolo sobre el portaagujas.
PR
tal manera que si esta es curva, no rote sobre su eje Empujanudos: cuando se ejecutan los nudos en el
en el momento de pasar por los tejidos. En nuestra exterior, estos pueden ser impulsados dentro del ab-
experiencia, los portaagujas con sistema de agarre domen mediante dichas varillas, provistas de una ra-
telescópico (tipo punch) son los que a menor diá- nura o muesca en su extremo distal, al tiempo que
metro, tienen una mayor fuerza de agarre. Este últi- se tensan uniformemente los 2 cabos del hilo. La
mo tipo de portaagujas se fabrica en material ventaja de los nudos extracorpóreos es que permi-
desechable. ten soportar una mayor tensión. Por consiguiente,
Aplicadores de clips: al igual que en cirugía abierta, se utilizan siempre y cuando no se trate de estructu-
se pueden utilizar clips de acero inoxidable, titanio y, ras finas, que pudieran rasgarse. En estos casos es
recientemente, reabsorbibles. Se presentan en dife- preferible ejecutar los nudos intracorpóreamente, con
rentes longitudes y sus aplicadores, cuando son de los mismos procedimientos que se utilizan en
material desechable, poseen un sistema de recarga microcirugía.
automática que no precisa exteriorizar cada vez el Saco para la fragmentación de órganos: se trata de
instrumento. una bolsa de material plástico impermeable, refor-
Aplicadores de grapas: existen 2 tipos de grapadoras: zada con polipropileno. Se introduce en el abdomen
unas más simples, que se limitan a colocar cada vez arrollada (sobre una pinza de 3 mm), en sentido de
una grapa montada en su extremo distal (los su eje longitudinal, a través de un trocar de 10 a
desechables tienen también recarga automática) y 11 mm.
Laparoscopia en urología 299
Una vez desplegada dentro del abdomen, unas pe- No obstante, el diseño y los materiales empleados en
queñas solapas situadas en su cuello facilitan la aper- la fabricación del lapsac, diseñado por Clayman, son
tura de este. Introducido el órgano (previamente inmejorables, hasta el punto de ser casi innecesario
extirpado) en su interior, se cierra el cuello de la tener que recurrir al empleo de sistemas de trituración
bolsa al tirar de un hilo de nailon que lo rodea, lo automática de tejidos. Por el cuello de este saco, una
cual facilita su extracción fuera de la cavidad abdo- vez extraído del abdomen, se pueden pasar pinzas
minal, a través del orificio parietal creado por el tro- portatorundas o pinzas de cistolitotomía, que al tiempo
car de 10 a 11 mm, que había sido colocado al nivel que fragmentan el órgano, lo extraen.
periumbilical (Fig. 10.5). Otros: existen muchos instrumentos cuya descrip-
Triturador-aspirador de tejidos: uno de los mayores
ción rebaza los límites de este capítulo, por ello sim-
plemente se mencionan algunos: aguja recta para
inconvenientes para poder extirpar órganos o tejidos
transfixión parietal, separadores intraabdominales,
(de determinado volumen), a través de los trocares
palpadores, cánulas de punción, dilatadores, soporte
laparoscópicos, sin esparcir su contenido por la cavi-
para la óptica, etc. (Fig. 10.6).
dad abdominal y sin tener que abrir la pared abdomi-
nal para extraerlos, era conseguir fragmentarlos ade- Instrumental accesorio. Son 4 los elementales:
cuadamente. 1. Equipo de insuflación de gas carbónico.
Este problema se ha resuelto gracias al diseño de los 2. Equipo de irrigación-succión.
sacos para la fragmentación de órganos y de varillas 3. Bisturí eléctrico.
ÓN
trituradoras-aspiradoras de tejidos, que introducidas 4. Equipo de láser.
CI
por el cuello de estos sacos y accionadas eléctrica-
mente, consiguen pulpificar el material orgánico, al Equipo de insuflación de gas carbónico. Aun-
UC
tiempo que es aspirado. que figure dentro del grupo de instrumental accesorio,
OD
PR
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
A
B
C
D
A B
es una pieza clave, por ello se le debe conceder mayor uso obligado en algunas intervenciones laparoscópicas
ÓN
importancia, puesto que de su correcto funcionamien- donde se requiera la hemostasia de múltiples vasos, lo
CI
to dependerá el éxito de la intervención y la seguridad suficientemente gruesos como para no poder confiar
UC
del propio paciente. Debe reunir las características si- en una simple electrocoagulación monopolar. Téngase
guientes: OD en cuenta que esta última implica mucho mayor riesgo
Sistemas de alarma visual y acústica ante cualquier
de iatrogenia, además de resultar menos precisa.
anormalidad.
PR
ÓN
tal de los trocares.
CI
El resto de la intervención se realiza con mayor
Fig.10. 7. Postura del paciente para la cirugía. comodidad si se coloca al paciente en ligero anti-Tren-
UC
delemburg, con lo que las asas intestinales se despla-
El brazo que se haya utilizado para el acceso
OD zan hacia la zona pelviana y se apartan del campo qui-
venoso deberá estar extendido lateralmente, pero en rúrgico.
PR
situación de pronación, con el fin de aminorar las posi- Técnica de la exploración laparoscópica. Si-
RE
bilidades de lesión del plexo braquial. tuada la mesa en posición de ligero Trendelemburg y
La posición inicial de la mesa, antes de colocar la una vez aseptizado el campo y colocados los paños
SU
aguja de Verres y el primer trocar, es de ligero que lo limitan, se realiza una incisión cutánea semilunar
DA
Trendelemburg; el paciente estará en decúbito supino. de 10 mm en el reborde superior o inferior del ombligo
BI
Esta misma postura se utiliza para la colocación de los (véase más adelante, en situación de los trocares) y
I
trocares emplazados en la mitad inferior del abdomen. se procede a elevar “en tienda de campaña” el área
OH
Cuando se trata de colocar trocares paramediales o periumbilical, mediante pinzamiento digital a ambos la-
PR
laterales altos, la mesa debe estar en posición horizon- dos. En dicha situación, se punciona el abdomen con la
tal o en ligero anti-Trendelemburg. aguja de Verres: la punta se dirige hacia el promontorio
Según el tipo de intervención, son necesarios dis- sacro.
tintos grados de lateralización o giro al paciente, por Tracción adecuada de la pared abdominal
ejemplo, para acceder con comodidad a los vasos durante la colocación de Verres. Existen varias ma-
espermáticos o a las cadenas linfáticas iliacas u ob- niobras para asegurarse de que el extremo de esta se
turatrices, se precisa, además de Trendelemburg, de encuentra en el peritoneo libre:
una inclinación lateral de la mesa de unos 20 º, con el La aguja se puede mover libremente en cualquier
fin de que las asas intestinales se aparten del campo dirección.
quirúrgico. Sin embargo, para acceder al uréter lum- La inyección de suero a través de la aguja no debe
bar o a la cara anteroexterna del riñón se precisa una oponer resistencia alguna, pero por aspiración no se
inclinación lateral de unos 45 º. debe obtener ningún líquido ni gas.
Una vez anestesiado el paciente y antes de Tras haber inyectado el suero y estando la aguja ver-
aseptizar el campo, se coloca una bolsa de 3 L debajo tical, al retirar la jeringuilla se debe observar cómo el
de la cadera y otra debajo de la escápula correspon- resto del suero que quedaba en el pabellón de la agu-
diente al flanco a intervenir. Posteriormente se sujeta ja es aspirado rápidamente por la presión negativa
bien al paciente con soportes acolchados contralaterales intraabdominal. Este dato no es muy fiable, ya que
302 Urología
algunas veces, a pesar de resultar positiva esta prue ba, ello en dependencia de posibles cicatrices antiguas de
se demuestra cómo la presión inicial de insuflación, laparotomía, hernia umbilical y especialmente de la zona
que nunca debe acercarse a 10 mm Hg, alcanza esta del abdomen que se vaya a intervenir.
cifra. No obstante, en algunas ocasiones, por ejemplo,
durante una nefrectomía, en un momento dado puede
Conectado el tubo de silicona, que lleva el gas ser necesario cambiar de sitio la óptica, introduciéndo-
desde el insuflador hasta la aguja de Verres, se inicia la la por otro de los trocares de 10 a 11 mm, con el fin de
insuflación de CO 2, esta se detiene de inmediato y se extraer la pieza por el orificio creado por el trocar
reposiciona la aguja. En caso de que al inicio de la periumbilical.
insuflación la presión intraabdominal se aproxime a Cuando se trata de un paciente con una cicatriz
10 mmHg, esto significa que la aguja está pinchando el de laparotomía anterior, es muy útil la realización de la
epiplón, un asa, o se encuentra situada preperitoneal prueba de Palmer.
(esto último es lo más frecuente). El lugar de colocación de los trocares accesorios
La insuflación se realiza a un ritmo de 2,5 L/min dependerá, además, de lo que aconsejen las caracte-
aproximadamente, que es el tope máximo que permite rísticas anatomotopográficas específicas de cada pa-
la luz de la aguja, hasta alcanzar dentro del abdomen ciente y del tipo de cirugía que se va a realizar.
una presión de 15 mmHg, la que se logra cuando se A mayor cantidad de trocares, puede tener ma-
han introducido entre 4 y 6 L de CO 2. yor comodidad el cirujano, pero en ocasiones no es así,
Se retira entonces la aguja y, siguiendo la misma siempre que estos puedan colocarse a suficiente dis-
ÓN
dirección que se le imprimió, se coloca el trocar de 10 a tancia unos de otros (esta distancia siempre debe ser
CI
11 mm por el ojal cutáneo antes realizado. La coloca- superior a 6 cm); se aplicará el principio de la triangula-
UC
ción del trocar debe ser lenta, pero siguiendo un movi- ción para ser manipulados por ayudantes lo suficiente-
miento continuo y evitando cualquier retroceso, puesto
OD mente bien entrenados (Fig. 10.8).
que ello descargaría el sistema automático que prote-
ge la punta del trocar.
PR
del monitor de video. La presión intraabdominal d e La reparación del varicocele mediante la lapa-
BI
15 mm Hg o algo menor si se prefiere, es la que debe- roscopia fue descrita por primera vez en 1986 y desde
I
rá mantener automáticamente el insuflador durante toda el mismo comienzo ha sido una práctica quirúrgica muy
OH
ÓN
Fig. 10.9. Prostatectomía radical (obsérvese la vena esper-
CI
mática).
UC
OD En los primeros pacientes se respetaba la arteria
espermática cuando se encontraba bien definida. Hoy
día se realiza la ligadura en bloque, teniendo en cuenta
PR
técnicas convencionales.
OH
PR
Riñón
Quiste renal. El abordaje laparoscópico transpe-
ritoneal o lumboscópico se indica para grandes quistes
serosos renales, sintomáticos. La decisión depende del
nivel de entrenamiento del equipo.
La inspección directa del interior del quiste per-
mite detectar una posible tumoración incipiente e inad-
vertida en el fondo de su pared, y proceder a la biopsia
selectiva.
La exéresis de las paredes del quiste, denomina-
Fig.10.8. Colocación de los trocares.
da decortificación, una vez evacuado su contenido, re-
sulta fácil, si previamente al vaciarlo, se disecaron en
usar más de un clip para garantizar la ligadura de todos su mayor extensión posible.
los vasos; se revisa la hemostasia y se termina la ope- Nefrectomía. Realizada por primera vez en 1990,
ración con el cierre músculo-aponeurótico y piel. En la ha conquistado muchos seguidores por sus resultados
figura 10.9 se observa la vena espermática interna. estéticos incomparables, así como mínima pérdida de
304 Urología
sangre, escaso índice de infección y rápida incorpora- una reintervención quirúrgica a cielo abierto, con el
ción a las actividades sociolaborales. consiguiente riesgo en inmunodeprimidos. También se
Se debe comenzar por técnicas menos complejas optó más recientemente por el tratamiento esclerosante
e ir incrementando el nivel de complejidad, en relación percutáneo, pero este implica una larga permanencia
con la curva de aprendizaje y la afección renal. Se del catéter dentro del saco del linfocele, además del
proponen 3 grupos: riesgo de infección.
Grupo I: Lumboscopia. Con el diseño del balón disector
Displasia renal.
de Gaur (Fig. 10.10) comenzó una nueva etapa en la
Nefropatía de reflujo.
exploración del espacio retroperitoneal, creando un
Grupo II: campo de trabajo muy reducido, pero sin dudas con
Hidronefrosis.
múltiples ventajas. Con frecuencia se utiliza un balón
Enfermedad litiásica.
disector criollo, con un drenaje Penrouse o dedo de
Nefrectomía radical.
guante, y se introduce una sonda Nelaton en su inte-
Grupo III: rior, fuertemente amarrada a este, lo que permite ad-
TB renal.
ministrar entre 200 a 500 mL de solución, para crear
Atrofia renal postrauma.
esta cavidad virtual con fines hemostáticos.
Infarto renal.
Pielonefritis xantogranulomatosa.
ÓN
Algunas escuelas realizan el acceso por vía
CI
transperitoneal y otras por vía lumboscópica; ambas
UC
presentan sus ventajas y desventajas.
Cirugía de la glándula suprarrenal. Constitu- OD
ye la regla de oro en la mayor parte de las lesiones de
PR
esta glándula, como es el caso del feocromocitoma,
tanto el lado derecho como el izquierdo. Existen algu-
RE
Aplicaciones futuras
Fig.10. 11. Exéresis de divertículo vesical. de la cirugía laparoscópica
Hoy día, la laparoscopia urológica está muy bien
ÓN
dos, no tributarios de ondas de choque extracorpóreas, establecida y existen aún muchas técnicas abiertas que
CI
o en los que han fracasado estas y no son aptos para no se han podido generalizar por esta modalidad tera-
una cirugía endourológica. péutica. En centros de investigación de diversos paí-
UC
Ureterorrafia término-terminal o reimplanta- ses se está desarrollando a nivel experimental y en
OD
ciones ureterales. En casos de lesiones iatrogénicas distintas técnicas quirúrgicas laparoscópicas, que sin
del uréter e incluso de cirugías laparoscópicas, cabe la duda alguna encontrarán muy pronto indicaciones pre-
PR
posibilidad de restaurar la continuidad de este median- cisas. Donde los avances científico-técnicos, como la
RE
te la anastomosis de los extremos ureterales o reimplan- robótica y la creatividad del hombre, se combinan para
tación a la vejiga; también se puede resolver cualquier lo que hoy no se puede realizar, quizás mañana sí.
SU
totalidad del tiempo intestinal mediante la sutura me- Las complicaciones de la cirugía laparoscópica
PR
cánica intracorpórea (grapadoras Endo-Gia). urológica abarcan cualquier evento que modifique el
Prostatectomía laparoscópica. Los primeros curso normal de la evolución posoperatoria; se consi-
casos se describieron en 1992 y requerían de un tiem po deran mayores todas aquellas que requieren un proce-
quirúrgico promedio muy largo, pero hoy día los tiem- dimiento quirúrgico para su solución, se acompañan de
pos son similares a los de la cirugía abierta; tiene ac- cierto grado de invalidez temporal o definitiva, o signi-
cesos por las vías transperitoneal y extraperiton eal. fican un peligro para la vida del paciente. Existen si-
Adenomectomía. Se ha practicado en algunos tuaciones que las facilitan:
centros, pero hasta la fecha no presenta ventajas sig- Pérdida de la sensación táctil.
nificativas con respecto a la cirugía abierta o la resec- Limitaciones en la maniobrabilidad.
ción transuretral. Imagen bidimensional.
Linfadenectomía. Se aplica en el cáncer de prós- Particularidades del instrumental.
tata y en determinados casos de carcinoma de pene. Curva de aprendizaje.
También se ha realizado la linfadenectomía retrope- Complejidad de los procedimientos.
ritoneal para el estadiamiento de los tumores de célu- Necesidad de neumoperitoneo.
las germinales en el testículo.
Orquidectomía de testículos intraabdomi- Las complicaciones dependen del nivel de com-
nales. Los testículos con criptorquidia intraabdominal, plejidad de los procedimientos, estos se clasifican en:
descubiertos tardíamente, con predisposición a la de- Procedimientos de bajo grado de complejidad.
306 Urología
ÓN
b) Respiratorias: te de luz.
CI
Hipercapnia. c) Posoperatorias.
Acidosis respiratoria.
UC
d) Dolor.
Insuficiencia respiratoria. OD e) Hernia incisional.
Neumotórax. f) Trombosis venosa profunda.
Neumomediastino.
PR
g) Infección.
RE
SU
DA
BI
I
Casanova López, G., T. González León, y O. de la Concepción Reddick, E.J. y D.O. Olsen (1990): Laparoscopy for the general
OH
Gómez (2004): Varicocelectomía laparoscópica en el adulto. surgeon. Karl Stortz, Tuttlingen, GmbH D-7200.
Primera experiencia en Cuba. Arch. Hosp. Univ. Gral. Calixto Salas Cabrera, R., J. Sagué Larrea, A. Laurencio Mena et al. (2008):
PR
Capítulo 11
ÓN
CI
Isabel Caravia Pubillones e Itsel Vela Caravia
UC
OD
PR
cionales (cistografía, bien en placas o con control televisivo), con el objetivo de identi-
ficar diversos trastornos miccionales.
PR
Residuo vesical.
Registro sincrónico de las presiones intraabdominal
e intravesical, combinado o no con la electromio-
grafía esfinteriana.
Perfilometría de la uretra.
Pruebas farmacológicas.
ÓN
na de los pacientes urológicos, determinó que Balenguer
micción, incluyendo las interrupciones.
CI
(en 1932) sugiriera medir la distancia en que un hom-
bre lo proyectaba. En 1940, Sigmaticnen describió un
UC
Las gráficas obtenidas de la uroflujometría pue-
aparato algo complejo, y en 1948, gracias a Drake apa-
OD den ser diversas y mostrar un flujo continuo, intermi-
reció un equipo para la medición del flujo urinario; des-
tente o continuo con goteo terminal.
de entonces hasta la fecha son múltiples los equipos Valor de la uroflujometría. En primer lugar se
PR
La uroflujometría (Fig. 11.1) es el estudio más integridad funcional de la unidad vejiga-uretra. Estas
sencillo dentro de las pruebas urodinámicas; se define mediciones tienen valor:
SU
como el volumen de orina expelido a través de la ure- Como procedimiento de despistaje, es decir, en los
tra por unidad de tiempo y se expresa en mililitros por
DA
sar si es o no es así.
I
etcétera.
Para precisar la progresión o no de una enfermedad
obstructiva de las vías urinarias inferiores.
ÓN
Se debe recordar que cuando en un paciente con
vecinos.
CI
reflujo vesicoureteral se encuentra residuo vesical, este
pierde valor como elemento de alteración de disfunción Vejiga hiposensitiva: se describe en la diabetes
UC
de las vías urinarias inferiores. mellitus, afecciones medulares del sacro, etcétera.
OD
La capacidad vesical muestra el poder de alma-
PR
antigua que se conoce: en 1927 Rose inició este méto- métrica máxima a este resultado, obtenido por la intro-
do y en 1939 Lewis lo simplificó y popularizó; desde ducción de líquido para la prueba, pero si a la cifra se
DA
entonces hasta la fecha son múltiples las variantes de le añade lo alcanzado en el residuo vesical, se obten-
BI
Lesiones medulares por debajo de la primera vérte- Vejiga hipoactiva. Se presenta como una vejiga
bra lumbar o del sacro. de gran capacidad, sin contracciones no inhibidas y
Megacisto congénito. gran adaptabilidad. En la fase de vaciado vesical pue-
Diabetes insípida. de estar ausente la contracción del detrusor. Es común
Obstrucción crónica del aparato urinario. que este tipo de paciente orine mediante la contrac-
ción de la musculatura abdominal y al ser esta insufi-
La adaptabilidad vesical es la propiedad que tie- ciente, generalmente presenta volúmenes elevados de
ne el músculo detrusor de elongar sus fibras a los in- residuo vesical.
crementos de volúmenes en el interior de la vejiga, sin Este alteración puede ser causada por una au-
que se eleve la presión intravesical. Se puede clasifi- sencia de coordinación del sistema nervioso central
car en: (descentralizada), al mantenerse intactas las neuronas
Vejiga con adaptabilidad normal. periféricas, en cambio, si la alteración es provocada
Vejiga con gran adaptabilidad. por un daño al nivel de la placa neurotransmisora, se
Vejiga con poca adaptabilidad. considera un detrusor hipoactivo miopático.
Para diferenciar estos 2 tipos de alteraciones se
El control sobre el músculo detrusor es la capaci- utilizan las pruebas de agua fría y betanecol. En la ve-
dad de producir o inhibir sus contracciones y expresa jiga descentralizada existe una respuesta positiva de
la integridad del sistema nervioso desde la corteza ce- contracción del detrusor, mientras que en el daño
rebral hasta este. Cuando en la fase de llenado vesical miopático no se hallarán las elevaciones de la presión
ÓN
se observa una elevación de la presión vesical mayor intravesical.
CI
de 15 cm H 2O y el paciente no es capaz de evitarla,
indica la presencia de contracciones no inhibidas o con-
UC
tracciones involuntarias. Normalmente, el paciente es Perfilometría uretral
capaz de vaciar su vejiga, al ordenársele orinar por
OD
La función de la uretra consiste en conducir la
parte del investigador.
PR
Vejiga hiperactiva.
La perfilometría uretral o perfil uretral se define
Vejiga inestable.
BI
ÓN
la presión de cierre uretral, sobre todo en la posición su capacidad máxima.
Cuando el sujeto orina, aumenta la presión intrave-
CI
supina, o la paciente realizando un esfuerzo abdo-
sical y cesa la actividad eléctrica esfinteriana. En caso
minal durante la prueba, sin embargo, algunos auto-
UC
de no aumentar su actividad en la fase de llenado
res consideran de mucho valor la disminución de la
OD vesical, se puede producir la salida de orina o inconti-
longitud de la uretra funcional, es decir, su acorta-
nencia, por el contrario, si no cesa esta actividad
miento, y otros, como Karol, Meirner y Mollard,
PR
simpaticomiméticos para aumentar las presiones , Existe otro tipo de disinergia, detrusor-esfínter
I
mientras que los simpaticolíticos las disminuyen. interno (cuello vesical); esta se determina mediante la
OH
Evaluar los resultados de los tratamientos quirúrgi- videourodinamia, donde se observa la demora de la
cos de las técnicas utilizadas para la corrección de
PR
ÓN
CI
Centros y vías de inervación Fisiología de la micción
UC
vesicouretral
OD Existen 2 teorías clásicas de la coordinación de la
En el control miccional se implican tanto los sis- micción:
PR
temas nervioso central como periférico. Los sistemas 1. De Grout propone el reflejo miccional supraespinal
RE
periférico somático y vegetativo interactúan y se com- como iniciador de este proceso: las fibras mieli-
plementan con el parasimpático y el simpático en la nizadas recogen la aferencia del llenado hacia el
SU
función de llenado y vaciado vesicouretral. centro pontino, el cual inicia la micción de manera
Las eferencias parasimpáticas provienen de las coordinada a través de las eferencias parasimpá-
DA
neuronas del asta intermediolateral del centro parasim- tica, somática y simpática, esta última especial-
BI
pático sacro S2-S4 y forman el nervio pélvico que, tras mente en la fase de llenado.
I
fibras lisas del cuello vesical o esfínter interno. las fibras C y medido por latencias electromio-
De manera compensatoria, inhibiendo el detrusor gráficas) desempeña una función secundari a, si
y excitando las fibras del esfínter interno, actúa el sim- bien pasa a ser preponderante en caso de lesión
pático, proveniente del asta correspondiente D10-L1; medular, lo que explica la hiperactividad de la des-
realiza sinapsis paravertebral o incluso en los ganglios conexión suprasacra.
parasimpáticos, modulándolos, y forma el plexo y los 2. Teoría del loop de Bradley, según la cual se nece-
nervios hipogástricos. sitan 4 circuitos neuronales para lograr una mic-
La eferencia somática proviene del núcleo de ción coordinada:
Onuf medular S2-S4, al mismo nivel del parasimpático, a) Loop 1: lo formarían el lóbulo frontal con el cen-
con el que comparte vías para formar el nervio puden- tro pontino y las interconexiones con el cerebe-
do, de esta manera entra en la pelvis a inervar funda- lo y los ganglios basales; representa la micción
mentalmente el esfínter externo de fibras musculares voluntaria.
estriadas y por tanto voluntarias. b) Loop 2: está constituido por las vías aferentes
Las eferencias vesicouretrales más implicadas en espinales del detrusor, su conexión con el cen-
la transmisión de los cambios de tensión se desplazan tro del puente y su aferencia hasta las motoneu-
por el nervio pélvico al asta intermediolateral medular, ronas de contracción detrusoriana del asta
allí realizan interconexiones con el núcleo de Onuf y el anterior.
Urología urodinámica y neurológica 313
c) Loop 3: lo forman la aferencia periférica del Para determinar el nivel de las lesiones, en el exa-
detrusor y sus conexiones intramedulares con men físico se aplica: reflejo bulbocavernoso, reflejo
las neuronas somáticas, encargadas de la con- tendón profundo miembro inferior y Babinsky.
tracción del músculo estriado uretral; produce Clasificación de la Sociedad Internacional de
la relajación periuretral al estímulo del detrusor. Continencia:
d) Loop 4: se compone por la aferencia y la Constrictor: normal (N), hiperrefléxico (+) e hiporre-
eferencia suprasacra de la musculatura estriada fléxico (-).
periuretral, y de la aferencia periuretral y su Esfínter estriado: normal (N), hiperactivo (+) e incom-
conexión con las motoneuronas pudendas, que petente (-).
permiten la contracción del esfínter estriado Sensación: normal (N), hipersensible (+) e hiposen-
durante el llenado, compensando el loop 3. sible (-).
ÓN
dos reflejos, la hiperpresión súbita; contraerse para va- recuperación de la función vesical, posterior a le-
CI
ciarse completamente durante la micción, gracias a la siones de la médula espinal. Independientemente del
UC
relajación esfinteriana sinérgica, y así repetir el ciclo. nivel en que ocurra una lesión que afecte la médula
OD espinal o el cono medular, se producirá un periodo de
flacidez y se afectarán la musculatura lisa del detrusor
Vejiga neurogénica y el recto, de esta manera, ocurrirá un gran llenado de
PR
Clasificación. De acuerdo con el nivel de lesión impactación fecal. Por lo general, la duración de este
(encefálico, medular suprasacral, medular infrasacral periodo es de 2 a 3 meses.
SU
Lesiones de la neurona motora superior. respuesta espontánea del músculo liso se pierde de una
BI
Lesiones de la neurona motora inferior. manera diferente a la del estriado, por ello ocurre la
I
ÓN
esfinteriana en el nivel segmentario; los reflejos sacros rren antes de los 350 a 450 mL reflejan hiperreflexia.
funcionan intactos. La espasticidad se presenta de di-
CI
Prueba de latencia sacra (35 msec): mide el tiempo
versas formas entre un paciente y otro, así como el que transcurre desde el estímulo de la piel del pene
UC
comportamiento entre la vejiga y los esfínteres, ya que hasta la respuesta medida por electromiografía en
existen lesiones similares. OD el músculo perineal. Se prolonga en la diabetes melli-
Causas: tus, neuropatía alcohólica y hernia discal.
PR
indica hiperreflexia.
Esclerosis múltiple. Prueba de presión detrusor/flujo: elevadas presio-
SU
Poscirugía iatrogénica: hernia discal, cirugía de frac- nes de vaciamiento (75 cm H 2O), asociadas con flujo
tura vertebral, al rectificar la escoliosis, radiomielitis. bajo, pueden indicar obstrucción.
DA
Encefalitis.
OH
Estudios radiográficos:
PR
ÓN
rior, pero en menor medida. Clorhidrato de diciclomina (Bentyl): 80 mg cada
CI
Estudios radiográficos: 24 h, dividido en 4 dosis.
Volumen vesical bajo.
UC
Bromuro de metantelina (Banthine): de 5 a 10 mg
Trabeculación ligera vesical. OD cada 6 h.
Bromuro de propantelina (Pro-Banthine): 15 mg
PR
Instrumentales:
antes de las comidas y 30 mg al acostarse.
Irritabilidad leve del detrusor y el esfínter.
RE
Tratamiento. En enfermos con capacidad vesical Vejiga neuropática por lesión en el centro
DA
aceptable:
de la micción o debajo de este
BI
entre cada micción involuntaria. La micción se ini- Ocurre una parálisis flácida, debido a la lesión
OH
ciará por estímulo manual, presionando el abdomen, localizada en S2-S4 o en los nervios periféricos de este
los genitales o los músculos abdominales.
PR
órgano.
Anticolinérgicos.
Causas:
Estimulación neuronal.
Traumatismos.
Tumores.
En enfermos con capacidad vesical disminuida
Hernia de discos intervertebrales.
(menor de 100 mL):
Tabes dorsal.
Cateterismo permanente (colección de orina por ins-
Poliomielitis.
trumentos especiales).
Anticolinérgicos. Alteraciones congénitas (mielomeningocele, espina
Esfinterotomía: si existe dilatación de las vías urina- bífida).
rias altas, infecciones recurrentes y disreflexia au- Poscirugía iatrogénica: amputación abdominoperi-
tónoma significativa. A pesar de este tratamiento, neal del recto, prostatectomía radical, neovejiga con
muchos pacientes presentan una elevada presión segmento intestinal, histerectomía radical y postra-
intravesical, infección recurrente y disreflexia, por quianestesia.
tanto, existe riesgo de daño renal.
Otros: Características de la vejiga:
Stent uretral (las incrustaciones son frecuentes). Gran capacidad.
Dilatación con balón (riesgo de estenosis). Pérdida de la percepción de llenado.
316 Urología
Ausencia de contr acciones involuntarias del asintomática no necesita ser tratada con antibióticos.
músculo vesical. La prevalencia de estrechez uretral y falsas vías se
Presión intravesical baja. incrementa con su uso prolongado. Para evitar la
Trabeculación leve, aunque a veces muy acentuada estrechez se recomienda el uso del catéter hidrófilo.
(hipertrofia) de la pared vesical. Quirúrgico:
Disminución del tono del esfínter exterior. RTU (hipertrofia del cuello vesical o próstata
obstructiva).
Cuadro clínico: Implantación de esfínter artificial: se valorará ante
ÓN
Reflejo de las extremidades: no existe o ligera reac- Microestimulación del cordón espinal.
CI
ción. Parasimpaticomiméticos (aumentan el tono vesical):
UC
Cloruro de betanecol: de 2,5 a 5,0 mg cada 6 a 8 h,
Urodinamia. Los esfínteres lisos y estriados tie- v.o., o de 5 a 10 mg, s.c., cada 6 a 8 h.
nen perfil de presión con tono bajo e igualmente se
OD
comporta la presión de llenado vesical; las contraccio-
PR
Diagnóstico diferencial:
nes del detrusor son débiles o no existen; orina residual
Cistitis.
RE
Cistitis intersticial.
Instrumentales. Mediante la cistoscopia y la ure-
Cistocele.
troscopia, un piso pélvico laxo y arrefléxico, con cuello
DA
Obstrucción infravesical.
vesical normal (por conservación de inervación simpá-
BI
La continencia urinaria es una de las múltiples observan, con frecuencia, alteraciones orgánicas y
funciones que adquiere el niño durante su desarrollo. micciones anormales.
La expulsión de la orina, sin necesidad de que la vejiga Enuresis primaria: se relaciona con los que nunca
esté llena, es un acto consciente y voluntario. han sido continentes.
La enuresis se define como un síntoma, que con- Enuresis secundaria: se presenta recaída tras un
siste en la presencia de micciones activas, involuntarias periodo prolongado de continencia (el más acepta-
e inconscientes, persistentes o repetidas, que ocurren do es 6 meses seco).
a una edad en la que se considera que debía haberse
alcanzado el control esfinteriano. Para algunos autores, el término enuresis solo se
Constituye un problema médico y motivo frecuente debe emplear para la nocturna.
de consulta; es tan antigua, que se menciona por pri- Etiología. Se invocan múltiples factores:
ÓN
mera vez en el Papiro de Ebers (1550 a.n.e.), de Genéticos.
CI
manera que ha estado presente en todas las civiliza- Psicológicos y conductuales.
UC
ciones. Se conoce su resistencia a los tratamientos Trastornos del sueño.
tradicionales y provoca frustración en los niños y los
OD Hormona antidiurética.
padres e incluso en los médicos que la tratan. General- Retraso en la maduración de la función vesical.
PR
mente evoluciona hacia su mejoría o curación espon- Hallazgos urodinámicos.
tánea.
RE
En Cuba, en un estudio realizado por Tena Existen otros factores y se debe hacer hincapié
SU
Estas cifras no difieren de lo reportado a nivel interna- los más frecuentes son:
I
continente.
Toxemia.
En la mayoría de los niños, el control urinario diur-
no se logra primero que el nocturno. Muchos autores
Se ha considerado también la ausencia de la va-
señalan el hecho de que los varones son más enuréticos
que las hembras, con una prevalencia de 1,5 a 2 veces riación normal diurna de la secreción de la hormona
mayor. Es frecuente que exista una historia familiar de pituitaria vasopresina arginina, la cual, usualmente, du-
uno o ambos padres enuréticos. rante el día se mantiene estable y en la noche se ob-
Clasificación. Se tendrán en cuenta las caracte- serva una marcada elevación en sus niveles, los cuales
rísticas de la enuresis: son responsables de la elevada producción de orina de
Enuresis nocturna aislada o monosintomática: situa- baja osmolaridad durante la noche. Desde 1995, me-
ción benigna que tiende a la remisión espontánea; el diante la genética molecular se ha resaltado la impor-
niño presenta micciones involuntarias durante el sue- tancia de los factores hereditarios en la causa de la
ño (solo en la noche); no se acompaña de alteracio- enuresis nocturna: se presenta un modo de transmisión
nes miccionales durante el día y representa 80 % de autosomal dominante en 90 %.
los trastornos de incontinencia urinaria. Evaluación de los pacientes. Una historia com-
Enuresis diurna: algunos autores prefieren denomi- pleta, detallada, es el aspecto más importante en la
narla incontinencia. Abarca el vaciamiento involun- evaluación de estos pacientes, para su mejor manejo.
tario vesical tanto de día como de noche, donde se Se debe obtener información acerca del número y las
318 Urología
características de las micciones diarias, presencia de ces en el día. Se considera anormal un periodo mayor
polaquiuria, urgencia miccional, disuria y el número de de 4 h entre micciones y la evacuación intestinal por
micciones durante la noche (en una semana); historia más de 2 días. La constipación es frecuente en los
de constipación, antecedentes familiares de enuresis, niños enuréticos.
infección del tracto urinario (ITU), aunque en la enuresis Tratamiento. Existe una actitud frente a la enu-
nocturna se observa con poca incidencia, y si ha tenido resis nocturna, relacionada con la no necesidad de im-
trastornos previos, etcétera. poner terapéutica alguna.
En el examen físico se debe valorar fundamen- La variedad de opciones terapéuticas indica que
talmente el sistema urogenital; en el del abdomen se no existe un tratamiento ideal para estos casos. Los
prestará atención a la presencia o no de masas abdo- diferentes tratamientos señalados son, de por sí, un in-
minales y globo vesical; en la esfera neurológica se teresante recorrido por la historia de la medicina.
chequearán la marcha y los reflejos periféricos; se in- Se han mencionado desde oraciones, por ejem-
vestigarán las malformaciones lumbosacras, tales como plo, la plegaria de San Vito; rituales: espolvorean la
asimetría de la hendidura glútea, lesiones cutáneas con cama con polvo de cresta de gallo; terapias primitivas:
presencia de pelos en la zona mencionada o pigmenta- atar batracios a la cintura o el pene; costumbres: cenar
ción, signos que pueden sugerir una disrrafia espinal temprano, recomendado por Desault desde 1805; pun-
oculta. ciones e inyecciones: en la vejiga, el esfínter uretral,
Entre estas investigaciones es importante el cul- etc.; manipulación y cirugía general: ligadura prepucial,
tivo de orina, ya que la presencia de ITU puede provo- meatotomía, etc.; dispositivos e inventos: torniquetes
ÓN
car incontinencia; de esta manera, la evaluación debe peneanos, alarmas por enemas, etc.; electricidad:
CI
ser más profunda, por la posibilidad de que el paciente en 1881 Nye ideó un dispositivo que fue el primer
UC
pueda presentar anomalías urogenitales; se debe reali- paso para crear, más tarde, los sistemas modernos de
zar uretrocistografía miccional y ultrasonidos renal y
OD alarma.
vesical. Los niños con enuresis diurna también deben Es beneficioso recomendar que el niño vacíe su
ser evaluados con las mismas investigaciones.
PR
vejiga cada noche, inmediatamente antes de irse a
Los estudios urodinámicos solo se aconsejan cuan-
RE
dormir.
do se presentan anomalías en la columna vertebral, la
Los castigos son inútiles y perjudiciales. A pesar
vejiga muestra signos de lesión neurológica, como
SU
rológica.
actuales son menos agresivos y se clasifican de la ma-
BI
se observan con mayor frecuencia en los que, además tico y modificar conductas negativas; se basa en
de presentar enuresis nocturna, se asocian a síntomas una detallada información del problema, ejercicios
urinarios diurnos o en los casos que se acompañan de miccionales, restricción de la ingestión de líquidos
ITU y anomalías del tracto urinario. Algunos autores nocturnos, etcétera.
señalan que las contracciones no inhibidas son la alte- Alarma: inicialmente fue descrita por Nye, pero
ración más frecuente. adquirió popularidad en la década del 30, gracias
Generalmente, en los niños con espina bífida oculta a Mowener y Mowener. Hoy día se cuenta con
se muestran alteraciones en los estudios urodinámicos, minisistemas muy cómodos; su principio consiste
aunque no presenten claramente anomalías espinales en crear un reflejo condicionado que, con el tiem-
o neurológicas. En estos casos la resonancia magnéti- po, logre despertar al niño antes de que se inicie la
ca espinal puede revelar la lesi ón oculta. micción enurética. Probablemente es el tratamien to
En estos pacientes también se han observado más eficaz cuando se usa de manera correcta y el
malos hábitos de evacuación intestinal y vesical, de- tiempo suficiente, además, no presenta efectos se-
mora para efectuar la micción (la realizan solamente 2 o cundarios. Se reportan excelentes resultados con
3 tres veces al día), y sufren de constipación extrema. su utilización.
En estudios realizados sobre el tema se ha comproba- Diferentes entrenamientos: entrenamiento en re-
do que es usual una frecuencia miccional de 10 a 12 ve- tención voluntaria, popularizado por Kimmel y
Urología urodinámica y neurológica 319
Kimmel desde 1970. Consiste en dilatar cada vez farmacológicos más empleado. Su uso se basa en
más el espacio de tiempo entre el deseo miccional que los enuréticos monosintomáticos no tienen el
y el inicio de la micción; se complementa con el aumento fisiológico y circadiano de la desmopre-
incremento de la ingestión de líquidos durante el sina nocturna; actúa en la reducción de la
día, con ello se logra el aumento de la capacidad producción nocturna de orina, por debajo de la
vesical. capacidad funcional vesical. Se usa en spray na-
Reforzamiento positivo: este debe formar parte de s a l , c o n u n a g cada noche;
d o s i s i n i c i a l d e 2 0
todo el tratamiento elegido; se basa en estimular esta puede aumentarse hasta 40 a 80 g, según la
al enurético a despertar seco mediante el estímulo respuesta clínica. Puede provocar recaídas du-
y la autorresponsabilidad. Más importante que los rante los cuadros catarrales o de rinitis alérgicas.
premios son las palabras de elogio y el reconoci- Sus efectos secundarios son escasos; se reporta
miento de los padres. 70 % de efectividad. Cuando se asocia a los siste-
Tratamiento farmacológico: es la modalidad de pre- mas de alarma, se eleva su efectividad y disminuyen
ferencia de los médicos, familiares y pacientes, aun- las recaídas.
que sus resultados son contradictorios. Entre los más Los que aumentan la capacidad vesical y disminu-
empleados se encuentran: yen las contracciones vesicales inestables (anticoli-
Los que actúan mediante un mecanismo desco- nérgicos). En 1956 Legn publicó el uso de la pro-
nocido (antidepresivos tricíclicos), el más utilizado pantelina para tratar la enuresis. La oxibutinina
es la imipramina. En 1959, Sigg observó que algu- tiene un efecto asociado antiespasmódico y anes-
ÓN
nos niños psiquiátricos, tratados con este medica- tésico local sobre la vejiga; se utiliza con éxito en
CI
mento, mejoraron su enuresis. En 1960, McLean la inestabilidad vesical y, además, cuando el pa-
ciente presenta enuresis diurna, con síntomas de
UC
publicó su uso para el tratamiento de esta afec-
ción. Su mecanismo aún no es bien conocido, se
OD incontinencia urinaria; en la enuresis monosinto-
le atribuyen efectos antidepresivos, anticolinér- mática se presentan pocos beneficios. En los ni-
ños se indican 0,3 mg/kg/día, en 2 o 3 dosis. Se
PR
gicos y antiespasmódicos vesicales periféricos,
reportan efectos secundarios como visión borro-
además de aumentar la capacidad funcional vesical
RE
camento es variable; se reportan efectos secun- efectividad. Asimismo, en una investigación se de-
darios, aunque mínimos, entre estos las náuseas, mostró que, asociada con psicofármacos, se logró
anorexia, boca seca, ansiedad, insomnio, etc., y 12 % de curados y 53 % de mejorados.
no se presentan complicaciones. Una sobredosis
es potencialmente fatal. Otros antidepresivos úti- No todos los pacientes con enuresis monosin-
les son la amitriptilina, timipramina, clorimipramina, tomática nocturna requieren tratamiento médico. Al-
etcétera. gunos padres y pacientes, después de una detallada
Los que reducen el volumen de orina (acetato de evaluación del caso y amplia información del proble-
desmopresina, DDAVP). Es un fármaco sinteti- ma, pueden decidir por la no utilización de medida te-
zado, que modifica la fórmula de la arginina - rapéutica alguna. Así mismo, es necesario educar al
-vasopresina y logra un máximo efecto antidiurético, paciente y sus familiares, procurando evitar preocupa-
con un efecto vasopresor mínimo. En 1977 y 1978 ciones infundadas y sentimientos de culpa, además de
Dimson y Tunemo publicaron su us o para tratar brindarles esperanza y confianza en la resolución es-
la enuresis. Hoy día es uno de los tratamientos pontánea del padecimiento.
320 Urología
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322 Urología
Capítulo 12
ÓN
Jorge Sagué Larrea
CI
UC
OD
Existen 2 tipos fundamentales de enterocistoplastias continentes: la urostomía con-
PR
Las condiciones ideales de una derivación urinaria se deben aproximar a las ca-
OH
ÓN
intraluminales y mejor acomodación al llenado. mo a la función renal.
CI
La distensión del reservorio se acompaña de sen- La derivación urinaria continente es un procedi-
saciones de plenitud abdominal. A partir de los 6 me- miento quirúrgico más complejo, con mayor posibilidad
UC
ses de la intervención, el reservorio se puede vaciar de complicaciones que en otras operaciones más con-
OD
mediante autocateterismo (cada 4 u 8 h durante el día vencionales. La bacteriuria, por ejemplo, se presenta
y ningún cateterismo por la noche). con mucha frecuencia, pero apenas tiene traducción
PR
Mecanismo antirreflujo. Cuando se utiliza el trolíticas o las secuelas metabólicas, por la pérdida de
colon como reservorio urinario, se puede realizar la
DA
un túnel submucoso o en “puño de camisa”. Pero cuan- del procedimiento se basan en sus inconvenientes: el
I
ÓN
Presenta como inconveniente que el ciego tubular de-
CI
Fig. 12.1. Reservorio ileal en “U” (Kock). sarrolla elevadas presiones intraluminales, que pueden
conducir a la incompetencia esfinteriana, así como a la
UC
Indicaciones: obstrucción del flujo libre del aparato urinario superior.
Neoplasia vesical que precise cistectomía total. OD Algunos de estos reservorios son los siguientes:
Mal funcionamiento de otra derivación urinaria. Modelos tubulares.
PR
en cuenta:
Modelo abierto de Mainz. El reservorio ileocecal
I
Tunner Warwick).
ÓN
Reimplante anclado directo (Villavicencio).
CI
Oblicuas:
UC
Tunelización submucosa.
OD Le Duc-Camey.
PR
Entre los factores de deterioro de la función re-
nal, después de la sustitución vesical con intestino, se
RE
encuentran:
Estenosis.
SU
Infección.
DA
Reflujo.
Fig. 12.2. Segmento ileocecal (A) y colon sigmoideo (B y C).
BI
I
La capacidad inicial aumenta hasta alcanzar en- mo antirreflujo, se ha demostrado en 87,3 % de los
casos y funciona de acuerdo con determinados princi-
PR
inferior a 40 mL H 2O, sin embargo, se aprecian con- Después de la sustitución vesical, el mecanismo
tracciones no inhibidas de la cistoplastia, que alcanzan de la continencia es confiado al sistema activo, es de-
valores superiores a 100 mL H 2O. Generalmente es- cir, al esfínter externo y la musculatura uretral y
tas contracciones se producen a volúmenes de llenado periuretral del suelo pelviano. Dicho sistema supone
superiores a 200 mL. una presión de cierre de aproximadamente 49 mL H 2O.
Durante el sueño, la presión de cierre solo alcan-
za 42 mL H 2O, sin poder aumentar voluntariamente
por la relajación del suelo pelviano. En estas condicio-
nes, cuando se producen contracciones no inhibidas,
habituales en la estructura tubular a determinado volu-
men de llenado, se asiste al aumento de la presión en la
neovejiga, muy superior a la presión de cierre uretral.
Este aumento de la presión vesical puede ser con-
trarrestado en la uretra, por una contracción voluntaria
del suelo pelviano, ante el aviso de micción inminente,
lo que evita la incontinencia, sin embargo, durante el
sueño no existe esta posibilidad y, por ende, la inconti-
nencia es la regla.
ÓN
Modelos destubulizados. Se basan en algunos
CI
aspectos:
Sección del segmento intestinal por su borde antime-
UC
Fig.12.3. Modelo tubulizado. sentérico: uniendo segmentos adyacentes o girando
OD
PR
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
ÓN
Bolsas en “U”.
Técnica de Melchior.
y cistoplastia de aumento
CI
Plastia de Tscholl.
UC
Existen 3 grandes grupos de procedimientos, por
OD tanto, las opciones técnicas se establecerán en virtud
Modelos que emplean el segmento ileocecal de la extensión y el segmento ureteral dañado:
Bolsa de Mainz. (Fig. 12.5): 1. Restablecimiento de la continuidad:
PR
Marschall. a) Ureteroureterostomía.
RE
SU
DA
BI
I
OH
PR
ÓN
Traumáticas: traumatismos vesicales extensos.
adecuado que impida su estasis, por lo que se requiere
CI
Inflamatoria: cistitis intersticial, cistopatía TBC,
una actividad contráctil que sea la base de esta diná- esquistosomiasis, cistitis química y cistitis rádica.
UC
mica.
Indicaciones: OD Contraindicaciones:
Lesiones congénitas (hipoplasias segmentarias). Neoplasias vesicales.
PR
Carcinoma urotelial multicéntrico (riñón único prin- Cistitis rádica (cuando la afectación vesical es muy
RE
cipalmente). grave).
Desderivaciones. Insuficiencia renal (relativa).
SU
Extensas áreas estenóticas o fistulosas del uréter Incapacidad del paciente para la cateterización in-
(lesiones traumáticas de vías urinarias superiores). termitente).
DA
BI
Consideraciones. Las estenosis de la porción Segmentos a utilizar: ileal, cecal, ileocecal, colon
I
sigmoide y estómago.
OH
ÓN
urinaria por medio del esfínter anal y la micción volun-
Anuria obstructiva.
CI
taria e intermitente, proporcionada por la distensibilidad
de la ampolla rectal. Sepsis por pionefrosis.
UC
Requisitos preoperatorios: Medición de presiones intrapiélicas.
Existencia de buena continencia anal.
OD
Tolerancia a la distensión de la ampolla rectal. La posición en la que suele ser más fácil la pun-
PR
Ausencia de enfermedad orgánica o funcional y/o ción es en decúbito prono, con un rodillo en la zona
abdominal para evitar que el riñón se desplace. Como
RE
Complicaciones:
I
Trigonosigmoidostomía.
Transureteroureterosigmoidostomía. el espacio perirrenal.
Reservorio de Kock.
La elección del tipo de técnica a realizar depen- Nefrostomía “en raqueta” por técnica
derá, fundamentalmente, de la experiencia y los percutánea
resultados de cada cirujano, ya que todas presentan
ventajas e inconvenientes. Es fundamental un cono- Su ventaja sobre la técnica clásica es la facilidad
cimiento anatómico perfecto y rigurosa minuciosi- del cambio de la sonda, además de permitir un buen
dad técnica. drenaje de todas las cavidades renales.
Complicaciones: La mayoría de las derivaciones son temporales,
Precoces (primeros 60 días): anuria y oligoanuria, por ello tiene mayor utilidad la nefrostomía percutánea
íleo paralítico, fístulas urinarias y digestivas, y abs- (procedimiento más simple, rápido y menos agresivo).
ceso pelviano. La nefrostomía “en raqueta” se indicará en drenajes
Tardías: pielonefritis, litiasis renal, estenosis unión urinarios permanentes, por ejemplo, en neoplasias de
ureterosigmoidea, reflujo, incontinencia anal, tras- origen pelviano que provocan obstrucción urinaria por
tornos electrolíticos, encefalopatía hiperamoniémica invasión directa o metástasis. Este procedimiento tam-
y neoplasia de colon. bién se ha realizado mediante punción percutánea.
330 Urología
ÓN
ureterales uni o bilaterales, donde no es factible la 2. Alcanzar la continencia.
3. Reparar la enfermedad asociada (cuando exista).
CI
reanastomosis ureterovesical bilateral (fístulas y este-
4. Resolver las complicaciones (si se presentan).
nosis).
UC
Se contraindica en todas las afecciones ureterales
OD Restaurar la continuidad:
previas que afecten su vascularización: cirugía previa
Con vejiga propia (ureterorrafia término-terminal),
del uréter con disección y movilización, tuberculosis
PR
vejiga psoica, Boari, transurétero-ureterostomía, re-
renal y ureteral, exposición previa a dosis terapéutica
emplazamiento ureteral por intestino y autotrasplante.
RE
de radiaciones ionizantes, cirugía anterior de injertos Con vejiga ausente o extirpada (enteroplastia).
iliacos o aórticos, reflujo en la unidad receptora y litia-
SU
artificial).
OH
ÓN
CI
UC
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332 Urología
Capítulo 13
ÓN
CI
Jorge Luis Díaz Gómez y Alibeth Ramírez Fernández
UC
OD
PR
consecuencia de la caída del filtrado glomerular, todo lo cual pro voca una amplia
DA
dades que se ubican entre las principales causas de ingreso y de muerte en las unidades
I
normal.
Incidencia. Es variable en esta enfermedad y se relaciona con las condiciones de
PR
cada país. Se plantea que afecta cada año a unas 209 personas por millón de habitan-
tes. La mortalidad representa más de 50 % de los pacientes ingresados, sobre todo
cuando se asocia a distrés respiratorio agudo, shock, ventilados, operados con compli-
caciones severas, trastornos cardiovasculares importantes y fallo múltiple de órganos.
Cuando se asocia a shock séptico, su prevalencia varía entre 9 y 40 %. Llano y
colaboradores presentaron datos del Grupo de Estudios de la IRA, en Madrid, e indica-
ron que la sepsis fue causa de necrosis tubular aguda (NTA) en 35 % de los pacientes
que se encontraban en unidades de cuidados intensivos y en 27 % en unidades no
críticas.
En un estudio realizado por Díaz y colaboradores en Las Tunas, Cuba, en las
unidades de atención a pacientes graves, el daño parenquimatoso representó 84,3 % de
las causas y la sepsis fue responsable de 12,5 % de los fallecidos. El estadio de los
pacientes en régimen dialítico fue menor de 14 días y se pudo apreciar una rápida
actuación del personal médico y paramédico con estos.
Clasificación:
Prerrenal o isquémica: se produce por alteraciones en el flujo sanguíneo renal, lo que
implica un compromiso en la filtración glomerular, pues la disminuye.
Uronefrología 333
Intrarrenal o parenquimatosa: se presenta como con- hipofosfatemia, hipotiroidismo severo y actividad
secuencia de lesiones al nivel renal y de sus vasos, muscular excesiva.
donde se instalan los daños glomerular, tubular e Enfermedades hereditarias, como distrofia muscu-
intersticial. lar, enfermedad de McArdle y déficit de carnitina.
Posrenal u obstructiva: se relaciona con un obstá culo Hemoglobinuria por malaria, destrucción mecánica
en el flujo urinario libre, cuya causa puede ser in- de hematíes, circulación extracorpórea, prótesis
trínseca o extrínseca. Generalmente es bilateral o mecánicas, reacciones transfusionales, quemaduras,
se presenta en pacientes monorrenos, o con la fun- golpes de calor, déficit de glucosa 6 fosfato deshidro-
ción del riñón contralateral comprometida. genasa y hemoglobinuria paroxística nocturna.
Agentes químicos: anilina, quinina, glicerol, benceno,
A continuación se describen las causas específi- fenol, etanol, etilenglicol, monóxido de carbono y
cas de cada uno de los tipos descritos anteriormente. venenos de insectos.
Insuficiencia renal aguda (prerrenal):
Reducción del volumen circulante por hemorragias, Oclusiones vasculares:
pérdidas digestivas, renales o cutáneas y diuréticos. De gran vaso: por trombosis o embolia arterial renal
Redistribución del líquido extracelular por hipoalbu- bilateral o en riñón único funcionante, trombosis de
minemia, traumatismos, quemaduras, pancreatitis, la vena renal bilateral.
peritonitis, malnutrición, obstrucción intestinal. De pequeño vaso: enfermedad ateroembólica, ane-
Gasto cardiaco bajo por insuficiencia cardiaca con- mia hemolítica microangiopática, IRA posparto, sín-
ÓN
gestiva, arritmias, infarto del miocardio, embolismo drome antifosfolipídico, coagulación intravascular
CI
pulmonar, taponamiento cardiaco, miocarditis, diseminada, esclerodermia, HTA maligna, nefritis por
valvulopatías y shock cardiogénico. radiación y vasculitis.
UC
Vasodilatación periférica por sepsis, fístulas arterio-
OD
venosas, anafilaxia, hipotensores, tratamiento con Su manifestación como necrosis cortical obe-
interleuquina 2 (IL-2) o interferón, síndrome de dece a:
PR
dece a:
Procesos posinfecciosos (posestreptocócica) por
BI
Enfermedades malignas por alteraciones prostáticas, constrictores locales, relacionados con las endote-
uterinas, vesicales, digestivas. linas, tromboxanos y leucotrienos.
Fibrosis retroperitoneal por daños idiopáticos, Aumento de la síntesis intracelular de vasodilatadores
traumáticos y asociados a aneurisma aórtico; con- como prostaglandinas y óxido nítrico (Fig. 13.1).
sumo de drogas.
Anomalías ginecológicas no neoplásicas por emba- IRA parenquimatosa: cuando el insulto referido
razo, endometriosis, prolapso uterino. anteriormente se mantiene por más de 10 min y no se
Nefropatía úrica aguda por hiperuricemia. logra corregir, se produce la lesión parenquimatosa y
Intoxicación por drogas como epsilón aminocaproico, la obstrucción tubular; la NTA se instala como la for-
sulfamidas. ma más frecuente de lesión intrarrenal.
Enfermedades infecciosas: como cistitis bacterianas, Es evidente que las lesiones renales pueden des-
tuberculosis, aspergilosis, esquistosomiasis, candidia- encadenar una IRA, ya sea afectando los vasos,
sis y actinomicosis. glomérulos o túbulo-intersticios; la NTA es la expre-
Alteraciones intrínsecas por litiasis, coágulos y sión más frecuente de daño intrarrenal. Por su impor-
necrosis papilar. tancia clínica y frecuencia se tratarán los daños
Alteraciones extrínsecas por tumores proximales, isquémico y tóxico.
ligaduras y fibrosis retroperitoneal. En el daño isquémico se produce una reducción
del flujo sanguíneo renal, por las causas antes mencio-
Formas clínicas de presentación de la IRA: nadas, lo cual provoca una hipoxia mantenida, que trae
ÓN
Necrosis tubular aguda. aparejado daño celular y disminución de los niveles de
CI
Prerrenal. ATP, que es más marcada en la corteza, sin embargo,
UC
IRC aguda. los segmentos tubulares de la médula son más depen-
Obstructiva. OD dientes de oxígeno y, por tanto, se produce mayor
Parenquimatosa.
isquemia. Esta situación provoca una lesión en las cé-
Nefritis túbulointersticial aguda.
PR
2. Obstrucción tubular, secundaria a oclusión y necro- y del flujo sanguíneo renal, a causa de la vasoconstric-
sis tubular. ción, lo que provoca la caída de las fuerzas de filtra-
3. Escape o salida de orina filtrada a través d el epi- ción y del filtrado glomerular.
telio tubular dañado, lo que contribuye a la reduc- El daño provocado por la hipoxia en las células
ción del filtrado glomerular, oliguria y anuria. epiteliales al nivel tubular ocasiona alteraciones en el
citoesqueleto celular (red de filamentos proteicos, com-
Para una mejor comprensión, a continuación se ponente estructural de la célula, que participa en las
explican las causas asociadas a cada uno de sus tipos, funciones de las células tubulares).
aunque en la práctica estos fenómenos ocurren en Mecanismos básicos de producción de la NTA:
cadena. Isquémico: se caracteriza por zonas focales de
IRA prerrenal: cuando se produce una disminu- tubulorrexis, que ocupan los túbulos al nivel distal
ción del aporte sanguíneo renal, ocurre un descenso en por cilindros (células necrosadas, proteínas de Tamn-
la perfusión a ese nivel y, por consiguiente, la caída del -Horsfall y pigmentos), y ocasionan dilatación tubular.
filtrado glomerular, lo que trae aparejada la estimulación Los túbulos se separan como consecuencia del ede-
de mecanismos compensatorios, como: ma intersticial; las células tubulares descamadas se
Relajación de la arteriola aferente y constricción de observan en el sedimento, mientras que las restan-
la eferente, mediada por la angiotensina II y otros tes pierden el borde en cepillo y se pueden apreciar
Uronefrología 335
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
hinchadas. Ocasionalmente se observan células Por pigmentos: comparte características de las 2 for-
PR
ÓN
CI
UC
OD
PR
RE
SU
DA
BI
de la presión intratubular, a la isquemia local. Asimis- Elimina sustancias de desecho (urea, creatinina y
mo, la infiltración por células T y macrófagos, la res pues- ácido úrico).
ta autoinmune frente a las proteínas de Tamm-Horsfall
y las hormonas vasoactivas, pueden estar implica- Cuando se alteran algunas de estas funciones, se
das en la lesión renal. En la figura 13.4 se muestra, de presentan síntomas en todos los sistemas:
Respiratorios: neumonitis, sinusitis, derrame pleural,
manera esquemática, el diagnóstico de IRA obstructiva.
neumonías.
Cuadro clínico. A continuación se tratarán de
Cardiovasculares: edema pulmonar, arritmias, peri-
manera general los síntomas, para analizar posterior-
carditis, derrame pericárdico, hipertensión arterial,
mente las particularidades de cada entidad. insuficiencia coronaria, embolismo pulmonar.
Es importante conocer que el riñón tiene funcio- Gastrointestinales: náuseas, vómitos, malnutrición,
nes básicas que cumplir: gastritis, úlceras, sangrados digestivos, estomatitis,
Regulación de los equilibrios hidroelectrolítico y áci- parotiditis, pancreatitis.
do-base. Hematológicos: anemia y trastornos de la coagulación.
Hormonal (produce calcitriol y eritropoyetina). Neurológicos: irritabilidad neuromuscular, somnolen-
Control de la presión arterial (mediante la produc- cia, cambios mentales, convulsiones, coma, edema
ción de renina). cerebral.
Uronefrología 337
ÓN
CI
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OD
PR
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I
OH
PR
Metabólicos: hiperpotasemia, acidosis metabólica, 1. Inicial o de insulto: desde que aparece el insulto
hiponatremia, hipocalcemia, hiperfosfatemia, hiper- hasta la instauración de la oliguria (diuresis menor
magnesemia, hiperuricemia. de 400 mL en 24 h).
Infecciosos: flebitis, bacteriemia, neumonías, infec- 2. Diuresis o mantenimiento: desde que se restable-
ciones del tracto urinario. ce la diuresis (es mayor de 500 mL), pasa por la
fase poliúrica y se produce el inicio de la recupe-
Asimismo, es importante señalar que se pueden ración de la función renal. En esta fase hay que
manifestar síntomas de la enfermedad de base. tener mucho cuidado, debido a que la poliuria
El fracaso renal agudo (FRA) se puede presen- puede provocar deshidratación, hipopotasemia y
tar de forma anúrica, oligúrica y en ocasiones con diu- muerte en muchos pacientes.
resis (en muy pocos casos). La NTA oligúrica es la 3. Resolución: cuando se recuperan totalmente la fun-
forma más frecuente y presenta 3 fases: ción y los mecanismos renales.
338 Urología
ÓN
CI
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La fase no oligúrica está marcada por elevación, mayor incidencia de hiperplasia benigna y carcinoma
OH
se han reportado casos en los que se ha prolongado La uropatía obstructiva puede ser aguda o cróni-
hasta 90 días y más, de manera que en esta situación ca, completa o parcial y unilateral o bilateral; suele lo-
es importante realizar la biopsia renal para descartar calizarse en cualquier nivel, desde los túbulos renales
otras enfermedades asociadas. hasta el meato uretral externo, donde puede ocurrir un
incremento en la presión intraluminal, estasis urinaria,
infección urinaria y formación de cálculos.
Uropatía obstructiva En los hombres, la obstrucción de la uretra puede
deberse a la hiperplasia benigna de la próstata, carci-
Es frecuente el dolor lumbar, que se puede acom- noma prostático, prostatitis crónica con fibrosis, cuer-
pañar de cólico nefrítico, hematuria y, en ocasiones, po extraño, contracturas del cuello vesical o presencia
expulsión de cálculos y otros síntomas; este varía de válvulas uretrales congénitas. Las estenosis uretra-
según la localización del cálculo; también puede evolu- les y meatales pueden ser adquiridas o congénitas. En
cionar con anuria y poliuria, en las formas más cróni- la mujer, la obstrucción uretral sucede con poca fre-
cas. Es común la sepsis urinaria, relacionada con el cuencia, pero puede ser secundaria a tumores, radio-
cuadro antes descrito. terapia, cirugía o instrumentación urológica.
Se presenta en todos los grupos de edades, pero El dolor es frecuente y se produce por distensión
predomina en los hombres mayores de 60 años, por la de la vejiga, del sistema colector o de la cápsula rena l.
Uronefrología 339
Las lesiones de la porción proximal del uréter o de la Exámenes de laboratorio:
pelvis renal ocasionan dolor y molestias en el flanco, En sangre: hemograma completo, coagulograma
mientras que las lesiones distales provocan dolor, que completo, proteínas totales y albúmina, calcio, fós-
se irradia al testículo o los labios mayores del mismo foro, osmolaridad, urea, creatinina y ácido úrico.
lado. Este síntoma se agrava en la obstrucción ureteral En orina: sedimento urinario, sodio, potasio, urea,
aguda completa (cálculo ureteral). creatinina, osmolaridad.
La dilatación aguda por un riñón descendido o Otros estudios para algunas enfermedades especí-
tras una carga de líquido (al beber cerveza, diuresis ficas: complemento, crioglobulinas, marcadores
osmótica por contraste radiológico) provoca un dolor virales, tinción para eosinófilos en orina, espectro
intermitente, porque la producción de orina aumenta electroforético, inmunoelectroforesis (ANCA, anti-
hasta un nivel superior a la velocidad de flujo por la cuerpos antinucleares, anti ADN).
zona de obstrucción.
La uropatía obstructiva parcial o de desarrollo Estudios radiográficos. Entre estos se encuen-
lento (obstrucción de la unión pieloureteral, tumor tran el ultrasonido, eco-Doppler, radiografía simple de
pelviano) se caracteriza por asociarse con poco dolor abdomen, pielografía, urografía, arteriografía, cavo-
o por ausencia de este. Una obstrucción no sospecha- grafía y venografía renal, y tomografía.
da de la unión pieloureteral en un adulto puede provo- Radiografía simple de abdomen: permite distinguir
car hidronefrosis. Se puede palpar una masa en el flanco, la presencia de cálculos radiopacos, situados a lo
sobre todo en la hidronefrosis masiva de la infancia y largo del conducto ureteral. No obstante, no es in-
ÓN
la lactancia. frecuente encontrar calcificaciones abdominales,
CI
La anuria es un síntoma muy sugestivo de uropatía retroperitoneales o pélvicas, que pueden conducir a
UC
obstructiva, si no se asocia con shock, síndrome error al ser confundidas con cálculos ureterales o
urémico-hemolítico o glomerulonefritis rápidamente
OD renales.
progresiva. Aunque se puede reducir el volumen uri- Urografía excretora: se emplea principalmente para
PR
nario en cualquier tipo de enfermedad renal, la anuria descartar la uropatía obstructiva cuando existen
se suele asociar con la uropatía obstructiva bilateral cálculos coraliformes o múltiples quistes renales o
RE
completa, aunque la conservación del volumen urina- parapiélicos, por lo que va a existir un retardo en la
SU
rio normal e incluso la poliuria, no permiten descartar eliminación del contraste en el lado afecto; las ra-
la uropatía obstructiva parcial . diografías tardías ayudan a establecer el sitio exac-
DA
sentar nicturia o poliuria por alteraciones en la capaci- pueden observar como defectos de llenado.
I
dad de concentración del riñón y en la reabsorción de Gammagrafía renal con radioisótopos o técnicas
OH
sodio. Cuando se produce una uropatía obstructiva retrógradas: se somete al paciente a una diuresis
PR
unilateral en presencia de un riñón contralateral, la con- forzada con un diurético adecuado, por ejemplo,
centración de creatinina plasmática suele ser normal y 0,5 mg/kg-1 de furosemida intravenosa, para valorar
son poco frecuentes la anuria y la insuficiencia renal el grado de hidronefrosis y el retraso en el tiempo
aguda. Es probable que se produzca una pérdida de la de vaciamiento.
función renal por espasmos vasculares o ureterales, Ecografía abdominal: es el examen más utilizado en
mediados por la activación del sistema autónomo. la actualidad, pues permite confirmar o descartar la
Pronóstico. El pronóstico continúa siendo bas- obstrucción al nivel renal y diferenciarla de otras
tante sombrío, a pesar de los adelantos científicos. La causas, como defectos de llenado o tumores.
tasa de mortalidad se mantiene alrededor de 50 %, Ecografía con Doppler: puede diagnosticar, en ge-
algo más elevada en pacientes traumatizados, sepsis, neral, una uropatía obstructiva unilateral, al detectar
oliguria, insuficiencia cardiaca, arritmias, IMA y fallo un aumento en el índice de resistencia (reflejo de un
circulatorio. En sentido general, la función renal es mejor aumento en la resistencia vascular renal) en el riñón
cuanto más rápido se inicie el tratamiento adecuado. afecto.
Diagnóstico. La uropatía obstructiva se debe Pielografía anterógrada o retrógrada: se suele em-
sospechar cuando se produce la caída brusca del volu- plear para aliviar los síntomas, más que para diag-
men urinario y la elevación de las cifras de azoados, nosticar la uropatía obstructiva. Sin embargo, un
con las manifestaciones clínicas antes descritas. retraso en el vaciamiento permite confirmar una
340 Urología
ÓN
des o situaciones que producen IRA. También se pue-
2. Tratamiento sindrómico: desempeña una función
CI
de prevenir cuando se mantiene un equilibrio hídrico y
importante el manejo del agua total para mante-
UC
volumen sanguíneo adecuado, así como la TA estable
ner al paciente adecuadamente hidratado. Si la IRA
durante una cirugía importante y después de esta; ade-
OD es causada por pérdida del volumen extracelular,
más, al realizar infusión de NaCl isotónico en los pa-
el defecto se debe corregir con soluciones cristaloi-
cientes con quemaduras graves y una transfusión
PR
Es importante no utilizar fármacos nefrotóxicos sidades del paciente; así mismo, los diuréticos se
suministrarán una vez que este se encuentre esta-
DA
los ancianos que presentan riñones medio prájicos, por tal, con disminución del volumen circulante, des-
lo que la dosis de los fármacos debe ser bien valorada empeña una función fundamental el tratamiento
PR
ÓN
la vena periférica y se ordena lactato ringer (de
120 a 150 mL/h). teniendo en cuenta siempre la función renal para
CI
Si el paciente mejora, se indica dieta blanda más su reajuste. Especial atención merece la nutrición
UC
líquidos y se inicia la medicación por vía oral. Se de los pacientes, por lo que deben emplearse su-
deben dar indicaciones para filtrar la orina y reco-
OD plementos enterales y parenterales.
ger el cálculo expulsado. 5. Tratamiento dialítico: teniendo en cuenta que un
grupo importante de pacientes requiere diálisis,
PR
El tratamiento quirúrgico se indica cuando la
nefrolitiasis se complica con obstrucción o infec- debido a la NTA como causa principal, hay que
RE
ción severa. Si el cálculo es muy grande, la apoyarse en los métodos de depuración, entre es-
tos la hemodiális, la diálisis peritoneal y los méto-
SU
uréter.
Indicaciones del procedimiento hemodialítico:
BI
La insuficiencia renal crónica (IRC) se conside- Entre los fármacos que son capaces de producir
ra como la pérdida lenta y progresiva de la función nefrotoxicidad se encuentran:
renal; responde a múltiples causas y, de no controlarse Antibióticos (más frecuentes los aminoglucósidos).
los factores de progresión, llevaría obligatoriamente al IECAs.
estadio terminal de la enfermedad y se manifestará AINEs.
por una amplia sintomatología. Contrastes yodados.
Epidemiología. El predominio de la insuficien- Anfotericina B.
cia renal varía de una región a otra, en dependencia de Ciclosporina.
las particularidades de la población. A nivel mundial, Citostáticos.
ÓN
alrededor de 600 000 000 de personas presentan la Aciclovir.
CI
enfermedad, con un incremento considerable cada año, Inhibidores de la ciclooxigenasa 2.
y un total de 2 000 000 en diálisis.
UC
En Cuba, a pesar de tener un sistema de salud OD Cuadro clínico. Cuando el filtrado glomerular
bien establecido, la prevalencia en diálisis es de 195 pa- (FG) representa de 70 a 100 % del normal, que es de
cientes por cada millón de habitantes. Como causas 80 a 120 mL/min -1, existe una adecuada adaptación y
PR
dencia con lo planteado por otros autores, cuyas inves- sentan anorexia, náuseas, astenia y déficit de concen-
I
Control de factores de riesgo cardiovasculares. Proteínas de alto valor biológico: entre 0,6 y
ÓN
hiperfiltración glomerular, cuyo efecto es indepen- Realizar FAV para la hemodiálisis precozmente.
CI
diente de su acción hipotensora. Realizar la creatinina y estimar el FG (mensualmente
y siempre que sea necesario).
UC
Control de la hipercolesterolemia: mantener el
colesterol 5,2 mmol/L -1 y LDL 2,6 mmol/L -1.
OD Trabajar en el trasplante precoz a través de los es-
Analizar la creatinina y estimar el FG anualmente. tudios que se le deben realizar a los pacientes.
PR
Estadio 2. Pacientes con FG de 89 a 60 mL/min -1. Estadio 5. Pacientes con FG 15 mL/min -1:
RE
plante.
Vacunación contra la hepatitis B (esquema: 0, 1, 5 y
BI
ÓN
túa en policlínicas y hospitales. En estos últimos se
CI
comienza a realizar el procedimiento dialítico y mu-
chos pacientes se preparan para un futuro trasplante Métodos depuradores
UC
renal, a partir de un donante vivo o cadáver. Se les OD Constituyen un conjunto de procedimientos que
garantiza una adecuada nutrición y un esmerado trata-
se aplica a los pacientes, con la finalidad de eliminar
miento médico.
PR
las sustancias tóxicas que les ocasionan daño. Permi-
Factores de progresión de la IRC:
ten la extracción de proteínas anómalas, corregir los
RE
Hiperglicemia.
trastornos electrolíticos y del equilibrio ácido-base, de-
HTA.
SU
1. Intracorpóreos:
Alcoholismo.
BI
a) Diálisis peritoneal.
Tabaquismo.
I
ÓN
altamente porosa y semipermeable, mediante la cual
se obtienen elevados volúmenes de ultrafiltrado, pro- de hiperviscosidad, mieloma múltiple y macroglobulinemia
CI
cedimiento que se puede realizar solo o con hemo- de Waldenstron) y eliminación de inmunocomplejos cir-
UC
diálisis. Es el método de elección en el fracaso renal culantes (glomerulonefritis por inmunocomplejos y tor-
agudo (FRA), intoxicación hídrica, IRC-T e ICC re-
OD menta tiroidea), además, ayudan a eliminar lipoproteínas
fractaria al tratamiento. (hipercolesterolemia) y plaquetas (trombositosis severa).
PR
RE
SU
DA
BI
La producción normal de orina en el adulto oscila cio de Bowman, hasta que falla la filtración glomerular
entre 1,5 y 2 L diarios. Con frecuencia, el fallo renal cuando se mantiene más de 24 h.
evoluciona con obstrucción urinaria; existen factores La presión intrapélvica es de 6,5 mm Hg; cuando
extrínsecos e intrínsecos causantes de esta entidad. se produce obstrucción alcanza entre 20 y 25 mm Hg,
Se considera curable potencialmente, por tanto, es ne- por ejemplo, en caso de litiasis obstructiva y cólico ne-
cesario el diagnóstico y tratamiento precoz que eviten frítico alcanza entre 50 a 90 mm Hg. Cuando el proce-
la pérdida renal. so obstructivo es mayor de 48 h, los mecanismos de
Fisiopatología. El flujo urinario se relaciona con compensación se inician: dilatación de las vías urina-
el gradiente de presión de la cápsula de Bowman, la rias, que implica la disminución de la presión
peristalsis de pelvis renal y uréter, así como el efecto intracavitaria; aparecen mecanismos de flujo alternati-
de la gravedad. Al producirse una obstrucción del tracto vos (reflujo intersticio linfático, reflujo pielovenoso) e
urinario, aumentará la presión intraluminal del uréter. incremento de la reabsorción tubular al aumentar la
Si dicha obstrucción es prolongada, trae como conse- presión intratubular.
cuencia el aumento de la peristalsis ureteral, así como Si no se alivia la obstrucción, se mantiene la dis-
de la presión hidrostática que se transmite a la pelvis y minución de la presión de filtración renal y, por tanto,
los cálices, tomando los túbulos proximales y el espa- disminuye el flujo sanguíneo mediante el tromboxano
346 Urología
A2 y la angiotensina II. Progresivamente el flujo san- Los riñones palpables o vejiga evidencian dilata-
guíneo renal falla, lo que implica isquemia y pérdida de ción del sistema urinario. Los exámenes rectal y pélvico
las neuronas, de manera que una uropatía obstructiva pueden mostrar agrandamiento de la próstata o el úte-
puede conducir a nefropatía obstructiva. ro, como posible causa de obstrucción urinaria. En el
La recuperación de la filtración glomerular de- examen del meato uretral se buscará fimosis u esteno-
penderá de la duración y el nivel de obstrucción, el sis meatal.
flujo sanguíneo preobstrucción y la concomitancia de Causas de obstrucción:
enfermedades médicas o infecciosas. En los niños:
Cuadro clínico. La mayoría de las uropatías Obstrucción uretral y vesical:
obstructivas agudas se relaciona con la disminución Atresia uretral.
brusca del flujo urinario o principalmente con el dolor Fimosis.
tipo cólico nefrítico. En caso de obstrucción crónica se Estenosis meatal.
necesita mayor profundización en la historia clínica del Valvas de uretra (Fig. 13.5).
paciente. En el cuadro 13.1 se presentan las caracte- Cálculos.
rísticas de ambas obstrucciones. Coágulos sanguíneos.
Vejiga neurogénica.
Ureterocele.
Cuadro 13.1. Características de las obstrucciones
aguda y crónica Obstrucción:
Reflujo vesicouretral.
ÓN
Obstrucción aguda Obstrucción crónica Obstrucción de la unión ureteropiélica (Fig. 13.6).
CI
Ureterocele.
Dolor tipo cólico nefrítico Puede cursar sin dolor (tumor
UC
Uréter retrocavo.
(irradiado a flanco, abdomen retroperitoneal, HPB)
inferior, testículos o labios OD
La nefropatía obstructiva puede Tumor retroperitoneal.
tes
Hematuria intensa que se asocia ITU recurrentes En los adultos:
SU
frecuentemente con litiasis renal, Hipertensión secundaria de difícil Obstrucción uretral y vesical:
necrosis papilar, tumores control y con incremento de la Fimosis.
DA
secundaria a incremento de la
Coágulos sanguíneos.
I
nefrótico
Disfunción vesical producida Drogas que provocan fibrosis Hiperplasia prostática benigna.
PR
Osmolalidad elevada.
Osmolalidad elevada.
ÓN
nato, BUN, creatinina, calcio, fosfato, magnesio,
CI
ácido úrico y albúmina): se puede desarrollar acidosis
UC
metabólica hipercalémica, creatinina y BUN eleva-
OD dos, a causa del fallo renal secundario a la obstruc-
ción.
Hemograma completo: la elevación del conteo de
PR
ción.
BI
I
Su desventaja es que solo puede demostrar la obs- Cuadro 13.2. Diferencias entre las obstrucciones fun-
trucción con dilatación y no distingue la dilatación cional e intermitente
funcional de la anatómica.
Urograma descendente: brinda detalles morfológicos Dilatación sin obstrucción Dilatación con obstrucción
de la obstrucción; es un buen proceder para definir (funcional) (intermitente)
la extensión de la obstrucción anatómica. Se debe Reflujo vesicoureteral Obstrucción parcial
valorar su nefrotoxicidad (por el contraste) en pa- Diuresis masiva crónica Cristales intrarrenales
cientes diabéticos, insuficiencia renal crónica o Pelvis extrarrenal Nefrocalcinosis
mieloma múltiple (Fig. 13. 7). Divertículo calicial Obstrucción retroperitoneal
Pielografía invasiva: expone al paciente a la Megacálices congénito
Conducto ileal
nefrotoxicidad; brinda una información parecida al
urograma descendente. Su desventaja es que no
puede diferenciar la dilatación funcional de la ana- Tratamiento. El objetivo es tratar la causa espe-
tómica, además, se corre riesgo de infección. cífica de la obstrucción al flujo urinario y en segundo
Ultrasonografía: sensibilidad para detectar hidrone- lugar el tratamiento de la uropatía obstructiva (edema
frosis de 90 %. Es útil cuando los pacientes tienen pulmonar, urosepsis, hipovolemia, hiperpotasemia, etc.).
flujo glomerular disminuido, costo bajo y no expone Obstrucción del TUI. La enfermedad prostática
a los pacientes a radiaciones ionizantes. El uréter benigna es la causa más frecuente de retención urina-
no se visualiza adecuadamente. ria, además, pueden existir coágulos, cuerpos extra-
ños, estrechez uretral, cáncer de próstata y prostatitis.
ÓN
Radionúclidos: 90 % de sensibilidad para detectar
hidronefrosis. Otras retenciones suelen acompañar la administración
CI
anestésica, debido a un retraso en la recuperación de
la función de nervios somáticos y autonómicos, rela-
UC
Otras pruebas: cionados con la micción. Se colocará un catéter Foley
ECG: permite identificar los efectos de la hipercale-
OD que puede brindar un diagnóstico inmediato, al obtener
mia, complicación usual de la nefropatía obstructiva. orina; dicho catéter se deberá dejar hasta que se de-
PR
Orina residual: es útil cuando se sospecha obs- termine la causa. Cuando sea imposible el acceso
RE
ÓN
CI
Fig. 13.8. Nefrostomía percutánea.
UC
OD
PR
RE
SU
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UC
OD
PR
RE
SU
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BI
I
OH
PR
Uroginecología 351
Capítulo 14
ÓN
“
CI
Ángel Manuel Tundidor Bermúdez
UC
OD
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IUE en particular, es difícil de determinar, ya que en los estudios acerca de este tema
I
poblaciones.
PR
ÓN
como los embarazos y los partos. La mitad de las (toser, cargar pesos); el grado II, con los esfuerzos
CI
primigestas experimenta IUE, especialmente durante medianos (reír, subir escaleras) y el grado III, con los
el último trimestre. Se ha encontrado una incidencia pequeños esfuerzos (caminar, estar de pie, relaciones
UC
sexuales); este último (el más grave de todos) corres-
de IUE 9 semanas posparto: 21 % en partos OD ponde a la deficiencia esfinteriana intrínseca.
eutócicos y 36 % luego del empleo de fórceps. Las
Se debe tener en cuenta que en algunas pacien-
mujeres que desarrollan IUE en el periodo inmedia-
PR
IUE fue de 30 %. La disfunción vesical puede ser mas depresivos en estas pacientes.
BI
más severa con cada nuevo embarazo y se ha su- Al examen físico de los genitales, en los casos
I
gerido que la continencia recuperada luego del pri- severos se puede percibir el hedor urinoso y se obser-
OH
mer parto, declina anualmente debido al trauma van lesiones cutáneas por la exposición crónica a la
adicional (sucesivos partos), el efecto del envejeci-
PR
ÓN
terés en el diagnóstico de la IUE.
la anatomía a la normalidad y no se produce escape
CI
urinario al toser, lo que indica que el trastorno puede
Tratamiento. Medidas no quirúrgicas:
UC
ser corregido por una operación de suspensión. Si la
IUE grados I y II.
elevación digital no impide el escape, probablemente
OD Planes de embarazos futuros.
existe una deficiencia esfinteriana intrínseca, tributaria Embarazo actual (indicación limitada).
de otro tipo de tratamiento.
PR
Rechazo a la cirugía.
algodón permite observar cómo este se dirige hacia En espera del tratamiento quirúrgico.
arriba, lo que evidencia la inclinación anormal de dicho
SU
tra, además, suele acortarse en los casos de IUE, des- Rehabilitación de la musculatura pélvica y perineal:
BI
mentos de la presión intraabdominal, de ahí la utilidad Estimulación eléctrica del piso pelviano.
de la medición de la longitud uretral con una sonda
PR
Magnetoterapia.
Foley graduada en centímetros. Dispositivos mecánicos:
Estudios imagenológicos. Tienen como objeti- Pesarios.
vo la demostración de los cambios anatómicos propios Tapones vaginales.
de este trastorno, como el descenso de la vejiga y las Dispositivos intrauretrales.
por día. Para que estos ejercicios sean efectivos, las Contraindicaciones:
contracciones de los músculos pélvicos se deben reali- Embarazo.
zar sin maniobra de Valsalva o contracción de otros Marcapaso cardiaco o desfibrilador implantable.
músculos. Antecedentes de arritmia cardiaca.
Conos vaginales. Se ha recomendado el empleo Implantes metálicos, por ejemplo, dispositivos
de conos vaginales como complemento de los ejerci- intrauterinos.
cios de Kegel; estos se insertan en la vagina y se sos- Sensopercepción disminuida.
tienen mediante la contracción de la musculatura
pélvica. Sin embargo, un estudio comparativo no en- Dispositivos mecánicos. Pesarios. En la IUE
contró diferencias en los resultados de los ejercicios el pesario actúa elevando el cuello vesical, corrigiendo
complementados o no con los conos vaginales. el ángulo uretrovesical y aumentando la resistencia a
Estimulación eléctrica del piso pelviano. Se la salida de la orina, al comprimir la uretra contra la
ha empleado principalmente en pacientes incapaces
cara posterosuperior de la sínfisis del pubis (Fig. 14.1).
de realizar los ejercicios de Kegel; provoca contrac-
Contraindicaciones:
ción e incrementa el tono de los músculos. Se ha
Infección vaginal o urinaria.
observado mejoría entre 30 y 80 %, y curación en-
Constipación.
tre 0 y 10 %.
Contraindicaciones: Diabetes descontrolada.
Denervación completa del suelo pelviano. Falta de cooperación de la paciente.
ÓN
Demencia.
Epilepsia. Complicaciones:
CI
Marcapaso cardiaco. Infección vaginal o urinaria.
UC
Arritmias cardiacas severas. Úlceras vaginales.
Embarazo actual o en perspectiva.
OD Fístulas uretrovaginales y vesicovaginales.
Infección urinaria o vaginal.
PR
70 % de las pacientes y control absoluto en alrededor cen en la uretra para bloquear el escape de orina.
BI
Las mejores candidatas son aquellas con IUE grado I, Infección urinaria.
OH
A B
Fig. 14.1. Pesario para la IUE: A: pesario en forma de plato; B: Pesario colocado en la vagina.
Uroginecología 355
Medicamentos.Agonistas alfa-adrenérgicos. empleo se debe limitar a ancianas con incontinencia
Estimulan los receptores alfa-adrenérgicos del cuello tipo I de Green y alto riesgo quirúrgico.
vesical y la uretra proximal, con lo que mejora la Complicaciones:
coaptación de la mucosa uretral. El agente más em- Hemorragia del plexo periuretral y otras venas
pleado es la seudoefedrina, en dosis de 30 a 60 mg, sinfisiarias.
v.o., entre 1 y 4 veces/día. Su principal efecto colateral Laceración de la base de la vejiga, cuello y uretra.
es la elevación de la presión sanguínea. Fibrosis periuretral con estrechez.
Estrógenos. En un metaanálisis de 23 estudios Cicatrices vaginales, condicionantes de dispareunia
publicados sobre estrogenoterapia, como tratamiento o estenosis del introito.
único de la IUE, Fantl et al. no encontraron mejoría Retención de orina (completa o incompleta).
objetiva de la incontinencia, sin embargo, se ha demos- Infecciones urinarias.
trado que la estrogenoterapia incrementa la sensibili-
dad de la uretra y el cuello vesical a la acción de los Técnica operatoria: con la paciente en posición
agonistas alfa-adrenérgicos, por lo que se recomienda ginecológica, se efectúa una incisión en la línea media,
la asociación de estos 2 grupos de medicamentos. a través de la mucosa vaginal, que se extiende desde
Doluxetina. Es un inhibidor de la reabsorción de el ápice de la vagina hasta el meato uretral. Los colgajos
serotonina y norepinefrina. Al aumentar los niveles de de mucosa se disecan lateralmente con bisturí. Habrá
estos mediadores en la médula sacra, se incrementa la que despegar ampliamente la fascia aponeurótica
actividad de los nervios pudendos y, por consiguiente, parauretral y paravesical mediante una disección roma,
ÓN
la contracción de los esfínteres uretrales. En un estu- practicada con el dedo envuelto en una compresa.
CI
dio se comprobó que más de la mitad de las mujeres En las superficies más laterales de la uretra y de
UC
tratadas experimentó una reducción de sus episodios la base vesical se procurará la separación más amplia
de IUE, superior a 50 %. OD de la fascia pubovesical. Comenzando a menos de 1 cm
Tratamiento quirúrgico. La cirugía es el trata- del meato uretral, se colocan suturas sucesivas verti-
PR
miento de elección para corregir la IUE. Se han des- cales “de colchonero”, de Dexon, Vicryl o catgut cro-
mado No. 0 en la fascia parauretral movilizada (Fig. 14.2).
RE
Uretrocistopexia de Marshall-Marchetti-
PR
-Krantz.
Colposuspensión de Burch.
Suspensión colpouretral laparoscópica.
Operaciones de vesicosuspensión con aguja.
Técnica de Pereyra.
Modificaciones ulteriores (Stamey, Raz).
2. Procedimientos para provocar compresión uretral:
a) Operaciones con cabestrillo.
b) Inyección periuretral.
c) Esfínter artificial.
3. Derivaciones urinarias.
De estos puntos, debe quedar uno enfrente de la coloca un drenaje en el espacio de Retzius y se proce-
unión uretrovesical, otro al nivel de la unión y otro más de al cierre de la herida. La sonda se mantiene entre 3
allá de esta área. Una pinza de Kelly deprime el piso y 5 días.
de la uretra, a medida que se anudan las suturas, para Colposuspensión de Burch. En 1961, Burch in-
evitar la necrosis de su pared. A continuación se pro- formó su experiencia con la colposuspensión, emplean-
cede a la reparación del uretrocistocele y al cierre de do el ligamento de Cooper, operación técnicamente más
la herida. Se deja un tapón vaginal. sencilla, que evita la infrecuente, pero muy molesta
Uretrocistopexia de Marshall-Marchetti- Krantz. osteítis del pubis, corrige el cistocele y reduce la inci-
Esta técnica fue descrita en 1949. Su efectividad (cu- dencia de obstrucción urinaria posoperatoria. Sin em-
ración completa) alcanza 90 %. bargo, no está exenta de complicaciones, se señala, en
Complicaciones más frecuentes: particular, el enterocele (entre 3 y 17 % de los casos),
Obstrucción (con o sin retención urinaria). debido al agravamiento de la debilidad de la pared
Osteítis del pubis. vaginal posterior. Como procedimiento primario alcan-
Infección urinaria. za 90 % de éxito.
Técnica operatoria: la posición y el abordaje qui-
Técnica operatoria: con la paciente en decúbito rúrgico son similares a la operación de Marshall-
supino y las piernas en abducción, se coloca una sonda -Marchetti-Krantz. Se colocan a cada lado de 2 a 4 puntos
Foley Ch18 y se procede a abordar el espacio de que incluyen la fascia parauretral y la pared vaginal
Retzius, a través de una incisión media, paramedia iz- (Fig. 14.4). El punto más distal corresponde a la altura
ÓN
quierda o de Pfannenstiel. Se rechaza la grasa retropú- de la porción media de la uretra; el segundo punto, al
CI
bica y se realiza hemostasia del plexo de Santorini. nivel del cuello vesical. Se pueden colocar puntos adi-
UC
El cuello vesical es fácil de identificar mediante cionales por encima del cuello.
tracción gentil de la sonda; la introducción en la vagina
OD
de un dedo de uno de los ayudantes permite identificar
PR
ÓN
sonda Foley Ch18. Se realiza una incisión arciforme o retira al quinto día del posoperatorio (Fig. 14.8).
CI
longitudinal media desde 1 cm por debajo del meato Procedimientos para provocar compresión
UC
uretral para disecar colgajos laterales de mucosa uretral. Se indican en el déficit de coaptación uretral
vaginal, exponiendo así el tejido periuretral hasta la al-
OD (deficiencia esfinteriana intrínseca).
tura del cuello vesical (Fig. 14.5). Operaciones con cabestrillo. Estos procedi-
PR
Se penetra en el espacio retropúbico mediante mientos implican la colocación quirúrgica de un cabes-
disección roma o cortante, hasta perforar la fascia trillo de material natural o sintético debajo de la uretra
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Fig. 14.6. Vesicouretrosuspensión con aguja. Vista endoscópica del paso de la aguja.
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o del cuello vesical. Los materiales empleados para Generalmente se realizan mediante la combina-
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dichas operaciones son los siguientes: ción de los abordajes abdominal y vaginal. El cabestri-
I
ÓN
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OD Fig. 14.8. Vista final de la vesicouretrosuspensión.
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SU
o enfermedades neuropáticas.
Consiste en 3 componentes: un manguito, que es
aplicado periuretralmente al nivel del cuello de la veji-
Fig. 14.7. Vesicouretrosuspensión con aguja. Paso de los ga; un reservorio para permitir, mediante bombeo, el
hilos al espacio suprapúbico. llenado del manguito, y un mecanismo de bomba para
cerrar el manguito y provocar la continencia, o abrirlo
y permitir la micción.
Uno de los principales problemas con el esfínter
vejiga y a lo largo de la uretra (Fig. 14.10). Aproxima- artificial es la erosión del manguito sobre el cuello vesical
damente se inyectan 17 mL; este procedimiento se o la uretra proximal (Fig. 14.11).
puede repetir según el grado de continencia. Derivaciones urinarias. Estas operaciones se
La inyección se puede realizar transvaginalmente reservan para aquellos casos en que otros procedimien-
con aguja y jeringuilla, bajo visión cistoscópica, o tos han fracasado o son inaplicables. Se trata de inter-
transuretralmente con aguja larga y pistola de inyec- venciones riesgosas y técnicamente difíciles. Hoy día
ción. Su eficacia es limitada. Los mejores resultados las más recomendadas son la apendicocistostomía y la
se han obtenido con el colágeno y no superan 50 % al iliocistostomía cateterizables, complementadas con el
cabo de los años. cierre del cuello vesical.
360 Urología
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PR
Fig. 14.9. Procedimiento de cabestrillo. Fig. 14.10. Inyección periuretral: A: antes; B: después.
Uroginecología 361
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Fig. 14.11. Esfínter urinario artificial.
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semanales. Es necesario efectuar una ligera Exploración con instrumentos. Con frecuencia
sobredistensión de la uretra, ya que después de sus pendi- la uretroscopia evidencia una mucosa uretral enroj ecida
do el tratamiento ocurrirá cierto grado de contractura. y granulosa; se puede notar cierto grado de estenosis
Se deberán aplicar las medidas necesarias para com- uretral.
batir la cistitis y la uretritis. Tratamiento. Son eficaces las cremas de estró-
La uretrotomía interna también tiene sus oponen- genos de aplicación local.
tes, así como otras técnicas quirúrgicas. El pronóstico
es bueno con la apropiada sobredilatación de la uretra
y la terapéutica específica de la uretritis, que suele es- Carúncula uretral
tar presente.
La carúncula uretral es un tumor benigno,
vascular, friable, de color rojo, con aspecto de fram-
Uretritis senil buesa; rara vez se observa antes de la menopausia.
Puede ocurrir como resultado de la pérdida del tejido
Con posterioridad a la menopausia fisiológica o elástico en la submucosa de la uretra próxima al mea-
quirúrgica se presenta hipoestrogenismo y ocurre n to, debido a cambios seniles. Esta lesión se puede con-
alteraciones regresivas (seniles) en el epitelio de la va- siderar como una forma en miniatura del prolapso
gina, el cual se vuelve seco y pálido. Puesto que la uretral, en la que la mucosa exteriorizada se irrita e
uretra se origina embriológicamente de los mismos te- infecta secundariamente y suele desarrollar pólipos, con
ÓN
jidos que los órganos reproductores femeninos, se ob- un pedículo bien vascularizado.
servan alteraciones degenerativas semejantes en las
CI
Histología. Se clasifica en 3 tipos, dependiendo
porciones inferiores del sistema urinario. del grado de infección y del componente vascular:
UC
Por lo general, se observa cierto grado de eversión papilomatosa, angiomatosa y granulomatosa. La va-
de la mucosa alrededor del orificio uretral, debido al
OD riedad papilomatosa es, en gran medida, la más co-
acortamiento del canal vaginal. Con frecuencia se co- mún. Las carúnculas se encuentran recubiertas de
PR
mete el error de diagnosticarla como carúncula. epitelio escamoso estratificado o de transición y mues-
RE
Diagnóstico. Se hace sobre la base de los as- tran escasa cantidad de tejido conectivo y un estroma
pectos que se describen a continuación. muy vascularizado. Con frecuencia se ha debatido si
SU
jar de prurito vulvar y cierto grado de escurrimiento. carúncula uretral. La dificultad para juzgar estas afir-
Signos. El epitelio de la vagina es seco y pálido. maciones consiste en que no se dispone de biopsias de
PR
La mucosa del orificio uretral a menudo está enrojeci- las supuestas carúnculas precancerosas. Es muy posi-
da y es hipersensible; comúnmente se observa la ble que las lesiones fueran malignas desde un princi-
eversión de su labio posterior, debido a la reducción de pio, con apariencia seudocaruncular.
la pared uretrovaginal. Diagnóstico. Se hace sobre la base de los sínto-
Exámenes de laboratorio. Habitualmente la orina mas y signos.
no contiene gérmenes. El diagnóstico se puede hacer Síntomas. Incluyen tanto dolor al orinar como en
por el procedimiento siguiente: un frotis seco de exu- las relaciones sexuales; sangrado en forma de man-
dado vaginal, con células epiteliales, se tiñe con solu- chas, aun con los traumatismos más leves, y la presen-
ción de Lugol; el portaobjetos se lava con agua y se cia de una masa en el orificio del meato. Otras veces
examina al microscopio inmediatamente, mientras está son completamente asintomáticas.
húmedo. Signos. En la exploración se observa una masa
En el hipoestrogenismo, las células captan mal el roja, sésil o pedunculada, dolorosa, friable, en el labio
yodo y, por tanto, quedan teñidas de color amarillo. posterior del meato. La masa verrugosa es blanda al
Cuando la mucosa es normal, estas células se tiñen de tacto, en tanto que en el carcinoma del meato este se
color pardo oscuro, debido a su contenido de glucógeno. halla infiltrado y es duro cuando se le palpa.
El diagnóstico también se puede confirmar por la téc- Tratamiento. Las carúnculas pequeñas pueden
nica de Papanicolaou. ser eliminadas totalmente por fulguración. Si la ca-
Uroginecología 363
rúncula es mayor, el pedículo podrá seccionarse con Síntomas. Los síntomas son muy variables. El
un electrobisturí y destruirse la base cuidadosamente prolapso puede no ocasionar la menor molestia y úni-
con la corriente de desecación. camente se advierte cuando sobreviene una pérdida
A menudo, las carúnculas uretrales muestran cier- sanguinolenta, como resultado de la ruptura de los teji-
ta tendencia a recidivar, pero esta e s menor cuando se dos congestionados. Otras enfermas se quejan de un
extirpan del modo apuntado, que si se eliminan simple- dolor continuo e intenso que se acompaña de tenesmo
mente con el bisturí o la tijera. En ocasiones, en las y necesidad frecuente de orinar.
formas recurrentes hay que resecar el margen del suelo Signos. La mucosa uretral protruida se observa
de la uretra. como una masa de color rojo intenso, otras veces
A causa de la gran inervación de esta zona, es cianótica, y generalmente edematosa, que se puede
necesaria la infiltración de la base de la carúncula con infartar y conducir a una gangrena, si no se reduce con
gran cantidad de un anestésico local, antes de extir- prontitud.
parla. Tratamiento. La aplicación de compresas hú-
medas calientes puede procurar un confort transitorio.
A menudo se logra reducir mecánicamente la masa del
Trombosis de la vena uretral tejido edematizado. Después de la reducción se deberá
practicar la cistoscopia para descartar el ureterocele.
La trombosis espontánea de la vena uretral en el Una vez que se ha hecho la reducción, las
piso de la uretra distal se presenta en mujeres de edad recurrencias son raras, pues el proceso inflamatorio
ÓN
avanzada. El inicio súbito tiende a descartar la carún cula probablemente fija los tejidos en su sitio, conforme la
curación progresa. Si la uretra prolapsada no se puede
CI
o el cáncer. Cuando existan dudas acerca de la verdade-
ra naturaleza de la lesión, se deberá realizar la biopsia. reducir, se deberá insertar una sonda de Foley; hacien-
UC
Diagnóstico. Se hace sobre la base de los sínto- do tracción sobre esta, se amarra fuertemente un ma-
mas y signos.
OD terial de sutura grueso sobre el tejido y la sonda, en un
Síntomas. La paciente se queja de dolor local, de sitio inmediatamente proximal a la masa; más tarde el
PR
tejido se esfacela. Usando esta misma técnica, el teji-
inicio súbito, seguido poco después por la aparición de
do puede ser resecado, de preferencia con un electro-
RE
miento, puesto que el proceso se resuelve de forma Los divertículos de la pared uretral son infrecuen-
OH
provoca una obstrucción de los conductos, con forma- grafía excretora es muy útil para el diagnóstico dife-
ción de abscesos glandulares y comunicación de la glán- rencial con el ureterocele ectópico. El método radio-
dula con la uretra. Se describen afecciones asociadas, gráfico más utilizado para evidenciar el divertículo es
fundamentalmente la litiasis y los tumores. la cistouretrografía miccional (con vistas anteropos-
La litiasis aparece en 7 % de los casos; los cálcu- teriores y oblicuas), que permite apreciar su tamaño y
los, por lo general, son de fosfato amónico. La presen- localización.
cia de un tumor intradiverticular es rara y puede ser Si este método fallara, como puede ocurrir en los
favorecida por la irritación crónica; el tipo más fre- casos con un cuello diverticular muy estrecho, que no
cuente es el adenocarcinoma, seguido del carcinoma permitiese el llenado del divertículo, se indicará la apli-
de urotelio y el epidermoide. cación de un catéter de Davis-TeLinde; este semeja
Diagnóstico. Se tendrán en cuenta los aspectos una sonda de Foley, pero posee un segundo balón mó-
que se describen a continuación. vil que lo rodea. Se pasa el catéter a la vejiga y se
Síntomas. La sintomatología es variable y no de- insufla el balón proximal.
pende tanto del tamaño, como de la infección. Es im- Manteniendo tenso el catéter, se desliza el se-
portante recordar que algunas cistitis rebeldes, apa- gundo balón hasta quedar frente al meato uretral, y se
rentemente intratables, se pueden deber a la presencia insufla. En la porción del catéter, localizada entre
de un divertículo uretral. Los síntomas principales son los 2 balones, existe un orificio a través del cual esca-
goteo posmiccional, incontinencia urinaria de esfuerzo, pará el material radiopaco que se inyecte, llenando de
polaquiuria, disuria, dispareunia, y emisión de pus y
este modo la uretra y el divertículo.
ÓN
sangre por el meato uretral.
La ecografía transvaginal es una técnica indolora
CI
Con frecuencia se presenta piuria macroscópica,
y muy útil en los casos en los que la cistouretrografía
lo que depende, al parecer, de la posición del orificio
UC
sea poco eficaz. Chancellor ha obtenido muy buenos
diverticular; de hallarse este suficientemente cerrado
OD resultados con la ecografía endouretral.
y orientado hacia el extremo exterior de la uretra, no
Exploración con instrumentos. Al examinar el
se produciría ningún rebosamiento de pus hacia la ve-
PR
Signos. Para el diagnóstico es esencial la ins- sible apreciar una abertura, pero en algunos casos el
pección y la palpación de la vagina. Generalmente los orificio es muy pequeño y puede no ser visto. Por lo
SU
divertículos adquiridos están situados en la pared pos- general se presenta un edema alrededor del orificio,
debido a la inflamación, por lo tanto la visualización
DA
uretral.
OH
Se debe diferenciar del uretrocele, quiste de la nóstico resulta difícil, se puede cateterizar e instilar
glándula de Skene (situada lateralmente al meato dentro de la vejiga, 5 mL de azul de metileno y 60 mL
PR
uretral), quiste de los conductos de Gartner (situados de medio de contraste. Se retira la sonda y se hace
en la pared anterior de la vagina), ureterocele ectópico, que la enferma inicie la micción. Se ocluye entonces el
carcinoma uretral, fibromas periuretral y vaginal, mioma meato con un dedo.
y várices uretrales, endometriosis de la uretra, así como Generalmente esta maniobra provoca el llenado
del sarcoma botrioide y las metástasis en la pared del divertículo con la solución de prueba. A continua-
vaginal. ción se toman las radiografías apropiadas y se realiza
La palpación vaginal permite añadir al diagnósti- la uretroscopia buscando la salida del colorante a tra-
co la existencia de litiasis o tumores intradiverticulares; vés de la boca del divertículo. Con esta misma finali-
en estos casos, la palpación de una masa suburetral dad se puede llevar a cabo la punción ecodirigida del
resulta muy sugestiva. divertículo.
Datos de laboratorio. El sedimento urinario Tratamiento. Spence y Duckett describieron la
muestra habitualmente signos de infección y hematuria. marsupialización. Se trata en realidad de una meatoto mía
Los microbios cultivados son los pertenecientes al gru- ampliada, que se puede utilizar en casos de localiza-
po de Escherichia coli, algunos difteroides y cocos ción en la uretra distal. No se indica en los casos de ure-
grampositivos. tra proximal, por el número elevado de incontinen cias.
Estudios imagenológicos. La radiografía sim- Lapides introdujo el tratamiento endoscópico en
ple puede mostrar un cálculo intradiverticular. La uro- casos de localización distal, mediante el cuchillete de
Uroginecología 365
Collins. En la actualidad este método apenas se utiliza. catgut cromado fino. En casos de estructuras muy
La vía transvaginal es la que proporciona mejores re- fibróticas se ha empleado la interposición de tejido adi-
sultados y permite, además, realizar otras técnicas en poso entre la pared uretral y la vagina.
casos de enfermedad asociada, como la IUE. El drenado de la vejiga se puede realizar por son-
Arcali recomienda la vía retropúbica en los diver- da uretral o mediante cistostomía; los defensores de la
tículos proximales. La vía lateral uretral se ha utilizado primera alegan su utilidad para el cierre de la uretra,
en mujeres vírgenes, para no lesionar el himen. El pro- mientras que los que prefieren la derivación suprapúbica
nóstico suele ser bueno, a menos que el divertículo se temen la acción traumática e irritativa que la sonda
encuentre situado de tal modo que su extirpación lesio- puede ejercer sobre la línea de sutura uretral.
ne el mecanismo del esfínter externo. Los resultados
obtenidos no se alteran al realizar otras técnicas para
el tratamiento de la IUE. En algunas pacientes puede
Quistes de los conductos
aparecer una fístula uretrovaginal o estenosis de la de Skene
uretra.
Técnica quirúrgica para la extirpación del En pocas ocasiones, la luz de uno de los conduc-
divertículo uretral. Se practica una incisión media a tos de las glándulas de Skene, que se hallan a cada
través de la mucosa vaginal, la que es separada de la lado del meato uretral, en la posición de las horas 4 y
pared diverticular. La pared del divertículo se diseca 8 del reloj, puede verse ocluida, con el resultado de un
de la fascia parauretral y de la mucosa vaginal en for- quiste de retención. La causa de esta oclusión puede
ÓN
ma de circunferencia, hasta revelar un plano anatómi- ser de naturaleza inflamatoria, pero se ha observado
CI
co, mediante el cual se abre el divertículo y se inspec- también en mujeres sin el menor indicio de haber pa-
UC
ciona el interior de la cavidad. decido blenorragia.
Es mejor diferir la apertura de la pared del
OD Diagnóstico. Se hace sobre la base de los sínto-
divertículo hasta que la disección haya alcanzado la mas y signos.
Síntomas. La paciente suele consultar por disu-
PR
divertículo representa una fina capa de mucosa uretral, cación con la luz uretral, que se puede encontrar com-
con cambios inflamatorios secundarios en la pared. Por primida y rechazada.
lo tanto, el tapizado del saco es muy frágil y se frag- Tratamiento. Estos quistes se deberán extirpar
menta fácilmente durante la disección. Se requiere una cuando sean lo suficientemente grandes como para
disección meticulosa, con el fin de separarlo completa- provocar síntomas. Sin embargo, cuanto más volumi-
mente de la vagina y del piso de la uretra. Se reseca el nosos se hagan, tanto mayor será la dificultad para
cuello del divertículo con cuidado especial, para evitar disecarlos y separarlos de la uretra desplazada, con
la extirpación de la mucosa del piso uretral. Si se falla mayor peligro de lesionarla. Como primera medida, en
en extraer todo el saco uretral, se producirá la recidiva el conducto uretral se introducirá una sonda y enton-
del divertículo. ces se practicará una incisión circular que circunde la
El defecto uretral se cierra sin tensión, mediante base del quiste que hace relieve. Mediante una disec-
puntos separados de material absorbible No. 000, que ción cuidadosa se libera el quiste de su lecho, sin olvi-
invierten los bordes. Tras comprobar la resistencia de dar jamás el riesgo de lesionar la delicada uretra.
esta sutura, se la encierra en el pliegue formado por Las superficies cruentas se aproximan y suturan
otra serie de “puntos de colchonero” que aproximan la con material absorbible No. 00, y los sobrantes de muco-
fascia parauretral. Por último se recorta y se cierra la sa se eliminan procediendo luego a suturar los bordes
incisión de la mucosa vaginal, con puntos separados de con puntos separados del mismo material. Posteriormente
366 Urología
los bordes del corte se suturan con catgut cromado uretral. Según la preferencia del cirujano, se dejará al
No. 000, evitando un excesivo número de puntos de final de la intervención la sonda uretral o una
sutura que pueden provocar la estrechez del meato cistostomía.
ÓN
raciones ginecológicas y en pacientes que han recibido
CI
radiaciones o con antecedentes oncológicos.
UC
La Organización Mundial de la Salud ha informa-
do que anualmente 5 millones de mujeres sufren de OD
morbilidad ginecoobstétrica severa; así mismo, la ma-
PR
yoría presenta una lesión en las vías urinarias, origina-
da por operaciones ginecológicas o trabajos de parto, y
RE
guiente alteración psíquica, sexual y social. Por todo de la vagina y la necesidad del cateterismo vesical, así
ello es necesario que urólogos y ginecólogos se es- como la utilización de colgajos de tejidos e interposi-
fuercen, en primer lugar, por que estas no se produz- ción de estos.
can y después por la búsqueda de un procedimiento Etiopatogenia. Las causas más frecuentes de
terapéutico adecuado; esa debe ser la concepción ante la fístula vesicovaginal son:
esta desagradable enfermedad. Obstétrica: son menos frecuentes por la mejoría del
Se describen 3 etapas: primitiva, intermedia y seguimiento en el trabajo de parto.
moderna. Secundaria a operaciones ginecológicas (histerecto-
Era primitiva. Se caracterizó por el trabajo obs- mías): se pueden originar por heridas directas en la
tétrico en manos de las comadronas, ya que a los mé- vejiga y por necrosis. Por afectación del riego san-
dicos no se les permitía la atención a las mujeres. Durey guíneo (lesión vascular).
describió el hallazgo de una gran fístula en la momia de Otras:
una de las esposas de un rey. Poscoitales (poco frecuentes).
Era intermedia. Se inició con la participación de Grandes abscesos pelvianos.
los médicos; es conocida como la era del pesimismo, Operaciones por rectocistoceles (raras).
por el fracaso frecuente en la reparación de las fístulas. Neoplásicas (estas generalmente son combinadas
Era moderna. Se desarrollaron las técnicas qui- vésico-recto-vaginales).
rúrgicas y se planteó el principio de separar la vejiga Posradiaciones.
Uroginecología 367
Los síntomas pueden aparecer entre 3 y 21 días
e incluso fluctuar entre 7 y 21; se presentan disuria,
hematuria, vagina húmeda, incontinencia urinaria, le-
siones irritativas en vagina, vulva y muslos.
Diagnóstico:
Antecedentes: operación ginecológica, partos,
neoplasias, radiaciones previas.
Factores predisponentes: infecciones (entre estas las
pélvicas), arterioesclerosis, diabetes y algunos de los
factores mencionados como antecedentes.
Examen físico: observación de salida de orina por la
vagina y exploración de la continencia del esfínter,
así como observación del orificio fistuloso.
Tacto vaginal: explorar el estado de la vagina, si existe
o no presencia de proceso tumoral ginecológico, le-
siones en vagina o vulva.
Tacto rectal: determinar la continencia del esfínter
y si existe su participación en la fístula.
Cistoscopia: se podrá observar el orificio fistuloso,
ÓN
tamaño y relación con los meatos ureterales; tam-
bién se buscará el estado del cuello y la uretra.
CI
Prueba del colorante (azul de metileno): demuestra
UC
la salida de orina teñida por la vagina.
Ultrasonido: es útil para determinar el estado del
OD Fig. 14.13. Urograma descendente. Obsérvese la comunica-
tracto urinario superior. ción vesicovaginal.
PR
Urograma descendente: se indicará si el ultrasonido
lo sugiere o la prueba del colorante resultara nega-
RE
participación uterina.
BI
Topografía. De acuerdo con su relación con el Médico. Lo más importante es evitar la fístula;
OH
trígono se clasifican en: una vez producida, se tratará la sepsis, si existe, y las
Pretrigonales.
PR
ÓN
transvesical como vía que da acceso a las situadas en
CI
posición trigonal y retrotrigonal.
La vía vaginal la utilizan con mayor frecuencia
UC
los ginecólogos y son de utilidad en aquellas fístulas
OD pretrigonales y o uretrales. La vía vagino-transvesical
es de utilidad y en ocasiones es necesario realizarlas
PR
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Uroginecología 369
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v e s i c o - v a g i n a l f i s t u l a u s i n g a m o b i l i s e d v a g i n a l f l a p t o f o r m t h e
b l a d d e r b a s e : a c a s e r e p o r t . A r c h . G y n e c o l . O b s t e t . , 2 7 3 ( 6 ) : 3 7 8 - 8 0 .
S m i t h , D . R . ( 1 9 8 5 ) : U r o l o g í a g e n e r a l . E d i t o r i a l C i e n t í f i c o - T é c n i c a ,
S o m b i e , I . , T . K a m b o u , S . G . C o n o m b o e t a l . ( 2 0 0 7 ) : R e t r o s p e c t i v e
21(6):241-5. s t u d y o f u r o g e n i t a l f i s t u l a i n B u r k i n a F a s o f r o m 2 0 0 1 t o 2 0 0 3 .
Capítulo 15
ÓN
CI
Fernando Díaz García
UC
OD
PR
Muchos autores han descrito las alteraciones que se originan en la vejiga, pero
RE
ninguno tan detalladamente como el profesor Luis Cifuentes Delatte en sus libros
SU
Cistitis y Cistopatía.
Algunos urólogos y anatomopatólogos han aceptado el término cistopatías, otros
DA
relacionados con esta entidad, llena de criterios tan diferentes y de múltiples posibilida-
I
dros endoscópicos e histológicos, hacen de esta entidad una afección difícil de clasifi-
car y diagnosticar y, por lo tanto, de diferentes criterios y líneas de tratamiento.
En ocasiones, la mucosa vesical, perfecta barrera protectora, puede dar la impre-
sión de encontrarse en una situación inestable. Con frecuencia no parece normal, sin
embargo, no es posible hacer un diagnóstico firme, ni por cistoscopia ni por examen
microscópico.
Las alteraciones pueden permanecer estacionarias, desaparecer o progresar. La
mucosa puede presentar algunas anomalías, diversos tipos de cistitis, formación de
nidos de Von Brunn, metaplasias y otras.
Se trata de procesos benignos, pero también se encuentran en las primeras fases
de la carcinogénesis experimental o industrial y, por consiguiente, merecen y exigen un
estudio y vigilancia prolongada de los pacientes.
Embriogénesis del epitelio vesical. En los mamíferos, el desarrollo embrio-
nario de la vejiga es complejo. En su estudio temprano forma parte de una cloaca y
deriva del intestino primitivo. En los embriones de simios aparece la membrana vesical
urorrectal, que separa el recto de la vejiga. Se completa en los fetos de 16 mm.
La porción proximal forma la vejiga y parte de la uretra, y la porción distal parti-
cipa en la formación de los genitales (senos urogenitales). La obliteración del conducto
372 Urología
onfaloalantoideo se transfo rma en el uraco; los con- La superficie de revestimiento está compuesta
ductos de Wolff, en conductos espermáticos en el hom- por células superficiales que forman las membranas
bre, y los conductos de Gartner, en la mujer. asimétricas de 120 Å de espesor y 3 capas: una cen-
En los casos de extrofia vesical se pueden obser- tral, radiotransparente, y otras 2 capas por fuera, de
var varios tipos de epitelio: epitelial, glandular produc- mayor densidad. El aparato de Golgi está bien repre-
tor, epitelial escamoso y pequeñas líneas de endotelio. sentado en estas células.
El epitelio vesical retiene la capacidad totipotencial de La función de la membrana asimétrica en las ra-
producir estos tipos de epitelio en la vejiga de un adulto tas es la de separar, o sea, una barrera entre la orina y
normal, lo que puede ser el reflejo de sus variantes la sangre, lo que ha sido demostrado por Hicks en es-
histológicas benignas del cáncer vesical. tudios químicos realizados en carcinogénesis experi-
mental.
Las células del urotelio están unidas: las superfi-
Urotelio ciales, unas a otras por fuertes uniones, y a las capas
profundas por desmiosomas. El resto epitelial descan-
El forro epitelial de los mamíferos muestra una sa sobre la lámina propia, la cual es recta cuando el
estructura única funcional. La documentación ha que- epitelio es normal y ondulante; en los epitelios que no
dado deficiente y su urotelio no difiere, en esencia, del son normales, conforme a la base celular de las capas.
de los seres humanos. Variantes proliferativas benignas. La frecuen-
Microscopio de luz. Está compuesto por dife- cia y el significado biológico de los quistes de Brunn,
ÓN
rentes capas, de espesor variable, que aumentan o dis- cistitis quística y glandular, y el epitelio vaginal del epi te-
CI
minuyen según la distensión vesical: en experimenta- lio escamoso, fueron investigados por Wiemer en
100 autopsias de fallecidos (de 30 años o más). Nor-
UC
ción con ratas, 3 capas en máxima distensión, y de 5 a
6 en vejigas vacías; en el perro, en la vejiga vacía se-
OD malmente, se encontraron nidos de Von Brunn y cistitis
rán de 6 a 7; en los seres humanos, de 5 a 7 capas en quística en ubicación anterior de la vejiga y porciones
biopsias endoscópicas, con moderada distensión; más bajas del uréter. Los nidos de Von Brunn se hallaron
PR
El urotelio se caracteriza por su capa superficial, detectó en 40 % de las mujeres y fue poco común en
compuesta por largas células superficiales, en forma el hombre. Este epitelio puede apare cer debido a los
SU
de sombrilla; estas cubren varias células pequeñas, in- cambios cíclicos ovulatorios en la mujer y se puede
DA
mediatamente debajo de ellas; son binucleadas o observar en la citología urinaria mediante el urocis-
BI
acuerdo con el estado de llenado o vaciamiento vesical Epitelio mucus productor de tipo colónico en
OH
y el ángulo de la sección del tejido. En las vejigas la vejiga. La diversidad de diferenciación del epitelio
distendidas son planas y finas, y en las vacías, gruesas vesical y la producción de epitelio colónico se trataron
PR
ÓN
les, sin antecedentes previos; otros la encuentran en
CI
pas epiteliales, con anormalidades nucleares. La su- vejigas sometidas a procesos irritativos crónicos. Su
perficie celular puede estar preservada o ausente, hallazgo puede ser ocasional en la mucosa sana; no
UC
de acuerdo con la severidad de la lesión. constituye, por sí misma, una enfermedad. En resu-
Carcinoma in situ: el epitelio está compuesto por
OD men, se puede interpretar como una lesión proliferativa
anormalidades nucleares obvias y patrones desor- del epitelio y un reflejo del espectro normal de las va-
PR
denados del desarrollo. Las capas superficiales no riantes del epitelio vesical.
RE
se identifican bien y están constituidas entre 4 y 20 ca- Endoscopia. Se observan lesiones nodulares
pas. El tamaño de las células es variable. La pequeñas al nivel del cuello, retrotrigonal, así como en
SU
hiperplasia atípica y el carcinoma in situ deben ser bajo fondo y paredes laterales. En ocasiones se puede
DA
admitidos como precursores del cáncer vesical. confundir con la cistitis folicular. Ambas se señalan
como representantes de la cistitis nodular. Solo la biop-
BI
Los síntomas y eventos clínicos del carcinoma sia brindará su verdadera causa.
I
OH
total de vejiga no son más que la parte visible de un Tratamiento. No tiene tratamiento específico;
iceberg y reflejan clínicamente el “silencio” de las anor- se debe actuar sobre los factores sépticos e irritativos.
PR
las cuales presentan lesiones histopatológicas que las De todas, la más aceptada es la degeneración
individualizan y caracterizan. quística de los nidos de Von Brunn, pues existen evi-
dencias entre la cistopatía quística, la cistopatía glan-
dular y la degeneración de los nidos de Von Brunn.
Histogénesis y embriogénesis Entre las hipótesis planteadas se señala que la
de la mucosa vesical oclusión de un conducto de la cistopatía glandular ori-
gina un quiste con contenido mucoso o mucina. Se pre-
Para poder iniciar el estudio de las cistopatías es senta, por lo general, en las mujeres que se encuentran
necesario conocer la embriogénesis e histogénesis del entre la quinta y sexta décadas de la vida.
epitelio de la mucosa vesical. La potenciabilidad de Endoscopia. Se observan pequeñas formacio-
sus células y sus diferentes variantes histológicas, tan- nes quísticas prominentes, con fino cuello y color que
to benignas como malignas, hacen de este tema una abarca desde el transparente y claro hasta el verdoso
parte fundamental de su estudio. o marrón. Aparecen en el cuello vesical, trígono, peri-
Clasificación. Muchos autores han tratado de meatal y retrotrigonal preferentemente.
clasificarlas. Guyon, Hinman, Rousing y Cifuentes crea- Histología. Quistes revestidos de células epitelia-
ron las suyas, pero ninguna tiene un basamento les aplanadas y de una sola capa.
etiológico o clínico, aunque sí un verdadero valor histó- Tratamiento. No existe un tratamiento específi-
rico. Hoy día no existe una clasificación que abarque co, por tanto, es eminentemente sintomático.
todas las cistopatías, por ello, para poder tener una base
ÓN
de inicio en su estudio, se emplea la de afecciones
Cistopatía folicular
CI
vesicales, sugerida por la OMS (Mostofi), que, aunque
UC
incompleta, agrupa las principales (Cuadro 15.1).
Sinonimia. Cistitis folicular.
Cuadro 15.1. Clasificación histológica internacional
OD La cistopatía folicular se caracteriza por la pre-
sencia de folículos linfáticos en la submucosa vesical,
PR
ÓN
dular, así como su diferencia con la quística. reactividad alterada de unos macrófagos e histiocitos
CI
Evolución. Se debe vigilar estrechamente por (células de von Hansemann); su causa se desconoce.
UC
su elevada degeneración hacia el adenocarcinoma Endoscopia. Placas redondeadas (con relieve),
vesical. OD de color amarillento, grisáceo o rosado, en ocasiones
Tratamiento. Se deben eliminar todos los facto- con un aspecto que recuerda un proceso tumoral.
Existen reportes de su presencia en el riñón, ure-
PR
res irritativos o sépticos.
Se indicará la resección transuretral, así como la tra, próstata y otros lugares de la economía.
RE
electrofulguración en los casos que lo requieran. El Se manifiesta por disuria recidivante y hematuria
frecuente. La sepsis urinaria asociada es parte del cua-
SU
parcial o total (en dependencia de la extensión) está Tratamiento Resección transuretral, anticoli-
I
cífico.
PR
El término trigonitis fue utilizado por Cifuentes En la biopsia endoscópica se muestra el típico
para definir “una inflamación localizada estrictamente tejido endometrial, con sus glándulas características.
a la región del trígono, de aspecto seudomembranoso, Tratamiento. Depende de la edad de la pacien-
evolución crónica, con o sin infección urinaria, que res- te (en mujeres jóvenes). Se prefiere la exéresis del
ponde satisfactoriamente a la eliminación de un foco tejido ectópico, bien por resección transuretral o a cie-
séptico”. Dicha entidad no ha sido reconocida como lo abierto. En las mujeres próximas a la menopausia, la
tal por todos los urólogos y como seudomembranosa observación puede ser una conducta. También se indi-
por la escuela americana. can la castración quirúrgica o por rayos X, o los análo-
Cuadro clínico. Se observa exclusivamente en gos de LHRH o damazol.
la mujer y muy pocas veces en el hombre. Su inicio es
brusco; comienza como un síndrome disúrico agudo
por polaquiuria, ardor y tenesmo vesical. Cistitis eosinofílica
Cistoscopia: puede adoptar 3 formas clásicas: y granuloma eosinófilo
1. Trigonitis hiperémica: enrojecimiento y vasculari-
zación por encima del trígono normal. Se considera una entidad local o una manifesta-
2. Asimétrica o parcial: inicios de seudomembranas ción local de una enfermedad generalizada. A pesar de
que toman parcialmente el trígono. su semejanza, algunos autores las consideran diferen tes.
3. Trigonitis seudomembranosa: las membranas Su causa es desconocida y se induce como una
asientan, sobre todo el trígono, adheridas a este, respuesta alérgica a un estímulo dado. El granuloma
ÓN
cubriéndolas totalmente y respetando los meatos eosinófilo se observa preferentemente en personas jó-
CI
ureterales. Está constituida por fibrinas y leu- venes y se puede confundir con un tumor de vejiga. La
biopsia, con presencia de un gran infiltrado eosinofílico
UC
cocitos.
OD e histiocitos y los cristales de Charcot-Leydem (pue-
Se debe diferenciar de la uretritis granulosa y el den ser observados), permitirá el diagnóstico positivo.
Tratamiento. Se indicarán:
PR
epitelio de tipo vaginal. Los gérmenes no son específi-
Antihistamínicos.
cos, entre estos se encuentran coli, proteus, enterobac-
RE
Corticoides.
terias, grampositivos y otros.
Antibióticos.
SU
ÓN
Cuadro clínico. Entre los síntomas más frecuen- Distensión hidráulica de la vejiga.
CI
tes se describen polaquiuria, ardor miccional y dolor en Resección transuretral de la úlcera de Hunner.
el hipogastrio, cuando la vejiga se distiende disminu- Laserterapia.
UC
yendo a la micción. Se pueden presentrar desde mic- Instilación de dimetil sulfóxido.
ción imperiosa hasta incontinencia urinaria.
OD
Nitrato de plata.
Las crisis de cistitis en la mujer, con orinas esté-
Heparina-corticoide-clorpactin.
PR
Antidepresivos tricíclicos.
Cifuentes refiere 3 tipos, no descritas por otros
BI
autores. Opiáceos.
I
En el adulto, se considera hipertensión arterial con mayor frecuencia en el tercio proximal de la arte-
(HTA) el aumento de la presión arterial por encima de ria renal principal, generalmente a partir de la sexta
valores normales de 140 mm Hg para la presión sistólica década de la vida; es más común en el hombre, segui-
y de 90 mm Hg para la diastólica. En Cuba su preva- da en orden de frecuencia por la hiperplasia o displasia
lencia es de 38,2 a 25,6 % en los mayores de 15 años, fibromuscular, descrita en 1938 por Leadbetter y
con una incidencia anual de 0,4 a 2,5 %, y una tasa de Burkland, que representa 33 %. Esta enfermedad se
mortalidad de 7,3 a 8,1 por 100 000 habitantes. presenta en personas jóvenes (menores de 25 años),
Se clasifica en 2 grandes grupos: principalmente en las mujeres, con una frecuencia de
1. Primaria o esencial: representa más de 90 % del 3 a 1, y pueden estar afectadas cualquiera de las túni-
ÓN
total de hipertensos, por ejemplo, en Suecia, 94,2 %; cas de la arteria.
CI
Escocia, 92,1 % y Cuba, 91,3 %. Brookstein las clasifica en:
2. Secundaria: no es muy frecuente (menos de 10 %). Fibrodisplasia de la íntima: 1 %.
UC
En Suecia se reporta 5,8 %; Escocia, 7,9 % y Fibrodisplasia de la media: de 60 a 70 %.
Cuba, 8,7 %; se puede determinar por afecciones
OD Hiperplasia de la media: 5 %.
neurológicas, endocrinas, tóxicas y vasculorrenales. Fibroplasia perimedial: de 15 a 25 %.
PR
Disección de la media: 5 %.
Fibroplasia periarterial (adventicia): de 1 a 2 %.
RE
agua y el sodio.
Poliarteritis nodosa.
BI
2. Sistema renina-angiotensina-aldosterona.
Arteritis de Takayasu.
I
prostaglandinas.
Aneurismas aórticos saculares o disecantes.
PR
ÓN
minante de una expansión del líquido extracelular que seriadas de la tensión arterial en cada brazo, con el
inhibe la liberación de la renina, por lo que el sistema paciente acostado, sentado y de pie, de esta manera se
CI
renina-angiotensina-aldosterona es una cascada hor- han podido comprobar cambios: en la posición de pie
UC
monal integrada, que controla de manera simultánea la se reducen tanto la sistólica como la diastólica (40 %),
tensión arterial, el equilibrio del sodio y potasio e influ-
OD lo que solo alcanza 26 % en la HTA esencial, con total
ye en el flujo sanguíneo regional. ausencia de lesiones renales o suprarrenales.
PR
Desde los trabajos experimentales de Goldblatt, Los pulsos periféricos se deben explorar en bus-
en 1934, se demostró que la constricción parcial de la
RE
provoca el aumento de liberación de renina por las cé- comitancia con lesión vascular renal, como sucede en
lulas del aparato yuxtaglomerular y determina la HTA la arterioesclerosis, enfermedad de Takayasu y otras.
DA
hemodinamia renal, determinantes de isquemia paren- o a la izquierda de la línea media, que traducirían una
OH
quimatosa, con la consiguiente liberación de renina en lesión de la arteria renal o a todo lo largo de la a orta,
PR
la perinefritis constrictiva. Otros factores son capaces cuando la lesión afecte dicho vaso; así mismo se deben
de aumentar la liberación de renina: prostaglandinas auscultar las regiones lumbares en busca de soplos.
producidas por las células del endotelio vascular, la Durante la palpación abdominal se pueden de-
prostaciclina o prostaglandina I 2 (PGI 2), así como las tectar tumores abdominales pulsátiles, que evidencian
producidas al nivel del propio riñón: la prostaglandina un aneurisma aórtico abdominal.
PGA 2 (Medullin) o la prostaglandina E 2 (PGE 2). Se Es necesario un examen urogenital exhaustivo en
incluyen otras sustancias vasodilatadoras que aumen- busca de posibles masas renales palpables uni o bilate-
tan la liberación de renina, como las aminas presoras: rales, como riñones poliquísticos, tumores sólidos o
serotoninas, triptaminas, dopamina y noradrenalina. quísticos del riñón, hidro o pionefrosis, que puedan ser
Diagnóstico. La HTA vasculorrenal constituye la causa de la HTA; puntos pielorrenoureterales positi-
la respuesta del riñón a una gran variedad de lesiones vos orientarían hacia una pielonefritis crónica, que en
determinantes de un trastorno circulatorio parenqui- forma subclínica, con gran frecuencia, evolucionan con
matoso renal, por lo que se deben considerar múltiples una HTA de origen vasculorrenal.
factores y asegurar un criterio de selección, teniendo El estudio de la retina mediante el examen del
en cuenta: fondo de ojo es importante para estimar la gravedad
Factores de sospecha clínica: de la HTA, ya que las lesiones de las arteriolas son
Edad de inicio de la HTA (menores de 30 años o equivalentes a las que existen en el resto del organis-
mayores de 50). mo, particularmente en el riñón.
380 Urología
ÓN
ñón (> 1 cm) o bien la disminución de la cortical
arterioesclerosis renal y HTA maligna, con arteriolitis
CI
renal (> 0,5 cm) en relación con el contralateral;
necrotizante e infección bacteriana, además, leucoci- presencia de retracciones o atrofia parcial del
UC
turia marcada y posible hematuria asociada. parénquima renal; presencia de cálices, pelvis y
Urocultivo: es obligatorio en todo paciente hipertenso.
OD uréter afinados (gráciles), debido a la disminución
Si se sospecha tuberculosis genitourinaria, este se del volumen urinario; aspecto normal de los cálices,
PR
realizará en medios especiales como el de Lowens- aunque más pequeños que en el lado opuesto, dado
RE
características morfológicas de la masa renal y la dad del contorno renal, con retracciones cicatrizales
I
OH
asimetría renal sospechosa de estenosis de la arte- que distorsionan la arquitectura calicial, por ejem-
ria renal o de atrofia pielonefrítica; en otros casos, plo, en la pielonefritis crónica atrófica o las nefro-
PR
la presencia de una masa renal ecolúcida única, que patías de reflujo; imágenes de dilatación calicial y
sugiere un quiste solitario o múltiples, como en la piélica en la hidronefrosis; presencia de cavernas
enfermedad poliquística, o puede ser de ecogenicidad tuberculosas; distorsión calicial única o múltiples en
aumentada, sugestiva de tumor maligno; la presen- los casos de quiste renal solitario o enfermedad
cia de dilataciones de las cavidades pielocaliciales poliquística; distorsión y amputación calicial en los
en la hidronefrosis o la presencia de imágenes su- tumores malignos.
gestivas de litiasis, además, se pueden precisar las El urograma descendente muestra alteraciones fun-
características del contorno renal, como las irregu- cionales que sugieren la suboclusión arterial renal
laridades dadas por las cicatrices pielonefríticas, así unilateral, dadas por ausencia de eliminación del con-
como la relación corticomedular. traste, retardo de su eliminación por reducción del
Doppler: se pueden evaluar las arterias renales y flujo sanguíneo renal e hiperconcentración del con-
las características del flujo sanguíneo renal en pa- traste en las vistas tardías del estudio, debido a la
cientes con estenosis de la arteria renal principal, lentitud del flujo urinario que condiciona una mayor
que determinan los cambios de impedancia vascular reabsorción acuosa.
renal mediante el parámetro Doppler de índice de En las lesiones parenquimatosas se pueden obser-
resistencia (RI), antes y después de la prueba de var diferentes grados de alteración funcional, desde
captopril oral. Este índice decrece significativamente el retardo de la eliminación del contraste hasta su
Otras afecciones urológicas 381
total ausencia de eliminación; para demostrar aún ba presenta una sensibilidad de 85 %, con una espe-
más las diferencias en el flujo urinario y la hipercon- cificidad de 61 %.
centración del medio de contraste de forma tardía Determinación de la actividad de renina plasmática
entre el riñón normal y el isquémico se utiliza el periférica: para llevar a cabo esta investigación, el
urograma diurético con urea liofilizada, ya que el paciente debe mantener una dieta normal de sodio y
riñón isquémico no responde al efecto diurético, que permanecer sin tratamiento hipotensor durante 2 se-
permite la hiperconcentración del medio de contraste, manas antes de la extracción de la muestra sangu í-
mientras que el riñón normal sí responde al efecto nea; se considera hiperreninemia cuando se presentan
diurético, diluyendo el contraste hasta el punto de valores superiores a 2,7 ng/mL.
borrarlo totalmente de la vía excretora. En los pacientes con HTA vasculorrenal la dosifica-
ción es elevada (entre 75 y 80 %), y normal o baja
Estudios radioisotópicos: (entre 67 y 70 %) en la HTA no vasculorrenal. La
Renograma: el empleo del yodo hipurato, marcado excreción urinaria de sodio se dosifica en 24 h y
con I 131, resulta un método práctico, rápido, eco- estará disminuida en la HTA vasculorrenal.
nómico e inocuo, aunque su valor en el diagnóstico Cuando se presentan criterios de positividad en la
positivo es controversial, pero permite su utilización prueba de captopril, con actividad de renina plasmá-
masiva para el pesquisaje de esta causa de HTA. tica periférica elevada, gammagrafía que demues-
En las estenosis de la arteria renal unilateral, la cur- tre asimetría funcional renal y signos sugestivos de
va renográfica evidencia un descenso del índice isquemia renal en el urograma descendente, los pa-
ÓN
vascular, con aplanamiento de la fase secretora, dis- cientes deben pasar al segundo nivel de diagnóstico
CI
minución del índice parenquimatoso y prolongación (anatómico y funcional).
Angiografía por sustracción digitálica. Es necesaria
UC
en meseta de la fase excretora, curva que pudiera
confundirse con la provocada por una hidronefrosis
OD como prueba de diagnóstico anatómico, para demos-
con alguna alteración vascular y tubular. trar la presencia o ausencia de estenosis de la arte-
Gammagrafía renal: con el empleo de tecnesio 99
PR
ria renal, lesiones aorticorrenales o de las ramas de
ácido dimercapto succínico (DMSA) se determina división. Aunque las lesiones estenosantes arteriales
RE
una asimetría funcional del riñón isquémico, en rela- son muy comunes, no siempre tienen significación
ción con el contralateral, y se precisan zonas de
SU
sas, la alteración del contorno renal y las modifica- más de 50 %, como posible causa de alteración fun-
BI
En la actualidad estos estudios se realizan en com- El método de sustracción digitálica permite el em-
OH
binación con la prueba farmacológica de captopril pleo de pequeñas cantidades del contraste por vía
oral, con lo cual se amplifican los hallazgos image- intravenosa periférica o a través del mismo aborda-
PR
nológicos y mejora el nivel de selección de los pa- je venoso, utilizado para la dosificación de renina en
cientes para someterlos a estudios invasivos. las venas renales y cava inferior.
Prueba de captopril: el captopril es una droga inhibi- En la fase arterial se obtendrán las imágenes de es-
dora de la enzima convertidora de angiotensina I en tenosis única o múltiples, uni o bilaterales que afec-
angiotensina II (ECA), que permite detectar la HTA tan la aorta; ostium aórtico renal, principal o de sus
reninodependiente. Para realizar esta prueba se debe ramas o imágenes de adición, exponentes de aneuris-
suspender todo tratamiento hipotensor y diurético mas aórticos o renales, estos últimos más frecuen-
(por no menos de 72 h) y mantener una dieta nor- tes en la bifurcación de la renal principal; posibles
mal de sodio. Se realiza con el paciente en decúbito imágenes de circulación colateral, lesiones del árbol
supino durante 3 h, tomando la tensión arterial (TA) vascular intrarrenal, como compresiones por quis-
cada 30 min; después de la tercera medición se ad- tes únicos o múltiples, vasos de neoformación y
ministran 50 mg de captopril, v.o., y se continúa to- fístulas arteriovenosas en los tumores malignos o
mando la TA cada 30 min, hasta los 120 min. afinamiento progresivo del árbol vascular en las le-
Los criterios de positividad se establecen por la di- siones avanzadas de atrofia pielonefrítica.
ferencia entre la tensión arterial pre y poscaptopril, En la fase nefrográfica son muy ostensibles los cam-
y sería un descenso superior o igual a 15 mm Hg en bios en el diámetro renal, el cual es muy reducido en
la diastólica y de 10 mm Hg en la media; esta prue- los casos de isquemia renal; se precisa bien el contorno
382 Urología
renal y se evidencian las posibles retracciones arteriografía selectiva, se debe determinar la exis-
cicatrizales del parénquima renal por pielonefritis tencia de un gradiente de presión pre y posestenosis.
crónica o infartos segmentarios, consecutivos a El valor del gradiente de tensión es directamente
oclusiones de pequeños vasos. proporcional al pronóstico de revascularización. La
En esta fase, la pobre densidad inicial se va intensi- mayoría de los autores acepta que un gradiente
ficando más tardíamente, con un periodo de mante- mayor de 40 mm Hg siempre se debe revascularizar;
nimiento mucho más largo en el riñón isquémico, si oscila entre 10 y 39 mm Hg, se debe intentar por
exponente del flujo urinario tubular disminuido, con posible éxito, pero si es menor de 10 mm Hg, la oclu-
mayor reabsorción acuosa; aparece un moteado di- sión no es determinante de HTA.
fuso irregular, con pobre densidad en las pielonefritis
crónicas, imágenes de faltas de lleno regular o irre gu- Tratamiento. Su propósito es eliminar la isquemia
lar, únicas o múltiples, en los casos de quiste único o parenquimatosa y sus consecuencias sistémicas, para
enfermedad poliquística, hidronefrosis, tuberculosis ello se proponen 3 objetivos:
o también la mayor densidad en el área ocupada por 1. Corregir la isquemia del parénquima renal.
tumores malignos hipervascularizados. 2. Eliminar la lesión parenquimatosa causante de la
Dosificación de renina en vasos renales y cava in- HTA.
ferior. Para la demostración funcional de la lesión 3. Paliativo: cuando no es posible cumplir con los
vascular causante de HTA es necesaria la dosifica- anteriores.
ción de la actividad de renina plasmática, por sepa-
ÓN
rado, al nivel de ambas venas renales y de la cava El primer objetivo se logra mediante la revascu-
inferior, a través del abordaje venoso de la femoral. larización renal, con la aplicación de varias técnicas de
CI
Se considera hiperreninemia cuando se presentan angioplastia: transluminal, cirugía reconstructiva arterial
UC
concentraciones mayores que 2,7 ng/mL. o autotrasplante renal.
Se obtendrá el índice que demuestre lateralización OD Angioplastia transluminal. Se realiza con el
funcional (índice I) de la relación: lado afecto/lado catéter balón de Gruntzig, por el método de Katzen-
PR
contralateral, que sería mayor que 1,5. Estos hallaz- -Chung: se dilata la zona arterial estenótica y se insufla
gos son más ostensibles cuando la dosificación se
RE
50 mg de captopril oral, así las cifras obtenidas son control de la tensión arterial y disminuyen los requeri-
mayores o iguales a 300 % del valor precaptopril. mientos de medicamentos en pacientes seleccionados.
DA
Si se demuestra la lateralización, se debe pasar al Los mejores resultados se obtienen en las displa-
BI
tercer nivel de diagnóstico, para lo cual se realiza la sias fibromusculares y los peores, en las ateroscleró-
I
arteriografía renal selectiva en ambas arterias re- ticas. En la actualidad este procedimiento constituye el
OH
nales y se dosifica la actividad de renina en estas primer intento del tratamiento corrector de la isquemia,
PR
(por separado) para determinar el índice pronóstico realizado en el momento de la angiografía renal selectiva.
de renina, sobre la base del fundamento fisiopato- Cirugía reconstructiva arterial. Entre sus téc-
lógico de una elevada producción y liberación de nicas se realizan:
renina por el riñón isquémico y su supresión por el Resección de la estenosis y anastomosis término-
riñón contralateral, libre de estenosis: terminal: se indica en las lesiones estenóticas de la
porción media de la arteria renal principal.
Índice II: lado afecto (vena - arteria) > 0,48 Endarterectomía (con o sin parche): se indica en
placas de ateroma que se localizan en el ostium
Arteria aórtico renal o tercio proximal de la renal principal,
o en casos de agregación trombótica sobre una pe-
Índice III: lado contralateral (vena - arteria) < 0,13 queña placa de ateroma.
Reimplantación aorticorrenal: se indica en las
Arteria oclusiones por placa de ateroma en el ostium aórtico
renal y tercio proximal de la renal principal; tiene
Tiene como valor pronóstico una sensibilidad de 60 a como inconveniente la manipulación y sutura de la
75 %, con una especificidad mayor que 80 %. aorta.
Determinación del gradiente de tensión arterial. Bypass aórtico renal: se interpone un nuevo con-
Cuando se ha demostrado la estenosis mediante la ducto entre la aorta y la renal principal posestenosis
Otras afecciones urológicas 383
utilizando arteria esplénica, injertos sintéticos u cas de angioplastia, por ejemplo, en aneurismas, lesiones
homoinjertos. Se indica en obstáculos de la renal arteriales muy extensas de ateromatosis, hiperplasia
principal no circunscritos, ostiales o yuxtaostiales; fibromuscular, arteritis o periarteritis, o bien cuando la
se puede realizar la anastomosis término-terminal o lesión se encuentra al nivel del árbol vascular intrarrenal
término-lateral, que resulta más ventajosa, ya que y en, última instancia, cuando ha fracasado la cirugía
conserva el flujo sanguíneo por la arteria renal, aun- revascularizadora.
que sea escaso, lo que permite un riñón viable en La conducta quirúrgica varía en relación con la
caso de trombosis del bypass. extensión del parénquima isquémico; la nefrectomía
parcial se puede realizar cuando es parcelaria y la
Autotrasplante renal. Se indica en las lesiones nefrectomía total, cuando se ha afectado todo el parén-
ostiales o del tercio proximal de la arteria renal princi- quima.
pal, con ausencia de lesiones de ateromatosis en las El tercer objetivo se logra con el empleo de dro-
gas hipotensoras, específicamente las inhibidoras de la
iliacas o las hipogástricas.
enzima convertidora de angiotensina I en angiotensina
El éxito terapéutico de la angioplastia transluminal
II, en aquellos pacientes que no sea factible la realiza-
o de la cirugía revascularizadora se evalúa por el
ción de angioplastias transluminales o por cirugía,
descenso de la tensión arterial diastólica: por debajo autotrasplante renal o exéresis del parénquima isquémico.
de 90 mm Hg, sin medicamento hipotensor asociado Entre las drogas inhibidoras de ECA se utiliza el
como criterio de curación; si el descenso es, por lo captopril, en dosis de 25 mg, de 1 a 3 veces al día, o el
menos, de 15 % de la TA original con medicamentos,
ÓN
enalapril, en dosis de 5 a 10 mg, 3 veces al día. Tam-
se cataloga como mejoría.
CI
bién se utilizan las drogas inhibidoras de ECA, en
El segundo objetivo se logra mediante la exéresis combinación con el procedimiento quirúrgico que no
UC
parcial o total del parénquima renal, cuando la lesión logró la curación de la HTA, con la finalidad de obte-
vascular no se puede tratar con cualquiera de las téc ni-
OD ner mejoría.
PR
RE
SU
La estrechez uretral ocurre por la disminución del un esfínter muscular estriado en su tercio medio y por
diámetro del canal uretral, y se caracteriza por ser per- fuera de la submucosa, una capa de músculo liso que
manente y progresiva. es continuación del de la vagina. Como consecuencia
Anatómicamente, la uretra del hombre se divide de la estrechez uretral pueden ocurrir alteraciones en
en posterior y anterior. todo el tracto urinario, las cuales se deben investigar.
Posterior. Es la porción inicial desde la vejiga hasta Etiopatogenia. La estrechez uretral puede ser
la entrada en el bulbo uretral; comprende la prostática, congénita o adquirida.
que es la parte proximal al verumontanum, y la Congénita. Se debe a un defecto en el desarro-
membranosa, rodeada por el esfínter externo. llo del canal uretral; se presenta en los niños y se sitúa
Anterior. Es la porción distal desde el bulbo has- en la uretra membranosa y en la fosa navicular con
ta el meato uretral; comprende la bulbar, situada den- más frecuencia.
tro del músculo bulboesponjoso que la rodea; la Adquirida. Se produce por una cicatriz fibrosa,
peneana, en la uretra péndulo, rodeada por el cuerpo compuesta de colágenos y fibroblastos, que puede ocu-
esponjoso, y la navicular, que se sitúa dentro del tejido rrir solamente en la mucosa o extenderse a la submuco-
del glande (Fig. 15.1). sa y el cuerpo esponjoso. Tiene 2 causas principales:
La uretra femenina es de poca longitud, ligera- 1. Infección: por uretritis gonocócica, menos frecuen-
mente curva, y se sitúa delante de la vagina. Presenta te con el tratamiento actual de esta infección; el
384 Urología
ÓN
ción por estudios radiográficos:
CI
Fig. 15.1. Estenosis uretral.
Ultrasonido: la uretra se examina preferentemente
UC
mediante estudios dinámicos durante la micción, que
uso prolongado de una sonda permanente provo- OD hacen más evidentes las zonas de estenosis; se apli-
ca infección e isquemia. Al principio, el germen ca un transductor de alta resolución y frecuencia,
PR
patógeno afecta la mucosa y, si no es controlado, externamente en la porción dorsal del pene, para la
RE
pasa al cuerpo esponjoso y se hace crónico; como uretra peneana; por vía transescrotal para la bulbar
consecuencia, genera un tejido fibroso que dismi- y transrectal en la uretra posterior.
SU
instrumentación por sonda, cistoscopia, resectos- diámetro y el tejido fibrótico periuretral. Por otra
BI
copia, o externo, mucho más complejo, por frac tu- parte se deben explorar la vejiga y el tracto urinario
I
afectan la uretra bulbar y menos frecuente por un dios que la determinen mejor.
golpe que lesione la uretra peneana. Uretrografía: es un examen indispensable para de-
mostrar las características de la estrechez y otras
Durante la ruptura de las capas uretrales cuando alteraciones (divertículos, falsas vías, fístulas, litia-
cicatrizan, se producen fibroblastos y vasos de nueva sis uretral, etc.). Se puede realizar por vía retrógada
formación que originan estenosis del conducto, más o mediante la inyección de una solución yodada, di-
menos marcada, de acuerdo con la lesión que le dio rectamente por el meato uretral. Esta imagen per-
origen. Como consecuencia de la estenosis se produ- mite demostrar la estrechez de la uretra anterior o
cen alteracioneos típicas de la obstrucción: bulbar hasta el esfínter externo.
Dilatación de la uretra proximal al sitio de la estre- La uretrografía miccional muestra la uretra poste-
chez. rior y la estrechez de la uretra membranosa, pero
Alteraciones compensadoras con hipertrofia de la requiere situar el contraste dentro de la vejiga para
musculatura vesical. que el paciente lo expulse con un esfuerzo miccional.
Dilataciones del tracto urinario superior, uréteres y Urograma descendente: es útil en los pacientes con
pelvis. síntomas de repercusión del tracto urinario superior
Reflujo vesicoureteral, debido a la hipertrofia de la y antecedentes de litiasis, hidronefrosis, pielonefritis
musculatura ureterotrigonal. y cuando el ultrasonido presenta alteraciones.
Otras afecciones urológicas 385
Uretroscopia: se realiza previa al tratamiento a em- de 22 a 24 Fr, y después mensualmente (durante 6
plear, para determinar exactamente la localización, meses).
diámetro, elasticidad de la estrechez y condiciones Cuando se logra un amplio calibre, la bujía Phillips
de la uretra proximal a ella. puede ser sustituida por una bujía metálica de
Uroflujometría: la medida del flujo urinario es útil Beniqué, que no requiere pasar una filiforme. El
para evaluar el grado de obstrucción: con menos de Beniqué es un instrumento acodado en su extremo
10 mL/s es evidente; entre 10 a 15 mL/s es dudosa distal y se introduce con este extremo hacia abajo;
o ligera, y con más de 15 mL/s no existe obstruc- luego se gira, siguiendo la curvatura de la uretra, y
ción. Este examen se puede emplear para eviden- al dirigirlo hacia arriba es necesario elevarlo ligera-
ciar el éxito de un tratamiento en su seguimiento. mente, hasta atravesar el esfínter externo. No se
debe forzar para evitar lesiones; se empleará un
Exámenes de laboratorio. Cuando se presen- calibre menor que se aumenta de manera progresi-
tan síntomas de sepsis y secreción uretral, son necesa- va, primero semanal y después mensualmente.
rios análisis generales, de orina, exudado uretral y Esta modalidad de tratamiento es aceptable y solo
urocultivo, con la finalidad de llevar a cabo un trata- se debe mantener un calibre adecuado, con algunas
miento antes de la terapéutica curativa. dilataciones, 1 vez al año, pero presenta algunas des-
Diagnóstico diferencial. Los síntomas de la ventajas: el paciente tiene que tratarse a intervalos
estrechez uretral pueden ser semejantes a los de obs- regulares durante muchos años; como es un trata-
trucción prostática o estenosis del cuello vesical, pero miento a ciegas, se puede producir un traumatismo
ÓN
en estos casos se puede pasar con facilidad un catéter uretral y originar falsas vías, además de bacteriemia
CI
por la uretra y al tacto rectal se palpa el aumento de la y subsecuentemente infección del tracto urinario.
UC
próstata. El cáncer uretral puede provocar una obs- Siempre se deben indicar antisépticos o antibióticos,
trucción similar a la estrechez y es necesario el exa-
OD antes y después de cada dilatación.
men panendoscópico, además de una posible toma de Uretrotomía interna: su objetivo es cortar y ampliar
PR
biopsia, para establecer el diagnóstico correcto. la zona cicatricial de la uretra. La uretrotomía a cie-
gas está prácticamente en desuso. Se realiza con el
RE
prostatitis y pielonefritis. El aumento de la presión vencer con el instrumento la zona estenótica, unido
retrógada, a causa de la infección, puede provocar la a una bujía filiforme, que pasa previamente, se intro-
DA
formacion de divertículos, extravasación de orina, abs- duce el conductor acanalado hasta la vejiga y por
BI
ceso periuretral y formación de fístulas uretrocutáneas. este se desliza la cuchilla hasta el fondo para hacer
I
superior. Como consecuencia del estasis urinario y la 4 días y después se deben hacer dilataciones.
infección, se pueden producir cálculos. Con menor fre- La uretrotomía interna bajo visión es la técnica más
cuencia, la inflamación crónica conduce a la metaplasia empleada actualmente. Se pasa el uretrótomo
escamosa del epitelio y eventualmente al carcinoma endoscópico (Fig. 15.2) hasta la zona estenosada y
de células escamosas de la uretra. por su orificio se hace progresar un catéter ureteral
Tratamiento. El tratamiento debe ser progresi- 4 Fr, que viene adosado al instrumento y sirve de
vo, desde el más sencillo hasta el más complejo; se guía para efectuar los cortes.
tendrán en cuenta las características de la lesión por Se introduce la cuchilla y se da el corte a las 12 h y
su causa, calibre, extensión y localización. moviendo todo el instrumento en forma de arco; se
Dilatación: se instila un lubricante anestésico en la efectúan cortes progresivos y lateralizados hasta lle-
uretra y se introduce una bujía 10 o 12 Fr; si esta no gar a la zona sana en el extremo opuesto. Se deja
pasa, se intentará con una bujía filiforme (latiguillo), una sonda permanente durante 7 a 21 días, en de-
para lo cual es preferible colocar 2 o 3 en la uretra y pendencia de las características de la fibrosis de la
probar alternativamente hasta que uno de estos venza uretra. La intervención puede ser curativa, pero en
el obstáculo. A este se le une una bujía Phillips y se ocasiones se debe repetir, debido a sus característi-
pasan 2 o 3 de calibre progresivo; dicha maniobra cas, o realizar dilataciones periódicas para mante-
se repite semanalmente, hasta alcanzar un calibre ner el calibre uretral.
386 Urología
Cirugía reconstructiva: cuando las dilataciones o la pene y se coloca sobre la uretra; sus bordes se suturan
uretrotomía interna no se pueden emplear o no brin- al epitelio uretral para cubrir el defecto y por encima
dan los resultados esperados, es necesario acudir a se sutura la piel. También se puede hacer un tubo con
la cirugía reconstructiva, bien por uretrorrafia, que el segmento de piel y se anastomosa a los extremos
consiste en la resección de la zona estenótica y uretrales después de extirpar toda la zona estenótica,
reanastomosis de los extremos sanos, o por uretro- pero esta técnica no ha tenido mucha aceptación por-
plastia (se extirpa la zona fibrosa y se sustituye por que no son iguales los resultados.
otro tejido); para ello existen diferentes técnicas. Así Otra modalidad, también en un tiempo, es la de
mismo, se considerarán varios factores: cubrir el defecto uretral con un segmento de tejido
Lugar de la estrechez: este aspecto es importan- vascularizado (Fig. 15.3), que se puede obtener de la
te. La uretrorrafia no es recomendable en la ure- piel en la incisión inicial, en su parte lateral, sin sepa-
tra péndula porque la acorta y puede provocar, rarlo de su origen o con piel del prepucio o del escroto.
como secuela, la incurvación del pene, no así en la
uretra bulbar y en la membranosa, para las cuales
existen varias técnicas.
Longitud: incluye las cicatrices proximal y distal
ÓN
tratar por uretroplastia, con procedimientos en
CI
1 o 2 tiempos.
Una vez extirpada la zona cicatricial, es necesario
UC
movilizar la uretra con el cuerpo esponjoso y liberarla
OD
de los cuerpos cavernosos para lograr una buena
elasticidad y reanastomosar los extremos, previa-
PR
ÓN
CI
UC
OD
PR
para las personas que sufren insuficiencia renal cróni- que el coma sea de causa conocida y carácter irrever-
OH
ca terminal, al posibilitar una mayor restauración de la sible; la exploración neurológica confirma esta situa-
PR
salud y la vida productiva. El desarrollo alcanzado en ción clínica. La característica principal que define a
la cirugía, inmunología, farmacología y métodos este tipo de donante es que estando el individuo muer-
dialíticos, permite garantizar la vida de estos, además, to, gracias a la respiración asistida y a que el corazón
las terapéuticas inmunosupresoras más recientes han está latiendo, se mantiene la perfusión de los órganos
hecho posible que esta modalidad se haya generaliza- hasta el momento del acto quirúrgico de la extracción
do y sea una opción real para muchos pa cientes con y se evita la isquemia caliente, permitiendo la realiza-
disfunción terminal e irreversible del órgano. ción de trasplantes de órganos vitales.
En el trasplante renal, la fuente de órganos puede En el caso del donante vivo, solo se aceptan do-
ser de una persona fallecida, bien en situación de muerte nantes emparentados con el receptor, es decir, padres,
cerebral o de parada cardiaca irreversible, o de una hermanos o hijos, a los que les realizan estudios de
persona viva. En Cuba se realizan trasplantes renales compatibilidad con el donante, así como el estudio de
desde hace 34 años y es uno de los primeros países del la anatomía vascular de los riñones.
continente latinoamericano con esta experiencia; se ha Se elige preferentemente el riñón izquierdo, por
logrado incrementar la tasa de realización por encima contar con una mayor longitud de la vena. La caracte-
de 17/1 000 000 de habitantes en los últimos 3 años, rística principal de este donante es que se hace de for-
cifra principal en Latinoamérica. ma planificada, electiva y prácticamente no existe tiem po
388 Urología
ÓN
(parche de Carrel), así como la elongación de la vena
CI
renal derecha, si fuera necesario. Se diseca la grasa
UC
Técnica quirúrgica de implantación vascular
perirrenal y se ligan los linfáticos. El tejido periureteral
y ureteral. Es importante que el cirujano que va a
se debe respetar para no lesionar la vascularización OD efectuar el trasplante sea el mismo que realizó el tra-
del uréter En caso de lesiones vasculares durante la
bajo de banco, de esta manera conoce con antelación
PR
posible, su reparación, para evitar desechar el órgano. permite escoger el riñón a implantar de acuerdo con
Si el riñón no se va a utilizar inmediatamente o se las condiciones anatómicas del receptor.
SU
tiene que trasladar en busca de un receptor compati- Se realizan la asepsia y la antisepsia del área qui-
DA
ble, se introduce en una bolsa de nailon y se cubre rúrgica, previa anestesia peridural o general, y se pro-
BI
completamente con solución de perfusión; se cierra cede a colocar la sonda de Foley 16 o 18, a través de la
I
herméticamente y se introduce en una segunda bolsa, cual se realiza el lavado vesical con solución salina;
OH
la cual es sellada. Se deben identificar claramente el finalizado este, en la vejiga se instilan alrededor de 25 0 a
riñón izquierdo y el derecho. Ambos se introducen en
PR
ÓN
assupril 5-0 o 6-0, vigilando la torsión sobre sí mis- Las fístulas urinarias pueden ser altas o bajas. La
CI
mo y teniendo en cuenta su longitud, ya que no debe dehiscencia de la anastomosis ureterovesical (parcial
quedar ni muy largo ni a tensión, además, no se debe o total) es la causa fundamental de las bajas, general-
UC
ubicar por encima del cordón espermático, en el OD mente secundaria a fallos técnicos, necrosis ureteral
hombre, o el ligamento redondo, en la mujer. El uso distal o sobredistensión de la vejiga por obstrucción de
de tutor ureteral y drenaje de la cavidad quirúrgica la sonda.
PR
ciente:
Medición de electrólitos o creatinina en el líquido
PR
presenta reflujo vesicoureteral puede evidenciar la Pielografía: la pielografia retrógrada presenta la des-
extravasación del contraste en casos de fístulas al tas. ventaja de que no siempre se consigue cateterizar
Gammagrafia: permite identificar el nivel de la fís- el neomeato, pero es capaz de definir el sitio obs-
tula y la presencia de colección perirrenal. tructivo.
Pielografía anterógrada: realizada a través de un tubo
Tratamiento. Actualmente, en la mayoría de los de nefrostomía percutánea, es la prueba que permi-
casos, los procedimientos endourológicos han despla- te objetivizar mejor el lugar de la obstrucción; es
zado las actuaciones abiertas sobre las fístulas. La útil, además, como actuación terapéutica en el tra-
nefrostomía percutánea, con la colocación de un caté- tamiento de la infección urinaria, ya que permite
mejorar la función renal y evacuar la orina retenida
ter doble J, durante 3 o 4 semanas, es el tratamiento de
(si esta existe). Si no se recupera la función renal,
elección, sobre todo en las fístulas bajas que afectan la
se debe realizar una biopsia renal para descartar la
porción distal del uréter y la anastomosis ureterovesical. presencia de rechazo.
Cuando se evidencia extravasación más proximal,
lo cual sugiere la presencia de necrosis ureteral más Tratamiento. Confirmada la presencia de este-
extensa y mayor longitud de la fístula, el manejo nosis, es necesario hacer un diagnóstico correcto de
percútaneo no suele evitar la reconstrucción abierta, su gravedad, con la finalidad de elegir, entre las distin-
por ello es necesario utilizar la vía excretora del recep- tas modalidades terapéuticas, el tratamiento adecuado.
tor para restablecer la continuidad de la vía urinaria Clásicamente, la solución de la estenosis ureteral
(urétero-ureterostomía, pieloureterostomía, pielo- ha sido quirúrgica, realizándose una nueva ureteroneo-
ÓN
pielostomía, etc.). cistostomía en los casos que la obstrucción se limitaba
CI
Las fístulas caliciales no son comunes y suelen al uréter más distal y una ureteroureterostomía con el
UC
ser secundarias al infarto renal segmentario, por la empleo del uréter nativo en las afecciones ureterales
pérdida de arterias polares, y con menor frecuencia OD más extensas y/o proximales. Otras técnicas descritas
por obstrucción, que provoca la rotura del fórnix, así son la vesicopielostomía y la pielopielostomía.
Teniendo en cuenta la eficacia del manejo percu-
PR
como por la biopsia renal.
El tratamiento consiste en colocar un catéter táneo anterógrado, este debe intentarse primariamente,
RE
percutáneo en el sitio de la extravasación o bien un con la intención de la resolución definitiva del proble-
ma. En las estenosis cortas y distales se debe realizar
SU
Estenosis ureteral
OH
ÓN
ción del túnel submucoso antirreflujo, tanto en la técni ca
grafía, que muestra la presencia del cálculo y/o la
CI
de Lich como en la de Politano.
existencia de dilatación de las vías excretoras. Se rea- Cuando se presenta dilatación de las cavidades
UC
lizarán estudios complementarios para establecer su renales, esta se debe corregir con la reimplantación
diagnóstico etiológico (tracto urinario simple, urograma
OD ureteral. Debido a que la estenosis al nivel de la anasto-
descendente y pielografía anterógrada o retrógrada). mosis ureterovesical es más frecuente cuando se uti-
PR
Tratamiento. El tratamiento de la litiasis en los liza una técnica antirreflujo y sus efectos son más
RE
pacientes trasplantados es semejante al de la litiasis devastadores sobre la función renal, muchos grupos
del riñón nativo, pero siempre se tendrá en cuenta que de trasplante prefieren realizar un reimplante mucoso-
SU
se presenta un mayor riesgo de complicaciones, debi- mucoso, aunque se produzca reflujo, ya que sus efec-
do, fundamentalmente, a la inmunosupresión. En la tos son menores.
DA
BI
I
OH
PR
La radioterapia es un método de tratamiento para colos, orientados a garantizar no solo la eficacia del
las lesiones malignas; se utilizan principalmente las ra- tratamiento antitumoral, sino también la adecuada pro-
diaciones ionizantes y constituye una de las armas te- tección de los tejidos y órganos adyacentes contra los
rapéuticas básicas en la atención de estas: entre 50 y efectos nocivos de la radiación.
El nacimiento de la terapia con radiaciones ionizan-
60 % son susceptibles de ser irradiadas durante su
tes se relaciona directamente con 3 descubrimientos
evolución, ya sea con intención curativa o paliativa.
que ocurrieron hace más de un siglo y tuvieron una
El método exige una infraestructura tecnológica gran repercusión en el desarrollo de la ciencia:
compleja, personal especializado (médicos y otros pro- 1. 1958: Henschke fue el primero en aplicar fuentes
fesionales), y la aplicación de procedimientos y pro to- de iridio-192 para la terapia del cáncer.
392 Urología
ÓN
tamiento:
Entre los factores relacionados con el tumor se men-
Temporal: la fuente se implanta por un tiempo de-
CI
cionan: PSA menor de 10 ng/mL, score de Gleason de
terminado, que puede abarcar desde minutos hasta
UC
6 o menor (bien diferenciados), y un tumor no palpable
algunos días, al cabo de los cuales puede ser retira-
OD (estadio T1c) o mínimamente palpable (estadio T2a).
da del paciente. Esta variante se utiliza principal-
También se deben tener en cuenta los factores
mente en el tratamiento de neoplasias de cérvix,
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relacionados con la próstata, como tener un peso de
vagina, recto, cavidad oral y regiones de la faringe. 50 g o menor y la ausencia o escasos síntomas prostá-
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Permanente: la fuente se deja permanentemente en ticos. Existen factores intermedios como PSA entre
el paciente, considerando su desintegración en el
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sias de próstata, pulmón, vejiga y nodos linfáticos, pia? La idea de este innovador procedimiento es tra-
I
así como en algunas lesiones cerebrales. tar de no interrumpir la vida normal de la persona y
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3 a 6 meses del procedimiento. La disfunción eréctil camente a un carcinoma epidermoide, tumores bien
CI
varía entre 10 y 20 %. Esta disminución de la frecuen- diferenciados, T1, T2, y los tumores menores de 4 cm
de diámetro y nula invasión de los cuerpos cavernosos
UC
cia, con respecto a otros tratamientos radiantes, se debe
a la falta de irradiación de los cuerpos cavernosos. La o mínima invasión, siempre inferior a 1cm. Los mayo res
OD de 4 cm que invaden los cuerpos cavernosos, podrían
rectitis actínica es baja, aproximadamente menos
ser tratados, pero a costa de más complicaciones.
PR
de 2 %. La retención urinaria aguda es poco frecuen-
te, así también se incluyen la hematuria, migración de La mayor experiencia procede del Instituto
RE
con cirugía conservadora combinada con implantación En cuanto a los resultados funcionales se puede
de fuentes radiactivas de radio, data de 1920, pero la lograr una preservación de hasta 88 %, con una con-
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técnica fue popularizada por B. Van Der Werf Messing servación del órgano y control local de 74 %.
desde 1951. Tras la curieterapia del pene todos los pacientes
Para realizarla, el paciente debe presentar un buen presentan reacciones cutáneas agudas tipo mucositis
estado general, que permita la inducción de anestesia; y edema, que desaparecen en las semanas siguientes.
buena función vesical (capacidad de 300 mL), tumor La mayoría experimenta cambios cutáneos crónicos,
solitario (como máximo 5 cm de diámetro), tumores como telangiectasias y discromía. Entre las posibles
bien diferenciados, T1, T2, T3a. Previo al implante se complicaciones crónicas se encuentran la estenosis
lleva a cabo una resección transuretral máxima. uretral, que se resuelve con dilatación instrumental,
El periodo posradioterapia está marcado por una estenosis prepucial (en los que no han sido previamen-
reacción mucosa aguda durante 3 meses y puede per- te circuncidados), y necrosis, favorecida por una mala
sistir una apariencia necrótica asintomática. El segui- higiene.
miento es clínico y endoscópico a los 3, 6 y 12 meses, Se puede concluir, por tanto, que la radioterapia
y después anual. Los cambios radioterápicos tardíos intersticial es el tratamiento de elección en el cáncer
se caracterizan por despigmentación y telangiectasias de pene T2 N0, lo que ha sido demostrado por su ele-
en la zona del implante. vado índice de control local y preservación de la ana-
Resultados. Se ha comprobado que la radiote- tomía y función, con mínimas secuelas y bajo costo
rapia intersticial reduce las recurrencias tardías y me- económico.
394 Urología
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