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Ecología de los Recursos Naturales

TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

Los problemas ambientales son complejos y paradójicos; implican a científicos,


políticos, economistas, y sobre todo a la sociedad en conjunto. En el planeta azul (con agua
líquida), la Tierra, ha aparecido de forma espontánea la vida, como resultado del poder de
generar un trabajo a partir de la energía de radiación electromagnética solar. La invasión
por parte de los seres fotoautótrofos (fotosintéticos) ha permitido la oxidación de la
atmósfera. Inicialmente fueron las cianobacterias (estromatolitos). El delicado equilibrio Red-
Ox de la atmósfera terrestre, donde coexisten gases como dioxígeno y metano, no se ha
observado en ningún otro planeta, y se le atribuye a la presencia de vida (hipótesis gaia).
La biosfera o “capa de vida” del planeta es de una elevada heterogeneidad (decenas
de millones de especies), así como los recursos naturales que encontramos en él. La vida es de
hecho un sistema complejo, que presenta diferentes niveles de organización. Los niveles de
organización estudiados por la ecología son los de mayor escala, y los conceptos que se
manejan son así conceptos integradores (desde la física o la bioquímica hasta la fisiología, la
biogeografía o la zoología). El enfoque sistémico o integrador de la ecología debe considerar
las propiedades emergentes de los ecosistemas; son las propiedades del conjunto, que no se
explican por la simple suma o reunión de las propiedades de las partes o elementos del
sistema por separado. Algunos niveles de organización son, por ejemplo, la asociación vegetal
(Humboldt, 1805), la maraña (Darwin, 1859), la vegetación, el ecosistema (Tansley, 1935), el
geosistema (Sochava, 1963), el paisaje (González Bernaldez, 1973) o la biosfera (Vernadskii,
1920; Suess, 1875).

1.- Origen del Problema Ambiental:


La especie humana forma parte de la biosfera y del sistema Tierra, y lo modifica
continuamente. Somos una especie con una organización social compleja y heterogénea
(culturas), con una elevada capacidad cognitiva y tecnológica. Tenemos una elevada
capacidad de ocupar y modificar el ambiente, representando únicamente el 10 -5 % de la
biomasa mundial. Además tenemos un elevadísimo consumo de recursos.

La producción primaria bruta es el conjunto de biomasa creada por fotosíntesis. La


producción primaria neta es la cantidad de biomasa que es incorporada a las cadenas
tróficas. El ser humano acapara casi el 40% de este recurso (el 40% de la producción primaria
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

neta corresponde a sistemas agrosilvopastorales antropizados). Su distribución por latitudes


no es al azar; existe una correspondencia entre la producción primaria neta y el nivel de
desarrollo (PIB) de las naciones.
La Huella Ecológica es un indicador simple del efecto antrópico sobre los ecosistemas.
Se mide en hectáreas per cápita de territorio disponible. Se trata de las hectáreas necesarias
para mantener el nivel de una persona, considerando terrenos cultivados o pesqueros,
urbanizados, o empleados para la obtención de energía eléctrica, entre otros. La huella
ecológica de España es actualmente de 4,7 hectáreas per cápita, lo que nos sitúa por encima
de la media mundial.

Este indicador pone de manifiesto la heterogeneidad biótica y de los recursos, y su


distribución no uniforme que puede favorecer el desarrollo de unos países perjudicando a
otros. La economía es la otra cara de la moneda de los problemas ambientales. La evolución
tecnológica es contradictoria; su desarrollo conlleva más contaminación. Actualmente el 80%
del alimento producido en el planeta es consumido por el 20% de la población mundial.

2.- La Dimensión Demográfica y la Explotación de Recursos Naturales:


El estudio de la población humana y su crecimiento es la base de la preocupación por
los problemas ambientales. Actualmente, el crecimiento de la población humana sigue un
modelo exponencial (Malthus), desde la revolución industrial. Según el modelo logístico
(Verhulst) las poblaciones en la naturaleza alcanzan un límite o tope poblacional (K) que
depende de la capacidad de carga del sistema natural. El crecimiento exponencial es de
hecho naturalmente insostenible, y todas las poblaciones de seres vivos fluctúan en equilibrio
entorno a un valor K. Este valor es una propiedad del ambiente y no de la especie; existe una
autorregulación de las poblaciones en un ambiente que hace que su número poblacional
tienda a un valor límite K como depredación o competencia por recursos.

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Ecología de los Recursos Naturales

Desde el paleolítico la población humana ha mostrado tres etapas de crecimiento


logístico. Un primer tope poblacional K corresponde al periodo Paleolítico. La extinción del
hombre de neandertal permite a la población de Homo sapiens sapiens sobrepasar su tope K
inicial. La tercera etapa logística comienza con el neolítico (-10.000 a.C.) y el nacimiento de
la agricultura y el desarrollo de las herramientas. La población que antes debía trasladarse
en busca de recursos ahora aprende a dominar y traer los recursos a la población.

El actual crecimiento exponencial es el resultado de la revolución industrial, el


dominio de las máquinas y la tecnología. En el año 1900 la población mundial rondaba los
1600 millones de personas, mientras que actualmente es ya de 6700 millones de personas.
Desde el neolítico, los avances culturales de nuestra especie han podido perturbar la
autorregulación de nuestra población. La población humana sortea los mecanismos de
autocontrol y de regulación externos.

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TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

Aunque no aumente nuestra tasa de natalidad (TN), somos capaces de reducir


enormemente nuestra tasa de mortalidad (TM). Este proceso de envejecimiento de la
población conocido como transición demográfica conlleva un aumento del número
poblacional (CP), y un importante aumento en el consumo de recursos energéticos, por
ejemplo para producción agraria o sanidad. A continuación (fase 3) hace su efecto la
autorregulación y el envejecimiento poblacional.

El crecimiento de las poblaciones humanas en función del desarrollo socioeconómico


de las naciones muestra claras diferencias entre los países desarrollados y los países
emergentes. La autorregulación es mucho más efectiva en los países desarrollados, mientras
que en países en desarrollo la transición demográfica se acompaña de fases de crecimiento
exponencial de las poblaciones.
Al doblarse la población humana, la explotación de recursos naturales supera el
doble, debido a la ley de rendimientos decrecientes de la producción. Inicialmente los
aumentos de la intensidad de explotación de recursos hace aumentar rápidamente la
producción hasta un punto óptimo; a partir de ahí el esfuerzo de la explotación es cada vez
menos rentable; se trata de la sobreexplotación que da lugar por ejemplo a la infertilidad de
suelos o carencia de agua. En el siguiente ejemplo de ecología pesquera se muestra la
disminución de biomasa sostenible al aumentar la explotación (esfuerzo o número de barcos)
(a), y el rendimiento decreciente de la producción (captura) en función de la explotación (b).

Lejos de limitarnos a la alimentación, desde el inicio de la edad industrial nuestra


especie lleva a cabo un consumo masivo de energía cultural. Actualmente sólo el 8% del
consumo energético mundial es alimenticio, mientras que el 92% restante corresponde a
energía cultural (tecnología, ocio, transporte, servicios…). El consumo diario recomendado por
persona es de 2500 kCal/día. Un ser humano invierte sólo 184 kCal/hora andando, o 63
kCal/hora durmiendo. El consumo de energía total recomendado de los 6600 millones de

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personas del mundo alcanza las 16,75.1012 kCal/día, lo que corresponde al 1% de la producción
primaria.
La producción de alimento por el humano se basa en la modificación de los sistemas
ecológicos. La simplificación de los sistemas permite aumentar el flujo de energía en ellos. Se
trata de alejar a los ecosistemas de una baja tasa de renovación (conservación) para
favorecer la producción. Los sistemas inmaduros tienen una elevada tasa de renovación,
mientras que a lo largo de la sucesión ecológica la biomasa aumenta y se estabiliza en
detrimento de la producción.
Las perturbaciones antrópicas sirven para mantener los sistemas en un estado inicial
de la sucesión, obteniéndose así un balance energético positivo (la energía solar se inyecta
muy efectivamente en la biomasa), y elevados niveles de producción de biomasa (bajos
niveles de conservación de la misma).
El siguiente gráfico muestra un ejemplo de sucesión forestal. Se representa la
producción bruta o fijación de carbono (Pg), la respiración o pérdida del carbono fijado (R),
la producción neta (Pn=Pg-R; área en gris) y la biomasa (B) conservada en el sistema.

Máxima biomasa
Máxima
conservada
producción neta

SISTEMA INMADURO; Productivo SISTEMA MADURO; Conservador


Pastizal, cultivo, plantas anuales en continuo Bosque, matorral, plantas no anuales que
crecimiento. acumulan biomasa en forma de madera.
[Clorofila]=1,2 g/m2 [Clorofila]=1,6 g/m2
Poca actividad animal. Mucha actividad animal y respiración.
B=1 kg de biomasa/12C.m2 B=15 kg biomasa/12C.m2
Pb=3 g de C/m2.día Pb=4 g de C/m2.día
R<Pb ; Pn>0 R=Pb ; Pn=0

r=0,003 g de biomasa/g de biomasa.año r=0,0002 g de biomasa/g de biomasa.año

La tasa de renovación (r) indica la velocidad a la que se duplica una cantidad


determinada (por ejemplo un gramo) de biomasa. Su unidad de medida es gramos de
biomasa producida por gramos de biomasa acumulada al año. En los sistemas de explotación
no se busca una gran cantidad de biomasa acumulada ni de producción bruta, sino elevados
niveles de producción neta, es decir, una tasa de renovación alta. Al eliminar la biomasa que
se encuentra en un sistema, como es el caso de las perturbaciones humanas de la agricultura,
se elimina la biomasa acumulada y esta se regenera a una velocidad mucho mayor; el
sistema se ha rejuvenecido y genera más recursos. Además, estos sistemas jóvenes son mucho
más efectivos al fijar el CO2 atmosférico y liberar O2 que los maduros; de tal manera los

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TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

pulmones del mundo son los monocultivos de maíz, y no la selva amazónica que consume por
respiración lo que crea por fotosíntesis.

La energía cultural hace su aparición en las sociedades humanas en el neolítico,


cuando aparecen los primeros asentamientos, la agricultura y el comercio. Se trata de todo el
consumo de energía que no es alimentaria. En la era moderna, la agricultura, la tecnología,
la industria y especialmente el sector del transporte acaparan el 80% de la energía total
consumida por las poblaciones humanas. De hecho los países desarrollados consumen una
mayor cantidad de energía cultural, mientras que los países menos desarrollados con mayores
tasas de natalidad, en contraposición, presentan mayor consumo de energía alimentaria.
Los países desarrollados presentan un mayor autocontrol de la densidad de
población, pero sin embargo presentan un incremento constante en su consumo de energía
cultural (aumento del nivel de vida). Según el ecólogo Ramón Margaleff, se puede estimar el
consumo medio de energía de una población en el tiempo (𝜀𝑇 ) por la siguiente ecuación:

𝑟+𝑓 .𝑡
𝜀𝑇 = 𝜀0 . 𝑒

Donde 𝜀0 es la energía consumida en el instante inicial por la población, f es la tasa


de aumento de consumo de energía per cápita (elevada en países desarrollados), y r es la
tasa de aumento de la población que corresponde al incremento de consumo de energía
alimentaria (elevada en países emergentes). El crecimiento del consumo de energía es
exponencial, tanto en los países desarrollados como en los emergentes, aunque por diferentes
motivos.

Según el principio de San Mateo, los que mucho tienen más ganan, mientras que
aquellos que no tienen mucho se conforman con menos. Esto trae como consecuencias
problemas ambientales, pues las personas tienden a demandar cada vez más aunque no sea
necesario y no aumente la población.
El desarrollo sostenible es una idea muy difícil de formalizar. Existe todo un gradiente
de ideas y posibilidades que pueden ser muy distintas ente ellas.
El Neomalthusianismo defiende que la solución al problema es disminuir el valor de f
(aumento de consumo de energía per cápita, que corresponde a la energía cultural e
industrial). Propone reducir la producción industrial y derivar la energía a regiones menos
desarrolladas, donde hay una gran demanda de energía alimentaria y elevados valores de r.
La idea fue propuesta en el Club de Roma, 1972, sobre el desarrollo sostenible; se trata tal vez
del primer informe ambiental con impacto socio-político de la historia.
Los Cornucopianos, en contraposición, piensan que la solución es aumentar el valor f y
la producción industrial en los países en desarrollo; con esto las poblaciones humanas
autorregulan mejor su densidad (disminuye r), y prosigue el desarrollo económico. La
autorregulación de la población entorno a unos límites gracias a l aumento de la industria
podría permitir la disminución del consumo. La energía consumida es aquí el problema
ambiental.

El problema del transporte es uno de los más importantes, y no sólo por la energía
consumida que es enorme. Los medios de transporte son elementos de conexión de sistemas
Terrestres; pueden conectar dos sistemas no conectados naturalmente, por muy distantes que
sean. El transporte da lugar a nuevos sistemas integradores con distintas propiedades
emergentes, que en cierta medida escapan del control natural. Entre sus consecuencias
destacan las cuatro siguientes:
1. Condiciona las posibilidades de autoorganización de los subsistemas que conecta.
2. Redistribuye los recursos de fuentes a sumideros muy alejados.

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Ecología de los Recursos Naturales

3. Altera la capacidad límite de carga (K) de los subsistemas.


4. Los sumideros se desvinculan de las fuentes de recursos naturales.
Según Margaleff los flujos de energía e información transportados por el humano
siempre tienen como fuente un sistema menos desarrollado y organizado (yacimiento de
petróleo, pesca…) y como sumidero un sistema muy industrializado (ciudad).
La desvinculación de las fuentes y sumideros de recursos naturales es una de las
causas principales de los problemas ambientales. De hecho la consecuencia de la
desvinculación más notable es que el impacto ambiental es difuso, difícil de medir y difícil de
controlar. La mayor parte de los recursos mundiales son consumidos en la ciudad, y dan
lugar al crecimiento demográfico y al desarrollo económico. El problema es que la sociedad
urbana está completamente desvinculada del entorno rural, y no puede sentirse identificada
personalmente con los problemas ambientales de aquellos lugares de los que proceden los
recursos que consume (que abarca todo el mundo). Este problema se ha intensificado
notablemente en los últimos 30 años de historia, con el éxodo rural.
Por ejemplo, la ciudad de Barcelona no es sostenible. El agua de lluvia y escorrentía
no es suficiente para mantener a la población. En este caso el transporte de agua a través de
canalización y trasvases es un transporte de recursos naturales que permite que en la ciudad
haya grifos con agua dulce. El impacto del trasvase sobre el río es difuso, pues los habitantes
de la ciudad no sufren las consecuencias como lo hacen los agricultores del río original, pero se
benefician del recurso; no quieren quedarse sin agua corriente.

La huella ecológica es un índice o indicador ambiental que facilita la medición de ese


impacto difuso, pues hace el promedio de consumo y calcula la superficie necesaria para
sostener ese consumo. Se trata de un indicador de poco interés científico o en investigación; su
utilidad es integrar los estudios ecológicos en el lenguaje político y social. En términos de
huella ecológica es mucho más fácil comprender el impacto ambiental que puede tener un
determinado modo de vida.
La huella ecológica puede definirse fácilmente como la superficie de tierra y la
cantidad de agua (en hectáreas) necesarios para producir los bienes y recursos que consume
una persona de una sociedad, y para acoger los desechos que produce la misma (áreas de
producción + áreas de absorción de desechos). El consumo solidario (todos consumimos lo
mismo y dejamos agua sin alterar) es de 1,8 hectáreas per cápita.
Los países cuya huella ecológica es mayor deben consumir los recursos naturales de
muchos otros países lejanos para sostenerse. En Barcelona consumen 3,5 veces más agua de la
que entra en su municipio en los meses más húmedos. En Madrid el consumo sólo para la
alimentación es de 3 veces la capacidad de producción de la comunidad autónoma; el
consumo es de 1,037 hectáreas per cápita al año, siendo la producción de sólo 0,34 hectáreas
per cápita al año.

3.- La Dimensión Social y la Dificultad para Implementar la Conservación de la


Naturaleza:
Las ideas básicas de la dificultad para implementar la conservación de la naturaleza
son multidisciplinarias, y abarcan a prácticamente todos los sectores sociales y profesionales:
1. La conservación de la naturaleza es un acuerdo social que puede variar en los
diferentes casos concretos. Los problemas son a menudo conflictos económico-social –
ambientales.
2. Existen varios enfoques o paradigmas de la conservación diferentes, y no existe un
acuerdo unánime sobre las soluciones al problema. Entre los enfoque destacan el
biocéntrico (esencialista) y el ecosistémico (complejo).

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TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

3. Los sistemas de uso (explotación de recursos naturales) son a la vez sistemas ecológicos
y sistemas económicos.
4. Estos sistemas de uso incorporan comportamientos sociales complejos.

Imaginemos que los marcianitos estuviesen observando nuestro planeta; ¿serían


capaces entonces de detectar los problemas ambientales antrópicos como tal? ¿Considerarían
los problemas ambientales como simples interacciones entre nuestra especie y el medio?
En las selvas tropicales las poblaciones de hormigas, que representan 1/3 de la
biomasa animal, causan fuertes perturbaciones. Al estudiar áreas ocupadas por hormigueros
y áreas sin hormigas de las selvas se ha observado que las áreas con hormigueros tienen
mucha menor diversidad y equitatividad de plantas herbáceas. Además los hormigueros
modifican el ciclo del agua favoreciendo la infiltración y reduciendo la disponibilidad en
superficie. ¿Tienen las hormigas problemas ambientales? Todas las especies deben modificar el
medio en el que viven para subsistir.

Los seres humanos somos a la vez jueces y parte del “problema” ambiental. Somos los
jueces porque somos nosotros mismos los que detectamos y creemos que existen problemas
ambientales. También somos parte del problema puesto que es nuestra supervivencia y
nuestro modo de vida lo que nos lleva a modificar el medio tal y como lo hacemos.
Carecemos de referencias externas a nuestra especie (el marcianito). La percepción del
problema y su solución puede variar con el tiempo y el conocimiento de las ciencias
ambientales.
Pero la decisión última depende de un acuerdo social, variable en cada caso
concreto. Las disciplinas ambientales no pueden solucionar el problema; la decisión es un
consenso entre economía, sociedad y medioambiente, donde la ciencia sólo aporta
información sobre el funcionamiento de los sistemas. Por ejemplo, la sociedad no está
preocupada por las repoblaciones forestales en terrazas del cuaternario para producción
maderera, ni para la ornamentación de parques y jardines públicos. Las especies plantadas a
menudo no son las adecuadas pero esto no causa alarma social; son especies culturales.
Para un mismo problema ambiental pueden existir distintas percepciones de la
realidad económica, social y ambiental. Los problemas sociales derivados de un problema
ambiental nos llevan a decidir lo que valoramos y queremos conservar en la naturaleza. Por
ejemplo los sistemas de dehesa son ejemplos de producción sostenible. Estos cultivos extensivos
permiten extraer ganado, poner cultivos, producir madera, setas y frutos silvestres, y a la vez
permite la conservación de gran parte de la biodiversidad y del paisaje rural natural. Es una
forma de modificar el ambiente (como lo hacen todas las especies para subsistir) sostenible.

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Ecología de los Recursos Naturales

Los cultivos intensivos esteparios (iniciados en la era romana) podrían entonces ser
transformados en dehesa, pero la sociedad no lo quiere así pues este es el hábitat de la mayor
población de europa de un ave esteparia emblemática; la avutarda.
El problema ambiental es un concepto que surge de nuestra conciencia social, no es
de por sí. Por ello la sociedad puede movilizarse para conservar la naturaleza tal y como la
percibimos. A menudo la sociedad decide conservar el hábitat, sea cual sea, de especies
emblemáticas. Esta decisión no la deben tomar los políticos (regulan) o científicos (informan);
la decisión es de la sociedad.
El principio de precaución en la conservación de la naturaleza demuestra nuestra
ignorancia frente al funcionamiento interno de los sistemas ambientales. Dice que no se debe
actuar si no se sabe con precisión lo que debe hacerse. Se ha desarrollado después de cometer
sucesivos errores en la conservación. Por ejemplo, favoreciendo el incremento en densidad de
la cigüeña blanca se ha puesto en peligro de extinción a varias poblaciones de anfibios, su
principal alimento. En un estudio para la repoblación del lobo blanco, en América del norte,
se han realizado estudios genéticos que demuestran que la especie se ha hibridado con el
perro doméstico; ¿debemos entonces conservarla? Por el principio de precaución lo único que
debe poder hacerse es dejar las cosas tal y como estaban antes, para no arriesgarse.

Durante las intervenciones humanas en los sistemas naturales, solemos conservar


especies raras y emblemáticas, y despreciar a las más comunes (que pueden ser igual o más
importantes para los ecosistemas). Muchas especies son raras por naturaleza, y su densidad de
población en condiciones naturales nunca alcanza elevados niveles de densidad. ¿Es esto
éticamente correcto? ¿Tenemos poder para tomar ese tipo de decisión? El impacto ecológico
de una especie es independiente de su rareza o su belleza.

Probabilidad
de encontrar
Alteración de procesos naturales
a la especie

¿?

Conservación de la naturaleza

Especies

La dificultad para implementar la conservación de la naturaleza es básicamente


plantearse un objetivo, y estudiar sus relaciones con el sistema. Si por ejemplo nos planteamos
proteger a una especie debemos analizar cómo reacciona una comunidad biológica a la
llegada de esa especie, y tomar decisiones argumentadas ecosistémicas (no vallar un territorio
y cuidar a la especie como en un zoológico).

El reto de la conservación y la sostenibilidad es un reto social, no científico. La ciencia


puede aportar la información necesaria a la sociedad para tomar las decisiones más
acertadas, minimizando las pérdidas.
Por ejemplo, la compañía petrolífera Brent decidió hundir una plataforma
petrolífera al término de su tiempo de vida. La presión social, en 1995, logra hacer cambiar a

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TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

la compañía de idea. Greenpeace se opuso argumentando que el océano no es un basurero.


Los científicos no están para realizar presión sobre las empresas (como las ONG ecologistas,
que son movimientos sociales) pero pueden informar de los descubrimientos y posibles
soluciones a los problemas. Por ejemplo, en las dorsales oceánicas son expulsados todos los
elementos tóxicos con los que la plataforma estaba fabricada; tal vez pudiera hundirse en la
vertical de una dorsal sin que haya ningún impacto ambiental (los estudios científicos
exhaustivos para cada caso son necesarios antes de una conclusión).

El paradigma o enfoque biocéntrico (esencialista) es la base del ecologismo inicial.


Toma a “lo natural e inalterado” como referencia y defiende que lo que la humanidad debe
aislarse de la naturaleza. Según este enfoque el equilibrio ecológico es una propiedad
exclusiva de los espacios intactos. El problema es entonces descubrir y definir qué es y no es lo
natural.
En cambio, el enfoque ecosistémico defiende que el humano debe integrarse en la
naturaleza y modificarla como cualquier otra especie, tomando como referencia “la
sostenibilidad”. Propone la intervención humana sensata en los ecosistemas, argumentando
que esta intervención es necesaria para nuestra supervivencia (somos animales). La
separación de sistemas intactos y sistemas intensivos de explotación es más perjudicial para la
naturaleza que la explotación sensata de los recursos, manteniendo los valores naturales.
Se llaman paradigmas precisamente porque no existe ley empírica ni demostración
que los acepte o refute. De hecho es posible que las soluciones óptimas deban considerar
ambos enfoques para cada problema concreto, en distinta medida. Cada uno de ellos tiene
sus ventajas y sus inconvenientes.

El enfoque biocéntrico tiene como ventaja que es cómodo y presenta referencias


claras sobre “lo natural”. Este enfoque permite encontrar soluciones a priori sin necesidad de
llevar a cabo estudios de impacto ambiental. Así, por ejemplo, para construír una carretera
que debe pasar por un bosque o un pastizal, el enfoque esencialista indica que lo más
adecuado es que pase por el pastizal sin necesidad de estudios previos. La comodidad de este
enfoque conlleva también desventajas; tal vez los estudios podrían revelar la importancia del
pastizal en el criptosistema del paisaje. Otra clara desventaja es que según este enfoque
nunca podrá protegerse todo el planeta, a no ser que llevemos a nuestra especie a la
extinción (los recursos son vitales para nosotros).
Este punto de vista considera que la naturaleza es ajena al hombre, siguiendo la
filosofía de Platón sobre lo natural; “la esencia está creada, nosotros la degradamos”. La
teoría del designio (esencialismo) considera que la naturaleza es una creación de un ser
superior. En ella se encuentra el equilibrio perfecto o platónico del mundo de los sentidos,
donde lo importante es la esencia. Todo así, cualquier perturbación humana sobre lo natural
es dañina. El esencialismo actual, lógicamente, no es exactamente como el del filósofo Platón,
pues no considera el carácter religioso del filósofo.
Las principales limitaciones de este enfoque son que no consideran que la
investigación sea esencial, no existe el concepto de gestión (la naturaleza sigue su curso), y por
lo tanto este enfoque se olvida de los territorios que no están protegidos y conservados. En
España sólo está protegido un 12-15% del territorio, y la mayor parte es un jardín (todo el
territorio tiene influencia antrópica), es decir, “lo 100% natural” ya no existe.

El enfoque ecosistémico, más reciente, considera que los sistemas naturales son de
muy elevada complejidad, y su funcionamiento no puede deducirse de su simple observación.
Defiende que la conservación de la naturaleza debe plantearse en base a los estudios
científicos que revelen el funcionamiento de los sistemas. Es un enfoque de mucha mayor

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Ecología de los Recursos Naturales

complejidad y dificultad, pero como ventaja permite obtener resultados más precisos.
Además, trata de considerar al humano como una parte íntegra de la naturaleza y considera
lo natural como un cambio contínuo (evolución).
Este enfoque fue introducido por el programa MaB (Man and the Biosphere) de la
UNESCO, lanzado en 1970. Este programa supone un hito para la problemática ambiental,
pues plantea por primera vez de manera argumentada un enfoque ecosistémico. Plantea
qué es lo mejor para proteger la naturaleza, deduciendo que lo mejor no es aislar a la
naturaleza por completo del mundo (embotellarla) sino integrarse en la naturaleza como las
demás especies llevando a cabo una gestión sensata y estudiada. El problema es que no
existen referencias claras como en el caso anterior; “lo inalterado” no forma parte de este
enfoque.

El paradigma ecosistémico es el más aceptado entre los profesionales ambientales en


la actualidad. Se trata de considerar que, igual que el bosque tropical tiene mayor valor con
las hormigas, el mundo lo tiene también con los humanos, siempre que no seamos
destructivos con la naturaleza (y autodestructivos por extensión), y que sepamos llevar a
cabo una gestión sensata de los recursos. Este enfoque no se opone a la conservación de
regiones lo más inalteradas posible, pero pone más énfasis en la relación inevitable del
hombre y la naturaleza.
La referencia del enfoque ecosistémico es la sostenibilidad (desarrollo sostenible); un
concepto muy difícil de identificar y formalizar debido en parte a la confrontación económica
social ambiental. La explotación racional de los recursos es algo relativo y difícil de cuantificar.
Según la visión maniquea del problema de la sostenibilidad, la actividad humana
siempre es en cierta medida perjudicial para la naturaleza. Se considera un único eje de
“intensidad de la explotación” de los recursos. En niveles muy bajos se encuentra lo natural
(bueno), y en niveles altos se encuentra la explotación intensa irreversiblemente perjudicial
(malo). El equilibrio se encuentra entonces en el medio del eje. Aunque no sigue del todo la
visión del MaB y sigue considerándose como un enfoque esencialista, considera la necesidad
de la explotación humana. Un segundo eje de “gestión racional” permite adaptar la visión
maniquea al problema de la sostenibilidad y al enfoque ecosistémico. Ya no se diferencia
claramente lo bueno y lo malo, pero si hay tendencias hacia lo peor y lo mejor.
El eje de intensidad de la explotación es útil para llevar a cabo una planificación de
usos del territorio; ¿Cuántas ciudades, fábricas y cultivos poner, y dónde? Hoy en día no se
lleva a cabo correctamente la planificación del territorio. El eje de gestión de la explotación
permite valorar el grado óptimo de explotación, las frecuencias de tala, la carga de ganado,
los tipos de viviendas, el uso de agroquímicos y tratamiento del suelo. Esta gestión del
territorio es difícil de realizar, pero se lleva a cabo intuitivamente.
Se plantea así un nuevo escenario global, sensato y sostenible, en el que aceptamos la
necesidad de la existencia de ciudades y campos de cultivo. Gracias al nuevo eje de la gestión

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TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

sensata, un bosque puede valer igual que una ciudad (no respecto a la intensidad de
explotación). La investigación científica y la gestión del territorio toman una gran
importancia para la conservación de la naturaleza (siempre en base al consenso social,
diferente en cada caso).

Mejor
Gestión
racional

Malo

Bueno Intensidad de la explotación

Peor

Los territorios protegidos han creado un espacio en blanco y negro, donde los espacios
protegidos (un bajo % del territorio) son intocables, pero en el territorio no protegido “cada
uno hace lo que quiere” (mala planificación del territorio). Según el enfoque ecosistémico,
esta no es la forma más adecuada de conservar la naturaleza; debemos buscar los grises en el
100% del territorio.

4.- La Dimensión Ambiental, Teorías de Sucesión Ecológica y Perturbaciones:


Dentro de las ciencias ambientales la discusión sobre los dos enfoques de la
conservación está abierta. Según la teoría de Clemens los ecosistemas evolucionan como un
superorganismo hacia un equilibrio estable. Esta visión de la sucesión clementsiana, el
Determinismo, forma parte del enfoque esencialista. Según esta definición de la sucesión, los
ecosistemas que más valor tienen son los más maduros y evolucionados. El concepto de
equilibrio ecológico se corresponde con la perfección platónica de lo natural. El bosque
(climax sucesional) es entonces el sistema de mayor valor.
Según el enfoque ecosistémico, no se puede asociar directamente un climax a un
valor mayor. Debe realizarse un estudio para cada caso particular, valorando la fauna, el
suelo, la producción, la biomasa, la conectividad, los flujos de agua, y todos los parámetros
posibles.
Las Teorías de Equilibrio (Climax), basadas en las ideas de Clemens, dominaron en las
décadas de 1050 y 1960. Llevaron a cabo los primeros programas internacionales de biología
donde se estudiaron los biomas menos modificados antrópicamente. Se cuantificaron las
respuestas de los ecosistemas a las perturbaciones humanas y su capacidad de recuperación.
Las ideas esencialistas quedaron así generalizadas hasta la llegada del programa MaB.
Así aparecieron las Teorías del No Equilibrio en la década de 1970, y se estudiaron
todos los sistemas terrestres, incluso los más contaminados y explotados. Defienden que el

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Ecología de los Recursos Naturales

equilibrio (o la homeostasia) de los ecosistemas es un proceso complejo y azaroso, y que


existen múltiples tipos de equilibrios posibles.

Modelo del Equilibrio Modelo del No Equilibrio


La sucesión es direccional, determinista, y La sucesión es un proceso histórico complejo y
tiende hacia un estado de equilibrio. Las azaroso. Todas las perturbaciones
perturbaciones antrópicas llevan al sistema (antrópicas o no) forman parte de la
en contra del equilibrio evolución no finalista de los sistemas.
El climax es la situación de equilibrio No existe un equilibrio final dependiente
perfecto del ecosistema acorde al clima, en únicamente del clima. El equilibrio final
la que el sistema alcanza su máxima depende de la evolución de las especies y de
estabilidad y complejidad biológica. las perturbaciones externas.
Los cambios y las perturbaciones de los El manejo de los sistemas es legítimo e
sistemas los alejan de su estado de climax, y indispensable para toda especie. En nuestro
son consideradas degradaciones del caso es necesaria una planificación y una
ecosistema. gestión eficaz.
Para conocer los problemas ambientales y Para conocer los problemas ambientales y
las soluciones deben estudiarse con mayor las soluciones deben estudiarse todos los
énfasis los ecosistemas mejor conservados sistemas y su funcionamiento, para hallar
según la visión esencialista. soluciones ecosistémicas.

Modelo del Equilibrio

Fuego Ganado

Dehesa
Climax Modelo del No Equilibrio

Las teorías del no equilibrio consideran las perturbaciones como cambios de sentido
en la sucesión, forman parte de la evolución del sistema, no se oponen a ella. De hecho la
diversidad de los bosques se debe a perturbaciones naturales. En la metáfora de la canica y
los sistemas de cuencas (gráfico anterior) el paso de la canica de una cuenca a otra dentro
del modelo del no equilibrio exige la entrada de energía al sistema. Esa energía es necesaria
para hacer pasar a la canica de una cuenca a otra, y corresponde a la energía de las
perturbaciones. Las perturbaciones pueden ser naturales; el verano del clima mediterráneo es
una perturbación para todas las plantas herbáceas. Por ejemplo muchos árboles son pirófilos,
y están adaptados a los incendios naturales frecuentes.
Al quemar un encinar (cuenca del climax teórico) e introducir una carga de ganado
para la explotación pastoral, el sistema se transforma en un pastizal eterno (si se mantiene la
carga de ganado) en su equilibrio final; la perturbación ha permitido a la canica (el sistema)
cambiar de cuenca (equilibrio). Así la explotación de recursos naturales genera nuevos
sistemas que evolucionan hacia un equilibrio distinto del natural.
Por ejemplo, las dehesas (son sistemas de producción, no paisajes) se encuentran en
suelos ácidos y pobres, a menudo ricos en roca madre que impide la utilización de
maquinaria agrícola. Se queman o eliminan algunos árboles selectivamente, conservando
zonas de arbolado. Son explotaciones extensivas de las que se extraen muchos recursos

13
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

distintos para contrarrestar la falta de producción por unida de espacio (baja potencialidad),
y en las que se consiguen altas tasas de renovación. Se han realizado muchos estudios de
sucesión secundaria en laderas de dehesas, realizando pasillos de roturación. Las respuestas de
sucesión resultan ser distintas en zonas bajas, medias y altas de la ladera; la respuesta no es
lineal, como defiende el enfoque esencialista. Las “recetas para la conservación” no existen, y
cada caso requiere la realización de estudios concretos dependiendo del ecosistema en
cuestión.

La naturaleza y la sucesión ecológica no son procesos finalistas, y su evolución no es


teológica ni se dirige hacia un escenario concreto (como tampoco lo hace la evolución de las
especies). Debemos incorporar nuevos criterios de valoración en nuestra visión científica de los
problemas ambientales, que nos permitan alejarnos de la visión esencialista.
La teoría de la perturbación intermedia (Connell J.H., 1978; Hutchinson, 1941; Paine,
1966) sigue el modelo del no equilibrio, y trata de asignar un valor a cada sistema . Utiliza el
índice de la diversidad ecológica (H’) de especies. Demuestra experimentalmente que las
perturbaciones no muy intensas, humanas o naturales, en un pastizal permiten que la
diversidad biológica del mismo sea superior a la diversidad que se observa en sistemas
abandonados y protegidos de perturbaciones. Actualmente en la mayor parte de nuestro
territorio no existen grandes herbívoros salvajes (que hacen aumentar la diversidad del
pastizal); su papel puede ser reemplazado por el ganado.

Visión Diversidad
esencialista Biológica de
especies

Intensidad de la
Perturbación
0 2 4 6 8 10 12 14

La respuesta de los distintos sistemas particulares a la intensidad de la perturbación es


en realidad variable, y no siempre se ajusta a este modelo. El estudio de cada caso particular
es fundamental; por ejemplo los sistemas esteparios de colorado (USA) parecen ajustarse a un
modelo lineal como propone la visión esencialista (teoría del equilibrio). Estos sistemas tienen
una historia de pastoreo muy alta, y se han adaptado a capitalizar la biomasa subterránea
(geófitos).
Los sistemas de pastizal mediterráneo ganadero tienen un nivel de perturbación
intermedio, y una elevadísima diversidad biológica. Entre las comunidades de plantas
herbáceas, estos pastizales de dehesas presentan valores de diversidad de hasta 6 bits (de los
mayores del mundo, superior al de pastizales de la amazonia venezolana). A diferencia de la
mayoría de pastizales de Europa, estos no son sembrados sino que son pastizales semi-
naturales. Con cargas de ganado superiores o inferiores a la óptima, según la teoría de la
perturbación intermedia, la diversidad de estos pastizales disminuye.
Los procesos por los que la diversidad disminuye al aumentar la perturbación son
lógicos, y se corresponden aproximadamente a la visión esencialista. Una perturbación muy
excesiva puede terminar con toda la vida de un territorio. Sin embargo, los procesos por los
que al disminuir la perturbación también disminuye la diversidad no son tan obvios. La
explicación es la menor competitividad de las especies al producirse determinadas
perturbaciones. De hecho al producirse perturbaciones, disminuye el efecto de la competencia

14
Ecología de los Recursos Naturales

interespecífica; sin carga de ganado, el modelo de competencia hace que la especie herbácea
mejor adaptada pueda desplazar y eliminar a la menos preparada del territorio, y así
finalmente sólo subsisten las especies estrictamente mejor preparadas y disminuye la
diversidad. El ganado juega el papel de perturbación; elimina plantas con cierta
aleatoriedad dejando espacio libre para la colonización y la sucesión primaria. Esto mantiene
más elevada la diversidad ecológica del sistema.
Sucede lo mismo en el caso de la paradoja del plancton. El plancton se encuentra
suspendido en aguas marinas por encima de la termoclina (unos 100m de profundidad).
Todas las especies de fitoplacton comparten un mismo nicho ecológico, y compiten por la luz
solar para llevar a cabo la fotosíntesis. Según Hutchinson, la coexistencia de todas estas
especies de fitoplancton debería ser competitiva y de exclusión, pero la perturbación debida
a los vientos superficiales permite que exista una elevada diversidad biológica. Este viento
superficial es responsable de las corrientes marinas superficiales, que producen la dispersión y
mezcla de las especies, minimizando el potencial competitivo. Los individuos se encuentran a
la deriva en las corrientes, y su éxito depende en gran medida del azar. Las perturbaciones
dan lugar a una incertidumbre que anula la competitividad. Del mismo modo los grandes
herbívoros (salvajes o no) favorecen la coexistencia de especies herbáceas.

Se plantea así un reto para gestión del territorio; identificar el grado intermedio de
perturbación y explotación que permita a la vez extraer recursos y conservar la
biodiversidad. Para identificarlo se debe recurrir a estudios científicos que identifiquen la
potencialidad y la capacidad de carga biológica de los sistemas.
Las perturbaciones constantes en todo sistema biológico favorecen así la coexistencia
de las especies. Las perturbaciones naturales son constantes, incendios, inundaciones, heladas,
sequías, desprendimientos, seísmos, vulcanismo… Por ejemplo, la elevadísima diversidad
biológica que se encuentra en la selva amazónica se explica por las frexcuentes inundaciones
de los ríos, que rejuvenecen los sistemas localmente y permiten la colonización y la
coexistencia de especies características de varias etapas sucesionales. Sin conservar especies de
las primeras etapas sucesionales, toda perturbación sería irreversible para el sistema. Los
procesos implicados permiten que exista una enorme heterogeneidad ambiental.
La visión biocéntrica resulta ser una visión paternalista, simple, de conservación activa
e intervencionista. Se basa en la admiración por la naturaleza, y en particular por lo bello.
Tiende a proteger especies emblemáticas, raras o bonitas, sin estudiar las comunidades
biológicas y los procesos de funcionamiento de los ecosistemas. La visión sistémica permite a su
vez huir de los tópicos y dar explicaciones complejas a los procesos ecológicos. La
complementación de ambas visiones es necesaria para la correcta conservación de la
naturaleza.
La visión ecosistémica permite centrar la conservación en procesos y relaciones ligados
a l funcionamiento de los ecosistemas. No hay nada menos ecosistémico que centrar la
conservación en una especie emblemática concreta, pues su población depende de su
ambiente y de la comunidad biológica en que se incluye (presas, depredadores,
competidores, mutualistas…). Para conservar una especie debemos centrarnos en conservar el
conjunto de procesos ecológicos que permiten su subsistencia.
Limitarse a una visión biocéntrica y a la protección de especies concretas no está
llevando, como dice Margaleff, a convertir el mundo en una “enorme granja”. Las
vacunaciones de linces, construcción de nidos para cigüeñas, rescate de pollos de águila
imperial ibérica, creación de muladares, o declaración de ZEPA a los vertederos de basura
(donde se alimentan las aves) está transformando los sistemas naturales donde habitan estas
especies en sistemas artificiales regulados por el humano, que garantizan su subsistencia
contra natura. Además las densidades de sus poblaciones pierden la capacidad de

15
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

autorregulación, y esto puede tener efectos colaterales negativos para muchas otras
poblaciones de especies no emblemáticas pero fundamentales para el ecosistema. ¿Es este el
tipo de “naturaleza” que queremos? Es necesario analizar y proteger los criptosistemas,
procesos ocultos de los ecosistemas que permiten la subsistencia natural de las especies que lo
integran.
El Parque Nacional Tablas de Daimiel es un ejemplo de fracaso de la conservación
biocéntrica. El objetivo inicial de este parque era la protección de la Masiega, una planta
monocotiledónea emblemática, utilizada para la fabricación artesanal de cestos, y
característica de los humedales. El territorio del parque estaba inicialmente inundado en un
90% de su área, y abundaba la Masiega. Esta agua emanaba de acuíferos subterráneos que
no se encontraban bajo el territorio protegido, y que los agricultores explotaban muy
intensamente para cultivos de regadío. Según la visión ecosistémica hubiera sido más
adecuado preservar los acuíferos para conservar la especie, que proteger el área de los
humedales. Actualmente el parque sólo conserva un 10% de humedales, y el Carrizo coloniza
los sistemas secos por sustitución de los procesos hidrogeológicos. Se ha intentado un trasvase
del Tajo-Segura que no ha dado resultado. Tampoco ha servido de nada quemar el Carrizo,
excepto para gastar gasolina y emitir más CO2.

La percepción social de los problemas está relacionada con el paisaje natural, y con el
aspecto externo de los ecosistemas. El papel de las ciencias ambientales es de informar sobre
los procesos propios del criptosistema, y subyacentes al fenosistema o paisaje que percibimos a
simple vista. El paisaje en realidad solo existe en el cerebro del observador; el criptosistemas se
rige por leyes científicas.

5.- La Dimensión Económica y las Nuevas Teorías Económicas:


Los sistema ecológicos son también sistemas de uso, o económicos. De hecho el objeto
de trabajo de la ecología (del griego, estudio o tratado del hogar) y la economía (del griego,
administración del hogar) es el mismo. Sin embargo, ambas disciplinas tienen criterios no
comunes y entran en muchos casos en confrontación; no valoran los recursos naturales del
mismo modo.
Los recursos naturales son bienes y servicios de la naturaleza, no transformados por el
humano. Los bienes son productos físicos o elementos que sustentan un valor. Los servivios son
procesos (flujos de energía) que añaden valor extra a los bienes. Los servivos naturales, como
la precipitación, la producción de suelo fértil o la polinización no tienen asignado un valor
económico actualmente. Cualquier bien o servicio natural es un recurso siempre que exista
una demanda económica o social del mismo, dando lugar a conflictos económico-
ambientales. Existen distintos tipos de valores, que pueden corresponderse con distintos tipos
de economía.

Tipo de Valor Descripción y ejemplos


Valor de Coste o Es el valor asignado por la economía a los bienes y servicios en el
de Cambio mercado. Es la base de la moneda, que reemplaza al trueque o
intercambio directo.
VALOR ECONÓMICO.
Valor de Uso Es el valor de la utilidad que confiere un bien o un servicio a su
poseedor. Corresponde al valor de los servicios ambientales, no
considerados en el mercado económico actual (mayor valor de la
plata que de los alimentos). Fue la base de economías antiguas.
VALOR ECOLÓGICO.
Valor Intrínseco Es el valor emocional que confiere un bien o un servicio debido a
o Natural su rareza, su antigüedad o su belleza excepcional, relacionado con

16
Ecología de los Recursos Naturales

la percepción humana. Es el caso de las especies emblemáticas


(bella, fósil viviente…) o de los monumentos antiguos patrimonio
de la humanidad. No tienen asignado un valor de coste
económico.
VALOR ECOLÓGICO.
Valor Simbólico Es el valor ético y moral, con cierta componente utilitarista o de
o de Actitud “necesidad natural”. Se trata por ejemplo de la familia o la patria.
No tiene asignado un valor de coste económico.
VALOR ECOLÓGICO.

La fisiocracia es una corriente económica del siglo XVIII nacida en Francia, en manos
de François Quesnay y Anne Robert Jacques Turgot. Afirmaba la existencia de una ley
natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la
intervención del gobierno. Su doctrina queda resumida en la expresión «laissez faire, laissez
passer» (dejar hacer, dejar pasar). El origen del término fisiocracia proviene del griego y
quiere decir "gobierno de la naturaleza", al considerar los fisiócratas que las leyes humanas
debían estar en armonía con las leyes de la naturaleza. Esto está relacionado con la idea de
que sólo en las actividades agrícolas la naturaleza posibilita que el producto obtenido sea
mayor que los insumos utilizados en la producción, surgiendo así un excedente económico. Los
fisiócratas denominaron de estériles a las actividades como la manufactura o el comercio
donde la producción solo sería suficiente para reponer los insumos utilizados.
Los fisiócratas defendían así que la riqueza está en la naturaleza, y por lo tanto que
no se deben deteriorar los bienes de fondo (recursos naturales). Quesney dijo que “el suelo es
la única fuente de riqueza”. Esta visión es poco mercantilista.

Posteriormente, en el mismo siglo XVIII, aparecieron las teorías del libre mercado a
mano del economista y filósofo escocés Adam Smith (1723-1790), que son la base de la
economía actual. Según estas teorías, la riqueza real de un país reside en el valor del
producto anual de la tierra y especialmente del trabajo. Así el pensamiento económico de
riqueza se aleja del pensamiento fisiócrata y de la naturaleza.
La teoría del libre mercado de Adam Smith, basada en que la riqueza depende del
trabajo, dice que si cada persona apuesta y trabaja por su interés propio, existe una mano
invisible que se encarga de la regulación del mercado. En otras palabras, defiende que el
mercado se autorregula, por lo que no debe imponerse una regulación externa política.

F
Frraannççooiiss Q
Quueessnnaayy A
Addaamm S
Smmiitthh JJoohhnn M
Maayynnaarrdd K
Keeyynneess
Nicolás Borbón (1771) es un precursor ideológico de Adam Smith. Pensaba que la
naturaleza es un escenario infinito e ilimitado. “La producción nativa de cada país es su
riqueza, es perpetua y nunca se agota: los animales de la tierra, las aves del cielo y los peces
del mar aumentan naturalemente (…) y los minerales de la tierra son inextinguibles. Si el
acervo natural es infinito, el artificial también debe serlo”.

17
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

Con la teoría del libre mercado aparecen también las externalidades económicas.
Según este punto de vista la naturaleza no tiene ningún valor intrínseco, y sólo el trabajo
humano da valor a los recursos naturales brutos.
David Ricardo (1772-1823) fue un economista inglés, miembro de la corriente de
pensamiento clásica, nacido y fallecido en Londres. También fue un hombre de negocios,
especulador exitoso y amasó una considerable fortuna. Su obra más importante, Principios de
economía política y tributación, apareció en 1817, constituye la exposición más madura y
precisa de la economía clásica; en el prefacio afirma que "el principal problema de la
economía política es determinar las leyes que regulan la distribución". Con ese fin desarrolló
una teoría del valor y una teoría de la distribución. Según Ricardo, la importancia de la
distribución de los recursos naturales es de gran importancia para determinar su valor; “Si
todo el agua fuese poseída por un único individuo, este aumentaría su riqueza pues un litro
de agua tendría muchísimo valor. Defiende las ventajas del comercio internacional y amplía
la división del trabajo propuesta por Adam Smith y opuesta a las teorías proteccionistas; “la
naturaleza no tiene precio, solo algunos recursos escasos y/o privados adquieren un valor de
coste”.

John Maynard Keynes (1883-1946) fue un economista británico, cuyas ideas tuvieron
una fuerte repercusión en las teorías económicas y políticas modernas, así como también en
las políticas fiscales de muchos gobiernos. Propone el uso de políticas fiscales y monetarias
activas para contrarrestar las perturbaciones de la demanda privada, por lo que es
particularmente recordado por su aliento a una política de intervencionismo estatal, a través
de la cual el estado utilizaría medidas fiscales y monetarias con el objetivo de mitigar los
efectos adversos de los periodos recesionarios de las crisis cíclicas de la actividad económica.
Plasmó sus ideas en su libro Teoría general sobre el empleo el interés y el dinero,
publicado en 1936 como respuesta a la gran depresión de los años 1930. Sin llegar a
cuestionar las teorías económicas smithsonianas, Keynes defiende que es necesaria la creación
de una economía preventiva frente a las crisis. Se centra más en las soluciones que en las
causas posibles de las crisis.
Los economistas lo consideran uno de los principales fundadores de la macroeconomía
moderna; crea los primeros índices o indicadores macroeconómicos del desarrollo. El cálculo
de los macroindicadores económicos actuales se basa en el valor de coste de los bienes y
servicios.

Macroindicador
económico Descripción
PNB (producto Producto (flujo de bienes y servicios) que genera un país en un
nacional bruto) año, ya sea dentro o fuera de sus fronteras, siendo las empresas
nacionales.
PIB (producto Producto (flujo de bienes y servicios) que se genera en territorio de
interior bruto) un país en un año, ya sean las empresas nacionales o extranjeras.
Por ejemplo Telefónica Argentina contribuye al PNB español,
pero al PIB argentino.
Renta La renta se obtiene restando al PIB las amortizaciones, los
impuestos y el saldo exterior. Indica la capacidad de ahorro o
gasto de un país.
IDH (índice del Es una medición elaborada por el Programa de las Naciones
desarrollo Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se basa en un indicador social
humano) estadístico compuesto por tres parámetros: vida larga y saludable,
educación y nivel de vida digno. Es un mejor indicador del
desarrollo de las naciones que el anterior.

18
Ecología de los Recursos Naturales

IDH de las naciones (publicado en Brasil, 2007)

La macroeconomía está tremendamente alejada de la naturaleza. Para la


macroeconomía sólo existe el valor de coste, y el resto de valores son externalidades. La
naturaleza no tiene asignado ningún precio.
El valor de las externalidades puede ser positivo o negativo, pero no está considerado
en los sistemas contables como tal. Así, por ejemplo, la contaminación de los ecosistemas es
una externalidad negativa. Por otro lado, la coexistencia de apicultores y agricultores es una
externalidad positiva; favorece los procesos de polinización y proporciona recursos para la
fabricación de miel por las abejas. La agricultura ecológica parece más cara (y lo es en valor
de coste), pero si descontamos externalidades positivas (conservación del suelo sin uso de
agroquímicos) es en realidad menos costosa.

19
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

Los costes de las externalidades, aunque no se considera su valor de mercado, acaban


por pagarse. Por ejemplo el precio de la contaminación es muy elevado; deben limpiarse ríos
depurando las aguas, los suelos pierden su fertilidad y se deben producir fertilizantes
químicos, las personas enferman o incluso mueren, y debe costearse una sanidad pública. La
contaminación sale finalmente cara al estado, pero este dinero no está contemplado en el
precio de los productos contaminantes.

Actualmente están apareciendo nuevas corrientes de pensamiento económico,


relacionadas con el conocido desarrollo sostenible; un desarrollo económico que satisfaga las
necesidades de la población actual y su crecimiento, sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer las suyas. Entre las nuevas teorías económicas destacan
la economía ambiental y la economía ecológica. La economía ambiental propone
internalizar las externalidades, y trata de economizar lo ecológico. Da así un valor a los bienes
y servicios de la naturaleza. La economía ecológica, sin embargo, considera esenciales los
procesos ecológicos (son la base de la ecología), y trata de ecologizar lo económico.
La economía ambiental es una economía alternativa pero convencional, que hace
formar parte de la contabilidad a las externalidades. El reto de la ecología ambiental es un
reto técnico; medir y asignar un valor a las externalidades; valoración contingente, coste del
viaje, precios hedónicos… Por ejemplo el mercado del CO2 (Kyoto) es una iniciativa de
mercado ambiental. En un estudio publicado en la revista Nature (Constaza et. al., 1997) se
realiza una valoración general de los bienes y servicios naturales. Su valor total es 33,3 billones
de dólares, mientras que el producto mundial bruto era entonces de 18 billones de dólares, no
tenemos dinero suficiente para pagar la naturaleza, y su destrucción es muy cara.

La economía ecológica se define como la ciencia y gestión de la sostenibilidad, o como


el estudio y valoración de la sostenibilidad. No es una rama de la teoría económica, sino un
campo de estudio transdisciplinar con la finalidad de comunicarse entre investigadores y
realizar una fusión de conocimientos que permita afrontar mejor los problemas, ya que el

20
Ecología de los Recursos Naturales

enfoque económico usual no se considera adecuado. Implica a científicos, políticos,


demógrafos y economistas. No pretende poner precio a las externalidades, sino que propone
ajustar la economía y la producción a los procesos y potenciales ecológicos (físico-químico-
biológicos). Para ello es necesario el estudio científico del funcionamiento de los ecosistemas,
que permita ajustar a ellos la explotación.
El reto de la economía ecológica es también diferente del reto de la economía
ambiental; se trata de analizar, identificar y estudiar procesos naturales ecológicos para
integrarlos en el sistema económico y sus consideraciones. Pretende concretamente ajustar el
máximo rendimiento económico al máximo potencial ecológico.

Herman Daly (nacido en 1938) es un economista ecológico estadounidense. Fue


economista senior en el Departamento de Medio Ambiente del Banco Mundial, donde ayudó
a desarrollar directrices políticas relacionadas con el desarrollo sostenible. Estando allí, estaba
comprometido con trabajos en operaciones medioambientales en América Latina. Su
concepto de sostenibilidad se basaba en mantener una tasa de consumo de recursos
renovables inferior a su velocidad de renovación, una tasa de consumo de recursos no
renovables inferior a su velocidad de reciclado o sustitución, y una tasa de emisión de
contaminantes inferior a su velocidad de degradación natural. Un tóxico puede ser un residuo
si es procesable naturalmente, pero se transforma en contaminante al saturar los procesos
naturales. Así Herman Daly propone ajustar en lo posible la explotación a la potencialidad
del medio para producir y para degradar los subproductos, considerando los procesos
ecológicos.
Existen modelos que permiten predecir las respuestas de los recursos para ajustar
mejor las actuaciones de explotación. Se pretende con ellos hallar el máximo rendimiento
sostenible. Uno de los modelos se basa en el conocido modelo logístico de crecimiento de

21
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

poblaciones, o ley del crecimiento de Verhulst. Según esta ley las poblaciones naturales
tienden a crecer inicialmente de forma exponencial, pero existe un tope poblacional K que
depende de la capacidad de carga del sistema ambiental, y por lo tanto se debe considerar
un término de freno del crecimiento exponencial que hace tender a la densidad de población
hacia K.

La máxima producción por parte de una población biológica se produce al llegar al


punto de inflexión de la curva de crecimiento logística; la tasa de crecimiento instantáneo
toma sus valores máximos (B representa el crecimiento en un año). Al acercarnos a bajas
densidades de población disminuye la capacidad reproductiva de la población. Si nos
desplazamos hacia los valores K, el sistema está sobrecargado, y hace su efecto el freno
impuesto por la capacidad de carga del sistema (aunque la biomasa total mantenida sea
superior). Teóricamente al alcanzar el valor K la producción se anula.

35
30
25
Producción
20 Biomasa (población)
decreciente Máxima producción
15 Producción
10
5
0

La función de crecimiento de la población se comporta igual que la función de


crecimiento de biomasa (al fin y al cabo, biomasa = población x peso de los individuos). La
derivada del crecimiento de la biomasa corresponde a la producción bruta de la población, y
pone de manifiesto que el punto de máxima producción corresponde al punto de inflexión
del crecimiento (cuando en el sistema quedan K/2 individuos).
Cuando la población se encuentra en la mitad de la capacidad de carga del
ambiente, se alcanza el punto de máxima producción o potencial biológico. Una explotación

22
Ecología de los Recursos Naturales

superior es perjudicial económicamente pues empeorará la producción en años siguientes


pudiendo llegar a extinguirse la especie. Una explotación inferior también es perjudicial para
la economía, pues el rendimiento y la producción del sistema son inferiores a las posibles. Lo
más conveniente es por lo tanto mantener a las poblaciones explotadas en una densidad de
K/2, lo que favorece a la economía (máxima producción) y no supone un riesgo ambiental
irreversible (como la extinción de una especie).

30

25
Biomasa (sobreexplotado
20 sostenible)
Biomasa (máximo
15
rendimiento sostenible)
10 Biomasa (poco explotado
sostenible)
5

Para mantener la población (sostenible) se debe extraer exactamente el mismo


número de individuos (o de biomasa) que son producidos. El número de individuos extraídos
influirá en el crecimiento de la población, y hará tender la densidad de población, de forma
espontánea, hacia unos determinados niveles.
Por ejemplo, si el máximo potencial biológico es de 100 individuos, K es 1000
individuos y extraemos 80 individuos por generación, la densidad de población inicial de 1000
individuos va a descender hasta la densidad poblacional para la cual la producción sea de 80
individuos por generación; entonces se estabilizará.

A B

Equilibrio inestable Equilibrio estable

K/2

23
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

Como puede observarse en el gráfico (producción/explotación en función de la


densidad de la población), para un nivel de explotación concreto, dependiendo del estado
inicial de la densidad de la población esta tenderá espontáneamente a estabilizarse si su
producción es o puede ser superior a la explotación (punto B) o a extinguirse si es inferior
(punto A). En cualquier caso el incremento presenta una tendencia espontánea a igualar a la
explotación. Por lo tanto, si deseamos alcanzar la máxima potencialidad biológica (aquí 100
individuos por generación) debemos extraer ese número de individuos a partir de una
población de densidad superior a K/2.
En la práctica es muy difícil o imposible calcular los valores de K y K/2, y por lo tanto
es casi imposible de conocer la máxima potencialidad. Por precaución es conveniente tender
a explotar una cantidad inferior a la máxima sostenible, de manera a mantener a la
población dentro del equilibrio estable (punto B).

El máximo rendimiento económico de un recurso natural nace de la racionalidad


económica ajustada a la máxima potencialidad biológica. El coste de la explotación crece
linealmente cuando lo hace la intensidad de la explotación. Sin embargo, el rendimiento es
decreciente a partir de un umbral de intensidad de la explotación.

BENEFICIOS

Como se observa en este gráfico, los máximos beneficios (teniendo en cuenta los costes
de la explotación) se obtienen en niveles de explotación de máximo rendimiento económico
(MEY) inferiores a la explotación que corresponde al máximo potencial biológico (MSY), y
sitúan por lo tanto a la población en zona de equilibrio estable.
El concepto de máximo rendimiento sostenible de un sistema de explotación o sistema
de uso es uno de los principales objetivos y retos de la investigación para la economía
ecológica, se trata de ajustar el máximo rendimiento económico al máximo potencial
biológico. Hallar el máximo rendimiento sostenible de un sistema es una tarea muy difícil, y
no existen reglas claras que permitan hacerlo actualmente.

Los sistemas de uso implican comportamientos sociales complejos. El conflicto de los


recursos comunes es uno de los casos más destacables (practica 1, ecología pesquera). Los
recursos naturales comunitarios, que no tienen propietario y por lo tanto que pueden ser
explotados por varios particulares, suelen contraer conflictos por el acceso. De manera
espontánea prima el interés propio de cada persona que se beneficia del sistema, de manera
que hay una clara tendencia a la sobreexplotación, e incluso a agotar el recurso
irreversiblemente. Este problema es conocido como la tragedia de los comunes (revista

24
Ecología de los Recursos Naturales

Science 162, Garrett Hardin, 1968). La correcta gestión de este tipo de recursos es la más
conflictiva y socialmente complicada.
Imaginemos un pastizal comunal, donde varios ganaderos pueden poner sus vacas a
pastar. Este sistema de uso común tiene un límite de capacidad de carga de ganado, y su
explotación requiere una gestión como cualquier sistema de estas carctarísticas. Sin embargo,
en este caso hay varios particulares, y cada uno llevará a cabo la gestión que considere más
adecuada. Los tipos teóricos de gestión son:
1. Todos cuidamos el pastizal para obtener el máximo rendimiento sostenible.
2. Ninguno cuida el pastizal.
3. Todos cuidan el pastizal para obtener el máximo rendimiento sostenible, menos yo.
4. Sólo yo cuido el pastizal.
Racionalmente, cada pastor opta por la opción número 3. Después de ponerse de
acuerdo para gestionar correctamente el pastizal, los pastores tienden a meter alguna vaca
de más de las que les permite. Así obtienen un mayor beneficio (su vaca extra), y un costo
pequeño, pues es compartido por toda la comunidad de pastores (ligera sobreexplotación).
Cuando todos los pastores miran al interés propio con este pensamiento racional, se produce
la tragedia de los comunes; el sistema está sobreexplotado y esto lleva a la ruina a todos los
pastores.
En este caso la teoría de Adam Smith sobre la mano invisible y la autorregulación del
mercado se cae por su propio peso. En este caso da lugar a situaciones socialmente
indeseable, y puede llevar a una menor producción global por sobreexplotación de recursos.
La conservación de la naturaleza está implicada en esta confrntación por los bienes públicos
naturales.
La teoría de juegos o dilema del prisionero (A.W.Tucker, 1950) ayuda a comprender
la decisión racional de los ganaderos del caso anterior, o cualquier otro caso similar que
implique a compañías o empresas que explotan recursos comunes. Imaginemos que dos
prisioneros (Bonnie y Clyde) son detenidos por la policía cometiendo un delito, y son
separados hasta ser juzgados por lo que no pueden comunicarse. En la siguiente tabla se
observa lo que puede suceder si cada uno de ellos confiesa (traiciona acusando al otro) o no
confiesa (coopera y no acusa).

Lógicamente si cada uno mira por su intereses propio, lo más interesante sería
confesar y que el otro no confiese. Pero al hacer esto ambos, al final sucede lo peor para los
dos; una gran condena. Lo más conveniente para los dos es en realidad no confesar, pero si
uno traiciona al otro, el más altruista termina cargando con la mayor pena posible.
Esta teoría de juegos es un modelo matemático que es frecuentemente aplicado a la
microeconomía, pues resulta de gran utilidad para comprender y analizar los problemas, por

25
TEMA 1: Dimensiones del Problema Ambiental

ejemplo en el caso de los recursos compartidos. Imaginemos que dos naciones, Iran e Irak,
comparten recursos pesqueros y deben llegar a un acuerdo (como los ganaderos en el
pastizal). Van a llegar a una situación similar a la anterior, que puede ser analizada con la
teoría de juegos:

Resumiendo, el máximo beneficio común (cooperar, baja producción) no es el mismo


que el máximo beneficio propio (traicionar con elevada producción si los otros cooperan). El
punto de equilibrio de Nash (John Forbes Nash) es un modo de obtener una estrategia
óptima para juegos que involucren a dos o más jugadores. Si hay un conjunto de estrategias
tal que ningún jugador se beneficia cambiando su estrategia mientras los otros no cambien la
suya, entonces ese conjunto de estrategias y las ganancias correspondientes constituyen un
equilibrio de Nash.
El dilema del prisionero tiene un equilibrio de Nash: se produce cuando ambos
jugadores confiesan. A pesar de ello, ambos confiesan es peor que ambos cooperan, en el
sentido de que el tiempo total de cárcel que deben cumplir es mayor. Sin embargo, la
estrategia ambos cooperan es inestable, ya que un jugador puede mejorar su resultado
desertando si su oponente mantiene la estrategia de cooperación. Así, "ambos cooperan" no
es un equilibrio de Nash pero sí un óptimo paretiano. Una manera de arribar a ese resultado
es logrando una colusión y mediante la promesa de cada jugador de "castigar" al otro si
rompe el acuerdo. También podría llegarse a una solución fuera del equilibrio de Nash si el
juego se repitiese infinitas veces, cuando se logra la estrategia ojo por ojo.
La difícil gestión de los recursos comunales es uno de los sectores de la economía en los
que cada vez se intentan aplican más los principios de la economía ecológica. Su gestión
requiere información ecológica sobre el recurso, acuerdos previos entre los explotadores, y una
gestión (pública o privada) regulada y supervisada. La racionalidad económica del interés
propio a menudo lleva a la industria a agotar sus fuentes de recursos naturales.
Colin Clark (1985) dijo que si la tasa de interés de un recurso es mayor que su tasa de
renovación o de crecimiento, lo más razonable (económicamente rentable) para el
propietario es de agotar el recurso de inmediato. Por ejemplo si tenemos 100 vacas con un
crecimiento de 10 vacas al año (tasa de renovación de 1,5), y el precio de cada vaca es de 2 €,
al cabo de 10 años podremos conseguir reunir 300 €. Pero si el precio de las vacas sube
eventualmente a 3,02 €, entonces es más rentable venderlas todas de inmediato, pues los
beneficios son 302 € y no hace falta mantener a las vacas durante 10 años.
Una correcta gestión de los recursos naturales es esencial para llegar a lograr el reto
del desarrollo sostenible. Esto implica mucha investigación científica sobre las propiedades y el
funcionamiento de los sistemas fuente de recursos.

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