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HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN

Cuenta la historia que en los años 30 del siglo pasado la situación de la salud pública en Lima era
bastante deficiente. La clase trabajadora no encontraba hospitales, los que había semejaban
asilos sin tecnología médica.

Fue entonces que el general Óscar R. Benavides, a la sazón presidente de la República, promulgó
el 12 de agosto de 1936 la Ley Nº 8433 que creó la Caja Nacional del Seguro Social Obrero, lo
que marcó prácticamente el inicio de la seguridad social en el Perú. Los doctores Guillermo
Almenara Irigoyen, Edgardo Rebagliati Martins y Juan José Calle, integraron la Comisión
encargada del proyecto de la Seguridad Social; situando al Perú entre los primeros países de
Sudamérica en materia de previsión social.

El siguiente paso fue la construcción y equipamiento de hospitales y centros asistenciales en


todo el país. La idea de construir un gran centro asistencial surgió de inmediato. No pasó mucho
tiempo para que se colocara la primera piedra en los terrenos de la antigua Huerta de Pellejo.
frente a la Alameda Grau (hoy Avenida Grau), sobre un área de 42.046 m². El 15 de marzo de
1938, Edgardo Rebagliati Martins, ministro de Salud Pública y Asistencia Social, colocó la primera
piedra del entonces llamado Hospital Obrero de Lima, en su momento el más grande de
Sudamérica. Tenía entonces una capacidad de 542 camas, distribuidas de la siguiente manera:
160 de medicina general, 160 de cirugía, 150 de tuberculosis, 60 de maternidad y 12 de
emergencia. El presidente Benavides consideraba esta obra como la mejor de su gobierno, por
lo que organizó una ceremonia de inauguración, realizada el 3 de diciembre de 1939, pocos días
antes de dejar el poder.

En Palacio de Gobierno, el mandatario Manuel Prado Ugarteche, –el sucesor de Benavides– en


que se dio su definitiva inauguración, la ceremonia fue fijada para el 8 de diciembre de 1940, en
medio de una gran expectativa de la ciudadanía. Llegaron incluso delegaciones extranjeras
invitadas. La chilena vino encabezada por su ministro de Salud, el doctor Salvador Allende, quien
años más tarde se convertiría en presidente del vecino del sur. Allende afirmó, admirado, que el
flamante hospital limeño superaba a los de su país. En agradecimiento se le obsequió un cuadro
de Daniel Alcides Carrión, mártir de nuestra medicina.
Fue tal el impacto de la inauguración que los diarios de la época invitaban al público a visitar las
nuevas instalaciones. Así llegaron, de curiosos, unos 60 mil trabajadores y sus familiares.

Por fin, el 10 de febrero de 1941 abrió sus puertas bajo el nombre de Hospital Mixto y Policlínico
de Lima, con la misión de dar atención directa y exclusiva a la población obrera de Lima y Callao.
Su primer paciente fue el obrero Mauro Sánchez Zapata. Cuentan que no solo los obreros se
atendían, sino la población limeña y chalaca de mayor poder adquisitivo pugnó por atenderse
en el flamante hospital, pues estaba bien equipado y contaba con personal altamente calificado.
Todos querían un lugar en el moderno hospital.

El primer director del hospital fue Guillermo Almenara Irigoyen, médico especializado en
bacteriología y enfermedades tropicales, así como experto en seguridad social y administración
hospitalaria. Almenara revolucionó el sistema hospitalario peruano, adquiriendo equipos
médicos de Estados Unidos e introduciendo técnicas avanzadas en lo referente a la asistencia y
la administración hospitalaria.
Con la creación del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS), antecesor de Essalud, en 1981
el nosocomio fue rebautizado como hospital Guillermo Almenara, en memoria de quien fuera
su principal organizador y primer director.
Pionero en trasplantes de órganos

Desde sus comienzos, el Almenara fue el primer centro asistencial en que se identificaron las
especialidades médicas. Tal característica le valió la etiqueta de pionero e impulsor de la mayoría
de avances médicos en nuestro país. Hasta hoy.

Desde de hace 13 años este nosocomio lidera los procesos de trasplante de órganos. El 23 de
marzo del 2000 se realizó el primer trasplante de hígado en el Perú en el paciente Luis Espinoza.
Siete años después, una mujer de 56 años fue la primera persona en recibir un pulmón completo
en el Perú.

Otra intervención quirúrgica que se llevó los aplausos fue aquella del 2009, el primer trasplante
múltiple de órganos que se realizó a Rosario Hidalgo; en este caso de un páncreas y un riñón.
Para este año se proyecta realizar un trasplante de colon.

En 2015 el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen fue categorizado como Instituto de
Salud Especializado III-2, máximo nivel otorgado por el Ministerio de Salud del Perú a los
establecimientos de salud del país.

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