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¿El norte antisistema?

No obstante a la renuncia de Pablo de la Flor a la dirección ejecutiva de la Autoridad para la


Reconstrucción con Cambios (ARCC) y a las (nuevamente) opiniones ligeras del presidente
Pedro Pablo Kuzcynski sobre que ahora el gobierno hace trabajos de prevención y por eso "no
ven tantas casitas construyéndose" (¡tremenda bofetada a los afectados!); una sospecha
empieza a tomar forma: si el Ejecutivo no apresura en reconstruir las regiones costeras (sobre
todo Ancash, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes) es posible que éstas empiecen a mirar
con agrado hacia quien represente con mayor nitidez la propuesta antisistema y le apoyen en
las próxima elecciones presidenciales.

Ahora bien, quizá vale referir un primer tema. A pesar de que ese sector de medios y
periodistas que apoyan al gobierno callen en todos los idiomas, desde hace tiempo atrás se
sabía de sobra las malas relaciones entre Pablo de la Flor y las autoridades locales. Hubo
incluso paros y protestas contra De la Flor en Piura y Lambayeque. De hecho, no es la primera
vez que De la Flor tuvo duros calificativos contra las autoridades locales demostrando así muy
poca muñeca política.

¿Por qué las regiones costeras –afectadas por el Niño costero- mirarían con agrado al
representante antisistema? Por varias razones; entre ellas porque a más de un año, el Ejecutivo
pepekausa demuestra su poco talento tecnocrático (incluya el aeropuerto de Chinchero
estimado lector). No hay pues, ¡gobierno de lujo! A ello se suma que la percepción ciudadana
suele confundir Estado con Ejecutivo. Quizá una última es que gobernadores regionales suelen
esquivar las responsabilidades y le echa la culpa de todos los males al gobierno central.

Vale recordar como en la región Ica, en el 2011, luego de que el Forsur no pudiera cumplir con
todos los objetivos establecidos, esta región votó mayoritariamente por el Ollanta Humala de
polo rojo. Es decir, cuando este primer Ollanta se presentaba con el abanderado del
antisistema. ¿Por qué las regiones costeras del norte no podrían votar por un candidato de
polo rojo frente al fracaso de la reconstrucción? Tremenda pregunta.

Si el norte gira hacia la búsqueda de un candidato antisistema, complicaría las cosas para los
defensores del modelo económico. Se suele decir que el sur casi siempre vota por el
antisistema bajo cualquier nombre y apellido. De allí que si norte y sur podrían votar por un
candidato de polo rojo, pone la situación del modelo color de hormiga.

¿Por qué el sur andino votaba por el antisistema? Una primera aproximación era porque en lo
que la sociología denominaba el Trapecio Andino (Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y parte
del Cusco) la pobreza llegaba a situaciones vergonzosas. Pues bien, ahora que la pobreza se
mudó al norte (Cajamarca y La Libertad, catorce de los veinte distritos más pobres) sería otro
motivo para un giro por el candidato antisistema.

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