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DEGRADACION ECOLOGICA

AUTORES
Aldair Ávila Pérez
José David Fontanilla
Jefferson Grandett Prada
María Camila Llach Franco
Lorena Marcela López Orellano
Verónica Narváez Madrigal
Universidad de la magdalena, estudiantes del programa de ambiental, facultad de
ingeniería, carrera 32 No. 22 – 08 santa marta, Colombia
RESUMEN
El término degradación, hace alusión a la pérdida de las cualidades de un
ecosistema que incide en la evolución natural del mismo, provocando cambios
negativos en sus componentes y condiciones como resultado de las actividades
humanas. Tomando como punto de partida la degradación ecológica, se opta por
contar con una visión que abarque los diferentes aspectos que integran a una
sociedad, en donde se presentan factores que generan consecuencias al planeta
Tierra y sus habitantes; ante ello se realizan indagaciones sobre métodos que midan
o lleven un análisis activo de este fenómeno desde diferentes ángulos, que se
pueden aplicar a nivel regional, nacional o mundial, para así poder equilibrar y
controlar la utilización de los recursos naturales.
Un hallazgo importante radica en que la degradación ecológica es un hecho que se
ha venido desatando día a día sin presentar señal alguna de disminución después
de cuarenta años de haber sido descubierta, dando así el surgimiento de lo que se
ha llamado “La Modernización Ecológica de los Noventa” (con Joseph Huber el
sociólogo alemán como su fundador en 1982), la cual se desprende de la idea y
realizaciones concretas del crecimiento sustentable de los años 1980s. Por ende,
es exaltable la urgencia en cuanto a la aplicación de medidas prontas que regeneren
o que busquen la mitigación del impacto negativo actual al medio ambiente, pero
encaminadas a un desarrollo sustentable que genere un cambio positivo a nivel
mundial.
PALABRAS CLAVES: degradación ecológica, fenómeno, recursos naturales,
control, mitigación
ABSTRACT
The term degradation, refers to the loss of the qualities of an ecosystem that affects
the natural evolution of the same, causing negative changes in its components and
conditions as a result of human activities. Taking as a starting point ecological
degradation, it is chosen to have a vision that encompasses the different aspects
that make up a society, where factors that generate consequences to the planet
Earth and its inhabitants are presented; In response inquiries on methods to
measure or take an active analysis of this phenomenon from different angles, which
can be applied at regional, national or global level, in order to balance and control
the use of natural resources they are made.
An important finding is that environmental degradation is a fact that has been
unleashed every day without showing any sign of decline after forty years of being
discovered, thus giving the emergence of what has been called "The Ecological
Modernization Nineties "(with the German sociologist Joseph Huber as its founder
in 1982), which follows from the idea and concrete achievements of sustainable
growth of the 1980s. It is therefore exaltable urgency regarding the implementation
of prompt measures to regenerate or seek mitigation of the current negative impact
on the environment, but aimed at sustainable development that generates a positive
change worldwide.
KEYWORDS: Ecological degradation, phenomenon, natural resources, control,
mitigation
INTRODUCCIÓN
Al tratar el tema de la degradación ecológica se hace necesario comprender de
manera amplia lo que en realidad compete a dicho término considerando los
diferentes factores que pueden intervenir de una forma u otra en ello. Ahora bien,
como punto de partida ha de tomarse solo el término degradación, el cual dentro de
un contexto ecológico presenta un cierto grado de polisemia. Se tiene que hace
alusión a la pérdida de las cualidades de un ecosistema que incide en la evolución
natural del mismo, provocando cambios negativos en sus componentes y
condiciones como resultado de las actividades humanas; es así como se distinguen
tres tipos, irreversible, corregible e incipiente (Fraume, 2008). Paralelamente a la
anterior definición, surge otra concepción para dicho término relacionada con la
aplicación a cualquier proceso de transformación de un sistema, orden, estructura
o sustancia compleja, a un nivel inferior (Fraume, 2008). Pero teniendo en cuenta
que el eje central del presente trabajo se halla en la degradación ambiental, es
conveniente fijarse con mayor atención a la primera definición al ser la que guarda
una mayor relación asociada a la temática como tal.
Llegado a este punto, es coherente entender que cuando se habla de la degradación
ecológica, se hace referencia a la regresión en el equilibrio natural en un
determinado ecosistema; generalmente se produce por una intervención humana
poco respetuosa con las leyes propias del ecosistema involucrado. (Fraume, 2008).
Como bien lo expresa la definición hecha por Fraume, el mayor agente generador
de dicha degradación en el planeta es el ser humano, esto se da a través de los
diversos procesos derivados de la actividad económica descontrolada por parte de
los sectores industriales que actúan sobre gran parte de los países, convirtiéndole
así en una problemática digna de ser atendida desde el seno hogareño de las
familias, hasta los más altos entes a nivel político e incluso económico de la
sociedad, pues en los albores del siglo veintiuno, la realidad es tal que la
degradación ecológica se ha convertido en un fenómeno trágico.
“El ataque más alarmante que el hombre ha hecho contra el medio ambiente es la
contaminación del aire, ríos, suelos y mar mediante materiales tóxicos y, peor aún,
muchos letales. La gran mayoría de esta contaminación no se recuperará jamás”
(Carson, 1962)
Tras reconocer la trascendencia de la degradación ecológica, no solo en una
concurrente cotidianidad sino asimilando que es un hecho que abarca sectores
políticos y económicos se hace importante dar una mirada profunda al cómo se está
actuando en estos tiempos con respecto a ello, para así desde cada una de nuestras
posiciones, como futuros profesionales dados a adquirir un compromiso desde ya
con el planeta fundamentado en velar por su cuidado y conservación, ser capaces
de tomar conciencia siendo conocedores de problemáticas como estas. En este
orden de ideas, se hará un recuento de lo que es la degradación ecológica
analizando su concepto, tipos, factores causantes, consecuencias, mitigación, la
situación de Colombia, y la modernización. Todo esto luego de realizar una
exhaustiva investigación bibliográfica que proporcione la información más pertinente
para el desarrollo de la temática.
METODO
METODO DE INVESTIGACION
La metodología empleada a lo largo de la ejecución de este trabajo fue
fundamentada en lo que es la investigación bibliográfica, para ello inicialmente fue
necesario realizar un gran número de consultas de diversas fuentes tales como
libros de texto, artículos científicos, páginas web, entre otros, los cuales permitieron
fundamentar toda la base teórica como tal, convirtiéndose en nuestras referencias;
para su selección fue empleado el criterio de la calidad, en el cual después de
revisar cada una de las referencias acumuladas, fue posible seleccionar aquellas
que se mostraron mayormente encaminadas al fortalecimiento del trabajo. Una vez
seleccionadas las referencias, estas fueron vinculadas al cuerpo del trabajo
teniendo en cuenta los parámetros previamente establecidos por el docente (trabajo
escrito a manera de artículo científico), después de haber pasado por su debido
proceso de redacción, y discusión de saberes por parte de cada uno de los
integrantes del equipo de trabajo con respecto a las temáticas seleccionadas.
PLAN DE ACCIÓN SECTORIAL
Es un conjunto de acciones (también llamadas NAMAs), programas y políticas que
permitan reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) frente a una línea
base de emisiones proyectadas en el corto, mediano y largo plazo. Los PAS son
una oportunidad para que las acciones de mitigación identificadas contribuyan a
lograr los objetivos de desarrollo del sector generando además co-beneficios
económicos, sociales y ambientales.
Su objetivo es identificar claramente las prioridades sectoriales de mitigación y sus
medios de implementación, para así facilitar su integración en la planeación sectorial
e incluso en el Plan Nacional de Desarrollo del próximo gobierno y lograr así la
reducción de emisiones futuras en los sectores, optando por sendas de desarrollo
carbono-eficientes, mientras se maximizan los cobeneficios como incremento de
productividad, reducción de costos, transferencia de tecnología, reducción de riesgo
de afectación por barreras no arancelarias, generación de empleo, mejoras en
calidad de aire y salud, entre otros.
Para la medida del principal gas efecto invernadero es empleada la siguiente
ecuación:
𝐸(𝑖−1) − 𝑅(𝑖) − 𝐶(𝑖) = 0

Dónde: i, corresponde con el año de referencia.


E, corresponde a las emisiones de la organización, medidas por medio de
estándares reconocidos internacionalmente (ISO 14064-1 o el GHG Protocol de
World Resources Institut).
R, corresponde a los planes de reducción que debe realizar la organización para
documentar sus esfuerzos de reducción de emisiones. El proceso de reducción es
el punto clave de la certificación de carbono neutralidad, de modo que el principal
esfuerzo de la organización en términos de toneladas de CO2 equivalente deben
ser reflejadas en la “R”.
C, corresponde a las opciones de compensación de emisiones de gases de efecto
invernadero permitidas.
Además, están los puntajes Z, son transformaciones que se hacen a los valores o
puntuaciones de una distribución normal, con el propósito de analizar su distancia
respecto a la media, expresándolas en unidades de desviación estándar. Un puntaje
Z nos indica la dirección y grado en que un valor individual obtenido se aleja de la
media, en una escala de unidades de desviación estándar.
La fórmula para el puntaje de estandarización es:
𝑋− 𝜇
𝑍=
𝜎
En donde:
X = puntuación o valor a transformar,
µ = es la media de la distribución original
 = la desviación estándar de la misma distribución.
Z = puntuación transformada a unidades de desviación estándar.
LA HUELLA ECOLÓGICA
La huella ecológica mide cuánta tierra y agua utilizamos para producir todos los
recursos que consumimos y para absorber los desechos que generamos, utilizando
una unidad de medida que relaciona cantidades de superficie de suelo (hectáreas)
con población (país, pueblo, familia). El resultado se expresa en hectáreas de suelo
necesarias para toda la población o para cada individuo.
Los factores que se tienen en cuenta en el cálculo son:
1. el crecimiento de la población
2. la pérdida de suelo fértil
3. la deforestación
4. el agotamiento de los recursos
5. el aumento del consumo.
Cómo se mide
1º. A la hora de realizar el cálculo, primero se delimita la dimensión del estudio: se
decide si se quiere estudiar la huella ecológica de una persona o de una familia, una
ciudad, un país.
2º. Después se calcula cuánto consume de energía, alimentos, materias primas y
suelo esa unidad de población elegida. Lo más difícil es saber la superficie de
terreno necesaria para producir el resultado del paso anterior. Para ello se utilizan
unas tablas estandarizadas.
3º. Y, por último, se suman todas las superficies, y el resultado se divide por el
número de habitantes o la unidad seleccionada.
Cuando se analiza la huella ecológica de un país se puede ver que los habitantes
de ciertos países disponen de más hectáreas de suelo para mantener su nivel de
vida que aquéllas que le corresponde dada la dimensión de su territorio. Esas
hectáreas de más vienen de los países cuya huella ecológica es menor a la media
y de las producciones futuras de la tierra; esto se traduce en que hay poblaciones
que se están apropiando de superficies fuera de su territorio o que están haciendo
uso de recursos de generaciones futuras.
MÉTODOS PARA MEDIR LA DEGRADACIÓN ECOLOGICA
Indicadores e Índices ambientales
Para tener términos más concretos de la valoración y evaluación ambiental
aparecen los indicadores ambientales. Estos son mediciones científicas de la
trayectoria de las condiciones ambientales a través del tiempo; ayudan a medir el
estado del aire, agua y suelo, la presión sobre ellos y los efectos resultantes sobre
la salud ecológica y humana; muestran el progreso en la limpieza del aire,
purificación del agua y protección del suelo (EPA, 2002). La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico – OECD define un indicador ambiental
como un parámetro o el valor resultante de un conjunto de parámetros, que ofrece
información sobre un fenómeno, con un significado dado por una definición clara de
su función (OECD 1993; en: Manteiga 2000). Así como los indicadores económicos
o sociales, los indicadores ambientales están basados en series de datos
específicos o series estadísticas que miden algunos componentes, procesos o
tendencias de interés, que son básicamente el deterioro ambiental o la
insostenibilidad; pero lo difícil es definir qué es desarrollo sostenible, o cuál es el
ideal de medio ambiente o balance ecológico (United Nations System - Wide
Earthwatch 1998). Otra definición: “un indicador ambiental es una variable que ha
sido socialmente dotada de un significado añadido al derivado de su propia
configuración científica, con el fin de reflejar de forma sintética una preocupación
social con respecto al medio ambiente e insertarla coherentemente en el proceso
de toma de decisiones” (Min. Ambiente España, 1996. En: Min. Ambiente, 2002)
Los indicadores ambientales han adquirido relevancia en los últimos años dada su
capacidad de generar una imagen sintética de las condiciones ambientales del
territorio. Su auge se ha desarrollado de forma paralela a los avances, acuerdos y
retos ambientales a nivel global. Lo anterior también ha conducido a la necesidad
creciente de contar con información que facilite la formación de una opinión a la
hora de tomar decisiones públicas o privadas, a través de la formulación de políticas
ambientales para la asignación de recursos a esta área. Los indicadores
ambientales aparecen cargados de una urgencia política y de unos desarrollos
informáticos que los hacen más factibles de construir que otro tipo de indicadores
que han tenido mayores dificultades en su conceptualización y construcción (p.e
muchos indicadores sociales) (ColnodoMin. del Medio Ambiente 2001) (Manteiga
2000). Entre los problemas para formular y consolidar unos indicadores ambientales
concretos que permitan la comparación a nivel global, está el que continuamente
sigan en desarrollo y discusión, además, como las condiciones ambientales,
sociales y políticas de cada país, región y localidad son diferentes, hay indicadores
nuevos que pueden ser más importantes para un sitio específico, y a nivel general
no tienen tanta importancia. Así mismo aún está en proceso la recolección,
sistematización y centralización de la información requerida en muchos países.
Valoración económica.
Otros tipos de valoración se han presentado desde el punto de vista económico, en
los cuales hay varios métodos que tratan de convertir diferentes aspectos del medio
ambiente a unidades que permitan obtener indicadores comparativos. Esta posición
se fundamenta en que el medio ambiente tiene valor porque cumple una serie de
funciones y servicios que afectan positivamente el bienestar de las personas que
componen la sociedad. De esta forma se puede tomar medidas para establecer
límites en la explotación de recursos (igualdad de oferta y demanda, teniendo en
cuenta los costos de extracción, niveles apropiados de conservación), aplicación de
impuestos o pagos por cierto tipo de impactos ambientales, como vertimientos
líquidos y emisiones atmosféricas, costos de descontaminación, entre otros. Los
tipos de valoración económica del medio ambiente son: - El excedente del
consumidor: es la diferencia entre lo que se está dispuesto a pagar por un bien y lo
que realmente se paga. - Valoración compensada: Es la cantidad de dinero que ante
un cambio producido, el consumidor está dispuesto a pagar o recibir para quedar
con el mismo nivel de bienestar inicial. - Valoración equivalente: es la cantidad de
dinero que tendría que cobrarse a una persona para que sin el cambio quedara en
el nivel de utilidad o bienestar final.
Tipos de indicadores.
En el ámbito ambiental existen diferentes tipos de indicadores según la orientación
y el alcance del estudio en el cual estén enmarcados. De esta manera, se pueden
definir los siguientes tipos de indicadores (MIN. AMBIENTE, 2002): Indicadores
Biofísicos: Están orientados hacia el estudio de las condiciones naturales
(atmosféricas, geosféricas, etc.), los recursos naturales, los ecosistemas y las
funciones ecosistémicas de un territorio, que en su conjunto se asocian a su oferta
natural o “patrimonio natural”. Indicadores Ambientales: Su objeto de estudio
trasciende el de los indicadores biofísicos, en tanto que considera aspectos o
problemas resultantes de la interacción entre el sistema sociocultural y el patrimonio
natural. Este tipo de indicadores cobija temáticas propias de los hábitos y modos
antrópicos de producción y consumo, tales como demanda y uso de recursos
naturales, generación y aprovechamiento de residuos sólidos y líquidos (locales y
globales), contaminación acústica, las tecnologías y los tipos de energía utilizados
en la producción de bienes y servicios (industriales y agropecuarios) y sus
problemas concomitantes (cambio climático, adelgazamiento de la capa de ozono,
entre otros). De igual forma se consideran como indicadores ambientales los
asociados con la gestión ambiental orientada hacia el uso racional de los recursos
y del medio ambiente: conservación insitu y ex-situ, educación e investigación
ambiental, entre otros. Indicadores de Sostenibilidad Ambiental: Estos indicadores
son los mismos que fueron definidos como “ambientales”, pero potenciados con un
valor agregado tendiente a establecer y monitorear la sostenibilidad de la relación
hombre-naturaleza. Para ello, pueden utilizar variados parámetros de comparación
y contraste para monitorear y evaluar la evolución de sus valores en el tiempo
(lecturas reales o por modelación), como los siguientes: capacidad de carga de los
ecosistemas, resiliencia o capacidad de dilución de una corriente o los estándares
o valores fijados nacional o internacionalmente, como referentes válidos de un “uso
sostenible” o de una gestión adecuada de los recursos naturales y del medio
ambiente en general. Indicadores de Desarrollo Sostenible: Este tipo de indicadores
dan cuenta de las cuatro dimensiones tradicionalmente asociadas al concepto de
desarrollo sostenible: la ambiental, la económica, la social y la institucional. No
obstante, debe existir un amplio acuerdo en que éstas son las dimensiones que se
deben incluir en la definición y medición del desarrollo sostenible, no existe aún un
camino suficientemente compartido para identificar y modelar las múltiples y
complejas interrelaciones entre ellas y generar a partir de ellas una expresión
sintética y agregada que exprese el avance obtenido en la construcción del
desarrollo sostenible. Es frecuente encontrarse con una clasificación de los
indicadores anteriores que propone denominar los indicadores ambientales y de
sostenibilidad como de “primera generación”, los indicadores de desarrollo
sostenible como de “segunda generación” y a los agregados o índices que integran
dimensiones como de “tercera generación” (Min. Ambiente 2002). De la experiencia
internacional se destacan tres tipos básicos de sistemas de indicadores: i) los de
evaluación de la política ambiental, ii) los de integración de los aspectos ambientales
en las políticas sectoriales y iii) los de integración de los aspectos ambientales en la
política económica (Colnodo-Min. dl Medio Ambiente 2001).
RESULTADOS
DEGRADACION ECOLOGICA
Procesos inducidos por acciones y actividades humanas que dañan la base de
recursos naturales o que afectan de manera adversa procesos naturales y
ecosistemas, reduciendo su calidad y productividad. Los efectos potenciales son
variados e incluyen la transformación de recursos en amenazas de tipo socio-
natural. La degradación ambiental puede ser la causa de una pérdida de resiliencia
de los ecosistemas y del ambiente, es decir, capacidad de estos de absorber
perturbaciones, sin alterar significativamente sus características de estructura y
funcionalidad; la cual los hace más propensos a sufrir impactos y transformaciones
con la ocurrencia de un fenómeno físico peligroso. La pérdida de resiliencia puede
generar nuevas amenazas de tipo socio-natural. Algunos ejemplos incluyen la
degradación del suelo y erosión; deforestación; desertificación; contaminación de
aire, tierra y agua; corte de manglares en zonas costeras, entre otros.
TIPOS DE DEGRADACION
La degradación ecológica comprende tres tipos de degradación que se puede
presentar en el ecosistema o en un área determinado
a) Degradación irreversible: Cuando la alteración y/o destrucción del ecosistema y
sus componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que
parte o la totalidad del ambiente afectado no puede restaurarse.
b) Degradación corregible: Cuando la alteración y/o destrucción parcial del
ecosistema y sus componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal
magnitud que parte o la totalidad del ambiente puede restaurarse y recuperarse con
procedimientos y/o tecnologías adecuadas.
c) Degradación incipiente: Cuando la alteración y/o destrucción parcial del
ecosistema y sus componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal
magnitud que parte o la totalidad del ambiente puede recuperarse sin la intervención
de procedimientos o tecnología especiales.
FACTORES CAUSANTES Y SUS NOTABLES CONSECUENCIAS
Hay que tener en cuenta que los límites de los recursos naturales (petróleo, madera,
minerales, biodiversidad, etc.) indican que el actual modo de vida es insostenible.
El consumo en constante expansión somete a tensión al medio ambiente, con
emisiones y derroches que contaminan la tierra y destruyen los ecosistemas.
Gran parte de nuestros alimentos proceden de especies silvestres y lo mismo
sucede con las materias primas industriales, como el caucho, el papel y la madera.
Asimismo, buena parte de los medicamentos son extraídos de especies de bosques
tropicales. Pues bien, en los siglos XIX y XX la deforestación ha adquirido
proporciones gigantescas, sin tener en cuenta que los bosques protegen los suelos,
estabilizan los climas locales y proporcionan albergues idóneos para gran
diversidad y riqueza de la flora y fauna de nuestro planeta, y provocando
devastadoras pérdidas que afectan a esta magna biodiversidad.
Según el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) los
pantanos y marismas, un rico hábitat de muchas especies de flora y fauna, también
están en vías de desaparición en casi todas partes del mundo. A ello se añade la
erosión y la desertificación de los suelos, que avanzan inexorablemente.
Respecto a la atmósfera, las emisiones de gases contaminantes provocada por la
quema de combustibles fósiles, junto con la quema de campos, bosques, estiércol
y otros productos “biomasa”, producen dióxido de carbono (CO2) y otros gases que
generan el denominado “efecto invernadero”, el cual es el principal causante del
acelerado cambio climático que estamos soportando, y ante el cual los ecosistemas
planetarios se muestran incapaces de reaccionar. Por otra parte, gases como los
clorofluorocarbonos (CFCs), utilizados para producir bajas temperaturas en los
refrigeradores, así como disolventes en la industria y como gases propulsores en
rociadores de aerosol, dañan la capa de ozono.
También los océanos se ven seriamente afectados, en particular las aguas costeras,
que se han convertido en los sumideros donde van a parar la mayor parte de los
contaminantes generados por los seres humanos, como por ejemplo los productos
químicos, sintéticos y plásticos. Por otro lado, la pesca comercial a gran escala
tiende a extraer excesivas cantidades de recursos marinos. Mención especial
merecen las islas y sus instalaciones turísticas, que suelen provocar un fuerte
impacto ambiental. En cuanto a las aguas dulces y potables, procede indicar que su
calidad se ve fuertemente afectada por la contaminación atmosférica, los productos
químicos tóxicos y los desechos que se vierten en ellas despreocupada y
negligentemente.
Otro factor que contribuye gravemente al deterioro de nuestro entorno natural son
los desechos tóxicos, los cuales constituyen un veneno para los ecosistemas,
principalmente los residuos de las grandes industrias, como las refinerías de
petróleo, los fabricantes de productos químicos y plaguicidas, las minas, los
fabricantes de productos sintéticos y de armas y, por supuesto, las centrales
nucleares. Los más directamente afectados son las personas que trabajan y viven
cerca de estas zonas de riesgo, al experimentar una mayor incidencia de cánceres,
desórdenes neurológicos, abortos espontáneos, defectos congénitos y otras
afecciones irreversibles. A este respecto, cabe señalar que los países “en
desarrollo”, y muchos de los que se consideran “desarrollados”, carecen de leyes
de control de los productos tóxicos o son inefectivas, convirtiéndolos en vertederos
baratos y fáciles para productos prohibidos en los países más industrializados
A ello hay que añadir los enormes montones de basura acumulada, a consecuencia
del consumismo descontrolado e insaciable del mundo “desarrollado”.

El PNUMA hace observar también que la destrucción, a menudo indiscriminada, de


bosques y zonas arboladas, el pastoreo excesivo por una creciente cabaña
ganadera y la gestión inadecuada de las tierras agrícolas han conducido a la
degradación de grandes extensiones de tierra, en particular, en las zonas tropicales.
Si bien las prácticas agrícolas y ganaderas nómadas en ecosistemas tropicales y
de subsistencia vienen realizándose desde tiempos inmemoriales, lo que sucede es
que en los trópicos la población ha aumentado en mil quinientos millones de
habitantes en apenas medio siglo. De este modo, las tierras deterioradas se
transforman en desiertos y una de las consecuencias más graves de ello es el déficit
alimentario. Un ejemplo del dramatismo a que puede llegar este tipo de situaciones
se desencadena en África periódicamente, causando unas hambrunas espantosas.
Estas catástrofes y las tierras cada vez más fuertemente erosionadas provocan
migraciones humanas que suelen acabar en tugurios y asentamientos precarios en
zonas urbanas asimismo asoladas por la pobreza.
Así pues, los más pobres, tanto en las zonas urbanas como en las rurales, son las
víctimas más directamente perjudicadas por un medio ambiente degradado. La
presión demográfica es otro factor a tener en cuenta en el deterioro del medio
ambiente, sobre todo en los países del tercer mundo, dado que dichos países
soportan un crecimiento demográfico desmesurado que no hace sino hundirlos más
en el subdesarrollo y la pobreza, pues es lo único a repartir. La creciente demanda
de alimentos, leña, agua y otros recursos básicos fuerza a los pobres a cultivar,
pastorear y talar en exceso, o bien a emigrar a ciudades superpobladas o a tierras
en las que encuentran las mismas dificultades, con lo que la situación de los
ecosistemas ya frágiles y duramente castigados se va deteriorando más y más. De
este modo, van aumentando las áreas propensas, así como el grado de
vulnerabilidad, a los accidentes y catástrofes causados tanto por fenómenos
naturales como por seres humanos. En efecto, la erosión y la desertificación de los
suelos avanza imparablemente por todo el planeta provocando, como se ha dicho,
la masiva emigración de las zonas rurales a las urbanas y generando grandes
aglomeraciones y tugurios en las periferias de las grandes ciudades. Viven así en
condiciones bastante precarias de hacinamiento, falta de higiene, multitud de
enfermedades y junto a vertederos de residuos tóxicos, basuras putrefactas y aire
contaminado, pues los vertederos de residuos peligrosos y basuras suelen situarse
cercanos a núcleos de población empobrecidos y marginales.
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA
En términos generales Restauración se refiere a reparar, arreglar o traer de nuevo
a su estado primitivo alguna cosa que se encuentra deteriorada, devolviéndole su
forma o estado originales (Webster´s New Collegiate Dictionary 1977). En particular,
la restauración ecológica se refiere al proceso de recuperar integralmente un
ecosistema que se encuentra parcial o totalmente degradado, en cuanto a su
estructura vegetal, composición de especies, funcionalidad y autosuficiencia, hasta
llevarlo a condiciones semejantes a las presentadas originalmente (Bradshaw 1987,
Ewel 1987, Jordan III et al. 1987, Meffé y Carroll 1996), sin dejar de considerar que
se trata de sistemas dinámicos que se encuentran en influenciados por factores
externos que provocan que las características anteriores varíen dentro de un rango
a lo largo del tiempo (Parker y Pickett 1997). Esta estrategia busca asistir el
recubrimiento vegetal y el manejo de la integridad biológica, que incluye un rango
crítico de variabilidad en biodiversidad, procesos ecológicos y estructuras, en el
contexto regional e histórico, y en las prácticas culturales sostenibles (SER Science
& Policy Working Group, 1996). Los trabajos de restauración iniciaron con el trabajo
de Aldo Lepold en 1935 (Jordan III et al. 1987).
El éxito en los trabajos de restauración realmente depende de varios factores. Por
un lado, el grado de compromiso que se establezca entre los actores involucrados
en llevar a cabo los trabajos de restauración, y por otro, del grado de modificación
que sufrieron las características intrínsecas del propio ecosistema (como
su elasticidad, resiliencia, resistencia, fragilidad, la composición de especies, la
estructura y funcionalidad, etc.) (Márquez-Huitzil en preparación). También es
importante considerar los aspectos prácticos del programa de restauración como el
presupuesto disponible, el grado de deterioro, la disponibilidad de especies, ya que
en varios casos algunas de éstas pueden estar extintas al menos en el área por
recuperar, etc. En algunos casos, cuando las perturbaciones no han afectado las
propiedades regenerativas del ecosistema, puede no ser necesario aplicar un
trabajo de restauración, sino permitir la regeneración natural del ecosistema. Un
programa de restauración ecológica requiere de un gran compromiso de quienes lo
realizan, tanto en el detalle de los trabajos como en su seguimiento.
¿Cómo se hace una restauración ecológica?
Aunque no se cuenta con una metodología que nos indique paso a paso como
resolver los problemas de restauración para cada ecosistema, si existen algunos
aspectos básicos que considerar en una restauración ecológica (FISRWG 1998,
Márquez-Huitzil 1999; Márquez-Huitzil y Chiappy, en preparación).
Primeramente, es necesario identificar y terminar con el o los factores que provocan
la degradación (contaminación, invasión de especies, fragmentación, etc). Por
ejemplo: En una zona con problemas de erosión de suelo, conviene aplicar alguna
estrategia que frene la erosión del mismo; en un sitio contaminado aplicar un
programa de remediación o biorremediación; cuando la causa es la presencia de
una especie invasora debe frenarse la propagación y establecer programas de
erradicación; y si el problema está asociado con la fragmentación, determinar si es
conveniente decretar zonas que sean intocables, evitar el cambio de uso de suelo
e incrementar la conectividad entre los remanentes de vegetación original (Merriam
y Saunders 1993). En general, es conveniente evaluar a través de un grupo
multidisciplinario aquellos componentes del ecosistema (bióticos o abióticos) que
hayan sido abatidos y planear la estrategia de restauración (Meffé y Carroll 1994).
Recopilar toda la información para el ecosistema en cuestión previa a la alteración
que se haya generado.
Realizar una descripción detallada de la composición de especies y la estructura
vegetal de las áreas mejor conservadas del ecosistema en cuestión, o bien de los
remanentes que conserven una mayor semejanza con las áreas afectadas, que
idealmente compartan características de composición, estructural y funcionalidad
semejante al ecosistema en cuestión.
Identificar variables indicadoras de la recuperación del ecosistema en cuestión.
Algunos autores mencionan ciertas características que deben considerarse al
restaurar un ecosistema.
Idealmente un proceso de recuperación debe involucrar un alto grado de
compromiso por el detalle que involucran los trabajos de restauración, y, por tanto,
durante la evaluación y seguimiento durante la recuperación del ecosistema.
COLOMBIA
Colombia enfrenta graves procesos de degradación de suelos y tierras, deterioro de
los ecosistemas naturales y una aguda tendencia a la escasez del recurso hídrico.
Así lo reveló, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam,
al presentar un preocupante balance sobre la situación del medio ambiente en el
país. Según la entidad, hay un grave proceso de deterioro de la cobertura vegetal.
En promedio, 101.000 hectáreas anuales de bosques desaparecieron en Colombia,
entre 1994 y 2001.
Así mismo, el instituto llama la atención sobre la situación de la Amazonía, el
Pacífico y una parte de la región Andina, donde la cobertura de bosques pasó de 56
millones 280 mil hectáreas en 1994, a 55 millones 612 mil hectáreas en 2001, para
una disminución de 667.285 hectáreas.
Respecto al futuro de los recursos ambientales, la entidad realizó la proyección
sobre la pérdida de cobertura boscosa en 2003, y la cifra llegó a las 104.000
hectáreas. Según el Instituto, esto ha sucedido por causas como la ampliación de
la frontera agrícola, que implica la tala de bosques para dedicar estos terrenos a
zonas de cultivo. Sobre el tema, el Ideam informó que Colombia ha aumentado
estas zonas en 381.212 hectáreas, pasando de 34 millones 367.566 hectáreas en
1994 a 34 millones 748.778 hectáreas en 2001, lo cual, de todas formas, se ha
producido en detrimento de la cobertura boscosa.
Igualmente, el estudio demuestra que el país pierde cerca de 10 metros por año de
glaciares. Hoy, por ejemplo, han desaparecido entre otras zonas, glaciares de los
nevados del Quindío y Puracé.
Sobre los ecosistemas marinos y costeros, el Ideam agrega que los manglares de
las costas Caribe, Pacífico y territorio insular de Colombia, se encuentran en estado
crítico. Aseguró que hay una tendencia a la escasez en los recursos hídricos,
especialmente en los municipios y las cabeceras de las regiones Andina y Caribe.
El reporte indica que la oferta hídrica está sufriendo fuertes presiones de la actividad
humana, concentrada en los departamentos del centro del país hasta el Caribe.
Pero eso no es todo. De acuerdo con el estudio, para que Colombia mantenga la
seguridad alimentaria, los cultivos demandan volúmenes adicionales de agua
estimados en cerca de cuatro mil millones de metros cúbicos, principalmente en el
centro del país. Y agrega: "Para el futuro próximo, es decir, entre dos y cinco años,
se puede observar que habrá zonas con incrementos y disminuciones de sus niveles
de humedad. En las regiones en que se esperan tendencias al descenso, como la
Pacífica, Amazonía y parte del Caribe, es posible que desmejoren las condiciones
de disponibilidad de agua".
Alerta además que el crecimiento poblacional compromete la calidad del agua
superficial y subterránea.
Así mismo, el informe advierte que el 48 por ciento de la superficie continental del
país es propicia a la erosión, el 17 por ciento presenta algún indicio de
desertificación, y el cinco por ciento observa susceptibilidad a la salinización.
De la misma forma, el 50,4 por ciento de la línea de costa del Caribe y el 8.9 por
ciento del Pacífico presentan alta y muy alta susceptibilidad a la erosión marina,
especialmente en las áreas de playas y poco profundas, y el 20.8 por ciento del
territorio continental nacional presenta moderada, alta y muy alta susceptibilidad a
presentar deslizamientos.
En Colombia un ejemplo de políticas para la mitigación ambiental son los PAS Los
Planes de Acción Sectorial de Mitigación para el Cambio Climático PAS son un
conjunto de acciones (también llamadas NAMAs), programas y políticas que
permitan reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) frente a una línea
base de emisiones proyectadas en el corto, mediano y largo plazo.
Los PAS son una oportunidad para que las acciones de mitigación identificadas
contribuyan a lograr los objetivos de desarrollo del sector generando además co-
beneficios económicos, sociales y ambientales.
El objetivo de los PAS es identificar claramente las prioridades sectoriales de
mitigación y sus medios de implementación, para así facilitar su integración en la
planeación sectorial e incluso en el Plan Nacional de Desarrollo del próximo
gobierno y lograr así la reducción de emisiones futuras en los sectores, optando por
sendas de desarrollo carbono-eficientes, mientras se maximizan los co-beneficios
como incremento de productividad, reducción de costos, transferencia de
tecnología, reducción de riesgo de afectación por barreras no arancelarias,
generación de empleo, mejoras en calidad de aire y salud, entre otros.
Actualmente los sectores de Minería, Hidrocarburos, Electricidad y Transporte, ya
cuentan con PAS aprobados y aún se está trabajando con los sectores de Residuos,
Industria, Vivienda y Agricultura.
MODERNIZACIÓN ECOLÓGICA
Si bien es cierto, la degradación ecológica es un hecho que se ha venido desatando
día a día sin presentar señal alguna de disminución después de prácticamente
cuarenta años de haber sido descubierta alrededor del mundo, un claro reflejo de
ello es el avanzado estado de contaminación de muchos ríos como el Jordán, en
Jordania; de igual forma la globalización se ha constituido como uno de los
fenómenos más importantes a nivel mundial en cuanto a temas de vanguardia
científica y tecnológica. Todos estos son factores que han contribuido al surgimiento
de lo que se ha llamado “La Modernización Ecológica de los Noventa” (con Joseph
Huber el sociólogo alemán como su fundador en 1982), la cual se desprende de la
idea y realizaciones concretas del crecimiento sustentable de los años 1980s, con
el fin de aliarse y promover las tendencias hacia una productividad ecologista mayor
y adaptarse a las nuevas economías del conocimiento.
Una vez se dio el surgimiento de la modernización ecológica, ésta comenzó a
dominar la conceptualización misma de los problemas ambientales y las estrategias
políticas de los países (Hajer, 1995). La idea del desarrollo sustentable es que la
humanidad no debe explotar de la naturaleza más de lo que puede reponerle (IUCN,
1991), que no se deben afectar el uso de recursos a futuras generaciones, y en la
necesidad crecimiento económico, y la justicia social parcial. La modernización
ecológica se concibe como la solución más empleada y viable para combatir la
degradación ambiental, esta vía de modernización ofrece al modelo o teoría para
evaluar, manejar y superar los problemas ambientales actuales, es la forma más
acreditada de usar el “lenguaje verde” en las esferas políticas, profesional,
empresarial y de organizaciones (Hajer, 1995; UNEP, 1987; OECD, 1997).
La modernización ecológica es también un nuevo discurso político, según Jacobs
(1999), que ve al medio ambiente a través del prisma del modernismo ya que ubica
a los asuntos ecológicos dentro del contexto de los cambios totales que ocurren en
la sociedad contemporánea. A partir de todo esto se suma al concepto de
modernización ecológica una nueva expresión adoptada por economista y
sociólogos modernizantes, “Ecologización de la Economía”, la cual expresa el
proceso de impacto de la crisis ecológica sobre la economía actual. Esto ha
implicado que esfuerzos han sido dirigidos a reducir el uso de recursos naturales y
aumentar la eficiencia, o sea, la otra tendencia complementaria que llamamos
la Economización de la ecología. (Frijns, 2000).
La Ecologización del desarrollo económico, dentro de la modernización ecológica,
se ha convertido en una de las estrategias políticas preferidas de gobiernos,
organizaciones no gubernamentales, profesionales y también de muchas empresas.
Llegado a este punto, es posible identificar seis aspectos fundamentales de la
modernización ecológica que se consagran como sus características:
La modernización ecológica se fundamenta en que la degradación no puede ser
resuelta simplemente agregando más leyes (Jacobs, 1997); y esto es porque ella
sucede por las características esenciales de la economía industrial moderna, tales
como la combustión de fósiles, el transporte, la organización de la producción, la
forma de provisión de servicios, y las fallas institucionales y tecnológicas.
El principio que ha regido a las transformaciones ecologizantes es que el
crecimiento económico no necesita automáticamente causar impactos negativos
ambientales. Se puede conseguir crecimiento al mismo tiempo que reducir el grado
del daño ambiental causado (Gouldson and Murphy, 1997).
La economía ambiental debe ser vista como un juego en el que tanto la economía
competitiva como el medio ambiente ganen. El triunfo de este nuevo paradigma
reside en que tanto la economía como el medio ambiente se convierten en
ganadores o beneficiarios.
La modernización ecológica es vista como una re-estructuración de la sociedad en
la que el medio ambiente tiene igual peso que las esferas analíticas que rigen el
desarrollo, particularmente la política, la económica, y la social (Mol, 1995).
Debido a los cambios tecnológicos más benignos para el medio ambiente y a la
tercerización de la economía en los países de Norte, ha habido un
“desacoplamiento”, o desligamiento, entre el desarrollo económico y el impacto
ecológico.
La inserción del medio ambiente en organizaciones políticas y económicas ya no
puede ignorarse.
Cabe destacar que la modernización ecológica ha contado con un alto grado de
importancia, hoy en día aparece en ciertas políticas de desarrollo de algunos países,
por ejemplo, se la ve a través del Quinto Programa de Acción de la Comisión
Europea (Fifth EC Environmental Action Programme), el cual integra la
sustentabilidad medio ambiental en los sectores de la industria, energía, transporte,
agricultura, y turismo, y además promueve la participación activa de gobiernos,
campañas privadas y el público en la responsabilidad ecológica. Por otro lado, la
modernización ecológica también se hace evidente en el Esquema de Gestión
Ecológica y Auditoría (EGEA, Eco-Management Audit Scheme, EMAS), el cual
cuenta con acuerdos voluntarios establecidos entre industrias, gobiernos y
organizaciones públicas, para facilitar la comunicación directa entre estos y
aumentar la responsabilidad de las industrias durante los procesos de la
elaboración, distribución, uso y destrucción del producto (Franke, 1995).
DISCUSIONES
Al tratar el tema de la degradación ecológica se hace necesario contar con una
visión amplia en cuanto a temas referentes a la dinámica de los diversos
ecosistemas que conforman el mundo con respecto a las diferentes amenazas que
día a día perciben, y que además incrementan con poco control dentro de nuestro
planeta. Pero es al comprender la definición que se le ha otorgado a dicha
expresión, cuando de verdad se logra identificar la trascendencia que tiene dentro
de los distintos ejes que conforman la sociedad; convirtiéndose así en uno de los
motivos fundamentales a tener en cuenta a la hora de pretender generar conciencia
frente a la realidad ecológica en la que nos encontramos inmersos, la cual es una
realidad completamente innegable, puesto que se constituye como uno de los
hechos cotidianos en el entorno que nos rodea. Si bien es cierto, la naturaleza es
una parte esencial de nuestras vidas y nuestro futuro, ya que este está ligado
indisolublemente a ella, todo lo que conforma su entorno próximo y lejano nos afecta
de una u otra manera, es decir que la degradación son las acciones o actividades
que hace el hombre en el ecosistema que afecta los procesos naturales y el
ecosistema haciendo que se reduzca su calidad y su producción, lo cual sin duda
alguna puede afectar el soporte del ecosistema, absorbiendo alteraciones pero no
en tal grado que dañe su función.
Ahora bien, es importante reconocer la existencia de los diferentes tipos de
degradación, los cuales pueden llevar a pensar seriamente en el hecho de que es
tan amplia la degradación, que hoy en día se puede distinguir toda una gama que
ha configurado el hombre dentro de su preocupación por tal tema. Ante ello se sabe
que podemos encontrar ecosistemas que no se pueden restaurar por los daños
ocasionados, otros que se pueden recuperar parte de ella o totalmente, pero con
ayuda tecnológica y otra que se puede recuperar sin ayuda. A partir de esto lo ideal
sería tomar una posición con respecto a la degradación ecológica regido por la
variedad de tipos de degradación existente, pero el énfasis en este caso es oportuno
enfocarlo en la creación de conciencia, porque solo cuando se comprende de
manera completa y clara un tema de una trascendencia tan importante como este,
se hace posible actuar de una manera armoniosamente coherente con dicha
situación, permitiendo así realizar aportes a la mejora continua de problemáticas
como estas que se encuentran fuertemente ligadas a nuestra calidad de vida.
En síntesis podemos decir que los factores causantes abarcan una extensión tan
amplia de los aspectos intrínsecos del medio ambiente que cualquier aspecto por
más pequeño que parezca estará íntimamente ligado a la degradación ecológica
actual del planeta siendo precisamente estos puntos focalizados de contribución
degenerativa posibles extensiones y/o sumatorias a factores ampliamente
establecidos de magnitudes mayores lo que coadyuvara a un aumento exponencial
en la velocidad de propagación sobre la taza de degradación actual, todo esto
aunado a la falta de desarrollo en cuanto a políticas de control de mitigación y
restauración del impacto causado por las actividades propias de cada región
utilizada para la transformación o fabricación de materias secundarias a partir de
materias primas. Políticas que en algunos casos siendo existentes en la actualidad
son claramente renegadas u olvidadas al punto de no proveer un sustento legal
tangible al momento de las penalizaciones con los entes legales que rompen dichos
estatutos, lo que revela un inexpugnable punto de equilibrio, en cuanto al uso
autosustentable de los recursos naturales con los que a la fecha cuenta la
humanidad pudiendo alcanzar puntos críticos desde los cuales se hará imposible
incluso la consecución de recursos primordiales para la vida humana.
En cuanto a la restauración ecológica y teniendo en cuenta lo antes mencionado
podemos afirmar que aún es posible la restauración total en algunos ecosistemas
en los que la intervención actual no alcanza aun su límite de resiliencia por lo que
es posible recuperar hasta un 100% de estos ecosistemas y muchos otros, en los
que aunque es imposible suponer una recuperación de algún tipo será posible incluir
nuevos ecosistemas igualmente beneficiosos para el aumento en la calidad de vida
humana ,siendo esta amigable con las actividades naturales de muchos
ecosistemas inducibles en condiciones controladas hasta el punto de auto-
sustentabilidad propia de estos. Haciendo notar que, aunque no existe actualmente
una metodología que nos garantiza una restauración ideal, si existen métodos de
mitigación en cuanto a los aspectos que afectan la funcionalidad natural de los
ecosistemas, esto retrasando en gran medida el impacto negativo que la actividad
humana ha traído al planeta.
Colombia forma parte de 5 países mega diversos del mundo, contiene gran cantidad
de especies endémicas y un rico historial de flora y fauna, pero en Colombia como
en muchos países del mundo, priman otros intereses que pesan mucho más que la
estabilidad ambiental y la protección medio ambiental. Desde hace 40 años que se
“descubrió” la degradación ecológica, en Colombia se han puesto en marcha varios
proyectos medio ambientales para controlar, amparar, y proteger tanto como su
fauna, su flora y sus recursos renovables, como los no renovables.
Con tan mala suerte que en casi todos los casos fueron obsoletos los planes que
se implementaron, no obstante, la educación ambiental en Colombia siempre ha
sido un poco pobre, a pesar de que desde hace unos cuantos años se han venido
implementando cursos y talleres para generar conciencia frente a la degradación
ambiental en la cual nosotros mismos hemos sido participantes, pero no los
mayores causantes.
En estos tiempos las transnacionales han sonado mucho y no precisamente por ser
buenas o amigables con el medio ambiente, tanto como en la industria petrolera
hasta la industria alimenticia, han generado un impacto ecológico negativo en
Colombia y nuestras políticas en vez de amparar sus tierras, las endona y regala a
dichas empresas que a lo largo del mundo se mueven por intereses económicos sin
pensar en la degradación y depredación que causan en el planeta.
Colombia, un país tan rico pero tan pobre a la vez, le han explotado sus recursos,
sus bosques, sus animales a tal punto que ya se ven las consecuencias que no
creíamos jamás ver, uno de los recursos más importantes para la vida, el agua, ya
escasea en algunos departamentos, nuestros nevados en un periodo corto de
tiempo desaparecerán, la vida como la conocemos tendrá a cambiar, y en muchas
ocasiones podremos ayudar a calmar la degradación , pero ya en otras partes es
tan fulminante las acciones y procesos que han realizado que ya las tierras son
áridas, erosionadas, en las cuales muy poco se puede recuperar, ya que sus
resiliencia es nula.
La degradación ambiental en Colombia gracias a la minería tanto legal como ilegal,
ha sido un punto de quiebre a la hora de hablar sobre las cuencas hidrográficas, la
contaminación que esta práctica genera para los ríos y los sistemas loticos se basan
en gran medida a metales pesados los cuales generan gran cantidad de pérdida de
biodiversidad sin contar el deterioro de los ecosistemas. Estas aguas contaminadas
no son actas para el consumo humano por lo tanto se pierde uno de los mayores
recursos que necesita el hombre para poder vivir.
Las costas del país sufren en gran medida de la ignorancia y las malas prácticas a
la hora de reaccionar frente a los residuos sólidos, estancándose en las playas,
degradando el lecho marino afectando tanto a animales como a los ecosistemas en
general, las malas implementaciones de proyectos, han generado que los
humedales, ciénagas y ecosistemas de manglares sufran fuertes impactos en
algunos casos corregibles, en otros irreversibles.
La temperatura media del planeta continua en aumento como viene haciéndolo
desde hace un tiempo y es ahora ya cumplido un largo plazo que lo estamos
sintiendo, los arrecifes están muriendo, el cambio climático se ha salido de sus
proporciones y ha sido el humano el que ha permitido que este cambio sea
irreversible, lo único en nuestras manos en frenarnos y mirar que tan incierto en
nuestro futuro.
En la actualidad, la humanidad ha llegado a entender las consecuencias de los
problemas ambientales que el mismo ser humano por su egoísmo y tal vez
ignorancia ha causado. Ahora las políticas que los países han comenzado a
implementar, los congresos y las cumbres que se han organizado para poder
exclamar y poner fin a esta manera de generar ingresos para las economías de los
países por medio de la explotación de los recursos tanto renovables como los no-
renovables, se abre camino por medio de las catastróficas consecuencias que estas
prácticas han causado en nuestro planeta.
En esta época moderna podemos observar que podemos cambiar el pensamiento
consumista y depredador con el que los países han dejado que se muevan sus
economías. En esta era tecnológica podemos encontrar nuevas maneras
sostenibles de generar energía, de generar alimentos, y poder ayudar a nuestro
planeta reforestándole de maneras cada vez más eficientes y menos tediosas,
también podemos implementar la tecnología para que sea la base de las nuevas
estructuras, puentes, edificios, y sean parte de un ecosistema mismo el cual sea
sostenible y autosuficiente.
Pero solo podemos lograrlo si todos los seres humanos despertamos de la irrealidad
en que estamos al creer que los recursos que nos brinda la naturaleza son
inagotables, y tomamos manos en el asunto, todos debemos tener un pensamiento
“verde” en pro del medio ambiente, en pro de energías renovables sostenibles, en
pro de productos orgánicos, cultivados en nuestras tierras, y en contra de las
grandes empresas privadas que se enfocan a destruir nuestro mundo, que no les
interesa degradar el medio ambiente, para obtener su fin.
La idea del desarrollo sustentable es que la humanidad no debe explotar de la
naturaleza más de lo que puede reponerle (IUCN, 1991), y ayudarle a reponerle,
esta frase debería ser un pilar para las nuevas generaciones, para que trabajen
encaminados a un nuevo mundo, en el cual podamos ser capaces de pensar con el
planeta, en su bienestar, porque el planeta tierra no es de nosotros, nosotros somos
del planeta tierra y hacemos parte de su naturaleza.
AGRADECIMIENTOS
De ante mano a la instalación de la universidad de la magdalena que nos facilitaron
el tiempo y la oportunidad de aprovechar cada implemento de trabajo para el estudio
y aprendizaje del tema abordado.
Por otra parte, al docente Daniel serna por la orientación y presentación de cada
servicio y conocimientos compartidos.
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Mitigación (Pas) Sector Industria

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