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Derecho y organización de los mayas

Introducción

PRIMERA PARTE ORGANIZACION SOCIAL DE LOS MAYAS

1. EL MEDIO EN LA CIVILIZACION MAYA

2 . LOS DOS ASPECTOS DE LA SOCIEDAD MAYA

SEGUNDA PARTE

DERECHO MAYA

1 Origen y caracteristicas

2 Derecho Agrario

3 Derecho Militar

4 Derecho Administrativo
5 Derecho internacional

6 Derecho Mercantil

7 Derecho Procesal

8 Derecho Civil

9 Derecho Penal

Conclusión

Introducción

En las sociedades primitivas, las relaciones sociales a que se hallan sometidos los hombres
de una época y un país dados, están íntimamente ligadas a su conservación y a la
reproducción de la especie, por dos factores que son: el desarrollo del trabajo, y el
desenvolvimiento de los lazos familiares. Mientras menos desarrollado esté el trabajo, más
estrechos serán los lazos familiares, en razón directa de la dificultad de la vida.
Posteriormente la aparición de nuevos elementos sociales con el transcurso de las
generaciones, hace que la sociedad consanguínea o familiar se disgregue, para sucederle a
través de varias etapas como horda, tribu, clan, etcétera, la sociedad estatal. El desarrollo
del trabajo da lugar a las diferentes clases sociales; al comunismo primitivo le sustituye la
propiedad privada que origina el individualismo; la autonomía de clanes queda relegada por la
autonomía de clases; y la sociedad basada en lazos familiares es postergada por otra en
donde
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Predominan los intereses económicos de las clases sociales a que da lugar la división y
especificación del trabajo.
La influencia del factor familia, es inversa a la influencia del factor trabajo. El grado de desarrollo
de una sociedad puede apreciarse por la mayor o menor preponderancia que sobre la misma tenga
alguno de los dos factores: a menor desarrollo corresponde mayor aspecto familiar; a mayor
desarrollo corresponde mayor división y especialización del trabajo.
El Derecho sufre la influencia de la transformación de la sociedad. Siendo la organización jurídica
el reflejo de la organización social, en la época del predominio de los lazos familiares, las normas
son voluntarias; los individuos las observan por conveniencia propia, las observan subjetivamente, y
constituyen el Derecho Natural. Con el advenimiento de la división de clases y el predominio del
factor económico en el funcionamiento de la sociedad, el interés individual se sobrepone al interés
familiar; las antiguas normas morales y consuetudinarias, son relegadas por los intereses personales,
y entonces la creación de un poder se impone, para poder conservar la integridad de la sociedad,
para poder hacer cumplir las normas jurídicas, que ya necesitan ser obligatorias. La transformación
del Derecho se ha realizado: el Derecho Natural ha cedido su lugar al Derecho Positivo.
La sociedad maya, como todas las demás, tuvo su derecho propio resultado de su organización
social. Estuvo en sus comienzos ampliamente influenciada por los lazos familiares, en forma de
clanes totémicos, existiendo algunas normas subjetivas que dieron lugar a la formación del
Derecho. Es posteriormente, cuando el desarrollo del trabajo dio lugar a las clases sociales y a la
creación de un Estado de hecho y de derecho, cuando pueden apreciarse sus relaciones jurídicas.
Cuando ya las normas subjetivas necesitaron una sanción para su obligatoriedad, cuando ya existió
un poder que vigilase la acción de la justicia, es, finalmente, cuando el Derecho terminó su periodo
de transición y se convirtió en Derecho Positivo.
El presente estudio lo hemos dividido en dos partes: en la primera hacemos un análisis de la
influencia del medio en las actividades humanas, no tratando sino únicamente las que tienen alguna
conexión con la organización jurídica, y de los aspectos familiar y clasista de la sociedad maya; en
la segunda, clasificamos los preceptos legislativos mayas, casi todos ellos consuetudinarios,
conforme a las divisiones del Derecho Moderno. No quiere decir esto, que los mayas tuvieran un
Derecho perfécto, delineando los distintos aspectos en que se basa la división del Derecho actual;
pero a falta de otra clasificación más adecuada, hemos decidido utilizar ésta.
T
PRIMERA PARTE
ORGANIZACION SOCIAL DE LOS MAYAS
1. EL MEDIO EN LA CIVILIZACION MAYA

a) INFLUENCIA DIRECTA
En una sociedad primitiva como la de los mayas, el medio geográfico, de acuerdo con un principio
universahnente comprobado, influyó poderosamente durante todo su desarrollo sobre varios
aspectos en la plasmación de la fisonomía del pueblo maya. La Geografía Humana establece que en
el hombre primitivo, el medio ambiente influye principalmente en la búsqueda y adquisición del
sustento, del albergue y del vestido.
En Yucatán, las condiciones geográficas se hicieron sentir en la búsqueda del sustento, en lo que se
refiere a la flora y la fauna, que son hasta cierto punto precarias. Si bien las especies introducidas se
han adaptado y cultivado con éxito, nuestra tierra no es de aquellas en las que el hombre, con sólo
levantar la mano, cosecha los frutos que la naturaleza le brinda, o con sólo internarse en el bosque,
halla caza segura.
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Organizaci6n Social de los Mayas

El medio en la Civiizaci6n Maya

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Yucatán no es un estado que goce de lluvias permanentes o regulares durante todo el afko,
existiendo durante él dos periodos: de secas y de lluvias; y finalmente, el suelo, es bastante pobre en
elementos fertilizantes, no permitiendo más de dos cosechas consecutivas, sin gozar de algún
tiempo de descanso.
El pueblo maya tuvo que concretarse a ser cazador durante las épocas de secas y agricultor durante
las lluvias; vivir errante en busca de aguas por la falta de vías fluviales; aún después de cierto grado
de adelanto en la agricultura pudo establecer su alimentación sólo a base de maíz, por ser el único
cereal que resiste en su cultivo y conservación los rigores del clima; y finalmente, arraigarse en las
proximidades de los cenotes, donde hallé seguro el líquido indispensable para la vida. La escasez de
la fauna al igual que el poco desarrollo que había alcanzado en la agricultura, lo hizo en un
principio pasar grandes ayunos. “No comían más de una vez al día (dice un encomendero
refiriéndose a los primeros tiempos de la ciudad de Chichén Itzá), y era a la puesta del sol; no
comían carne sino los días que hacían fiestas”.’
Con el transcurso de los tiempos, los mayas lograron vencer hasta cierto punto las resistencias del
medio, y así llegaron a lograr cosechas anuales de maíz y a cultivar gran número de plantas
alimenticias, según asegura Pedro Sánchez de Aguilar.2 La experiencia les hizo ser precavidos, cosa
que deducimos de un párrafo de Fray Diego de Landa, que dice:
“Siembran en muchas partes por si una faltare supla la otra”.3
1 Juan de la Cueva Santilán: “Relación de Izamal y Santa María”.
2 Pedro Sánchez de Aguilar: “Informe Contra Idolorum Cultores”.
3 Fr. Diego de Landa: “Relación de las Cosas de Yucatán”.
Los cenotes fueron grandes factores demográficos de población pues por la necesidad humana del
agua, originaron la formación de ciudades en sus cercanías. La ciudad de Chichén Itzá, por su
etimología, expresa claramente su origen:
de Chi, boca y Chen, pozo, perteneciente a los Itzaes. El establecimiento de un domicilio fijo les
permitió perfeccionarse en la agricultura y establecer cultivos regulares. “Y los
cupules (dice Sánchez de Aguilar), tienen huertas que llaman Zenotes o Hojas”. Tal fue el amor que
el maya llegó a tenerle a sus animales domésticos, convencido de lo útil que le eran para su
manutencióñ, que una “Relación de Campocoiché y Chocholá”, dice de ellos: “y si alguna gaifina le
toman o le
matan, la lloran como si se muriese su padre o madre.”4
En lo que respecta al albergue, los mayas sufrieron también directamente la influencia del medio
geográfico. Un autor ha dicho: “La habitación revela casi siempre, por su estructura, la influencia
del medio en que se vive. . . En la estructura de las habitaciones intervienen el clima y los mate.
riales disponibles para construirlas”.5 Este fenómeno se puede observar perfectamente en las
habitaciones de los mayas, los cuales, según Alonso de Herrera, cronista de las Indias, construían
sus casas “siempre de madera, cubiertas de paja”,6 cosa que también afirma una “Relación de
Mérida” de Martín de Palomar. Claramente se desprende del párrafo transcrito, que siendo el huano
un vegetal bastante numeroso en la península, los mayas decidiesen usarlo, porque el clima es
excesivamente caluroso y porque ios techos construi.
4 Juan Farfán: “Relación de Campocolché y Chocholá”.
$ Enrique E. Schulz: “Geografía Humana”.
6 Alonso de Herrera. Cronista de las Indias: “Décadas”.
7 Huano (Sabal mayarum, Bart) (Inodes japa, Wright St.)

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Organización Social de los Mayas

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dos con él, prodigan relativa frescura, lo que los hizo prefenno a los materiales calcáreos que
también abundan en la península y que son más resistentes. Cuando menos, hay testimonios a favor
de esa opinión, expuestos por cronistas que tuvieron ocasión de estar en contacto con los naturales
supervivientes de la conquista, uno de los cuales, Juan de la Cueva Santillán, en su “Relación de
Izamal”, ya citada, escribió:
“Comúnmente los indios hacen sus casas de madera y varazón, cubiertas de paja y hojas de palmas
que en algunas partes hay en abundancia, aunque pudieran hacerlas de piedra, por haber muchas en
esta tierra: dicen que lo hacen por ser más sanas las casas de paja que de piedra por causa de los
calores”. Los indios de Sotuta, al decir de una “Relación” del mismo lugar, 8 hacían sus casas de
horcones tapizados por fuera con embarro, techándolas con huano, porque (dice la misma Relación)
“aunque pudieran hacellas de cal y canto, dicen no son buenas por hacer tanto calor como hace
desde el mes de marzo hasta todo septiembre”. El uso general de los mayas de construir sus casas
de paja y embarro, no fue motivo para que desconociesen el arte de construir con piedra, pues la
última Relación, dos veces citada, continúa: “Y algunos (edificios) tan curiosos, que casi no se
parece la mezcla por la jontura de la piedra”. Según Erie Thompson, aunque no conocieron el arco
verdadero, dominaron perfectamente el arco en corbella,9 hecho que puede apreciarse por los
magníficos edificios que legaron a la posteridad, aunque estos edificios estuvieron reservados para
santuarios y templos religiosos, y nunca para habitaciones humanas.
Además de las necesidades de alimentación y habitación, otra de las primordiales en el hombre
consiste en el vestido, el que, al igual que las anteriores, está en íntima relación con
8 Juan de Magaña: “Relación de Zotuta y Tibolón”.
9 J. Eric ThompsOfl: “La Civilización de los Mayas”.

gi medio en la Civilización Maya


el medio geográfico. Las prendas de vestir las toma el hombre generalmente de los recursos
naturales con que cuenta, si
bien el factor principal en la naturaleza del vestido, lo constituye el clima. Al paso que en los países
fríos, el hombre necesita urgentemente resguardarse de las inclemencias del
tiempo; en los tropicales, el vestido se concreta únicamente a ligeras prendas que cubren los
órganos sexuales, cuando ya existe entre los naturales un sentimiento de pudor, y en algunos, más
atrasados, consiste sólo en tatuajes.
En Yucatán, el clima excesivamente caluroso influyó en la ligereza de los vestidos del pueblo maya.
“Andaban los varones desnudos (dice una «Relación de Chunchuchú)>) y solamente traían
cubiertas las partes vergonzosas con una
venda de colores, dando muchas vueltas al cuerpo, y una jaquetilla de algodón de muchos colores
abrochada por detrás
y sin mangas; y por capa una manta pintada que cubría el cuerpo, con un nudo al hombro izquierdo;
traían calzado de
cuero de venado y de henequén, a su modo; las mujeres traían cubierto de la cintura abajo con unas
naguas o mantas de algodón de muchos colores; y delante en los pechos, una
redecilla que algunas veces servía para colgar el cabello”.1 O De la lectura del párrafo anterior se
deduce lo siguiente: el calor excesivo del medio, hizo que el maya adoptara la liviandad de sus
vestidos; pero por otra parte, los rayos del sol tan quemantes en la península, no le permitieron salir
a los lugares descubiertos, sin protección, por lo que tuvo que resguardar su piel contra ellos, con
una “capa” que seguramente se quitaría cuando se encontraba en el interior de sus habitaciones; la
existencia solamente de dos únicas plantas textiles, en nuestro medio, el algodón y el henequén, no
le dio lugar a elegir entre los distintos materiales para la confección del vestido, y finalmente,
respecto al venado cuya piel usaban también, es un animal tan característico de Yucatán, que por

10 Pedro García: “Relación de Chunchuchú y Taby”.

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algo un autor ha llamado a esta península, “Tierra del Faisán y del Venado”.1 1 El baño diario,
costumbre tan neta entre los indígenas de la región, fue resultado igualmente del caluroso clima
peninsular.

b) INFLUENCIA INDIRECTA
La vida social influye considerablemente en el desenvol vimiento de las actividades intelectuales y
psíquicas del hombre, y estando la vida social tan directamente influenciada por el medio
geográfico, es natural que el citado factor influya también, aunque indirectamente, en el desarrollo
de la conciencia humana, porque esta última es el resultado de las actividades intelectuales y
psíquicas del hombre.
Ya Marx ha dicho: “No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino su ser social el que
determina su conciencia”,1 2 aunque para Marx, el ser social en todos los casos está influenciado
por el factor económico. Pero siendo la filosofía marxista un ensayo de filosofía monística,
aceptarla sin limitaciones sería tanto como cerrar los ojos a las demás doctrinas sociales, pues en
algunos casos, como en el de las sociedades primitivas, no es posible argüir que el ser social sea
resultado de factores económicos, porque —como opina Consentini— admitir que desde su primer
momento, la sociedad ya está regulada por el factor económico, es presuponer ciertas
manifestaciones de conciencia humana, que solamente pueden explicarse por el funcionamiento de
los órganos intelectuales en su lucha por adaptarse a las condiciones del ambiente externo.1 Por lo
tanto, forzosamente
11 Antonio Mediz Bolio: “La Tierra del Faisán y del Venado”.
12 Carlos Marx: “Crítica a la Economía Política”.
13 Francesco Consentifli: “Filosofía del Derecho”.

Li medio en la Ciailización Maya


hay que admitir que la conciencia crea la economía, aunque después, la economía regula la
conciencia.
En este caso, más de acuerdo estamos con Labriola, quien
admite que algunos fenómenos, tales como los objetos de la
fantasía y del pensamiento (actividades intelectuales) y de la
: consiguiente las producciones del arte, de la religión y de la
‘:. ciencia, derivan directamente de la organización social de un pueblo.14 Cuando las relaciones
sociales de ese pueblo han alcanzado cierto grado de adelanto, cuando la división del trabajo
comienza a perfilar la división clasista, derivan, desde ese momento, indirectamente del factor
económico, pero nunca antes. Sentado este principio, estudiemos ligeramente algunas de las
actividades intelectuales de los mayas, resultado de la influencia indirecta del medio geográfico
sobre el hombre.
La agricultura es, sin duda alguna, la primera fuente estimulante de la intelectualidad del maya. Así
vemos grabados en sus monumentos escenas agrícolas, o de bordados textiles; es el origen de la
arquitectura y de la escultura. Los monumentos en lo que toca a su construcción, muestran la huella
innegable que el clima imprimió al temperamento de sus constructores: la línea es muy severa, la
composición parca, predominan las aristas a las curvas, el arco falso sustituye al verdadero, y el
conjunto reviste una marcada solemnidad que los ha hecho famosos. Por algo Sánchez de Aguilar
los llamó “famosos, grandes y espantosos”.
La cronolog(a es igualmente resultado indirecto del medio geográfico. La necesidad de perfeccionar
la agricultura, y la observación de los fenómenos celestes, les hizo posible crear

14 A. Labriola; citado por Consentini.

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sus calendarios que aún hoy, maravillan a los hombres de ciencia. El multicitado Pedro
Sánchez de Aguilar, dice de ellos: “Servíanles de muchos útiles, (los calendarios) y
particularmente para saber los tiempos en que habían de rozar los montes y abrazarlos y
esperar las aguas, y sembrar su trigo, maíz y las otras legumbres que siembran en diferentes
tiempos,,.
La pintura revela también el carácter severo del maya:
los tonos son vivos, la línea segura, los colores generalmente planos y sin gradación, y el
dibujo es casi siempre correcto. La mayor parte de las pinturas revelan asuntos teológicos o
escenas de la vida real, aunque en los frescos hay algunas de ellas relacionadas con la
cosmogonía y con el calendario. Según el testimonio del explorador Catterwood, “en la
combinación de varios colores habían alcanzado un grado superior al de los mismos
egipcios”. 1 5
En la literatura y en la religión —el phatos y el ethos— se proyecta el alma del indígena sbbre su
mundo físico; su objeto es un conjunto de fábulas en donde hablan los animales y las cosas; son
reminiscencias del totemismo.
En la religión principalmente, la influencia de la naturaleza es mucho mayor. La necesidad de
explicar los fenómenos físicos, favorables y desfavorables, los hizo creer en un dios con alma y
pensamientos iguales a los suyos. Dios tenía dos caras; con una sonreía al pueblo: eran los tiempos
felices, tiempos de lluvias, tiempos de cosechas; con la otra fruncía el entrecejo: sus resultados eran
las pestes, los males y las miserias. Consecuencia de la deificación de muchos fenóme15 F.
Catterwood, acompañante de John L. Stephens en su viaje a
Yucatán. Citado por Alfonso Toro.

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nos naturales, fue la multitud de dioses que existieron en la [mitología maya.
El teatro se caracteriza por su delicada agudeza satírica.
A pesar de ser un instrumento de distracción del pueblos (y por cierto que en ese arte llegaron los
mayas a tener bastante .habiidad) predomina en él, el hermetismo de la raza. Los
-asuntos de que trata son, como en la literatura, fábulas y representaciones anímicas, pero su
significado es tan profunj. do que, según Sánchez de Aguilar, “para entenderlos, y saber
a quién motejan, conviene saber su lengua muy bien y los fra‘818 y modos de hablar que tienen en
sus triscas”.
La poesía maya es una filosofía de la vida. Está profundamente enraizada en el alma colectiva, en el
espíritu popular, y por eso, depende menos de la consonancia que de la imagen. Es por eso también
que resiste la traducción sin menguar en belleza; porque su concepción y creación de imágenes, aun
despojadas de la vibración y del ritmo, conservan su eficacia lírica y su pensamiento. Los libros del
Chilam Balam, como un ejemplo aislado, hablan por sí solos, con su lenguaje florido y pintoresco y
su fondo de intensa poesía. En la traducción, es donde se deslinda la retórica de la poesía; un crítico
ha dicho: “El juego de palabras, por ejemplo, es intraducible porque es un juego retórico. El poeta
es esclavo, como en la consonante, del juego, silo hace por el juego mismo, porque no puede
imponer nuevo sentido a lo que insensiblemente forja la unión de las palabras en juego”, 1 6 a lo
que nosotros agregamos: pero el poeta es libre en la imaginación, porque el pensamiento no entra en
el juego, de las palabras en juego. Y los libros del Chilam Balam, no pierden con la traducción nada
de su gallardía poética,

Organización Social de los Mayas

medio en la Civilización Maya

16 B. Ortiz de Montellano: “La Poesía Indígena en México”.

32 Organizaci6n Social de los Mayas


porque su poesía, está profundamente enraizada en el alma
misteriosa del pueblo maya.
***
No cabe duda que el pueblo maya vivió estrechamente
ligado a las condiciones geográficas de la península. En un
principio, directamente influenciado por las fuerzas naturales,
posteriormente la influencia fue menos aparente, aunque
nunca logró independizarse del medio. No hizo sino ajustarse
a una ley sociológica enunciada por Carlos Marx: “Desde que
los hombres existen, la historia de la naturaleza y la historia
de los hombres, se determinan mutuamente”.1 1

2 . LOS DOS ASPECTOS DE LA


SOCIEDAD MAYA

t 7 Carlos Marx: “Deutsch e Ideologie”. Citado por Marcel


Prenant.

En la sociedad maya se pueden observar perfectamente


los dos aspectos del desarrollo de un organismo cultural. Por una parte, el predominio de los lazos
familiares, carácter esen cial de una sociedad primitiva; por otra, la existencia de clases sociales
perfectamente delineadas, ocasionadas por la división
, del trabajo, sin desaparecer por eso los antiguos clanes, aun-
que sí bastante modificados.
a) ESTRUCTURA FAMILIAR. Los modernos estudios etnográficos han permitido señalar como
instrumento esencial para conocer la transformación que se ha operado en una sociedad, el idioma.
Donde el idioma no ha sufrido influencias extrañas, es indicio casi seguro que la sociedad no se ha
modificado. Tal es la tesis que sostiene el notable indigenista Luis Chávez Orozco.’
1 Luis Chávez Orozco: “Historia de México”.
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Organización Social de los Mayas

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Aun cuando las fuentes de información histórica no nos suministran datos para estudiar la
organización social de los mayas, el idioma ha permitido conocer su estructura familiar. Del estudio
de las tribus lacandonas, que en la actualidad hablan el maya puro, se ha deducido que su
organización social se encuentra casi como se hallaba en los tiempos prehis. pánicos, y su estructura
familiar de hoy, era análoga a la de sus antepasados. Los lacandones viven en las selvas vírgenes de
Chiapas, cerca de la laguna de Petén Itzá, en los límites con el territorio guatemalteco.
Los mayas primitivos estuvieron organizados en clanes. En Sociología, se entiende por clan un
grupo de individuos que tienen entre sí parentesco consanguíneo, o cuando menos que se
consideran unidos por lazos familiares, en virtud del tótem clanesco. El tótem es un objeto,
generalmente animal o vegetal, del que todos los miembros del clan se creen descendientes; es el
emblema, y los individuos lo adop. tan como apellido familiar; algunas veces llevan su
representación pictórica grabada en sus armas y vestidos.
Existió entre los mayas una variedad de tótemes, tantos como familias primitivas hubo, de los
cuales citamos algunos:
Chel (pájaro); Balam (tigre); Pech (garrapata); Baz (mono); Chan (pequeño); Can (culebra);
etcétera. Los tótemes, al igual que nuestros apellidos, se heredaban del padre y de la madre, según
Landa, el del padre como propio y el de la madre como apelativo, y pone el siguiente ejemplo: “El
hijo de Chel y Chan llamaban Na Chan Chel, que quiere decir hijo de fulanos”. En la denominación
existe la primera desigualdad social entre el hombre y la mujer, pues según el mismo fraile, “los
nombres de los padres duran siempre en los hijos, en las hijas no”.

¿os dos aspectos de la Sociedad Maya


La primera ley biologicosocial que aparece en el clan inaya, es una prescripción meramente
subjetiva: la exogamia, decir, que los miembros del mismo, no pueden contraer uniones sexuales
entre sí. Con el tiempo esta exogamia se convierte en objetiva, adquiere entonces el carácter de
tabú. “Y así ninguna muger y hombre se casaban con otro del mismo nombre, porque era a ellos
gran infamia” (Landa). Los tabúes se extienden más tarde a la propiedad, y luego a los demás
órdenes de la organización social, constituyendo 811 conjunto el primer código de leyes
prohibitivas.
En los tiempos de la grandeza del Imperio Maya, los factores acumulados: desarrollo de la
agricultura, división del trabajo, necesidad de terrenos para la misma consecuencia, etcétera, le
transmitieron a la sociedad un aspecto de régimen clasista, e imperialista, pero aun a pesar de esto,
los clanes familiares no desaparecieron. Las familias primitivas, las más antiguas, que fueron las
que conservaron su integridad, su “abolengo”, diríamos en términos modernos, se acogieron
inconscientemente al principio romano de: “primero en tiempo, primero en derecho”, y
constituyeron, también inconscientemente, una de las clases dominantes, la nobleza, en la que cada
tótem vino a ser un apellido aristocrático, y sirvió muchas veces a los parientes para identificar. se y
conseguir favoritismos. Héctor Pérez Martínez en su Introducción y Notas a la “Relación de las
Cosas de Yucatán” de Fray Diego de Landa, opina que esta circunstancia, “se trata de una de las
prácticas más comunes del totemismo colectivo, y es en ella donde se refleja su influencia sobre la
organización social de los pueblos primitivos”. Los sacerdotes, otra de las clases dominantes, se
encargaron de conservar sus privilegios a la nobleza, por medio de la cuenta de sus genealogías,
algo muy importante entre los mayas, dado el

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Organizaci6n Social de los Mayas

jo: dos aspectos de la Sociedad Maya

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origen teocrático que se atribuían. “Tienen mucha cuenta con saber el origen de sus linajes —dice
Landa—, y eso procuran saberlo los sacerdotes, que es una de sus ciencias”. Después de la
desintegración de la triple alianza, los clanes más importantes de cada provincia se apropiaron de
los poderes locales formando pequeños cacicazgos independientes. A la llegada de los españoles,
algunos de ellos, sometiéronse voluntariamente a su yugo, a fin de conservar sus cacicazgos, pero
otros más aguerridos y valientes, como los Cocóm de Sotuta, lucharon fieramente por conservar su
independencia, demostrando el último destello del clásico valor de la raza maya.
Con la conquista de los últimos grupos etnológicos refugiados en las cercanías de Petén Itzá, puede
decirse que terminó la organización social de los mayas, para dar lugar a la organización colonial,
que la sucedió.
b) ESTRUCTURA CLASISTA
El factor principal que determinó el principio de la desintegración de la sociedad ciánica de los
mayas, fue el desarrollo de la agricultura, que creó una fuente segura de alimentos vegetales. La
domesticación de animales en sustitución de la caza, y la extracción de los productos minerales (sal,
pedernal) aumentó también la productividad de la sociedad, primera oposición del hombre contra el
dominio de la naturaleza. Con el aumento de producción, la necesidad de conseguir nuevas fuerzas
de trabajo se hizo imperativa, y la guerra las suministré: los prisioneros extraños al clan fueron
convertidos en esclavos. Se formó la primera división clasista: señores y esclavos. “En las guerras
—dice Cogollu do

que por su ambición se hacían unos a otros, se cautivaban quedando hechos esclavos los vencidos
que cogían”?
El predominio de los jefes de clanes, a consecuencia de la guerra, por su importancia militar, creó
también una desigual- dad entre los miembros del mismo clan, y en primer lugar, entre el hombre y
la mujer. El clan llegó a tener un aspecto parecido al de la gens romana. El desarrollo siempre
creciente
del trabajo, dio lugar a la formación de oficios manuales, - independientes de la agricultura, al
mismo tiempo que la preponderancia de los jefes de familia hizo que los miembros
inferiores del clan (agnatios y cognatios), no aptos para la guerra, se alejaran de él, para dedicarse a
las nuevas ocupaciones que brindaba la especificación del trabajo. Sobrevino por fin la disgregación
del clan, creándose una tercera clase social: los trabajadores. Unos miembros, los aptos para la
guerra, se agruparon cerca del pater familiae, constituyendo una clase social; la nobleza; otros, los
que se dedicaron a los trabajos manuales y a la agricultura, formaron la clase trabajadora, y
posteriormente, al alejarse del clan, se convirtieron en tributarios de los anteriores. Con el
advenimiento de la propiedad privada, quedaron perfectamente delineadas las clases sociales a que
dio lugar la disgregación del clan: la nobleza se volvió terrateniente; los trabajadores Continuaron
trabajando en los terrenos comunales. Se conservaron, sin . embargo, reminiscencias de la
estructura familiar entre la
clase dominante, y el tótem familiar, convertido en apellido, sirvió a la nobleza para presumir de su
antigüedad y su linaje,
circunstancia con la cual trató de justificar su posición social. “Jáctanse mucho —dice Landa— de
los varones que en sus linajes ha habido señalados”. Siendo la nobleza relativamente
2 Diego López de Cogolludo: “Los Tres Siglos de la Dominación Española en Yucatán”.

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Organización Social de los Mayas


,s aspectos de la Sociedad Maya

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escasa, el aumento de población se tradujo en aumento de la clase trabajadora, que formó el pueblo
llano.
Existió, además, entre los mayas, otra clase social, la de los sacerdotes, resultado, por una parte, de
la división de la sociedad en las clases anteriores, y por otra, de la tendencia mística con la que,
como pueblo primitivo que era, trató de explicarse los fenómenos naturales. Los sacerdotes
ayudaron a la clase dominante en muchos aspectos, siendo el principal la conservación de la cuenta
genealógica de las familias principales. Fueron también los depositarios de la ciencia maya y
gracias a ellos se ha podido saber lo que se sabe de su cultura.
Conocido el origen de las cuatro clases sociales existentes entre los mayas: la nobleza, los
tributarios, los esclavos y el sacerdocio, hablemos en particular de cada una de ellas:
La nobleza, encabezada por el monarca (Ahau) como representante del clan más poderoso, se
distinguió por las exensiones y prerrogativas de que gozaba. El Ahau ejerció un poder absoluto sin
más limitación que su voluntad, teniendo como colaboradores a los jefes de clanes que más lo
habían ayudado a conservar su elevada posición social. La nobleza vivía dentro de los muros de las
ciudades, no pagaba tributos y tenía grandes posesiones territoriales que cultivaban sus esclavos, o
que distribuía entre los tributarios para trabajar a manera de feudos. Los nobles vivían en la
ociosidad, aunque algunas veces hacían de abogados de sus vasallos. Según Cogolludo, “no
trabajaban sino que se dedicaban a los templos, ceremonias y fiestas”.
Los tributarios formaban la clase industrial y productora, en parte, de la sociedad, ya cultivando la
tierra personal. mente, ya ejerciendo funciones de apoderados de los nobles,

O bien dedicados a los diversos trabajos manuales a que dio lugar el desarrollo de la agricultura;
algunos explotaban las malinas, y en general todos practicaban la caza. Pagaban fuertes tributos, y
de sus individuos salían los soldados del ejército, aunque también eran recogidos en forma de leva.
Cultivaban la tierra en comunidad, no existiendo mojones que dividiesen una provincia de otra;
algunos tributarios llegaron a adquirir propiedades particulares. Les eran comunes también los
terrenos de pasto y las salinas, aunque algunas veces, explotaban sus salinas, pagando contribución.
Los esclavos constituyeron la clase más baja de la socie dad maya; su condición era misérrima.
Podían ser comprados o vendidos como cosas y el dueño disponía a su arbitrio de sus vidas, las que
muchas veces fueron inmoladas en los sacrificios. Podían adquirir su libertad al estilo de la
manumisión del derecho romano, pero pagando cierta canti da en numerario, y en tal caso, pasaban
a la condición de
. tributarios. La descendencia de los esclavos continuaba en la
misma situación; el tributario que se unía en matrimonio con alguna esclava, quedaba convertido en
esclavo. Los esclavos
provenían de dos causas: o bien eran prisioneros de guerra y eran tratados de manera rigurosa, o
bien adquirían esa triste
situación como castigo de un delito de orden común. El destino de los esclavos era, unas veces, para
los sacrificios en las solemnidades de importancia; otras, las más de ellas, para los trabajos
corporales de la agricultura, ya que los mayas carecieron de ganados caballar y vacuno. Eran en
todos sentidos, la clase netamente productora de la sociedad.
Después de la nobleza seguía en importancia el sacerdocio, que siempre tenía influencias sobre el
monarca en sus determinaciones Entre la clase sacerdotal se conocieron cuatro jerarquías, las
cuales, de superior a inferior, fueron:
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Organización Social de los Mayas

Los dos aspectos de la Sociedad Maya

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el gran sacerdote, los chilames, los chaces y los nacones. El gran sacerdote tenía por nombre, según
Landa, “Ahaucanmai”, y también “Achkinmai”, aunque en algunas “Relaciones” de varios
encomenderos, es llamado “Alquin”, lo mismo que “Ahkin”. Posiblemente los dos nombres últimos
sean los verdaderos del gran sacerdote entre los mayas, pues según la opinión de don Eligio
Ancona,3 los dos primeros citados por Landa, eran particulares de los jefes de culto de la ciudad de
Mayapán. Los Ahkines eran muy reverenciados por las demás clases, atendían el servicio de los
templos, enseñaban su ciencia a los hijos de los nobles, declaraban los tiempos en que había de
hacerse la siembra, predecían las lluvias y las buenas o malas cosechas y daban consejos a los
señores; llevaban la cuenta de la genealogía de las familias de la nobleza, y auguraban el destino de
las personas. Después del Ahkin, seguían los “Chilames”, cuyo oficio era dar respuesta del
demonio, a quien llamaban Xibalbá, al pueblo; su cargo era importante y cuando transitaban por las
calles, casi siempre lo hacían en hombros. Los “Chaces”, eran cuatro hombres ancianos, elegidos en
cada solemnidad, para ayudar al Ahkin a dar cumplimiento a la fiesta; en los sacrificios humanos
eran los encargados de sujetar a la víctima, uno por cada extremidad. Finalmente los “Nacones”,
eran cargos perpetuos y poco honrosos; su oficio era abrir los pechos de las víctimas en los
sacrificios humanos. “Nacón” también se llamaba un cargo muy importante en el ejército, del cual
hablaremos oportunamente, pero que no tenía relación alguna con el sacerdo. cio; era simplemente
un homónimo.
La clase sacerdotal no tenía repartimientos de esclavos ni propiedades territoriales; pero en cambio,
recibía amplios

presentes de los caciques, la nobleza y los tributarios. “Los sacerdotes —dice Landa— vivían de sus
oficios y ofrendas”. Fueron los representantes de la cultura maya; el resultado de sus estudios, así
como algunos sucesos cronológicos de importancia, los anotaban los Ahkines en unos libros, en
forma de hoja, cuyo largo era de doce varas, llamados “Anathé”, que los doblaban en pliegues a la
manera de un biombo. “El Anathé —asegura el historiador Ancona— era digno de los cuidados que
se le prodigaban, porque era el depositario de las glorias de la nación”

Eligio Ancona: “Historia de Yucatán”.

SEGUNDA PARTE
DERECHO MAYA

1 ORIGEN. CARACTERISTICAS

“La historia del Derecho —ha dicho Stambler— es algo más que un simple medio de
cultura deseable para ios juris tas” Y salta a la vista la razón: si para penetrar en el sentido
de una ciencia, es indispensable el conocimiento de su historia, para poder interpretar los
preceptos de un Código, o el espíritu de una Ley, es necesario saber de dónde provinieron,
qué situación jurídica dio origen a su vigencia, y a qué momento histórico de una sociedad
corresponden, porque —como explica Consentini— para determinar concretamente el
sentido de una norma, hay que considerar un ordenamiento jurídico determinado en un
momento particular del desarrollo de la sociedad.
Sentado lo anterior, nos preguntamos: ¿Cuál fue el origen de las normas que luego
formaron el Derecho Maya? Las fuentes históricas que hemos podido consultar no nos dan
contestación satisfactoria; pero si la Historia no nos permite
49

50

Derecho Maya

hallar una respuesta, la Sociología, aplicando los principios generales establecidos para el desarrollo
de una sociedad, nos ayuda a esclarecer cuando menos, el ciclo que recorrió el Derecho Maya desde
su formación hasta su grado más perfecto de adelanto, que lo alcanzó en los tiempos de la
Confederación de Mayapán.
Indudablemente el instinto de conservación del individuo y el de reproducción de la especie, fueron
los factores que determinaron la formación del Derecho Maya: la necesidad humana de vivir en
sociedad dio origen a la primera relación social que luego se transformó en relación jurídica: el
individuo hubo de limitar su libertad personal para poder conservarse la cohesión del clan,
creándose las primeras normas subjetivas, que dieron nacimiento al Derecho de Gentes, el Derecho
Civil; inconscientemente se fue perfeccionando el Contrato Social estudiado por Rousseau. La
necesidad de conservar la armonía del clan, hizo que el maya sancionase las violaciones a las
normas subjetivas, convirtiéndolas por sólo ese hecho, en normas objetivas; esas sanciones
originaron el Derecho Penal. El desarrollo del trabajo permitió también al maya producir más de lo
necesario para su consumo, de donde vino el trueque, piedra angular del Derecho Mercantil. El
mismo desarrollo del trabajo, al asignarle valor a la propiedad agrícola, diole vida al Derecho
Agrario, y creó la necesidad de nuevas fuentes de trabajo, las cuales se consiguieron por medio de
la guerra, cuyas normas dieron cuerpo al Derecho Militar. La organización de los distintos
elementos estatales de la sociedad, dio lugar al Derecho Administrativo; y por último, las relaciones
entre los diversos pueblos de la península, originaron el Derecho Internacional.
A pesar del adelanto bastante apreciable que alcanzó el Derecho Maya, no llegó a dilucidar bien los
distintos campos

51
jurídicos. Entre los Derechos Civil y Penal, —el caso más frecuente— existe una relación bastante
estrecha, hasta el punto de que a los incumplimientos civiles corresponden sanciones que en nuestro
Derecho moderno, estarían catalogadas en el
‘ Derecho Penal. Sin embargo, el Derecho Maya contiene aspectos que son dignos de ponderación
por sus innovaciones en el Derecho antiguo. Uno de ellos, por ejemplo, es distinguir los delitos
intencionales de los no intencionales, lo que demuestra el conocimiento que sus legisladores
llegaron a tener de las facultades psíquicas del hombre, aunque por desgracia, solamente en un caso
observamos esta distinción, en el delito de homicidio, el cual, cuando era intencional, se castigaba
con la muerte; mas si era casual, era sancionado con “satisfacción” o indemnización. Landa dice
sobre esto: “Las causas de que solían hacer estas satisfacciones, era si mataban a alguno
casualmente”. La satisfacción, por otra parte, constituye otro de los adelantos emulables del
Derecho Maya, pues al sustituir ésta, aunque pocas veces, por la venganza individual o social,
expone el grado de inteligencia del pueblo que le dio vida, y lo pone al margen del periodo de la
barba- ríe. Finalmente, existía en la legislación maya algo que hasta hace poco se ha introducido en
el Derecho moderno la reparación del daño proveniente de un delito. El Derecho Maya se dio
cuenta de que un mismo delito causa diferentes perjuicios en distintas personas, y por eso en cada
caso examinaba el dafio, a juzgar por las palabras del mismo Landa: “El Juez. - examinado el daño,
mandaba la satisfacción”.
Fuera de los pocos casos aislados, el Derecho Maya, como el Derecho Azteca y como el de casi
todos los pueblos de la antiguedad, castigaba las faltas civiles y penales, con penas análogas, que
son por cierto muy duras. La legislación maya refleja el instinto de conservación que mueve al clan:
hay que evitar a toda costa la comisión de delitos, que de ser muy

Origen, Características

52 Derecho Maya
numerosos acabarían por destruir su integridad. ¿Cuál era la única manera de conseguir esto? Sólo
sancionando todos los delitos, remedio que al entender de los legisladores, era el mejor para
conservar la armonía de la sociedad, pues los mayas
—asegura una “Relación de Moxopipe”— “juzgaban rectamente a su modo”. Por eso el Derecho
Maya desconoce la tentativa, y sólo juzga el hecho por su resultado. No es el principio romano de
que a todo delito corresponde una ley previa, sino el principio germánico de que a cada delito
corresponde un castigo.

2 Derecho Agrario
Los cronistas que tratan del pueblo maya no nos dan una idea clara de su Derecho Agrario,
pues si bien aseguran que la propiedad agrícola fue comunal, en ocasiones traslucen la
existencia de la propiedad particular.
Probable es que la propiedad agraria entre los mayas haya evolucionado de acuerdo con el
desarrollo de la sociedad. En los tiempos primitivos, cuando predominaban los lazos
familiares, la propiedad fue comunal: su adquisición se hacía por el sencillo método de la
ocupación; posteriormente, cuando sobrevinieron las clases sociales, apareció la propiedad
particular. La primera división de la tierra, a consecuencia de la guerra, debió hacerse por la
fuerza, pero con el establecimiento definitivo de la estructura económica, llegó a adquirirse,
al decir de Cogolludo, por compraventa.
La institución comunal de las tierras en Yucatán, parece
haber tenido su origen y conservarse gracias a las condiciones
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56

Derecho Maya

Derecho Agrario

57

agrícolas tan especiales de la península, que no permiten más que cierto número de cultivos, sin
dejarlas descansar por algún tiempo para que recobren su fertilidad habitual. El historiador yucateco
Molina Solís, es más explícito en este punto; he aquí sus palabras: “En un estado como Yucatán,
privado de minas, la tierra tenía que ser la principal fuente de sustento de la población, no había
propiedad exclusiva en los terrenos: se conservaban en el dominio público.. . Concurre a ello el
carácter especial de éstas, que no permite cultivar más de dos años una misma faja de tierra, sin
dejarla descansar para que recobre por sí sola sus elementos de fertilidad”. Eran comunes también
las salinas, y la “Relación de Zotuta” dice: “Las salinas ylas tierras eran muy comunes y no tenían
mojones sino de una provincia a otra en las tierras”.
Ya desde la fase temprana del horizonte clásico, afrededor del año 300 d.C., existían perfectamente
delineadas las dos clases de propiedad agrícola: la propiedad comunal, propiedad del Estado o
propiedad pública, que estaba destinada para cubrir las necesidades públicas, y de cuyo cultivo se
encargaban los tributarios, utilizando a los esclavos como bestias para los trabajos rudos; y la
propiedad particular, de la nobleza y algunos tributarios convertidos en pequeños propietarios,
destinada para satisfacer las necesidades de sus dueños. Del cultivo de estas últimas, también se
encargaban los tributarios, pero su situación respecto a ellas era distinta:
en la propiedad comunal, los trabajadores eran considerados como colonos libres; en la particular
estaban en cierto modo ligados a la tierra y se consideraban vasallos del feudo, cuyo amo era el
dueño.
La propiedad privada, exclusiva en sus comienzos de la
ijuan Francisco Molina Solís: “Historia de Yucatán. (Descubrimiento y Conquista)”.

nobleza, con el tiempo debió sufrir modalidades, pues según afirma un escritor (Carrillo y Ancona)
todas las clases sociales, con excepción de los esclavos, llegaron a ser susceptibles de adquirirla y
enajenarla. Las salinas sufrieron también tal modalidad, y al decir de Cogolludo, existían algunas
particulares de los nobles, explotadas por tributarios, que pagaban como arrendamiento una parte de
la sal explotada. Esto dio origen a alguna medida agraria usada por los mayas, cuyo nombre no ha
llegado hasta nosotros, pero tal se deduce de un párrafo de Diego de Landa, que dice: “Suelen de
costumbre sembrar, para cada casado con su mujer, medida con CCCC pies, lo cual llaman HUM-
UINIC, medida con vara de XX pies: XX en ancho y XX en largo”.
La calidad de las tierras agrícolas creóles también valor, excluyendo la propiedad privada de la
pública. Así Cogolludo, después de decir que las tierras eran comunes, no existiendo términos o
mojones que las dividiesen, concluye que había una excepción para las tierras “que hubiesen sido
compradas por algún respeto de su mejoría”.
En los últimos tiempos pre-coloniales, el Derecho Agrario de los mayas llegó a tener importancia,
pues el Obispo Carrillo y Ancona nos dice que tenían leyes perfectas respecto de la propiedad, y
otro autor, don Francisco Pimentel,2 después de relatar el trabajo comunal de las tierras entre los
mayas, añade: “Pero este sistema no debe haber sido exclusivo, pues había leyes sobre herencias
que indican otro sistema más perfecto de propiedad”. Sánchez de Aguilar, que estuvo en contacto
con los naturales de los tiempos inmediatos a la conquista, que probablemente conservarían sus
antiguas costumbres, dice de ellos: “Todos en general, tienen sus tierras amojonadas y heredadas”.

2 Pimentel, citado por el Obispo Crescencio Carrillo y Ancona. “Historia Antigua de Yucatán”.

3 Derecho Militar

El fundamento del Derecho Militar maya, fue la lucha de clases; el objeto de las campañas
conseguir esclavos para los trabajos agrícolas, y el pretexto, el que se ha usado siempre por los
poderosos desde que la humanidad existe: vengar algún agravio. “La razón porque tenían guerra
unos con otros —dice una «Relación de Dohot))— era por tomalles lüs haciendas e por cautivalles
los hijos e mugeres e porque se usaban entre ellos fiarse lo que tenían unos a otros y sobre la
cobranza e paga venían a reñir y se descalabraban y luego el señor de aquel pueblo armaba su gente
contra el otro”.1
El cacique principal de la ciudad más importante o cabeza del cacicazgo o Estado, designado entre
ellos con el nombre de “Ahau” era el jefe supremo del ejército, aunque por sus funciones
administrativas, tenía poco tiempo de estar al fren1 Giraldo Díaz de Alpuche: “Relación del Pueblo
de Dohot y cabecera
de Tetzimín”.
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62

Derecho Maya

:Derecho Militar
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te. Después del Ahau, habían dos autoridades que Landa llama “capitanes”; en los que delegaba la
facultad de dirigir la fuerza militar con que contaba un Estado; el uno era cargo perpetuo y
hereditario, que según un autor,2 tenía por nombre “Ahkulel”; el otro llamado en lengua maya
“Nacón”, era elegido por un periodo de tres años.
Las reglas principales del Derecho Militar maya, versan sobre las actividades del Nacón, durante el
tiempo que desempeñaba su cargo, quien era en realidad el jefe militar activo del ejército: le estaba
prohibido tener relaciones sexuales con alguna mujer, ni aun la suya; se alimentaba exclusivamente
de pescados e iguanas; le estaba prohibido también emborracharse; igualmente le estaba prohibido
ocupar a alguna mujer para sus atenciones y debía separar durante el término que estaba al frente
del ejército, sus objetos personales, para que no le sirvieran a nadie más; era tenido en gran
reverencia y procuraba en lo posible no entrar en trato con el pueblo. Tanto el Nacón como el
Ahkulel, eran los encargados de declarar la guerra, lo mismo que de agenciar la paz.
En el Derecho Militar los mayas alcanzaron poco grado de desenvolvimiento, debido al escaso
conocimiento que en el arte de la guerra adquirieron. Sus cargos militares son pocos, y fuera de los
dos “capitanes” consignados por Landa, de los que ya hemos hablado, sólo tenemos noticia de la
soldadesca. Sin embargo, es posible que hayan existido algunos Oficiales, cuyas funciones y
nombres no alcanzaron la posteridad; pues el obispo Landa, ya multicitado, refiriéndose al valor
estoico de los guerreros dice: “Los oficiales dello (el ejército) labraban la parte que querían con
tinta. . .“ Como el mismo fraile habla en especialidad de los dos “capitanes” y
2 Ricardo Mimenza Castillo: “La Civilización de los Mayas”.

de los soldados, y como del texto inmediatamente citado se deduce, parece que se refiere a Oficiales
distintos de los cargos ya nombrados e intermedios entre los primeros y los segundos.
El ejército llano, lo constituían los “holcanes” o soldados, los cuales eran seleccionados entre la
gente del pueblo, y se hallaban distribuidos en sus respectivas provincias, reclutándolos solamente
cuando se les necesitaba; pero en casos apurados, el ejército se aumentaba además de los
“holcanes”, con individuos también salidos del pueblo, pero enrolados en forma de leva. “Y el
hombre que era para la guerra —dice una ((Relación de Moxopipe» —y no iba a ella, contribuía
con parte de su hacienda para pagar soldados y perdía la parte del pillaje que le cabía del despojo
que en la guerra se hacía”.3 El sostenimiento económico del ejército en tiempo de paz, que los
“holcanes” se dedicaban a sus respectivas ocupaciones habituales, no debió haber sido elevado,
pues los “capitanes” lo costeaban de su propio peculio. En tiempo de guerra, los gastos aumentaban
y si no era posible sostenerlo con la cantidad que facilitaban los “capitanes”, el pueblo suministraba
el faltante. Además, en tiempos de guerra, el ejército tenía facilidades de asilo en cualquier lugar
que llegase, cosa que no resultaba demasiado gravosa para el pueblo, pues sus guerras duraban
poco, “por caufa —dice el Cronista de las Indias— de la poca provifión de comida, que podían
llevar las Mugeres acuef tas, por falta de Beftias”.
Como hemos dicho, los “holcanes”, en tiempo de paz, se retiraban a sus respectivas provincias,
disgregándose el ejército. Esta es la opinión de Landa, aunque es de suponerse que hubiesen
reclutados permanentemente cierto número de soldados, para ejercer las funciones de vigilancia, y
conservar el

Pedro de Santillana: “Relación de Quinicama o Moxopipe”.


64 Derecho Mayo
orden, a manera de las Guardias Nacionales modernas, pues cuando los espafioles vinieron a
Yucatán, según el testimonio de Herrera, hallaron que los mayas, “habitaban juntos en pueblos con
mucha Policía”.
Algunos preceptos del Derecho Militar maya, tienen relación con la estrategia: era costumbre entre
ellos, cuando partían para la guerra, salir con mucho sigilo, en ocasiones de noche, con el fin de
sorprender al enemigo; pero cuando iniciaban el ataque armaban una gritería general, quizá con el
fin de amedrentar a los contrarios haciéndoles creer mayor el número de los atacantes. En los
caminos por donde el enemigo había de pasar, instalaban ciertos “flechaderos”, o sitios de
vigilancia ocupados por flecheros, construidos de madera y piedras, y cuyo fin principal era
sorprender o detener al ejército contrario, el cual para poder llegar a las poblaciones que atacaba,
necesitaba antes acabar con aquellos “nidos de flechadores”, que desempeflaban la misma función
que las bases militares, en la actualidad.
En el ramo espiritual, el Derecho Militar tuvo también sus reglas, pudiendo apreciar el valor
emblemático de la bandera, ya que era una condición de gran importancia, el que al partir los
ejércitos para la guerra, llevasen a la vanguardia un individuo portando un estandarte. En el ramo
penal, el Derecho Militar castigaba al traidor con la pena de muerte.

4 Derecho Administrativo

La forma de Gobierno Administrativo que prevaleció en la Península en la época pre-


hispánica entre los tres Estados que sucesivamente tuvieron la hegemonía política,
ChichénItzá, Uxmal y Mayapán, fue semejante a una monarquía absoluta. El territorio de
cada Estado, estaba dividido en provincias o señoríos, gobernados cada uno por caciques
menores (Halach-Uinic) residiendo la autoridad de todo el territorio maya del post clásico,
la Península de Yucatán, en el cacique principal con facultades de monarca (Ahau).
Después de la destrucción de la Confederación de Mayapán (Mayapán.Uxmal-Chichén-
Itzá) desaparecieron los poderes centrales de los Estados mayores, y los cacicazgos o
provincias adquirieron su independencia, formando un gran número de pequeños Estados, y
así permanecieron hasta la llegada de los españoles, conservando sin embargo, la misma
forma administrativa de gobierno que los Estados mayores. El tipo
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68

Derecho Maya

Derecho Adminirtrativo

69
más perfecto de administración lo alcanzó el Estado de Mayapán.
El Jefe Supremo del Gobierno, en el régimen administrativo maya, lo personaliza el monarca, o
Ahau. Su dominio fue absoluto, influenciado ampliamente por el Ahkín, jefe del culto, cosa natural,
dado el carácter teocrático que se atribuía la dinastía reinante. El origen de la monarquía hay que
buscarlo en la guerra, según hemos tratado en otra parte, debido a la cual el poder recayó en el jefe
del clan más poderoso, pero además, Landa nos lo ratifica, pues al explicar el porqué la familia de
los Cocóm había sido designada para reinar en Mayapán, dice: “Por ser el que la regía entonces
hombre de más valor”. En Yucatán existieron tres familias dinásticas; por lo menos la existencia de
dos de ellas, las de Uxmal y Mayapán, está fuera de duda. Estas familias fueron: la de los Cocóm,
en Mayapán y la de los Tutul Xiú, en Uxmal. De los reyes de Chichén Itzá, no hay datos que
permitan asegurar lo mismo que de los anteriores, pero todo hace suponer que la organización
administrativa, en lo que respecta a su forma de monarquía, fuera en este último Estado, igual a los
dos primeros. La monarquía era hereditaria; en la parte del Derecho Civil, estudiaremos las reglas a
que se sujetaba la sucesión monárquica.
Los principios fundamentales del Derecho Administrativo de los mayas, se refieren a las funciones
del Ahau, como autoridad máxima del Estado: proveía de gobernadores a las provincias, y si éstos
les eran adeptos confirmaba el nombramiento en sus hijos; procuraba que sus órdenes fuesen
cumplidas con prontitud, por las autoridades inferiores; ejercía también funciones judiciales, pero
solamente en las controversias de suma importancia. Dos preceptos dignos de elogio en el Derecho
Administrativo maya fueron: su preocu pació

por el bienestar social, pues una de las funciones del Ahau, consistía en recomendar a sus inferiores
tratar bien a los habitantes del pueblo, en especialidad a la “gente menuda”, y su inflexibilidad para
ejecutar. Se cuenta de un rey de Mayapán, que prefirió respetar la ley, antes que violarla, man dand
ejecutar a un pariente cercano suyo por haber forzado a una doncella.
La autoridad administrativa inferior al Ahau era el “Batab”, o “Halach-Uinic”. Este tenía una
autoridad parecida a la de un gobernador, según Landa, aunque Sánchez de Aguilar dice que eran
como “Condes. . . que son Caciques”, y Carrillo y Ancona, “como virreyes o superintendentes
generales”. Cualesquiera de las acepciones con que se le designe, es completamente igual, ya que
sus funciones se asemejaban a las del Ahau en grado inferior, y con jurisdicción solamente en su
provincia o cacicazgo. Los Batabes también desempeñaban funciones judiciales, además de las
administrativas, y conocían de los juicios ordinarios de poca cuantía.
A los Batabes les seguían los “Ahkulel”, cuyas funciones eran las de “vicario eclesiástico de la
provincia”.’ Su colaboración en las funciones administrativas de los Batabes, era análoga a la de los
Ahkines respecto del Ahau.
Al Ahkulel, le seguía en orden inferior, el “Holpop”, que era “una especie de alcalde que se
entendía con la administración de la región”,2 aunque también tenía ciertas funciones diplomáticas,
pues “eran como mandones, y éstos trataban al señor las cosas y embajadas que venían de fuera, y
otros no”.3 Análogo al Holpop, y quizá con sólo la dife1 Mimenza Castillo: Obra citaLla
2 Mimenza Castillo: Obra citada
3 “Relación de Zotuta y Tibolón”.

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Derecho Maya

Derecho Administrativo

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renciación del nombre, era el “Ahcuchab”, cuyas funciones tenían cierto aspecto de municipales,
pues según la “Relación de Dohot”, “tenían su voto como regidor en cabildo, y sin su voto no se
podía hacer nada”.
Finalmente la autoridad ínfima en el ramo administrativo era el “Yum”, desempeñado por el pater
familiae del clan y sólo tenía jurisdicción dentro de la breve localidad donde habitaban sus
familiares. Sus funciones tenían mayor aspecto de civiles y religiosas que de administrativas: eran
como consejeros con autoridad. El “Yum”, significa una supervivencia de la sociedad clanesca.
Existía un cargo administrativo de importancia, aunque no de mando, como los anteriores, y era el
“Caluac”. Este funcionario, que era el lazo de unión entre el soberano y el pueblo, tenía como
insignia una vara gruesa y corta. Sus obligaciones lo asemejaban a un secretario particular del
Ahau. También ejercía como mayordomo real, proveyendo de las cosas que se necesitaban,
guardando seguramente las provisiones en su casa particular, y dice Landa que “su casa era como la
oficina del señor”.
Habían en el Derecho Administrativo maya, reglamentos para regular la contribución de tributos,
los cuales eran “adecuados al trabajo personal de cada individuo”.4 Las contri. buciones o tributos
eran recogidos por cobradores llamados “Tupiles”. Igualmente el Derecho Administrativo maya,
tenía preceptos para la vida urbana, siendo el principal de ellos, la libertad de los habitantes para
vivir en el lugar y en la población que más les acomodase. Por último tenían los mayas también,
reglamentos de Policía bastante avanzados.

La Hacienda Pública se formaba de una parte de los tributos que pagaba el pueblo, y sus principales
erogaciones eran: gastos propios del gobierno, gastos para la guerra, para el culto, para la milicia,
para la educación, para obras mate. riales, y para la beneficencia pública. “Es notable —dice Alonso
de Herrera— que en Yucatán, los mancos, ciegos y probablemente otros lisiados, eran mantenidos
con el producto de los tributos”. La inclusión de la beneficencia entre las funciones administrativas
del gobierno, demuestra que los legisladores mayas conocieron, cuando menos, los rudimentos de
los principios humanitarios que luego han constituido el “Derecho de Asistencia Social”, de reciente
creación; es un galardón eterno para su Derecho, ya que aún en la legislación moderna la
reglamentación sobre ese ramo es una novedad.

4 Lic. Manuel D. Rivas y Cosgaya: Obra citada en la Bibliografia.

5 DERECHO INTERNACIONAL

A pesar de haberse desarrollado la civilización maya durante los horizontes clásico y


postclásico (300 a 1546), en el reducido espacio territorial que comprende la península de
Yucatán, la división en pequeños Estados, que durante todo el tiempo existió, hizo nacer
ciertas reglas o costumbres en sus relaciones, que se basan en los mismos principios
jurídicos
de los actuales preceptos del Derecho Internacional.
El Derecho Internacional entre los mayas se desarrolló principalmente en el ramo Público,
ya que siendo demasiado pequeños territoriahnente los Estados, y por lo tanto, cortas las
distancias entre las distintas ciudades, no hubo oportunidades, inmigraciones o
emigraciones duraderas, que permitiesen a los migrantes establecer domicilio fijo en suelo
extraño, por lo qie no tomó cuerpo el Derecho Internacional Privado.
Las reglas principales del Derecho Internacional Público
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Derecho Maya

Derecho Internacional

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de los mayas, están basadas en un principio de estricta reciprocidad; un principio de Derecho


Natural extendido de las personas a los pueblos. Cuando algún monarca quería tratar cierto asunto
con el de otro Estado, enviaba una embajada compuesta de nobles y sacerdotes. Si el resultado de la
embajada era una entrevista entre caciques principales, salía el visitante, personalmente al frente de
una comitiva en dirección al Estado amigo; a cierta distancia de la línea divisoria de los dos
Estados, deteníase y lanzaba una flecha al aire, mdinándose después hasta tocar la tierra con las
puntas de las manos, y luego se llevaba éstas a los labios para besarlas. Hecho esto, continuaba su
viaje hacia el pueblo adonde se diiigía, cuyo cacique por su parte hacía la misma ceremonia. Los
encargados de anunciarle a los Ahaues la presencia de una embajada visitante, eran los “Holpop”,
como hablamos de ello en el Derecho Administrativo.
En los casos de guerra, casi nunca comenzaba ésta sin previa declaración, requiriéndose también la
necesidad de embajadas; pero entonces, los diplomáticos eran los jefes del ejército (Nacón y
Ahkulel). En general, los “capitanes” eran los encargados de perfeccionar cualquier tratado militar,
así como concertar la paz. Las prescripciones del Derecho Internacional maya, respecto de la
guerra, eran muy severas: el vencedor podía ser implacable çon el vencido; tenía también el derecho
de esclavizar a los prisioneros comunes (y ya hemos visto que a ello tendían las guerras) o a
sacrificar a los importantes en acción de gracias a sus dioses, aunque algunas veces, también a estos
últimos convertían en esclavos, con la esperanza de obtener un buen rescate. En la guerra, todo
ardid era lícito para conseguir el triunfo.
Tanto en los tratados comerciales, como en los pactos militares, la persona del embajador era
sagrada, y el respeto

hacia ellos en suelo extraño era tanto, que cualquiera que fuese el resultado de su misión, era seguro
su retorno ileso al Estado que lo enviaba.
Algunos preceptos del Derecho Internacional Privado, se refieren a la protección de ‘os mercaderes
en tierra extranjera, con el fin de facilitar las operaciones comerciales entre los diversos Estados; y
otros, en fin, protegían a los foráneos que visitaban algún país o cacicazgo.
El Derecho Internacional entre los mayas llegó a tener su máximo grado de desarrollo en la época
de la triple alianza, entre los Estados de Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán, de los años 1263 a 1461.
Esta alianza tripartita, se asemejó en todo a las alianzas militares de los países actuales, ya que
siendo su objeto primeramente un pacto defensivo, con el tiempo se transformó en un “eje”
francamente imperialista, en el que uno de los Estados predominaba. Al destruirse la Confederación
de Mayapán, así llamada la alianza, desaparecieron los tres poderes centrales, adquiriendo los
señoríos o cacicazgos su independencia, pero no por ello cambiaron las normas de los mayas en lo
que toca a su Derecho Internacional, sino que predominaron hasta la llegada de los españoles.1
De acuerdo con los documentos consultados aún vigentes, la existencia de la Confederación de
Mayapán sigue siendo válida tal como se aceptaba cuando fueron escritos los originales de este
libro en 1941. En años posteriores la arqueología ha tratado de demostrar que en el año 1000 de
nuestra Era, fecha aproximada en que se ubicaba la fundación de Uxmal, fue precisamente cuando
fue destruida dicha ciudad, por lo que en su caso no pudo haber formado parte de la Confederación
de Mayapán. Si ello se confirma más adelante habrá que modificar la historia maya del horizonte
preclásico, pero para nuestro objetivo, la Alianza de dos Ciudades-Estados en lugar de tres no altera
nuestras opiniones originales. (N. del E.)

6 Derecho Mercantil

Para estudiar el Derecho Mercantil maya, hay que analizar sus dos elementos principales: la persona
que ejercitaba el derecho, o sea la que verificaba el acto de comercio, y la cosa objeto del derecho,
que eran las mercaderías con las que se practicaba la operación mercantil. Respecto del primer
elemento, entre los mayas, a diferencia del Derecho Romano, todas las clases sociales estuvieron
capacitadas para efectuar actos de comercio, y seguramente el oficio de comerciante tuvo muchos
adeptos, pues “en el oficio que más inclinados estaban —dice Landa— es mercadería”. En cuanto al
segundo elemento, la legislación maya no logró independizarse del perjuicio que adolecieron todas
las antiguas, de convertir la persona humana en objeto de comercio, como sucedía con los esclavos,
aunque capacitados éstos para efectuar operaciones mercantiles, podían hacerlo aún sobre otros
esclavos. La compraventa de esclavos debió ser uno de los principales ramos del comercio maya, a
juzgar por los documentos que hemos consultado, verificándose con los individuos de ambos
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Derecho Maya

Derecho Mercantil

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sexos. Parece que hasta sobre las familias nobles podía efectuarse compraventa, ya que un
testimonio,1 refiriéndose a la provincia de Chichinitzel (Chichén Itzá), dice: “En muriendo el Señor,
vendían sus hijos e hijas y todos los de su casa por esclavos”. Además de los esclavos, eran objeto
de comercio, “todas cuantas cosas había en esta tierra” (Landa).
El comercio maya llegó a un grado de adelanto bastante apreciable, hasta el punto de utilizar la
moneda, en lugar del trueque simple, siendo su principal especie monetaria el grano de cacao. Su
regulación no escapó del Derecho Mercantil, el que clasificó los valores de la moneda, según el
número de granos. Un historiador2 asegura de los mayas (de Guatemala cuando menos), que sus
principales monedas eran las siguientes: el “contie”, que constaba de 400 gramos; el “jiquipil”, o
reunión de 8000 granos; y la “carga” que se componía de 24,000 granos de cacao. Tenían además
otras especies de moneda, consistentes en conchas coloreadas, campanillas y cascabeles de cobre, y
hachuelas del mismo metal. El profesor Barrera Vázquez asegura que “las plumas ricas también se
usaron como moneda”.3 Fácil es comprender que con semejantes especies y unidades de moneda
subsistió en gran escala el trueque directo.
El Derecho Mercantil reguló las operaciones comerciales respecto de los víveres a fin de evitar las
variaciones del costo, sobre los elementos indispensables para la vida; sin embargo, no pudo vencer
a la ley de la oferta y la demanda, precisamente en lo referente al cereal más importante de la
alimentación maya. “En los bastimentos —dice Cogolludo— no ha-
1 “Relación de la Ciudad de Valladolid”. Anónimo.
2 Máximo Soto Hall: “Los Mayas”.
3 Alfredo Barrera Vázquez: “El Arte Plumado entre los Mayas”.

bía posturas porque siempre valían un precio, sólo el maíz solía subir cuando faltaba la cosecha”.
Parece que hasta las distintas especies de moneda estuvieron sujetas a las inflaciones comerciales,
dependiendo su valor del de la especie principal, el cacao. Stephens, que visitó nuestra península en
el siglo pasado, decía de los mayas: “La moneda corriente, tiene siempre un valor real, y se regula
por la cantidad de cacao existente en el mercado”.4
El Derecho Mercantil maya, tuvo también prescripciones sobre las rutas de transporte terrestres y
marítimas. De las primeras nos dan ejemplos los famosos “sacbeop” o “caminos blancos” que se
han descubierto últimamente, testimonio mudo de la intensidad del comercio entre las ciudades, y
que su construcción seguramente se debió a la necesidad de facilitar el tráfico en los caminos
comerciales; de las segundas, el conquistador de México, Hernán Cortés, nos habla en una de sus
“Cartas”, de “una senda que solían traer los mercaderes entre Zagoatoezpán y Acalán”. (Acalán
estaba situado en el territorio del actual estado de Campeche). Esas rutas, originadas por la
necesidad, incluyéronse al Derecho, al volverse consuetudinarias.
En lo que toca a los contratos, el Derecho Mercantil no se distinguió del Derecho Civil, pues los
mismos requisitos y formalidades se requerían para perfeccionar cualesquiera de los dos, y eran:
mutuo consentimiento de los interesados, y manifiesto de la voluntad ante testigos, lo cual se hacía
por el hecho de beber juntos los contratantes ante los mismos testigos, no existiendo los documentos
quirográficos.
Quizá la dificultad de los trueques o compras, a consecuencia de las especies y clases de moneda,
dio origen a los

4 Stephens, citado por Hebert Spencer: “El Antiguo Yucatán”.

84 Derecho Maya
contratos de préstamo, y de venta al crédito entre los mayas, pero la buena fe y la puntualidad que
observaron en el pago de sus deudas, no le permitió al Derecho Mercantil, legislar sobre las
operaciones con garantía cuales son la prenda y la hipoteca, que no fueron conocidas por ellos.
“Fiavan, prestaban y pagaban cortésmente y sin usuras” (Landa).
“Sus leyes comerciales —dice el licenciado Rivas y Cosgaya— como las de los pueblos modernos,
revestían su carácter especial, colmando de garantías y preeminencias a los mercaderes hasta el
grado de concederles la inviolabilidad de los embajadores”.
7 Derecho Procesal

El Derecho Procesal maya se distingue por la brevedad de sus trámites. Los juicios eran
sumarios y se ventilaban siempre en forma verbal no existiendo expedientes o constancias
escritas, pero las resoluciones eran cumplidas sin que nadie se atreviese a obrar en contra.
La autoridad máxima en materia judicial residía en el Ahau, quien la delegaba en los
caciques o Batabes, y éstos, además de sus funciones administrativas, ejercían las
judiciales. Los litigantes se presentaban ante el Batab, quien conocía y resolvía los juicios
de poca importancia, pero en los que se ventilaba alguna cuestión de trascendencia,
poníalos en conocimiento del Ahau, que los resolvía personalmente. Cogolludo dice que
para resolver las controversias, había además otros ministros, “que eran como abogados o
alguaciles”, y asistían en presencia de los jueces en las audiencias; tal vez ejercieron las
funciones fiscales y de defensa.
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88 Derecho Maya
Las sentencias eran dictadas a viva voz, produciendo desde luego sus efectos, pues los juicios sólo
se ventilaban en una instancia, no existiendo ningún recurso ordinario ni extraordinario. Cuando la
sentencia afectaba a varias personas, invitávaseles a éstas a un banquete y estando todas juntas, se
les comunicaba la resolución. En las sentencias penales por delitos de poca importancia, la pena se
reducía a la reparación del daño, o indemnización.
Existió en el Derecho Procesal maya un grave defecto, y fue que los tribunales podían recibir
presentes de ambas partes a manera de costas judiciales, “los cuales servían —dice Cogolludo— de
memorial y escritura”, circunstancia que seguramente influyó más de una vez en las resoluciones de
los jueces. “Sin embargo —comenta Carrifio y Ancona—, como el hecho de llevar presentes era
más bien un deber de los litigantes, puede ser que, a más de esto, estuviesen prefijados, en su valor
o cantidad, de una manera invariable, y es entonces claro que quiso evitarse todo medio de torcer la
justicia, haciendo obligatorio por vía de honorarios o derechos, lo que dado gratuitamente, podía
perjudicar a la equidad”.
Los cronistas no nos dicen nada de sus pruebas judiciales; pero debieron conocer algunas de nuestro
derecho moderno. Cuando menos hay la probabilidad de que hubiesen usado las siguientes: la
confesional, ya que Landa dice de ellos, refiriéndose a los casos de peligro de muerte: “Confesaban
su pecado”, y en otra expresión: “Ellos confesaban sus flaquezas”, hecho que indica el
conocimiento que tuvieron del valor de la confesión, que no es remoto hubiesen empleado en
materia judicial; la testimonial, ya que hemos visto el uso de los testigos en el perfeccionamiento de
toda índole de contratos, y la presuncional, pues Cogolludo dice: “Echaban maldiciones al que
presumían mentiroso”. Los términos judiciales, en vir Derech

Procesal 89
tud de ventilarse los juicios verbalmente, o no existieron, o fueron muy breves.
La jurisdicción en materia judicial de los Batabes comprendía sólo el territorio de su cacicazgo; la
del Ahau ejercf ala en todo el Estado.
La justicia se administraba en un templo que se alzaba en la plaza pública de los pueblos y que tenía
por nombre “Popilná”.
8 Derecho Civil

Si tratamos de clasificar conforme a las divisiones del Derecho moderno los escasos preceptos
civiles que se pueden extractar de los libros que hablan de los mayas, nos encontramos que a pesar
del esfuerzo desplegado, tal labor es prácticamente imposible, porque los mayas no conocieron
muchas instituciones que sí existieron en el Derecho Romano, base del Derecho actual. Por lo tanto
en este modesto estudk, hacemos poco caso de las cuatro divisiones fundamentales del Derecho
Civil, para tratar únicamente los puntos asimilables a las instituciones civiles modernas.
Los mayas conocieron el fuero de domicilio, y lo usaron para los resarcimientos, y para los
matrimonios, que estudiaremos más adelante. En el parentesco, distinguieron los diversos grados,
que utilizaron no sólo para la conservación de las dignidades, sino para la adquisición de herencias
y ejercicio de la tutela. La cuestión de la genealogía estuvo ampliamente relacionada con el
parentesco, y entre los mayas tuvo mucha
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Derecho Maya

Derecho Civil

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importancia. Los parientes se identificaban por el apellido común, representativo del tótem familiar.

El matrimonio, llamado entre ellos “Kaznnicté”,’ se verificaba cerca de los veinte años, y en él, el
amor jugaba un insignificante papeL Los padres buscaban siempre para sus hijos o hijas, un
cónyuge apropiado, prefiriendo a personas del mismo domicilio. La ceremonia del matrimonio se
efec. tuaba en casa de la novia, y consistía en la manifestación del consentimiento ante el
“Ah.tan.zah”,2 o sacerdote casamentero, y los testigos; en el mismo acto el Ah-tan-zah le entregaba
la mujer al novio, quedando consumado el matrimonio. Todos los casamientos tenían lugar en
fiestas a las que concurrían varios invitados y, como en la perfección de todos los contratos en
general, era de ley que los cónyuges y los testigos bebiesen para solemnizar el acto. Por lo común el
marido trabajaba para su suegro cuatro o cinco años, y si no lo hacía, echábanlo de la casa y se
nulificaba el matrimonio. Existieron impedimentos para contraer, siendo los principales, la falta de
dote que debía precederle y la cual hacía el padre del novio; la falta de edad necesaria; y el
parentesco en línea recta sin limitación de grado, y en la colateral hasta el tercero. La voluntad de
los cónyuges, aunque expresa siempre, no en todos los casos era verdadera, ya que los padres
hacían caso omiso de ella, para buscarles consorte. Conocían los esponsales del futuro: algunas
veces los padres se casaban por sus hijos siendo éstos niños y desde entonces tratábanse como
consuegros. Los viudos y las viudas, se casaban sin solemnidades ni fiestas; bastaba con ir ellos a
casa de las viudas y admitirlos ellas y darles de comer. Practicaban la monogamia y conocieron,
aunque imperfectamente, la sociedad conyugal.

El divorcio y la separación eran frecuentes, aunque esa costumbre no era bien vista por las personas
sensatas. En los casos de divorcio, los hijos pequeños de ambos sexos quedábanse con la madre, y
los mayores, si eran varones con el padre, y si mujeres con la madre, tal como establece nuestra
legislación moderna. Muchas veces los hombres volvían con sus mujeres después de haber vivido
aquéllas con otros hombres. Cuando la mujer había sido abandonada, si los padres de ella no podían
persuadir al marido que volviese al hogar conyugal, buscábanle otro consorte. Sin embargo, de estas
prácticas, los hombres eran muy celosos y las mujeres recatadas y virtuosas. Se admitía el divorcio
por infidelidad y por esterilidad posterior al matrimonio.
La tutela existió entre los mayas solamente en las clases legítima y dativa, no habiendo la
testamentaria, por desconocer el testamento. La tutela legítima del menor correspondía a los
hermanos del padre, y a falta de ellos, se le nombraba a éste como tutor dativo al deudo más
cercano. El tutor pasaba a la madre la cantidad necesaria para el cuidado y la manutención del
pupilo, o se llevaba consigo a aquél para su cuidado, pero nunca dejaba a la madre cantidad o bienes
para administrar. Los gastos y honorarios de la tutela, salían de los frutos que producían los bienes
del pupilo. La tutela se terminaba al cumplir el pupilo su mayor edad, entregándole el tutor sus
bienes, deducidos los gastos y honorarios, en una ceremonia delante del Batab, quien fungía en este
caso como Notario.
Los contratos se celebraban delante de testigos y bastaba conque los contratantes bebieran
públicamente con ellos para que la operación se diese desde luego por consentida. Hemos dicho en
otra parte, que en materia de contratos, el Derecho Civil no se distinguió del Derecho Mercantil: los
mismos re-

1 2 Ricardo Mimenza Castillo. Obra citada.

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Derecho Maya

Derecho Civil

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quisitos y formalidades referidos para el contrato mercantil, se aplicaban al civil. Cuando alguna
persona incurría en responsabilidad civil o penal, sancionada con pena pecuniaria, si el deudor era
insolvente, sus parientes se juntaban y hacían colecta para pagar dicha deuda, y algunas veces el
cacique de quien vasallo era, solía pagar el importe de la pena. La buena fe de los mayas en sus
contratos civiles, fue característica:
“Nunca el deudor negaba la deuda —dice Cogolludo—, aunque no la pudiese pagar tan prestos’,
cosa que tratándose de deudores de mala fe, hubiese sido muy fácil hacerlo, ya que de los contratos
civiles, como de los mercantiles, no existieron documentos quirográficos. Tuvieron conocimiento
aunque someramente del contrato de sociedad conyugal, pues cuando algún deudor moría sin haber
satisfecho sus deudas, pagábalas el cónyuge superviviente, y a falta de él, sus herederos.
Conocemos por lo menos un caso de rescisión de contrato y era en la compraventa de esclavos: “Si
sucedía morirse al esclavo o esclava pasado poco tiempo después de la venta
—comenta Cogolludo— el duefio era obligado a devolver alguna parte del precio al comprador, y
lo mismo si se huía y no lo hallaban”.
En las sucesiones las hijas no heredaban legalmente nada del padre, y si por alguna gracia se les
concedía una parte de la herencia, dábanse por muy agradecidas. La herencia se dividía entre los
hijos varones por partes iguales, pero si alguno se había distinguido en la conservación o aumento
de la misma, tocábale mayor parte, y silos que formaban la sucesión eran mujeres, la herencia
pasaba a los hermanos del autor de ella. Si el heredero era menor, la herencia la recibía el tutor, el
cual se la devolvía al cumplir su mayor edad. No existieron legados entre los mayas, pero las
deudas del autor de la herencia, pasaban como cargas de la misma a la sucesión. Tampoco existió la
sucesión testamentaria, ya que el testamento no

fue conocido, y la sucesión legítima era forzosa entre los hijos varones. La sucesión del trono recaía
en alguno de los hijos varones del monarca, mayores de edad, de preferencia el más despejado; pero
como los mayas no admitieron el sistema de regencias, si el Ahau no tenía hijos capaces de regir,
por ser todos menores o mujeres, lo hacía uno de sus hermanos, por su propio derecho, y a falta de
hermanos los sacerdotes nombraban a una persona competente para gobernar.

9 Derecho Penal

El Derecho Penal maya descansa sobre la necesidad de conservar el orden social existente: quien se
pone fuera de la ley, de la moral o de las buenas costumbres, hace que peligre la integridad del clan.
Toda acción antijurídica debe ser reprimida severamente, y esa represión está encomendada al
Estado. Basado en ese principio, se atiende a la responsabilidad del hecho por su resultado y no por
la culpa o la intención, aunque algunas veces, pocas por cierto, reconoce las agravantes y las
excluyentes. Tal vez por ser poco explícita la ley, gozaron los jueces de un amplio arbitrio judicial.
Las sanciones que figuran en el Derecho Penal maya, son:
la muerte, la esclavitud, la infamación y la indemnización o satisfacción. La prisión y los sacrificios
humanos, también figuran entre los castigos, pero no pueden considerarse propiamente sanciones,
en virtud de que solamente se aplicaban en casos especiales de los que más adelante hablaremos.
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Derecho Maya

Derecho Penal

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Entre los delitos contra la integridad física del individuo estuvo sancionado el homicidio, el cual era
castigado con la muerte, algunas veces aunque fuese delito no intencional. Pero en la mayoría de
ellas si alguien mataba a otro casualmente, el homicida pagaba una indemnización por el daño
causado, la que consistía en un esclavo por víctima. La forma en que era aplicada la sanción en los
casos de homicidio, era, según Sánchez de Aguilar, estacando al delincuente. Si el homicida era
menor de edad, quedaba convertido en esclavo. Es bastante encomiable la distinción que hicieron
los legisladores mayas entre menores y mayores de edad, prueba inequívoca del conocimiento de la
responsabilidad penal.
Los delitos sancionados contra la moral fueron: el lenocinio, el estupro y el adulterio, ambos con
pena capital. En el delito de adulterio, la pena consistía en dejar caer una piedra grande sobre la
cabeza del delincuente; otras veces en atarlo a un palo y entregarlo en esa forma al marido de la
mujer adúltera para que hiciese de él lo que quisiera, salvándose si el dicho marido lo perdonaba.
Algunas veces también el adúltero era ejecutado a flechazos. Las mujeres adúlteras tenían por única
pena la infamación, algo muy grave entre los mayas. El castigo no se aplicaba sino hasta “hecha la
pesquisa y convencido alguno del adulterio”, según la expresión del fraile Landa.
Entre los delitos contra la propiedad figuran: el robo y el incendio. El primero se castigaba con la
esclavitud, mas si la cuantía del robo era de poca importancia, el culpable era condenado solamente
a indemnización. En ambos casos el ladrón era obligado a devolver lo robado. Si el delincuente era
personaje importante, además de lo anterior, lo infamaban, labrándole el rostro, desde la barba hasta
la frente. En cuanto al incendiario, era condenado a sufrir la pena de muerte, y

algunas veces, cuando el delito había sido cometido sin intención, procedía la indemnización.
Entre los delitos contra la patria, la traición era sancionada con la muerte. Un gran adelanto en el
Derecho Penal maya, constituye la falta de acción penal contra el incumplimiento de las
obligaciones civiles, y Cogolludo nos dice a este respecto: “Los indios naturales no prendían a
alguno por deudas”.
Los delitos contra la reputación que les conocemos castigo fueron: la injuria y la difamación,
sancionados con “satisfacción”. “Los otros agravios hechos con malicia —dice Lan- da—
satisfacían siempre con sangre y puñaladas”.
La prisión no existía como castigo pues sólo se aplicaba a los delincuentes para retenerlos durante
el breve tiempo que duraba el proceso, y únicamente en los casos en los que eran sorprendidos in
fraganti, pues sobre esta cuestión Cogolludo aclara: “Solamente ha de ser (aprisionados)
cogiéndolos con el delito en la mano”. La prisión consistía en atar las manos al delincuente por
detrás del cuerpo, y ponerle en la garganta una collera hecha de palos y cordeles, y en esa forma
eran transportados a unas jaulas de madera que les servían de cárcel. En esas cárceles eran
introducidos también los esclavos fugitivos y los prisioneros de guerra mientras se decidía su suerte.
Existía una clase especial de cárcel, que consistía en una jaula pintada de vivos colores, y se usaba
para retener exclusivamente a los niños o condenados a muerte por sacrificio; era una especie de
“capilla de muerte”.
Los sacrificios humanos no constituían propiamente una sanción de Derecho, sino una ceremonia
religiosa. Sin embargo, con el hecho de destinarse para ellos algunas veces a pri

104 Derecho Maya


sioneros de guerra o a delincuentes de orden criminal, quedan
incluidos entre las sanciones del Derecho Penal, como una de
las formas de la pena de muerte. En el primer caso, la sanción
corresponde al ramo militar; en el último al orden común.
Conclusión

Todo el Derecho Maya fue consuetudinario. En el transcurso del presente trabajo hemos
estudiado que no existieron normas escritas ni documentos quirográficos, estando los
preceptos jurídicos y legales, arraigados en la conciencia popular, en forma de
“costumbres”, pero no dejando de poseer por eso, fuerza positiva.
El estado de adelanto que ofreció el Derecho Maya, fue el resultado de desarrollo de su
organización social. El aspecto típico de la sociedad maya, de presentar perfectamente
marcadas sus clases sociales (principio de la etapa pre industrial de un organismo cultural)
sin desaparecer por ello los lazos familiares (reminiscencias del orden primitivo) se reflejó
en la configuración del Derecho: éste presentó también el aspecto típico de poseer una
legislación positiva, efectiva y obligatoria, sin dejar por eso de librarse de su aspecto
“consuetudinario”, que en ocasiones lo hace parecer subjetivo.
Y si el aspecto del Derecho Maya fue reflejo de la organización social del pueblo, y la
estructura de la sociedad fue el
resultado de la evolución de las fuerzas productivas (agri107
cultura, ganadería y trabajo) condicionada por las propiedades
del medio ambiente, podemos concluir que las relaciones
jurídicas del pueblo maya, estuvieron siempre influenciadas
por sus relaciones económicas (propiedad, clases sociales,
división del trabajo, guerra, etcétera) menos en la primera
etapa de la sociedad, antes de que el factor económico regulara
la conciencia humana del indio maya, porque, en un
principio, no sólo no entró en juego el factor económico, en
los primeros fulgores del desenvolvimiento, sino porque no
hubo cuando eso, organización jurídica alguna.
Pero desde la primera manifestación del factor económico
en la conciencia humana del maya, desde la creación de la
conciencia social del pueblo, la Economía reguló las relaciones
sociales y jurídicas. Podemos enunciar entonces el siguiente
postulado: El aspecto del Derecho del pueblo maya,
como el de todos los pueblos, estuvo regulado por su Eco nomía
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