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DECLARACI�N
As� parte este poemario, que a primera vista resulta prometedor. Un amante
desconsolado habla a trav�s de elementos distintos de la casa de su amada. La idea
inicial era que, de alg�n modo, su voz se contaminara con el elemento elegido. Y
as� lo hace a veces el poeta. Por ejemplo, con un peluche de ella (nunca se dice su
nombre) que habla de manera muy simple, como un ni�o que s�lo desea caricias y
arrumacos. Pero la mayor�a de la veces, la voz del poeta se deja escuchar en el
mismo tono, cosas que ya ha dicho, pero de otra forma. Esto echa por la borda la
interesante idea oriniginal �C�mo hablar�an si pudieran un gato, un perro, unos
pajarillos? Reconozco que es un dif�cil desaf�o, pero ah� precisamente est� el
desaf�o que se impone el poeta para demostrar su genio o al menos su habilidad para
poetizar.
Se agradece la claridad de los versos, la mayor�a endecas�labos, aunque en
ciertas partes oscuramente se enreda, como las Residencias de Neruda, poemas que ya
le�mos hace rato. El poeta, Gabriel Salazar, tiene ideas brillantes para sus
poemarios (recordamos esas nubes que adquieren distintas formas, representando
distintos mensajes), pero a la hora de plasmar po�ticamente sus ideas, le falta
talento.
Esperemos que el tiempo le regale ese talento que ahora le falta.