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COMO CRECER Y ALCANZAR MADUREZ EN DIOS

LUCAS 2:41-52.

Introducción: Es natural crecer. Los niños crecen sin que hagan


algo adicional, simplemente crecer forma parte de su diseño. No crecer
es perderse las bendiciones y privilegios preparados para aquel que
ha alcanzado madurez. Aún Jesús creció, y esto nos muestra cuán
importante es el proceso de crecimiento y alcanzar madurez en Dios,
pues de lo contrario nos perdemos bendiciones. La naturaleza misma nos
enseña que a medida que crecemos, tenemos mayores
responsabilidades y privilegios; así también es con nuestro Dios, él
honra a los que le honran…

¿CÓMO CRECER Y ALCANZAR MADUREZ EN


DIOS?

I. JOSÉ LLEGÓ A SER GOBERNADOR DE EGIPTO (Génesis 41:38-


44).

A) José fue instrumento de Dios para salvación de millones de


personas.

Nota: Por la voluntad del Señor José llegó a estar a cargo de Egipto, libró
al imperio de los siete años de hambre y salvó a toda su familia y por ende
a una nación: Israel. Con sabiduría de Dios administró el grano que guardó
durante los siete años de abundancia y luego fue éste la salvación de
millones de personas en Egipto y las naciones de alrededor. José llegó a
ser el Segundo en el imperio egipcio, sólo faraón estaba por encima de él.

B) En José vemos un ejemplo del proceso de crecimiento.

Nota 1: El principal objetivo de Dios es que Cristo sea formado en


nosotros. Que cada vez más el carácter de Cristo sea el que se manifieste
en nuestra vida. Que las personas vean más a Jesús que a nosotros
mismos.

Nota 2: También la Biblia nos enseña que el Señor tiene un plan específico
con cada uno. Fue Dios mismo quien preparó el escenario para José. Era
necesario que José creciera en su carácter, que alcanzará madurez para
llegar al cumplimiento del plan divino. No crecer es limitar o estancar el
plan de Dios en nuestra vida.
Nota 3: No crecer nos hacer perder las oportunidades (José tuvo una
excelente oportunidad cuando interpretó el sueño de faraón… y él estaba
preparado). No crecer nos hace perder el derecho a enseñar. No crecer
nos hace perder el derecho de liderar. Cuando observamos la historia de
la iglesia y del pueblo de Dios, vemos que todos aquellos que han dejado
una huella pagaron un precio (aún el mismo Jesús, los apóstoles, Pablo,
entre otros).

II. EL PROCESO DEL CRECIMIENTO:

A) Es vital aceptar y creer que se puede crecer. (GÉNESIS 39:1-5; 20-23.)

Nota: En la vida de José podemos varias cosas fundamentales en el


proceso de crecimiento:

1) No importa el lugar ni la condición, es posible crecer (José maduró


como esclavo de Potifar, y como preso en la cárcel).
2) José el hijo predilecto fue sacado de su lugar de comodidad o
confort.
3) José se adaptó a las circunstancias, no se quejó, ni murmuró, ni se
enojó.

B) Aceptar que se requiere tiempo. (GÉNESIS 37:2-4; 41:46)

Nota: José pasa por un proceso de trece años (ahora tiene treinta y
cuando salió de la casa de su padre Jacob tenía diecisiete). Moisés
vivió cuarenta años sirviéndole a Jetro y a los ochenta años de edad fue
llamado por Dios desde una zarza ardiendo. Jacob pasó veinte años
sirviéndole a Labán, un suegro engañador y explotador. Nadie crece de la
noche a la mañana. Los grandes y resistentes árboles que sobresalen por
su altura en las selvas son el resultado de muchos años de crecimiento y
han vencido muchos obstáculos para llegar allí. Las grandes raíces no sólo
garantizan grandes árboles, son garantía también de la fuerza ante las
tempestades y tormentas. Es vital crecer y alcanzar madurez en
Dios.
C) Es necesario tener presente situaciones dolorosas en el camino.

Nota: José a través del dolor aprendió profundas lecciones para la vida.
Algunas por ejemplo son:

1) De su padre aprendió a no tener preferencias.


2) De sus hermanos aprendió las dolorosas consecuencias de la envidia.
3) En casa de Potifar aprendió los fundamentos de la buena administración.
4) Mediante la esposa de Potifar se fortaleció en santidad.
5) Del copero aprendió a ayudar a otros desinteresadamente.
6) De las injusticias de otros con él, aprendió a confiar en Dios.
7) En la soledad creció en la comunión con Dios.

“Todas estas situaciones lo prepararon para gobernar Egipto y


administrar correctamente los tesoros y patrimonio del reino”.

D) Reconoce y acepta que Dios nunca te desamparará:


(GÉNESIS 39:3 5; 21)
Nota: En el proceso Dios nunca nos abandona. El hecho de que personas
lo olvidaron (aún la familia, como le sucedió a José), o tal vez no le tuvieron
en cuenta (por ejemplo Potifar dejo en la cárcel a José y nunca más se
acordó de él), a pesar de todo, esto no significa que Dios lo había
abandonado. Porque el Señor de abandona Sus planes. El Padre celestial
no desecha a Sus hijos. Los ojos de Dios continuaban sobre José y en
medio de todas las dificultades el Señor le bendecía.

III. REQUISITOS NECESARIOS PARA CRECER.

A) Alimenta y renueva la visión. (GÉNESIS 40:5-8)


Nota: José tuvo sueños de Dios para su vida. Él se veía alcanzando
grandes cosas para el Señor, y a pesar de todas las adversidades que tuvo
que enfrentar en su vida no desecho lo que Dios había puesto en su
corazón. José sabía que un día él lo levantaría y sería un instrumento
poderoso en Sus manos para salvar millones de personas. No permitas
que las dificultades apaguen la visión que Dios ha puesto en ti, él lo dijo y
lo cumplirá. Él no es hombre para mentir, todas las promesas en él son sí
y amen.
B) Aprovecha los recursos disponibles.

Nota: José lo hizo. Cuando estuvo en la casa de Potifar aprendió a


administrar el patrimonio financiero de su señor. Cuando estuvo en
la cárcel aprendió a dirigir personas. Aprovecha lo que Dios te da y
aprende al máximo, pues el Señor te está preparando para lo que
realmente te dará. Por eso es fundamental crecer y alcanzar madurez en
Dios.

C) Desarrolla disciplina y valor. (GÉNESIS 39:7-12)

Nota: José tuvo que esforzarse, pues estaba sólo, no tenía familia que lo
ayudará. Pero su constancia (pues nunca renunció) y perseverancia (ya
que superó los obstáculos) formaron en él un carácter ideal para
administrar patrimonios y bendiciones mucho más grandes. Primero
administró las finanzas de Potifar, luego la cárcel de los presos del rey y
finalmente todo un imperio, pues al que es fiel en lo poco Dios lo pone
sobre mucho.

D) Haz las cosas con esperanza (GÉNESIS 40:5-8)

Nota: No te enfoques en las circunstancias adversas del momento, no te


concentres en los problemas u obstáculos de tu actualidad, mira la
recompensa que Dios traerá, mira hacia el cumplimiento de las promesas
del Señor en tu vida, porque finalmente el plan de Dios prevalecerá, y lo
que él ha prometido se cumplirá.

Conclusión: Dios ha preparado lo mejor para cada uno de sus hijos.


Depositemos nuestro corazón en Sus manos con toda confianza, él
sabe lo que hace y a donde nos lleva.

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