cerrar un circuito cuando se establece o interrumpe una corriente de valor
despreciable, o bien no se produce ningún cambio importante de la tensión
entre los bornes de cada uno de los polos del seccionador. Es también capaz de conducir corrientes en las condiciones normales del circuito, y de soportar corrientes por un tiempo especificado en condiciones anormales como las de cortocircuito.