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Introducción. Las personas que han sufrido lesiones cerebrales pueden experimentar un amplio abanico de alteraciones Instituto Guttmann, Instituto
Universitario de Neurorrehabilitación.
cognitivas, conductuales y emocionales. No obstante, la rehabilitación neuropsicológica acostumbra a centrarse, de ma- Universitat Autònoma de Barcelona.
nera casi exclusiva, en los déficits cognitivos y presta escasa atención a los retos emocionales asociados al impacto psico- Badalona, Barcelona, España.
lógico de la lesión. En esta faceta más personal del daño cerebral es donde la neuropsicoterapia puede ser de gran utili-
Correspondencia:
dad para facilitar el proceso de aceptación y adaptación después de una lesión neurológica. Dr. Alberto García Molina. Instituto
Universitario de Neurorrehabilitación
Desarrollo. En el presente artículo se describen los aspectos teóricos y conceptuales de la psicoterapia orientada a perso- Guttmann-UAB. Camí de Can Ruti,
nas con daño cerebral, implicaciones de los déficits cognitivos en la práctica de la neuropsicoterapia y evidencias sobre su s/n. E-08916 Badalona (Barcelona).
efectividad. Fax:
Conclusiones. En el pasado se consideró que la neuropsicoterapia tenía escasa utilidad en la rehabilitación del daño cere- +34 934 977 707.
bral. Hoy en día, cada vez son más los profesionales que reconocen su importancia en el abordaje del sufrimiento psicoló- E-mail:
gico/emocional asociado al daño cerebral. El objetivo de la rehabilitación neuropsicológica no es únicamente promover agarciam@guttmann.com
la recuperación de las funciones cerebrales alteradas, sino también mejorar la capacidad funcional del individuo, tratar Aceptado tras revisión externa:
con sus experiencias de pérdida y ayudarle a encontrar, de nuevo, sentido a la vida. 24.07.13.
Palabras clave. Conciencia. Daño cerebral. Ictus. Neuropsicoterapia. Trastornos cognitivos. Trastornos emocionales. Cómo citar este artículo:
García-Molina A, Roig-Rovira T,
Enseñat-Cantallops A, Sánchez-
Carrión R. Neuropsicoterapia en
la rehabilitación del daño cerebral.
Rev Neurol 2014; 58: 125-32.
Introducción nitivos, prestando escasa atención a los aspectos
emocionales ligados al proceso de recuperación, © 2014 Revista de Neurología
La persona afectada por una lesión cerebral habi cuando estos aspectos son indisociables e imposi
tualmente ve, en un instante, su vida alterada de bles de considerar de manera aislada en el mundo
forma drástica. Ésta experimenta un amplio abani real. Así, probablemente no nos equivocaremos si
co de alteraciones físicas (motoras y sensitivas) y decimos que el tratamiento de los aspectos emocio
neuropsicológicas (cognitivas, conductuales y emo nales ligados al daño cerebral es la cenicienta de la
cionales), y estas últimas son las que acostumbran a rehabilitación neuropsicológica, relegada a un se
ocasionar las limitaciones más discapacitantes. Los gundo plano en favor de planteamientos rehabilita
déficits cognitivos pueden llegar a ser muy varia dores basados fundamentalmente en aproximacio
dos: alteraciones en el estado de alerta general, de nes cognitivo-céntricas. Sin embargo, pese a este
ficiencias de percepción y memoria, aprendizaje, ve claro sesgo, el objetivo de la rehabilitación neuro
locidad de procesamiento de la información, déficit psicológica no es sólo promover la recuperación
de concentración o problemas de comunicación ver de las funciones cognitivas alteradas, sino también
bal. Otros cambios incluyen déficits en la iniciación mejorar la capacidad funcional, tratar con las expe
y planificación de comportamientos propositivos, riencias de pérdida y ayudar al paciente a restable
razonamiento, juicio, rigidez, minimización, sobre cer su vida [2]. En esta faceta más personal del daño
generalización y pensamiento concreto. En cuanto cerebral, ligada al impacto psicológico de la lesión,
a la conducta, se observa irritabilidad, agresividad, es donde la neuropsicoterapia, como parte de la
comportamiento pueril, desinhibición, apatía o es rehabilitación neuropsicológica, adquiere especial
casa iniciativa. Los cambios emocionales pueden relevancia.
incluir pérdida de autoestima, depresión, ansiedad,
ira, impotencia, resentimiento y desesperación [1].
Si bien el uso de terapias conductuales en pa ¿Qué es la neuropsicoterapia?
cientes con daño cerebral es una práctica habitual,
con frecuencia la rehabilitación neuropsicológica se Tras una lesión cerebral, el afectado debe enfren
centra, de modo casi exclusivo, en los déficits cog tarse a la monumental tarea de afrontar un sentido
fección [16]. Aquellas personas que nunca han de mo (self psychology), psicoterapia existencial o tera
sarrollado estructuras internas de regulación de la pia cognitivo-conductual (TCC)– como profesio
autoestima son aquellas que presentan una mayor nales tenemos que adaptar la neuropsicoterapia a
predisposición a presentar lo que Kurt Goldstein las necesidades, circunstancias y capacidades del
denomina ‘reacciones catastróficas’ [17]. Tales reac paciente. Ésta no puede, ni debe, aplicarse del mis
ciones serían consecuencia de la impotencia expe mo modo a todos los pacientes; no hay un patrón
rimentada por la persona al ver que tras la lesión no de tratamiento estándar para aquellas personas que
pueden desarrollar una actividad que antes desem han sufrido un TCE, un ictus u otras patologías
peñaban sin dificultad. Klonoff y Lage consideran neurológicas. Las personas con daño cerebral pue
que el daño cerebral constituye un modo de agre den presentar características clínicas y diagnósticos
sión a la integridad del individuo, que genera en neurológicos similares, pero sus experiencias, per
éste una intensa sensación de vulnerabilidad e im sonalidades premórbidas o circunstancias persona
potencia. La mejora de la conciencia, y una mayor les actuales son heterogéneas y conforman una cons
capacidad de aceptación, han de permitir a la per telación de variables compleja y única. Cada pa
sona comenzar a perseguir metas alcanzables y res ciente es diferente, no existen dos personas iguales.
taurar un sentido de productividad y significado en Resulta fundamental tener presente que debemos
su vida, aunque sea en una dirección muy diferente ofrecer respuestas de acuerdo a soluciones indivi
a la anterior a la lesión. duales y específicas para cada caso concreto.
Prigatano plantea que los síntomas que observa
Relación terapéutica. mos tras una lesión cerebral pueden reflejar no sólo
Lesión cerebral, persona e individualidad un proceso cerebral disruptivo, sino también los es
fuerzos adaptativos del individuo para afrontar las
La neuropsicoterapia no tiene nada de mágico. Es consecuencias de la lesión [5,21]. Para este autor, el
un proceso relacional donde tanto el profesional comportamiento observado en el paciente tras la
como el paciente participan de manera activa; el lesión es el resultado de:
profesional no hace terapia al paciente, sino que la – El tipo, gravedad, forma de aparición, localiza
terapia surge de la interacción entre ambos [18]. ción y extensión de la patología cerebral.
Block y West destacan la estrecha relación existente – La naturaleza de la discapacidad.
entre una buena relación terapéutica y la eficacia de – El significado otorgado a la discapacidad por el
la terapia en personas que han sufrido un trauma sujeto en función de sus experiencias y valores
tismo craneoencefálico (TCE) [19]. Al igual que en premórbidos.
la psicoterapia convencional, el terapeuta debe ser – El medio en el que el comportamiento se mani
competente, estar disponible, mostrar sentido co fiesta y es observado.
mún, empatía y optimismo. Además, la psicotera
pia con personas con daño cerebral requiere que el Tal combinación de variables podría explicar el
terapeuta actúe como agente para la generalización contraste de respuestas observadas en personas con
y adopte una actitud directiva [10]. lesiones similares; si bien presentan lesiones pare
Por otra parte, es preciso que el terapeuta esté cidas, reaccionan de modo diferente. Cuando el ce
familiarizado con los problemas y necesidades de rebro está lesionado, las personas tienden a hacer
las personas con daño cerebral. Con el fin de po frente a las demandas del entorno en función de los
der intervenir adecuadamente, es esencial que éste modelos cognitivos y emocionales previos al daño
comprenda la naturaleza y gravedad del daño ce cerebral. De esta manera, la persona con daño ce
rebral orgánico, el significado que el afectado da a rebral percibe e interpreta todo aquello que sucede
su experiencia y su identidad después de la lesión, a su alrededor y toma como referencia sus esque
así como las consecuencias psicosociales de estos mas mentales premórbidos. Sin embargo, los pro
cambios para él [20]. En ese sentido, conocer las fesionales olvidamos reiteradamente el papel que
actitudes premórbidas del afectado hacia las per desempeñan las experiencias personales del indivi
sonas con daño cerebral (como individuos dignos duo en la expresión de sus síntomas. Por ello, re
de lástima o miembros improductivos de la socie cordemos que en nuestra actividad cotidiana no
dad, por ejemplo) puede proporcionar informa tratamos con patologías o enfermedades, sino con
ción adicional sobre cómo se ve actualmente a sí personas. Personas únicas, con vivencias, emocio
mismo [6]. nes, expectativas y temores que influyen en cómo
Con independencia del marco conceptual utili cada una de ellas afronta los cambios derivados del
zado –terapia psicodinámica, psicología del sí mis daño cerebral.
cerebral [29]. Los participantes fueron distribuidos examinan el impacto de un programa de TCC diri
en dos grupos: uno que recibió un programa de re gido a instruir a personas con TCE en el uso de es
habilitación neuroconductual –que incluía psicote trategias de afrontamiento y ajuste emocional. Ante
rapia–, mientras que el otro no recibió tratamiento la dificultad de hallar sujetos para constituir un gru
alguno. Las personas que participaron en el progra po control, los autores plantean el estudio como un
ma de rehabilitación neuroconductual mostraron ensayo cruzado en el que no existe un grupo control
mejores resultados en la exploración neuropsicoló como tal y los propios participantes son su grupo
gica tras el tratamiento y una mayor reducción del control. Tras la intervención, la mayoría de los par
estrés emocional que el grupo control. Diez años ticipantes refirieron tener una mejor comprensión
después, estos mismos autores emprenden un estu de sus problemas emocionales y una mayor capaci
dio de características similares, en el que obtienen dad para manejarlos [39]. La revisión llevada a cabo
unos resultados parecidos [30]. En 2005, Tiersky et por Fann et al indica que técnicas psicoterapéuticas
al valoran la efectividad de un programa de rehabi como la TCC o las terapias basadas en mindfulness
litación neuropsicológica (consistente en una com parecen ser eficaces en el tratamiento de la depre
binación de psicoterapia y tratamiento cognitivo) sión tras TCE. No obstante, estos autores son cau
en personas con TCE leve o moderado. Para ello, tos en sus conclusiones dado el reducido número de
distribuyen a 20 pacientes en dos grupos: un grupo artículos que hallaron en la bibliografía. Por otra
experimental (que recibió el programa de rehabili parte, en muchos de ellos, el tratamiento de la de
tación) y un grupo control (formado por personas presión no constituía el único o el principal objetivo
en lista de espera para recibir tratamiento). En del estudio [40].
comparación con el grupo control, el grupo experi Lincoln et al han realizado dos interesantes estu
mental mostró, tres meses después del tratamiento, dios en los que valoran la efectividad de la TCC en
una mejora emocional, acompañada de una dismi el tratamiento de la depresión tras un ictus. En el
nución de la ansiedad y la depresión [31]. La princi primero de ellos, observaron mejoras en 10 de los
pal crítica a los tres estudios descritos es que, en 19 pacientes incluidos; así concluyen que la TCC
todos ellos, la neuropsicoterapia constituye parte puede ser una herramienta válida para reducir los
de un programa de rehabilitación neuropsicológica síntomas ligados a la depresión tras un ictus [41].
y no es posible estimar su efectividad de manera Estimulados por estos prometedores resultados,
aislada. La aplicación aislada de neuropsicoterapia Lincoln et al plantearon un segundo estudio más
ha sido descrita por varios autores en estudios de ambicioso. En éste, participaron 123 pacientes, dis
caso único [32-36]. tribuidos en tres condiciones experimentales: gru
Bedard et al emplean un programa de reducción po sin intervención (n = 41), grupo al que se aseso
del estrés basado en mindfulness para mejorar la ca ra y se informa sobre el ictus (n = 43) y grupo que
lidad de vida en 10 personas con TCE leve o mode recibe TCC (n = 39). En esta ocasión, los resultados
rado. El objetivo de estos autores es cambiar el no muestran diferencias significativas entre los di
modo de pensar de los afectados respecto a la disca ferentes grupos. A la luz de estos resultados, Lin
pacidad y la vida tras la lesión con el fin de lograr coln et al concluyen que la TCC no es efectiva en el
alcanzar un sentido de aceptación. Tras la interven tratamiento de la depresión tras un ictus [42]. Los
ción, se objetivan diferencias significativas en varias metaanálisis publicados en los años 2004 y 2008 por
medidas de calidad de vida entre el grupo con trata Hackett et al arrojan resultados similares [43,44].
miento y el grupo control [37]. Bryant et al realizan En línea con estos autores, Stalder-Luthy et al con
un ensayo aleatorio controlado para valorar la utili sideran que no hay evidencia suficiente para reco
dad de la TCC en la prevención del estrés postrau mendar la psicoterapia como tratamiento de elec
mático en personas con un TCE leve. La mitad de ción para la depresión secundaria a una lesión cere
pacientes recibieron un programa de TCC en las bral [45]. Thomas et al se pronuncian en la misma
dos semanas posteriores a la lesión; el resto, un pro dirección tras analizar las evidencias sobre la efica
grama de asesoramiento de apoyo dentro del mis cia de diferentes intervenciones psicológicas en per
mo período temporal. Seis meses después del trata sonas con esclerosis múltiple [46]. Asimismo, expo
miento, las personas que recibieron TCC mostraron nen que la mayor parte de los datos que analizan
menos síntomas de estrés postraumático; única provienen de estudios de caso único y los ensayos
mente el 17% de estas personas fueron diagnostica aleatorios controlados son escasos.
das de trastorno por estrés postraumático, porcen La escasa evidencia publicada sobre la eficacia
taje sensiblemente inferior al detectado en el grupo de la neuropsicoterapia no debe interpretarse como
control (17% frente a 58%) [38]. Anson y Ponsford una prueba de su ineficacia. La falta de resultados
concluyentes podría explicarse, en parte, por limi duos, que los déficits cognitivos asociados son si
taciones metodológicas. La neuropsicoterapia se milares y que las alteraciones funcionales derivadas
caracteriza por una alta individualización [28]: no son equiparables, obviando que estas últimas va
existen intervenciones estándar, sino tratamientos rían en función de variables como la percepción
personalizados ante las necesidades, circunstancias personal de lo que supone tener un daño cerebral,
y capacidades del paciente. Esta particularidad difi las reacciones emocionales respecto al presente y
culta el estudio de la neuropsicoterapia con la me futuro, así como la personalidad y funcionamiento
todología científica empleada por la medicina basa premórbido.
da en la evidencia [47]. La medicina basada en la Hoy día, nadie cuestiona que es imprescindible
evidencia fundamenta sus conclusiones en los re comprender la naturaleza de los déficits cognitivos
sultados derivados de la aplicación de una metodo asociados al daño cerebral para poder intervenir de
logía científica cuantitativa; cómo vive cada perso manera apropiada; lo mismo debería suceder cuan
na el daño cerebral y sus consecuencias es una ex do se plantea la necesidad de abordar los aspectos
periencia subjetiva, única e irrepetible, que difícil emocionales vinculados al mismo. El objetivo de la
mente puede cuantificarse. rehabilitación neuropsicológica no es tan sólo pro
mover la recuperación de las funciones cerebrales
alteradas, sino mejorar la capacidad funcional del
Conclusiones individuo, tratar con sus experiencias de pérdida y
ayudarle a encontrar, de nuevo, sentido a la vida.
En este artículo se ha pretendido describir de ma A pesar de todos los conocimientos médicos,
nera sucinta los principios básicos de la neuropsi tecnológicos y terapéuticos disponibles, a pesar de
coterapia, cuya presencia en los programas de reha todas las contribuciones de los miembros de la fa
bilitación neuropsicológica es, por norma general, milia y a pesar de la motivación y el esfuerzo del
escasa. Es sorprendente cómo este elemento funda paciente, rara vez es posible restablecer la misma
mental de la neurorrehabilitación en daño cerebral persona que existía antes del daño cerebral. No obs
ha sido sistemáticamente ignorado por un amplio tante, si bien la persona no se recupera por comple
sector de profesionales; en algunos casos por des to, muestra mejoras y puede alcanzar cotas notables
conocimiento, en otros por falta de interés. de recuperación. De tal forma, la rehabilitación
A mediados del siglo xx, Goldstein expuso que neuropsicológica ha de facilitar y maximizar el pro
el objetivo central de los profesionales que trabajan ceso de recuperación, tanto en el aspecto cognitivo
con personas con daño cerebral es ayudarles a acep como en el conductal y emocional. No tratar al pa
tar sus limitaciones y acompañarles en el difícil ciente como un todo es ejercer una práctica clínica
proceso de recuperación [48]. Esta visión personal ineficaz.
de la rehabilitación constituye el fundamento de lo
que en la actualidad conocemos como rehabilitación
neuropsicológica holística. Referentes como Ben- Bibliografía
Yishay, Prigatano o Wilson, entre otros, creen que 1. Ben-Yishay Y, Diller L. Handbook of holistic neuropsychological
la rehabilitación neuropsicológica no debe limitarse rehabilitation. Outpatient rehabilitation of traumatic brain
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únicamente a una intervención focalizada en los 2. Prigatano GP. Neuropsychological rehabilitation and psycho-
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aberrante separar las consecuencias cognitivas de 3. Aniskiewicz AS. Psychotherapy for neuropsychological
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diendo que todas y cada una de ellas deben ser ob 4. Smith LM, Godfrey HPD. Family support programs
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jeto de tratamiento. Sin embargo, un numeroso 5. Prigatano GP. Principles of neuropsychological rehabilitation.
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Introduction. Persons who have suffered brain damage can experience a wide range of cognitive, behavioural and
emotional disorders. However, neuropsychological rehabilitation usually focuses, almost exclusively, on the cognitive
deficits and pays very little attention to the emotional challenges associated with the psychological impact of the lesion. It
is in this more personal side of brain damage where neuropsychotherapy can be of great aid to facilitate the process of
acceptance and adaptation following a neurological lesion.
Development. In this article, we describe the theoretical and conceptual aspects of psychotherapy oriented towards
persons with brain damage, the implications of cognitive deficits in the practice of neuropsychotherapy and the evidence
regarding its effectiveness.
Conclusions. In the past, neuropsychotherapy was considered to be of little use in the rehabilitation of brain damage.
Today, however, a growing number of professionals are acknowledging its importance in the management of the
psychological/emotional suffering associated with brain damage. The aim of neuropsychological rehabilitation is not just
to promote the recovery of the altered brain functions, but also to improve the individual’s functional capacity, deal with
his or her experiences of loss and help him or her to again find a meaning to life.
Key words. Awareness. Brain injury. Cognitive disorders. Emotional disturbances. Neuropsychotherapy. Stroke.