Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Click aquí
Ante esto muchos han señalado que el modelo de auto-regulación ha fracasado y es por ello
que, el Estado en atribución del poder que ejerce y en nombre de la Nación, asume la
responsabilidad de intervenir en el Sistema de Educación Universitario para hacerlo “viable y
pertinente” a las necesidades y demandas de los usuarios o estudiantes. Siendo este el cambio
fundamental, puede considerarse ambos modelos como los extremos de una misma realidad
autorregulación vs determinación. En los momentos en que se está en tránsito queda muy poco
tiempo para reflexionar en las posibilidades y ventajas que tendrían las opciones intermedias,
que recogiendo lo mejor del sistema antiguo también incorporen lo valioso del nuevo orden.
La historia humana y de la ciencia nos ha demostrado que estos grandes procesos de cambio
paradigmático suelen tener giros en la medida en que el sistema va madurando y a veces se
tienen que esperar décadas para corregir lo que se pudo haber hecho mejor. En este sentido, el
presente artículo busca generar un espacio de reflexión que pondere las acciones y no nos
convierta en fundamentalistas y radicales con los procesos de “aseguramiento de la calidad” que
se vienen promoviendo en nombre de la nueva Ley. Si bien es cierto que el sistema antiguo
generó vicios por las personas e intereses, el nuevo no está exento, algunos de éstos por ejemplo
tienen que ver con el hecho de que el nuevo modelo asume el conocimiento disciplinar o
separado como consagrado a la institución universitaria, y cuanto más separado o especializado
“mejor” mientras que los epistemólogos vienen discutiendo las Fronteras del Conocimiento,
según las cuales el método científico sería sólo una de las formas de generarlo, en tiempos en
que las interdisciplinas, pluridisciplinas y sobre todo las transdisciplinas vienen abriéndose paso
en la resolución de problemas del hombre, tales como el holismo ambientalista o la bioética global
Sotolongo, P. & Delgado, C. (2006).
El Papa Benedicto XVI en la Carta Encíclica Caritas in veritate señala, “El libro de la naturaleza
es uno e indivisible”, es decir, incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones
sociales, etc. En consecuencia, continúa, “la degradación de la naturaleza está estrechamente
unida a la cultura que modela la convivencia humana” (Francisco. Vaticano II. Carta encíclica.
Laudato si. 24 de mayo. 2015: 6).
Es decir, estamos en los albores de un cambio paradigmático de las ciencias y ante ello
aferrarnos a la concepción disciplinar del conocimiento no aportará en la mejora y pertinencia de
la calidad de la educación universitaria, esto se refleja en el reparto cada vez más especializado
de las funciones de evaluación y formación en las universidades y en los organismos de
evaluación. Por ello proponemos realizar con prisa pero con mesura sin dogmatismos, los
cambios que implica el aseguramiento de la calidad, pensando siempre en que finalmente somos
seres humanos interactuando con otros seres humanos, esto nos lleva a pensar que todo lo que
se haga por acreditar, estandarizar, licenciar, validar, anticipar, regular, normar, no debe
hacernos perder de vista que somos humanos y la realidad humana, generalmente siempre es
más compleja que cualquier sistema de administración, en todo caso también nos hará bien
recordar el Teorema Fundamental de la Complejidad aplicado a las organizaciones, “Una
estructura de administración debe tener igual o mayor complejidad que el sistema que pretende
administrar” y esto implica cuotas de caos, desorden, propiedades emergentes y
autoorganización entre otros elementos a considerar.
Referencias
Francisco. Vaticano II. Carta encíclica. Laudato si. 24 de mayo. 2015. Dado en Roma, junto a
San Pedro, el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-
francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html