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Lo ideal es usar aceros con un núcleo no muy duro y una superficie endurecida y resistente
al desgaste. Esta estructura se consigue en la práctica de dos formas:
a) Aceros con alto contenido en carbono. Como el empleado en las barrenas integrales. La
dureza deseada se consigue controlando la temperatura en el proceso de fabricación. La parte
de la culata se trata por separado para conseguir una alta resistencia a los impactos.
Otro diseño consiste en las varillas que poseen en un extremo una culata.
Se usa en las perforadoras manuales o con los martillos más pequeños en
diámetros de 19, 22 y 25 mm con sección transversal hexagonal.
b) Redonda
c) Roscada doble
d) Ligera
l) Redonda continua
Las varillas de extensión de sección completa hexagonal o redonda tienen la
misma dimensión en el centro de la varilla que en las roscas. En las primeras el
hexágono circunscribe al círculo que corresponde a las similares de sección
redonda, por lo que son más rígidas y también un poco más pesadas.
Cuando las condiciones de perforación son tales que las vidas de las varillas
dependen sólo del desgaste de las roscas, se emplean varillas con roscas
dobles. Así, cuando se gasta la primera parte de la rosca, ésta se corta y se
puede entonces seguir perforando con la segunda parte.
Recientemente, han aparecido en el mercado las varillas de acoplamiento
integrado que permiten una manipulación más sencilla y eliminan el uso de
manguitos
Las barrenas integrales están ordenadas en series, donde el diámetro del inserto
disminuye conforme aumenta la longitud de las mismas. Los principales tipos
son:
Afilado y bajo coste.
Barrenas de insertos múltiples. Se usan en la perforación mecanizada
de rocas blandas y fisuradas.
Barrenas de botones. Se emplean en rocas poco abrasivas de fácil
penetración, como por ejemplo el carbón.
Barrenas para trabajos en mármol. Disponen de cuatro insertos y
canales especiales para evacuar los detritus.
Los wanguitos sirven para unir las varillas unas a otras hasta conseguir la
longitud deseada con ajuste suficiente para asegurar que los extremos estén en
contacto y que la transmisión de energía sea efectiva.
Los tipos de wanguitos disponibles son:
1. Simples.
2. Con semipuente.
3. Con puente.
4. Con estrías.
5. Con aletas de gran diámetro.
Los wanguitos con tope central evitan el deslizamiento de ese elemento sobre
el varillaje. Se usan en todas las roscas T, y en el extremo de la culata de las
varillas para perforación de túneles.
Los wanguitos con estrías se utilizan con bocas retráctiles en barrenos con
tendencia a atascamientos. Los wanguitos con aletas se emplean en barrenos
largos de gran diámetro y sirven para central izar y estabilizar las varillas.
5. BOCAS
a) Bocas de botones
Estas bocas disponen de unos botones o insertos cilíndricos de carburo de
tungsteno distribuidos sobre la superficie de la misma. Se fabrican en diámetros
que van desde los 50 mm hasta los 125 mm.
Las bocas de botones se adaptan mejor a la perforación con rotación,
obteniéndose velocidades de avance superiores que con bocas de pastillas.
También presentan una mayor resistencia al desgaste debido no sólo a la forma
de los botones sino incluso a la sujección más efectiva del acero, por contracción
o presión en frío, sobre todo el contorno de los insertos.
b) Bocas de pastillas
Se dispone de dos configuraciones de diseño: (1) Bocas en Cruz y (2) Bocas en
X. Las pri meras están construidas con cuatro plaquitas de carburo de tungsteno
dispuestas en ángulo recto, mientras que en las bocas en X estas plaquitas
forman ángulos de 75” y 105’ unas con otras.
Estas bocas se fabrican a partir de diámetros de 35 mm, siendo habitual Ilegar
hasta los 57 mm en las bocas en cruz, y usar a partir de los 64 mm las bocas
en X, pues son más rápidas y además se evita la tendencia de las otras a abrir
barrenos con secciones pentagonales en los grandes diámetros.
c) Bocas especiales
Las bocas con diseño especial son las conocidas por:
Bocas retráctiles, y
Bocas de escariar.
Las bocas retráctiles se usan en aquellas formaciones rocosas donde las
paredes de los barrenos tienden a desmoronarse y por lo tanto es preciso evitar
atranques y pérdidas de varillaje. Disponen de estrías y dientes por detrás del
frente que permiten realizar la perforación en retroceso.