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Halperin utiliza distintas voces para analizar la nueva etapa de la historia argentina, a partir de 1880 cuando se forma el estado
central. Roca culminó la conquista del territorio indígena y paso a ser presidente de la nación. Bs As pasó perdió la hegemonía que tenía
por sobre las provincias. La victoria de las armas nacionales hizo posible separar de la prov a su capital, cuyo territorio era federalizado
En 1er lugar podemos hacer referencia al discurso de Roca, plantea que la nueva etapa de la historia Arg no empezó en el 52
con la Batalla de Caseros, sino en 1880. Dominará el lema de “paz y adm”, se destaca la promesa de mantener la coincidencia entre el
estado nacional y los sectores que dominan la econ arg y sacan ventaja de sus progresos. Roca pretende terminar con una tarea central:
la construcción del estado. Propone la creación de un ejército moderno, el rápido desarrollo de las comunicaciones (ferrocarril, telégrafo),
acelerar el poblamiento de los territorios que habían sido por él despejados. Plantea que el deber del estado era ofrecer garantías a la
vida y la propiedad.
Para Sarmiento la arg no es un país nuevo, los cambios vividos son el resultado del avance de un orden capitalista que se apresta
a dominar todo el planeta. Ese progreso material, marcado por desigualdades y contradicciones es menos problemático que la situación
política. Ese progreso, carece de unidad y consistencia.
Otra visión sobre el reg la aporta Estrada, para éste el país tiene defectos en la vida social que provienen del estado. La opinión
pública nacional y extranjera identifica a arg con sus ciudades, pero más de sus dos terceras partes de la población era campesina, le
preocupa esta “barbarie moral y de costumbres”. Por tanto propone que los problemas solo podrán ser resueltos aceptando los principios
cristianos y católicos como fundamento para la vida social y política.
Por su parte, López, no comparte los supuestos de Estrada, si para este último el problema causado por la irrupción de la plebe
en la vida política no tiene solución exclusivamente política (ya que requiere una regeneración del mundo moderno bajo signo cristiano)
para López si la tiene, se trata de asegurar, contra el predominio de la mayoría electoral, el de la opinión pública mediante el
establecimiento de un reg parlamentario. La ideología whig reinventada por López desemboca en una crítica de la realidad política arg,
que como en Estrada, presenta al electoralismo como la causa última de su corrupción. Desde perspectivas diferentes, Estrada y López
denuncian la independencia que la clase política, que ha unido su destino al del estado, ha ganado gracias a la fuerza militar y a la
manipulación de las instituciones representativas, frente al resto de las elites arg, que Estrada define como clases conservadoras y López
como opinión pública; la independencia que también ha obtenido respecto de la soc arg, y que es vista por Estrada como positiva, no es
ni tomada en cuenta por López.
En suma, mientras arg parece haber encontrado el camino que le había señalado Alberdi, y haberse constituido en Rep. Posible,
hay un aspecto de la previsión alberdiana que se cumple mal: el estado no ha resultado ser el instrumento pasivo de una elite econ cuyos
obj de largo plazo sin duda comparte, pero con la cual no ha alcanzado ninguna coincidencia puntual de intereses e inspiraciones.
Una pregunta que comenzara a plantearse es si es de veras posible la Rep. Verdadera, la que debe ser capaz de ofrecer a la vez
libertad e igualdad, y ponerlas en la base de una formula política eficaz y duradera.