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Guía de cultivo del Tomate

La tomatera es una hermosa y compleja planta que pertenece a la família de las


Solanáceas y, aunque actualmente es cultivada a lo largo y ancho del planeta, es
originaria del continente americano.

Es muy apreciada desde el campo alimenticio por su rico fruto (tipo baya), carnoso y
de color rojo, al que llamamos tomate, y que utilizamos cotidianamente tanto crudo
como procesado de diferentes maneras.

En cuanto a su cultivo, es importante señalar que es una hortaliza con un ciclo de


cultivo bastante complejo, y con unos requerimientos vitales y nutricionales muy
completos. Necesita riegos abundantes y sol directo.

Podríamos decir que no es el mejor cultivo para iniciarse en el mundo del huerto. Sin
embargo, a continuación te vamos enumerar los pasos fundamentales en su cultivo
y los aspectos principales que debes tener en cuanta cuando te pongas manos a la
obra con él:

 Sembrado: En regiones de clima suave se deben sembrar las semillas en


marzo, y en abril en climas más fríos. Es recomendable hacerlo en semillero,
cubriendo cada semilla con medio centímetro aproximadamente de tierra o
sustrato. Posteriormente, regaremos cuidadosamente para no mover
demasiado la tierra, y la mantendremos húmeda hasta la aparición de los
primeros brotes.
 Transplante: Cuando veamos que las plántulas están más o menos
desarrolladas (tienen ya al menos 4 hojas), las trasladaremos al lugar donde
deseemos crear nuestro huerto, bien sea a tierra libre como a cajones o mesas
de cultivo de cultivo. Esta parte es delicada, y para no dañar las plántulas al
sacarlas, debemos cogerlas desde la parte del tallo más próxima a la tierra, y
arrancarlas de la misma con firmeza pero con cuidado. Las enterraremos de
nuevo en su nueva ubicación, cubriendo de tierra el tallo hasta donde
empiezan las primeras hojas. Regaremos de forma abundante y regular.
 Instalación de tutores: Los tutores son palos (puedes usar, por ejemplo,
cañas) de alrededor de metro y medio de altura que se instalan al lado de cada
planta. Unos 15 o 20 días después del trasplante, sujetaremos cada tomatera a
su tutor, siempre por debajo de cada rama floral. Este procedimiento es
necesario en todos los casos, pues las tomateras pueden llegar a crecer hasta
más de dos metros, y sin un tutor que las soporten, no podrán crecer
correctamente y, por consiguiente, no nos darán buenos tomates.
 Poda: Es conveniente llevarla a cabo entre mayo y julio, y siempre deberemos
realizar las sucesicas podas cortando por encima de las ramas florales. Es
importante señalar que no será necesario podar las variedades de porte
definido, es decir, las que tienen un crecimiento limitado. (Ver artículo "La poda
de la tomatera")
 Recogida: Se suele realizar desde julio hasta agosto, en función del grado de
madurez de los tomates, que es de sencilla evaluación, según su color y
consistencia.

*Para más detalles sobre el cultivo del tomate, leer el artículo "El tomate: un cultivo
complejo" publicado en la revista de Planeta Huerto.

Tras repasar los principales aspectos del cultivo y cuidado de la tomatera,


enumeraremos algunas de las enfermedades y plagas que puede sufrir:
 En cuanto a insectos, los más importantes son la mosca blanca, el pulgón y la
tuta, cuyos principales síntomas identificables serían el debilitamiento general
de la panta y la caída de las flores. (Ver artículo "Tuta, daños y control de la
plaga del tomate").

 Enfermedades causadas por hongos: son fácilmente distinguibles, pues


suelen mostrar síntomas del estilo de manchas blanquecinas, grises o
negruzcas (de apariencia mohosa) y podredumbres muy claras. Hay hongos
que afectan a la tomatera con mucha frecuencia, como son:
o
 El mildiu del tomate (manchas blancuzcas en el envés de las
hojas).
 La ceniza u oídio del tomate (manchas amarillas en el haz de
las hojas, y blanquecinas en el envés).
 Antracnosis del tomate (provoca manchas en los frutos, primero
de tonos rojizos y posteriormente negras).
 Tambiés pueden sufrir enfermedades víricas, siendo las más frecuentes las
causadas por:
o
 El virus del mosaico del tomate (mosaico de manchas de
diferentes colores en hojas -tonos verdes- y frutos-tonos rojos-)
 El virus del bronceado del tomate (decoloración moderada de
hojas, y muy evidente de frutos).
 En cuanto a enfermedades bacterianas, podríamos señalar como las más
frecuentes el chancro del tomate y la sarna bacterianas. Las enfermedades
bacterianas generalmente son reconocibles por la aparición de pústulas en
tallos y frutos, y por la formación de manchas necróticas en frutos.
El cultivo del tomate. Labores a realizar en el
huerto
El cultivo del tomate es una labor muy extendida por todo el mundo. De hecho es
una de las plantas más conocidas por la población. Por tener tanto protagonismo,
es necesario tener unos conocimientos sobre la forma correcta de cultivo. Hoy, en
Agromática, te vamos a mostrar las claves de su cultivo y las exigencias que
requiere a lo largo de su crecimiento.
Siempre nos gusta hacer una introducción hablando de esta increíble planta. ¿No
conoces la tomatera o su fruto, el tomate? Entonces no eres de este mundo, así de
claro. Es una de las hortalizas más famosas y consumidas en el mundo entero.
Solanum lycopersicum es su nombre científico. Se le puede conocer como
jitomate también, sobre todo en las zonas de latinoamérica. Pertenece (¡cómo no!)
a la familia Solanaceae y al género Solanum (de ahí su nombre científico).
Hoy en día la podemos ver cultivada en cualquier parte, y no nos referimos
geográficamente. Un huerto veraniego casi siempre está constituido por el cultivo
del tomate, entre otros. No sólo el huerto clásico situado en la tierra, si no el huerto
en macetas situado en la terraza, balcón o dentro de casa, y las mesas de cultivo.

Fotografía: Ildar Sagdejev


Clima y suelo en el cultivo del tomate
La tomatera es un tipo de planta que se adapta bien a una gran variedad de climas.
La excepción radica en climas propensos a sufrir heladas, fenómeno al que el
tomate es sensible. De hecho, según el desarrollo vegetativo del tomate, requiere
un periodo libre de heladas de 110 días, sin que se sufra pérdidas de rendimiento.

Temperatura
En el cultivo del tomate, la franja de temperaturas óptimas es la que se muestra
a continuación:

 Temperaturas nocturnas: 15-18 ºC


 Temperaturas diurnas 24-25 ºC
 Temperatura ideal de floración: 21 ºC
 Temperatura ideal para el desarrollo vegetativo:22-23 ºC
 Temperatura de parón de desarrollo vegetativo: 12 ºC
 Temperatura por debajo de los 7 ºC no es beneficioso.

Como ves, el rango de temperaturas que necesita para crecer es alto,


encontrándose los valores óptimos por encima de los 20 ºC. Si consultas la tabla
de la FAO sobre las temperatura negativas y las heladas, comprobarás que el
tomate se encuentra entre las hortalizas que más sufren con el frío (como los
pimientos, la patata, la lechuga, etc.).
Su temperatura de congelación se encuentra alrededor de los -0,5 ºC.

Humedad
Con respecto a la humedad en el cultivo de tomates, la planta de tomate requiere
humedades medias, que no superen el 70 %. Si superamos estos valores,
favorecerá el desarrollo de hongos.
Fotografía: Eddau

Característica del suelo o sustrato


El tomate no es una planta muy exigente en cuanto a suelos. Prefiere suelos
profundos y con buen drenaje. Al tener un sistema radicular poco profundo su
adaptación a suelos pobres es buena. Insistimos en las características del
drenaje pues un riego excesivo en el que la tierra no puede absorber el agua con
suficiente rapidez, produce un encharcamiento que pudre las raíces y favorece el
desarrollo de enfermedades.

pH en el cultivo del tomate


El pH ideal para el cultivo del tomate es el cercano al neutro (7), debiendo corregir
con enmiendas en el caso de suelos ácidos o básicos. Éstas enmiendas se deberán
realizar junto con la preparación del terreno, y no una vez la tomatera está plantada
en el terreno.

Claro, y tú me dirás. ¿Cómo puedo saber si mi suelo es ácido o básico?


Si necesitas conocer el Ph de tu huerto para saber cuáles son las mejores hortalizas,
frutas y verduras que puedes cultivar, puedes recurrir a este artículo donde os
contamos los secretos para conocer el pH del suelo de forma casera.
En nuestro libro, el huerto en estado puro, hablamos largo y tendido sobre el pH
del huerto.

Materia orgánica
Con respecto al contenido en materia orgánica, el porcentaje mínimo de contenido
en el suelo está en torno al 1,5- 2 %. Si el contenido es inferior, se debe plantear
añadir materia orgánica o compost. ¿Sabes hacer compost?

Aplicaciones previas al terreno


Al terreno se le debe dar una labor profunda y en ella se debe aplicar el abonado de
fondo que hemos mencionado anteriormente.
No se recomienda la aportación de nitrógeno como abonado de fondo para el
cultivo del tomate. Únicamente se recomienda en aquellos casos en el que la tierra
sea muy pobre o con niveles muy bajos en nitrógeno. Cantidades de sulfato
amónico en proporción de 300-400 kg/ha son aconsejables para corregir estas
deficiencias.
Pero sí se recomienda la incorporación al terreno de fósforo, ya que contribuye
enormemente al desarrollo de las raíces del tomate y en la floración. Un ejemplo
puede ser la incorporación de superfosfato de cal como abonado de fondo.
Para que el fruto se desarrolle de forma correcta necesita un abonado a base
de potasio. Valores en torno al 5-10 % son aconsejables en el suelo (capacidad de
intercambio catiónico), por lo que se recomienda incorporar comprendidos entre los
400-500 kg/ha de sulfato potásico.
Ya hemos completado la relación N-P-K, continuemos.

Variedades de tomates
Es importante seleccionar la variedad de tomate acorde con las condiciones de
nuestra parcela y los objetivos perseguidos. Echa un vistazo en el apartado
de variedades de tomate para informarte.
Fotografía: Popolon
También hemos hecho una entrada sobre el tomate Raf Pata negra, una variedad
del sur de España, Almería, de grandes características organolépticas.
Aquí dispones de un catálogo de semillas de tomate de diferentes variedades,
incluida la de tomate Raf.

Marco de plantación
El marco de plantación a la hora de plantar en suelo definitivo es variable y depende
del espacio del que dispongas. Puede ser 0,3 m entre plantas y 0,5 m entre filas, si
se tiene o se quiere emplear poco espacio, o de 0,5 m entre plantas y 0,7 m entre
filas.
Como solemos decir, estos marcos de plantación se pueden reducir cuanto más
mullido y mejores características tenga el suelo. Por ejemplo, si en tu huerto
ecológico montas un bancal profundo de John Seymour, el marco de plantación se
reduce.
¿Por qué?
Pues porque las raíces de la tomatera no necesitan profundizar ni buscar nutrientes,
ya que los tienen con suficiente cantidad siempre a mano. Por eso, no hay
competencia (o si la hay es mínima) entre cultivos. Así, el marco de plantación
aumenta considerablemente.
Dosis de riego
La tomatera requiere una humedad constante, dado las grandes temperaturas que
se obtienen en verano. No dejes que se seque la tierra. Aunque cada huerto es un
mundo, sobretodo por la zona geográfica en la que te encuentres y el clima que
haga, hay una tabla con las necesidades de agua en el cultivo del tomate que quizá
pueda ayudarte.
+ Necesidades de agua de la tomatera.

El tutorado del tomate


El tomate, por ser una planta herbácea, requiere un sistema de sostén que proteja
el follaje y los frutos del deterioro ocasionado por la humedad del suelo y la acción
de los microorganismos e insectos y plagas.
Los principales sistemas de tutorado se observan en la foto:

Tutorado del tomate

La poda del tomate


Pues sí, aunque puedas pensar que sólo los árboles y arbustos se podan, las
herbáceas también pueden recibir podas que mejoren su producción y equilibren su
crecmiento.
La poda en el cultivo del tomate queda constituida como la de formación, es decir,
eliminar tallos laterales demasiado largos, enfermos, viejos, etc.
También se realiza el despuntado, a través del cuál se consigue aumentar la
circulación de savia y nutrientes por el tallo principal, en detrimento de los tallos
secundarios.
Todo esto y algunas más lo puedes ver en las labores específicas del cultivo del
tomate, otra entrada nuestra.

Plagas y enfermedades del tomate


Tenemos plagas y enfermedades típicas de la época donde se cultiva la tomatera,
y de las Solanáceas.
Entre las plagas:

 Araña roja (Tetranychus spp.)


 Heliothis (Helicoverpa armígera)
 Mosca blanca (Bemisia tabaci)
 Minadores (Liriomyza spp.)
 Polilla del tomate (Tuta absoluta)
 Trips (Frankliniella occidentalis)

Fuente: Christine Rogers


Y entre las enfermedades:

 Mildiu (Phytophthora infestans)


 Oidio (Leveillula taurica)
 Podredumbre gris (Botrytis cinerea)

En agromática le dedicamos una entrada a las plagas y enfermedades en el tomate,


si aún no lo has visto, infórmate del problema y el tratamiento aquí.
Eliminación de hierbas adventicias
Preferimos llamarlas hierbas adventicias en lugar de “malas hierbas”, pues casi con
total seguridad seguro que tienen algún uso específico, ya sea culinario o medicinal.
En el cultivo del tomate es importante mantener a cierta distancia hierbas
competidoras que nacen alrededor del tallo de la tomatera, sobre todo por las
buenas condiciones de fertilidad y humedad del suelo que se dan alrededor del
bulbo húmedo de la planta.
Si es un huerto pequeño, las puedes eliminar manualmente o con azada. Intenta no
pisar alrededor de la zona donde crece la tomatera, pues sólo conseguirás aplastar
la tierra y reducir su porosidad, empeorando el drenaje y un montón de
propiedades físicas que de por sí puede tener si cuidas bien tu huerto.

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