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HERIDAS CORTANTES

Una herida cortante, también conocida como laceración, es una


rotura o abertura en la piel. Puede ser profunda, lisa o mellada.
Puede estar cerca de la superficie de la piel o afectar tejidos
profundos, como tendones, músculos, ligamentos, nervios,
vasos sanguíneos o huesos.
Si la herida está sangrando profusamente, llame al número local
de emergencias o lleve al herido al centro de salud u hospital
más cercano.
La complicación más frecuente en el caso de las heridas es la
infección.

¿Cómo tratar las heridas cortantes?


En caso de cortaduras graves es preciso llamar al número de emergencias o llevar al accidentado
al centro de salud u hospital más cercano.
Las heridas menores, sin mayor sangrado, se pueden tratar en casa para evitar infecciones:

 Lávese las manos con jabón.


 Luego, lave completamente la herida con agua y un jabón suave.
 Realice presión directa para detener el sangrado.
 Aplique un vendaje limpio que no se pegue a la herida.
Si la herida es producto de la mordedura de un animal, es muy extensa, o profunda, o si
el sangrado es abundante, llame inmediatamente a emergencias o lleve al herido al centro de
salud más cercano.

Lo que no se debe hacer:

 NO trate de limpiar la herida si es demasiado extensa. Lleve a la persona a un centro de


salud.
 NO hurgue la herida ni retire un objeto largo o profundamente incrustado. Busque atención
médica.
 NO reintroduzca partes expuestas del cuerpo. Cúbralas con material limpio hasta que
llegue la ayuda médica.

FRACTURA

Una fractura es una ruptura, generalmente en un


hueso. Si el hueso roto rompe la piel, se
denomina fractura abierta o compuesta.

Las fracturas en general ocurren debido a


accidentes automovilísticos, caídas o lesiones
deportivas. Otras causas son la pérdida de masa
ósea y la osteoporosis, que causa debilitamiento de
los huesos. El exceso de uso puede provocar
fracturas por estrés, que son fisuras muy
pequeñas en los huesos.
Los síntomas de una fractura son
 Dolor intenso
 Deformidad: La extremidad se ve fuera de lugar
 Hinchazón, hematomas o dolor alrededor de la herida
 Problemas al mover la extremidad
Debe obtener ayuda médica de inmediato ante una fractura. Tal vez tenga que usar un yeso o
una férula. Algunas veces es necesario usar cirugía para colocarles placas, clavos o tornillos y
así mantener el hueso en su lugar.

DIARREAS

Es una afección que se presenta cuando usted expulsa heces acuosas o


sueltas.

Consideraciones
En algunas personas, la diarrea es leve y desaparece en unos
pocos días. En otras personas, puede durar más tiempo.

La diarrea puede hacer que usted se sienta débil y


deshidratado.

Puede ser grave en el caso de bebés y niños. Es necesario que se le dé un tratamiento


distinto al que se daría para tratar la diarrea en adultos.
Hable con su proveedor de atención médica si su hijo presenta diarrea. Puede haber mucho
de que informarse. Su proveedor puede ayudarle a aprender cómo reconocer y tratar
la diarrea en bebés y en niños.

INFECCIONES URINARIAS

La infección de orina está provocada por


la invasión de microorganismos en el
tracto urinario. Puede producirse por dos
vías diferentes: por el extremo inferior de
las vías urinarias (abertura en la punta
del pene o de la uretra, según se trate de un
hombre o de una mujer), que es el caso más
frecuente; o bien a través del flujo
sanguíneo, en cuyo caso la infección afecta
directamente a los riñones.
Las infecciones de las vías urinarias más habituales son las producidas por bacterias,
aunque también pueden presentarse a causa de virus, hongos o parásitos. De muchas
de ellas es responsable la bacteria llamada Escherichia coli, que normalmente vive
en el intestino. Infección de orina o del tracto urinario son expresiones que engloban
diferentes enfermedades infecciosas (producidas por un microorganismo o germen) y
que afectan a cualquier parte del sistema urinario (riñón, uréteres, vejiga urinaria o
uretra).

¿Quién puede padecer cistitis?


Cualquier anormalidad que provoque una obstrucción del flujo de orina (piedras en
el riñón, estructuras anómalas, etcétera,) puede inducir a una infección urinaria.
 Una próstata dilatada puede frenar el flujo de orina, por lo que incrementa el riesgo
de infección.

 Las personas sometidas a exámenes mediante tubos o catéteres o que necesitan


sondas pueden desarrollar más fácilmente infecciones procedentes de dichos
instrumentos.

 Los mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia, así
como las que sufren una disminución del sistema nervioso, que les impide controlar
la vejiga a voluntad.

Dolor abdominal
Es el dolor que se siente en el área entre el pecho y la ingle, a menudo denominada región estomacal o
vientre.

Consideraciones
Casi todos experimentamos alguna vez dolor en el abdomen y,
la mayoría de las veces, no es algo serio.

La intensidad del dolor no siempre refleja la gravedad de la


afección que lo causa.

Por ejemplo, usted podría sentir dolor abdominal fuerte si tiene


gases o cólicos estomacales debido a una gastroenteritis viral.
Sin embargo, afecciones potencialmente mortales, como el
cáncer de colon o una apendicitis precoz, pueden causar sólo un dolor leve o ningún dolor.
Otras maneras de describir el dolor en el abdomen abarcan:
 Dolor generalizado: Esto significa que usted lo siente en más de la mitad del abdomen. Este tipo de dolor
es más típico de un virus estomacal, indigestión o gases. Si el dolor se vuelve más intenso, puede ser
causado por un bloqueo de los intestinos.

 Dolor localizado: Se presenta en sólo una zona del abdomen. Es más probable que este tipo de dolor sea
un signo de un problema en un órgano, como el apéndice, la vesícula biliar o el estómago.

SINDROME CONVULSIVO

Una convulsión corresponde a un fenómeno paroxístico producido por descargas anormales, excesivas
e hipersincronicas del cerebro. La expresión clínica de la convulsión estará
determinada por la región cortical involucrada pudiendo manifestarse por
fenómenos motores, sensitivos, autonómicos o psiquiátricos. Se estima que
entre un 5 a 10% de la población tendrá al menos una convulsión durante su
vida (1).
Una convulsión o crisis convulsiva debe distinguirse del de epilepsia. La
epilepsia describe un trastorno en el que una persona tiene crisis convulsivas
recurrentes debido a un proceso crónico subyacente. La ILAE, en su consenso
del 2005, define que para el diagnóstico de epilepsia se requiere la
presentación de por lo menos 1 crisis convulsiva sin desencadenante
inmediato reconocible. Actualmente la ILAE se encuentra en la revisión de una
nueva definición operacional de epilepsia propuesta el año 2013.
Cuando las crisis son un síntoma más de un proceso agudo cerebral o
sistémico se denominan crisis agudas sintomáticas. Esto tiene especial
importancia pues el manejo de una crisis epiléptica y el de una crisis aguda
sintomática es totalmente distinto.
Las crisis convulsivas son la
consecuencia de un
desequilibrio entre la
excitación e inhibición dentro
del SNC. En las crisis
convulsivas se presentan
dos fases, el inicio de las
crisis caracterizado por
descargas de potenciales de
acción de un grupo de
neuronas asociado a una
hipersincronia y por otro la
propagación que tiene relación con las corrientes de sodios, potasio y calcio
dentro y fuera de la neurona.
CRISIS HIPERTENSIVA

La crisis hipertensiva es una


elevación aguda de la presión
arterial (PA) que puede
ser asintomática y suele tener
consecuencias graves si no se
controlan por el cuerpo médico.
La crisis hipertensiva es una
situación clínica que puede
amenazar la vida del
paciente hipertenso e incluso
puede aparecer en personas
que no tengan el diagnóstico de hipertensión arterial (HTA). Las crisis
hipertensivas constituyen una causa de consulta frecuente en los servicios de
Urgencias

Las crisis hipertensivas se definen como aumento agudo de la presión arterial


(PA) que puede producir alteraciones estructurales o funcionales sobre los
órganos diana. Las cifras para definir crisis hipertensiva es de una presión sistólica
mayor o igual a 180mmHg y una presión diastólica de 110mmHg de acuerdo a la
última recomendación de Joint National Committe (JNC). Se subdividen en
emergencias y urgencias hipertensivas. Las primeras implican un estado de mayor
gravedad y peor pronóstico por la presencia de daño a un órgano blanco y la
evidencia inminente de un rápido o progresivo deterioro a
nivel neurológico, cardiaco o renal.3 De igual manera, una crisis hipertensiva es la
situación clínica derivada de un alza de la presión arterial, que obliga a un manejo
eficiente, rápido y vigilado de la presión arterial, ya sea por los riesgos que
implican las cifras tensionales por si mismas, o por su asociación a una condición
clínica subyacente que se agrava con ascensos discretos de la presión arterial. 4

CRISIS DE ANSIEDAD

El ataque de pánico es una reacción de ansiedad muy


intensa, acompañada de la sensación de falta de
capacidad para controlar esta reacción, e incluso la
convicción de que uno puede llegar a morir en ese
momento. Esta crisis de ansiedad puede producirse
en diferentes situaciones (conduciendo, en la calle,
etc.), las cuales tenderán a evitarse posteriormente.
Las claves de este desorden hay que buscarlas, por
un lado, en el tipo de pensamientos que las
provocan, altamente
preocupantes, catastrofistas (como muerte inminente,
ataque al corazón, mareos y pérdida de conciencia,
etc.); y por otro lado, en la hiperventilación (respiración agitada) que provoca un rapidísimo
aumento de activación fisiológica generalizada. Los pensamientos catastrofistas se originan por
una incorrecta interpretación de síntomas de ansiedad (activación fisiológica).
Según la clasificación internacional de trastornos mentales DSM-IV los criterios para diagnosticar
un ataque de pánico (o crisis de ansiedad) serían los siguientes:

Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los
siguientes 13 síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los
primeros 10 minutos.

1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca.


2. Sudoración.
3. Temblores o sacudidas.
4. Sensación de ahogo o falta de aliento.
5. Sensación de atragantarse.
6. Opresión o malestar torácico.
7. Náuseas o molestias abdominales.
8. Inestabilidad, mareo o desmayo.
9. Desrealización o despersonalización.
10. Miedo a perder el control o volverse loco.
11. Miedo a morir.
12. Parestesias.
13. Escalofríos o sofocos

DIABETES MELLITUS

Es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo no


puede regular la cantidad de azúcar en la sangre.
Causas
La insulina es una hormona producida por el
páncreas para controlar el azúcar en la sangre. La
diabetes puede ser causada por muy poca
producción de insulina, resistencia a la insulina o
ambas.
Para comprender la diabetes, es importante
entender primero el proceso normal por medio del
cual el alimento se transforma y es empleado por el
cuerpo para obtener energía. Suceden varias cosas
cuando se digiere el alimento:
 Un azúcar llamado glucosa entra en el torrente sanguíneo. La glucosa es una fuente de energía para el
cuerpo.
 Un órgano llamado páncreas produce la insulina. El papel de la insulina es transportar la glucosa del
torrente sanguíneo hasta el músculo, la grasa y las células hepáticas, donde puede almacenarse o
utilizarse como fuente de energía.
 Las personas con diabetes presentan niveles altos niveles de azúcar en sangre debido
a que su cuerpo no puede movilizar el azúcar desde la sangre hasta el músculo y a las
células de grasa para quemarla o almacenarla como energía, y dado que el hígado
produce demasiada glucosa y la secreta en la sangre. Esto se debe a que:
 El páncreas no produce suficiente insulina
 Las células no responden de manera normal a la insulina
 Ambas razones anteriores
IRAS

Las infecciones respiratorias agudas


son enfermedades que afectan desde
oídos, nariz, garganta hasta los
pulmones, generalmente se autolimitan,
es decir, no requieres de antibióticos
para curarlas y no suelen durar más de
15 días.

Las infecciones respiratorias son


ocasionadas en su mayoría por virus,
aunque también pueden ser bacterias o
parásitos, que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva
que expulsamos al toser o estornudar. También puede ser por contacto con
superficies contaminadas como son manijas de las puertas, barandales de
transporte público, mesas o escritorio, entre otros.

Existen factores de riesgo que hacen que las niñas o niños sean más propensos
a padecer infecciones respiratorias como:

 Bajo peso al nacer.


 Lactancia materna ineficaz.
 Hacinamiento.
 Exposición a humo.
 Desnutrición.

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