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Guerrillas del 1963

En medio de protestas y huelgas contra el Triunvirato, el 14J encabezó una guerrilla en diferentes puntos
de la República Dominicana demandando el restablecimiento de la constitucionalidad.

El objetivo era que cada grupo operase como una unidad independiente con fines insurreccionales. Por
eso no debían ser ni muy pequeños ni muy grandes, esto último por el peligro del espionaje.

Los frentes en que se organizaba la guerrilla eran:

El dirigido por Juan Odalí Cepeda Pérez, que incluía trabajadores de la Chocolatera Industrial. Este grupo
estaba considerado muy sólido y tenía asignada tareas de sabotaje.

El del Ingenio Monte Llano, cuyo responsable era Leonardo del Valle, químico en esa empresa. Del Valle
es catalogado por sus compañeros como un sujeto de gran seriedad y fue ejecutado en "El Diez", antro de
torturas y asesinatos.

El grupo de Sosúa, que tenía por coordinador al doctor Alejo Martínez, uno de los luchadores más firmes
de la provincia. Se reunía donde Victoria Vda. Arzeno. Martínez fue asesinado en un incidente callejero
durante la lucha contra los remanentes de la dictadura, a mediados de 1961.

El grupo de Imbert o Bajabonico, dirigido por el doctor Virgilio Reyes.

El de la zona baja de la ciudad, dirigido por Félix Lahoz, uno de los escasos integrantes del Frente Interno
de los años cuarenta que se insertó en el 14 de junio.

El colectivo de mujeres, bajo el control directo del comité y específicamente de Fernando Cueto. Tenían
las damas por encomienda conseguir dinero y medicinas y confeccionar mochilas para la proyectada
guerrilla. Se encontraban ahí, entre otras, Aída Arzeno, Ana Valverde Vda. Leroux, Argentina Capobianco,
Italia Villalón, Elena Abréu, Carmen Jane Bogaert de Heinsen y Miriam Morales.

Más adelante, en la segunda mitad del año, se conformaron nuevos grupos, entre los que,
aparentemente, sobresalieron tres, cuyas ubicaciones en parajes montañosos revelan la prioridad que se
pasó a conceder a la guerrilla:

El de Yásica, dirigido por Jesús María Álvarez (Boyoyo), que tenía la encomienda de conseguir los contactos
que permitieran el levantamiento guerrillero, por lo que constaba de campesinos.

El de Luperón, dirigido por un apellido Vargas, en que también había campesinos.

El grupo de El Azul, también uno de los más sólidos.

El 14J se convirtió en la tercera fuerza política de entonces y la principal organización anti-imperialista, a


través de su líder, Manuel Aurelio Tavárez Justo (conocido como "Manolo") se había alertado al presidente
Juan Bosch sobre la posibilidad de un golpe de Estado en su contra apoyado por la Iglesia, la burguesía, el
alto mando militar y la embajada de Estados Unidos. En una concentración en la puerta del Conde, en
Santo Domingo, afirmó: "Óiganlo señores de la reacción, si imposibilitan la lucha pacífica del pueblo, el
"14 de junio" sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya; y a ellas…a ellas iremos,
siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los Héroes de junio de 1959, y en ellas mantendremos
encendida la antorcha de la libertad, el espíritu de la Revolución… ¡Porque no nos quedará, entonces, otra
alternativa, que la de Libertad o Muerte!"
Tras el golpe del 25 de septiembre de 1963 e instalado un triunvirato presidido por Emilio de los Santos,
el Movimiento Revolucionario “14 de junio”, dio inicio a una insurrección la noche del 28 de septiembre,
con 6 frentes guerrilleros, que tenía como propósito el retorno al orden institucional y la reposición de la
Constitución de 1963.

En el más importante de los frentes, ubicado en Las Manaclas, estaba Manolo Tavárez Justo, quien a la
vez era el comandante general de la guerrilla.

Con una débil y pobre preparación tanto física como militar, junto a un entorno político nacional
dominado por la derecha y con una resistencia urbana-social escasa e inefectiva, el movimiento
insurgente fue rápidamente diezmado, al extremo de que a 21 días de iniciado 4 y 6 frentes estaban
desmembrados con el agravante, tal y como se consigna en el Diario de la Guerrilla de Las Manaclas, de
que más de la mitad de los integrantes del principal frente guerrillero estaban al borde del colapso o
capturados. Veintinueve hombres perdieron la vida, y Manolo Tavárez Justo fue capturado vivo y fusilado,
a pesar de que se le habían dado garantías de que su vida sería respetada.

El fusilamiento de Tavárez Justo provocó la renuncia del presidente Santos, y sirvió de inspiración a la
lucha contra los que habían realizado el golpe de Estado en 1963.

Crisis política

La minicrisis de abril, provocada por la extrema derecha, y la crisis domínico-haitiana de mayo no fueron
sino la preparación de los acontecimientos de julio en los cuales el patriotismo de Juan Bosch aceleró el
descontento de los clanes militares ultraderechistas.

Por otra parte, la dinámica política no estaba desligada del contexto político regional, es decir, de la zona
del Caribe. En efecto, el establecimiento del gobierno de Bosch en los hechos, constituyó un obstáculo
para los planes del imperio en la región de colocar a todos los gobiernos del área contra la revolución
cubana. Al principio, el clan Kennedy creyó que podía obligar al gobierno de Bosch a adoptar una política
contrarrevolucionaria. Sin embargo, rápidamente sus estrategas de dieron cuenta de que dicho gobierno
no era lo mismo que el Consejo de Estado. En consecuencia, la contradicción entre el imperialismo y la
nación dominicana se puso al desnudo. Bosch estuvo dispuesto a hacer compromisos, pero no a ir más
allá de lo necesario para su propia supervivencia. El imperialismo no se satisfizo.

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