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NEUROCIENCIA E INTELIGENCIA EMOCIONAL: UN APORTE A LA

CONSTRUCCIÓN DE ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS EN LA PRÁCTICA


DOCENTE

NEUROSCIENCE AND EMOTIONAL INTELLIGENCE: A CONTRIBUTION


TO BUILD TEACHING STRATEGIES IN TEACHING

Xiomara Rojas Bravo (Venezuela)


xiomararojasipc08@hotmail.com
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas

RESUMEN

Los estudios con respecto a nuevas tendencias teóricas, enfoques y


estrategias sobre neurociencia e inteligencia emocional y su implicación en
procesos de enseñanza y aprendizaje, ofrecen alternativas para el
desempeño eficiente del profesor, debido a que sus acciones en combinación
con los recursos disponibles pueden lograr desarrollar la formación integral
del estudiante de manera eficaz. Por lo que el propósito de esta investigación
es incorporar esta temática como aporte a la construcción de estrategias
pedagógicas en la práctica docente que coadyuven a mejorarla y dar
significación a las experiencias en estos procesos. En relación con la
metodología a utilizar fue de tipo documental, con análisis reflexivo en base a
la revisión de elementos teóricos y conceptuales en los que contribuyeron
diversos autores. Con respecto a las técnicas se usó el arqueo de fuentes
impresas, audiovisuales y electrónicas. Por consiguiente, su desarrollo siguió
las siguientes etapas: (a) Ubicación y selección de fuentes de información;
(b) Organización y estructuración de la información recolectada; (c)
Construcción del propósito; y (d) Redacción del artículo. En conclusión, se
considera que el docente debe reflexionar sobre los aspectos tradicionales
que usa en su práctica pedagógica y dar apertura a lo actual e innovador,
con la finalidad de fortalecer sus ideas, planeación de actividades, enfoques
utilizados, materiales aplicados, entre otros aspectos. Además debe motivar
e impulsar acciones hacia el desarrollo de la imaginación, creatividad e
inventiva, inteligencia emocional y madurez de los estudiantes con visión
positiva en la búsqueda pertinente de soluciones a las situaciones cotidianas
con las que le toque interactuar desde un ambiente de paz y armonía.

Palabras clave: Neurociencia, Inteligencia emocional, estrategias


pedagógicas, práctica docente.
ABSTRACT

Studies regarding new theoretical trends, approaches and strategies on


neuroscience and emotional intelligence and involvement in teaching and
learning processes, offer alternatives for the efficient performance of the
teacher, because their actions in combination with available resources may
be able to develop the formation of the student effectively. So the purpose of
this research is to incorporate this subject as a contribution to the construction
of teaching strategies in teaching that contribute to improve and give meaning
to the experiences in these processes. Regarding the methodology used was
documentary, with thoughtful analysis based on a review of theoretical and
conceptual elements that contributed various authors. With respect to
technical tonnage of printed, audiovisual and electronic sources it was used.
Therefore, its development followed the following steps: (a) Location and
selection of information sources; (b) organizing and structuring the
information collected; (c) Construction of purpose; and (d) Drafting of the
article. In conclusion, it is considered that teachers should reflect on the
traditional aspects that used in their teaching practice and to openness to the
current and innovative in order to strengthen their ideas, planning activities,
approaches used, applied materials, among other things. It should also
encourage and promote actions towards the development of imagination,
creativity and resourcefulness, intelligence and emotional maturity of students
with positive outlook in the search for solutions relevant to everyday situations
that touch him interact from an environment of peace and harmony.

Keywords: Neuroscience, emotional intelligence, teaching strategies,


teaching.

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INTRODUCCIÓN

La neurociencia es una disciplina científica que se encarga del estudio


del sistema nervioso central y comienza a investigarse a finales del siglo XX,
entre sus principales representantes están Gazzaniga, Bogen y Sperry
(1965). Este último basa su enfoque en estudios sobre los hemisferios
cerebrales, lo cual permitió establecer que la capacidad de hablar, escribir,
leer y razonar con números, es responsabilidad del hemisferio izquierdo;
entre tanto la habilidad para percibir y orientarse en el espacio, trabajar con
tareas geométricas, elaborar mapas conceptuales y rotar mentalmente
formas o figuras, son ejecutadas por el hemisferio derecho.
Entre otros colaboradores que realizaron aportes importantes, está
MacLean que presenta un modelo del cerebro formado por tres elementos
interrelacionados como el cerebro reptiliano, sistema límbico y la neocorteza;
ellos controlan la vida instintiva, emocional e intelectual, respectivamente. De
la misma manera Herrmann, propuso un modelo del cerebro total, formado
por cuatro cuadrantes, que determinan estilos diferentes de procesamiento
de información en los individuos, aun cuando se admite que el cerebro
funciona como una totalidad integrada.
En relación con estos avances, se hace necesario reflexionar sobre la
importancia que representan para el individuo, porque les permitirá optimizar
el procesamiento de la información, desarrollar las inteligencias múltiples, el
conocimiento y desarrollo de sistemas representacionales, de memoria, la
generación de significados funcionales, ayuda y avances en la inteligencia
emocional y su relación con el proceso de enseñanza y aprendizaje,
comportamiento, desarrollo y aplicación de estrategias como aportes que
ayudar a favorecer el campo de la educación.
En función de lo planteado, es relevante resaltar que el afecto en
procesos de enseñanza y aprendizaje no debe manejarse de forma

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separada, cabe mencionar que diversos investigadores como Mayer y
Salovey (1995-1997), Goleman, (1995-2004), Delors (1996), Jensen (2000)
Fernández y Ramos (2002), Bisquerra (2008-2012) entre otros; han
contribuido con estudios donde plantean aspectos significativos con respecto
al tema de las emociones, inteligencia emocional y las competencias
emocionales relacionada con la neurociencia en contextos educativos.
Al respecto, se destaca que los estudios en el área de la inteligencia
emocional parecen apoyar la noción de que los sentimientos y el aprendizaje
son inseparables, esto requiere la necesidad de que los docentes sean más
sensibles a las barreras emocionales del aula de clase que potencialmente
amenaza la calidad de la instrucción. En consecuencia, los docentes deben
propiciar un clima psicoafectivo agradable, armónico y emocionalmente
cálido que haga propicia una efectiva interacción docente-estudiantes y
estudiante-estudiante.
En efecto, el rol del profesor para llevar a cabo su desempeño
profesional debe contribuir con la motivación del estudiante y el aprendizaje
significativo, elementos de gran relevancia en los desafíos que hoy día
enfrenta la educación en todos sus niveles y modalidades. Sin embargo, las
situaciones a las que se enfrenta el docente en la actualidad no permiten
según sus opiniones buscar alternativas para mejorar su práctica en los
contextos educativos.
Tan pronto como el docente comience a ejercer el rol como
investigador, y busque las formas de estar actualizado y conozca los
principios neurobiológicos que rigen el funcionamiento cerebral, su
maduración cognitiva y emocional, tiene en sus manos un recurso espléndido
para diseñar su práctica pedagógica, identificando ritmos y modalidades
madurativas en sus estudiantes y eligiendo recursos de enseñanza sobre
bases científicas que le garantizan óptimos resultados.
Con la presentación de los hallazgos más importantes sobre la
neurociencia e inteligencia emocional y sus implicaciones como ciencia que

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busca el desarrollo integral del ser humano, el propósito de este artículo es
incorporar esta temática como aporte a la construcción de estrategias
pedagógicas en la práctica docente que coadyuven a mejorarla y dar
significación a las experiencias en procesos de enseñanza y aprendizaje, a
través del análisis reflexivo con una metodología de base documental, en
donde se hizo un análisis más detallado para el desarrollo de este artículo.

DESARROLLO
En los momentos actuales se evidencian necesidades en diversos
contextos, debido a que el individuo ha venido experimentando cambios a los
que aún no se termina de adaptar, los cuales se han visto influenciados por
grandes acontecimientos en diferentes ámbitos como políticos, económicos,
sociales, culturales, educativos y tecnológicos que son de vital importancia
para el desarrollo y formación integral del ser. Por lo que éste, siempre está
en la búsqueda de aprendizajes nuevos que lo ayuden a construir
experiencias de supervivencia, convivencia, comprensión de sí mismo, de la
realidad y contexto donde le toca actuar para desenvolverse
satisfactoriamente tal como lo plantea el medio social donde se encuentre.
En función de ello, el contexto educativo amerita con urgencia que se
construyan procesos formativos para desarrollar en los estudiantes
competencias que les permitan prepararse mejor para el ejercicio profesional
y actuar como persona. En tal sentido, la profesión docente como se sabe no
es una labor fácil, su desempeño requiere de exigencia profesional para
ejercerla de manera exitosa, también se necesitan competencias personales,
profesionales sociales y emocionales que incluyen conocimientos
pedagógicos y teóricos en su práctica educativa.
Sin embargo, el incremento que ocasionan los cambios que se están
presentando en los ámbitos ya mencionados, lleva a la reflexión y se puede
considerar que traen consigo cantidades de conflictos personales siendo los
emocionales constantes, estos en ocasiones no son manejados

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adecuadamente y por tanto, la ardua tarea de formar y educar a las nuevas
generaciones que comienzan su ascenso evolutivo, requiere de
planteamientos pedagógicos actualizados que generen en los procesos de
enseñanza y aprendizaje, marcada significación de acuerdo al momento
histórico por el que se está pasando.
Por tanto, se debe establecer una búsqueda continua de alternativas
sobre las diversas teorías que se suscriben actualmente, con la finalidad de
nutrir y complementar la formación integral del individuo. Tal es el caso de la
neurociencia, enfoque que se ha venido investigando desde hace más de
treinta años y que su auge surge de acuerdo a las investigaciones que se
han realizado de manera pertinente, demostrando que contribuyen con el
contexto educativo con resultados altamente positivos.
En efecto, la capacidad de educabilidad que caracteriza al ser humano,
está establecida en la complejidad del cerebro que cada uno tiene y la
aplicación de los avances en materia neurocientífica en la educación, la cual
ayuda a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por consiguiente,
urge la revisión de modelos curriculares con la intención de modificarlos y
aplicarlos a la construcción del saber, de manera que a partir de la
comprensión de mecanismos cerebrales que hacen posible el aprender, des-
aprender, re-aprender, el grabar y recordar información en el cerebro, es una
demanda que se hace indispensable de incorporar como contenido a las
teorías y modelos educativos de acuerdo a las necesidades de los
individuos.
Es por ello, que se hace necesario incorporar la neurociencia en el
ámbito de la educación, con la finalidad de plantear fundamentos acerca de
la naturaleza de ambas disciplinas, tal como lo expresa Koizumi (2004), “con
el objeto de dilucidar conexiones y fusiones entre estas disciplinas
completamente diferentes y evitando zonas de conflicto con el fin de construir
una relación transdisciplinaria fluida y dinámica que beneficie a ambos
ámbitos del conocimiento” (p.440).

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En ese sentido Wolfe (2001), afirma que el descubrimiento más
novedoso en educación es la Neurociencia o la investigación del cerebro, un
campo que hasta hace poco era extraño a los educadores. Por lo que su
hallazgo ha venido interviniendo de manera pausada, logrando contribuir al
desarrollo y mejoramiento de la práctica educativa como acciones pertinentes
presentes en el acto cotidiano escolar, ya que encuentran su origen en la
actividad cerebro-mental humana.
La innovación en el campo educativo a través de la neurociencia
conducirá a la formación continua del estudiante e impactara a la práctica
profesional de los docentes, de manera que es un reto como profesor que se
debe consideran para dar apertura a los cambios en materia educativa con
los aportes teóricos y prácticos de estos enfoques.

Aspectos Teóricos
La neurociencia según Álvarez y Trápaga (2005), “agrupa a diferentes
disciplinas que tienen como compromiso básico conocer el funcionamiento
del cerebro”. Por lo que Salas (2003), complementa y amplia esta definición
con “no debe ser considerada como una disciplina, sino el conjunto de
ciencias cuyo sujeto de investigación es el sistema nervioso con particular
interés en cómo la actividad del cerebro, se relaciona con la conducta y el
aprendizaje” (p. 155).
Cabe destacar que los pioneros en realizar estudios sobre la
neurociencia son Gazzaniga, Bogen y Sperry en 1965, y otros que
contribuyeron con aportes importantes son MacLean (1978) y Herrmann
(1989), los cuales han generado diversas conceptualizaciones, análisis y
apreciaciones acerca del funcionamiento del cerebro. Al respecto se elabora
una síntesis de los descubrimientos más relevantes que presenta la literatura
y se analizan sus implicaciones para la educación.
Por una parte, MacLean (1978-1990) en su teoría del cerebro triuno
interpreta el cerebro como un sistema formado por tres subsistemas: el

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reptiliano, el límbico y la neocorteza, los cuales interaccionan
permanentemente para la producción de la conducta. Esta conceptualización
enfatiza una visión holísticas del comportamiento en términos de sus
procesos determinantes, de allí el considerar que no es apropiado un estudio
de dicho comportamiento a partir de los procesos parciales cognitivos o
motivacionales que lo producen, sino como una totalidad.
En consecuencia, comprender esta conceptualización del
funcionamiento del cerebro tiene importantes implicaciones para la
educación, por cuanto le puede servir al docente como base teórica para una
interpretación más adecuada del proceso interactivo que ocurre en el aula de
clase y para desarrollar un sistema de instrucción integrado que tome en
cuenta las diferentes áreas del cerebro.
Ahora bien, Jensen (2000), reporta sobre los recientes descubrimientos
en neurociencia que se pueden aplicar en clase y de temas que tienen
avances en el proceso de enseñanza y aprendizaje. A continuación presenta
la descripción según el tipo de cerebro clasificado (p. 57). (Ver Cuadro 1).
Cuadro 1
Tipo de Cerebro Descripción
El que crece El cerebro humano puede hacer crecer nuevas células.
El social Las interacciones y el estado social impactan los niveles de hormonas.
El hormonal Las hormonas pueden y de hecho impactan el conocimiento.
El que se mueve El movimiento influye en el aprendizaje.
El plástico Dado un mejor enriquecimiento del cerebro para realambrarse, éste cambia.
El espacial Cómo trabajan el espacio, el aprendizaje relacional y la recordación espacial.
El atencional Cómo el córtex prefrontal dirige realmente la atención y déficits atencionales.
El emocional Cómo las amenazas y las hormonas afectan la memoria, las células y genes.
El adaptativo Cómo la aflicción, el cortisol y los estados alostáticos impactan en el aprendizaje.
El paciente El rol del tiempo en el proceso de aprendizaje.
El computacional El rol de la retroalimentación en la formación de las redes neurales.
El artificioso Cómo las artes y la música afectan al cerebro y la conducta.
El conectado Cómo el cerebro es cuerpo y el cuerpo es cerebro; cómo trozos de información cerebral
circulan a través del cuerpo.
El en desarrollo Cómo optimizar el valor de los tres primeros años sabiendo qué hacer y cuándo hacerlo.
El hambriento El rol de la nutrición en el aprendizaje y la memoria; cuáles son los mejores alimentos, ¿qué
comer?
El memorable Cómo las memorias son codificadas y recuperadas.
El químico Qué hacen determinados químicos y cómo activar los correctos.

De la misma manera, el autor expresa que “el aprendizaje basado en el


cerebro es un proceso estructurado en la información del uso de un grupo de

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estrategias prácticas que son dirigidas por principios sólidos derivados de la
investigación del cerebro” (pp. 76-80).
Por su parte Caine y Caine (2003), dicen “para pasar de la teoría de la
investigación del cerebro a la práctica escolar, lo primero que hay que hacer
es partir repensando la escuela: repensar todos los aspectos de la
educación, desde el rol del docente a la naturaleza de la evaluación”
De igual modo, sostienen que hay tres elementos interactivos de
enseñanza que emergen de sus principios y que pueden perfectamente
aplicarse en el proceso de enseñanza y aprendizaje: (a) Inmersión
orquestada en una experiencia compleja: crear entornos de aprendizaje que
sumerjan totalmente a los estudiantes en una experiencia educativa; (b)
Estado de alerta relajado: eliminar el miedo en los estudiantes, mientras se
mantiene un entorno muy desafiante; (c) Procesamiento activo: permitir que
el estudiante consolide e interiorice la información procesándola activamente.
En ese mismo orden de ideas, Lawson (2001), afirma que:
Diseñar la enseñanza compatible con el cerebro es un verdadero
desafío para la profesión docente. El cual consiste en crear un
nuevo paradigma que ajuste el aprendizaje natural con las
tecnologías de punta. Analizar las discrepancias entre las actuales
prácticas de enseñanza y las óptimas prácticas de aprendizaje. No
hay que responder por qué no se puede hacer, sino más
bien cómo se puede hacer (p.58).

Mientras que Diamond (2000), recomienda que:


Los docentes deben aproximarse a su tarea con el compromiso de
tratar a sus estudiantes con un tierno y cariñoso cuidado. Ella
piensa que cada uno debe ser tratado como persona. Por lo tanto
se entiende que el docente, debe estar actualizado de acuerdo a
lo nuevos enfoques, teorías con sus respectivos fundamentos a
desarrollar (p.97).

Adicionalmente, Sousa (2001), es categórico al expresar que “si bien


los docentes tienen todavía mucho que aprender de la psicología conductista
y cognoscitivista, tienen mucho más que descubrir aún en la excitante área
de la biología, incluyendo la investigación en neurociencia” (p.79).

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A lo que Caine y Caine (2003) concluyen:
No es sólo en interpretar y aplicar lo que otros descubrieron.
Nosotros, como profesores, trabajamos con grupos de cerebros
vivos a cada momento del día, conocemos y vemos cosas que los
neurocientíficos ni siquiera se imaginan. Tenemos que hacer algo
más. Los profesores deben tomar el liderazgo para darle sentido a
lo que está siendo descubierto. Tenemos que hacer preguntas y
centrar la investigación en las áreas que sabemos que tienen más
necesidad de ser entendidas (s/p.).

En atención a lo plantaedo antes, Reig (2012), propone aplicar lo que


se sabe del funcionamiento del cerebro a través de:
Cuadro 2
Tutorías Guiar al estudiante para que aprenda haciendo a través de proyectos, simuladores, software
cognitivas tutorial o sistemas de inteligencia artificial que se adaptan a las necesidades de éstos.
Variedad Sin restar importancia a los conocimientos memorísticos, se ha identificado que el cerebro
funciona mejor cuando se varían formas y métodos dentro de la clase.
Individualización Aun cuando las personas comparten características funcionales, la neurociencia demuestra
que las estructuras neuronales son únicas para cada persona. De esta forma es indispensable
contar con herramientas que puedan ajustarse a las necesidades individuales de los
estudiantes.
Aprender Con las nuevas tecnologías es posible tener acceso al conocimiento las 24 horas y los 7 días
durante toda la de la semana, mantenerse actualizados incrementa las conexiones neuronales incrementando
vida el intelecto. Se ha comprobado que dejar de estudiar, es como dejar de ejercitarse, se pierde la
condición, por lo que es importante evitar la desconexión total en periodos vacacionales.
Neuroeducación Presentar a los estudiantes actividades en las que coloquen en práctica sus habilidades para la
resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad, de manera que no sólo
adquieran conocimiento, sino que también aumenten sus conexiones neuronales.
Diversión El juego, en todas sus modalidades, pero principalmente a través de medios permiten un
acercamiento diferente al aprendizaje. Además, cuando juegan, los estudiantes liberan
dopamina lo cual contribuye al proceso de memorización, pero sobre todo aprecian más los
contenidos que están estudiando.
Aprendizaje Estudios demuestran que los estudiantes que trabajan de manera colaborativa experimentan
social también niveles elevados de dopamina, que activa la memoria a largo plazo. Además, se
reducen los niveles de ansiedad y con el uso de herramientas digitales para el trabajo
colaborativo las interacciones se vuelven más enriquecedoras.

En efecto, como resultado de los aportes de los diversos autores


citados, se puede decir que sus planteamientos están basados
científicamente en la investigación básica en neurociencia con aportes
importantes de otras disciplinas que pudieran complementar y mejorar
diversos aspectos en contextos educativos.
También, es pertinente destacar que un docente actualizado y en la
búsqueda de constante de formación profesional y personal, es quien puede
considerar si la aplicación de estos descubrimientos funcionan o no en su

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práctica pedagógica, siendo propicios para crear entornos prósperos que
contribuyan ayudar tanto al estudiante como al docente, involucrando de éste
las capacidades, habilidades y destrezas con las que cuentan, para una
mejor formación, es decir de manera integral, ya que la neurociencia se
maneja en función de cerebro – mente y espíritu.
Como es evidente, se debe ser meticuloso y prudente en cómo se
puede interpretar y adaptar la investigación en relación a la neurociencia a
los procesos de enseñanza y aprendizaje, reflexionando siempre al momento
de trasladarla a través de las diferentes estrategias que el docente tenga a
bien utilizar, porque los resultados no pudieran lograr en algún momento la
significancia oportuna y esperada, de manera que generaría situaciones
evidentes para demostrar que el aprendizaje basado en el cerebro puede o
no ser mejor.
De acuerdo a los argumentos que han venido realizando con base a la
neurociencia, la cual ha confirmado que las emociones son imprescindibles
para la comunicación, procesos de razonamiento y toma de decisiones entre
otros, lo que significa a juicio de estos investigadores, son inseparables del
proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que si son positivas facilitan la
memoria, el aprendizaje y contribuyen al bienestar personal y social.
Por lo que el manejo de las emociones en procesos de enseñanza y
aprendizaje, resulta imperante que en las instituciones educativas sean
planteadas desde las características y necesidades presentes en la sociedad
actual, tales como: tecnologías de la información, comunicación y del
conocimiento, las cuales se caracterizan por la complejidad del mundo
industrial y tecnológico y por una tendencia a la mundialización económica y
cultural.
Con respecto a lo expresado, cabe citar a Delors (1996), donde refiere
en el informe UNESCO, que los cambios de estilos de vida que vive el
mundo contemporáneo, se analizan las tensiones que ello provoca y plantea

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soluciones y alternativas para la educación del siglo XXI. En el recomienda
cómo se debe superar estas tensiones y describe lo siguiente:
Eso que proponemos supone trascender la visión puramente
instrumental de la educación considerada como la vía necesaria
para obtener resultados (dinero, carreras y otros)… y supone
cambiar para considerar la función que tiene en su globalidad la
educación: la realización de la persona, que toda entera debe
aprender a ser (p.1).

A continuación el informe también explica los cuatro pilares de la


educación y en los que se hace referencia a la competencia emocional:
Grafico 1. Pilares de la Educación

Equivale a dominar los Permite adquirir una formación


instrumentos del conocimiento. para poder desempeñar un trabajo
Pero asegura que los métodos que y a la vez una serie de
deben ser utilizados para conocer, competencias personales, como
deben favorecer el placer de trabajar en grupo, tomar
comprender y descubrir, es decir, decisiones, crear sinergias y otras.
factores emocionales unidos al Estas son competencias que forman
aprendizaje que lo potencian y lo parte de la Inteligencia Emocional.
hacen estimulante.

Aprender a Aprender a a
Concocer hacer
La convivencia entre personas diferentes Equivale a dominar los
obliga a descubrir lo que se tiene en instrumentos del conocimiento.
común y a comprender que todos somos Pero asegura que los métodos que
interdependientes. Pero para descubrir al
deben ser utilizados para conocer,
otro, antes tenemos que descubrirnos a
nosotros mismos. Otra vez el informe hace deben favorecer el placer de
referencia a competencias propias de la comprender y descubrir, es decir,
inteligencia emocional, como el factores emocionales unidos al
autoconocimiento, la empatía y la destreza aprendizaje que lo potencian y lo
social. hacen estimulante.

Aprender a Aprender a ser


convivir

En este informe se destaca el papel de las emociones haciendo


hincapié en la necesidad de educar la dimensión emocional del ser humano
junto a su dimensión cognitiva, de manera que la formación conlleve a la
integralidad, tarea en la que se ha centrado tradicionalmente el entorno
educativo. Es vital resaltar que en algunas instituciones educativas

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reconozcan la importancia de desarrollar esta dimensión transformándola en
competencias no sólo en los estudiantes, sino en el docente que con sus
acciones lo concrete en su vida personal, para que posteriormente lo
transfiera a través del accionar laboral cotidiano.
Sin embargo, es necesario que estas premisas, no se queden
plasmadas en lo escrito y fundamentado por autores u organizaciones
internacionales, sino que se debe llevar a la praxis, preparándose para
desarrollar un crecimiento emocional en sí mismo y en las personas a quien
le toque formar. Todo esto con la finalidad de que se lleve a cabo un clima
armonioso, saludable y de sana convivencia, donde el estudiante se sienta
cómodo para aprender, gestione de forma correcta las emociones y puede
expresarse sin miedo a ser juzgados o ridiculizados.
Tal como Mayer y Salovey (1997), plantean:
En el contexto escolar los estudiantes se enfrentan diariamente a
situaciones en las que tienen que recurrir al uso de las habilidades
emocionales para adaptarse de forma adecuada a la escuela. Por
supuesto, los profesores deben también emplear su inteligencia
emocional durante su actividad docente para guiar con éxito tanto
sus emociones como las de sus estudiantes (p.115).

Como puede apreciarse, diversas investigaciones explican que el


cerebro hace conexiones en su memoria a largo plazo y le otorga significado
a lo que aprendió el estudiante emocionalmente estable y lleno de gratas
experiencias. Caso opuesto, se observa en estudiantes que no han tenido
experiencias agradables en sus aulas de clases.
A lo que Cambell y Dickenson (2000) aportan:
Los estudiantes demuestran interés por sus experiencias internas
y obtienen grandes beneficios cuando participan de diversas
actividades intrapersonales. Estas actividades incluyen los
enfoques para el aprendizaje independiente y autodirigido, las
oportunidades para utilizar la imaginación y la posibilidad de
disponer de momentos tranquilos y lugares privados donde
trabajar y reflexionar. Lo que puede resultar beneficioso para
aprender a procesar los propios sentimientos, a cumplir metas
personales y alcanzar el autoconocimiento y autoestima (p. 27).

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De acuerdo a lo expresado, Mayer y Salovey (1997), define Inteligencia
Emocional como “el uso inteligente de las emociones para hacer que
intencionalmente, trabajen para nosotros, utilizándolas de manera que nos
ayuden a guiar la conducta y los procesos de pensamiento, a fin de alcanzar
el bienestar personal” (p.611). Estos autores investigadores de las
universidades de New Hampshire y de Yale fueron de los primeros en utilizar
el término “Inteligencia emocional” con el mismo sentido de uso actual, pero
el concepto adquirió mayor notoriedad a partir de la publicación del libro “La
inteligencia Emocional” escrito por Daniel Goleman en 1995.
En base a estas consideraciones, Goleman (1996), propuso el término
inteligencia emocional (IE), casi en contraposición con el de cociente
intelectual (CI), relacionado con la educación específicamente y afirmó “que
si bien es cierto que se tiene de alguna manera dos mentes y dos clases
diferentes de inteligencia, el desempeño en la vida está determinado por
ambas”.
Precisando que la IE “es un conjunto de habilidades que permiten ser
capaz de motivarse y persistir frente a las decepciones, controlar el impulso y
demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos
disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas”.
Además señala que “justamente la llamada inteligencia académica no ofrece
prácticamente ninguna preparación para los problemas o las oportunidades
que acarrea la vida” (p. 54).
Igualmente, Fernández y Ramos (2002), la definen como “la capacidad
para reconocer, comprender y regular nuestra emociones y las de los
demás”. Desde esta perspectiva, la inteligencia emocional es una habilidad
que implica tres procesos: (a) Percibir: reconocer de forma consciente
nuestras emociones e identificar qué sentimos y ser capaces de darle una
etiqueta verbal; (b) Comprender: integrar lo que sentimos dentro de nuestro
pensamiento y saber considerar la complejidad de los cambios emocionales;

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y (c) Regular: dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas
de forma (pp. 17-34).
A propósito de la inteligencia emocional Bisquerra (2008), complementa
con un modelo de competencias emocionales, donde esboza cinco grandes
competencias:
(a) Conciencia emocional, consiste en conocer las propias emociones y
las de los demás. Esto se consigue a través de la autoobservación, así como
de la observación de las personas que nos rodean.
(b) Regulación emocional, significa dar una respuesta apropiada a las
emociones que experimentamos. Consiste en un difícil equilibrio entre la
represión y el descontrol. Son componentes importantes de la habilidad de
autorregulación, la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la
capacidad para retrasar gratificaciones, las habilidades de afrontamiento en
situaciones de riesgo (hacer frente a la inducción al consumo de drogas,
violencia y otros), el desarrollo de la empatía.
(c) Autonomía emocional, es la capacidad de no verse seriamente afectado
por los estímulos del entorno. Se trata de tener sensibilidad con
invulnerabilidad. Esto requiere de una sana autoestima, autoconfianza,
percepción de autoeficacia, automotivación y responsabilidad.
(d) Competencia social son las que facilitan las relaciones interpersonales,
sabiendo que éstas están entretejidas de emociones. La escucha y la
capacidad de empatía abren la puerta a actitudes prosociales, que se sitúan
en las antípodas de actitudes racistas, xenófobas o machistas, que tantos
problemas sociales ocasionan. Estas competencias sociales predisponen a la
constitución de un clima social favorable al trabajo en grupo productivo y
satisfactorio.
(e) Competencias para la vida y el bienestar, son un conjunto de
habilidades, actitudes y valores que promueven la construcción del bienestar
personal y social. El bienestar emocional es lo más parecido a la felicidad,
entendida como la experiencia de emociones positivas. No se puede esperar

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a que vengan dados los estados emocionales positivos, sino que hay que
construirlos conscientemente, con voluntad y actitud positiva.
Con referencia a lo presentado Goleman (2001), explica que:
Las personas que gobiernan adecuadamente sus emociones y
que también saben interpretar y relacionarse efectivamente con
las emociones de los demás, disfrutan de una situación ventajosa
en todos los dominios de la vida. Estas personas suelen sentirse
más satisfechas, son más eficaces y más capaces de dominar los
hábitos mentales que determinan la productividad. Quienes, por el
contrario, no pueden controlar su vida emocional, se debaten en
constantes luchas internas que socavan su capacidad de trabajo y
les impiden pensar con suficiente claridad (pp.13-26).

De la misma manera, el autor explica cómo funciona el cerebro frente a


las emociones, partiendo de que las conexiones existentes entre la amígdala
y el neocórtex constituyen el centro de gravedad de las luchas y de los
tratados entre los pensamientos y los sentimientos. Describe la relación entre
el córtex y la amígdala de la siguiente manera: mientras la amígdala prepara
una reacción ansiosa e impulsiva, otra parte del cerebro emocional se
encarga de elaborar una respuesta más adecuada. El regulador cerebral que
desconecta los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el lóbulo
prefrontal, que se halla inmediatamente detrás de la frente.
Por lo que esencialmente, las áreas prefrontales gobiernan las
reacciones emocionales. En el neocórtex, una serie de circuitos registra y
analiza la información, la comprende y organiza gracias a los lóbulos
prefrontales y si a lo largo de ese proceso se requiere de una respuesta
emocional, es el lóbulo prefrontal quien la dicta trabajando en equipo con la
amígdala y otros circuitos del cerebro emocional. Éste suele ser el proceso
normal de la elaboración de una respuesta que con la sola excepción de las
urgencias emocionales, tiene en cuenta el discernimiento.
Lo que conlleva a que cuando una emoción se dispara, los lóbulos
prefrontales ponderan los riesgos y los beneficios de las diversas acciones
posibles y apuestan por la que considera más adecuada. El tiempo cerebral

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invertido en la respuesta neocortical es mayor que el que requiere el
mecanismo de las urgencias emocionales porque las vías nerviosas
implicadas son más largas. Pero no debe olvidar que también se trata de una
respuesta más juiciosa y considerada porque, en este caso, el pensamiento
precede al sentimiento (ob. cit).
Con respecto a los hallazgos sobre el cerebro emocional, Sperry y
MacLean realizaron múltiples investigaciones que guían los antecedentes
hoy día, siendo el primero quien ganó el Premio Nobel de Medicina en 1981,
al descubrir que el hemisferio derecho del cerebro contribuye a la inteligencia
tanto como lo hace el hemisferio izquierdo. Por su parte, en 1949 MacLean
estableció que la totalidad del cerebro está conformada por tres estructuras
diferentes: el sistema neocortical, el sistema límbico y el sistema reptil. Estos
sistemas, según el autor, son física y químicamente diferentes, pero están
entrelazados en uno solo que denominó cerebro triuno. Las emociones se
localizan de acuerdo con esta teoría, en el sistema límbico.
El sistema límbico, también llamado cerebro emocional, asocia
diferentes partes del sistema cerebral (amígdala, hipotálamo, hipocampo y
tálamo) con las emociones. Goleman (2001), explica que:
La amígdala en los seres humanos es una estructura
relativamente grande en comparación con la de los primates.
Existen en realidad dos amígdalas que forman parte de un
conglomerado de estructuras interconectadas organizadas en
forma de almendra. Se hallan encima del tallo encefálico, cerca de
la base del anillo límbico, ligeramente desplazadas hacia adelante.
El hipocampo y la amígdala fueron dos piezas claves del primitivo
“cerebro olfativo” que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó
dando origen al córtex y posteriormente al neocórtex (p.45).

En 1999 LeDoux neurocientífico del Center for Neural Science de la


Universidad de Nueva York, fue el primero en descubrir el importante papel
que desempeña la amígdala en el cerebro, las emociones y el proceso
emocional. Encontró que junto a la larga vía neuronal que va al córtex, existe
una pequeña estructura neuronal que comunica directamente al tálamo con

17
la amígdala. Esta vía secundaria y más corta (una especie de atajo) permite
que la amígdala reciba algunas señales directamente de los sentidos y emita
una respuesta antes de que sean registradas por el neocórtex, lo que explica
la forma en que la amígdala asume el control cuando el cerebro pensante, el
neocórtex, todavía no ha llegado a tomar ninguna decisión.
Este descubrimiento ha dejado obsoleta la antigua noción que la
amígdala depende de las señales procedentes del neocórtex para formular
su respuesta emocional, a causa de la existencia de esta vía de emergencia
capaz de desencadenar una respuesta emocional. Por ello, la amígdala
puede llevar a actuar incluso antes que el neocórtex despliegue sus más
refinados planes de acción. El autor afirma que anatómicamente hablando, el
sistema emocional puede actuar independientemente del neocórtex (pp.53-
74) (ob. cit.).
Existen ciertas reacciones y recuerdos emocionales que tienen lugar sin
la menor participación cognitiva consciente. La investigación sugiere que el
hipocampo (que durante mucho tiempo se había considerado como la
estructura clave del sistema límbico) no tiene tanto que ver con la emisión de
respuestas emocionales como con el hecho de registrar y dar sentido a las
percepciones, es decir con la memoria emocional. La principal actividad del
hipocampo consiste en proporcionar una aguda memoria del contexto, algo
que es vital para el significado emocional de los acontecimientos.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, se puede entender
que la capacidad que el ser humano ha venido desarrollando a lo largo de su
evolución le ha permitido la sobrevivencia, por tal motivo al identificar,
comprender y manejar las emociones en sí mismo lo lleva ayudar y
comprender las de los demás. Siendo la inteligencia emocional base de la
competencia emocional, que se debe adquirir y desarrollar a través del
modelamiento y la educación.
En ese sentido, se ha tenido una percepción errada y que no es
considerada por algunos docentes, sobre supuestos en referencia al proceso

18
de enseñanza y aprendizaje, en el cual éste debía centrarse en la formación
no sólo del estudiante, sino también del docente a nivel cognitivo. Siendo hoy
día, el docente el que asume y facilita los aprendizajes en la formación de
competencias en campos tan decisivos e importantes como la autoestima,
resiliencia, automotivación, respeto, persistencia, autocontrol,
responsabilidad, fuerza de voluntad o empatía del individuo.
El docente emocionalmente competente, puede convertirse en el
entrenador que ayuda, guía y orienta al estudiante para que aprenda a
manejar y afrontar los problemas en mejores condiciones, creando ambientes
positivos sobre el que se puede asentar más confortablemente el proceso
enseñanza y aprendizaje. Resulta claro que esto es relevante señalarlo,
debido a que el contexto del aula, debe ser estructurado y organizado de
manera que no activen emociones negativas en los estudiantes, abriendo
procesos que se dificultan cerrar si no se tienen las herramientas necesarias.
Por el contrario, se debe procurar un clima de aula con emociones positivas,
asociadas al placer y la satisfacción de estar en clase, que no sean
amenazantes, con estímulos atractivos y estrategias motivadoras e
innovadoras que ayuden a favorecer el aprendizaje de una forma más
significativa.
En función de lo planteado, se puede decir que el aprendizaje
esencialmente comprende cambios y conexiones, la liberación de
neurotransmisores en la sinapsis puede alterarse o las conexiones entre
neuronas pueden reforzarse o debilitarse. El éxito de la enseñanza afecta
directamente las funciones del cerebro modificando, variando las conexiones.
Igualmente se puede expresar que el ambiente afecta tanto la estructura del
cerebro como su funcionalidad, si es apropiado es esencial para conformar
partes sustanciales del mismo y esta afirmación podría trasladarse con total
confianza al ambiente de una clase y aun a una situación de aprendizaje más
amplia.

19
Por lo tanto es importante resaltar, las contribuciones y avances en el
desarrollo y aplicación de estrategias que favorezcan la práctica educativa,
para lo cual los docentes deben generar ambientes emocionales positivos
que faciliten el aprendizaje y la seguridad de los estudiantes.
Demostrándoles con sus acciones, respeto y escuchando interesadamente
situaciones no sólo académicas, sino también personales que le pueden
ayudar aclarar dudas e inquietudes.
A continuación se describen algunos aportes de diversos autores como:
Filella (2010), quien manifiesta que existen muchas actividades para
fomentar las competencias emocionales entre ellas la lectura, donde se
proponen actividades como resúmenes, dibujos, esquemas y otros
relacionados con la misma. Sobre la misma idea Fredrickson (2005), indica
que se puede utilizar películas que provocan diferentes emociones, en el
caso de las positivas, se mejora la atención o el pensamiento global. Otros
estudios recientes demuestran que los niños con bajo rendimiento académico
se motivan más si las actividades de aprendizaje les resulta divertidas, como
puede ser en el caso de juegos o actividades artísticas (Hardimann, 2012, p.
21).
Otros aspecto a mencionar y que está comprobado, es que conseguir el
llamado ratio, una proporción de 3 a 1 entre emociones positivas y negativas,
tiene efectos beneficiosos a nivel social o mental y que esa predominancia de
pensamientos o interacciones positivas es importante en las relaciones
familiares, laborales y por supuesto, en las educativas (Fredrickson, 2009).
Desde el punto de vista de autores como: Gerver (2012), Vaello (2011),
Forés y Ligioiz (2009), se concretan otras estrategias a utilizar: (Ver Cuadro
3).

20
Cuadro 3
Desde el Desde el uso de Desde la presentación de los Desde el rol docente
contexto físico recursos didácticos contenidos
-Evitar o buscar -Procurar que en las -Introducir la clase con un -Transmitir seguridad en los
reducir al mínimo clases no sean la vista ejercicio de relajación o conocimientos y en el
el ruido externo al y el oído los únicos comenzarla comentando alguna desenvolvimiento como
aula como sentidos usados o sea situación positiva o relajante, de persona, su presentación
tránsito, gritos, favorecer el esta forma se favorece la deberá ser prolija.
música, recreo, aprendizaje disposición hacia el aprendizaje. -Transmitir el placer que implica
partido de fútbol. multisensorial. -Evitar usar el estilo expositivo aprender de esta forma se
-En caso de -Buscar ser creativos con demasiada frecuencia. favorece esta actitud en sus
existir un ruido en las actividades de -Siempre favorecer la estudiantes.
externo distractor aprendizaje participación de los estudiantes -Ser sensible al desarrollo
inevitable, se procurando variar y durante la clase, en caso que social, emotivo, afectivo de los
puede recurrir a la emplear diferentes sea oportuno motivar a la estudiantes.
estrategia de estrategias, en discusión e investigación. -Estar atento a su estado
cambiar el aquellos temas que se -Dar sentido a los aprendizajes, emocional y al de los
volumen y ritmo presten para ello se mostrando al estudiante para estudiantes.
de nuestra voz puede recurrir a la qué sirve todo lo que se aprende -Estimular el buen humor
para captar la dramatización. en la escuela. significará cambios
atención de los -Cambiar de Platear tareas significativas y sustanciales, con elevación del
estudiantes. actividades en clase, relevantes para el estudiante, estado anímico del estudiante y
-Establecer la es un estímulo para el acorde a su mundo, sus docente, serán más creativos,
regla que al estudiante y ofrece la experiencias, intereses entre resolverán mejor los problemas
ingresar a clase posibilidad de otras; que favorezcan la y tomaran decisiones más
se apaguen introducir nuevas transferencia de lo que acertadas.
celulares, i-pod y demandas cognitivas. aprenden a diferentes -Estimular el sentido de
otros. -Favorecer cambios situaciones de su vida social. pertenencia al grupo de modo
-Procurar que el visuales en el color del -Usar el factor sorpresa de activar el aprendizaje como
salón de clase entorno de clase cambiando de actividades por una construcción individual y
sea siempre un variando carteleras, ejemplo introduciendo juegos o también colectiva.
lugar ordenado, usando gráficas realizando experimentos. -Buscar ayuda e información
limpio y que le coloridas, esquemas, -Indagar en las ideas previas de para gestionar lo mejor posible
resulte familiar y láminas ilustrativas. los estudiantes en las temáticas los conflictos que se dan en el
le transmita -En la pizarra usar a trabajar de forma de favorecer aula.
seguridad al colores diferentes, la construcción de nuevas -Evitar la frustración del
estudiante. destacando ideas con redes. estudiante, fomentar el deseo
-Realizar subrayado y --Presentar los contenidos de un logro y recompensarlo.
movimientos en la encuadrando lo clasificados, ordenados y -Favorecer un vínculo docente -
clase, por ejemplo importante. graduados según su dificultad estudiante de confianza, afecto
no situándonos -Realizar esquemas para evitar la presión y y respeto, procurar hacer
como docentes ilustrativos de algunos exigencia de tener que contacto visual con los
siempre adelante temas pues sirve para seleccionar la información estudiantes.
o variando la atrapar la atención y importante y además no -Procurar prescindir de
ubicación de los guía al estudiante en abrumar con exceso de intimidaciones para que se
bancos de los su aprendizaje. información. cumpla determinada tarea o se
estudiantes. Introducir el vocabulario nuevo exija una nota alta en el
en forma gradual para evitar el rendimiento.
aburrimiento por no entender el -Siempre considerar las tareas
vocabulario difícil. realizadas por los estudiantes,
-Es importante que los trabajos éste debe percibir que lo que
no sean muy extensos, es obtiene como producto es
preferible una tarea larga importante; con esto se
dividirla en varias de menor refuerza la autoestima.
extensión. -Fomentar el contacto social a
-Favorecer el trabajo grupal para través del trabajo grupal, de
estimular actitudes de trabajo en este modo se promueve una
equipo (compartir información y circulación de ideas, afectos y
recursos, ayudar a quien lo experiencias.
solicita, pedir ayuda cuando se -Cuidar el equilibrio emocional y
requiera y otras. el de los demás compañeros
docentes pues esta profesión,
es donde la relación emocional
con los estudiantes es una
relación compleja.

21
CONCLUSIÓN

A manera de conclusión, lo expuesto lleva a reflexionar sobre la


práctica pedagógica del docente, en función de la neurociencia y su aporte e
implicación en la educación. Debido a que cuando el docente conoce,
aprende y se adapta a los nuevos enfoques que se generan hoy día, y al
aplicar estos principios neurobiológicos que rigen el funcionamiento cerebral,
su maduración cognitiva y emocional, tiene en sus manos un recurso
excelente para diseñar su praxis, ya que puede identificar ritmos y estímulos
de aprendizaje, modalidades madurativas en sus estudiantes, eligiendo los
sistema de representación adecuados a las necesidades y características de
sus estudiantes de manera eficiente y eficaz, con garantía de óptimos
resultados.

De la misma, guía y orienta al docente en la detención de necesidades


educativas especiales, bases del desarrollo cognitivo-afectivo y la influencia
que ejerce el contexto en su enriquecimiento y potenciación, provee también
de herramientas para detectar los talentos de cada estudiante y la
oportunidad de potenciarlos de forma armónica. Igualmente, si el docente
sabe cómo funciona el cerebro y la diversidad de memorias que hay en el
aula de clase, pueden elaborar diversidad de materiales y estrategias
educativas que ayudan al estudiante en su formación integral.
También, el docente puede construir situaciones hipotéticas con la
finalidad de que el estudiante busque alternativas para dar solución al
problema desde diferentes maneras y enfocándolo desde decisiones
acertadas en pro de mejorar el aprovechamiento académico. De acuerdo con
Colón (2003), la implicación educativa en los procesos de enseñanza y
aprendizaje tienen un papel fundamental en las emociones, las cuales
aumentan la capacidad del cerebro para consolidar el nuevo aprendizaje, de
forma que el cerebro tiene recuerdos y aprendizajes positivos cuando la

22
experiencia de aprender algo nuevo induce a cierto estado de emoción.
(p.87)
En efecto para que se dé el aprendizaje en las aulas de clases se debe
proveer de un clima emocional positivo, necesario para que exista un
ambiente educativo relajado, agradable e idóneo, de respeto mutuo entre
estudiantes, docente y estudiantes, padres y personal de la institución. Esto
genera en ellos confianza en sí mismos y en los demás, les permite
demostrar sus talentos, habilidades y capacidades de acuerdo a las
necesidades que presente. Además estará enriquecido por experiencias
positivas para obtener gratas emociones que satisfagan el placer y las ganas
de aprender.

Gracias Universo.
Que me has dado tanto
Por este cerebro
Con que aprendo tanto.

Autor: Luis H. Colón (2003)

SÍNTESIS CURRICULAR

Xiomara Rojas Bravo Cursando Doctorado en Educación (UPEL-IPC), (En


proceso de culminación de tesis), Magíster en Educación Mención
Orientación (UPEL-IPC), Profesora de Educación Especial Mención
dificultades del Aprendizaje (UPEL-IPC), Maestra de Educación Especial
Mención dificultades del Aprendizaje (UPEL-IPC). Actualmente es Docente
Asistente en la UPEL – IPC, adscrita al Departamento de Pedagogía, en la
cátedra Orientación Educativa, miembro del Comité Editorial de la Revista
Gaceta de Pedagogía, Autora de investigaciones y publicaciones en el área
de Orientación y Educación. Miembro activo de la Línea de Investigación
Desarrollo del Talento Organizacional (LIDTOR). Organizadora, Asistente,
Forista y Ponente en Eventos de Investigación de carácter Nacional e
Internacional. Tutora y Jurado en Trabajos de Especializaciones y Maestrías.
Contactos: xiomararojasipc08@hotmail.com

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