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1. SALMO 127 (Sal.

127:3-5)
2. 13:12 Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser
la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con é
3.
4. Te salieron muy buenos tus hijos?
5. Los padres tendremos a los hijos que nosotros mismos formamos
6. Un canto para la familia
7.
8. 1. Dios, como el Fundamento del hogar.
9.
10. UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL PASADO (127:3
11. 2º TENGAMOS UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL PRESENTE (127:4).
12. 3º TENGAMOS UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL FUTURO (127:5).
13.
14. Que los sepa la generacion venidera. Sal. 78
15. Hijos son bendicion y no maldicion
16. Herencia y recompensa
17. Saetas en manos del valiente guerrero
18. Mi aljaba esta llena
19.
20. INTRODUCCIÓN:
21.
22. Como padres, somos responsables en la conducción y formación de nuestros hijos.
23. Hay una tarea que es ineludible.
24. Hay una responsabilidad que no es transferible a nadie más.
25.
26. Como padre tengo que reconocer mi trabajo en hacer de mi hijo un hombre o una mujer que no se
avergüence de mí cuando tenga que dar cuenta de su conducta y de su formación.
27. Hijo, ¿estás contento con el padre que Dios te dio, o preferirías que él te hubiese asignado otro?
28. Hoy hablaremos de la deferencia especial que tiene Dios para los hijos, a quienes reconoce como su
“herencia”.
29.
30. El salmista escribió muchos años antes, lo que después Jesús mencionaría como algo muy apreciado
para él, cuando dijo: “Dejad a los niños venid a mí y no se los impidáis porque de los tales es el reino de
los cielos” (Luc. 18:16).
31. De modo que es un asunto muy serio y de mucha estima cada hijo para el Señor.
32. Esto plantea un enorme desafío para los que nos hemos titulado como padres.
33.
34. Los hijos no nos pertenecen.
35. Nos han sido prestados para que los eduquemos, pues los mismos son pertenencia divina.
36. ¿Se había puesto a pensar en las implicaciones de cuidar esta herencia?
37. ¿Se había dado cuenta que usted lo es un mayordomo de su familia y que un día tendrá que dar cuenta
a Dios de lo que hizo con esa mayordomía?
38.
39. I. LOS HIJOS NOS FUERON DADOS COMO UNA ADMINISTRACIÓN DIVINA
40. 1. Es la herencia de Jehová.
41. son para Dios un asunto muy serio y muy importante.
42. Dios no escogería cualquier herencia para hacerla suya, a menos que la considere en su valor y en su
propósito.
43. De modo que si los hijos son su herencia, la responsabilidad que tenemos como padres en su
formación física, emocional, profesional y espiritual es muy grande.
44.
45. Considere lo que sentencia este imperativo bíblico: “Porque si alguno no provee para los suyos, y
mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Tim. 5:8).
46. ¿Qué tal está la “herencia de Jehová?” ¿Cómo la estamos cuidando?
47.
48. 2. Es una herencia no transferible.
49. Hay una responsabilidad no transferible en esta herencia.
50. Como padres somos la cabeza del hogar.
51. Nos guste o no este papel, eso es el orden dejado por Dios.
52.
53. Es cierto que algunas veces la mujer ha tenido que hacer la función de padre, debido a la ausencia del
mismo en el contexto del hogar.
54. Pero esto es una excepción, no la regla.
55. De modo que el padre no puede transferir esa responsabilidad a nadie.
56.
57. Él es una especie de sacerdote para su familia.
58. El ejemplo de Job nos ilustra la importancia de esta tarea, tan única y tan especial para todos los que
nos llamamos padres.
59. De él se dice que se levantaba muy de mañana a ofrecer sus sacrificios a Dios por cada uno de sus
hijos (Job 1:5).
60.
61. Reconocemos que muchas veces no *****plimos este rol con nuestros hijos.
62. Pudiera haberse quedado en nuestra mente la idea de que nuestra responsabilidad mayor es la de
un proveedor, pero no la de un intercesor.
63. En el caso de Job se *****plían ambas funciones.
64.
65. Es una herencia que puede arruinarse.
66. En la Biblia tenemos el triste ejemplo de un padre a quien se le entregó esta herencia, pero que
irresponsablemente la arruinó. (1 Sam. 3:19).
67. Vivió para servir a otros pero no vivió para servir a sus hijos.
68.
69. Atendió los hijos de otros, pero no atendió a sus propios hijos.
70. Llegaron a estar con él en la adoración, pero no tenían conocimiento de Jehová.
71. Estaban en la casa del Señor pero estaban perdidos para el Señor de la casa.
72.
73. ¡Qué tragedia! ¡Qué pena!
74. Perdidos en el mismo lugar donde podían salvarse.
75. Don Miguel de Cervantes, en su genial obra “Don Quijote”, escribió: “Los hijos, señor, son pedazos de
las entrañas de sus padres, y así se han de querer o buenos o malos que sean, como se quieren las
almas que nos dan vida; a los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud,
de la buena crianza y de las buenas y cristianas costumbres, para que, cuando grandes, sean báculo
de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad” (Pág. 2a, cap. XVI).
76. No arruinemos este tesoro divino.
77.
78. II. LOS HIJOS NOS FUERON DADOS PARA MODELAR SUS CONDUCTAS
79. En este salmo no sólo vemos el derecho de propiedad que Dios se confiere así mismo con los hijos,
sino que llega a considerar como “cosa de estima el fruto del vientre” v.3b.
80. Si la humanidad leyera más este texto no morirían tantos niños antes de nacer.
81.
82. Es una pena tan grande que el fruto del vientre despierte en Dios grande admiración, mientras que
muchas madres los aborten sin ninguna estimación.
83. Entonces, ¿qué debemos hacer con ellos?
84. ¿Cuál es nuestro papel como padres frente aquello que es tan estimado para Dios?
85. ¿Cuál es la parte que debemos dar?
86.
87. 1. Somos llamados a modelar nuestros hijos con el ejemplo.
88. Sin duda que los padres somos los primeros maestros de nuestros hijos.
89. Esos “pedacitos” de vida que llegan a nuestras manos van imitando nuestro comportamiento.
90.
91. Ellos son capaces de reproducir en sus pequeñas vidas actitudes y hábitos que fueron viendo en la
“escuela del hogar”.
92. Mamá, ¿por qué los imbéciles sólo salen a la calle cuando papá maneja el automóvil?”
93. Recordemos que estamos reproduciéndonos en esa “herencia estima de Jehová”.
94.
95. Es una contradicción pedirle a los hijos que hagan lo que nosotros no practicamos.
96. En nosotros no se puede aplicar el dicho, “haced como yo os digo, pero no como yo hago”.
97. Como sea reproducimos en nuestros hijos una “copia fiel” de lo que somos.
98.
99. 2. Somos llamados a modelar a nuestros hijos por medio de la corrección.
100. Creo que nuestras sociedades han ido de un extremo a otro. Para los que nos formamos en países
donde la corrección y la disciplina en el hogar se lograba a “punta de látigo”, los maltratos y las
vejaciones que esto pudo ocasionar en la vida de los hijos, puede ser recordado como una época que
no debería volver,
101. sobre todo cuando se compara con el mundo en el que vivimos hoy.
102.
103. Pero el extremo de dejar sin castigo o disciplina al hijo, especialmente en sus primeros años de
crecimiento, está convirtiendo a nuestra sociedad en un escenario peor que el que nos ofrecieron
nuestros abuelos.
104. El concepto de la sicología moderna que sostiene una disciplina sin la corrección física, no sólo es
contrario a lo que la Biblia nos recomienda, sino que es la causante de la formación de hijos soberbios,
desobedientes y hasta delincuentes en el seno de la misma familia.
105.
106. “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Prov.
13:24).
107. La sicología nunca podrá ser mejor maestro para modelar conductas que la Biblia misma.
108. Yo soy amigo de la sicología, pero en materia de formación familiar, ella, no puede estar por encima
de la palabra inspirada.
109.
110. 3. Somos llamados a modelar a nuestros hijos por medio del amor.
111. Todas las cosas que podamos dar a nuestros hijos son buenas, pero ninguna superará al amor.
112. Hay hijos que desesperadamente quieren sentir y escuchar un “te amo” y un “te quiero” por parte de
sus padres.
113. Es cierto que a veces nuestra propia crianza, donde nuestros padres no nos demostraron sus
afectos, pudiera ser una barrera para dar a nuestros hijos nuestros sentimientos.
114.
115. Pero también es cierto que cuando conocimos en el amor de Cristo, el mismo nos hizo distintos;
116. de modo que aun nuestra parte afectiva fue cambiada para relacionarnos mejor con nuestros hijos.
117. Nunca será tarde para que le digamos y le demostremos a nuestros hijos cuanto les amamos.
118.
119. III. LOS HIJOS NOS FUERON DADOS PARA UNA DEFENSA FUTURA
120. Por seguro que el guardar una herencia siempre tiene sus recompensas.
121. Es curioso que a nuestros hijos se les compare como “flechas” defensoras.
122.
123. ¿Qué hay detrás de estas palabras del salmista?
124. ¿De qué nos estaba hablando cuando menciona esto en el mismo contexto de la “herencia de
Jehová”?
125. La verdad es que los padres no formamos a nuestros hijos para luego sacar provechos de ellos.
126.
127. Pero una cosa es muy cierta, los hijos que tienen un corazón bondadoso y agradecido serán como
“flechas” para sus padres en alguna etapa de su vida.
128. Abundan muchos testimonios de la continua “defensa” que hacen los hijos a favor de aquellos viejos
por quienes ellos vinieron al mundo.
129. Sabemos de hijos que se han hecho cargo de sus padres cuando ya la fuerza de estos perdió la
lozanía de la vida.
130.
131. El cuidado de esa herencia “habida en la juventud” puede tener dividendos a largo alcance.
132. Un hijo bien formado será un hijo bien agradecido.
133. ¿Ha oído alguna vez a sus hijos decir, “el que te haga algo a ti tendrá que vérselas conmigo?”
134.
135. ¿Qué está tratando de comunicar realmente el hijo cuando se expresa de esa manera?
136. Como padres somos refugios seguros para nuestros hijos.
137. Algún día los hijos serán refugios seguros para sus padres.
138. Nos conviene cuidar celosamente esta herencia que hemos recibido de Dios.
139.
140. IV. LOS HIJOS NOS FUERON DADOS PARA EL GOZO DE NUESTRAS VIDAS
141. El salmista después de usar la figura de la “saeta”, menciona también la “aljaba” que era una
especie de caja o recipiente donde eran colocadas las flechas.
142. De manera que si el uso de la flecha era importante, también lo era la aljaba donde ellas eran
guardadas.
143.
144. El saber que se contaban con suficientes flechas para cuando arreciara la batalla traía un sentido
de confianza.
145. Note que el salmista usa el término “bienaventurado”, lo cual equivale a dichoso, feliz, alegre, etc.
146. El hombre puede llenar su vida de muchas cosas, tales como: profesión, fama, dinero, diversión y
muchos bienes;
147.
148. pero ninguna puede darle más satisfacción que llenar su “aljaba” con hijos.
149. Los hijos como “plantas crecidas en su juventud”
150. las hijas “como las esquinas labradas como las de un palacio”, según el salmo (144:12), constituyen
el gozo de los padres.
151.
152. Los hijos no debieran ser un “dolor de cabeza” ni una “mancha” de vergüenza en la vida de los
padres.
153. Y aquí tenemos que reconocer que si los hijos no son el gozo de nuestra vida ahora, se debió a mi
fracaso como padre en el tiempo de su formación.
154. Es cierto que hay hijos que aun habiendo sido formados bajo el liderazgo de un varón de Dios
llegan a ser una pena para sus padres, pero esto no es la norma para resultados semejantes.
155. En todo caso, la tristeza y la pena que un padre tenga por su hijo fue su propia contribución.
156.
157. Pero no es tarde para rectificar.
158. El camino de la reconciliación, perdón y regreso está abierto desde el momento mismo que nuestro
Señor Jesucristo murió y resucitó por nosotros.
159. Hoy es propicio el día para que padres e hijos se reconcilien si este fuere el caso.
160.
161. Nuestros hijos no debieran ser una mala referencia en nuestras vidas.
162. Pero si debieran ser el gozo de nuestras almas. ¿Qué son para ti tus hijos?
163. ¿Una canción de gozo para tu vida, o un aguijón que espolea tu conciencia?
164.
165. CONCLUSIÓN:
166. Es una cosa muy grande saber que nuestros hijos son una “herencia divina”.
167. Eso nos habla mucho de la deferencia que Dios tiene para criatura alguna.
168. Pero si esto es grande, la responsabilidad que tenemos nosotros, a los que se nos ha dado la
comisión de ser padres, es muy grande también.
169.
170. Los hijos no nos fueron dados como una propiedad para disponer de ellos, como bienes que
pueden ser gastados o invertidos.
171. Dios nos los dio para administrarlos y moldearlos, de modo que con ello nosotros fuéramos
bendecidos.
172. Pero sobre todas las cosas, los hijos nos fueron dados para ser el gozo de nuestra vida.
173.
174. Padre, ¿es usted un hombre feliz con sus hijos? Hijos,
175. ¿son ustedes felices con sus padres? Recordemos que: “Herencia de Jehová son los hijos…”
176.
177. LOS HIJOS SON DONES BENDITOS DE DIOS
178.
179. Los padres tendremos a los hijos que nosotros mismos formamos.
180. los padres tienen enorme influencia en sus hijos y son, en cierta medida, responsables del cauce que tomen sus vidas.
181. los patrones de conducta que los padres enseñen serán determinantes sobre la directriz de sus hijos.
182.
183. Durante la infancia, todo lo que perciben en el hogar, quedará profundamente marcado en sus vidas y su influencia
durará toda la vida”.
184. “Children see, children do”; que muestra como los niños imitan incondicionalmente todo lo que hacen y les enseñan sus
padres.
185. La sabiduría popular lo dice: “De tal palo, tal astilla” o “Hijo de tigre, tigrito”.
186.
187. La misma Palabra de Dios lo dice: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
(Proverbios 22:6).
188. Nuestro pasaje nos invita a tener una triple visión acerca de nuestros hijos. Una visión hacia el pasado; una visión hacia
el presente y una visión hacia el futuro.
189. Meditemos juntos en este hermoso pasaje y consideremos como en todo tiempo, pasado, presente o futuro, herencia de
Jehová son los hijos.
190.
191. 1º TENGAMOS UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL PASADO (127:3).
192.
193. Nos invita a pensar que los hijos son un regalo de Dios.
194. Que tenemos que recordar que no nos hicimos nosotros a nosotros mismos, que ÉL es el Creador y Quien ha dado vida
a cada uno ellos.
195. Dios se ha hecho cargo desde un principio, desde el momento de la concepción, la cual también es obra divina;
196.
197. asimismo durante la gestación y posteriormente en el alumbramiento, Dios ha participado en todo esto, paso por paso.
198. La Palabra de Dios dice que Dios interviene en todo el proceso de vida de un hijo: “” (Salmo 139:13-16).
199. Y luego, cuando nace, ese bebé es un regalo de Dios.
200.
201. Es alguien que debe amarse, debe tenerse en alta estima, de apreciarse en toda su plenitud. 
202. Pero cabe una pregunta aquí: ¿Para qué el Señor nos entrega tan preciado tesoro? 
203. Para que lo formemos, lo instruyamos, lo preparemos.
204.
205. Somos mayordomos de Dios y como tales un día daremos cuenta de nuestra paternidad al Creador.  T
206. enemos que darnos cuenta que al ser padres no somos mayordomos de bienes materiales, no somos administradores de
metales preciosos o piedras preciosas; ni siquiera de enormes riquezas;
207. sino que están a nuestro cuidado vidas hermosas que son nuestros hijos e hijas y ellos son más valiosos que toda fortuna.
208.
209. Dios nos ha confiado su gran herencia. Almas preciosas que debemos dirigir. 
210. Es pues, nuestro santo deber, buscar la mejor forma de formar a nuestros hijos. 
211.
212. Debemos orar como los padres de Sansón: “Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la
manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?” (Jueces 13:12).
213. Ellos pidieron a Dios su guía.
214.
215. 2º TENGAMOS UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL PRESENTE (127:4).
216.
217. “Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud”. 
218. Es muy interesante ver que el salmista compara a los hijos con saetas o flechas. 
219. Esto nos invita a considerar el tiempo presente, nos mueve a pensar que debemos aprovechar al máximo el tiempo que
pasamos con ellos.
220.
221. La idea al equipararlos con flechas nos da al menos dos enseñanzas:
222. (1) Que hay un tiempo en que nosotros les podemos dirigir.
223. (2) Una vez que han salido es imposible dirigirles.
224.
225. El enfoque, el apunte, el blanco hacia donde deben ir lo definimos el día de hoy. 
226. ¿Hacia dónde estamos dirigiendo a nuestros hijos? 
227. Permítanme contarles acerca del profeta Samuel.
228.
229. Él estuvo bajo el cuidado de su madre un tiempo relativamente breve;
230. pero ella aprovechó cada momento, cada situación, cada circunstancia para instruir a su hijo en la fe en el Dios Vivo.
231. Y Samuel fue:
232.
233. (1) Un gran varón de Dios, el único que en el Antiguo Testamento cumplió un triple ministerio: Juez, sacerdote y
profeta.
234. (2) Un hombre poderoso en la Palabra de Dios. Se dice de él lo que de ningún otro, que “... Jehová estaba con él, y no
dejó caer a tierra ninguna de sus palabras” (1 Samuel 3:19).
235. (3) Un hombre poderoso en la oración, príncipe de la intercesión.
236.
237. Me llama mucho la atención que aproximadamente 570 años después de su muerte, según Jeremías 15:1, el mismo Dios
lo recuerda, juntamente con Moisés, como un paladín en la oración a favor de su pueblo.
238. (4) Samuel también fue un maestro y hacedor de reyes. Saúl y David fueron formados bajo la disciplina y enseñanza de
este hombre.
239. (5) Asimismo, también fundó una escuela para profetas la cual funcionó cerca de quinientos años.
240. ¿Qué formación les están dando a sus hijas?
241. No olviden que el departamento de la Sociedad Auxiliar de Niñas es una herramienta útil en esto.
242. Les invito a hacer el esfuerzo y traerlas puntual y fielmente. Será de bendición.
243.
244. 3º TENGAMOS UNA CORRECTA VISIÓN HACIA EL FUTURO (127:5).
245.
246. : “Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la
puerta”.
247. El escritor sagrado nos invita a mirar al futuro.
248. Nos conmina a no ser avergonzados cuando lleguen los enemigos, las calamidades, los problemas. 
249.
250. Hoy muchos padres se avergüenzan de sus hijos, de la forma en que se conducen, de los caminos en que andan, de la
manera en que hablan, de lo que hacen, etc. 
251. Pero lo que venga mañana, será inexorablemente fruto de lo que hacemos hoy. 
252. Si como padres, consentimos a nuestros hijos, les pasamos todos sus errores, les apapachamos sus caprichos, les
consentimos demasiado, entonces ellos traerán vergüenza a nuestra vida en un futuro cercano. 
253.
254. Así lo dice la Biblia: “La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre”
(Proverbios 29:15). 
255. Tengamos cuidado en la forma que estamos criando a nuestros hijos e hijas.
256. Es posible que les estemos amando inapropiadamente, con un amor mal entendido. 
257.
258. Pero, ¿Es posible amar mal a nuestros hijos?
259. Sí. Cuando les sobreprotegemos. 
260. La Biblia nos habla de Rebeca que amó mal a su hijo Jacob y lo mal aconsejó.
261.
262. También el mismo Jacob amó mal a su hijo José y lo hizo odioso a los ojos de sus hermanos.
263. Elí amó mal a sus hijos Ofni y Finees y les solapó su maldad. 
264. Proverbios 19:26 habla de hijos que causan vergüenza y acarrean oprobio. 
265.
266. ¡Que el Señor encamine nuestro corazón para tener una correcta visión acerca de nuestros hijos
267. y ÉL nos ayude a dirigirlos como es su voluntad!
268. ¡Así sea! ¡Amén!
269.
270. Una Ciudad sin Dios!
271. Una Familia sin Dios!
272. Una Iglesia sin Dios!
273. Un Ministerio sin Dios! Eclesiastés 4:12
274.
275. Eso es precisamente lo que el Escritor del Salmo nos trata de decir, que el hombre no
debe de atreverse a hacer ningún esfuerzo en la vida para hacer algo para Su Reino si Dios no
estuviera con El.
276. Parece que éste es uno de los 2 Salmos que se le atribuyen a Salomón.
277. El Salmo se escribe previo a la construcción del Templo.
278.
279. Tener una ciudad Hermosa es una bendición de Dios,
280. tener una familia es una bendición de Dios,
281. tener una Iglesia es una bendición de Dios, ser parte de un ministerio es una bendición de
Dios;
282. nuestros esfuerzos no pueden llegar a alcanzar la forma tierna en que Dios nos quiere
bendecir al rodearnos de todo ésto.
283.
284. El Salmo habla de los que edifican la ciudad y los que cuidan la ciudad;
285. pero hace un énfasis en que el hombre no debe de centrar sus esperanzas en sus
habilidades de construír sino en Dios, no en el poderío de sus vigilantes sino en Dios.
286. Algo que no debemos de olvidar los líderes eclesiásticos es:
287.
288. - Debemos predicar la Palabra de Dios y NO nuestras ideas
289. - Somos representantes NO la autoridad
290. - Somos mensajeros NO somos el mensaje
291.
292. - Somos sembradores y NO la semilla
293. - Somos administradores y NO los propietarios
294. - Somos lectores de la Biblia NO los autores
295. - Somos meseros NO los cocineros
296.
297. CUANDO ENTENDEMOS ESO… SOLAMENTE NOS DEJAMOS USAR POR DIOS Y NO
USAMOS A DIOS PARA LOGRAR NUESTROS OBJETIVOS.
298. 1.- Si Jehová no edificare la casa: Salmo 127:1a
299.
300.  Los estudiantes de nuestro seminario han escuchado ésto por muchos años:
301. Si Dios no te ha llamado, no te metás… pero Si Dios te ha llamado, no te salgás”
302.  Si Dios te abrió la boca para predicar, el diablo te la va a querer cerrar… pero si
el diablo quiere usar tu boca para predir, Dios te la va a cerrar.
303.
304.  En otras palabras… No inicie nada si Dios no está allí
305.  NO inicie un noviázgo, un matriomonio, una relación, una Amistad, un negocio en
donde usted puede presenter que Dios no está allí.
306.  Lo mismo en la Iglesia.. NO demos inicio a nada si no está Dios – Hechos 5:38-39
307.  NO dejemos nada a medias si Dios nos está diciendo que sigamos.
308.
309. 2.- En vano… Salmo 127:1b
310.
311.  Ningún esfuerzo valdrá
312.  Ninguna habilidad servirá
313.  Ninguna creatividad será efectiva
314.
315.  Tenemos que aprender a Depender de DIOS
316.  Recuerde que construír el Templo no fué una idea de David ni de Salomón, fué una
idea de Dios y El los usó a ellos para que lo edificaran.
317.  Esta iglesia no es producto de la idea de ninguno de nosotros, es un plan de Dios para
ésta región… nosotros solamente somos SUS SIERVOS. Lucas 17:10
318.
319. 3.- Herencia de Jehová son los hijos: Salmo 127:3-5
320.
321.  Nuestros hijos no son marranitos de engorde para que los podamos explotar después.
322.  Por otro lado, nuestros hijos no son un estorbo para realizar caprichos en la vida
323.  Son un regalo de Dios y una herencia que debemos de cuidar
324.
325.  Existe un dicho judío: Los niños tienen 3 padres: Papá, Mamá y Dios.
326.  BIEANAVENTURADO EL HOMBRE que llenó su aljaba de ellos
327.  Son su mejor arsenal para enfrentarse a las batallas de la vida
328.
329.  Son la oportunidad de poder extendernos en sus vidas y que vean que sus padres
aman, siguen y sirven a Dios, para que cuando nosotro no estemos, ellos lo hagan y lo
compartan también con sus hijos.
330.
331. “HE AQUÍ, HERENCIA DE JEHOVÁ SON LOS HIJOS; COSA DE ESTIMA EL FRUTO
DEL VIENTRE. COMO SAETAS EN MANOS DEL VALIENTE SON LOS HIJOS…
BIENAVENTURADO EL HOMBRE/MUJER QUE LLENÓ SU ALJABA DE ELLOS”. (Salmos
127:3-5)
“LOS HIJOS SON CARTAS VIVAS QUE QUEDAN COMO EVIDENCIA AL FUTURO, DE
QUE EL PASADO HA TENIDO CIERTO GRADO DE CONTRIBUCIÓN”.
1. LAS FLECHAS DEBEN SER ESCULPIDAS FORMADAS, MOLDEADAS Y AFILADAS:
Las flechas pasaban por todo un proceso, para poder ser utilizadas; debían ser probadas y
comprobadas en su calidad, eran esculpidas a mano en madera resistente y sus puntas de
acero afiladas y trabajadas hasta un acabado perfecto.
Esto equivale a invertir en la formación de nuestros hijos y no me refiero solo a lo material,
lo cual no deja de ser importante, sino a que se levanten:
a) Padres valientes para formarlos en valores y moral; convertirlos en ciudadanos de
bien. En una sociedad tan carente de principios, esto es imperioso.
b) Padres lo suficientemente valientes como para intervenir en el carácter de sus
hijos, y enseñarles a llamar a lo malo, “malo” y a lo bueno, “bueno”.
c) Padres valientes, dispuestos a invertir tiempo con sus hijos y transmitirles
ejemplos de vida. Ej. Yo les digo: “no se miente”, pero alguien llama y les digo: “dile que
no estoy”; les digo: “no se maltrata a los demás”, pero ellos escuchan peleas constantes
entre sus padres, les digo: “sean responsables”, pero ellos ven que por cualquier motivo yo
falto a mi palabra.
En verdad, es como yo vivo y lo que yo hago y no los consejos que les doy, lo que
esculpirá el carácter de mis hijos. Ellos perciben mi mensaje de “haz lo que yo digo y no
lo que yo hago” y su respuesta a este proceder es “tus hechos hablan tan alto que no
me permiten oir lo que dices”.
Debemos ser coherentes en el mensaje que enviamos a nuestros hijos.
2. LAS FLECHAS DEBEN SER TRANSPORTADAS Y CARGADAS:
Los valientes transportaban aljabas que pesaban entre 70 y 120 kilos, no en balde David
comparaba a los hijos con flechas.
Muchas veces, la carga es extremadamente pesada, sobre todo cuando hay un solo
valiente en la casa para cargarlas (por ejemplo, una madre sola para llevar todo el peso del
hogar). Ej. La mamá de San Agustín fue una mujer que, por mucho tiempo, debió cargar el
peso de un hijo borracho, vividor, mujeriego e irresponsable. Un día, ella fue a hablar con el
sacerdote y él le dio unas sabias palabras: “¡Mujer, no puede perderse el hijo de tantas
lágrimas!”.
Nuestros hijos necesitan de nosotros, necesitan saber que los amamos y oramos por ellos,
pase lo que pase.
Habrá veces en las que tendremos que cargar con vergüenza por cosas que han hecho y
nos dejan mal, o también habrán veces en las que cargaremos con sus fracasos y sus
dolores.
Los padres tenemos un don especial dado por Dios que es el don de los abrazos.
Tal vez no podremos ahorrarle todas las experiencias dolorosas que les deparará la vida,
pero en esos momentos podemos ABRAZARLOS y decirles: “Estoy a tu lado, ¡puedes
contar conmigo para ayudarte a llevar tu dolor hijo mío!”.
Cargarlos es amarlos y darle la seguridad de que son sostenidos por los seres que más los
aman en esta vida; es darles un sustento, una base en la vida, y esto generará personas
tremendamente estables y capaces de llevar adelante grandes proyectos y alcanzarlos,
porque han sido criados con una estructura emocional que los sostendrá y mantendrá
seguros por el resto de sus vidas.
3. LAS FLECHAS DEBEN SER SOLTADAS Y LANZADAS:
Nunca olvidemos que nuestros hijos no son nuestros hijos.
El escritor Libanés Gibran Khalil Gibran, escribió en su Libro “El profeta”:
“Y una mujer que llevaba un niño apretado contra su pecho dijo:
Háblanos de los niños.
Y el profeta dijo: Nuestros hijos no son nuestros hijos.
Son hijos e hijas de las ansias de la vida por perpetuarse.
Llegan a través de nosotros, más no son realmente nuestros.
Y aunque están con nosotros no nos pertenecen.
Podemos darles nuestro amor, pero no nuestros pensamientos,
porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podemos albergar sus cuerpos, pero no sus almas,
porque ellos viven en la mansión del mañana,
que nosotros no podemos visitar ni aún en sueños.
Podemos, si mucho, parecernos a ellos, pero no tratemos
de hacerlos semejantes a nosotros.
Porque la vida no retrocede ni se estanca en el ayer.
Somos los arcos para que nuestros hijos, flechas vivientes,
se lancen al espacio. El arquero ve la marca en lo infinito,
Y es él quien los doblega con su poder, para que sus flechas
partan veloces a la lejanía.
Que el doblegamiento en manos del
arquero sea nuestra alegría; porque Aquel que ama a la flecha que vuela,
también ama el arco que permanece.
La pregunta que debe quedar en mi mente es ¿Dónde están mis flechas? Y si tus flechas
aún no han sido lanzadas, asegúrate de dar en el blanco correcto.
Debemos orar por las flechas de esta generación; aquellas que han sido lanzadas a las
calles o las drogas, a la delincuencia. Flechas que se rompieron en la misma aljaba del
valiente, y fueron golpeados en sus mismos hogares, pero para esta tarea tan alta y noble,
que es la de ser Padres, nosotros contamos con el mejor de los Maestros que es “Jesús”.
El te ama tanto a Ti, como a ese bebé que está creciendo dentro del vientre, o a los hijos
que Él te dio. Él te conoce tanto como lo conoce a él. (Salmo139:13-17). Él sabía todo lo
que necesitabas antes de que nacieras, como lo sabe de cada uno de nosotros, de cada
uno de nuestros hijos.
Él sabe si fuimos flechas bien dirigidas o no, y Él tiene el poder de restaurarnos y volvernos
a lanzar para nuestro destino perfecto y darnos sabiduría para lanzar nuestras propias
flechas (nuestros hijos) en la dirección correcta.
Recuerda siempre:
“La sabiduría de Dios jamás faltará, a los padres que la buscan y anhelan con todo el
corazón”.
332.
333. Antes de los hijos ser nuestros pertenecían a Jehová. Dice la palabra que El versículo 4 de
este salmo nos habla de “como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la
juventud”, donde las saetas representan a los hijos y el valiente al Señor, sin embargo para
que las saetas sean efectivas necesitan de un buen arco, esto representan a los padres
terrenales. (Sal. 127:3-5).
334. En aquel entonces, cuando alguien iba a hacer un arco buscaba la mejor rama, la cual se
escogía de un árbol frutal que tuviera muchas frutas, debido a que su naturaleza de rama
fructífera la hacía ser flexible. Las flechas eran hechas seleccionando ramas rectas de
determinado grosor; las cuales se dejaban secar en el propio árbol, para esto les quitaban la
corteza de alrededor a fin de que no les pasara el alimento. Imaginen como se miraría esa
rama seca, ridícula a la par de las otras las cuales estaban verdes y bonitas, sin embargo las
personas que pasaban por el lugar al ver la rama decían: “!esta va a ser una flecha!”.
335. Luego estaba el proceso del tallado, la flecha tenía que ser perfectamente recta y redonda,
ya que si tenía alguna curvatura al tirarla se desviaría del punto exacto de destino. Por último
le ponían punta de bronce (luego fue cambiado por hierro) y pues era en la punta donde
estaba su fuerza y peso.
336. Nuestro carácter y relación como padres e hijos cristianos tiene mucha similitud con el
procesado y el uso del arco y la flecha, veamos:
337. Cuando las ramas comienzan a botar sus hojas y a perder su adorno externo:
338. Debemos tener cuidado, porque a veces hay ramas que comenzaron a botar sus hojas y a
perder su adorno externo, sin embargo aunque exteriormente se visualizan listas para el
proceso del tallado, interiormente continúan siendo ramas ridículas. Debemos reconocer que
nuestro valor está en lo de adentro, en Cristo.
339. Para que la flecha sirviera era puesta a escondidas en una aljaba, unida con otras flechas
(la familia). Hay personas que ya son flecha pero no se sienten parte de una familia (Sal. 68:6).
Debemos de congregarnos pues allí Dios bendice a su pueblo y manda buen óleo a su casa.
David nunca pidió construir un templo sino una casa, porque él se sentía hijo y tenía a Dios
como su padre.
340. Podemos tener la mejor flecha y el mejor arco pero siempre necesitaremos de un buen
blanco: Cuando ya tienes el blanco, llegó el momento de halar y también de soltar. Hay
momentos que el Señor nos enseña como padres a preparar a nuestros hijos dándole una
dirección, una fuerza, halarlos; pero hay momentos tenemos que soltarlos para que nuestros
hijos prosperen.
341. También el lanzamiento de la flecha conlleva un proceso: El lanzamiento se inicia con el
proceso de agarrar el arco, esto se hace con dos 2 dedos, el pulgar (fuerza) y el índice
(dirección). Luego, la flecha se hala hacia atrás por las plumas, su parte más débil, dándole
presión. Mientras más se hala la flecha más lejos llegará, así hace el Señor cuando nos va
enviar más lejos para su gloria.
342. El que tenga que soltar, suelte; el que tenga que sacar de la aljaba, saque; y el que tenga
que poner en el arco, ponga. El que tenga que estirar, estire y al que le toque soltar en el
nombre de Jesús suelte.
343. Un ejemplo bíblico de los arcos y flechas lo podemos ver en Génesis 49:22, Dios había
dado una promesa a José de que sus hijos, Manases y Efraín [1], atravesarían los muros, solo
que el diablo tergiversó éste propósito y los muros que atravesaron fueron los del pecado.
Llegaron sus hijos a ser dos tribus de Israel, y pasado el tiempo la tribu Efraín se desvió del
camino de Dios cometiendo más pecados que las otras tribus. Así nos pasa también hoy día,
donde hay padres que dicen: “pero mis hijos… Dios les dijo… Dios les prometió…sin embargo
ellos no quieren nada con Dios”. Pero yo te tengo una palabra: Lo que Dios promete lo cumple.
344. Ciertamente los padres podemos ver como el Señor cumple sus promesas dadas a sobre
nuestros hijos, “Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de
guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y
desde el río hasta los fines de la tierra. Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo
he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua. Volveos a la fortaleza, oh prisioneros
de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble..” (Zc. 9:10-12). En el idioma
de aquel entonces, “presos” quiere decir gente que conoció a Dios y se olvidó de El, y quiso
hacer su propio culto; cisternas sin aguas es religiosidad, son personas que han conocido a
Jesús pero se encuentran sumergidas en la religiosidad. Pero la promesa es que fuimos
sacados de allí y vueltos a fortaleza de nuestras vidas, “Jehová es la fortaleza de mi vida, de
quien temeré.”
345. Dice la palabra “Porque he entesado para mí a Judá, como arco, e hice a Efraín su flecha,
y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de
valiente” (Zc. 9:13). Judá significa Alabanza, y nos muestra que la alabanza no solo es un
instrumento de adoración sino también un arma poderosa, una espada de dos filos en sus
manos, que servirá para la lucha, la cual no es contra sangre ni carne, sino contra potestades
del maligno. En este versículo nos habla de un Efraín restaurado, hecho flecha, y las flechas
tenían que ser rectas, sin embargo Efraín había tenido una conducta torcida, y la promesa de
Dios a José fue que sus hijos atravesarían los muros pero no para ser torcidos sino rectos. Por
eso Dios dice: “Esos torcidos yo los pongo por flechas” y son puestos en el arco de Judá de la
alabanza, y serán utilizados poderosamente.
346. Cuando habla de despertar a sus hijos se refiere a aquellos hijos que se apartaron,
aquellos que están rebeldes , aquellos que aceptaron a Cristo pero están en el mundo o
teniendo vidas dobles, pero Dios ha prometido enderezarlos. Y termina diciendo: “…Y te
pondré como espada de valiente…”
347. “Cuando un padre es rama fructífera, las promesas le siguen, sin importar que tan torcidos
estén sus hijos.”

Cuando la palabra de salvación alcanza a un hombre, Dios


continúa ese plan a través de su familia.

Cynthia Alvarez

Dios Padre, desde el comienzo, traza un plan de redención sobre su creación caída y apartada
de él. Cuando la palabra de salvación alcanza a un hombre, Dios continúa ese plan a través de
su familia. Dios no termina su obra con la primera generación, sino que continúa a través de
ellas, pues Dios trasciende su plan de generación en generación, hasta el cumplimiento
perfecto de su voluntad. De modo que, tanto padres, como hijos y nietos, estamos involucrados
en llevar a cabo el sentir de Dios para el tiempo que nos toca vivir. Dios expresó su voluntad en
su Hijo.

¿Cuántos de ustedes se sienten separados de la fe de sus padres, o piensan que no tienen


nada que realizar en el plan de Dios?

Una joven llamada María

Quiero, a partir de una joven llamada María, contarles lo que Dios hizo, está haciendo y hará
con cada hijo de creyentes que se pone en las manos de Dios. En un mundo tan cambiante, él
sigue manteniendo incólume su propósito eterno.

En el tiempo antiguo, Dios prometió la venida de un Redentor. Sus profetas lo anunciaron


generación tras generación. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios miró desde los
cielos y halló una mujer, una mujer en cuyo cuerpo se formó este Redentor tan ansiado y
esperado (Gál. 4:4).

En Lucas 1:26 dice que el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen, para comunicarle lo
que sería el inicio de la salvación del mundo. Le dice: «¡Salve, muy favorecida! El Señor es
contigo; bendita tú entre las mujeres». Cuando ella lo vio, no entendía nada, y se preguntó:
«¿Qué significa este saludo?». El ángel continuó diciendo: «Has hallado gracia delante de
Dios, y concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Éste será
grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». «¿Cómo será esto?»
dice María, «pues no conozco varón». El ángel respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y
el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual el Santo ser que nacerá, será
llamado Hijo de Dios». Entonces María dijo: «He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo
conforme a tu palabra».

Desde ese día, María sufrió momentos muy especiales y difíciles. Junto a José tuvo que viajar
a Belén para ser censados (Lucas 2); su avanzado embarazo sufrió las inclemencias del viaje
pues no contaban con las comodidades que tenemos hoy. Debe haber sido un viaje durísimo,
con dolores y molestias típicas de un embarazo, pero lo más probable es que ella se fortalecía
en lo dicho por el ángel. «El Santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios», y continuó su
viaje. Llegando a Belén no hubo lugar para ellos en el mesón, y, acomodándose en un establo,
acogió a su hijo todavía en su vientre con dolores de parto, pensando: «Dentro de mi vientre
está el Hijo de Dios».

Otras madres también han concebido hijos para Dios

Así, muchas madres cristianas a través de las generaciones han concebido a sus hijos. Muchas
de sus madres les han concebido en esta pasión. En dificultades, escasez y enfermedad, se
han fortalecido en la fe, pensando: «Dentro de mí hay un hijo de Dios, que viene a dar
cumplimiento a la voluntad de Dios». Ellas han padecido situaciones extremas para que
ustedes, los hijos de hoy, sean lo que Dios les ha prometido, y den cumplimiento al propósito
por el cual Dios les ha traído.

Tal como el Hijo amado leyó en la sinagoga de Nazaret, diciendo: «El Espíritu del Señor está
sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a
poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor» (Lc. 4:18)

¿Alguno de ustedes puede tener tanta arrogancia en el corazón, como para pensar: «Yo no
tengo nada que ver con la fe de mis padres»? ¿Puede ser tan miope como para no darse
cuenta de que Dios ha estado presente transversalmente desde su concepción? Dios tiene un
propósito que cumplir contigo en esta generación. Dios necesita sembrar a sus hijos a través
de todo el mundo para libertar a esta creación caída que clama por su Redentor.

El Señor no va a mandar ángeles a libertarles; él te necesita a ti. A sus hijos grandes y


pequeños, con muchas capacidades o con pocas capacidades, pero sus hijos… sus santos
hijos.

Mientras el enemigo dice de este mundo: «Perseguiré, apresaré, repartiré despojos, mi alma se
saciará de ellos. Sacaré mi espada, los destruirá mi mano…» (Éx. 15:9), Dios quiere usarte a ti
para que escapen de su lazo, al anunciar libertad a los cautivos, el año agradable del Señor…
anunciar a Cristo nuestro Señor.

Saetas en mano del Valiente

El Salmo 127:3-5 dice de ustedes: «He aquí, herencia de Jehová son los hijos. Cosa de estima
el fruto del vientre. Como saeta en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos. No será avergonzado cuando hable con
los enemigos en la puerta».

Este salmo frecuentemente se lee cada vez que se presenta un hijo al Señor. En esta bendita
acción de fe, los padres de ustedes les dedicaron al Señor para que se cumpla su propósito en
ustedes. Allí se nos dice que ustedes son la herencia de Dios, que la concepción de ustedes es
de un precioso valor. Son como saetas en manos del valiente. Es decir, hijos con propósito,
hijos con destino en manos de un valiente.

¿Quién es un valiente? ¿El que huye de la batalla? ¿El que va al medio, o al final de los
escuadrones? ¿O más bien el que va al frente, el que arriesga, el que lo deja todo, el que
entrega su vida. Lo opuesto a un valiente es, sin duda, el cobarde, aquel al que llaman y dice:
«No, yo no». El que siempre tiene excusas, buenas excusas.

Gracias a Dios, hubo Uno que fue valiente en extremo y dijo: «Yo, yo iré, Padre; envíame a
mí». Tal vez se le dijo: «Te van a escupir, te maldecirán, te escarnecerán, te abandonarán».
«No importa, Padre, envíame a mí».

«El Valiente», sin duda, es Jesús. Es Jesucristo el Señor, quien asume las demandas de Dios.
Y ahora nosotros somos saetas en manos de Jesús. Ustedes son flechas en manos del
Valiente. Él es el Valiente, que en el poder de Dios va adelante en la batalla, con su aljaba llena
de hijos, hijos del Padre, buscando el blanco perfecto donde enviar a los suyos.

En Isaías 49:1b-3 dice: «Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre
tuvo mi nombre en memoria. Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de
su mano (igual que a María), y me puso por saeta bruñida, me guardó en Su aljaba, y me dijo:
Mi siervo eres… porque en ti me glorificaré».
Cristo fue la primera flecha del Padre, concebida por el Espíritu Santo, ungida por Dios para dar
buenas nuevas, para predicar el año agradable del Señor. Luego nosotros, en las manos del
Valiente –hijos en el Hijo– tenemos la misma unción del Santo, preparados en el carcaj del
Padre para dar un blanco certero, para ser enviados a donde el Padre ha puesto su mirada.

Cada uno puede pensar y recordar momentos de su vida cuando ha sido una lanza en Su
mano. Yo puedo recordar en forma especial hace algunos años atrás, cuando Dios hizo blanco
sobres dos vidas que le reconocieron y le aman, y siguen hasta hoy junto a sus esposos e
hijos. Dios anhela que nos pongamos en sus manos como flechas dispuestas a hacer un
blanco perfecto sobre otros que están siendo literalmente devorados por el maligno. Deja ya de
mirarte, y mira a tu alrededor para ver cuántos hay que Le necesitan. Es Cristo en ti, el que
quiere libertar a este mundo de la esclavitud a la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Dios quiere que creas y digas junto a Jesús: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto
me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, vista a los ciegos:a poner en libertad a los
oprimidos, a predicar el año agradable del Señor … Como saeta en mano del Valiente».
¡Amén!
La alegría de los padres es ver a sus hijos triunfar en la vida!
Por otro lado, no hay dolor más grande que verlos derrotados. Pero, ¿cómo
evitar esto?
La Biblia da a los padres algunos consejos en el Salmo 127,4, quiere decir
que los niños son como saetas en mano del valiente.
Esta comparación es muy rica en significado. Por ejemplo,
a) ¿Quién ha tratado de lanzar una flecha sabe que no es fácil llegar a la
meta. Lo mismo sucede con nuestros hijos no es fácil hacerlos llegar a la
meta de la vida.
b) La lógica de la flecha debe ir más allá del arquero. Esto también es
cierto para nuestros hijos, queremos que vayan más allá de nosotros (los
padres que no han tenido la oportunidad de estudiar insisten en que sus
hijos cursem un colegio, parejas que pagan alquiler a la lucha de toda la
vida para tener sus hijos en casa sí mismo, y así sucesivamente).
Pero por la flecha en el blanco, algunas condiciones deben cumplirse:
1. Las flechas DEBEN ESTAR EN GUERRERO MANO
Esta es una de las más sorprendentes verdades de este versículo de la
Biblia: El éxito de nuestros hijos está en nuestras manos. Mucho más
dependientes de nosotros que ellos.
A veces, algunas parejas dicen que han criado a sus hijos todos de la misma
manera, pero, inexplicablemente, algunos les fue mejor que a otros. No es
cierto! En primer lugar, no se puede plantear dos niños de la misma manera,
ya que cada niño es diferente. En segundo lugar, tratar de crear en la
misma forma es un error, porque, como un guerrero se da cuenta de las
diferencias entre una flecha y otro (y toma esto en cuenta a la hora de
liberarlos), es necesario "leer" a nuestros hijos y tratar cada una
diferente, personalizado. Esto no discriminación (en el sentido peyorativo
de la palabra), pero el amor - que tiene en cuenta la individualidad.
Están en nuestras manos y nuestras manos en realidad debería ser. No
abandonarlos a su suerte.
Que la oración de Nehemías: "oh Dios, fortalece mis manos."
2. ES NECESARIO QUE HAY UNA objetivo fijado muy por delante
Puede parecer una tontería decir esto, pero la verdad es que:
a) Muchas familias no tienen un objetivo en la parte delantera
Las familias "sobreviviendo" una rutina sin fin, "sin sal, sin azúcar." Los
padres no hablan con sus hijos. No hay sueños compartidos. No hay proyectos
familiares. No hay retos individuales.
b) En muchas familias los objetivos elegidos no son adecuados.
- Los padres en el diseño de los niños lo que ellos mismos no podían o no
querían hacerlo ("no podía estudiar, pero mi hijo a ser un doctor").
- Los padres los objetivos de gasto para los niños de la vida guiado por el
materialismo, el egoísmo, el exhibicionismo, etc.
No es de extrañar que con el tiempo muchos jóvenes pierden la motivación
para estudiar, tener disciplina, trabajo, etc.
Que se enfoca en la vida que usted ha colocado en frente de sus hijos? - Lo
que sus hijos serán cuando seas grande? ¿Cuál es la vocación natural de
ellos?
Por supuesto, las pruebas de vocación nos puede ayudar a guiarlos, pero a
decir verdad, ¿quién sabe a los niños que los propios padres? ¿Quién mejor
para ayudar a hacer realidad sus dones naturales?
Vamos a ayudar a nuestros hijos a tener una vida de destino. Un objetivo
noble, digno, que tenga en cuenta sus fortalezas y debilidades, pero, sobre
todo, un objetivo que lleva a Dios, porque no hay felicidad futura o sin
una relación personal con Jesucristo y la verdadera.
Les deseamos ser felices, prósperos, maduro, amable, pero sobre todo, son
hombres y mujeres de Dios.
3. El arquero debe tener fuertes ARM
Para una flecha alcanza su objetivo es necesario que el arquero tiene un
brazo fuerte.
Esto también se aplica a nuestros hijos, para que lleguen a la meta de la
vida, los padres deben ser figuras fuertes que golpean. Necesidad de
ejercer la autoridad. Establezca límites y hacer cumplir las reglas. Desde
el principio.
Usted puede incluso pensar que te odiarán por ello, pero no se deje
engañar, en el fondo saben que las reglas y los límites son importantes
porque les brindan seguridad y les enseña a dirigir sus propias vidas. Son
como los carriles de tráfico en el asfalto, lo que limita el movimiento de
los vehículos, pero hace que todo fluya de forma segura.
Sin embargo, nuestros hijos son seres dotados de la lógica, no sólo tiene
que descargar las normas e imponer límites como dictadores, hay que
explicarles por qué. Una vez que hemos comprendido, será más fácil para
ellos obedecen.
No obstante, si, a pesar del diálogo, los niños insisten en ser rebeldes,
los padres deben hacerlas cumplir castigos. Puede ser algún tipo de castigo
físico (como algunos azotes en el culo, por ejemplo), o puede ser, como se
suele decir, "dejar que el castigo."
Pero cuidado: Nunca azote o una taza de su hijo - física o verbalmente.
Ellos nunca van a doler un castigo justo, merecido y bien aplicados. Por
otro lado, llevar el alma - para siempre - el dolor de la injusticia y la
humillación impuesta a ellos por sus padres.
4. El arquero NECESITA experto
No hay suficiente fuerza. También hay que tener habilidad. Una flecha
lanzada con fuerza pero sin capacidad puede alcanzar cualquier cosa,
incluido el propio corazón de Archer.
Vea algunas habilidades deseables en los padres:
a) Conocer el momento de decir "Sí" y saber cuándo decir "No"
Tienes que aprender a decir "no" - imponer límites - pero también se debe
conocer su brazo a torcer. ¡Tienes que darles espacio para crecer, tomar
sus propias decisiones (a pesar de que algunas decisiones pueden no ser
bueno para ellos).
El hecho es que ellos tienen que aprender, incluso a través de sus propios
errores. Saber cuándo decir "sí" es tan importante como ser fuerte para
decir "no".
Todo buen general sabe cuándo atacar y cuándo retirarse.
Una retirada estratégica es tan valioso como un ataque bien planeado.
b) Trate a su hijo con respeto
Lo respeto como ser humano, único, digno.
El niño tratado con respeto a aprender a respetar a los demás.
Respete sus etapas de crecimiento, con sus conflictos y necesidades.
Incluso las formas de motivar y corregir cambian con el tiempo. Por
ejemplo, un 15 años de edad no motivado de la misma manera que un niño de
5. Lo mismo puede decirse de la pena: una palmadita en el trasero a 5 años
puede resolver muchas cosas, pero a los 15 años de edad este tipo de
castigo es inapropiado.
c) ser compatibles
A nadie le gusta cuando las "reglas del juego" se cambian cada momento, ¿no
es así? ¿Te gustaría trabajar con un jefe así?
Ahora imagina lo que debe ser para los niños cuando los padres cambian o se
olvidan las normas que crearon?
Esto los deja enojado y confundido! Recuerde que la Biblia nos advierte de
esto: "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten"
- Colosenses 3.5.
d) Preparar a los niños para la vida
Muchos padres se sienten heridos cuando los niños comienzan a tomar sus
"vuelos" primero solo. No seas así!
Al igual que una flecha lanzada después, nuestros hijos vivirán un día, sin
embargo, y tendrán que valerse por sí mismos. Anímelos a ser independientes
y para prepararlos para el día de hoy, la capacitación en tareas pequeñas
pero importantes del día a día, por ejemplo, cocinar, lavar su ropa,
trabajo, etc.
e) Amor sin condiciones
Muchos niños tienen miedo a probar por miedo al fracaso, porque piensan que
sus padres no les encantará la misma manera si fallan.
Mover esta falsa cabeza de sus hijos. Muéstrales tu amor, el afecto, el
cuidado permanente. Beso ellos, honrarlos, abrazarlos, mimarlos. El amor no
tiene contraindicaciones. El afecto no se estropee nadie. El afecto no
genera desafección.
La certeza de ese amor incondicional les ayudará a crecer y tener éxito.
5. A DEBE SER FLECHA RECTA
Nuestros hijos también necesitan rectitud de carácter, la ética, la moral.
Últimamente se ha hablado mucho en la ética empresarial. Pero no es este
tipo de ética que quiero hablar, porque la ética empresarial se refiere
simplemente a ofrecer al cliente una calidad de producto o servicio - para
aumentar sus beneficios - sin importar si hay o no ética en su relación con
el medio ambiente medio ambiente, proveedores, competidores y empleados.
Yo quiero hablar de una ética más profundas. Intrínseca. Propio ser. El
tipo de personaje que nunca se permitiría, por ejemplo, el siguiente daño o
traicionar a su cónyuge, si están siendo observados o no.
Este tipo de personajes no es casual. Aprender con los padres y con las
enseñanzas bíblicas.
a) La influencia de los padres:
- A través del diálogo
El diálogo permanente con los niños - desde la primera infancia - es
esencial para ellos. Involúcrese con sus hijos. Conozca a sus amigos. Los
lugares que frecuentan. Las ideologías de sus "tribus". Lo que están
leyendo, viendo y escuchando. Hable con ellos acerca de las drogas, el
alcohol, el embarazo, el sida, la violencia del tráfico, la violencia en
las fiestas, la participación criminal, el riesgo de amistades, etc. Pero
por favor, no hable con sus hijos sólo temas pesados. Converse también
vendiendo. Las cosas como música, noticias de fútbol del día, el día en sí
(si es bella o no), etc. ¿Cómo se hace con tus amigos. Dé su opinión,
escuchar y valorar su opinión. Ayúdales a "interpretar" el mundo.
- A través de ejemplos cotidianos
Tus hijos te están mirando. Usted es el primero, el más grande y principal
referencia de ellos. "Lo que haces habla más fuerte que lo que usted dice"
(autor desconocido).
Por ejemplo, un padre que puso a su hijo en el teléfono y manda decir que
él no está en casa, no se puede jamás te convenza de que mentir es malo.
b) Las enseñanzas bíblicas
A diferencia de la ética y la moral humana - que son filosóficas o
puramente pragmático - la ética y la moral se revela divina.
Los principios éticos y morales son universales Biblia (aplicable a todos
los hombres de todo tiempo y lugar) y son eternos, que vale la pena en el
pasado, vale la pena hoy y seguirá siendo digno de mañana. Por ejemplo,
asesinar a otro ser humano siempre fue mal y seguirá siendo así en todos
los tiempos, lugares y culturas.
Independientemente de su religión, enseñar a sus hijos la rectitud moral
defendida en la Biblia. Enseñanzas bíblicas no cambian - a sus hijos nunca
confunden cuando lo que es correcto e incorrecto, o en cuanto a lo que debe
o no debe hacer.
Además, abre tu corazón e invitar a Jesús en su vida y en su hogar. Cuando
el Espíritu Santo de Dios obra en el corazón humano, se transforma a la
persona literalmente. La ética y la moral revelada por Dios en la Biblia se
incorporan en el alma del cristiano.
6. LA GRACIA DE DIOS DEBE SER UNA FAMILIA LA REALIDAD
Enseñe a sus hijos a depender de Dios y Su gracia.
Incluso cuando el arquero es fuerte y hábil, la flecha es recta y el
objetivo está bien definido, sin embargo, no hay garantía de que la flecha
va a dar en el blanco, porque a mitad de camino puede parecer un obstáculo
o el viento pueden desviar flecha.
Lo mismo puede pasar con nuestros hijos: los obstáculos pueden aparecer en
el camino (influencia negativa de los amigos, las adicciones, la
prostitución, etc.) O vientos pueden desviarlos del objetivo (muertes,
enfermedades, pobreza, desempleo, etc.).
No podemos contar con la suerte, en lo que respecta a nuestros hijos, la
suerte puede fallar. Tenemos que confiar en la gracia de Dios, porque Dios
nunca falla.
Necesitamos la gracia de Dios. Sólo Él nos puede ayudar. Incluso cuando las
demás condiciones no son ideales en ese momento, él (y sólo él) le puede
ayudar.
Sus redime gracia, libera, restaura, perfectos. Su gracia es suficiente
para nosotros. Cuando, por fin, nuestros niños a alcanzar el objetivo, se
dice en voz alta: ¡Gracias a Dios!
LOS NIÑOS SON LAS FLECHAS:
- Las flechas tienen que estar en manos de un guerrero.
- Tiene que haber un objetivo claro por delante.
- El arquero tiene que tener un brazo fuerte.
- El arquero debe ser experto.
- La flecha debe estar recta.
- La gracia de Dios ha de ser una realidad familiar.
¡Alabado sea Dios!

Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos recibido un milagro de parte del Señor; pero
también todos, hemos pasado tiempos de prueba, de dificultad, a veces económica, a veces
familiar, a veces en el trabajo o en cualquier ámbito en el que nos desenvolvamos.
Pero ante ese problema Dios nos dio a todos sus hijos una promesa no sólo poderosa, sino
verdadera: que se glorificará en medio de nuestra aflicción porque tú y yo somos una saeta en la
mano de un valiente, en la mano de Jesús.
Para ilustrar esto, nuestro coach Antonio Fonseca, nos llevó a lo largo de diversos versículos que
quizás ya nos sabíamos, que quizás ya habíamos leído o escuchado, pero no a través de la mirada
del Espíritu Santo, a través del sacrificio de Jesús.
El Salmo 23:7 nos explica que “herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima del fruto del
vientre”. Esa herencia ejemplifica una recompensa, una bendición de parte del Señor a través de la
cual no seremos avergonzados; porque con el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, con su
venida a la tierra, nos hicimos herederos para recibir en adopción a los hijos (Gálatas 4:5-6); “y
recibimos espíritu de adopción por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15)
Gracias a Jesús nos volvimos herencia de Dios, el diablo perdió todo derecho sobre nuestras vidas
y tales derechos nos fueron concedidos, porque pasamos de ser esclavos a herederos, a ser ¡hijos
de Dios!
La paternidad del Todopoderoso nos hace armas de guerra, armas mortíferas, saetas en la mano
más poderosa, porque como lo manifiesta Isaías 49:
• Él nos llamó desde el vientre, desde las entrañas de nuestra madre tuvo memoria de nuestro
nombre.
• Puso en nuestra boca como espada aguda.
• Nos cubrió con la sombra de su mano.
• Nos puso como saeta bruñida
• Nos guardó en aljaba
• Nos dijo: mi siervo eres, porque en ti me gloriaré
Si te sientes cansado, que has trabajado en vano, sin provecho, que tus fuerzas se han consumido;
si te sientes menospreciado o incluso abominado, ¡prepárate! Porque:
• Él te formó para ser su siervo.
• Estimado eres en los ojos del Señor y Él será tu fuerza.
• Él levantará a través de ti tribus de Jacob, para que restaures el remanente de Israel.
• Porque te dio por luz de las naciones.
Si has vivido quebranto gózate en el Señor, porque es Él ciñéndote para ponerte en la aljaba,
porque estás a punto de ser catapultado a algo aún más grande. Cuando estás en la mano de
Jesús, Él tiene un arco y está listo para lanzar las saetas dispuestas.
Tu recompensa viene, porque tu causa está delante de él, porque estimado eres delante de sus
ojos, porque de ahora en adelante sabrás que serás como una saeta y darás en el blanco porque te
eligió, predestinó y llamó para que seas exaltado en cosas aún más grandes.
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