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Teoría multifactorial-sistemática

exposición sucinta

Joseph R. Royce y Arnold Powell


Centro de Estudios Avanzados en Psicología Teórica
Universidad de Alberta, Canadá
Traducción: José M. Prieto Zamora

INDICE 5.3. Herencia, ambiente e


individualidad
0. Introducción 77 6. Las interacciones persona-
1. Teoría Factorial y de Sistemas 78 situación 116
1.1 Modelo factorial básico 7. Problemas y perspectiva 120
1.2. Modelo básico de siste-
mas
2. La Estructura de la Indivi- RESUMEN
dualidad 83
2.1. Sistemas Sensorial y La Teoría Multifactorial Sistemática
Motor es una concepción general de la estruc-
2.2. Sistemas Cognitivo y tura, dinámica y desarrollo dé las dife-
Afectivo rencias individuales en la personalidad
2.3. Sistemas de Estilo y Va- integradora. Se analiza la estructura y
lores dinámica de la individualidad desde un
3. Dinámica de Sistemas 93 marco conceptual del procesamiento de
3.1. Las partes y el todo la información en el cual la personali-
3.2. Interacciones e integra- dad, o el sistema psicológico total, viene
ciones sistemáticas a ser concebida como un compuesto je-
3.3. Directividad y control rárquico organizado de seis sistemas en
de decisiones interacción: sensorial, motor, cogniti-
4. El desarrollo de los factores a vo, afectivo, estilos y valores. Por su par-
lo largo de la vida 104 te, cada sistema deviene una jerarquía
5. Herencia y Ambiente 106 de múltiples niveles y multidimen-
5.1. El modelo genético- sional. Se analizan los problemas del to-
factorial do y las partes en la integración de la
5.2. El modelo factorial del personalidad en términos de las interac-
aprendizaje ciones factores y sistemas, procesos de
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Estudios 77
decisión y control, así como interac- hereditarios; los sistemas de estilo y va-
ciones persona-situación. lores son predominantemente ambien-
tales; y finalmente los sistemas cogniti-
El funcionamiento de la personalidad vo y afectivo muestran un predominio
o del suprasistema implica procesamien- hereditario parcial.
tos tanto internos (ajuste tipo-plantilla)
como externos (ajuste normativo). Así
las conceptualizaciones psicológicas mo- Introduccióno)
lares tales como la visión del mundo y el
estilo de vida vienen a ser el resultado El estudio de las diferencias indivi-
de la integración de los sistemas estilo y duales viene a ser un enigma en la histo-
cognición de un lado y valores-afectos ria de la psicología moderna. De un la-
por otro. Cuando las normas del supra- do, este ámbito de investigación es uno
sistema funcionan asimilativamente es- de los más antiguos en psicología
tamos describiendo períodos de estabili- científica —iniciándose con el estudio
dad de la personalidad. Cuando las nor- de la ecuación personal (Boring,
mas del supra-sistema funcionan aco- 1950)— y le facilita el soporte científico
modativamente estamos describiendo a la psicología contemporánea aplicada.
períodos de cambio de la personalidad. De otro lado, los modernos laboratorios
El indicador más adecuado de la in- de psicología se muestran unánimes en
tegración de la personalidad en un mo- su insistencia de que las diferencias in-
mento dado resulta ser el equilibrio di- dividuales sean relegadas al rincón de
námico entre el funcionamiento asimi- las «variables incordiantes» y que su
lativo y acomodativo del sistema total. contribución a la medición en el labora-
Se aborda el desarrollo multivariado, torio sean considerados como «errores de
a lo largo de la vida, desde el punto de azar» en la medida. A pesar de ello, en-
vista del análisis cuantitativo y cualitati- tendemos que el estudio de las diferen-
vo de la ontogénesis de los factores en cias humanas puede aportar una rica
cada uno de los seis sistemas. El patrón fuente de información respecto a la na-
del desarrollo cuantitativo (descrito a turaleza general de los acontecimientos
través de la ecuación de Gompertz y tres psicológicos. De la misma manera que
parámetros del desarrollo) concierne al el físico o el astrónomo han enriquecido
crecimiento, la estabilidad y el declive; sus conocimientos en torno a la natura-
mientras que el desarrollo cualitativo leza de la evolución de las estrellas estu-
concierne a los cambios en la organiza- diando las diferencias entre éstas, pen-
ción de los factores (diferenciación y samos que los psicólogos pueden apren-
convergencia factorial). der bastante respecto a la naturaleza del
funcionamiento psicológico integrado
Las fuentes hereditarias y ambientales estudiando las diferencias psicológicas
de variación son analizadas mediante el que se dan entre los organismos indivi-
modelo genético-factorial y el concepto duales. En lo que concierne a esto hay
de factores predominantemente heredi- muy pocos motivos para esperar que la
tarios, así como mediante el modelo fac- psicología difiera tan drásticamente de
torial del aprendizaje y los factores pre- las restantes ciencias modernas
dominantemente ambientales. Se plan- (biología, astronomía, antropología) co-
tea la hipótesis de que los sistemas sen- mo para permitirse pasar por alto las di-
sorial y motor son predominantemente ferencias individuales que existen en las
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manifestaciones individuales de fenó- I. Teoría Factorial y de Siste-
menos de interés.
mas
En el momento actual se cuenta en
Como hemos hecho constar, la teoría
psicología con una profusa documenta-
multifactorial sistemática toma como
ción básica sobre las diferencias indivi-
duales que se han acumulado merced a punto de partida la identificación de di-
la investigación de múltiples facetas du- mensiones consistentes de las diferen-
cias individuales mediante la técnica del
rante el presente siglo. No obstante,
análisis factorial. En el próximo aparta-
brilla por su ausencia una perspectiva
do se expondrá brevemente un resumen
teórica general que permita organizar
del modelo factorial básico. A conti-
los resultados más consistentes de las in-
nuación prestaremos atención al modelo
vestigaciones empíricas y que simultá-
de sistemas básico y a la pretensión de
neamente indique el camino hacia in-
caracterizar el funcionamiento integra-
tuiciones conceptuales más profundas
dor en términos de las dimensiones fac-
que se desprenden de tales hallazgos.
toriales identificadas e imbricadas en un
Nos hemos empeñado en sintetizar una
sistema complejo y dinámico.
teoría general de tales características, a
la que hemos denominado TEORIA
MULTIFACTORIAL SISTEMATICA, 1.1. Modelo factorial básico
dado que, mediante el análisis factorial,
se identifican las estructuras interac- La teoría multifactorial comienza con
tuantes de la individualidad y de la per- la ecuación factorial fundamental que
sonalidad integradora, mientras que se establece cómo cualquier conducta, se-
extraen, de la Teoría General de Siste- ñalada con una puntuación típica 4
mas y Procesamiento de la Información, (donde Z = X /o), es igual al producto
los principios del funcionamiento in- de la saturación (a„-„) de la medida j en
tegrador (Royce, 1973, 1978; Royce y el factor uno por la dotación del indivi-
Buss, 1976; Royce y Powell, 1979). duo i en este factor (F,,), más el produc-
En el presente escrito esbozaremos to correspondiente de la saturación de
una visión comprehensiva y muy con- esta variable en el factor 2 (a,2F2,), más el
densada de nuestra concepción actual producto que concierne a las satura-
—aún en desarrollo— respecto a la na- ciones en el factor 3, etc... hasta que se
turaleza de la personalidad integrado- haya dado debida cuenta de toda la va-
ra(2) . Nuestro esquema general para la rianza factorial común. En términos
exposición de esta teoría requiere, de matemáticos simplificados ésta sería la
antemano, algunos breves comentarios expresión:
respecto a la naturaleza del modelo fac-
torial así como el de los sistemas, para = a 1 F1 + ai2F2i + a3F3; +
proceder luego a una discusión más mi-
aim Fmj (1)
nuciosa de nuestra concepción actual de
«estructura», «dinámicas» y «desarrollo»
de la individualidad. Apartados poste- Si replanteamos esta formulación si-
riores de este informe se ocuparán del guiendo el formato matricial tenemos
significado de la interacción herencia- entonces
ambiente, persona-situación, así como
de los problemas y expectativas teóricas. Z = AF (2)
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donde Z es una matriz de las pun- El segundo término brinda el funda-
tuaciones típicas en los tests, A es una mento al modelo factorial del aprendi-
matriz de las saturaciones factoriales y F zaje
es una matriz de puntuaciones facto-
riales. Ahora bien, dado que el meollo FE = E'R- 1Z (8)
de nuestra cuestión apunta más bien a
los componentes subyacentes Más que a El tercer término se ocupa de los efec-
las observaciones generales, resolvemos tos de la interacción Herencia-
F de esta manera: Ambiente
= I'R- 1 Z
F= A- 1Z (3) (9)

Pero dado que se llega a una formula- y el cuarto se centra en los efectos de la
ción insoluble de F toda vez que A care- correlación Herencia y Ambiente
ce de inversa, procedemos mediante
una modalidad de F así: Fc = C'R- 1Z (10)

En las secciones correspondientes de


F = A'R- 1Z (4) este informe se expondrán los plante-
amientos conceptuales de las ecuaciones
Un tema importante de la teoría de 7 y 8.
las diferencias individuales (o teoría de
la individualidad) demanda la decanta- Hasta aquí el desarrollo del modelo
ción de las fuentes de variación heredi- factorial se ha centrado en aspectos
tarias y ambientales. Así pues, debemos estructurales —los factores en cuanto a
hallar un modo de vincular herencia y componentes de los complejos conduc-
ambiente a los factores. Un enfoque tuales, según las ecuaciones 1 y 2—. La
consistiría en descomponer la matriz A meta última, no obstante, nos lleva más
en sus correspondientes hereditarios allá de la estructura, a los procesos y di-
(H), ambientales (E), interacción (I) y námicas. Lo esencial de un proceso es el
correlación (C) de esta suerte: cambio. Así pues debemos desarrollar
un modelo factorial del cambio. Este
A=H+E+I+C (5) puede quedar indicado así (donde á
quiere decir cambio):
Substituyendo en (4) tenemos que F, = —1Z, (11)

F = H'R- 1 Z + E'R- 1Z + El cambio factorial concierne a dos


Z + C'R- 1Z (6)
clases generales de fenómenos, los cuan-
titativos y los cualitativos. Por cuantita-
Así pues, el modelo genético factorial tivo se entiende el cambio en el nivel de
implica una elaboración del primer tér- ejecución de cualquier factor. Por cuali-
mino tativo el cambio en las relaciones (por
ejemplo, las correlaciones) entre dos o
FH = H'R- 1Z (7) más factores. El cambio cuantitativo in-
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volucra el análisis habitual de las va- dad y a la psicología, han sido aborda-
riables en función de otras variables y, dos recientemente en un informe por
de momento, no precisa más comenta- Royce y Buss (1976). En este apartado
rios. El cambio cualitativo es un asunto bosquejaremos el modelo básico del sis-
complejo que más bien ha recibido esca- tema de la individualidad con vistas a
sa atención. Si bien su cabal compleji- ilustrar su poder de síntesis de este siste-
dad está aún en fase de análisis (Royce, ma de pensamiento al tener que habér-
Kearsley y Klare, 1978), las recientes selas con fenómenos complejos. La
aportaciones de Buss y Royce (1975) se- teoría jerárquica, cuyo desarrollo inter-
rán suficientes para nuestro propósito. disciplinario es relativamente reciente,
Se han ocupado del tema del cambio es un instrumento conceptual particu-
cualitativo en términos de convergencia larmente poderoso a la hora de analizar
o divergencia factorial. La convergencia complejos organizados (Laszlo, 1971;
factorial alude a la coalición de dos o Mesarovic, Macko y Takahara, 1970;
más factores previamente independien- Mesarovic y Pestal, 1974; Pattee, 1973;
tes, mientras que la divergencia factorial Weiss, 1971; Whyte, Wilson y Wilson,
concierne a la diferenciación de una di- 1969). Es más, las representaciones je-
mensión dada en dos o más factores dis- rárquicas son esenciales al tener que ver
tintos. El análisis del cambio debe con procesos macro-deterministas; por
incluir, a su vez, el modo en que el cam- ejemplo, las estructuras jerárquicas
bio factorial afecta la conducta. Así implican que los componentes sistemá-
pues, necesitamos una versión en térmi- ticos del nivel superior controlan y coor-
nos de cambio de la ecuación n.° 2, o dinan (Mesarovic, Macko, Takahara,
sea 1970) el funcionamiento de los sistemas
de nivel inferior (Miller, 1978).
= A,F, (12) Un sistema general (de procesamien-
to de la información) puede ser definido
El reto consiste aquí en facilitar una así (Powell y Royce, 1978 b): un sistema
comprensión de la temporalidad y el es una organización no azarosa de los
cambio factorial. Esto significa que de- componentes y subsistemas entre los
bemos ser capaces de especificar el nivel cuales
de ejecución de cualquier factor en el
marco del sistema n-dimensional en 1. se da una estructura jerárquica
cualquier momento dado. Es preciso, de niveles múltiples,
igualmente, una decantación de las in- 2. el funcionamiento es indepen-
teracciones e integraciones en cualquier diente,
instante. Una configuración cabal de es- 3. se muestra predirigida a un fin
tos cambios multidimensionales exige la (según determina una correla-
especificación detallada de los procesos ción directiva),
secuenciales, paralelos y repetitivos3. 4. logra regular la incertidumbre.
1.2. Modelo básico de sistemas Esta definición es lo suficientemente
general como para incluir todo tipo de
Los conceptos claves de la Teoría de sistemas complejos, orgánicos y psico-
Sistemas, de aplicación a la individuáli- sociales abordados por los teóricos de lbs
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sistemas generales tales como Miller jerarquía de sistemas mayor será
(1978), Von Bertalanfy (1955, 1962), su papel como integrador siste-
Berrien (1968) y otros. Pero es lo sufi- mático de la personalidad.
cientemente restrictiva como para dejar
Debería dejarse constancia de que,
de lado los sistemas cerrados y los físicos
La restricción 1. implica que se dan, al para los procesos psicológicos, tiene re-
menos, varios sistemas o sub-sistemas levancia directa una diversidad de pro-
que intervienen (o coordinan) el fun- piedades y principios sistemáticos, como
cionamiento de otros componentes o la regulación de los estados habituales,
sub-unidades. La restricción 2. especifi- la transformación de la información y la
ca que las unidades de un mismo nivel equifinalidad. En realidad buena parte
en la jerarquía interactúan con cual- de estos principios han sido implícita-
mente adoptados por el pensamiento
quier otro. Consideradas a la par estas
psicológico del siglo XX. Se ha hecho
dos restricciones subrayan la importan-
necesaria, no obstante, una decantación
cia de los procesos de circularidad hacia de los principios sistemáticos que van
adelante y hacia atrás (feed-forward, más allá de las generalidades metateóri-
feed-back) en el funcionamiento del sis- cas: éstos solamente pueden ser elabora-
tema. La restricción 3. significa que to- dos en el contexto de la teorización
das las partes del supra-sistema están or- substancial.
ganizadas para funcionar en términos
de metas organísmicas (Somerhof, La teoría de sistemas tiene que habér-
1969). En relación con la última restric- selas típicamente con la complejidad a
ción, la 4., cabe enfatizar que se logra través de la noción de «sistemas dentro
regular la incertidumbre y no simple- de sistemas». Por ello hemos definido la
mente reducirla. personalidad como la unidad psicológi-
En otra parte hemos esbozado una se- ca total, como un suprasistema que está
rie de propiedades del sistema y princi- compuesto de seis sistemas que interac-
pios que son relevantes a la hora de cionan . Los sistemas cognitivo
adaptar la Teoría de Sistemas a la (Diamond y Royce, 1978; Powell y Roy-
psicología (Royce y Buss, 1976, Royce y ce, 1978) y afectivo (Royce y McDer-
Powell, 1979). A manera de ejemplo mott, 1977) fueron conceptualizados
presentamos dos principios sistemáticos como unidades centrales de procesa-
que se han mostrado válidos para una miento que funcionan como transfor-
comprensión de la individualidad (Roy- madores de la información. Los sistemas
ce y Buss, 1976): de estilo (Wardell y Royce, 1978) y de
valores (Royce, Schopflocher y Mechan,
1. cuanto más cercano a la cima está 1979) son igualmente unidades centra-
un componente de orden supe- les de procesamiento, pero funcionan
rior en un sistema jerárquico tan- más bien como integradores de la perso-
to mayor será su influjo potencial nalidad. Finalmente, los sistemas senso-
en tal tipo de conducta y mayor riales (Kearsley y Royce, 1977) y motor
su papel como integrador de la (Powell, Katzko y Royce, 1978) son más
personalidad; bien unidades de procesamiento perifé-
2. cuanto más cercano a la cima está rico que funcionan como transducidores
un sistema superior en una de entradas y salidas y como codificado-
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res y descodificadores. Estos seis siste- que se postula constituyen la personali-
mas están organizados en un sistema je- dad integradora, han sido reseñados en
rárquico de múltiples niveles (Mesaro- el diagrama de la figura 1. Los sub-siste-
vic, Macko y Takahara, 1970) en los que mas más importantes de cada uno de los
hay una capa o estrato (senso-motor) de seis sistemas de la personalidad han sido
control del proceso, una capa (cogniti- delineados en esta figura (por ejemplo,
vo-afectiva) de afrontamiento del el sistema cognitivo lo configuran los
aprendizaje y otra capa (estilos, valores) sub-sistemas perceptivo, conceptualiza-
de integración. Por su parte cada uno de dor y simbolizador mientras que los
los sistemas individuales está concep- sub-sistemas motores son denominados
tualizado como un sistema jerárquico de espacialidad y temporalidad). Estos
niveles múltiples donde los elementos sub-sistemas han sido descritos también
de cada jerarquía quedan identificados como factores de orden superior o di-
nediante el análisis factorial. mensiones de las diferencias indivi-
duales. Para ser más específicos, los di-
Los sistemas individuales, y las inte- versos sub-sistemas delineados en la
racciones más importantes del sistema figura 1 están identificados en cuanto

Figura 1: Personalidad integrada e interacción de subsirtemas (Powell y Royce, 1978)

Nivel Personalidad Integradora (Supra-Sistema)


Sentido Personal

Visi6n del mundo Imagen de Si Estilos de Vida

SISTEMA ESTILOS SISTEMA VALORES


"Empf=Metaf6-
rico Racional IntrIn-
rico Si mismo
seco Socia.

SISTEMA COGNITIVO SISTEMA AFECTIVO

Percepcion Simboli Estabilidad Indepen- Intro-ex


CII:g111 zaci6n- emocional d traversro

SISTEMA SENSORIAL
ENTRADA Espacialidad Temporalidad
Integraci6n
sensomotora
SISTEMA ROTOR
Espacialidad Tempurali,dn
11> s'ALOA •

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Estudios
factores de tercer orden que subsumen determina el modo como es transforma-
una variedad de factores de segundo o da la información.
primer orden. En nuestra indagación,
hasta la fecha, respecto a la estructura y 2. La estructura de la Indivi-
dinámica de la personalidad integrada,
hemos hallado cerca de 185 factores
dualidad
identificados como dimensiones es- Las unidades básicas de análisis en la
tables de las diferencias individuales. La -eoría de la individualidad son las di-
interpretación sistemática de estos facto- .nensiones de las diferencias indivi-
res permite enfatizar su papel en cuanto duales que han sido identificadas mer-
procesadores psicológicos (Royce, 1963; ced a la teoría y metodología del análisis
Royce, Kearsley y Klare, 1978) que factorial. Para ser más precisos, un fac-
transforman e integran la información tor es concebido como un constructo
teórico que (1) da cuenta de la co ya-
psicológica.
nación observada al considerarla en el
En lo que concierne a la organización contexto del modelo factorial (Royce';
jerárquica de la globalidad del sistema 1963) y (2) identifica los componentes
de la personalidad integrada se constata procesuales en el marco conceptual de la
que los sistemas superiores, en lo que teoría de la información y la de los siste-
comparten con los sistemas de nivel in- mas (Royce y Buss, 1976; Royce, Ke-
ferior, arsley y Klare, 1978. En cualquier caso
el meollo conceptual radica en los facto-
1. son más importantes para la in- res en cuanto variables O y no en cuanto
tegración de la personalidad, a variables S o R. Así pues, en el nivel
2. exhiben la propiedad de inter- dimensional estamos describiendo ras-
vención, pudiendo tomar parte gos o peculiaridades fenotípicas conduc-
tuales de los organismos.
en el control de la información,
3. están involucrados en unidades La identificación de los rasgos condu-
de tiempo más largas, ce inevitablemente al planteamiento de
4. tienen una prioridad de acción cómo se organizan estas partes elemen-
superior, • tales en los subconjuntos más amplios
del sistema total. Ambas cuestiones
5. están más cercanamente rela- tienen que ver con la estructura y con el
cionados con los niveles más pro- funcionamiento, es decir, no sólo res-
fundos (en cuanto a su significa- pecto a cómo se organizan las partes y el
ción y /o aspectos de la personali- todo, sino en qué medida están invo-
dad). lucradas en la coordinación e integra-
ción del organismo cuyo funcionamien-
En general el sistema inferior to es unitario.
(ejemplo, el sensorial o el motor) define En este apartado facilitamos un resu-
la estructura delindante (Miller, 1978; men altamente condensado de la estruc-
Berrien, 1968) que transduce y codifica tura de la individualidad. Empezamos
la información, mientras que los niveles por nuestra concepción del sistema con-
superiores (sistemas de estilo y valores) ductual o psicológico total. El sistema
definen la estructura característica (Cor- psicológico (o personalidad) queda defi-
tes, Sprague y Pzrezowski, 1974) que nido como una organización jerárquica
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de sistemas, subsistemas y rasgos que factores primarios de estos dos sistemas,
transduce, transforma e integra la infor- por otra parte, cuentan con una susten-
mación. Como queda descrito en la fi- tación empírica, aunque el fundamento
gura 1, este complejo suprasistema se' empírico en lo que concierne a la inva-
compone de seis subsistemas principa- rianza factorial es más fuerte en los fac-
les, cada uno de los cuales se descompo- tores Motóricos que en los sensoriales.
ne a su vez en subsistemas multidimen- Los factores motóricos de primer orden
sionales a ,múltiples niveles. tienden a ser más específicos que los
primarios en otros ámbitos, lo cual tiene
que ver con el hecho de que este sistema
2.1. Sistemas sensorial y motor acoja más niveles (cinco) que los restan-
Empecemos con los dos sistemas de- tes.
lindantes, transducidores de entradas y
salidas. El sistema sensorial es un siste- 2.2. Los Sistemas Cognitivo -afectivos
ma jerárquico multidimensional que
transduce la energía física en informa- Prestemos atención ahora a los dos
ción psicológica. El sistema motor sistemas del nivel medio en la figura
queda definido como un sistema jerár- n.° 1, particularmente al nivel que se
quico multidimensional que transduce centra en los procesos de transforma-
la información psicológica en energía ción. Este nivel involucra los sistemas
física. Las estructuras jerárquicas de es- cognitivo y afectivo, cuyas estructuras
tos dos sistemas quedan indicadas en las jerárquicas se muestran en las figuras 4
figuras 2 y 3 respectivamente. Ambos y 5
sistemas comparten los mismos cons- El sistema cognitivo es un sistema je-
tructos en los dos estratos superiores rárquico multidimensional que trans-
—toda vez que se han fijado mediante forma la información con vistas a detec-
planteamientos apriorísticos—. tar las invarianzas ambientales. De mo-
Se ha estipulado que el constructo en do similar, el sistema afectivo es un sis-
el vértice de cada uno de los seis siste- tema jerárquico y multidimensional que
mas sea el de tipo (ya que aún no se ha transforma la información en estados de
logrado verificarlo empíricamente; Cfr. alerta.
Royce, 1978; Diamond, Yoorhees y Las diferencias individuales en estos
Royce, 1979). Sin embargo los construc- dos dominios son los más profusamente
tos de tercer orden, espacialidad y tem- investigados de los seis sistemas. Esto
poralidad, aunque son igualmente de significa, por ejemplo, que el tema de la
elaboración hipotética se fundamenta invarianza factorial es más potente para
en una investigación empírica acumula- estos dos sistemas que los cuatro restan-
tiva de los procesos sensoriales y moto- tes, particularmente en el nivel prima-
res. Pero la mayor parte de los construc- rio. Sin embargo, el tema de la inva-
tos de orden superior en estos dos siste- rianza es igualmente potente en el ter-
mas no han sido identificados a través cer nivel del sistema afectivo, debido
del análisis factorial. Así pues, estos fundamentalmente a la extensa investi-
constructos son presentados como hipó- gación experimental de Eysenck. Res-
tesis que se sustentan en los constructos pecto a los factores de segundo orden se
de orden inferior así como en trabajos cuenta con una menos extensa confir-
relevantes que no son factoriales. Los mación experimental en el ámbito cog-
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Estudios 85
Rapidez (pequeño
Rapidez ademán)
(gran
uscular ademán)
Resistencia
o güante
E uerza dinámica
E uerza fuerza estática
(Ti
poder

Respiración

o
o °nación

rticulación
precisión controlada
Dexteridadde los dedos
manual
e extensión
Flexibilidad<:da
inámica

mpu 1 s
reflejos
firmeza
quilibrio -

masa corporal equil.


Postura
Gesto

Enfásis
reactivo
Movilidad masa corp.coord.
general
coord.multiples
Horizontal miembros

Vertical

Tensión muscular
Cansancio
escarga motora

Nivel de actividad

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Figura 3: Estructura jerárquica del sistema sensorial (Keardey y Royce, 1977)

IV TIPO SENSORIAL

III ESPACIALIDAD T'MPORALIDAD

II VISUAL ESTET A
CORPORAL- A ICION
CI ESTESIA

Sonoridad (L). guaeza



Agudeza Brillantez Ritmo (a) auditiva (A
a)
visual Satura- Gusto Ves ibular I
(v ) clausura .Liunas aramiento
ción (T) (NIT)
a Vestibular II auditiva auditivo (A )
química Sensibilidad
(c ) (v ) (Ac)
s cinestésica II
(KS)
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Originalidad

edefinición semántica
ensibilidau a los problemas
luidez asociativa
luidez expresiva
fluidez ideativa
fluidez verbal

flexibilidad espontanea

B deducción

inducción

o
N

umérico

azonamiento silogístico

ro comprensi6n verbal

emoria de disenos
memoria asociativa
amplitud de memoria

E
U

visualización
rientación espacial
escvdriamiento espacial
flexibilidad figurativa-
adaptativa
apidez de .clausura
flexibilidad de clausura

relaciones espaciales

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+quttor propio

+Condicionabilidad

Surgencia

i
Z Z
0 0
I Gregariedad
— 1-4 H
n (J U)
n C4 Au tosuf iciencia
crn ..1 4

..
.-4 > >
4.1
4-1
X 1
E-. E+
Dominancia
O Z 5C
E H4

u
Afectotimia

4 Sensibilidad tierna
JJ o Realismo
w
O
O

• Cooperación
fa
o
0 Confianza
o
O

Fuerza del yo
•-•
cll

L. Tendencia cicloide
f4

O.
culpabilidad

• temor

tensión érgica
equilibrio autónomo

evitación

+territorialidad

+huida
Estudios 89
nitivo, mientras que la evidencia facto- estilos mediante una única figura. La
rial para los constructos cognitivos del idea básica, no obstante, logra quedar
tercer orden son mínimos. Sin embargo, recogida en las figuras 6 y 7.
y a pesar de esta deficiencia, la docu-
La combinación de ambas figuras po-
mentación experimental no factorialista
ne de manifiesto la naturaleza doble-
acumulada aporta una sustentación em-
mente encasillada de la jerarquía de es-
pírico-inductiva convincente para estos
tilos. Debería hacerse notar que los tres
constructos de orden superior.
estilos iguales son comunes a los estilos
Resultaría sorprendente el que no cognitivos delineados en la figura 6 y los
fueran confirmadas factorialmente, en estilos afectivos presentados en la figura
su momento, categorías muy afines a és- 7. Es más, debería igualmente hacerse
tas. Por otro lado, los constructos de se- constar que no aparecen estilos prima-
gundo orden en el ámbito afectivo no rios. Esto es así porque los constructos
son tan seguros. Aunque hay una débil de estilo vienen definidos como cons-
evidencia empírica para cada uno de tructos de nivel superior que subsumen
ellos, sería ciertamente sorprendente si constructos cognitivos o afectivos. War-
todos estos factores se confirmaran en su dell y Royce (1978) suministran un aná-
día. La clarificación factorial del segun- lisis de tales vinculaciones. Por ejemplo,
do estrato del ámbito afectivo viene a el constructo de tercer orden estilo ra-
ser la deficiencia estructural más crítica
cional establece conexión con el sistema
de estos dos sistemas. cognitivo merced al factor de tercer or-
den amplitud conceptual, así como di-
2.3. Los Sistemas de Estilo y Valores rectamente con el factor de segundo or-
Nos ocuparemos, finalmente, de los den visualización a la par que con otros
dos sistemas de integración: estilos y va- cuatro factores de segundo orden de es-
lores. La peculiaridad integradora de es- tilos cognitivos. También el estilo ra-
tos dos sistemas tiene que ver con su pa- cional conecta con los factores afectivos
pel de proporcionar vinculaciones entre relevantes a través del factor de tercer
los sistemas cognitivo y afectivo. Hemos orden independencia emocional así co-
definido el sistema estilo como un siste- mo con el estilo afectivo de segundo or-
ma jerárquico multidimensional que in- den denominado control restrictivo
tegra y modula la información coordi- frente al flexible (4).
nando la cognición y el afecto así como El sistema de valores queda definido
seleccionando modos particulares de como un sistema jerárquico multidi-
procesamiento. Cuando un constructo mensional que integra y modula la in-
de estilo se restringe primordialmente a formación, coordinando la cognición y
los fenómenos cognitivos cabe hablar de el afecto para alcanzar metas específicas,
estilos cognitivos. Cuando un construc- satisfaciendo necesidades especificables
to de estilo se restringe primordialmen- o seleccionando el contenido informati-
te a fenómenos afectivos cabe hablar de vo concretizable. Dado que las vincula-
estilo afectivo. Y cuando un constructo ciones de los valores son formalmente si-
de estilo entabla conexiones tanto cog- milares a las de los estilos, se requerirán
nitivas como afectivas cabe hablar de es- igualmente dos figuras con vistas a
tilo congnitivo-afectivo. Desde la mostrar la naturaleza doblemente en-
complejidad de las vinculaciones estilís- cuadrada del sistema de valores. Este
ticas es posible visualizar la jerarquía de queda delineado en las figuras 8 y 9.
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Figura 6: Relaciones de los estilos de orden
supe' .Jr y los respectivos estilos cognitivos

IV ESTILO TIPO


ESTILO ESTILO ESTILO
III RACIONAL

EMPIRICO

METAFORICO

o
7 4
II 5 'O pl CD en
re CD
1- CI CD
CD rl rl CD
u. P o
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D CC CD
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o

Figira 7 : Relaciules entre los estilos y los estilos afectivos ue °roen superior

IV LSTILO

III ESTILO ESTILO i ESTILO


RACIONAL EMPIRICO METAFORICO

Restrictivo frente Toleraacia Reflexibn Fisiognómieo


II Control Flexible hacia lo no frente a frente a
(CFC) convencional impulsividad literal
(TOL) (RI) (PI)
Figura 8: Relaciones entre los valores de orden superior y los valores cognitivos (Royce, Schopflocher y Meehan, 1979)

IV TIPO EVAL ATIVC

ORIENTACION
III ORIEN ACION AUTO-ORIENTACIOW SOCIAL
INTRINSECA

II Obyetivismo Este icismo Maquiavelismo Utilitarismo Humanitarismo Trasce dentalismo

fD frA

o
o
o
o
- l

92 Estudios
Cambio
Ce

u autonomía
o
o
pusilanimidad

consolación
:541
U)
----""-reconocimiento social
cr)

O
sexo
4 H u juego
H U
• O
O W

u crianza
o
o lafiliación

//// 'humillación

defensa

agresión
z
O
H

O
--------- 15, exhibición
O z
ta. w
H H nd
.,-4
1.4 C4
O u sensibilidad
O c
E 1.1

dominancia

entendimiento
o

resistencia

logro

'impulsividad

orden

estructura cognitiva
Estudios 93
Una vez más es preciso hacer notar siblemente el motivo principal de una
que estas figuras delinean tres sub-siste- mayor especificidad de los conductos de
mas —en este caso los valores de orden valor. Esto es, tanto las necesidades (va-
superior denominados orientación lores afectivos) como los intereses (valo-
intrínseca, autoorientación y orienta- res cognitivos) tienen que ver con qué es
ción social—. Sin embargo, la figura 8 lo que el ser humano se compromete a
muestra las vinculaciones de estos cons- hacer mientras que los estilos se centran
tructos con los valores o necesidades en el cómo se efectúan tales compromi-
afectivas, mientras que la figura 9 sos.
muestra cómo estos mismos constructos Finalmente debería hacerse notar
están vinculados a valores o intereses que, mientras los estilos y valores son
cognitivos. Como en el sistema de estilo ambos constructos de vinculación, la
se dan vinculaciones con la cognición y teoría de la individualidad sostiene que
el afecto. Por ejemplo, el valor de orden los estilos se alinean más íntimamente
superior orientación social se conecta con el sistema cognitivo mientras que
con el sistema afectivo merced al cons- los valores están más íntimamente rela-
tructo afectivo de orden superior intro- cionados con el sistema afectivo. Los
versión-extraversión así como con cons- pormenores en torno a este punto han
tructos de valor de orden inferior. Roy- sido glosados en las exposiciones de la
ce, Schopflocher y Meehan (1979) so- cosmovisión (Royce, 1974; 1975) donde
meten a discusión las vinculaciones de queda analizada como un resultado de
los valores cognitivos (intereses) con las .los sistemas de estilo y cognición así co-
aptitudes cognitivas. mo en las exposiciones de los estilos de
Aun cuando tanto los constructos de vida (Powell y Royce, 1978 a; Royce,
estilo y de valor resultan críticos para 1977) que son contemplados como re-
nuestro entendimiento virtual de la in- sultado de los sistemas afectivo y de va-
tegración de la personalidad (Cfr. figura lores.
1 así como Royce, 1978), por desgracia
la fundarnentación empírica de estos 3. Dinámica de sistemas
constructos es relativamente
La dinámica de sistemas en la teoría
Mientras que se cuenta con una conside-
de la individualidad es abordada me-
rable documentación empírica relevante
diante una descripción comprehensiva
de los constructos en estos ámbitos, re-
de las interacciones funcionales de las
sulta crítica una confirmación de los
dimensiones relevantes en los diferentes
mismos mediante análisis factorial. Bas-
niveles de procesamiento de la informa-
tantes constructos de estilo, por
ción. Este enfoque se basa en el princi-
ejemplo, no han sido identificados fac-
pio biológico de que la función depen-
torialmente y en el ámbito de los valores
de de la estructura. Así, mientras que
no es posible apelar a una invarianza
las figuras hasta aquí reseñadas indican
factorial.
las interrelaciones estructurales de las
El hecho de que se cuente con un ni- dimensiones, lo que viene a conti-
vel menos en el ámbito de los estilos nuación se va a centrar en sus interac-
que en el de los valores sugiere que los ciones funcionales. El asunto estriba en
constructos de estilos son más amplios, que una comprensión completa de las
en general, que los de valores. La mayor dinámicas de la individualidad o del
carga de contenido en los valores es po- mero funcionamiento general exigen
Estudios de Psicología n.° 4-1981
94 Estudios
una explicación en flujos de informa- afectivo, el análisis de Royce y McDer-
ción tanto de los componentes que inte- mott (1977) indica que una situación
raccionan como de las secuencias tem- suscitadora de temor está primordial-
porales de estas interacciones. Este tipo mente mediatizada por el sub-sistema
de análisis implica que se detallen los estabilidad emocional. Tanto en el mar-
procesos simultáneos, sus secuencias y gen derecho como en el izquierdo de la
su recurrencia en situaciones específicas. figura 10 se evidencia esta peculiaridad
Por ejemplo, si la tarea a llevar a cabo del análisis.
demanda un despliegue visual particu- Mientras que el margen izquierdo
larmente complejo (como el que reali- concierne a la activación en el momento
zan los pilotos) esto conllevará que se presente de los tres sub-sistemas, el
procesen simultáneamente numerosas margen derecho está centrado de un
, dimensiones perceptivas. Por otra parte, modo similar en la reactivación reme-
el que se involucren varios factores con- morativa (a través de la activación de la
ceptuales y sensomotores dependerá de estabilidad emocional del componente
la idiosincrasia psico-biológica de este memorístico). Prosigamos esta decanta-
piloto en particular (su perfil multidi- ción del funcionamiento de la estabili-
mensional) y de cuándo son precisos es- dad emocional, que es el sub-sistema
tos procesadores mediacionales, bien sea dominante en esta situación. La activa-
al despegar, al elevarse, al caer o al ción de este sub-sistema, presumible-
aterrizar. Si bien el modelo multidi- mente a través del área límbica del ce-
mensional del análisis factorial ha sido rebro (Royce y McDermott, 1977; Mos,
aplicado a una amplia gama de proble- Lukaweski y Royce, 1977) involucra la
mas puros y aplicados, la investigación activación de los factores de segundo or-
hasta el presente ha sido de naturaleza den movilización de energía, excitabili-
predominantemente estática. Así, la in- dad y ansiedad. De esta manera, la mo-
vestigación típica identifica los pesos re- vilización de energía y la excitabilidad
lativos (o sea, las saturaciones facto- manifiestas conducen a una evitación y
riales) que deberán asignarse a una va- huida, mientras que la ansiedad se pone
riable predictora dada, pero los corres- de manifiesto a través de los factores de
pondientes pesos betta no cambian a la primer orden como equilibrio autonó-
par que las exigencias cambiantes de las mico, tensión érgica y temor.
situaciones.
Igualmente, en la figura 10 se
Aunque hemos suministrado análisis muestra el procesamiento secundario a
de procesos para cada uno de los seis sis- través de las sub-jerarquías introversión-
temas, bastará un ejemplo para ilustrar extraversión e independencia emo-
qué es lo que se está implicando. El cional. Lo que no se pone de relieve son
ejemplo elegido se ciñe al ámbito afecti- los aspectos pre-afectivos y los cognitivos
vo. Concierne a una situación en la que no memorísticos del proceso así como
se introduce un estímulo provocador de las salidas motoras post-afectivas (sin
temores para el individuo. Si bien esta embargo, Cfr. Royce y Diamond, 1979
situación no excluye otros sistemas, es- en torno a una teoría de la emoción se-
pecialmente los sistemas cognitivo y gún la interacción cognición-afecto).
motor, se trata primariamente de un Debería señalarse que el estado actual
asunto de procesamiento afectivo. Y de los conocimientos no nos permite es-
aunque se podría activar todo el sistema pecificar los detalles temporales del pro-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Figura 10: Relaciones emotivas-orientadoras-adaptativas en respuesta a una situación suscitadora de temor (Royce y McDermott, 1977)

11 AMOR PROPIO

I T ROVE R S ION --I> INHIBICION 11211RGENCIA


GENERAL
CONDICIONAi3ILIDAD

DOMINANCIA
• INDEPENDENCIA______ AUTONOMIA
EMOCIONAL

MEMORIA
Entrada de
e st imu los 110 MOVIE' ZAC ION pi HUIDA
provocadora ENERGIA
de temor
ESTABILIDAD
EXCITABILIDAD
EMOCIONAL • LVITAC ION 4
1 EQUILIBRIO
AUTONOMICO
ANSIEDAD TEMOR

TENSION
ERGICA
96 Estudios
cesamiento de la información. Por ello, La columna de enmedio de la tabla 1
seguirá siendo un desafío para el futuro recoge la terminología de sistemas y la
la especificación detallada de los proce- factorialista mientras que las columnas
sos secuenciales, paralelos y recurrentes. externas indican que son precisos seis
No obstante, la especificación de las re- niveles de abstracción en el análisis del
laciones funcionales entre las dimen- todo y las partes. Así, en el vértice nos
siones factoriales identificadas, que es lo referimos al sistema psicológico total co-
que hemos llevado a cabo hasta ahora, mo una unidad funcional. Mientras que
viene a ser un paso prioritariamente ne- en el nivel seis se hace referencia a la
cesario en cualquier acontecimiento. intregración del sistema total, el nivel
cinco se centra en aquellas integraciones
sub-totales que viene a producirse como
3.1. Las partes y el todo consecuencia de las interacciones de dos
o más sistemas. A continuación hemos
La exposición de este apartado asumi- decantado cuatro integraciones sub-to-
rá el contenido de la tabla 1 a manera tales que involucran combinaciones di-
de referencia, dado que aporta un resu- ferenciales de estilos, valores, cogni-
men de la parte factorial así como del ciones y afectos. La cosmovisión está pri-
todo sistemático. mordialmente ligada a los perfiles cog-

Tabla 1
Relaciones Todo y Partes (Royce, 1978)

Nivel Lenguaje de Sistemas Lenguaje psicológico factorial Relaciones todo-partes


(progresión desde el todo a las partes)

6 Supra-sistema Integración Sistema psicológico total como


personalidad unidad funcional
5 Conexiones Integración Interacciones e Integraciones
de sistemas + Cognición-estilos: de los sistemas
(estilos-valores) (visión del mundo)
+ Afectos-Valores
(estilo de vida)
4 Sistemas Personalidad-tipo Sistema-tipo
multivariada
3 Sub-sistemas Rasgos Terciarios Integradores y moduladores
(factores 3 orden) subsistema de la personalidad
(ej. intra-extroversión)
2 Sub-sistemas Rasgos Secundarios Integradores y moduladores
(componentes) (factores 2 orden) de unidades elementales
(ej. inhibición social)
1 Sub-sistemas Rasgos Primarios Unidades elementales
(elementos) (factores 1 orden) (ej. sociabilidad)

Estudios de Psicología n.° 4-1981


Estudios 97
nitivo y de estilo (Royce, 1974, 1975); Es una parte cuando funcionalmente ha
las variaciones en cuanto al estilo de vi- sido sub-sumida por una unidad fun-
da resultan una función primaria de los cional más amplia y es un todo cuando
sistemas afectivo y de valores (Powell y es ella la que sub-sume. Por ejemplo, la
Royce, 1978 a; Royce, 1977); las emo- unidad funcional cognitiva es simultá-
ciones vienen a ser primordialmente un neamente una parte del supra-sistema
producto de las interacciones cognitivo- psicológico total (siendo éste el sistema
afectivas (Royce y Diamond, 1979) y la de la personalidad) y a su vez es simul-
autoimagen se relaciona con la integra- táneamente el sistema que sub-sume to-
ción de estilo y valores (Powell, das las unidades cognitivas (todos los
Schopflocher y Royce, 1979). rasgos cognitivos son sub-unidades del
El nivel cuatro se refiere a los seis sis- sistema cognitivo).
temas que componen el suprasistema. Procediendo de arriba hacia abajo en
Estas son unidades funcionales relativa- la figura 1, constafamos que la persona-
mente autónomas que subsumen las lidad integrada depende primordial-
componentes factoriales identificadas mente del funcionamiento de los siste-
en un dominio concreto (cognición, mas de estilo, valores, cognición y afec-
afecto). Simultáneamente son las uni- tos. El margen izquierdo de la jerarquía
dades molares básicas del sistema total e es una representación en diagrama de la
integrado, es decir la personalidad. Los integración estilo-cognición y el margen
sub-sistemas reseñados en el nivel tres derecho de la jerarquía viene a ser una
son las principales unidades funcionales representación de la integración de valo-
de cada uno de los sistemas primor- res-afectos. Las configuraciones psicoló-
diales. Por ejemplo, las tres categorías gicas que se derivan de estas interac-
de factores cognitivos han sido identifi- ciones sistemáticas tienen al sentido per-
cadas como conceptualización, percep- sonal como resultado de la integración
ción y simbolización. Desde el punto de de la personalidad; la autoimagen como
vista de la psicología son integradores de una integración de los estilos y los valo-
la personalidad; en términos de silte- res; la cosmovisión como un producto
mas son sub-sistemas y factorialmente de la integración estilo-cognición y fi-
son factores de tercer orden. Los factores nalmente al estilo de vida como un re-
de segundo orden aparecen en el nivel sultado de la integración valores-afec-
dos. Están concebidos como rasgos ge- tos.
néricos que sub-sumen los factores de
primer orden en el nivel uno. En Las interacciones e integraciones se-
terminología de sistemas los factores de cundarias entre los seis sistemas apare-
segundo orden son unidades funciona- cen en la figura 1. Las más importantes
les más pequeñas de sub-sistemas de ellas incluyen entradas directas pro-
específicos y los factores de primer or- cedentes del sistema cognitivo hacia el
den son los elementos básicos del sub- sistema total y salidas directas proceden-
sistema. tes del sistema total hacia el sistema
afectivo. Las restantes interacciones
Las unidades de doble faz resumidas mostradas en la figura 1 incluyen las re-
en la tabla 1 han sido denominadas «ho- laciones mutuas entre cognición y afec-
Ión». Un «holón» queda definido como tos así como entre cogniciones y valores.
una unidad funcional que es simultáne- Se muestra igualmente una conexión
amente parte y todo (Koestler, 1969). unidireccional entre los sistemas cogni-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
98 Estudios
tivo y motor. La significación integrado- estilos. En todos los casos menos en
ra de estas combinaciones de sistemas uno, en la interacción entre estilos y va-
emparejados se desarrolla a conti- lores, dominan los estilos al interac-
nuación. cionar entre sí estos sistemas. Así llega-
mos a la conclusión de estilos senso-
riales, .estilos motóricos, estilos cogniti-
3.2. Interacciones e integraciones sis- vos y estilos afectivos. Puede atribuírsele
temáticas un papel integrador del sistema estilos
como base parcial para este efecto.
Las elaboraciones psicológicas que Daría igualmente cuenta de la falta de
emergen de las interacciones del sistema predominio cuando acaece la interac-
resultan críticas para nuestra compren- ción estilos-valores, siendo crucial el
sión de la integración de la personali- hecho de que el sistema de valores es
dad. Además, su nivel de complejidad también un sistema integrador que do-
es el adecuado para tales análisis ya que mina (aunque no con la fuerza de los es-
brindan explicaciones para fenómenos tilos) cada vez que interactúa con otros
molares como la cosmovisión, el auto- sistemas. Sin embargo, y en cualquier
concepto, la ideología y el estilo de vi- caso, no está del todo claro en el predo-
da. minio de los estilos y valores si el efecto
La tabla 2 sintetiza las quince confi- resultante de la interacción integración
guraciones posibles por pares entre los debe decantarse hacia formas de pre-
sistemas. Un estudio atento de esta ponderancia y no de fusión.
tabla revela tres patrones suscitadores de
3. Las ocho combinaciones restan-
diversos efectos: 1. subfusión, 2. domi-
tes entre los sistemas dan lugar a salidas
nancia, 3. fusión. altamente coordinadas o fusionadas.
1. El efecto de la sub-fusión resulta Incluyen todas ellas resultados muy co-
particularmente evidente para combi- ordinados en el encaje sensorial-motor,
naciones que involucran tanto al sistema en el encaje ideativo-motor (cognición-
afectivo como al de estilos. Así, conta- motor), así como seis resultados que
mos con una información impregnada pueden describirse como efectos de la
de valores (sensorial, valores), un movi- fusión. La fusión conlleva como conse-
miento impregnado de valores (motor, cuencia la información inteligible (esto
valor) y un movimiento impregnado de es, percepciones) en cuanto integración
afecto (afecto-motor). En todos estos ca- de los sistemas sensorial y cognitivo; el
sos se pone de relieve cómo tiene lugar sentimiento en cuanto consecuencia de
una yuxtaposición y /o una sub-fusión los sistemas sensorial-afectivo; la emo-
en vez de una fusión de los sistemas en ción como una integración de los siste-
interacción. Por ejemplo, la salida afec- mas cognitivo-afectivos; la cosmovisión
tiva permea los sistemas cognitivo y mo- como derivación de los sistemas cogniti-
tor; el contenido de los valores colorea vo y de estilo; la ideología y sistema de
las entradas sensoriales y las salidas creencias como resultados de los siste-
motrices. mas cognitivos y de valor; el estilo de
2. Los efectos de la dominancia vida como consecuencia de los valores y
constituyen el segundo tipo de resulta- sistemas afectivos; en fin, el autocon-
dos intersistemáticos y en todas sus com- cepto como consecuencia de las interac-
binaciones está involucrado el sistema de ciones de estilo-valor.
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Tabla 2
Interacciones e integraciones de sistemas

SENSORIAL MOTOR COGAITIVO AFECTIVO ESTILOS VALORES

SENSORIAL

Coordinación
MOTOR sensorial-
motora

Información Coordina- 1
COGNITIVO inteligible ción ideo-1
(percepción) motora
4 4 1-
AFECTIVO Información Movimiento Fusión Cog-
afectiva cargado de nitivo-afec
(sentimien- afecto tiva(emoción)
tosl

ESTILOS Estilos Estilos Estilos cog- Estilo


sensoriales motores. nitivos (vi- afectivo
siOn mundo)

VALORES Información Movimiento Valores cog- Valores Autoconcepto


cargada de cargado de nitivos (Ideg afectivos
valores valores logia,Credos) (estilos
de vida)

100 Estudios
Debería hacerse notar que, a medida Mecko y Takahara, 1970; Sommerhof,
que nos alejamos de los efectos del pre- 1969) y con normas internas que per-
dominio inter-sistemas y de las interac- miten comprobar la información me-
ciones yuxtapuestas hacia la coordina- diante retroalimentación positiva o ne-
ción y efectos integradores fusionados gativa. Además, la finalidad del siste-
nos estamos desplazando desde los pro- ma puede ser descompuesta jerárquica-
cesamientos primarios hacia los procesa- mente , como cuando,' por ejemplo, los
mientos secundarios. Entendemos por planes se desdoblan según las estrate-
procesamiento primario aquel que lleva gias, las estrategias en tácticas, etc...
a término cada sistema con sus compo- (Miller, Galanter y Pribram, 1969;
nentes. Entendemos por procesamiento Royce y Powell, 1979; Singer, 1975).
secundario el papel procesador de los En el nivel superior de la personalidad
constructos psicológicos que vienen a la finalidad del sistema consiste en op-
ser el producto del procesamiento pri- timizar el sentido personal (véase la
mario. Por ejemplo, elaboraciones psi- figura 1) que involucra metas parciales
cológicas tales como estilo de vida y cos- así como el establecimiento de un estilo
movisión son producto o consecuencia de vida satisfactorio, el desarrollo de
del procesamiento de los sistemas valor- una visión del mundo adecuada y el
afecto y cognición-estilo respectivamen- mantenimiento de una imagen de si
te. Aun cuando la teoría de la indivi- aceptable. Pero el estilo de vida recaba
dualidad esté primordialmente concer- la coordinación de los sistemas de valor
nida con el procesamiento primario, y de afecto (Powell y Royce, 1978a), la
hemos iniciado asimismo diversos análi- cosmovisión la coordinación de los siste-
sis de los procesos secundarios (Powell y mas de estilo y cognición (Royce, 1974;
Royce, 1978a; Powell y Schopflocher, 1975) y la imagen de sí viene a ser el re-
1978; Powell, Schopflocher y Royce, sultado de las acciones coordinadas de
1979; Royce, 1974; 1975; Royce y estilo y valores (Powell y Schopflocher,
Diamond, 1979). Una comprensión 1978; Powell, Schopflocher y Royce,
completa de las diferencias individuales 1979). Así, los estilos de vida, que
debe, ciertamente, incluir tanto los representan soluciones estratégicas a
procesamientos primarios como los se- problemas de decisión de múltiples ni-
cundarios toda vez que sendos tipos de veles relacionados con la instantaneidad
procesamiento son siempre operativos y de valores y sentimientos deben ser
asimismo el procesamiento secundario consistentes con la finalidad y propósi-
abarca todas las sensaciones, aptitudes tos del sistema global, expresándose en
motrices, cogniciones, emociones, esti- términos de la optimización del signifi-
los y valores que se reflejan en la me- cado personal.
moria del individuo y el conocimiento Una posterior descripción de las di-
personal. námicas de los procesos de decisión y
control integrador de la personalidad
será viabilizado mediante referencia al
3.3. Directividad y control de deci-
concepto de ajuste normativo, estando
siones
centrado este ajuste normativo en las
El supra-sistema y los sistemas com- interacciones entre el organismo y el
ponentes del procesamiento central se ambiente (tanto interno como externo).
configuran como sistemas con previsión Empecemos por el circuito básico del
de fin (Bertalanffy, 1955; Mesarovic, sistema (Ch. figura 11 así como Laszlo,
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 101
1971; Royce, 1978) donde E es una El circuito básico del sistema no es-
entrada de información, N es una nor- tablece un límite respecto al grado de
ma del suprasistema con la que se molaridad de sus normas. Las normas
contrastan los sistemas, S se refiere a las sistemáticas pueden variar desde metas
salidas con retroalimentación en el am- relativamente simples (como especificar
biente externo A. qué tipo de caramelos se prefiere) hasta
Figura 11: Procesos de retroalimentación en la komodación y en la asimilación (Royce, 1978).

55`

I
loo 9. julo

pfr,

oeGA.w.spio

Si incorporamos ahora los conceptos c¿ncretar la propia cosmovisión o estilo
de retroalimentación positiva y negativa de vida. Lo que se está sugiriendo es
y el de acomodación y asimilación, con-,. que, tras ajustes adecuados mediante
tamos con los fundamentos necesarios retroalimentación negativa, puede lle-
para una descripción de la conducta in- varse a cabo el ajuste, la peculiar visión
tencional y finalista. Lo crucial es que del mundo o los estilos de vida son pro-
las entradas E provenientes del ambien- yectados sobre el ambiente, mientras
te A deben encajar con la norma N. Si que en caso de acomodación es el am-
tiene lugar un desajuste entre E y N biente el que se proyecta en la cosmovi-
(como acaece en N1 de la figura 11), se Sión o el estilo de vida. Pero como
llevará a cabo una corrección mediante queda ilustrado en la figura 11, cuando
retroalimentación negativa. La inten- la norma uno (N1) no es capaz de ha-.
cionalidad queda así incorporada al sis- bérselas con la nueva entrada, los ajus-
tema ya que su funcionamiento está tes son propiciados mediante retroali-
encauzado hacia el logro de la norma mentación positiva. A través de la
N. Además, merced a una variedad de exploración de las alternativas dispo-
principios sistemáticos (por ejemplo, nibles para el individuo, la norma dos
estados habituales, holon, equifinali- (N2) conduce al ajuste, por lo que así es
dad, véase Royce y Powell, 1979 para capaz de acomodarse al ambiente.
una exposición más completa) todas las Resulta válido el mismo razonamien-
sub-unidades del sistema interaccionan to si la norma molar consiste en la ima-
de una manera coordinada para alcan- gen de sí, del mundo o el estilo de vida
zar la meta común, N. dado. Por ejemplo, si se da el ajuste, la
Estudios de Psicología n." 4-1981
102 Estudios
imagen de sí está funcionando asimila- ción especialmente afectiva e inhibien-
tivamente y lo que estaremos descri- do las formas habituales de interacción
biendo serán etapas de autoaceptación social (Powell y Schopflocher, 1978; Po-
y relativa estabilidad personal. Por otra, well, Schopflocher y Royce, 1979; Roy-
parte, si el desajuste aparece en torno a ce, 1978 para una exposición más de-
una imagen concreta de si se propiciará tallada de los procesos de alto nivel en
entonces la acomodación y estaremos el control y decisión de la personalidad
describiendo etapas de autorrechazo y integradora).
cambio de la personalidad.
Se pueden caracterizar las actividades
Los procesos generales de decisión y de coordinación de decisiones en el sis-
control implicados en el ajuste normati- tema global en términos de tres tipos
vo pueden ser explorados a conti- generales de operaciones: cuestionar,
nuación en términos de jerarquías alterar, suprimir. Estas son, ciertamen-
TOTE (test-operate-test-exit = prueba- te, descripciones crípticas de cara a la
operar-prueba-salida) (Miller, Galanter coordinación de salidas que puedan ser
y Pribram, 1960). Esto es, en el fun- descodificadas diferencialmente me-
dad se llevan a cabo las pruebas para diante varios sistemas. Por ejemplo,
determinar si las entradas actuales cuestionar puede ser interpretado cog-
hallan algún criterio concreto y, cuando nitivamente como «re-evaluar» y como
no se halle un criterio (cuando tenga «ampliar» en el sistema afectivo; alterar
lugar el desajuste) se darán los pasos puede entenderse como «recodificar» en
para alcanzar el criterio. Le sigue una el sistema cognitivo y «re-activar» en el
segunda prueba y si esta consigue el cri- afectivo; y suprimir podría implicar «ig-
terio entonces se da salida a la informa- norar» (o atender a otra cosa) en el sis-
ción. Por ello el procesamiento digno tema cognitivo e «inhibir» en el sistema
de interés acaece cuando se da un desa- afectivo. En cualquier caso, estos tres ti-
juste normativo ya que, a medida que pos generales de coordinación de entra-
se obtiene el desajuste, las actividades das pueden ser ordenados jerárquica-
del procesamiento central del sistema mente en el marco de un plan lineal co-
pueden proseguir como estaban, pero, mo el mostrado en la figura n.° 12.
en el caso de los sistemas de orden su-
perior, un desajuste de metas o normas En este gráfico la primera actuación
indica que «esto no va» dando lugar a la que sigue al desajuste normativo es la
acción correctora. Por ejemplo, en el de cuestionar ya que la respuesta típica
desempeño diario de la mayoría de los inicial ante la información que resulta
individuos aparecen muy escasos retos a incongruente con la norma esperada es
su visión del mundo, estilo de vida o la de re-evaluar tal información. Por
autoimagen y, por ende, no se in- ejemplo, un científico con formación
terrumpen los procesos del nivel infe- científica será el primero en re-analizar
rior (cognición y afecto) que ocupan la sus datos cuando los resultados de al-
mayor parte del tiempo. Sin embargo, gún experimento no logran confirmar
un reto particularmente fuerte de la sus expectativas. Pero la figura 12
autoimagen de un individuo puede fá- introduce así mismo algunos bucles re-
cilmente perturbarle: por ejemplo, in- verberantes de modo que, cuando un
terfiriendo en el desempeño cognitivo ajuste dado no llegue a encajar tras un
que normalmente se desenvuelve a ni- primer cuestionamiento, serán posibles
vel superficial, provocando una activa- sucesivos re-cuestionamientos. Nuestro
Estudios de Psicología n.° 4-1981
103
Estudios
Figura 12: Una jerarquía TOTE para evaluar el sentido personal al nivel de la personalidad integradora.

Estudios de Psicología n.° 4-1981



104 Estudios
hipotético científico, por ejemplo, trasplante de cabello, mientras que
puede intentar nuevas repeticiones de otros pueden negarse a la evidencia
su experimento original (infructuoso). (reprimiéndola, ignorándola, discutién-
En general, los cauces seguidos en tales dola). Pero la mayoría asume esta si-
tesituras están conectados con las dife- tuación como una «crisis existencial» o
rencias individuales descritas mediante «de desarrollo», como de hecho lo es a
dimensiones factoriales. Prosiguiendo la vez para algunos individuos, o bien
adelante con este ejemplo, es posible para otros se constituye en una «crisis
que el científico, tras fracasar varias ve- epistemológica». Lo crucial en la
ces en confirmar sus expectativas origi- figura 12 son estos tres planos lineales
nales gracias a nuevos experimentos, que se interconectan mutuamente, de
halle una forma nueva de interpretar suerte que la decisión que concierne a
sus resultados (opta con éxito por alte- un ajuste normativo en un plano (por
rar) de suerte que no se adecúen ya más ejemplo, la imagen de sí en la columna
a sus expectativas. Pasando por alto el uno) da pie a que se evalúen las ac-
resultado podría decidirse simplemente tuaciones en el otro (estilo de vida y vi-
a olvidar los resultados de la investiga- sión del mundo, columna dos y tres
ción en su conjunto (optando, pues, respectivamente). Debería hacerse
por una actuación del tipo suprimir). constar que la toma de decisiones
Consideramos otro ejemplo: todo indi- complejas logra un acomodo a través de
viduo alcanza una edad en que los la concatenación adecuada de jerarquías
cambios evolutivos de su cuerpo son ta- TOTE relativamente simples.
les que, evidentemente, resultan irrefu-
tables —ha envejecido— y por mucho
que cuestione tal evidencia no van a 4. El desarrollo de los facto-
cambiar los hechos. Típicamente, en- res a lo largo de la vida
tonces, el individuo cambia su propia
imagen, aun cuando este tipo de cam- En la figura 13 se reseña la curva pro-
bio traiga consecuencias para su propio totípica y cuantitativa del desarrollo a
estilo de vida e, incluso, para la visión lo largo de la vida en términos de creci-
que tiene del mundo. Desde luego, miento factorial.
existen otras alternativas para ciertos in- Son tres los parámetros de interés
dividuos, como la cirugía plástica, el psicológico: k1, k2 y k3 . En la dimensión
Figura 13: Curva del desarrollo generalizado a lo largo de la vida (modificación a partir de Royce, 1973).

-Edau-ln
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 105
edad la madurez (M) o nivel de ejecu- declinen siempre en cualquier medi-
ción máxima queda indicada mediante ción en la post-senectud. El segmento
k2 y el comienzo de la senilidad (S) o del desarrollo representado por k 2 -k 3 de
nivel de ejecución anterior a la muerte la curva es, ciertamente, el cambio fac-
es indicado mediante k 3 . La localización torial durante la mayor parte de la vida
de la intersección «y». k 1 , señala la del individuo.
amplitud del desarrollo prenatal o el En la figura 14 se reseña la relación
grado en que un factor está presente al entre el nivel corriente de ejecución y el
nacer (N). El valor del parámetro k2 re- límite posible de ejecución. Aquí cons-
seña la ejecución factorial máxima (E) tatamos la diferencia entre la ejecución
que tiene lugar en la madurez (M). Si habitual y la potencial para un deter-
un factor no alcanza un nivel óptimo minado factor, siendo el nivel habitual
de desarrollo a lo largo de la vida de un la puntuación observada en un factor
individuo (crece o declina conti- dado y la potencial la pertinente a un
nuamente durante toda la vida) el valor supuesto límite máximo.
de k, adoptará el valor de la pun- Se está apelando a una gama de con-
tuación en el factor en el nacimiento o ceptos parecida cuando nos concentra-
en la muerte (según se incremente o mos en la edad de madurez en cuanto
mengüe). El segmento de curva k1-k2 edad en la que se logra la ejecución má-
indica la tasa de cambio evolutivo du- xima. Sin embargo, en este caso la dife-
rante la niñez, adolescencia y juventud. rencial entre la ejecución usual (M.) y la
El parámetro k, representa la pun- potencial (M e ) es más bien un asunto
tuación factorial al iniciarse la senectud de temporalidad que de ejecución pro-
(o la muerte en su defecto). Es de espe- piamente dicha. M e denota la más
rar que las puntuaciones factoriales temprana edad de madurez.
iFigura 14: Relaciones entre el nivel de ejecución y el límite del nivel de ejecución (Royce, 1973)

Límite del
nivel de eiecución
. n nivel de ejecución potencial
o/.

nivel de ejecución real (mu )

Edad

Figura 15: Relaciones entre la ejecución y la edad de maduración (Royce, 1973).

Estudios de Psicología n.° 4-1981


106 Estudios
5. Herencia y Ambiente rianza observada atribuible al genotipo,
mientras que por efecto ambiental en-
Vamos a profundizar un poco más en tenderemos cualquier varianza observa-
las relaciones entre herencia, ambienté da achacable a las diferencia en el me-
y desarrollo. Se hace constar, por dio.
ejemplo, que la ejecución habitual aquí Si iírocedemos a conectar sintética-
esbozada está mediada tanto por la he- mente los conceptos del límite en cuanl
rencia como por el ambiente. Por consi- to al nivel de ejecución y límite tempo-
guiente, será preciso desenmarañar con ral con los conceptos de efecto heredita-
tiento el modo en que se producen ta- rio y ambiental, podemos categorizar
les efectos. Antes de proseguir adelan- dos clases de factores bajo las rúbricas
te, no obstante, facilitaremos diversas de factores predominantemente heredi-
definiciones adicionales. De aquí en tarios y factores predominantemente
adelante nos referiremos a la edad del ambientales. Las figuras 16 y 17
límite en la ejecución madura como el ilustran el contenido que se está inten-
límite temporal. Este límite implica tando reseñar mediante conceptualiza-
que una ejecución cualquiera no se ciones. La curva de trazo continuo en la
adelanta prematuramente, sea cual sea figura 16 muestra el nivel de ejecución
el genotipo o el nivel de ejecución, a para un genotipo dado en interacción
pesar de no importar qué tipo de entre- con un ambiente específico. Toda vez
namiento o intervención ambiental. El que la ejecución puede desplazarse en
límite del nivel de ejecución apunta ha- cualquier dirección desde esta línea ge-
cia una tasa máxima de ejecución po- nética básica estaremos recabando efec-
sible para un genotipo dado en interac- tos ambientales. Si el efecto del am-
ción con el ambiente más favorable, biente es extremo, el nivel de ejecución
con independencia del tiempo (sea éste cambiará drásticamente (como en el ca-
infinito) (5). Por otro lado, entende- so de las curvas de líneas discontinuas
mos por efecto hereditario cualquier va- con la denominación «predominante-
. FAC1 Figura 16: Factores predominantemente hereditarios o ambientales en términos de la ejecución (Royce, 1973).

Limite del nivel de ejecución

¡I e.,,v7.41 s
bairTÉ -.4A
Efectos de un ambiente
enriquecido (elevación
"í`°9- en la ejecución) -
I NA e Ih

tI Curva genotipica para


un ambiente concreto
40473-
0A o trisy-• ,
- o pi AL
Efectos de la privació:

1
9-/ •
• ambiental (disminución
•fP11. en la ejecución )


EDAD Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 107
Figura 17: Factores predominantemente heredisarios o ambientales en términos de la edad y de la maduración (Royce. 1973)

Efectos de un am- Efectos de la priva-


biente enriquecido ción ambiental (edad
(edad de maduración de maduración
más temprana). tardía).

mente ambientales»). Si el efecto es mente ambiental viene a ser una di-


mínimo no tendrá lugar un alejamiento mensión primordialmente determinada
significativo en la ejecución observada, por el ambiente merced a una curva
de ahí que la curva de línea continua evolutiva en la que influyen muy poco
haya sido denominada como «predomi- los efectos hereditarios. Estadísticamen-
nantemente hereditaria». Efectos simia- te es definible en términos de una va-
res concerniendo a la edad de madura- riación relativamente amplia de la cur-
ción han sido pergeñados en la va genotípica como resultado de los in-
figura 17. Los efectos ambientalés tentos de inducir efectos ambientales.
pueden acelerar, retrasar o no incidir Obviamente se han idealizado am-
sobre la edad de maduración. Aquellos bos extremos y en la mayoría de los ca-
factores (curvas con líneas punteadas) sos se tenderá a una posición interme-
que son particularmente sensibles a ta- dia toda vez que se reciben influencias
les efectos han sido catalogados de tanto ambientales como genéticas (6).
«predominantemente ambientales» Hemos designado tales casos de interac-
mientras que la curva de línea continua ción como predominio hereditario par-
identifica los predominantemente here- cial o predominio ambiente parcial en
ditarios. consonancia con la tendencia del efecto
Así pues, un factor predominante- principal. Además, resulta indudable
mente hereditario es una dimensión ge- que puede acaecer un predominio
nética y primordialmente determinada completo o parcial de tipo hereditario o
merced a una curva evolutiva que es al- ambiental en conexión con uno o con
tamente resistente a los efectos ambien- ambos lindes genético-ambientales. Re-
tales. Estadísticamente es definible en sulta particularmente importante que
términos de variaciones relativamente ahora este análisis provea una funda-
pequeñas de la curva genotípica a pesar mentación teórica tan interesante como
de los intentos por inducir efectos am- encomiable con vista a verificar empíri-
bientales. Un factor predominante- camente qué factores son predominan-
Estudios de Psicología n.° 4-1981

Figura 18: Conexiones entre la teoría multidimensional en psicología y la teoría multifactorial de tipo genético (Royce, 1957)
(Letras mayúsculas = presencia rasgo o fenotipo; minúsculas = ausencia)
AMB ITO CONDUCTUAL AMB ITO GENETICO
GENETICA
PSICOF ISIOLOGICA

Conductas Factores Genotipo de Pares de genes


complejas de grupo un fenotipo
en la In- conductual
teligencia dado

Aa
Genotipo S Bb
AA,BB,CC,DD
Cc
Dd

Ee
Genotipo M Ff
Gg
Hh
-)5P
X xx
xx
Xx


Fenotipos Genotipos
conductuales
correspondientes
Estudios 109
temente hereditarios y cuáles lo son tual varios factores elementales configu-
ambientalmente. ran un complejo. En la vertiente con-
ductual numerosos factores diferentes o
fenotipos conductuales generan un
5.1. El modelo genético-factorial complejo al que denominaremos inteli-
gencia general. En la vertiente genética
En la figura 18 hemos esbozado nues- diversas combinaciones de numerosos
tras presuposiciones respecto a las vincu-
genes dan lugar a un fenotipo conduc-
laciones más probables entre los múl- tual del tipo S o M. Así una persona
tiples factores de la variación conductual
puede heredar todas las formas de letras
y la multiplicidad subyacente de genes,
mayúsculas de los pares de genes del
conectándolos mediante una diversidad
factor espacial (AA, BB, CC, DD).
de mecanismos de actuación biológica Puesto que esto significa que el indivi-
no especificados (con el epígrafe genéti- duo posee el número máximo (cuatro
co-psicofisiológico) (7). escogidos arbitrariamente) de los genes
Debe tenerse en cuenta que tanto en en letras mayúsculas para este genotipo
el ámbito genético como en el conduc- en concreto, y asumiendo condiciones

Tabla 3
Heredabilidad en factores en área cognitiva
Coeficientes clásicos de heredabilidad

Fuerza Blewctt Thurstonc- Vandenberg Vandenberg


relativa 1954
Strandskov Vandenberg
1962 Vandenbcr g Vandcnberg
Factor 1953 1961 1964 1965 1966
de la evi-
dencia
N.S. N.S. E.H. N.S. N.S. E.H. N.S. N.S.

Comprensión
0,68 0,01 0,01 0,01 0,62 0,01 n.s. 0,43 0,01 0,05
verbal
Relaciones
0,51 0,05 0,01 . n.s. 0,59 0,05 0,01 0,72 0,01 0,01
espaciales
Fluidez
0,64 0,01 0,01 0,61 0,01 0,55 0,01 0,01
verbal
Memorización n.s. 0,20 n.s. n.s.

Rapidez
perceptual
Razonamiento
inductivo
0,64 0,01 n.s. 0,28 n.s. 009 n.s. n.s.

Numérico 0,07 n.s. n.s. n.s. 0,61 0,01 n.s. 0,56 0,01 0,01

Memoria
asociativa
Fluidez
ideatáva

PlUICICZ
• Recogida en Vadcnberg 1968.
' • Estimación Heredabilidad
•• *Nivel de Significación
n.s. = no significativo
MINIMA MODERADA FUERTE

Estudios de Psicología u.° 4-1981


110 Estudios
Tabla 3
(Continuación)
M.A.V.A. Cortelasión intraclase Análisis de regresión Análisis «path,

Fuerza
relativa Cattell Partanen Defries Spuhler
de la evi . Factor 1955, 1957 1966 1976 1976
ciencia E.H. MZ DZ N.S. E.H.
muestra 1. E.H. N.S.

Comprensión
verbal 0,65 --,75 0,51 0,01 0,65 0,58 0,77 0,001

Relaciones 0,58 0,33 0,01


0,61 0,44 0,86 0,001
espaciales 0,60 0,30 0,01

Fluidez
verbal 0,81 0,54 0,01

0,69 0,35 0,01 0,44


Memorización 0,31 0,83 0,001
0,58 0,29 0,01

Rapidez
0,46 0,32 0,78 0,001
perceptiva

Razonamiento
0,80
inductivo

0,65 0,73 0,55 0,01


Numérico
a 0,80 0,72 0,45 0,01

Memoria
0,80
asociativa

Fluidez
0,65
asociativa

Fluidez
0,65
ideativa

MZ = Monocigóticos
DZ = Dicigóticos

MINIMA MODERADA FUERTE

ambientales óptimas, se podría esperar tabla n.° 3 se sintetizan los aspectos re-
que la ejecución fuera óptima en tareas lativos al sistema cognitivo.
que requieran la percepción de rela- Buena parte de los estudios resumi-
ciones espaciales. Si, por otra parte, dos en esta tabla involucran muestras de
una persona hereda los genes e, f, g, h gemelos monocigóticos y dicigóticos así
de los pares de genes pertinentes para el como las estimaciones clásicas de here-
factor M sería de esperar una ejecución dabilidad. Estos estudios han sido con-
mínima en tareas de pura memoria. densados en el margen izquierdo de la
Aun cuando el modelo genético fac- tabla. Los estudios restantes, resumidos
torial fue propuesto hace veinte años en el margen derecho, involucran gamas
(Royce, 1957) la evidencia que le sirve de estrategias en torno a la semejanza
de base se restringe a dos de los seis sis- familiar. Estos hallazgos indican que se
temas, el cognitivo y el afectivo. En la da un efecto hereditario significativo
Estudios de Psicología a.° 4-1981

Estudios 111
para diez (las aptitudes mentales prima- ha quedado desglosada según se trate
rias de Thurstone) de los treinta y dos de factores de orden inferior o superior.
factores (31 por 100) del sistema cogni- La tabla n.° 4 resume la información re-
tivo. El efecto hereditario es particular- lativa a los factores primarios mientras
mente fuerte para tres factores: que la tabla n.° 5 se centra en factores
comprensión verbal, relaciones espa- de orden superior.
ciales y fluidez verbal. Sin embargo, la En ambos casos se han incluido méto-
evidencia no es lo suficientemente con- dos tales como el M AV A, los índices
sistente en el caso de memorización, ra- de heredabilidad clásicos así como algu-
pidez perceptual, razonamiento induc- nas modalidades de análisis biométri-
tivo y numérico; respecto a las dimen- cos. En pocas palabras, se cuenta con su-
siones memoria asociativa, fluidez aso- ficiente evidencia respecto a un efecto
ciativa y fluidez ideativa la evidencia es hereditario relevante para veinticinco de
aún más debil. los treinta factores (83 %) del sistema
La investigación de la base hereditaria afectivo. Resulta particularmente evi-
de los fenotipos conductuales identifica- dente para los factores de tercer orden
dos factorialmente en el ámbito afectivo (introversión-extraversión, estabilidad
resulta tan amplia que su presentación emocional e independencia emocional)

Tabla 4
Heredabilidad estimada en el área afectiva factores primarios
M.A.V.A. Análisis Biométricos Coeficientes clásicos heredabilidd
Fuerza
relativa Gauen Royce Royce 1960 Vandenberg Eysenck Nichols Gotres-
de la evi- Factor 1973 . 1957' 1970,73,75 1971,72,74 1962 Prell, 1951 1966
dencia man, 1966
EH. N.S. N.S. N.S. E.H. N.S.

Surgencia 0,60 0,31 n.S.


Evitación M.S.
Temor M.S.
Huida M.S.
Territorialidad M.S.
Equilibrio
M.S.
autónomo
Ternura 0,50 moderad. 0,05
Confianza 0,50
Affectia 0,50 0,23 n.s.
Fuerza ego 0,40 mínima 0,01
Autosentimiento 0,40 0,47 0,05
Realismo 0,40
Gregarismo 0,40 n.s.
Dominancia 0,25 0,49 0,52 0,42
Autosufrimiento 0,25
Culpabilidad 0,25
Tensión érgica 0,10 0,52 0,01

• Estimaciones condensadas de Cattell y colaboradores (1955, 1969, 1963. 1972, 73)


• • Se utilizó el precedente del MAVA: el MHVA - Análisis de la Varianza Múltiple Hipotética.
M.S. = Muy Significativa.

Estudios de Psicología n.° 4-1981


112 Estudios
Tabla 5
Heredabilidad estimada en el área afectiva factores de II orden
Fuerza M.A.V.A. Análisis Biometrico Fletedabilidad clásica
relativa
de la evi- Factor
Cattell Eysenck Eysenck Eaves&Eys. Gottesman Nichols ,Scart Vanderbcrg
dencia 1973 1957 1969 1976 1977 1963 1966 1966 1966

Intro-extraversión NS
0,75 0,75 0,71 0,39 0,83 0,05
Estabilidad
emocional; 0,44 0,75
Neuroticismo

Independencia
emocional; 0,81
Psicoticismo

Inhibición social 0,45

Cotertia 0,45 mínima

Ansiedad 0,35 0,83

Autonomía 0,26

Excitabilidad 0,25

Vigcn para esta tabla las mismas notas de la tabla 4.

y para seis de los primarios (surgencia, estructura psicológica (factores y sus re-
temor, huida, territorialidad, evitación, laciones) debido a la experiencia (efecto
equilibrio autonómico). Resulta más de la práctica).
moderada para tres factores de segundo Esta concepción del aprendizaje pres-
orden (inhibición social, cotertia y ,an- ta particular atención a la estructura
siedad) así como para ocho de los prima- psicológica que subyace al cambio en la
rios. Resulta mínima para dos factores ejecución de por sí e involucra iodos los
de segundo orden (autonomía y excita- niveles y facetas estructurales, como la
bilidad y para tres de los primarios (8). estructura cognitiva y la afectiva, así co-
mo sus componentes aislados. Así pues,
los cambios en los niveles de orden su-
5.2. El modelo factorial del aprendi- perior en la estructura psicológica
zaje representarían desplazamientos en el
estilo de vida y /o visión del mundo; los
La clave respecto a cómo el aprendi- cambios en la estructura cognitiva se re-
zaje afecta a los factores estriba en el lacionan con el aprendizaje habitual en
modo en que concibamos el aprendiza- la escuela o el trasfondo general de co-
je. Los abordamientos tradicionales del nocimiento adquiridos por un indivi-
aprendizaje no se adecuan a nuestros duo; los cambios en la estructura afecti-
propósitos toda vez que no se han de- va se refieren a alteraciones tempera-
sarrollado en el contexto del análisis mentales. Todos ellos vienen a ser ma-
factorial. Por ello definiremos el apren- nifestación de la culturización ya que
dizaje como cualquier cambio en la los cambios en la estructura psicológica
Estudios de Psicología n. 0 4-1981
Estudios 113
son debidos al aprendizaje cultural. Se siones del sistema psicológico total que
pretende que diferentes culturas y/o son atribuibles a la experiencia. La me-
ambientes maximizarán diferentes jor demostración empírica de lo que se
combinaciones de los componentes está implicado, nominalmente una
estructurales. Por ejemplo, las fuerzas transformación progresiva en la contri-
ambientales y culturales en sociedades bución de diversos factores a la varianza
relativamente primitivas reforzarán total en una tarea, queda reflejada en
aquellos componentes cognitivos y afec- la investigación de Fleishman (1972,
tivos qué sean consistentes con activida- 1975) en torno a las habilidades moto-
des tales como la caza, la pesca, la agri- ras complejas. Fleishman reseña un de-
cultura y otros comportamientos básicos terioro sistemático respecto a la contri-
para la supervivencia. De modo similar, bución de los factores no motóricos,
las culturas tenidas por «desarrolladas» con un incremento sistemático conco-
demandarán que sus miembros apren- mitante en la contribución de los facto-
dan muchísimo en lo que concierne a res motores. Así pues, es preciso habér-
números y palabras, en algunos casos selas con un caso especial de la ecuación
hasta el punto de desarrollar «expertos» n.° 11, donde el cambio en la pun-
en especialidades como «humanidades o tuación factorial es atribuible a los afec-
ciencias». Para ser breve, el refuerzo di- tos de la práctica. Lo que reclama una
ferencial es probablemente el principio elaboración, no obstante, son las rela-
del aprendizaje que puede dar una me- ciones conceptuales entre los principios
jor explicación del proceso de aprendi- del aprendizaje y los factores.
zaje. Pero téngase en cuenta una dife- La decantación de estas relaciones es-
rencia importante entre este enfoque y tá justamente en sus albores; por los
el tradicional de la socialización. El ejemplos que se citan a continuación
punto de vista clásico refuerza las res- puede vislumbrarse qué es lo que se
puestas: en esta perspectiva lo impor- persigue (Buss, 1973):
tante viene a ser el cambio en la estruc-
Un refuerzo es cualquier aconteci-
tura psicológica subyaciente. De esta
miento estimular que incremento o
suerte todos los hallazgos en programas
mantenga la puntuación en el factor
de refuerzo así como los más importan-
aptitudinal. Si el refuerzo se produce
tes principios del aprendizaje tales co-
en un programa continuado, se alcanza
mo la primacía-recencia, ensayos espa-
rápidamente el máximo cambio posible
ciados o en bloque, los efectos de variar
en la puntuación factorial en la apti-
los intervalos estímulo condicionado-es-
tud. Ahora bien, si este mismo cambio
tímulo incondicionado así como los in-
máximo en la puntuación factorial en
tervalos inter-ensayos, el efecto de la
la aptitud se lleva a cabo más lenta-
actividad interpoladora en la adquisi-
mente merced a un programa de re-
cion y el olvido, el principio del gra-
fuerzo parcial, este último efecto se tra-
diente de metas, los efectos del apren-
ducirá en un cambio más permanente a
dizaje latente e inconsciente, la jerar-
lo largo del tiempo.
quía de hábitos familiares, etc... resul-
tan relevantes pero deben ser revisados La extinción adviene cuando tiene
en términos de cómo afectan la estruc- lugar una disminución en la pun-
tura y no la respuesta. tuación factorial en la aptitud por causa
de un fallo en el refuerzo. La extinción
El modelo de aprendizaje factorial se es más rápida cuando la adquisición se
centra en los cambios en las dimen- logra mediante un programa de refuer-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
114 Estudios
zo continuado en contraste con un Merece la pena destacar que estos
programa de refuerzo parcial. principios del aprendizaje, desarrolla-
Se denomina generalización de dos originalmente en el contexto del
estímulo a la implicación de un factor cambio conductual son reinterpretados
aptitudinal bajo condiciones estimula- ahora en el contexto del cambio estruc-
res que en alguna medida difieren del tural (en términos de cómo el aprendi-
aprendizaje original. zaje afecta el cambio en los factores).
Se consigue la discriminación cuando Si, por ejemplo, el refuerzo eleva la
un factor aptitudinal actúa en una si- puntuación en los factores alfa y beta
tuación estimular pero no en otra. (el refuerzo positivo adecuado para dos
Los impulsos suministran el ímpetu factores hasta ahora no correlacionados)
para la acción a la vez que definen la se convierte en ejemplo de un cambio
orientación de la conducta (metas). En cualitativo atribuible al aprendizaje (9).
el aprendizaje de habilidades humanas,
ciertamente el impulso o motivo más
5.3. Herencia, ambiente e indivi-
importante viene a ser el lograr una
cierta destreza cognitiva que permita la
dualidad
adaptación al medio. ¿Qué conclusiones pueden emitirse
Se eleva la puntuación en un factor que conciernan al relativo papel de la
aptitudinal mediante un nivel de im- herencia y el ambiente como fuentes de
pulso intermedio (función de U inverti- la variación psicológica observada? Si
da). Sin embargo, cuanto más compleja nos ceñimos a los hallazgos genético-
sea la tarea, menor será el nivel del im- factoriales resulta claro que solamente
pulso óptimo (ley de Yerkes-Dodson). dos de los seis sistemas han sido investi-
La transferencia acaece cuando la gados de un modo adecuado: la cogni-
práctica de una tarea x incide en la eje- ción y el afecto. La evidencia genético-
cución en la tarea y (transferencia posi- factorial disponible permite justificar la
tiva frente a negativa). Los efectos de la conclusión de que la herencia contribu-
transcendencia se basan, en parte en los ye significativamente al funcionamien-
cambios en las puntuaciones de los fac- to de estos dos sistemas.
tores subyacientes llevados a cabo me- Pero, ¿qué pasa si vamos más allá de
diante la práctica en la tarea x(para un los datos genético-factoriales y nos ocu-
abordamiento más detallado de este pamos de todo el espectro de hallazgos
principio del aprendizaje consúltese achacables a la alternativa herencia-am-
buss, 1973a). biente? ¿Qué conclusiones parecen,
El exceso de aprendizaje propicia la pues, estar justificadas? (10). Se tiene
estabilidad en el nivel de un factor ap- la impresión de que la evidencia dispo-
titudinal toda vez que puede provocar- nible resulta bastante clara en lo que
se la destreza mediante un umbral bajo. concierne a los procesos sensoriales y
La vivacidad entendida como v—a- motores; y más expresamente que el
fiable fisiológica y psicológica modera funcionamiento de estos dos sistemas
el crecimiento posterior de un factor está determinado de un modo primor-
aptitudinal en el organismo; por medio dialmente genético (11). El cúmulo de
de ella el individuo está listo de cara a evidencias disponibles ponen igual-
las condiciones de una tarea en la me- mente de relieve que los estilos y valo-
dida en que cuente, en su propio reper- res son primordialmente aprendidos.
torio, con la conducta apropiada. Sin embargo, en lo que concierne a los
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 115
dos sistemas restantes, cognición y afec- sorial del sistema así como con la trans-
to, se entrevee que la herencia y el am- formación (codificación) de las manifes-
biente vienen a ser fuentes más o me- taciones psicológicas inteligibles (cogni-
nos equiparables de la variación obser- ciones, efectos) en una actuación dada
vada. a la salida física o terminal motor en el
Qué se puede afirmar desde la pers- linde entre el organismo (el sistema psi-
pectiva de la teoría de la individualidad cológico) y el ambiente (el suprasistema
y el modelo genético-factorial? Debe del organismo). Esto es, se da por su-
recordarse que la teoría incluye los con- puesto que la supervivencia del organis-
ceptos de predominio ambiental y he- mo resulta imposible sin algún tipo de
reditario. Aplicando estos conceptos a estructura entrada-salida (Miller,
los seis sistemas, planteamos la hipóte- 1978). La teoría evolucionista implica
sis de que los sistemas sensoriales y mo- que las especies con transducidores ine-
tor son predominantemente heredita- fectivos de entrada y salida son elimina-
rios; que los sistemas de valor y estilo dos merced a la selección natural. En
están dominados por el ambiente. Esto pocas palabras, dado que los sistemas
significa sencillamente que la variación sensorial y motor son, desde el punto
genética constituye buena parte de la de vista biológico, los más primitivos de
varianza en el caso de los fenotipos sen- los seis sistemas no es sorprendente que
soriales y motores; que la variación am- la herencia juegue un papel superior al
biental constituye buena parte de la va- del ambiente en estos dos sistemas.
rianza observada en el caso de los siste- Por otro lado, se plantea la hipótesis
mas de estilo y valores; que las fuentes de que los sistemas cognitivo y afectivo
genéticas de variación son en alguna cuentan con un predominio hereditario
medida (cuya amplitud aún no se más bien parcial. Esto significa que la
puede especificar) superiores a las fuen- herencia es más importante que el am-
tes ambientales de variación en el caso biente, pero sólo someramente —quizá
de los sistemas cognitivo y afectivo. Es- alrededor de un 55-60 por 100 de la va-
tas hipótesis se apoyan tanto en aporta- rianza es atribuible a la herencia y el
ciones teóricas como empíricas. Las 'ra- resto al ambiente. ¿Cómo cuadra todo
zones empíricas han sido resumidas por esto con el papel evolutivo-adaptativo
Royce (1979) y las teóricas tienen que del organismo? De acuerdo con la teo-
ver con la significación evolutivo-adap- ría de la individualidad estos dos siste-
tativa de los sistemas de procesamiento mas son transformadores de la informa-
de la información viviente. ción. Esto significa que asumen la in-
En la otra parte hemos abordado el formación transducida que aporta el
papel del procesamiento transductivo sistema sensorial y la transforman en al-
de la información respecto a los siste- guna otra forma psicológica inteligible
mas sensoriales (Kearsley y Royce, como las cogniciones (perceptos, con-
1977) y motor (Powell, Katsko y Royce, ceptos, símbolos) y afectos (emociones).
1978). La transducción de la informa- Hemos argüido en otra parte que el
ción tiene que ver con la transforma- principal papel del sistema cognitivo
ción (descodificación) de las entradas fí- consiste en interpretar o entender el
sicas (longitud de onda de la luz o el ambiente. Más concretamente esto sig-
sonido) en unidades psicológicas útiles nifica identificar los invariantes am-
(discriminación de colores o tono en el bientales —o sea, los perceptivos, con-
diapasón) en la entrada o terminal sen- ceptuales y simbólicos (Powell y Royce,
Estudios de Psicología n.' 4-1981
116 Estudios
1978). Puesto que tales invarianzas igualmente evidente que podría gene-
constituyen explicaciones humanas del rarse una amplia gama de síntesis po-
«cómo son las cosas» son por ello compo- sibles, dependiendo del tipo de infor-
nentes cruciales de la visión del mundo mación previamente almacenada, de
(Royce, 1974; 1975). El sistema afectivo cómo ha sido transformada así como
desempeña un papel similar, pero el qué estilos y valores particulares han
proceso de transformación está centrado guiado los procesos de síntesis. Resulta
en preparar el organismo para la acción crucial que la naturaleza no haya de-
merced a una diversidad de mecanis- sarrollado un mecanismo genético-evo-
mos de activación (Royce y McDermott, lutivo para transmitir los contenidos in-
1977). El sistema afectivo está organiza- formativos (una característica adquiri-
do para afrontar las tensiones diarias de da) de una generación a otra. Por ello
la vida (Royce y Diamond, 1979) así co- parece irrelevante una evolución bioló-
mo para servir de base para el estilo de gica de los estilos y valores. Pero la evo-
vida (Powell y Royce, 1978a). En resu- lución cultural resulta crucial dado que
midas cuentas, se argumenta que los tiene que habérselas con aquellos esti-
sistemas cognitivo y afectivo están selec- los y valores que se han institucionali-
cionados por su flexibilidad adaptativa. zado. La institucionalización de estilos
Biológicamente la flexibilidad implica y valores tiene que ver con el «qué y el
la capacidad de adaptarse a la más cómo de compromisos» que fueron tan
amplia gama posible de ecologías. Así adaptativos en un momento o lugar da-
tales reacciones en cuanto patrones fijos do que se pensó pudieran ser igual-
de acción y percepción rígidos resulta- mente adaptativos en otra época y /o
rían inconsistentes con una flexibilidad lugar. Así, los estilos y valores son
optimizadora. Se está dando a entender transmitidos de una generación a otra
que la conducta cognitiva y afectiva se- merced a la cultura. Con posterioridad
rían demasiado rígidas si se diera una se constituyen en piedras angulares pa-
determinación genética extrema; dema- ra complejos molares conductuales tales
siado flexible en el caso de una deter- como la visión del mundo, el estilo de
minación ambiental extrema; pero óp- vida y la imagen de sí. Sucintamente,
timamente flexible en el caso de una los estilos y valores son relevantes para
determinación cuasi-equipotente de ge- las grandes cuestiones de la existencia
nética y ambiente. —la naturaleza de la realidad, la clave
de la propia identidad y el cómo vivir la
Finalmente se plantea la hipótesis de propia vida. Interrogantes psicológicos
que el funcionamiento de los sistemas de esta magnitud se sitúan lejos del al-
de valor y estilo son predominantemen- cance de los genes. Los genes ya sopor-
te ambientales. Esto significa que el tan el peso suficiente al tener que dar
ambiente es más importante que la he- cuenta de las variaciones en los sistemas
rencia en tales condiciones. ¿Por qué sensorial y motor así como en el cogni-
sería esto así? De acuerdo con la teoría tivo y el afectivo.
de la invidualidad estos dos sistemas es-
tán involucrados primordialmente en
integrar —esto es, coordinar y sintetizar 6. Las interacciones
tanto la información como la personali- persona-situación
dad. No obstante, la integración exige
claramente la entrada de información Está claro que la conducta está en
previa y su transformación. Pero parece función tanto de la persona como de la
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 117
situación. Además, es probable que una situación concreta. Puesto que esta
una proporción significativa de la va- conceptualización es la contrapartida si-
riación conducrual sea atribuible a las tuacional de la personalidad tipo, el
interacciones persona-situación. Aquí término patrón implica perfiles compa-
se van a analizar las interacciones entre rables así como características tempora-
rasgos de la personalidad y las deman- les. Así pues, el perfil se refiere al
das situacionales en términos de una ti- patrón cuantitativo de la situación, esto
pología con base factorial tanto de per- es, a los requerimientos del nivel de
sonas como de situaciones (12). Así por ejecución en el conjunto total de di-
personalidad tipo entendemos el mensiones que definen psicológicamen-
patrón del sistema psicológico total, te la situación. Por ello, el perfil si-
donde el término patrón concierne tan- tuacional es un perfil compuesto de
to al perfil de rasgos como a la configu- una situación en términos de las di-
ración temporal. El perfil se refiere al mensiones relevantes de los seis siste-
patrón cuantitativo de un tipo, esto es, mas psicológicos. -Y la temporalidad si-
el nivel de ejecución en el conjunto to- tuacional hace referencia a las pro-
tal de dimensiones que definen la per- piedades temporales de un perfil si-
sonalidad. De esto se desprende que el tuacional especificable. Por ello, un as-
perfil tipo es un perfil compuesto a pecto crucial de la temporalidad si-
partir de los seis sistemas. La configura- tuacional viene a ser la línea secuencial
ción temporal hace referencia al patrón de los componentes en sus múltiples
temporal de un tipo, es decir, a la orga- niveles, esto es, la especificación de cu-
nización temporal de/perfil de/sistema jándo un componente dado resulta
total. Por organización temporal enten- obligado en una secuencia dada de aco-
demos las consecuencias de variar la lí- tecimientos.
nea secuencial de los elementos en inte-
racción (secuencia A—B— C frente a se- Los conceptos de temporalidad si-
cuencia C—B— A). Tales variaciones tuacional y personalidad tipo son con-
constituyen la clave para comprender ceptualizaciones altamente condensa-
detalles de los procesos (Royce, Kears- das del procesamiento de la informa-
ley y Klare, 1978). Si bien los perfiles ción imprescindibles para hacer frente a
de personalidad pueden trazarse si- las demandas del ambiente. Estos dos
guiendo cualquier orden (el mero lista- conceptos son, de hecho, capitales para
do de los elementos de un perfil es ar- comprender el proceso individualidad-
bitrario), no es así respecto a las confi- sistemas. A efectos de esta exposición se
guraciones temporales. Así las diferen- procurará transitoriamente poner entre
cias en la secuencia de los componentes paréntesis las complejidades de la tem-
de dos perfiles cualesquiera idénticos poralidad, para centrarse en los perfiles
constituyen la fundamentación tempo- de la situación y de la personalidad.
ral para una diferenciación en la perso- Queda implícito que el grado de sola-
nalidad tipo. pamiento entre los perfiles situacionales
y personales viene a ser un determinan-
De un modo similar se hará referen- te crucial del funcionamiento psicológi-
cia a las demandas ambientales o si- co. Así, si los perfiles correspondientes
tuacionales en términos de «plantilla si- son exactamente los mismos (idénticos
tuacional». Por plantilla situacional se componentes y pesos betta) entonces la
entiende el patrón de requerimientos ejecución será perfecta. Si por otro la-
psicológicos precisos para adaptarse a do, los perfiles son totalmente diferen-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
118 Estudios
tes (involucrando sub-conjuntos de miento entre las configuraciones tem-
componentes enteramente distintos) porales de la situación y de la personali-
entonces la ejecución sería imposible. dad. Esto es, podemos evaluar tanto
Puesto que ninguno de estos dos extre- cuantitativamente como cualitativa-
mos lógicos es posible en la práctica, mente el grado de ajuste temporal a la
deberá observarse la gama de desajustes situación tipo con implicaciones simila-
entre ambos con la mira en realidades res concerniendo a la adaptabilidad re-
empíricas relevantes. lativa para la conducta sub-siguiente.
Sin embargo, la importancia de los con-
Hay dos clases generales de ajustes en
ceptos de configuración temporal de si-
el perfil de la situación tipo: cualitativo
tuación y personalidad sirve de punto
y cuantitativo. El ajuste en el perfil
de apoyo a la hora de dar cuenta de los
cuantitativo hace referencia a aquellos
procesos dinámicos. Más específicamen-
casos en que las dimensiones involucra-
te, los detalles de las configuraciones si-
das entre la situación y la persona son
tuacionales y temporales exigen que se
idénticas, pero habiendo discrepancias
especifique cuándo son inevitables cier-
en cuanto a los pesos de los componen-
tos componentes en una secuencia de
tes relevantes. En estos casos la persoa
eventos. Se ha hecho referencia a este
puede habérselas con la situación pero
aspecto de la plantilla situacional en
su nivel de afrotamiento variará en pro-
cuanto temporalidad situacional. La
porción al grado de ajuste cuantitativo.
temporalidad situacional incluye de-
Los ejemplos más relevantes lo dan la
talles de control de tiempos, esto es el
masa de individuos que funcionan a un
tiempo requerido por cada componente
nivel por debajo de la media en una
para trasducir, transformar e integrar la
ocupación o carrera dada. Tales indivi-
información así como los intervalos
duos poseen las aptitudes necesarias
entre cada transmisión de información.
(sensorial, cognitiva, motora) y el tem-
Lo que importa aquí es que los requeri-
peramento (afecto, estilo, valores) pero
mientos vienen determinados secuen-
están funcionando a un nivel inferior
cialmente por la situación en que cada
en un subconjunto especificable de las
persona se encuentra (13).
dimensiones relevantes. El ajuste de
perfiles cualitativos se refiere a aquellos La combinación de los conceptos de
casos en que se dan discrepancias entre personalidad tipo y de plantilla si-
las dimensiones implicadas así como tuacional desemboca en el concepto de
entre la situación y la persona. Esto es, ajuste plantilla-tipo. Con ello se está
cuando los sub-conjuntos de compo- haciendo referencia al grado de alinea-
nentes no se solapan en varios grados. miento entre el perfil y los aspectos
Los ejemplos más relevantes en esta ca- temporales de la situación y de la per-
tegoría son los de inadecuación ocupa- sona. Un alineamiento perfecto signifi-
cional, lo que se expresa en el estereoti- caría que una personalidad tipo en
po de escarpias cuadradas para aguje- concreto se ajustará óptimamente a las
ros redondos». Tales individuos no po- demandas de la situación (14). Las ob-
seen las aptitudes necesarias (senso- vias consecuencias de un desajuste entre
riales, motoras, cognitivas) y/o el tem- la personalidad tipo y la plantilla si-
peramento (afecto, estilos, valores) para tuacional serían las de funcionamiento
la teoría en cuestión. compensador, esto es, adaptarse a las
El análisis arriba mencionado se apli- demandas situacionales en términos de
ca con igual fuerza al grado de solapa- la personalidad tipo disponible. A par-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 119
tir del hecho de que ninguna personali- sempeño idóneo requeriría a su vez un
dad tipo puede ser idónea para todas perfecto ajuste normativo. Dado que
las situaciones cabe afirmar que resulta los planes y programas usuales no de-
inevitable cierto funcionamiento com- sembocan en un desempeño idóneo, se
pensador. Si el desajuste se debe a las puede concluir que esto es debido a de-
demandas de la situación una forma de sajustes sea en el ajuste normativo sea
adaptación para la persona sería el co- en el de plantilla-tipo. Por ejemplo, un
nectar con un ambiente menos discre- ajuste normativo perfecto seguido de
pante. Sin embargo, si las demandas si- un desempeño deficiente significaría
tuacionales son mínimas tendrá lugar la que el plan era correcto pero que la
adaptación merced a cierta mezcla de personalidad tipo era la errónea, esto
asimilación /acomodación . es, un desajuste plantilla-tipo. Un per-
No obstante, el ajuste plantilla-tipo, fecto ajuste plantilla-tipo seguido de
que alude al grado de alineamiento un desempeño deficiente, por otro la-
entre la plantilla situacional y la perso- do, significaría que la personalidad es
nalidad tipo, no debería ser confundi- la adecuada pero que el plan es in-
do con el ajuste normativo. Por ajuste correcto, esto es, un desajuste normati-
normativo se implica el grado de ali- vo.
neamiento entre una norma especifi- Tato el ajuste plantilla-tipo como el
cable (una elaboración psicológica co- normativo son constructos suprasiste-
mo la de meta o propósito) y la entrada máticos, esto es, hacen referencia al sis-
ambiental. Cuando tiene lugar un en- tema psicológico total en cuanto uni-
caje ajustado (con una tolerancia espe- dad de funcionamiento (véase el nivel 6
cificable) no será precisa una ade- de la tabla 2). No obstante, se dan im-
cuación por parte del ambiente o de la portantes diferencias funcionales. La
persona. En estos casos se concluirá que más importante es que el desajuste nor-
la norma ha asimilado las demandas de mativo se centra en la interacción entre
la situación. Sin embargo, las ade- el organismo y el ambiente, mientras
cuaciones normativas serán necesarias que el desajuste plantilla-tipo está
cuando ocurra un desajuste. Si el centrado en las interacciones sistemáti-
desplazamiento normativo subsiguiente cas dentro del organismo. Por ello el
conduce al ajuste nos referiremos a tales ajuste normativo viene orientado desde
cambios como acomodaciones. fuera, mientras que el ajuste plantilla-
Debería recordarse que los planes del tipo viene orientado desde dentro. Más
suprasistema y los programas del siste- especificamete, en términos de proce-
ma implican que se especifique la se- sos, el ajuste plantilla-tipo se centra en
cuencia de los componentes del sistema el procesamiento central de la informa-
según se recaban habitualmente en si- ción en función de demandas ambien-
tuaciones determinadas. Así, planes y tales. El ajuste normativo, por contra,
programas suministran el fundamento requiere que se contrasten (merced a la
asimilación y la acomodación) las elabo-
para que se evalúe el grado de ajuste y
desajuste. Por ejemplo, un plan o raciones psicológicas con las demandas
del ambiente (15).
programa que sea idéntico a la plantilla
situacional (reproduce a cabalidad las Es importante hacer constar que el
demandas de la tarea) constituiría un funcionamiento a nivel del suprasiste-
ajuste perfecto plantilla-tipo. Debería ma involucra ambos procesos simultá-
hacerse notar, sin embargo, que el de- neamente, el interno (ajuste plantilla-
Estudios de Psicología n.° 4-1981

120 Estudios
tipo) y el externo (el ajuste normativo). habido también un amplio número de
Así tanto las elaboraciones molares co- informes empíricos sobre dos aspectos
mo el sentido personal, la visión del del proyecto:
mundo y el estilo de vida implican a la
1. El modelo genético factorial en
vez procesamientos internos y externos.
su aplicación al ámbito afectivo
En la figura 12 la visión del mundo, el
(Royce, 1979).
estilo de vida y el sentido personal
constituyen la norma que es puesta a 2. El desarrollo de un inventario
prueba mediante el bucle habitual de con que medir los tres estilos
retroalimentación y el consiguiente epistemológicos: racionalismo,
ajuste/desajuste. Si se da el ajuste la empirismo y metaforismo (Roy-
norma molar (sentido personal, visión ce, Mos y Kearsley, 1975).
del mundo o estilo de vida) está fun- En los párrafos que siguen se hará
cionando asimilativamente y se estarán alusión a algunos problemas teóricos y
describiendo períodos de estabilidad de empíricos que aún no han sido resuel-
la personalidad (véase en la figura 12 la tos. Para una mayor claridad la exposi-
flecha dirigida hacia arriba en la línea ción seguirá el esquema de este infor-
central). Por otro lado, si se da un de- me.
sajuste de la norma molar se estarán
planteando una acomodación en el sen- Sea en primer lugar la estructura y
tido personal, visión del mundo o estilo dinámica de la individualidad. Desde
de vida (véase en la figura 12 la flecha el punto de vista expuesto las estructu-
dirigida hacia abajo) y estarán descri- ras jerárquicas de múltiples niveles que
biendo períodos de cambio de la per- se han asignado a cada uno de los seis
sonalidad. Tales períodos brindan la sistemas se mantendrán tanto de cara a
oportunidad para un crecimiento y de- su escrutinio conceptual como a su in-
sarrollo personal de una parte o bien vestigación empírica. Sin embargo, está
reflejan una crisis personal. claro que algunos detalles de estas je-
rarquías precisarán revisiones. Es pro-
La integración de la personalidad in- bable, no obstante, que éstas no se lle-
volucra un delicado equilibrio de los ven a cabo de inmediato. Más bien será
componentes que interactúan a todos un proceso lento de acumulación y re-
los niveles del sistema psicológico; inte- construcción teórica en base a los
racciones entre componentes elementa- nuevos hallazgos empíricos. Debido a
les, subsistemas así como los seis siste- la escasez de análisis factoriales de or-
mas. El indicador más adecuado para la den superior podemos anticipar que los
integración de la personalidad en un cambios más drásticos tendrán lugar en
momento o tiempo dado viene a ser el los niveles superiores de la jerarquía.
equilibrio dinámico entre el funciona- Análisis factoriales de amplio espectro,
miento asimilativo y el acomodativo del cubriendo por completo un área, serán
sistema global. de especial valor a la hora de plantear
correcciones a las jerarquías delineadas
en las figuras 2 a 9.
7. Problemas y perspectivas
Aun cuando la investigación acumu-
El proyecto individualidad ha genera- lada con análisis factorial suministre so-
do una treintena larga de informes teó- portes razonablemente firmes respecto
ricos sobre diversos aspectos del progra- a la estructura de la individualidad, es-
ma completo de la investigación. Ha te enfoque no,ha tenido tanto éxito al
Estudios de Psicología n. ° 4-1981
Estudios 121
ocuparse de los procesos dinámicos. Sin típicas (Royce, 1978; 1979). Por otra
embargo los análisis teóricos indican parte, en cuanto a las relaciones entre
que la inserción de los constructos teóri- factores y aprendizaje se cuenta con un
cos identificados factorialmente en el notable trasfondo de hallazgos empíri-
marco conceptual de la teoría del pro- cos relevantes en la bibliografía del
cesamiento sistemático de la informa- aprendizaje, aunque aquí se haya plan-
ción permite abordar sopesadamente teado sólo los ejes maestros del modelo.
este problema. Cada uno de los seis sis- Se está preparando una puesta a punto
temas cuenta ya con tales análisis completa del modelo factorial del
(Kearsley y Royce, 1977 para el sistema aprendizaje (Powell, 1980).
sensorial; Powell, Katsko y Royce, 1978
para el sistema motor; Diamond y Roy- El tema de la integración de la perso-
ce, 1978 y Powell y Royce, 1978b para nalidad viene a ser, desde esta óptica,
el sistema cognitivo; Royce y McDer- el problema en la teoría de la personali-
mott para el sistema afectivo; Wardell y dad. Cabe afirmar que hasta el presen-
Royce, 1975 para el sistema de estilos; te ninguna teoría psicológica consolida-
Royce, Schopflocher y Meehan, 1979 da ha logrado con éxito recomponer lo
para el sistema de valores). desperdigado. Es de esperar que la teo-
ría de la individualidad supere esta di-
Los procesos dinámicos arriba men- ficultad en la medida en que lleve a ca-
cionados son sincrónicos o transversales bo una síntesis real entre el pensamien-
por naturaleza, mientras que la diná- to analítico factorial y el de los siste-
mica del desarrollo a lo largo del tiem- mas, brindando así mismo una explica-
po es diacrónica por naturaleza. Con ción de hechos relevantes. Hasta la
excepción de las cogniciones (Kearsley, fecha los esfuerzos se han centrado en
Buss, Royce, 1977) los análisis de corte facilitar una síntesis teórica precisa. La
evolutivo facilitados hasta la fecha se síntesis aquí expuesta brinda una expli-
han centrado en aspectos metodológi- cación para elaboraciones psicológicas
cos y formales del desarrollo multiva- molares como la de la visión del mundo
riado (Buss, 1973; Buss y Royce, 1975). (Royce, 1974; 1975), el estilo de vida
Los esfuerzos comunes en este aspecto (Royce, 1977; Powell y Royce, 1978) y
de la teoría se han centrado en los la imagen de sí (Powell y Schopflocher,
hallazgos empíricos de los otros cinco 1978; Powell, Schopflocher y Royce,
sistemas (Powell, Holt y Royce, 1979).
1979). Un abordamiento intuitivo de la
El tema herencia-medio ha sido ma- integración de la personalidad implica
nejado merced al modelo genético fac- que se preste atención al sistema psico-
torial y los factores predominantemente lógico completo en cuanto unidad fun-
hereditarios de un lado, el modelo fac- cional en interacción con el ambiente.
torial del aprendizaje y los factores pre- Así, las interacciones persona-situación
dominantemente ambientales por otro. dan cuenta de ello merced a concep-
En cuanto a las relaciones entre genes y tualizaciones tales como la plantilla si-
factores el modelo básico está claro, pe- tuacional y la personalidad tipo
ro debe aún explicitarse con detalle el (Diamond, Voorhees y Royce, 1979),
significado de muy conocidos mecanis- ajuste normativo, plantilla-tipo y asimi-
mos genéticos y brindar, al menos, una lación acomodación (Royce, 1978). En
primera aproximación respecto a qué la perspectiva aquí desarrollada, la teo-
secuencias biológicas intervienen entre ría de la individualidad constituye una
el genotipo y sus manifestaciones feno- respuesta viable al problema del todo y
Estudios de Psicología n.° 4-1981
122 Estudios
las partes (Royce, 1978). El gran queha- ca basada en una psicología diferencial
cer para el futuro consistirá en sumi- son claramente conocidas y, de hecho,
•nistrar una variedad de pruebas empíri- los logros palpables de esta tecnología
cas que sirvan de sustentación a las revi- constituyen uno de los capítulos más
siones y elaboraciones posteriores de lá conspicuos en el libro de la psicología
teoría. aplicada. Esta tecnología ha sido efecti-
Dos son los problemas de enorme va en la escuela, en la industria y en la
importancia en cuya dirección se han clínica, así como en otras áreas (como la
dado pocos pasos: la tarea de aportar militar) donde se deba seleccionar o
una formalización matemática y la ela- clasificar al personal. Sin embargo, la
boración de una fundamentación bioló- tecnología existente es peculiarmente
gica de la individualidad (distinta de la empírica, basada primordialmente en
perspectiva genética). En cuanto a la amplias estadísticas muestrales, baterías
trasposición a términos matemáticos de de tests y validaciones empíricas. Lo
la teoría de la individualidad se sabe más crucial es que se cuenta con una
qué es lo que hay que hacer, pero ape- muy escasa racionalidad explicativa que
indique por qué esto o aquello sirve.
nas si se ha intentado su consecución.
Ciertamente, una teoría viable de las
En concreto se está indagando la viabi-
diferencia individuales suministraría la
lidad de insertar el álgebra matricial en
justificación deseada para una psicolo-
el contexto de la teoría de conjuntos
gía diferencial aplicada.
(Voorhees, 1980; Powell, Voorhees,
Royce, 1980). Aquí el punto clave radi- La aplicación inmediata más obvia de
ca en el hecho de que la teoría matricial la teoría de la individualidad se da en
subyace al análisis factorial (Harman, el área de la educación, en particular en
1976) y que la teoría de conjuntos ha el desarrollo de una didáctica indivi-
sido ya incorporada a la teoría de siste- dualizada. Estrategias diferenciales de
mas (Mesarovic, Macko y Takahara, aprendizaje, técnicas, tasas de aprendi-
1970). Los esfuerzos encaminados a fa- zaje así como el contenido podrían ba-
cilitar una elaboración teórica de los sarse en las características detalladas de
fundamentos biológicos de la indivi- las diferentes personalidades tipo. Por
dualidad se han restringido a los ámbi- ejemplo, la persona con un estilo epis-
tos afectivo (Royce y McDermott, 1977; temológico racional (y por ende las ap-
Royce, 1977) y cognitivos (Aftanas, titudes cognitivas correspondientes) po-
Royce, 1969; Royce y Yerldall y Bock, drían asimilar preferentemente conte-
1976; Kearsley y Royce, 1976). Parece nidos racionales, en vez de los empíri-
evidente que tanto la fundamentación cos y metafóricos. Otro tanto es válido
biológica como la formalización mate- para los proclives a estilos epistémicos
mática de la individualidad podrá ser empíricos y por ende a contenidos em-
explorada con mayor provecho una vez píricos; lo mismo rige para los metafóri-
que la teoría básica haya sido debida- cos y los contenidos metafóricos. Breve-
mente unificada en el nivel psicológico. mente, la efectividad de la didáctica in-
En los párrafos que siguen se aludirá dividualizada podrá ser optimizada si
a las implicaciones prácticas de la teo- se toma en consideración la personali-
ría. Se hará una mera alusión y no una dad tipo (los primeros pasos en esta di-
decantación porque sería prematuro rección fueron dados por Royce, Mos y
proceder de otra forma. Es más, las po- Kearsley, 1975; Rancourt, 1978 llevó a
sibilidades de una tecnología psicológi- cabo una investigación aplicada).
Estudios de Psicología u.° 4-1981
Estudios 123
De modo similar puede maximizarse través de las incursiones llevadas a cabo
asimismo una clasificación o calificación ya por Eysenck a través de sus tres fac-
afectiva del personal si se trabajan con tores del sistema afectivo: estabilidad
esmero los perfiles individuales. Los emocional, independencia emocional y
programas aplicados más sólidos se ba- extraversión-introversión. Podría surgir
san típicamente en segmentos relativa- una profundización más perspicaz en
mente limitados de la esfera total de la psicopatología a partir del análisis de
personalidad, tales como la inteligencia las interacciones e integraciones del sis-
o las aptitudes. Los perfiles individuales tema, tales como el estilo de vida que
se desprende de los sistemas afectivo y
implican un sub-perfil por cada uno de
de valores, así como las consecuencias
los seis sistemas, sensorial, motor, cog-
de la interacción sistema cognitivo-afec-
nitivo, afectivo, estilos y valores. Ade-
tivo.
más, las diferencias en la secuencia del
proceso constituyen un fundamento no La teoría multifactorial sistemática
explotado aún en los programas aplica- puede suministrar potencialmente una
dos que entroncan con la psicología di- explicación de la conducta tanto a nivel
molar como molecular. Las aplicaciones
ferencial.
prácticas dependen directamente de la
No se han explorado aún de un mo- amplitud con que puedan llevarse ade-
do explícito las implicaciones de la teo- lante estos planteamientos. No obstan-
ría de la individualidad para una te, la tarea inmediata reclama una sín-
comprensión de la psicopatología (16). tesis teórica que sea capaz de conciliar
Son numerosas las insinuaciones respec- el cúmulo de datos no interpretados
to a sus posibilidades, principalmente a hasta ahora.

Notas
(1) Deseamos mostrar nuestro agradecimiento al gran apoyo brindado por el Comité Nacional de Investiga-
ción, al Comité de Investigación en Recursos Humanos de Alberta, así como por la Universidad de Alberta. Pero
de una manera especial estamos en deuda con el Comité Canadá por el generoso y extenso refrendo financiero
facilitado al Dr. J. R. Royce desde 1968: Cabe incluir ahí la concesión del año sabático para 1972-1973. El pro-
yecto individualidad constituye una experiencia única en la elaboración de una teoría por cuanto viene a ser el
producto de un grupo. El Director del proyecto reconoce su especial deuda con el Dr. Arnold Powell, Profesor
Agregado en investigación, cuya contribución al proyecto no sólo ha sido masiva y destacada, sino que se ha con-
vertido él mismo en modelo de lo que debe ser un colaborador a la hora de construir una teoría. Su estilo de
pensamiento y trabajo ha servido de inspiración para cuantos intervinimos en este proyecto. Ciertamente buena
parte del espíritu de equipo y el consiguiente exito del proyecto debe serle atribuido. Estamos igualmente en
deuda con otros colaboradores en el proyecto, como Stephen Diamond, Adjunto en esta investigación; Burt
Voorhees, Adjunto en Matemáticas, así como Donald Schopflocher, como ayudante. Cabe destacar otros colabo-
radores, como el profesor Agregado Allan Buss, así como Gregory Kearsley, toda vez que ambos destacaron en
sus aportaciones durante las primeras etapas de este proyecto. También han contribuido los Agregados George
Kawash y Warren Klare, así como los adjuntos Michael Katzko, John McDermott y Douglas Wardell. Una me-
nor aportación ha sido la proveniente de los adjuntos Peter Holt, Kenneth Mechan, Steve Nicely y John Wozny.
Del mismo modo estamos en deuda con los miembros del centro con quienes hemos compartido críticas conti-
nuas durante los últimos quince años: Richard Jung, W. W. Rozeboom, Hermann Tennessen, Kellogg Wilson,
y Teddy Weckowicz. Por lo mismo le estamos muy reconocidos a Leendert Mos, funcionario del centro, quien ha
contribuido directamente en varios aspectos empíricos del proyecto, y quien ha interactuado con nosotros en
nuestras sesiones semanales sobre la individualidad como crítico amistoso y constructivo.
Las versiones previas de este informe fueron presentadas durante el encuentro anual de 1977 de la Sociedad
de Psicología Experimental Multivariada celebrado en Colorado Springs, Colorado; igualmente en la Universidad
de California, Berkeley, 1977; en la Universidad de California en Santa Cruz, 1977, así como en la Univ. de Ot-
tawa, Ottawa, 1978.

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124 Estudios
(2) Se anuncia que dentro de unos tres años Royce y Powell (1982) podrán presentar un primer aborda-
miento global de esta teoría en forma de libro. Mientras tanto el lector interesado en una información más de-
tallada en aspectos concretos de esta teoría puede recabarlos mencionando los informes reseñados en este ma-
nuscrito.
(3) Las ecuaciones 11 y 12 son expresiones insuficientes del modelo factorial del cambio. Estas ecuaciones,
aunque no son incorrectas, no están lo suficientemente detalladas. Una elaboración más extensa de la teoría de la
individualidad (Royce, 1973; Royce y Buss , 1976; Royce y Powell, 1982) introducirá los desarrollos posteriores
del modelo factorial del cambio (Voorhees, 1980; Powell, Voorhees y Royce, 1980).
(4) Ciertamente se dan vinculaciones similares respecto a los estilos metafórico y empírico.
(5) El concepto de límite es tan interesante como discutible. Y aunque el lector lo estime o no, ha recibido
notable atención en la bibliografía científica (por ejemplo la velocidad de la luz como límite superior para la tasa
de cambio así como las matemáticas de los límites). En este contexto tomo en consideración este asunto de un
modo pragmático. Mientras el concepto nos ayude a desarrollar una teoría viable de las diferencias individuales,
mantengámoslo. Si no sirve para nada dejémoslo de lado. Lo encuentro especialmente válido al tener que habér-
noslas con las fuentes de variación hereditarias y ambientales. Pienso que debemos conservarlo por el simple mo-
tivo de que todos los organismos, incluido el hombre, son evidentemente finitos. Por ello este concepto forma
parte del conjunto de presunciones subyacientes con que contemplo la naturaleza humana.
Por otro lado, confío en que quede claro que, dado el estado actual de nuestros conocimientos en estos te-
mas, la amplitud teórica o empírica que asignemos a un determinado límite deberá ser considerado como mera-
mente hipotético. Por este motivo he definido tanto el límite del nivel de ejecución como el límite temporal en
cuanto observables. Así, definimos el ambiente óptimo como un conjunto de condiciones ambientales que
propician la ejecución máxima observable según un genotipo dado, se desprende de ello que tales límites no de-
be ser considerados como fijos. En pocas palabras, los límites deben quedar establecidos tanto en áreas teóricas
como experimentales, y deben ser considerados como tentativos, estimaciones «a groso modo» susceptibles de
modificación en la medida en que nuevos datos e ideas fuercen al cambio. En el momento de escribir esto no es-
toy muy seguro respecto al modo de asignar valores cuantitativos a límites concretos. Para nuestros propósitos, en
teoría, para establecer una estructura teórica plausible, no es necesario dar con una respuesta a este problema.
Ahora bien, en la medida en que esta teoría se granjee mayor plausibilidad, será obviamente imprescindible al-
canzar algún tipo de contacto entre el constructo teórico del límite y su evaluación empírica.
(6) Debemos indicar de antemano que son muy pocos los factores que se comportarán en completo acuerdo
con estas curvas ideales debido a que no es posible que cualquier 02H ó 02E se conviertan en cero. O sea, siempre
habrá algún tipo de varianza debida al ambiente cuando se den factores predominantemente hereditarios o vice-
versa. Esto es así por el simple motivo de que siempre tiene lugar una interacción yendo y viniendo entre heren-
cia y ambiente; est es, es imposible que los genes puedan funcionar independientemente del ambiente así como
es imposible que el ambiente determine el fenotipo con independencia de los efectos genéticos.
(7) No obstante, el lector interesado en los correlatos neuronales de los factores cognitivos deberá consultar
Royce (1966; 1973), Royce, Yeudall y Bock (1976) y Aftanas y Royce (1969). Puede consultarse igualmente a
Mos, Lukaweski y Royce (1977) respecto a las evidencias disponibles en torno a los correlatos neuronales de dos
factores afectivos.
(8) La confirmación más convincente del modelo genético factorial proviene del área afectiva. La investiga-
ción a que se hace referencia involucra 42 medidas, 6 razas de ratas de crianza así como sus descendientes F I y un
total de 775 sujetos (Royce, Poley y Yeudall, 1973; Poley y Royce, 1973; Royce, Holmes y Poley, 1975). Se llevó
a cabo un análisis dialélico (Mather y Jinks, 1971) respecto a cada uno de los 15 factores. El hallazgo más destaca-
do fue el de que el correlato genético para cada factor viene a ser poligénico y, en general, encauzado de acuerdo
con los efectos de dominancia completa. Sin embargo, un aspecto importante de esta investigación fue el de que
el modo de heredarse cada factor es totalmente peculiar al mismo. Por ejemplo, los factores relacionados con la
huida o la evitación —esto es, delimitación del territorio, miedo, reactividad de origen auditivo, así como los
componentes de la huida— están dirigidos por los efectos de la dominancia. Es más, en tres de los casos
—huida, reactividad de origen auditivo y delimitación territorial— la evidencia señala hacia una dominancia di-
rectiva. Los factores relacionados con la alerta indiferenciada como por ejemplo, el equilibrio autónomo, la des-
carga motora y el nivel de actividad mostraron una dominancia parcial o casi mínima (una forma intermedia o
mezcla de heredabilidad, Royce, 1970).
(9) Se le aconseja al lector que consulte a Buss (1973a) para una decantación de las conexiones del modelo
factorial del aprendizaje con el desarrollo cognitivo así como a Cattell tanto respecto a la formalización de la
estructura multivariada del aprendizaje (Cattell, 1971) como sus conexiones con el afecto (Cattell, 1977).
(10) Debería hacerse constar que las especulaciones que aquí se brindan son más bien impresionistas. Es
más, puesto que este informe se ocupa de los fundamentos genéticos de la conducta, no ha sido revisada explíci-
tamente la evidencia ambientalista. Sucintamente, podrá recurrirse a nuevas revisiones a la luz de tales eviden-
cias.
(11) Merced a las características biológicas de estos dos sistemas, resulta especialmente pertinente la eviden-
cia que apunta a su filogenia y base neurológica. Lo crucial en la localización puntual de las funciones sensoriales
y motoras resulta ser su más fuerte evidencia disponible respecto a la evolución filogénetica, así como el hecho de
las estructuras psicológicas humanas más bien «inalámbricas».

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Estudios 125
(12) Somos conscientes de las complicacones teóricas que han acompañado tradicionalmente al concepto de
personalidad tipo. Debería hacerse notar que la utilización que hacemos no se alinea con la práctica tradicional
de considerar como tipos dos o más puntos de una distribución continua. Este enfoque clásico debe hacer frente
a dos críticas rotundas: se categoriza arbitrariamente una distribución que es de por sí continua y no toma en
consideración la multidimensionalidad de la personalidad. Véase en Diamond, Voorhces y Royce (1979) una ex-
posición más detallada de nuestra concepción multidimensional de la personalidad tipo.
(13) Opinamos que el proceso secuencial está,determinado primordialmente por las demandas de la si-
tuación, especialmente cuando ésta está altamente estructurada. Cuanto menos estructurada está una situación,
por otro lado, mayor será el papel de la personalidad tipo a la hora de determinar la secuencia del proceso. Esta
es una consecuencia lógica del hecho de que.el papel de los determinantes situacionales disminuye siempre que
se dé la ambigüedad. Es más, con independencia del tipo de estructura situacional, el modo como se haga frente
a la situación dependerá de la personalidad tipo. Ciertamente, tipos diferentes recurrirán a componentes diferen-
tes y a secuencias temporales diferentes.
Se ha aludido al papel de la situación en la determinación de la conducta en cuanto principio de la depen-
dencia del contexto. Cuando se combina este principio con otras propiedades multidimensionales del sistema,
como la propiedad causal del macro-determinismo, de la determinación múltiple, del inter-determinismo, se
comprueba por qué la secuencialidad típica de la causalidad «por carambolas» no tiene vigencia para fenómenos
complejos como los de las diferencias individuales. El énfasis está en que la causalidad por carabolas será sólo ca-
paz de servir de explicación en la conducta de robots rígidos. Esto es, el hecho de que se limite a sistemas cerra-
dos la incapacita para explicar la conducta de personas flexibles.
(14) Aun cuando este tipo de análisis persona-situación resulta empíricamente viable, no tenemos noticias
de investigaciones de este tipo. Y, si bien los psicólogos diferenciales y de la personalidad se han ocupado de la
dependencia del contexto, se han limitado en tales enfoques a análisis de tareas y búsqueda de criterios. La
psicología social, que tradicionalmente se ha centrado en los determinantes situacionales, no parece haber apor-
tado nada mejor. Al menos no tenemos certeza de hallazgos que resulten potencialmente relevantes para el
problema de la individualidad. No obstante, se cuenta con un enfoque que comporta cierta similaridad formal
con el concepto de configuración temporal: es el concepto de «guión» de Abelson (1976).
(15) Nuestro análisis de las diferencias entre el ajuste normativo y el de plantilla viene a ser congruente con
nuestra opción previamente discutida de procesamiento primario y secundario (véase, 3.2.). Aquí estamos sugi-
riendo que el ajuste normativo, que tiene lugar a nivel de suprasistema, implica al procesamiento secundario (el
papel funcional de conceptualizaciones psicológicas tales como estilo de vida y visión del mundo), mientras que
el ajuste de plantilla, que acaece dentro del sistema, comporta procesamientos primarios (secuencias de procesa-
miento de la información).
(16) Consúltese, no obstante a Powell y Royce (1978c), para ver pequeños pasos en esta dirección. En este
informe, presentado a requerimiento para el décimo tercer encuentro anual de la Fundación Canadiense de la
Adicción, adelantamos la hipótesis de que la audición viene a ser una manifestación del encapsulamiento —esto
es, de visiones del mundo, estilos de vida y autoimagenes fijas o congeladas.

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