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exposición sucinta
78 Estudios
manifestaciones individuales de fenó- I. Teoría Factorial y de Siste-
menos de interés.
mas
En el momento actual se cuenta en
Como hemos hecho constar, la teoría
psicología con una profusa documenta-
multifactorial sistemática toma como
ción básica sobre las diferencias indivi-
duales que se han acumulado merced a punto de partida la identificación de di-
la investigación de múltiples facetas du- mensiones consistentes de las diferen-
cias individuales mediante la técnica del
rante el presente siglo. No obstante,
análisis factorial. En el próximo aparta-
brilla por su ausencia una perspectiva
do se expondrá brevemente un resumen
teórica general que permita organizar
del modelo factorial básico. A conti-
los resultados más consistentes de las in-
nuación prestaremos atención al modelo
vestigaciones empíricas y que simultá-
de sistemas básico y a la pretensión de
neamente indique el camino hacia in-
caracterizar el funcionamiento integra-
tuiciones conceptuales más profundas
dor en términos de las dimensiones fac-
que se desprenden de tales hallazgos.
toriales identificadas e imbricadas en un
Nos hemos empeñado en sintetizar una
sistema complejo y dinámico.
teoría general de tales características, a
la que hemos denominado TEORIA
MULTIFACTORIAL SISTEMATICA, 1.1. Modelo factorial básico
dado que, mediante el análisis factorial,
se identifican las estructuras interac- La teoría multifactorial comienza con
tuantes de la individualidad y de la per- la ecuación factorial fundamental que
sonalidad integradora, mientras que se establece cómo cualquier conducta, se-
extraen, de la Teoría General de Siste- ñalada con una puntuación típica 4
mas y Procesamiento de la Información, (donde Z = X /o), es igual al producto
los principios del funcionamiento in- de la saturación (a„-„) de la medida j en
tegrador (Royce, 1973, 1978; Royce y el factor uno por la dotación del indivi-
Buss, 1976; Royce y Powell, 1979). duo i en este factor (F,,), más el produc-
En el presente escrito esbozaremos to correspondiente de la saturación de
una visión comprehensiva y muy con- esta variable en el factor 2 (a,2F2,), más el
densada de nuestra concepción actual producto que concierne a las satura-
—aún en desarrollo— respecto a la na- ciones en el factor 3, etc... hasta que se
turaleza de la personalidad integrado- haya dado debida cuenta de toda la va-
ra(2) . Nuestro esquema general para la rianza factorial común. En términos
exposición de esta teoría requiere, de matemáticos simplificados ésta sería la
antemano, algunos breves comentarios expresión:
respecto a la naturaleza del modelo fac-
torial así como el de los sistemas, para = a 1 F1 + ai2F2i + a3F3; +
proceder luego a una discusión más mi-
aim Fmj (1)
nuciosa de nuestra concepción actual de
«estructura», «dinámicas» y «desarrollo»
de la individualidad. Apartados poste- Si replanteamos esta formulación si-
riores de este informe se ocuparán del guiendo el formato matricial tenemos
significado de la interacción herencia- entonces
ambiente, persona-situación, así como
de los problemas y expectativas teóricas. Z = AF (2)
Estudios de Psicología n.' 4-1981
Estudios 79
donde Z es una matriz de las pun- El segundo término brinda el funda-
tuaciones típicas en los tests, A es una mento al modelo factorial del aprendi-
matriz de las saturaciones factoriales y F zaje
es una matriz de puntuaciones facto-
riales. Ahora bien, dado que el meollo FE = E'R- 1Z (8)
de nuestra cuestión apunta más bien a
los componentes subyacentes Más que a El tercer término se ocupa de los efec-
las observaciones generales, resolvemos tos de la interacción Herencia-
F de esta manera: Ambiente
= I'R- 1 Z
F= A- 1Z (3) (9)
Pero dado que se llega a una formula- y el cuarto se centra en los efectos de la
ción insoluble de F toda vez que A care- correlación Herencia y Ambiente
ce de inversa, procedemos mediante
una modalidad de F así: Fc = C'R- 1Z (10)
82 Estudios
res y descodificadores. Estos seis siste- que se postula constituyen la personali-
mas están organizados en un sistema je- dad integradora, han sido reseñados en
rárquico de múltiples niveles (Mesaro- el diagrama de la figura 1. Los sub-siste-
vic, Macko y Takahara, 1970) en los que mas más importantes de cada uno de los
hay una capa o estrato (senso-motor) de seis sistemas de la personalidad han sido
control del proceso, una capa (cogniti- delineados en esta figura (por ejemplo,
vo-afectiva) de afrontamiento del el sistema cognitivo lo configuran los
aprendizaje y otra capa (estilos, valores) sub-sistemas perceptivo, conceptualiza-
de integración. Por su parte cada uno de dor y simbolizador mientras que los
los sistemas individuales está concep- sub-sistemas motores son denominados
tualizado como un sistema jerárquico de espacialidad y temporalidad). Estos
niveles múltiples donde los elementos sub-sistemas han sido descritos también
de cada jerarquía quedan identificados como factores de orden superior o di-
nediante el análisis factorial. mensiones de las diferencias indivi-
duales. Para ser más específicos, los di-
Los sistemas individuales, y las inte- versos sub-sistemas delineados en la
racciones más importantes del sistema figura 1 están identificados en cuanto
SISTEMA SENSORIAL
ENTRADA Espacialidad Temporalidad
Integraci6n
sensomotora
SISTEMA ROTOR
Espacialidad Tempurali,dn
11> s'ALOA •
Respiración
o
o °nación
rticulación
precisión controlada
Dexteridadde los dedos
manual
e extensión
Flexibilidad<:da
inámica
mpu 1 s
reflejos
firmeza
quilibrio -
Enfásis
reactivo
Movilidad masa corp.coord.
general
coord.multiples
Horizontal miembros
Vertical
Tensión muscular
Cansancio
escarga motora
Nivel de actividad
IV TIPO SENSORIAL
II VISUAL ESTET A
CORPORAL- A ICION
CI ESTESIA
edefinición semántica
ensibilidau a los problemas
luidez asociativa
luidez expresiva
fluidez ideativa
fluidez verbal
flexibilidad espontanea
B deducción
inducción
o
N
umérico
azonamiento silogístico
ro comprensi6n verbal
emoria de disenos
memoria asociativa
amplitud de memoria
E
U
visualización
rientación espacial
escvdriamiento espacial
flexibilidad figurativa-
adaptativa
apidez de .clausura
flexibilidad de clausura
relaciones espaciales
+Condicionabilidad
Surgencia
i
Z Z
0 0
I Gregariedad
— 1-4 H
n (J U)
n C4 Au tosuf iciencia
crn ..1 4
..
.-4 > >
4.1
4-1
X 1
E-. E+
Dominancia
O Z 5C
E H4
u
Afectotimia
4 Sensibilidad tierna
JJ o Realismo
w
O
O
• Cooperación
fa
o
0 Confianza
o
O
Fuerza del yo
•-•
cll
L. Tendencia cicloide
f4
O.
culpabilidad
• temor
tensión érgica
equilibrio autónomo
evitación
+territorialidad
+huida
Estudios 89
nitivo, mientras que la evidencia facto- estilos mediante una única figura. La
rial para los constructos cognitivos del idea básica, no obstante, logra quedar
tercer orden son mínimos. Sin embargo, recogida en las figuras 6 y 7.
y a pesar de esta deficiencia, la docu-
La combinación de ambas figuras po-
mentación experimental no factorialista
ne de manifiesto la naturaleza doble-
acumulada aporta una sustentación em-
mente encasillada de la jerarquía de es-
pírico-inductiva convincente para estos
tilos. Debería hacerse notar que los tres
constructos de orden superior.
estilos iguales son comunes a los estilos
Resultaría sorprendente el que no cognitivos delineados en la figura 6 y los
fueran confirmadas factorialmente, en estilos afectivos presentados en la figura
su momento, categorías muy afines a és- 7. Es más, debería igualmente hacerse
tas. Por otro lado, los constructos de se- constar que no aparecen estilos prima-
gundo orden en el ámbito afectivo no rios. Esto es así porque los constructos
son tan seguros. Aunque hay una débil de estilo vienen definidos como cons-
evidencia empírica para cada uno de tructos de nivel superior que subsumen
ellos, sería ciertamente sorprendente si constructos cognitivos o afectivos. War-
todos estos factores se confirmaran en su dell y Royce (1978) suministran un aná-
día. La clarificación factorial del segun- lisis de tales vinculaciones. Por ejemplo,
do estrato del ámbito afectivo viene a el constructo de tercer orden estilo ra-
ser la deficiencia estructural más crítica
cional establece conexión con el sistema
de estos dos sistemas. cognitivo merced al factor de tercer or-
den amplitud conceptual, así como di-
2.3. Los Sistemas de Estilo y Valores rectamente con el factor de segundo or-
Nos ocuparemos, finalmente, de los den visualización a la par que con otros
dos sistemas de integración: estilos y va- cuatro factores de segundo orden de es-
lores. La peculiaridad integradora de es- tilos cognitivos. También el estilo ra-
tos dos sistemas tiene que ver con su pa- cional conecta con los factores afectivos
pel de proporcionar vinculaciones entre relevantes a través del factor de tercer
los sistemas cognitivo y afectivo. Hemos orden independencia emocional así co-
definido el sistema estilo como un siste- mo con el estilo afectivo de segundo or-
ma jerárquico multidimensional que in- den denominado control restrictivo
tegra y modula la información coordi- frente al flexible (4).
nando la cognición y el afecto así como El sistema de valores queda definido
seleccionando modos particulares de como un sistema jerárquico multidi-
procesamiento. Cuando un constructo mensional que integra y modula la in-
de estilo se restringe primordialmente a formación, coordinando la cognición y
los fenómenos cognitivos cabe hablar de el afecto para alcanzar metas específicas,
estilos cognitivos. Cuando un construc- satisfaciendo necesidades especificables
to de estilo se restringe primordialmen- o seleccionando el contenido informati-
te a fenómenos afectivos cabe hablar de vo concretizable. Dado que las vincula-
estilo afectivo. Y cuando un constructo ciones de los valores son formalmente si-
de estilo entabla conexiones tanto cog- milares a las de los estilos, se requerirán
nitivas como afectivas cabe hablar de es- igualmente dos figuras con vistas a
tilo congnitivo-afectivo. Desde la mostrar la naturaleza doblemente en-
complejidad de las vinculaciones estilís- cuadrada del sistema de valores. Este
ticas es posible visualizar la jerarquía de queda delineado en las figuras 8 y 9.
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Figura 6: Relaciones de los estilos de orden
supe' .Jr y los respectivos estilos cognitivos
IV ESTILO TIPO
ESTILO ESTILO ESTILO
III RACIONAL
EMPIRICO
METAFORICO
o
7 4
II 5 'O pl CD en
re CD
1- CI CD
CD rl rl CD
u. P o
CC CD
o o CD
CD CD- rl
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CI
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(2, CD 7 CD II
It rl rl CD
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0
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o
CD CD CD
CC
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CI
CC CD
O
rl CD
o
Figira 7 : Relaciules entre los estilos y los estilos afectivos ue °roen superior
IV LSTILO
ORIENTACION
III ORIEN ACION AUTO-ORIENTACIOW SOCIAL
INTRINSECA
fD frA
o
o
o
o
- l
92 Estudios
Cambio
Ce
u autonomía
o
o
pusilanimidad
consolación
:541
U)
----""-reconocimiento social
cr)
O
sexo
4 H u juego
H U
• O
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u crianza
o
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defensa
agresión
z
O
H
O
--------- 15, exhibición
O z
ta. w
H H nd
.,-4
1.4 C4
O u sensibilidad
O c
E 1.1
dominancia
entendimiento
o
resistencia
logro
'impulsividad
orden
estructura cognitiva
Estudios 93
Una vez más es preciso hacer notar siblemente el motivo principal de una
que estas figuras delinean tres sub-siste- mayor especificidad de los conductos de
mas —en este caso los valores de orden valor. Esto es, tanto las necesidades (va-
superior denominados orientación lores afectivos) como los intereses (valo-
intrínseca, autoorientación y orienta- res cognitivos) tienen que ver con qué es
ción social—. Sin embargo, la figura 8 lo que el ser humano se compromete a
muestra las vinculaciones de estos cons- hacer mientras que los estilos se centran
tructos con los valores o necesidades en el cómo se efectúan tales compromi-
afectivas, mientras que la figura 9 sos.
muestra cómo estos mismos constructos Finalmente debería hacerse notar
están vinculados a valores o intereses que, mientras los estilos y valores son
cognitivos. Como en el sistema de estilo ambos constructos de vinculación, la
se dan vinculaciones con la cognición y teoría de la individualidad sostiene que
el afecto. Por ejemplo, el valor de orden los estilos se alinean más íntimamente
superior orientación social se conecta con el sistema cognitivo mientras que
con el sistema afectivo merced al cons- los valores están más íntimamente rela-
tructo afectivo de orden superior intro- cionados con el sistema afectivo. Los
versión-extraversión así como con cons- pormenores en torno a este punto han
tructos de valor de orden inferior. Roy- sido glosados en las exposiciones de la
ce, Schopflocher y Meehan (1979) so- cosmovisión (Royce, 1974; 1975) donde
meten a discusión las vinculaciones de queda analizada como un resultado de
los valores cognitivos (intereses) con las .los sistemas de estilo y cognición así co-
aptitudes cognitivas. mo en las exposiciones de los estilos de
Aun cuando tanto los constructos de vida (Powell y Royce, 1978 a; Royce,
estilo y de valor resultan críticos para 1977) que son contemplados como re-
nuestro entendimiento virtual de la in- sultado de los sistemas afectivo y de va-
tegración de la personalidad (Cfr. figura lores.
1 así como Royce, 1978), por desgracia
la fundarnentación empírica de estos 3. Dinámica de sistemas
constructos es relativamente
La dinámica de sistemas en la teoría
Mientras que se cuenta con una conside-
de la individualidad es abordada me-
rable documentación empírica relevante
diante una descripción comprehensiva
de los constructos en estos ámbitos, re-
de las interacciones funcionales de las
sulta crítica una confirmación de los
dimensiones relevantes en los diferentes
mismos mediante análisis factorial. Bas-
niveles de procesamiento de la informa-
tantes constructos de estilo, por
ción. Este enfoque se basa en el princi-
ejemplo, no han sido identificados fac-
pio biológico de que la función depen-
torialmente y en el ámbito de los valores
de de la estructura. Así, mientras que
no es posible apelar a una invarianza
las figuras hasta aquí reseñadas indican
factorial.
las interrelaciones estructurales de las
El hecho de que se cuente con un ni- dimensiones, lo que viene a conti-
vel menos en el ámbito de los estilos nuación se va a centrar en sus interac-
que en el de los valores sugiere que los ciones funcionales. El asunto estriba en
constructos de estilos son más amplios, que una comprensión completa de las
en general, que los de valores. La mayor dinámicas de la individualidad o del
carga de contenido en los valores es po- mero funcionamiento general exigen
Estudios de Psicología n.° 4-1981
94 Estudios
una explicación en flujos de informa- afectivo, el análisis de Royce y McDer-
ción tanto de los componentes que inte- mott (1977) indica que una situación
raccionan como de las secuencias tem- suscitadora de temor está primordial-
porales de estas interacciones. Este tipo mente mediatizada por el sub-sistema
de análisis implica que se detallen los estabilidad emocional. Tanto en el mar-
procesos simultáneos, sus secuencias y gen derecho como en el izquierdo de la
su recurrencia en situaciones específicas. figura 10 se evidencia esta peculiaridad
Por ejemplo, si la tarea a llevar a cabo del análisis.
demanda un despliegue visual particu- Mientras que el margen izquierdo
larmente complejo (como el que reali- concierne a la activación en el momento
zan los pilotos) esto conllevará que se presente de los tres sub-sistemas, el
procesen simultáneamente numerosas margen derecho está centrado de un
, dimensiones perceptivas. Por otra parte, modo similar en la reactivación reme-
el que se involucren varios factores con- morativa (a través de la activación de la
ceptuales y sensomotores dependerá de estabilidad emocional del componente
la idiosincrasia psico-biológica de este memorístico). Prosigamos esta decanta-
piloto en particular (su perfil multidi- ción del funcionamiento de la estabili-
mensional) y de cuándo son precisos es- dad emocional, que es el sub-sistema
tos procesadores mediacionales, bien sea dominante en esta situación. La activa-
al despegar, al elevarse, al caer o al ción de este sub-sistema, presumible-
aterrizar. Si bien el modelo multidi- mente a través del área límbica del ce-
mensional del análisis factorial ha sido rebro (Royce y McDermott, 1977; Mos,
aplicado a una amplia gama de proble- Lukaweski y Royce, 1977) involucra la
mas puros y aplicados, la investigación activación de los factores de segundo or-
hasta el presente ha sido de naturaleza den movilización de energía, excitabili-
predominantemente estática. Así, la in- dad y ansiedad. De esta manera, la mo-
vestigación típica identifica los pesos re- vilización de energía y la excitabilidad
lativos (o sea, las saturaciones facto- manifiestas conducen a una evitación y
riales) que deberán asignarse a una va- huida, mientras que la ansiedad se pone
riable predictora dada, pero los corres- de manifiesto a través de los factores de
pondientes pesos betta no cambian a la primer orden como equilibrio autonó-
par que las exigencias cambiantes de las mico, tensión érgica y temor.
situaciones.
Igualmente, en la figura 10 se
Aunque hemos suministrado análisis muestra el procesamiento secundario a
de procesos para cada uno de los seis sis- través de las sub-jerarquías introversión-
temas, bastará un ejemplo para ilustrar extraversión e independencia emo-
qué es lo que se está implicando. El cional. Lo que no se pone de relieve son
ejemplo elegido se ciñe al ámbito afecti- los aspectos pre-afectivos y los cognitivos
vo. Concierne a una situación en la que no memorísticos del proceso así como
se introduce un estímulo provocador de las salidas motoras post-afectivas (sin
temores para el individuo. Si bien esta embargo, Cfr. Royce y Diamond, 1979
situación no excluye otros sistemas, es- en torno a una teoría de la emoción se-
pecialmente los sistemas cognitivo y gún la interacción cognición-afecto).
motor, se trata primariamente de un Debería señalarse que el estado actual
asunto de procesamiento afectivo. Y de los conocimientos no nos permite es-
aunque se podría activar todo el sistema pecificar los detalles temporales del pro-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Figura 10: Relaciones emotivas-orientadoras-adaptativas en respuesta a una situación suscitadora de temor (Royce y McDermott, 1977)
11 AMOR PROPIO
DOMINANCIA
• INDEPENDENCIA______ AUTONOMIA
EMOCIONAL
MEMORIA
Entrada de
e st imu los 110 MOVIE' ZAC ION pi HUIDA
provocadora ENERGIA
de temor
ESTABILIDAD
EXCITABILIDAD
EMOCIONAL • LVITAC ION 4
1 EQUILIBRIO
AUTONOMICO
ANSIEDAD TEMOR
TENSION
ERGICA
96 Estudios
cesamiento de la información. Por ello, La columna de enmedio de la tabla 1
seguirá siendo un desafío para el futuro recoge la terminología de sistemas y la
la especificación detallada de los proce- factorialista mientras que las columnas
sos secuenciales, paralelos y recurrentes. externas indican que son precisos seis
No obstante, la especificación de las re- niveles de abstracción en el análisis del
laciones funcionales entre las dimen- todo y las partes. Así, en el vértice nos
siones factoriales identificadas, que es lo referimos al sistema psicológico total co-
que hemos llevado a cabo hasta ahora, mo una unidad funcional. Mientras que
viene a ser un paso prioritariamente ne- en el nivel seis se hace referencia a la
cesario en cualquier acontecimiento. intregración del sistema total, el nivel
cinco se centra en aquellas integraciones
sub-totales que viene a producirse como
3.1. Las partes y el todo consecuencia de las interacciones de dos
o más sistemas. A continuación hemos
La exposición de este apartado asumi- decantado cuatro integraciones sub-to-
rá el contenido de la tabla 1 a manera tales que involucran combinaciones di-
de referencia, dado que aporta un resu- ferenciales de estilos, valores, cogni-
men de la parte factorial así como del ciones y afectos. La cosmovisión está pri-
todo sistemático. mordialmente ligada a los perfiles cog-
Tabla 1
Relaciones Todo y Partes (Royce, 1978)
SENSORIAL
Coordinación
MOTOR sensorial-
motora
Información Coordina- 1
COGNITIVO inteligible ción ideo-1
(percepción) motora
4 4 1-
AFECTIVO Información Movimiento Fusión Cog-
afectiva cargado de nitivo-afec
(sentimien- afecto tiva(emoción)
tosl
55`
I
loo 9. julo
pfr,
oeGA.w.spio
•
Si incorporamos ahora los conceptos c¿ncretar la propia cosmovisión o estilo
de retroalimentación positiva y negativa de vida. Lo que se está sugiriendo es
y el de acomodación y asimilación, con-,. que, tras ajustes adecuados mediante
tamos con los fundamentos necesarios retroalimentación negativa, puede lle-
para una descripción de la conducta in- varse a cabo el ajuste, la peculiar visión
tencional y finalista. Lo crucial es que del mundo o los estilos de vida son pro-
las entradas E provenientes del ambien- yectados sobre el ambiente, mientras
te A deben encajar con la norma N. Si que en caso de acomodación es el am-
tiene lugar un desajuste entre E y N biente el que se proyecta en la cosmovi-
(como acaece en N1 de la figura 11), se Sión o el estilo de vida. Pero como
llevará a cabo una corrección mediante queda ilustrado en la figura 11, cuando
retroalimentación negativa. La inten- la norma uno (N1) no es capaz de ha-.
cionalidad queda así incorporada al sis- bérselas con la nueva entrada, los ajus-
tema ya que su funcionamiento está tes son propiciados mediante retroali-
encauzado hacia el logro de la norma mentación positiva. A través de la
N. Además, merced a una variedad de exploración de las alternativas dispo-
principios sistemáticos (por ejemplo, nibles para el individuo, la norma dos
estados habituales, holon, equifinali- (N2) conduce al ajuste, por lo que así es
dad, véase Royce y Powell, 1979 para capaz de acomodarse al ambiente.
una exposición más completa) todas las Resulta válido el mismo razonamien-
sub-unidades del sistema interaccionan to si la norma molar consiste en la ima-
de una manera coordinada para alcan- gen de sí, del mundo o el estilo de vida
zar la meta común, N. dado. Por ejemplo, si se da el ajuste, la
Estudios de Psicología n." 4-1981
102 Estudios
imagen de sí está funcionando asimila- ción especialmente afectiva e inhibien-
tivamente y lo que estaremos descri- do las formas habituales de interacción
biendo serán etapas de autoaceptación social (Powell y Schopflocher, 1978; Po-
y relativa estabilidad personal. Por otra, well, Schopflocher y Royce, 1979; Roy-
parte, si el desajuste aparece en torno a ce, 1978 para una exposición más de-
una imagen concreta de si se propiciará tallada de los procesos de alto nivel en
entonces la acomodación y estaremos el control y decisión de la personalidad
describiendo etapas de autorrechazo y integradora).
cambio de la personalidad.
Se pueden caracterizar las actividades
Los procesos generales de decisión y de coordinación de decisiones en el sis-
control implicados en el ajuste normati- tema global en términos de tres tipos
vo pueden ser explorados a conti- generales de operaciones: cuestionar,
nuación en términos de jerarquías alterar, suprimir. Estas son, ciertamen-
TOTE (test-operate-test-exit = prueba- te, descripciones crípticas de cara a la
operar-prueba-salida) (Miller, Galanter coordinación de salidas que puedan ser
y Pribram, 1960). Esto es, en el fun- descodificadas diferencialmente me-
dad se llevan a cabo las pruebas para diante varios sistemas. Por ejemplo,
determinar si las entradas actuales cuestionar puede ser interpretado cog-
hallan algún criterio concreto y, cuando nitivamente como «re-evaluar» y como
no se halle un criterio (cuando tenga «ampliar» en el sistema afectivo; alterar
lugar el desajuste) se darán los pasos puede entenderse como «recodificar» en
para alcanzar el criterio. Le sigue una el sistema cognitivo y «re-activar» en el
segunda prueba y si esta consigue el cri- afectivo; y suprimir podría implicar «ig-
terio entonces se da salida a la informa- norar» (o atender a otra cosa) en el sis-
ción. Por ello el procesamiento digno tema cognitivo e «inhibir» en el sistema
de interés acaece cuando se da un desa- afectivo. En cualquier caso, estos tres ti-
juste normativo ya que, a medida que pos generales de coordinación de entra-
se obtiene el desajuste, las actividades das pueden ser ordenados jerárquica-
del procesamiento central del sistema mente en el marco de un plan lineal co-
pueden proseguir como estaban, pero, mo el mostrado en la figura n.° 12.
en el caso de los sistemas de orden su-
perior, un desajuste de metas o normas En este gráfico la primera actuación
indica que «esto no va» dando lugar a la que sigue al desajuste normativo es la
acción correctora. Por ejemplo, en el de cuestionar ya que la respuesta típica
desempeño diario de la mayoría de los inicial ante la información que resulta
individuos aparecen muy escasos retos a incongruente con la norma esperada es
su visión del mundo, estilo de vida o la de re-evaluar tal información. Por
autoimagen y, por ende, no se in- ejemplo, un científico con formación
terrumpen los procesos del nivel infe- científica será el primero en re-analizar
rior (cognición y afecto) que ocupan la sus datos cuando los resultados de al-
mayor parte del tiempo. Sin embargo, gún experimento no logran confirmar
un reto particularmente fuerte de la sus expectativas. Pero la figura 12
autoimagen de un individuo puede fá- introduce así mismo algunos bucles re-
cilmente perturbarle: por ejemplo, in- verberantes de modo que, cuando un
terfiriendo en el desempeño cognitivo ajuste dado no llegue a encajar tras un
que normalmente se desenvuelve a ni- primer cuestionamiento, serán posibles
vel superficial, provocando una activa- sucesivos re-cuestionamientos. Nuestro
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103
Estudios
Figura 12: Una jerarquía TOTE para evaluar el sentido personal al nivel de la personalidad integradora.
-Edau-ln
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 105
edad la madurez (M) o nivel de ejecu- declinen siempre en cualquier medi-
ción máxima queda indicada mediante ción en la post-senectud. El segmento
k2 y el comienzo de la senilidad (S) o del desarrollo representado por k 2 -k 3 de
nivel de ejecución anterior a la muerte la curva es, ciertamente, el cambio fac-
es indicado mediante k 3 . La localización torial durante la mayor parte de la vida
de la intersección «y». k 1 , señala la del individuo.
amplitud del desarrollo prenatal o el En la figura 14 se reseña la relación
grado en que un factor está presente al entre el nivel corriente de ejecución y el
nacer (N). El valor del parámetro k2 re- límite posible de ejecución. Aquí cons-
seña la ejecución factorial máxima (E) tatamos la diferencia entre la ejecución
que tiene lugar en la madurez (M). Si habitual y la potencial para un deter-
un factor no alcanza un nivel óptimo minado factor, siendo el nivel habitual
de desarrollo a lo largo de la vida de un la puntuación observada en un factor
individuo (crece o declina conti- dado y la potencial la pertinente a un
nuamente durante toda la vida) el valor supuesto límite máximo.
de k, adoptará el valor de la pun- Se está apelando a una gama de con-
tuación en el factor en el nacimiento o ceptos parecida cuando nos concentra-
en la muerte (según se incremente o mos en la edad de madurez en cuanto
mengüe). El segmento de curva k1-k2 edad en la que se logra la ejecución má-
indica la tasa de cambio evolutivo du- xima. Sin embargo, en este caso la dife-
rante la niñez, adolescencia y juventud. rencial entre la ejecución usual (M.) y la
El parámetro k, representa la pun- potencial (M e ) es más bien un asunto
tuación factorial al iniciarse la senectud de temporalidad que de ejecución pro-
(o la muerte en su defecto). Es de espe- piamente dicha. M e denota la más
rar que las puntuaciones factoriales temprana edad de madurez.
iFigura 14: Relaciones entre el nivel de ejecución y el límite del nivel de ejecución (Royce, 1973)
Límite del
nivel de eiecución
. n nivel de ejecución potencial
o/.
Edad
¡I e.,,v7.41 s
bairTÉ -.4A
Efectos de un ambiente
enriquecido (elevación
"í`°9- en la ejecución) -
I NA e Ih
1
9-/ •
• ambiental (disminución
•fP11. en la ejecución )
EDAD Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 107
Figura 17: Factores predominantemente heredisarios o ambientales en términos de la edad y de la maduración (Royce. 1973)
Figura 18: Conexiones entre la teoría multidimensional en psicología y la teoría multifactorial de tipo genético (Royce, 1957)
(Letras mayúsculas = presencia rasgo o fenotipo; minúsculas = ausencia)
AMB ITO CONDUCTUAL AMB ITO GENETICO
GENETICA
PSICOF ISIOLOGICA
Aa
Genotipo S Bb
AA,BB,CC,DD
Cc
Dd
Ee
Genotipo M Ff
Gg
Hh
-)5P
X xx
xx
Xx
Fenotipos Genotipos
conductuales
correspondientes
Estudios 109
temente hereditarios y cuáles lo son tual varios factores elementales configu-
ambientalmente. ran un complejo. En la vertiente con-
ductual numerosos factores diferentes o
fenotipos conductuales generan un
5.1. El modelo genético-factorial complejo al que denominaremos inteli-
gencia general. En la vertiente genética
En la figura 18 hemos esbozado nues- diversas combinaciones de numerosos
tras presuposiciones respecto a las vincu-
genes dan lugar a un fenotipo conduc-
laciones más probables entre los múl- tual del tipo S o M. Así una persona
tiples factores de la variación conductual
puede heredar todas las formas de letras
y la multiplicidad subyacente de genes,
mayúsculas de los pares de genes del
conectándolos mediante una diversidad
factor espacial (AA, BB, CC, DD).
de mecanismos de actuación biológica Puesto que esto significa que el indivi-
no especificados (con el epígrafe genéti- duo posee el número máximo (cuatro
co-psicofisiológico) (7). escogidos arbitrariamente) de los genes
Debe tenerse en cuenta que tanto en en letras mayúsculas para este genotipo
el ámbito genético como en el conduc- en concreto, y asumiendo condiciones
Tabla 3
Heredabilidad en factores en área cognitiva
Coeficientes clásicos de heredabilidad
Comprensión
0,68 0,01 0,01 0,01 0,62 0,01 n.s. 0,43 0,01 0,05
verbal
Relaciones
0,51 0,05 0,01 . n.s. 0,59 0,05 0,01 0,72 0,01 0,01
espaciales
Fluidez
0,64 0,01 0,01 0,61 0,01 0,55 0,01 0,01
verbal
Memorización n.s. 0,20 n.s. n.s.
Rapidez
perceptual
Razonamiento
inductivo
0,64 0,01 n.s. 0,28 n.s. 009 n.s. n.s.
Numérico 0,07 n.s. n.s. n.s. 0,61 0,01 n.s. 0,56 0,01 0,01
Memoria
asociativa
Fluidez
ideatáva
PlUICICZ
• Recogida en Vadcnberg 1968.
' • Estimación Heredabilidad
•• *Nivel de Significación
n.s. = no significativo
MINIMA MODERADA FUERTE
Fuerza
relativa Cattell Partanen Defries Spuhler
de la evi . Factor 1955, 1957 1966 1976 1976
ciencia E.H. MZ DZ N.S. E.H.
muestra 1. E.H. N.S.
Comprensión
verbal 0,65 --,75 0,51 0,01 0,65 0,58 0,77 0,001
Fluidez
verbal 0,81 0,54 0,01
Rapidez
0,46 0,32 0,78 0,001
perceptiva
Razonamiento
0,80
inductivo
Memoria
0,80
asociativa
Fluidez
0,65
asociativa
Fluidez
0,65
ideativa
MZ = Monocigóticos
DZ = Dicigóticos
ambientales óptimas, se podría esperar tabla n.° 3 se sintetizan los aspectos re-
que la ejecución fuera óptima en tareas lativos al sistema cognitivo.
que requieran la percepción de rela- Buena parte de los estudios resumi-
ciones espaciales. Si, por otra parte, dos en esta tabla involucran muestras de
una persona hereda los genes e, f, g, h gemelos monocigóticos y dicigóticos así
de los pares de genes pertinentes para el como las estimaciones clásicas de here-
factor M sería de esperar una ejecución dabilidad. Estos estudios han sido con-
mínima en tareas de pura memoria. densados en el margen izquierdo de la
Aun cuando el modelo genético fac- tabla. Los estudios restantes, resumidos
torial fue propuesto hace veinte años en el margen derecho, involucran gamas
(Royce, 1957) la evidencia que le sirve de estrategias en torno a la semejanza
de base se restringe a dos de los seis sis- familiar. Estos hallazgos indican que se
temas, el cognitivo y el afectivo. En la da un efecto hereditario significativo
Estudios de Psicología a.° 4-1981
Estudios 111
para diez (las aptitudes mentales prima- ha quedado desglosada según se trate
rias de Thurstone) de los treinta y dos de factores de orden inferior o superior.
factores (31 por 100) del sistema cogni- La tabla n.° 4 resume la información re-
tivo. El efecto hereditario es particular- lativa a los factores primarios mientras
mente fuerte para tres factores: que la tabla n.° 5 se centra en factores
comprensión verbal, relaciones espa- de orden superior.
ciales y fluidez verbal. Sin embargo, la En ambos casos se han incluido méto-
evidencia no es lo suficientemente con- dos tales como el M AV A, los índices
sistente en el caso de memorización, ra- de heredabilidad clásicos así como algu-
pidez perceptual, razonamiento induc- nas modalidades de análisis biométri-
tivo y numérico; respecto a las dimen- cos. En pocas palabras, se cuenta con su-
siones memoria asociativa, fluidez aso- ficiente evidencia respecto a un efecto
ciativa y fluidez ideativa la evidencia es hereditario relevante para veinticinco de
aún más debil. los treinta factores (83 %) del sistema
La investigación de la base hereditaria afectivo. Resulta particularmente evi-
de los fenotipos conductuales identifica- dente para los factores de tercer orden
dos factorialmente en el ámbito afectivo (introversión-extraversión, estabilidad
resulta tan amplia que su presentación emocional e independencia emocional)
Tabla 4
Heredabilidad estimada en el área afectiva factores primarios
M.A.V.A. Análisis Biométricos Coeficientes clásicos heredabilidd
Fuerza
relativa Gauen Royce Royce 1960 Vandenberg Eysenck Nichols Gotres-
de la evi- Factor 1973 . 1957' 1970,73,75 1971,72,74 1962 Prell, 1951 1966
dencia man, 1966
EH. N.S. N.S. N.S. E.H. N.S.
Intro-extraversión NS
0,75 0,75 0,71 0,39 0,83 0,05
Estabilidad
emocional; 0,44 0,75
Neuroticismo
Independencia
emocional; 0,81
Psicoticismo
Autonomía 0,26
Excitabilidad 0,25
y para seis de los primarios (surgencia, estructura psicológica (factores y sus re-
temor, huida, territorialidad, evitación, laciones) debido a la experiencia (efecto
equilibrio autonómico). Resulta más de la práctica).
moderada para tres factores de segundo Esta concepción del aprendizaje pres-
orden (inhibición social, cotertia y ,an- ta particular atención a la estructura
siedad) así como para ocho de los prima- psicológica que subyace al cambio en la
rios. Resulta mínima para dos factores ejecución de por sí e involucra iodos los
de segundo orden (autonomía y excita- niveles y facetas estructurales, como la
bilidad y para tres de los primarios (8). estructura cognitiva y la afectiva, así co-
mo sus componentes aislados. Así pues,
los cambios en los niveles de orden su-
5.2. El modelo factorial del aprendi- perior en la estructura psicológica
zaje representarían desplazamientos en el
estilo de vida y /o visión del mundo; los
La clave respecto a cómo el aprendi- cambios en la estructura cognitiva se re-
zaje afecta a los factores estriba en el lacionan con el aprendizaje habitual en
modo en que concibamos el aprendiza- la escuela o el trasfondo general de co-
je. Los abordamientos tradicionales del nocimiento adquiridos por un indivi-
aprendizaje no se adecuan a nuestros duo; los cambios en la estructura afecti-
propósitos toda vez que no se han de- va se refieren a alteraciones tempera-
sarrollado en el contexto del análisis mentales. Todos ellos vienen a ser ma-
factorial. Por ello definiremos el apren- nifestación de la culturización ya que
dizaje como cualquier cambio en la los cambios en la estructura psicológica
Estudios de Psicología n. 0 4-1981
Estudios 113
son debidos al aprendizaje cultural. Se siones del sistema psicológico total que
pretende que diferentes culturas y/o son atribuibles a la experiencia. La me-
ambientes maximizarán diferentes jor demostración empírica de lo que se
combinaciones de los componentes está implicado, nominalmente una
estructurales. Por ejemplo, las fuerzas transformación progresiva en la contri-
ambientales y culturales en sociedades bución de diversos factores a la varianza
relativamente primitivas reforzarán total en una tarea, queda reflejada en
aquellos componentes cognitivos y afec- la investigación de Fleishman (1972,
tivos qué sean consistentes con activida- 1975) en torno a las habilidades moto-
des tales como la caza, la pesca, la agri- ras complejas. Fleishman reseña un de-
cultura y otros comportamientos básicos terioro sistemático respecto a la contri-
para la supervivencia. De modo similar, bución de los factores no motóricos,
las culturas tenidas por «desarrolladas» con un incremento sistemático conco-
demandarán que sus miembros apren- mitante en la contribución de los facto-
dan muchísimo en lo que concierne a res motores. Así pues, es preciso habér-
números y palabras, en algunos casos selas con un caso especial de la ecuación
hasta el punto de desarrollar «expertos» n.° 11, donde el cambio en la pun-
en especialidades como «humanidades o tuación factorial es atribuible a los afec-
ciencias». Para ser breve, el refuerzo di- tos de la práctica. Lo que reclama una
ferencial es probablemente el principio elaboración, no obstante, son las rela-
del aprendizaje que puede dar una me- ciones conceptuales entre los principios
jor explicación del proceso de aprendi- del aprendizaje y los factores.
zaje. Pero téngase en cuenta una dife- La decantación de estas relaciones es-
rencia importante entre este enfoque y tá justamente en sus albores; por los
el tradicional de la socialización. El ejemplos que se citan a continuación
punto de vista clásico refuerza las res- puede vislumbrarse qué es lo que se
puestas: en esta perspectiva lo impor- persigue (Buss, 1973):
tante viene a ser el cambio en la estruc-
Un refuerzo es cualquier aconteci-
tura psicológica subyaciente. De esta
miento estimular que incremento o
suerte todos los hallazgos en programas
mantenga la puntuación en el factor
de refuerzo así como los más importan-
aptitudinal. Si el refuerzo se produce
tes principios del aprendizaje tales co-
en un programa continuado, se alcanza
mo la primacía-recencia, ensayos espa-
rápidamente el máximo cambio posible
ciados o en bloque, los efectos de variar
en la puntuación factorial en la apti-
los intervalos estímulo condicionado-es-
tud. Ahora bien, si este mismo cambio
tímulo incondicionado así como los in-
máximo en la puntuación factorial en
tervalos inter-ensayos, el efecto de la
la aptitud se lleva a cabo más lenta-
actividad interpoladora en la adquisi-
mente merced a un programa de re-
cion y el olvido, el principio del gra-
fuerzo parcial, este último efecto se tra-
diente de metas, los efectos del apren-
ducirá en un cambio más permanente a
dizaje latente e inconsciente, la jerar-
lo largo del tiempo.
quía de hábitos familiares, etc... resul-
tan relevantes pero deben ser revisados La extinción adviene cuando tiene
en términos de cómo afectan la estruc- lugar una disminución en la pun-
tura y no la respuesta. tuación factorial en la aptitud por causa
de un fallo en el refuerzo. La extinción
El modelo de aprendizaje factorial se es más rápida cuando la adquisición se
centra en los cambios en las dimen- logra mediante un programa de refuer-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
114 Estudios
zo continuado en contraste con un Merece la pena destacar que estos
programa de refuerzo parcial. principios del aprendizaje, desarrolla-
Se denomina generalización de dos originalmente en el contexto del
estímulo a la implicación de un factor cambio conductual son reinterpretados
aptitudinal bajo condiciones estimula- ahora en el contexto del cambio estruc-
res que en alguna medida difieren del tural (en términos de cómo el aprendi-
aprendizaje original. zaje afecta el cambio en los factores).
Se consigue la discriminación cuando Si, por ejemplo, el refuerzo eleva la
un factor aptitudinal actúa en una si- puntuación en los factores alfa y beta
tuación estimular pero no en otra. (el refuerzo positivo adecuado para dos
Los impulsos suministran el ímpetu factores hasta ahora no correlacionados)
para la acción a la vez que definen la se convierte en ejemplo de un cambio
orientación de la conducta (metas). En cualitativo atribuible al aprendizaje (9).
el aprendizaje de habilidades humanas,
ciertamente el impulso o motivo más
5.3. Herencia, ambiente e indivi-
importante viene a ser el lograr una
cierta destreza cognitiva que permita la
dualidad
adaptación al medio. ¿Qué conclusiones pueden emitirse
Se eleva la puntuación en un factor que conciernan al relativo papel de la
aptitudinal mediante un nivel de im- herencia y el ambiente como fuentes de
pulso intermedio (función de U inverti- la variación psicológica observada? Si
da). Sin embargo, cuanto más compleja nos ceñimos a los hallazgos genético-
sea la tarea, menor será el nivel del im- factoriales resulta claro que solamente
pulso óptimo (ley de Yerkes-Dodson). dos de los seis sistemas han sido investi-
La transferencia acaece cuando la gados de un modo adecuado: la cogni-
práctica de una tarea x incide en la eje- ción y el afecto. La evidencia genético-
cución en la tarea y (transferencia posi- factorial disponible permite justificar la
tiva frente a negativa). Los efectos de la conclusión de que la herencia contribu-
transcendencia se basan, en parte en los ye significativamente al funcionamien-
cambios en las puntuaciones de los fac- to de estos dos sistemas.
tores subyacientes llevados a cabo me- Pero, ¿qué pasa si vamos más allá de
diante la práctica en la tarea x(para un los datos genético-factoriales y nos ocu-
abordamiento más detallado de este pamos de todo el espectro de hallazgos
principio del aprendizaje consúltese achacables a la alternativa herencia-am-
buss, 1973a). biente? ¿Qué conclusiones parecen,
El exceso de aprendizaje propicia la pues, estar justificadas? (10). Se tiene
estabilidad en el nivel de un factor ap- la impresión de que la evidencia dispo-
titudinal toda vez que puede provocar- nible resulta bastante clara en lo que
se la destreza mediante un umbral bajo. concierne a los procesos sensoriales y
La vivacidad entendida como v—a- motores; y más expresamente que el
fiable fisiológica y psicológica modera funcionamiento de estos dos sistemas
el crecimiento posterior de un factor está determinado de un modo primor-
aptitudinal en el organismo; por medio dialmente genético (11). El cúmulo de
de ella el individuo está listo de cara a evidencias disponibles ponen igual-
las condiciones de una tarea en la me- mente de relieve que los estilos y valo-
dida en que cuente, en su propio reper- res son primordialmente aprendidos.
torio, con la conducta apropiada. Sin embargo, en lo que concierne a los
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 115
dos sistemas restantes, cognición y afec- sorial del sistema así como con la trans-
to, se entrevee que la herencia y el am- formación (codificación) de las manifes-
biente vienen a ser fuentes más o me- taciones psicológicas inteligibles (cogni-
nos equiparables de la variación obser- ciones, efectos) en una actuación dada
vada. a la salida física o terminal motor en el
Qué se puede afirmar desde la pers- linde entre el organismo (el sistema psi-
pectiva de la teoría de la individualidad cológico) y el ambiente (el suprasistema
y el modelo genético-factorial? Debe del organismo). Esto es, se da por su-
recordarse que la teoría incluye los con- puesto que la supervivencia del organis-
ceptos de predominio ambiental y he- mo resulta imposible sin algún tipo de
reditario. Aplicando estos conceptos a estructura entrada-salida (Miller,
los seis sistemas, planteamos la hipóte- 1978). La teoría evolucionista implica
sis de que los sistemas sensoriales y mo- que las especies con transducidores ine-
tor son predominantemente heredita- fectivos de entrada y salida son elimina-
rios; que los sistemas de valor y estilo dos merced a la selección natural. En
están dominados por el ambiente. Esto pocas palabras, dado que los sistemas
significa sencillamente que la variación sensorial y motor son, desde el punto
genética constituye buena parte de la de vista biológico, los más primitivos de
varianza en el caso de los fenotipos sen- los seis sistemas no es sorprendente que
soriales y motores; que la variación am- la herencia juegue un papel superior al
biental constituye buena parte de la va- del ambiente en estos dos sistemas.
rianza observada en el caso de los siste- Por otro lado, se plantea la hipótesis
mas de estilo y valores; que las fuentes de que los sistemas cognitivo y afectivo
genéticas de variación son en alguna cuentan con un predominio hereditario
medida (cuya amplitud aún no se más bien parcial. Esto significa que la
puede especificar) superiores a las fuen- herencia es más importante que el am-
tes ambientales de variación en el caso biente, pero sólo someramente —quizá
de los sistemas cognitivo y afectivo. Es- alrededor de un 55-60 por 100 de la va-
tas hipótesis se apoyan tanto en aporta- rianza es atribuible a la herencia y el
ciones teóricas como empíricas. Las 'ra- resto al ambiente. ¿Cómo cuadra todo
zones empíricas han sido resumidas por esto con el papel evolutivo-adaptativo
Royce (1979) y las teóricas tienen que del organismo? De acuerdo con la teo-
ver con la significación evolutivo-adap- ría de la individualidad estos dos siste-
tativa de los sistemas de procesamiento mas son transformadores de la informa-
de la información viviente. ción. Esto significa que asumen la in-
En la otra parte hemos abordado el formación transducida que aporta el
papel del procesamiento transductivo sistema sensorial y la transforman en al-
de la información respecto a los siste- guna otra forma psicológica inteligible
mas sensoriales (Kearsley y Royce, como las cogniciones (perceptos, con-
1977) y motor (Powell, Katsko y Royce, ceptos, símbolos) y afectos (emociones).
1978). La transducción de la informa- Hemos argüido en otra parte que el
ción tiene que ver con la transforma- principal papel del sistema cognitivo
ción (descodificación) de las entradas fí- consiste en interpretar o entender el
sicas (longitud de onda de la luz o el ambiente. Más concretamente esto sig-
sonido) en unidades psicológicas útiles nifica identificar los invariantes am-
(discriminación de colores o tono en el bientales —o sea, los perceptivos, con-
diapasón) en la entrada o terminal sen- ceptuales y simbólicos (Powell y Royce,
Estudios de Psicología n.' 4-1981
116 Estudios
1978). Puesto que tales invarianzas igualmente evidente que podría gene-
constituyen explicaciones humanas del rarse una amplia gama de síntesis po-
«cómo son las cosas» son por ello compo- sibles, dependiendo del tipo de infor-
nentes cruciales de la visión del mundo mación previamente almacenada, de
(Royce, 1974; 1975). El sistema afectivo cómo ha sido transformada así como
desempeña un papel similar, pero el qué estilos y valores particulares han
proceso de transformación está centrado guiado los procesos de síntesis. Resulta
en preparar el organismo para la acción crucial que la naturaleza no haya de-
merced a una diversidad de mecanis- sarrollado un mecanismo genético-evo-
mos de activación (Royce y McDermott, lutivo para transmitir los contenidos in-
1977). El sistema afectivo está organiza- formativos (una característica adquiri-
do para afrontar las tensiones diarias de da) de una generación a otra. Por ello
la vida (Royce y Diamond, 1979) así co- parece irrelevante una evolución bioló-
mo para servir de base para el estilo de gica de los estilos y valores. Pero la evo-
vida (Powell y Royce, 1978a). En resu- lución cultural resulta crucial dado que
midas cuentas, se argumenta que los tiene que habérselas con aquellos esti-
sistemas cognitivo y afectivo están selec- los y valores que se han institucionali-
cionados por su flexibilidad adaptativa. zado. La institucionalización de estilos
Biológicamente la flexibilidad implica y valores tiene que ver con el «qué y el
la capacidad de adaptarse a la más cómo de compromisos» que fueron tan
amplia gama posible de ecologías. Así adaptativos en un momento o lugar da-
tales reacciones en cuanto patrones fijos do que se pensó pudieran ser igual-
de acción y percepción rígidos resulta- mente adaptativos en otra época y /o
rían inconsistentes con una flexibilidad lugar. Así, los estilos y valores son
optimizadora. Se está dando a entender transmitidos de una generación a otra
que la conducta cognitiva y afectiva se- merced a la cultura. Con posterioridad
rían demasiado rígidas si se diera una se constituyen en piedras angulares pa-
determinación genética extrema; dema- ra complejos molares conductuales tales
siado flexible en el caso de una deter- como la visión del mundo, el estilo de
minación ambiental extrema; pero óp- vida y la imagen de sí. Sucintamente,
timamente flexible en el caso de una los estilos y valores son relevantes para
determinación cuasi-equipotente de ge- las grandes cuestiones de la existencia
nética y ambiente. —la naturaleza de la realidad, la clave
de la propia identidad y el cómo vivir la
Finalmente se plantea la hipótesis de propia vida. Interrogantes psicológicos
que el funcionamiento de los sistemas de esta magnitud se sitúan lejos del al-
de valor y estilo son predominantemen- cance de los genes. Los genes ya sopor-
te ambientales. Esto significa que el tan el peso suficiente al tener que dar
ambiente es más importante que la he- cuenta de las variaciones en los sistemas
rencia en tales condiciones. ¿Por qué sensorial y motor así como en el cogni-
sería esto así? De acuerdo con la teoría tivo y el afectivo.
de la invidualidad estos dos sistemas es-
tán involucrados primordialmente en
integrar —esto es, coordinar y sintetizar 6. Las interacciones
tanto la información como la personali- persona-situación
dad. No obstante, la integración exige
claramente la entrada de información Está claro que la conducta está en
previa y su transformación. Pero parece función tanto de la persona como de la
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 117
situación. Además, es probable que una situación concreta. Puesto que esta
una proporción significativa de la va- conceptualización es la contrapartida si-
riación conducrual sea atribuible a las tuacional de la personalidad tipo, el
interacciones persona-situación. Aquí término patrón implica perfiles compa-
se van a analizar las interacciones entre rables así como características tempora-
rasgos de la personalidad y las deman- les. Así pues, el perfil se refiere al
das situacionales en términos de una ti- patrón cuantitativo de la situación, esto
pología con base factorial tanto de per- es, a los requerimientos del nivel de
sonas como de situaciones (12). Así por ejecución en el conjunto total de di-
personalidad tipo entendemos el mensiones que definen psicológicamen-
patrón del sistema psicológico total, te la situación. Por ello, el perfil si-
donde el término patrón concierne tan- tuacional es un perfil compuesto de
to al perfil de rasgos como a la configu- una situación en términos de las di-
ración temporal. El perfil se refiere al mensiones relevantes de los seis siste-
patrón cuantitativo de un tipo, esto es, mas psicológicos. -Y la temporalidad si-
el nivel de ejecución en el conjunto to- tuacional hace referencia a las pro-
tal de dimensiones que definen la per- piedades temporales de un perfil si-
sonalidad. De esto se desprende que el tuacional especificable. Por ello, un as-
perfil tipo es un perfil compuesto a pecto crucial de la temporalidad si-
partir de los seis sistemas. La configura- tuacional viene a ser la línea secuencial
ción temporal hace referencia al patrón de los componentes en sus múltiples
temporal de un tipo, es decir, a la orga- niveles, esto es, la especificación de cu-
nización temporal de/perfil de/sistema jándo un componente dado resulta
total. Por organización temporal enten- obligado en una secuencia dada de aco-
demos las consecuencias de variar la lí- tecimientos.
nea secuencial de los elementos en inte-
racción (secuencia A—B— C frente a se- Los conceptos de temporalidad si-
cuencia C—B— A). Tales variaciones tuacional y personalidad tipo son con-
constituyen la clave para comprender ceptualizaciones altamente condensa-
detalles de los procesos (Royce, Kears- das del procesamiento de la informa-
ley y Klare, 1978). Si bien los perfiles ción imprescindibles para hacer frente a
de personalidad pueden trazarse si- las demandas del ambiente. Estos dos
guiendo cualquier orden (el mero lista- conceptos son, de hecho, capitales para
do de los elementos de un perfil es ar- comprender el proceso individualidad-
bitrario), no es así respecto a las confi- sistemas. A efectos de esta exposición se
guraciones temporales. Así las diferen- procurará transitoriamente poner entre
cias en la secuencia de los componentes paréntesis las complejidades de la tem-
de dos perfiles cualesquiera idénticos poralidad, para centrarse en los perfiles
constituyen la fundamentación tempo- de la situación y de la personalidad.
ral para una diferenciación en la perso- Queda implícito que el grado de sola-
nalidad tipo. pamiento entre los perfiles situacionales
y personales viene a ser un determinan-
De un modo similar se hará referen- te crucial del funcionamiento psicológi-
cia a las demandas ambientales o si- co. Así, si los perfiles correspondientes
tuacionales en términos de «plantilla si- son exactamente los mismos (idénticos
tuacional». Por plantilla situacional se componentes y pesos betta) entonces la
entiende el patrón de requerimientos ejecución será perfecta. Si por otro la-
psicológicos precisos para adaptarse a do, los perfiles son totalmente diferen-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
118 Estudios
tes (involucrando sub-conjuntos de miento entre las configuraciones tem-
componentes enteramente distintos) porales de la situación y de la personali-
entonces la ejecución sería imposible. dad. Esto es, podemos evaluar tanto
Puesto que ninguno de estos dos extre- cuantitativamente como cualitativa-
mos lógicos es posible en la práctica, mente el grado de ajuste temporal a la
deberá observarse la gama de desajustes situación tipo con implicaciones simila-
entre ambos con la mira en realidades res concerniendo a la adaptabilidad re-
empíricas relevantes. lativa para la conducta sub-siguiente.
Sin embargo, la importancia de los con-
Hay dos clases generales de ajustes en
ceptos de configuración temporal de si-
el perfil de la situación tipo: cualitativo
tuación y personalidad sirve de punto
y cuantitativo. El ajuste en el perfil
de apoyo a la hora de dar cuenta de los
cuantitativo hace referencia a aquellos
procesos dinámicos. Más específicamen-
casos en que las dimensiones involucra-
te, los detalles de las configuraciones si-
das entre la situación y la persona son
tuacionales y temporales exigen que se
idénticas, pero habiendo discrepancias
especifique cuándo son inevitables cier-
en cuanto a los pesos de los componen-
tos componentes en una secuencia de
tes relevantes. En estos casos la persoa
eventos. Se ha hecho referencia a este
puede habérselas con la situación pero
aspecto de la plantilla situacional en
su nivel de afrotamiento variará en pro-
cuanto temporalidad situacional. La
porción al grado de ajuste cuantitativo.
temporalidad situacional incluye de-
Los ejemplos más relevantes lo dan la
talles de control de tiempos, esto es el
masa de individuos que funcionan a un
tiempo requerido por cada componente
nivel por debajo de la media en una
para trasducir, transformar e integrar la
ocupación o carrera dada. Tales indivi-
información así como los intervalos
duos poseen las aptitudes necesarias
entre cada transmisión de información.
(sensorial, cognitiva, motora) y el tem-
Lo que importa aquí es que los requeri-
peramento (afecto, estilo, valores) pero
mientos vienen determinados secuen-
están funcionando a un nivel inferior
cialmente por la situación en que cada
en un subconjunto especificable de las
persona se encuentra (13).
dimensiones relevantes. El ajuste de
perfiles cualitativos se refiere a aquellos La combinación de los conceptos de
casos en que se dan discrepancias entre personalidad tipo y de plantilla si-
las dimensiones implicadas así como tuacional desemboca en el concepto de
entre la situación y la persona. Esto es, ajuste plantilla-tipo. Con ello se está
cuando los sub-conjuntos de compo- haciendo referencia al grado de alinea-
nentes no se solapan en varios grados. miento entre el perfil y los aspectos
Los ejemplos más relevantes en esta ca- temporales de la situación y de la per-
tegoría son los de inadecuación ocupa- sona. Un alineamiento perfecto signifi-
cional, lo que se expresa en el estereoti- caría que una personalidad tipo en
po de escarpias cuadradas para aguje- concreto se ajustará óptimamente a las
ros redondos». Tales individuos no po- demandas de la situación (14). Las ob-
seen las aptitudes necesarias (senso- vias consecuencias de un desajuste entre
riales, motoras, cognitivas) y/o el tem- la personalidad tipo y la plantilla si-
peramento (afecto, estilos, valores) para tuacional serían las de funcionamiento
la teoría en cuestión. compensador, esto es, adaptarse a las
El análisis arriba mencionado se apli- demandas situacionales en términos de
ca con igual fuerza al grado de solapa- la personalidad tipo disponible. A par-
Estudios de Psicología n.° 4-1981
Estudios 119
tir del hecho de que ninguna personali- sempeño idóneo requeriría a su vez un
dad tipo puede ser idónea para todas perfecto ajuste normativo. Dado que
las situaciones cabe afirmar que resulta los planes y programas usuales no de-
inevitable cierto funcionamiento com- sembocan en un desempeño idóneo, se
pensador. Si el desajuste se debe a las puede concluir que esto es debido a de-
demandas de la situación una forma de sajustes sea en el ajuste normativo sea
adaptación para la persona sería el co- en el de plantilla-tipo. Por ejemplo, un
nectar con un ambiente menos discre- ajuste normativo perfecto seguido de
pante. Sin embargo, si las demandas si- un desempeño deficiente significaría
tuacionales son mínimas tendrá lugar la que el plan era correcto pero que la
adaptación merced a cierta mezcla de personalidad tipo era la errónea, esto
asimilación /acomodación . es, un desajuste plantilla-tipo. Un per-
No obstante, el ajuste plantilla-tipo, fecto ajuste plantilla-tipo seguido de
que alude al grado de alineamiento un desempeño deficiente, por otro la-
entre la plantilla situacional y la perso- do, significaría que la personalidad es
nalidad tipo, no debería ser confundi- la adecuada pero que el plan es in-
do con el ajuste normativo. Por ajuste correcto, esto es, un desajuste normati-
normativo se implica el grado de ali- vo.
neamiento entre una norma especifi- Tato el ajuste plantilla-tipo como el
cable (una elaboración psicológica co- normativo son constructos suprasiste-
mo la de meta o propósito) y la entrada máticos, esto es, hacen referencia al sis-
ambiental. Cuando tiene lugar un en- tema psicológico total en cuanto uni-
caje ajustado (con una tolerancia espe- dad de funcionamiento (véase el nivel 6
cificable) no será precisa una ade- de la tabla 2). No obstante, se dan im-
cuación por parte del ambiente o de la portantes diferencias funcionales. La
persona. En estos casos se concluirá que más importante es que el desajuste nor-
la norma ha asimilado las demandas de mativo se centra en la interacción entre
la situación. Sin embargo, las ade- el organismo y el ambiente, mientras
cuaciones normativas serán necesarias que el desajuste plantilla-tipo está
cuando ocurra un desajuste. Si el centrado en las interacciones sistemáti-
desplazamiento normativo subsiguiente cas dentro del organismo. Por ello el
conduce al ajuste nos referiremos a tales ajuste normativo viene orientado desde
cambios como acomodaciones. fuera, mientras que el ajuste plantilla-
Debería recordarse que los planes del tipo viene orientado desde dentro. Más
suprasistema y los programas del siste- especificamete, en términos de proce-
ma implican que se especifique la se- sos, el ajuste plantilla-tipo se centra en
cuencia de los componentes del sistema el procesamiento central de la informa-
según se recaban habitualmente en si- ción en función de demandas ambien-
tuaciones determinadas. Así, planes y tales. El ajuste normativo, por contra,
programas suministran el fundamento requiere que se contrasten (merced a la
asimilación y la acomodación) las elabo-
para que se evalúe el grado de ajuste y
desajuste. Por ejemplo, un plan o raciones psicológicas con las demandas
del ambiente (15).
programa que sea idéntico a la plantilla
situacional (reproduce a cabalidad las Es importante hacer constar que el
demandas de la tarea) constituiría un funcionamiento a nivel del suprasiste-
ajuste perfecto plantilla-tipo. Debería ma involucra ambos procesos simultá-
hacerse notar, sin embargo, que el de- neamente, el interno (ajuste plantilla-
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120 Estudios
tipo) y el externo (el ajuste normativo). habido también un amplio número de
Así tanto las elaboraciones molares co- informes empíricos sobre dos aspectos
mo el sentido personal, la visión del del proyecto:
mundo y el estilo de vida implican a la
1. El modelo genético factorial en
vez procesamientos internos y externos.
su aplicación al ámbito afectivo
En la figura 12 la visión del mundo, el
(Royce, 1979).
estilo de vida y el sentido personal
constituyen la norma que es puesta a 2. El desarrollo de un inventario
prueba mediante el bucle habitual de con que medir los tres estilos
retroalimentación y el consiguiente epistemológicos: racionalismo,
ajuste/desajuste. Si se da el ajuste la empirismo y metaforismo (Roy-
norma molar (sentido personal, visión ce, Mos y Kearsley, 1975).
del mundo o estilo de vida) está fun- En los párrafos que siguen se hará
cionando asimilativamente y se estarán alusión a algunos problemas teóricos y
describiendo períodos de estabilidad de empíricos que aún no han sido resuel-
la personalidad (véase en la figura 12 la tos. Para una mayor claridad la exposi-
flecha dirigida hacia arriba en la línea ción seguirá el esquema de este infor-
central). Por otro lado, si se da un de- me.
sajuste de la norma molar se estarán
planteando una acomodación en el sen- Sea en primer lugar la estructura y
tido personal, visión del mundo o estilo dinámica de la individualidad. Desde
de vida (véase en la figura 12 la flecha el punto de vista expuesto las estructu-
dirigida hacia abajo) y estarán descri- ras jerárquicas de múltiples niveles que
biendo períodos de cambio de la per- se han asignado a cada uno de los seis
sonalidad. Tales períodos brindan la sistemas se mantendrán tanto de cara a
oportunidad para un crecimiento y de- su escrutinio conceptual como a su in-
sarrollo personal de una parte o bien vestigación empírica. Sin embargo, está
reflejan una crisis personal. claro que algunos detalles de estas je-
rarquías precisarán revisiones. Es pro-
La integración de la personalidad in- bable, no obstante, que éstas no se lle-
volucra un delicado equilibrio de los ven a cabo de inmediato. Más bien será
componentes que interactúan a todos un proceso lento de acumulación y re-
los niveles del sistema psicológico; inte- construcción teórica en base a los
racciones entre componentes elementa- nuevos hallazgos empíricos. Debido a
les, subsistemas así como los seis siste- la escasez de análisis factoriales de or-
mas. El indicador más adecuado para la den superior podemos anticipar que los
integración de la personalidad en un cambios más drásticos tendrán lugar en
momento o tiempo dado viene a ser el los niveles superiores de la jerarquía.
equilibrio dinámico entre el funciona- Análisis factoriales de amplio espectro,
miento asimilativo y el acomodativo del cubriendo por completo un área, serán
sistema global. de especial valor a la hora de plantear
correcciones a las jerarquías delineadas
en las figuras 2 a 9.
7. Problemas y perspectivas
Aun cuando la investigación acumu-
El proyecto individualidad ha genera- lada con análisis factorial suministre so-
do una treintena larga de informes teó- portes razonablemente firmes respecto
ricos sobre diversos aspectos del progra- a la estructura de la individualidad, es-
ma completo de la investigación. Ha te enfoque no,ha tenido tanto éxito al
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Estudios 121
ocuparse de los procesos dinámicos. Sin típicas (Royce, 1978; 1979). Por otra
embargo los análisis teóricos indican parte, en cuanto a las relaciones entre
que la inserción de los constructos teóri- factores y aprendizaje se cuenta con un
cos identificados factorialmente en el notable trasfondo de hallazgos empíri-
marco conceptual de la teoría del pro- cos relevantes en la bibliografía del
cesamiento sistemático de la informa- aprendizaje, aunque aquí se haya plan-
ción permite abordar sopesadamente teado sólo los ejes maestros del modelo.
este problema. Cada uno de los seis sis- Se está preparando una puesta a punto
temas cuenta ya con tales análisis completa del modelo factorial del
(Kearsley y Royce, 1977 para el sistema aprendizaje (Powell, 1980).
sensorial; Powell, Katsko y Royce, 1978
para el sistema motor; Diamond y Roy- El tema de la integración de la perso-
ce, 1978 y Powell y Royce, 1978b para nalidad viene a ser, desde esta óptica,
el sistema cognitivo; Royce y McDer- el problema en la teoría de la personali-
mott para el sistema afectivo; Wardell y dad. Cabe afirmar que hasta el presen-
Royce, 1975 para el sistema de estilos; te ninguna teoría psicológica consolida-
Royce, Schopflocher y Meehan, 1979 da ha logrado con éxito recomponer lo
para el sistema de valores). desperdigado. Es de esperar que la teo-
ría de la individualidad supere esta di-
Los procesos dinámicos arriba men- ficultad en la medida en que lleve a ca-
cionados son sincrónicos o transversales bo una síntesis real entre el pensamien-
por naturaleza, mientras que la diná- to analítico factorial y el de los siste-
mica del desarrollo a lo largo del tiem- mas, brindando así mismo una explica-
po es diacrónica por naturaleza. Con ción de hechos relevantes. Hasta la
excepción de las cogniciones (Kearsley, fecha los esfuerzos se han centrado en
Buss, Royce, 1977) los análisis de corte facilitar una síntesis teórica precisa. La
evolutivo facilitados hasta la fecha se síntesis aquí expuesta brinda una expli-
han centrado en aspectos metodológi- cación para elaboraciones psicológicas
cos y formales del desarrollo multiva- molares como la de la visión del mundo
riado (Buss, 1973; Buss y Royce, 1975). (Royce, 1974; 1975), el estilo de vida
Los esfuerzos comunes en este aspecto (Royce, 1977; Powell y Royce, 1978) y
de la teoría se han centrado en los la imagen de sí (Powell y Schopflocher,
hallazgos empíricos de los otros cinco 1978; Powell, Schopflocher y Royce,
sistemas (Powell, Holt y Royce, 1979).
1979). Un abordamiento intuitivo de la
El tema herencia-medio ha sido ma- integración de la personalidad implica
nejado merced al modelo genético fac- que se preste atención al sistema psico-
torial y los factores predominantemente lógico completo en cuanto unidad fun-
hereditarios de un lado, el modelo fac- cional en interacción con el ambiente.
torial del aprendizaje y los factores pre- Así, las interacciones persona-situación
dominantemente ambientales por otro. dan cuenta de ello merced a concep-
En cuanto a las relaciones entre genes y tualizaciones tales como la plantilla si-
factores el modelo básico está claro, pe- tuacional y la personalidad tipo
ro debe aún explicitarse con detalle el (Diamond, Voorhees y Royce, 1979),
significado de muy conocidos mecanis- ajuste normativo, plantilla-tipo y asimi-
mos genéticos y brindar, al menos, una lación acomodación (Royce, 1978). En
primera aproximación respecto a qué la perspectiva aquí desarrollada, la teo-
secuencias biológicas intervienen entre ría de la individualidad constituye una
el genotipo y sus manifestaciones feno- respuesta viable al problema del todo y
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122 Estudios
las partes (Royce, 1978). El gran queha- ca basada en una psicología diferencial
cer para el futuro consistirá en sumi- son claramente conocidas y, de hecho,
•nistrar una variedad de pruebas empíri- los logros palpables de esta tecnología
cas que sirvan de sustentación a las revi- constituyen uno de los capítulos más
siones y elaboraciones posteriores de lá conspicuos en el libro de la psicología
teoría. aplicada. Esta tecnología ha sido efecti-
Dos son los problemas de enorme va en la escuela, en la industria y en la
importancia en cuya dirección se han clínica, así como en otras áreas (como la
dado pocos pasos: la tarea de aportar militar) donde se deba seleccionar o
una formalización matemática y la ela- clasificar al personal. Sin embargo, la
boración de una fundamentación bioló- tecnología existente es peculiarmente
gica de la individualidad (distinta de la empírica, basada primordialmente en
perspectiva genética). En cuanto a la amplias estadísticas muestrales, baterías
trasposición a términos matemáticos de de tests y validaciones empíricas. Lo
la teoría de la individualidad se sabe más crucial es que se cuenta con una
qué es lo que hay que hacer, pero ape- muy escasa racionalidad explicativa que
indique por qué esto o aquello sirve.
nas si se ha intentado su consecución.
Ciertamente, una teoría viable de las
En concreto se está indagando la viabi-
diferencia individuales suministraría la
lidad de insertar el álgebra matricial en
justificación deseada para una psicolo-
el contexto de la teoría de conjuntos
gía diferencial aplicada.
(Voorhees, 1980; Powell, Voorhees,
Royce, 1980). Aquí el punto clave radi- La aplicación inmediata más obvia de
ca en el hecho de que la teoría matricial la teoría de la individualidad se da en
subyace al análisis factorial (Harman, el área de la educación, en particular en
1976) y que la teoría de conjuntos ha el desarrollo de una didáctica indivi-
sido ya incorporada a la teoría de siste- dualizada. Estrategias diferenciales de
mas (Mesarovic, Macko y Takahara, aprendizaje, técnicas, tasas de aprendi-
1970). Los esfuerzos encaminados a fa- zaje así como el contenido podrían ba-
cilitar una elaboración teórica de los sarse en las características detalladas de
fundamentos biológicos de la indivi- las diferentes personalidades tipo. Por
dualidad se han restringido a los ámbi- ejemplo, la persona con un estilo epis-
tos afectivo (Royce y McDermott, 1977; temológico racional (y por ende las ap-
Royce, 1977) y cognitivos (Aftanas, titudes cognitivas correspondientes) po-
Royce, 1969; Royce y Yerldall y Bock, drían asimilar preferentemente conte-
1976; Kearsley y Royce, 1976). Parece nidos racionales, en vez de los empíri-
evidente que tanto la fundamentación cos y metafóricos. Otro tanto es válido
biológica como la formalización mate- para los proclives a estilos epistémicos
mática de la individualidad podrá ser empíricos y por ende a contenidos em-
explorada con mayor provecho una vez píricos; lo mismo rige para los metafóri-
que la teoría básica haya sido debida- cos y los contenidos metafóricos. Breve-
mente unificada en el nivel psicológico. mente, la efectividad de la didáctica in-
En los párrafos que siguen se aludirá dividualizada podrá ser optimizada si
a las implicaciones prácticas de la teo- se toma en consideración la personali-
ría. Se hará una mera alusión y no una dad tipo (los primeros pasos en esta di-
decantación porque sería prematuro rección fueron dados por Royce, Mos y
proceder de otra forma. Es más, las po- Kearsley, 1975; Rancourt, 1978 llevó a
sibilidades de una tecnología psicológi- cabo una investigación aplicada).
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Estudios 123
De modo similar puede maximizarse través de las incursiones llevadas a cabo
asimismo una clasificación o calificación ya por Eysenck a través de sus tres fac-
afectiva del personal si se trabajan con tores del sistema afectivo: estabilidad
esmero los perfiles individuales. Los emocional, independencia emocional y
programas aplicados más sólidos se ba- extraversión-introversión. Podría surgir
san típicamente en segmentos relativa- una profundización más perspicaz en
mente limitados de la esfera total de la psicopatología a partir del análisis de
personalidad, tales como la inteligencia las interacciones e integraciones del sis-
o las aptitudes. Los perfiles individuales tema, tales como el estilo de vida que
se desprende de los sistemas afectivo y
implican un sub-perfil por cada uno de
de valores, así como las consecuencias
los seis sistemas, sensorial, motor, cog-
de la interacción sistema cognitivo-afec-
nitivo, afectivo, estilos y valores. Ade-
tivo.
más, las diferencias en la secuencia del
proceso constituyen un fundamento no La teoría multifactorial sistemática
explotado aún en los programas aplica- puede suministrar potencialmente una
dos que entroncan con la psicología di- explicación de la conducta tanto a nivel
molar como molecular. Las aplicaciones
ferencial.
prácticas dependen directamente de la
No se han explorado aún de un mo- amplitud con que puedan llevarse ade-
do explícito las implicaciones de la teo- lante estos planteamientos. No obstan-
ría de la individualidad para una te, la tarea inmediata reclama una sín-
comprensión de la psicopatología (16). tesis teórica que sea capaz de conciliar
Son numerosas las insinuaciones respec- el cúmulo de datos no interpretados
to a sus posibilidades, principalmente a hasta ahora.
Notas
(1) Deseamos mostrar nuestro agradecimiento al gran apoyo brindado por el Comité Nacional de Investiga-
ción, al Comité de Investigación en Recursos Humanos de Alberta, así como por la Universidad de Alberta. Pero
de una manera especial estamos en deuda con el Comité Canadá por el generoso y extenso refrendo financiero
facilitado al Dr. J. R. Royce desde 1968: Cabe incluir ahí la concesión del año sabático para 1972-1973. El pro-
yecto individualidad constituye una experiencia única en la elaboración de una teoría por cuanto viene a ser el
producto de un grupo. El Director del proyecto reconoce su especial deuda con el Dr. Arnold Powell, Profesor
Agregado en investigación, cuya contribución al proyecto no sólo ha sido masiva y destacada, sino que se ha con-
vertido él mismo en modelo de lo que debe ser un colaborador a la hora de construir una teoría. Su estilo de
pensamiento y trabajo ha servido de inspiración para cuantos intervinimos en este proyecto. Ciertamente buena
parte del espíritu de equipo y el consiguiente exito del proyecto debe serle atribuido. Estamos igualmente en
deuda con otros colaboradores en el proyecto, como Stephen Diamond, Adjunto en esta investigación; Burt
Voorhees, Adjunto en Matemáticas, así como Donald Schopflocher, como ayudante. Cabe destacar otros colabo-
radores, como el profesor Agregado Allan Buss, así como Gregory Kearsley, toda vez que ambos destacaron en
sus aportaciones durante las primeras etapas de este proyecto. También han contribuido los Agregados George
Kawash y Warren Klare, así como los adjuntos Michael Katzko, John McDermott y Douglas Wardell. Una me-
nor aportación ha sido la proveniente de los adjuntos Peter Holt, Kenneth Mechan, Steve Nicely y John Wozny.
Del mismo modo estamos en deuda con los miembros del centro con quienes hemos compartido críticas conti-
nuas durante los últimos quince años: Richard Jung, W. W. Rozeboom, Hermann Tennessen, Kellogg Wilson,
y Teddy Weckowicz. Por lo mismo le estamos muy reconocidos a Leendert Mos, funcionario del centro, quien ha
contribuido directamente en varios aspectos empíricos del proyecto, y quien ha interactuado con nosotros en
nuestras sesiones semanales sobre la individualidad como crítico amistoso y constructivo.
Las versiones previas de este informe fueron presentadas durante el encuentro anual de 1977 de la Sociedad
de Psicología Experimental Multivariada celebrado en Colorado Springs, Colorado; igualmente en la Universidad
de California, Berkeley, 1977; en la Universidad de California en Santa Cruz, 1977, así como en la Univ. de Ot-
tawa, Ottawa, 1978.
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