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Resistencia​ ​al​ ​mercado:​ ​El​ ​proyecto​ ​editorial​ ​independiente

Exclusión​ ​y​ ​Poder:​ ​Algunas​ ​aproximaciones​ ​desde​ ​las​ ​Ciencias​ ​Sociales


Eduardo​ ​Guajardo

Introducción

Herbert Marcuse planteó en el año 1964, en la introducción a su texto “el hombre


unidimensional”, ciertas ideas que se trasponen a la contingencia específica que en ese escrito
el autor abordaba; nos referimos a sus ideas para pensar el sentido política de una Teoría
Crítica, las cuales tomaremos para cimentar los andamios de este texto. Sin embargo,
contextualicemos, con el objeto de ver de maner más clara el sentido que el autor concibió
para una teoría crítica, -aunque esta no sea precisamente la sociedad que abordaremos en este
escrito- la civilización a la que Marcuse (1964) interpela en su texto: Una sociedad que goza
de las bondades que la tecnología ofrece, pero al costo de que la productividad subyacente -o
desprendida de esta- termine por destruir el libre desarrollo de las necesidades y facultades
humanas; vale decir una sociedad cuyo crecimiento depende de la ‘represión’ de la
subjetividad; vale decir, Marcuse (1964) nos habla de la pérdida de “ser persona o sujeto” en
una sociedad que aspira a una constante y mayor productividad, debido a la existencia de una
“dominación” -en comillas ya que es un concepto que, si bien puede entenderse per se,
también el autor le otorga un sentido más profundo- y por una racionalidad que se ha
‘enajenado’, en un sentido puramente marxista, del sujeto que antes la había concebido para
sí.​ ​Marcuse​ ​(1964)​ ​expone,​ ​entonces,​ ​el​ ​problema​ ​de​ ​la​ ​esclavitud​ ​del​ ​sujeto​ ​moderno.

En virtud de la miseria del sujeto que antes planteamos, la cual si bien es mencionado
por Marcuse (1964) en su época -la cual conceptualiza como unidimensional-,nosotros
consideramos vigente, y de hecho, radicalizada; es que esgrimimos este escrito en el marco
de lo que Marcuse (1964) concibió como Teoría Crítica; es decir, una teoría que se plantea
sobre la premisa de que la vida vale la pena ser vivida; o que sino debe ser hecha digna de
vivirse; y que para ello enfrenta críticamente la sociedad donde dicha vida se sitúa. En este
escrito tomaremos como premisa el planteamiento de Marcuse (1964); así como parte de la
propuesta sobre las Ciencias Sociales de Wallerstein (1996); vale decir, bajo el conocimiento
de que la academia existe como un espacio burocratizado donde las disciplinas se presentan
como ámbitos donde el propósito del cientista se centra en perpetuarse en dicha estructura
disciplinatoria; para ello, este escrito se concibe bajo la premisa de ser para la política fuera
de la academia. Para dar con nuestro propósito, realizaremos en primera instancia una
descripción del capitalismo y sus múltiples aristas, así como los medios de exclusión que este
despliega; abordando diversas aristas dependiendo de los autores que revisaremos, para
finalmente esbozar la manera en que los proyectos editoriales independientes plantean una
resistencia​ ​a​ ​la​ ​sociedad​ ​actual.

Bases​ ​de​ ​la​ ​Sociedad​ ​Capitalista

Braudel (2002) se propone en su texto “la dinámica del capitalismo” apuntalar ciertos
elementos que podríamos englobar como de manera global como antecedentes o bases del
capitalismo, o de sujeto que habita en él; la relevancia de este punto yace en la persistencia de
estas​ ​bases,​ ​en​ ​su​ ​patente​ ​actualidad.

Braudel (2002) distingue tres aristas que circundan la vida del sujeto; o más bien
“vidas”; una vida material, o una vida económica, y el capitalismo propiamente tal. La
primera de estas constituye el elemento más arcaico, no obstante persistente en la vida del
sujeto; conforma aquello que continúa en la actualidad sin evidenciar de manera explícita su
realidad;​ ​en​ ​palabras​ ​de​ ​Braude​ ​(2002)l:

Esta vida material, tal como yo la entiendo, es lo que la humanidad ha incorporado


propia vida a lo largo de su historia anterior, como si formara parte de las mismas
entrañas de los hombres, para quienes estas intoxicaciones y experiencias de antaño
se han convertido en necesidades cotidianas, en banalidades. Y nadie parece
prestarles​ ​atención.

Ensayar una descripción acuciosa de lo que conforma lo cotidiano escapa a nuestra tarea;
pero Braudel (2002) nos ofrece ‘determinantes’ de la vida material los cuales al menos se
conjugan desde el siglo XV, y que ilustran la persistencia de la historia: el número de
hombres o ‘potencia biológica’ que desde el siglo VIII no ha parado de aumentar; la
progresiva diversificaciones de alimentos; los desarrollos de tecnología y su difusión, la
existencia de la moneda y de las ciudades. Llama la atención la relevancia de estos dos
últimos elementos; Braudel (2002) plantea que una de las posibles respuestas para la pregunta
por las causas de la modernidad se encuentra en aquello que agiliza el intercambio, y en las
estructuras​ ​multiseculares​ ​que​ ​habitan​ ​los​ ​hombres;​ ​vale​ ​decir,​ ​en​ ​la​ ​moneda​ ​y​ ​en​ ​la​ ​ciudad..

La vida económica, es aquella arista del sujeto que participa de la economía de


intercambio o de mercado, vale decir, el nexo entre la producción y el consumo; esta, sigue
un desarrollo paralelo desde el siglo XV -no debe interpretarse como si la esta hubiera
encontrado su inicio en dicho siglo, sino que desde ese momento histórico sigue un cierto
desarrollo-, Braudel (2002) nos ilustra planteando que en un comienzo la economía de
intercambio se encuentra en un estadio deficiente debido a que la producción se agota más al
autoconsumo que al mercado; sin embargo, a medida que avanzan los siglos del Antiguo
Régimen, se genera un enlazamiento entre un cierto numero de burgos y ciudades suficiente
para poder comenzar a organizar la producción, orientarla y dirigir el consumo (cita
explicita); marcando un paso desde los mercados elementales; vale decir, aquellos que serían
propios del estadio inferior de la economía de intercambio que enunciamos anteriormente; y
en donde los productos se caracterizan más bien por tener valor de uso; y aquel momento en
donde la economía de mercado esta más desarrollada; vale decir, donde los productos
adquiere valor de mercado propiamente tal. El argumento de este punto nos permite extraer
un planteamiento que nos servirá a futuro en este escrito: la existencia de un límite en la vida
económica,​ ​y​ ​la​ ​posibilidad​ ​de​ ​cruzarlo​ ​-hacia​ ​el​ ​autoconsumo​ ​y​ ​el​ ​valor​ ​uso​ ​de​ ​los​ ​productos.

Sin embargo, planteamos además de la vida material y económica; la presencia


propiamente tal del capitalismo en la vida del sujeto; Braudel (2002) nos permite inscribirnos
en su dinámica, no sin antes advertirnos que la historiografía que ha indagado en esta
temática, se ha dejado encandilar por los juegos del intercambio; por “todo aquello que torna
palpable el aumento regular del volumen de los intercambios”; sin embargo, el autor quiere
explicitar la siguiente tesis -la cual abordamos anteriormente, aquí solo la remarcamos-, de
cara a vertebrar sus -y nuestras- elucidaciones: “es importante señalar al menos que el
mercado no es sino un nexo imperfecto entre producción y consumo”; recordando, en una
crítica a las conceptualizaciones cientificistas del intercambio mercantil, que el mercado fue
invertido y falseado arbitrariamente fijando sus precios por los monopolios de hecho y de
derecho”. Retornando a la problemática del capitalismo; este, nos advierte el autor, es un
término ambiguo, terriblemente cargado de actualidad, y virtualmente, de anacronismo;
minado de connotaciones disímiles. Sin embargo, para situar al capitalismo, se requieren dos
términos, que subyacen y le prestan su sentido; por una parte esta el capital, vale decir, una
realidad tangible; una acumulacion de dinero, de resultados utilizables y utilizados de todo
trabajo previamente ejecutado, una masa de medios fácilmente identificables, y en constante
actividad -Braudel agrega que solo es capital aquello que efectivamente ingresa al proceso, en
constante renovación, de producción; y, por otra, el capitalista, es decir, una persona que
preside o intenta presidir la inserción del capital en el proceso incesante de producción al cual
se ven obligadas todas las sociedades; entre ambos conceptos el capitalismo se sitúa
globalmente​ ​ ​como​ ​la​ ​forma​ ​en​ ​que​ ​es​ ​“hecho​ ​este​ ​constante​ ​juego​ ​de​ ​inserción”.

La realidad del capitalismo, sin embargo, debe ser contrastada, y asimismo matizada,
con una de sus contrapartes; una economía de mercado donde los intercambios tienen un
carácter cotidiano, que reúne a los productores y a los clientes; y asimismo, no obstante no de
manera esencial, y con un grado menos “violento” que en el capitalismo, a los comerciantes;
en síntesis una economía de intercambio “transparente” y sujeta a “regulaciones” por parte de
los sujetos”. Por el contrario, el capitalismo, nos plantea Braudel (2002), es una forma de
intercambio sofisticada y que “se revela” al sujeto; esta encuentra su fuerza, y la posibilidad
de ejercerse como dominación -a diferencia del intercambio anterior-, en la alta sociedad.
Braudel (2002) plantea que el capitalismo supone una esfera de circulación totalmente
distinta a la forma de intercambio transparente; al implicar una forma radical de la figura del
mercader; este se sitúa en una posición de ventaja “al poseer dinero”, y por subvertir la
relación entre productores y consumidores -propia de la forma de intercambio anterior. La
consecuencia es la conformación de grandes cadenas de mercados, las que permiten al
mercader situarse en una posición de ‘dominación’ -Braudel (2002) no usa este término: los
agentes encargados de las regulaciones terminan por facilitar las operaciones de los
mercaderes. En definitiva, se alcanza una maquinaria que permite al mercader constituir
privilegios​ ​y​ ​preservarlos.
El​ ​Capitalismo​ ​en​ ​la​ ​contingencia:​ ​Neoliberalismo​ ​y​ ​violencia

El concepto de Neoliberalismo cumple un rol fundamental en este ensayo; se presenta


como aquello que articula gran parte de la institucionalidad moderna contemporánea; y que
posee un rol predominante en nuestro contexto: Latinoamericano. En palabras de Pablo
Dávalos (2013), el Neoliberalismo permea “la construcción del Estado moderno, la
fundamentación de los mercados mundiales, la legitimación de la política, el derecho
moderno, y la conformación de subjetividades”; vale decir, es un fenómeno omnipresente;
que forma gran parte de la institucionalidad contemporánea; más aún, de toda la realidad
social. Sin embargo, su sentido no puede ser sostenido vacuamente en este ensayo; o mas
bien, no podemos situar este contexto de manera desvinculada de la noción trabajada en el
punto anterior: El Capitalismo; a este respecto Dávalos (2013) nos deja a entrever dos claves
para leer al capitalismo; la primera de estas nos permite vincular directamente los conceptos:
El Neoliberalismo representa la acumulacion del capitalismo en su fase especulativo
financiera, vale decir, representa una trayectoria de acumulacion del capitalismo a escala
mundial; la segunda, por su parte, permite leer el neoliberalismo como “un momento del
discurso liberal clásico”; -relevante si consideramos que este ultimo cumplio una dinamica
historica en la fundamentacion y genesis del capitalismo (citar); que en su actualidad puede
sintetizarse​ ​como​ ​una​ ​razón​ ​o​ ​un​ ​discurso​ ​que​ ​articula​ ​gran​ ​parte​ ​de​ ​la​ ​realidad​ ​social:

la razón neoliberal lo abarca casi todo: política, economía, derecho, sociedad, ética,
cultura, etc. Es un discurso fuerte, sólidamente estructurado, y epistemológicamente
fundamentado. Es un discurso y una práctica proteicos y en permanente renovación.
Se piensa al discurso neoliberal en sus coordenadas económicas, más el
neoliberalismo no es solo economía, es básicamente geopolítica y también
biopolítica.

En clave histórico política; el Neoliberalismo ha significado; según Dávalos (2013): la


destrucción de los vínculos comunitarios y sociales para la creaciones de las individualidades;
la incorporación de la naturaleza como un factor productivo; la definición de las relaciones de
poder desde la matriz de los mercados autorregulados; el control de la escasez por vía de los
precio taumatúrgicos; entre otros. Sin embargo, nos llama por sobretodo la atención una de
las​ ​tesis​ ​de​ ​Dávalos​ ​(2013)​ ​sobre​ ​el​ ​neoliberalismo​ ​en​ ​su​ ​conformación​ ​de​ ​la​ ​realidad​ ​social:

En este proceso, los seres humanos y la naturaleza son objetos de intervención desde
las nuevas relaciones de poder, que los integran en la matriz del mercado
autorregulado, los precios de equilibrio y la producción mercantil. Estas relaciones
de​ ​poder​ ​codifican​ ​la​ ​violencia​ ​en​ ​un​ ​formato​ ​diferente:​ ​aquel​ ​de​ ​la​ ​política​ ​moderna.

En síntesis, Dávalos (2013) ilustra una realidad social donde el mercado se constituye como
un centro que administra la intervención de la realidad social por medio de la
institucionalidad; la naturaleza y la subjetividad quedan al arbitrio de la razón neoliberal, en
lo​ ​que​ ​conforma​ ​la​ ​cara​ ​contemporánea​ ​de​ ​la​ ​violencia.

Sociedad​ ​capitalista​ ​en​ ​Latinoamérica

Raúl Prebish (1950), en su proposición de una Latinoamérica desarrollada, esboza


brevemente la posición de esta frente al mundo; desde el siglo XIX Latinoamerica se ha
situado en un esquema de división internacional del trabajo en el cual esta, en cuanto periferia
del sistema económico mundial, cumple el papel específico de productor de alimentos y
materias primas para los grandes centros industriales. Este esquema, sin embargo, nos plantea
el autor, se ha ido cayendo -hoy plantearía que en su momento fue desafiado- debido a las
crisis que los centros industriales han tenido que atravesar, entre ellas, dos guerras mundiales
y una gran crisis económica; impeliendo a latinoamérica a seguir el camino del desarrollo
industrial. Por otra parte, en la discusión académica, este esquema se ha defendido planteando
la tesis según la cual, un desarrollo global supone una distribución global, sin embargo, esta
ha​ ​sido​ ​histórico​ ​y​ ​teóricamente​ ​desestimada.

La latinoamericana actual, nos plantea Dávalos (2013), se enfrenta al antes enunciado


Neoliberalismo; al capitalismo en su momento financiero, y a la serie de aparatos que
propugnan su hegemonía; el caso en particular de Latinoamérica esta marcado por la
existencia de centro de poder como el Banco Mundial y el FMI que realizan una serie de
intervenciones dentro de las naciones por medio de la vía institucional; disputando desde las
subjetividades hasta el Estado; conformando “sujetos compradores” hasta el desarrollo de un
Estado mínimo que de amplias garantías al sector privado, y que la vez mine los derechos
sociales.

La​ ​respuesta​ ​capitalista​ ​a​ ​la​ ​resistencia:​ ​antecedentes​ ​desde​ ​Hardt​ ​y​ ​Negri

Para ilustrar las aristas que componen la Resistencia, y aquello a lo que se Resiste en
la actualidad por parte de los sujetos, debemos retornar a un momento histórico anterior: los
60’ y los 70’. En dicho contexto, Negri y Hardt (2000) nos comentan que el modelo
capitalista mundial de expansión, amparado doctrinariamente en los lineamientos de Bretton
Woods; encuentra una importante, en cuanto a intensidad y coherencia se refiere, en una serie
de movimientos sociales repartidos por el globo, detentadores de una unidad virtual de
resistencia -virtual ya que no se articuló en un movimiento a escala global- que encontraba en
Vietnam su representación más explícita. Sin embargo, no nos enfocaremos en las vicisitudes
de este período, sino que nos enfocaremos en la problemática que nos presentan los autores
(2000): a pesar de la resistencia, y las problemática que se gestaban al interior del capitalismo
mismo, este perduró. Una vez abordado este punto, esbozaremos posibles tesis que den
cuenta de la forma en que el capitalismo perpetua su hegemonía en la actualidad; aclarando
concomitantemente​ ​el​ ​panorama​ ​de​ ​aquello​ ​a​ ​lo​ ​que​ ​los​ ​sujetos​ ​resisten.

Los caminos que el capitalismo sigue de cara a sostener su hegemonía se bifurcan en


dos direcciones; por una parte tenemos la opción conservadora, vale decir, la estrategia
represiva del capital -sobre los movimientos sociales disidentes. Para ello, se genera una
disgregación y separación del mercado laboral para restablecer el control sobre el modelo de
ciclo de producción. Esto, si bien suena abstracto, adquiere sentido si consideramos que el
mercado laboral previo a los 70’ posee tres características: separación de grupos sociales;
fluidez del mercado laboral; jerarquías del mercado abstracto -en un sentido marxista, vale
decir, organización del tiempo de trabajo. Este sistema de compartimentalización jerárquica
busco ser restablecido mediante la privilegiación de organizaciones -de trabajo- donde a una
porción de la fuerza laboral se le asignará un salario garantizado, generando un proceso de
segmentación al interior de la misma fuerza laboral. En términos del sentido común, se trata
de un proceso donde se busca disgregar la unidad de los sujetos, a la vez que se busca adquirir
mayor control sobre sus quehaceres -vale decir, se controla la movilidad y fluidez social. Este
objetivo fue aún más afincado con el ingreso de tecnologías, las cuales cumplieron un rol
‘represivo’ al permitir un control sobre los ciclos sociales de producción por medio de la
automatización​ ​y​ ​computarización.

La segunda vía, por su parte, estuvo orientada a la transformación tecnológica de cara


a no solo la represión, sino que también a modificar la composición misma del proletariado,
ingresandolo, dominandolo y beneficiándose con sus nuevas prácticas y formas (2000). Esto,
en el marco de lo que las autores consideran una estrategia de carácter integrador y de
escucha de las subjetividades, más que de su represión explícita; en palabras de los autores
(2000).

Es decir, el capital debía confrontar y responder a la nueva producción de


subjetividad del proletariado. Esta nueva producción de subjetividad alcanzó (más
allá de la lucha por el bienestar que hemos mencionado) lo que podría llamarse una
lucha ecológica, una lucha sobre el modo de vida, que se expresó eventualmente en
los​ ​desarrollos​ ​del​ ​trabajo​ ​inmaterial.

Proyectos​ ​Editoriales​ ​independientes​ ​en​ ​Chile

Trataremos en este apartado la existencia de tres editoriales independientes que, con


su trabajo, representan un acto de resistencia a las vicisitudes del capital. Para demostrar lo
anterior expondremos en primera instancia las “presentaciones” -como se presentan a la
comunidad- de las distintas editoriales; y luego lo relacionaremos con el contenido teórico
abordado​ ​en​ ​el​ ​texto.

Anexos: Son reproducciones explícitas de los contenidos que, a nuestro haber, constituyen un
acto de presentación del proyecto editorial a la comunidad; estos pueden encontrarse en las
páginas​ ​web​ ​de​ ​las​ ​editoriales​ ​en​ ​cuestión.
Anexo​ ​I:​ ​Inapropiables​ ​Editores

Advertencia

Copiar, reproducir, modificar libros es ilegal. Pero como muchas veces lo prohibido es mas
delicioso y divertido que la ley, los invitamos ha hacerlo legítimo ayudándonos a expropiar el
pensamiento confiscado por la ley para el gozo privado del autor y el complejo industrial de
producción y consumo de obras intelectuales, para devolverlo a su pertenencia: al magma de la
poiésis colectiva. Existen una serie de recursos legales que promueven el libre uso de contenidos
y objetos cuidando los intereses de los autores y editoriales; valoramos el trabajo puesto en cada
obra, a quienes gustan de gastar su tiempo en crearlas, mas persistir en la utilización de copyright
no​ ​hace​ ​más​ ​que​ ​enrarecer​ ​las​ ​obras,​ ​privatizarlas,​ ​y​ ​dificultar​ ​su​ ​proliferación​ ​y​ ​alcance.

(In)Apropiables les ofrece el ​mainstream ​de la contracultura intelectual que en librerías


encuentras a exorbitantes precios, a precios ridículamente comedidos. Para romper con la
autoridad de los libros que la industria y la academia consagra he aquí, para todos todos, nuestra
preciosa​ ​colección​ ​de​ ​obras​ ​piratas.

Los libros están hechos a mano y con papeles reciclados. En mayor parte los libros provienen de
versiones​ ​digitales​ ​que​ ​se​ ​han​ ​puesto​ ​a​ ​disposición​ ​pública​ ​en​ ​internet.​ ​La​ ​venta​ ​es​ ​personalizada.

Anexo​ ​II:​ ​Venatico​ ​Editores

¿Por​ ​qué​ ​comprar​ ​libros​ ​de​ ​Venático​ ​Editores?

1. Nuestro catálogo esta orientado a fomentar el pensamiento crítico fuera de la esfera


académica,​ ​aproximando​ ​sin​ ​exclusiones​ ​a​ ​todos​ ​a​ ​nuevas​ ​perspectivas.

2. Los materiales que utilizamos van en directo beneficio del medio ambiente, utilizamos
papel​ ​reciclado​ ​libre​ ​de​ ​cloro​ ​elemental.

3.Nuestros libros son manufacturados de forma artesanal en nuestro propio taller de imprenta
por​ ​nuestros​ ​colaboradores​ ​y​ ​amigos.

4. Tenemos precio preferencial para libreros y significativos descuentos para instancias


comunitarias​ ​y​ ​solidarias.
5. Creemos en el desarrollo del oficio, la autogestión y el apoyo mutuo como base de nuestro
proyecto​ ​editorial.

Anexo​ ​III:​ ​Ediciones​ ​Crimental

Somos una pequeña editorial que habita en el Valle del Maipo, territorio dominado por el
estado chileno, la cual apuesta desde sus fundamentos a difundir teoría anarquizante y
revolucionaria a bajo costo y de buena calidad en la mayor cantidad de lugares posibles.
Manteniendo siempre el prisma de la liberación total, hecha sin recetas milagrosas ni
autoridad, por los y las explotados del mundo, los cuales a pulso mantienen y dan vida a
lucha real contra este y cualquier sistema de dominación capitalista, patriarcal y autoritario, se
presente​ ​como​ ​se​ ​presente.

Discusión

Inapropiables editores, plantea de manera explícita un posicionamiento antagónico a la


institucionalidad; particularmente aquella que regula elementos asociados al mercado; por
ejemplo, Inapropiables busca legitimar cierta práctica llamando a “expropiar el pensamiento
confiscado por la ley”. Si consideramos los planteamientos de Braudel respecto a la dinámica
que subyace al capitalismo; nos percatamos que plantea que la sociedad adecua su
institucionalidad a la dinámica capitalista en pos de los beneficios inmediatos; y que, por otra
parte, la acumulacion de capital eventualmente permite al sector abnegado al capitalismo a
afincarse en una posición de privilegios. Por lo mismo, la sospecha que Inapropiables destaca
respecto de la institucionalidad o la ley, nos parece un acto de resistencia frente a la dinámica
capitalista. Lo anterior se acentúa más si consideramos el contexto particular de
latinoamérica; Dávalos, por ejemplo, plantea que el Estado que fomentan los centros de poder
internacional es el de Estado mínimo; que se presenta como una propuesta Ad-hoc al
mercado; debido a esto, consideramos que en latinoamérica los objetos que circulan en el
mercado se destacan por su valor de mercado; dejando de lado su dimensión en cuanto valor
uso; creemos que situarse al margen de la institucionalidad que defiende el mercado permite
reencontrarse con los productos del trabajo de una manera experiencialmente distinta, no
como​ ​mercancía,​ ​sino​ ​como​ ​forma​ ​de​ ​realización​ ​del​ ​hombre,​ ​como​ ​planteaba​ ​Marx.

Ediciones Crimental plantea que su trabaj considera a los explotados del mundo; esto
nos recuerda los planteamientos de Prebish sobre el esquema tradicional de latinoamérica en
relación al resto del mundo; vale decir, como económicamente dependiente; consideramos
que dicha posición pone a los países de latinoamérica en una posición de subordinación
considerable respecto de los centros de poder; esto destaca aún más si consideramos que per
se el proceso de trabajo esta altamente intervenido por el ‘imperio’ como diría Hardt y Negri.
Consideramos que trabajar en pos de los explotados del mundo, como una editorial
independiente, vale decir, al margen del gran mercado; nos parece un acto de resistencia, no
solo por posicionarse fuera de la institucionalidad, sino por aportar con contracultura a la
subjetividad​ ​intervenida​ ​por​ ​el​ ​imperio.

El proyecto de Venático Editores recuerda a una de las paradojas del capitalismo;


algunos de los movimientos ecológicos han encontrado una suerte de resonancia en la
institucionalidad que ampara el capitalismo; sin embargo, Negri y Hardt advierten en su libro
que una de las grandes limitaciones del capitalismo es precisamente la que plantea la
destrucción ecológica; es decir, un proyecto político realmente ecológico debería ser
subversivo y anticapitalista; creemos que esta posibilidad es Ad-hoc al proyecto de una
editorial independiente. Asimismo, el proponer lecturas que estén fuera de la esfera
académica rememora a la figura de la academia altamente burocratizada que plantea
Wallerstein; consideramos que situarse fuera de una academia que perdió el horizonte del
pensamiento​ ​también​ ​es​ ​un​ ​acto​ ​de​ ​resistencia.

Las tres editoriales, al poseer un proceso de producción que no esta orientado al


mercado, se presentan como un acto de resistencia al capitalismo; por el simple hecho de no
permitir cae en sus redes de adoctrinamiento; lo cual descibimos anteriormente con los
autores de imperio -además, Venatico Editores hace encuadernacion artesanal, lo que excluye
de​ ​por​ ​sí​ ​el​ ​poder​ ​ocultamente​ ​represivo​ ​de​ ​algunas​ ​tecnologías​ ​modernas.

Palabras​ ​de​ ​cierre


El proyecto omniabarcante del capitalismo encuentra sus raíces en una historia
profunda; afincada en el tiempo. Debido a esto, el capitalismo se ha constituido en una
maquinaria de autopreservación particularmente eficiente; utilizando técnicas que van desde
la modificación del proceso de trabajo hasta la transformación de la misma subjetividad; sin
embargo, el mismo Braudel nos muestra que el Capitalismo encuentra en sus cimientos
formas que se le retraen, que sirven de nicho para formas de enfrentarse al intercambio de una
manera no capitalista, donde productores y consumidores no orienten su economia a la
acumulacion de capital, sino al autoconsumo, al disfrute de los objetos en base a su valor uso.
Creemos que los proyectos de Editoriales Independientes rememoran el punto anterior, y nos
hacen vivir desde una alternativa al mercado contemporáneo avasallador; hasta plantearle una
franca resistencia por medio de su forma de producción, su postura crítica ante la
institucionalidad,​ ​el​ ​contenido​ ​de​ ​sus​ ​textos​ ​y​ ​su​ ​trabajo​ ​con​ ​las​ ​comunidades.
Referencias

Braudel,​ ​ ​F.​ ​(2002),​ ​La​ ​dinámica​ ​del​ ​capitalismo,​ ​Ed.​ ​FCE,​ ​México

Dávalos, P. (2013): La democracia disciplinaria: El proyecto posneoliberal para


América​ ​Latina.​ ​Ed.​ ​Quimantú.​ ​Santiago.

Ediciones, I. (2011). Inapropiables. ​Inapropiables​. Obtenido de


https://inapropiables.wordpress.com/

Ediciones, C. (2009). Ediciones Crimental. ​Crimental​. Obtenido de


https://edicionescrimental.wordpress.com/catalogo/

Ediciones, V. (2016). Venatico Editores. ​Venatico Editores​. Obtenido de


https://venaticoeditores.wordpress.com/

Marcuse,​ ​H.​ ​(1964).​ ​ ​El​ ​hombre​ ​unidimensional.​ ​Ariel.

Hardt, M, y Negri, A. (2000). Imperio (Traducción: Eduardo Sadier), de Edición de


Harvard​ ​University​ ​Press,​ ​Cambridge,​ ​Massachussets,​ ​en​ ​www.chilevive.cl

Prebish, R. (1950). El desarrollo económico de América Latina y sus principales


problemas,​ ​ONU,​ ​Nueva​ ​York

Wallerstein, I.(1996). Abrir las ciencias sociales. Informe de la Comisión Gulbenkian


para la reestructuración de las ciencias sociales. 1ra ed. México: Siglo XXI
Editores
cmap.javeriana.edu.co/​ ​...​ ​2580_1888331861_3268

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