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ESTADO SOCIAL O DE BIENESTAR (1945-1955) Perón y el origen del peronismo Juan Domingo

Perón nace en el pueblo de Lobos, provincia de Buenos Aires, en 1895. Estudió en el colegio militar
y entre 1939 y 1941 fue enviado a Italia donde recibirá entrenamiento profesional, cursa
economía, conoce a Mussolini y se interioriza en la teoría fascista. También visitó Francia, España y
Alemania. Su estadía en Europa influyó en su futuro político y en sus ideas políticas. Durante el
gobierno de Castillo (1942-1943) y perteneciente al Partido Demócrata Nacional, se desempeñó en
una sección ligada al mundo de los trabajadores, prácticamente en olvido por los gobiernos de la
Década Infame. Intervino en la organización del GOU (grupo de oficiales militares que actuaban
como una logia y querían terminar con el fraude de la Década Infame y contener a las demandas
de los obreros para que no avance el comunismo en nuestra región) y participa del golpe de
estado que derroca a Castillo en 1943. Fue presidente en tres oportunidades: 1946-52, 1952-55,
1973-74. Sus ideas políticas marcará el rumbo de la historia nacional hasta nuestros días. Durante
su exilio tras su derrocamiento en 1955, desde Europa seguía influenciando en el escenario
político nacional, luego de 18 años regresa al país, asume su tercera presidencia en noviembre del
73 hasta su muerte, un primero de julio de 1974. Contexto anterior al gobierno peronista Tras el
golpe de estado de 1943, que depuso al presidente radical Ramón Castillo, el general Pedro Pablo
Ramírez se hace cargo del poder ejecutivo nacional. El golpe de estado fue bien recibido por la
población ya que existía en la opinión pública general un malestar por los años de corrupción
existente en los gobiernos anteriores. En forma casi inmediata el nuevo gobierno impone medidas
severas que van desde la clausura de los partidos políticos, la intervención de numerosas
instituciones, la censura e incluso se impone en las escuelas públicas la enseñanza de la religión
católica. En estos años Europa vivía la segunda guerra mundial (1939-1945), al principio el
gobierno se declaraba neutral, pero las presiones de Estados Unidos, hicieron que nuestro país
declarara la guerra a Alemania y sus aliados. Este hecho le significó a Ramírez el distanciamiento
de muchos nacionalistas que formaban parte de su gobierno, finalmente debió renunciar y fue
reemplazado por el general Edelmiro Farell, cuyo vicepresidente fue Juan Domingo Perón. Las
consecuencias de la Segunda Guerra fueron favorables a nuestro país ya que aumentaron las
exportaciones, el desempleo decreció, el poder adquisitivo de compra fue en aumento, el nivel de
vida mejoró notablemente. Durante los tres años del gobierno militar de Farrell y Perón (1943-46),
como ya se dijo antes, nuestro país vivió un gran despliegue económico, por primera vez las

2. manufacturas argentinas (productos industriales) superaron a las agrícolas ganaderas. Perón


inicia su carrera hacia el Poder En este ínterin iniciaba su carrera política ascendente el coronel
Juan Domingo Perón, que había sido nombrado titular de la secretaría de trabajo y previsión, para
luego añadírsele, durante la presidencia de Farrell, los cargos de ministro de guerra y
vicepresidente de la Nación. La primera designación fue trascendente para Perón, porque a partir
de ese momento se acercó a los obreros y los predispuso en su favor por medio de la popularidad
que logró entre ellos. Para llevar a cabo su función contaba con las leyes laborales aprobadas años
anteriores, y que rara vez habían sido implementadas por los empresarios, entonces creó las
condiciones necesarias para su aplicación efectiva. Con la misma finalidad la secretaría echó las
bases de una legislación social de fondo para brindar al sector una justicia rápida y barata a través
de los tribunales de trabajo. Bajo su impulso, también se unificaron las dos centrales obreras, y
junto a los dirigentes de los distintos gremios, reorganizaron los sindicatos o crearon otros que
todavía perduran. Más adelante un grupo interno de los militares descontentos con el rumbo que
estaba tomando el país presionaron para que nuevamente el presidente Farrell reimplantara el
estado de sitio. Todo esto provocó una gran impopularidad de las autoridades, pero en general, le
atribuían a Perón la culpa de tales sucesos, y Farell fue obligado por los oficiales a exigirle su
renuncia a los cargos que tenía hasta ese momento. La renuncia de Perón y de los ministros no era
suficiente para los adversarios de los jefes miliares, pues pretendían que el presidente dejara el
poder en mano de la Corte Suprema de la Justicia de la Nación. Ante la desesperación, las
autoridades decidieron arrestar a Perón que era la figura más controvertida del gobierno. El 17 de
octubre de 1945, los trabajadores, en forma espontánea, dejaron sus tareas para dirigirse a la
plaza de mayo, reclamando por Perón. Farell aceptó conducirlo desde el presidio hasta el balcón
de la casa Rosada, donde fue ovacionado por miles de seguidores suyo. Días más tarde Perón
anunció su candidatura. También apoyó a la creación del partido laborista, formado por dirigentes
sindicales, y a ellos se adhirió un grupo de radicales de la línea renovadora encabezada por
Quijano, quien sería su compañero en la fórmula presidencial. Estos factores contribuyeron para
que la ciudadanía, concurriera a las urnas, en febrero de 1946 y respaldara a Perón y a Quijano por
medio de su voto, con amplia mayoría. Características educativas en el estado social-popular del
peronismo Cuando Perón asume la presidencia de la Nación, diferentes sectores de la sociedad
temieron por la educación, pero por razones diversas. Por un lado, la vieja oligarquía y la clase
media tenían miedo que los “cabecitas negras”

3. invadieran las limpias aulas de las escuelas como habían temido antes a los inmigrantes y los
anarquistas de principios de siglo.Por otro lado, el peronismo heredó del régimen militar de
Ramírez instalado en 1943,funcionarios ultranacionalistas que querían imprimir a la escuela el
carácter de un regimiento; por eso chocó con la irreductible oposición del espectro liberal. Estos
funcionarios eran, como siempre, médicos, abogados y en algunos casos militares, que ahora
coincidían en el “nacionalismo católico”. Los sectores medios que se incrementaron en las
primeras décadas del siglo XX y ascendieron en sus condiciones económicas y sociales,
demandaban una educación que le permitiera aprender oficios, capacitarse como operarios o
empleados y cursar carreras técnicas. Las mujeres querían estudiar, los empresarios reclamaban
personal más capacitado, los inmigrantes del interior que llegaban a Buenos Aires necesitaban
atención educacional. Algunos normalistas formados en las ideas de Escuela Nueva coincidieron
también con la postura antirracionalista y antipositivista del peronismo. La gestión educativa
durante el gobierno de Perón no tuvo una misma orientación. El primer ministro de educación
consideraba que la educación debía ser humanística, que estimulara el espíritu de iniciativa, la
capacidad creadora y el sentido de justicia social.El segundo ministro fue un exaltado cirujano
ultranacionalista, Oscar Ivanissevich, que un tiempo antes había renunciado a su cátedra
universitaria jurando no regresar mientras un solo estudiante formara parte del gobierno
universitario. Este ministro impulsó una política oscurantista, coincidente ahora con el
“nacionalismo católico” heredero del grupo de los pedagogos tradicionalistas, clericales y
antilaicistas de la época del federalismo.El tercer ministro se ubicaba más en el centro del espectro
político y acompañó el proceso de ruptura de relaciones entre Perón y la Iglesia Católica en los
últimos años del segundo gobierno. Uno de los pedagogos con mayor protagonismo durante el
primer gobierno de Perón fue Jorge Pedro Arizaga, un docente de carrera, espiritualista,
conocedor y adherente del escolanovismo con fuertes críticas al positivismo. Siendo secretario de
educación, diseñó una reforma del sistema escolar que introducía criterios nacionalistas
democráticos y daba mucha importancia a la educación práctica. Arizaga relacionaba la enseñanza
con el medio social y con el desarrollo económico, aunque destacaba particularmente la educación
humanística, que considera a los alumnos como entes individuales y únicos diferentes de los
demás. Esta reforma formó parte del Primer Plan Quinquenal que será explicado más adelante.
Los docentes carecían de una organización nacional y de una dirigencia capaz de elaborar
propuestas que fueran más allá de las reivindicaciones insatisfechas y de la defensa de la
legislación y la pedagogía liberal; su posición era eminentemente defensiva. Hasta fines de los 40
grandes sectores del magisterio se mantuvieron en una posición ambigua, de expectativa y
disconformidad ante la nueva forma que tomaba el Estado, pero al mismo tiempo fueron
incapaces de generar un sujeto político alternativo. La posición

4. antilaicista propia del “nacionalismo católico” que mantenía el ministerio de educación con
Ivanissevich a la cabeza, que pretendía una educación dominada por la iglesia, deterioró la
relación de los docentes con el peronismo. Ellos seguían siendo pro estatistas en materia de
educación, pero rechazaban la imposición doctrinaria. Después, a comienzos de la década de 1950
muchos reaccionaron contra la creciente demanda de adhesión partidaria por parte del
justicialismo. Se incrementaron las cesantías por razones políticas y el enfrentamiento de los
maestros y profesores con el gobierno tuvo un ritmo creciente. En 1954 se promulgó el Estatuto
del Docente Argentino del General Perón que alcanzó a todos los docentes nacionales. El nuevo
estatuto cayó bastante mal entre muchos maestros y profesores porque si bien recogía demandas
históricas, cometía el error de darle al cuerpo docente un tono partidario. El asunto contribuyó a
empeorar las ya deterioradas relaciones entre los docentes y el gobierno. Un plan nacionalista
popular Las reformas más importantes al sistema educativo fueron realizadas durante el primer
gobierno peronista y se fundamentaron en los principios del primer Plan Quinquenal. El plan
destaca la búsqueda de una filosofía educacional que equilibre materialismo e idealismo y que
haga compatible el principio de democratización de la enseñanza entendiéndola como un
patrimonio igual para todos, con acciones compensatorias para quienes no han tenido las
oportunidades de la educación que otros poseen. Establece que debe haber enseñanza práctica y
profesional en el nivel medio.Pretendía formar en el niño la inteligencia práctica, sin dejar de
enseñarle el dominio de las normas, los sentimientos y la voluntad de superación moral, dentro de
una concepción argentina del mundo y de la vida. El nuevo plan contemplaba lo estipulado por la
Ley 1420, pero con la siguiente modificatoria: agregaba un ciclo optativo antes de los 6 años y en
el último tramo de 12 a 14 años incluía un ciclo llamado de pre-aprendizaje general. El pre-
aprendizaje atendía a la urgencia de formar obreros con nivel de oficiales para todas las
especialidades, incluyendo el manejo de herramientas para oficios y prácticas de huerta y granjas,
manufactureras y comerciales. Enseñanza Ciclo Primaria Primer Ciclo (optativo)1 año Segundo
Ciclo (obligatorio) 5 años Tercer Ciclo (obligatorio) 2 años de pre-aprendizaje general. Edad 4 a 5
años de edad 6 a 11 años de edad 12 a 14 años de edad
5. Para el nivel secundario, la reforma mantenía los bachilleratos clásicos, provenientes de los
colegios nacionales con un ciclo mínimo de 5 años, pero con la siguiente modificación, tres años de
conocimiento general (semejante al que estaba en vigencia) y luego dos de capacitación en artes y
oficios. Se ingresaba previa acreditación de aptitudes mediante las calificaciones obtenidas en la
primaria, elegirlo era gratuito solo para quienes demostrasen su imposibilidad de pagarlo. A su
vez, las calificaciones obtenidas en la secundaria eran requisito para optar por el ingreso a la
Universidad. Bachillerato Ciclo Primer ciclo: tres años de conocimiento general Segundo ciclo: dos
de capacitación en artes y oficios Otra modalidad introducida por Arizaga la constituyen las
escuelas técnicas. Estas tenían diferentes niveles: 1- de capacitación (un año de estudios), 2- de
perfeccionamiento (dos años) y 3- las de especialización (tres años). Para el ingreso a las escuelas
de capacitación (1) era necesario poseer certificados de estudios primarios y para los otros dos
ciclos (2 y 3), de estudios secundarios. La propuesta de Arizaga fue contemplada en la resolución
del Primer Plan Quinquenal que establecía la reforma del viejo Consejo Nacional de Educación,
transformándolo en una subsecretaría de la cual dependían tres secciones: enseñanza primaria,
media y técnica, ubicando finalmente a la educación laboral, dentro de las responsabilidades del
sistema educativo, después de tantos intentos fallidos durante décadas. Pero la reforma de
Arizaga tuvo poco impacto en el sistema educativo general, porque el bachillerato clásico, fundado
por Mitre, resistió y continuó intacto, sin que el “trabajo” como concepto y como elemento
curricular, fuera introducido en su impenetrable trama. Los certificados de estudios anteriores
requeridos para el ingreso a los siguientes niveles, podían sustituirse presentándose a una prueba
especial. Esta última posibilidad implicaba un principio democrático fundamental porque permitía
la equiparación de gente proveniente de niveles sociales distintos, eliminada por el sistema o que
no había tenido la oportunidad de cursar estudios regulares con anterioridad, y legitimaba los
conocimientos obtenidos por otras vías.

6. Se crearon también las Misiones Monotécnicas y las Misiones de Cultura Rural y


Doméstica,destinadas a llevar cursos para formación de mano de obra calificada al interior del
país, desarrollando las artesanías locales y la cultura de la población. Se llamaban “misiones”
porque se trasladaban de un lugar a otro, según la demanda que había. La educación técnica era
gratuita para todo obrero, artesano o empleado que viviera de su trabajo. Las empresas
industriales, las fábricas o centros de producción que requerían la formación calificada de sus
obreros debían pagar sus estudios. En este momento el Ministerio de Trabajo y el de Educación
estaban íntimamente articulados, tratando de ofrecer el tipo de educación que demandaba el
desarrollo de las industrias nacionales.Debemos recordar que el modelo de desarrollo económico
adoptado por Perón era intervencionista, no liberal y proteccionista, dirigido a favorecer el
mercado interno, desarrollando así las industrias nacionales. En 1944 habían sido reglamentados
el trabajo de menores y el aprendizaje industrial y se había creado la Comisión Nacional de
Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) dentro de la Secretaría de Trabajo y Previsión. La
Universidad Obrera Nacional fue creada en 1948; ambos organismos constituyeron los pivotes de
un circuito educacional ideológicamente distinto del compuesto por el primario y bachillerato
clásico, y estaba dirigido a sectores sociales más modestos. Desde fines del siglo XIX la
discriminación educativa se había producido de forma piramidal; el desgranamiento tenía una alta
correlación con las características sociales y culturales de los sujetos sociales que demandaban
educación. Imperceptibles mecanismos de discriminación iban separando socialmente a los
“desertores” de los “concurrentes”, a los “buenos alumnos” de los “inadaptados”, a los “bien
educados” de los “mal educados”. Les daban más importancia a los alumnos que sabían que
podían ser “buenos alumnos” que a los que no tenían una buena posición económica. La reforma
del primer gobierno peronista pretendía erradicar esta discriminación. Por un lado se daba una
respuesta, sin precedentes por su magnitud, a la demanda de educación de los sectores populares.
Pero por otro, se les destinaba, a través de diversos requerimientos y reglamentaciones, una zona
especial del sistema, separada del tronco clásico mitrista (bachillerato o colegio nacional-
universidad). Es decir que había dos circuitos de formación, uno transitado por los hijos de la
oligarquía y el otro transitado por los hijos de los sectores populares. O sea que igual se
“discriminaba” o “diferenciaba”. Respecto de la educación superior universitaria, el Plan
Quinquenal establecía que sería gratuita, pero exigía calificaciones suficientes en el secundario
para acceder a ella. Sintetizando, podemos decir que en este primer período del gobierno de
Perón, la política educativa se estructuró sobre tres ejes básicos: la expansión material, el
asistencialismo y el adoctrinamiento.

7. El primer punto, la expansión material, se concretó a través de la construcción de nuevos


edificios escolares con toda la dotación posible en la época: bibliotecas, museos, laboratorios y
permanente aportación de material escolar (guardapolvos, ropa deportiva, libros, cuadernos,
lápices, etc.), tanto desde el gobierno como desde la “Fundación Eva Perón”. Trascendió la
escolaridad primaria común, con la expansión del sistema hacia ramas y niveles ya existentes, pero
de escaso desarrollo: preescolar, especial, artesanal y artística, de capacitación y oficios, escuelas-
fábricas y la Universidad Obrera. Esta acción fue apuntalada a su vez por una fuerte tarea
asistencialista, en un doble juego en que la escuela era tomada como núcleo o centro de
concentración de la población infantil, pero también asumía la asistencia como función
pedagógica propia. La asistencia estuvo centralizada en la atención primaria del niño y la madre.
La actividad recreativa satisfacía tanto las demandas de asistencia como las de salud y formación
física; se incluyen las excursiones, colonias de vacaciones y turismo escolar, intensamente
desarrolladas. En último lugar, el adoctrinamiento. Consideraban que la resocialización era más
eficaz y duradera si se encaraba desde la niñez, y ella se estructuraba sobre tres ejes: los
contenidos de la doctrina (la justicia social), la obra de gobierno, y las figuras protagónicas y
protectoras de Perón y Evita. Los textos escolares, particularmente los libros de lectura son una
acabada muestra de esta intencionalidad. Entre algunas reflexiones que surgen a partir de esta
primera reforma del sistema realizada durante el primer gobierno peronista, podemos afirmar que
la orientación práctica y/o la educación técnica y profesional consiguen un lugar importante
dentro de la estructura del ministerio de educación, aunque no afectan el circuito clásico. Sin
embargo, llama la atención que no se incluya la gratuidad en el nivel secundario, en tanto se lo
hace en el primario y la universidad. Al respecto pueden arriesgarse varias hipótesis, tales como
que se consideraba que el nivel medio debía ser selectivo y que a la universidad debían llegar los
mejores estudiantes del país, valorizándose la responsabilidad del Estado en la formación de los
intelectuales y los profesionales altamente capacitados, para dirigir el despegue hacia el progreso
de la Nación. También es posible que se diera especial importancia al aporte empresarial para
sostener el nivel medio técnico, que serviría a la capacitación de recursos humanos, inmediato
interés de ese sector. Finalmente, es posible que la gratuidad de la universidad haya sido una
medida tomada con el objetivo de calmar los ánimos ante la decisión de quitarle la autonomía. La
derecha contraataca Las ideas pedagógicas del Primer Plan Quinquenal reflejaban una tendencia
del nacionalismo popular que, arrancada de la obra del pedagogo cordobés Saúl Taborda, quién
había tenido mucho protagonismo en la Reforma

8. Universitaria del 18, había sido recogida por Arizaga. Esa concepción estaba muy cerca de la
sostenida por los escolanovistas democráticos. El choque de Arizaga con los sectores oscurantistas
que estaban en el gobierno era inevitable. Los sectores más reaccionarios con Oscar Ivannisevich a
la cabeza, consiguieron la renuncia de Arizaga y la interrupción de su reforma. A partir de este
momento comienza a dar un giro la política y la educación peronista que se prolonga durante el
segundo gobierno de Perón. En el año 1947 el gobierno tomó la decisión de normalizar la situación
de los privados, estableciendo el subsidio oficial a las escuelas privadas. Perón iniciaba un doble
juego de poder con la iglesia; favorecía al liberalismo católico, ratificando la enseñanza religiosa en
las escuelas, pero por otro lado incorporaba formas de control de la acción eclesiástica. Para ello
organizó la Dirección General de Instrucción Religiosa que incorporaba el control estatal sobre los
programas de religión de las escuelas públicas. Con la reforma constitucional de 1949,Perón pudo
presentar nuevamente su candidatura a la presidencia, en 1951, obteniendo una victoria con el
62% de los votos y en junio del año siguiente asume su segunda gestión en el gobierno nacional. El
segundo Plan Quinquenal, lanzado en diciembre de 1952, cambió definitivamente el rumbo
económico y favoreció el desarrollo agrícola sobre el urbano, el trabajo y la industria pesada. Los
salarios, que habían aumentado considerablemente hasta ese momento, se congelaron. En 1954
Perón logra la sanción de la ley que acepta el divorcio, lo que constituye otro enfrentamiento que
el peronismo estaba comenzando a tener con la Iglesia Católica, porque competían en los trabajos
sociales y de asistencia que hacían en los barrios. Las relaciones entre el gobierno peronista y la
Iglesia Católica se hacían insostenibles y el descontento eclesiástico alentó la disconformidad del
ejército, que comenzó a preparar un nuevo golpe militar. El 16 de septiembre de 1955 estalló la
autodenominada Revolución Libertadora que derrocó a Perón y nombró presidente de la Nación a
Eduardo Lombardi. Posteriormente, cuando vuelve Perón después de estar proscripto y exiliado
en el exterior, asume la presidencia de la Nación por tercera vez en el año 1973. En materia
educativa fue hegemónica la influencia de la izquierda peronista, que propugnaba una pedagogía
nacionalista popular liberadora con los mismos fundamentos de la pedagogía peronista
desarrollada entre 1945 y 1950, alguna influencia del liberalismo laico y un gran peso de la
pedagogía de la liberación de Paulo Freire. Esta tendencia logró desplegarse especialmente en
cuatro áreas: La Dirección Nacional de Educación de Adultos (DINEA), la Dirección de Educación
Agrícola del Ministerio, las universidades y la Dirección de Comunicación Social.

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