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Normalmente los funiculares, funcionan con dos líneas paralelas y dos cabinas
por un cable sobre una vía de ferrocarril, a manera de ascensor y mientras una
asciende, la otra baja; de esta manera se aprovecha y guarda energía. Existen
funiculares con segundo piso, con una capacidad de llevar a 180 personas.
En primer lugar todos los cusqueños, pues con esta construcción se vería
afectada todo un sistema de creencias que tienen con su ideología, por ellos las
luchas y protestas; por otro lado también se han puesto en contra reconocidos
antropólogos, destacando docentes de la Universidad Nacional De San Antonio
Abad Del Cusco, entre ellos podemos mencionar; el doctor Jorge Flores Ochoa,
un otro antropólogo de Cusco, ya se había pronunciado poco de tiempo antes,
sobre las intenciones y la responsabilidad del alcalde Oscar Valence, el cual
habría fomentado este proyecto, en interés principal de los directores de
empresas de la región, que habría participado directamente en la construcción
del teleférico. Éste alegaba una mejor facilidad de acceso al lugar y una mayor
comodidad para los turistas extranjeros. En cuanto a la protección del medio
natural y a la belleza de los lugares, apenas indicaba. David Ugarte Vega
Centeno, un antropólogo de la Universidad San Antonio Abad (UNSAAC),
Director Departamental del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco, fulmina
y intenta actualmente, por todos los medios, de impedir este proyecto suicida.
Gracia a la acción eficaz de Americo Villegas, un arquitecto de Cusco que vive
en París y que trabaja con la Unesco desde una veintena de años, la anterior
tentativa conducida al Perú, a la epoca de Fujimori, para la instalación de un
teleférico a Machu Picchu había podido frustrarse "in extremis". Enamorado de
su país y de su patrimonio, consciente de los peligros actuales, Americo se pega
de nuevo ante este organismo para parar este proyecto suicida para la ciudad
perdida.
Esos 24 buses autorizados para hacer el servicio entre Aguascalientes (la aldea
donde están todos los servicios, a orillas del río Urubamba) y el acceso a la
ciudadela, pertenecen a un conglomerado de nueve empresas que tiene el
monopolio del sistema y no permiten que opere ninguno más. La más grande es
Consettur, que gestiona el servicio y reparte beneficios con las otras ocho; las
hay que tienen un solo bus, o dos; incluso una de las empresas pertenece a la
municipalidad de Aguascalientes.
Pero es el negocio del siglo: 24 soles (unos siete euros) por viaje -subida y
bajada- multiplicado por un millón y medio de viajeros anuales.
http://www.granpaititi.com/index.php?id=153&lang=es
https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/07/24/paco_nadal/1500918498_1
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