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Poder y geografía en Oaxaca,

el surgimiento de Monte Albán

JERÓNIMO HERNÁNDEZ

Se analiza desde una postura crítica la hipótesis formulada por Richard Plantón respecto a la fundación de Monte
Albán, en la que se infiere que se trató de una empresa colectiva por parte de las comunidades asentadas en los tres
ramales del gran valle central de Oaxaca hacia el año 500 a. C. Por el contrario, el autor propone que la fundación
de la ciudad fue el resultado de una política expansionista organizada desde San José Mogote, tendiente a facilitar el
control y la administración de los pueblos que en los tres ramales iban quedando bajo su control político.

Introducción cuantos días antes que la escasez de agua y ali-


mentos obligara a sus habitantes a la rendición.
1 or sus características tan particulares, Monte Para explicar lo peculiar de esta ubicación se
Albán es sin duda una de las ciudades más fasci- han hecho, consecuentemente, propuestas que
nantes y además más antiguas de Mesoamérica. privilegiaban ya una motivación religiosa, ya una
Se encuentra en la confluencia de los tres valles incompleta intención urbanística, sin faltar las
centrales de Oaxaca,1 sobre un cerro a más de 400 hipótesis sobre civilizaciones perdidas o visitan-
m sobre el nivel del suelo y en su tiempo de auge tes del espacio exterior. Se ha supuesto, de igual
pudo llegar a contar con una población de 30 000 modo, una especie de convenio entre élites de va-
habitantes. Sin embargo, no cuenta con depósitos rias comunidades de los tres ramales con el fin de
de agua que hicieran sencillo el abastecimiento de asentarse en un sitio neutral y central (que en con-
este vital líquido y se encuentra además lejos secuencia se volvería "sagrado"), desde el cual go-
de terrenos de cultivo capaces de sustentar una bernarían todo el valle.J Esta propuesta es la que
gran cantidad de residentes.2 Ambas cosas tenían ha prevalecido hasta hoy.
que traerlas desde el valle, y la tarea debió reque- ¿Es factible una alianza como la sugerida? Para
rir de todo un ejército de proveedores. un historiador, a primera vista, no lo es, puesto
La elección del sitio pareciera entonces no ser que supone una buena voluntad entre élites que,
la apropiada para un asentamiento permanente por sus características, pocas veces se ha visto en
—pese a su evidente ventaja como centro estraté- la historia humana y no puede menos que llevar
gico de control sobre el valle y de resguardo con- a preguntarse si no será un resabio de las antiguas
tra ataques externos—, un grupo invasor no ten- ideas que hacían impensable la actividad bélica
dría más que mantener bajo sitio el lugar unos en Mesoamérica hasta finales del Clásico. Es cier-

Estudios Mesoamericanos Núm. 3-4, enero 2001-diciembre 2002


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to que Blanton sustenta su propuesta interpretan- Aparentemente el nombre original de este sitio
do los datos arqueológicos que ha encontrado y fue Xaguixe (al pie del cerro) porque efectivamen-
que, aparentemente, le han ido llevado en esa di- te se encuentra en la falda de un peñón, en ese lu-
rección, pero creo que un análisis más profundo gar se adoraba al dios Xaquija (Guacamaya Solar)
de los elementos que entran dentro de la proble- como representación del sol. Durante los trabajos
mática podía haberle dado otra u otras opciones de investigación en Monte Albán, en 1940, Caso
explicativas. encontró un pequeño templo de barro sin techo y
¿Puede encontrarse una explicación alterna?, con una guacamaya en el centro, imagen que se
¿existieron factores que pese a las desventajas del corresponde con tradiciones posteriores que decían
lugar donde se asienta Monte Albán lo hicieron que este dios bajaba cada cierto tiempo para dar
ideal para un propósito original?, de ser así, ¿cuá- directamente sus profecías a los sacerdotes. Caso
les serían estos factores y cuál sería dicho propó- supuso en consecuencia que se trataba de una re-
sito? En este breve trabajo trataré de responder a presentación del templo del dios que se encontra-
estas interrogantes, pues si bien las anteriores pro- ba en Teotitlán y como el fechado correspondien-
puestas al respecto han sido criticadas pertinente- te le ubicó en Monte Albán II, podríamos concluir
mente, la propuesta en boga, a pesar de que han que los zapotecas pasaron a asentarse en la ciudad
transcurrido más de veinte años desde su apari- a lo largo de este periodo, pero ya entonces tendría
ción, no lo ha sido en la misma medida. Por lo más de trescientos años de existencia.
menos en mi opinión.

La arqueología de Monte Albán


Los zapotecas en Monte Albán y el vínculo olmeca

El primer factor a tomar en consideración es la En el suelo de Monte Albán sólo se ha encontra-


presencia zapoteca en la ciudad. De lo que cono- do una figurilla anterior al primer periodo, mis-
cemos, ésta sólo es visible hasta principios del ma que se asignó a la fase Guadalupe,7 se trata,
periodo Monte Albán Illa,4 por lo que podría indudablemente, de una evidencia muy pobre que
descartarse en primera instancia que fueran ellos permite descartar, en principio, una ocupación
los constructores y primeros habitantes de la ciu- anterior del sitio. La cerámica del primer perio-
dad, más aún porque pese a su ocupación tan pro- do, por su parte, es local, con poca presencia ex-
longada de casi setecientos años, la ciudad no apa- terna (cerámica de Guatemala y Chiapas) e in-
rece en los registros de los cronistas y tampoco en fluencia en otros lados —cerámica que es imitada
la tradición oral zapoteca de tiempos posteriores,3 en Monte Negro.8 Sin embargo, hay cierto pareci-
lo que no acontece en cambio con la que se consi- do con la cerámica de Tres Zapotes, y las estelas
dera su primera capital, Teotitlán del Valle, o con de "Danzantes" aparentemente son semejantes en
Zaachila, la tercera. Ambos sitios fundamentales su propósito a las estelas de Izapa,9 lo que da la
en su mentalidad colectiva. impresión de que hubo una influencia importan-
Descartando a Zaachila por su temporalidad te de gente de Chiapas y de la costa del Golfo en
tardía, sobre Teotitlán puede decirse que no existe los primeros tiempos de la ciudad. Influencia que
un vínculo directo con Monte Albán I, de sus po- apuntaría entonces a los olmecas como factor fun-
cos indicios no ha podido extraerse alguna seme- damental en la fundación de la ciudad, aun en
janza con las primeras construcciones de la ciudad tiempos recientes investigadores como Pina
o una coincidencia con el estilo artístico de sus Chán10 han sostenido esta propuesta.
primeros habitantes. Por el contrario, el estilo Ciertamente, Izapa no es considerado un sitio
zapoteca aquí es antiguo, visible y predominante.6 olmeca, pero sí se supone que representa un víncu-
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lo entre el estilo olmeca y el estilo maya del Clási- estado) es estratégica tanto para entrar a Chiapas
co,11 a lo que podríamos agregar, de acuerdo con como para dirigirse al Altiplano y a las áreas
lo que se dijo sobre los Danzantes y al predominio costeras de la propia zona oaxaqueña, lo que ha-
del glifo cerro en su iconografía —entre otros ele- ría apetecible su control como importante nodu-
mentos—, que igualmente representaría un víncu- lo de intercambio regional e interregional.18
lo entre lo olmeca y el Monte Albán del Clásico. El proceso entonces pudo ser sincrónico como
Sin embargo, lo que hoy sabemos sobre los gradual en cada caso,19 pero no pudo dejar de te-
olmecas es que su origen puede encontrarse entre ner un carácter de conflicto y sujeción:
los grupos mokayas que hacia el año 1800 a. C.12
habitaban la región del Soconusco,lj y que para Después de la expansión inicial quizá se complicó
esa época iniciaron un proceso de emigración que la situación y se enredaron las relaciones entre gru-
pudo darse tanto hacia la costa del golfo de Mé- pos y regiones, ya con más innovación local. Pero
xico como a lo largo de la costa del Pacífico, este estímulo de cambio no parece haber sido sim-
adentrándose en regiones de Guerrero y Oaxaca. ple adaptación de status, sino subyugación.20
De esta manera es que podría explicarse el flore-
cimiento de San Lorenzo y San José Mogote Después de jugar un papel tan importante en
(1200), además del anterior de Teopantecuani- sus épocas tempranas, lo olmeca desaparece de
tlán (1300). Oaxaca abruptamente al comienzo de la fase
Las condiciones en que se dieron las relacio- Guadalupe y sólo reaparece otra vez durante Mon-
nes entre sitios propiamente olmecas aún son di- te Albán I.21 ¿Cómo explicar este proceso?, ¿una
fíciles de establecer con propiedad, pero en cuan- élite olmeca impuesta en San José rompió con la
to a sus contactos con otros grupos humanos no metrópoli de donde provenía y se integró con
lo son tanto y hoy se supone que San Lorenzo la población local? Hay que hacer notar que este
pudo ejercer algún tipo de control político-mili- tiempo casi coincide con el inicio de la decaden-
tar sobre sus ancestros mokaya en Chiapas 14 y cia de San Lorenzo, lo que abriría la posibilidad
sobre San José Mogote en Oaxaca,15 cuyos víncu- de que grupos alejados de aquella metrópoli se
los con lo olmeca parecen más bien reflejar la im- independizaran aprovechando la desaparición del
posición de una élite extranjera sobre una pobla- poder central. Sin embargo no se trata de una de-
ción local, que la de ser sitios netamente olmecas,16 saparición paulatina (dilución) de los elementos
ya que en ambos casos se deja ver un patrón de olmecas como cabría esperar, y no concuerda ade-
reasentamiento de pequeñas comunidades alrede- más con el rechazo tan pronunciado hacia estos
dor de centros importantes, Clark17 lo señala con- elementos que se observa entonces.22 La Venta
cretamente en Chiapas. sucede a San Lorenzo como centro hegemónico
en el golfo de México y no deja de ser extraño, de
En vez de tener varias entidades políticas, parece igual modo, que siendo el centro olmeca más gran-
que toda la zona fue unida por primera vez bajo la de y prestigioso de todos, su presencia en Oaxaca
autoridad de un gran centro en la parte central de
fuera prácticamente inexistente. Lo que refuerza
la zona [...] Además muchos de los sitios de la fase
esta idea del profundo rechazo hacia lo olmeca.
anterior fueron abandonados y otros establecidos;
La explicación más lógica entonces sería que
parece como un tipo de reducción [...] Todos estos
cambios acompañaron la llegada fuerte del estilo durante la fase tardía de San José hubiese ocurri-
olmeca. do una rebelión local contra una élite extranjera
despótica y opresora, seguida de un rechazo ha-
En el entorno de San José incluso algunas cons- cia su parafernalia durante mucho tiempo; es de-
trucciones muestran señales de incendio y la re- cir, la relación tan nefasta con San Lorenzo afec-
gión de los Altos (todo lo que hoy es el centro del taría de modo definitivo, nulificándolas, las reía-
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ciones entre Oaxaca y el Golfo en la etapa de La Con este panorama en mente debemos descar-
Venta, hasta que en un tiempo posterior las dife- tar entonces a los olmecas como fundadores de
rencias llegaron a olvidarse, los contactos se rea- Monte Albán, al menos directamente.
nudaron y los señores de Oaxaca, de igual modo
que en otras partes, fueron adoptando paulatina-
mente los elementos de poder de los señores Correlaciones entre centros de población
olmecas,23 como una forma de prestigio tal vez. en el valle central
Quizá esto explique de forma parcial la semejan-
za entre la cerámica de Monte Albán I y la de San José Mogote ocupa una posición central en el
Tres Zapotes que se señaló anteriormente. ramal de Etla, hacia la parte noroeste del valle, de
De todos modos el patrón de reasentamiento los tres ramales es el que cuenta con una mayor
de las comunidades iniciado con la presencia extensión de tierra apta para la práctica de una
olmeca y el crecimiento de San José no se detu- agricultura intensiva que permitiese sustentar
vieron con estos hechos, muy al contrario, desde una población creciente. Esta alta calidad del sue-
el 900 cada vez fue mayor la tendencia hacia la lo explica la mayor cantidad de poblados que se
centralización y la expansión regional, para el 700 observa en este ramal durante la fase San José, en
incluso se puede observar la ocupación de sitios contraste con la dispersión de los poblados en los
alejados pero estratégicos para controlar la entra- otros.26
da y salida de los ramales del valle. El patrón de asentamientos estratégicos que se
observa al final de esta fase y que continúa en las
Finalmente, notamos nuevas villas cercanas a las siguientes pareciera indicar entonces que la
desembocaduras de entrada o salida del valle: Huitzo dirigencia de San José se encontraba en medio de
en el extremo noroeste, Mazaltepec en la ruta ma- una serie de aventuras bélicas que a la postre les
yor hacia la Mixteca, Tlapacoyan en el extremo sur daría el control de todo el valle, pero que tam-
y Mida en el extremo oriental. Esta ubicación no bién les obligaría a buscar un centro más apro-
fue accidental.24 piado para mantener ese control que iban ganan-
do, una posición central no respecto a Etla sino
Si bien no podría negarse rotundamente que al valle entero, y Monte Albán es el sitio ideal para
pudiera tratarse de una obra conjunta de San José ello, pero vayamos al principio.
con otros grupos en sus respectivos ramales, a se- Desde el inicio de los trabajos realizados por
mejanza de la hipótesis de Blanton sobre Monte el equipo de Kent Flannery, San José mostró vín-
Albán, es difícil que existiese una intencionalidad culos notables con Monte Albán. En primer lu-
pan-regional para asegurar el control del valle en gar un desarrollo continuo de su cerámica:
esos momentos. En cambio, una centralización y
una posterior red de centros poblacionales estra- [...] en Guadalupe tenemos la cerámica decorada que
tégicos como el que vendría formando San José corresponde claramente al mundo olmeca; en San
pudo muy bien frenar incursiones olmecas desde José Mogote seguimos teniendo, en los niveles más
La Venta, u otro sitio en el Golfo, que buscaran antiguos, esta misma cerámica que se va transfor-
recuperar su hegemonía en la región,23 pues cabe mando a través de dos —tal vez tres— etapas, hasta
suponer que esta orientación tendiente a ganar convertirse, en la etapa final, en una cerámica idén-
un control macro-regional debía encauzarse ha- tica a la de Monte Albán I, indudablemente con-
cia un objetivo específico, del que la defensa mili- temporánea al inicio de Monte Albán I.27
tar parece ser un buen prospecto. Lo mismo que
el sometimiento de poblaciones autónomas a un Posteriores hallazgos como el Monumento 3,
control central. una lápida con "danzante", y en especial la evi-
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dencia de una disminución notable en la pobla- mienza a ser ocupada hacia el 70032 y que mues-
ción de San José al inicio de Monte Albán I,28 aca- tra un lazo tanto con Monte Albán como con San
baron por confirmar que efectivamente existió un José: "Las distancias entre Monte Albán, San José
vinculo directo entre ambos sitios y que fue la Mogote y Dainzú estaban relacionadas con las
élite de San José la que hacia el año 500 ordenó el proporciones calendáricas y sugieren una integra-
nivelado de la cima del cerro donde se asienta la ción formal de los tres centros".33
Gran Plaza. No obstante, esa relación tan interesante no
Otro vínculo a destacar entre ambos sitios es podría aplicarse a un tiempo anterior a la funda-
el que se ofrece mirando hacia San José desde el ción de Monte Albán, a menos que Dainzú fuera
Montículo Norte de la Gran Pla2a, entre ambos de igual modo ocupada originalmente por gente
sitios se encuentra, en una posición destacada, el proveniente de San José (¿serviría de enlace con la
cerro Atzompa. Hartung29 ha visto en la presen- fortaleza de Mitla?), ya que antes de su ocupación
cia de esta montaña un punto de referencia entre —como se expuso atrás— Monte Albán no mues-
ambos asentamientos tendiente a servir de enla- tra rastros de actividad de ningún tipo. En este sen-
ce sagrado entre un viejo y un nuevo centro de tido es difícil pensar que tuviese un significado es-
poder.3" pecial para una población local emergente, sin in-
fluencia significativa de otros lados. En cambio, el
Una cierta preferencia de los primeros habitantes sitio sería especial para dos poblados que estuvie-
de Monte Albán por el lado norte de la montaña sen relacionados de algún modo, pues el modelo
probablemente pueda ser explicada por la necesi- sería muy semejante a lo explicado sobre la fun-
dad de mantener el contacto visual con su primer ción del cerro Atzompa y entonces el cerro de
hogar (o el de los ancestros), en el Valle de Etla.31 Monte Albán pudo servir a su vez como vínculo
ideológico entre Dainzú y San José Mogote.
Creo que el vínculo con los ancestros logrado Asumamos que haya sido de ese modo, que la
a través del cerro Atzompa pudo justificar ideo- gente de Dainzú proviniera de San José y se asen-
lógicamente la elección del lugar para el nuevo tara al inicio de la fase Rosario, al paso del tiem-
asentamiento, dándole un fundamento religioso po pudieron ocurrir muchas cosas, entre ellas que
que conservaría en lo sucesivo, también revelaría los lazos entre los dos sitios se rompiesen y
que San José tuvo el papel principal en su edifica- que los de Dainzú pasaran a considerarse diferen-
ción; demostraría en cualquier caso su hegemo- tes a los habitantes del lugar de donde provenían
nía regional. Si hubo una interacción con otros y comenzasen su propio proceso de desarrollo re-
grupos, los de San José debieron dar la pauta. gional. Pero los doscientos años de esta fase son
No obstante, si hubo una interacción con gru- pocos para suponer que esta expansión tuviera un
pos distintos debemos suponer que en los rama- gran impulso para el 500, porque aparte del tiem-
les de Tlacolula y Zaachila existía al menos una po que debe haber transcurrido para el rompi-
población que ejercería un fuerte control sobre miento con San José, se debe considerar que el
su ámbito interno y que su poderío debía ser si- ramal de Tlacolula es el más pobre en suelo de
milar o no muy menor al de San José en Eda. No los tres. Con todo y los avances en la técnica agrí-
sería necesario un control de todo el territorio y cola de entonces, éste debió ser un obstáculo difí-
tal vez bastaría con mucho menos de la mitad, cil de superar a fin de sustentar una población
pero debía ser una parte considerable, suficiente creciente y su centralización en torno a un nú-
para tener algo que ofrecer a una posible alianza. cleo poblacional importante. Un proceso que, por
En el ramal de Zaachila para la época no encon- otro lado, San José había iniciado cuatrocientos
tramos ninguno, pero no es lo mismo en el de años antes de que existiese una sola construcción
Tlacolula, en donde tenemos a Dainzú, que co- en Dainzú.
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Cuando más, para el 500, Dainzú debió ser o y que eso explica la inexistencia de un "palacio
considerarse un centro competidor de San José, central".35
pero aún debería hallarse muy inmerso en resol- Esta última apreciación podría funcionar para
ver profundos problemas subregionales, difícil- las culturas antiguas del Medio Oriente y Euro-
mente podría competir con un centro tan espe- pa, en donde el palacio sucedió al templo como
cializado. Otros centros de menor importancia centro administrativo del poder político y religio-
ni siquiera podrían tomarse en cuenta, puesto so en los poblados que acabaron por convertirse
que para San José sería más lógico absorberles que en ciudades con el advenimiento del Estado. En
entablar alianzas, además porque era la impronta razón de este tránsito del templo al palacio fue
del momento, y esa tendencia expansionista no que éste pasó a ser considerado un lugar sagrado.
disminuiría en Oaxaca por lo menos hasta Mon- Por supuesto, la edificación del palacio obede-
te Albán III. cía también a necesidades humanas y sociales, no
No es que se niegue en definitiva la posibili- sólo era la residencia del gobernante, era también
dad de alianzas entre la élite de San José y otras el lugar desde donde dirigía a su comunidad y
foráneas, pudieron darse por ejemplo vía matri- mostraba su grandeza frente a otras comunidades
monios, pero estas alianzas debieron ser esporá- vecinas. Otros edificios llegaron a tener un signi-
dicas y debieron tener un carácter coercitivo o de ficado especial, pero el crecimiento desordenado
prestigio para estas últimas, difícilmente refleja- de las ciudades que se muestra después (el ejem-
rían relaciones entre iguales. plo claro de esto es Roma) señala que pese a la
Un último vistazo a la calidad del suelo en los importancia que pudieron alcanzar, no tuvieron
ramales de Tlacolula y Zaachila durante la fase la misma categoría que el palacio, pese a que éste
San José nos convence de que en ellos no había perdió en el proceso algo de su importancia.
condiciones tan favorables como en Etla para sos- En Mesoamérica, en cambio, los edificios prin-
tener a una población en constante crecimiento, cipales podían reflejar de igual manera motivacio-
y el hecho de que los poblados se encuentren más nes humanas y sociales como la demostración de
espaciados en estos lugares señala que la centrali- fuerza, prestigio y control social, pero eran sobre
zación hacia el 500 apenas empezaba y su avance todo un espacio místico que se correspondía con
era más lento, especialmente en Tlacolula. Es di- el entorno ecológico, en especial con cerros, cue-
fícil que comunidades en esas condiciones pudie- vas y astros, elementos de suma importancia en
ran, no ya competir con San José, sólo mantener- la cosmovisión mesoamericana; es decir, el urba-
le el paso. nismo aquí exigió una identificación de las cons-
trucciones importantes, no sólo del palacio, con
el entorno geográfico y el movimiento de los cuer-
La construcción de espacios pos celestes.
En el caso concreto de Monte Albán, la Gran
En respuesta a las críticas de Sanders y Santley Plaza fue el centro de un nuevo espacio en el
respecto a su propuesta de una confederación de gran valle de Oaxaca, desde donde se administra-
pueblos coaligados para fundar Monte Albán,34 rían territorios conquistados y se demostraría el
Blanton aclaró que no intentaba negar el domi- poderío de la clase gobernante, pero donde se re-
nio político de un valle sobre los otros (o de un crearía además el espacio geográfico del valle en
grupo sobre otros), sino que la supuesta confede- la forma de la Gran Plaza Central,36 sin preemi-
ración fue en ese momento una nueva institución, nencia destacada de alguna de las edificaciones que
que muchos pequeños pueblos participaron en la la componen. Y no se trata de un caso único, pues-
construcción de un centro que por su posición to que el centro ceremonial de San José Mogote
privilegiada sería de igual importancia para todos es muy semejante y se corresponde.
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[...] pueden ser comparadas las subestructuras de los que debido a sus características tan distintivas fue
edificios I y VII sur (juego de pelota) de San José desocupada en un tiempo posterior y no volvió a
Mogote con las subestructuras de los edificios de- ser ocupada sino destinada a un nuevo objetivo,
nominados Sistema L (edificio de los Danzantes) y
que se volvió un lugar aún más especial.
Sistema IV, las correspondientes al patío sur del Edi-
Creo que podría pensarse que el lugar se con-
ficio A, la del Edificio I (plataforma norte) y los
virtió en un espacio apropiado para las ceremo-
escasos restos de la subestructura del Juego de Pelo-
ta en la Plaza Principal de Monte Albán.37
nias de sucesión de los señores de la ciudad, por-
que representaba una posición central en ella
Pese a que podría suponerse que las construc- —no físicamente, sino porque reproduce en pe-
ciones de San José deberían ser muy anteriores no queño la estructura de la Gran Plaza y ésta a su
hay mucha evidencia que lo pruebe, más bien pa- vez representa los accidentes geográficos más im-
rece que ambos complejos funcionaron paralela- portantes del valle central— y era además la ima-
mente, y tampoco hay lugar para suponer que fue- gen simbólica de la montaña sagrada en cuyo in-
ran dos centros en competencia, por lo menos al terior se encuentra el hogar de los ancestros, a los
principio. Más bien parece dar a entender que el que debía pedirse su parecer en cuestiones impor-
antiguo centro no se dejó al olvido, sino que conti- tantes de gobierno y participaban en los rituales
nuó su desarrollo para pasar a la etapa estatal y más trascendentales.39
urbana —habiendo pasado ya por la etapa aldeana Este patrón constructivo ha podido observar-
y de jefatura— hasta que en un tiempo posterior, se en tiempos recientes en lugares como Yalalag,
habiendo perdido la mayor parte de su poder polí- en donde la disposición del espacio (la represen-
tico en beneficio de Monte Albán, se detuvo. tación de accidentes geográficos) es la parte ini-
Este patrón constructivo y su significado vuel- cial de ceremoniales importantes,40 o en Petlacala,
ven a aparecer en la estructura del edificio que Guerrero, en donde la ceremonia de petición de
guardaba en su interior la Tumba 105 —construi- lluvia empieza al acudir los lugareños a la cima
do durante el periodo III—, pues según se obser- del cerro donde se llevará a cabo, para preparar
va, parece ser una representación a menor escala (limpiar) el terreno y colocar el altar donde se
de la Gran Plaza. Según Marcus y Flannery,38 una harán las plegarias. Alrededor de este altar se co-
de las funciones que tuvo en su momento la ante- locan once pequeñas piedras en representación,
cámara de esta tumba fue la de recibir de conti- al parecer, de los principales cerros que rodean a
nuo las ofrendas de los deudos en ceremonias pú- Petlacala y otros más alejados pero importantes
blicas destinadas a honrar la memoria de los (el Popocatépetl, el Pico de Orizaba, etcétera),
ancestros, era el lugar donde los grandes señores como queda de manifiesto cuando, durante el
se ponían en contacto con ellos. Cuando se des- ritual, el rezandero principal en su plegaria les
cubrió no se encontraron en la entrada rastros de nombra de continuo.41 Creo que esta ceremonia
que hubiese sido saqueada a pesar de que tenía puede interpretarse entonces como una reminis-
pocas trazas de ocupación funeraria. ¿Se trataba cencia del antiguo patrón constructivo mesoame-
de una tumba vacía construida con una finalidad ricano de recreación del paisaje que dio lugar a la
distinta a la de guardar los restos de un muerto o construcción de Monte Albán.
muertos importantes? Los restos encontrados, a Así, la inexistencia de un "palacio central" no
pesar de lo disminuido de su número, no permite refrenda la propuesta de Blanton,42 como él supo-
suponerlo. nía,43 tampoco el que la distribución de la ciudad
Podemos pensar en cambio que, como otras parezca obedecer a una división en tres grandes
tumbas, la 105 fue construida y ocupada en su distritos, puesto que puede explicarse como una
momento por los cuerpos de un personaje impor- consecuencia tanto del ordenamiento urbano
tante y/o su familia y respectivas ofrendas, pero como de las restricciones de la geografía, o bien,
JERÓNIMO HERNÁNDEZ
41

formar parte del patrón constructivo sugerido una tarea dificultosa, la necesidad no sería mucha,
aquí. pues se limitaría casi a la élite que habitaba en la
Gran Plaza y sus alrededores. Las ventajas del sitio
bien valdrían las pequeñas dificultades.
Conflicto, sujeción y sucesión Fue hasta después, cuando la población comen-
zó a incrementarse fuertemente, que estos proble-
Es evidente, de lo que se ha explicado, que las mas se agudizaron y debió buscarse la manera de
pugnas entre comunidades marcan el desarrollo paliarlas. La muralla aludida anteriormente no
social de la antigua Oaxaca a partir del horizonte sólo serviría entonces como defensa, sino que se
olmeca,44 San José Mogote destacó desde enton- aprovechó su colindancia con una profunda ba-
ces y durante los casi cuatrocientos años que me- rranca para formar una especie de represa que
dian entre la desaparición del estilo olmeca hasta pudo contener unos 67 500 m3 de agua de lluvia.
la fundación de Monte Albán, se desarrolló como Esto ocurrió ya bien entrado Monte Albán II.49
un centro de primera importancia en el valle, que Para el periodo III y al haberse convertido Mon-
extendía su territorio tanto por el crecimiento te Albán en la potencia hegemónica del valle pudo
natural de su población como integrando a po- distraer buena parte de su población en las tareas
blaciones cercanas a su periferia, al tiempo que de suministro, de hecho ello debió ser parte im-
iba obteniendo el control de poblaciones cada vez portante de la economía de la ciudad desde en-
más alejadas. Para el 500 la situación tal vez llegó tonces, siendo el servicio gratuito sólo para la
a un punto en que se hizo necesario que una parte nobleza. Pero la forma en que se dio esta situa-
de la élite y la población se mudaran a un sitio ción ya no es parte de este trabajo.
desde el que se pudiera administrar mejor los te-
rritorios que se gananaban en los otros ramales, y
por su posición central Monte Albán debió ser la Una presunta identidad étnica
elección lógica.
En un tiempo posterior el proceso sugerido Sí lo es, en cambio, la identidad de los primeros
para el caso de Dainzú pudo repetirse y mientras habitantes de Monte Albán, pese a que actualmen-
San José perdía importancia debió ver a Monte te investigadores como Winter o Hartung mane-
Albán como un serio competidor,45 las fricciones jan que los habitantes de San José fueron
debieron ser moneda corriente entonces. Al me- zapotecos, difícilmente puede sustentarse esta
nos la muralla construida en el sector noroeste de opinión, pues, como se ha explicado, el estilo
la ciudad a finales del periodo I46 hace suponer zapoteca sólo destaca en la ciudad hasta princi-
que se esperaban ataques desde esa dirección, es pios de Monte Albán III y eso es algo que no ha
decir, desde Etla.47 variado con descubrimientos posteriores. Si los
Es cierto que lo anterior no explica las desven- fundadores de la ciudad provenían de San José y
tajas del sitio mencionadas al principio, pero si bien éstos eran zapotecos deberíamos ver en la cerámi-
es cierto que la provisión de agua y alimentos fue ca y los monumentos de este sitio algo similar a
un grave problema durante el Clásico, no lo es lo encontrado en Teotitlán, así como un desarro-
menos que la situación debió ser distinta en los llo continuo en el mismo San José y después en
inicios de la ciudad, donde el nivel de la población Monte Albán desde lo olmeca hasta el periodo
era mínimo (6 500 personas, según Blanton).48 Las III, esto es, la diferencia entre los estilos artísticos
pocas tierras cultivables aledañas hubiesen basta- de los primeros periodos no debía ser muy distin-
do para sustentar una población de ese tamaño, ta a la del tercero, y sin embargo lo es.
máxime porque se encuentran cerca del afluente Aún es difícil hacer una propuesta aceptable,
del río Atoyac, y si el acarreo de agua debía ser ya quizá fuesen grupos mixtéeos u otros que para el
42 PODER Y GEOGRAFÍA EN OAXACA

siglo XVI ya no tenían gran importancia como al- he pretendido señalar con propiedad y dentro de
guna vez mencionara Caso. De haber sido así, los su marco histórico las debilidades de una de las
candidatos más viables serían los mixes, pues son posturas que existen para intentar explicar este
grupos muy emparentados con los zoques que en fenómeno, en especial la parte tan discutible de la
el Golfo desarrollaron la cultura olmeca,50 y como creación de una confederación entre pueblos
ellos sus rasgos se han considerado "negroides", heterogéneos para llevar a cabo una tarea en co-
lo que nos lleva fácilmente a los ejemplos de las mún, en un ámbito en que se muestra un patrón
cabezas colosales y los danzantes. avasallador de conquistas y sujeción por parte del
Sólo los mixes habitan hoy Oaxaca mientras protagonista más importante, como fue San José
los zoques y popolucas (que también forman parte Mogote, desde épocas muy tempranas. Patrón que
de la misma familia lingüística) lo hacen en Vera- seguiría vigente en Oaxaca ochocientos años des-
cruz. Pese a que puede observarse una cercanía pués de la fundación de la primera ciudad digna
geográfica de los tres grupos, difícilmente podría de ese nombre, aunque los protagonistas ya no
suponerse que se expandieran y se diferenciaran fueran los mismos del principio.
desde una región veracruzana hacia Oaxaca. Lo Desde esta perspectiva, una institución nueva
que se ha dicho sobre la emigración de los mokaya en el 500 como la pretendida confederación, si es
más bien les ubicaría originalmente en Chiapas, que existió, debió haber sido una anormalidad
yendo los que después serían zoques y popolucas en la continuidad del desarrollo histórico-social
hacia Veracruz, mientras los que serían mixes se de la antigua Oaxaca, que no concuerda además
internarían hacia Oaxaca, y ocuparían en el pro- con la situación anterior y posterior al hecho que
ceso los sitios más óptimos para desarrollarse pretende explicar.
como San José y, en consecuencia, Monte Albán,
de donde los zapotecas les irían desplazando en
Notas
tiempos posteriores hacia Veracruz. Referencias
' Etla, Tlacolula y Zaachila o Zimatlán-Ocotlán, aun-
como la saga de Condoy parecen reflejar la cul- que también se considera que los tres son ramales de
minación de este proceso de larga duración,31 que un solo valle al que se le da el nombre de Gran Valle
no necesariamente debió ser siempre violento. Central, aquí se les tomará en este sentido preferente-
Así, si los grupos mokayas del Soconusco fue- mente.
2 Richard Blanton, "The Founding of Monte Albán",
ron el origen de los olmecas del Golfo, igual pu-
en Kent Flannery y Joyce Marcus, eds., The Cloitd
dieron serlo de grupos importantes en Oaxaca, Peop/e. Divergent Evolntion of the Zapotee and Mixtee
ya que su patrón de desplazamiento se dirige ha- Civili^ations, p. 84.
cia ambas regiones y sabemos que Oaxaca tuvo 3 ibtd., pp. 84-85.

contactos muy antiguos con Chiapas. De esta 4 La cronología del valle central de Oaxaca se re-

manera las presuntas diferencias entre San Loren- monta al Preclásico temprano y se considera que la con-
forman las fases y periodos:
zo y San José Mogote pudieron tener un carácter
interregional, pero a la vez eran grupos empa-
Espiridión 1500-1400 a. C.
rentados étnicamente.
Tierras Largas 1400-1200 a. C.
San José 1200-900 a. C.
Conclusiones Guadalupe 900-700 a. C.
Rosario 700-500 a. C.
Habrá que esperar, sin embargo, a conocer si los Monte Albán I 500-200 a. C
Monte Albán II 200 a. C.-250 d. C.
registros arqueológicos y los estudios lingüísticos
Monte Albán Illa 350-450 d. C.
muestran afinidad con esta propuesta y en gene- Monte Albán Illb 450-700 d. C.
ral con las concernientes a la fundación de Monte Monte Albán IV 700-1000 d. C.
Albán, o diga que son imprácticas. Por mi parte Monte Albán V 1000-1500 d. C.
JERÓNIMO HERNÁNDEZ
43

Fuente: M. Winter, "La arqueología de los valles centrales de toltecas y teotihuacanos en tiempos anteriores (para
Oaxaca", en Arqueología Mexicana, pp. 16-17 y B. Dahlgren éstos últimos véase Frederick Bove, "The Teotihuacan-
de Jordán, L¿z Mixfeca, su cultura e historia prehispánica, p. 11.
Kaminaljuyú-Tikal Connection: a View from the South
Si bien lo zapoteca solo puede registrarse hasta prin- Coast of Guatemala", en Merie Green, Sixtb Palenque
cipios del tercer periodo ello no implica que se asenta- Round Tab/e, p. 140). Incluso Zeitlin y Joyce suponen
ran en la ciudad hasta entonces, sólo que su estilo cul- que su control fue primordial en la creación de una
tural comienza a ser predominante. Como veremos a periferia imperial a partir de Monte Albán hacia la cos-
continuación, su presencia en el periodo Monte Albán ta, precisamente por su importancia como región de
II puede inferirse por el hallazgo de ciertos objetos. paso (Robert Zeitlin y Arthur Joyce, "The Zapotec-
5 John Paddock, "Mixtee Ethnohistory and Monte Imperialism Argument: Insights From the Oaxaca
Alban V", en J. Paddock, ed., Ancient Oaxaca, p. 367. Coast", en Cnrrent Anthropology, p. 390).
'' Alfonso Caso et al., Ea cerámica de Monte Albán, " No deja de ser fascinante esta actuación a tan lar-
p. 41. ga distancia por parte de un centro tan diminuto como
7 R. Blanton, "The Founding of Monte Albán", en San Lorenzo (si es que fue el responsable único del pro-
op. cit., p. 83. ceso), que tendría un máximo de población de 2 500
8 A. Caso et al., op. cit., pp. 25 y 51-53. habitantes (J. Marcus, "The Size of the Early
' J. Paddock, "Monte Albán: ¿sede de un imperio?", Mesoamerican Village", en Kent Flannery, ed., The
en Revista Mexicana de Estudios Antropológicos, p. 125. Early Mesoamerican Village, p. 88).
'" Román Pina Chán, El lenguaje de las piedras, p. 83. 20 M. Winter, "Los altos de Oaxaca y los olmecas",

" Michael Coe, The Maja, p. 52. en op. cit., p. 138.


12 Todas las fechas manejadas son a. C., se indicará 21 J. Paddock, "Monte Albán: ¿sede de un imperio?",

en caso contrario. en op. cit., p. 122 y M. Winter, "La arqueología de los


13 John Clark, "¿Quiénes fueron los olmecas?", en valles centrales de Oaxaca", en Arqueología Mexicana,
Segundo y Tercer Foro de Arqueología de Chiapas, pp. 49- pp. 8-9.
54. 22 Una integración salvaguardaría los elementos de

14 Ibid., p. 49. prestigio y poder del gobernante institucionalizándolos,


15 M. Winter, "Los altos de Oaxaca y los olmecas", lo que excluiría el rechazo.
en J. Clark, coord., Los olmecas en Mesoamérica, pp. 23 M. Winter, "La arqueología de los valles centrales

137-138. de Oaxaca", en op. cit., p. 9.


16 Ello puede deducirse a partir del intercambio co- 24 J. Marcus y K. Flannery, "Zapotee Civilization.

mercial, a todas luces desigual, entre ambos sitios. San How Urban Society Evolued", en op. cit., p. 108; tra-
Lorenzo recibía espejos de ilmenita (manufacturados ducción mía.
ya desde San José) y magnetita, a cambio enviaba cerá- 25 Porque, ¿cabría suponer que las razones por las

micas, conchas, piedras preciosas y herramientas de que se dio en principio la presencia olmeca en Oaxaca
hueso (J. Marcus y Kent Flannery, "Zapotee Civiliza- hubiesen desaparecido o se hubieran modificado radi-
tion. How Urban Society Evolued", en México 's calmente?
Oaxaca Valley, pp. 102-103). Todos estos artículos eran 26 J. Marcus y K. Flannery, "Zapotee Civilization.

de carácter suntuario y estaban destinados a satisfacer How Urban Society Evolued", en op. cit., pp. 106-108,
las necesidades religiosas y de prestigio de las élites de véase mapa III.
ambos sitios, que en el caso de la de San José, o forma- 27 Ignacio Bernal, "Los olmecas en Oaxaca", en R.

ba en principio parte de ella o trataba de imitar el esti- Pina Chán et al., Eos olmecas, ciclo de conferencias publi-
lo olmeca, como se desprende del análisis que estos cadas por la Sección de Difusión Cultural del Museo Na-
autores hacen de la parafernalia del poder que aquí se cional de Antropología, p. 2.
encuentra (ibid., pp. 95-100) y que tiene su origen 28 Horst Hartung, "Monte Albán in the Valley of

innegablemente en la propia de los olmecas de la Tie- Oaxaca", en Elizabeth Benson, ed., Mesoamerican Sites
rra Nuclear. and World Vicias, pp. 43-46.
17 J. Clark, "¿Quiénes fueron los olmecas?", en op. 29 Ibid., pp. 50-53.

cit., p. 49. 30 Esta relación montañas-construcciones humanas

18 Esta ubicación explica el posterior interés que los no es privativa de Monte Albán, es un rasgo panmeso-
mexicanos tuvieron en la zona, pues se trataba de una americano, con conexiones en primer lugar con la ob-
región vital para sus contactos con Chiapas y las Tie- servación de fenómenos celestes.
rras Altas del Pacífico guatemalteco, y una razón se- 31 Traducción mía. La relación con los ancestros

mejante debió normar las relaciones de la región con como elemento justificador de las acciones que afectan
44 PODER Y GEOGRAFÍA EN OAXACA

de manera significativa a las sociedades es un rasgo co- Marcus, "La escritura zapoteca", en Investigación y cien-
mún en todo el mundo y Fustel de Coulanges lo seña- cia, p. 22), basándose en Caso, su gran cantidad (más
la en el caso de la fundación de Roma (F. de Coulanges, de trescientos) sería muestra de que casi de inmediato,
La ciudad antigua, estudio sobre el culto, el derecho j las Monte Albán se vio inmerso en "impresionantes" cam-
instituciones de Grecia y liorna, p. 98). pañas de conquista y sujeción hasta llegar opacar, en
32 Arturo Oliveros, "Dainzú-Macuilxóchitl", en ese sentido, a San José.
Arqueología Mexicana, p. 25. 46 R. Blanton, "The Founding of Monte Albán", en

33 M. Winter, "La arqueología de los valles centrales op. cit., p. 85.


de Oaxaca", en op. cit., p. 11. 47 Los zapotecos debieron ser un poder creciente

34 Estos autores hicieron su crítica con argumentos entonces, pero ellos debieron introducirse en el valle
semejantes, pero no iguales, a lo expresado aquí sobre por el ramal de Tlacolula, que es la dirección lógica
la calidad de los suelos y sus implicaciones. desde Teotitlán del Valle. Quién sabe si fueron consi-
" R. Blanton, "The Founding of Monte Albán", en derados enemigos, pero al acabar por desplazar a los
op. cit., p. 86. habitantes originales de Monte Albán, aparentemente
36 Arthur Miller, The Painfed Tombs of Oaxaca, sin lucha (no hay vestigios de destrucción en la ciudad
México, 'Living With the Dead, p. 41. durante el periodo II), tal vez sea indicio de que se inte-
37 Enrique Fernández Dávila, "San José Mogote, graron a través de alianzas y parentescos en todos los
Etla", en Arqueología Mexicana, p. 22. estratos sociales. Una situación similar a la del Posclá-
38 J. Marcus y K. Flannery, "Zapotee Civilization. sico entre mixtéeos y zapotecos (J. Paddock, "Mixtee
How Urban Society Evolued", en op. cit., p. 211. Ethnohistory and Monte Albán V", en op. cit., pp. 369-
39 En opinión de Miller (A. Miller, The Painted Tombs 370), cuando los últimos fueron siendo desplazados
of Oaxaca, México, Uving With the Dead, p. 90) la Tum- hacia el istmo de Tehuantepec, dejando su lugar en si-
ba 105 debió ser desalojada más o menos al comienzo tios como Mitla y el mismo Monte Albán en manos
de la decadencia de la ciudad, por mi parte pienso que de los primeros.
debió ser antes si es que la cámara sirvió para el fin 48 Desde luego, en el preciso momento de la ocupa-

que se propone. ción, la población debió ser mucho menor, pues no se


40 Horst Hartung, "Monte Albán in the Valley of pensaría en despoblar completamente San José para
Oaxaca", en Elizabeth Benson, ed., Mesoamerícan Sites ocupar el nuevo sitio, sino de construir un centro se-
and World Vieivs, pp. 59-60. cundario de control y administración.
41 Samuel Villela, "Pidiendo vida: petición de llu- '" 4Í1 R. Blanton, "The Founding of Monte Albán",
vias en Petlacala, Guerrero", en Boletín del INAH, pp. en op. cit., p. 85.
42 y 47. 50 El parcial desciframiento de la escritura olmeca

42 R. Blanton, "The Founding of Monte Albán", en ha dado como resultado el conocer que hablaban una
op. cit., p. 86. versión antigua de zoque (John Justeson y Terrence
43 Curiosamente, también disuelve parte de la criti- Kaufman, "A Decipherment of Epi-Olmec Hiero-
ca de Sanders y Santley que se menciona. glyphic Writing", en Science, vol. 259, p. 1 703) y que,
44 Por supuesto que no se trataba de grandes conflic- en consecuencia, pertenecían a esta etnia.
tos, las comunidades contaban apenas con algunas dece- 31 Véase José Antonio Gay, Historia de Oaxaca, pp.

nas o centenas de habitantes que de seguro no podían 86-87.


aportar muchos combatientes, San José que fue una
"mega comunidad" pudo desarrollar una población de
entre 700 y 1 400 habitantes durante todo el Preclásico Referencias
medio (Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan, Bernal Ignacio, "Los olmecas en Oaxaca", en Román
El pasado indígena, pp. 84-85), a esas cantidades deben Pina Chán et al., Los olmecas, ciclo de conferencias
descontarse el número de mujeres, niños (que en cual- publicadas por la Sección de Difusión Cultural del
quier caso forman juntos la mayoría) e individuos que Museo Nacional de Antropología. México, INAH/SEP/
por su oficio estaban exentos del "servicio". Así, el nú- Museo Nacional de Antropología, 1968, pp. 1-13.
mero de combatientes con que pudo contar esta "poten- Blanton, Richard, "El florecimiento del Clásico en el
cia expansionista" pudiera haber sido de un 25%, quizá valle de Oaxaca", en Joseph Mountjoy y Donald
un 30%, es decir, entre 170-210 y 350-420 posibles gue- Brockington, eds., El auge y la caída del Clásico en el
rreros, y aun esto pareciera exagerado. México central. México, UNAM, 1987, pp. 209-223.
45 Si los Danzantes son representaciones de guerre- Blanton, Richard, "The Founding of Monte Albán",
ros capturados o muertos como supone Marcus (J. en Kent Flannery y Joyce Marcus, eds., The cloud
JERÓNIMO HERNÁNDEZ
45

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