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Iniciemos este capítulo con la definición más completa, que fue la aprobada por la

Unión Internacional del Notariado en el primero congreso de la Unión, celebrado en


buenos aires, argentina en 1948, la cual dice:

“el notario es el profesional del derecho, encargado de una función pública, que
consiste en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes, redactando
los instrumentos adecuados a ese fin, confiriéndoles autenticidad, conservando los
originales de éstos y expidiendo copias que den fe de su contenido, en su función está
contenida la autenticación de hechos”

Agrego a esa definición, un aspecto más: está facultado para conocer, tramitar y
resolver algunos asuntos no contenciosos, llamados de jurisdicción voluntaria.

FORMACIÓN
Es indudable la importancia que revista la formación del aspirante a Notario.
Mario Aguirre Godoy, en el trabajo sobre la Capacitación Jurídica del Notario, que
presentó al VI Encuentro Internacional de Notariado Americano, citando a de la
Cámara y Roán Martínez, expresa que la formación del Notario debe comprender una
formación técnica y humana. pág 49

La formación técnica en dos sentidos: un saber hacer por repetición mecánica (habito)
y un saber hacer conociendo el porque de esa actitud y sus causas inmediatas.

La formación humana en los aspectos de formación moral, formación intelectual,


mediante el conocimiento de las disciplinas que dan significado a la vida de cualquier
hombre.

Continúa afirmando Aguirre Godoy: “el notariado es una profesión de servicio, que es
lo que la ennoblece como a las demás profesiones que cubren necesidades de la
comunidad. La actividad del notario está señalada por su carácter de depositario de la
fe pública y por ello no admite desviaciones ni quebrantos que puedan turbar la
confianza a que él debe ser acreedor. Es una profesión de vocación cimentada sobre
las bases científicas y éticas”.

El notario y el abogado, como profesionales del Derecho que son ambos deben tener,
básicamente, una formación jurídica común. Las dos son profesiones de servicio y su
encauzamiento y dirección debe corresponder, a nuestro juicio, a la Universidad.

Reafirma que el Abogado no tiene fe pública y que la ley si se la confiere al Notario,


que también es obvio que el Abogado actúa en interés de la parte, mientras que el
Notario lo hace en interés de las partes y sobre todo, de la sociedad, caracterizando al
notario por su mentalidad antilitigiosa. Pág. 50.

Requisitos habilitantes
Se conocen como habilitantes, los requisitos que debe cumplir el Notario para ejercer
la profesión, estos están contenidos en el artículo dos del Código de Notarios, en el
que se establece que para ejercer el notario se requiere:

a) Ser guatemalteco, el código todavía preceptúa natural, pero esta denominación


desapareció en la Constitución Política de 1985. Es importante tomar en cuenta
que la Ley de Nacionalidad Decreto 1613 del Congreso de la República, en el
artículo 7 regula que para los efectos de dicha ley, los términos natural, de
origen y por nacimiento, referidos a la nacionalidad son sinónimos.
b) Ser mayor de edad, actualmente dieciocho años, según el artículo 8 del Código
Civil, Decreto Ley 106.
c) Del estado seglar, esto quiere decir, no ser ministro de ningún culto.
d) Domiciliado en la República, es lo que se conoce como el deber de residencia.
Esta norma es la que permite ejercer libremente el notariado en cualquier lugar
de la república, ya que no impone limitaciones con respecto al territorio. Incluso
se puede ejercer fuera del territorio nacional, cuando los actos y contratos van
a surtir efectos en Guatemala, tal es el caso de los Cónsules, regulado en el
numeral 2 del artículo 6 del Código de Notario, y en los casos de que el Notario
guatemalteco estuviera en el extranjero, regulado en el artículo 43 de la Ley del
Organismo Judicial. Pág. 57
e) Tener título facultativo, esta norma hace del notariado una profesión al exigir el
título, el cual puede obtenerse en cualquier de las universidades autorizadas de
la república, y si se obtuviera en el extranjero, es necesaria la incorporación,
siendo la Universidad de San Carlos, la que con exclusividad autoriza las
incorporaciones.
f) Registrar en la Corte Suprema de Justicia el título facultativo y la firma y sello
que usará con el nombre y apellidos usuales. En este caso el registro se hace
mediante certificación que extienden las facultades; la firma y sello que se
registran, son los que utilizará el Notario en su ejercicio profesional, siendo
prohibida la utilización de firma o sello no registrado, según lo establece el
artículo 77 numeral 5 del Código de Notariado. El sello usualmente es de hule,
sustituyó al signo notarial, lo que resulta mucho más cómodo, aunque
fácilmente falsificable. Puede utilizarse cualquier otro tipo de sello de mayor
seguridad. En el sello, la ley no exige que aparezca el número de colegiado y
los nombres y apellidos completos, solo pide los nombres y apellidos usuales
del Notarios. Sin embargo es más frecuente encontrar registrados con los
nombres y apellidos completos. En cualquier momento se puede registrar una
nueva firma y un nuevo sello. En todos los sellos aparecen los títulos: abogado
y notario. La ley no da más características que las indicadas, al contrario de
otras legislaciones como la mexicana, que establece que el sllo del notario
tendrá forma circular, con un diámetro de cuatro centímetros, en el centro debe
aparecer el Escudo Nacional y alrededor de éste, la inscripción “México, Distrito
Federal”, el número de la notaría y el nombre y apellido del notario artículo 39
Ley del Notariado Mexicano.
g) Ser de notoria honradez, atributo necesario para ejercer la profesión, no siendo
necesaria mayor explicación.
Causas de inhabilitación
Se conocen como causas de inhabilitación, aquellas que impiden el ejercicio del
notariado a una persona, este impedimento es total o absoluto, para los que se
encuentren en los siguientes casos:

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