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Mi vida tomó una dirección desconocida para mí a partir de los desafortunados

eventos de mi vida que estoy a punto de relatar. Debo admitir que siempre
guardé recelo al concepto de “cambio”, esa alteración de un estado de
equilibrio, en mi caso ese temido cambio me llevo a la soledad.
Una recóndita parte de mi mente se activó después de que la soledad se
apoderara de mi. Mi mente se encargó de moldear mi nueva vida, mi nuevo
mundo, entretejiendo escenarios de gran deleite para mi alma, esa parte de mi
mente que creaba una realidad donde podría vivir mis más preciados anhelos y
revivir mis recuerdos más queridos; esa realidad donde no enfrentaría más
cambios, donde no se alteraría el equilibrio de mi vida y estaría tranquilo con mi
familia. Supongo que la mente humana es algo tan extraordinario y misterioso
como un universo aislado del imperfecto exterior; ese universo se convirtió en
mi refugio. En la infame desesperación y melancolía en que estaba sumergido
desde que conocí esa profunda y temible soledad me ví en la necesidad de
salir de ella de alguna forma.

Soy un hombre divorciado, y con cierto dolor debo admitir que fui alcohólico
empedernido durante gran parte de mi vida adulta. Llevé una vida simple y feliz
por muchos años con Sandra Villair,. Sandra es una mujer de hermosura
envidiable, de tez pálida y unos ojos que me atrajeron tanto en mis días de
juventud; tenía una cabellera, larga y ondulada,de color castaño claro que se
asemejaba a los rayos de sol de un amanecer de verano.
Nunca quise que mi matrimonio fracasara, pero mi alcoholismo me había
convertido en un hombre que no era, muchas veces convirtiéndome en un ser
violento y, aunque hice grandes esfuerzos por dejar el vicio, ocasionalmente
tenía alguna recaida lo cual solo me traía problemas.

Yo he sido un hombre reservado, callado,de poca plática, analizaba mucho las


cosas antes de hablar o actuar, no me di cuenta cuándo mi vida se había vuelto
tan rutinaria y cuándo dejé de vivir para ser feliz. Tengo un trabajo desde hace
muchos años pero debo admitir que mi familia pasó muchas dificultades
económicas. Sufría de ansiedad y estrés debido al trabajo, y supongo que eso
ayudo a empujarme en dirección al alcoholismo.
Todavía no logro borrar el tormentoso recuerdo,la causa de esa desgarradora
soledad que pasé durante algún tiempo. Esa noche de la que hablo, después
de una fuerte discusión con mi familia, yo como de costumbre por esas épocas,
andaba ebrio y había tenido una mala semana en general. Sandra se enojo
conmigo por el estado en que estaba y nunca me esforzaba por cambiar, dijo
que daba un mal ejemplo para mi hijo, amenazo con abandonarme y llevarse a
nuestro hijo lejos de mí. Yo tratando de llevarla la contraria y actuando sin
sentido, agarre a mi hijo por la fuerza y me lo lleve conmigo a mi auto, a pesar
de los llantos y protestas de mi mujer.
.La verdad no tenía planeado llevarlo a ninguna parte, no lo recuerdo, no
estaba pensando claramente, solo actuaba por impulso y por enojo. Mi hijo
estaba asustado, él quería estar con su madre, y cada vez que me lo repetía y
me reprochaba algo, mas incrementaba mi enojo.Llegó cierto punto en que
descuidadamente, pase la luz del semáforo y tuvimos un fuerte choque con
otro automóvil; yo quedé inconsciente, todo se volvió borroso, caí en un
profundo sueño. Desperté solo en un hospital, recordé todo lo que había
pasado, el enojo, los llantos, el accidente. Llego una enfermera después de
escuchar mis llantos; pregunté donde estaba mi hijo, si estaba bien; la
enfermera me dijo que lastimosamente mi hijo había fallecido.

Lloré como nunca había llorado en mi vida, me odié a mí mismo, como sé que
me odiaba Sandra por todo lo que ocasioné. Si ella alguna vez logró
perdonarme, eso yo no lo sé. No volvi a beber después del incidente, hacerlo
me recordaba la basura en que me había convertido, solo me llenaba de mas
dolor; quería escapar de esa realidad pero la bebida no sería la solución esta
vez.

Costó volver a la rutina del trabajo con el tiempo,pero pensé que eso tal vez
eso ayudaría un poco a despejar mi mente. Cierto día llegué a mi casa más
cansado de lo normal después de un día ajetreado, con mucho tráfico,bastante
calor y algunas tensiones adicionales del oficio, llegué de un solo a tirarme a
mi cama y me pareció raro porque no tuve mucha hambre en todo el día, tal
vez estaba enfermo o algo, no le presté mucha importancia y encendí la TV y
había un documental sobre el mar. Siempre pensar en el mar me daba cierta
sensación de tranquilidad y paz un enorme y misterioso lugar pero tan
hermoso, donde uno podría estar tan lejos de problemas triviales. Cuando
menos acordé me encontraba soñando, nunca le había dado importancia a un
sueño en particular, pero éste sueño sería especial, lo recordaría por el resto
de mi vida e incluso hasta en mi lecho de muerte.
El sueño me resultó bastante familiar, como si ya hubiese tenido antes esa
experiencia o una sensación parecida, probablemente la tuve en mis primeros
años de casado con Sandra. El sueño tomaba lugar en la casa en la que vivía
con mi familia; pude ver a mi esposa, ella sonreía. Tenía una hermosa sonrisa,
esa sonrisa que endulzaba mis mañanas cuando éramos tan jóvenes; mi hijo
jugando en el jardín siempre tan imperactivo y lleno de energía como lo
recuerdo. Mi primer instinto fue dejarme llevar y tratar de decir todo lo que
sentía, todo lo que debí ser para Sandra, pero me sentía un poco débil, como
que me estaba desvaneciendo y las palabras por alguna razón con gran
dificultad salían de mi boca, en ese instante Sandra se acercó lentamente a
mí, usando un vestido floreado, se miraba tan serena y en paz, y cuando
estuvo suficientemente cerca de mí, puso sus labios contra mi oído y susurró
unas palabras pero no pude descifrar lo que dijo. De repente una sesacion de
calidez me invadió por completo, y quise preguntarle qué fue lo que me había
dicho pero no logro recordar lo que pasó después, todo se volvió bastante
difuso y las texturas del sueño fueron deformadas.
Al despertar me sentí aliviado, sentí menos soledad de la habitual, como si en
realidad hubiese interactuado con mi familia. “Solo fue un sueño” dije, pero fue
un sueño muy bonito. Estuve reflexionando casi todo el día, sobre ese sueño
particular que tuve, yo estaba consciente dentro del sueño, pensé que eso
debe ser algo más que un sueño. Me puse a investigar al respecto y encontré
que lo que había experimentado era llamado “sueño lúcido” y al parecer varias
personas lo han experimentado. Era la primer experiencia que tenía de ese
tipo, tener ese tipo de sueño en esa etapa de mi vida debía significar algo.

Me dediqué a la tarea de investigar más sobre este tema de los sueños lúcidos,
la ciencia que habría detrás de ellos, consulté varios lados del internet. Mi
curiosidad era lo único que me mantenía vivo en ese momento doloroso de mi
vida, al principio pensé que debía olvidarme de esto; que me estaba enfocando
en tonterías, pero ¿en qué más podría ponerme a pensar?.
Mi curiosidad aumentó mucho más, cuando leí que este tipo de experiencias,
podrían ser inducidas, es decir, que yo podía provocarme un sueño de ese tipo
a mí mismo.
Con el tiempo aprendí varias técnicas para obtener sueños lúcidos. Tardó
meses, para que empezara a ver resultados, empecé a tener estos sueños con
una frecuencia satisfactoria para mí. Muchos de estos sueños, yo pasaba con
mi familia, creaba un mundo para mí mismo en donde nadie nos molestaría,
donde no me abandonarían, en muchos de ellos yo no podía verlos; sólo sentía
su presencia, sentía que estaban a mi lado, que entendían mi soledad; de
pronto un sentimiento de paz me invadía.

De repente, la parte que mas anhelaba del día era antes de dormir, sabía que
probablemente dejaría mi dolor al menos por un momento. Descuidé los demás
aspectos de mi vida, a penas me alimentaba, no hacía nada productivo, no
salía de mi casa excepto para ir al trabajo y de vuelta a casa.
Ahora es mi tiempo de partir de esta vida, la muerte me espera con recelo.
Pero yo dejé esta vida hace mucho tiempo, cuando empecé a vivir en mis
sueños, cuando rechacé la realidad en que vivía.Debo admitir que siento
tristeza de morir y no haya nadie en mi lecho de muerte, quiero volver a estar
con mi familia, aunque sea en sueños. y que es la muerte, sino otro sueó más,
un sue;o eterno, espero que en ese sue;o yo vuelva a ser feliz.

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