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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional experimental de las Fuerzas Armadas

“UNEFA”

Núcleo Sucre - Extensión Carúpano

Ing. Mecánica – 7mo Semestre, sección 1

Materia: Defensa Integral de la nación VII

Biografía de Antonio José


de Sucre
Profesor:
TN. COA VIAMONTE

Bachiller:

Edinson La Rosa

C.I: 24841288

Carúpano, Febrero de 2018


Antonio José de Sucre nace en Cumaná (Edo. Sucre) el 3 de febrero de
1795 y es asesinado en Berruecos (Colombia) el 4 de junio de 1830.

Antonio José de Sucre fue uno de los héroes de la independencia


latinoamericana más laureados y admirados. Se destacó como militar en las
numerosas victorias que logró en los campos de batalla evidenciando su
talento innato para dirigir tropas. De esta manera consiguió triunfos
fundamentales para liberar al continente del dominio español, siendo la batalla
Ayacucho su mayor obra bélica. Como político ejerció la presidencia de Bolivia
y se preocupó por los servicios públicos y el correcto funcionamiento de la
administración pública. Fue riguroso en el cumplimiento de las penas por
crímenes o hechos de corrupción pero fue piadoso y justo con los vencidos.
También impulsó causas relacionadas con la abolición de la esclavitud y un
mejor trato hacia los indígenas. Fue una de las figuras más completas de la
época independentista.

Antonio José de Sucre nació bajo el amparo de una familia de grandes


riquezas y distinciones, hijo del Teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y de
María Manuela de Alcalá. A los siete años de edad, Sucre pierde a su madre,
motivo por el cual es enviado a Caracas, Fue educado hasta los quince años
por su tío José Manuel. Luego estudió matemáticas y fortificaciones en la
escuela de Ingenieros de Caracas en 1808. En 1810, la Junta de Gobierno de
Cumaná le confiere el empleo de subteniente de milicias regladas de infantería.
Este grado fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6 de agosto de
ese mismo año. En 1811 desempeña en Margarita el cargo de comandante de
ingenieros. El 31 de julio de ese año recibió el despacho de teniente.

El 13 de enero de 1813 el general Santiago Mariño invadió el oriente


venezolano desde la isla de Chacachacare, por lo que se unió a su ejército y
recibió el grado de capitán. Un año más tarde, Mariño le nombró su edecán,
hasta que emigró a Cartagena de Indias al perderse la segunda República en
1814. Permaneció en Trinidad unos seis meses, y el 1 de diciembre de 1816
obtuvo el grado de coronel de Infantería. En febrero de 1817 Mariño le nombró
comandante general de la provincia de Cumaná. Simón Bolívar le designó
gobernador de la Vieja Guayana y comandante general del Bajo Orinoco (19 de
septiembre de 1817); y en octubre le mandó reducir al general Mariño, su
anterior jefe, a la obediencia al gobierno. Consiguió restablecer la autoridad
del Libertador entre los jefes orientales.

En 1818 acude a Angostura, donde el Libertador Simón Bolívar, había


establecido su cuartel general, pasando a ser uno de los mejores
lugartenientes, y obteniendo el respeto, y la amistad de Simón Bolívar. Al
mismo tiempo, en agosto de 1819 fue promovido a general de brigada por el
entonces presidente de Venezuela, Francisco Antonio Zea, misma jerarquía,
que sería confirmada el 16 de febrero de 1820 por Bolívar.

Batalla de Pichincha
La Batalla de Pichincha, dio paso a la liberación de Quito, así como su
incorporación en la Gran Colombia, cuyo presidente para ese entonces era el
Libertador Simón Bolívar. Esta tuvo lugar en las faldas del volcán Pichincha,
cerca de la ciudad de Quito, Ecuador, el 24 de mayo de 1822. Posteriormente,
el 25 de mayo, Antonio José de Sucre entra con su ejército a Quito, anunciando
la derrota de las tropas españolas, estableciendo de esta manera el territorio
que el gobierno de Colombia denominaba "departamento de Quito", al
considerarlo parte fundamental de la República de Colombia desde su
creación. Por este acontecimiento, Bolívar toma la decisión de ascenderlo a
General de División, y lo nombra Intendente del departamento de Quito, a la
vez que es elegido temporalmente como presidente del Perú, desde el 23 de
junio de 1823, hasta el 17 de julio de 1823.

Batalla de Ayacucho

La batalla de Ayacucho, comenzó el 9 de diciembre de 1824 a las 9 de la


mañana, fue el último enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las
guerras de independencia hispanoamericanas. Los españoles emprendieron su
embestida desde el cerro Condorcunca, sin embargo fueron más de 2.000
hombres que atacaron a los 1.600 hombres de la división peruana, la cual era
dirigida por José de La Mar. Este primer combate fue muy violento, logrando
que los realistas se vieran obligados a retirarse a las filas patriotas con sus
grandes cargas de caballería. Antonio José de Sucre anuncia la República de
Bolivia el 6 de agosto de 1825, y es elegido presidente vitalicio, eliminando los
límites a su mandato, organizando la Administración general y la Hacienda
Pública. Este, promovió la libertad de los esclavos, así como el reparto de las
tierras a los indios, posterior a esto, decide renunciar al cargo en el año 1828, a
causa de la presión de los peruanos, que se oponían a la independencia
boliviana. Sucre pasa a retirarse a Ecuador con su hija, y su esposa Mariana
Carcelén, marquesa de Solanda.

Muerte del Gran Mariscal

A través de su participación, dedicación y gran desempeño en cada una de las


batallas en las que el Gran Mariscal Antonio José de Sucre participó, dejando
su alma en el campo de combate, este definitivamente sin duda alguna, estaba
destinado a ser el sustituto de Bolívar. Sin embargo, ese momento nunca
llegaría.

El 4 de junio de 1830 fue asesinado en la montana de Barrueco en Colombia,


cuando emprendía camino hacia Quito, lugar en el cual se reuniría con su
familia. Sucre se dirigía a Quito con la finalidad de preservar la unión de la
Gran Colombia, pero éste fue emboscado y posteriormente asesinado. Su
muerte se le atribuyó a José María Obando, quien fue jefe militar de la
provincia de Pasto. Por su parte el Libertador al enterarse de su muerte
exclamó "lo han matado porque sería mi sucesor". Sus restos fueron llevados a
Quito, cumpliendo con los deseos de Sucre, donde reposan en la Catedral
Metropolitana.
.

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