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Apuntes de Historia Americana y Argentina, siglos XVI y XVIII


 2000, Mariano Santos La Rosa Editores, S. no A.
Queda rigurosamente permitida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía o el tratamiento informático y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.

APUNTES DEL TEMA II DEL PROGRAMA DE HISTORIA COLONIAL


TEMA II: EL CONTROL POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LAS INDIAS
a.1) Características de la organización gubernamental en la Península y en América.
a.2) Las instituciones: su origen, concepción y funcionamiento.
a.3) La legislación indiana
a.4) El control de gestión: la visita y el juicio de residencia

A.2) LAS INSTITUCIONES: SU ORÍGEN, CONCEPCIÓN Y FUNCIONAMIENTO:


La desconfianza fue la causa determinante de la política colonial española. La administración
política indiana se caracterizó en primer lugar por un vigoroso centralismo impuesto desde España, junto
con la implantación de varios sistemas de colaboración y control y por cierto localismo. Como defectos
del gobierno indiano, podemos ver un exagerado centralismo, rutina burocrática, lentitud administrativa y
creciente disminución de la responsabilidad de los funcionarios y de su autonomía.
La organización política-administrativa indiana revela una gran ductilidad, aptitud para crear
nuevas instituciones siguiendo las necesidades que se van planteando. Sin tener un plan establecido,
España actuó sin apartarse de un objetivo fundamental: el buen gobierno de las Indias.
Las instituciones relacionadas con los asuntos americanos pueden residir en España o en América
y pueden ser individuales o colectivas. El objeto de transplantar (aunque un poco modificadas) las
instituciones españolas a América es con el objeto de aprovechar las experiencias que se habían dado en
Europa, nacidas de un deseo de controlar con absoluta eficacia las acciones de los españoles que actuaban
en las Indias, a fin de impedir cualquier brote de posiciones señorialistas. Esto queda de manifiesto por la
absoluta falta de representación de los territorios indianos en las Cortes castellanas, de forma que se
desarrollaron con absoluta autonomía del reino, cuya prueba más evidente es la creación del Supremo
Consejo de Indias en 1524, excluido de cualquier jurisdicción castellana y al que estaba subordinado el
Nuevo Mundo. Se consideraba a los reinos americanos pertenecientes cada uno por sí a la corona y
unidos a Castilla tan sólo por el lazo dinástico.
Es característico de la administración colonial el afán de la autoridad central por limitar las
facultades de los funcionarios individuales (que contaban con el poder gubernamental) mediante el
agregado de una institución colegiada sobre el mismo nivel jerárquico, para sí impedir una
acumulación peligrosa de poder en manos de una sola persona, si bien cada funcionario tenía cierta
autonomía funcional y un razonable margen de arbitrio por la propia ley en su propia jurisdicción
y competencia.
Sin embargo, esta superposición creó una enorme burocracia americana. Cada nivel de esta
estructura jerárquica es celoso de su ámbito, prerrogativas y obligaciones: sobre la gran acumulación de
potestades en los virreyes existió la estrecha subordinación al Consejo de Indias, sumado a las visitas y
juicios de residencia.
Además, estas coincidencias en la incumbencia de las atribuciones no puede considerarse sólo
como producto de la astucia de la Corona, ya que muchas de ellas se debían al hecho de que apenas se
estaba desarrollando la división en esferas administrativas claramente separadas unas de otras.
Por otro lado, la metrópoli se vio obligada a ceder una amplia libertad de acción a sus
representantes en las colonias para poder enfrentar sucesos imprevisibles de un modo adecuado, debido a
las dificultades de comunicación resultantes de las enormes distancias. Por ello nunca logró imponer en
ultramar un gobierno directamente absolutista, basado en la obediencia incondicional frente a las
indicaciones del soberano. Si de un lado concedieron a Virreyes, Presidentes y Gobernadores amplísimas
atribuciones, se recortaron de otro lado estas atribuciones por medio de Instrucciones muy minuciosas, a
las cuales habían de ajustarse estrictamente en el desempeño de sus cargos. La obligación de informar a la
corona con meticulosidad excesiva se impuso como deber ineludible a todas las autoridades coloniales
importantes. Además, esta obligación de informar era previa a todo acto resolutivo. Por todo esto, con
frecuencia las autoridades remitían espontáneamente informes sobre hechos de escasa importancia, pese a
que estaban plenamente facultadas para resolver esas situaciones sin necesidad de informar.

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Un hecho fundamental es que la administración ordenada de las regiones coloniales permitía


al Estado explotar los recursos financieros y económicos americanos y así lo aligeraba en gran
medida de las trabas de necesitar el consentimiento de las Cortes de Castilla para asuntos
financieros. Nuevamente se pone de manifiesto hasta qué grado los desarrollos coloniales se
relacionan con la política interior española.

a.2.1.- Etapas del gobierno político-administrativo indiano:


1) Orígenes: abarca el gobierno personal de Colón, el virreynato colombino
2) Conquista: realizada con instituciones jurídicas especiales
3) Organización: se fijan los caracteres de la administración, llega hasta 1680.
4) Reforma: abarca las reformas económico y político-administrativas borbónicas.
1) Cristobal Colón organizó las Indias sobre una serie de desaciertos. En el año 1500 es sustituido
como gobernador y virrey se le dejó el cargo de Almirante, finalizando la primera etapa
2) La segunda etapa se caracterizó por la existencia de regímenes inestables y personalistas
encarnados en la figura del Adelantado y de las gobernaciones vitalicias y hasta hereditarias. La necesidad
de efectuar los descubrimientos obligó a la corona a aceptar la participación particular, que dio a la
conquista de América cierto matiz feudal, aunque el rey siempre mantuvo las facultades legislativas y el
control por intermedio de los funcionarios reales. Esta etapa no termina al mismo tiempo en todas partes.
La pugna entre los intereses privados de los conquistadores y el interés político de la Corona había de
estallar con violencia mayor o menor, tan pronto como el Estado español quisiera acentuar su presencia
en estos territorios.
3) La tercera etapa contempla la desaparición de los resabios señoriales y feudales y la
implantación de un régimen de jerarquías. Las provincias son divididas en mayores y menores. Los
intentos por lograr una organización administrativa de las distintas regiones no se realizaron
simultáneamente sino que comenzaban después de finalizada la conquista y consolidación del poder
español. Establecidas ya como posesiones españolas, se procedía a la destitución del comandante de la
expedición (de descubrimiento o conquista) así como la organización de un cuerpo administrativo bajo el
control directo del poder central. De esta manera, la organización estatal del imperio se llevó a cabo en
oposición a los actores que habían logrado su conquista y colonización. Esto desembocaría en un
antagonismo entre el Estado y las partes criollas de las clases altas coloniales (los herederos de los
conquistadores y primeros colonos).
Puede hablarse de una burocracia profesional: Oidores y oficiales de la Real Hacienda; y de una
burocracia política: Virreyes, Gobernadores, Alcaldes Mayores y Corregidores, que ejercieron sus cargos
con el respaldo técnico de asesores letrados.
Bajo Felipe II se llevó a cabo la ampliación y burocratización del aparato administrativo. En virtud
de la creciente presión política a la que se estaba exponiendo España, los problemas de Hacienda y la
milicia también cobraron cierto sobrepeso en la política colonial. Se fija definitivamente el sistema de
flotas y galeones, se introduce el impuesto de la alcabala y comienza a producirse la venta de cargos en la
administración colonial.
Al cabo del tiempo, la burocracia profesional que tan eficaces servicios había prestado en la etapa
de la conquista se torno contraria a todo cambio innovador, el que debió quedar en manos de los Virreyes
y gobernadores
4) La cuarta etapa se caracteriza por un aumento de la burocracia y se afianza el centralismo. Los
Borbones buscaron nuevos sistemas: la implantación de un gobierno más liberal e instauración de un
sistema rígido desde el punto de vista financiero, centralizando la administración. El nervio de las grandes
reformas introducidas por Carlos III lo constituye la aplicación del sistema de Intendencias.

- Instituciones que residen en España:


Unipersonales:
1- El Rey
2- Los Secretarios de Estado
Colegiadas:
1- La Casa de Contrataciones
2- El Supremo Consejo de Indias

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- Instituciones que residen en América:


Unipersonales:
1- Adelantados
2- Virreyes
3- Gobernadores
4- Capitanes Generales
5- Intendentes
Colegiadas:
1- Las Reales Audiencias
2- Cabildos
3- Consulados
4- Los Tribunales de Cuentas

a.2.2.- Instituciones Unipersonales con sede en España:


1- El Rey:
Es la máxima institución para América. El rey tenía todas las prerrogativas y la suma del poder,
pero estaba condicionado por el respeto y cumplimiento de las leyes. Todo el poder legislativo se
concentraba en el rey, quien lo delegaba a otros funcionarios.
Además, la corona, por medio de bulas concedidas por los papas Alejandro VI y Julio II ejercía el
Regio Patronato sobre toas las iglesias de las Indias. Por medio de este patronato, le correspondía a la
Corona la presentación de todas las dignidades eclesiásticas de las Indias, cualquiera fuese su jerarquía,
así como la percepción de diezmos, con la obligación de atender a los gastos de erección y sostenimiento
de las iglesias, las que no podían levantarse sin autorización del rey.
La incorporación del Nuevo Mundo fue hecha a título personal, pasando a los herederos de los
Reyes Católicos como bienes hereditarios, realengos. Todos estos reinos americanos los gobernaba el rey,
no a través de las instituciones administrativas de Castilla sino mediante un nuevo orden político-
administrativo.
Las órdenes emanadas por la Corona sólo podían no ser cumplidas temporariamente (bajo la
fórmula jurídica de se acata pero no se cumple). Así se decretaba su suspensión, se informaba a la Corona
las razones que la motivaban, para que el asunto sea nuevamente examinado y se resolviera en definitiva.

2- Los Secretarios de Estado:


En el siglo XVIII, a partir de Felipe V comienzan a darse una cantidad de transformaciones muy
importantes, con la aparición de los Secretarios de Estado con el objetivo de dar mayor rapidez al
tratamiento y resolución de las cuestiones de Estado. El despacho de los asuntos por parte de los
Secretarios de Estado era mucho más ágil que la realizada por cualquier cuerpo colegiado, propios de los
Habsburgo. Sin embargo, no se termina abruptamente con los organismos tradicionales sino que
paulatinamente van perdiendo sus funciones hasta finalmente desaparecer. De esta manera, los Secretarios
de Estado comienzan a acumular atribuciones hasta convertirse en cuasi ministros. Con Carlos III los
secretarios dejaron de ser simples auxiliares reales y se convirtieron en verdaderos ministros, que influían
en la marcha de las políticas.
Muchos personajes muy importantes pasaron por estos cargos: Urtaris, Campomanes,
Floridablanca, el Conde de Aranda. Eran individuos de de alta cultura, publicistas, que volcaron su
formación y pensamiento ilustrado en libros, artículos y documentos de Estado y además tuvieron la
oportunidad de llevarlo a la práctica estando en el gobierno. Carlos III es un gran ejemplo de la corriente
de los monarcas ilustrados, que llevaron adelante una importante transformación en el orden organizativo
y político del reino, tratando de revitalizarlo.
Inmediatamente luego de asumir el trono, Felipe V creó una Secretaría de Estado de índole
general. En 1705 se la dividió en dos secretarías, una de Guerra y Hacienda y otra para los demás temas.
En 1714 Felipe V aumentó a cinco las secretarías:
- De Estado
- Gracia y Justicia
- Hacienda
- Guerra
- Marina e Indias.

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Estos secretarios comenzaron a reunirse en una Junta de Estado, siendo el medio apropiado para
solucionar las diferencais entre los departamentos y trazar la política de común acuerdo.
En un primer momento, la mayoría de los asuntos americanos eran enviados al Secretario de
Marina, pero durante el reinado de Carlos III la preocupación del monarca por las Indias lo impulsa a
crear en 1787 dos secretarías de Indias: la de Gracia y Justicia; y la de Guerra, Hacienda, Comercio y
Navegación. De esta manera, el papel del Consejo de Indias se transformó en meramente consultivo.
Sin embargo, en 1790 con Carlos IV se vuelve a la organización original, tratando los asuntos
americanos la Secretaría de Marina e Indias.

a.2.3.- Instituciones Colegiadas con sede en España


1- La Casa de Contratación:
Durante el gobierno de Colón se configuran los cargos que constituyen el gérmen del equipo que
después se integraría en la Casa de Contratación:
- Escribano-Contador: debía fiscalizar las personas y mercancías que entren y salgan de las Indias,
así como la gestión de la hacienda.
- Tesorero y Veedor: colaboradores del Contador en todas las cuestiones relativas a la Hacienda
Real, sin intervención en la jurisdicción judicial o de gobierno.
Fonseca fue el órgano ejecutivo de la primera época en que todos los negocios indianos estaban
vinculados a la decisión personal de los monarcas. Pero la complejidad de estos negocios indujo a la
creación de la Casa de Contratación en 1503, sobre la que recayeron todas las cuestiones técnicas
mientras que los asuntos judiciales permanecían adscritos al Consejo de Castilla.
La Casa de Contratación fue la primera institución que se creó exclusivamente para América.
Responde a una concepción de política económica dominada por el Mercantilismo, que exige un puerto
único para el tráfico con América como epicentro del monopolio comercial. Fue instalada en Sevilla
debido a su posición resguardada y a su larga tradición como salida atlántica de Castilla y a la existencia
de un tribunal del Almirantazgo. En 1722 se traslada a Cádiz, en la desembocadura del Guadalquivir.
Juan Rodríguez de Fonseca influyó mucho en la creación de la Casa de Contratación como
autoridad suprema intermediaria del comercio y del despacho y recepción de flotas. Al principio
tenía una estructura pequeña: 1 tesorero, 1 contador y 1 factor. Estos oficiales poseían autoridad judicial
sólo enlo que tocaba a cosas comerciales de las Indias.
Poco a poco la estructura se conplejizó. Sus funciones, al definirse se volvieron más confusas
debido a la superposición de instrucciones y funciones. Por esto, su estructura se fue modificando a lo
largo del tiempo cuando había problemas de funcionamiento, a través de las Instrucciones. A esto se lo
denominaba "arreglar" la Casa.
Desde 1508, con la creación del cargo de Piloto Mayor, se le suman funciones científicas:
1- Enseñanza y promoción de los estudios náuticos
2- Recopilación de un corpus cartográfico con el objeto de constituir un Padrón Real donde
deberían asentarse los descubrimientos geográficos.
3- Formación de pilotos (mediante la creación de una Escuela de Pilotos)
En 1510, con las Nuevas Ordenanzas para la Casa de Contratación se incrementan y organizan
sistemáticamente sus funciones, a la vez que se nombra a un Juez Letrado, como asesor judicial en los
oficios de la Casa. Sus funciones eran entonces:
1- Ser el máximo tribunal mercantil
2- Debe centralizar todos los despachos procedentes de las Indias, para luego separar lo que
fuere e su competencia y el resto derivarlos al secretario correspondiente (generalmente Fonseca).
3- Debe ser la que conceda la licencia para los pasajeros que desearan partir a las Indias,
estableciendo un registro de viajeros
4- Debe supervisar las cuentas de las Indias, encargándose del control fiscal, como directa
representante de la corona. Controlaba el pago del almojarifazgo (impuesto a las importanciones).
5- Sobre ella recae la administración de los bienes de los fallecidos en las Indias
6- Debe enviar informes al rey, quien resolverá los asuntos debiendo tenier en cuenta estos
escritos.
En 1511 la Real Provisión de Burgos le otorgó a la Casa de Contratación toda la jurisdicción civil
y criminal en los asuntos comerciales y de navegación, debiendo:
1- Extender licencias a los pilotos.

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2- Establecer la entrada y salida de mercaderías e inspeccionar los barcos que salían para
América.
3- Supervisar los vínculos marítimos y comerciales entre la península y las Indias. Se llevan
registros de barcos, pasajeros, mercaderías, correspondencia, etc.
4- Encargarse de todo lo relacionado con la navegación (rutas de navegación, registros de
embarcación), ya que ésta era el único nexo con América.
5- Estructurar un sistema de correspondencia y comunicación estatal y privada con
América.
6- Controlar y promover la organización de los convoyes que partían para América.
Hasta que no se estableció el Consejo de Indias, la Casa entendió en los asuntos administrativos
americanos. Finalmente, en 1557 Felipe II crea el cargo de Presidente de la Casa. De esta manera, no era
solamente un exclusivo centro fiscalizador de la economía indiana, sino también un centro científico,
instituto geográfico, tribunal marítimo y mercantil, aduana, almacén bélico, despensa de lo que se
embargaba y confiscaba, organismo que vigilaba la emigración y cuidaba de la navegación en todos los
aspectos. Por lo tanto, tenía funciones administrativas, científicas, políticas y judiciales.
La Casa de Contratación estuvo directamente suspeditada al Poder Real, ejercido primero por
medio del Secretario Fonseca y a partir de 1524, por el Consejo de Indias.
En el siglo XVIII las nuevas teorías económicas llevan a una liberalización en materia comercial,
lo que lleva a la decadencia de la Casa de Contratación. Los borbones, empeñados en sustituir el sistema
de los Consejos por el de las responsabilidades personales le quitan parte de sus atribuciones en 1717 para
entregárselas al intendente general de Marina. La casa se reservaba la parte contensiosa, por lo que no
necesitaba tantos miembros: quedó reducida a un presidente, dos ministros asesores, un procurador, dos
escribanos y un contador. En 1772 se dispuso el traslado de la Casa a Cádiz y finalmente, la libertad de
comercio de 1778 le dio un golpe tan brutal, que en 1790 se la suprime y las pocas atribuciones que
todavía conservaba son absorbidas por el Consulado y el Consejo de Indias.

2- El Supremo Consejo de Indias:


La organización de múltiples expediciones hacia las Indias exigió la existencia de un agente
ejecutivo consagrado en tal cuestión y un equipo burocrático que lo auxilie en tales tareas en las que debía
actuar en representación y por delegación del rey. Hasta los primeros años de Carlos I, el eje del negocio
de las Indias radicó en un sistema personalista basado en la figura de Juan Rodríguez de Fonseca,
organizador del segundo viaje colombino en adelante.
Para establecer un gobierno en las nuevas tierras existía el obstáculo representado por Colón, que
suponía que las tierras descubiertas y por descubrir constituían un señorío feudal. Este monopolio, poco a
poco fue transferido a las manos del Ministro de Indias, Fonseca. Sin embargo, la oposición de Cortés al
sistema fonsequista (encarnado por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez) señala el declinamiento del
predominio fonsequista en la administración indiana. Con el advenimiento de Carlos I, Fonseca recobra
su puesto de privilegio aunque no con el carácter autócrata y personalista que caracterizó su primer
período de mandato. Ahora se estableció un sistema colegial, germen del Consejo de Indias cuyo nombre
aparece por primera vez en 1519, aunque su definitiva organización data de 1524.
El Consejo de Indias se creó como máximo rector, promotor y controlador de las políticas para las
Indias, teniendo en el ámbito americano las mismas prerrogativas que el Consejo de Castilla (llamado en
ese entonces Consejo Real). Era Consejo porque asesoraba al rey; merecía lo de real porque lo creaba el
rey; Supremo porque no había organismo superior a él; y de Indias porque ejercía su jurisdicción sobre
tales territorios. Entre él y los demás Consejos no había ninguna subordinación, actuaba
independientemente. A esta autoridad, provista de una infraestructura burocrática, fueron subordinadas
todas las instalaciones administrativas relacionadas con asuntos de ultramar, en particular la Casa de
Contratación, así como los propios funcionarios coloniales.
El Consejo de Indias, desde su fundación no sólo tenía incumbencias administrativas sino también
legislativas, consultivas y de justicia. La organización y las amplias atribuciones de este organismo se
encontraban bastante indeterminadas en los primeros tiempos, hasta que a lo largo de la primera mitad del
siglo XVI se fueron precisando:
Funciones ejecutivas:
1- Proponer al monarca el nombramiento de las más altas autoridades americanas: virreyes,
oidores, etc. y encargarse de la relación con las autoridades en América
2- Administración de las Indias en correspondencia directa con los órganos territoriales de
gobierno

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3- Censura de libros y las licencias para imprimirlos.


Funciones legislativas:
1- Transmitir a América las reales órdenes, reales pragmáticas, etc. Se trasladan a América
cuestiones vinculadas con la corona: judiciales, regio patronato, etc.
2- Preparar proyectos legislativos.
3- Impartir órdenes y tomar disposiciones en forma autónoma, sin tener que pedir la aprobación
real para cada caso.
Funciones Judiciales:
1- Ser el máximo tribunal de apelación para las cuestiones americanas. El máximo tribunal en
tierra americana era la Audiencia, por lo que al Consejo de Indias se elevaban las apelaciones hechas a las
Audiencias, a los Consulados y a la Casa de Contratación. Además, el Consejo se ocupaba de algunos
casos en primera instancia, pero estos debían tener un carácter muy importante.
2- Entender en los grandes pleitos que se dieran en España sobre asuntos americanos, definiendo
pleitos surgidos por capitulaciones, relativos a las encomiendas, etc.
3- Entender en todo pleito, visita y juicios de residencia a funcionarios españoles en ultramar.
4- Ser el órgano de superior instancia de apelación y revisión de todos los pleitos civiles y
criminales, que debido a su importancia no podían ser concluídos por los más altos tribunales coloniales.
Funciones administrativas:
1- Dirigir toda la administración civil, de Hacienda, de justicia y militar, por intermedio de una
Junta de Guerra
2- Tener bajo su jurisdicción el control de los tribunales vinculados con la Real Hacienda: los
Tribunales Especiales de Cuentas
3- Tener la dirección suprema de la Real Hacienda.
Funciones eclesiásticas:
1- Ocuparse de las cuestiones derivadas del Regio Patronato, concedido por el papado a los reyes
de España y que se extiende a las Indias. Presentaba al rey los candidatos a ocupar los altos cargos
eclesiásticos en Indias, asegurando el respeto al regio patronato.
2- Ordenación del buen gobierno eclesiástico, concediendo beneficios eclesiásticos.
3- Velar por el buen tratamiento a los indígenas, pudiendo conceder y rescindir encomiendas
indígenas.
Funciones científicas:
1- Las actividades científicas para el mejor conocimiento de las Indias fueron confaicas a un
Cronista Mayor y a Cosmógrafo Mayor, a partir de 1571.

Por lo tanto, tenía competencia en todas las cuestiones (ramos) de la administración americana
aunque en el aspecto de gobierno sus funciones nunca fueron detalladas de modo sistemático. Era
necesario el voto de las dos terceras partes de los asistentes para proponer al rey lo que fuere. Esta
proposición se hacía mediante consultas. Algo distinto de las consultas eran los autos acordados,
auténticas decisiones que el Consejo en pleno tomaba sobre asuntos propios, que luego el rey refrendaba
y pasaban a ser parte de la legislación.
A lo largo del tiempo varió la composición de sus miembros. Al principio eran 4 o 5 consejeros
que podían ser clérigos o letrados; 2 secretarios; 1 fiscal; 1 relator. En la época de Felipe II va a sufrir
grandes cambios. Su preocupación por los asuntos americanos lo lleva a potenciar la calidad del Consejo
de Indias, de ahí que comience el predominio de los letrados bajo la estricta vigilancia real.
En las Leyes Nuevas de 1542 se fijó la estructura de este alto organismo por medio de unas
ordenanzas muy minuciosas. Nuevas ordenanzas fueron redactadas en 1571, con motivo de la visita al
Consejo. Estas establecen que el personal del Consejo se compondría de:
- 1 Presidente, que podía ser un letrado
- 1 Gran Canciller:
- 8 Consejeros
- 1 Fiscal, que examinaba las visitas y residencias y defendía a la Hacienda
- 1 Secretario, que refrendaba. A partir de 1602 fueron dos
- 2 Escribanos de cámara, de justicia y gobierno
- Varios Relatores que resumían los pleitos

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- 1 Abogado y Procurados de Pobres, para defender a los que no tenína medios para pagarse un
letrado
- Varios funcionarios económicos: tesorero, contadores
- Varios funcionarios ejecutivos: alguaciles
- Funcionarios científicos: Cronista Mayor y Cosmógrafo Mayor.
Hasta 1561 el Consejo sigue al rey y su corte móvil, llevando todos sus papeles sin que ninguno se
pierda. Pero en ese año se instala en Madrid.
Uno de los controles que ejercía la corona era la Visita, envío de una especie de inspección o
auditoría. En 1569 se llega a visitar al Consejo de Indias, enviando a Juan de Ovando quien comprueba la
ignorancia de los principales problemas coloniales por parte de los integrantes del consejo. Por esto
propone las "reformas ovandinas" cuya conclusión principal es la necesidad de tener un conocimiento
más fehaciente de la situación en América. Por esto se envían científicos, y se pide la confección de
cuestionarios e informes periódicos a las autoridades en América. Esto lleva a la recopilación de gran
cantidad de información para que las nuevas políticas se hiceran sobre bases más sólidas.
En 1571 se crea el cargo de Cronista y Cosmógrafo Mayor, encargado de la historia, geografía,
cartografía y navegación americana. López de Velazco logra una importante obra de síntesis en su
"Geografía y Descripción de las Indias" elaborada sobre la base de las informaciones proporcionadas por
los cuestionarios que se enviaban a las Indias.
En 1591, cuando López de Velazco es designado a la Secretaría del Rey, el cargo se divide en un
Cosmógrafo Mayor (Ambrosio de Onderis) y un Cronista Mayor (Arias de Loyola). Aparece la Crónica
Mayor de Indias. Antonio de Herrera y Tordesillas es nombrado en 1596 y escribe una "Historia General
de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme de la Mar Océano" conocida vulgarmente como
Décadas ya que está organizada por decenios y abarca unos 80 años.
En 1575 se creó la Junta de Hacienda de Indias y en 1579 la Junta de Guerra.
El Consejo de Indias se fue acomodando a los cambios producidos en los distintos reinados. Va a
ser distinta su participación durante el reinado de las Austrias Menores, debido a las escasa ingerencia de
estos monarcas en los asuntos americanos. Sin embargo, comienza a perder influencia con el cambio de
dinastía, cuando los Borbones plasmen sus objetivos de reestructuración de la administración americana y
se desata una puja de espacios y de jurisdicción entre las Secretarías de Estado y el Consejo de Indias.
En 1717 Felipe V creó la Secretaría del Despacho Universal de las Indias, lo que transformó al
Consejo de Indias en un mero órgano consultivo al quedar eliminadas sus funciones ejecutivas y
legislativas, restringiendo su competencia a los asuntos judiciales. Finalmente, durante la prisión del rey
Fernando VII las Cortes de Cádiz suprimen el Consejo de Indias aunque con la vuelta del monarca es
temporariamente restablecido, desapareciendo definitivamente en 1823.

a.2.4.- Instituciones Unipersonales con sede en América:


1- Las Capitulaciones:
Las capitulaciones son fórmulas jurídicas existentes ya en el Derecho español y eran sencillamente
cartas de merced, permisos o licencias que el rey (y más tarde las autoridades indianas) daba a un
particular en calidad de vasallo, con el cual la corona pactaba el desempeño de una empresa o servicio
público, incluso en el caso de empresas militares. En el caso de América, su objeto era el descubrimiento
y conquista de nuevos territorios y este régimen de capitulaciones posibilitó la extinción del sistema
monopólico que había sido establecido en la etapa de la factoría colombina.
Las capitulaciones, recuerdan por su carácter y contenido a las viejas cartas de población de la
Edad Media castellana, donde se fijaban los derechos que se reservaba la Corona en los nuevos territorios
a descubrir y las mercedes concedidas a los distintos participantes de la empresa descubridora. Lo
corriente era que todos los gastos estuvieran a cargo del individuo que organizaba la expedición, el cual
podía ser al propio tiempo caudillo militar de la misma o simplemente su financiador (Ots Capdequi).
La fuente primera y principal del nuevo derecho en los territorios americanos la constituyeron las
capitulaciones. Tuvo así este derecho, en sus orígenes, un carácter particularista porque cada capitulación
constituyó el código fundamental en el territorio descubierto. (Ots Capdequi)
El Estado, por sí o delegando en un organismo indiano (audiencias, virreyes) firmaba una
capitulación, que podía ser de tres clases:
1- Para descubrir
2- Para conquistar
3- Para poblar (Ots Capdequi).

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La capitulación es un contrato bilateral, caracterizado como un instrumento jurídico de vinculación


y subordinación al Estado, siendo un trato hecho entre la Corona y un particular. La capitulación
comprendía dos cuerpos: deberes del capitán y venajas otorgaas a cambio, por la Corona.
Quien capitulaba se comprometía a:
- Financiar la expedición teniendo un plazo establecido para ello.
- Reclutar a la hueste, armar los navíos
- Cumplir su acción de acuerdo con las disposiciones legales emanadas de la corona (fundar
pueblos, evangelizar a los indios, etc).
- Entregar a la corona 1/5 de los beneficios obtenidos en la expedición
A su vez, la corona se comprometía a otorgar mercedes (cesión de sus prerrogativas), honores y
bienes materiales como ser:
- Cargos y beneficios muy importantes a los capituladores: Gobernador con un sueldo anual;
Capitán General; el título de Adelantado; de Alguacil Mayor, cargo en carácter de perpetuidad que
permitía controlar el tráfico marítimo; la tenencia hasta dos generaciones de dos fortalezas; la posesión de
tierras y la eximisión del impuesto de almojarifazgo (sobre las importaciones a España)
- El jefe de la hueste recibía la facultad para hacer nombramientos, conceder títulos, repartir tierras
e indios dentro de su respectiva jurisdicción, era dispensado de pagar ciertos tributos, etc. (Ots Capdequi)
- Recibía beneficios para los acompañantes del conquistador: franquicias de impuestos; tierras;
título de vecinos luego de cuatro años de residencia en un lugar, pudiendo obtener cargos en el Cabildo,
etc.
Estos nombramientos se hicieron vitalicia y hereditariamente, por dos o más generaciones. Los
particulares interpretaron que todas estas mercedes y favores se trataban en realidad de una obligación de
los reyes, cuyo cumplimiento tenía la obligación de exigir.
En el contenido de las capitulaciones, se impuso poco a poco una tendencia a la uniformidad y se
dictaron normas reales complementarias, en las que se acusaba una verdadera política de población que
tiene manifestaciones destacadas en la Real Provisión de noviembre de 1526 y en las leyes nuevas de
1542, que alcanza su expresión más sistemática en las ordenanzas de 1573. Se dispuso que en todas las
expediciones figurasen: clérigos para el mejor cumplimiento de los fines espirituales; oficiales reales,
para la administración y defensa de los intereses de la Corona (Ots Capdequi).
Estas capitulaciones actuaban como arma de doble filo porque los que invertían en la
financiación de las expediciones generalmente se endeudaban y querían resarcirse lo más
rápidamente posible, por lo que su principal objetivo era la obtención de grandes riquezas, sin
mirar los efectos que provocaba esta actitud.

2- Los Adelantazgos:
Por exclusiva iniciativa de Cristóbal Colón y con el propósito de favorecer a su hermano
Bartolomé, se creó en las Indias el cargo de Adelantado, confirmado posteriormente por los reyes. Este es
una exacta reproducción de su similar del reino de Castilla, caracterizado por su esencia militar. Así lo
entiende Colón, muy urgido de tener un hombre de su absoluta confianza mandando sus fuerzas militares
para contener las protestas de Roldán y su gente.
Este título ya se encuentra regulado y establecido por las Partidas de Alfonso X, existiendo
diversos tipos. Pero en tiempos de los Reyes Católicos se había vuelto un título honorífico. El
descubrimiento del Nuevo Mundo, que remozó tantos cargos e instituciones medievales, revitalizó
también el oficio de adelantado. En la etapa inicial de los descubrimientos fue confiado el gobierno de los
nuevos territorios a los jefes de las expediciones.
Si la Corona mantenía su protección a las clases privilegiadas y beneficiaba con su pasividad
al señorialismo, resultaría importante (y atractiva) la empresa de las Indias, atrayendo capitales
privados en la empresa. Pero al comprobarse que el Estado mantenía una firme actitud,
discordante con los intereses de los particulares, la nobleza se retrajo de la empresa indiana. Sin
embargo, se podía contar con los sectores sociales medios y bajos, cuya aspiración a mejorar su
situación y librarse de su condición de pecheros (pagaban impuestos) convirtiéndose en hidalgos,
era un importante aliciente para emprender la aventura en las Indias.
En las capitulaciones con los conquistadores se designa al capitán como adelantado, por lo que se
supone que se tomó el modelo antiguo con atribuciones judiciales y militares, siendo jefes de
expediciones, con autoridad política y judicial en la paz, y militar en la guerra. Se otorgó el título de
Adelantado con un carácter vitalicio o hereditario al jefe de la expedición descubridora. Se le facultó para:

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- Hacer expediciones por cuenta propia, siguiendo las instrucciones reales y podía hacer levas de
gentes.
- Dictar ordenanzas.
- Hacer de justicia: entendía en pleitos civiles y causas criminales en alzada de los alcaldes
ordinarios.
- Se le autorizó para la erección de fortalezas y para gozar vitalicia o hereditariamente, de la
tenencia de las mismas
- Se le permitió la provisión de oficios públicos en las ciudades de su jurisdicción y se unieron a
éstas otras lucrativas recompensas de carácter patrimonial (Ots Capdequi)
- Podían nombrar interinamente a los oficiales de la Hacienda Real
- Fundar ciudades y nombrar a los regidores de los municipios que fundaba. Repartía tierras y
solares entre los vecinos y podía encomendar indios.
- Percibían tributos
- Podían dividir su región en distritos y designar a un sucesor
Los adelantados recibían además los cargos de Justicia Mayor, Capitán General y alcaide de las
fortalezas que edificase, quedando exento de pagar almojarifazgo y alcabala por veinte años. Aunque
obtenía facultades omnímodas para aquel cometido, en ocasiones debía consultar con los clérigos y
oficiales reales que lo acompañaban, siendo muy importante la presencia de estos en la conquista de
América. Incluso, los adelantados no estaban exentos del juicio de residencia.
El cargo de adelantado tenía un carácter vitalicio y en ocasiones hereditario. Además, cuando se
crearon los virreynatos, se mantuvo a los adelantados exentos de la jurisdicción de los virreyes. Los
adelantados poseían una elevada categoría social pero no títulos nobiliarios, debido a que la corona
recelaba de otorgar títulos aristocráticos a personas a fin de evitar el surgimiento de "feudos" en América.
El cargo de Adelantado se convierte en la figura más característica de la primer etapa de
expansión, hasta que a mediados del siglo XVI se produce un cambio en la concepción del manejo global
de los asuntos americanos y la corona comienza a crear una gran estructura burocrática. Este cargo
evolucionó en América de igual forma que lo había hecho en España. Pasó de dignidad con atribuciones
políticias a ser un simple título hereditario, honorífico.

3- Los Virreyes:
A mediados del siglo XVI, las guerras civiles llevan a tratar de institucionalizar el gobierno para
lograr un mejor control de la situación en América. La monarquía centralista española, que tantos
esfuerzos debió llevar a cabo para imponerse en España, no iba a permitir que los españoles en América
tuvieran mucha autonomía. El rey debe estar en todo porque todo le pertenece a él (concepto patrimonial
del Estado), por lo que la máxima institución para América debe ser el Rey.
Las capitulaciones son reemplazadas por funcionarios que pueden ser desplazados en cualquier
momento, produciéndose una reacción contra los intereses de los conquistadores al crear una estructura
puramente administrativa. Se crean instituciones y autoridades iguales a las que se encontraban en
territorio español, aunque algunos poderes se superponen y controlan entre sí: entre ellas el virreynato, de
inspiración aragonesa.
Si bien Cristóbal Colón tuvo el título de Virrey, este era más de carácter honorífico y estaba unido
al de Almirante y Gobernador de la Mar Océano. Además, las facultades de justicia eran entregadas a
quien ejercía la alta representación del monarca. En 1535 se crea el virreynato de Nueva España y en
1542 el del Perú. El primero era el más extenso pero el segundo era el más importante y el más rico.
Varios reyes de Nueva España pasaron luego a serlo del Peru, como parte de un ascenso en su carrera.
Al ser nombrado como Virrey recibía además los títulos de Gobernador de la provincia donde
estuviera la capital virreynal; Presidente de la Audiencia que ejerciera en su sede de gobierno; Capitán
General del territorio de su jurisdicción y con poder general por el que el rey lo facultaba para que
acturara como si fuera el mismo rey en persona, por lo que se concentraban en él las máximas
atribuciones que cabían a un funcionario. Sin embargo, la posición de un virrey no implicaba atribuciones
jurisdiccionales o admnistrativas concretas.
Los virreyes más bien representaban el poder soberano del monarca y disponían por lo tanto, de
una autoridad política general. Unicamente poseían atribuciones de cargo concretos en su función como
capitanes generales, gobernadores y presidentes de la Audiencia
- Como Virrey: era el máximo representante de la corona.
- Como Capitán General: era el máximo jefe militar (de mar y tierra), incluso el almirante de una
flota que penetrara en su jurisdicción debía ponerse bajo sus órdenes. Debían encargarse de la defensa

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contra ataques exteriores (de otras potencias europeas) y de los indígenas, construyendo fortificaciones,
patrullando las fronteras. Contaba para esto con la ayuda de una Junta de Guerra y de un auditor.
- Como Gobernador: tenía el supremo mando político.
- Como Presidente de la Audiencia de la capital virreynal: debía vigilar la actuación y
administración de la Justicia. Podía determinar qué cosas tomaban una vía administrativa y cuáles
judicial. Presidía la Audiencia de la capital aunque no debía inmiscuirse en las funciones judiciales de la
Audiencia debido a que este cuerpo tenía algunas atribuciones sobre el virrey.
- Como Vicepatrono indiano: le correspondía la presentación de las dignidades eclesiásticas y la
percepción del diezmo, con la obligación de atender antes que nada a los gastos ocasionados por la
erección de Iglesias.
- Como Protector de los Indios: debía representarlos ante la Audiencia.
Además, el Virrey tenía funciones:
- Administrativas: promulgaba instrucciones para todos los funcionarios, de distinta índole (para
un mejor gobierno, sobre actividades que se debían llevar a cabo, para fomentar el conocimiento de la
región, preocupación por la demografía - censos-). Debía ir "en consulta" a la corona cuando le llegaban
instrucciones desde la península que él considerara perjudiciales. Debía acatarlas aunque estaba en su
derecho no aplicarlas hasta tanto no se informara de la situación al rey.
- Económicas: estaba autorizado a otorgar o vender tierras; debía fomentar la colonización, la
fundación de nuevos pueblos y ciudades; debía fomentar el desenvolvimiento económico de la región
siguiendo las pautas fijadas en España; tenía que controlar la recaudación impositiva, el movimiento
financiero, incrementar las rentas, realizar obras públicas, etc.
- Financieras: en materia de la Real Hacienda, el virrey ejercía la Superintendencia, con funciones
legislativas, fiscalizadores, administrativas, dictando leyes para el mejor funcionamiento de la Hacienda.
También arrendaba determinados rentas y monopolios (alcabalas, salinas, azogues, estanco de naipes, etc)
- Eclesiásticas: recaía en él el vicepatronazgo indiano. No se podía quitar a un eclesiástico sin
informar al virrey aunque el nombramiento viniera desde la península. Debía proteger a los indios y
representarlos ante la Audiencia, velar por su conversión, etc. También debía mediar en los problemas que
surgían entre la justicia del reino y la eclesiástica.
Las Leyes Nuevas de 1542 recortaron el poder del virrey al perder el derecho de autorizar la
conquista y asentamiento de nuevas encomiendas.
Pese a todo este gran poder, fueron numerosas las Reales Cédulas que se dictaron para proteger a
Gobernadores y Oficiales Reales contra intromisiones abusivas de los Virreyes, aunque también para
recordar a aquéllos la estricta obediencia que a éstos debían.
La amplitud de poderes de los primeros virreyes se fue limitando poco a poco. De un lado, por la
obligación que se les impuso de informar a los monarcas de todas sus actividades de gobierno; y por otro,
por la minuciosidad reglamentaristas con que se legislaba desde España.
El virrey contaba con asesores, secretarios, letrados. En el ámbito militar colaboraban con él una
Junta de Guerra y un asesor militar. Por medio de instrucciones trazaba las pautas para el desempeño de
sus actividades a los gobernadores y otros funcionarios dependientes de su autoridad.
Los virreyes en América tenían más poder que los virreyes en Europa, pero al igual que en el caso
de los Adelantados, el ser Virrey no otorgaba nobleza por el hecho de estar ocupando este cargo, aunque
eran designados muchos nobles para estos cargos. El virreynato tampoco era vitalicio ni hereditario,
aunque el cargo era bien pago a fin de evitar que el virrey se involucrara en hechos de corrupción. Trató
de fijarse un témino de 3 años de mandato, pero esto no fue una norma de uso.
Un virrey era nombrado directamente por el rey a propuesta del Consejo de Indias o de la
Secretaría de Despacho Universal (esto a partir de 1705). En el siglo XVIII los virreyes ya no serán
escogidos dentro de la nobleza sino entre los militares.
El virrey venía con instrucciones escritas emanadas de la península, pero también se basaba en la
información que le legaba su antecesor. Cada virrey, al terminar su mandato debía elaborar un informe
(memoria de gobierno) sobre todo lo actuado, en el que debía constar un cuadro de la situación en que
dejaba el gobierno, dejando constancia de su experiencia de gobierno. Esto era sumamente importante
para que existiera continuidad en las políticas. Además, debía someterse a un juicio de residencia.
Nunca el virreynato podía quedar acéfalo. En caso de muerte repentina del virrey, sus atribuciones
eran desempeñadas interinamente por la Audiencia, aunque desde fines del siglo XVII lo común era que
el mismo virrey fuera quien estableciera su "providencia" (pliego de mortaja) que se abría en caso de

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producirse su muerte. En este pliego constaban los nombres de tres personas, en orden de sucesión, que
debían hacerse cargo interinamente del gobierno, hasta la llegada del nuevo virrey nombrado por la
corona.

4- Los Virreinatos (V. Vives, Hist. de España y América, Tomo IV, p. 390):
Por tradición legal, cada virreinato se gobernaba no como un patromonio de la Corona sino como
un reino. En consecuencia, las rentas públicas se administraron privadamente para atender, en primer
lugar, los gastos de la demarcación administrativa, utilizando los ingresos obtenidos en esa misma
demarcación. El sobrante, si lo había, constituía la renta de la corona, especialmente surgida de los dos
grandes virreinatos de Nueva España y Perú.
Ningún virrey ignoraba que el medio más seguro para permanecer en el cargo era el envío a la
tesorería de Madrid de la mayor cantidad posible de dinero. De todos los virreinatos, el principal
contribuyente fue el de Nueva España. De él recibía el rey de España el doble de lo que en la misma
época recibía el rey de Inglaterra de sus posesiones en la India, cuyo potencial humano era doble que el
de Nueva España. Las Capitanías Generales de Caracas, Chile , Guatemala, Cuba y Puerto Rico
consumían todas sus entradas en gastos de administración.

5- Los Presidentes-Gobernadores o Capitanes Generales:


El presidente-gobernador recibe tal nombre por su doble función de Presidente de la Audiencia y
de gobernador del territorio de una provincia mayor. Ej: Santo Domingo, Chile, Buenos Aires (en el siglo
XVI). El presidente-gobernador tenía dentro de su provincia las mismas atribuciones que un virrey, salvo
la de representar personalmente al soberano (Morales Padrón), siendo también capitán general de su
territorio, teniendo la dirección suprema de la hacienda y el vicepatronato, teniendo un mandato de 8 años
Al principio, parece que las Presidencias-gobernaciones y capitanías generales eran lo mismo. El
título del primero incluía el segundo. Pero en el siglo XVIII el carácter de Capitanías Generales se señala
sobre algunos territorios por razones de defensa, siendo jurisdicciones autónomas de menor jerarquía que
los virreynatos pero que se encontraban en las regiones donde se registraba un mayor grado de
conflictividad indígena. A veces se consolidaba el rango de Capitanía General aún cuando el territorio se
hubiera pacificado, perdiendo su sentido militar.
Sin embargo, no hay título o nombramiento, o designación de individuo y de un territorio para
capitán general o capitanía general. La historiografía plantea tres posturas con respecto a este cargo:
- Se equipara el poder del Capitán General con el del Virrey
- El Capitán General posee un nivel inferior al Virrey pero similar al de Gobernador
- Tanto el Virrey como el Capitán General tenían la autoridad máxima como representantes del rey

6- Los Gobernadores:
El cargo de Gobernador era entregado a los jefes de expediciones de conquista y asentamiento en
función de una capitulación, aunque a veces era confirmado como premio o merced del rey. En este
sentido tiene una inmediata vinculación con la toma de posesión previa y un carácter personalista.
Demostrada la inviabilidad e ineficacia del Virreynato colombino, Bobadilla y Ovando
inauguraron en los territorios indianos el cargo de Gobernador funcionario, cuyas atribuciones quedaban
definidas en sus respectivos nombramientos, siendo simples funcionarios políticos.
La gobernación, otorgada al jefe de la hueste conquistadora en el texto de las capitulaciones era
después confirmada por el rey como premio y como único medio de mantener cierto control sobre el
desarrollo de la colonización. Hay muchos tipos de gobernaciones:
- Gobernador y Capitán general
- Gobernador y Alcalde Mayor
- Adelantado
- Justicia Mayor o corregidor (para empresas de escasa importancia)
Un gobernador era un pequeño virrey en su gobernación, teniendo jurisdicción civil y
criminal, pudiendo formular sentencias y ejecutarlas. Generalmente este cargo iba unido al de
Justicia Mayor, con atribuciones judiciales como ser juez en primera o segunda instancia.
El simple título de Gobernador tiende luego a generalizarse y a implicar atribuciones de gobierno y
justicia, autoridad para encomendar o repartir indios y tierras, jefatura militar, participación económica en
los productos de la región conquistada y el carácter originariamente hereditario del título, pero pronto, el
gobierno de las nuevas tierras deja de otorgarse con carácter hereditario (V. Vives).

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Por otro lado, apenas consolidadas las conquistas, se reduce la participación económica del
gobernador en los productos de la tierra. Va siendo privado de sus ingresos de tipo mercantil y limitado
cada vez más al disfrute de un salario del rey (V. Vives).

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Existían dos tipos de provincias: las mayores, donde ejercía su jurisdicción un Presidente-
gobernador y las menores, independientes de las mayores pero a cuyo frente estaba un gobernador. Las
gobernaciones menores constituían un cinturón fronterizo estratégico que defendía los dominios
hispánicos de América.
Las diversas unidades de jurisdicción local era regidas por gobernadores o corregidores. No había
orden evidente en esta distinción, pero mientras el Río de la Plata, Paraguay y Tucumán siempre tuvieron
gobernadores, Cuyo y los distritos del Alto Perú fueron mandados por corregidores. El distrito
administrado por un gobernador era en general de mayor extensión territorial que el corregimiento y su
jurisdicción no se hallaba precisamente relacionada con una ciudad en particular. La jerarquía de un
gobernador era más elevada que la del corregidor y normalmente cumplía las funciones de capitán
general de su distrito, lo que muy pocas veces hicieron los corregidores. A pesar de estas diferencias, los
deberes de ambos funcionarios eran prácticamente semejantes. Tenían dos atribuciones: la política y la
judicial. La función de estos era supervisada por la audiencia de Charcas, a la que podían apelar los
particulares o los cabildos por medidas que considerasen perjudiciales a sus intereses (Lynch, p. 66).
Como jueces superiores de su distrito, estos funcionarios eran magistrados de considerable
categoría. Eran los jueces de primera instancia en el distrito dependiente de su capital y jueces de
apelación de los fallos de los magistrados municipales, aunque siempre quedaba la posibilidad de una
tercera apelación ante la audiencia.

7- Los funcionarios menores:


Existía sin embargo, una clara tendencia a quitar atribuciones a quienes ejercían (por delegación)
el poder en los territorios indianos. Desde el primer instante los gobernadores estuvieron rodeados de una
serie de funcionarios que recortaban evidentemente sus facultades que de otro modo podrían haber
llegado a ser omnímodas. Este es el papel de los:
- Oficiales Reales: (contador, factor, tesorero, etc.) encargados de las cuestiones relacionadas con
la hacienda local.
- Alcaldes Mayores y Corregidores: encargados de las cuestiones relacionadas con el gobierno
local.
- Corregidores de Indios:
- Tenientes Letrados: encargados de las cuestiones relacionadas con la justicia local. Muy pronto y
a partir de estos surge la Audiencia.
- Alcaides: auxiliares en los aspectos militares.
Desde el comienzo, los gobernadores tuvieron a su lado a ciertos funcionarios del monarca:
alcaldes mayores letrados o tenientes letrados (jueces a sueldo que ejercían el poder judicial del que era
titular el gobernador) y oficiales reales: contadores, tesoreros, factores y veedores (encargados del
manejo y control de la Hacienda pública). Pese al carácter técnico y especializado de dichos oficios, sus
titualres ejercían de hecho cierto papel político. Informaban directamente al rey, asesoraban al
gobernador, limitaban sus atribuciones y le sustituían en caso de ausencia o muerte.
Por un proceso de fraccionamiento y delegación de jurisdicciones, en cada gobernación fueron
surgiendo una serie de funcionarios subalternos. El de mayor jerarquía era el teniente gobernador, que
ejerce por delegación las funciones del gobernador y debía sucederlo en caso de muerte o enfermedad.
Demarcaciones inferiores a la gobernación eran las alcaldías mayores (en México) y los
corregimientos (en Perú), que eran ciudades importantes con su correspondiente zona de influencia. Los
jefes políticos de estas demarcaciones político-administrativas eran los alcaldes mayores o corregidores,
encargados de fomentar la agricultura, de girar visitas a su distrito, ciudar del buen trato a los indios y
presidir los cabildos municipales. Estos cargos eran nombrados directamente por el rey, el virrey o el
presidente-gobernador, no pudiendo ostentar el cargo quien fuera vecino del lugar, encomendero,
propietario de tierras o quien tuviera parentesco con las autoridades.
Ambos cargos generalmente iban unidos al de Justicia Mayor, encargado de la justicia de nivel
medio, inferior al de las Audiencias. Con frecuencia ambos funcionarios tuvieron conflictos
jurisdiccionales con los cabildos municipales y con sus alcaldes ordinarios.
También hubo corregimientos para las comunidades indígenas, donde el Corregidor de Indios
debía actuar como protector del indio y contrapeso del encomendero, aunque frecuentemente actuó como
su opresor.

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a.2.5.- Instituciones Colegiadas con sede en América


1- Las Reales Audiencias:
El nombramiento del tesorero Miguel de Pasamonte, investido de poderes extraordinarios, sumado
al nombramiento de los jueces de apelación en 1511, debe ser considerado como el embrión de la primera
Audiencia en territorio indiano, inserta en el proceso de centralización que buscaba equilibrar y superar
los poderes otorgados a Colón y sus herederos. Esta audencia reemplazó como órgano de instancia al
Consejo de Castilla. En 1527 se fundó otra Audiencia, en México, que al contrario de la de Santo
Domingo, poseía las atribuciones de una Cancillería Real conforme al ejemplo de los tribunales de
Valladolid y Granada, pudiendo actuar como tribunal de suprema instancia con derecho a tener el sello
real. Finalmente, en tiempos de Felipe II se otorgó a todas las Audiencias el derecho de imponer el sello
real y poder dictar disposiciones en nombre del monarca.
La instalación de una Audiencia a veces era el paso previo al reemplazo de la autoridad de los
conquistadores y primeros pobladores por una burocracia estatal. Por esto, en América la Audiencia es
una institución previa al Virreynato. Fue el primer órgano trasplantado y toma mayores atribuciones que
las audiencias peninsulares.
Generalmente se le daba el poder gubernamental a la Audiencia de manera interina, antes de llevar
a cabo la instauración de una nueva autoridad civil o militar, con el nombramiento de virreyes, capitanes
generales y gobernadores. Por lo tanto, desde el principio es una estructura de representación directa de la
Corona y fue el principal medio para garantizar al aplicación de las leyes del reino. Por esto, la Audiencia
sufre el mismo rechazo que todas las otras instituciones, por los colonos y conquistadores que se sentían
los verdaderos hacedores de lo americano.
Las Audiencias se convirtieron en el instrumento de control legal y de centralismo político más
permanente que existió en las Indias. Si por una parte estaban sujetas a la autoridad de los virreyes,
estuvieron por otra parte facultadas para compartir con ellos sus funciones de gobierno y hasta podían
fiscalizar la actuación de estos funcionarios.
El modelo de la Audiencia indiana fue la peninsular, aunque aquella no tenía funciones de
gobierno y hacienda como las americanas. Las Audiencias, como tribunales superiores, tenían funciones
judiciales, consultivas, gubernativas y de hacienda. Su importancia política se debía a que en ella podía
apelarse todas las disposiciones de las autoridades de la administración civil y tenía la atribución de
delegar a jueces inspectores la inspección de las actividades de los demás funcionarios dentro del distrito
jurisdiccional de la Audiencia. Por último, la Corona erigía a los miembros de este tribunal en los
consejeros más importantes de la administración colonial, al formar parte de una institución consultiva
como el Real Acuerdo.
Como alto tribunal con jurisdicción civil y criminal: la Audiencia indiana entendía en segunda y
tercera instancia los fallso dictados por las justicias subordinadas a ella (cabildos y gobernadores). Es el
máximo tribunal de apelación en América y ante sus decisiones se podía apelar ante el Consejo de Indias.
También era el órgano central de la administración de la jurisprudencia.
Como órgano de gobierno: colaboraba con los virreyes en todos los asuntos importantes,
constituyendo una especie de Consejo consultivo que trataba asuntos graves y urgentes. En tal caso
pasaba a denominarse Real Acuerdo, integrado por el virrey (o presidente gobiernador) y los oidores.
Además controlaba a los funcionarios que estaban bajo su jurisdicción, fiscalizando sus territorios y
enviando oidores; atendía a las sentencias de virreyes y gobernadores.
Sin embargo no resultaba claro cuando el Virrey debía solicitar el voto consultivo del Real
Acuerdo, en parte porque a la corona no le interesaba que esto fuera claro. Mientras la polémica entre las
dos potestades pudiera surgir, eran más difíciles las extralimitaciones y el arbitraje en toda contienda
quedaba en manos de la Corona.
En su función fiscal: las audiencias velaban por el cumplimiento de las instrucciones y ordenanzas
dadas por el monarca a los oficiales reales, fiscalizaban las causas de contrabando, los monopolios reales.
En fin, controlaban y velaban por los intereses de la corona.
La Recopilación de 1680 reconoce tres tipos de audiencias:
1- Audiencias virreynales: se encontraban en la capital virreynal y eran presididas por el virrey,
quien en los casos importantes consultaba la opinión de la Audiencia, generalmente antes de tomar
decisiones que podían traer problemas con la península. Para tratar de buscar el acuerdo de la Audiencia,
el virrey convocaba a un Real Acuerdo.

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2- Audiencias pretoriales: actuaban independientemente de la influencia del virreynato porque


tenían al frente a un presidente-gobernador totalmente independiente del virrey. Ejemplos de este tipo se
dieron en Santo Domingo, Guatemala, Nueva Granada
3- Audiencias mixopretoriales o subordinadas: dependen del cercano virrey en materia de
gobernación pero son independientes en la de justicia. Por ejemplo las Audiencias de Quito, Chile,
Charcas, Guadalajara, la de Panamá respecto al Virreynato del Perú o la de Guadalajara con respecto al
virreynato de Nueva España.
Mientras las Audiencias se convertían cada vez más en elementos de constancia y defensa de los
derechos y las costumbres tradicionales, bastante a menudo fueron los virreyes quienes encauzaron
innovaciones y adaptaciones importantes.

2- Los Cabildos:
El régimen municipal indiano constituyó un fiel trasplante del castellano. Pero lo interesante era la
gran autonomía de la que gozaba, revitalizando un régimen que en España había casi muerto tras el
alzamiento comunero. Todo esto estuvo impulsado por la necesidad de establecer fundaciones para fijar la
colonización.
La gran cantidad de cabildos y su perduración en el tiempo demuestran la existencia de una vida
democrática de fuerte raigambre social en américa. Esto también estuvo motivado por las características
que se debió imprimir a la conquista de América, donde la expansión se basó en la fundación de ciudades,
con el objeto de impedir la dispersión rural y la deshispanización.
Lo primero que preocupaba a los fundadores de un poblado era la organización de un Cabildo.
Para que una población fuera considerada como ciudad debía poseer un cabildo, aunque el
establecimiento de esta institución no dependía de las dimensiones del poblado sino de consideraciones
políticas.
Sin embargo, no existían ninguna imposición legal que obligara a establecer estas instituciones.
Por el contrario, son la representación más absoluta de la espontaneidad y pervivencia del sentido
comunitario español. Los cabildos sustituían la inexistente representación en Cortes
En el caribe, se manifestó la intervención popular en el nombramiento del procurador en
Cabildo Abierto, mientras que en las grandes zonas de conquista, donde existió una fuerte
estratificación social, los cargos se vincularon al grupo de los principales conquistadores,
conformándose en aquellas regiones una mentalidad de carácter aristocrático.
Sin embargo, no duró mucho este período de florecimiento del municipio colonial. Ya en tiempos
de Felipe II se implantó en las Indias la práctica de vender en subasta pública los oficios concejiles, que
pasaron a manos de las familias más acaudaladas, surgiendo un gobierno municipal de carácter
oligárquico.
El Cabildo estaba integrado por los representantes de los vecinos de una ciudad. Para ser vecino se
debía poseer un solar (una propiedad) y ser cabeza de familia. De esta manera se obtenía la "carta de
vecindad". Al principio estos representantes eran los jefes conquistadores y sus descendientes pero luego
pasaron a ser los vecinos más notables y de mayor fortuna. No podían formar parte del Cabildo:
- Extranjeros
- Deudores al fisco
- Dueños de tiendas y negocios que debían ser controlados por el Cabildo
- Artesanos menores
- Militares en servicio activo
- Sacerdotes: sin embargo, los clérigos y militares podían participar de los Cabildos Abiertos, que
se convocaban para tratar temas graves y del que debían participar todos los sectores importantes de la
comunidad. También podían ser convocado el Ayuntamiento General, que era una asamblea integrada por
los procuradores de todas las ciudades de una región.
El Cabildo estaba integrado por miembros capitulares (que tenían voz y voto) y empleados
(auxiliares) Una ordenanza de 1573 establece la existencia de:
- Alcaldes ordinarios: oficiales de justicia civil y criminal de primera instancia, elegidos por los
vecinos. Algunos cabildos tenían 1 o 2 alcaldes, denominados de Primer y Segundo voto. Tenían
funciones judiciales en materia civil y penal y presidían el Cabildo cuando no lo hacía el gobernador.
Incluso si el gobernador moría sin dejar un sucesor (generalmente el Teniente Gobernador) el alcalde de
primer voto debía hacerse cargo del gobierno. También cuidaban del abasto. Tenían derecho a voz y voto
pero no podían ser naturales del pueblo.

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- Alferes real: sustituía a los alcaldes ordinarios y tenía voz y voto. Era el encargado de llevar el
estandarte real, que representaba la presencia del monarca. Por lo tanto, debía ser un individuo de gran
consideración social. Jerárquicamente estaban por encima de los regidores.
- Regidores: oficiales encargados del gobierno, también elegidos por los vecinos. Podían ser entre
4 y 12. Tenían funciones de policía y abasto de las ciudades, debían cuidar de las obras públicas, visitar
las cárceles, la administración de los hospitales y reemplazar a los alcaldes cuando estos estuvieran
ausentes. Llevaban la vara alta de la Real Justicia, que representaba la justicia del Rey y que iba desde
normas generales del reino hasta las ordenanzas de la ciudad. Tenían derecho a voz y voto.
- El Fiel Ejecutor: era el ejecutivo por excelencia. El cabildo le transfería su autoridad para que
vigilara las cuestiones relacionadas con la manutención del común, por lo que le otorgaba la "Vara Alta de
la Real Justicia".
- El Alguacil Mayor: ejecutaba las desiciones judiciales, debía mantener el orden y dirigir la cárcel
Los alguaciles mayores eran los ejecutores de las resoluciones de los oidores y virreyes.
- El Procurador General: era designado por el Cabildo pero hablaba en nombre de los habitantes
de la ciudad, tanto dentro como fuera del Cabildo e intervenía en las cuestiones de orden público..Podía
promover la aprobación o el rechazo de resoluciones del cabildo (acuerdos), peticionando o apelando al
Gobernador cuando era necesario
- Un Escribano: encargado de llevar los papeles del organismo, daba fe de lo actuado.
Es fundamental el sentido de representatividad del Cabildo y por esto tenía prerrogativas para
comunicarse directamente con el rey, a través del Procurador en Corte. No todos los Cabildos podían
mantener un procurador en España, por lo que varias ciudades se unían para esto. Este tipo de Procurador
tenía poderes de su respectivo Cabildo para representarlo en la Corte.
En la legislación se observa tres clases de poblaciones:
- Ciudades metropolitanas: en las que el cabildo estaba integrado por 12 regidores, dos Alcaldes
Ordinarios, un Procurador General, un Escribano de Concejo, un Mayordomo, un Pregonero Mayor, etc.
- Ciudades diocesanas: en las que el cabildo tenía los mismos funcionarios que en el primer caso,
excepto que el número de regidores quedaba limitado a 8.
- Villas y lugares: un Alcalde Ordinario, un Alguacil, un Escribano de Concejo público y un
Mayordomo
Las funciones del cabildo eran:
- Realizar ordenanzas para el buen gobierno local
- Ser órgano judicial en primera instancia, por intermedio de los alcaldes ordinarios
- Elegir a sus propios miembros, con excepción del corregidor o alcalde mayor
- Regular las transacciones mercantiles, fijar los precios de las mercaderías..
- Controlar y regimentar el abasto público de la ciudad, asegurando el mantenimiento de la carne y
el pan, como la tasa de los precios y el control de los pesos y medidas
- Repartir tierras
- Vigilar los lugares de diversión para evitar escándalos e inmoralidades y organizar las fiestas
populares.
El cabildo se mantenía con sus bienes propios, que incluían las propiedades públicas. Contaba
también con impuestos locales, justificados ante la corona. Señalaba lo que eran sus bienes propios y los
comunales. Estos bienes comunales también eran propiedad del municipio, cuyo aprovechamiento y uso
correspondía a todos los vecinos. Eran bienes comunales el ejido (destinado al matadero y a todo servicio
poco salubre o maloliente), la dehesa (zonas de pastos de utilización común, para la ganadería) y los
montes (de donde se extraía la madera, materiales de construcción, se cazaba). El resto de las tierras
municipales quedaban libres y desaprovechadas (eran los baldíos) (V. Vives, Hist. de España y América,
p. 412).
Las sesiones del Cabildo podían ser ordinarias (cerradas) o extraordinarias (Cabildo Abierto). En
las sesiones ordinarias participaban los alcaldes, regidores y algún otro oficial. A las sesiones
extraordinarias concurría el pueblo a interesarse por asuntos importantes y graves. Tanto los alcaldes
como los regidores tenían la facultad de convocar a Cabildos Abiertos en momentos de gravedad, así
como convocar a Ayuntamientos Generales, que eran asambleas integradas por los procuradores de todas
las ciudades de una región. Los cabildos abiertos sólo tuvieron efectividad considerable en los momentos
iniciales de la colonización y enlos años precursores a la Independencia.

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Mientras que en la Península las innovaciones borbónicas tendieron a afianzar el despotismo de


raíz francesa y lograron que las Cortes dejasen de convocarse y los ayuntamientos se debilitaran, en
América no consiguieron anular la tradición municipal y el espíritu de libertad.
Sin embargo, el Estado fue imponiendo cada vez mayores limitaciones a los cabildos, creciendo el
intervencionismo por medio de corregidores y alcaldes mayores, oficiales reales y regidores perpetuos
designados por el rey. Además, si en los Cabildos indianos llegó a constituirse una sistemática
formulación de principios democráticos, esto quedó absolutamente desbaratado por la extensión de la
autoridad de las Audiencias, hasta que las sublevaciones criollas a partir de 1810 lo sacaron de su letargo
y le hizo cobrar actualidad, como si estuviera de nuevo en sus tiempos gloriosos.

A.3) LA LEGISLACIÓN INDIANA:

a.3.1.- Características de la legislación indiana:


Los Reyes Católicos introducen un nuevo tipo de legislación por medio de Ordenanzas y
Pragmáticas, procedentes del rey reunido con su Consejo Real. Pronto adquieren el mismo valor de las
leyes en Cortes, lo que provocó que el eje vertebral de la vida del Estado dejara de pasar por las cortes
sino que se trasladara a los letrados situados en los Consejos, Cancillerías y Audiencias. Esto explica en
América la inexistencia del principio representativo.
Las exigencias del nuevo ambiente geográfico, económico y social hicieron prácticamente
inaplicable el viejo derecho castellano para regir la vida en América. Hubo necesidad de dictar desde la
Metrópoli normas jurídicas especiales, que regulasen los problemas surgidos. El derecho indiano presento
como rasgos más característicos los siguientes:
1- Un casuismo acentuado. No se intentaron amplias construcciones jurídicas que comprendiesen
las distintas esferas del derecho. Se legisló, por el contrario, sobre cada caso concreto y se trató de
generalizar, en la medida de lo posible, la solución sobre cada caso adoptado.
2- Una tendencia asimiladora y uniformista. Se pretendió estructurar la vida jurídica de estos
territorios con una visión uniformadora y tratando de asimilarlos a las viejas concepciones peninsulares.
Unas mismas instituciones adquirieron modalidades diferentes en las distintas comarcas.
3- Una minuciosidad reglamentista. Los monarcas, movidos por la desconfianza en sus autoridades
coloniales, multiplicaron las instrucciones de gobierno y complicaron extraordinariamente los trámites
burocráticos y administrativos.
4- Un hondo sentido religioso y espiritual. Esta actitud se reflejó ampliamente en las leyes de
Indias, que en buena parte fueron dictadas por juristas y hombres de gobierno, moralistas y teólogos. Esta
es la causa de que a lo largo de toda la vida jurídica colonial se de un divorcio entre el derecho y el hecho.
Una fue la doctrina declarada en la ley y otra la realidad de la vida social (Ots Capdequi).
Las Leyes de Indias son normativas de carácter particular y están enmarcadas por una actitud
jurista y casuística (dadas para casos particulares, pero que luego podían ser extendidas a otras regiones,
adquiriendo un sentido uniformador y asimilador) Esto generó una proliferación de normas más
impregnadas de pragmatismo que de grandes concepciones teóricas, surgidas de la jurisprudencia. Las
normas se dan para hacer frente a necesidades inmediatas, basándose en el derecho español del
siglo XV, sin crear modelos falsos ni forzar la realidad, habiendo nacido de una interpretación de la
realidad. Pero esto no las libró de la superposicíón y contradicciones siendo necesario ordenar todas estas
normas, aunque no surgieron grandes códigos sino simplemente recopilaciones.
Los territorios indianos se integran en el reino sin conceder los derechos estamentales a sus
habitantes, predominando el sistema personalista donde estos letrados, desde el Consejo y los órganos
rectores llevarán burocráticamente la dirección de los asuntos indianos. Absolutamente burocratizados y
cumpliendo estrictamente las órdenes que emanaban del poder, fueron ciegos instrumentos del
centralismo estatal, por lo que muchas veces la legislación era absolutamente inadecuada para la realidad
americana.
Frente al derecho indiano, el derecho de Castilla sólo tuvo en estos territorios un carácter
supletorio, únicamente a falta de preceptos aplicables en la llamada Legislación de Indias, podía acudirse
a las viejas fuentes del derecho castellano peninsular.

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Por lo tanto, la imposición de las leyes y disposiciones legales pronto demostró ser dificilmente
alcanzable, puesto que, por una parte, las condiciones externas (grandes distancias, dificultades en la
comunicación con la metrópoli, etc.) retrasaban considerablemente la divulgación y promulgación de las
decisiones reales, de manera que las instrucciones de la metrópoli llegaban con frecuencia cuando ya las
autoridades locales habían dispuesto otros arreglos al mismo problema. Además, los conquistadores y
colonizadores se negaban a llevar a cabo las disposiciones desfavorables para ellos, invocando las
circunstancias particulares de su región, que la Corona supuestamente no conocía cabalmente.
Con frecuencia, las autoridades coloniales apelaron a la fórmula "se acata pero no se cumple".
Recibida la Real Cédula cuya ejecución no se consideraba pertinente, el funcionario la colocaba
solemnemente sobre su cabeza en señal de acatamiento y reverencia, al tiempo que declaraba que su
cumplimiento quedaba en suspenso. Se daba cuanta al Rey de lo acordado para que éste, en última
instancia y considerando la nueva información recibida, resolviese.

a.3.2.- Orígenes de la legislación indiana:


El gobierno y la justicia se ejercían no por una cuestión de fuerza sino a través de las leyes, por lo
que la corona trató de dar pautas en todos los órdenes. La legislación indiana se originó incluso antes del
descubirmiento, en las disposiciones contenidas en las Capitulaciones y otros documentos previos a la
salida de Colón.
Aunque inicialmente se siguieron en las Indias los usos del derecho castellano, bien pronto surge
el derecho indiano como algo específico, independiente del propiamente castellano. El derecho indiano se
formó a base del derecho castellano, la legislación dictada desde la Península y en Indias, sumada al
derecho indígena. El derecho castellano tenía forzosamente que cambiar al llegar a América, en primer
lugar, porque en Indias surgieron unos órganos de gobierno que emitieron sus leyes propias, las que se
incorporaron al derecho castellano. Por ejemplo: el derecho de patronato indiano (a señalar las
demarcaciones eclesiásticas, a poner veto a los documentos del Vaticano, a cobrar diezmos) es una
novedad que no existía en el derecho castellano y surgió en el derecho indiano.
Importantísima en esta integración del derecho indiano fue el derecho provincial americano,
compuesto de las disposiciones dictadas por las autoridades y organismos indianos. Algunas de estas
disposiciones llegaron a tener vigencia continental. Además, el derecho indiano se integró con el indígena
(el sistema de tributo es una costumbre indígena, asl igual que la mita minera).

a.3.3.- Los tipos de legislación:


Existían diversos tipos de leyes indianas, originadas a través de distintos tipos de documentos:
1- Reales Pragmáticas: eran las leyes de mayor nivel y jerarquía. Eran dadas exclusivamente por
el rey para adoptar disposiciones permanentes e importantes.
2- Reales Cédulas: trataban exclusivamente sobre cuestiones de gobierno. Emanaban del rey y
eran desarrolladas por el Consejo Real. Una cédula sólo podía ser modificada por otra cédula.
3- Reales Ordenes: eran dadas por los secretarios o ministros reales.
De alcance local:
4- Ordenanzas: dedicadas a la organización de una institución. Podían ser dictadas por virreyes,
gobernadores y Audiencias gobernadoras.
5- Provisiones?: de carácter judicial o de gobierno. Las judiciales emanaban de la cancillería real,
mientras que las de gobierno surgían de los Virreyes o de las Audiencias.

a.3.3.1. Las Leyes Nuevas (1542):


El poder legislativo concentrado en el Rey, comenzó a transmitirse a partir de 1516 a los
funcionarios territoriales de absoluta confianza. Como consecuencia de los abusos de los conquistadores
contra los indígenas en Mexico y de las guerras civiles en Perú, Carlos V realizó una Visita General al
Consejo de Indias en 1542. El resultado de esta visita no sólo fue la destitución de algunos consejeros
sino también la elaboración de las Leyes Nuevas de 1542 que se constituyeron en seria e importante
iniciativa de reforma. A partir de ahora las Audiencias gobernadoras tendrían la misma atribución
legislativa, se creó el Virreynato del Perú, las Audiencias de Lima y Guatemala. El virrey del Perú fue
nombrado también presidente de la Audiencia de Lima y de este modo se estableció el enlace institucional
del gobierno y la administración de justicia.

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Además se prohibió al virrey hacerse encomendero, conceder nuevas encomiendas y autorizar o


emprender él mismo nuevos descubrimientos y conquistas, que a partir de ahora debían contar con el
permiso de la Audiencia más cercana. Otros puntos de las Leyes Nuevas pusieron en vigor nuevas
reglamentaciones para la recaudación de impuestos y la contabilidad de los funcionarios de Hacienda.
Sin embargo, muchos aspectos de las Leyes Nuevas sólo representaban una compilación
sistemática de los principios para la organización territorial que se habían ejecutado en el Virreynato de
Nueva España, pero por primera vez estos principios eran elevados, de un modo general, al rango de
fundamento legislativo para todas las colonias.

a.3.3.2. Las Nuevas Ordenanzas de Población y Descubrimiento (1573):


A partir de 1550 y como consecuencia del fracaso de las Leyes Nuevas (supongo que será con
respecto a las encomiendas), los territorios hispánicos tienden hacia una estructuración orgánica y
coherente, mediante la conjugación de la autonomía legislativa y la suprema idea centralizadora.
En la década de 1560 se realizaron una serie de nuevas visitas generales, pero esta vez a las
colonias, tratando de imponer una obediencia estricta a la legislación de la corona. Finalmente, en 1569 se
inicio otra revisión de la política colonial al ser visitado nuevamente el Consejo de Indias. Al poco
tiempo, la Corona publicó unas ordenanzas que contenían disposiciones sobre la realización de nuevos
descubrimientos y conquistas, la colonización de nuevos territorios y la fundación de ciudades. Las
Nuevas Ordenanzas de Población y Descubrimiento, preparadas por Juan de Ovando en 1573 genera una
estructuración definitiva, a diferencia de las Leyes Nuevas, consistió en basarse por realidades concretas
más que por principios doctrinales inmutables.
Gran parte de estas ordenanzas, que contenían disposiciones precisas, tendían a regular de manera
uniforme el modo de trabajar del aparato administrativo y trataban de arraigar maneras de proceder
burocráticas.

a.3.3.3. Compilaciones de las Leyes de Indias


Pronto fue necesario realizar compilaciones debido a la gran cantidad de leyes que se contradecían,
no eran respetadas ni cumplidas. Se implementan una serie de medidas tendientes a unificar criterios en la
legislación indiana. Algunos virreyes toman muchas normas anteriores y confeccionan nuevas ordenanzas
apra depurar y aclarar estas disposiciones.
Sin embargo, a partir de las reformas ovandinas en el Consejo de Indias, comienzan las
discusiones entre diversas escuelas de juristas. Finalmente, en 1680 se logra realizar la primer
recopilación de las Leyes de Indias en 9 volúmenes: el 1º trataba sobre la fe católica; el 2º sobre la justicia
ordinaria; el 3º sobre la justicia real; el 4º acerca del gobierno; el 5º acerca de los procedimientos
judiciales; el 6º sobre el régimen de indios; el 7º sobre derecho penal; el 8º acerca de la Real Hacienda y
el 9º sobre el comercio marítimo y terrestre.
En esta recopilación sólo figuran las leyes emanadas del rey, y no se incluye ninguna disposición
dada por organismos indianos. Además no siempre se transcribieron íntegros los textos originarios; carece
de un plan orgánico, figurando juntas materias dispares; las leyes no están redactadas con precisión.
Durante el reinado de Carlos III se volverían a realizar nuevos intentos de recopilación de leyes,
aunque no fueron concluidos.

A.4) EL CONTROL DE LA GESTIÓN: LA VISITA Y EL JUICIO DE RESIDENCIA


Con la residencia, la visita y la pesquisa, los reyes pretendieron mantener sobre sus representantes
indianos el temor a un castigo.

a.4.1.- El Juicio de Residencia:


Era obligatorio para todo alto funcionario en América cuando terminaba su mandato, era
unipersonal y pública. Un juez de residencia (nombrado por la autoridad superior correspondiente) se
trasladaba al lugar e iniciaba el proceso, donde se juzgaba la actuación del funcionario al término de su
servicio. Este juicio se componía de dos partes: la pesquisa o secreta (era un interrogatorio) y la pública
(constituida por las demandas de los particulares). Ambas partes se sentenciaban separadamente.
A la investigación seguía un pleito formal en el curso del cual las partes litigantes presentaban las
declaraciones de sus testigos respecto a los distintos puntos de demanda. Tras las declaraciones de los
testigos, el juez formulaba los cargos, a los cuales el enjuiciado podía responder por medio de los
descargos. Visto todo, el juez dictaba su sentencia, que podía ser apelada ante la Audiencia y luego el
Consejo de Indias.

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Con frecuencia, los jueces de residencia eran sobornados. Dado que el sucesor era frecuentemente
el juez de residencia, era lógico suponer que se mostraría dútil sabiendo que el también debía ser luego
enjuiciado. Además, era posible apelar contra las sentencias ante la Audiencia correspondiente o ante el
Consejo de Indias.

a.4.2.- La Visita:
Era una inspección no habitual, ejercida generalmente sobre una institución colectiva. Podían ser
eclesiásticas o civiles, específicas o generales. La específica afectaba a un solo lugar o provincia, mientras
que la general abarcaba a todo un virreynato o capitanía general.
Las visitas generales eran realizadas por órden del rey y en forma esporádica, debido a los grandes
gastos que causaban (requerían un numeroso equipo de funcionarios) y al retraso que solía ocasionar la
interrupción del desenvolvimiento rutinario de la administración. Generalmente sólo se efectuaban
cuando se trataba de imponer nuevas reformas. Los visitadores generales disponían de poderes muy
vastos, que los colocaban en posición de relevar a funcionarios, cambiar la organización de autoridades,
etc. Como generalmente este tipo de encargo redundaba en un ascenso personal, los visitadores realizaban
seriamente su trabajo, que casi siempre conducían a un mejoramiento del modo de trabajar de las
autoridades.
El Consejo de Indias era quien elegía al visitador general. El rey ratificaba el nombramiento del
elegido, que geenralmente era un consejero, letrado o inquisidor. La designación de un visitador venía
determinada por los abusos y excesos cometidos por las autoridades, por las diferencias surgidas entre
ellas o por la implantación de reformas político-administrativas.
El visitador recibía unas detalladas instrucciones y podía exigir informes a las autoridades
indianas. Oía acusaciones y denfesas y al final instruía, pero no podía sentenciar. La visita era un medio
de inspección eficaz, aunque el procedimiento de actuación secreta se prestaba a venganzas y falsos
testimonios por parte de los testigos.

a.4.3.- La Pesquiza:
Era una visita especial. Tenía un objetivo concreto y limitado, destinada a castigar, no a
inspeccionar. Era iniciada siempre con motivo de sospechas de graves delitos. El juez pesquisidor sólo
pedía informes secretos, pero no estaba autorizado para tomar medida alguna. La autoridad responsable se
reservaba este derecho. Sin embargo, la pesquiza resultó un medio eficaz para impedir excesos o delitos
demasiado graves, aunque se consideraba legítima la explotación de un cargo para el enriquecimiento
personal y ésta era socialmente tolerada, aunque dentro de ciertos límites.
Pese a todas estas medidas, a partir del reinado de Felipe II varios puestos de importancia en el
gobierno indiano comenzaron a ser vendidos al mejor postor. Salvo los virreyes, jueces reales y
gobernadores de alto rango, los demás cargos públicos podían ser adquiridos a título de propiedad
personal, con derecho a legarlos o revenderlos. Esta venta contribuyó en mucho a generar una gran
corrupción administrativa.

TEMA II: EL CONTROL POLÍTICO-ADMINISTRATIVO DE LAS INDIAS


b.1) Variantes de la organización político-administrativa en el Río de la Plata.
b.2) Gobiernos locales, regionales y metropolitanos
b.3) La política borbónica y la creación del Virreynato
b.4) La audiencia
b.5) El régimen de Intendencias

B.1) VARIANTES DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN EL RÍO DE LA PLATA

b.1.1.- Los Gobernadores en el Río de la Plata:


Luego del establecimiento de los Virreynatos de Nueva España y del Perú se mantuvieron
gobernaciones. Dentro de su jurisdicción, los gobernadores poseían las mimas atribuciones que el mismo
virrey, aunque en algunos casos, como el de la gobernación de Buenos Aires, esta tenía una libertad
mucho mayor que la de Cuzco. Esto era favorecido por la situación marginal de Buenos Aires y su lejanía
de los centros de poder regionales (el más cercano era la Audiencia de Charcas) por lo que se
comunicaban directamente con la corona.

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En 1617 fue subdividida la provincia gigante del Río de la Plata en dos gobernaciones, la del
Paraguay y la de Buenos Aires.
A mediados del siglo XVIII la corona comenzó a crear nuevas unidades políticas. De los vastos
territorios contiguos al Brasil, en la parte este de la provincia del Río de la Plata, se crearon dos entidades
subordinadas con gobernadores propios aunque dependientes de la autoridad superior de Buenos Aires:
las provincias de la Banda Oriental y las Misiones, constituídas éstas por las comunidades guaraníes
después de la expulsión de los jesuitas. En 1766 se creó el gobierno de las islas Malvinas, también
subordinado a Buenos Aires.

b.1.2.- Relación entre el Virrey y el Superintendente del Río de la Plata:


En el Virreynato del Río de la Plata se nombró a un Superintendente de la Real Hacienda al lado
del Virrey, que le quitaba el manejo directo de las finanzas. Mientras ambos funcionarios se entendieron
no hubo grandes problemas, pero cuando se dio que el Virrey Loreto (tradicionalista) y el Superintendente
Franciso de Paula Saenz (renovador) se enfrentaron por su distinta concepción de la política a seguir, esto
tuvo graves consecuencias que llevaron a que a partir de 1783 el Superintendente fuera perdiendo
paulatinamente sus atribuciones, que fueron restituidas al Virrey.

B.2) GOBIERNOS LOCALES, REGIONALES Y METROPOLITANOS

b.2.1.- El Cabildo de Buenos Aires:


El cabildo no sólo tenía jurisdicción sobre el ámbito urbano sino que su ámbito de competencia
terminaba donde comenzaba la jurisdicción de otro cabildo. Tenía muchas atribuciones, incluso la de
acuñar moneda. En el Río de la Plata era muy barata la carne, por lo que un real (en América, 1 peso
equivalía a 8 reales) excedía su valor. Por lo tanto, el Cabildo decidió crear el cuartillo (que era una
moneda de plomo que poseía ¼ del valor del real)
El cabildo era un cuerpo colegiado compuesto básicamente por Alcaldes, Regidores, un Escribano,
aunque en las ciudades importantes como Buenos Aires, se añadían el Alguacil Mayor, el Alférez Real y
el Procurador de la ciudad.
En el caso del Cabildo de Buenos Aires, uno de los regidores (en forma rotativa) cumplía las
funciones de Fiel Ejecutor, quien debía controlar los pesos y medidas en las pulperías, tiendas; la calidad
de los alimentos que se vendían; los precios del mercado, que eran fijados por el Cabildo; debía velar por
el resguardo de la provisión de alimentos interviniendo activamente en el proceso del abasto de la carne.
El Procurador, que debía intervenir en todas las cuestiones de orden público, por consiguiente también
debía hacerlo en las relacionadas con el abasto de la ciudad.

B.3) LA POLÍTICA BORBÓNICA Y LA CREACIÓN DEL VIRREYNATO


Los borbones tratan de establecer una monarquía poderosa, que ermiara con los privilegios
eclesiásticos y municipales ajenos a la corona. La insurrección de Cataluña en 1705 proporcionó el
pretexto para eliminar las inmunidades locales y la liquidación de la libertad jurídica de Aragón, Cataluña
y Valencia.
También se trató de reorgarnizar la estructura financiera, estimular el crecimiento demográfico y
económico (el auge de la industria algodonera catalana, sedera valenciana y ferruginosa vizcaína, fueron
los primeros logros del régimen borbónico). También se eliminaron impuestos de tránsito en las
provincias, la supreción de los gremios, la instalación de la Junta de Comercio y Moneda, la creación de
universidades y centros docentes, la aparición de Sociedades Económicas.
Un escogido grupo de filósofos, economistas, religiosos y literatos fueron los promotores del
resurgimiento económico y científico. Actuaron como grupo de presión sobre el monarca, con sus
proyectos y programas. Pronto surgen dos tendencias:
- Los conservadores eran partidarios del monopolio cerrado y exigían duras medidas contra el
contrabando y la actuación de los extranjeros.
- Los revisionistas estimaban que el sistema imperante (monopolios, puertos únicos, sistema de
flotas y galeones, excesivos impuestos) era inapropiado. Las reformas que solicitaban exigían una previa
información crítica, surgida muchas veces de las memorias de los virreyes.
Se sabía que las Leyes de Indias eran casi letra muerta, que el contrabando se practicaba por todas
las costas continentales, que los gobernantes indianos actuaban un tanto arbitrariamente, que los indios
eran vejados en múltiples ocasiones, que el clero estaba bastante corrompido, etc. Pese a esto,
Campomanes puso en América sus esperanzas para revitalizar el imperio.

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b.3.1.- Revalorización de la Región del Río de la Plata:


- Por la expansión de Portugal desde el planalto (región de Sao Paulo). El Río de la Plata era
importante para los portugueses debido a que era una vía segura para llegar al Mato Grosso.
- Debido a la revalorización de la ruta del Cabo Hornos ya que las nuevas condiciones de
navegación permiten hacerlo con mayor seguridad, aunque aún era muy complicado navegar a vela en
medio de los canales fueguinos.
- Las Malvinas cobran mucha importancia debido a las ocupaciones francesa e inglesa de 1764/66.
La abolición del sistema de flotas y galeones, en 1740 intensificó el comercio por el Cabo de
Hornos, lo que provocó un gran disgusto en Lima, empeñada en restablecer el viejo sistema. La causa
estaba en que el sistema de galeones motivaba que el comercio peruano estuviese en manos de unos pocos

b.3.2.- La cuestión de la Colonia del Sacramento:


La ciudad de Colonia, fundada por los portugueses en 1680 frente a Buenos Aires, era una pieza
clave en el conjunto internacional. Colonia era para el Río de la Plata lo mismo que Jamaica para el
Caribe. Detrás de los portugueses estaban los ingleses, que desde tiempos de Cromwell mantenían una
política de alianza, por lo que apoyaba sus aspiraciones sobre el Río de la Plata. Para reafirmar su
soberanía sobre la cuenca fluvial del Plata, España ordenó la fundación de un puerto sobre la orilla
oriental, siendo levantada la ciudad de Montevideo en 1726.
Finalmente la disputa se resuelve con la toma de Colonia en 1777 por el virrey Ceballos, a cambio
de la entrega a Portugal de la isla de Santa Catalina, que dio ingerencia a los portugueses sobre toda la
región del actual Río Grande do Sul. De esta manera desaparece el foco de contrabando más importante,
que era Colonia del Sacramento.

b.3.3.- Creación del Virreynato del Río de la Plata:


La reacción española contra la amenaza extranjera se produjo en tres formas:
- Comenzó a colonizar y fortificar la Banda Oriental y luchó contra la infiltración portuguesa en
los pueblos misioneros sobre la frontera brasileña
- Emprendió la colonización de la costa patagónica, cuya importancia señaló en Inglaterra el
jesuita expulsado Tomás Falkner, en su Description of Patagonia de 1774.
- Concentró su preocupación sobre Buenos Aires, y aún antes de la creación del Virreinato
comenzó a adquirir autonomía de facto respecto del Perú. Sus gobernadores obtuvieron nuevos poderes.
En 1763 se autorizaba a Ceballos a obtener directametne en Potosí el dinero necesario para los gastos
militares, en vez de hacerlo por intermedio de Lima.
Esta presencia extranjera jugó un rol importante para que España decidiera dar un nuevo status a la
región rioplatense, que se sumaba al interés por acabar con el contrabando (Buenos Aires era una zona de
paso de las mercaderías cuyo destino final era Potosí), la pesca ilegal de pinípedos e impulsar la
navegación interoceánica a través del cabo de Hornos, así como de asegurarse su control.
Aprovechando el estallido de la revolución en las colonias inglesas de norteamérica, España
decidió concretar el proyecto de creación de un virreynato en el cono sur del continente, con cabeza en la
ciudad de Buenos Aires.
Este proyecto había traído conflictos entre las ciudades de Lima y Buenos Aires, ya que la capital
peruana no deseaba que se abriera un puerto hacia el Atlántico, que acabara con su monopolio. Sin
embargo, la corona quería lograr un mayor controlo político-administrativo, lograr una organización más
eficaz del territorio, agilizar el funcionamiento de la estructura administrativa y continuar su política de
revitalización del imperio. Además, ahora que Colonia del Sacramento se hallaba en manos españolas,
carecía de validez el argumento favorito empleado en Lima, que el contrabando de Colonia justificaba la
prohibición del comercio desde Buenos Aires al interior.
Se genera entonces una integración territorial que va a generar la creación del cuarto virreynato en
América, que responde al interés de desarrollar la región del Río de la Plata. Se forma un conglomerado
político que provenía de regiones muy distintas: Cuyo fue desligado de la Capitanía General del Chile; la
región de Tucumán (Córdoba-Salta), antiguo contrafuerte del Alto Perú; incluso el mismo Alto Perú, más
que era un territorio en disputa por intereses de Lima y de Buenos Aires.
Se toman además una serie de medidas para lograr la integración económica del virreynato y
favorecer los intereses portuarios. Se establecen instituciones en el Río de la Plata, como:
- La Audiencia (1783)

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- El régimen de Intendencias (1782)


- Los Tribunales de Cuentas
- El Consulado (1794).

b.3.4.- El Consulado de Buenos Aires:


El Consulado era una institución de carácter económico, de gran antigüedad (habían nacido en
Pisa, en el siglo XII). En su origen era una corporación de mercaderes donde se daban normas para el
mejor manejo comercial, y que además controlaba el cumplimiento de esas normas. Para esto se
estableció un tribunal electivo y de esta manera se creó el fuero mercantil.
En 1543 se creó el Consulado en Sevilla (si no se creó con anterioridad fue porque la función
judicial de la Casa de Contratación disminuía su necesidad en esta ciudad) y a fines del siglo se instalaron
los primeros consulados americanos en las ciudades de México (1592) y Lima (1593). En 1794 se
instalaron consulados en Buenos Aires, La Habana y un año después en Cartagena, Santiago, Guadalajara,
etc.
El consulado, como tribunal de justicia, tenía como función acelerar los procedimientos del
fuero civil. Pero además, como órgano mercantil se encargaba de proteger y mejorar el comercio
por mar.
El reglamento de libre comercio de 1778 disponía que se estableciesen consulados en los
puertos donde no los hubiese, los cuales se dedicarían a fomentar la agricultura e industrias
regionales y a extender el comercio. En Buenos Aires, el consulado se instaló a pedido de los
comerciantes, para tener que evitar tratar todas las cuestiones comerciales en Lima. Sin embargo, en sus
fines se estaba pensando en un ámbito que excediera al comercial. Se concibió no sólo como tribunal
mercantil sino también como junta económica, más allá del comercio, abarcando todos los temas
económicos. Todo esto se debía a la aparición de una nueva teoría económica, el fisiocratismo, que estaba
cambiando al viejo mercantilismo. Ambos sistemas se diferencian en la concepción del origen de la
riqueza. Para los mercantilistas consistía en el atesoramiento, mientras que para los fisiócratas estaba en la
tierra, en la agricultura (por lo tanto, en la producción).
Al principio, el Consulado de Buenos Aires estaba integrado por los grandes comerciantes pero a
partir de 1797 se incorpora el sector de los hacendados (ganaderos), que eran el sector productivo de esta
región.
El consulado fue un lugar de enfrentamiento de posiciones ideológicas contrapuestas entre los
tradicionalistas (mercaderes vinculados con el comercio monopólico de Cádiz) y los aperturistas (o
librecambistas). Belgrano, de postura fisiócrata, fue el Secretario del Consulado. Los publicistas eran
pensadores ilustrados que publicaban sus ideas. Muchos de ellos participaron del gobierno español. Por lo
tanto, la Ilustración inserta muchas ideas, que repercuten en América.
El Consulado tenía dos funciones:
1- Judicial: como tribunal comercial
2- Fomento de la economía, desde la agricultura hasta las "artes" (incluía todo tipo de trabajo
manual: actividades artesanales, industriales, mecánicas, tecnológicas y científicas). Para cumplir con esto
tenían representantes en el interior del Virreynato

B.4) LA AUDIENCIA EN EL RÍO DE LA PLATA


Durante todo el siglo XVI se conforma una gran red de audiencias, las principales con sede en las
capitales virreynales. En 1563 se crea la Audiencia de Charcas, del que dependía la región del Río de la
Plata. Como consecuencia del gran contrabando, se crea en 1663 la primera Audiencia de Buenos Aires,
por lo cual Buenos Aires pasa a ser Provincia Mayor. Sin embargo esto dura poco debido a los escasos
asuntos a tratar y a la dificultad de controlar el contrabando, por lo que en 1672 desaparece.
En 1695 Buenos Aires pasa a ser legalmente la capital de la gobernación (?), pero no todas las
gobernaciones eran iguales en importancia. Esto le daba al gobernador atribuciones para ser presidente de
la Audiencia de Charcas
Cuando se crea el Virreynato, Ceballos reclama la creación de una Audiencia en Buenos Aires. El
Real Acuerdo debía ser convocado en casos de urgencia, pero debido a la gran distancia de Charcas esto
era muy dificultoso. Por esto es que en 1783 se crea la segunda Audiencia de Buenos Aires, que entra en
vigencia en 1785. Su presidente natural era el Virrey y estaba conformada por 4 oidores y 1 fiscal. La
formación jurídica (léase intelectual) de los oidores daba mucha relevancia a este tipo de instituciones.

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B.5) EL RÉGIMEN DE INTENDENCIAS EN EL RÍO DE LA PLATA


La aplicación del sistema de Intendencias en la península ibérica data del siglo XVIII y es una
institución borbónica tomada de Francia. Allí fue aplicada en el siglo XVII para crear una red efectiva de
control real, siendo un símbolo de la política centralista. El reajuste de la hacienda, intimamente ligado a
la implantación de las intendencias y reorganización de los ejércitos, es la gran novedad de la reforma
borbónica. Como se proyectaban fines ambiciosos, eran necesarios amplios recursos que se obtendrían
saneando la hacienda y enriqueciendo las regiones. Las intendencias buscaron tal objetivo, dotando de
uniformidad a la administración política, económica y judicial. El ejército también se vio reorganizado y
algunas regiones fueron fotalecidas por su interés estratégico (las capitanías generales)
El Río de la Plata, debido a su reciente creación, fue el ámbito de aplicación más integral del
sistema de intendencias, con funciones concretas sobre territorios limitados. En 1782 se aprueba una
amplia ordenanza de intendencias para el Virreynato, que reestructuraba todo su sistema político y
admnistrativo. Se buscaba agilizar la administración y recaudar más y mejor. Para esto, era necesario
reorganizar la hacienda y dinamizar la producción y la comercialización. La Corona retuvo en sus manos,
exclusivamente, el derecho de nombrar intendentes. El virrey podía designarlos sólo interinamente y en el
caso de producirse una vacante.
En 1784 el sistema fue exportado a las Filipinas y al Perú. Entre 1786 y 1787 se lo hizo extensivo
a Chile y a Nueva España. Hacia 1790 ya abarcaba a todo el Imperio.
Los antiguos gobernadores fueron sustitudios por los intendentes-gobernadores, sometidos en
parte al Virrey y en parte al Superintendente. Aunque el Virrey fuera el superior político y militar de los
intendentes, en materia de finanzas éstos eran responsables ante el Superintendente de Buenos Aires,
quien además de ser intendente común de su propia provincia, era también jefe financiero del virreinato y
como tal, directamente responsable ante la corona. Con la supresión del Superintendente de Buenos Aires
en 1788 por interferencia de sus funciones con la del virrey, las facultades de ese cargo pasaron al virrey,
que en adelante ejerció mayores poderes judiciales que los que normalmente estaban a su cargo, pues
ahora tenía autoridad no sólo para resolver casos militares sino para juzgar en las otras materias asignadas
al superintendente.
En materia de justicia civil y criminal, los intendentes carecían de verdaderos atributos
jurisdiccionales pues sólo ejercían este poder por medio de los tenientes letrados o asesores creados
precisamente para ejercer por ellos la jurisdicción judicial. Las apelaciones de sus sentencias judiciales se
elevaban a la audiencia En cambio, en manteria de justicia militar, los intendentes reemplazaron a los
antiguos gobernadores en esta jurisdicción (Lynch, p. 79)
Los poderes judiciales que antes gozaban los tenientes gobernadores eran transmitidos a los
alcaldes ordinarios quienes se transformaron así en exclusivos jueces de primera instancia dentro de sus
distritos, mientras que la jurisdicción en materia de real hacienda ejercida hasta entonces por los oficiales
de la Real Hacienda, fue transferida a los intendentes, con apelación únicamente ante la junta superior de
hacienda. Así, los intendentes asumían jurisdicción privativa sobre todo cuanto por razones de Real
Hacienda y por interés público, la corona tuviera especial interés en asegurar que la justicia la
administraban sus propios agentes.
En materia militar se daba a los intendentes funciones puramente administrativas: debían
supervisar el abstecimiento del ejército, el transporte, la comida, la paga y el armamento. Los intendentes
no tenían autoridad militar ni derecho de mando efectivo. En caso de guerra, los intendentes estaban
subordinados al virrey, que era el capitán general. De esta manera la corona fortalecía su control sobre los
intendentes.
Los intendentes también ejercían el vicepatronazgo eclesiástico, salvo el de Buenos Aires, ejercido
por el virrey.
En el Río de la Plata se crean dos tipos de jurisdicciones, cuyos intendentes poseen atribuciones
diferentes:
a) Las Gobernaciones-Intendencias, o también llamadas solamente Intendencias: en el Río de la
Plata eran 8, de las cuales la mitad se encontraban en el Alto Perú, lo que mostraba la importancia que
tenía esa región. En las gobernaciones-intendencias, los intendentes tienen las cuatro causas
(atribuciones), que son: Justicia; Policía; Hacienda; Guerra. Las intendencias eran:
1- Buenos Aires, llamada Intendencia General de Ejército y de Provincia era la de mayor jerarquía,
mientras que las demás tenían la jerarquía de intendencias provinciales.
La antigua provincia del Tucumán fue dividida en dos:
2- Córdoba del Tucumán (las actuales provincias de Córdoba, La Rioja y Cuyo)
3- y Salta del Tucumán (Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca)

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4- Paraguay
5- Potosí (con extensión sobre el Pacífico).
6- Charcas
7- Cochabamba
8- La Paz.
b) Las Gobernaciones militares: de rango un poco menor, son las regiones fronterizas con los
portugueses: Montevideo, Las Misiones, Moxos y Chiquitos. Estas provincias continuaron como
gobernaciones militares, fuera del sistema de intendencias e inmediatamente subordinadas al Virrey. Los
gobernadores militares sólo tenían jurisdicción en materia de guerra, policía y justicia. En el ramo de
finanzas el gobernador de Montevideo dependía del intendente de Buenos Aires y el gobernador de
Misiones del intendente de Buenos Aires y del de Paraguay.
La división en intendencias es uno de los gérmenes del surgimiento de las autonomías
provinciales, siendo el motivo principal el desarrollo económico regional que estaba muy relacionado con
el Camino Real que atravesaba por las ciudades de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy,
mientras que Catamarca y La Rioja eran dejadas de lado.
Con la implementación del sistema de Intendencias se consiguió sanear la administración del
Estado español en las Indias, incrementando los ingresos del tesoro. Pero estos beneficios se vieron
contrarrestados con creces por el error político que implicó desplazar a los criollos de los puestos de
gobernadores, alcales mayores y corregidores, al sustituirlos por funcionarios peninsulares que
absorvieron sus atribuciones políticas y administrativas.

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