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Esta es una sugerencia de cómo realizar el trabajo de Doce Pasos. A los miembros del Grupo
Crecimiento nos ha provocado resultados milagrosos.
2. La principal recomendación que le hacemos es que la siguiente práctica debe hacerse con el
Corazón, para que la emoción no nos engañe ni el intelecto. Exponga libremente, sin temor ni
vergüenza todo lo que se le pide.
3. Lo escrito por nosotros es un secreto. Solo usted debe saberlo y el confidente nada más. No
debemos inventariar a los demás. Nos conformamos con inventariarnos a nosotros mismos.
4. Esta guía está diseñada para que realice el inventario en su computadora. Si tiene que hacerlo
en un cuaderno, le recomendamos que escriba primero la pregunta y luego la respuesta. Deje
espacio en blanco entre una respuesta y la siguiente pregunta por si luego recuerda algo
importante. Generalmente, las cosas empiezan a salir de manera natural y debemos estar atentos
a la información que sale de nuestro más profundo interior.
6. Debes estar claro de los tres pasos anteriores porque la práctica de estos va a ser necesario
ahora que requiere más disciplina en este proceso.
7. Para realizar esta importante práctica no se debe correr. No se trata de una competencia con
nadie, ni con usted mismo. Sin embargo, vaya haciendo lo que se le pide de manera constante.
9. Siga las indicaciones del manual “CÓMO SUPERAR EL PROBLEMA REAL DE UNO MISMO”.
Examen preliminar de conducta con respecto a los instintos primarios sexuales, de seguridad y
sociales. De 8 a 12 años.
INSTINTO SEXUAL
1. ¿Fue mi primera experiencia con el sexo antes de los seis u ocho años? ¿Qué pasó?
2. ¿Se me dijo que era pecado todo lo referente al sexo? ¿Qué pasó?
3. ¿En esa edad observé actos sexuales de mis padres? ¿Qué pasó?
4. ¿Hice de niño actos sexuales con animales? ¿Qué paso?
5. ¿Intentó en mi niñez alguna persona de mí mismo sexo inducirme a algún tipo de acto sexual?
¿Qué pasó?
6. ¿Me deleitaba con revistas morbosas o con ilustraciones pornográficas? ¿Cómo fue?
7. ¿Gustaba de niño de juegos infantiles que culminaran en actos sexuales, reales o imaginarios?
8. ¿Me gustaba y me gusta, tocar u oler prendas íntimas del sexo opuesto?
1. Durante mi niñez, ¿era propicio el medio ambiente para el desarrollo de mi personalidad? ¿Por
qué?
2. ¿Participé en actividades cívicas y religiosas de mi comunidad? ¿Cómo y por qué?
3. ¿Me sentí relegado en los juegos comunales? ¿Por qué?
4. Durante mi niñez, ¿fue cordial y afectuoso mi medio familiar? ¿Por qué?
5. ¿Soy hijo de padres desavenidos o de madre soltera?
6. ¿Acepté la autoridad de mis padres, maestros y superiores?
7. ¿Conviví sanamente con mis compañeros de escuela? ¿Por qué?
8. ¿Viví reprimido en mi niñez? ¿Por qué?
- 08-01-2018 -14:58pm
AL HACER NUESTRO INVENTARIO ES NECESARIO EXAMINARNOS EN RELACIÓN CON
LOS SIGUIENTES TEMAS
1. Una consideración honrada y cabal de los cuatro puntos arriba mencionados, relacionándolos a
nuestro pasado y a nuestro presente.
2. No omitir nada por el hecho de que nos cause vergüenza, embarazo o miedo. La manera más
fácil de empezar es preguntándonos: “¿Qué es lo más grave que he hecho?
3. Determinar en particular las actitudes, los deseos y los móviles que nos causan malestar.
4. El inventario ha de hacerse por escrito. Queremos enfrentarnos a él. Puede ser destruido
después si nos parece.
5. Hacer una relación de lo que corresponde al deber, así como al hacer. Reedificaremos
basándonos en nuestro haber. Por ejemplo:
a. Saber distinguir entre el bien el mal.
b. Tener buen corazón y amar a nuestro prójimo.
c. Tener el deseo de obrar bien.
d. Ver con claridad nuestros defectos y nuestros fracasos.
d. ¿Correspondo con toda honradez con mi trabajo al pago que por desempeño se me da?
e. ¿Cómo empleo el dinero que gano?
f. ¿Soy tacaño con mi familia?
g. ¿Siento apego al dinero en sí?
h. ¿Soy tacaño con los Alcohólicos Anónimos?
i. ¿Hasta qué grado llega mi amor al lujo?
j. ¿En qué forma ahorro el dinero?
k. ¿Me valgo de trampas o me detiene el hecho de que un negocio no sea muy limpio con tal de
hacer y ganar dinero?
l. ¿Trato de engañarme a mí mismo y cierro los ojos en casos como estos?
m. ¿Le llamo ahorro a lo que sé que es tacañería?
n. Cuando se trata de negocios que pueden dejarme utilidades considerables, pero que
obviamente son de mala fe, ¿trato de justificarme diciendo que “son negocios de gran
envergadura”?
o. ¿Confundo lo que es un atesoramiento irrazonable con lo que se es asegurar el porvenir propio
y de mi familia?
p. Si en la actualidad no tengo dinero, ni algún bien económico, ¿qué me propongo hacer para
llegar a tenerlo? ¿Me valdría de medios poco limpios para lograrlo?
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VOLUNTABLE
REALIZADO POR EBER ZARATE ENERO 2018 6
GUIA PARA REALIZAR CUARTO PASO AA
f. ¿Califico de presumidos a quienes son bien educados o instruidos porque les envidio esas
ventajas?
g. ¿Es real el aprecio que manifiesto por otros?
h. ¿Envidio a alguien por algunos de los motivos mencionados o por cualquier otro?
5. IRA (Cólera, enojo, apetito de venganza, irritación, movimiento desordenado del alma ofendida,
molestia)
a. Me dejo llevar por la ira.
b. ¿Tengo arranques de cólera?
c. ¿Siento deseos de venganza?
d. ¿Juro que esto me lo pagarán?
e. ¿Recurro a la violencia?
f. ¿Soy susceptible, sensitivo o impaciente en exceso?
g. ¿Me molesto por cualquier cosa?
h. ¿Murmuro o refunfuño?
i. ¿Ignoro que la ira es un obstáculo para el equilibrio de la personalidad y para el desarrollo
espiritual?
j. ¿Me doy cuenta de que la ira rompe el equilibrio mental y por consiguiente impide juzgar
acertadamente?
k. ¿Dejo que me manejo la ira cuando sé que me ciega a los derechos de los demás?
l. ¿Cómo puedo justificarme ni el más insignificante berrinche, cuando sé que la ira rompe la
concentración que necesito para poder cumplir con la voluntad de Dios?
m. ¿Me contagia la ira de otros que por su debilidad se molestan conmigo?
n. ¿Puedo esperar que la serenidad de Dios llegue a mi alma mientras ésta, esté sujeta a mis
actos de ira, motivados a veces por insignificancias?
6. GULA (Falta de moderación en la comida y en la bebida. Abuso del placer que Dios ha
conferido de comer y beber lo que necesitamos para nuestra subsistencia)
a. ¿Me debilito moral e intelectualmente debido a mis excesos con la comida y la bebida?
b. ¿Acostumbro a comer en exceso, esclavizándome así a los placeres de la mesa?
c. ¿Creo que el hecho de comer en exceso no afecta a la moral de mi vida?
d. ¿He comido con tal exceso que haya vomitado para luego seguir comiendo?
e. Respecto a mi manera de beber, antes de que se manifestara el alcoholismo, ¿bebía con tal
exceso que esto llegara a afectarme en algunas de las siguientes formas?
7. PEREZA (Vicio que nos aleja del trabajo, del esfuerzo. Enfermedad de la voluntad que nos
hace descuidar nuestro deber).
a. ¿Soy perezoso?
b. ¿Soy dado a la holganza o indiferente cuando se trata de cosas de orden material?
c. ¿Soy tibio o descuidado en mis oraciones?
d. ¿Desprecio la disciplina?
e. ¿Prefiero leer una novela, que algo que requiera un esfuerzo mental, como “El libro grande”,
por ejemplo?
f. ¿Soy pusilánime para llevar a cabo lo que moral o espiritualmente es difícil?
g. ¿Soy descuidado?
h. ¿Siento aversión por lo que signifique esfuerzo?
i. ¿Me distraen fácilmente las cosas de orden temporal de las cosas que son espirituales?
j. ¿Llega mi indolencia al grado de desempeñar descuidadamente mi trabajo?
INTERMEDIO.
ES CONVENIENTE IR POR PARTES EN EL DESARROLLO DE ESTA TAREA DE HACER
NUESTRO INVENTARIO, HACIENDO UNA PAUSA DESPUÉS DE CADA PARTE PARA
DESCANSAR LA MENTE Y ESTAR EN CONDICIONES DE PROSEGUIR
CONCIENZUDAMENTE COMO EL CASO REQUIERE.
G. IMPACIENCIA (Carencia de la cualidad de saber esperar con tranquilidad las cosas que
tardan. El alcohólico es un individuo que monta un caballo y galopa en muchas direcciones a la
misma vez.)
H. LA ENVIDIA
a. Mi vecino cambia de carro cada año porque le está yendo muy bien en sus negocios, pero yo
siento que me está haciendo quedar mal a mí; para tratar de salvar las apariencias, ¿hago lo
posible para ridiculizarlo?
b. Mi cuñado es un hombre dedicado a la familia, trabajador y decente, ¿digo yo de él que es un
tipo infuloso2 (de ínfulas, engreído), porque quisiera ser como él?
c. ¿No me he dicho alguna vez: “Si yo hubiese tenido las oportunidades que fulano de tal ha
tenido, estaría tan bien o mejor que él?”
I. HIPOCRESÍA (Vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad que uno no tiene)
a. Cuando bebía, ¿usaba el obsequio valioso a la esposa para calmar la tormenta que desataba
con mis borracheras?
b. ¿Continúo usando este soborno a mi esposa en A.A.?
c. ¿Me compré un traje diciéndome a mí mismo que lo necesitaba porque mi trabajo requiere que
esté siempre bien presentado, pero a mi esposa y a mis hijos no les habría caído bien algo de
ropa nueva y hasta de comida?
d. El miembro de A.A. que deja pasmados a los de su grupo con sus profundos conocimientos,
pero que no tiene un minuto de su tiempo para dedicarlo a su familia, ¿soy uno de éstos?
e. ¿Hasta qué grado es real lo que pretendo ser ante los demás?
J. MOROSIDAD (Lentitud, tardanza en hacer una cosa. Posponer las cosas que sabe uno que
tiene que hacer. Dejar las cosas para mañana).
a. ¿Ha habido cosas sin importancia, pero que tenía que hacer, las cuales dejé para después,
hasta el momento en que ya me fue imposible hacerlas?
b. ¿Contribuyó a mi última borrachera la acumulación de una serie de cosas que tenía que hacer,
pero que no llegué a hacerlas?
c. ¿Me mimo haciendo las cosas “a mi modo” o trato de que haya orden y disciplina en el
desempeño de mis obligaciones cotidianas?
d. ¿Desempeño a gusto los encargos que se me hacen?
e. ¿O creo que me están cargando la mano o es que soy demasiado flojo y orgulloso?
2
Infuloso: Vanidad u orgullo que muestra una persona acerca de sus propios bienes, actos o cualidades.
"ínfulas patrióticas; ínfulas de grandeza; no es más que un tonto con ínfulas de gran señor"(INFULAS)
REALIZADO POR EBER ZARATE ENERO 2018 11
GUIA PARA REALIZAR CUARTO PASO AA
f. ¿Creo que las cosas triviales (regulares, diarias) se vuelven importantes cuando se hacen por
amor a Dios?
Estaba avergonzado. El inventario reveló un hombre que tras su ira era pequeño y
temeroso. “¿Que voy a hacer con ese tipo?”, me pregunté y “¿Ahora cómo actuaré?”, seguí.
Porque si el resentimiento no era la salida ante el miedo y si el miedo no era la base para una
vida venturosa, ¿cuál era la respuesta apropiada ante una situación que me atemorizara? ¿Sobre
qué construiría mi vida? Me arrodillé ante Ti. Pedí Tu guía desesperadamente. “Confía”, fue Tú
palabra. “Yo estoy contigo en tu temor”, fue Tu respuesta.
El inventario que hice en el Cuarto Paso reveló que más allá de las sustancias mi problema era
yo mismo, como me dijo el consejero. Yo era el que tenía que cambiar. Sin embargo, como ya en
el Primer Paso había reconocido que no era buen administrador de mi vida; en el Segundo
Paso había comenzado a creer en Ti; y en el Tercer Paso Te entregué mi vida y mi voluntad; en
el Cuarto Paso recurrí a Ti con más ganas que nunca y deposité en Ti mi confianza. Así con cada
paso me acercaste más a Ti y luego me diste una vida como yo jamás la imaginé. ¿Cómo no te
voy a agradecer?
……………………………………
Me ayuda muchísimo conocer, estar consciente, de los Principios Espirituales que he practicado y
que han pasado a formar parte de mi vida. Tengo que estar muy claro en ello porque en
ocasiones pienso que soy como era antes de entrar en recuperación y no es cierto. He cambiado
para bien y tener presentes los principios espirituales que practico ayuda a mi autoestima.
1. Honestidad: La verdad sobre quién soy, lo que hago, lo que pienso y siento. La practiqué
en el Primer Paso con la admisión de mi impotencia ante la adicción y aumentó
dramáticamente con el conocimiento de mi mismo en el Cuarto Paso. Fue dolorosa,
agridulce, pero necesaria para mi recuperación. Tenía que conocer el problema para
solucionarlo y el problema era en un primer paso la adicción pero ella era sólo un síntoma
de una enfermedad mayor que era mi personalidad. En el Cuarto Paso comencé a conocer
mi personalidad, sus luces y sus sombras. Esto me hizo honesto, conocí mi verdad.
2. Fe: No podía verme sin la ayuda de Dios. Era muy difícil para mí atravesar la armadura de
la negación y la falsa identidad que había construido. Descansé en el Poder Superior para
que me diera la fortaleza necesaria para sobreponer estas barreras y así ver mi verdad
oculta tras ellas. Creí, sin saber por qué, que era necesario llevar a cabo un inventario
personal y que en efecto, esa era la voluntad de mi Poder Superior. Al hacerlo aumenté la
entrega que inicié en el Tercer Paso.
3. Buena Voluntad: Demostré con todo lo anterior, con mi honestidad y mi fe, que tenía la
mente abierta a nuevas ideas, que le daba la bienvenida a cosas distintas y diferentes con
tal de cambiar y lograr una nueva vida. Si había que creer, creía, si tenía que tener fe, la
tenía, si valor, lo buscaba.
4. Valor: El valor que se requiere para llevar a cabo este inventario no se debe
subestimar. Muy pocas personas emprenden una tarea como ésta. No es fácil.
Descansar en Dios y dejar el miedo atrás para conocerme y ver los aspectos
negativos y positivos de mi personalidad fue un logro inmenso.
5. Amor: Dice en la literatura que el inventario es uno de los actos más amorosos que
podemos hacer hacia nosotros mismos. Es cierto. Al conocer mi verdad y descubrirla me
liberé de las garras de la adicción. Ella utilizaba el miedo para someterme. Con él condujo
mi vista hacia mis defectos, los agrandó y me hizo sentir incapaz e impotente. Pero luego
del inventario pude ver no sólo su manipulación y su astucia sino también la otra parte de
mí: mis sueños, mis ilusiones, mi bondad. Era una buena persona con una terrible
enfermedad y luego del inventario podría dejar atrás algunos de mis defectos y
emprender el camino hacia mis ilusiones y mis sueños.
7. Integridad: Al descubrir mis valores, lo que valía la pena para mí, estuve dispuesto a
practicarlos. Con el Poder Superior recién adquirido no tenía ya razón para evadir la vida y
participar de ella orgulloso de ser quien era con mis defectos y virtudes. Entonces mis
acciones fueron coherentes con mis valores y descubrí el valor de ser de una sola pieza
por dentro y por fuera. Ya no tenía que avergonzarme pues era coherente.
¿Cómo te fue a ti con esos Principios Espirituales? ¿Fue el Cuarto Paso, el inventario personal un
acto de amor hacia ti? Comparte tu experiencia en los comentarios.
*** Esta es la cuarta entrada de una serie sobre los Principios Espirituales contenidos en los Doce
Pasos, según el It Works How and Why, (1993).
………………………………….
Aquí cinco principios espirituales que prácticas en el Primer Paso de los Doce Pasos:
3. Rendición. Es cuando dejas de luchar contra la adicción y admites sin reserva alguna, sin
condiciones, que no puedes controlar tu consumo o dependencia de alguna persona, lugar
o cosa.
4. Mente abierta. Es la buena voluntad o disposición que muestras cuando sigues las
sugerencias de tu padrino o del grupo y haces las cosas de una manera diferente.
5. Valor. Es cuando eres capaz de ser honesto, admites que tienes un problema, te rindes
ante esa realidad, buscas ayuda y haces las cosas de una manera diferente.
La impotencia, la honestidad y la rendición van de la mano. Primero eres impotente. Esto quizás
te conduce al “regalo de la desesperación” y te obliga a ver con honestidad tu realidad: tu
incapacidad y falta de poder. Ante esa realidad te rindes, la reconoces como un problema y con
……………………………………….
El Segundo Paso: “llegamos a creer que un Poder Superior podía devolvernos el sano juicio”, fue
conmovedor para mí. En él tuve que practicar principios espirituales que abandoné temprano en
la adolescencia: la esperanza y la fe. Volver a recuperar esos principios espirituales requirió de
humildad y honestidad, principios espirituales que también me eran extraños pero que ya había
comenzado a practicar en el Primer Paso. Gracias a ellos tuve en el Segundo Paso la
receptividad necesaria para darle alguna credibilidad a aquello que llamaban un Poder Superior y
a mí me recordaba demasiado a Dios. Fue clave en este Segundo Paso de los Doce pasos mi
accidental encuentro con mi amigo de rodillas. Eso me chocó. También el unirme a los
compañeros de las reuniones orando abrazados en un círculo me llenó de una fuerza que me
intrigó y quise conocerla. Por último el texto dirigido a los agnósticos en el Libro Grande de
Alcohólicos Anónimos (1993), p. 41 – 53, me llevó a reevaluar mis argumentos “inteligentes”
sobre la existencia de una dimensión espiritual y a “ponerme bruto” para aprender y crecer. Aquí
los principios espirituales que practiqué en el Segundo Paso:
1. Esperanza. Fue cuando consideré la posibilidad de que algo más grande que yo tenía
poder para liberarme de mi obsesión y compulsión. Fíjate que se trataba sólo de
sostener la posibilidad, que ni siquiera se trataba de creer en un Poder Superior, sino de
que podía ser que sí, que de hecho existiera algo que capaz de trabajar en mí y
removerme la obsesión y la compulsión que caracterizaban la adicción que me mataba.
2. Honestidad. Siempre admití que creía sin creer, que actuaba “como si creyera” para ver
qué efecto tenía en mí y comprobar de esa manera si, como decían en la literatura y en las
reuniones, aquello de un Poder Superior funcionaba. Era importante reconocer mis dudas
para aclararlas.
4. Fe. “La creencia en algo intangible.” Así la define el It Works How and Why (1993), p. 20.
Imagínate, yo que no creía ni en lo que veía, que iba a creer en algo más allá ¡intangible.
Pero la desesperación era grande y mi receptividad también. Estaba profundamente
rendido sin saberlo y si tenía que creer en algo y eso se llamaba fe pues, pa’lante como
decimos aquí. Así coloqué mi fe en un crucifijo y comencé a orar como si mi vida estuviera
en juego.
……………………………………………………………..
Aquí algunos de los principios espirituales que practiqué en el Tercer Paso de los Doce Pasos,
cuando le entregué mi vida y mi voluntad al Poder Superior.
2. Disposición. Era evidente mi disposición, estaba agotado de controlar todos los sucesos
de mi vida y me salí del medio, solté el egocentrismo, esa manía de que todo giraba
alrededor mío y entregué el control al Poder Superior. Pensé que El sabría administrar mi
vida mejor que yo y estuve dispuesto a seguir su voluntad. Me sentí aliviado tan pronto lo
hice. Dejar mi vida y mi voluntad en las manos de Dios fue como desprenderme de un
peso inmenso que me oprimía y asfixiaba hacía años.
4. Rendición. La rendición del Primer Paso fue más profunda cuando reconocí en el Tercer
Paso que no sólo no podía contra la obsesión y la compulsión sino que tampoco
podía manejar mi vida. Bastó observar mi pasado inmediato para reconocer que era
incapaz de hacerlo. Puse mi vida en manos de Dios porque tenía que hacerlo, sin saber
qué iba a suceder o cómo iba a ser pero convencido de que yo no podía más. ¡Eso fue
soltar!
5. Libertad. Una cosa maravillosa que tienen los Doce Pasos es la libertad. En ningún
momento nadie me obligó a creer ni a entregar. Tomé la decisión de entregar mi vida y mi
voluntad a un Poder Superior, basado en lo que vi en mi vida, en lo que vi en la vida de
compañeros en recuperación y en lo que leí en la literatura de Doce Pasos. Asumí la
responsabilidad de creer y de poner mi vida y mi voluntad en las manos de un Poder
Superior que yo escogí.
Creer es un proceso y no hay forma de hacer un paso perfecto. Los pasos los podrás practicar
una y otra vez toda tu vida de recuperación. Se trata de actuar constructivamente basado en
principios espirituales. Al ver los resultados aumentará tu fe.
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Hasta este momento había vivido encerrado, escondido tras una máscara. Lo sabía sin lugar a
dudas pues ya había trabajado el Cuarto Paso. Para librarme de la máscara tenía compartí mi
inventario con otro ser humano. Yo escogí para eso a mi padrino, Eddie quien también era mi
primo y padrino de bautismo. Estaba aterrado. Postergué la primera cita varias veces. Pero “las
máscaras tienen que caer” y tuve que dar cara y compartí él mi Cuarto Paso a pesar del miedo,
confiando en que hacerlo era la voluntad de Dios para mí.
Con el Quinto Paso profundicé los Principios Espirituales trabajados hasta ese momento en los
pasos anteriores.
2. Valor. Me sobrepuse al miedo y la vergüenza y estuve dispuesto a admitir mis errores ante
el padrino. Durante ese proceso volví a sentir miedo una y otra vez y sin embargo y a
pesar de él seguí hacia adelante.
3. Entrega. Cada vez que iba a compartir con mi padrino me puse en las manos de mi Poder
Superior y “eché pa’lante”. Admití la naturaleza exacta de mis errores con otro, sin
entender por qué debía ser así y dudando mucho sobre la efectividad de hacerlo. Me
bastó con saber por la literatura que esa era la voluntad de Dios para mí y que
probaba mi entrega a Él con actos. Éste era uno de ellos.
5. Buena voluntad y disposición. Esperé lo mejor del Programa de Doce Pasos y de Dios.
Di por sentado que el cambio era bueno y necesario para mí y estuve dispuesto a
trabajarlo como fuera necesario.
3
http://www.principiosespirituales.com/principios-espirituales-que-mas-han-ayudado
REALIZADO POR EBER ZARATE ENERO 2018 18
GUIA PARA REALIZAR CUARTO PASO AA
6. Humildad. Admití ante otro ser humano, ante mí, y ante Dios mi realidad, mi verdad, mis
motivaciones ocultas y encontré que no era tan grande ni tan importante como yo pensaba.
Era más bien temeroso, vulnerable y necesitaba mucho amor.
7. Pertenencia, hermandad. Cuando descubrí que era otro ser humano más, con defectos y
virtudes, y que mi padrino me aceptaba tal y como era, experimenté la compasión y me
sentí por primera vez en mi vida parte de la raza humana. Comprendí que para
intimar tenía que dejarme ver como era, sin máscaras. El beneficio de sobreponerse
al miedo y ser honesto era la relación, la salida de la soledad y la aislación, algo que
nunca antes hice, algo nuevo para mí.
La experiencia de compartir con otro ser humano y con Dios la naturaleza exacta de mis defectos
de carácter marcó un cambio de paradigma, un giro total, en mi vida. Gracias al amor que recibí
de mi padrino, que fue una recompensa valiosísima, vi lo absurdo del temor que me agarraba a la
mentira de pretender ser otro y me mantenía solo y aislado. Desde entonces he sido valiente al
compartir mi verdad y siempre, pero siempre, he recibido tremendas recompensas como premio
por ser honesto y verdadero. Las mayores: la intimidad, los buenos amigos, la paz.
¿Cómo te fue a ti con el Quinto Paso? ¿Qué Principios Espirituales practicaste? ¿Cuáles te
afectaron más? Déjalo saber en los comentarios.
……………………………………………………………………..
Aquí las respuestas de ustedes a mi última pregunta: ¿qué principios espirituales te han ayudado
más en recuperación? Por sus respuestas parece ser que la fe es el Principio Espiritual que nos
sostiene en recuperación seguido por la rendición, la humildad, la honestidad y el valor. Si lo
piensas hace sentido pues no sólo necesitamos fe en un Poder Superior sino en el mismo
programa de Doce Pasos para recuperarnos. Tanto es así que podemos tener la certeza de que
los Doce Pasos funcionan y sin embargo no rendirnos porque carecemos de la humildad y
honestidad necesarias para reconocer la enfermedad, admitir sus consecuencias y
acometer los cambios necesarios en nuestras vidas.
Estos son los Principios Espirituales más útiles, ordenados de acuerdo a la cantidad de veces
que los nombraron quienes contestaron. A la derecha aparece el número de veces que los
mencionaron.
Fe 20
Rendición 15
4
http://www.principiosespirituales.com/principios-espirituales-que-mas-han-ayudado
REALIZADO POR EBER ZARATE ENERO 2018 19
GUIA PARA REALIZAR CUARTO PASO AA
Humildad 13
Honestidad 10
Valor 9
Buena voluntad 7
Receptividad 7
Responsabilidad 7
Aceptación 7
Servicio 4
Esperanza 3
Amor 3
Anonimato 3
Perseverancia 2
Confianza 2
Perdón 2
Desafortunadamente es mucho más fácil reconocer la enfermedad y los defectos de carácter que
pasar por el trabajo de la recuperación y la práctica de los Principios Espirituales. Tanto es así
que las respuestas y los comentarios sobre los defectos de carácter triplican los relacionados con
los principios espirituales5.
5
http://www.principiosespirituales.com/principios-espirituales-que-mas-han-ayudado
REALIZADO POR EBER ZARATE ENERO 2018 20