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Modelamiento geomecánico: 2D y 3D
Diseño y Supervisión obras subterráneas:
túneles y minas
Sucursal del Perú Estudio patologías
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Lima
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ÍNDICE
1. PREFACIO .................................................................................................. 3
2. INTRODUCCION ........................................................................................ 4
Hoy en día existe una metodología internacionalmente aceptada para el estudio y diseño de
las obras subterráneas excavadas en roca. Los pasos a seguir para la caracterización del
macizo rocoso y los modelos de análisis son comunes entre los ingenieros del mundo entero
de tal forma que existe ya un vocabulario común (entendible por cualquier proyectista y
contratista de obras subterráneas). La evaluación empírica del sostenimiento de obras
subterráneas se realiza empleando las CLASIFICACIONES GEOMECANICAS RMR y Q,
una puntuación del macizo rocoso en base al cual se establecen diversas categorías de
sostenimiento. El análisis de gabinete empieza por una caracterización y evaluación inicial de
la estabilidad y el sostenimiento a partir de estas clasificaciones geomecánicas así como una
posterior validación mediante métodos numéricos.
Figura 1: Después de la voladura y el saneo el especialista pasa a realizar el levantamiento del frente. Túnel
de Churriana, Málaga España
3
2. INTRODUCCION
Las clasificaciones geomecánicas (en inglés “Rock Mass Classification”) tienen por objeto
caracterizar ingenierilmente un determinado macizo rocoso y evaluar unas necesidades de
sostenimiento en función de una serie de parámetros a los que se les asigna un cierto valor.
Clasificar geomecánicamente una masa o macizo rocoso consiste en otorgarle una puntuación
según una metodología o criterio preestablecido. Una vez puntuado el macizo, se clasifica en
una categoría de entre varias existentes en función del rango de puntos. Es crucial considerar
que cada una de estas categorías se puede traducir en una serie de recomendaciones sobre
longitud de pase, tiempo de estabilidad de los vanos, necesidades y tipos de sostenimiento,
etc.
Entre las distintas clasificaciones para túneles propuestas hasta el presente sobresalen las de
TERZAGHI (1946), LAUFFER (1958), DEERE et al (1967), WICKHAM et al (1972),
BENIAWSKI (1973) y BARTON et al (1974). De ellas solamente las dos últimas
proporcionan procedimientos cuantitativos aplicables a los modernos sistemas de
sostenimiento y construcción de túneles. Dichos métodos parten de la combinación de algunos
de los siguientes parámetros del macizo rocoso:
• RQD.
• Espaciado de discontinuidades.
• Filtraciones.
4
• Estado tensional.
Las clasificaciones son una herramienta muy útil en el diseño y construcción de obras
subterráneas, pero debe ser usada con cuidado para su correcta aplicación, pues exige
conocimientos y experiencia por parte de quien la utiliza.
En los esquemas que siguen se muestran las actividades concretas a efectuar en las dos etapas
que se han considerado.
Etapa de Proyecto.- Las actividades típicas que se realizan durante el Proyecto en relación
con las Clasificaciones Geomecánicas son las siguientes:
Etapa de obra.- Durante la Obra las Clasificaciones Geomecánicas se usan según se explica a
continuación:
5
• Es necesario tener previstos varios tipos de sostenimiento y los criterios para aplicar
cada uno de ellos. Generalmente estos deberán venir incluidos en el Proyecto
Constructivo del túnel o de la mina.
• En función del índice de calidad obtenido y de otros criterios que pudiera haber
definidos (algunos pueden basarse en experiencias locales, proyectista, condicionantes
específicos, etc.), aplicar el tipo de sostenimiento correspondientes
REGISTRO GEOTÉCNICO DEL FRENTE EN AVANCE
Actividades en curso:
GEOLOGÍA: Clave
5m
E
s 4m
c
3m
a
l 2m
a 1m
1m 2m 3m 4m 5m 6m 7m 8m 9m 10 m 11 m 12 m 13 m 14 m
Escala
AVANCE PROPUESTO:
OBSERVACIONES:
Realizado: Supervisado:
Nº FICHA
Fecha: Fecha:
Figura 2: Estadillo en bruto para ambos RMR y Q en un frente de túnel por Nuevo Método Austriaco.
Fuente: Geoconsult 2009
6
3. CLASIFICACIÓN GEOMECÁNICA RMR (BIENIAWSKI)
El sistema de clasificación Rock Mass Rating o sistema RMR fue desarrollado por Z.T.
Bieniawski (2) durante los años 1972-73, y ha sido modificado en 1976 y 1979, en base a más de
300 casos reales de túneles, cavernas, taludes y cimentaciones. Actualmente se usa la edición de
1989, que coincide sustancialmente con la de 1979.
Para determinar el índice RMR de calidad de la roca se hace uso de los seis parámetros
del terreno siguientes:
5) La presencia de agua
El RMR se obtiene como suma de unas puntuaciones que corresponden a los valores de
cada uno de los seis parámetros enumerados. El valor del RMR oscila entre 0 y 100, y es mayor
cuanto mejor es la calidad de la roca. Bieniawski distingue cinco tipos o clases de roca según el
valor del RMR:
En las tablas adjuntas se indican los criterios de valoración utilizados para los distintos
parámetros. Hay que hacer las siguientes consideraciones:
• 2) RQD: Tiene una valoración máxima de 20 puntos. Se denomina RQD de un cierto tramo
de un sondeo a la relación en tanto por ciento entre la suma de las longitudes de los trozos de
testigo mayores de 10 cm y la longitud total del sondeo.
• 4) ESTADO DE LAS DIACLASAS: Es el parámetro que más influye, con una valoración
máxima de 30 puntos. Pueden aplicarse los criterios generales de la tabla 1 o bien aplicar la tabla
5, en la que el estado de las diaclasas se descompone en otros cinco parámetros: persistencia,
apertura, rugosidad, relleno y alteración de la junta.
Para cada clase de roca, Bieniawski propone una cuantía de sostenimiento y un método
de excavación. Esta tabla es aplicable a túneles excavados en roca mediante perforación y
voladura, con anchura o vano comprendido entre 5 y 10 metros.
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1 Resistenci Ensayo >10 4-10 2-4 1-2 --
a de la carga
roca sana puntual
(MPa)
Compr. >250 100-250 50-100 25-50 5-25 1-5 <
simple 1
Valoración 15 12 7 4 2 1 0
Valoración 20 17 13 8 3
Valoración 20 15 10 8 5
Presencia Caudal Nulo <10 l/min 10-25 l/min 25-125 >125 l/min
en 10m l/min
túnel
de σw/σ3 0 0-0.1 0.1-0.2 0.2-0.5 >0.5
9
Dirección perpendicular al eje del túnel Dirección paralela al eje del Buzamiento.
túnel 0 - 20°
Cualquier
dirección
Exc. a favor buzamiento Exc. contra buzamiento
Buz.>45° Buzamien: Buz.>45° Buzamien: Buz.>45° Buzamien:
20-45° 20-45° 20-45°
Muy Favorable Medio Desfavo- Muy des- Medio Desfavorabl
favorable rable favorable e
Tabla 3: Clasif. Geomec. Bieniawski: Orientación de las diaclasas
CLASE I II III IV V
CALIDAD Muy buena Buena Media Mala Muy mala
RMR 81-100 61-80 41-60 21-40 0-20
Tiempo de estabilidad y 10 años 6 meses 1 semana 10 horas 30 minutos
longitud del vano 5 metros 8 metros 5 metros 2.5 metros 1 metro
Cohesión (MPa) >0.4 0.3-0.4 0.2-0.3 0.1-0.2 <0.1
Rozamiento >45° 35-45° 25-35° 15-25° 15°
Tabla 4: Clasif. Geomec. Bieniawski: Clasificación y características
PARÁMETRO VALORACIÓN
Persistencia <1 m 1-3 m 3-10 m 10-20 m >20 m
6 4 2 1 0
Apertura Nada <0.1 mm 0.1-1.0 mm 1-5 mm >5 mm
6 5 4 1 0
Rugosidad Muy rugosa Rugosa Ligeramente Ondulada Suave
rugosa
6 5 3 1 0
Ninguno Relleno duro Relleno blando
Relleno <5 mm >5 mm <5 mm >5 mm
6 4 2 2 0
Alteración Inalterado Ligeramente Moderadam. Muy alterado Descom-
alterado alterado puesto
6 5 3 1 0
Tabla 5: Guía para valorar el estado de las discontinuidades (según Bieniawski)
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4. CLASIFICACION GEOMECÁNICA Q
El Sistema-Q o Clasificación de Barton fue desarrollado en Noruega en 1974 por Barton, Lien y
Lunde, del Instituto Geotécnico Noruego. Se basó su estudio en el análisis de cientos de casos de
túneles construidos principalmente en Escandinavia.
• RQD es el índice Rock Quality Designation, es decir, la relación en tanto por ciento entre la
suma de longitudes de testigo de un sondeo mayores de 10 cm y la longitud total. Barton indica
que basta tomar el RQD en incrementos de 5 en 5, y que como mínimo tomar RQD=10.
• Jn varía entre 0.5 y 20, y depende del número de familias de juntas que hay en el macizo.
• Ja varía entre 0.75 y 20, y depende del grado de alteración de las paredes de las juntas de la
roca.
• SRF son las iniciales de Stress Reduction Factor, y depende del estado tensional de la roca
que atraviesa el túnel.
Para la obtención de cada uno de los cinco últimos parámetros, Barton aporta unas tablas
donde se obtienen los valores correspondientes en función de descripciones generales del macizo
rocoso.
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A continuación se indica el modo de valorar los diferentes parámetros
B Mala 25-50
C Media 50-75
D Buena 75-90
E Excelente 90-100
Notas:
Cuando se obtienen valores del RQD inferiores o iguales a 10, se toma un valor de 10 para calcular el
índice Q.
Los intervalos de 5 unidades para el RQD, es decir, 100, 95,90, etc. tienen suficiente precisión.
Notas:
En intersecciones de túneles se utiliza la expresión (3Jn)
En las bocas de los túneles se utiliza la expresión (2Jn)
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Contacto entre las dos caras de la discontinuidad.
Contacto entre las dos caras de la discontinuidad ante un desplazamiento cortante inferior a 10
cm.
A Diaclasas discontinuas 4
Notas:
Las descripciones se refieren a caracterizaciones a pequeña escala y escala intermedia, por este
orden.
H Zona que contiene minerales arcillosos con un espesor suficiente para 1,0
impedir el contacto de las caras de la discontinuidad.
Notas:
En el caso de diaclasas planas perfectamente lisas que presenten lineaciones, y que dichas
lineaciones estén orientadas según la dirección de mínima resistencia, se puede utilizar el valor
Jr = 0,5
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φ Ja
D Recubrimientos de arcillas limosas o arenosas. Fracción pequeña de arcilla (no 20º- 3,0
blanda) 25º
E Recubrimientos de arcillas blandas o de baja fricción, es decir, caolinita o mica. 8º- 4,0
También clorita, talco, yeso, grafito, etc., y pequeñas cantidades de arcillas 16º
expansivas
Contacto entre los planos de la discontinuidad ante un desplazamiento cortante inferior a 10 cm (minerales
de relleno en pequeños espesores)
J Rellenos de arcillas expansivas, es decir, tipo montmorillonita (continuos, pero 6º- 8-12
con espesores inferiores a 5mm). El valor de Ja depende del porcentaje de 12º
partículas con tamaños similares a los de las arcillas expansivas.
No se produce contacto entre los planos de la discontinuidad ante un desplazamiento cortante (rellenos de
mineral de gran espesor)
K,L,M Zonas o bandas de roca desintegrada o triturada y arcillas (ver G,H, y J para las 6º- 6,8 ó
descripción de las condiciones de las arcillas) 24º 8-12
O,P,R Zonas o bandas continuas de arcilla, de espesor grueso (ver clases G, H y J, para 6º- 10,13 ó
la descripción de las condiciones de las arcillas) 24º 13-20
Tabla 9: Valoración del índice de alteración de las discontinuidades Ja, en la clasificación Q de Barton.
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Los valores expresados para los parámetros Jr y Ja se aplican a las familias de diaclasas o
discontinuidades que son menos favorables con relación a la estabilidad, tanto por la
orientación de las mismas como por su resistencia al corte (esta resistencia puede evaluarse
mediante la expresión: Т ≈ σn tg-1(Jr /Ja).
Presión de agua Jw
(Kg/cm2)
A Excavaciones secas o pequeñas afluencias, inferiores a 5 <1 1,0
l/min, de forma localizada
B Afluencia a presión media, con lavado ocasional de los 1-2,5 0,66
rellenos de las discontinuidades
C Afluencia importante o presión alta en rocas competentes con 2,5-10 0,5
discontinuidades sin relleno
D Afluencia importante o presión alta, produciéndose un lavado 2,5-10 0,33
considerable de los rellenos de las diaclasas
E Afluencia excepcionalmente alta o presión elevada en el >10 0,2-0,1
momento de realizar las voladuras, decreciendo con el tiempo
F Afluencia excepcionalmente alta, o presión elevada de >10 0,1-0,05
carácter persistente, sin disminución apreciable
Notas:
Los valores de las clases C, D, E y F son meramente estimativos. Si se acometen medidas de drenaje,
puede incrementarse el valor Jw
No se han considerado los problemas especiales derivados de la formación de hielo
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SRF
Las zonas débiles intersectan a la excavación, pudiendo producirse desprendimientos de roca a medida que la excavación del túnel va avanzando
A Múltiples zonas débiles, conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente, roca de contorno muy suelta (a cualquier profundidad) 10
B Zonas débiles aisladas, conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente (profundidad de la excavación ≤ 50 m) 5
C Zonas débiles aisladas, conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente (profundidad de la excavación > 50m) 2,5
D Múltiples zonas de fracturas en roca competente (libre de arcillas), roca de contorno suelta (a cualquier profundidad) 7,5
E Zonas de fractura aisladas en roca competente (libre de arcillas) (profundidad de excavación ≤ 50 m) 5,0
F Zonas de fractura aisladas en roca competente (libre de arcillas) (profundidad de excavación > 50 m) 2,5
G Terreno suelto, diaclasas abiertas, fuertemente fracturado, en terrones, etc. (a cualquier profundidad) 5,0
Nota: Se reducen los valores expresados del SRF entre un 20-50% si las zonas de fracturas solo ejercen cierta influencia pero no intersectan a la excavación.
Rocas competentes, problemas tensionales en las rocas σc/σ1 σθ /σc SRF
H Tensiones pequeñas cerca de la superficie, diaclasas abiertas >200 <0,001 2,5
J Tensiones medias, condiciones tensionales favorables 200-10 0,01-0,3 1
K Tensiones elevadas, estructura muy compacta. Normalmente favorable para la estabilidad, puede ser desfavorable para la 10-5 0,3-0,4 0,5-2
estabilidad de los hastiales
L Lajamiento moderado de la roca después de 1 hora en rocas masivas 5-3 0,5-0,65 5-50
M Lajamiento y estallido de la roca después de algunos minutos en rocas masivas 3-2 0,65-1 50-200
N Estallidos violentos de la roca (deformación explosiva) y deformaciones dinámicas inmediatas en rocas masivas <2 >1 200-400
Notas:
Si se comprueba la existencia de campos tensionales fuertemente anisótropos: cuando 5≤σ1/σ3≤10, se disminuye el parámetro σc hasta 0,75σc; si σ1/σ3>10, se tomará el valor 0,5 σc, σc es
resistencia a compresión simple, σ1 y σ3 son las tensiones principales mayor y menor y σθ es la tensión tangencial máxima, estimada a partir de la teoría de la elasticidad.
En los casos en los que la profundidad de la clave del túnel es menor que la anchura de la excavación, se sugiere aumentar el valor del factor SRF entre 2,5 y 5 unidades (véase clase H)
Rocas deformables: flujo plástico de roca incompetente sometida a altas presiones litostáticas σθ /σc SRF
O Presión de deformación baja 1-5 5-10
P Presión de deformación alta >5 10-20
Notas:
Los fenómenos de deformación o fluencia de rocas suelen ocurrir a profundidades H>350Q1/3 (SINGH et alii., 1992). La resistencia compresión del macizo rocoso puede estimarse mediante la
expresión: q(MPa)≈7·γ·Q1/3, donde γ es la densidad de la roca en g/cm3 (Singh,1993)
Rocas expansivas: actividad expansiva química dependiendo de la presencia de agua. SRF
R Presión de expansión baja 5-10
S Presión de expansión alta 10-15
16
Q = (RQD/Jn )·(Jr /Ja )·(Jw/SRF)
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Tabla 11: Valoración de las condiciones tensionales de la roca (SRF) de la clasificación Q de Barton.
4 - 10 Roca media
10 - 40 Roca buena
18
5. OTRAS CLASIFICACIONES
19
5.5 CLASIFICACIÓN RSR
Fue definida por Wickham et al en 1972, y es el antecesor inmediato del sistema RMR. Se
basa en obtener un índice de calidad de la roca llamado RSR (Rock Structure Rating). El RSR
se obtiene como suma de tres parámetros: RSR = A + B + C, y tiene un valor comprendido
entre 0 y 100, al igual que el RMR.
El autor propone unas tablas de doble entrada en donde se obtienen los tres valores A, B y C.
Posteriormente aporta unas expresiones para calcular la carga de la roca sobre el
revestimiento en función del RSR y de las dimensiones del túnel.
El índice SMR para la clasificación de taludes se obtiene del índice RMR básico sumando un
factor de ajuste, que es función de la orientación de las juntas (y producto de tres subfactores)
y un factor de “excavación” que depende del método utilizado:
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F1: depende del paralelismo entre el rumbo de las juntas y de la cara del talud. Varía entre
1.00 (cuando ambos rumbos son paralelos) y 0.15 (cuando el ángulo entre ambos rumbos es
mayor de 30º y la probabilidad de rotura es muy baja).
F2 depende del buzamiento de la junta de rotura plana. En cierto sentido es una medida de la
probabilidad de la resistencia a esfuerzo cortante de la junta. Varía entre 1,00 (para juntas con
buzamiento superior a 45º) y 0,15 (para juntas con buzamiento inferior a 20º). Fue establecido
empíricamente pero puede ajustarse aproximadamente según la relación:
F2 = (tg2 bj )2
Donde bj es el buzamiento de la junta. F2 vale 1,00 para las roturas por vuelco.
F3 refleja la relación entre los buzamientos de la junta y el talud. Se han mantenido los
valores propuestos por BIENIAWSKI en 1976 que son siempre negativos:
21
FACTOR DE AJUSTE SEGÚN EL MÉTODO DE EXCAVACIÓN (ROMANA, 1985)
Método Talud natural Precorte Voladura Voladura o Voladura
suave mecánico deficiente
F4 + 15 + 10 +8 0 -8
22
6. ESTACIONES GEOMECÁNICAS. DESCRIPCION DE LOS
MACIZOS ROCOSOS
Es necesario tomar todos los datos posibles de campo, pues a menudo, no se puede volver al
punto de medición. Tal es el caso de la excavación de una galería de avance o un frente de
túnel. En otras ocasiones, es simplemente difícil o antieconómico el regresar sin causa
justificada salvo una deficiente toma de datos. La información que “traigamos” en el estadillo
debe de ser lo más completa posible.
Por otro lado estos estadillos de campo deben de llevar un formato absolutamente paralelo a la
metodología de interpretación que después seguiremos en gabinete. En los últimos años se
han puesto “de moda” estadillos de campo a partir de hojas de cálculo Excel que son
prácticamente las mismas que después tomaremos para obtener los parámetros de juntas,
matriz rocosa y macizo rocoso.
23
Figura 3: Realización de una estación geomecánica en un realce de la mina de San Marcelino, en Colmenar
Viejo.
Nótese como una persona rellena el estadillo mientras la otra aplica el esclerómetro contra la
roca. En minas de este tipo las condiciones son penosas, por lo que es muy recomendable
trabajar en parejas.
Una discontinuidad es una superficie del macizo rocoso que está abierta o puede abrirse
fácilmente a causa de tensiones inducidas por la excavación. Las superficies de discontinuidad
aparecen durante la formación de la roca (planos de estratificación, laminación, foliación,
disyunción, etc.) o posteriormente por causas tectónicas (esquistosidad, pizarrosidad y las
fracturas: fallas y las diaclasas (estas últimas denominadas vulgarmente “juntas”).
Las fracturas son planos de discontinuidad originados cuando la roca ha estado sometida a un
esfuerzo tectónico que sobrepasó su límite de rotura. Consideramos dos tipos de fracturas:
fallas y juntas. La falla se origina cuando las dos secciones que separan la fractura han sufrido
desplazamiento, una respecto de la otra, paralelamente a la fractura. La magnitud del
desplazamiento puede variar entre milímetros hasta decenas de kilómetros. Se denomina junta
cuando el desplazamiento relativo entre secciones es nulo o prácticamente nulo.
24
6.2.2 CARACTERES GEOMECÁNICOS DE LAS DISCONTINUIDADES
Figura 5: El vector que forma el lapicero marca la dirección de buzamiento (DIPDIR) y el buzamiento (DIP)
25
6.2.3 ESPACIADO
Este parámetro es de crucial importancia para los cálculos “realistas” de cuñas y para estudiar
el efecto de escala en el criterio de rotura de Hoek – Brown; no en vano este criterio es
aplicable o bien a macizos rocoso sin fracturas o bien intensamente fracturados de tal forma
que se trata de un medio continuo homogéneo y sin direcciones preferentes de anisotropía.
Figura 6: nótese el espaciado de las juntas (en este caso asociadas a una falla de tipo normal). Muralla de la
Valetta (Malta, 2011)
26
• Longitud o persistencia o continuidad
• Apertura
• Rugosidad
• Relleno
6.2.4.1 Persistencia
Figura 7: nótese la continuidad o persistencia de la junta, que abarca más de 5 metros, todo el afloramiento
visible
6.2.4.3 Rugosidad
Es la aspereza o irregularidad de la superficie de la discontinuidad. Cuanto mas rugosa sea
mayor será la resistencia de los labios de la discontinuidad. Intuitivamente tiene implicación
en la cohesión y ángulo de fricción de la junta, es decir en la denominada resistencia al corte.
La importancia de la rugosidad disminuye al aumentar la apertura, el espesor del relleno o
cualquier desplazamiento sufrido con anterioridad.
Empleamos los perfiles normalizados que indican ondulación en una parte y JRC (rugosidad)
en la otra. Bajo estas líneas presentamos uno
28
Figura 9: Perfiles normalizados para la obtención del JRC. Nótese que la escala es de 10 cm.
Figura 10: nótese la escasa rugosidad (junta plana) de la discontinuidad de la imagen. Hay que considerar el
efecto de escala en las observaciones, pues ala vista esta junta tendría un JRC de 2 para una escala de 2-3 m,
pero en una microescala de 10 cm probablemente estaría más en el rango de 6.
29
Es importante considerar los efectos de escala, dada las correcciones que deben de realizarse
después. Por tanto en los croquis de campo será crucial representar una escala grafica
6.2.4.4 Relleno
Se debe de indicar si no hay, si este es duro (filón) o de arcilla, etc. Con el espesor que deberá
más o menos coincidir con la apertura de la junta; a excepción de que sólo tengamos parte de
la junta rellena (algo no muy frecuente).
6.2.4.5 Meteorización
La meteorización de las rocas se refiere a la modificación en la composición o estructura de
una roca situada en la superficie terrestre o en sus proximidades, debido a la acción de los
agentes atmosféricos (Ramírez, 1991).
30
La ISRM en su publicación de 1978 “Suggsted Methods for the Quantitative Description of
Discontinuities in Rock Masses” establece unas tabla con los criterios para clasificar tanto la
masa rocosa como de los labios o paredes de las discontinuidades.
Estos términos son generales y pueden modificarse para ajustarse a situaciones y materiales
específicos (tabla 19).
Por su parte el grado de meteorización del material rocoso de las paredes de las
discontinuidades (ISRM, 1978) debe de describir según la tabla 18, inferior
Término descripción
Fresco No hay signos visibles de meteorización del macizo rocoso.
descolorido El color es distinto del que tenía el material original sano. Hay que indicar el grado de
cambio de color original. También hay que mencionar el caso en el que el cambio de
color sólo afecta a determinados minerales.
descompuesto La roca está meteorizada hasta alcanzar el grado de un suelo en el que la fábrica del
mineral todavía permanece intacta, pero algunos o todos los granos minerales están
descompuestos
desintegrado La roca está meteorizada hasta alcanzar el grado de suelo en el que la fábrica del
mineral original todavía permanece intacta. La roca es friable, pero los granos del
mineral no están descompuestos
Tabla 18: grado de meteorización de los labios de las discontinuidades (Fuente: Ramírez, 1991, modificado a
partir de la ISRM, 1978)
31
Figura 12: Meteorización por efecto de agentes eólicos y a su vez meteorización química por efecto de la
contaminación (Grado II o a lo sumo III de la ISRM) La pared lleva 400 años sometida a la intemperie.
Muralla de La Valetta, 2011
Figura 13: El mismo macizo rocoso de la figura anterior pero con grado de alteración I, completamente sano
a partir de una profundidad de 30 cm. Puesto de manifiesto por refugios de la segunda guerra mundial (70
años)
32
Grado de denominación Criterios de reconocimiento
meteorización
I Sana Roca no meteorizada. Las micas y los feldespatos
están lustrosos.
II Sana con juntas teñidas de Las caras de las juntas están manchadas o cubiertas
óxidos con hematites y limonita, pero el bloque de roca entre
juntas no está meteorizado.
III Moderadamente meteorizada Claramente meteorizada a través de la petrofábrica
que se observa por manchas de óxidos de hierro y
ligera descomposición de los feldespatos, pero la
resistencia es muy similar a la roca sana.
IV Muy meteorizada Meteorización acusada de conjunto, pero con
resistencia tal, que piezas de aproximadamente 25cm2
de sección transversal no pueden romperse a mano.
V Completamente meteorizada Roca intensamente meteorizada con aspecto de suelo
que puede romperse y desmenuzarse a mano, pero se
puede reconocer todavía la fábrica original
En el caso de las rocas calcáreas no hay estadios intermedios, sino que o bien encontramos
tipo I o II de rocas inalteradas o bien desintegración total del material y paso a un suelo (terra
rossa) de tipo V o VI de la ISRM
6.2.5.1 Definición
Es un parámetro que se establece a partir de testigos, se define como el porcentaje de
fragmentos recuperados mayores de 10 cm sobre la longitud total del taladro. Sin embargo
hay metodologías para estimarlo en afloramientos.
RQD % Calidad
25 – 50 Mala
50 – 75 Media
75 – 90 Buena
33
Figura 14: estimación del RQD a partir de testigos de sondeo (fuente: SNMPE)
Hay dos metodologías a seguir para el cálculo de RQD, una la de Priest y Hudson, que emplea
las es el de las fracturas por metro lineal. Y la segunda, la de Palstrom, que emplea el índice
volumétrico Jv.
Medimos todas las juntas que interceptan nuestra línea “groso modo” y la dividimos por la
longitud de la línea, siendo este el parámetro “λ”. Para la determinación del RQD del macizo
podemos emplear dos formulaciones las cuales requieren unos parámetros “de campo”
diferentes. Nosotros de momento nos limitaremos a aplicar la formulación de Priest y Hudson
que requiere de λ. (juntas por metro lineal)
34
6.2.5.3 Palstrom
También podemos calcular el RQD con la formulación de Palstrom, a partir del índice
volumétrico de juntas:
Podemos realizar un ensayo “tilt test” para obtener el ángulo de rozamiento básico de la junta,
que si no se obtiene habitualmente de la bibliografía. Puede realizarse a partir de testigos o de
fragmentos rocosos con juntas.
En el caso del RMR, la resistencia a compresión simple de la roca (RCS), representa uno de
los 6 sumandos del RMR básico, y hasta 15 puntos de los 100 de la clasificación (un 15% del
valor del índice), de ahí la importancia de una correcta valoración, si bien diferencias de
incluso un 20% en su determinación pueden no significar ni tan siquiera un punto en su
ponderación. Por ello formas de determinación en campo semicuantitativas como la del
martillo de geólogo o cuantitativas como el esclerómetro pueden ser más que suficientes.
En el caso del índice Q la RCS figura dentro de la ponderación del parámetro SRF como σc,
para la comprobación del campo tensional (σθ /σc ó σc/σ1)
La resistencia a compresión de la matriz rocosa (denominada con los acrónimos RCS o UCS)
y la resistencia de los labios de discontinuidad (JCS) se pueden estimar, de forma aproximada,
a partir de Índice al martillo de geólogo, o del esclerómetro. A veces resulta difícil distinguir
la matriz, limitándonos a tomar las medidas en los labios de discontinuidades.
35
Figura 15: Gráfico para obtener la resistencia uniaxial a partir de rebotes del esclerómetro.
Figura 16: Medidas esclerométricas sobre Figura 17: Detalle del esclerómetro o martillo
juntas en el emboquille de una mina. Schmidt.
Se toman unos mínimos de cinco medidas no superpuestas por estación. De todos modos el
propio martillo Schmidt dispone de una tabla de conversión. Debe de tenerse en cuenta que la
escala de presión no aparece siempre en las mismas unidades. No todas las veces puede
estimarse la resistencia de la roca a partir del martillo (caso de rocas blandas) o no
disponemos de este.
36
Grado descripción Identificación de campo Valor aproximado
de la resistencia a
compresión
simple MPa
R1 Roca muy débil Deleznable bajo golpes fuertes con la parte 1,0 – 5,0
puntiaguda del martillo geológico; puede
desconcharse con una navaja
R2 Roca débil Puede desconcharse con dificultad con una 5,0 - 25
navaja; se pueden hacer marcas poco
profundas golpeando fuertemente la roca con
la punta del martillo
R3 Roca media No se puede rayar o desconchar con una 25 - 50
navaja; las muestras se pueden romper con un
golpe firme con el martillo
R4 Roca dura Se necesita más de un golpe con el martillo 50 - 100
geológico para romper la muestra
R5 Roca muy dura Se necesitan muchos golpes con el martillo 100 - 250
geológico para romper la muestra
R6 Roca Sólo se pueden romper esquirlas de la muestra > 250
extremadamente con el martillo geológico
dura
El agua circula en esta interfase y pasa a filtrarse al subsuelo en zonas de fractura muy
determinada. Es el caso de la circulación de agua a lo largo de zonas concretas del arroyo de
la mina de Bustarviejo o el acuífero de la mina Fernandito de Garganta de los Montes. Esta
circulación de fluidos a mayor escala en grandes fracturas da lugar a la mayoría de los
manantiales ferruginosos y arsenicales de la Sierra, tales como las fuentes de Oteruelo del
Valle y Miraflores posiblemente ligadas a grandes fracturas como aquellas responsables de las
mineralizaciones de Aníbal (Oteruelo), galerías inferiores de La Carcamala y arroyos de la
Genciana y Mina El Cubero de Miraflores de la Sierra.
37
La conductividad hidráulica puede ser muy anisotrópica cuando las fallas contengan brechas
altamente permeables, adyacentes a zonas arcillosas muy impermeables. Por ello es prematuro
describir una zona de falla como seca mientras el túnel o galería de exploración de desagüe no
hayan atravesado totalmente la discontinuidad. La hidrología se interpreta partir de las
predicciones geológicas de las situaciones de los acuíferos de las direcciones probables de
circulación de agua y de los niveles hidrostáticos. La fotografía aérea (y además
georeferenciada) permite obtener una visión del tipo de drenaje en conjunto y deducir los
niveles hidrostáticos probables.
Grado de Descripción
filtración
I La posible discontinuidad está muy cerrada y seca. El flujo de agua a través de la
misma no parece posible.
II La discontinuidad está seca, sin evidencia de agua.
III La discontinuidad está seca, pero muestra evidencia de flujo de agua, por ejemplo,
moho, descolorido, etc.
IV La discontinuidad está húmeda, pero no se observa circulación de agua.
V La discontinuidad muestra filtraciones de agua, gotas de agua ocasionales, pero no
flujo continuo.
VI La discontinuidad muestra un flujo continuo de agua. (Hay que estimar el caudal en
l/min y describir la presión, por ejemplo: baja, media o alta).
Grado de Descripción
filtración
I Los materiales de relleno están fuertemente consolidados y secos, parece muy
improbable la aparición de un flujo debido a la permeabilidad muy baja.
II Los materiales de relleno están húmedos, pero no hay agua en circulación.
III Los materiales de relleno están húmedos, con gotas ocasionales de agua.
IV Los materiales de relleno muestran signos de lavado, con flujo de agua continuo.
(Se estima el caudal en l/min).
V Los materiales de relleno están lavados localmente, con un considerable flujo de
agua a lo largo de los canales de erosión (estimación del caudal en l/min y de la
presión, baja, media, alta)
VI Los materiales de relleno están completamente erosionados por el agua; se
experimentan presiones de agua muy elevadas, especialmente sobre el primer
afloramiento. (Estimación del caudal en l/min y descripción de la presión)
38
7. DISEÑO EMPIRICO DE SOSTENIMIENTOS
7.1 GENERALIDADES
La estabilidad de las obras subterráneas en general y de los túneles en particular requiere, en
la mayoría de los casos, reforzar la roca o el terreno circundante de modo que quede
garantizada su estabilidad a corto y largo plazo, así como su adecuada funcionalidad durante
su vida útil. Esto se consigue mediante la aplicación en primer lugar de un sostenimiento que
posteriormente es suplementado por un revestimiento en su intradós, que asegura un mejor
comportamiento a largo plazo del túnel.
Para facilitar la distribución de tensiones en el anillo de roca que rodea al túnel, se deben
diseñar los túneles con formas redondeadas, evitando los puntos angulosos.
En esta etapa de Proyecto se diseñan varios tipos de sostenimiento a aplicar según sea la
calidad geotécnica de la roca. Durante la obra, los sostenimientos se optimizarán con la
información suministrada por la auscultación y el control geotécnico del túnel.
39
7.2 CRITERIO DE DISEÑO
Para realizar el diseño del sostenimiento de un túnel, generalmente se sigue una metodología
progresiva, que aplica sucesivamente criterios y procedimientos, en el siguiente orden:
• Métodos numéricos: una vez predefinidos los sostenimientos con los criterios basados
en clasificaciones geomecánicas, se aplican a ellos métodos basados en el análisis de
simulaciones numéricas utilizando códigos de elementos finitos o diferencias finitas.
Son muy especializados, dando una valoración exacta del estado tensional del
sostenimiento. Estas simulaciones numéricas trabajan generalmente en medio
continuo.
40
Clase Excavación Sostenimiento
RMR
Bulones Gunita Cerchas
Tabla 23: Sostenimientos a partir del índice RMR. Túneles de sección de herradura, máxima anchura
10 m, máxima tensión vertical 250 Kp/cm2 ó 25 MPa. Tomado de BENIAWSKI (1989).
41
Hoy en día lo más habitual es combinar las observaciones y agrupar las clasificaciones
RMR y Q y las metodologías de trabajo locales (tipos de cercha, bulones, mallazos,
etc.).
P = (100 – RMR) * γ * B
100
Por último creemos de utilidad indicar algunas correlaciones que algunos autores han
elaborado entre el RMR y otros parámetros, citadas igualmente por Bieniawski:
100 − RMR
p= ⋅γ ⋅b
100
• MODULO DE DEFORMACIÓN:
E m = 2 ⋅ RMR − 100
42
RMR −10
E m = 10 40
RMR −100
s=e 9
RMR −100
m = mi ⋅ e 14
RMR −100
s=e 6
43
• CORRELACIÓN CON LA CLASIFICACIÓN DE BARTON:
RMR = 135
. ⋅ ln Q + 43 (Según Rutledge, 1978)
• TIEMPO DE ESTABILIDAD
44
7.4 PREDISEÑO DE SOSTENIMIENTOS A PARTIR DEL INDICE Q
RQD J r J w
Q=
J n J a SRF
B
De =
ESR
El valor de ESR se obtiene de la tabla mostrada a continuación en función del uso que se vaya
a dar a la excavación.
45
Tipo de excavación ESR
A Labores mineras de carácter temporal 2- 5
B Galerías mineras permanentes, túneles de centrales hidroeléctricas (excluyendo 1,6 – 2,0
las galerías de alta presión), túneles piloto, galerías de avance en grandes
excavaciones, cámaras de compensación hidroeléctrica
C Cavernas de almacenamiento, plantas de tratamiento de aguas, túneles de 1,2 – 1,3
carreteras secundarias y de ferrocarril, túneles de acceso.
D Centrales eléctricas subterráneas, túneles de carreteras primarias y de ferrocarril, 0,9 – 1,1
refugios subterráneos para defensa civil, emboquilles e intersecciones de
túneles.
E Centrales nucleares subterráneas, estaciones de ferrocarril, instalaciones 0,5 – 0,8
públicas y deportivas, fábricas, túneles para tuberías principales de gas.
B 14
De = = = 14m
ESR 1
Esta Dimensión Equivalente, junto con el valor de Q, sirve para definir nueve categorías de
sostenimiento, basándose en pernos de anclaje repartido, hormigón proyectado reforzado con
fibra de acero y cerchas de acero.
Además BARTON también da una orientación sobre otros parámetros de diseño del
sostenimiento como por ejemplo, la longitud de pase (o máximo vano sin sostener, según el
46
Para la longitud de los bulones, se puede emplear la siguiente expresión
L = 2 + 0,15 * (B/ESR)
C LAS E S D E R O CA
G F E D C B A
Media
Excepcionalmente Extremedamente Muy mala Muy Extremad. Excep.
Mala Buena
mala mala Buena Buena Buena
100 2,5 m. 20
2,3 m.
2,1 m.
1,7 m.
1,2 m.
7
1,0 m.
20 5
B sb
10 CCA
9
RRS+B
8
Sfr+B
7
Sfr+B
6
Sfr+B
5
B(+S)
4 3 2
1
3
3,0 m.
5 2,4
2,0 m.
J
00
10
E= 1,6 m.
0J
2
=70 0J 1,3 m. 1,5
E 70
E = 1,0 m.
La elección de sostenimientos según el índice Q de Barton se basa en el grafico de la figura inferior de 1992.
En ella se muestra de una manera intuitiva el sostenimiento que es necesario colocar según los valores de Q y
de la Dimensión Equivalente. Aparecen nueve zonas en el gráfico, correspondiendo la número 1 a cuando no
es necesario sostener, el número 2 al sostenimiento más ligero y así sucesivamente hasta el número 9, que es
el sostenimiento más potente. Hay que señalar que esta última edición proporciona sostenimientos algo
diferentes de la edición de 1974.
Existen unas expresiones que ligan el índice Q con la presión que ejerce la roca sobre el
sostenimiento:
47
• PRESIÓN SOBRE LA CLAVE:
2
P=
Jr ⋅ 3 Q
2 ⋅ Jn
P=
3 ⋅ Jr ⋅ 3 Q
- si Q<0.1, tomar Q
Efectos de las tensiones elevadas. Existen varios tipos de respuesta de la roca que pueden
producirse en función de las relaciones entre las tensiones que existen y la resistencia uniaxial
de la roca (σci):
-Deformación elástica con roturas de tipo frágil, que son típicas de rocas duras en túneles
profundos. En este caso existen riesgos de explosión de roca (rockburst) y de lajamientos.
El riego de fluencia (squeezing) puede estimarse según la condición empírica de SING et alii
(1992):
48
Hoy en día en toda la bibliografía, e incluso los propios autores recomiendan en el diseño
empírico de obras subterráneas el combinar al menos dos de ellas. Siendo además Q y RMR
mientras que la clasificación Q es un ábaco. Para poder comparar ambas es preciso que se
agrupe y tramifique también el Q según 5 categorías. Una vez analizadas las dos
clasificaciones y sus recomendaciones el proyectista podrá decidir si aplicar una u otra o una
recomendaciones de ábaco de Barton, podríamos tal y como se describe arriba y para poder
tramificar, se han establecido en primer lugar cinco tipos de terreno, según intervalos
dependientes de la Q de Barton. El índice de Barton es mas rico que el RMR ya que utiliza
diferentes vanos de cavidad y añade los efectos tensionales. Para calcular el RMR
Barton (1995)
RMR = 15 ⋅ log Q + 50
Terreno Q RMR
Tabla 25: comparación de tramificaciones según Q y según RMR para un proyecto dado
49
Dentro de cada una de estas categorías, se ha utilizado el menor de los valores de Q de los que
constituyen el intervalo de definición de cada uno de los tipos definidos (I, II, III, IV y V)
para introducirlo en el ábaco de Barton y de esta manera, estimar un sostenimiento que se
ajuste a cualquier posible terreno correspondiente a su tipo.
Tipo I > 10 10 65
Tipo II 10 – 1 1 50
Tabla 26: valores de Q y de RMR utilizados en cada tramo para definir el sostenimiento del túnel
SOSTENIMIENTO
Tipo I Bulonaje
Longitud de pase: 4 m sistemático en 4-5 cm No
Q > 10 malla 2,2-2,5 m
Bulonaje
Tipo II sistemático en
Longitud de pase: 3 m 9-12 cm No
Q: 1-10 malla de 1,5-1,8
m
Bulonaje
Tipo III sistemático en
Longitud de pase: 2 m 15-25 cm No
Q: 0,1-1 malla de 1,3-1,4
m
Bulonaje
Tipo IV sistemático en
Longitud de pase: 1 m 15-25 cm Si
Q: 0,02-0,1 malla de 1,1-1,4
m
Bulonaje
Tipo V sistemático en
Longitud de pase: 1 m 25-30 cm Si
Q < 0,02 malla de 1,0-1,1
m
Tabla 27: Sostenimientos recomendados por Barton para un caso particular de túnel
50
Siguiendo las directrices de Barton, pero teniendo en consideración las 5 categorías de
Bieniawski y la experiencia local, así como las disponibilidades de maquinaria y técnicas,
podemos establecer un cuadro definitivo para los sostenimientos del proyecto como el
siguiente, que será el que se dibujara en los planos.
SOSTENIMIENTO
TIPO Y
EXCAVACIÓN Bulones Hormigón Cerchas
APLICACIÓN Otros
proyectado de acero
HP-30
reforzado
Excavación en Ø25 Malla
con fibra
Tipo I avance y destroza. 2,0(L)x2,5(T) m Ninguna Ninguna
(500J).
Pases de 4 m L= 4m
5 cm de
espesor.
HP-30
reforzado
Excavación en Ø25 Malla de
con fibra
Tipo II avance y destroza 1,5(L)x2,0(T) m Ninguna Ninguna
(500 J)
Pases de 3 m. L=4 m
10 cm de
espesor
HP-30
Excavación en reforzado
Ø25 Malla de
avance y destroza con fibra
Tipo III 1,0(L)x1,5(T) m Ninguna Ninguna
(2 fases) (500 J)
L= 4m
Pases de 2 m 15 cm de
espesor
HP-40
Excavación en reforzado
Ø25 Malla de 1 capa de
avance y destroza con fibra Cerchas
Tipo IV 1,0(L)x1,0(T) m TH-29 a mallazo
(2 fases) (700 J)
L= 4 m 1m 150x150x6
Pases de 1 m. 20 cm de
espesor
HP-40
reforzado
Excavación en con fibra
Ø25 Malla de (700 J) Cerchas 1 capa de
avance y destroza
Tipo IV BIS 1,0(L)x1,0(T) m TH-29 a mallazo
(2 fases) 25 cm de
L= 4 m 1m 150x150x6
Pases de 1 m. espesor
(dos fases 7
y 18 cm)
HP-40
reforzado
Excavación en 2 capas de
Autoperforantes con fibra
avance y destroza Cerchas mallazo
400 kN Malla (700 J).
Tipo V (2 fases) y HEB-180
1,0(L)x1,0(T) m 150x150x6
contrabóveda 35 cm de a 1,0 m
L=6m espesor (dos
Pases de 1,0 m
fases 15 y 20
cm)
Tabla 28: Sostenimientos finalmente adoptados para un caso particular de túnel (GEOCONSULT, 2009)
51
7.5 TRAMIFICACION GEOTÉCNICA DE TÚNELES
La tramificación geomecánica de túneles o galerías consiste en dividir la longitud a estudiar
en partes, a cada una de ellas se le asigna una de las categorías del RMR, Q o ambos. Estas
divisiones se realizan según lo que se estima pude aparecer en el túnel de acuerdo con los
estudios geomecánicos en sondeos, afloramientos, extrapolaciones, etc.
52
Figura 22: “guitarra” y tramificación geomecánica (RMR, Q) y valoración del GSI del túnel por PK’s. Esta
tramificación es la empleada para la medición y presupuesto de cada partida (bulones, cerchas, etc.). Será la
primera aproximación en obra sin embargo los sostenimientos que se colocaran serán los dictados por los
levantamientos de frente y no estos
• Valorar las condiciones geotécnicas del terreno, recopilando y registrando los datos
obtenidos.
El especialista situado a pie de obra, realizará en cada avance una inspección del frente, que le
permitirá caracterizar el terreno que se excava. Con el fin de facilitar la labor del especialista
53
y tener un seguimiento correcto del control geotécnico, la caracterización del macizo rocoso
se recogerá en unas fichas en las que se indicará:
• Su densidad aproximada,
• Grado de meteorización,
• Presencia de agua,
• RQD.
La zonificación de un túnel o galería (de mina, hidráulica) simplemente sirve para tener una
idea los más precisa que se pueda de la realidad y disponer de una medición aproximada de la
cantidad de sostenimientos (por metro lineal de túnel) que se prevé que se aplicaran de cada
tipología.
Es preciso además diseñar además de las tipologías básicas definidas a partir de las
clasificaciones, de unas específicas para boquillas, pasos de terrenos muy conflictivos, etc.
Es importante señalar que la clave de la adecuada aplicación de este criterio consiste en que a
cada pase (voladura, excavación, etc.) se realiza un levantamiento (mapeo) del frente que
otorga el “verdadero” valor del índice de calidad de macizo rocoso. El terreno no es un
material tecnológico como el hormigón o el acero, y por tanto muy complejo predecir de
antemano su comportamiento.
54
El ingeniero supervisor por tanto en base a los datos reales del frente ira escogiendo entre los
diferentes tipos de sostenimientos definidos para cada rango de calidad, intentando en lo
posible anticiparse a los cambios que vayan produciéndose.
Estos partes quedarán registrados y siempre se entregarán copias al ingeniero responsable (tal
vez el propio especialista) en seleccionar los sostenimientos de la dirección de obra y de la
contrata.
55
Figura 23: ejemplo de ficha de campo de frente (solo de RMR)
Como complemento a todo ello, no es objeto de esta publicación pero deben de analizarse las
deformaciones y movimientos del macizo rocoso: cintas de convergencia, células de presión,
que verifique los movimientos simulados y tolerados en los cálculos numéricos
56
9. SISTEMA GSI
Por tanto cabe decir que, ante todo, el GSI no es una clasificación geomecánica.
Por ejemplo, si las fracturas son paralelas, el techo requerirá más sostenimiento que si vienen
oblicuas a 75°, pero ambos terrenos tienen el mismo GSI. En el GSI no hay ninguna
recomendación en función del tipo de excavación, que si figura en el RMR y en el Q (con
De). Asimismo, a igual GSI, si la roca tiene mayor cobertera, esta requerirá mayor
sostenimiento, hecho que si tiene en cuenta el índice Q a través del SRF.
Si las condiciones cambian además de un nuevo RMR y Q es preciso volver a verificar estos
sostenimientos recomendados mediante cálculos tenso – deformacionales (elementos o
diferencias finitas en 2D o 3D según el caso).
57
Figura 24: tabla grafica de GSI general. Caracterización de una masa rocosa de “bloques” a partir de las
condiciones de las juntas y de la imbricación (Practical Rock Engineering, Hoek`s corner en
www.rocscience.com)
58
Figura 25: tabla grafica para estimación del GSI en una masa rocosa heterogénea como por ejemplo un
Flysch (Marinos y Hoek, 2001)
Dada la simplicidad para trabajar con el cuadro del GSI, se ha popularizado enormemente en
labores mineras de gran envergadura con numerosos frentes de arranque.
Hay que tener en cuenta la diferencia entre un túnel, con no mas de 4 frentes habitualmente (si
es de doble tubo y con dos bocas de acceso) con una gran labor minera con multitud de tajos.
59
Figura 26: Tabla grafica de “caracterización geotécnica” del macizo rocoso modificada de Hoek y Marinos
de 2000 (Fuente: SNMPE, Perú, 2004)
60
Estos cuadros, como el de la figura inferior, tendrán la validez que puede tener un
sostenimiento tipo, comprobado con modelos numéricos (a partir de un pre diseño según
RMR + Q); pero no valdrán para entornos distintos para los que están calculados y tampoco
cuando se tuvieran distintas condiciones a las previstas. Por ejemplo, no serán válidos si
aumentara la profundidad de la excavación y empezaran a aparecer fenómenos de bursting o
squeezing, o si la presencia de agua originara problemas de estabilidad, si hubiera un cambio
radical en el tipo de roca (GSI no tiene en cuenta la resistencia de la roca, cuando ese dato
esta como un imput mas en el criterio de H-B), problemas de orientación de juntas, e cuñas,
techos planos, etc.
Figura 27: estándares de sostenimiento en mina Huarón según GSI modificado (Fuente: Manual de
Geomecánica, SNMPE, 2004)
61
Hay una gran tendencia a la inversa, la de determinar únicamente el índice GSI en campo,
dada su facilidad gráfica y a partir de ahí mediante las correlaciones a la inversa obtener
recomendaciones de sostenimiento derivadas de las clasificaciones RMR y Q. Hay que indicar
que recientemente Hoek y Marinos ya no recomiendan correlaciones sino determinar el GSI
independientemente de RMR o Q, mediante una lógica Fuzzy visual.
Creemos que obtener el índice del GSI únicamente de la figura superior es mucho más
subjetiva que introducir una serie de sumandos cada uno de los cuales lleva un proceso
riguroso de toma de datos.
BARTON N., LIEN R. & LUNDE J. (1974) Engineering Classification of Rock Masses for
the Design of Tunnel Support. Rock Mechanics, Springer Verlag, vol. 6.
BIENIAWSKI, Z.T. (1989) Engineering Rock Mass Classifications. John Wiley & Sons,
Inc.
HOEK, E-. KAISER, P.K., y BAWDEN, W.F. (1995) Support of underground excavations
in Hard Rock. Balkema. Rotterdam, 215 pp.
I.S.R.M. (1978) Suggested methods for the quantitative description of discontinuities in rock
masses. International Journal of Rock Mechanics. Sci and Geomech. Abstr Vol. 15, 319-
368.
62
MORENO TALLÓN, E (1981): Las Clasificaciones Geomecánicas de las Rocas, aplicadas
a las Obras Subterráneas. Cuadernos EPTISA, nº 1. Descatalogado
www.nickbarton.com
63
64