En la infancia el arte es fundamentalmente un medio de expresión. Los niños y niñas son seres en constante cambio y la representación gráfica que realizan no es más que el lenguaje de su pensamiento. A medida que van creciendo van percibiendo el mundo de forma diferente, por lo que la manera de expresar su realidad va cambiando. Se expresan de forma directamente proporcional a su desarrollo. Cuando el gusto estético de los adultos no concuerda con el modo en el que se expresan plásticamente los niños, surgen dificultades ya que la crítica o exigencias de sus mayores impiden al niño o niña utilizar el arte como una verdadera forma de expresión.
LAS CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LOS DIBUJOS INFANTILES:
Desde el momento en que se empezó a considerar el dibujo infantil como una forma de expresión propia del niño, los investigadores se interesaron en determinar cuáles eran los rasgos característicos de este lenguaje. Rápidamente se pudo comprobar cómo había ciertas estrategias de representación comunes que hacían inconfundibles los dibujos infantiles. Entre los rasgos más mencionados figuran los siguientes: ▪ El principio de aplicación múltiple: Una misma forma puede servir para representar muchas cosas diferentes. Un círculo puede servir para dibujar la cabeza, las manos, los ojos, etc. ▪ El principio de la línea de base: Los personales u objetos necesitan un punto de apoyo explícito sobre el cual situarse, una línea de suelo o base que tendrá su contrapartida en la línea de cielo. ▪ El principio de perpendicularidad: La relación entre un objeto y la base en la que se apoya es preferentemente perpendicular, sea cual sea la orientación que tenga esa base. ▪ Principio de la importancia del tamaño: Lo más importante ya sea desde un punto de vista emocional, funcional o semántico, debe tener un tamaño mayor que lo secundario. Por ello, el brazo que ejecuta una acción se dibujará más grande que el que no hace nada, o las partes del cuerpo de mayor importancia expresiva, como los ojos y la boca, adquirirán unas proporciones desmesuradas. ▪ Principio del imperativo territorial: Cada cosa dispone de su espacio propio e inviolable, por lo que será muy difícil que aparezcan solapamientos, ocultamientos o superposiciones. ▪ Principio de la forma ejemplar: De entre los posibles modos de representación de un objeto se preferirá aquel que mejor describe sus principales características. Esto significa que cada parte de un objeto o personaje, y cada objeto y personaje dentro de la misma escena aparecerá representado de la forma que mayor información proporcione de ese elemento, aunque ello contradiga su situación concreta en la escena. Así, las manos aparecerán con todos los dedos extendidos, los aviones mostrarán toda la superficie de sus alas, etc. ▪ Principio de abatimiento: Los elementos verticales serán dibujados frontalmente (casas, personas, etc.) y los elementos horizontales serán dibujados a vista de pájaro (carreteras, mesas, piscinas, etc.) ▪ Principio de rayos X: Por el que se dibuja todo lo que sea necesario describir explícitamente en la imagen. De este modo se podrá contemplar tanto el interior como el exterior de los edificios y vehículos.
EL DIBUJO INFANTIL COMO INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN:
El dibujo es una manifestación del individuo, a través de la cual se puede evidenciar su manera de pensar y comprender lo que le rodea, así como reflejar su propia personalidad, sentimientos e intereses. Por ello, y sobre todo porque mucho antes de que los niños lleguen a dominar el lenguaje hablado y escrito son capaces de hacer dibujos bastante explícitos, este se ha convertido en un instrumento utilísimo de investigación del mundo infantil. Se trata, por tanto, no de estudiar el dibujo infantil en sí mismo, sino como un medio para observar o deducir la inteligencia, la creatividad y la personalidad del niño. Fuente: Goodnow, J. (1983). El Dibujo Infantil. Madrid: Morata.