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Primero intentemos, y digo intentemos porque las definiciones siempre traen problemas,
definir ambos términos:
Pensamiento profiláctico es tener en cuenta las intenciones de nuestro
adversario a la hora de tomar nuestras decisiones. Ni más, ni menos.
Tener en cuenta, no significa, ni mucho menos, hacer algo para prevenir dichas
intenciones. Muchas veces, veremos que trama nuestro rival y no necesitaremos evitarlo
porque nuestros planes - o amenazas - son más fuerte o importantes.
Profilaxis es cuando, habiendo considerado que la idea de nuestro rival tiene
sentido - es fuerte o molesta - decidimos que vale la pena intervenir en ella.
Si están de acuerdo conmigo en que las definiciones anteriores, de uno y otro, tienen
sentido entonces, no les será difícil entender que la "profilaxis" es sólo una forma de
expresión del "pensamiento profilactico".
Indudablemente el negro esta con ventaja; ya se vislumbra un ataque muy fuerte sobre el
rey blanco. La última jugada del blanco había sido Tf1-d1 y Petrosian se puso a pensar...
¿Qué quiere hacer el blanco? Bueno, parece que intenta jugar Cf1-d2 tratando de cambiar
los caballos lo que reduciría el poder ofensivo del negro. Y basado en este hecho,
Petrosian decidió que era oportuno acelerar su ofensiva con el sacrificio posicional de un
peón:
33...g5!?
34.Dxh5 f5 35.Te1 g4 36.hxg4 fxg4 37.f3 gxf3 38.Cxf3 Th7 39.De5 Dc8 40.Df4 Tf8
41.De5 Tf5
0–1
El pensamiento profiláctico en el
ataque
abril 14, 2009 estrategia 0 Comments
El prestigioso entrenador de ajedrez y creador de algunos de los mejores libros dedicados a
nuestro juego, Mark Dvoretsky, dedica más de una página a hablar del pensamiento
profiláctico.
Hay quien entiende el concepto de profiláxis, como una idea exclusivamente defensiva, que
trata de evitar un ataque enemigo o una fuerte amenaza de nuestro rival.
La esencia del pensamiento profiláctico consiste en evitar los posibles planes de nuestro rival,
sus futuras maniobras o las ideas en las que puede basar su juego.
Pero quiero insistir en que la profiláxis no tiene por qué evitar una idea de ataque, de hecho,
como pretendo mostrar en el ejemplo que veremos en las siguientes líneas, el pensamiento
profiláctico puede sernos de gran ayuda cuando somos nosotros los que atacamos. Por tanto
el pensamiento profiláctico no es una práctica defensiva.
Sin embargo, con ayuda del pensamiento profiláctico veremos que las negras pretenden
completar el desarrollo con Ae6 y que de esta manera todas sus piezas ayuden en la defensa.
22.d5
22...Ad6 23.Tf7 Dh4 24.g3 Dh5 25.Ag6 Dg5 26.c5 Axc5 27.Txc7 Ag4 28.Tf1 Ad4 29.Tcf7 Ac5
30.b4 Ad6 31.dxc6 bxc6 32.Dd3 De5 33.Dd2
1–0
FM LuisFSiles
Nos ha pasado a todos alguna vez. Nuestra posición no está perdida, pero nuestra
mente sí. No se nos ocurre ninguna idea ni ninguna jugada útil. ¿Y ahora qué?
Tengo la teoría de que una buena partida debe ser como una buena película:
tiene que tener un argumento claro que podamos entender (e incluso definir)
desde el principio hasta el final. Para encontrar los mejores planes y jugadas
debemos entender bien “el argumento” de nuestra partida.
Te voy a dar algunos consejos para aquellas posiciones en las que, por mucho que
buscas no tienes ni idea de qué hacer. Pero antes de aconsejarte qué debes hacer,
te voy a recomendar lo qué no debes hacer.
Por esto es tan delicado el juego con los peones. Esto es algo que se va
aprendiendo conforme se va subiendo de nivel. Así que si no sabes qué hacer...
¡cuidado con las jugadas con peones!
Los peones pueden ser una ventaja o una gran debilidad. Todo depende de cómo los
utilices...
Valorar una posición de ajedrez es una de las tareas más importantes (¡y difíciles!).
Yo insisto a mis alumnos en que no deben buscar una casilla que les parezca
accesible, pues su pensamiento quedará condicionado por las casillas hacia las que
exista una ruta sencilla. Me gusta plantear este ejercicio instándolos a que busquen
una casilla, pensando que pueden coger la pieza y, como por arte de magia,
colocarla donde quieran. Luego ya se buscará la ruta y, si no existe, pues habrá que
buscar otra.
Pero es cierto que en posiciones en las que no veo ningún plan constructivo y no sé
cómo podría mejorar mi posición, no estará mal por lo menos impedir que el rival
mejore la suya. Esta es la base del pensamiento profiláctico en ajedrez, que el
mencionado Dvoretsky ha desarrollado en sus libros.