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Definición y todo lo que necesitas saber sobre las

joint venture. Ventajas e inconvenientes de crear


una joint venture para la internacionalización de la
empresa.
La joint venture o sociedad mixta representa una modalidad de
internacionalización basada en la cooperación entre empresas,
en este caso con nacionalidades diferentes, utilizada con
frecuencia por las empresas para el establecimiento en nuevos
mercados. El uso de esta fórmula puede venir dado por
imperativo legal (regulación del país de destino) o por una
motivación estratégica, de cara a aprovechar el conocimiento y
capacidades operativas que el socio local puede brindar a la
empresa.
La joint venture es una sociedad con personalidad jurídica
propia, y estará dotada del capital social y demás recursos que
aporten las empresas que la crean (conviene destacar, por tanto,
que no se trata de una fusión entre empresas), las cuales
mantienen su independencia.
Veamos algunos aspectos fundamentales para su constitución y las
principales ventajas e inconvenientes que ofrece la joint venture
como alternativa para el establecimiento de la empresa, mediante
inversión directa, en el exterior; así como los tipos de joint
ventures.

Creación de una joint-venture


La relación jurídica que se establezca entre las empresas que
constituyen la joint venture puede presentar diferentes
modalidades. Si bien, en todo caso, se firmará un acuerdo base o
preliminar en el que se determinan los objetivos y
funcionamiento de la sociedad conjunta objeto de creación,
incluyendo las cuestiones relativas a la estrategia, así como a la
propia organización y a los aspectos financieros. En este sentido,
es conveniente recurrir al asesoramiento legal oportuno en el país
de destino, en el que se implante la joint venture.
Posteriormente, se elaborará la escritura de constitución que,
de existir un acuerdo base preliminar, incorporará los términos
pactados en este acuerdo. El tipo de sociedad (forma jurídica) que
revestirá la joint venture será aquella que resulte más conveniente
teniendo en cuenta las modalidades elegibles de acuerdo con la
legislación del país donde va a tener su domicilio social (o donde
radique su principal centro de negocios). Para la constitución de la
sociedad conjunta se seguirán por lo tanto los procedimientos y
trámites establecidos por la legislación local.
Por otra parte, la relación de “colaboración” entre los socios
(empresas fundadoras) y la joint venture, que permita a los
primeros la obtención de un lucro derivado de la inversión en esta
nueva sociedad conjunta, quedará plasmada en los denominados
“contratos satélite”. Estos pueden referirse al aprovisionamiento
de asistencia técnica, de distribución en exclusiva, u otra
modalidad de comercialización en la que descanse la citada
relación de colaboración.
Conviene aclarar que la regulación a la que se somete el acuerdo
base y los contratos satélite es la que acuerden las empresas
(socias) que crean la joint venture.

Principales ventajas e
inconvenientes
Cuando la estrategia de internacionalización empresarial pasa por
la inversión directa en el mercado de destino elegido, la creación
de una sociedad, de forma conjunta con otra/s empresa/s,
permite compartir los riesgos del nuevo negocio, de tal forma
que los recursos que ha de aportar la empresa y el potencial
impacto de unos resultados no deseados se acotan en mayor
medida que asumiendo completamente la creación de una nueva
empresa en el país de destino del que no se tenga un
conocimiento muy extenso. Así, las empresas pueden
aprovecharse de la combinación de las ventajas competitivas de
cada una de ellas y de la obtención de determinadas sinergias.
El optar por la creación de una joint venture para establecerse en
un nuevo mercado es además en determinados casos
la alternativa más factible para una empresa extranjera que
quiere implantarse (sobre todo en países en desarrollo) y ejercer su
actividad en determinados sectores en los que la regulación
local, proteccionista, prohíbe la existencia de sociedades con
capital 100% extranjero.
Por otra parte, respecto a otros contratos de colaboración de
carácter internacional en los que la empresa concede una
“licencia” a otra empresa del país de destino para la producción y
comercialización de sus productos, en la joint venture la empresa
extranjera puede mantener un mayor control sobre el proceso
productivo y/o comercial de los productos en el mercado de
destino.
Con todo, la creación de una joint venture no está exenta de
determinados riesgos. En tanto que entraña una participación
conjunta de dos o más empresas en una nueva sociedad, pueden
surgir discrepancias entre ellas en la gestión y dirección de esa
última. De ahí que sea fundamental el adecuado reflejo
contractual de las relaciones y responsabilidades de las empresas
socias.
Asimismo, es muy importante velar por un equilibrio en los
beneficios que pueden obtener cada uno de los socios de la joint
venture, de cara a garantizar su supervivencia.

Tipos de joint ventures


En general, podemos distinguir entre dos grandes tipologías de
joint venture, las comerciales y las industriales.
Las joint ventures comerciales se crean para la distribución de
productos de una de las empresas en el país de la otra empresa
que forma parte de la sociedad conjunta. Ambas empresas
pondrán en común capital (inversión) y riesgos, pero también los
resultados de la nueva empresa. Compartirán conocimientos y
experiencia, obteniendo un beneficio mutuo. En este sentido, la
empresa extranjera puede aprovechar las capacidades comerciales
del socio inversor local para vender sus productos en el país de
este último, y la empresa local podrá beneficiarse de la
transferencia de cierto know-how, de la ampliación y
complementación de su oferta comercial con un producto
extranjero innovador, por ejemplo.
Por su parte, las joint ventures industriales, como su propio
nombre indica, llevan a cabo procesos productivos en el país en el
que se crean, y exigen el acuerdo entre las empresas que las
constituyen en lo relativo a inversiones, financiación, uso de
tecnologías y sistemas de producción, así como la comercialización
de los bienes producidos, entre otros aspectos. También en este
caso las empresas que crean la joint venture deciden cooperar en
interés mutuo. El socio extranjero puede aportar capital,
tecnología, know-how ligado al proceso productivo y la gestión de
determinados recursos, etc. Mientras que el socio local podría crear
valor en base a su conocimiento y relaciones con otros agentes
presentes en el país en el que se localiza la joint venture, la
aportación de determinados activos fijos, etc.
Cualquiera que sea su objetivo, puramente comercial o también
productivo, la creación de una joint venture puede facilitar el
acceso y la operativa en un nuevo mercado, siempre que se
gestione adecuadamente la relación con el resto de socios con los
que se crea la sociedad conjunta.

3 ejemplos de empresas joint venture


En el mundo, varias compañías grandes se asociacian con diferentes
objetivos a través del joint venture. Conoce tres ejemplos famosos a
continuación:

1. Nokia y Siemens

En el 2006, la alemana Siemens y la finlandesa Nokia, dos gigantes de


la telefonía móvil mundial, anunciaron la formación de una joint
venture llamada Nokia Siemens Networks, acogida en Espoo, en
Helsinki, Finlandia. La idea surgió gracias a otras uniones de empresas
del campo. El lanzamiento oficial ocurrió en febrero de 2007. Esta
empresa es la cuarta más rentable del mundo entre los fabricantes de
equipos de telecomunicaciones.

2. Sony Ericsson

Sony Ericsson, es una de las empresas más conocidas de joint venture


del mundo, es una unión entre Sony y la empresa sueca Ericsson,
fabricante de equipos de telecomunicaciones. La compañía sueca
utilizaba chips producidos por Phillips, pero un incendio en marzo del
2000 destruyó sus instalaciones. Al enfrentar dificultades cada vez
mayores, la empresa obtuvo la colaboración de Sony en 2012, y la sede
se trasladó de Lund, Suecia, a Japón.

3. Hisun-Pfizer

La empresa más grande de medicamentos del mundo, Pfizer, se unió


con una compañía farmacéutica china, Zhejiang Hisun, y formaron una
joint venture acogida en la ciudad de Hangzhou. La unión de la empresa
vino después que Pfizer detectó una baja en sus ventas, y también por
identificar el potencial del mercado chino: de acuerdo con la compañía,
hasta el final de 2015 el país será el segundo mayor mercado de
fármacos del planeta.

Juan Manuel FernándezTratar de ingeniárselas solo en el


mercado de hoy, podría estar pasado de moda. Ahora el joint
venture es la estrategia por excelencia para crear relaciones
de negocios con beneficios compartidos. ...

Mucho se habla en nuestros días del joint venture, es decir, cuando


dos o más personas se unen para sacar mejor provecho de las
fortalezas que cada una tiene; por ejemplo un buen producto, una
habilidad de mercadeo, tecnología, dinero, canales de distribución,
experiencia, contactos, imagen etc. Pero, ¿es una figura funcional
en nuestros mercados?

Arturo Apéstegui, socio del bufete Lara López Matamoros,


Rodríguez & Asociados en Costa Rica, reflexiona sobre esta figura
respaldado por su experiencia en la vida real y llega a conclusiones
muy positivas.

1. ¿En qué casos recomiendan a las empresas acudir


al joint venture?

No hay una receta única. En cada caso en que una compañía tenga
fortalezas y debilidades puede evaluar si la forma de mitigar los
efectos de sus debilidades es un joint venture, una alianza
estratégica, comprar o contratar el talento o contratar
por outsourcing ese elemento que le hace falta. Al entrar en
un joint venture, se deben hacer aportes a esa nueva entidad, es
decir, debe haber un cierto desprendimiento de algo propio en
beneficio del joint venture, ya sea el nombre, tierra, una empresa
familiar, conocimientos o contactos. Entonces las partes pueden
verse un poco reticentes a hacer el aporte a esa “aventura”.

2. ¿Cómo se diferencia el joint venture de una alianza


estratégica?

El joint venture es un ente (sociedad anónima, sociedad limitada,


fideicomiso, asociación, etc.) donde los participantes se han puesto
de acuerdo en varios puntos, como la administración del negocio,
distribución de ganancias y pérdidas y valor de los aportes de cada
parte, en cambio en la alianza estratégica se trata de compañías
independientes, cada una con su propia administración, que entran
en convenios para complementarse.

3. ¿Qué hace falta para tener una regulación que rija


específicamente esta figura?

Creo que no es necesario tener una legislación específica para esta


figura, pues con la legislación de sociedades, contratos,
fideicomisos y asociaciones hay una gama suficientemente amplia
para regularlo. Podríamos pensar en que exista en nuestra
legislación un contrato típico de joint venture y que a este se le
asigne personalidad jurídica, pero creo que no le aportaría mayor
cosa.

4. ¿Qué casos específ icos de joint venture puede mencionar


como ejemplos exitosos?

Nosotros conocemos en Costa Rica un caso muy interesante, que


es cliente nuestro y que ha funcionado de manera ejemplar. Basta
con decir que se trata de unjoint venture tripartito, donde dos
compañías internacionales, líderes cada una a nivel mundial y
competencia en varios segmentos, compraron participaciones
sociales en la sociedad anónima de grupo local, y mantienen
políticas muy claras y muy exitosas de administración.

Es como decir que Microsoft y Dell se hayan juntado con una


compañía costarricense distribuidora de software y hardware para
desarrollar en mercado local. Otro ejemplo muy exitoso que
conocimos fue el de una compañía que tenía una excelente receta
para preparar un tipo de licor y una compañía con una marca muy
reconocida. Hicieron el joint venture y se sacó el licor con la marca
reconocida y el producto ha sido muy exitoso. En desarrollo
inmobiliario, hemos visto también a clientes con excelentes fincas
que entran en un tipo de joint venture con compañías
desarrolladoras que aportan toda su experiencia, capacidad de
mercadeo, imagen y fuentes de financiamiento.

Muchas de las grandes y más bellas urbanizaciones de la meseta


central, en San José se han desarrollado bajo esta figura.
En la actualidad existen diversas formas para hacer negocios y una de
ellas son las alianzas comerciales, donde se encuentra una figura
denominada Joint Venture.
Los Joint ventures son un acuerdo comercial que permite la
participación tanto de personas físicas como morales, por medio de
un aporte de capital, tecnología, canales de distribución, personal y
hasta conocimiento de mercado.

Este acuerdo se lleva a cabo cuando una compañía necesita beneficiarse


de otras firmas o inversionistas, ya sea para crear nuevos negocios,
desarrollar un nuevo producto o incursionar en un mercado extranjero.

Para celebrar un Joint Venture se requieren mínimo de dos partes


involucradas, que deseen mejorar su propia condición, a través del
posicionamiento que tiene en el mercado su nuevo socio, y por ello,
ofrecen ventajas competitivas, así como posibilidad de expandirse en
el mercado.

Son varios los beneficios que otorga a los inversionistas realizar un Joint
Venture, entre los cuales figuran:
1. Permite compartir recursos financieros, humanos, tecnológicos,
esfuerzos y responsabilidades.
2. Supera las barreras comerciales, ya que construye nuevos nichos de
mercado a nivel internacional.
3. Ayuda a incrementar las utilidades y la productividad, además de
alcanzar mayor efectividad, ya que se trabaja conjuntamente.
4. Facilita el sistema de calidad, ya que amplia relaciones
comerciales que elevan la competitividad.
5. Impulsan la investigación, el avance tecnológico y el gerencial.

¿Qué tipos existen?


Es importante señalar que de acuerdo al tipo de inversión realizada para
la colaboración conjunta, los contratos de Joint Venture pueden
clasificarse en:
Alianzas estratégicas: En este modelo no es una obligación realizar un
aporte económico. Aquí lo importante es la suma de aportaciones que
cada miembro otorga al servicio de un fin colectivo.

Coinversión: Aquí nos referimos a un negocio conjunto, pero con una


inversión o un aporte de bienes. Su propósito es obtener el mayor
rendimiento conjunto, lo cual no podría alcanzarse de forma individual.

Contractual: En este acuerdo los inversores realizan una actividad en


común, pero no establecen una nueva empresa, sino acuerdos de
colaboración en los que se estipulan cláusulas que rigen las actividades
que cada parte realizará, la forma de repartir las ganancias y sobre todo,
los riesgos.
Encontraron éxito en México

En nuestro país se han realizado diversos acuerdos comerciales, uno


de ellos es la asociación entre la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)
con Grupo Euroclear, -una proveedora de Post-Trade-, y la asociación
se llevó a cabo con la finalidad de generar una plataforma que ampliará
la gama de servicios financieros para intermediarios y gestores de
portafolios en México.

Otro ejemplo es el Joint Venture entre el minorista chileno SACI


Falabella y la compañía mexicana Organización Soriana. El
proyecto conjunto facilitará la entrada de Falabella a México, a través de
la expansión de los servicios financieros de la chilena (que incluyen
tarjetas de crédito retail) y el desarrollo de Sodimac, que es su cadena
de tiendas especialistas en mejoras para el hogar.

El proyecto contempla una inversión aproximada de 600 millones


de dólares, que serán invertidos en los próximos cinco años, además
serán divididos entre las dos empresas y se contempla la apertura de 20
puntos de venta de Sodimac en México.

Otro acuerdo que se llevó en México, fue entre la empresa Echostar


-ahora Dish Network Corporation- con MVS Comunicaciones, con
la finalidad de proporcionar televisión satelital por suscripción, lo que se
conoce como Dish.

En ese sentido, a Echostar en 2013, esta Joint Venture le generó ingresos


por casi 200 millones de dólares, lo que representó el 6% de sus
ventas consolidadas y produjo 65 mdd adicionales por venta de equipo y
otros servicios.
Son múltiples los Joint Ventures exitosos que se han llevado a cabo en el
país, ya que la idea central de este tipo de acuerdos es superar las
posibilidades individuales, estableciendo una relación de ganar-
ganar.

Contar con un portafolio de inversiones bien diversificadas puede


darte el crecimiento exponencial que buscas, ¿qué esperas para
acercarte con un asesor? Él podrá ayudarte a encontrar el camino
correcto para tus inversiones.

ETIMOLOGÍA El origen etimológico del Joint Venture proviene de las expresiones


inglesas Joint (juntura, unión, conjunto) y Venture (riesgo, aventurarse); por
ende, de la unión de las dos expresiones proviene el término Joint Venture, que
en español se traduce como “aventura o riesgo conjunto o riesgo compartido”.
Para Max Arias Schreiber Pezet, “es en la Jurisprudencia Norteamericana6 con
raíces inglesas, donde surge la expresión “Joint Adventure”, a principios del S.
XX, además señala que la práctica abrevió la frase por “Joint Venture” (Bravo,
1997:55). En conclusión, el Joint Venture no tiene una definición semántica
única y uniforme, la definición más aproximada consideramos que es la
tendiente a señalar que el Joint Venture es un contrato de aventura conjunta
con riesgo compartido. DEFINICIÓN DE JOINT VENTURE Algunos autores definen al
contrato de Joint Venture, como “un contrato asociativo, mediante el cual dos o más
partes, personas naturales o jurídicas, convienen en realizar un negocio en común por un
tiempo determinado, a fin de obtener una utilidad común, sin crearse una persona jurídica
distinta a las partes intervinientes en el contrato”.

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